Download - Birongo ¿mito o realidad?
-
Birongo es la expresin de dos, tres y hasta cuatro
tiempos diferentes a la vez, ya que retoma da a da de su
pasado las fuerzas necesarias para no dejarse avasallar por
el futuro impuesto por los otros. Y eso mismo lo rescata el
autor cuando nos pasea por una geografa de contrastes y,
con un delicioso detallismo, nos hace querer a Birongo tal
como es, sin imposiciones de ningn tipo.
-
Bartolom Garca Moscoso
Birongo Mito o realidad?
Quirn Ediciones Caracas, 2005
-
Birongo Mito o realidad?
Autor: Bartolom Garca Moscoso
Hecho el depsito de Ley
Depsito legal If54820051332241
ISB 980-6306-44-9
Editado por
Ediciones Quirn S.A.
Coordinacin editorial: Marcos Fidel Barrera Morales
Arte: Jacqueline Hurtado de barrera
Noviembre 2005
Derechos exclusivos reservados para todo el mundo
Ediciones Quirn, Caracas, Venezuela.
Est prohibida la reproduccin total o parcialmente de esta publicacin por
cualquier medio mecnico, electrnico, qumico o telemtico.
Comunicaciones:
Telefax (+58, 212) 943 21 12 - 944 25 83
Coelec: [email protected]
Impreso en Venezuela por Impresos Notimer, C. A.
Printed in Venezuela
-
Agradecimiento
Agradezco a Dios todopoderoso y a mis padres y
muy especialmente a Cristo aparecido en Birongo, quienes
me dotaron de fuerza, estmulo y amor en la realizacin de
esta investigacin. Igualmente a la Dra. Rosa Montas su
colaboracin en la clasificacin, estructuracin y lectura de
los originales. Al Dr. Jos Marcial Ramos Gudez por su
apoyo, revisin y orientacin desinteresada en la
conformacin de este material y al periodista Marcos Fidel
Barrera Morales, Director General de la Fundacin Sypal, por
la diagramacin y publicacin de esta obra. A todos ellos y
muchas otras personas que voluntariamente dedicaron parte
de su tiempo a una preocupacin ma. Es grande y profundo
mi agradecimiento.
Bartolom Garca Moscoso
-
ndice
Presentacin..9
Prlogo....11
I. Datos geogrficos de Birongo15
II.Birongo,sus sectores, su gente..21
Los birongueros honran a Bolvar..35
Despus de siglos: la escuela unitaria.38
La casilla policial42
Dulceras.....46
III. Las cuevas Un incalculable atractivo turstico.55
IV.La canoa. Un medio de transporte contra es aislamiento.61
La tripulacin: Patrones y proveedores66
Los protagonistas y sus condiciones.69
La practica comercial..70
Luego del auge la cada..72
V. El aguacate: otro factor econmico de importancia75
El cochino como antecedente...77
Una nueva actividad econmica80
Nuevos entusiasmos..81
Movilidad socioeconmica..82
Aos de auge y aos de declive...............................................84
VI. La salud, un gran esfuerzo en Birongo87
Las mujeres: una presencia decisiva para la salud94
VII. Las parteras, aliadas de la vida en Birongo..99
-
Sus precursoras...101
Los preparativos.....103
El proceso....104
Sus nombres....106
VIII. La construccin de viviendas, un trabajo mancomunado109
Sus tcnicas. Las estructuras..111
El techo.....113
Las paredes .....115
El piso .....117
Fases finales.....118
IX. Birongo, un pueblo que se organiza119
1948: El sindicato agrario.....121
1960: Intento de la primera Junta Pro-Mejoras.123
1960: La Liga Agraria....123
1963: Comit Pro-Defensa del Pueblo Nuevo..124
1972: Segunda Junta Pro-Mejora..125
El Club Cultural y Deportivo Birongo..128
El Comit por la Unidad y Defensa de los Derechos de Birongo..129
De nuevo el Despojo....132
La Asociacin de Vecinos..133
Hacienda la integracin regional....137
La unin Cultural Races Pueblo Nuevo-Birongo..144
El Bironguero: un Peridico aliado ...147
X. Los caminos de Birongo, penurias y solidaridades151
El Callejn, especie de infierno inevitable.....155
En Curiepe.158
Importancia del camino Curiepe-Birongo.160
Arreos y Aperos..161
Organizacin y solidaridad a lo largo del camino162
La amistad entre Birongo-Capaya...165
-
XI. Sabidura intuitiva en la siembra de conucos.....169
Las cabauelas: un procedimiento antiguo para controlar el tiempo172
De la mano de la sabidura natural.....173
Cada paso..175
Las herramientas....177
En sus Inicios....179
La siembra de cacao...180
XII.La madera como medio de subsistencia.183
Aserrando y algo ms187
Los precios, las remuneraciones y los costos....190
El transporte por el ro...190
A pesar de todo, la vida sigue igual.......191
XIII.Un milagro que se niega a morir.193
La curiosa historia del Cristo aparecido en Birongo195
El retorno de la Cruz a Birongo ..197
La aparicin del Cristo.198
Discrepancias con el cura..200
Reaccin de la comunidad...202
El Cristo desaparece....206
XIV. El Nio Jess de Birongo..209
Tradicin y Poltica....216
Fiestas para los nios....218
XV. Birongo, un pueblo de brujos?...........................................................221
Un inevitable prembulo.223
Salud a la manera de Birongo...225
-
Presentacin
Ojala todos los pueblos de Venezuela y de Amrica contaran con un Bartolom Garca Moscoso, interesado en narrar la historia de
su localidad, las ancdotas ms queridas, hablar de cmo se fue
configurando el imaginario y cmo sus habitantes fueron plasmando
en el da a da esa fisonoma tan particular de cada contorno. Ojal
todos los pueblos pudieran contar con documentos que legaran a la
humanidad testimonios repletos de autenticidad. Porque as es Birongo,
una obra para perdurar, un documento para el futuro, un esfuerzo de
alguien que quiere a su gente, que ama a su pueblo, que respeta sus
tradiciones, como tambin que acusa recibo de los cambios e indaga
en las fuentes del pasado el sentido del presente y los rasgos de
porvenir.
Al autor de esta obra, la colectividad de Birongo y del estado
Miranda deben agradecerle el propsito de consignar recuerdos,
sentires y evidencias, como registro histrico de manera que para
siempre queden en la memoria colectiva constancia de los hechos y
de las circunstancias propias de una cultura con sabor a crisol, con
expresiones hispanas, de frica y de Amrica. Una regin que bien
puede ser smbolo cultural de integracin.
Birongo es una obra para todo pblico. Para los nios, para
propiciar en su lectura la fascinacin propia de los
-
chiquillos por las cosas ms inmediatas. Para los jvenes, para
ensearles verdades ya recorridas y otras por recorrer. Para los adultos,
para que sepan agradecer a la vida y apreciar el esfuerzo que hacen
en pro de la patria grande.
Que sea visto este libro, adems, como prueba del
esfuerzo, de la constancia y del apego de sus hijos, como tambin de
las virtudes del autor interesado solamente en abrir sendas a nuevos
caminantes, con audacia, con optimismo.
Marcos Fidel Barrera Morales
-
Prlogo
Prologar un libro sobre Birongo significa nada ms y nada
menos que adentrarse en la espesura de un bosque africano, donde
siembran matas de cacao Amaznico, venezolanos de carne y hueso
que tienen miradas puestas en un futuro universal muy cercano.
Porque Birongo es la expresin de dos, tres y hasta cuatro
tiempos diferentes a la vez, ya que retoma da a da de su pasado las
fuerzas necesarias para no dejarse avasallar por el futuro impuesto por
los otros. Y eso mismo lo rescata el autor cuando nos pasea por una
geografa de contrastes y, con un delicioso detallismo, nos hace
querer a Birongo tal y como es, sin imposiciones de ningn tipo.
Porque la honradez de un escritor pasa por no imponer
ningn esquema prefijado a su relato, porque lo deja fluir libremente a
medida que transcurren fechas, datos, nombres, sitios y ancdotas.
En un pas que se debate entre una modernidad
inconclusa o excluyente, que es casi de lo mismo, y un nuevo proyecto
histrico de futuro, el slo hecho de rescatar las leyendas menudas de
todos los das de los pueblos annimos tiene un gran sentido de lo
prctico, recordando que, como
-
Alguien dijo alguna vez, no hay nada ms practico que una buena
teora.
Porque detrs del rescate de lo local, del lugar, de la ntima
afectividad por lo que llam una vez Andrs Eloy Blanco la patria
chica, est el desea involuntario de trascender a lo cotidiano para
poder ser llamado por su nombre, para haber tenido la dicha de
sembrar apenas un rbol, construido una casa, engendrado un hijo,
escribir un libro.
En un momento en que la ciudad masa aniquila, borra con
su paisaje homogneo todo vestigio de lo diferente, de lo particular o
de lo familiar, surge un relato como ste, de historias menudas y
sencillas. Por eso Birongo esta all, descrito con gran majestad por un
autor que se identifica hoy con su pueblo, pero que lo hace perdurar
con sus palabras.
Por eso es que Birongo es universal y, como dijo una vez
Gabriel Garca Mrquez en referencia a Macondo, no es un lugar en s,
sino un estado del alma. Hay un Birongo en cualquier lugar del planeta
donde alguien se enfrente a esta globalizacin avasallante.
La cultura, las tradiciones, las comidas o los dimes y diretes
que fascinan a lo largo de estas pginas no son ms que las
maravillosas pero insuficientes expresiones alfabticas de un alma
conmovida, porque es indiscutible que es muy difcil expresar con
palabras lo que se siente al baarse en un ro como el de Birongo, al
comerse una bola de cacao, o al vagar por la montaa libremente. El
lenguaje es as, maravilloso y tosco a la vez, y lo ms til de sus frases
que nos hace sentir
-
profundamente y con esto, experimentamos a la vez contradictoria
sensacin de no poder decir con palabras lo que se siente. Eso es la
garanta ms plena de que hemos llevado Birongo al alma.
Hoy cuando por influjos externos se pretende mercantilizar
su principal producto y como antes, cargar los barcos con el crudo
cacao, ahora convertido en chocolate para paladares lujosos,
aparece la voz al desunsono
del autor que reivindica lo propio, lo nativo, lo autntico, para rescatar
as un pueblo de su triste historia pasada y proyectarlo hacia el futuro
con la alegra de estas tradiciones, no como una tableta de chocolate
en algn mostrador iluminado de un lujoso centro comercial, sino como
la estirpe orgullosa de su gente, bailando tambor y cantndole al
santo.
