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CARNAVAL DE ORURO
El Carnaval de la ciudad de Oruro, Bolivia, consiste en una fiesta de carácter religioso y en un proceso desarrollo intercultural de más
de dos mil años. La creatividad en los ritos constituye una riqueza patrimonial hoy
denominada «Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad» por la UNESCO.
Este patrimonio ha dejado un legado de gran valor que se extiende por el
territorio, donde las diferentes culturas americanas evocan la estética propia del
arte urú.
Los urúes nacen del resultado de las peregrinaciones andinas del altiplano que
llegaban hasta las serranías de los Urús que dieron origen a estas poblaciones.
El sincretismo religioso se dio con la Conquista de los Españoles. En ese sentido, las deidades urúes personificaron deidades cristianas como puede notarse en el caso de
Wari personificación del mal oscuro que se identifica con el Diablo y la
Pachamama en la Virgen María, advocada en la Virgen del Socavón.
La Virgen del Socavón es venerada durante
el Carnaval por autorización de la
Iglesia. Para la festividad, los mineros
devotos crean las comparsas de los
diablos, denominadas «diabladas», que tienen lugar el día
sábado.
Las diabladas son una excelente muestra del arte andino que con los colores y espesos
bordados en el atuendo de los danzantes dan el carácter exótico a la comparsa.
El período más complejo fue el de la República. En este período la tolerancia entre la fe, las religiones y la creatividad jugarían un
papel importante en la conducta social y popular porque impuso una mentalidad muy conservadora e inquisidora desde la Época
Colonial.
Es por ello que los criollos y cholos constituidos en sociedades participaron
clandestina y anónimamente en los rituales del carnaval. Cubriéndose el rostro con la
máscara, lograron su presencia en este espacio sagrado de los indios y uniendo los rituales del aborigen de los Andes con los
Conquistadores
Las danzas solían ser blanco de
discriminaciones por la clase alta de la
sociedad y denominaban a estas
comparsas «indiadas», ya que sólo los
indígenas o aldeanos las bailaban.
Como obra maestra del «Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad», el Carnaval de
Oruro es una reunión inmensa de miles y miles de bailarines, músicos, cantantes,
actores y centenares de bandas y agrupaciones que atraen a casi cuatrocientos
mil espectadores del mundo.
Es por ello que los criollos y cholos constituidos en sociedades participaron
clandestina y anónimamente en los rituales del carnaval. Cubriéndose el rostro con la
máscara, lograron su presencia en este espacio sagrado de los indios y uniendo los rituales del aborigen de los Andes con los
Conquistadores