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PIEZA DEL MES
DICIEMBRE 2019
CASA MONTERO. UNA MINA DE SÍLEX DE HACE 7300 AÑOS
Por: Susana Consuegra Rodríguez
Investigadora del CSIC
Domingo: 1 de diciembre a las 12:30 horas
Entrada libre hasta completar aforo
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CASA MONTERO. UNA MINA DE SÍLEX DE HACE 7300 AÑOS
El yacimiento: situación y descubrimiento
Casa Montero se sitúa en el valle medio del Tajo, al sur de las Sierras de
Ayllón y Guadarrama. Administrativamente pertenece al Término Municipal de
Madrid, distrito de Vicálvaro, al sureste de la capital. Es una superficie
ligeramente alomada cuyos rebordes forman los cantiles de la margen derecha
sobre el valle del Jarama, en las proximidades de su confluencia con el río
Henares. En esta zona la diferencia de cota entre el valle y el páramo oscila en
torno a los 100 m: entre los 650 m.s.n.m. en el área de Casa Montero y 551
m.s.n.m. en el Negralejo, ya en el valle. Al norte y sur sendos barrancos
atraviesan el escarpe cortándolo, mientras por el oeste el terreno desciende
muy suavemente hacia Coslada y Vallecas.
El yacimiento se localizó durante el verano de 2003 cuando, con motivo
de la construcción de la autovía de circunvalación M-50, realizábamos los
trabajos arqueológicos requeridos por la legislación vigente en la Comunidad
de Madrid. Tras los trabajos de peritación, entre 2003 y 2006 efectuamos tres
campañas de excavación arqueológica en las que se documentamos en planta
una extensión de casi 4 ha con 3897 pozos para la extracción del sílex.
La Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid,
a la vista de la excepcionalidad de Casa Montero, obligó a la modificación del
trazado de la carretera (2004), desviándolo 60 m hacia el oeste. Con esta
medida se conservaba la zona oriental de la mina, donde hay mayor densidad
de estructuras mineras (Fig. 1).
Posteriormente entre noviembre de 2006 y diciembre de 2014, se llevó
a cabo el “Proyecto de Investigación Arqueológica en el yacimiento de Casa
Montero (Madrid). Producción y circulación de sílex en el neolítico de la Meseta"
financiado por Autopista Madrid Sur C.E.S.A. con cargo al 1% cultural, y
desarrollado en el seno del Grupo de investigación Prehistoria Social y
Económica del Dpto. de Arqueología y Procesos Sociales (Instituto de Historia,
CSIC).
¿Qué se explotaba?
Casa Montero es un lugar de aprovisionamiento y transformación de
materia prima silícea. Las 65,9 Tn de restos de sílex recuperados en los pozos
excavados no dejan lugar a dudas.
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La columna geológica de la mina (Fig. 2) muestra que el sílex se localiza
entre estratos de arcillas (lutitas y dolomías) de la Era Terciaria (Mioceno).
Entre las arcillas las rocas de sílice (sílex y ópalos) forman nódulos o capas
lenticulares de características variables que se agrupan en cuatro niveles o
“episodios silíceos” numerados de I a IV. El sílex de estos episodios está
formado por la silicificación de arcillas por ópalo. Posteriormente tuvo lugar la
recristalización o “envejecimiento” del ópalo a cuarzo. Este proceso ocurre
desde el interior de los nódulos hacia el exterior y produce en una buena parte
de los nódulos de Casa Montero una zona exterior de ópalo, una intermedia de
sílex opalino y una interior de sílex con alto contenido en cuarzo micro-
criptocristalino, que añade dureza y facilita la fractura concoide (Fig. 3). Este
envejecimiento es poco frecuente en la Cuenca de Madrid, lo que diferencia el
sílex de Casa Montero de los de su entorno.
La geología de la mina, caracterizada por la baja dureza y propiedades
expansivas de las arcillas, y la irregularidad y ondulación de los episodios
silíceos, determinan en parte la forma de explotación adoptada.
El Sistema minero de Casa Montero
Los pozos mineros de Casa Montero responden a un sistema de
explotación del sílex eficaz y seguro. Se trata de pozos verticales de entre 1,50
m y 9,26 m que se dividen en tres conjuntos: Pozos de Tanteo (prof. media
1,28 m), Pozos Irregulares (prof. media 1,93 m) y los Pozos Chimenea cuya
profundidad media es 5,17 m y que excepcionalmente alcanzan los 9 m. Los
primeros se localizan en los límites de la mina y sirvieron para comprobar la
existencia o no de niveles silíceos. Los Irregulares, cortos y sinuosos, se
encuentran en la parte oriental del yacimiento y están excavados
principalmente en un estrato geológico pleistoceno, arenoso e inestable. Por
último, los Pozos chimenea son rectilíneos y profundos, y horadan las arcillas
terciarias (Fig. 4).