Para una editorial como sta, Birongo sintetiza todas las
nociones de la holstica en una sola palabra y en un texto que, sin
hacer concesiones petulantes, nos lleva a conocer la magia del todo,
la maravilla de la unidad espacio tiempo expresada slo en un
nombre: Birongo
Omar Ovalles
-
I
Datos geogrficos de
Birongo
-
I
Datos geogrficos de Birongo
Birongo se encuentra situado en el municipio autnomo
Lus Brin del Estado Miranda, entre las poblaciones de Curiepe y
Capaya, en la depresin central de la cordillera de la Costa, en la
porcin Centro-Norte de Venezuela. Su geografa muestra pequeos
valles e inclinadas laderas, as como empinadas lomas con abundantes
ros y quebradas, tierras todas propicias para el cultivo de cacao,
cambur, pltano, aguacate, maz, caraota, arroz, millo, tabaco, etc.
Una exuberante y variada vegetacin cubre su conformacin nter
montaosa y da lugar a frecuente y recia lluviosidad. Por otra parte,
Birongo constituye una sierra baja localizada entre las serranas del
litoral y el interior de Barlovento.
Al norte de Birongo se encuentran los poblados Guayabal y
Chuspa, por la fila maestra con el Distrito Federal y el Estado Vargas. Al
sur limita con ganga y tacarigita, subiendo por la fila de Turupa y la
piedra del Dorado. Por su lado Oeste se encuentran los municipios
Capaya y Araira (hoy parroquia), mientras por el este limita con la
oficina de la
-
Hacienda de Villegas, en lnea recta hacia agua Negra con las
parroquias Curiepe e Higuerote.
La diseminacin actual de la poblacin de Birongo se vincula
inevitablemente a su peculiar geografa. Las fuertes y frecuentes lluvias
sobre sus seculares bosques que determinan la abundante y continua
crecida del ro Birongo-Curiepe y sus quebradas as como su
privilegiada conformacin geogrfica, dieron lugar a la asimetra
estructural que hoy muestra la ubicacin de las viviendas en Birongo,
las cuales se encuentran diseminadas sobre pequeas cimas, a
excepcin del sector conocido como La Placita. Sin embargo, adems
de protegerse de las crecientes, no hay que descartar que la
construccin de viviendas en estas simas haya obedecido, tambin, a
una estrategia de defensa contra los diferentes embates de incursiones
colonizadoras, ya que estas alturas puede haber permitido visualizar a
tiempo al enemigo.
-
II
Birongo,
sus sectores,
su gente
-
II
Birongo, sus sectores, su gente
La antigedad de la progresiva formacin de Birongo como poblado,
se remonta y se encuentra hermanada a la fundacin de Curiepe,
municipio al cual estuvo adscrito, segn lo da a conocer el primer
censo de la Repblica de Estados Unidos de Venezuela (Ministerio del
Ambiente y los Recursos Naturales renovables, pp. 127 y 513). Segn
Guillermo Castillo Lara, Curiepe fue fundado en 1721 por Juan del
Rosario Blanco; para 1748 Curiepe contaba con 1.360 habitantes
dispersos entre los caseros San Nicols de la Marciana, Vallesco,
Pimpollo, Ganga y Virongo (sic), como tambin se conoce su
ortografa. De acuerdo al censo de 1883, en Virongo existan 32 casas y
160 habitantes.
La poblacin de Birongo, en el inicio del siglo XXI, se
encuentra claramente distribuida en tres bloques habitacionales
bastante definidos; cada uno de estos conglomerados pareciera
haber tejido su propia historia; a pesar de ello, todos los nacidos en esta
tierra se hermanan en una sola he inconfundible historia, la de Birongo.
A continuacin se
-
Describen tales sectores.
La Placita es un sector situado sobre un pequeo valle
bordeado casi totalmente por el ro, en cuyos mrgenes funcionaron
dos puertos para carga y descarga de canoas que transportaban
productos agrcolas y bienes adquiridos en otros centros poblados. Esta
posibilidad convirti a La Placita, probablemente desde la misma
formacin de Birongo, en un polo de atraccin comercial y cultural.
Durante la colonia y loa aos de la Independencia fue habitual
en La Placita la presencia de sacerdotes que provenan en bestia
caballar desde Curiepe y Capaya para ofrecer misas en el saln de
fiestas. La posibilidad de escuchar la palabra divina, as como el
disfrute del saln de fiestas, la mesa de juegos de dados y barajas, el
corral para le pelea de gallos y el patio para los torneos de pelota de
mano, constituyeron atractivos suficientes para afianzar la presencia de
La Placita como el polo de intercambio comercial, cultural y deportivo
con poblaciones circunvecinas.
En 1935 arrib a La Placito el primer carro de motor que subi a
Birongo. La hazaa fue lograda por Rafael Curvelo, quien logr
incursionar ro arriba con su vehculo gracias a que ese ao hubo
prolongado verano y el lecho del ro permaneci seco. Para entonces,
agrupadas en unas seis u ocho viviendas, la poblacin de La Placita
estaba formada por
-
Las familias Gonzlez, Sojo, Lonja, Surez, Ascanio, Mota, Garca,
Lovera, Quintana, entre otras pocas, y todos los miembros de Birongo
vivieron con gran admiracin la hazaa de Rafael Curvelo.
Pueblo Nuevo, es un sector que se encuentra ubicado en
la parte alta del valle donde se asienta La Placita. Geogrficamente se
trata de la prolongacin del mencionado valle, el cual asciende en
una larga loma cuya topografa dibuja en su parte ms empinada,
denominada Santa Cruz, la forma de un papeln. Esa pintoresca
configuracin natural adquiere la semejanza de una pennsula que
finaliza en un lugar conocido como Dos Bocas. Debido a su nacimiento
en el valle, Pueblo Nuevo est igualmente bordeado por agua salvo
por su lado este, por donde se une a La Placita y al espacio montaoso
denominado Serrana Benavides. Hacia los siglos XVI y XVII en esta cima
se instalaron varias familias, en coincidencia con el momento en que se
produjeron asentamientos poblacionales en otros sectores que hoy
ocupa Birongo. De aquellos primeros pobladores de Pueblo Nuevo se
pueden Mencionar a los Moscoso, Pea, Castillo, Tovar, Surez, Sojo,
Aponte, Escobar, Flores entre otros.
Con el tiempo Pueblo Nuevo adquiri gran relevancia
sociocultural dentro de Birongo; entre los acontecimientos que le
dieron fortalecimiento recordamos la
-
Fundacin oficial, en 1936, de la Escuela Estadal No. 11. Previamente a
esta importante reivindicacin, Pueblo Nuevo contaba con una
carpintera, un patio para jugar pelota de mano y una escuela de
msica para instrumentos de cuerdas. En el ao 1951, Patricio Longa
construye la primera casa con techo de zinc en todo Birongo. En 1956,
Severiano Flores adquiere para su negocio la primera lmpara de
gasolina que llegara a Birongo; para ese mismo ao llega a la casa de
Marcelino Pea el primer motor para el alumbrado pblico de la
comunidad. En 1963 tiene lugar la primera fiesta navidea infantil que
tradicionalmente se continu celebrando los das 25 y 26 de diciembre
de cada ao.
Figura 2. Cruz de mayo Pueblo Nuevo
-
Por estos mismos aos abre sus puertas el primer club social y
deportivo propiedad de los hermanos Pea. En 1970 es construida en
Pueblo Nuevo la primera Plaza Bolvar de Birongo y son asfaltadas las
calles de este sector, pasando as a ser el primero en recibir este
beneficio; igualmente, la Gobernacin del Estado Miranda construye el
primer estanque para el almacenamiento de agua que surtira a
Pueblo Nuevo. En 1992 se realiza en casa de Ral Nieves la primera
reunin de vecinos, convocada por Bartolom Garca, con el propsito
de acordar la solicitud de elevar a Parroquia el casero de Birongo;
aos despus esta reivindicacin continu siendo un deseo
insatisfecho.
Chaguaramos es un sector ubicado entra guayabal y
Pueblo Nuevo, frente a Los Garca. Es uno de los sectores mas antiguos
de Birongo que toma su nombre por la presencia de un enorme y
hermoso chaguaramo en sus predios. En sus inicios el numero de
viviendas no pasaba de tres (3), en ellas habitaban entre otras la
familia Robles y Moscoso.
Las Mercedes se expande al sur de La Placita, el oeste de
Pueblo Nuevo, al frente de la posesin Benavides, al oeste del sector
Vista Hermosa y el poblado El Salgado, paralelo al ro Birongo. En Las
Mercedes se hallan an vestigios de algunas ruinas cuya identificacin
no pudo precisarse ni siquiera a travs de las personas de mayor edad
entrevistadas al respecto.
-
Hacia el siglo XVII, en la Serrana Benavides habitaban
frente a frente, las familias Militern Maravilla y Muoz. En 1907, Mximo
Escobar compr a la sucesin Muoz una propiedad y construyo su
vivienda en una lomita frente a los vendedores. En 1926 ocurren ventas
sucesivas de propiedades: Maximiano Escobar vende a Gregorio Ortiz,
y luego ste vende, en 1928, a Eusebio Garca Fermn. Por mandato de
su padre, ese mismo ao, Mercedes Garca Verd (hijo de Garca
Fermn), ocupa con su esposa, Carmen Moscoso de Garca, el
inmueble que inicialmente fuera de Maximiano Escobar. Aos ms
tarde, el mencionado matrimonio construye nueva vivienda donde
antiguamente viviera la familia Muoz.
Mercedes Garca Verd, de quien deriva el nombre de
este sector, promovi diversas actividades socioculturales y
econmicas en la comunidad. Este espritu de lucha fue transmitido a
sus seis hijos; de all que Ofelia, Antonia, severa y Jovita hayan
impulsado distintos programas de transformacin de Birongo, mientras
que sus hermanos Vctor y Bartolom Garca, junto a otros jvenes
vecinos, son reconocidos lderes naturales de las reivindicaciones
socioculturales de Birongo.
Marasmita exhibe en la quebrada Santa Teresa un muro de
piedras cubierto por tierra por efecto de la erosin, el cual se supone
sirvi de trinchera a los indios Marasma para defenderse del exterminio
de los espaoles en los aos de la
-
colonizacin.
