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Introducción.
En 1943 cuando en la mitad e Europa se esta llevando a cabo la Segunda Guerra
Mundial y el resto del mundo resiente los estragos que esta dejando a lo largo y ancho
de quienes no toman partido en esta, en México esta a punto de suceder un hecho que
marcaría un antes y después en las medidas que tomaría con posterioridad el estado
mexicano en materia de protección civil. La aparición del volcán Paricutín en el estado
de Michoacan en ese año y las conformaciones geográficas y socio-demográficas que
antes de este habían, quedan rotas, puesto que fenómenos como estos dejan
profundamente marcada el ambiente que parecía hasta ese momento subordinado el
quehacer humano. Este momento marca también la aparición de nuevas formas de
medir los daños y riesgos a la población provocados por un volcán.
“El concepto de peligrosidad volcánica engloba aquel conjunto de eventos que se
producen en un volcán y pueden provocar daños a personas o bienes expuestos. Por
este motivo, la historia eruptiva de un volcán es un factor importante a la hora de
determinar su peligrosidad volcánica, al permitirnos definir de forma aproximada su
estado actual o más reciente y prever su comportamiento en el futuro.” (Ortíz, 2008, 37)
Además que los riesgos a nivel de población existe otro que es considerado hasta
nuestros días como uno de los menos importantes; el riesgo ecológico. Puesto que una
erucpición volcánica tiene serios cambios en los ecosistemas y procesos naturales de
regeneración de plantas y especies animales este ensayo pretender ahondar un poco
más en el tema de los estragos que deja la aparición y erupción del volcán Paricutin y
que ha sido de este lugar a 72 años de ocurrido este desastre natural puesto que la
población ahí existente se ve en una necesidad de moverse o morir.
“El hombre, en función de sus necesidades, está dispuesto a asumir un determinado
nivel de riesgo a cambio de los beneficios inmediatos que obtenga; por ejemplo, ocupar
áreas próximas a los volcanes para aprovechar la alta productividad de los suelos.
Según el grado casi constante, pero con las lógicas fluctuaciones derivadas de su
propia complejidad. Así, cuando en una región han ocurrido un número elevado de
erupciones y están bien datadas, es posible calcular el periodo de retorno mediante
métodos estadísticos” (Ortíz, 2008: 42).
Como se ha dicho las secuelas de una erupción no se notan solo a niveles demográfico
si no en el medio natural, las transformaciones que sufre el ambiente son considerables
debido a que antes de 1943 la zona donde surge el volcán no era considerado de
ninguna forma como zona de alto riesgo o zona volcánica esto llevo a tomar medidas
más tajantes contra los asentamientos en las faldas o zonas volcánicas.
“Los gases disueltos en el magma son liberados durante una erupción, siendo los más
importantes el vapor de agua, dióxido de carbono, monóxido de carbono, óxidos de
azufre, hidrógeno, nitrógeno, flúor, cloro, boro y arsénico. Tanto los compuestos de
azufre como los cloruros y fluoruros reaccionan con el agua para formar ácidos tóxicos,
los cuales aún en concentraciones bajas son nocivos para la vista, la piel y el sistema
respiratorio de los seres vivos. La vegetación puede ser severamente dañada por ésta
“lluvia ácida.” (Pucci, 1993: 31).
Como último punto a tratar en este ensayo esta el apoyo que por parte de la tecnología
ha tenido la ciencia de la vulcanología, desde el desarrollo de planes de reacción hasta
las medidas de prevención y predicciones con tiempo para poder salvar las vidas en
peligro por este tipo de desastres naturales.
Ilustración 1: Gases despedios por volcán.
“Se puede afirmar, por tanto, que en la actualidad estamos ante un fenómeno natural
susceptible de ser predicho y, en consecuencia, sobre la base de un eficaz sistema de
vigilancia, es posible diseñar planes de prevención y , potenciando las estructuras
científicas y de protección civil y acompañado de un gran esfuerzo educacional a todos
los niveles ” (Abenza, 2008, 7)
Tal es el caso de las escalas de peligrosidad y alerta de los volcanes buena para la
prevención desastres derivados de la actividad volcánica pero aún insuficientes en
materia de protección civil, aún falta por comprender que acciones deben ejecutarse en
caso del siniestro.
