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BREVE HISTORIA DE LA ASTRONOMÍA
( AUTORA: NURIA LÓPEZ VARELA )
La historia de la Astronomía es tan antigua como la de la civilización
humana. Ya en el antiguo Egipto y en Mesopotamia, la Astronomía alcanzó
un importante desarrollo, con objetivos principalmente calendáricos (para el
cómputo del tiempo y la agricultura) y predictivos (la Astrología). En la
América precolombina, los mayas disponían de un calendario anual cuya
precisión no fue superada en Europa hasta el siglo XVI. Dicho calendario
combinaba los ciclos solares con los de Venus (la mayoría de los
calendarios combinan los ciclos solar y lunar).
Es, sin embargo, en la antigua Grecia donde aparecen las primeras
teorías sobre el funcionamiento del cosmos. En la imagen más antigua de los
griegos (Platón y Aristóteles en el s.IV a. de C.), la Tierra, inmóvil, ocupaba
el centro del Universo y los cuerpos celestes, de carácter divino, se movían
en torno a la Tierra con movimientos circulares y uniformes. El Universo
quedaba limitado por la esfera de las estrellas fijas.
En el siglo III a. de C., el astrónomo Aristarco de Samos, de la escuela
de Alejandría propuso el primer modelo heliocéntrico del Universo. Este
modelo no fue aceptado por sus sucesores.
En el siglo II a. de C. encontramos a Hiparco de Nicea, considerado
como el más grande astrónomo de la antigüedad. Entre sus principales
trabajos podemos citar el descubrimiento de la precesión de los equinoccios,
la elaboración del primer catálogo estelar, la medida precisa de la duración
del año y el descubrimiento del método del paralaje para determinar las
distancias de los astros. Asimismo Hiparco propuso las construcciones del
epiciclo y deferente para explicar el movimiento aparente del Sol.
En el siglo II d. de C. Claudio Tolomeo asentó el modelo geocéntrico, al
aplicar el epiciclo y el deferente al movimiento de los planetas y dotarles del
aparato matemático necesario para predecir las posiciones astronómicas.
Utilizó hasta ochenta trayectorias circulares para explicar el movimiento
aparente de los cielos. Esta imagen del Universo la desarrolló en un libro
conocido con el nombre de Almagesto, que fue el manual de astrónomos y
geógrafos durante catorce siglos.
La cultura en la que mayor desarrollo alcanzó la Astronomía durante la
Edad Media, fue la árabe. Su interés por esta ciencia parte de los
mandamientos del Corán, donde se indican las horas de rezo en relación con
la salida y puesta del sol, y con sus alturas. El rezo debía realizarse, además,
en dirección a la Meca.
Los Árabes desarrollaron una muy intensa actividad, inventando nuevos
instrumentos de observación y cálculo, y realizando gran cantidad de
observaciones de mayor precisión que la de sus antecesores griegos.
Esto les permitió introducir notables modificaciones al sistema de
Ptolomeo. Construyeron grandes observatorios como el de Bagdag, en el
año 829, y el de Samarcanda en 1520. Entre los astrónomos más
destacados cabe citar a Albattani, también conocido con el nombre
latinizado de Albatenius.
El legado más importante de la Astronomía Árabe consistió en haber
conservado y transmitido las grandes obras de la Astronomía griega, que de
otra forma se habrían perdido sin remisión. Parte de la tradición astronómica
de los Árabes ha llegado hasta nuestros días, a través de la denominación
de las estrellas. La mayoría de los nombres propios de estrellas son de
origen árabe: Betelgueuse (el hombro del gigante), Algol (la estrella del
diablo), Denébola (la cola del león), Adhara (las vírgenes) etc.
En Europa, después de un período de estancamiento, la astronomía
volvió a florecer en el siglo XI, en España, con el astrónomo árabe
Azarquiel, máxima figura de la escuela astronómica de Toledo. Mejoró
notablemente el astrolabio (instrumento fundamental para explorar el cielo,
anterior al telescopio) y fue el responsable de las “Tablas Toledanas”. En
1272 se elaboraron las “Tablas Alfonsíes” en la escuela de traductores de
Toledo, bajo el patrocinio de Alfonso X el Sabio. Se escribieron en la popular
lengua romance y sustituyeron a las de Azarquiel en los centros científicos
europeos.
Astronomía: El Legado Científico del Mundo Árabe
En el siglo XV comenzaron a surgir dudas sobre la teoría de Tolomeo: el
filósofo y matemático alemán Nicolás de Cusa y el artista italiano Leonardo
da Vinci, entre otros. Empieza el Renacimiento.
A finales del siglo XV, surge la figura del polaco Nicolás Copérnico.
Copérnico ideó un modelo heliocéntrico del Cosmos. En este modelo el Sol
ocupaba el centro del Cosmos, y la Tierra y el resto de los planetas giraban a
su alrededor, excepto la Luna, que giraba en torno a la Tierra. Esta
descripción del Universo era contraria al pensamiento de la época, por lo que
fue combatida tanto por la Iglesia Luterana como por la Iglesia Católica. El
trabajo de Copérnico fue publicado de forma póstuma, en 1543. En este
mismo año aparecía otra obra de singular importancia, “La estructura del
cuerpo humano”, de Versalio. Estaba naciendo una nueva visión del
universo, de la naturaleza y del hombre.