Este sector, ubicado entre las quebradas Marasmita y
Quiniquichipe, rodeado de pequeos valles, fue conocido
anteriormente como Sitio Alto. Para entonces apenas agrupaba unas
10 viviendas, donde residan varias familias que tenan la peculiaridad
de contar cada una con una persona apedillada Verd. Por la forma
geogrfica de un cintillo, el nombre de este sector fue cambiado por el
de El Guindillo. Hasta tomar finalmente su actual nombre a partir de los
aos 40, del siglo XX.
Hacia 1940, sus pobladores mantuvieron por cierto tiempo
la tradicin del baile de tambores de San Juan, cada 24 de junio, as
como la celebracin de frecuentes bailes de joropo. Estas tradiciones
ms el echo de disponer de un patio de bolas criollas y pelota de
mano, as como un corral para peleas de gallo y juegos de dados,
generaban afluencia permanente de visitantes que adems
disfrutaban de actos culturales y competencias deportivas.
Guayabal se encuentra localizado al norte de Marasmita.
Antes de 1900 se encontraba en este lugar slo familias que llevaban
apellidos Sojo y Quintana. Entre todos ocupaban unas cinco viviendas
levantadas en una pequea llanura situada en la cima de una loma.
Desde all parte el camino hacia Quebrada Seca. Zona
eminentemente agrcola.
-
Entre 1900 y 1920, las familias de Eulogio Lovera, Antonio
Garca Fermn, Barvina Verd y Santana Sojo, se instalaron en un lugar
llamado el Sitio. A partir de esos aos, los grupos familiares
mencionados en el prrafo anterior tambin se mudaron a esta nuevo
casero, dejando vaci el anterior Guayabal pero mudando con ellos
este nombre. As desaparece el Sitio como poblado. La poblacin de
Guayabal se ha caracterizado siempre por una alta vocacin agrcola.
Los Quintana. Aproximadamente cinco viviendas
ocupadas por las familias Quintana, Sojo y Castillo, entre otras, le dieron
origen. En ese primer ncleo surgen presencias como la de Gabriel
Quintana y Atanacio Sojo Ponce; este ltimo contrae matrimonio con
Petronila Sojo Gonzlez, unin de la que proviene la familia Sojo Sojo.
De Atanacio Sojo puede decirse que fue persona clave en
la vocacin de agricultores de los habitantes de Los Quintana, pues
adems de poseer grandes haciendas de cacao y cra de cerdos, era
tambin propietario de un ingenio de caa destinado a la produccin
de papeln.
Atanacio Sojo tambin protagoniz otros hechos
importantes para el devenir del sector. Gracias a el, a finales del siglo
XIX fueron contratados los primeros servicios del primer maestro que
arriba a Birongo, Marcelino BIhom, quien ensea a leer y escribir no
solamente a los hijos de Sojo, sino a los de
-
Jess Mara Pea. El resto de la poblacin no tuvo acceso a este
beneficio. De aquella poca se recuerda tambin que Atanacio Sojo
alquil a Juan de Dios, habitante de Curiepe, una vitrola con la que
ameniz fiestas en su domicilio.
Pardillar est conformado por una proporcin de tierra de
topografa muy irregular. Inicialmente este vecindario se denomin La
Zurita, debido a la presencia de la familia de Bonifacia Zurita y otras
familias de igual apellido; luego con el advenimiento de nuevos grupos
humanos, pero sobre todo por la existencia en el lugar de abundantes
rboles de pardillo, el sector tomo su nombre definitivo.
En Pardillar destacan presencias como la de Silverio Sojo,
especialista en curacin de picadura de serpiente, alacranes y
ciempis; tambin se menciona a Bonifacia Zurita, ensalmadora.
Los Garca est situado entre Pueblo Nuevo y el sector La
Capilla, y hoy forma parte del bloque de Birongo Arriba. Su nombre
deriva de la abundancia de este apellido entre las familias que
inicialmente lo habitan, entre estas se puede citar la de Jernima
Garca. Posteriormente, se residenci all un hijo de Jernima, Eusebio
Garca, quien procrea una numerosa descendencia que
progresivamente incrementa el nmero de viviendas de este sector.
-
Vista Hermosa es un pequeo sector conformado por apenas
unas cuatro casas donde habitan familias que en su mayora llevan el
apellido Castillo; se encuentra ubicado entre la zona este de Birongo y
oeste de Salgado.
La Capilla es otro sector que se conform en Birongo. La
primera vivienda fue la de Eulogio Lovera, seguida de la de Juan Rivas,
un forastero en todo el pueblo; luego creci muy rpidamente el
nmero de viviendas en este sector. Fue a La Capilla a donde trajeron
la primera nevera conocida en Birongo, el hecho se debi a la
iniciativa de Cornelio Verd, se trataba de un aparato marca Electrolux
que funcionaba can kerosn.
La Capilla vivi6 tambin otros privilegios: en 1928 cont con la
primera iglesia construida en Birongo; en 1959 se le dot de local para
el funcionamiento del grupo escolar Antonio Vaamonde y un ao
despus fue dotado del dispensario( Andrs Eloy Blanco; en 1975 en La
Capilla se construy la segunda Plaza Bolvar de todo el pueblo; en
1981 cont con casilla policial; en 1982 con la casa comunal, y el 28 de
mayo de 1992 fueron iniciados los trabajos para la instalacin en el
sector de los primeros telfonos con los que cont Birongo
reivindicacin esta ltima cuyos trmites se haban iniciado desde
enero de 1980 por la Asociacin de Vecinos, gracias a la decisiva y
constante participacin de Bartolom Garca Moscoso
-
Bartolom Garca Moscoso
Figura 3. Grupo Escolar Antonio Vaamonte
Figura 4. Casa de la Cultura
-
y el apoyo del ingeniero Freddy Molina, fue lograda.
Cambural se encuentra entre Birongo, Capaya y Araira.
Inicialmente su poblacin era muy escasa y, en contraste con el resto
de los habitantes de la zona de Barlovento, su gente era de piel
blanca y pelo liso. Se caracteriza por ser un sector eminentemente
agrcola cuya produccin sale bsicamente hacia los Municipios Brin
y Acevedo. El 1950 Juan Sosaya adquiri una hacienda en este sector
y por iniciativa propia abri vas de acceso que repercutieron en el
mejoramiento del comercio; luego, hacia 1980, e1 gobierno mejor la
vialidad y con ello se facilit el trnsito de camiones hasta bastante
cerca de las quebradas cercanas a la Cueva Tapa de Cambural.
Salsal est ubicado al oeste de Birongo, al sur de
Cambural y al norte de Capaya. Est conformado por unas seis
viviendas en las que habitan las familias Cartagena, Verd, Moscoso,
Carrillo y Ascanio, entre otras, cuyo sustento proviene
fundamentalmente del trabajo agrcola. Desde siempre sus habitantes
han mantenido una estrecha relacin cultural con los poblados vecinos,
incluso en los tiempos en que el acceso entre unos y otros lugares slo
se alcanzaba por caminos usando burros y mulas.
Finalmente, debe precisarse que como resultado de este
lento y sostenido desarrollo histrico, con el tiempo quedaron
claramente definidos tres bloques poblacionales que
-
conforman a Birongo: Birongo Arriba, integrado por Los Quintana,
Pardillar, La Capilla, Chaguaramos y Los Garca, cuyos habitantes
conforman una unidad sociocultural muy importante desde el punto
de vista de su evolucin y crecimiento. Un segundo bloque es Birongo
Abajo, integrado por La Placita, Pueblo Nuevo, Las Mercedes y Vista
Hermosa, sectores estos que se caracterizan por su proyeccin
organizativa y reivindicativa, al promover y alcanzar logros
socioculturales y econmicos de relevancia para la poblacin de
Birongo. Con una topografa que semeja un tringulo, el tercer bloque
poblacional est localizado en la zona oeste de Birongo. En l se
encuentran los sectores Guayabal, Marasmita, Salsal y Cambural.
Los birongueros honran a Bolvar
Conformado Birongo de esta manera, y teniendo como
rastros su presencia en nuestra historia indgena, colonial e
independentista, sus pobladores no podan dejar de honrar a El
Libertador. La inquietud surge en Pueblo Nuevo, donde un grupo de
habitantes se dedic durante varios aos a tramitar ante los
organismos competentes la construccin de una Plaza Bolvar. En 1970
es trado al sector La Capilla (Birongo Arriba) el material y las mquinas
destinadas a adelantar la obra; sorpresivamente, los habitantes de
este sector se negaron
-
Bartolom Garca Moscos
rotundamente a ceder el terreno para tales efectos. La situacin
se torn confusa y conflictiva, hasta tal punto que los constructores
decidieron retirar del lugar el material y depositar lo concerniente en las
dependencias de Obras Pblicas en la poblacin de Higuerote.
Afortunadamente la intervencin de quienes haban estado luchando
por esta reivindicacin logr el traslado de los equipos y el material
hacia Pueblo Nuevo, donde gustosamente fue cedido el terreno para
tan deseada construccin. Es as como la primera Plaza Bolvar de
Birongo
Figura 5. Plaza Bolvar
-
Bartolom Garca Moscoso
Fue construida en Pueblo Nuevo.
Cuatro aos ms tarde, tras un prolongado trabajo de los integrantes de la Junta Pro-Mejoras de Birongo, la Gobernacin del Estado Miranda demarc el terreno en el sector La Capilla donde habra de construirse la segunda Plaza Bolvar. Los funcionarios oficiales explicaron a los habitantes de esta zona, que se trataba de una obra social de gran importancia y que por ello deban ceder los terrenos, lo cual les sera reconocido econmicamente por los organismos oficiales.
En horas de la maana del 27 de octubre de 1974, el ingeniero Rmulo Contreras, Director de Obras Pblicas Estatales, dio formal inicio a la construccin de esta segunda Plaza Bolvar, y en esta misma fecha, a las 12 del medioda., fue inaugurada la primera de estas dos plazas que, como se
Figura 6. Segunda Plaza
-
dijo qued ubicada en Pueblo Nuevo.
En esta oportunidad se encontraban presentes, adems de
Contreras, Juan Arroyo, Secretario de Gobierno de Miranda, Carlos
Vliz, presidente de la Federacin de Juntas Pro-Mejoras de Venezuela,
integrantes de la Junta Pro-Mejoras de Birongo y la comunidad en
general.
