CONOCIMIENTO DEL
MEDIO 6º
Aparato reproductor
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Índice
¿Qué es el aparato reproductor? página 3 Aparato reproductor masculino página 4 Aparato reproductor femenino página 8 Caracteres sexuales página 11 Pubertad página 13 Menstruación página 14 Células sexuales página 15 Fecundación página 17 Embarazo página 18 Parto página 20
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¿Qué es el aparato reproductor?
El aparato reproductor o aparato reproductivo es el conjunto de órganos que
está concebido para la reproducción, sintetizar las hormonas sexuales y
miccionar.
¿Cuál es la función del sistema endocrino?
Tanto el aparato reproductor femenino como el masculino tienen como función
trabajar juntos en la reproducción sexual, que culmina con el nacimiento de un
nuevo ser humano. Podemos distinguir algunas funciones en ambos casos:
El aparato reproductor masculino:
Producir los Espermatozoides o Gametos Masculinos.
Producir la eyaculación para que el semen entre por la vagina y pueda
fecundar al óvulo.
Segregar Testosterona, que es una hormona responsable de los caracteres
sexuales secundarios.
El aparato reproductor femenino:
Producir los Óvulos o Gametos Femeninos.
Recibir a los Espermatozoides durante la relación sexual.
Alojar al Embrión durante su desarrollo.
Segregar los Estrógenos, hormona que determina los caracteres
secundarios.
¿Por qué está formado el aparato reproductor?
El aparato reproductor masculino está formado por unos órganos genitales
externos (escroto y pene) y por unos órganos genitales internos (Testículos,
Epidídimo, Conducto Deferente, Vesículas Seminales, Próstata y Uretra).
El aparato reproductor femenino está formado por unos órganos genitales
externos (Vulva, Meato e Himen) y por unos órganos genitales internos
(Ovarios, Trompas de Falopio, Útero y Vagina).
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APARATO REPRODUCTOR MASCULINO
En la especie humana, el hombre produce los gametos masculinos o células sexuales masculinas llamadas espermatozoides. Estas células trasmiten al
nuevo ser la información genética aportada por el padre.
Podemos diferenciar el aparato reproductor masculino en órganos externos y
órganos internos:
A. Órganos externos:
1. Escroto: también llamado bolsa escrotal, es una bolsa de piel fina, muy
flexible y de color oscuro, que se encuentra en la raíz del pene entre los muslos. Contiene los testículos, el epidídimo y parte de los conductos
deferentes.
Por su posición externa, su temperatura es, de media, unos 30ºC, por
debajo de la temperatura corporal, en torno a los 37ºC. Esta temperatura es ideal para la formación de los espermatozoides. Todas las
temperaturas superiores o inferiores afectan negativamente a la
producción de esperma.
En la piel de la bolsa escrotal se encuentran muchas glándulas
sudoríparas. Si hace frío, la piel se vuelve gruesa y arrugada y la bolsa
escrotal se pega más al cuerpo que en las temperaturas cálidas. Así, se
puede conseguir una temperatura relativamente constante, facilitando la
formación del esperma. 2. Pene: El pene es el órgano copulador masculino, que interviene,
además, en la excreción urinaria. Está formado por:
Los cuerpos cavernosos están formados por tejido eréctil y forman
una red entre los orificios de la cual se acumula sangre que proviene
de las arterias del pene. Al llenarse de sangre se separa del cuerpo en un proceso denominado erección. Los extremos de los cuerpos
cavernosos están sujetos a la pelvis.
El cuerpo esponjoso rodea la uretra y evita que ésta se colapse
durante la erección, permitiendo así la expulsión del esperma en la
eyaculación. La parte final del cuerpo esponjoso es el glande, que
corona el pene, tiene forma cónica y es muy sensible.
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El pene está recubierto por piel que en su parte final forma un capuchón
llamado prepucio que recubre el glande y que se retrae durante la
erección para permitir la exposición del glande y la salida del esperma a
través del meato uretral.
El pene está sujeto mediante el llamado ligamento suspensorio del pene,
que está anclado a la sínfisis del pubis y permite retraerlo durante la
erección, manteniéndolo en un ángulo de entre 45º y 90º con respecto a
la vertical del cuerpo.
