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CLASES DE ANTICUERPOS
INMUNOGLOBULINA G: IgG (el nombre deriva de la fracción sanguínea,
gammaglobulina) constituye alrededor del 80% de todos los anticuerpos séricos.
En las regiones en las que existe inflamación estos monómeros atraviesan con
rapidez las paredes de los vasos sanguíneos e ingresan en los líquidos tisulares.
Los anticuerpos IgG maternos, por ejemplo, pueden atravesar la placenta y
conferirle inmunidad pasiva al feto. Los anticuerpos IgG protegen contra las
bacterias y los virus circulantes, neutralizan las toxinas bacterianas, activan el
sistema del complemento, cuando se unen a los antígenos, aumentan la eficacia
de las células fagocíticas. Estas inmunoglobulina actúa contra bacterias y los virus
opsonizando a los invasores y neutralizando las toxinas.
Existen cuatro clases de IgG humanas (IgG1, IgG2, IgG3. IgG4) que se
diferencian químicamente en la composición de sus cadenas pesadas y en el
número y en la disposición de los enlaces disulfuro. Aproximadamente el 65% de
la IgG total del suero es IgG1, y el 23% es IgG2. Se han observados diferencias
biológicas de estas dos subclases. Por ejemplo los anticuerpos IgG2 son
opsonizantes y se producen en respuesta a las toxinas. La IgG1 y la IgG3, una vez
han reconocido a sus antígenos específicos, se unen a receptores de Fc que se
expresan sobre los neutrófilos y los macrófagos aumentando la activad fagocitica
de estas células. Los anticuerpos IgG4 actúan como inmunoglobulinas
sensibilizantes de la piel.
INMUNOGLOBULINA M: Los anticuerpos de la clase IgM (de macro, que refleja
su gran tamaño) constituyen entre el 5 y el 10% de los anticuerpos séricos. La IgM
tiene una estructura de pentámero que consta de cinco monómeros unidos entre
sí por una cadena polipeptídica denominada cadena J (del inglés joining, que
significa unión). El gran tamaño de la molécula impide que la IgM se mueva con
tanta libertad como la IgG de manera que los anticuerpos ÍgM en general se
mantienen dentro de los vasos sanguíneos sin ingresar en los tejidos
circundantes.
La IgM es el tipo predominante de anticuerpo que participa en la respuesta a los
antígenos del grupo sanguíneo ABO ubicados en la superficie de los glóbulos
rojos. Es eficaz en la agregación de antígenos y en las reacciones en las que
participa el complemento y puede mejorar la ingestión de las células diana por las
células fagocíticas, como lo hace la IgG.
INMUNOGLOBULINA A: La IgA constituye sólo del
10 al 15% de los anticuerpos séricos pero sin duda
es la forma de anticuerpo más común en las
mucosas y en secreciones corporales como el
moco, la saliva, las lágrimas y la leche materna. La
forma de IgA que circula en el suero, la IgA sérica,
suele hacerlo en forma de monómero. Sin embargo,
la forma más efectiva de IgA consiste en dos
monómeros conectados que forman un dímero
denominado IgA secretoria, producida por los
plasmocitos de las mucosas.
La IgA secretora (sIgA), como se denomina en la
actualidad a la molécula modificada, es la
inrnunoglobulina primaria del tejido linfoide asociado a mucosas. La IgA secretora
se encuentra también en la saliva, las Lágrimas y en la leche materna. En estos
fluidos y en las zonas del cuerpo relacionadas la sIgA desempeña un papel
importante en la protección de los tejidos superficiales contra los microorganismos
infecciosos, formando una barrera inmunitaria. Por ejemplo, en la leche materna la
sIgA ayuda a proteger a los recién nacidos lactantes. En el intestino, la sIgA se
une a los virus, bacterias y parásitos protozoarios como Entamoeba histolytica.
Esto impide que el patógeno se adhiera a las superficies mucosas y que invada
los tejidos del huésped. Un fenómeno que se conoce como exclusión inmunitaria.