Despus de siglos: la escuela unitaria
Hacia 1940 la apreciable cantidad de poblacin joven de
Birongo impuls la iniciativa de alfabetizar a sus habitantes, El joven Rito
Sojo, llamado El Cojo Rito, improviso una "escuelita" que funcion en la
casa del matrimonio de Teodoro Castillo y su esposa Catalina. Atrs
quedaron aquellas lejanas dcadas del siglo XVIII, cuando las
poqusimas familias adineradas del pueblo, propietarias de las grandes
haciendas de cacao, contrataban maestros privados para sus hijos,
como 10 hicieron las familias Pea, Sojo y Quintana; de esta manera,
iniciado 1900, solo los descendientes de tales grupos y aquellos otros
que lograron adquirir conocimientos en Curiepe y Capaya, saban leer,
escribir y manejar las cuatro operaciones aritmticas bsicas; de resto,
la mayora de los nios y jvenes, por ser de extraccin humilde y
carecer de recursos econmicos, permanecan sin acceso a estos
conocimientos.
Dos bolvares semanales deba pagar cada nio o
-
Cada joven para recibir la enseanza de las letras y los nmeros. EI
maestro Rito Sojo, hijo de Birongo, exiga para sus labores el mtodo del
famoso "Libro Mantilla", utilizado en todo el pas por aquellos aos. Pero
un poco antes, exactamente en 1936, haba sido decretada
oficialmente la apertura de la primera Escuela No. 11, cuyas
actividades se iniciaron en el domicilio de Jess Maria Pea, en Pueblo
Nuevo. La primera maestra de esta escuela fue Micaela de Liendo,
proveniente de Curiepe, quien de lunes a viernes pernoctaba en casas
que le ofrecan amablemente los vecinos, mientras los fines de semana
se diriga a su pueblo.
La Escuela No. ll era de carcter unitario, es decir, no estaba
separada por grados. La situacin varia un poco con el traslado de las
clases al domicilio de Mateo Garca, en el sector La Placita, momento
para el cual se incorporaron otras dos maestras -una de ellas llamada
Esperanza- y una cocinera, ya que la comunidad haba logrado que
se dotara a los estudiantes del servicio de comedor.
Los padres y representantes tomaron parte muy activa en el
proceso de escolaridad de sus hijos; dado que muchos de los
estudiantes vivan en zonas muy retiradas y tenan que atravesar a pie
caminos llenos de animales muy peligrosos (toros salvajes, tigres,
leones, culebras, etc.), los adultos organizaban cayapas que
mantuvieran limpios los caminos;
-
adems, los padres asumieron la tarea de controlar la calidad de la
alimentacin que reciban sus hijos en la escuela; precisamente fue
esto lo que suscito un grave problema en 1940: los nios comenzaron a
quejarse de la calidad de la alimentacin escolar y para comprobarlo
llevaban muestras de esta a sus padres. Convencidos de que en efecto
haba que corregir la anormalidad, una comisin integrada por
Severiano Flores, Cleto Marciliano Surez, Lus Lovera, Vicente Verd,
Mercedes Garca, Juan Bautista Sojo, Etanislao Garca, Jos de los
Reyes Pea y Sambo Catalino Surez, denuncio la situacin ante el
Inspector General de Educacin del Estado Miranda, seor Castro
Nez; el funcionario prometi cambiar la maestra, lo que les avisara
par va telegrfica.
La queja desat la ira de la maestra Esperanza, quien
ca1ific como "bandidos" a los denunciantes, desacreditndolos y
amenazndolos con hacerlos ir presos. En su defensa, la maestra logr
recoger 100 firmas entre habitantes de los caseros y con ello se
traslad donde el Comisario Mayor, Pedro Mara Sojo, quien accedi a
citar a su despacho a los denunciantes. Pero mientras esto ocurra, los
representantes recibieron el telegrama de anuncio de nombramiento
de la maestra Miriam Blanco en sustitucin de Esperanza.
Los citados por el Comisario acataron la orden
comparecencia y al llegar al despacho de este se encontraron
-
con gran cantidad de representantes y alumnos que apoyaban a la
maestra Esperanza. El Comisario Sojo expuso la razn de la citacin,
mostr el papel con las 100 firmas y de inmediato comenz una
discusin en la que se fueron exaltando los nimos, situacin que solo
fue contenida cuando Catalino Surez y Mercedes Garca mostraron
el telegrama emanado de la Inspectora General de Educacin que
daba cuenta del nuevo nombramiento.
"Usted ya no es la maestra de Birongo y yo no la acompao mas en
esto. Estos seores que usted acusa de bandidos, mataron la culebra
por la cabeza", fue lo que atin a decir el Comisario Mayor a la maestra
Esperanza luego de leer en voz alta el contenido del telegrama. Luego
de tan bochornosa situacin, la maestra sustituida se retiro llorando del
lugar, seguida por sus partidarios. Fue entonces cuando Miriam Blanco,
proveniente de Curiepe, se incorpora como la nueva maestra y los
representantes conformaron una nueva comisin que observara el
funcionamiento general de la escuela.
A finales de 1940, de nuevo la Escuela No. 11 es trasladada a
Pueblo Nuevo, esta vez a la casa de Juan Onofre Pea. Un tiempo
despus es creada una segunda institucin educativa, concretamente
en Birongo Arriba. Ambas escuelas funcionaron hasta 1960, cuando
fueron absorbidas por el Grupo Escolar "Antonio R. Vaamonde",
construido por organismos
-
oficiales en 1959 en el sector La Capilla, el cual se convirti finalmente
en el nico centro educativo de todo Birongo hasta 1987, ao en que
se comienzan la construccin de un nuevo plantel de nivel primario en
Marasmita; aparte de este fue creado un Pre-Escolar en La Placita.
Hacia 1970 se sabe que por primera vez algunos jvenes
birongueros comenzaron a trasladarse hacia Higuerote con el fin de
iniciar estudios de educacin media.
El anterior recuento evidencia el lento proceso a travs del
cual los hijos de Birongo han ido accediendo a la escolaridad; sin
contar que este pueblo, para la fecha de edicin de esta obra,
carece de reas para el esparcimiento y el entrenamiento deportivo,
actividad de primer orden para el sano desarrollo psicofsico de los
jvenes.
La casilla policial
La sectorizacin habitacional que por va espontnea se ha
dado en Birongo, ha. significado un crecimiento demogrfico que,
igual que en otras regiones, debera ser objeto de estadstica a fin de
categorizar su presencia en la vida nacional; lo mismo debera ocurrir
respecto a las relaciones socio-econmicas que progresivamente han
ido fortalecindose en este poblado; sin embargo, no ha sido as.
En 1981 se crey que la construccin de un local al
-
lado de la iglesia de La Capilla, destinado al funcionamiento de la
Casilla Policial, iba a constituir un punto de partida que, junto a las
labores normales de seguridad social, avanzara hacia el inicio de un
registro propio de nacimientos, matrimonios y defunciones, pero no fue
as.
En 1990, ao en que se recogi 1a presente informacin, en
Birongo continuaba ejerciendo un Comisario Mayor y dos subalternos,
quienes deban mantener el orden pblico. Tales funcionarios no
incluan ejecutar arrestos, tampoco usar uniforme ni portar armas; estos
funcionarios ejercan sus funciones en sus respectivos domicilios y se
limitaban a recibir quejas, denuncias y reclamos para luego pasar estos
casos a la Jefatura del municipio Curiepe del para entonces Distrito
Brin. Por supuesto, los funcionarios en cuestin tampoco llevaban
registros demogrficos, y lo peor es que an la situacin contina igual.
Aparte de que esta absurda situacin obliga a los pobladores
de Birongo a trasladarse a otro lugar para cumplir con sus obligaciones
civiles, resulta an ms grave el hecho consecuente de que los
registros en mencin estaran incrementando o disminuyendo
errneamente las tasas de natalidad y mortalidad, en este caso, de
Curiepe.
La cierto es que Birongo contina subsistiendo como una
poblacin subordinada dependiente de un subregistro
-
demogrfico, sin que oficialmente se registre su crecimiento humano
propio. En este sentido resultara conveniente encausar, con miras a
solucionar esta absurda situacin, los registros formales o no- que
deben llevar instituciones como la iglesia (respecto a bautizos y
matrimonios), las escuelas (matricula, sexo, edad, desercin), el centro
de salud (natalidad, morbilidad, vacunaciones), y las asociaciones de
vecinos (movilidad habitacional y residencial por sexo y edad). De esta
manera se mancomunara la informacin diseminada en todas estas
instituciones y con ellos se podra conocer con mas propiedad el real
comportamiento poblacional de Birongo.
Figura 7. Casilla Policial
-
Para finalizar, conviene dejar claro que tantos aos despus,
de la casilla policial solo queda el cascarn.
En la poblacin de Birongo se notaban en el siglo XIX
manifestaciones sociales y culturales, distintas alas afirmaciones de
algunas personas que han hecho escritos sobre el particular.
Quienes afirman que Birongo fue un cumb, al parecer slo
porque la palabra Birongo la asocian con hechos mticos y religiosos y
no por conocimiento realmente de quienes fueron fundadores:
aborgenes, europeos y africanos. Esta triloga es una incgnita que
hay que descifrar, por lo que no deben darse juicios sobre esta
poblacin sin estar seguros de quin lo fund o de quienes lo poblaron.
En el aspecto musical y en los bailes se destacaban la guasa,
la porca, la danza, la contradanza, el barse y el pasodoble, que eran
acompaados por instrumentos como el cuatro, la guitarra, maracas,
capacho y tambor, con los cuales se hacan fiestas familiares, los
velorios de la Cruz de Mayo y las parrandas de aguinaldos.
A principio del siglo XX se incorporan en Birongo el joropo, a travs de
msicos y cantadores de la zona de Araira; posteriormente es
promovido el tambor en el sector de Pueblo Nuevo por la seora
ngela Sojo de Flores, quien contrat
-
tocadores de tambor de la comunidad de Tacarigita. Los Birongueros
se convierten en fabricantes y tocadores de tambores largos y
redondos, simultneamente se fortaleca en algunos jvenes la idea de
conformar grupos musicales a fin de incorporar la guaracha, el bolero,
los merengues, entre otros ritmos. Era un reto para esos jvenes, ya que
no exista otro medio de hacer fiestas. Eso impuls la creacin de
conjuntos musicales y la formacin de grandes msicos en la
comunidad.
