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HistoriasDeVida
SRA. BOLIVIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
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HISTORIAS DE VIDA
Historias De Vida
BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
DE “EMPRENDEDORES Y
EMPRENDEDORAS, LÍDERES Y
LIDERESAS DE CHIMBORAZO”
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HISTORIAS DE VIDA
ÍNDICE
• DEDICATORIA.......................................................................... 7
• INTRODUCCIÓN ..................................................................... 9
• CONTEXTO HISTÓRICO GENERAL . ................................. 15
• ESCENARIO HISTÓRICO DONDE SE SITUABA EL ING.
RODRIGO LÓPEZ BUENAÑO.............................................. 21
• ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO GENERAL ......................... 26
• HISTORIA DE VIDA CONSTRUYENDO IDENTIDAD
PERSONAL Y CULTURAL. ..................................................... 35
• INTERPRETACIÓN ANTROPOLÓGICA ............................ 80
• PERCEPCIONES DE LA CIUDADANÍA
CHIMBORACENSE .................................................................. 86
• TESTIMONIOS PARA LA POSTERIDAD ............................ 88
• CONCLUSIONES ...................................................................... 99
• REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. ..................................... 101
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HISTORIAS DE VIDA
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
ENERGÍA VITAL DE UNA MUJER
EMPRENDEDORA
En varias oportunidades me comentaron acerca de la Señora
Bolivia Jiménez Ramírez en términos muy elevados, conocí su
trayectoria de vida de los labios de personas quienes elogiaban
su fi lantropía, su calidad humana, su compromiso con los más
necesitados, la verdad es que no había tenido la ocasión de
conocerla personalmente a esta dama, o se me pasó por alto, pero
desde cuando participó en la campaña electoral, como candidata
a Diputada por Chimborazo, en 1990, por la Democracia Popular,
me inquietó su fi gura.
Luego del lanzamiento de la Colección de las Historias de Vida,
de emprendedoras y emprendedores de Chimborazo, Don Víctor
Rosendo Morejón, Presidente de la Federación de Trabajadores
de Chimborazo me sugirió que hiciera contacto con Doña Bolivia
Jiménez de Villarreal para proponerle este tipo de investigación
social, me abundó en razones y motivos, me hizo una clara
exposición del perfi l humano y llegamos a la conclusión de que
se trataba de una excelente persona para incluirla en el proyecto.
Coincidió que en esa misma temporada Doña Bolivia se había
convertido en una seria Candidata para Personaje del Año
2010, evento organizado por Diario “La Prensa”, de esta ciudad,
para reconocer los méritos de los chimboracenses laboriosos y
entregados a la causa por el progreso y adelanto provincial.
Tuvimos un primer encuentro, alrededor del mes de Abril de este
año, Doña Bolivia derramaba vitalidad por todos los poros de su
piel, consignar la edad sería profanar el entusiasmo y la euforia
de la que hacía gala, estaba inmersa en la selección del Personaje
del Año 2010, ese era su interés principal, pero tuvo sufi ciente
tiempo para atendernos a la Ing. Normita Domínguez y yo. A
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HISTORIAS DE VIDA
pesar de que por primera vez afrontábamos un diálogo abierto y
franco, daba la impresión de que nos habíamos conocido desde
hace mucho tiempo atrás, de modo que me encontré a gusto con
la persona indicada e idónea para cumplir con esta labor, fuimos
bien recibidos y aceptó la propuesta.
Mientras conversa está preocupada por atendernos, hay una
auxiliar de servicios que también se prodiga en atenciones, pero
Doña Bolivia sigue con el diálogo, nos cuenta los ajetreos en los
que está enfrascada por el tema del Personaje del Año patrocinado
por Diario “La Prensa”, lo comenta con mucha satisfacción, es que
a la fi nal ha recorrido un gran trayecto de su vida y es la hora de
la cosecha y según se aprecia los frutos serán abundantes y los
reconocimientos de igual manera.
En la mesa del comedor reposan diplomas, reconocimientos,
fotografías, recortes de periódicos, pergaminos, álbumes de fotos,
la Historia de Vida de una dama que se ha consagrado al servicio
de los menos afortunados, ejemplo de voluntariado, reconocido
no solamente a nivel local sino a nivel nacional, lo que llena de
orgullo a la familia Villarreal-Jiménez, aunque hablando de esposo
e hijos, son seres humanos que mantienen un perfi l discreto, dejan
que la esposa y madre: Bolivia Jiménez de Villarreal, brille con luz
propia.
Para Bolivia sus hijos son su principal preocupación, justamente
hemos tenido suerte de encontrarla en casa porque casi todas las
semanas va para el trópico, a dirigir los trabajos en la construcción
de una casa de uno de sus hijos, todo lo cumple a cabalidad,
considero que debía salir una vez concluida la entrevista a escoger
las baldosas para el baño y el comedor, en el ambiente fl otaba
armonía, energía positiva, fi nalmente nos sentamos con mayor
tranquilidad para hacer un viaje al pasado de una mujer que
sin mayor esfuerzo y sin mayor presión se ha convertido en un
ejemplo para las presentes y venideras generaciones.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
Bolivia Jiménez de Villarreal, es una mujer que se prodiga en
vitalidad, extrovertida, con una sonrisa cautivante, alegre, jovial,
de muy buena salud, y de energía desbordante aunque supera las
siete décadas de existencia.
Su sensibilidad es evidente, se conmueve ante la problemática
social que afecta a muchas personas: hombres y mujeres, niños y
niñas, no da brazo a torcer hasta cuando soluciona los problemas,
sufrimientos y pesares de quienes le solicitan y a quienes dedica
gran parte de su tiempo, porque las necesidades son muchas y hay
que dar de comer a muchos ancianos quienes sobreviven con este
sustento alimenticio y que a decir de nuestra emprendedora: “A
veces reclaman los viejitos porque no se les atiende como ellos
quisieran porque todo se alcanza acorde de la generosidad de
ciertas personas, pero en especial de mi persona”.
Desde niña aprendió y se identifi có con la clase media, con los de
menos recursos económicos, las castas, altas: social y económica,
eran excluyentes, sufrió en carne propia este tratamiento humano,
los “niños bien” no jugaban con Bolivia al “pan quemado”, se
entretenían solo entre ellos en el Parque La Libertad de esta ciudad,
que para esa época del año 1950 estaba cubierto de palmeras y
árboles de pino, quizás por esta malhadada experiencia para
nuestra protagonista la “inclusión” es parte fundamental de su
trabajo.
Como toda costeña, utiliza un lenguaje franco y directo, llama a
las cosas por su verdadero nombre, al expresarse se observa que
pone énfasis en todo lo que dice, para que se cumpla con aquel
principio: “lo que sale de la boca, del corazón procede”, a veces,
cae en ingenuidades, pero es así de franca y sincera, a los “monos”
los hemos catalogado por esa característica de transparencia, así
es Bolivia, clara y diáfana.
A temprana edad llegó del litoral ecuatoriano, aunque no se
advierte que le hayan reconocido con el apelativo de “mona”, por
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HISTORIAS DE VIDA
ser oriunda de Guayaquil, rasgos que se han perdido con el tiempo
y en la actualidad es una riobambeña con sobra de méritos porque
se ha destacado en nuestra ciudad como emprendedora y como
lideresa.
Uno de los primeros emprendimientos fue instalar un almacén
de materiales para la construcción, cerca del Colegio de las
Franciscanas, en las calles: Primera Constituyente y Magdalena
Dávalos, era una ferretería en defi nitiva, tan pronto como se
había casado atendió esta clase de negocio puesto que su esposo
debió trasladarse a Guamote para trabajar como Contador en el
Municipio de este cantón para sacar adelante su recién conformado
hogar.
Su familia es la principal preocupación, sus hijos y nietos
constituyen sus joyas más preciadas, admira y ama a su esposo, Don
Ecuador Villarreal, quien es su principal apoyo y su compañero
leal en todo emprendimiento o iniciativa que se ha propuesto.
La labor en el voluntariado y en otras tareas sociales ha sido
edifi cante a tal punto que Diario “La Prensa”, de esta ciudad, le
ha reconocido con el máximo emblema que otorga este medio de
comunicación a los ciudadanos que por su esfuerzo, constancia y
trabajo se han destacado en diferente quehaceres de su vida y la ha
declarado: El Personaje del Año 2010, una designación que pocos
chimboracenses han alcanzado.
Desde 1995, Diario “La Prensa” instituyó el galardón denominado:
“El Personaje del año”, para reconocer los méritos intelectuales,
profesionales, de liderazgo, mística de trabajo, creatividad, ingenio,
laboriosidad y buena voluntad para nobles causas, en este año se
incluyó a Doña Bolivia Jiménez de Villarreal por su tesón como
madre de familia, como emprendedora al mantener junto a su
esposo Don Ecuador Villarreal, una ferretería, por su dedicación
al voluntariado a través de lo cual atiende a niños y ancianos, por
su irrupción en el campo político, por su don de gentes, por su
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calidad humana, como madre, esposa y mujer ecuatoriana.
Doña Bolivia, o Doña “Bolivita”, como acostumbran llamarla sus
amistades o quienes la rodean, está inmersa en varias obras de
carácter social: atiende a personas de la tercera edad indigentes,
colabora con la Cruzada Social, con el INNFA, la Cruz Roja y
otras instituciones puesto que su identifi cación con los más menos
afortunados ha sido permanente.
Alguna vez incursionó en la política, participó en el evento electoral
del 1990 como candidata a Diputada por Chimborazo, afi liada al
partido Democracia Popular, de esa experiencia electoral tiene
gratos recuerdos, aunque los resultados cuantitativos no fueran
sufi cientes para que participara en el Parlamento ecuatoriano.
Como toda mujer ecuatoriana el camino recorrido tuvo muchas
espinas, muchos obstáculos que vencer, en una sociedad como la
nuestra en la que impera el “machismo”, ahora en menor grado
que en el pasado, pero sujeta a los principios que determinaban los
“varones”, superarse como lo logró Bolivia Jiménez es un mérito
de elevado valor humano.
La Historia de Vida de Bolivia Jiménez Ramírez se inicia a partir de
este momento, ella será el hilo conductor de la narración la misma
que se hará en primera persona y aparecerá en negrilla en el texto
impreso, nuestro trabajo se reducirá a darle el contenido social
que corresponde, se le ubicará en el contexto histórico que le ha
correspondido vivir y presentaremos un cuadro de conclusiones.
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HISTORIAS DE VIDA
GUAYAQUIL DE MIS CANTARES:UNA JOYA LLEGÓ DESDE LA PERLA DEL PACÍFICO
Al iniciar esta Historia de Vida de Doña Bolivia Jiménez de
Villarreal, tuvimos una reunión muy amena, interesante,
diáfana y cargada de anécdotas, de bromas, de dichos, una grata
comparecencia de la protagonista quien en primera voz dijo: Nací
en Guayaquil, pero según dicen mi mamá y mi papá, he vivido
allá poco tiempo, de tierna edad me han sacado de ahí, porque
mi padre siempre ha estado involucrado en el Ejército, entonces
acostumbraba a no dejar a su esposa, ni a sus hijos, sino que nos
llevaba con él a donde le correspondía trabajar.
Mi papá iba a cualquier parte con su familia, entonces yo soy
guayaquileña, tengo mis hermanos unos son quiteños, otros son
riobambeños y, Guayaquil, ahí fue mi lugar de nacimiento, pero
me crie totalmente en Riobamba.
Riobamba es la capital de la provincia de Chimborazo, asentada
en la Cordillera de los Andes, en el valle del río Chambo, se le
atribuye el apelativo de la “Sultana de Los Andes”, “Ciudad Bonita”,
“La ciudad de las primicias”, fi nalmente se la ha catalogado como
“Ciudad Universitaria” rodeada por seis nevados: Tungurahua, El
Altar, Carihuairazo, Quilimas, Cubillín y Chimborazo la montaña
más alta del Ecuador con una altura de 6310 metros sobre el nivel
del mar.
La distancia a Guayaquil es de cerca 232 km. y a Quito de 183 km.
Final del formulario Riobamba se fundó el 14 de Agosto de
1534, la primera fundación española por Diego de Almagro;
durante la colonia fue una de las ciudades más importantes,
donde la prosperidad se advertía por los edifi cios, iglesias de
hermosa construcción arquitectónica, y otros factores, misma
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que sucumbió en el terremoto del 4 de Febrero de 1797, luego se
produjo el reasentamiento en la llanura de Tapia partir de 1799,
desde entonces se levanta sobre una extensa planicie y hoy se
extiende como una ciudad pujante y vigorosa que recibe en su
seno a miles de ecuatorianos.
MI RIOBAMBA TIERRA LINDA…SIN IGUAL…
Les comento que yo quiero mucho a Riobamba, me siento una
riobambeña única, diría yo mucha mejor que aquellas que han
nacido aquí, esta es la ciudad que me vio crecer, donde formé un
hogar, que me ha dado lindos hijos, donde hemos prosperado,
donde tengo lindas amistades y donde me he ganado el cariño de
sus gentes, para mi Riobamba es todo, es lo mas lindo que me ha
ocurrido en la vida.
Yo recuerdo que en Riobamba había acequias, una en la calle
Guayaquil, otra acequia por acá por Bellavista, pasaba por el
arco del triunfo, yo siempre digo el arco del triunfo, al arco de
Bellavista, es que es bien lindo, es una obra preciosa, que casi no le
damos mucha importancia.
Siempre me he preocupado por conocer el origen de las cosas y
respecto al arco de Bellavista me dijeron que era obra de unos
alemanes que vinieron a trabajar en el ferrocarril, aprovechando
este acontecimiento construyeron la ciudadela Bellavista, la
primera ciudadela en el Ecuador, o también se dice la primera
urbanización, casas realmente hermosas y funcionales, hasta
ahora duran.
Las casas de la ciudadela estaban acorde con el nombre: Ciudadela
bellavista, porque las casas eran bellas, yo era muy pequeña, pero
así contaban los mayores, por eso repito lo que he oído.
Por otra parte las calles de Riobamba eran de tierra, por eso se
les decía “arena pupo”, los niños jugaban con la tierra, hacían
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HISTORIAS DE VIDA
grandes montones de tierra, elaboraban castillos de tierra, en eso
se entretenían, pocas calles eran empedradas con piedras de río,
como la 10 de Agosto, Primera Constituyente, Guayaquil, el resto
era tierra y muchos huecos.
Las casas en el centro de la ciudad tenían cubierta de teja, casas
grandes, la mayoría de un piso, pocas de dos pisos, en especial los
edifi cios públicos, algunas casas tenían caballerizas para poner a
buen recaudo a los caballos, las mulas o burros, así era Riobamba
cuando tuve uso de razón y de lo poco que me acuerdo.
Varias casas ubicadas alrededor del Parque Sucre, o del Parque
Maldonado tenían caballerizas, a veces llegaban con ganado
o borregos, acuérdense que en la casa mas humilde había un
gallinero, chancheras, criaban cuyes, conejos, últimamente que la
Dirección de Salud ya no permite la crianza de animales en los
domicilios.
No debemos olvidarnos que aquí había las carretas, era un cajón
de madera, digamos, jalada por una mula, que transitaban por las
calles de Riobamba, hasta había choques entre carretoneros, en las
carretas se transportaba mercadería, materiales de construcción, de
todo, llevaban la carga del ferrocarril a sus respectivos domicilios,
cuando todavía no había taxis, ni camionetas de alquiler, era muy
común observar dos o cuatro carretas transitando por la calle
Guayaquil o por cualquier otra vía, hasta hace poco tiempo vi la
última carreta del Siglo XXI.
Claro que pasada la mitad del Siglo XX ya había pocos carros, solo
los que tenían plata eran propietarios de vehículos, era un lujo
tener un automóvil por ejemplo, en esos años de la década del 60
o más.