Aunque el diámetro de la boca oscila entre 0,59 m y 2,44 m, solo el 9%
de las estructuras sobrepasa 1,50 m de diámetro. En el interior los pozos
alcanzan diámetros mínimos de 0,38 m y máximo de 2,47 m. Los
estrechamientos de las paredes, las repisas de sílex o de terreno geológico y
las hendiduras excavadas en la pared del pozo y perpendiculares a ella (pates)
facilitaban el ascenso y descenso de quienes minaban ayudándose solo de
manos y pies. En todo caso, las reducidas dimensiones de las estructuras
mineras obligaban al trabajo de una sola persona en su interior con la ayuda
permanente de otra en el exterior para la extracción de las tierras y el sílex.
Las marcas de herramientas que quedaron en las paredes de los pozos y
los análisis de las huellas de uso realizados indican que la excavación de los
pozos se realizaba con picas de madera con un extremo aguzado y quizás
endurecido por acción del fuego, golpeadas con percutores de cuarcita de
distinto porte (Fig. 5). Picos de sílex como el expuesto servían para desprender
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los nódulos de sílex. Para la extracción de la tierra excavada y el sílex se
utilizarían capazos de fibras vegetales o pieles anudadas.
La excavación de los pozos se realizaba perforando varios muy próximos
y de forma simultánea. En superficie es probable que más de una persona
abriera el pozo pero a medida que se profundizaba solo una quedaba dentro
excavando. Otra atendía la extracción de inertes y sílex en cada pozo o en cada
par de pozos. Las tierras y los desechos de sílex se acumulaban en una terrera
común. Cuando la excavación de los pozos concluía, inmediatamente los pozos
se rellenaban con las tierras extraídas y se iniciaban nuevos pozos pegados a
los anteriores.
¿Cuándo se explotó la mina de Casa Montero?
Los escasos objetos no líticos recuperados en Casa Montero no dejan
lugar a dudas sobre la cronología neolítica de la mina. Por un lado la industria
ósea, representada mayoritariamente por elementos relacionados con la
fabricación de anillos de hueso - matrices en fase de explotación y fragmentos
de anillos más o menos terminados-, remite claramente a las fases más
antiguas del Neolítico. Por otro, la cerámica, con formas y decoraciones
características del Neolítico antiguo peninsular.
Un conjunto de 12 fechas radiocarbónicas confirman la adscripción al
Neolítico antiguo de la mina, desde el 5380/5320 hasta el 5290/5180 cal BC
(1σ), y establecen su duración total en 30 - 160 años.
Los indicios estratigráficos del interior de los pozos, las características
del terreno, el número de pozos documentados, la duración máxima de la
explotación (160 años) y el hallazgo de una golondrina entre los rellenos de un
pozo, obligan a pensar en que la minería era una actividad esporádica, que se
realizaba probablemente en primavera o principios del verano. Sabemos que
en cada evento minero se excavaban grupos de al menos unos 20 pozos y,
como la información arqueológica conocida indica que los grupos del Neolítico
antiguo eran de tamaño reducido, se hacía necesario que para los eventos
concurrieran varios grupos y colaboraran en las actividades mineras.
¿Qué se producía con el sílex de Casa Montero?
Casa Montero, además de una mina, era un lugar de producción de
herramientas de sílex. El estudio de las enormes cantidades de restos líticos
extraídos de los pozos nos permite conocer con precisión qué y cómo se
producía con el sílex de allí extraído. Aunque hay producciones expeditivas para
el uso en la mina, el objetivo de la producción de Casa Montero eran unas
láminas cortas y robustas (5 x 2 x 0,6 cm) para su posterior enmangue y uso,
quizás en actividades agrícolas (Fig. 6). Hemos documentado en la mina la
Cadena Operativa de fabricación de láminas íntegra, lo que pone de manifiesto
que se las llevaban totalmente terminadas y solo su uso tenía lugar en otros
lugares. El remontaje que tenemos en la vitrina nos muestra cómo
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descortezaban los nódulos de sílex quitando las zonas de ópalo, y seguían
tallando hacia el interior buscando la zona de sílex de mejor calidad y con menos
imperfecciones para con ella preparar los núcleos de donde extraían las
láminas.
¿Quiénes minaban en Casa Montero?
Carecemos de restos humanos enterrados en la mina. Solo las evidencias
del trabajo que realizaron nos permiten conocer quien se desplazaba hasta allí
para minar y fabricar herramientas.