Dulceras
En la comunidad, desde los primeros pobladores se elaboraba
diversidad de dulces, con variados componentes, como parte de esos
valores culturales que ellos fueron desarrollando y poniendo en
prctica. De all se destacan:
- La panela hecha de polvo de yuca, leche de coco, papeln, ans,
sal, envuelta en hoja de cambur y asada en budare con lea.
- Cafuga de maz, con cambur maduro, leche de coco y papeln
asada igual a la panela.
- Conserva de coco, hecha con coco, papeln, canela cocida en un
recipiente movindola con un trozo de madera llamada paleta; al
estar cocida la colocaban en hoja para el consumo
- Bollo de coco: Lo elaboran con harina de maz, leche de
-
coco, ans dulce en grano, concha de canela, papeln rayado,
asado en budare.
- Bollo de manzano: hecho de cambur manzano verde rayado, leche
de coco y papeln, clavo de especie, envuelta en hoja de cambur y
hervido en un recipiente con agua.
- Pan cernido: Lo elaboraban con maz sarrazo, es decir, cuando la
mazorca de maz esta en un estado que no es jojoto, ni est seca;
ese maz lo molan, le agregaban leche de coco, ans dulce en
grano, papeln, luego lo asaban en budare en un fogn.
- Conserva de batata: Hecha con masa de batata cocida, papeln o
azcar, luego la echan en un recipiente movindola can un trozo de
madera llamada paleta, el estar cocida la colocaban en hoja de
naranja para el consumo.
- Conserva de pltano: Elaborada con pltano rayado, papeln y
canela cocida.
Gofios:
- Gofio de maz Cariaco: Para su elaboraci6n tostaban el maz, lo
molan, obtenan harina, la echaban en un recipiente con agua,
papeln, ans dulce en grano, lo meneaban con una paleta hasta
darle punto; luego tendan la masa y la picaban en tiras y en
pedacitos para el consumo.
-
- Gofio de casabe: Molan el casabe en un molino y obtenan harina,
esa harina la echaban en un envase con melao de papeln el cual
movan con una paleta y realizaban la misma operacin hecha con
el gofio de maz.
- Merengue de pltano: El pltano maduro le quitaban la corteza, lo
picaban en pedazos y echaban en un caldero con leche de coco,
agua, canela y clavo de especie, dejaban que hirviera hasta que
estuviera a punto, es decir, cocido, para luego comer.
- Dulce de pltano: Pelaban el pltano maduro, lo picaban, lo
echaban en un caldero con melao de papeln, clavo de especie,
canela y lo dejaban hervir cierto tiempo hasta que diera punto de
cocido, para ser consumido.
- Majarete de maz: Cocinaban el maz, lo molan, lo colocaban en un
recipiente, le agregaban leche de coco rayado, clavo de especie,
canela, raz de jengibre y sal, lo cocinaban para el consumo.
- Buuelo de yuca: Cocinaban la yuca, la trituraban con molino,
hacan las bolitas de yuca y la frean en manteca; despus la
echaban en un envase con melao de papeln.
- Carato de arroz. Remojaban el arroz de un da para otro; es decir,
ms de 12 horas, luego lo molan en molino, lo colaban en un
pedazo de tela o en un manare fino. Despus
-
de colado se le echa agua, azcar, esencia de vainilla, concha de
naranja o de limn, lo ponan a enfriar, ya cocido le agregaban
esencia de vainilla, luego lo consuman.
- Mazamorra de maz jojoto: Picaban el maz, lo molan y lo colaban, le
echaban papeln, agua, canela, clavo de especie, leche de coco,
jengibre. Lo montaban a cocinar en el fogn y lo batan con una
paleta hasta que estuviera bien cocida para ser consumida.
- Mazamorra de maz pelao: Su elaboracin consista en cocinar el
maz con concha sin estar seco; luego lo lavaban con ceniza del
fogn, lo molan, lo colaban y lo introducan en una olla grande con
agua, papeln, leche de coco, clavo de especie, concha de
canela. La montaban al fogn y la iban moviendo con una paleta
hasta que se cocinara.
- Mazamorra de pltano: Para hacer la mazamorra de pltano
rayaban el pltano verde, lo colaban en un manare, le echaban
agua, papeln, leche de coco, clavo de especie, canela y lo
montaban al fogn y lo meneaban con una paleta hasta que se
cocinara bien. La mazamorra tiene caractersticas similares a un
manjar, el sabor de cada una de ellas varia por los componentes
usados y la buena preparacin de quien la elaboraba. Este
producto era usado con mucha frecuencia en los cumpleaos,
conjuntamente con los sancochos de gallina en los hogares
birongueros.
-
- Arroz con coco: Preparaban el arroz y le agregaban papeln, clavo
de especie, canela, jengibre, lo cocinaban en un fogn durante
cierto tiempo hasta que quedara apto para ser comido. Es el
llamado arroz con dulce.
- Dulce de martinico: Sacaban la corteza de la fruta, la lavaban con
agua, la ponen a cocinar con papeln, canela en concha, clavo
de especie; igual procedimiento realizaban en la elaboracin del
dulce de lechosa y pia.
Arepas de ajonjol: Se preparan los granos de la mata seca; luego lo
tostaban y los molan, le agregaban maz y papeln molido; hacan
una masa con lo que preparaban la arepa y la asaban en budare
de tierra.
- Almidoncito: Rayaban la yuca, la expriman, obteniendo el jugo de la
yuca. Este lquido se asentaba, luego botaban el agua y recogan el
almidn producido, lo sacaban, lo molan y lo echaban en un
recipiente con melao de papeln o azcar. Despus lo cocinaban
en horno de tierra con lea.
- Cachapas de olla y de budare: Ambos se elaboran de maz tierno
picado y molido. La de olla la cocan en hoja de maz jojoto dentro
de un recipiente con agua, la de budare la asaban en hoja de
cambur sobre budares.
- Jaleas de guayaba y de mango: Ambas frutas las cocinan, las trituran
y las colocaban en un recipiente a fuego lento hasta
-
que daban puntos; se hacan en forma separada cada una.
Deportes:
En cuanto al deporte y la recreacin se obtuvo informacin
de personas en edades comprendidas entre 50 y 100 aos; muchos de
ellos fueron deportistas y narraron su propia experiencia y
conocimientos:
Juego de pelota de mano: Deporte con alta relevancia
en la comunidad de Birongo en el cual se destacaban grandes
jugadores y equipos de pelota de mano que competan con otros
poblados circunvecinos. Se caracterizaba en cuanto a la
estructura del campo de juego y el nmero de jugadores por
equipo, similar al que se usa en el siglo XXI en los equipos de
voleibol; con la fundacin de Birongo, se cree, se inicia la pelota
de mano como el deporte de mayor importancia de los
pobladores, compartidos con otras comunidades de la zona. Su
tcnica y su mtodo son los siguientes:
Utilizaban un patio largo de tierra, de aproximadamente 20
metros por 4 metros de ancho. En el mismo marcaban una raya de
ambos lados, en el medio del patio hacan una raya llamada "bolea";
la raya de los lados se llamaba "escales"; en una punta del patio
colocaban una botadera, que era un trozo de madera, donde
colocaban un jugador, el cual sacaba la pelota golpendola con la
palma de la
-
mano; antes de golpear la pelota haca una sea a su contrario de
juego. Con movimiento de mano azuzaba al resto que estaba en la
parte alta para restar la pelota que el saque enviaba desde la
bateadera, hacia donde estaba la bolea, el resto y el contrarresto; los
tres seores que estaban en el patio que llevaban por nombre palas de
orilla, pala del medio y detrs. De la pala del medio estaba el resto y el
contrarresto, cinco en total, que tambin golpeaba la pelota de
ambos lado para cambiarla al resto, los tantos se contaban de la
siguiente forma: los partidos eran de doce tantos que se ganaban
cuando el contrario zumbaba la pelota fuera de los escales sin rebotar
en el centro del patio; cuando la pelota bateaba dentro del patio y
sala fuera de los escales se haca una raya, se cambiaban el saque a
restas. Cuando alguno de los dos equipos llevaba dos pelotas buenas
se deca "treinta", y cuando llevaban tres pelotas se ceda "cuarenta", y
si cualquiera de los dos equipos llevaba cuarenta, se deca "cuarenta y
raya". Se cambiaban de saque al resto, no del resto al saque, si el que
llevaba cuarenta y raya ganaba la raya y jugaba a un juego que son
cuatro pelotas y el otro llevaba dos tantos, quedaban en cero. El que
llevara un juego que son cuatro tantos y si llevaba seis se ponan a
juego que es cuatro a cuatro y si llevaba diez quedaba en ocho que se
dice dos juegos; esto significa que doce tantos es partido y son tres
juegos nunca la partida puede estar tres por tres, siete por siete, once a
once. Tiene que estar dos por dos que treinta a treinta, seis a seis, o
-
diez a diez, porque si alguien lleva once y el otro lleva diez y agarra un
tanto ms el que lleva diez al mismo diez y el que lleva once baja a
diez. He aqu la forma del patio:
Pelea de gallos: Esta actividad la ejercieron con mucha
frecuencia en varios lugares de Birongo, ya que existan salones o pistas
para la pelea de gallos, donde realizaban apuestas y acudan personas
a los centros de juegos en la placita, en sitio alto (actualmente
Maramista), en Pueblo Nuevo, en las Quintanas, entre otros. En dichos
lugares tambin acondicionaban un espacio para jugadores de bolas
criollas, para el juego de dados, domin, juego de barajas (truco,
agiley, siete y medio). Al principio del siglo XX se incorporan el bisbol, al
bsquet y el voleibol como disciplinas deportivas entre los jvenes de
Birongo.
-
III
Las cuevas: un incalculable atractivo turstico
-
III Las cuevas
Un incalculable atractivo turstico
Birongo cuenta con varias cuevas -la mayora de ellas an no
exploradas- cuya formacin y extraa belleza natural constituyen un
inigualable atractivo turstico. La Cueva de la Tapa de Cambural es la
ms conocida de estas formaciones geolgicas, tanto por los nativos
de la regin como por los visitantes forneos, incluyendo en stos a
quienes han levantado estudios cientficos sobre ella. El nombre de
Tapa de Cambural se cree que obedece a que la corriente de agua
de la Quebrada Marasmita penetra en la cueva y no se observa su
salida por ninguna parte, lo que significa que prosigue su curso en el
interior de la misma.