B. Órganos internos:
1. Testículos: Los testículos son las gónadas masculinas responsables de
la producción de espermatozoides y hormonas sexuales masculinas (los
andrógenos). Se localizan fuera de la cavidad abdominal, suspendidos
en una bolsa carnosa llamada escroto o saco escrotal.
Cada testículo mide alrededor de 4.5cm de diámetro y pesa
aproximadamente 40g. En el interior de los testículos existen unos 250 lóbulos o
compartimentos, que contienen unos delgados tubos muy enrollados y
apretados llamados túbulos seminíferos. Estos son las estructuras
específicas en que se producen los espermatozoides dentro del
testículo.
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En el interior de los testículos y más exactamente en los túbulos seminíferos, se produce la hormona testosterona. Esta hormona
determina las denominadas características sexuales secundarias. 2. Epidídimo: Es el órgano conformado por un tubo enrollado cuya longitud
aproximada es de 7 centímetros. Se encuentra unido a los testículos por
detrás de ellos y su función es la de almacenar temporalmente los
espermatozoides producidos en los tubos seminíferos para permitirles
que adquieran movilidad. Este proceso se conoce con el nombre de capacitación, y requiere que los espermatozoides permanezcan 18
horas en el epidídimo, para completarse sólo cuando éstos ingresan al
sistema reproductor femenino, donde puede ocurrir la fecundación del
óvulo.
3. Conducto Deferente: Los dos conductos deferentes continúan el conducto del epidídimo, comenzando en la cola del epidídimo. Tienen entre 50 y 60
centímetros de largo cada uno. El conducto deferente sale de la bolsa escrotal hacia arriba a través de la ingle hasta la cavidad abdominal. Allí
recorre la parte posterior de la vejiga y continúa bajando hasta la base de esta.
Finalmente, el conducto deferente desemboca dentro de la próstata en la
uretra.
En caso de eyaculación, el conducto deferente transporta los
espermatozoides a la uretra. Durante la eyaculación, los músculos con
forma espiral del conducto deferente se contraen y “aspiran” los espermatozoides fuera del epidídimo.
4. Vesículas Seminales: El par de vesículas seminales (glándulas
seminales) situadas detrás de la vejiga son relativamente grandes (unos
5-6 cm de largo). Son dos glándulas que vierten a los conductos deferentes el semen, líquido viscoso en el que flotan los
espermatozoides. El semen contiene agua y nutrientes como la fructosa, un tipo de azúcar que sirve de fuente energética para
posibilitar el movimiento de los espermatozoides en su camino hacia el
óvulo femenino.
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5. Próstata: Se denomina así a una glándula que segrega sustancias
específicas, las cuales, al mezclarse con el semen producido por las
vesículas seminales, favorece la supervivencia de los espermatozoides
una vez que ingresan al sistema reproductor femenino y ocurre la
fecundación del óvulo.
6. Uretra: Es un conducto que transporta los espermatozoides desde los
conductos deferentes hasta el pene, para permitir su excreción. La
uretra es también el conducto por el que se elimina la orina
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APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
La información genética que trasmite la madre a su hijo está contenida en el
gameto femenino u óvulo. La producción de esta célula reproductiva pone en
funcionamiento una serie de órganos sexuales que conforman el sistema
reproductor femenino.
Podemos diferenciar el aparato reproductor femenino en órganos externos y
órganos internos:
A. Órganos externos:
1. Vulva: la vulva se puede observar al separar los muslos de la mujer. La
vulva tiene diferentes partes:
El monte de Venus.
Los labios mayores y menores.
El clítoris.
Los bulbos del vestíbulo.
Las glándulas de Bartolino.
La vulva actúa como la puerta para el útero o matriz y proporciona una
protección de apertura y cierre de los labios de la vulva, labios mayores
y menores. Además de funciones de protección, la vulva también
funciona como un órgano sexual.
2. Meato: Por debajo del clítoris se encuentra el meato urinario, que es el
orificio de la porción final de las vías urinaria. Es el lugar donde se emite
la orina al exterior.
3. Himen: Por la abertura de la vagina, y situado entre la entrada de ésta y
el vestíbulo de ella, se encuentra en la mujer virgen una membrana no
perforada llamada himen. El himen es una delgada membrana que se
extiende por la abertura de la vagina.
Esta membrana tiene una o más abertura por las cuales sale el flujo
menstrual y la tradición dice que en el momento de la primera
penetración del órgano masculino, dicha membrana se rompe, haciendo
que sangre un poco, por lo tanto era considerado una prueba de
virginidad.
