Capítulo 10Sesión 6: Conflicto y crianza.
“La vida es el estrés, y también lo es la evolución... Los fetos deben luchar con madres que tienen sus
propias vidas y podrían reproducirse de nuevo; entonces los dos deben ir a través de las labores del parto y el alumbramiento, el momento que no puede ser ideal para ambos. El conflicto entre el padre y su
descendencia impregna esta e interacciones posteriores; si la madre queda embarazada de nuevo,
los hermanos quedan inmediatamente en competencia el uno con el otro. El siblicidio en las ranas, los pájaros
y los príncipes muestra el extremo de esta competencia, así como el infanticidio y el abandono muestra el extremo de la competencia padre-hijos.”
Konner, 2010
Si hiciste una tarjeta de vacaciones para enviar alrededor este año, lo más probable es
que hayas seleccionado una foto de tus hijos sonriendo y riendo o una de toda la familia
sonriendo, tal vez abrazados unos con otros. O tal vez hiciste una colección de fotos de tus
últimas vacaciones con imágenes de niños felices y padres sonrientes y felices.
Pero si nuestras cartas y colecciones fueran para reflejar la realidad en lugar de la fantasía
, ellas se verían un poco diferentes. Además de las hermosas, felices y cooperativas fotos,
también tendríamos que incluir fotos de los conflictos familiares: los hermanos peleando entre
sí, los padres peleando con los niños, los padres peleando entre sí, miembros de la familia
llorando, etc. De hecho, el conflicto familiar es tan omnipresente que esta segunda colección
podría ser una representación más realista de nuestra vida familiar que la primera. La
investigación ha mostrado que los hermanos tienen un conflicto, en promedio, una vez cada
hora , y en promedio, los padres tienen un conflicto con su hijo adolescente una vez al día
(Feinberg, Solmeyer , y MacHale , 2012). Y sólo tenemos que mirar las tasas de divorcio para
ver que el conflicto entre compañeros es la norma y no la excepción. De hecho, desde un punto
de vista evolutivo, el conflicto familiar es omnipresente ya que cada miembro de la familia a
menudo tiene objetivos divergentes y necesidades que a menudo entran en conflicto con las de
otros miembros de la familia.
Pero de alguna manera persistimos en nuestra fantasía de que nuestra vida en el hogar
debe ser suave y libre de conflictos. Nos irritamos cuando nuestros hijos empiezan a pelear
entre sí angustiados cuando discutimos con nuestras parejas, y molestos cuando peleamos
con nuestros hijos. Podemos sentirnos culpables cuando peleamos "delante de los niños", o
cuando tenemos una pelea fea con uno de nuestros hijos.
Cuando nos vemos atrapados en una fantasía sobre la vida familiar ideal, nos perdemos
de importantes oportunidades para el aprendizaje y el crecimiento de la familia. Los conflictos
ocurren cuando las personas se aman, y los conflictos son una excelente oportunidad para
acercarse ya que los problemas pueden resolverse como resultado de tener un conflicto. Siegel
y Hartzell (2003) llaman a esto "ruptura y la reparación." Los conflictos también son buenas
oportunidades para que los padres enseñen a los niños lecciones importantes sobre el
conflicto: que los conflictos pueden ocurrir entre personas que se aman y que los conflictos se
pueden resolver. Este último punto es clave, ya que más de dos décadas de investigación por
Cummings (1994) y su grupo ha demostrado los efectos nocivos de los conflictos sin resolver
entre los padres en los niños. Mientras que los niños responden con malestar ante cualquier
conflicto entre los padres, cuando se resuelven los conflictos, los niveles de malestar en los
niños regresan a sus niveles previos al conflicto. Cummings sugiere que los niños aprenden
importantes habilidades cognitivas, sociales e interpersonales observando a sus padres
resolver sus conflictos. Así que el punto no es evitar los conflictos entre los padres o con los
niños, sino aprender a tener conflictos de forma no destructiva y resolver los conflictos. El
mindfulness puede ayudar con estos dos aspectos. En sesiones anteriores, invitamos a los
padres a utilizar el mindfulness durante las situaciones “calientes" o altamente emocionales que
a menudo implica un conflicto con los niños o con la pareja, para disminuir la crianza reactiva.
En la Sesión 6, abordamos la reparación de los efectos del conflicto y la resolución de
conflictos.
Después de un fuerte conflicto en el que miembros de la familia pueden haber “perdido el
control” y reaccionado con ira, crítica, o gritando, o pueden haber tenido sus sentimientos
heridos, es importante volver y reparar la relación. Después de un conflicto, un niño puede
sentirse tan enojado o herido que a nivel emocional, él o ella puede experimentar una ruptura
en el vínculo padre-hijo. Siegel y Hartzell hacen énfasis en que este tipo de ruptura es
completamente normal y ocurre en todas las relaciones entre padres e hijos. Sin embargo,
también señalan que los padres rara vez regresan al niño para hablar de lo que pasó y reparar
el daño emocional causado a la relación. Como padres podemos sentirnos culpables por
nuestro papel y, por tanto, dudar en abrir la caja de Pandora y exponer nuestros errores.
También podríamos caer en la trampa de pensar que como ya todo esta hecho y terminado, es
mejor seguir adelante.