Otro asunto, en ese tiempo Riobamba era una ciudad desolada,
casi abandonada, la mayoría de casas estaban en venta, decían
que todo Riobamba estaba en venta, es que como no había
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
universidades, familias enteras se iban a Quito o Guayaquil para
que sus hijos sigan los estudios universitarios y adquieran una
profesión, fue el gran éxodo de los riobambeños.
La desaparición del servicio de ferrocarril también fue el motivo
para que la gente salga de Riobamba y se vaya a vivir en otras partes,
en especial los que tuvieron dinero, los dueños de haciendas, los
pobres nos quedamos a esperar que surja esta ciudad, la que no
nos ha defraudado y aquí seguimos fi eles a esta linda y hermosa
ciudad a la que tanto la queremos y de la que tantos benefi cios
hemos alcanzado.
La luz era muy opaca, no alumbraba bien, las tiendas tenían
petromax, candiles, asi se alumbraba las noches, por eso es que
aquí en Riobamba se instaló una fábrica de velas que funcionaba
por el Colegio de las Madres Franciscanas, las casas mas humildes
se iluminaban con velitas.
Yo creo que desde 1963 empezó el progreso de Riobamba, las
autoridades se preocuparon por la luz, el agua, el alcantarillado,
los Alcaldes cumplieron, en parte, con sus promesas de campaña
electoral, los gobiernos de turno de alguna manera han atendido
nuestras necesidades aunque, a veces, hemos tenido que organizar
paros provinciales para que nos atiendan.
Ahora Riobamba es una belleza, es nuestro orgullo, recibimos
a miles de estudiantes de otras partes del país y del extranjero
para que estudien en las universidades con las que contamos
actualmente, turísticamente es una ciudad para que la visiten de
todo lado del mundo, creo que con la rehabilitación del ferrocarril
mejorará nuestra situación económica.
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HISTORIAS DE VIDA
LA TRAVESURAS DE UNA NIÑA QUE PINTABA PARA
GRANDE
La niña Bolivia Jiménez, debe haber sido inquieta, curiosa,
querendona a su familia, cumplidora de los deberes del hogar
y dispuesta a disfrutar de la vida sanamente aunque tenga que
romper esquemas, como cuando aprendió a montar bicicleta
desde muy niña.
Antes, estaban restringidas muchas diversiones para las mujeres,
se la consideraba como elemento decorativo, nada más, desde la
década del 80 como que en Ecuador se empezó a reconocer que el
hombre y la mujer son iguales y con los mismos derechos, de tal
manera que se exigió y se propuso la equidad de género.
Claro que en dos líneas resumimos todo un trabajo, una lucha
de las ecuatorianas cumplida durante el Siglo XX, desde gozar
del derecho al voto, de estudiar el bachillerato, de ingresar a las
Fuerzas Armadas, de ocupar funciones de alta jerarquía como la
Fiscalía General de la Nación, la Vicepresidencia de la Asamblea
Nacional o la Vicepresidencia y Presidencia de la República del
Ecuador con Rosalía Arteaga, todos estos logros han sido en base
de tenacidad, de valentía, de movilización porque los esfuerzos
han sido extraordinarios para que se reconozca que las mujeres
son tan seres humanos como los hombres y como tal deben gozar
de iguales derechos y obligaciones.
Como conoceremos a continuación Bolivia nació y creció en una
familia con principios religiosos muy enraizados en la tradición
católica, su madre con quien vivió mucho tiempo, hasta los 17
años, antes de casarse, fue su referente, del padre no guarda
mayores recuerdos porque su ocupación de militar no le permitía
compartir las vivencias de familia como le hubiese gustado, pero
de todas maneras tiene un profundo respeto a sus progenitores
y de ellos aprendió el sentido de responsabilidad, de cuidado y
educación que merecen los hijos. Así se expresa al recordar la
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
infancia de Doña Bolivia:
Mi mamá se llamaba Laura Ramírez Mora, mi papá Eliecer
Buenaventura Jiménez Revelo, mi madre tenía descendencia
colombiana y mi papá sus orígenes provenían de Tulcán, soy la
quinta de siete hermanos, cinco mujeres y dos varones.
Mi primera hermana se llamaba Luz América, digo llamaba
porque ya no está, murió, la otra se llama Aída Dorina, mi otro
hermano Jorge Washington, mi otra hermana Martha Marina,
yo soy Bolivia Victoria, tengo mi otra hermana que se llama Julia
Judith, la otra Marianita de Jesús y el último se llama Jacinto
Humberto.
Crecí en un hogar muy creyente, mi madre fue muy católica
proveniente de una familia católica, tuve la suerte de conocer
algunas tías religiosas, mamacita nos enseñó muchos valores
como: el valor del amor, el temor a Dios y el temor a los demás, el
respeto a las personas mayores, el respeto al ser humano y siempre
nos inculcaba y acostumbraba a ir a misa todos los días.
Muy de mañanita nos mandaba a misa a la Iglesia de la Basílica,
porque vivíamos cerca de la misma y siempre íbamos para allá y
cuando era Semana Santa, mi mamá, nos hacía ganar los primeros
puestos para que escuchemos los sermones, porque ella decía que
siempre hay que amarle a Dios como él nos ama.
A propósito, la Iglesia de la Basílica está consagrada al Sagrado
Corazón de Jesús, el edifi cio es parte del Colegio San Felipe Nery,
su construcción se inició 1883 y los trabajos concluyeron en 1915,
esta hermosa edifi cación se encuentra frente al Parque Libertad del
barrio San Francisco. En 1980 se inició una nueva remodelación
de la Iglesia.
Doña Bolivia Jiménez es muy categórica al hablar de sus principios
religiosos, producto de las enseñanzas de su madre misma que
infl uenció fuertemente en la personalidad de su hija, continuemos
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HISTORIAS DE VIDA
con el relato:
Yo tengo raíces muy buenas en el sentido de amar a Dios, a la
gente; en el sentido de respetar a los demás y amarnos entre
familia, porque nosotros con mis hermanos nos llevábamos muy
bien y además hay otra cosa que mi mamá era tan recta, pero tan
recta, que no nos dejaba, que ni nos miremos mal entre hermanos,
entonces, quizás, por ese temor también era que casi nunca
peleábamos, ni nos enojábamos entre hermanos.
Recuerdo que mamacita nos dedicaba todo el tiempo, puesto que
mi papá siempre estaba en su trabajo y es a la madre a quién le
correspondía la crianza y respondía por el comportamiento de sus
hijos, porque para eso es la madre. Fue mi mamá quien nos formó
y nos educó como ella ha sido educada, ella fue formada de una
manera muy, pero muy estricta, muy temerosa de Dios, y entonces
eso sembró en nosotros.
Mi mamá tenía muchas cualidades, y puedo decir que he sido
heredera de todas sus buenas costumbres y sus virtudes. Yo creo
que de mi mamá heredé todo, heredé todo porque yo también
amo a mis hijos, amo a mi hogar, amo lo que Dios me ha dado.
A mi mamá le encantaban las manualidades y a mí también
me encantan; nosotros nunca tuvimos empleados para que nos
atiendan en la casa, era mi mamá la que nos atendía, era mi mamá
la que tenía la casa limpia, la comida caliente, la ropa bien lavada,
bien planchada, por supuesto que nos iba enseñando a nosotros.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
MIS PADRES EN MI MEMORIA
Bueno mi papá, no es que yo sea muy exagerada, pero mi papá era
muy simpático, delgado, un hombre perfi lado, bien puestito por
asi decir, mi padre se involucró con el Ejército y cuando se jubiló
fue a trabajar en la Comandancia de policía en Quito, allí terminó
su ciclo de trabajo.
Era tan bueno, tan comprensivo que los días sábados mi mamá
nos bañaba y mi papá nos peinaba, mi papá nos arreglaba la
ropa, cuando éramos pequeñas, nos cocía las medias, veía si los
mandiles estaban limpios y bonitos, bien arregladitos.
Por supuesto mi mamá era la que lavaba la ropa, hervía agua le
volvía a hervir y ya tenía una linda, una maravilla la ropa, pero era
mi papá él que siempre se arreglaba y se sentaba con nosotros las
tardes hasta que mi mamá nos prepare el rompope.
Todos los sábados nosotros tomábamos rompope con una
palanqueta y mi papá nos cocía las medias, nos arreglaba la ropita
que teníamos, mi papá era muy comprensivo, muy conversón, él
era así con todas las amistades, tenía tantas amistades, para decir
la verdad le estimaban mucho los amigos.
Cuando mi papá dejaba el uniforme de militar se ponía terno,
nunca, nunca, anduvo sin terno y corbata, él era así, no es que
tenía tantísima ropa, pero mi padre fue muy elegante, la gente
que a mi padre le ha conocido me ha dicho, que mi padre era un
caballero en todo el sentido de la palabra, eso me ha llenado de
orgullo y he agradecido por esas bonitas expresiones.
Además de conversón, muy comedido que le decían: “verá vecinito
vendrá para que nos ayude”, él estaba ahí y para nosotros era un
lindo porque él no auxiliaba, mi mamá era de carácter bien fuerte,
muy estricta, cuando nos quería castigar, papá decía vengan acá,
vengan, vengan, así era la abuela, así era la mamá de esta mujer.
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HISTORIAS DE VIDA
No se me ha borrado de la mente la letra linda que tenía mi
papá, qué maravilla, una caligrafía preciosa, mejor que la de los
amanuenses quienes también se destacaban por su impecable
caligrafía, ahora todo meten en la computadora entra por un
lado y sale por otro y sino dicen que se ha traspapelado, ese es el
cuento, antes no había virus y nuestros padres conservaban unos
libros hermosos con una letra de admiración verdaderamente.
Cuando papá estuvo en el Ejército ecuatoriano, en esa época
les han sabido llamar carabineros, por esa razón él organizaban
cursos para que enseñe a disparar, decían que para el tiro al blanco
era muy bueno, se destacaba en el cuartel y le ocupaban para estos
menesteres.
Una vez le ordenaron que fuera a Yaruquíes para que le enseñara
a disparar a Don Segundo Granda, padre de los Doctores Washo y
Rafael Granda, del Ing. Hugo Granda, para esta actividad le daban
permiso en el cuartel con conocimiento de los comandantes,
entonces era un verdadero instructor en disparar armas de fuego.
Mi papá también había tenido un instructor solo recuerdo
el apellido Sarmiento, le visitaba en la zona, a igual que Don
Manuelito Poveda, eran íntimos, ellos le acompañaban a mi
papá y yo también me incluía, como era novelera, no faltaba a
esos paseos, regresábamos muy tarde, muy noche, al pasar el río
Chibunga comentaban que si no es bautizada se puede quedar en
el agua, así decían de mi hermana Marianita que no había sido
bautizada, tenían esa creencia que el diablo va a salir.
Con mis papás íbamos a Chambo donde tenían unos compadres,
lindo era ese paseo, me divertía mucho, me gustaba la naturaleza,
corría por el campo, admiraba todo lo que no veía en la ciudad, los
amigos de papá se portaban muy bien, eran generosos, comíamos
de todo, jugaba con mi papá.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
LA NIÑA “BOLI” EN LA ESCUELA.
Recuerdo cuando niña, me gustaba participar en la escuela en las
horas sociales, cómo se llamaban antes, se conocía con eso a las
comedias que se realizaban por fi estas o alguna celebración, me
encantaba eso, me encantaba, por ejemplo creía que algún día iba
a ser artista y me gustaba el escenario.
Me gustaba el deporte, también jugaba básquet desde muy
pequeña, en la Magdalena Dávalos, me gustaba la gimnasia, me
gustaba el ciclismo y siempre cultivé algo de todo eso.
No sé si ustedes, por lo menos, han oído que el parque Libertad
era cerrado de palmeras y cipreses, entonces yo recuerdo ahí en la
esquinita de San Francisco había una tienda de bicicletas que era
del señor Ricaurte y allí, alquilaba una bicicleta para pasear en el
parque.
Había unas bicicletas bien chiquitas, como yo también era pequeña
entonces siempre tratábamos de tener unos centavitos, porque
era muy barato el alquiler y alquilábamos 15 minutos, tenía mi
hermano Washington que era ya más grandecito y me llevaba para
aprender a manejar bicicleta, a escondidas, en el parque, porque
decíamos: ahí no transita mucha gente y así aprendí.
Les diré que de niña yo siempre me sentí feliz porque tenía mi
cama para descansar, mi mamá nos daba algún caprichito, por
ejemplo, si era mujercita nos daba una muñequita de cualquier
calidad, pero eso era lindo.
Nunca se les ha dicho estoy con hambre, el niño nunca le dice a
usted eso, porque la mamá ya sabe que está con hambre y trata de
darle de comer, entonces una se siente feliz, creo que los niños a
menos de que crezcan descuidados o sin amor, se puede creer que
conozcan la infelicidad.
Yo no creo que un niño conozca nada de eso, siempre está feliz,
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HISTORIAS DE VIDA
yo me he sentido feliz siempre, no he podido diferenciar lo que
es tristeza y felicidad, yo siempre creí que yo era feliz porque en
medio de lo que no éramos de dinero, jamás nos faltó nada, que
más quería uno para ser feliz si se contaba con los padres, los
hermanos, la familia en general.
Tengo tantos recuerdos de mi infancia, tantas cosas lindas, a mí me
encantaba en aquel tiempo jugar en el parque La Libertad, donde
siempre la sociedad de Riobamba sabía jugar al pan quemado,
pero sólo se reunía la gente de bien, y digamos la que creíamos
nosotros que era la crema y nata de nuestra sociedad.
Ellos sabían tener eso, a mí me encantaba, yo decía cómo será eso,
o sea que yo eso soñaba, decía: cuando seré yo así, cuando tendré
esas posibilidades de poder llegar a eso y claro que no lo cumplí
porque de repente ya dejaron de jugar en el parque, pero después
de muchos años.
Me encantaba salir cuando había los desfi les, que siempre ha
habido, para que lancen las serpentinas y que me llegue un rollo
de serpentina a mis manos, para mí era una felicidad, era algo
hermoso, algo lindo.
Desde muy pequeña como que Dios me permitió ese privilegio de
saber discernir las cosas, de saber diferenciar lo que era bueno y lo
que era malo, entonces también tenía la formación de mi madre
que siempre nos crió temerosas de Dios, eso me quedó como raíz.
Siempre tenía eso que no podía hacer cosas malas porque Dios
nos está viendo, Dios nos puede castigar, Dios nos puede probar.
Quisiera decir que soy muy sentimental, así he sido toda la vida.
Otra de las cosas que a mí me ha gustado es componer poesías,
aunque no he sido poeta, no tuve esa suerte, pero si me gustaba
hacer esos versos de lo que me inspiraba, por ejemplo, miraba,
diga usted, las estrellas o miraba la luna, escuchaba canciones de
la luna y yo creía que era de verdad lo que decían que la luna tenía
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
amores que no sé qué y yo creía todo eso, entonces como que me
permitían vivir todas esas cosas.
Ya dije que me gustaban los juegos, que disfrutaba con el juego del
pan quemado, donde se sabían esconder sorpresas, como poner
una joya, entonces uno de los organizadores escondía entre los
árboles, se reunía a todos para que busquen el pan quemado, y
gritaban se quema el pan y corría, corría la gente, pero ya digo eso
parecía inalcanzable para nosotros, porque esos juegos eran solo
entre las personas que se creían de la alta sociedad, así era, es la
verdad.
El juego tiene un signifi cado muy importante en la vida de los
niños, no sólo por el contenido lúdico, sino también porque
contribuye al desarrollo de éstos, tanto cognitivo, así como para
el desarrollo de la formación personal y social de los niños, por
cuanto a través del juego se expresan libremente, desarrollan
su imaginación, como también crean su identidad, autonomía y
fortalecen las relaciones humanas con otras personas.