El modelo Copernicano tuvo grandes partidarios como el alemán
Johannes Kepler y el italiano Galileo Galilei (finales del siglo XVI y
principios del XVII), desbancando finalmente el modelo geocéntrico
Aristotélico, vigente hasta entonces.
Kepler trabajó con otro gran astrónomo, el danés Tycho Brahe, el cual
en su observatorio de Uraniborg (en la isla de Hven) y con instrumentos
diseñados por él, realizó las medidas de mayor precisión anteriores al uso
del telescopio. Asimismo, en 1572 observó una supernova (estrella en
explosión) en la constelación de Casiopea. Dicha observación le llevó a
descartar la inmutabilidad de los cielos, aceptada desde la época de
Aristóteles. Basándose en las observaciones realizadas por Tycho sobre el
planeta Marte, Kepler pudo comprobar que el movimiento de los planetas no
era circular, sino elíptico.
Galileo construyó un telescopio con el que descubrió 4 lunas de Júpiter,
lo que vino a demostrar la posibilidad de varios centros de movimiento en el
cosmos. También descubrió los cráteres de la Luna y las manchas solares,
por lo que los cuerpos celestes no eran esferas perfectas como se pensaba
hasta entonces. Más tarde descubrió que Venus presenta fases como las de
la Luna, lo que demuestra que gira alrededor del Sol y que no brilla con luz
propia.
Por todo ello y por defender que la Tierra se movía, Galileo fue
condenado por hereje por la Inquisición y obligado a retractarse de sus ideas
en público. A sus 69 años de edad fue condenado a arresto domicilario de
por vida. (33 años antes moría en la hoguera el filósofo italiano Giordano
Bruno por su defensa del modelo heliocéntrico).
En el mismo año de la muerte de Galileo,1642, nace en Inglaterra Isaac
Newton. Con su enunciado de la ley de la gravitación, Newton explica cómo
actúan las fuerzas entre los planetas. Además, basándose en su ley deduce
matemáticamente lo que ya Kepler había anunciado, la forma elíptica de las
órbitas planetarias.
Contemporáneo y amigo de Newton es Edmund Halley. Halley aplicó
las leyes de Newton al estudio de los cometas, astros de aspecto difuso que
ocasionalmente se observan en el cielo. Comprobó que las órbitas de tres
cometas observados con anterioridad eran muy similares, y consideró que se
trataba del mismo cometa que se acercaba al Sol cada 76 años. Este cometa
lleva desde entonces el nombre de Halley. Otro importante descubrimiento
de Halley fue el movimiento propio de la estrellas.
La distribución en el espacio de las estrellas fue posteriormente
estudiada por William Herschell, a finales del siglo XVIII. Herschell es, sin
embargo, más conocido por el descubrimiento del planeta Urano en 1781.
A finales del siglo XVIII, la imagen del Universo ha cambiado
radicalmente con respecto a la que se tenía en la antigüedad y en el
Renacimiento. La nueva imagen del Cosmos es la lente galáctica o “Universo
isla” de Herschell, formado por un gran número de estrellas, una de la cuáles
es el Sol, con su cortejo de planetas.
A lo largo del siglo XIX, se desarrollaron y perfeccionaron las técnicas de
observación, permitiendo de esta forma obtener importantes resultados y
descubrimientos. Durante la primera mitad del siglo se pudo medir la
distancia a algunas estrellas mediante el método del paralaje. También se
descubrieron los primeros asteroides.
Bien entrado el siglo XX, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble
propuso la construcción del mayor telescopio diseñado hasta el momento.
Este telescopio se instaló en 1917 en el monte Wilson (en California) y a
partir de sus observaciones la imagen del Universo vuelve a dar un gran
salto en cuanto a la extensión. El Cosmos pasa a estar formado por un gran
número de galaxias como la nuestra.
Hubble pudo observar además que las galaxias se alejan unas de otras,
lo que lleva a concluir que el Universo no es estático, sino que se encuentra
en la actualidad en un estado de expansión.
A lo largo del pasado siglo, la Astronomía alcanzó un avance sin
precedentes debido a la aparición de nuevas técnicas de observación.
Podemos citar, por ejemplo, la radioastronomía , la espectroscopía o la
interferometría.
En la actualidad el desarrollo de la Astronomía espacial (sondas y
satélites) hace prever grandes avances y descubrimientos en los próximos
años.
RETRATOS
Nicolas Copérnico
Tycho Brahe, retratado con su nariz artificial
Joahannes Kepler
G
Galileo Galilei
Isaac Newton
Edmund Halley
William Hershell
Edwin Hubble
INTERESANTE:
“Las doce miradas al Universo” de Juan Antonio Belmonte del
Instituto de Astrofísica de Canarias:
HORARIO DE LOS REZOS PARA LOS MUSULMANES