Sin embargo, hay una amplia investigación sobre el conflicto padre-hijo que sugiere lo
contrario: los niños y los adolescentes a menudo pueden nutrir las viejas heridas sobre los
conflictos no resueltos, así como malinterpretaciones sobre los motivos o sentimientos de los
padres. Los niños y adolescentes son menos propensos a ser capaces de acercarse a los
padres con el fin de discutir los conflictos dolorosos, por lo que su silencio no significa que no
estén molestos o sufriendo (Diamond & Liddle, 1999). Cuando los padres son capaces de
volver a su niño o adolescente para hablar de lo que sucedió de una manera abierta, amorosa y
sin prejuicios, el conflicto puede ser transformador para la relación así como para el niño.
Durante la adolescencia, cuando los adolescentes están equilibrando sus necesidades de
autonomía y de relación, la resolución constructiva de los conflictos entre padres y jóvenes se
vuelve aún más importante. Los adolescentes siguen necesitando la posibilidad de utilizar el
vínculo padre-jóvenes como una "base segura" emocionalmente, es decir, poder volver a los
padres cuando estén emocionalmente afligidos. los conflictos entre padres y jóvenes sin
resolver, ya sean pequeñas "rupturas" o traumas reales, pueden interferir en la relación de
apego, dejando a un niño o adolescente solo para hacer frente a las dificultades emocionales.
Reparar estas rupturas e incluso rupturas más severas a causa del trauma o el abandono
puede reducir los síntomas de depresión y las tendencias suicidas en los adolescentes y puede
mejorar la relación padre-hijo (Allen, Hauser, Bell, y O'Connor, 1994; Allen, Moore, Kuperminc,
y Bell, 1998; Diamond & Siqueland, 1998; Diamond, Reis, Diamante, Siqueland, y Isaacs,
2002;.Diamond et al, 2010).
Reparar requiere ser capaz de entender los sentimientos y deseos de la otra persona, en
otras palabras, ver las cosas desde su perspectiva y empatizar con sus sentimientos. La toma
de perspectiva requiere la capacidad de entender una situación desde la perspectiva de otra
persona y la capacidad de imaginar lo que otras personas piensan, sienten y desean. Es una
habilidad que los niños aprenden durante el desarrollo, en la interacción con los demás. La
interacción entre padres e hijos es muy importante en el desarrollo de la toma de perspectiva
de los niños. Los padres que son capaces de ver el mundo desde la perspectiva de su hijo y
que sean sensibles a las necesidades de sus hijos, facilitan la capacidad de su hijo para
ponerse en la perspectiva de otros y ser sensibles a las necesidades de otras personas (P. ej.,
Duncan, Coatsworth, y Greenberg , 2009).
Sin embargo, durante un conflicto intenso, es difícil ver el punto de vista de la persona con
la que estamos en conflicto. Esto es algo que está programado en nuestra parte biológica, por
lo que no tenemos que sentirnos tan mal por eso! Cuando percibimos peligro y estamos bajo
estrés, nuestro sistema de lucha, huida o congelación se activa a través de la vía rápida en el
cerebro, acompañada por la producción de la hormona adrenalina, que nos permite hacer un
juicio rápido y una respuesta rápida. Este juicio rápido hace que sea difícil para nosotros tomar
la perspectiva de otra persona. La toma de perspectiva lleva tiempo; es más lenta; requiere
tomar la vía larga del cerebro, involucrando el cerebro frontal, y es facilitada por las llamadas
hormonas del apego o afiliación como la oxcitocina. La oxcitocina es producida durante la
lactancia, haciendo el amor, abrazando, siendo consolado, y sintiéndose conectado y parece
ayudar a las personas a simpatizar y vincularse con otros. La investigación muestra que
cuando los animales se lamen unos a otros, se libera oxcitocina. Por lo tanto, mientras que la
adrenalina nos hace alejarnos de la otra persona, y confiarnos en nosotros mismos,
rápidamente, y con frecuencia, tomando un juicio sesgado o defectuoso, la oxitocina nos hace
volvernos hacia la otra persona, abriéndonos a su perspectiva (Theodoridou et al., 2009).
Haciéndolo un poco más complejo, en base a las diferencias evolutivas entre los hombres
y las mujeres, las mujeres también tienen otra respuesta diferente bajo el estrés junto a la
respuesta de lucha-huida-congelación: cuidar de sus hijos y entablar amistad con desconocidos
(Taylor et al, 2000.). Como resultado, las madres pueden, en medio de un intenso conflicto con
su (ex) pareja, volverse hacia sus hijos para protegerlos, o responder con un comportamiento
agradable hacia un atacante, esta ultima simplemente porque no tienen la fuerza física para
luchar con el atacante efectivamente.
A modo de ilustración, una vez subí a un tren de camino a casa después de un vuelo
largo, con mi dinero en una pequeña maleta en la espalda. De repente sentí un tirón en mi
mochila. Cuando me voltee, vi a un hombre con un cuchillo tratando de cortar las asas de la
maleta. Para mi (posterior) sorpresa, le di una gran sonrisa. Él me devolvió la sonrisa, y él y sus
compañeros saltaron fuera del tren. Todavía tenía mi maleta. Yo no podía entender por qué yo
le sonreí y por qué no había gritado, para que él y sus compañeros pudieran haber sido
atrapados, hasta que leí sobre esta respuesta evolutiva diferente de las mujeres cuando hacen
frente al peligro.