Definición de volcán
Para poder establecer un estudio sobre las consecuencias que trajo consigo la erupción de volcán
Paricutín debemos tener un conocimiento de lo que es un volcán, cuál es tu composición, su
estructura, su estudio es base para establecer estos conocimientos sociales que desarrollo dicha
explosión volcánica. Así mismo, podemos decir de una forma simple, siguiendo la definición de
la RAE, que un volcán es una abertura en la tierra, y más comúnmente en una montaña, por
donde salen de tiempo en tiempo humo, llamas y materias encendidas o derretidas.1 Esta
composición de materia es diferente en algunas zonas, no todos los volcanes poseen los mismos
elementos.
Aunado a esto, y para no entrar en detalles que no nos interesan, hablaremos de lo que construye
un volcán, procediendo a tratar el tema principal, las consecuencias, principalmente sociales de la
erupción del volcán Paricutín. Es importante recalcar que debido a este procedimiento netamente
químico-físico nos proporciona un cambio social, que a nosotros como historiadores nos debe
concernir.
La composición de magma
Es importante saber y aclarar los tipos de magma que posee cada volcán, no todos son iguales,
pues producen diferente magma y eso conlleva a producir escasa o excesiva lava. El tipo de
1 Definición de Volcán, consultado el 30 de Marzo del 2015 en http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=v1NyUGvf0DXX2edDHbm8
magma depende de su composición, específicamente del monto de sílice (SiO2)2. La siguiente
tabla nos indica el porcentaje del monto de SiO2 que nos conlleva a un diferente tipo de magma y
por ende roca volcánica3
Monto de SiO2 Tipo de magma Roca volcánica
50% Máfico Basalto60% Intermedio Andesito 65% Félsico (ꜜ Si) Dacito70% Félsico (ꜛ Si) Riólito
Lo que podemos observar en la tabla es que dependiendo del nivel (alto y bajo) del SiO2 se
generan las erupciones explosivas. Es importante aclarar este aspecto químico, pues con ello
podemos deducir que tipo de magma se produjo y el tipo de roca que alojó el volcán Paricutín.
Rocas volcánicas y características
Ceniza Volcánica
Consiste en fragmentos de rocas, minerales y vidrio volcánico.
Miden aproximadamente 2 mm de diámetro.
Se origina durante erupciones explosivas por la fragmentación de rocas sólidas y la
separación de magma.
Riólito o riolita
2 Véase Dióxido de Silicio. 3 Apuntes hechos con la ayuda de Osvaldo Caro. Introducción a la Geofísica. Departamento de Geofísica, Universidad de Concepción Vulcanología. Consultado el 30 de marzo del 2015 en http://www.mttmllr.com/intro_geofis_files/vulcanologia.pdf
Los minerales comunes incluyen cuarzo, feldespato y biotita, siempre en una matriz
vítrea.
Es eruptado a temperaturas de 700 a 850 ◦C.
De color gris a rojizo con una textura de granos finos o a veces también vidrio y una
composición química muy parecida a la del granito.
Obsidiana
La obsidiana es un vidrio volcánico, con una composición usualmente de riólito y
típicamente de un color negro, también puede encontrarse como verde muy oscuro o
rojizo.
En comparación con el vidrio de una ventana, la obsidiana tiene mucho más hierro y
magnesio.
Causan su color obscuro los cristales de óxido de hierro dentro de la estructura vidriosa de
la obsidiana.
Piedra pómez
La piedra pómez consiste en una red de burbujas congeladas dentro de una matriz de
vidrio y cristales volcánicos.
Se forma debido al enfriamiento y la descompresión; la descompresión produce burbujas
de gas disuelto en la lava que después se enfrían dentro de la matriz.
Lahares (o flujos de lodo)
Un lahar es una mezcla de detritos y agua que se origina en el flanco de un volcán.
También se dan por fuertes lluvias.
Flujos piroclásticos
Un flujo piroclástico es una avalancha de ceniza caliente, piedra pómez, fragmentos de
rocas y gases volcánicos que fluye rápidamente por el flanco de un volcán a 100 km/hr.
Pueden ser letales debido a su velocidad y temperatura.
La temperatura dentro de un flujo piroclástico puede llegar a los 500 ◦C.