Tras el estudio pormenorizado de las estructuras mineras creemos que
la variabilidad de las dimensiones de los pozos La variabilidad de los pozos
sugiere el trabajo minero de distintos grupos de edad. Creemos que se deben
al trabajo infantil los pozos con diámetro interior inferior a 0,50 m y
probablemente una parte de los que alcanzan 0,75 m. La denominada ‘infancia
mayor’, los niños de 8-12 años (Beck 2016: 67) estaba en condiciones de
colaborar en los trabajos mineros.
Carecemos de evidencias que indiquen la existencia de división sexual en
el trabajo minero. Por un lado, las tareas de mantenimiento del grupo
(preparación de alimentos, aprovisionamiento de agua, recolección de frutos,
cuidado de los niños….) aseguran su presencia en la mina. Por otro, las
necesidades de efectivos humanos en las tareas mineras promoverían su
participación. Ni la dureza ni la complejidad de los trabajos mineros son
argumentos suficientes para la exclusión. Así es, los análisis esqueléticos
realizados a mujeres prehistóricas revelan que el trabajo manual riguroso
formaba parte de su cotidianeidad. Además, la arqueología experimental
muestra que la excavación de pozos de extracción no requería conocimientos
complejos ni una fuerza física excepcional (Bostyn et al. 2005: 30). Por tanto,
Casa Montero pudo ser excavada indistintamente por hombres y mujeres.
Sobre la procedencia de los grupos mineros tampoco tenemos
información concluyente. Solo contamos con dos indicios que pueden arrojan
luz al respecto, aunque su interpretación puede apuntar tanto a la procedencia
no regional de los grupos mineros como a intercambios extra regionales. En
primer lugar, los únicos materiales claramente foráneos son dos gasterópodos
terrestres (Theodoxus fluviatilis) utilizados como colgantes y cuyo hábitat en
España se encuentra en la aguas continentales de toda la cuenca mediterránea,
desde Cataluña hasta Andalucía; y el cinabrio rojo procedente del distrito de
Almadén (Ciudad Real) y que impregna una laminita de sílex. Por otro lado, el
sílex de Casa Montero solo ha sido identificado en el yacimiento neolítico de La
Vaquera (Segovia) pero no en los yacimientos coetáneos de Madrid.
¿Qué más pasaba en Casa Montero?
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En Casa Montero no hay restos de viviendas, de hogares, ni de
actividades de subsistencia como la caza o la preparación de alimentos. Sin
evidencias de caza y de consumo de carne, los residuos de cereales y gachas,
y de frutos (bellota, habas y chufas) y plantas (portulaca) silvestres, localizados
en los análisis de fitolitos y almidones realizados en el interior de los recipientes
cerámicos, constituyen las únicas evidencias relacionadas con el sustento de la
población desplazada hasta la mina. Todo ello indica el carácter temporal de la
actividad minera y los escaso preparativos necesarios para su ejecución.
La mina era un lugar de aprendizaje para los más pequeños. Aprendían
los trabajos de extracción (excavación de los pozos, extracción del sílex y los
desechos), las labores de mantenimiento de los trabajos mineros (limpieza de
las bocas de los pozos, cuidado de las terreras, reparación de herramientas,
etc.) y del grupo. Además, la talla lítica también formaba parte del aprendizaje
en la mina como indica la existencia de tres niveles de destreza en la talla lítica:
maestro, aprendiz avanzado y aprendiz inicial (Castañeda 2018). Por último, es
probable que la fabricación de anillos de hueso y de elementos de fibras
vegetales, que también tuvieron lugar en la mina, se incluyeran entre las
enseñanzas allí impartidas.
La minería de Casa Montero era una actividad colectiva y como tal estaba
ritualizada. Creemos que son fruto de esos rituales el depósito intencionado de
dos vasijas con alimentos en el interior de un pozo a más de 7 m de profundidad
(Fig. 7), o la acumulación de percutores de cuarcita en otro. La localización de
tres objetos simbólicos como parte de los materiales de desecho con los que se
amortizaron los pozos también es excepcional, especialmente en el caso del
vaso de arcilla y el canto de cuarcita que compartieron estructura (Fig. 8). Por
último, el hallazgo sistemático de pigmento en rellenos y objetos de sílex,
cuarcita o hueso puede entenderse como una práctica funcional revestida de
simbolismo. La impregnación corporal con ocre como medida de protección de
la piel o antiséptica (Cortell 2016: 192-193) no está reñida con el simbolismo
que las pinturas corporales pudieran adquirir en todo tipo de ritos y ceremonias.
La actividad minera era excepcional por cuanto representaba una ocasión
de cohesión, de fomentar la reciprocidad entre los grupos participantes, y en la
que desde el trabajo invertido hasta las láminas producidas eran propiedad
colectiva.