Conflictos intensos con nuestros hijos o parejas a menudo pueden desencadenar
esquemas desadaptativos de la infancia o ponernos en modo de niño enojado o vulnerable o
en el modo de padre punitivo. Invitamos a los padres a darse cuenta que modos de esquema
se disparan en ellos y si cambian a los modos de esquema niño o padre. Darse cuenta de
estos modos puede ayudar a los padres a tomar un poco de distancia en la interacción, o
decidirse a esperar para volver a la interacción hasta que haya pasado un tiempo para calmar
sus fuertes emociones. Pueden utilizar el tiempo de respiración de 3 min y/o tomar un
descanso de autocompasión, o si un modo de esquema se ha activado, pueden tomar un
momento para reconocerlo y "hablar" con su modo de niño.
Volvamos de nuevo al ejemplo del conflicto con mi hija después de ir al odontólogo, que se
describe en la introducción de la Sesión 5 y 6. Cuando mi hija se bajo de la bicicleta y camino a
casa, ella creó una pausa en la interacción, lo que me ayudó a ser consciente de mi estado
físico de tensión, mi ira, el temor, la vergüenza y la desesperación y todos los pensamientos
que habían corrido a través de mi mente. Aunque todavía estaba enojado, mi atención plena
me ayudó a darme cuenta de que en ese momento aún no estaba listo para reparar la relación.
En su lugar, yo mismo me di el tiempo que necesitaba para calmarme. Una vez calmado, tuve
la oportunidad de ver la situación desde el punto de vista de mi hija y el mío. En este punto, yo
estaba dispuesto a volver a mi hija para "reparar".
Llegué a casa y la encontré escribiendo en su diario en su habitación. La invité a
sentarnos juntos en la cama y la abracé. Le dije que me perdonara por mi ataque y que estaba
mal lo que había dicho. Ella me dijo que cuando estoy enojado de esa manera, ella siente que
es una niña mala. La abracé y le expresé lo mucho que la amo. Le dije lo orgulloso que estaba
de ella por haberse sometido a la anestesia y le dije que debió haber sido difícil para ella
confiar en el odontólogo y recibir la inyección. Ella asintió con la cabeza. Ella dijo que estaba
avergonzada de mi escena, ya que estábamos montando en bicicleta por la ciudad. Acepté que
era vergonzoso y le prometí no volver a hacerlo. Le dije que tenía razón al gritarme para que
me detuviera y que cuando no lo había hecho, había sido muy sabio poner sus dedos en sus
oídos y saltar de la bicicleta cuando yo estaba en ese estado, y que la próxima vez ella podía
decirme que mi comportamiento es inaceptable. Le expliqué que mi arrebato estaba
relacionado con mi preocupación por sus dientes y el desaliento que sentía porque todos mis
intentos de hacer que se cepillara mejor y más a menudo no habían tenido el resultado que
esperaba. Ella dijo que le resulta difícil recordar cepillarse y que es aburrido. Hablamos de lo
que podía hacer para recordar cepillarse los dientes y nos pusimos de acuerdo en que cuando
no recibiera su mesada si lo olvidaba era una buena idea. Ella hizo una lluvia de ideas acerca
de otras soluciones. También le hablé de mi vergüenza cuando ella se resiste a ser atendida en
el odontólogo, y ella sonrió y me dijo que la próxima vez sería más valiente, ya que ahora que
ya lo ha hecho una vez. Como ambos estábamos sorprendidos por la difícil mañana que
habíamos vivido, le propuse que nos tomáramos el resto del día para descansar .
Como lo muestra este ejemplo, es importante que el padre vuelva al niño para
reconectarse. El objetivo principal de la reparación es volver a conectarse emocionalmente, no
para enseñar a su hijo una lección, regañarlo o ponerle límites. El segundo punto es que el
padre inicia la interacción pidiendo disculpas por su comportamiento. El padre asume plena
responsabilidad por sus propias acciones y admite que estaba equivocado. Sólo entonces ella
intenta hablar sus puntos de vista diferentes. De esta manera, el niño confía en que no será
culpado y entiende que su padre está dispuesto a escuchar su punto de vista. La empatía con
la perspectiva del niño hace que el niño se sienta comprendido emocionalmente, por lo que el
niño puede permitirle al padre consolarlo. Por último, sólo al final, cuando la relación emocional
ha sido reparada, el papel del niño en la situación se aborda. En este punto, el niño está en una
posición más adecuada para reflexionar sobre ello, ya que se ha sentido entendido y
empatizado.
En la Sesión 6, invitamos a los padres a traer a su mente un conflicto reciente con sus
hijos, y por medio de un ejercicio imaginario, les pedimos que se centren en primer lugar en sus
propias emociones, y luego en las de su hijo. El mindfulness puede ayudarnos a crear más
espacio, por lo que podemos tener en cuenta nuestra perspectiva y la perspectiva de nuestro
hijo. También invitamos a los padres a tratar de reparar un conflicto con su hijo (o pareja)
durante la semana siguiente.