Sin duda alguna podemos encontrar presencia de Lahares en la actualidad en nuestro volcán
(figura 1), ceniza (figura 2) y probablemente flujo piroclástico.
fig. 1
fig.2
Estructura interna y externa de un volcán
Todas estas características nos ayudan a ubicar y a clasificar a nuestro volcán, y por ende a
establecer un mayor juicio, una relación interdisciplinaria entre las ciencias exactas, naturales y
sociales, que es lo que más nos interesa y enfocamos. Podemos concluir este apartado explicando
con la siguiente imagen la estructura de un volcán, tanto interna como externa:
El surgimiento del volcán y las
consecuencias que trajo
El Volcán Paricutín se ubica en la provincia del Cinturón Volcánico Mexicano, a unos 330
kilómetros al oeste de la Ciudad de México, localizado entre dos grandes masas montañosas. Su
altura actual es de 3.170 metros sobre el nivel del mar. Su cono alcanzó 424 metros de desnivel
con relación al Valle de Quitzocho-Cuiyusuru.[Jos11]
A partir de agosto de 1945 iniciaron gradualmente períodos de total quietud de hasta dos semanas
intercaladas con pequeñas erupciones. Este hecho motivó que iniciara el retiro de los geólogos
del USGS y posteriormente del Instituto Geológico de la UNAM en julio 31 de 1948, para dejar
al Sr. Celedonio Gutiérrez como único observador oficial de la actividad del volcán.
Después de esta fecha solo quedaron como vestigio de su actividad diversas fumarolas en un
aparato que alcanzó 424 metros de desnivel con relación de la grieta original y una altura de
2808.6 m.s.n.m. Paricutín nació el 20 de febrero de 1943, a las cuatro de la tarde. Se sabe con
tanta exactitud porque ese día, el señor Dionisio Pulido se encontraba arando su sembrado cuando
la tierra empezó a temblar bajo sus pies. Cuentan que salió corriendo en busca de su familia y que
los que se encontraban lejos, veían humo pensando que se trataba de un incendio. Al llegar la
noche, el chorro de lava del volcán brillaba desde la distancia en la oscuridad. El volcán se
formó como un cono de cenizas que empezó a crecer a gran velocidad para después pasar a
estromboliano y terminar como hawaiiano.[Rau10]
En febrero de 1943, una violenta e inesperada erupción volcánica en el estado mexicano de
Michoacán se llevó por delante las casas de varias poblaciones y dejó como único superviviente
la iglesia de San Juan Parangaricutiro. Aislada en un mar de destrucción, la torre de la vieja
iglesia resistió milagrosamente a las lenguas de lava y quedó como único testigo de la gran
catástrofe.
Un sello que dice: Ayuntamiento de Parangaricutiro, Mich.
"En la Villa de Parangaricutiro, Cabecera del Municipio del mismo nombre,
Estado de Michoacán de Ocampo, siendo las 10 diez horas del día 21 reunidos en
el Salón de Actos del H. Ayuntamiento, previo citatorio urgente, los CC:
Regidores Felipe Cuara Amezcua, Presidente Municipal, Félix Anducho Síndico,
Rafael Ortiz Enríquez, Ambrosio Soto y Rutilio Sandoval, así como los CC.
Agunstín Sánchez, Jefe de la Tenencia de Parícutin, de este municipio, y Dionisio
Pulido, vecino de dico lugar; el C. Regidor Felipe Cuara Amezcua, Presidente,
declara abierta la Sesión, manifestando que el día de ayer como a las 18 horas se
presentaron los CC. Sánchez y Pulido informándole, completamente excitados, de
la aparición de una fogata que ellos no sabían qué era, y que había resultado como
a las 17 horas de ayer en la Joya denominada "Cuitzyutziro", al oriente del
poblado de Parícutin por lo que, desde luego, pedían se trasladara al lugar de los
hechos, para que por su vista diera fe de su aseveración; a la vez Dionisio Pulido,
propietario del terreno arriba mencionado, hizo del conocimiento que el día de los
acontecimientos, temprano, salió de su poblado (Parícutin) a cuidar sus borregas
en compañía de su esposa Paula Rangel de Pulido y a visistar sus propiedades
situadas en la repetida Joya; que por la tarde, a hora temprana tuvo que alejarse
del lugar, recomendando a su esposa cuidara de las borregas hasta que él
