Cambios contra nuestra naturaleza Los cambios necesarios son los más
profundos No hay como cambiar sin la actuación
de Espirito Santo No hay como ser transformado por el
Espirito sin una entrega completa
Guardaos de hacer vuestra justicia delante
de los hombres
Guardaos de hacer vuestra justicia delante
de los hombres
Limosnas Oraciones Ayunos
Ejemplos de la piedad cotidiana
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Y cuando ores, no seas como los hipócritas porque ellos aman el orar en pie en las
sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos de los hombres de cierto os digo que ya tienen su recompensa
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.
Aman orar: no es algo malo De pie, en las calles: buena señal de
que la oración no es solo parte de la vida religiosa sino que también secular
La hipocresía está en la intención: Jesús condena no el hecho en si, sino que la intención al orar
El hipócrita no se preocupa con Dios y con la gloria a él, sino que con la gloria que va recibir de los hombres
Entra en tu aposento: almacén, deposito, despensa Las bendiciones ya estarán esperándote
Cierra la puerta: el objetivo es solo Dios Estar con Dios a solas alimenta el sentido de la
presencia de Dios Salmo 27:8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad
mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová; Recompensará: ¿qué más puede esperar uno
que ora a Dios de que ser oído por el todopoderoso?