Directrices para la Sesión 6
Recuadro 10.1. Agenda sesión 6
1. Meditación sentados, con atención sin elección (20 min) + consulta (15 min)
2. Revisión en parejas de la práctica en casa (10 min)
3. Discusión en grupo sobre reconocimiento de patrones y esquemas en la práctica en casa
(20 min)
4. Meditación caminando afuera (25 min)
5. Receso (15 min)
6. Toma de perspectiva, reparación (60 min)
7. Revisión de la práctica en casa (10 min)
8. Lectura de un poema (5 min)
1. Meditación sentados, con atención sin elección
Meditando sin un anclaje específico, siguiendo la atención dondequiera que vaya de momento
a momento, es mi meditación favorita, debido a su formato libre y porque me da una mejor
visión de mi condición en ese momento. Puede ser muy confrontador cuando me encuentro a
mí mismo siendo inquieto, apresurado, al límite, nervioso y agotado, pero cuando me permito a
mi mismo dar una mirada a todo eso desde un lugar de quietud, como Mark Williams (p.c.,16
de diciembre de 2011) sugirió, sin querer que las cosas sean diferentes de cómo son en ese
momento, me lleva justo a este momento, con cierta aceptación y claridad. En los retiros de
Martine Batchelor, aprendí a usar la pregunta "¿Qué es esto?" en esta meditación de libre
flotación, para investigar cualquier experiencia que viene a la mente del principiante. El poema
de Asai Ryoi (traducción de Lane, 1957), de alrededor de 1665, encaja perfectamente con esta
meditación.
¿Qué es el mundo flotante?
Vivir sólo por el momento, volviendo nuestra atención a los placeres de la luna, las flores de
cerezo y los arces, cantar canciones, beber vino, y desviándonos a nosotros mismos sólo
flotando, flotando, sin importar que un ápice de pobreza nos mire a la cara, negándose a ser
desalentado, como una calabaza flotando junto a la corriente del río: esto es lo que llamamos el
mundo flotante.
Recuadro 10.2. meditación de atención sin elección, ¿Qué es?
(Inspirado por M. Batchelor, p.c., Enero 27-31, 2011)
Siéntate en una postura sentado que refleje dignidad, cayendo despierto, presencia. Tomando
tu tiempo para sentir que el cuerpo toca la silla o cojín, anclándote a ti mismo en este espacio,
en este momento.... Volviendo tu atención a la respiración por unos momentos, siguiendo cada
respiración a través de todo tu cuerpo lo mejor que puedas… esta respiración… y esta otra…
cada respiración es una nueva oportunidad para estar totalmente presente en este momento…
Luego, cuando estés listo para ello, deja de lado el foco en la respiración... permitiendo que tu
atención solo flote, de momento a momento. Puede que vaya a las sensaciones físicas,
pensamientos, sonidos, emociones. Observa si puedes seguir tu atención a un lugar silencioso
detrás de ello… puedes dejar que esta pregunta caiga de vez en cuando: "¿Qué es esto" La
pregunta "¿Qué es esto?" Puede ayudarte a investigar cualquier experiencia con curiosidad,
atención abierta, mente de principiante... "¿Qué es esto?"....
Cuando te sientas abrumado por las experiencias, siempre puedes volver a la respiración o el
cuerpo para reanclarte a ti mismo en el momento presente…
Continuamos con esta atención libremente flotante durante unos 10 minutos en silencio.
Consulta
Cuando se les pregunte cómo fue esta meditación para ellos, los participantes pueden hablar
de experiencias muy diferentes, como sentir caos cuando la atención saltaba alrededor o
sentirse muy serenos cuando experimentaron momentos de nada. Cualquier cosa que se
acerque, damos la bienvenida a cada experiencia, positiva o negativa, y traemos la curiosidad
de los padres a la experiencia, preguntando acerca de las sensaciones corporales que los
acompañaron. Alentamos la aceptación de la "mismidad de las cosas", permitiendo que las
cosas sean como son en este momento, solo notándolas desde un espacio más tranquilo, sin
añadir juicios y sin tratar de cambiarlas (Batchelor, 1997).
2. Revisión en parejas de la práctica en casa
Los padres comparten entre sí sus intentos de reconocimiento de patrones de reacción bajo
estrés y haciendo un espacio de respiro y ver si eso le da nuevas posibilidades de responder.
También pueden compartir cómo el uso del peor comportamiento de su hijo como su campana
de meditación para hacer un respiro de 3 minutos fue, así como la práctica formal (sentado
incluyendo las emociones, la meditación caminando).
3. Discusión en grupo sobre reconocimiento de patrones y esquemas en la práctica en
casa
En el grupo completo, volvemos a las preguntas acerca de las experiencias con el modo de
reconocimiento de patrones y esquemas y sobre decisiones en las maneras de responder.
(se omite voces de los padres).