regresara; que como a las 16 dieciséis horas volvió al lugar precitado y recomendó
a Demetrio Torres, que trabajaba en los terrenos, desunciera los bueyes y los
llevara a beber agua; en seguida llegó hasta donde estaba su mujer a quien
también recomendó volver al pueblo, encaminándose después de revisar los
trabajos efectuados en sus terrenos, hasta llegar a la falda del cerro oriental
circunvecino; que allí como a las 17 horas, sintió un fuerte temblor y estruendos
en la tierra a lo que no hizo mucho caso ya que con frecuencia se estaban
efectuando cismos (sic) desde hacía más de ocho días, pero siguió escuchando
fuertes ruidos subterráneos acompañados de temblores y que entonces todo
aterrado volvió la vista al Poniente o sea a su pueblo, observando con sorpresa que
allá abajo en la Joyita se levantaban largas lenguas de fuego, con fuertes
humaredas y estruendos nunca oídos, por lo que presa del pánico más terrible,
huyó rumbo a Parícutin, a donde llegó jadeante dando inmediatamente cuenta al
C. Agustín Dánchez Jefe de la Tenencia de lo ocurrido. Que el señor Sánchez al
convencerse de la veracidad de lo denunciado por Pulido, se trasladó juntamente
con él a la Presidencia Municipal de Parangaricutiro, donde todos alarmados
dieron parte de los hechos al C. Felipe Cuara Amezcua, quien con la premura que
el caso ameritaba pasó en compañía de los denunciantes al lugar donde había
aparecido el fenómeno que posteriormente se dieron cuenta era un Volcán".
[Rau10]
El volcán Paricutín, protagonista de aquella destrucción,
nació por sorpresa el día 20 de febrero de 1943 en una
llanura donde hasta entonces no se conocía actividad
volcánica alguna. Aquel día, el campesino Dionisio Pulido
entró en la historia de la vulcanología y se convirtió en la
primera persona que presenció en directo el nacimiento de
un volcán. Según él mismo relató, se encontraba arando
cuando escuchó un fuerte temblor y contempló con sus
propios ojos cómo se abría la tierra y comenzaba a escupir
vapor y piedras. En las siguientes 24 horas, el Paricutín se
levantó siete metros del suelo mientras arrojaba al aire todo tipo de material volcánico. Al cabo
de una semana, la montaña de ceniza ya alcanzaba los 50 metros y continuó creciendo hasta
alcanzar los 600 metros de altura.
La iglesia de San Juan permanece hoy día en pie como un lugar congelado en el tiempo. Las
casas y los comercios de la antigua población duermen sepultados bajo las rocas; sobre ellos,
erguida y desafiante, la torre del campanario es la única señal de vida en muchos kilómetros a la
redonda.[Rau10]
La actividad del volcán duró 9 años, 11 días y 10 horas. No hubo víctimas porque hubo tiempo
suficiente para que todos se salvaron, sin embargo, sepultó dos pueblos: Paricutín y San Juan
Viejo Parangaricutiro. El primero quedó totalmente borrado del mapa.
En base a la observación directa y a las características de su erupción, la actividad del volcán
puede ser dividida en cuatro períodos vulcanológicos:
1. El período Quizcocho (22 de febrero — 18 de octubre de 1943):
Lo más relevante de este período fue la formación de un cono prematuro seguido de recurrentes
flujos de lava y la erupción intermitente de bombas y lapilli. En esta etapa, el cono alcanzó 200 y
365 metros de altura en cuatro y ocho meses respectivamente.
2. El período Sapichu (18 de octubre — 8 de enero 1944):
Fue el período en el que se concentró la mayor actividad de derrames de lava desde el norte del
volcán, con material cinerítico y bombas de diferentes dimensiones.
3. El período Taquí-Ahuan (8 de enero
de 1944 — 12 de enero de 1945):
Durante este período tuvo lugar una
reactivación del cono principal que produjo
una serie de derrames de lava que
alcanzaron la máxima distancia al oeste y al
noroeste del cono principal.
4. Período Final y Reactivación (enero a
febrero de 1952):
A partir de agosto de 1945 se iniciaron períodos de quietud y períodos de actividad menor. Los
geólogos del USGS y de la UNAM se marcharon dejando un solo observador en el volcán.