La protagonista de esta Historia de Vida dice puntualmente,
respecto al juego del “Pan quemado”: “…esos juegos eran solo
entre personas que se creían de alta sociedad…” lo que revela que
su condición de clase media le impedía compartir con otros niños
esta clase de diversión o juego.
El maestro y escritor ecuatoriano Fausto Segovia Baus, en su
libro: “Juegos infantiles del Ecuador” describe de esta manera el
juego del “Pan quemado”: “Todos los niños en círculo. Un niño
sale del grupo y se cubre los ojos con un pañuelo hasta recibir la
señal. Entretanto otro niño esconde un objeto.. Cuando los niños
gritan en coro: “Se quema el pan”, será señal para que el niño que
está cubierto los ojos comience a buscar el objeto escondido. Los
demás niños le orientan el camino diciéndole: “tibio”, “caliente”,
“frío”, o, “se quemó” cuando está cerca, muy cerca, lejos y lo
encontró respectivamente.” Es un juego de acertijo de escondidas”.
24
HISTORIAS DE VIDA
Nosotros añadiremos que el juego se reinicia cuando el niño que
tenía tapado los ojos con el pañuelo se descubre y persigue a otro
de sus compañeros para que tome la posta y se vuelva a jugar al
“Pan quemado”.
En los juegos tradicionales o populares las personas participan
con los demás y no en contra de los demás, esto es signifi cativo,
porque lo importante es socializar pautas de comportamiento
colectivo y desarrollar destrezas, entre grupos diferenciados de
edad y género.
Doña Bolivia hace esfuerzos para recordar su niñez, su rostro como
que se rejuvenece, sus ojos brillan, tantos recuerdos guardados en
el baúl de su conciencia, guardados con tanto cariño porque se
advierte que a pesar del modesto presupuesto familiar con el que
sobrevivían no tuvo mayores sufrimientos o limitaciones, su niñez
fue normal y con relativa felicidad.
A diferencia de otras emprendedoras, Bolivia se forjó en una
condición de vida de clase media, no le faltaba nada, tampoco
tenía en abundancia, pero tampoco llegó al grado de pobreza como
para desesperarse y atormentarse, su vida de niña, de adolescente
y de señorita transcurrió sin mayores difi cultades y sin mayores
ambiciones, se trataba de una mujer cuya aspiración era la normal,
la de todas, estudiar, casarse, conformar una familia, tener hijos y
envejecer dignamente.
Cuando se refi rió a los años de su niñez, su rostro se inundó de
nostalgia, mucho más cuando recordó el tiempo cuando fue a la
escuela y, en especial, cuando estuvo en el Colegio Maldonado,
como eran pocas las mujeres que estudiaban en ese plantel, tanto
profesores como compañeros las consentían y las respetaban, en
suma eran motivo de toda clase de atenciones. Así se expresó
nuestra emprendedora:
Yo no he tenido muchas ambiciones de que quiero ser algo o voy
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
a llegar a esto, a medida que una se va desarrollando, siempre he
dejado que el tiempo vaya pasando, es decir le he dado tiempo al
tiempo.
Cuando estuve en el Jardín de Infantes, recuerdo tanto a mi
profesora, era una señorita de apellido Vallejo, de ahí pasé a la
escuela, Magdalena Dávalos, luego a la Escuela 21 de Abril, me
gustaba verme en el espejo y decía yo ya estoy más grandecita,
estoy creciendo, cuando tuve diez años estaba más contenta
porque sentía que estaba más grande, y aprendía mejores cosas.
En la primaria como todo niña y como toda adolescente, les
cuento, que a mí siempre me ha gustado participar en las comedias,
era parte del elenco de artistas que se presentaba en la escuela,
siempre me tomaban en cuenta en representación de la escuela,
fui una verdadera actriz.
Doña Bolivia Jiménez se educó en la escuela “Magdalena Dávalos”
y hay que reivindicar el valor de la patrona de esta institución
educativa recurriendo a la Historia en donde se consigna el
siguiente acontecimiento con lo cual se demuestra, en parte
la calidad humana y la valía de su intelecto: “Doña Magdalena
Dávalos, natural de Riobamba, llamó la atención de ellos (los
sabios franceses) por sus conocimientos matemáticos y por el
estudio que había hecho de la fi losofía de Descartes”.
Lo que signifi ca que se trataba de una mujer llena de sabiduría,
a pesar de lo cual era una persona muy humilde, retirada a
vivir con su hermana en el Elén. Sigue el dato histórico tomado
textualmente del Portal de la Casa de la Cultura Ecuatoriana,
Núcleo de Chimborazo, del tema: “La rama femenina de la familia
Maldonado”, a la postre, Doña Magdalena Dávalos Maldonado fue
prima de Pedro Vicente Maldonado, pero sigamos con la cita: “
Varios escritores como Federico González Suárez, Manuel
de Jesús Andrade, Isaías Toro Ruiz, Alfredo Flores Caamaño,
Julio Troncoso, Luis Felipe Borja, Manuel Ignacio Monteros,
26
HISTORIAS DE VIDA
Arturo Andrés Roig, y otros, afi rman que Magdalena Dávalos
perteneció a la Sociedad de Amigos del País fundada por Eugenio
Espejo en noviembre de 1791, como socia efectiva, o como
socia honoraria, o como supernumeraria. La dama riobambeña
aparece, efectivamente, entre los socios supernumerarios, en la
lista de integrantes de la Sociedad Patriótica Amigos del País,
en 1791, lista que consta en la Biografía de Espejo, de Manuel
Ignacio Monteros. Alfredo Flores Caamaño afi rma que fue
socia “honoraria”, junto con Zea, Nariño, Cuero y Caicedo... En
un artículo de Luis Felipe Borja sobre “La mujer ecuatoriana”,
publicado en Gaceta Municipal de Quito, 1932, se escribe:
“… Artista del pincel y de la pluma, de la música y de la escultura,
fue la única mujer que perteneció a la Sociedad Patriótica “Escuela
de la Concordia”, fundada en 1791 por Eugenio Espejo…”.
Arturo Andrés Roig, en “La Sociedad Patriótica de Amigos del
País, de Quito”, Colección “Todo es Historia”, No. 6, afi rma:
“De la lectura de los socios de la novel institución no surge, sin
embargo, sino muy marginalmente, la presencia de otros sectores
sociales. En primer lugar, hemos de mencionar la mujer. Hay una
sola, declarada integrante de la Sociedad, mas no como “Socio de
número”, sino como “Supernumerario”, la conocida señora Doña
Magdalena Dávalos, una de las mujeres más cultas del siglo XVIII
ecuatoriano. Nada sabemos de su actuación en la Sociedad de
Amigos, si bien la presencia de la mujer ilustrada, por obra sin
duda del propio Espejo, tuvo interesante lugar en las páginas de
“Primicias”…. Estaban, asimismo, entre los socios supernumerarios
los neogranadinos Antonio Nariño y Francisco Antonio Zea…”.
(El autor cita González Suárez, en su “Historia del Ecuador”).
Es un honor para Riobamba, indiscutiblemente, la inclusión de
esta mujer en la lista de esa Sociedad que tuvo dimensión nacional
y proyección internacional. Era necesario resumir parte de la
trayectoria de vida de Doña Magdalena Dávalos, patrona de la
Escuela en donde se educó Bolivia Jiménez.
Mientras tanto seguía nuestro diálogo, nuestra lideresa hacía
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
esfuerzos para recordar con precisión los datos de su vida, no es
que se había olvidado sino que eran tantos que hoy se agolpaban
para salir a la luz. Al referirse a sus compañeras manifestó:
“Tuve una linda compañera y la tengo hasta ahora, que se llama
Fanny Rivadeneira, esa chica fue mi compañera desde el jardín
de infantes y luego pasamos a la escuela y seguimos siendo
compañeras y después estuvimos en el Maldonado y seguimos
siendo compañeras.
Mi vida de estudiante ha sido una vida bonita en la escuela, porque
yo si pasaba entretenida, hacía los deberes, estudiaba, aprendía y
daba las lecciones, mi vida de escolar fue normal, sin tropiezos o
difi cultades, provechosa diría yo.
Como alumna no era ninguna maravilla, pero tampoco era
descuidada, me gustaba tener los cuadernos muy limpios porque
yo sabía que la actuación en clase nos daba puntos.
Yo no alcanzaba a estudiar, pero tenía buena actuación en clase,
así el examen no fuera tan bueno, en actuación de clase tenía muy
buenas notas, como siempre, eso me favorecía. Yo siempre era
así de cuidadosa, siempre tenía mis cuadernos impecables, bien
limpios.
LAS AGUAS BENDITAS.
Riobamba tiene muchas cosas que contar al mundo, fue una
ciudad con muchas particularidades, con costumbres que no
pueden quedar en el olvido como aquella de sacar a los niños en
procesión, con velas en las manos, para rogar a Dios a que arroje
las aguas benditas y evite la sequía, veamos cómo nos narra Bolivia
este asunto.
Nosotros, no sé cómo sea ahora, pero era un grupo de señoras
y nosotras chiquitas, guagüitas, salíamos desde la iglesia de la
Basílica, nos ponían en fi las para la procesión, transitábamos por
las calles, implorando, recitando súplicas, cantando, rezando el
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HISTORIAS DE VIDA
rosario y de ahí regresábamos a la casa.
El canto decía lo siguiente: “Misericordia Señor, echad tus aguas
benditas, para estas pobres criaturitas que no tenemos que comer”,
no me van a creer, pero al poco tiempo de esta procesión enseguida
llovía, coincidencia o no, pero allí tienen, esa era una costumbre
que se vivía en Riobamba, de lo cual yo participaba porque era
novelera.
Cuando ya no llovía, cuando se temía la sequía, nos sacaban a
los niños a recorrer toda la ciudad, con una vela encendida en la
mano, luego de la procesión regresábamos a la Iglesia a esperar
que Dios escuche nuestras súplicas, cuando no llovía se creía que
no se ha realizado bien el ritual de los niños.
A mi me encantaba participar en la procesión, ya cuando los días
pasaban soleados y no caía lluvia las mamás se preocupaban y
decían: “Hay que sacar a los guambras para que pidan a Dios que
llueva”, enseguida se organizaba en los barrios a los niños, se hacía
grupos y salíamos a recorrer las calles de Riobamba implorando
y cantando: “Misericordia Señor, echad tus aguas benditas para
estas pobres criaturitas que no tenemos que comer”.
Volvemos a la vida en la Escuela, Bolivia nos contará las experiencias
vividas en su segundo hogar porque tanto como dedicaba tiempo
para su hogar, se prodigaba por ser una muy buena alumna en
la escuela, en la que se destacaba porque era colaboradora y le
gustaba participar en los eventos sociales y culturales.
De las maestras que me acuerdo están la señorita Elvira Vallejo
y creo que ella llegó a ser rectora o directora, algo así, del Amelia
Gallegos, bueno un colegio que es de por acá, no me acuerdo bien
el nombre, pero Elvira Vallejo fue una linda maestra.
Claro, las maestras de la primaria de esa época eran excelentes,
pero que me disculpen las maestras de ahora, reciben tantas
capacitaciones y la calidad no es la misma, aunque no son todas,
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
pero creo que se ha perdido la mística del maestro, del profesor.
Nosotras, como alumnas, teníamos que estudiar porque había el
peligro de perder el año y no había las oportunidades que ahora
dan a los estudiantes que se presentan a un examen, y sí falló en ese
examen, le dan otra oportunidad, total que los estudiantes hacen
solicitud para que les hagan perder el año. Antes era lo contrario.
Es posible que nuestra emprendedora no haya contando con toda
la información necesaria, sin embargo de todas las facilidades
que reciben los alumnos para ser promovidos de año hay datos
elocuentes que revelan que los estudiantes ecuatorianos pierden el
año como se demuestra con la siguiente información:
En Diario HOY del 20 de Junio del 2010 se publicó la siguiente
información: “Según datos del Ministerio de Educación, a nivel
nacional, en 1997, se registraron cerca de 132 000 pérdidas de año.
En 2003, el número bajó a 108 000, mientras que en el período
lectivo 2004-2005, fueron 104 457 estudiantes. Durante el periodo
2008- 2009 solo a nivel secundario 68 000 estudiantes reprobaron
el año. En 2009 la Dinapen recuperó a 254 de 634 niños y
adolescentes desaparecidos. Muchos de ellos prefi rieron ir a casas
de acogida por temor al maltrato en sus hogares”
El entusiasmo de Doña Bolivia no se detiene, creo que es por
primera vez que da rienda suelta a los recuerdos de su infancia,
de su vida como estudiante de escuela y colegio, está muy feliz, no
es una novedad, porque la dicha siempre le ha sonreído aunque
en otras oportunidades ha sufrido inmensamente. Seguimos con
el relato:
Por otra parte, teníamos horas sociales y a mí siempre me gustaba
salir de mujer y siempre me ponían de hombre y a mí no me
gustaba. Yo recuerdo que cuando salí de mexicana, una sola
vez, fue con un vestido bien amplio, mi mami como era tan, tan,
hábil y tenía chispa para la creatividad, me hizo unas argollas de
30
HISTORIAS DE VIDA
mexicana, pero de cartón, poniéndome papel dorado, todos se
admiraban de lo lindo que quedó.
Solo así se hacía antes y hacían todas las mamás, no había para esos
gastos que ahora hay, que con solo ir al almacén cuánto cuesta,
y, cueste lo que cueste les compran, antes no era así, entonces la
única vez que yo salí de mexicana bailando el jarabe tapatío, me
lucí.
Cuando estuve en el Colegio Maldonado era bien orgullosa,
recuerdo tanto que sabía cargar el álgebra que todavía ni siquiera
nos enseñaban, pero yo siempre andaba con el álgebra en las
manos para que la gente que pasaba al lado mío crea que yo estaba
estudiando álgebra.
El Colegio Maldonado fue mixto cuando yo ingresé, tuve
compañeras maravillosas, profesores maravillosos, en aquel
tiempo era Rector el Dr. Sergio Quirola, él era el Rector, el
Inspector me acuerdo que era Don Cesitar Carrillo, yo he tenido
profesores como el señor Oquendo, el Doctor Hernández, bueno
si me pongo a acordarme y enumerar a todos faltara tiempo,
recuerdo al Sr. Pino, el Sr. Pozo, el Sr. Abdo, todos ellos fueron mis
profesores.
Al recordar el nombre de uno de los rectores mas destacados del
Colegio Maldonado de aquella época vale señalar que se trató de
un hombre muy interesante, intelectual, de amplia cultura, el Dr.
Sergio Quirola Alarcón, nació 13 de marzo de 1911 en San Isidro,
parroquia perteneciente al cantón Guano.
Se graduó como Dr. en jurisprudencia, profesión que no la ejerció
y durante su vida se destacó como un maestro de muchos quilates
intelectuales, en defi nitiva esa fue su vocación y es lo que mejor
hizo en bien de la juventud ecuatoriana.
Se inició en el magisterio como profesor fundador del Colegio
Montufar de Quito, inspector del colegio “Mejía”, Rector de
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
los colegios: “Montufar” y “24 de Mayo” de la ciudad de Quito;
Pérez Guerrero del Cantón Guano, Pedro Vicente Maldonado y
“Riobamba” de nuestra ciudad.
Ministro de Educación en uno de los gobiernos del Dr. José María
Velasco Ibarra. Además, fue Canciller de la República, Senador, por
dos ocasiones, Diputado electo en representación de la provincia
de Chimborazo, Sub Secretario de educación, cultura y deportes,
entre otros méritos que le adornan a este ilustre chimboracense a
quien tuvimos la oportunidad de conocerle y trabajar juntos.
Mas concentrada y mucho más empoderada de su papel de
narradora Bolivia seguía con el hilo de la Historia de Vida.