Es útil cuando los padres se dan cuenta de que hay un sinfín de maneras de responder, que no
estamos condenados a seguir respondiendo de acuerdo a los viejos patrones, y que la
meditación puede ayudarnos a reconocer patrones y romper el ciclo de la respuesta
automática. Los niños y las parejas también pueden ayudarnos a reconocer el estrés y los
patrones. Por ejemplo, mi hija había desarrollado una pequeña rima que dijo en la mañana
cuando me vio estresarme porque íbamos tarde a la escuela. La rima fue: "tu no te estresas, yo
no me estreso, trabajamos juntos, podemos llegar a la escuela a tiempo." También una vez me
hizo un pequeño bolso como regalo cuando estaba estresado porque no podía hacer que la
televisión funcionara, con las siguientes palabras: "no estrés" y un corazón.
Las experiencias con las otras prácticas en casa (tu hijo como tu campana de meditación, la
práctica formal de sentarse con las emociones y la meditación caminando) pueden ser
discutidos también.
(se omite voces de los padres).
4. Meditación caminando afuera
La meditación caminando encaja con el tema de hoy de la ruptura y la reparación, es decir,
después de un intenso conflicto, una opción sería tomar un paseo largo y consciente, o hacer
una meditación más larga, o incluso tomar un par de días, si es necesario, antes de volver al
conflicto. Las meditaciones caminando en la naturaleza, debido a la fuerte entrada sensorial ,
son para algunos la mejor manera de salir de los pensamientos de enojo repetitivos que
acompañan a los conflictos e impiden su resolución. En primer lugar, introducimos la
meditación caminando fuera (recuadro 10.3).
Recuadro 10.3. introducción a la meditación caminando afuera
La semana pasada, practicamos la meditación caminando dentro. Hoy, vamos a practicar la
misma meditación pero afuera. Establece un camino por ti mismo; puede ser un círculo, o una
ruta de ida y venida, o una caminata más larga que se puede hacer en 10 minutos. El punto de
la caminata es que no hay una meta, no hay un lugar para ser alcanzado. Simplemente
experimentar, lo mejor que puedas, la sensación de caminar al aire libre. Es posible que
desees comenzar prestando atención al movimiento de caminar, paso a paso, como lo hicimos
la semana pasada. Esto es útil ya que toda la información sensorial puede ser un poco
abrumadora: ver, oír, oler y sentir, al aire libre. Después de prestar atención al movimiento de
caminar en el cuerpo, es posible que desees cambiar gradualmente tu atención a otros
aspectos de la caminata: la sensación de las distintas superficies sobre las que caminas y la
sensación de viento, la humedad, las diferencias de temperatura en partes de tu cuerpo, el olor,
la vista, y el oído.
Algunos participantes pueden sentirse avergonzados de hacer una caminata de meditación al
aire libre. Dale a quien lo necesite el permiso para hacer la meditación caminando dentro si
prefieren. Antes o después de la caminata de meditación, es posible que desees leer este
poema de Emily Dickinson, de alrededor de 1864, copiado con permiso de Bartleby.com.
Di un paso de tabla a tabla
Di un paso de tabla a tabla
Tan lento y con cuidado;
Las estrellas sobre mi cabeza sentí,
Sobre mis pies el mar.
Yo no sabía, pero la próxima
Sería mi pulgada final, --
Esto me dio esa marcha precaria
Alguna llamada experiencia.
5. Receso
Tomate un breve receso.
6. Toma de perspectiva, reparación.
La práctica se introduce brevemente, mencionando que los conflictos intensos, llamados
rupturas, suceden regularmente cuando las personas se aman y viven juntas como en las
familias y que la siguiente practica se enfoca en explorar la manera de resolverlos.
Recuadro 10.4. Ejercicio de imaginación Ruptura y Reparación
(Inspirado por Siegel y Hartzell, 2003)
Toma una posición cómoda estando sentando y presta atención a cómo se siente el cuerpo en
esta posición y en que lugares el cuerpo hace contacto con la silla, el cojín, y la tierra. Deja una
situación en la que estabas muy enojado con tu hijo (o (ex) pareja, u otra persona íntima) y en
el que no estabas contento con tu propio comportamiento, por ejemplo, porque explotaste o te
sentiste fuera de control, ve a la superficie. Imagínate el conflicto tan vívidamente como te sea
posible, como si estuviera pasando en este momento. ¿Con quién estabas? ¿Qué estabas
haciendo/diciendo? ¿Qué estaba la(s) otra persona(s) haciendo/diciendo? ¿Qué estabas
sintiendo? ¿Qué notaste en tu cuerpo? ¿Qué pensamientos corrían por tu mente? ¿Qué
tendencias a actuar sentiste?
Cuando tienes una imagen vívida de la situación de conflicto, cambia tu atención al aquí y el
ahora, ¿de qué sensaciones, sentimientos y pensamientos del cuerpo fuiste consciente en este
momento? ¿puedes ser compasivo contigo mismo? Dite a ti mismo, lo que sea que siento, está
bien, déjame sentirlo... dándole la bienvenida a cualquier emoción que venga, si es miedo,
tristeza , ira , dolor…
Después, trayendo tu atención a la respiración, el movimiento de la respiración en tu cuerpo...
después de tres respiraciones con plena conciencia... ampliando la atención a tu cuerpo como
un todo, en esta posición sentado... consciente de cualquier tensión...