Ubicada en la afluencia de la quebrada Marasmita-
Birongo, la entrada de esta cueva esta rodeada de piedras y una bella
capa, de vegetacin recubre su parte superior. Fue descubierta por los
primeros pobladores de Cambural y Birongo gracias a sus incursiones
en labores agrcolas, de pesca y de caza. Para los cazadores de lapa
era preocupacin constante
-
que sus perros, tambin cazadores, no persiguieran sus presas hasta la
cueva, pues se asegura que si las lapas entran en ella, no salen ms,
de manera que lo mismo pudiera ocurrirle a los perros.
Juan Antonio Tronchoni, Eugenio de Bellard Pietri y Roberto
Contreras visitaron esta cueva el 19 de marzo de 1952 con fines
cientficos, llegando hasta a ella gracias a la gua, entre otras
personas, de Marcelino Pea, Armando Castillo y Concho Nieves,
quienes trasladaron en burros y mulas desde Birongo hasta la caverna
los implementos y equipos de estos exploradores, quienes se
hospedaban en la casa de Marcelino Pea, en el sector Pueblo
Nuevo. Estos guas, nativos de la zona, conocan por tradicin y
practica lo relacionado con el lugar, incluso el temor que inspiraba y
an inspira a los moradores de la regin.
La tradicin autctona y el significado de la cueva para los
pobladores de Cambural, Birongo, Capaya y alrededores, no fueron
respetados por los cientficos antes mencionados; por ello, a partir de
1956 la cueva es identificada oficialmente con el nombre de "Alfredo
Jahn". Los cientficos se atribuyen el "descubrimiento" de la misma, y
aseguran que su longitud es de 4.292 Km.
El propio Eugenio de Bellard Pietri, en su obra Trabajos y
Estudios Cientficos (Ed. Sociedad Venezolana de
-
Espeleologa, Torno I, 1950-1975), omite el nombre original de la cueva y
asigna a sus diversos salones o cmaras internas, designaciones que
nada tienen que ver con el entorno y la cultura del lugar (por ejemplo:
Galera Pittier, Boca de los Espaoles, Galena Codazzi), borrando
oficialmente los nombres autctonos preexistentes: el Dorado, el Salsal,
Casupal, Guacamaya, Marasmita, Peleojo, Birongo, entre otros;
tampoco hace mencin a la identificacin de las personas que fueron
sus guas hasta la cueva y a los detalles de la travesa.
Otras cuevas de Birongo menos conocidas, son la Cueva de
Juan Rivas, la Piedra del Castillo, la Cueva Paso la India, La Encantada,
Cueva Paso Los Garca, casi todas sin explorar, pero s mencionadas en
algunos trabajos cientficos. De este grupo se puede decir que la
cueva de Juan Rivas se encuentra situada en un lugar denominado
Graciliano; su nombre obedece a que Rivas tena una hacienda de
cacao en sus cercanas. Los exploradores ya mencionados antes le
cambiaron el nombre por el de "La Cueva de la Encrucijada".
El ejemplo al que hemos hecho alusin constituye una
muestra de que generalmente los exploradores e historiadores ignoran
el valor y la sabidura natural del campesino; a pesar de ello es
importante expresar que si estas riquezas naturales fueran exploradas
respetuosamente y su verdadero valor se diera a conocer, se estara
contribuyendo
-
Significativamente a la expansin y fortalecimiento de este potencial
emporio turstico de Birongo y del municipio Brin.
-
IV La canoa:
un medio de transporte contra el aislamiento
-
IV
La canoa Un medio de transporte contra
el aislamiento
A lo largo de su historia, ha quedado claro que el coraje y la
capacidad han sido atributos de los birongueros, gente que no
obstante disponer de generosas riquezas naturales, se ha sentido
obligada a luchar tenazmente para resolver el aislamiento impuesto
por su ubicacin geogrfica y la carencia de vas y medios de
comunicacin. La falta de contacto con el medio exterior significaba
un impedimento para el desarrollo de Birongo, slo que esta misma
precariedad impuls en los nativos un proceso de creatividad que los
condujo a apoyarse en sus propios recursos naturales para superar esta
dificultad.
El ro Birongo-Curiepe, con su gran caudal de agua en casi
todas las pocas del ao, fue el gran aliado de este pueblo. Los
rboles de jabillo para la fabricacin de canoas, as como las ramas de
mangle para la confeccin de palancas, las conchas de la mata de
majagua para hacer mecates, y otros rboles de donde se
elaboraban los remos, la herramienta especial que
-
Birongo
Figura 8. El ro Birongo
usaban los pobladores, fueron decisivos elementos naturales que
permitieron a la inteligencia y valenta de los birongueros, organizar un
exitoso sistema de transporte fluvial entre Birongo, Higuerote y Curiepe.
En sus inicios, el comercio fluvial de productos agropecuarios
tena como nico medio de transporte las balsas fabricadas a la
usanza de los indgenas: trozos de palo amarrados con bejucos. Esta
modalidad acarreaba riesgos y prdidas graves,
-
puesto que con frecuencia la carga se mojaba y las balsas
zozobraban. Fue precisamente la permanente presencia de estas
dificultades la que impuls el surgimiento de la canoa como una
alternativa de mayor seguridad frente a los peligros naturales: las
caramas (amontonamiento de materiales) de palos y las puntas de
piedras; remolinos, aguaceros y crecidas; caimanes, culebras, babas;
sol inclemente y espesa oscuridad, eran algunos de los obstculos a
sortear. Pero en el recorrido del ro existan tambin lugares peligrosos
que requeran mucha precaucin para el viaje exitoso de una canoa,
entre estos sitios se citan el Calicante de Mamn y la Vuelta del
Gallego, donde se encuentran tres calderas: la primera de ellas tan
inmensa, que para entonces daba origen a una pequea catarata
como consecuencia de su borde; la segunda, (que tiene ahora en su
centro un frondoso rbol) y una tercera, que en 1945 fue trasladada a
la casa de Justo Longa en Birongo, para luego pasar definitivamente
domicilio de Galo Sojo.
Otro lugar de peligro era el Paso del Pimpollo, cerca de la
oficina de Miguel Mejas, dueo de una plantacin de cacao. All, el
pozo de mayor riesgo era el Paso del Tambor hacia la boca de la
Laguna de la Reina cerca de La Peita, entre Curiepe e Higuerote-. La
dificultad consista en que el ro mantena mucha tranquilidad en su
cauce y en que sus aguas son muy oscuras. Otro problema a enfrentar
es que en algunos de estos lugares la poca de crecida del ro es
cambiante.
-
El conjunto de todos estos peligros supone el grado de coraje
que acompaaba a los hombres responsables de la conduccin de las
canoas, embarcaciones que alcanzaban unos cinco metros de
longitud por uno de ancho. Para enfrentar todos estos riesgos y
sobrellevar la rutina del viaje, estos hombres slo contaban con un
machete y un hacha cada uno, un mecate, velas en lugar de luces
por si tenan que pasar la noche en la embarcacin; una muda de
ropa y aguardiente o caa clara para contrarrestar el fro y el
cansancio.
Adems de los productos agropecuarios, los viajeros
llegaban a Higuerote con apreciables cantidades de pescado que
iban llenando la canoa como consecuencia del fuerte movimiento de
esta sobre el agua. Luego de descargar y pesar los productos, la
tripulacin disfrutaba el sabor de estos pescados que eran cocidos por
la seora Mara Antonia, vecina de un Jugar que hoy se conoce como
Playa del Cuchibano. Los transportistas pasaban la noche en la
posada de Mateo Romero, frente a la estacin del ferrocarril que para
entonces estaba ubicada cerca del ro en la calle Comercio. Por el
servicio de posada cancelaban unos pocos bolvares.
As llamaban a quienes conducan las canoas. La travesa, de
30 km., se iniciaba habitualmente entre cinco y seis de la maana y
normalmente finalizaba entre las cinco y ocho
-
de la noche del mismo da, si el ro contaba con abundante caudal; en
poca de sequa, contrariamente, el viaje poda prolongarse hasta el
amanecer del da siguiente.
El provero permaneca en la prova (parte delantera de la
embarcacin); era el encargado de guiarla sin que se saliera del
cauce por donde poda desplazarse. La ubicacin del provero le
permita divisar con antelacin cualquier tipo de obstculo que se
presentara en el can del ro, lo cual deba avisar inmediatamente al
patrn, quien viajaba en la parte posterior de la canoa. Ante estas
circunstancias el patrn ordenaba al provero que se lanzara al agua y
condujera con sus manos la punta de la canoa hacia una u otra
direccin a fin de evitar el peligro. Este tipo de situaciones ocurra
aguas abajo, es decir, durante el desplazamiento Birongo- Higuerote, y
a pesar de estas precauciones, el nmero promedio de
embarcaciones que zozobraban alcanzaba unas cuatro diarias.
En pocas de caudal normal, el provero y el patrn utilizaban
unas palancas fabricadas con ramas de mangle que se adquiran en
Higuerote a un valor de tres bolvares, y que con el uso se desgastaban
pero no se partan. Estas palancas eran afincadas en la arena y de esta
forma impulsaban la canoa hacia delante. Durante las temporadas de
creciente, provero y patrn deban manipular tambin dos remos de
madera de aproximadamente un metro de largo par 30 cm. de ancho.
Estos
-
remos eran empleados en las aguas ms profundas donde no
bastaban las palancas.
Figura 9. Las canoas en Birongo
-
Los protagonistas y sus condiciones
Varios hijos de Birongo fueron propietarios de canoas, en
algunos casos de ms de una. Eusebio Garca, por ejemplo, era dueo
de las canoas Ana y Petaquita; Eustoquio Lovera tena una llamada La
Golosa; la de Pedro Maria Sojo era conocida como Usonia, a esta los
conductores le teman mucho por su gran peso; Gregorio Ascanio era
dueo de La Gata. Entre los que se desempeaban como patrones de
canoa se recuerdan a Ezequiel Lovera, Jos de los Reyes Pea,
Mercedes Garca Verd, Lorenzo Pea, Adolfo Sojo, Mercedes Vliz,
Jess Mara Pea, mientras que como proveros destacaron Cleto
Marcelino Surez, Juan Tovar, Lus Lovera, Juan Bautista Sojo, Vicente
Verd, Felipe Santiago Garca Verd, entre otros.