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B. Órganos internos: 1. Ovarios: Los ovarios se encuentran situados dentro del cuerpo, en la
región de la pelvis, a ambos lados del útero. Un ovario de una mujer
sexualmente madura tiene la forma y el tamaño de una pequeña ciruela y
pesa entre 7 y 14 gramos. Su función es producir óvulos cada 28 días aproximadamente. A este proceso se le denomina ovulación .
Los ovarios producen y liberan unas hormonas denominadas estrógenos
y progesterona. Los estrógenos, producidos desde la pubertad, determinan las características sexuales secundarias de la mujer. La progesterona, hormona que tiene como función aumentar la cantidad
de vasos sanguíneos del endometrio uterino. Cuando se libera el óvulo,
una vez que ha sido fecundado, las paredes del útero están capacitadas
para recibirlo y alojarlo durante su proceso de posterior desarrollo.
2. Trompas de Falopio: son pequeños tubos del grosor de un lápiz de unos
10 a 18 cm de longitud, que entran en el útero (uno derecho y otro
izquierdo). Son dos conductos que forman un arco cerca del ovario y que
se extienden hasta el útero. La función de las trompas, también llamadas
oviductos, es conducir el óvulo desde el ovario hasta el útero. La
fecundación ocurre en las trompas de Falopio.
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3. Útero: el útero o matriz es un órgano musculoso y hueco del tamaño y
forma de una pera invertida, y está ubicado en la parte inferior del
vientre. Tiene de 7 a 9 cm de longitud. El útero tiene un peso medio de
50 a 60 gramos
El útero se divide en dos partes: el cuello uterino o cérvix y el cuerpo
principal (el corpus). La pared del útero la conforman tres capas: una
interna o endometrio, que cada mes se enriquece con una cantidad extra
de vasos sanguíneos necesarios para la nutrición del nuevo ser; otra
intermedia formada por músculos lisos; y la capa externa constituida por
tejido elástico.
El útero es muscular, tiene un enorme poder de crecimiento y de
contracción, pues es capaz de sacar un feto al exterior, en el momento
del parto. Durante el embarazo, aumenta de tamaño y peso llegando a
alcanzar aproximadamente 1 kg.
4. Vagina: la vagina es un órgano con una estructura anatómica de unos 8
a 10 cm de longitud y de 2 a 3 cm de anchura, en forma de conducto. Se compone de fibra muscular elástica. La vagina conecta los órganos sexuales externos con el útero (matriz) y es el segmento final del canal
del parto.
La vagina cumple numerosas funciones. Por un lado, permite que la sangre fluya durante la menstruación. Por otro, sirve como órgano para
la copulación, siendo el lugar que acoge a las células espermáticas para
que estas puedan llegar hasta el orificio uterino. También cumple tareas
especiales en la protección de los órganos sexuales internos, impidiendo
que entren infecciones.
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CARACTERES SEXUALES
En la especie humana existen dos sexos bien diferenciados, el femenino y
masculino. Pero estos dos sexos cuentan con características que marcan las
diferencias entre hombres y mujeres. Esas características se conocen como caracteres sexuales primarios y caracteres sexuales secundarios y son las características anatómicas y
fisiológicas que permiten distinguir un sexo del otro. Los caracteres sexuales primarios: Son el conjunto de órganos sexuales
masculinos y femeninos, que determinan el sexo desde el nacimiento. Se trata del aparato reproductor tanto femenino como masculino. Podríamos decir, por
tanto, que son aquellos órganos con los que nacemos y por lo que somos
reconocidos como varón o mujer.
Por tanto, y como ya hemos visto con anterioridad, el aparato reproductor
masculino está formado por el escroto, pene, testículos, epidídimo, conducto
deferente, vesículas seminales, próstata y uretra).
Mientras que el aparato reproductor femenino está formado por vulva, meato,
himen, ovarios, trompas de Falopio, útero y vagina).
Los caracteres sexuales secundarios: aparecen en la pubertad, pues en esta
etapa es donde madura el aparato reproductor tanto masculino como femenino.
La mayoría de estos caracteres, están regulados por la secreción de
la hipófisis. Esta etapa, comienza entre alrededor de los once años y es la
etapa de cambios y desde allí tanto varón como mujer pueden cumplir con
la función de la reproducción.