Y luego, cuando estés preparado para ello, en la siguiente exhalación, cambiar tu atención de
la mejor manera que puedas para que su hijo (o la pareja u otra persona), ¿cómo se esta
sintiendo la otra persona?, ¿qué emociones puede estar experimentando la otra persona?,
¿qué sensaciones corporales... pensamientos... tendencias a actuar... deseos...? ¿puedes no
solo permitirte a ti mismo sentir lo que estas sintiendo... sino también permitir que la otra
persona sienta lo que él o ella esta sintiendo... puedesle permitir que él o ella se sientan
enojados... tristes... dañados... o asustados... Puedes decirle a el o ella, sea lo que sea que
sientas, esta bien...?
¿Puedes entender a la otra persona desde su perspectiva? ¿Puedes sentir compasión por el
estado en que la otra persona esta ahora?
¿Qué te gustaría decirle a la otra persona desde esta comprensión y compasión? ¿Puedes
dejar de lado tu orgullo y -realmente desde ti mismo- pedir disculpas por lo que hiciste mal?
Porque, si no puedes hacerlo, ¿cómo puede tu hijo (u otra persona) hacerlo?
Consulta
los participantes pueden compartir su sorpresa de que, después de haber prestado atención a
su propia ira, de repente podían ver el punto de vista de la otra persona con más claridad. Esto
puede ir junto con sentimientos de culpa acerca de los arrebatos o juicios negativos ("Yo soy un
mal padre"). En tales casos, el maestro puede preguntar si los padres pudieran ver estos
propios pensamientos negativos como pensamientos y explorar brevemente qué efecto tenían
los pensamientos negativos, es decir, si el participante notó algún cambio en el cuerpo mientras
que se sentía culpable, cómo esto afectó el estado de ánimo del participante (por lo general
negativamente), y la atención por la otra persona (por lo general negativa). El profesor también
pregunta si el participante pudo dejar de lado el pensamiento o estado mental y redirigir la
atención sobre la perspectiva de la otra persona, moviéndose de la culpa a la compasión de
nuevo. Los participantes también pueden haber estado tan enojados que el cambio de
perspectiva no se produjo. Esto está bien; en estados emocionales muy intensos, puede ser
suficiente seguir repitiendo el mensaje: está bien, déjame sentirlo, sujetando la ira como si
fuera tu bebé. Cuidar de ti mismo es muy importante cuando estás en un estado de ira extrema.
Después o durante la consulta de la práctica de la toma de perspectiva y la reparación, el
profesor puede poner las experiencias de los participantes en una perspectiva más amplia de
cómo los conflictos son grandes oportunidades para el crecimiento en la relación, en la
importancia de resolver los conflictos entre parejas y con los niños, por el bien de los niños y
sobre el papel de las hormonas en la toma de perspectiva. El profesor puede que quiera poner
los dos sistemas hormonales en un tablero blanco con las habilidades cognitivas y
conductuales que se acompañan (ver Introducción y material de apoyo 10.2).
(se omite voces de los padres).
7. Revisión de la práctica en casa
La práctica de esta semana (material de apoyo 10.1) consiste en seguir aplicando el espacio de
respiración en las interacciones familiares difíciles, tomando un respiro y tratando de llevar a
cabo las sugerencias de ruptura y reparación, y pidiéndole a tu pareja y a tu niño que te
recuerden de tomar tu espacio de respiración cuando ellos sientan que necesitas uno. Además,
pedimos a los padres ser conscientes de las emociones fuertes durante la semana, tratando de
sostenerlas como si se trataran de sus bebés, mientras que traen la mansedumbre, la bondad,
y la aceptación de ellos mismos (su modo de niño vulnerable o enojado). Para ayudar a los
padres a preparar a establecer su propia práctica de mediación diaria después de la finalización
del curso, les pedimos que hagan su propio programa de meditación para la semana siguiente.
También les pedimos que organicen un día de mindfulness en casa o que sigan un día de
mindfulness entre las sesiones 6 y 7 en el instituto.
8. Lectura de un poema: Autobiografía en cinco capítulos
Es posible que desees leer el poema de Portia Nelson (1977), llamado "Autobiografía en cinco
capítulos cortos" para recordar a los participantes el hecho de que cambiar patrones puede
tomar toda una vida y que vamos a volver a caer en ellos una y otra vez pero al mismo tiempo
poco a poco comenzaremos a reconocer nuestras caídas, y reconociéndolas, eventualmente
cambiaremos nuestro comportamiento.
MATERIAL DE APOYO 10.1
Práctica para la Semana Después de la Sesión 6
Lectura
Lee los folletos con atención.
Crianza consciente
Si surge un conflicto entre tu y tu hijo, o tu y tu pareja, o un conflicto con otra persona, toma
espacio de respiro y prueba las sugerencias de ruptura y reparación (material de apoyo 10.3) .
Dile a tu pareja y a tu niño que te recuerden tomar un espacio de respiración cuando ellos
sientan que necesitas uno.
Meditación formal
Haz tu propio programa de meditación basado en las meditaciones que haz practicado durante
este curso, de unos 40 minutos al día. Toma notas en tu diario. Prueba también practicar sin
grabación de audio al menos una vez. También es posible que desees probar la meditación de
atención sin elección una vez. La meditación de atención sin elección no es fácil, y por lo tanto,
puede ser conveniente que la practiques por períodos relativamente cortos.