No me fue difícil estudiar en el Maldonado, el colegio ya era
mixto, funcionaba en el primer y segundo piso, el Colegio Carlos
Cisneros funcionaba en el tercer piso, pero de repente sentimos
que estábamos bastante estrechos, y el Colegio Cisneros se fue
donde es ahora las madres Marianitas, la parte esquinera, allá se
pasó el Colegio Cisneros.
Luego el Colegio Cisneros consiguió el edifi cio actual que antes
era una Escuela de Bellas Artes, bueno no les puedo decir cómo
hicieron pero lograron eso, cuando yo ya terminé sexto curso.
Cuando yo estuve en el segundo año del Colegio Maldonado
se dividió el Colegio en el Juan de Velasco y el Maldonado, así
fue, hubo una huelga y luego se dividieron y se repartieron a los
alumnos.
El Colegio Maldonado contaba hasta 1958 con la sección de
comercio, pero a partir de este año se separó a las mujeres y se
creó el Colegio de Administración y Comercio Juan de Velasco.
Recuerdo tanto esa huelga, salieron hasta los padres de familia y
como antes los postes no eran de hierro y tenían adentro vacío,
cogían piedras y golpeaban, eso era para llamar y dar aviso que
32
HISTORIAS DE VIDA
había la huelga, y hubo la huelga donde el colegio se dividió
entonces se hizo el Colegio Maldonado y Juan de Velasco, me
parece que esa fue la última huelga.
Dos acontecimientos signifi cativos que vale la pena rememorar
porque con el relato de Doña Bolivia y su declaración de que no
tuvo problema para ingresar al Centenario Plantel, nos vino a la
memoria los nombres de las primeras mujeres que solicitaron
matrícula en el Colegio Maldonado.
La primera mujer que ingresó al Colegio Maldonado en 1919,
Rosa Elvira Tamayo, la primera alumna maldonadina, no logró
graduarse, aunque según el testimonio histórico de Carlos Ortiz,
en 1942, después de 23 años de este hecho histórico solicitó
nuevamente matrícula para culminar sus estudios de bachillerato,
lastimosamente, en esa época, la Ley de Educación señalaba un
límite de edad para optar por el bachillerato lo que impidió que
se cumpliera con el anhelo de esta mujer quien se destacó en la
política afi liada al partido liberal.
También debemos consignar los nombres de la primera bachiller
graduada en el Colegio Maldonado en el año de 1922, se trata
de Doña Carmen Amelia Chiriboga, madre del actual Cardenal
Raúl Vela Chiriboga, misma que ingresó a cuarto curso, en 1919,
acogiéndose a la libertad de estudios vigentes.
Mientras tanto nuestra lideresa está enfrascada en recordar
su niñez, el camino recorrido por más de siete décadas, en
determinados momentos se pone circunspecta, refl exiona con
mucha sabiduría, su infancia y niñez fueron felices dentro de
un plano de la normalidad porque perteneció a una familia con
principios éticos, morales y religiosos mismos que se respetaron
para una convivencia en armonía y familiaridad.
Volviendo al aspecto familiar, como les digo, yo era tan religiosa,
me gustaba cuando era la Navidad y mi mamá nos hacía esperar
33
BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
hasta las doce de la noche que íbamos a la misa de gallo y
acostumbrábamos tomar el caldo de gallina y según era una
tradición, mi mamá nos hacia los buñuelos y, eso sí, recuerdo con
mucho amor hasta ahora.
Otra cosa, cuando era Corpus Cristi se acostumbraba a comer
toda fruta y mi mamá traía toda clase de frutas, no había una
que se la escape, si, nos traía todo eso, los llamingos y son esas
las tradiciones que todavía conservo, especialmente la Navidad,
igual no, pero si algo similar, hacemos los buñuelos y los tamales,
los famosos tamales que eran famosos en aquel tiempo, ahora
también siguen siendo y muy sabrosos.
Disfruto tanto con la gastronomía ecuatoriana, sí, me gusta de
todo, yo tuve una quintita y ahí criaba cuyes, criaba pollos, criaba
pavos, criaba patos, de todo tenía yo, pero lo que más hemos
comido es el cuy, el plato típico que es muy bueno y al menos
sabiéndolo como se cría, cuida, alimenta y después como se lo
prepara, es un platillo especial.
Antes se acostumbraba a contar historias y le pedíamos a mi mamá
que nos cuente, entonces mi mamá sabía contarnos la historia de
“la caja ronca”, nos contaba del “cura sin cabeza, de la llorona, del
duende” y nosotros teníamos miedo, pero le seguíamos pidiendo
que nos siga contando y nos gustaba mucho.
En mi vida como estudiante del Colegio Maldonado y como
deportista, la compañera de mi vida ha sido Fanny Rivadeneira,
todavía vive ella, otra compañera que tuve fue Serma Saquicela,
hija de don Sergio Saquicela que era el único profesor de música
en Riobamba, tenía otras compañeras Araceli Rubio, Virginia
Granda, todas ellas que éramos un bloquecito, nos encantaba salir
a pasear.
Cuando fui alumna del Colegio Maldonado algunos profesores
me decían: “No entiendo Bolivia, cómo tú juegas básquet, te vas a
34
HISTORIAS DE VIDA
los paseos, y tienes los cuadernos perfectos”, y así era, me ganaba
los puntos con eso para no estar al fi nal de año preocupada, por si
paso o no de año.
Salíamos a pasear por donde era la parte del Chibunga, detrás de la
Joya, la familia de Virginia Granda tenía una Quinta y nos invitaba
a jugar en el bosque, nos cogíamos de los árboles, pasábamos de
un árbol a otro, esa era nuestra diversión.
Creo que nací con la afi ción para jugar básquet, en la escuela yo
ya era parte del equipo, pero nada bueno porque a mí de repente
nomás me ponían a jugar y tengo unas fotos cuando fui deportista
que ha guardado mi hermana.
Cuando vine al colegio Maldonado aprendí mucho porque
me hicieron participar como es debido, yo era la capitana del
equipo, tenía unas lindas compañeras del básquet y no nos hemos
desvinculado del deporte.
Donde los Salesianos solo se educaban costeños y venían muy
buenos basquebolistas como Francisco Flor que creo fue un gran
entrenador, Bolívar Galiardo, había este señor que era Prefecto
en Guayaquil, Nicolás Lappenti, porque aquí se educaron ellos,
en el colegio Salesiano, aquí recibieron buenas enseñanzas de los
padres salesianos porque en ese tiempo era internado y con ellos
jugaba básket.
Con esa oportunidad se formaban los equipos, el colegio
Maldonado y el Salesiano, tenían sus equipos de varones,
equipo de señoritas en el colegio Riobamba, entonces había los
campeonatos y al menos al equipo del colegio Maldonado siempre
nos invitaban cuando había las fi estas en otras ciudades.
El más grande éxito que alcancé fue ser parte de la Selección
de Chimborazo para jugar en Quito el Campeonato Nacional
y llegamos a ser Vicecampeonas, después, al año siguiente, la
Selección de Chimborazo quedó campeón con Elva Chabata, Elva
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
Poveda, Libia Arellano, Bacha Albán, Enriqueta Domínguez,
todas ellas fueron compañeras mías de básquet, pero yo siempre
salía seleccionada del colegio Maldonado y las otras eran del
colegio Riobamba.
Siempre jugué con el 7 y a veces con el 13, sí, me encantaba el
número 7.
De lo que nos comenta Doña Bolivia y sus preferencias por los
números 7 y 13, haremos una aproximación esotérica de cada
dígito: el 7 contiene un valor sagrado importante, ya que está
formado por la unión del ternario y del cuaternario, un binomio
que en la tradición esotérica constituye el signo divino. De este
modo, el simbolismo divino (3) y el de la universalidad (4) están
unidos en una sola dimensión en la que lo espiritual y lo físico
conviven.
El 7 es el número de los pecados capitales y de las virtudes.
Hay 7 sacramentos, 7 dones del Espíritu Santo y 7 preceptos de
la Iglesia. El 7 es también la cifra de los signos de la Pasión de
Cristo, quien, además, exhorta a perdonar a sus enemigos 70
veces 7 (Mateo 22).
Asimismo, cabe recordar que las ceremonias dedicadas a Apolo
se celebran el séptimo día de cada mes.
En la cosmología compleja de los antiguos egipcios, el 7
correspondía esotéricamente a la vida eterna.
El número 7 se repite con insistencia en cuentos como el de
“Blancanieves”: sus 7 años, los 7 enanitos con sus 7 camitas, sillas,
platitos, esta constante intenta recordarnos su potencialidad en la
Creación.
En el Tarot, el Arcano Nº 7 representa el camino de luchas y
esfuerzos, pruebas, sufrimientos, pero que al fi nal, si se persevera
en el esfuerzo, y se tiene paciencia y serenidad, vendrá el esperado
36
HISTORIAS DE VIDA
triunfo.
En la tradición hindú, hay 7 rayos de sol: el séptimo, el del centro,
es la expresión divina que alcanza la tierra con un inmenso poder
y da a los hombres la fuerza de Dios.
Uno de los números cabalísticos más conocidos y de simbolismo
más siniestro es el número 13.
Nadie sabe a ciencia cierta porqué el 13 es un número aciago,
funesto, aunque hay varias teorías. Hay quienes adjudican el
mal sino del 13 a que el decimotercer capítulo del Libro de las
Revelaciones (Apocalipsis) trata sobre el Anticristo. Otros
afi rman que fue a raíz de la traición que el Rey Felipe el Hermoso
de Francia, hizo a los Templarios para apropiarse de los tesoros
que estos guardaban. Para evitar represalias, el Rey traidor ordenó
su aprehensión el Viernes 13 de Octubre de 1307.
Una curiosidad histórica es que la misión Apolo 13 tuvo una
pésima suerte dado que el cohete se lanzó a las 13:13 desde la base
39 (13+13+13).
Algunos edifi cios no tienen un piso decimotercero y los ascensores
lo omiten también. En hospitales y fi las para aviones se hicieron
desaparecer los números 13.
Para concluir nuestra emprendedora es una mujer de éxito, le
favorece el número 7, según la sabiduría, ha alcanzado poder,
después de haber librado varias luchas, luego de haber realizado
muchos esfuerzos en su vida familiar y una vez que ha demostrado
perseverancia y paciencia en todo lo que se ha propuesto.
Los recuerdos del colegio están directamente relacionados con
su primer y único amor, Ecuador Villarreal, es el centro de la
atención de su vida, de modo que mantengamos el interés en la
narración de Doña Bolivia.
37
BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
En quinto año del Colegio Maldonado le conocí al que ahora es mi
esposo, era mi compañero de aula, en sexto curso ya nos casamos,
salí de sexto casada, y bueno, las responsabilidades del hogar me
obligaron a que me olvidara de mis afi ciones deportivas.
En el colegio tuvimos un gran profesor el Dr. Hernán Márquez
quien le propuso a mi esposo, tan pronto como culminamos el
bachillerato, que trabajara en Guamote como Contador, porque
mi marido era un excelente alumno, y el Dr. Márquez era el Síndico
del Municipio de Guamote, por eso Ecuador aceptó la propuesta.
Mientras tanto, yo me quedé aquí en Riobamba, me puse un
almacén en la 10 de Agosto y Rocafuerte, a este negocio le
dediqué poco tiempo porque ya me embaracé, mi esposo tuvo que
renunciar al puesto en Guamote y se hizo cargo del negocio.
Desde que iniciamos nuestra línea comercial nos dedicamos a
los materiales para la construcción, como lo que tenemos hoy, no
hemos cambiado desde cuando abrimos el local el primer día.
Como ya empecé a tener a mis hijos; a mis niñas yo les tenía donde
las madres franciscanas y como siempre me ha gustado llevarme
con todos yo era bien amiga de las monjitas, pero sobre todo de la
rectora, a la que la inquietaba a jugar.
La directora decía: “Ven Bolivia, ven a jugar” y sabía jugar con las
monjitas, con mis hijas, pero por distracción, nada de competencias,
fue una linda temporada, todas las tardes jugábamos básquet.
Yo tendría unos 17 años de edad, cuando me casé, como repito
estuve en sexto curso, admiré mucho a Ecuador Villarreal, en
especial por su inteligencia, era muy inteligente y él también había
estado interesado en mi persona.
De él me encantaba que simplemente cuando no podíamos
resolver un problema el profesor le decía a Ecuador: “pase señor
Villareal y resuelva el problema” pasaba y él resolvía los problemas
38
HISTORIAS DE VIDA
de matemáticas que nosotros no podíamos solucionar, yo me
sentía muy feliz, en esos momentos y le admiraba mucho.
Así fue, en realidad, eso es lo que a mí me impresionó, eso lo que
yo admiré del que ahora es mi esposo, porque yo decía que lindo
sería convertirse en esposa de una persona tan inteligente como él,
yo decía que debía ser lindo, por eso me reservé a ese muchacho
para mi solita.
De pronto al unísono una carcajada al escuchar y observar la
expresión de picardía y de sinceridad de Doña Bolivia. El ambiente
en el que se desarrolla este trabajo de investigación cualitativa es
ameno, se respira transparencia. Un lenguaje lleno de franqueza,
sin adornos, ni frases estereotipadas.
Los recuerdos fl uyen a la mente de la lideresa con facilidad
asombrosa, describe los lugares por donde ha transitado,
puntualiza los detalles de cada circunstancia y siempre tiene un
califi cativo humorístico o una máxima de humor para hacer más
grata la conversación.
Las remembranzas acerca de la vida escolar de Doña Bolivia y
como estudiante del Colegio Maldonado han permitido que la
protagonista tenga un brillo especial en sus ojos, como que en la
máquina del tiempo, al retroceder en los años, volviese a dar vida a
esa niña traviesa y a esa jovencita consentida de los maldonadinos.
Su mayor felicidad está centrada en su familia, en su esposo Don
Ecuador Villarreal y en sus hijos, cuenta de ellos con mucho
entusiasmo, con ternura, con gozo y satisfacción, se descubre a
la madre dispuesta a dar todo por sus retoños, aunque tenga que
llegar al sacrifi cio.
39
BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
COMO UNA ESPINITA CLAVADA EN EL CORAZÓN…
Al recordar cómo fue la etapa de enamoramiento y noviazgo
nos comentó: “Mi marido, como todos los jóvenes, desde hace
mucho tiempo me había puesto el ojo, bueno, él ya había estado
enamorado de mi persona, pero yo sin saber, él solito haciéndose
ilusiones, es un decir nomás”.
Las risas y sonrisas inundan nuevamente la sala de Doña Bolivia,
otra vez retoma la calma, se pone seria y continua su relato.
Yo no estaba enamorada todavía, pero claro que me gustaba el
muchacho, ya les dije que le admiraba por su inteligencia y como
él empezó con sus cositas yo me dije para mis adentros: Así tiene
que ser la vida, me resigné, qué más me quedaba.
Bueno, nosotros sabíamos hacer prácticas de contabilidad en el
tiempo de Don Juanito Abdo porque estábamos en contabilidad,
justo cuando estudiábamos en sexto curso, el profesor nos llevó
a Ambato para hacer las prácticas porque él trabajaba en el
municipio de esa ciudad, allí hicimos las prácticas de contabilidad
administrativa.
Entonces, el joven Ecuador Villarreal me empezó a decir cositas
a la orejita, me cantaba una canción que creo que se llama: “eres
como una espinita”, si deben haber escuchado, dice: “eres como
una espinita que se me ha clavado en el corazón”, así creo que era,
la verdad que yo pensé que así debe ser la vida y ya pues me fui
enamorando de Ecuador y como relámpago nos casamos, estando
en sexto curso del colegio Maldonado.
Ecuador Villarreal es oriundo de Babahoyo, costeño, creo que por
eso hubo afi nidad conmigo porque yo también vine de la costa.