Estos síntomas pueden darse hasta el fin de la adolescencia entre los 18 y 20
años, hasta que el organismo toma la madurez física y se encuentra preparado
para la reproducción.
Los principales caracteres sexuales secundarios masculinos son:
Crecimiento de los testículos.
Crecimiento del vello púbico.
Crecimiento del vello corporal. En los chicos comienza a crecer el vello en
axilas, rostro, piernas, brazos y pecho.
Crecimiento del pene.
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Cambio de la voz. Durante la pubertad, las cuerdas vocales de los chicos se
hacen más gruesas por lo que se modifica el tono de voz. Este cambio suele
tener lugar alrededor de los 14 años.
Aumento de la musculatura. Los hombros se ensanchan y, en general, todo
el cuerpo se vuelve más musculoso.
Aumento de la estatura. Lo primero que crecen son los pies y las piernas. Y
durante este periodo el cuerpo humano alcanza su velocidad máxima de
crecimiento que puede llegar a entre 7 y 12 centímetros anuales.
Olor corporal. La mayor producción de hormonas provoca cambios en la
composición de la transpiración y, lógicamente, en su olor.
Aumento de la secreción de sebo en la piel. En muchas ocasiones, este
aumento de la producción de sebo en la piel es causa de la aparición de
acné.
Los principales caracteres sexuales secundarios femeninos son: Crecimiento del vello púbico.
Crecimiento de los pechos. Este cambio comienza con una ligera
inflamación bajo el pezón que en ocasiones puede provocar alguna molestia.
En algunas niñas un pecho crece antes que otro por lo que se produce una
asimetría que suele corregirse con el final de la pubertad.
Cambios en la vagina, el útero y los ovarios.
Inicio de la menstruación.
Redistribución de la grasa corporal. La grasa se distribuye principalmente en
los pechos, las caderas, los muslos y los brazos.
Crecimiento del vello corporal.
Aumento de la estatura. Lo primero que crece son los pies y las piernas. Y
durante este periodo el cuerpo humano alcanza su velocidad máxima de
crecimiento que puede llegar a entre 7 y 12 centímetros anuales.
Olor corporal. La mayor producción de hormonas provoca cambios en la
composición de la transpiración y, lógicamente, en su olor.
Aumento de la secreción de sebo en la piel. En muchas ocasiones, este
aumento de la producción de sebo en la piel es causa de la aparición de
acné.
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PUBERTAD
Pubertad es el nombre que se le da a la época en la que comenzamos a
desarrollarnos y cuando nuestro cuerpo pasa por cambios que nos convierten
de niño en adulto. Por lo general, la pubertad comienza entre los 8 y 13 años
de edad en las niñas, y entre los 9 y 15 años de edad en los niños, aunque en
algunas personas comienzan antes o después de esas edades.
Cuando tu cuerpo comienza la pubertad, tu glándula pituitaria (una glándula en
forma de guisante situada en la parte inferior del cerebro) comienza a segregar
unas hormonas especiales. Dependiendo de si eres un niño o una niña, esas
hormonas trabajan en diferentes partes del cuerpo.
En los niños, las hormonas viajan por la sangre hacia los testículos y les hace
comenzar a fabricar testosterona y semen. La testosterona es la hormona que
produce la mayoría de los cambios en el cuerpo de los niños durante la
pubertad, y los hombres necesitan semen para poder reproducir.
En las niñas, las hormonas se dirigen hacia sus dos ovarios. Los ovarios
producen óvulos. Estas hormonas hacen que los ovarios comiencen a fabricar
otra hormona, llamada estrógeno. Juntas, estas hormonas preparan el cuerpo
de la niña para comenzar la menstruación y poder quedar embarazadas en el
futuro.
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LA MENSTRUACIÓN
La menstruación es la expulsión mensual y regular del tejido endometrial en la
mujer. La menstruación ocurre durante toda la vida fértil de una mujer, desde la
pubertad hasta la menopausia y está asociada al sangrado vaginal. Otras
denominaciones para la menstruación son periodo o regla.
La menstruación (periodo) es parte del ciclo menstrual. El ciclo menstrual
femenino es aproximadamente de 28 días. El ciclo menstrual es fruto de la
influencia alterna de distintas hormonas sexuales. Junto a los estrógenos y la
progesterona, actúan ciertas hormonas como mensajeras químicos en el
cerebro.