Para saber más: www.casamontero.org
Visitas recomendadas:
No existen minas neolíticas de sílex visitables en España, pero las de variscita
en Gavà (Barcelona) cuentan con un parque arqueológico y un museo
excepcionales. http://www.patrimonigava.cat/
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Imprescindible conocer el único poblado del Neolítico antiguo visitable de
España, La Draga (Gerona). El magnífico estado de conservación de los restos
excavados permite entender con todo detalle cómo era la vida durante el
Neolítico. El paraje donde se ubica, su parque arqueológico y el Museo no os
dejaran indiferentes. http://www.museusdebanyoles.cat/VISITANS/Parc-
neol%C3%ADtic-de-la-Draga
En Europa hay tres minas prehistóricas de gran importancia y preparadas para
la visita del público:
- Grime’s Graves (Inglaterra):
https://www.english-heritage.org.uk/visit/places/grimes-graves-prehistoric-
flint-mine/
- Spiennes (Bélgica), inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la
Unesco en el año 2000: http://www.silexs.mons.be/
- Krzemionki (Polonia): http://krzemionki.pl/
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Figura 1
Figura 2
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Figura 3
Figura 4
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Figura 5
Figura 6
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Figura 7
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Figuras 8.1, 8.2 y 8.3
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Figuras
Fig. 1. Planta del área documentada de la mina de Casa Montero, con indicación
de la zona protegida tras el desvío de la M-50 (Figura: Proyecto Casa Montero).
Fig. 2. Columna litológica de Casa Montero (Pérez-Jiménez e.p.: fig. 4).
Fig. 3. Nódulo de sílex de Casa Montero. Se aprecia el proceso de
envejecimiento desde el exterior opalino hacia el interior rico en cuarzo
(Fotografía: Proyecto Casa Montero).
Fig. 4. Vista de un pozo chimenea desde el exterior durante el proceso de
excavación arqueológica (Fotografía: Proyecto Casa Montero).
Fig. 5. Marcas de herramientas en las paredes de los pozos (Fotografía:
Proyecto Casa Montero).
Fig. 6. Selección de láminas producidas en Casa Montero (Proyecto Casa
Montero. Dibujos: Paco Fernández).
Fig. 7. Depósito intencionado de vasijas de cerámica (cuenco y botella) con
indicación del lugar donde se localizó. Momento del hallazgo. Los recipientes
tras su restauración (Dibujo y fotografías: Proyecto Casa Montero).
Fig. 8. Objetos simbólicos hallados en los rellenos de los pozos de Casa Montero.
1. Fragmento de vaso de arcilla decorado. 2. Canto de cuarcita piqueteado. 3.
Estela antropomorfa. (Fotografías: Rodrigo de Balbín).
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Bibliografía citada
BECK, J. (2016). Part of the family: Age, identity and burial in Copper
Age Iberia. In A. J. Osterholtz (ed). Theoretical Approaches to Analysis and
Interpretation of Commingled Human Remains. Switzerland: Springer
International Publishing: 47-73.
BOSTYN, F., CAYOL, N., GILIGNY, F., LO CARMINE, A. y MAIGROT, Y.
(2005). Creusement expérimental d'un puits d'extraction de silex sur la minière
de Flins-sur-Seine (Yvelines). Mémoires et travaux du Paléoscope n° 1,
Association l'Homme Retrouvé.
CASTAÑEDA, N. (2018). Apprenticeship in early Neolithic societies. The
transmission of technological knowledge at the flint mine of Casa Montero
(Madrid, Spain), c. 5300-5200 cal BC. Current Anthropology 59 (6): 716-740.
https://doi.org/10.1086/700837
CORTELL NICOLAU, A. (2016). El ocre en la Prehistoria: entre la
funcionalidad y el simbolismo. Archivo de Prehistoria Levantina, 31, 187-211.
http://www.museuprehistoriavalencia.es/web_mupreva_dedalo/publicaciones/
938/es
PÉREZ-JIMÉNEZ, J.L. (e.p.). Geología del yacimiento de Casa Montero.
En S. Consuegra y P. Díaz-del-Río (eds.). Casa Montero (Madrid). Una mina de
sílex del Neolítico Antiguo en el centro de la Península Ibérica. Proyecto Casa
Montero. CSIC, Madrid.
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MUSEO DE SAN ISIDRO. LOS ORÍGENES DE MADRID Plaza de San Andrés, 2
28005 Madrid
Transportes cercanos Línea 1: Tirso de Molina * Línea 5: La Latina
Autobuses: 3, 17, 18 23, 35, 60 y 148
www.madrid.es/museosanisidro