Lo que sucedió es que el hermano de mi marido: Jorge Villarreal,
fue el primero en venir a Riobamba, se había instalado un
40
HISTORIAS DE VIDA
almacén, los padres venían a visitarle frecuentemente y, también
le trajeron al que es ahora mi esposo, le matricularon en el Colegio
Maldonado en quinto curso y allí nos conocimos, luego nos
enamoramos y nos casamos en sexto curso.
ME CASÉ EN YARUQUÍES…Recuerdo tanto al que es ahora mi esposo, cuando estuvimos ya
en planes de matrimonio, pero era muy en secreto que no supo ni
mi mamá, ni mi papá, ni los papás de él, entonces yo le decía: “no
importa, yo voy a trabajar” y él me respondía: “Yo voy a trabajar, de
lo que sea y como sea yo trabajo y yo te mantengo, eso es todo…”
vea las ideas de antes, ahora ya no es así.
Me casé en Yaruquíes, sin avisar a nadie, ni a mis padres, como
dije, ni a los de Ecuador, fue testigo un gran amigo de mi esposo
Héctor Larrea, de los que tengo memoria, siempre mantuvieron
una gran amistad con mi esposo, es que frecuentaba el Club “La
Victoria”, cuya sede era la peluquería del Señor Víctor Niama, una
gran persona.
Debo confesarles que mi mamá no le quería a Ecuador, desde el
principio le tuvo mala voluntad, siempre me estaba reclamando por
esa amistad. Pero donde hay uno hay otro, se dice popularmente,
cuando ya fuimos enamorados, Ecuador se hizo amigo íntimo de
mi hermano quien también estudiaba en el Maldonado, entonces
él entraba en mi casa como San Pedro en Roma, entraba y salía sin
problemas.
Alguna vez mi mamá me dijo: “Oyes éste mono dizque es tu
enamorado y bueno tantas otras cosas groseras…”, Yo no le dije
ni, si, ni no…pero siguió con el sermón: “Cómo te vas a meter con
este mono, quién será, de dónde vendrá, qué te pasa, qué apuro
tienes,…” lloraba, gritaba, se ponía mal… pero yo ya le escogí para
compañero de mi vida y creí que eso era lo adecuado.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
Estuve fi rmemente convencida que estaba en lo correcto, mi
corazón me dictaba ese sendero, y mi corazón nunca se ha
equivocado, son cosas que dice la Biblia, usted lea la biblia, es
la palabra de Dios y va a ver que usted encuentra cierta paz y
tranquilidad en las necesidades espirituales que usted tiene.
Los resultados están a la vista tengo un lindo hogar, una preciosa
familia, unos hijos encantadores, unos bellos nietos y biznietos,
de modo que la determinación que tomé de joven fue la correcta,
pero siempre estando en compañía de Dios, de Jesucristo, es la
única condición.
La vida de matrimonio es tan linda por lo que yo no tengo de
qué arrepentirme, soy feliz y he sido feliz, claro que ha habido
momentos difíciles, pero transitorios, con paciencia he vencido
las temporadas de sufrimiento, lo que no falta en cada hogar, pero
cuando la pareja se ama, todo se soluciona.
Tener un hogar es una dicha, tener un esposo es lindo, porque
por ejemplo a mí que me encanta preparar la comida, cocinar, y
me encanta más, que me diga: “Qué rica que está la comida”, me
siento inmensamente feliz, igual cuando ya le sirvo la comida a él
y que me deje el plato limpio, para mí ese es el mejor halago de un
ser querido.
En ponderación que él no me diga: “Qué bella que eres, qué bonita
que eres”, no, pero que tenga gestos de caballerosidad, de gentileza,
eso siempre me ha gustado, para mí ha sido eso un estímulo. A
veces me decía: “Qué bonito el color de vestido que te has puesto
ahora”, ó sea esas cosas pequeñas, para mí eran grandes, porque yo
le amaba a mi esposo y le amo.
En lo que se relaciona con los gustos gastronómicos, a Ecuador le
encanta el pato en general, el aguado de pato y lo preparo de la
siguiente manera: Yo primero ahogo al pato, le corto el pescuezo,
luego procedo a desangrarle porque si no le desangro da un mal
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HISTORIAS DE VIDA
sabor, no vale, después de eso le pelamos, se le abre, se le saca
todas las vísceras, le alineo al pato, para luego cocinarlo.
Para el aguado de pato hay que hacerlo bien bonito, con presitas
y yo, por ejemplo, siempre he acostumbrado en el aguado de pato
poner hoja de laurel porque eso le da un sabor exquisito y le quita
el tufo que tiene el pato.
Con mi hijos he tenido una vida de dicha y felicidad, hemos sido
muy unidos, lo que sucedía era que Ecuador viajaba mucho y nos
quedábamos solos; por lo general, las noches, nos reuníamos en
mi cama y conversábamos de todo, les contaba muchas cosas de la
vida, hasta me inventaba cuentos o cosas, pero era muy hermoso
vernos juntos.
Como ustedes saben yo tengo 75 años, tiempo durante el cual he
saboreado de todo en la vida, pero no todo ha sido color de rosa,
hemos tenido duros momentos, cuando recién empezamos no es
que teníamos un buen almacén, con una gran posición económica,
no, no, no, éramos guambras, muchachitos, pero con muchas
ilusiones, entonces comenzamos a trabajar, ambos trabajábamos,
yo dejaba haciendo la comida y a mis tiernos hijos les cargaba al
almacén y allí empezaba la lucha, la lucha por la sobrevivencia y
la prosperidad.
Estaba consciente de que tenía que ayudar a trabajar a mi marido,
así me fui formando, aprendiendo a ser buena ama de casa, buena
esposa, compañera solidaria, así construí mi destino, ayudando a
trabajar, entonces, uno se fue formando así, así hice mi destino,
con perseverancia, con sacrifi cio, pero con mucho amor.
Pero con los jóvenes de ahora tenemos la culpa los papás porque
a la niña la criamos, mimándola, le decimos: “pobrecita, bonita,
linda, usted no se ensucie sus manos, venga a estudiar, con tal que
estudie, no haga nada en la casa”, ó sea que esa criatura no aprende
nada y cuando le corresponde organizar un hogar no sabe nada
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
de nada.
Al joven también le mal educamos diciéndole: “con que tú
respondas en los estudios, sufi ciente, para eso lucho, para eso
trabajo, pero dedícate a los estudios…”, con ese pretexto no saben
ni coger una escoba, se vuelven aniñados, inútiles, y después ellos
mismos se quejan y sufren porque no se les ha enseñado a trabajar.
Cuando están pequeños los niños se les cuida para que no salgan
a la calle, que no tengan ningún tropiezo, pero cuando crecen la
situación se agrava porque como jóvenes que son salen a pasear
y una como madre de familia se preocupa porque no se sabe con
quién pasan los hijos, cuáles son sus amistades, en qué andan, en
fi n es un sufrimiento.
Como padres de familia se les aconseja cosas buenas, se les
enseña hasta a saludar a las personas mayores para que sean
jóvenes educados, pero se van a la calle y no se sabe con quién se
encuentran, ellos dicen “mi mejor amigo” pero qué amigos, los
mejores amigos que les inclinan hacer malas cosas, a veces nuestros
hijos no reparan que se debe escoger a las buenas amistades.
Cuando ya empiezan con sus amoríos, se hacen novios al
cuarto día de conocidos, nosotras, en nuestra época, a nuestros
pretendientes, les teníamos parados en la esquina por varios días,
no es que a la primera declaración ya les aceptábamos, no era así,
ahora que todo es fácil.
Primero se les recibía como amigos simplemente, una vez que
se les conocía y si se portaban bien se les podía aceptar como
enamorados, pero eso solo para conversar en la puerta de la casa,
después si la relación era duradera se organizaba el matrimonio,
como ven la cosa no era tan fácil, se cumplía con varias etapas.
Ahora es diferente, los jóvenes actuales ven la vida de manera
distinta, ellos creen que es no más de formar un hogar, a veces, se
unen y cada cual sigue yendo a la casa de los papás para almorzar
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HISTORIAS DE VIDA
y merendar, cada quien por su lado, pero eso sí duermen juntos,
no puede ser, por eso fracasan los hogares porque no lo toman con
la seriedad que signifi ca iniciar un hogar.
O resulta que los supuestos “novios” como todavía no cuentan con
recursos económicos, hay que ayudarles y para eso se les acoge
en la casa convirtiéndose en nuevos hijos de familia, porque se
teme que vayan a pasar difi cultades, necesidades, por lo mismo
los papás nos convertimos en cómplices de su irresponsabilidad
y luego, al primer enojo, ya están buscando divorciarse, no puede
ser eso.
Yo quisiera que los jóvenes de ahora piensen bien que se den
cuenta lo que están haciendo, aprovechen el trabajo, el sacrifi cio
de sus padres y que ellos propiamente tengan algo que ofrecer
porque un joven que se casa debe saber de dónde va a mantener a
su mujer por lo primero, antes enseñaban eso que hay que saber
mantener a la mujer y a los hijos a como sea.
Recuerdo tanto a mi marido cuando estábamos ya en planes de
matrimonio, pero era muy en secreto que no supo ni mi mamá, ni
mi papá, ni los papás de él, entonces yo le decía: “no importa, yo
voy a trabajar” y él me respondía: “Yo voy a trabajar, de lo que sea y
como sea yo trabajo y yo te mantengo, eso es todo…” vea las ideas
de antes, ahora ya no es así.
Los jóvenes tienen que pensar, el tiempo de hoy está más difícil
que antes y si es que ellos han visto un ejemplo de lucha en sus
padres, de trabajo, de sacrifi cio, de amor y respeto que también
ellos traten de ser quizás iguales o por lo menos algo parecido a lo
que han sido sus papacitos.
Un asunto puntual con el que no estoy de acuerdo, hablando de
matrimonio, no comparto con el aborto, no puede ser, porque se le
priva a un ser vivo que está en gestación de la oportunidad de vivir
y nosotros no somos dueños de la vida de ningún ser humano,
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
además porque está en contra de las leyes de la naturaleza y de
Dios. Sería una gran ofensa a Dios que merece castigo.
Nuestra Emprendedora y Lideresa ha topado un tema muy
delicado y candente por lo que vamos a tomar datos de una
Publicación aparecida en Diario “El Universo”, de Guayaquil,
para reconocer que la situación de la mujer, en especial de las
adolescentes es harto difícil.
Declaraba el Ministro de Salud para el medio de comunicación
en mención, sobre el tema propuesto, en los siguientes términos:
Para Dávalos es “muy difícil” cuantifi car las expulsiones auto
provocadas porque –dice– los doctores instruyen a las mujeres
para que no lo digan. El Código Penal fi ja entre uno y cinco años
de prisión para quien se practica un aborto, o de seis meses a dos
años si el motivo fue “ocultar la deshonra”. También se castiga a
quien realiza esta intervención con penas mayores, según el caso”.
El mismo diario reseñaba que: “En el país se registran 300.000
embarazos por año, pero –según Bernarda Salas, directora de
Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud– uno de cada
dos es no deseado y uno de cada cinco es de adolescentes. Solo
en la maternidad de la Junta de Benefi cencia abortaron 15.121
adolescentes en los últimos ocho años y 5.376 tenían menos de 15 años.”
“Datos ofi ciales hablan de 30.000 abortos por año. La tendencia
es cada vez a aumentar y, de acuerdo a estudios, se calcula que esa
cifra podría triplicarse...”
Pero tampoco se ha cuantifi cado el número de mujeres que han
fallecido precisamente por someterse a abortos auto provocados y
los niños que han quedado abandonados, los problemas sociales
que se generan alrededor de este tema son graves.
No obtuvimos datos actualizados acerca del aborto por eso hemos
tomado como fuente una información aparecida en “El Universo”
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HISTORIAS DE VIDA
en marzo del 2008.
La posición de Bolivia Villarreal es terminante, no está de
acuerdo con la práctica del aborto y considera que hay que educar
sexualmente a los jóvenes para evitar estos riesgos y, en especial, la
mujer es la que tiene que respetarse y hacerse respetar.
Luego de pasar por el tema del aborto le preguntamos acerca de
una anécdota, alguna broma, en fi n aquellas cosas inesperadas que
se dan en el hogar y que provocan la alegría y la risa. Veamos lo
que comentó Doña Bolivia:
“A mí siempre me gusta, como se dice, cumplir, satisfacer a mis
hijos y me siento tan alegre, tan contenta, cuando ellos vienen
y traen a mis nietos y todo eso y saben decir mami, desde que
subimos las gradas ya olimos lo que están cocinando. Mi mami
está cocinando cosas ricas y se ponen muy contentos.
Entonces yo tengo esa alegría, por ejemplo ayer lo que pasa, se
fueron mis hijos, mi nieto grande no vino se quedó allá en Quito,
me llamó y me dijo: “Abuelita- ya de noche- Abuelita”, me dice, “le
llamo para felicitarla”, -yo dije mi hijo me llama para felicitarme
de esto del personaje- y dice: “porque el tallarín que ha hecho que
sabroso que ha estado, le felicito, ya acabo de comer este rato,
estuvo riquísimo”.
Son cositas así que para mí es algo que me permite vivir, al menos
yo no espero que sean cosas tan grandes o regalos enormes los que
me den para decir, no, me pueden conseguir, con lo más chico,
con eso lo que más me siento feliz, contenta y realizada.
Ah si yo les contara de mis primeras experiencias, bueno como yo
pues más me crie en la Sierra, mi mamá nos sabía dar por ejemplo
papas cocinadas y preparaba una zarza de queso bien rica y nos
ponía ahí, no sé si ustedes han comido, un plato bien sabroso.
Un buen día yo dije para mis adentros prepararé este platillo para
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
mi marido y justo en el almuerzo le serví papas con zarza. Ecuador
miró el plato, dio la vuelta con la mirada y me dijo: ¿Y qué es
esto…?, Le dije son unas papitas con zarzita de queso. Enseguida
se me rió y me preguntó. ¿Y esto quien te enseñó a comer…?
Ay tuve tanto dolor, tanta pena que diga eso como va a ser si era mi
costumbre, lo primero es que quería enseñarle mis costumbres y
me salió con semejante actitud, se me hundía el cielo con la tierra,
qué bochorno, qué iras.
Yo luché bastante para aprender las costumbres de él, de la comida
de la costa, y otra de las cosas que siempre me acuerdo que antes
vendían aquí en la Vienesa, unos pancitos bien bonitos como
palanquetas chiquitas, mi mamá siempre nos daba eso, compraba
la mantequilla, les cortaba y les ponía en la sartén como que ella
freía y decía mi mamá coman tostadas.
Siguiendo las enseñanzas de mi mamacita, un día, yo le hice el
desayuno a mi marido, recién casaditos, le hice tostadas, según
las costumbres de mi casa, y le serví para que se sirva en el
desayuno. Al ver el pan frito con mantequilla se me rio en la cara.
Le pregunté: ¿Por qué te ríes…? Que decepción que me dio, me
sentí abochornada.
Ecuador me replicó y me contestó. Esto que va hacer tostadas, esto
no son tostadas, las tostadas son…y me explicó cómo hacía las
tostadas su mamá, resulta que la mamá le compraba las propias
tostadas, él mismo le ponía la mantequilla y listo, en cambio
nosotros hacíamos otra cosa, pero eran mis costumbres y así de
esas cositas, ay tantas, tantas.
Al principio yo no puedo decir que le preparaba maravillas, tuve
la suerte de vivir con mi suegra una temporada, tuve la suerte de
llegar a ser tan íntima con las tías de mi marido, entonces yo dije,
me voy a poner las pilas y voy a aprender.
Mi suegra sabía cocinar maravillosamente bien y cuando yo recién
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HISTORIAS DE VIDA
me casé me dijo mi suegra, usted sabe hacer chanfaina, así dicen
los monos chanfaina y le dije bueno yo no sé qué es. Mi suegra
me siguió preguntando, pero sabe hacer estofado y le respondí sí
sé hacer estofado, pero estofado que mi mamá me enseñó pues.