Las hormonas fluyen por el sistema circulatorio hasta los ovarios. Estas
estimulan al ovario para que genere estrógenos, que son los responsables de
la maduración de nuevos óvulos. El estrógeno liberado también estimula la
formación del tejido endometrial y lo prepara para la implantación del óvulo en
caso de ser fecundado.
El día 14 antes de la siguiente menstruación se produce la ovulación: el
óvulo maduro viaja por la trompa de Falopio hacia el útero. Si se produce
una fecundación por espermatozoides, el óvulo fecundado viaja hasta el útero
y se implanta en este.
Si aproximadamente antes de 24 horas tras la ovulación no se fecunda un
óvulo, una hormona llamada progesterona, impide la maduración del óvulo y
éste se destruye. Entonces sobre el día 28, el nivel de progesterona en sangre
disminuye y los restos se expulsan con el sangrado vaginal. El primer sangrado vaginal en la vida de una mujer se denomina menarquía.
La primera menstruación suele producirse entre los 10 y los 15 años.
Algunas chicas y mujeres manifiestan síntomas durante la menstruación como,
por ejemplo, dolores menstruales. El conjunto de las distintas molestias se denomina síndrome premenstrual.
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La menstruación dura normalmente entre tres y siete días. La mujer suele
perder entre 50 y 100 mililitros de sangre. Cuando una mujer se queda
embarazada se suspende la menstruación.
Entre los 45 y 50 años, aunque esto es muy variable dentro de cada mujer, los
sangrados menstruales se vuelven irregulares (se habla de premenopausia)
hasta que se produce la última menstruación, entrando la mujer en la etapa
denominada menopausia. CÉLULAS SEXUALES
Las células sexuales o gametos femeninos y masculinos se conocen con el
nombre de óvulos y espermatozoides. Estas células se forman en el interior de
las glándulas sexuales y están destinadas a unirse durante el proceso de
fecundación con el fin de llevar a cabo la reproducción en el ser humano.
Célula sexual masculina: la célula sexual masculina es el espermatozoide, que
se originan en el interior de los testículos. Es una célula Haploide, es decir, su
núcleo tiene la mitad de los cromosomas que tienen el resto de las células del
cuerpo humano.
Están formados por una cola o flagelo que les ayuda a moverse y una cabeza o
núcleo que contiene toda la información genética que el padre va a heredar a
su hijo. El espermatozoide sale de los testículos y se mezcla con los líquidos
producidos por las vesículas seminales y la próstata para formar el semen.
Estos líquidos son imprescindibles para la alimentación y supervivencia de los
espermatozoides hasta alcanzar el óvulo. En 1 cm3 de semen, hay
aproximadamente 100.000.000 de espermatozoides.
Los espermatozoides se mantienen vivos 2 o 3 días en las vías genitales de la
mujer. El espermatozoide encierra en su “cabeza” enzimas que pueden romper
las barreras protectoras del óvulo u ovocito, para provocar la fecundación.
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Célula sexual femenina: la célula sexual femenina es el óvulo, que se origina en
el interior del ovario. Son células grandes, esféricas e inmóviles. Su diámetro
alcanza los 0,13 milímetros, pudiendo ser fácilmente visto con una lupa. Es una
célula Haploide, es decir, su núcleo tiene la mitad de los cromosomas que
tienen el resto de las células del cuerpo humano.
El óvulo humano está formado por un núcleo (región donde se aloja la mitad de
la información genética necesaria para formar un nuevo ser). En el exterior,
esta célula sexual está rodeada por varias capas (una membrana plasmática y
el citoplasma), las que poseen diferentes funciones.
Desde la pubertad, cada 28 días aproximadamente, madura un óvulo en uno
de los ovarios y pasa a una de las trompas de Falopio. Los óvulos son
sintetizados en los ovarios, desde antes del nacimiento de la mujer. Por tanto
cada mujer posee un número concreto de ellos que van madurando
cíclicamente desde la menarquia hasta la menopausia.
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FECUNDACIÓN
La fecundación es un proceso biológico en el que un óvulo y un
espermatozoide se fusionan para crear un nuevo individuo.
Durante el acto sexual, los espermatozoides penetran en la vagina, atraviesan
el útero y llegan a las trompas de Falopio en un par de horas. Allí pueden
sobrevivir de 48 a 72 horas (fuera de la mujer viven menos de 24 horas). Es
decir, la fecundación puede producirse dos o tres días después del acto sexual.