Dado el precio de estas embarcaciones, la mayora de los
canoeros slo eran personas que las alquilaban directamente a sus
propietarios. Se dice que el precio de venta de una canoa poda
oscilar entre 20 y 50 pesos, o sea, entre 80, 120 y 200 bolvares, de tal
manera que en general los jvenes no podan convertirse en
propietarios, conformndose con arrendarlas por unos cinco bolvares
cada viaje. Entre los jvenes la excepcin fue Mercedes Garca Verd,
pues su padre era propietario de dos de estas embarcaciones.
El viaje (ida y vuelta) tenia un costa de 20 bolvares por
canoa, de los cuales se restaba el alquiler de la misma y el
-
pago del provero quien reciba entre dos y cuatro bolvares por viaje.
La prctica comercial
Hasta cerca de 1960 se mantuvo el auge del comercio fluvial
entre Birongo e Higuerote. Los puertos de Birongo donde se cargaba
con mayor frecuencia eran: El Paso de Birongo Arriba en la entrada de
El Bagre, La Solapa, Paso Los Zurita, La Ceiba (en La Placita), el Paso de
Eusebio Garca, el Paso de Jess Mara Pea en Dos Bocas, el Paso de
Estefana (en la entrada de Pueblo Nuevo). En estos lugares
permanecan amarradas las canoas hasta que partan hacia Higuerote
con una carga cuyo peso oscilaba entre 500 y 1000 kg. -dependiendo
de la resistencia y tamao de la canoa-. La carga consista entre 10 y
20 sacos contentivos de maz, cacao, caraotas, verduras, pltanos,
cambur...
De regreso, las mismas embarcaciones trasladaban a Birongo
diversos productos procedentes de Higuerote, ya que a este puerto
arribaban botes, lanchas y barcos cargados de pescado y mercancas
tradas de Margarita y otros centros comerciales del pas. El punto de
carga, descarga y pesado de la mercanca en Higuerote funcionaba
donde posteriormente se radic el Palacio Municipal.
Como consecuencia de las dificultades de la
-
travesa, frecuentemente cuando la carga llegaba mojada a su
destino, en este caso, luego de pesarIa deban ponerla a secar en e1
patio del almacn receptor y al da siguiente volvan a pesarla,
determinando la merma producida entre los dos momentos de
pesado. Luego de estas operaciones el dueo del almacn
cancelaba a los canoeros el valor real de los productos, tras lo cua1
emprendan el regreso. Al llegar a Birongo los canoeros rendan
cuentas a los productores de vendido y lo comprado en Higuerote.
Los productores contrataban tambin los servicios de los cargadores
de fletes quienes exigan que les trasladaran los bultos hasta los puertos
de embarque; era en este momento cuando se contrataba la canoa y
sus conductores. El auge de este comercio fluvial estuvo determinado
por dos factores importantes: la gran produccin agrcola y pecuaria
de Birongo, y las caractersticas de Higuerote como puerto receptor de
una amplia gama de productos provenientes de varias partes del pas.
Ambos factores propiciaron un intercambio comercial importante que
se tradujo en una prctica competitiva entre los almacenes de
Higuerote. Este auge lleg hasta provocar que en el momento de
arribar una lancha de pescado seco, fresco o salpreso, los
comerciantes llegaran a disputarse la adquisicin de la carga. En e1
fondo haba una doble motivacin, pues de antemano los
comerciantes saban que tendran venta segura para los productos
que aguardaban en sus almacenes.
-
Con el tiempo esta dinmica provoc tambin la presencia
de una red de contestas del puerto, es decir, personas encargadas de
avisar con anticipacin el momento del arribo de cargamentos, tras lo
cual los propietarios de los almacenes enviaban inmediatamente a sus
empleados al puerto para que formalizaran las negociaciones de
compra-venta. Toda esta prctica favoreca a los productores de
Birongo y Curiepe, porque no obstante vender su produccin a precios
relativamente bajos, reciban el beneficio de que los almacenes les
daban considerables facilidades de pago para la adquisicin de
mercancas, sobre todo implementos de trabajo, adems, en caso de
necesitarlo, les faci1itaban sus patios para el secado de las cargas.
Luego del auge la cada
Fue difcil conocer el momento del inicio de la actividad del
comercio fluvial en Birongo, sin embargo, s se tiene la certeza de que
cerca de 1960 comenz a disminuir esta actividad. Se trata del ao en
que el pas estrena la "democracia". A partir de ese momento
comienza a percibirse una participacin oficial que se orientaba hacia
los grandes capitalistas en detrimento del campesino, quien durante
siglos haba mantenido la produccin agrcola en Birongo.
-
Los agricultores fueron los grandes olvidados de la Reforma
Agraria manejada por AD, COPEI y URD, partidos que mediante la Ley
respectiva controlaron las tensiones del campesinado venezolano en
su legtimo derecho de poseer tierra propia. Estas esperanzas nunca
fueron satisfechas, al contrario, en la medida en que se profundizan las
nuevas formas de colonialismo, ahora norteamericano, ya no slo el
campesino, sino todo venezolano carente de dinero se aleja cada vez
ms de ese derecho. Los nativos de toda la zona de Barlovento viven
claramente esta situacin, pues da a da han ido perdiendo no slo la
esperanza de poseer tierras, sino incluso el derecho a transitar por ellas.
-
V
El aguacate
otro factor econmico
de importancia
-
V
EI aguacate:
otro factor econmico de importancia
El papel desempeado por el aguacate como elemento que
impulsa la economa, parece revelar, una vez ms, que el avance de
Birongo ha descansado sobre el esfuerzo y la tenacidad de sus
habitantes. Todo indica que hacia 1940, el cultivo de aguacate
constituy una excelente fuente de ingresos para un vasto sector de
agricultores birongueros y adems, para quienes se entrelazaron como
agentes de su comercializacin.
El cultivo de aguacate se inici en Birongo como apoyo al
desarrollo de las haciendas de cacao. Lo que se deseaba entonces en
tales momentos era que el aguacate beneficiara con su sombra al
cacao. Inevitablemente el fruto comenz a ser apreciado como
alimento humano, y muy rpidamente, junto con otros rubros, comenz
a ser utilizado para el engorde del cochino, cuyas cras abundaban en
la zona. Hasta tal punto contribuy el aguacate al robustecimiento del
cochino, que gracias a este fruto se intensific el comercio de estos
animales
-
con las poblaciones de Barlovento, Curiepe, Capaya, Salmern, La
Colonia de Guatire, y otras, quienes adquiran cada animal a precios
que variaban entre 20 y 150 bolvares en Birongo, segn su tamao y
calidad.
Dos compradores de cochino provenientes de La Colonia,
Vctor Mrquez y Dionisio Muoz, haca 1942 llegaban a adquirir hasta
100 animales en una sola compra, transportndolos durante un
recorrido a travs de un camino de unos 50 km. de largo, que les
tomaba varios das para llegar hasta su pueblo, por trocha, a pie,
atravesando camburales y quebradas diseminados a lo largo de sitios
conocidos con los nombres de Pelelojo, Marasmita, Capaya, Guarata,
La Tovar, Nonico, Las Palmitas, Salmern, Agua Blanca, Chuspita, Alto
Limn ... Esta larga y accidentada travesa hacia La Colonia, durante la
que perecan numerosos cochinos, prosegua luego hasta su destino
final: los mataderos de Petare, en Caracas.
Estos constantes desplazamientos permitieron a Muoz y
Mrquez observar la abundante prodigalidad del aguacate en la
zona y, como buenos comerciantes, asociaron este hecho con la
demanda de este fruto en el Mercado de San Jacinto en Caracas.
Rpidamente estas personas acordaron can Ricardo Verd (quien les
servia de enlace en Birongo para la adquisicin de cochinos) un
engranaje para comercializar aguacates en Birongo; para ello
contaban de antemano con sus
-
dos arreos, de 9 mulas y 9 burros respectivamente, en los que
comenzaron a trasladar los frutos hasta La Colonia, desde donde
posteriormente saldran en camiones hacia Caracas.
De esta manera tan inesperada y rudimentaria comienza en Birongo
una actividad comercial que progresivamente adquiri complejidad,
generando ocupacin para una cantidad apreciable de sus
pobladores. Ricardo Verd se convirti muy pronto en el primer
promotor del negocio entre los propietarios de matas y Muoz y
Mrquez; se desempe como comprador, tumbador y arriero, ya que
los dos comerciantes le entregaron uno de los arreos para que lo
mantuviera en su potrero y de esta forma se le facilitara su trabajo;
Verd tambin tuvo la oportunidad de ir personalmente a comerciar a
Caracas al mercado de San Jacinto.
A otra escala, los arrieros tambin fueron pioneros de esta nueva
actividad: contratados por compradores como Muoz y Mrquez, eran
las personas encargadas de trasladar los frutos y los animales, labor
que era pagada a un precio nfimo: dos bolvares diarios por jornada a
cada persona y Bs. 2,50 por cada carga de 100 aguacates. Por
supuesto, tan bajos fletes permita a los comerciantes realizar
adquisiciones significativas de ambos rubros. Lo cierto es que de este
comercio ocasion un enorme impacto entre quienes cultivaban
aguacate, ya que hasta ese momento este fruto no
-
haba adquirido valor de cambio, sino que su beneficio se limitaba al
consumo humano y animal.
Por supuesto que tan inesperada oportunidad signific la
modificacin de las formas como se realizaba tradicionalmente la
cosecha, ya que a partir de ese momento este trabajo deba realizarse
evitando toda posibilidad de maltrato. Las bolsas de mecate con aro
de alambre, adquiridas en La Colonia, sustituyeron la popular tcnica
del garabato, conservando de este tradicional procedimiento las varas
de bamb, majagua, mangles, de una longitud de 4 a 6 metros, a las
que les amarraron las bolsas.
EI negocio oblig a los compradores a contratar a quienes
asumieron el oficio de "tumbadores" y estos a su vez contrataban
"atajadores", estos ltimos deban estar provistos de unos sacos
acondicionados con dos varitas para prensar, a fin de que los frutos no
se daaran.
El precio de venta poda ser acordado con base en la
cosecha total, independientemente de la cantidad, la calidad o el
tamao del fruto, o poda acordarse considerando lotes de a 100
unidades. En promedio, el comprador pagaba al vendedor entre 3 y
10 bolvares cada lote.
-
Al tumbador se le cancelaba 1 bolvar por cada 100
aguacates manejados, mientras el atajador ganaba Bs. 0,50 por la
misma cantidad.