Mi suegra se paraba ahí junto al fogón, (para tomarme la lección)
porque antes se usaba un fogón, era con carbón, no es como ahora
que se usa el gas.
Bueno, mi suegra me decía: a ver vamos viendo como hace usted,
entonces cogí la carne, la piqué, puse las cebollitas y todo eso, pero
con agua, y mi suegra me dice usted no sabe cocinar, pero no me
desilusioné, sabía que tenía que aprender y ya pues estaba lista
para conocer las costumbres de la familia de mi marido.
Mi suegra un tanto enérgica dijo, eso se cocina de esta manera,
bueno le dije enséñeme y yo lo voy hacer como a Ud. le gusta,
así empezamos la vida de hogar, nos fuimos conociendo y fui
aprendiendo a cocinar al estilo de la costa.
Algo que no me gustaba a mí y a mi suegra le encantaba todos
los sábados comer cuy asado, pero teníamos un hombrecito que
venía y nos daba pelando y abriendo, nosotros le preparábamos
en la cocina.
Un día le dije a mi suegra, yo puedo hacer lo que usted me mande,
hasta que me pare de corona, yo me paro de corona, pero a mí
no me mande a matar un cuy, bueno pero yo decía de labios para
afuera y, luego refl exionaba, si algún día me toca pelar un cuy
cómo voy hacer, tengo que aprender y experimentar.
Un buen día cogí un cuy, decidida a faenarlo, lo tomé del cuello,
lo estaba apretando, en esas circunstancias, yo primero casi grito y
lloro de la angustia, de lo que le apretaba al pobre cuy, ya no podía
más, allí lo boté, nunca, nunca he pelado un cuy con mis manos,
nunca.
Así es la vida, pero estas cosas, esas anécdotas ya digo, son las me
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
han servido y por lo que me fui formando como buena esposa,
como buena madre, como excelente mujer, en fi n, de todo he
debido pasar en mis años de matrimonio.
Otra anécdota, yo por ejemplo tejo, yo sé tejer y por eso se me
ocurrió tejerle un suéter para mi marido, yo también toda juiciosa,
para halagarle, amorosa, cuando ya voy con el suéter le digo ponte
tu suéter maridito y se puso el suéter.
¿Y esto? Me preguntó, le repetí, ponte, te queda precioso. Pero se
puso escamoso, diciendo: No, no, a mí esto no me vas hacer estas
cosas en tu vida. Yo molesta por cierto, le dije: Ah, bueno, no te
doy nunca más un suéter tejido por mis manos. Cuando tuve dos
suéteres tejidos les regale a mis sobrinos el uno, y nunca más tejí
para mi marido.
Con mi mamá aprendí a soletear las medias, es decir a remendar las
medias, eran tiempos difíciles, escaseaba el dinero para comprar
ropa nueva a cada rato, con esa costumbre tome los calcetines
de mi esposo y procedí a remendarles cuando se habían roto los
talones, hice un buen trabajo, haciendo como una redcita, todo
con cariño, tratando de ahorrar en benefi cio del hogar.
Acorde con la defi nición del Diccionario de la Real Academia de
la Lengua Española, “soletear” signifi ca echar soletas a las medias,
se trata de un verbo transitivo que ha entrado en desuso.
Para entender mejor, soleta es la pieza de tela con se remienda la
planta del pie de la media o calcetín cuando se rompe, a esto se
refi ere Doña Bolivia al soletear.
Esta costumbre se mantuvo hasta los años ochenta o noventa,
sin temor a equivocarnos, pero desde que se introdujo ropa de
la China como que se ha perdido esta actividad y por cuanto
las mujeres ya no tienen tiempo para esta clase de remiendos y
surcidos.
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HISTORIAS DE VIDA
Cuando un buen día mi marido me llamó la atención y me dijo:
“¿Oye así están bien los talones? Pero claro, le respondí, medio
nerviosita entre dientes pronunciaba: a ver, a ver, hasta que ya no
supe qué decir.
Luego Ecuador me recomendó que otra vez no haga así las medias
y que le compre nuevas y no lo que yo, amorosamente, había
remendado, se pueden imaginar que no aceptó las medias que yo
había soleteado. No sabía cómo agradarle, sinceramente.
A veces me ponía a pensar que no le gustaba todo lo que yo sabía
y había aprendido con mi madre, pero así mismo fue pasando
el tiempo y como yo me llevaba mucho con la familia de él, mi
cuñada y mi suegra, fui aprendiendo las costumbres de la familia
Villarreal.
Aprendí a cocinar al estilo de los costeños, me iba donde las
cuñadas de mi marido en Guayaquil, donde las tías quienes eran
tan lindas que me enseñaron muchas cosas, yo era tan jovencita,
en ese entonces, pero no me dejé, a mi mismo me decía, tengo que
hacer aquí yo las cosas y he ido aprendiendo, ahora en cambio ya
soy experta.
A los 21 años ya tuve mi primera hija: Miriam Patricia, tiene 52
años, de ahí tengo mi Mónica Isabel de 50 años, luego es Antonio,
bueno yo he tenido los hijos muy seguiditos casi con diferencia de
1 año, de ahí vino Héctor David y Rafael Alejandro, ahí se terminó
la familia. Pero me vinieron el montón de nietos, tengo 16 nietos,
6 bisnietos y no me pregunten los nombres que no me recuerdo.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
SERÁ MUJER, SERÁ VARÓN…
LO QUE DIOS QUIERA POR SER LA PRIMERA VEZ…
Su primera experiencia como mujer, como madre, su primer
embarazo, siente nostalgia, sus ojos se llenan de ternura, su rostro
resplandece, la mirada vuelve atrás y se convierte en la jovencita
aquella que sintió en su seno el nacimiento de la vida, el revolverse
de la existencia misma.
Los recuerdos se chocan entre sí antes de salir para comentarnos
los sentimientos, las experiencias, que afrontó cuando llegó su
primera hija, un regalo de Dios, un prolongarse de la familia, el
amor maternal le envuelve en una túnica que se torna en mística
expresión del misterio de concebir y dar la vida.
Bueno los tiempos han cambiado, es diferente lo que ocurre
ahora, con lo que ocurrió en mi época. Actualmente cuando
las jovencitas dejan de menstruar van donde el Ginecólogo, los
exámenes para verifi car el embarazo son de inmediato, se conoce
enseguida cuando una mujer se ha quedado en cinta.
En mi tiempo, no fue así, sencillamente cuando se suspendía
la menstruación se tenía por seguro que se estaba embarazada,
empezaban los estragos y una se ponía a pensar lo que signifi caba
llegar a ser madre, la responsabilidad que este milagro constituía,
cómo voy a organizarme, qué voy a hacer, pero va pasando el
tiempo y se va encariñando con la criatura, se la ama, se la siente,
algo hermoso, una sensación inolvidable.
Recuerdo que yo sabía deshilar las telas, de las que decían gasas
antes, yo les hacía las camisitas deshiladas, aprendí a tejer muy
bien la ropa de niños, tenía una gran amiga la esposa de un señor
Ávalos que tenía un almacén de muebles en la 10 de Agosto, ella
me decía quiere que le enseñe a tejer bien bonito y me enseñó a
tejer bien bonito.
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HISTORIAS DE VIDA
Yo le hice a mi primera hija esquimales, chambras, colchas, todo
le hacía, que como yo pasaba en el almacén, para no estar sentada
simplemente, ganaba el tiempo tejiendo y de ahí es lindo es
hermoso, lo que no es lindo cuando ya le viene los estragos, los
dolores, eso es lo más feo, cómo se sufre.
Yo por ejemplo no podía ver la carne frita, uy no podía ver las
empanadas, bueno eran diferentes, lo que si me gustaba eran
los agrios, el limón, eso me encantaba, en el otro embarazo me
gustaba la naranja, o sea que son diferentes, pero de que haya
tenido nauseas, que haya tenido bastante sueño, tal vez haya
tenido sueño, pero en aquel tiempo, no había tiempo para dormir,
no había tiempo, el trabajo a una no le daba tiempo.
El primer hijo, en mi caso mi hija, es lo más lindo, bienvenido
porque es el uniquito, entonces todo el tiempo va para esa
criaturita, por ejemplo para mi niña, que fue la primerita, pero
casi al año di a luz a mi otra hija.
Mi Miriam Patricia quedó a un lado, pobrecita la primerita ya
estaba descartada, ya no se le atendía que no llore del hambre, ni
tenerla limpiecita, que tenía sueño, se la acostaba, se la besaba,
porque a la otra ya estaba encima de una, estaba llorando y había
que atenderla. Las obligaciones seguían aumentando había que ir
al trabajo, había que cocinar, había que hacer todo en la casa y
atender el negocio, pero nunca renegué de mi vida, a Dios siempre
he agradecido por todo lo que me ha dado, en especial por mis
hijos de quienes estoy muy orgullosa.
Mi esposo no era aparente para complacerme en mis antojos
cuando estaba embarazada, no, no, nunca, nunca, yo bueno
también no era exigente, ni molestosa o imprudente, al contrario.
Yo he oído que cuando les da antojos de higos, a las 2 de la
madrugada, el pobre marido tiene que ir corriendo a buscar los
higos, o que quiere chochos, los chochos a la madrugada, no, no,
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
en ese tiempo no había ese lujo, no nos dábamos ese lujo.
Tenía antojos, muy bien, pues me dormía con mis antojos, y
despertaba a cumplir el antojo al otro día, así no más era. Ahora
es que todo es lindo porque yo oigo decía mi sobrina, no, una
amiguita mía dice que le da antojos de camarones porque vive
en la costa y el pobre marido tiene que levantarse a encontrar
camarones a la madrugada y tiene que traer el camarón porque
sino la señora ya mismito afl oja a su criatura.
Los tiempos han cambiado, antes no éramos muy exigentes,
sabíamos que en nuestro vientre crecía una nueva vida y nos
preparábamos de lo mejor posible, cosíamos los pañales, tejíamos
chambras, durante los nueve meses de embarazo nos dedicábamos
por entero a contar con todo lo necesario para cuando llegue el
nuevo hijo, era un ritual que cumplíamos al pie de la letra acorde
con nuestras costumbres.
Cada vez que esperaba un hijo era una experiencia distinta, pero
muy satisfactoria, de mucha ilusión, como si fuera la primera vez,
soñando para ellos que tenga todo y que no les falte nada, soñando
todo lo bueno del mundo para cada uno de ellos y de ellas, que
tengan bienestar para no verles sufrir, que se vayan formando
y desarrollando para que luego se independicen y formen una
familia como lo hemos logrado nosotros.
Creo que lo principal es criarles en la familia con buenos
principios, de honradez, honestidad, dignidad y laboriosidad,
luego darles una buena educación, para que se defi endan en la
vida sin esperar las herencias, ni la fortuna de los padres, si es que
lo tienen, porque es mal acostumbrarles, creen que es cuestión
de exigir y punto, no se dedican a trabajar sino a esperar que los
padres les den todo, se dañan el corazón y los padres solo sirven
cuando tienen dinero y si no se olvidan de ellos como en tantos
casos ha ocurrido y les han dejado abandonados.
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HISTORIAS DE VIDA
Los padres, después de que nos hemos sacrifi cado tanto, tenemos
que aceptar que a los hijos hay que formarles para que adquieran
valores, lo que dije hace un momento con principios porque un
hombre o una mujer sin principios, sin el temor a Dios, sin amar
a Dios, serían capaces de muchas maldades y víctimas de muchos
problemas, vicios, adicciones o resentimientos sociales.
Mis hijos han sido y son mi especial preocupación, esa
responsabilidad y misión no me la puede quitar nadie porque
con ellos he vivido, he sufrido, he disfrutado de penas y más de
alegrías porque son seres humanos muy especiales y que llegaron
a este mundo con la gracia de Dios.
Los chicos siempre tienen ocurrencias, siempre ellos pues tienen
sus gustos, sus deseos y los míos han sido así, muy ocurridos y
yo les he motivado para que se dediquen a algún deporte, les he
enseñado como deben proceder, pero tan solo mi David llegó a ser
un deportista destacado, luego se enamoró, se casó y se terminó
todo, eso fue.
CUANDO LA EMBARCACIÓN SE TAMBALEA
Cierto que la mayoría de vida ha sido felicidad, no puedo quejarme
porque Dios me castigaría, pero hubo momentos difíciles que
parecía que la embarcación se venía a pique, cuando mis hijos
ya comenzaron a crecer, como se dice a lanzarse al mundo, para
mi esa temporada fue muy dura que los padres no queremos que
nuestros hijos se descarrilen, que nuestros hijos estudien aunque
ellos no quieran.
A nosotros nos interesa que estudien, siempre se está con eso de
que tienes que estudiar, que tienes que andar con cuidado, van
pasando los años y qué vas a hacer de ti, siempre uno tiene eso,
que tenía que cuidarles demasiado a mis hijos, cuidarles, estar
pendiente, si ya vino, si no vino, que por qué no vino, que con
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
quien se encontró, para mí eso ha sido difícil.
Educar a mis hijos era difícil, cuando se me enfermaban no había
problema, yo corría al médico, traía al médico, les cuidaba, me
dedicaba por entero a cuidarles, que querían perder el año, nunca
perdieron el año, que tenía que ir a rogar al profesor que les haga
pasar el año, no, pero para mí si fue lo más difícil cuando pasaron
de adolescentes a jóvenes, eso es lo más duro, yo creo que para
todo padre la época más dura que tenemos con los hijos es esa
época.
Soy muy cariñosa con mi hijos, porque no es que ellos hacían lo
que yo quería, pero yo era muy protectora, eso me decían a mí que
tengo esa mala costumbre que por poco no les pongo debajo de mi
vestido para cuidarles y yo era así y tal vez en ese sentido yo tuve
ese amor egoísta.
LIDERESA EN EL VOLUNTARIADO DE CHIMBORAZO.
Cuando crecieron mis hijos, cuando contaba con algunos
mediecitos, con pocos recursos económicos, fue cambiando mi
vida, me dediqué al voluntariado, entonces más y más me atrajo
eso de servir a los pobres, a las personas de la tercera edad, a los
niños desamparados.
Bolivia Jiménez de Villarreal se ha convertido en lideresa del
voluntariado de Chimborazo, esta Dama se inició en la actividad
solidaria una vez que sus cinco hijos estuvieron debidamente
formados, habían crecido convenientemente, desde entonces se
sintió un tanto autónoma, independiente y con la posibilidad de
ayudar a los que más necesitaban, en especial a los ancianos, a
los niños, además este don heredó de sus padre mismos que eran
muy sociables o “amigueros” les gustaba ayudar y estar en donde
les solicitaran. Al respecto así se expresó:
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HISTORIAS DE VIDA
Yo creo que nací voluntaria, creo que ya Dios me escogió mi
destino, mi camino, para que aunque tenga mucha obligación
con nuestro trabajo, con nuestra vida de casada, de madre y con
atención de casa y todo, yo siempre he estado con ese deseo de
servir, a mí me agradaba cuando era muchacha que iban así alguna
parte a ver a la gente pobrecita.
Antes no era pues así el voluntariado, bien unido, bien organizado,
ni nada, siempre había gente de muy buen corazón que le gustaba
visitar a los enfermos, le gustaba dejar comidita en algunos lugares
y a mí me gustaba acompañarles pero yo muy pequeña, estaba de
curiosa, pero de todas maneras por lo menos veía y por lo menos
aprendía, por lo mismo no puedo decir que a esta edad empecé en
el voluntariado yo nací con el voluntariado.
De niña tengo algunos recuerdos, algunas actitudes de solidaridad
para con mis compañeras de la escuela, amigas del vecindario, del
Barrio San Francisco, de joven cuando ya en el colegio recuerdo
algunas actividades de solidaridad con el propósito que la sociedad
mejore, esas fueron mis gestiones dentro del voluntariado, en mi
infancia y en mi juventud, como he manifestado Dios me hizo
voluntaria desde el vientre de mi mamacita.