La sIgA se une demás a antígenos en el interior de la lámina propia de la mucosa,
y los complejos de antígeno-sIgA se excretan a través del epitelio a la luz
intestinal. Esto libera al organismo de inmunocomplejos formados localmente, y
disminuye su acceso al torrente circulatorio.
La IgA secretora desempeña asimismo un papel en la vía alternativa del
complemento.
Es probable que la función principal de la IgA secretoria sea evitar la adherencia
de los patógenos microbianos a la superficie de las mucosas. Esto tiene una
importancia especial en la resistencia contra los patógenos respiratorios. Dado
que la IgA tiene una vida relativamente corta, la duración de la inmunidad a
muchas de las infecciones respiratorias también es corta.
INMUNOGLOBULINA D: Los anticuerpos IgD constituyen sólo cerca del 0,2% del
total de los anticuerpos séricos. Su estructura se asemeja a la de las moléculas de
IgG. Los anticuerpos IgD se hallan en la sangre, en la linfa y sobre todo en la
superficie de los linfocitos B (fig. 17.4). La IgD no tiene una función bien definida,
aunque existen indicios de que podría participar en la deleción de linfocitos B que
son capaces de producir anticuerpos contra el tejido del huésped.
INMUNOGLOBULINA E: Los anticuerpos de la clase IgE son un poco más
grandes que las moléculas de IgG pero constituyen sólo un pequeño porcentaje
del conjunto de las inmunoglobulinas. Las moléculas de IgE se unen entre sí con
firmeza por sus regiones Fe (tallo) a los receptores de los mastocitos y los
basófilos, células especializadas que participan en las reacciones alérgicas
Cuando un antígeno como el polen reacciona con los anticuerpos IgE unidos a un
mastocito o a un basófilo esa célula libera histamina y otros mediadores químicos.
Estos compuestos químicos provocan una respuesta, por ejemplo, una reacción
alérgica como la fiebre del heno. Sin embargo, la respuesta también puede ser
protectora porque atrae complemento y células fagocíticas. Esto es útil sobre todo
cuando los anticuerpos se unen a gusanos parásitos. La concentración de IgE
aumenta en gran medida durante algunas reacciones alérgicas e infecciones
parasitarias, lo que suele ser útil para el diagnóstico.
RESPUESTA PRIMARIA DE ANTICUERPOS
Cuando un individuo se encuentra expuesto a un antígeno (por ejemplo una
infección o una vacuna) aparece una fase o un periodo de latencia inicial que dura
varios días o semanas antes de que se reorganice la respuesta de anticuerpos.
Durante este periodo de latencia no se detectan anticuerpos en la sangre. Una vez
las células B se han diferenciado en células plasmáticas se inicia la secreción de
anticuerpos. A continuación el título de anticuerpos que es una medida de
concentración de anticuerpos en el suero aumenta logarítmicamente hasta
alcanzar un nivel máximo (meseta) durante la segunda fase o fase logarítmica. En
la fase estacionaria 8 mesetas) el título de anticuerpos se estabiliza. A esta fase le
sigue una disminución durante el cual los anticuerpos son metabolizados de forma
natural o bien se unen al antigeno y son eliminados en la circulación. Durante la
respuesta primaria de los anticuerpos la IgM aparece en primer lugar.
RESPUESTA SECUNDARIA DE ANTICUERPOS
La repuesta primaria de anticuerpos prepara al sistema inmunitario de manera que
este ahora ya posee memoria inmunológica específica a través de los clones de
células B de memoria. Cuando se produce una segunda exposición al mismo
antigeno, las células B activan una respuesta secundaria más intensa al mismo
antigeno. Comparada con la respuesta primaria de anticuerpos, la repuesta
secundaria tiene un periodo de latencia más corto y una fase logarítmica mas
rápido, persiste durante un tiempo más prolongado, produce anticuerpos con
mayor afinidad al antigeno.