De los cientos de millones de espermatozoides que contiene el semen, apenas
un centenar consigue llegar hasta el óvulo (el resto se agota y muere) y solo
uno de ellos logrará entrar en su interior y fecundarlo. Cuando ocurre, la
membrana del óvulo, hasta entonces permeable, altera su estructura química y
cierra el paso al resto de espermatozoides.
Al unirse con el óvulo, el espermatozoide pierde la cola y fusiona su núcleo con
el del gameto femenino. De esta simbiosis nace la primera célula del bebé: el
huevo fecundado o cigoto, que contiene una información genética única: desde
el color de ojos hasta la estatura aproximada que tendrá el nuevo ser humano.
Empujado por los impulsos musculares de la trompa y la ayuda de unos cilios
vibrátiles (una especie de pelillos) que hay en ella, el huevo fecundado inicia un
viaje de tres a cuatro días hacia el útero.
A las pocas horas de la fecundación se divide en dos células y en el camino
continúa desdoblándose en partes iguales. Cuando llega a la cavidad uterina
consta de 16 células y se parece a una mora (mórula).
No anida de inmediato, porque aún no ha alcanzado el desarrollo necesario,
sino que permanece libre dos o tres días (sufriendo nuevas modificaciones)
antes de implantarse en la mucosa uterina.
La implantación tiene lugar siete días después de la fecundación, es decir, 21 o
22 días después del inicio de la última regla. El huevo se sitúa sobre el
endometrio (pared del útero) y se adhiere fuertemente a él como una ventosa.
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EMBARAZO (DESARROLLO EMBRIONARIO Y FETAL)
El embarazo o período de gestación se divide en dos etapas. Durante la
primera fase, que dura ocho semanas, el nuevo ser recibe el nombre de embrión, y se desarrolla hasta alcanzar una morfología claramente humana.
En la segunda etapa, que va desde la novena semana hasta que termina el embarazo, el nuevo ser se denomina feto, desarrolla y diferencia órganos
internos, crece y aumenta de peso en preparación para el nacimiento. Al final
del embarazo, el feto pesa alrededor de 3,5 kilos.
Vamos a dividir el embarazo en tres fases, que corresponden a los tres
trimestres que duran el embarazo:
1er trimestre: Es la clave del desarrollo humano. El primero en
desarrollarse es el sistema nervioso central, es decir, la
médula espinal y el encéfalo. Alrededor de los 20 días de
vida, el corazón que aún no tiene una forma definitiva, ya
empieza a vibrar y luego a latir.
Al término del primer trimestre el embrión pasa a llamarse
feto, mide unos 7 centímetros de largo y su masa es de unos
20 gramos. Su cabeza toma una forma más redondeada y
representa las dos terceras partes del tamaño del cuerpo. A
partir del tercer mes, la función de la placenta es la nutrición
del feto, que se encuentra unido a ella por el cordón umbilical.
Hay intercambios de sustancias alimenticias y de desechos
entre el feto y la madre, y traspaso de anticuerpos que
protegerán al bebé de contraer enfermedades una vez que
nazca.
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2º trimestre: El crecimiento del feto, que ha sido
sorprendentemente rápido, continúa más lentamente. Las
piernas y brazos alcanzan una longitud proporcional al resto
del cuerpo y su movimiento se hace tan evidente que la
madre puede percibirlo.
El feto de seis meses mide unos 33 centímetros y pesca
alrededor de unos 670 gramos. Su piel es roja y arrugada y la
cara está ya completamente formada y expresiva. Su corazón
late vigorosamente a una frecuencia promedio de unos 140
latidos por minuto
Los primeros meses del embarazo son los más críticos para el
niño en desarrollo, ya que durante este periodo se forman su
cerebro, brazos, piernas y órganos internos. Es por esta razón
que una mujer embarazada debería tener especial cuidado
antes de tomar ningún tipo de medicación si no es aconsejada
por un médico que conoce su estado. También debería evitar
los rayos X y el consumo de cigarrillo y alcohol.
3er trimestre: Durante el último trimestre del embarazo, el
feto aumenta notablemente de tamaño y de peso. Este
período se caracteriza por un evidente desarrollo del
sistema nervioso y un considerable aumento del número de
células cerebrales.