Después de tres años de calma se llevó a cabo una reactivación del volcán en enero de 1952, con
importantes erupciones. A partir de agosto de 1945 iniciaron gradualmente períodos de total
quietud de hasta dos semanas intercaladas con pequeñas erupciones. Este hecho motivó que
iniciara el retiro de los geólogos del USGS y posteriormente del Instituto Geológico de la UNAM
en julio 31 de 1948, para dejar al Sr. Celedonio Gutiérrez como único observador oficial de la
actividad del volcán. [Rau10]
La última actividad atenuada e intermitente del
volcán se mantuvo hasta detenerse aparentemente
en febrero de 1949 y también se caracterizó por la
eventual presencia de derrumbes y de
deslizamientos de bloques.
Finalmente, después de 1949 y de tres años de
calma se llevó a cabo una reactivación en enero
de 1952, la cual a pesar de que produjo importantes erupciones, ya que en algunos momentos
alcanzó a formar una columna de hasta 3 kilómetros de altura, duró poco tiempo para arrestar su
actividad un mes después (marzo 4 de 1952). Después de esta fecha solo quedaron como vestigio
de su actividad diversas fumarolas en un aparato que alcanzó 424 metros de desnivel con relación
de la grieta original y una altura de 2808.6 m.s.n.m. [Jos11]
En la actualidad, el lugar se ha convertido en un centro de atracción para turistas y en un motor
para la economía de la zona. Los guías muestran a los visitantes los restos de la torre que
sobrevivió y los de la que todavía estaba en construcción, así como el altar y la pila bautismal que
se conservan en bastante buen estado. Además, el volcán Paricutín empieza a ser conocido en
todo el mundo y ha sido incluido en algunas listas como una de las siete maravillas naturales.
Aguilar, R. (07 de 12 de 2010). Volcan Paricutin. Recuperado el 17 de 03 de 2015, de http://www.paginasprodigy.com/cesarmendez2/paricutin.htm
Foshag y González-Reyna. 1956. USGS, Bulletin, 965D: 355-489.Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2005). «Elevaciones principales - Michoacán de Ocampo» Consultado el 19 de Marzo de 2015Soto, J. (12 de Abril de 2011). Volcanes y Erupciones. Recuperado el 19 de 03 de 2015, de
https://pitbox.wordpress.com/2011/04/12/erupcion-del-paricutin/
Conclusiones.
A finales del siglo XX la vulcanología tiene un auge importante como una ciencia
autónoma y como tal tiene la necesidad de desarrollar técnicas propias que le ayuden
a estudiar a cabalidad las actividad que para el momento se esta sucintando en el
mundo. En México recién llega a mediados de siglo, y como tal no tiene la experiencia
necesaria para poder realizar los estudios necesarios para predecir lo que en 1943 dará
origen al volcán Paricutín y terminará por desplazar a dos pueblos (Paranguricutiro ) y
transformar el ambiente de forma radical siendo que todo distinto.
El medio ambiente sufre un cambio, de ser una tierra fértil al contrario debido a las
cenizas y gases despedidos por la erupción, dejando inutilizable la tierra para el cultivo
o cualquier otra actividad humana. Para quienes viven cerca del volcán esto ha sido la
ruina total, y significa un comienzo de cero para construir ahora es Nuevo San Juan
Parangaricutiro lejos de dicho volcán para ser poseedores de una nueva vida.
Ilustración 2: Pobladores de San Juan Parangaricutiro despues del siniestro (1943)
BibliografíaAguilar, R. (07 de 12 de 2010). Volcan Paricutin. Recuperado el 17 de 03 de 2015, de
http://www.paginasprodigy.com/cesarmendez2/paricutin.htmFoshag y González-Reyna. 1956. USGS, Bulletin, 965D: 355-489.Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2005). «Elevaciones principales - Michoacán de Ocampo» Consultado el 19 de Marzo de 2015Soto, J. (12 de Abril de 2011). Volcanes y Erupciones. Recuperado el 19 de 03 de 2015, de
https://pitbox.wordpress.com/2011/04/12/erupcion-del-paricutin/
ReferenciasApuntes hechos con la ayuda de Osvaldo Caro. Introducción a la Geofísica. Departamento de Geofísica, Universidad de Concepción Vulcanología. Consultado el 30 de marzo del 2015 en http://www.mttmllr.com/intro_geofis_files/vulcanologia.pdf
Definición de Volcán, consultado el 30 de Marzo del 2015 en
http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=v1NyUGvf0DXX2edDHbm8
PUCCI, 1993. Toxicidad de los productos volcánicos. Contaminación natural. Actas
Primera Jornadas Nacionales de Vulcanología, Medio ambiente y Defensa Civil, pág.:
171-180.