Nuevos entusiasmos
Progresivamente la comercializacin del aguacate despierta
el inters de muchos jvenes de Birongo. Puede afirmarse que se
estaba ante el nacimiento de una nueva actividad econmica que
rompe de alguna manera con las tradiciones socio-culturales. Esta
nueva generacin de comerciantes ofrece la venta de aguacates a
varios propietarios de camiones y de esta forma va naciendo otro nivel,
tal vez econmicamente menos importante, de la misma actividad
comercial. Los camioneros que se interesaron en este negocio
comenzaron a llevar el producto directamente a Caracas, entre ellos
se destac especialmente Juan Milano. El punto de carga en Curiepe
era el almacn de Abigail Landaeta, all los camioneros adquiran los
frutos por guacales o por bultos de 50 kg.
Alrededor de 1950 el incremento del comercio de aguacates
llego a ser tal, que oblig a un grupo de birongueros a gestionar ante
la administracin de La Hacienda de Villegas, propiedad de la familia
Co1n, permiso para instalar all el punto
-
de carga, lo cual implicaba la presencia en el lugar de los arreos y los
camiones. La solicitud fue aceptada y desde ese momento se evitaran
las terribles dificultades del paso entre Villegas y el Callejn, hacia
Curiepe.
Da y noche desfilaban por el camino Birongo- Villegas los
arreos de burros y mulas; esto, junto con el notable incremento de
productores, tumbadores, atajadores, arrieros, compradores,
camioneras, e incluso arrendadores de animales de carga, era la
caracterizacin de aquel momento, sobre todo en poca de cosecha
entre junio y septiembre de cada ao. Era obvio el auge econmico
de la poblacin.
Un alto porcentaje de la poblacin posea suficiente siembra
de aguacates para su consumo y para la venta; de all que las familias
de Birongo vieron crecer sus ingresos y eso les permiti adquirir bienes
que hasta ese momento les haba sido difcil obtener.
En 1954, Jos Nieves y Evangelista Sojo, de Birongo,
adquirieran un camin Fargo rajo y as pasaron a ser los primeros
habitantes de este pueblo que transportaron sin intermediarios,
aguacates y otras productos agrcolas hasta el Mercado de Quinta
Crespo en Caracas, comercio ste que ampliaron comprando
mercanca en los distintos almacenes de
-
Caracas y en el distrito Brin. Los das en que no haba viaje a la
capital, este fue el nico vehiculo que poda ser guardado bajo la
sombra de los naranjales de La Hacienda de Villegas.
Pronto fueron ms de 7 los camiones adquiridos por
pobladores de Birongo para trasladar la produccin agrcola a
Caracas, donde se extendi tambin hasta el mercado de Coche. En
otro nivel del negocio, otras personas compraron ms animales de
carga para facilitar el transporte entre los conucos y las haciendas. Fue
as como se beneficiaron unidades agrcolas como Graciliano,
Paraguito, Quebrada Seca, Las Pailas, Cambural, Salsar, Don Narciso,
Quiniequichipe, Arenal, Vadre, entre otras de la geografa de Birongo.
La alta demanda de aguacates en los mercados de Caracas
hacia 1950, se tradujo en que Birongo se convirti en una unidad
econmica prspera, cuyos habitantes vieron mejorar su nivel de vida.
Por ejemplo, las viviendas dejaron de ser construidas de bahareque
con techo de palma y piso de tierra, para convertirse en casas de
bloque con techo de zinc o asbesto y pisos de cemento, materiales
estos comprados en Curiepe, Higuerote y hasta en Caracas.
Algunos de estos materiales terminaban llegando al pueblo
en bestia y a veces hasta sobre la cabeza de los hombres, como en el
caso del asbesto que no poda ser cargado par animales.
-
En 1960 abren la carretera Birongo-Curiepe y esto reviste
suma importancia para el negocio aguacatero, ya que las cargas
comenzaron a recogerse directamente en Birongo. La carretera,
adems, mejoraba notablemente todos los aspectos de la vida de los
birongueros.
A lo largo del periodo 1950-1980, el negocio del aguacate
pas a ser ms rentable que el negocio del cacao, la verdura y los
granos. El precio de venta en Caracas variaba entre 50, 80, 100, 150,
200, 300 Y ms bolvares cada guacal, de acuerdo al tamao del fruto;
adems la demanda siempre fue creciente. Birongo tena cmo
responder a esta demanda: sus tierras eran muy frtiles, y el trangulo
precio-demanda-calidad se mantuvo siempre a niveles satisfactorios
para todos los implicados. Durante los meses de junio a septiembre de
cada ano, la cosecha llegaba a arrojar mas de dos millones de frutos.
Otras cifras sealan que aproximadamente entre 1970 y hasta 1982,
semanalmente, y durante los cuatro meses de cosecha, salan de
Birongo aproximadamente 20 camiones, cada uno can un promedio
de 70.000 frutos, de all que el aguacate fue calificado como el
petrleo verde de Birongo.
En 1982 se desat sbitamente una enfermedad que
-
sec el 90% de las matas de aguacate y con ello ocurri la ruina de los productores.
Produccin Valor de la produccin Variacin
Tonelada mtric a Miles de bolvares (1978) porcentual dela
1981 1980 1981 1980 produccion
46.266 44.595 97.575 94.051 3,5
Fuente: Anuario Estadstico Agropecuario ano 1981. Pg. 7. Ministerio de Agricu1tura y Cra.
Superficie Rendimiento
Cosechada RC/HA
1981 1980 1981 1980
10.513 10.292 4.401 4.333
Fuente: Anuario Estadstico Agropecuario ano 1981. Pg. 13. Ministerio de Agricultura y Cra.
Exportacion 1981
TM Bolivares
625.039 5.027.026
-
Esta enfermedad afect todo el territorio del Municipio Brin,
luego de haber ocurrido el envenenamiento masivo de peces en la
baha de Carenero. Cabe preguntarse si la misma sustancia que
ocasion la muerte de los peces, pudo haber sido arrastrada por los
vientos o por las aguas afectando el oxgeno que purifica las plantas o
las aguas de riego. Este ecocidio no fue estudiado oficialmente y
tampoco la accin gubernamental hizo esfuerzos por controlar la
situacin cientficamente, mediante el uso de algn recurso
tecnolgico propio de los sistemas agrarios.
-
VI La salud, un gran
esfuerzo En Birongo
-
VI
La salud, un gran esfuerzo en Birongo
Las pulgas y las niguas convivan con los birongueros haciendo estragos
en su salud; por ello, la lepra, la buba y el clavo (una especie de brote
que afecta los pies) llegaron a ser enfermedades endmicas en
Birongo, hasta 1937. Esta situacin revela tambin el estado de
aislamiento que por largos aos enfrent esta poblacin; fueron aos
durante los cuales la salud dependa de la capacidad de
autoproteccin y sta, a su vez de los conocimientos del potencial
curativo de las plantas medicinales. Hasta entonces Birongo slo era
conocido como una mquina de producir riquezas para los amos de
los grandes almacenes de Curiepe e Higuerote.
En 1937 el gobierno del General Eleazar Lpez Contreras
desarrollo un programa de saneamiento y salubridad rural. Dentro de
este marco, obedeciendo rdenes de la gobernacin del Estado
Miranda, el seor Alfredo Perdomo arriba en 1938 a Birongo y se
contacta de inmediato con la nica autoridad del pueblo, el
Comisario Pedro Mara Sojo, quien lo recibe en su domicilio, ubicado
en Birongo Arriba,
-
frente a donde hoy se localiza el Grupo Escolar "Antonio R. Vaamonde".
Desde ese mismo momento, tras las explicaciones necesarias y el
requerimiento de un lugar apropiado, comienza a prestarse asistencia
mdica en ese mismo inmueble. El enviado oficial traa consigo una
gran cantidad de un medicamento conocido con el nombre de
Bimuto, as como suficientes inyectadoras y materiales diversos para
ejercer tareas de enfermera.
Las afecciones de la piel entre la poblacin llegaban a ser
tan graves, que los enfermos se vean impedidos de usar ropa, adems
de que sus cuerpos despedan malos olores por la presencia de
pstulas. Los afectados presentaban problemas para caminar y
cuando podan hacerlo, iban al ro a lavarse con sal y a frotarse con
naranja o limn agrios, luego se rociaban con Polvo Juan,
medicamento muy popular por aquellos aos, o con otro remedio
conocido con el nombre de cardenillo. Tambin se curaban con sumo
de plantas, pero a pesar de todos sus esfuerzos los resultados eran muy
poco efectivos.
En su condicin de Comisario Mayor, Sojo emprendi una
campaa en toda la comunidad, dando a conocer el nuevo servicio
y tratando de convencer a los vecinos para que acudieran a
inyectarse contra estos padecimientos. Como era de esperarse, la
noticia suscit una gran movilizacin y una honda esperanza.
Perdomo se convirti en la primera persona
-
que inyect en Birongo, y a partir de este hecho hubo alegra
colectiva, porque en efecto, las personas inyectadas comenzaron a
ver y sentir como se sanaba su cuerpo, y en lugar de pstulas, vieron
formarse costras parecidas a escamas de pescado, hasta que el
cuerpo sanaba totalmente.
Cada adulto enfermo reciba un tratamiento consistente en 8
inyecciones de 2 cc. Cada una, mientras para los nios las dosis eran
de 1 cc. A lo largo de cuatro meses que dur la campaa de salud,
haban sido inyectadas unas 400 personas a quienes se les aplic un
total de tres mil 200 dosis. Ms tarde Alfredo Perdomo debe trasladarse
a otra poblacin para proseguir su misin, y pide al Comisario Sojo que
le localice una persona que garantizara la continuacin de esta labor.
Responsablemente el Comisario reconoce que en toda la poblacin
no hay quien sepa inyectar, por lo que Perdomo decide ensearle a l
(Sojo), para lo cual ofrece una de sus piernas para la prctica. De esta
forma tan peculiar comenz a existir un dispensario en Birongo: en la
casa del Comisario Pedro Mara Sojo, pasando a ser el mismo, el primer
enfermero del pueblo.
Cerca de 23 aos continuos permaneci Sojo al frente del
dispensario, desempeando estas funciones en forma totalmente
gratuita. Durante los 10 primeros aos, en 1958 un grupo de activistas
del partido Accin Democrtica, coordinado por Jos Nieve,
provoc un incendio parcial del dispensario,
-
argumentando que Sojo era perezjimenista y obviando que el