Al séptimo mes de embarazo, el feto ha ocupado casi todo
el espacio disponible en el útero y muchos bebés en esta
etapa se acomodan tomando una posición invertida. Así, el
movimiento de pies y rodillas se torna más libre y puede
percibiese desde el exterior del vientre materno.
En el último mes de embarazo, el bebé ya no tiene
suficiente espacio en el útero por lo que sus movimientos
son de menor amplitud.
En esta etapa de término, desciende por la cavidad de la pelvis, fijando
firmemente su cabeza a ella. Mide entre 48 y 52 centímetros y pesa entre 2,7
y 4 kilos.
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PARTO
El parto es el momento de la salida del bebé al exterior a través de la vagina.
Se considera que el embarazo ha llegado a término entre las semanas 38 y 42
de la gestación, aunque es difícil determinar con precisión el inicio exacto del
parto, ya que la fecha probable del parto se basa en un cálculo de 40 semanas
a partir del primer día de la última menstruación.
Antes de hablar de las tres fases del parto (dilatación, expulsivo y
alumbramiento), hay que hacerlo del preparto.
Preparto: En esta fase, la oxitocina (hormona natural producida en el lóbulo
posterior de la glándula pituitaria, que se encarga de estimular el parto) se
distribuye por la corriente sanguínea y la mujer comienza a tener suaves
contracciones que a veces resultan imperceptibles. También desaparece el
tapón mucoso. En ocasiones este tapón se pierde poco antes del parto, pero
también puede ocurrir unos días antes, incluso sin que la mujer lo advierta.
Durante este intervalo, entre las 48 y las 72 horas previas al parto, las
contracciones acortan paulatinamente el cuello del útero o cérvix, que durante
el embarazo se había alargado hasta medir de dos y medio a tres centímetros,
y ahora reduce su tamaño a menos de medio centímetro. Para que se inicie la
dilatación, el cuello del útero debe borrarse por completo.
Fase de dilatación: Esta fase consta de dos etapas: la dilatación pasiva (de 0 a
3 centímetros), y la dilatación activa (de 3 a 10 centímetros).
En la dilatación pasiva, se necesitan de seis a ocho horas para conseguir una
dilatación de tres centímetros, aunque a veces se tarda un día entero. Las
contracciones son más acentuadas, pero todavía irregulares (cada 10 o 12
minutos). Con el transcurso del tiempo el dolor se agudiza, las contracciones se
intensifican y el intervalo entre ellas se reduce.
En la dilatación activa, las contracciones son más seguidas (cada dos o tres
minutos) y se dilata un centímetro por hora aproximadamente, aunque esto
varía en cada mujer. El cuello del útero se ensancha para permitir la salida del
bebé, que baja por el canal del parto.
En este momento es cuando se administra la anestesia epidural, si ese es el
deseo de la parturienta. Con la anestesia se pierde la sensibilidad al dolor, pero
también la capacidad de empujar.
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Fase de expulsivo: empieza cuando finaliza la dilatación (ha alcanzado ya los
10 centímetros), y la cabeza del bebé se sitúa al final del canal del parto.
Durante el expulsivo las contracciones son más espaciadas: se producen al
menos cada tres minutos, pero también son más largas (un minuto y medio) y
más dolorosas.
En este momento lo fundamental es empujar rítmicamente, reteniendo la
respiración, presionando con el abdomen y el diafragma entre cada intento, y
respirando después profundamente para oxigenar al niño. La duración de esta
fase depende de muchos factores, como el estado físico de la madre y si ya ha
tenido más hijos, su pelvis, cómo venga el bebé, etcétera.
Generalmente dura entre 15 minutos y una hora y media. Si es necesario, se
practica la episiotomía, que consiste en efectuar una incisión en el periné (zona
situada entre el ano y los genitales) para facilitar el paso del bebé y evitar
desgarros.
Una vez que el bebé ha salido, se corta el cordón umbilical, y se deposita al
mismo sobre el pecho de la madre.
Fase de alumbramiento: Se denomina alumbramiento a la expulsión de la
placenta. Tras el nacimiento del bebé, se producen unas contracciones, menos
intensas y dolorosas que las del periodo de dilatación, que ayudan a que la
placenta se desprenda de la pared uterina y sea expulsada.
Finalmente, se comprueban que el útero se ha contraído correctamente y no
hay hemorragia excesiva, y desinfectan la zona genital.