Organiza tu propio día mindfulness (medio o completo) en el hogar (material de apoyo 10.4).
De manera alternativa, el instituto donde sigues esta formación puede ofrecerte un día de
silencio (medio o completo) entre Sesiones 6 y 7. En ese caso, guarda tu propio día de
mindfulness para la próxima semana.
De Bögels y Restifo (Springer, 2013). El permiso para copiar este material de apoyo se
concede a los compradores de este libro para uso personal o uso con clientes individuales.
Para una mejor legibilidad agrandar al 125 %.
MATERIAL DE APOYO 10.2
Estrés y toma de perspectiva
La toma de perspectiva implica la habilidad de entender una situación desde la perspectiva de
otra persona y la habilidad de imaginar lo que la otra persona piensa, siente, y quiere. Es una
habilidad que los niños aprender durante el desarrollo, en la interacción con otros. La
interacción padre-hijo es muy importante en el desarrollo de la toma de perspectiva en el niño.
Los padres que sean capaces de ver el mundo desde la perspectiva de sus hijos y que sean
sensibles a las necesidades de sus hijos, facilitan a sus hijos la habilidad de ponerse en la
perspectiva de otras personas y ser sensibles a las necesidades de otros. Una de las primeras
formas de toma de perspectiva que ha sido estudiada por la psicología del desarrollo se llama
“atención conjunta”, un proceso en el cual el bebé señala un objeto que el padre aun no esta
viendo mientras que mira al padre, para llamar su atención. Luego, ambos comparten la visión
del objeto; ambos tienen la misma perspectiva.
El estrés nos permite tomar la ruta rápida del cerebro y utilizar nuestro sistema de lucha-huida-
congelación, que es importante en situaciones reales de peligro. El estrés, de todos modos,
afecta negativamente nuestra habilidad de toma de perspectiva. Cuando el sistema de estrés
se activa, hormonas como la adrenalina son liberadas, y las personas confían en sus propios
(rápidos) juicios y no son capaces de ver la perspectiva de las otras personas. Las subidas de
adrenalina pueden sentirse cuando uno casi se cae de las escaleras o también durante una
pelea: ¡observa como los latidos de tu corazón y su patrón de respiración cambian cuando
estas teniendo una pelea con tu pareja! Hormonas como la oxcitocina, que nos ayudan a
simpatizar y confiar en otros, se liberan cuando las personas se abrazan o se cuidan unas a
otras, en la lactancia y también durante la meditación. Entonces cuando estemos en una pelea
con nuestro hijo, pero también cuando estemos bajo estrés porque nuestro hijo va tarde a la
escuela, tenemos una capacidad de toma de perspectiva disminuida. En esos momentos,
probablemente no seremos capaces de entender a nuestro hijo, y puede que incluso no
seamos capaces de ver o escuchar a nuestro hijo claramente. Entre mas estresados estemos,
menos podemos ver la perspectiva de nuestro hijo.
Tomarse un espacio de respiración en medio de una interacción estresante, ir por una caminata
consciente, meditar, tomarse un receso de autocompasión, o sentarnos con nuestro hijo en las
piernas son formas útiles de saltarnos de nuestro sistema de estrés al sistema de apego, para
cambiar nuestro balance hormonal y ser capaces de tener una visión mas amplia de la
interacción y de la perspectiva de cada persona.
De Bögels y Restifo (Springer, 2013). El permiso para copiar este material de apoyo se
concede a los compradores de este libro para uso personal o uso con clientes individuales.
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MATERIAL DE APOYO 10.3
Ruptura y reparación
El conflicto es una parte de todas las relaciones cercanas y a veces ocurre invariablemente en
nuestras interacciones con nuestros hijos (y parejas), especialmente cuando hay estrés. Estos
conflictos pueden sentirse a veces como pequeñas “rupturas” en la relación. De todos modos,
es útil recordar que los conflictos son oportunidades importantes para aprender y crecer en la
relación entre padre e hijo. Cuando sientas que un conflicto con tu hijo esta surgiendo, el primer
paso siempre es: respirar. Toma un espacio de respiración, pequeño. Presta atención a lo que
sucede en tu cuerpo y dite a ti mismo: “esta bien, déjame sentirlo.” Incluso si el conflicto ya ha
aumentado, puedes estar en el momento y disminuir tus siguientes reacciones simplemente
estando con tu respiración.
Es importante recordar que después de que una ruptura ocurre, siempre podemos repararla.
Puedes necesitar tomarte un tiempo para prepararte a ti mismo, tomando un espacio de
respiración o una meditación sentado. Tomate el tiempo para sentir la situación de conflicto
nuevamente. Observa si puedes volver a lo que paso entre tu y tu hijo. ¿puedes ver cual fue tu
rol allí? ¿qué patrones reconoces de tu propia relación con tus padres o de la historia que tu y
tu hijo han construido juntos? Tendemos a caer en patrones de reacción condicionados con las
personas con las que somos más cercanos –hijos y pareja–. ¿Puedes entender lo que puso a
tu hijo tan bravo? ¿puedes dejar ir tu orgullo? ¿puedes ir atrás con tu hijo con un corazón
abierto y compasivo?