No puedo decir que en mi niñez tuve dinero, que mis padres
disfrutaron de abundancia, no, no, pero creo que si había una
chiquita diferencia entre compañeritas que legalmente no tenían
nada y yo sí tenía para vivir humildemente, comparándome con
esas criaturas, con esas compañeras mías.
Había a veces que ciertas compañeritas no tenían zapatos, una
lástima las pobrecitas, pero como yo tenía dos pares, el uno
regalaba; tuve una compañera de apellido Zapata, era muy pobre,
pero no faltaba a la escuela y era muy buena alumna, esta niña
jugaba a los porotos y lo que ganaba llevaba a la casa para comer
con su familia.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
Jugábamos a los porotos con una piedrita bien planita, como
chanta que decían antes y poníamos los porotos dentro de una
bomba y la que sacaba más se ganaba y mi amiga tenía tanta
suerte, tenía una mano tan maravillosa que ella con esa chanta así
pequeñita barría toda la bomba.
Mi curiosidad era saber qué hacía mi compañerita con tanto
fréjol, un día le pregunté: ¿Qué hace usted con tanto fréjol que
gana? Me respondió: “Mi mamá no tiene para darnos de comer
y todo el fréjol que gano llevó a la casa para cocinar, por eso
juego a los porotos…”, una vez que nos enteramos de la verdad le
regalábamos el fréjol, nos dejábamos ganar, pero yo siempre fui
mala para este juego.
Bolivia se inició en el voluntariado del Instituto del Niño y la Familia
INNFA, 1988, experiencia de la que tiene muy gratos recuerdos,
previamente participó como Presidenta del Comité de Damas
del Concejo Municipal de Riobamba cuando fue Alcalde el Dr.
Arnaldo Merino, estuvo vinculada al APANI, luego colaboró con
el Comité de Damas de la Cámara del Comercio, con un grupo de
amigas creó el Comité de voluntariado de Riobamba, también fue
designada Presidenta de Cruzada Social, a continuación asumió
la Presidencia de la Fundación Margarita Salinas de Alvarado, en
donde administra el comedor de la tercera edad, prácticamente
este ha sido el itinerario en cuanto a su trabajo en el campo social.
En 1984, período de la Presidencia de León Febres Cordero,
cuando fue Alcalde de Riobamba el Dr. Arnaldo Merino Muñoz,
me designaron Presidenta del Comité de Damas del Concejo
Municipal gracias a una personal invitación de Doña Blanquita
Navarrete, esposa del burgomaestre riobambeño.
El Ing. León Febres Cordero fue elegido Presidente de la República
del Ecuador para período de 1984 a 1988, cumplió con el mandato
siendo Vicepresidente el Dr. Blasco Peñaherrera Padilla.
58
HISTORIAS DE VIDA
Mientras tanto el Dr. Arnaldo Merino triunfó en las elecciones
para Alcalde siendo candidato por la Izquierda Democrática,
ejerció las funciones de Alcalde de Riobamba a pesar de las
difíciles relaciones con el gobierno de León Febres Cordero
Pertenezco al voluntariado organizado desde cuando funcionaba
INNFA, cuando Presidente de la República el Dr. Rodrigo Borja,
en 1988, con Judith Martínez colaboramos en esta organización,
ella entró de coordinadora, yo de tesorera, en aquel tiempo no
había esto de tantos programas que ahora han implementado.
El directorio estuvo conformado de la siguiente manera. Judith
de Martínez, Coordinadora del INNFA, Chabelita Cáceres,
Secretaria, yo Tesorera, así no más nos organizamos, pero siempre
estábamos juntas.
Yo tuve que hacer varios roles y de todo porque no nos mandaban
el presupuesto y de ahí nosotros pagamos a los empleados y de
todo con ese poquito de dinero que nos asignaban. Hacíamos
avanzar para todo, para dar de comer a la Casa Hogar donde había
muchos niños que recibían atención de la institución.
Se puede decir que ofi cialmente me inicié como Voluntaria en el
INNFA, pero antes ya estuve involucrada con la Cruzada Social:
como socia llevó unos 30 años y como Presidenta 17 años.
El ex-Gobernador de Chimborazo Lino Armijos colaboraba con
nuestra gestión, íbamos de un lado a otro abriendo voluntariados,
a veces nos fallaban porque organizábamos, se daba la apertura de
la organización, pero cuando volvíamos encontrábamos cerrados
algunos lugares, pese a que estaba nombrada la Coordinadora,
pero ponían muchos pretextos para no esforzarse y dejar morir
esta iniciativa. Concluido el período Presidencial del Dr. Rodrigo
Borja salimos del INNFA.
Regresé al INNFA cuando estuvo de Presidente Abdalá Bucaram
y le nombraron Coordinadora a la Dra. Eufemia Quisigüiña,
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
fui como tesorera, pero por poco tiempo como todos sabemos
cuando cayó Bucaram renunció la Doctora y lógicamente yo por
solidaridad.
Abdalá Bucaram Ortiz, ejerció la Presidencia de la República
desde el 10 de agosto de 1996 y fue cesado por el Congreso el 6 de
febrero de 1997.
Luego le nombraron Coordinadora a la Señora Mélida de Mendoza
quien me envió una esquela invitándome a que vuelva al Instituto,
pero no fue posible porque me había comprometido con el Ing.
José Brito Presidente de la Cámara del Comercio y apoyé la
gestión de este buen hombre y de su esposa Gladisita Velásquez
y porque además mi esposo estuvo como miembro del directorio
de la Cámara.
La Señora Mélida Andramuño de Mendoza estuvo vinculada al
Frente Radical Alfarista, FRA, razón por la que fue nombrada
titular del INNFA de Chimborazo, en la administración del Dr.
Fabián Alarcón Rivera quien ejerció el mandato del 11 de Febrero
de 1997 al 10 de Agosto de 1998.
Colabore con FAPANI, antes se llamaba APANI, Asociación
de Padres y Amigos del Niño Impedido, funcionaba detrás del
convento de las Madres Conceptas, se atendía a los niños que
tenían difi cultades con el aprendizaje, a los cieguitos, sorditos, es
decir se cumplía con una importante tarea porque antes nadie se
preocupaba de estas criaturas, muchas personas creían que era
por castigo de Dios que tenían esas limitaciones y defi ciencias.
Yo creo que a partir de entonces se fueron organizando mejor y
los no videntes consiguieron su propia sede, de igual manera los
sorditos, un acontecimiento digno de resaltarse porque se ofrecía
una mejor atención, Teresita Díaz que fue de FAPANI se quedó
con los niños que tenían difi cultades en el aprendizaje.
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HISTORIAS DE VIDA
En FAPANI que quiere decir: Fundación de niños de vida,
participé como Madrina o socia, no recuerdo bien, porque así
funcionaba esta institución y me gustaba Ayudar a los niños
quienes por tanto tiempo habían pasado olvidados, marginados, a
veces dicen que les escondían para que nadie se percate que eran
niños con capacidades especiales por eso aplaudo la labor del Sr.
Vicepresidente de la República, Lenin Moreno, porque gracias
a él se ha sacado del confi namiento a tantos niños y adultos
con estas características.Como les manifesté en APANI trabajé
con Teresita Díaz, cuando murió esta distinguida y bella dama
riobambeña propusimos organizar una Fundación, entonces se
creó la Fundación de niños de vida, FAPANI.
Como estuve vinculada a FAPANI debo reconocer la calidad
humana y de generosidad del Ing. Mario Arcos y de su esposa
porque ellos fueron los que donaron un terreno en la quinta que
era de su propiedad, para la sede de FAPANI, cuando se planifi có
construir un local le invitamos al Gerente del Banco Central
Ecuador Carlos Julio Emanuel, un verdadero caballero de honor,
quien colocó la primera piedra.
Cuando la conversación vuelve al tema del INNFA, nuevamente
se entusiasma Bolivia, se siente como el pez en el agua, cómoda,
vivaz, está en su salsa, es la institución a la que mas afecto le ha
prodigado, así se expresó al respecto.
Bueno yo siempre estuve en el INNFA, siempre, siempre, pero
de Coordinadora provincial pase 8 años porque me ratifi caban,
y me ratifi caban y a mí me encantaba, siempre me ha gustado, no
por el mando, no, no, sino por las posibilidades de servicio a la
gente, a los niños, a las madres desamparadas, y claro no era la que
disponía sino que me involucraba en la gestión a igual que todas
mis colaboradoras, por eso me gustaba y ahí nadie me decía nada.
Nuevamente las risas cambian el clima del ambiente, se desestreza
la sala y provoca la curiosidad de la auxiliar de servicios de la casa
misma que no conoce el motivo de nuestra carcajada.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
Cuando trabajé para el INNFA viví intensamente, había momentos
de felicidad, pero también sufríamos, era doloroso cuando se
descubría la enfermedad de una persona, cuando el médico
diagnosticaba y teníamos que enviarla a Quito.
Sacábamos dinero de nuestros propios bolsillos, hacíamos toda
clase de esfuerzos, viajaba el enfermo o la enferma a Quito, pero
que tristeza y que sufrimiento cuando volvía y nos comunicaba
que su mal ya no tenía cura, ya no habia nada que hacer, se pueden
imaginar cómo nos sentíamos en aquellas circunstancias, el dolor
que nos provocaba, muchas veces llorábamos de la impotencia de
no poder salvar a un ser humano.
Antes las casas o centros de salud atendían mal a los pacientes,
ahora es que con este gobierno han cambiado las cosas, sino antes
decían si es que no tiene plata para las medicinas, para lo que pidan
los médicos, mejor que ni vengan por los Hospitales, porque no
tenemos ni para una curita, así era, para operar el mismo enfermo
tenía que comprar el hilo o como se llame, era una barbaridad,
frente a esta situación teníamos que colaborar con plata y persona.
No es que me estoy quejando, ni sacando en cara, pero así se ha
trabajado, así se ha apoyado a las ciudadanos de escasos recursos
económicos, abriendo la boca al uno, al otro, nosotras en lugar
de ser parte del problema éramos la solución, presentábamos
alternativas, por eso confi aban en nuestra gestión y nos mantenían
en el cargo.
Pero también teníamos momentos felices en especial cuando nos
visitaban las Primeras Damas, nos entusiasmaba planifi car el acto
de recepción, éramos expertas para esos acontecimientos, porque
era la oportunidad para gestiones mejores y nuevos benefi cios
para la institución, era como cuando los niños esperan la navidad.
Recuerdo con mucho afecto la visita de la Dra. Ximena Bohórquez,
esposa del Presidente Lucio Gutierrez, ella me dio la oportunidad
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HISTORIAS DE VIDA
de informarle de la situación del INNFA, le hice conocer el Centro
Médico, que no contaba con una apoyo decidido, tenía que andar
recorriendo por los consultorios de los médicos para solicitar
ayuda, me pidieron que construya dos consultorios y así lo hice,
con autogestión.
Conseguí que los Médicos recién graduados vinieran al Centro de
Salud, les gustaba colaborar con mi persona, otro profesional del
que nunca me olvidaré es del Dr. Carlitos Mayacela, su solidaridad
fue muy importante siempre estuvo con una gran disposición para
apoyar nuestras iniciativas, contaba con dos auxiliares que las
pagaba el INNFA, teníamos servicio odontológico, organizamos
nuestro propio Comité de Damas amigas del INNFA, es decir no
descansaba.
Recuerdo a la Sra. María Páez de Granda, esposa del Dr. Washington
Granda, distinguida dama que hizo obra efectiva, apoyo a la
institución a través del Comité de Damas, ciertamente que fue
una mujer que por el cariño a los niños se esforzó e implementó
algunos programas que servían para el benefi cio de todos los
niños por esa razón colocamos un placa de reconocimiento que
con las nuevas autoridades ha desaparecido, una mala nota.
La actividad del INNFA no solo se reducía al Centro Médico, nos
dedicábamos a la organización de cursos: de tejidos, de bordado,
de costura, de cocina, para Navidad desde julio planifi cábamos
cursos de fi eltro, de todo hemos enseñado y con ello hemos
apoyado a las personas, niños, adultos y viejos, para que de alguna
manera mejoren su situación económica.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
MIS AMORES DEL VOLUNTARIADO.
Puedo decir que en el voluntariado he tenido algunos amores: el
INNFA, FAPANI, Cruzada Social, en esta última institución a la
que me invitó Alicita Chávez, a la que le agradezco toda la vida
por la oportunidad que me brindó, una extraordinaria mujer, con
una vocación de servicio laudable. Con Alicita nos conocemos de
toda la vida, desde muchachitas por eso que se le habrá ocurrido
invitarme a participe de tan linda obra.
En la Cruzad Social comparto con tanta alumna, jovencitas,
adolescentes, que vienen de todo lado de la ciudad, del cantón,
participan en talleres, estudian en los cursos regulares, se gradúan,
se hacen profesionales, en fi n una obra dedicada a las mujeres para
que mejoren su situación de vida, para que sean independientes,
para que eleven su autoestima, porque las mujeres somos tan
iguales que los hombres y como tal tenemos los mismos derecho.
Les cuento que un día de esos que son para recordar, el Señor
Samaniego, profesor de Cruzada Social, mi inquilino, además,
me insinúo que me graduara de artesana en Cruzada Social, al
principio me negué, yo había ido con otra misión a la Cruzada,
no para graduarme, pero este caballero tanto insistió que, en otra
ocasión, me dijo que en la Sociedad de peluqueros va a dar un
curso para que se gradúen por sus propios derechos, y me dejó
planteada la inquietud.
A la fi nal me dije, para mis adentros, es una buena oportunidad,
coser ya sé, acá hay buenas maestras, así que acepté la propuesta y
empecé a prepararme para obtener el título de artesana, contacté
con la Lcda. Lourdes Ramos, una maravillosa persona y una
excelente maestra, aunque debo reconocer en todas las profesoras
de la Cruzada Social sus virtudes y sabiduría, eso es cierto.
Un año me dediqué a esta tarea que me resultó muy agradable,
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HISTORIAS DE VIDA
coser ya sabía e hice valer esos saberes, esas experiencias que obtuve
en forma empírica, con la Lcda. Lourdes Ramos especializada en
alta costura, mis perspectivas cambiaron totalmente, a la fi nal
me gradúe de artesana, me sentí dichosa, feliz, ahora con mucho
orgullo ostento el título de artesana en Confección y Costura.
La vida tiene sus cosas, resulta que ya graduada de artesana, se
convocó a una nueva promoción para el acto de graduación y
justamente vino a presidir esa ceremonia el Dr. Peñafi el, Inspector
de Trabajo, quien me conocía y me invitó a formar parte del
tribunal de exámenes de grado, para mi fue un honor, por primera
vez me senté con las autoridades y examine a las alumnas que se
graduaban en esa fecha.
LABOR CON LA TERCERA EDAD
Como jubilada que soy estoy vinculada a REDENTERMAY, que
signifi ca: Red de adultos Mayores, es de la tercera edad, cuya
Presidenta, de este grupo, es Elvita Gallegos de Bustos, se trata
de adultos mayores del IESS, hacemos gimnasia y otra clase de
actividades. Estamos empeñados en propagar esta iniciativa a
nivel nacional, por cierto que en otras ciudades ya funciona el
REDENTERMAY.
Se puede decir que estoy seriamente involucrada con esta red
y por lo que he viajado a Brasil, a Chile, a Panamá al Congreso
Mundial de la Red, representando a REDENTERMAY de Ecuador,
también he participado en reuniones a nivel nacional en la
ciudades de: Cuenca, Loja, Quito y Guayaquil, tenemos pendiente
la conformación de un nuevo grupo en Santo Domingo de los
Tsáchilas, además les debo informar que nos hemos constituido
en Federación Nacional de REDENTERMAY.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
CRUZ ROJA ECUATORIANA
El Dr. Ramiro Guerrero tuvo la gentileza de invitarme a la Cruz
Roja, de igual manera me convocó la Sra. Servelia Duque y otras
amiguitas, me entusiasmé y formé parte del Comité Provincial de
voluntariado de damas de la Cruz Roja.