Es importante que esperes estar emocionalmente listo para volver con tu hijo, cuando tu enojo
haya disminuido y cuando estés dispuesto a ver tu propio rol en el conflicto. Si tomar un
espacio de respiración no es suficiente, puedes intentar dar una meditación caminando o una
meditación sentado más larga.
Cuando estes listo, vuelve a la ruptura con una “conversación de reparación.” Observa si
puedes crear un sentimiento de amplitud lo suficientemente largo para sostener tu experiencia
y la de tu hijo y una actitud de compasión y perdón por tu mismo y por tu hijo. Observa si
puedes encontrar el espacio en tu corazón para aceptar lo que tu podrías haber hecho en este
conflicto, para perdonarte a ti mismo por ello, y para reconocérselo a tu hijo. Esta es una
excelente manera de mostrarle a tu hijo como tomar responsabilidad por su propio rol en un
conflicto. A un nivel emocional, le estas enseñando a tu hijo que los conflictos son resolubles y
pueden llevar a sentirnos mas cerca el uno del otro una vez resueltos.
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MATERIAL DE APOYO 10.4
Día de mindfulness en casa
Ser plenamente consciente por un día entero, lo mejor que puedas, en medio de tu familia, es
una práctica que puede ayudarte a generalizar las prácticas y habilidades de mindfulness en tu
vida diaria. Es también una práctica enriquecedora que puede tener un efecto sorpresivo en ti y
en tu familia. Elige un día en el que estés cerca de tu familia, pero puede ser sin obligaciones ni
compromisos, por ejemplo, un sábado o un domingo. Explicale a tu pareja que vas a tener un
día mindfulness, y describe brevemente como tu estas planeando este día y que necesitas de
tu pareja y de la familia.
En tu día de mindfulness, deslígate de estímulos externos como la televisión, la música de
fuentes grabadas (tocar un instrumento o escuchar música con tu familia esta bien), el
periódico, el mail, internet, el teléfono y el correo tradicional. Asegúrate que no haya un
computador, televisor o música encendida, o teléfonos. Evita también leer y hacer el trabajo
que usualmente haces en tu oficina.
Haz lo que sea que hagas conscientemente. Cuando estés haciendo labores de la casa u otras
tareas, hazlo como un monje, totalmente dedicado a las tareas (lavar los platos, pelar papas)
sin acelerarte a alcanzar un objetivo, a terminarlo. El trabajo que haz decidido hacer en tu día
de mindfulness, te comprometes completamente a hacerlo, sin preguntarte a ti mismo porque
otros miembros de la familia no lo están haciendo.
Haz un programa para el día, que consista en periodos de meditación y yoga, comer y beber
conscientemente, trabajo de meditación (sin estrés, trabajos repetitivos como limpieza,
jardinería, planchado), y hacer actividades conscientes con tus hijos o ser consciente con los
hijos y la pareja. Por ejemplo:
7.00 Meditación sentado en la mañana.
7.45 Hacer el desayuno conscientemente.
8.00 Tomar una copa de te conscientemente antes de despertar a los otros miembros de la
familia.
8.15 Despertar a los otros miembros de la familia conscientemente (tomate un momento para
observar como duermen antes de despertarlos).
8.30 Comer conscientemente el desayuno, hablar conscientemente, y escuchar
conscientemente durante el desayuno.
9.30 Ir a caminar por 1 hora, solo, o con otro miembro de la familia que decida unirse a ti; en
ese caso, practica el habla y la escucha conscientes y también periodos de silencio durante la
caminata.
10.30 Jugar, estar o hablar con los niños conscientemente.
11.00 Trabajar en el jardín conscientemente.
12.30 Beber café conscientemente.
12.45 Preparar el almuerzo conscientemente.
13.15 Almorzar conscientemente.
14.15 Dormir o descansar.
15.00 Jugar, estar o hablar con los niños conscientemente.
15.30 Yoga consciente u otra actividad física que se sienta bien para el cuerpo, por ejemplo,
nadar.
16.15 Lectura consciente de un libro espiritual o dibujar conscientemente, etc.
17.30 Preparar la cena conscientemente, y darle conscientemente a los miembros de la familia
tareas que quieres que hagan alrededor de la cena.
18.30 Cena, comer conscientemente, hablar conscientemente, y escuchar conscientemente.
20.00 caminar conscientemente o leer conscientemente, o jugar un juego con la familia.
21.00 Llevar a los niños a la cama conscientemente (o pedirle a tu pareja que lo haga).
21.30 Meditación.
22.15 A la cama.
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MATERIAL DE APOYO 10.5
Registro de Práctica en Casa Semana 6
Llene el formulario de registro cada vez después de que practiques (crianza consciente,
meditación formal o informal). Escribe lo que viene a ti durante la práctica, para que podamos
discutirlo en la próxima sesión.
Día/hora Práctica
(Si/No)
Comentarios
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MATERIAL DE APOYO 10.6
Notas Informales de Práctica y Práctica de Crianza Consciente Semana 6
Puede que quieras utilizar esta hoja para hacer notas sobre tus experiencias durante la practica
informal de la meditación y la práctica de la crianza consciente. O para hacer notas durante o
sobre tu sesión grupal.
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