En esta condición he ayudado y he colaborado con la gestión
del Comité Provincial que como todos conocen se trata de un
movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado, la
acción humanitaria que nosotras desplegamos es a nivel de todo
el país, tenemos los mismos derechos y deberes de ayudarnos
mutuamente.
Lamentablemente suspendieron los comités de voluntariado por
lo que obligadamente tuve que separarme de la Cruz Roja, pero
siempre que estuve en este movimiento me sentí muy a gusto
y disfruté de lo que hice en bien de todos los que necesitaban
socorro.
VOLUNTARIADO = AMOR A DIOS
Es interesante escuchar el concepto que tiene acerca del
Voluntariado, defi ne como: Refl ejar el amor de Dios hacia los
demás y para lo cual no se necesita de cualidades extraordinarias,
ni de grandezas, se requiere de mucha creatividad, talento,
sabiduría, perseverancia y con una dosis enorme de fe.
Prosigue Bolivia Jiménez: No hay que ser millonaria para sumarse
al Voluntariado, estar consciente que todos estamos en capacidad
de aportar alguna colaboración, algún aporte, donación en
efectivo para salvar vidas, para ofrecer momentos de felicidad a
quienes más lo necesitan, así defi niría al voluntariado.
Cómo se ha sentido usted todos estos años en el servicio a la
comunidad? Bueno yo quisiera decir que me siento contenta, que
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HISTORIAS DE VIDA
me siento satisfecha pero no, tengo la inquietud que hace falta,
que si yo puedo seguir trabajando, tengo que seguir trabajando,
si en mis manos está ayudar, favorecer, tengo que seguir haciendo
por ejemplo ya me voy a ir porque ya se acabó mis vacaciones,
tengo que irme ya al comedor de la tercera edad ahí voy a seguir,
sigo en FAPANI, y me mantengo en la Cruzada Social.
LAS FORTALEZAS DEL VOLUNTARIADO.
Para Bolivia Jiménez el voluntariado le permitió muchos benefi cios
le fortaleció el espíritu, se volvió más sensible ante los problemas
sociales que advirtió a lo largo de su vida, se conmovió con las
necesidades y sufrimientos ajenos, demostró solidaridad en todo
momento y creció espiritualmente.
La lideresa del voluntariado manifi esta: Lo que he hecho en el
voluntariado me ha dejado lecciones de crecimiento espiritual,
quizá eso ha fortalecido mi corazón, me ha enriquecido mi alma,
porque yo veo que se debe vivir para servir, si Ud. no está dispuesto
a servir, para qué vive.
Hay otra máxima que es muy importante: “que no hay que darles
el pescado sino hay que enseñarles a pescar”, cierto que son
palabras preciosas, pero en la práctica lo que hice en el INNFA fue
organizar cursos para que aprendan a tejer, a coser y mucha gente
que se benefi ció de esta actividad y son agradecidas, donde me
ven me recuerdan, porque después de que aprendieron a coser o a
tejer se instalaron talleres para mejorar su condición económica.
Dicen: “se acuerda de mi, ahora ya tengo mi tallercito de costura,
otra declara: yo tejo, yo me gano la vida tejiendo con eso mantengo
mis guaguitos”, todo eso me reconforta, me motiva a seguir en
el voluntariado porque todavía hay muchas mujeres que no han
recibido este tipo de cursos y siguen en la miseria, sin posibilidades
de trabajar.
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
Pero otra cosa es con los ancianitos, pobrecitos que ni con ellos
mismo pueden, cómo les puedo decir que busquen trabajo o que
vayan a trabajar, no, no, no, se les ayuda de otra manera, por eso
funciona el comedor en la Fundación
Les cuento un hecho doloroso, posiblemente ustedes han visto a
un señor en la otra esquina que tiene un cajón con el que lustra
zapatos, el cajoncito tiene una ruedita para facilitar la movilización,
últimamente no le he visto, creo que está enfermo, pero cuando
salía, todas las mañanas, a mi me causaba profundo dolor ver a
una persona en esas condiciones todavía trabajando para poder
sobrevivir.
Viendo eso le dije al maestro mecánico, vea maestro Carlos,
hágame un favor, digámosle al Señor betunero que cambie la
llantas del carrito porque con la llantita que tiene se atranca, no
puede mover el cajón y tiene que buscar ayuda a cada rato.
Le decía al maestro Carlos que tengamos consideración con el
hombrecito, que seamos comedidos. Tan pronto como apareció,
le abordamos, le propusimos la ayuda, no le iba a costar un solo
centavo, ese momento dijo “bueno”, pero no ha regresado más.
Lo mas doloroso es que el maestro Carlos ya se fue del barrio y
no sé cómo haría para solucionar este problema, en estos casos
estamos obligados a darle la mano, a ayudarle, a ser solidarios,
aunque no se ha concretado el apoyo, pero no se puede mirar con
ojos impávidos ante estos cuadros de pobreza y de necesidad.
En el caso de los jóvenes hay que enseñarles a trabajar, hay que
ayudarles para que consigan trabajo, en lo que sea, pero resulta que
cierto sector de nuestra juventud actual, sin ofi cio, ni benefi cio,
escogen los lugares de trabajo, lo que van a desempeñar que no
requiera de mucho esfuerzo o mucho sacrifi cio.
Desde el principio hacen cuentas lo que van ganar y preguntan
cómo y cuándo va a ser el reparto de las ganancias. Se imaginan,
68
HISTORIAS DE VIDA
ya no es el tiempo de antes que los padres de familia pagaban al
maestro para que aprenda el hijo el ofi cio, ahora escogen en dónde
trabajar, a sabiendas que no hay fuentes de trabajo y que teniendo
oportunidad deben agradecer por la oportunidad que les dan para
llevar el pan para sus hijos.
LAS EXPERIENCIAS EN DOS RELIGIONES.
Bolivia Jiménez demostró su amor a Ecuador Villarreal, hasta
en el aspecto de creencias y fe religiosa, siendo católica cambió
de religión porque su esposo, y su familia, eran miembros de la
Iglesia Testigos de Jehová.
Nuestra lideresa proviene de una familia eminentemente católica
practicante. Recuerden que su madre vivió en el Santuario de Las
Lajas, donde asimiló todos los principios de la religión católica
que luego exigió que practiquen sus hijos, lo cual se cumplió
estrictamente acorde con sus exigencias.
Ecuador Villarreal, en cuanto a religión, constituye la otra cara
de la medalla, su familia profesaba y participaba de la Iglesia
evangélica Testigos de Jehová, para la época, estamos hablando
de 1955, aproximadamente, era “pecado mortal” pertenecer a otra
religión o secta religiosa, a parte del catolicismo, las personas
que adoptaron otra opción fueron perseguidos, atacados y
estigmatizados. Doña Bolivia al topar este tema se torna mucho
mas seria, serena y con transparencia se refi ere a esta experiencia
que fue fruto del amor que le profesa a Ecuador, ahora esposo de
toda su vida.
Resulta que yo desciendo de una familia católica, mi madre había
vivido en el Santuario de la Lajas, porque el Obispo era tío y la
monjita Directora del Santuario era tía de mi mamá.
Mi abuelita que les había considerado tremendamente rebeldes, a
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
mi tía y a mi mamá, les había dicho: “Ustedes vayan a aprender y
a trabajar en el Santuario…” Mi mamacita nos contaba que en Las
Lajas tenían que baldear el convento, eso hacía mi tía, mamá había
sabido moler morocho porque es lo que comían antes.
Para decirles la verdad nosotros también comíamos morocho, nos
gustaba, por eso que aunque viejos estamos todavía enteros, a los
niños de hoy en día no les gusta estos platos sabrosos, comen otras
cosas, que no sirven para fortalecer el cuerpo, como dicen en la
televisión: “comen basura”.
Volviendo a lo religioso, en realidad mi madre era muy estricta,
nos llevaba a la misa, pasábamos en la iglesia, rezábamos, por
eso que yo decidí educar a mis hijas en el Colegio de las Madres
Franciscanas, mis hijos también pasaron por colegios religiosos,
esto ya estando casada.
Pero hay un antecedente, resulta que cuando Ecuador Villarreal era
mi enamorado le decía que no podíamos seguir de enamorados,
no era posible porque él era evangélico, testigo de Jehová, y yo
era católica. Ecuador me dijo que no había problema que ambos
podíamos seguir cada uno en su religión: “tú sigue siendo católica
y yo seguiré siendo cristiano”, pero aquí mi comentario, qué
cristiano si nunca iba a la Iglesia.
Ya pues, me convenció, total que nos casamos, cuando un
domingo me levanté temprano para ir a misa, un tanto apurada
porque después tenía que hacer el almuerzo y atender al marido.
Yo que estaba dejando la cama, me coge del pie y me dice: “¿A
dónde vas tan temprano…”, yo le respondí: “a misa”… no fue más.
Desde ese día me dijo: “Desde ahora no vas a ninguna misa, se
acabaron las misas para ti…” Yo me quedé asombrada, pero no
me quedé callada y le respondí: “Y…por qué no voy a ir a misa,
esa es mi costumbre, yo no puedo dejar de ir a misa, así me críe y
tu lo sabías…”
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HISTORIAS DE VIDA
Para qué les cuento, la verdad que fue una lucha intensa, tenaz,
desde entonces ya no fui a misa, como era guambra me resigné,
lloraba cada domingo, imagínense que no podía hacer lo que
yo creía, lo que era parte de mi espiritualidad, de mi fe, de mis
creencias.
Un buen día mi mamá me llamó la atención: “Verás que no estás
yendo a misa, no sé por qué, no te veo en la iglesia desde hace
mucho tiempo atrás…” Yo tuve que declarar la verdad: “Es que
mi marido no me deja, no me permite ir a misa”…mamá me
preguntó: ¿Y por qué no te deja ir a misa?...
Fue una dura lucha, yo le reclamaba a Ecuador porque no me
entendía, no respetaba mis creencias, no me podía obligar algo
que no quería hacer, hasta le decía que no me quería, que no me
conocía, y por eso no me comprendía. La verdad es que lloraba
mucho, hasta que con el tiempo tuve que ceder y participar en las
reuniones del evangelio.
Como les comenté hace un rato, mi marido no iba a la iglesia
evangélica, pero acudían mi cuñada y mi suegra, yo vivía con ellas
en esa época y por lo que mi cuñada me abordó y me dijo: “Verá
Bolivia no se le obliga a nadie para que vaya a la iglesia, yo le invito
para que escuchemos la palabra del evangelio, vamos a la iglesia
y Ud. decidirá si es que le agrada o no. Si es que no le agrada no
va ni a la misa, ni va tampoco a la iglesia evangélica, se queda en
la casa…”
Con este asunto de la religión yo había pensado muchas veces,
sabía que para ser feliz tenía que llevarme con la familia de mi
esposo y acepté la invitación de mi cuñada. En la iglesia evangélica
daban conferencias y yo decía que la conferencia había estado
buena, nada más.
Recuerdo que una noche que se había anunciado que se realizaría
un programa en la iglesia, me vestí de gala, un lindo vestido me
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BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
puse, con zapatos blancos, el color blanco me gustaba mucho y
nos fuimos a la iglesia, cuando de pronto cayó un aguacero que
por poco nos inundamos, casi salimos nadando, yo me sentí
molesta y me prometí no regresar más a la iglesia, pero en ese rato
por la iras.
Ya les he comentado que cuando recién me casé mi esposo
trabajaba en Guamote, yo vivía en la casa de mi suegra, algunas
noches me sentía sola, nostálgica, y pensaba que yo les acompaño
las noches a mi suegra y a mi cuñada, con ellas voy a la iglesia,
cuando de pronto algo pasó en mi interior, no sé qué, pero algo
sentí.
Yo creo que se produjo un milagro porque empecé a entender que
puedo concurrir a la iglesia evangélica para seguir y creer en el
mensaje de Jesucristo, eso era todo. Jesucristo se había sacrifi cado
por nosotros, eso era lo importante, derramó sangre por nuestros
pecados, murió por nosotros, para darnos vida eterna.
Desde entonces logre la paz espiritual, son tantos años de ir a la
iglesia evangélica, mis hijos son educados de esa manera, claro
que los varones no siempre van a escuchar la palabra del Evangelio
porque se escapan a otras cosas, pero no me cansó de decirles el
valor que tiene los principios cristiano, apegada a una expresión
cristiana: “Instruye al niño en su camino y él aunque esté viejo no
se separará de Él…” yo movida por esta máxima, les enseño lo que
es bueno y lo que es malo.
Gracias a Dios tengo mis hijas mujercitas ellas son muy buenas,
mi Mónica obtuvo la Licenciatura en Teología, ahora estudia en
la Universidad Cristiana Latinoamericana UCL, para alcanzar el
Masterado.
Mientras tanto yo voy a la Iglesia, yo amo a mi Señor, todo lo que
tengo es por el Señor me da, porque él q uiere y comparto con
ustedes esa alegría, esa felicidad, es hermoso conocerle al Señor
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HISTORIAS DE VIDA
Jesucristo.
Como les cuento resumido parecería que todo fue fácil, las
circunstancias fueron muy difíciles, la Iglesia de los Testigos de
Jehová estaba ubicada frente al Coliseo en la calle Pichincha y
Veloz, yo escuché de guambra que decían que no se debe pasar
por esa vereda cuando están haciendo el culto porque se ve a los
diablos que bailan encima. Se imaginan.
Cuando niña una se asustaba, tenía miedo pasar por esa calle, peor
caminar por la vereda, era feo, se trataba mal a los que llegaban a
la iglesia evangélica, es que antes no había otras iglesias, si temor a
equivocarme esa fue la primera iglesia en Riobamba, los católicos
perseguían a los evangélicos, les trataban mal, pero todo pasa en
esta vida.
Algunas personas iban a tirar piedras en el templo, gritaban cosas
inconvenientes, los evangélicos tenían recelo, caminaban con
mucho temor es que a veces la situación se ponía muy difícil,
había mucho asedió, persecución, ahora ha calmado porque los
tiempos también se han calmado.
Mi esposo es evangélico de ancestro, sus abuelitos habían sido
los primeros cristianos que empezaron a predicar la palabra
del Evangelio, luego fueron sus padres, las tías y toda la familia,
aunque Ecuador no haya practicado esta religión sin embargo
tuvo el acierto de ubicarnos en ese camino de la verdad, de la
palabra de Jesucristo.
Mi hijo Antonio me sabía llamar la atención, pero usted, me decía,
que mala que era, no. Yo le preguntaba: “Por qué era mala” Mi
hijo respondía: “ no ve que éramos chiquitos y como nos llevaba a
la Iglesia y nos dormíamos en las bancas y estábamos durmiendo
hasta que se acabe el culto y a usted no le daba ni pena de nosotros”.
Eso era verdad porque yo cargaba a mis hijos, yo no les dejaba en
la casa, no tenía quién les cuide, entonces yo les llevaba al culto,
73
BOLIVIA VICTORIA JIMÉNEZ RAMÍREZ
eso era lo que me reclamaba Antonio.
Sin embargo yo pienso que eso les ayudó, les favoreció para que
no cometieran errores, llevan esos principios en el corazón que no
deben hacer maldades, que tienen que seguir el camino correcto y
el camino correcto es seguir a Jesucristo, dar gloria a Dios.
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HISTORIAS DE VIDA
COMUNICACIONES
PEDRO VICENTEMALDONADO
TALLER FILOSÓFICOClínicaMETROPOLITANA
Historias de Vida