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Asociatividad: estrategia de desarrollo para el sector rural productivo de Colombia1
Natalia Castrillón González2
Universidad Cooperativa de Colombia Sede Pereira
Facultad Ciencias Económicas y Contables
Carrera Contaduría Pública - Decimo Semestre
31-05-2019
1 Artículo de la investigación en curso sobre “asociatividad: estrategia de desarrollo para el sector rural productivo
en Colombia” para la modalidad de grado como auxiliar de proyecto de investigación presentado a Alba Lucia
Galvis Gómez, Universidad Cooperativa de Colombia. 2 De nacionalidad colombiana. Estudiante de noveno semestre de Contaduría Pública En la Universidad Cooperativa
de Colombia Seccional Pereira. Teléfono +57 3104485049 Correo [email protected]
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Introducción ......................................................................................................................... 5
1. Análisis de las asociaciones como parte de la economía solidaria en Colombia ....... 6
2. Participación del sector asociativo en Colombia........................................................ 9
3. Experiencias latinoamericanas de organizaciones de base asociativa ..................... 13
3.1 Experiencias Argentina ......................................................................................... 14
3.2 Experiencia en Ecuador ........................................................................................ 16
3.3 Experiencia en México: ........................................................................................ 18
4. Conclusiones ............................................................................................................ 20
5. Bibliografía............................................................................................................... 21
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Asociatividad estrategia de desarrollo para el sector rural productivo de Colombia.
Resumen
El presente artículo entrega un análisis alrededor del tema de la asociatividad basado en la
revisión bibliográfica, centrándose en la importancia que puede llegar a tener este modelo de
agrupación en el desarrollo de la economía nacional. Para lograr este objetivo se construyó el
documento dividido en tres partes, distribuido de la siguiente manera: en el primer capítulo se
analizan las asociaciones como parte de la economía solidaria en Colombia, en el segundo
capítulo se basa en la participación sectores productivos del país, en el tercer capítulo se
presentan experiencias latinoamericanas de organizaciones de base asociativa y prácticas que se
han tenido en países como Argentina, Ecuador y México frente a los modelos de asociación que
se han implementado a partir de la economía solidaria; finalmente se presentan las conclusiones.
Palabras claves: asociatividad, sector productivo, sector solidario, sector rural.
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Abstrac
The present article gives an analysis around the theme of associativity based on
bibliographic review, focusing on the importance that this model of grouping can have in the
development of the national economy. To achieve this objective, the document divided into three
parts was constructed, distributed as follows: In the first chapter the associations are analyzed as
part of the solidarity economy in Colombia, in the second chapter is based on the participation of
sectors In the third chapter presents Latin American experiences of associative organizations and
practices that have taken place in countries such as Argentina, Ecuador and Mexico in front of
the models of association that have been implemented from the Solidarity economy; Finally, the
conclusions are presented
Keywords: associativity, productive sector, solidary sector,
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Introducción
Este artículo de revisión bibliográfica, tuvo como finalidad profundizar en el
conocimiento de la asociatividad en Colombia, el cual es un modelo de agrupación dentro de la
economía solidaria, específicamente en las denominadas asociaciones de productores del sector
rural las cuales hacen parte de las organizaciones solidarias de desarrollo y que tienen una
característica especial de ser estructuradas como empresas, donde su objeto social es el de
satisfacer necesidades de los asociados y el beneficio comunitario, característica de este tipo de
entidades a nivel de América latina.
La asociatividad en Colombia es de carácter jurídico, permite la dinamización de los
sectores productivos y sociales basados en la colaboración mutua, la redistribución del beneficio,
el trabajo en grupo por un fin común; este tipo de agrupaciones suelen estar relacionadas con los
productores rurales.
La necesidad de los productores de asociarse nace como respuesta a las condiciones de
los mercados de bienes y servicios donde la competencia dejó de ser solo interna como
consecuencia de la política del libre comercio, que permite el ingreso de productos de diferentes
países con beneficios arancelarios, los cuales ponen en peligro la competitividad de los
productores nacionales. Es así como se encuentra en las estructuras asociativas una forma para
enfrentar en conjunto la competencia con estrategias de precios, negociaciones en grupo y
capacidad de oferta.
En el siguiente artículo se podrá observar cómo es la experiencia de asociatividad en tres
países diferentes de latina América los cuales son Argentina, Ecuador y México, para así poder
tener una visión más amplia acerca de este tema.
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1. Análisis de las asociaciones como parte de la economía solidaria en Colombia
Las asociaciones en Colombia hacen parte del grupo de las Entidades sin Ánimo de
Lucro (ESAL), se encuentra consagrada en la Constitución Política de Colombia (1991) en
diferentes apartes como: Título II, Capítulo I, artículo 38, donde "Se garantiza el derecho de libre
asociación para el desarrollo de las distintas actividades que las personas realizan en
sociedad..."(p.2); igualmente en el Artículo 58, inciso 3 se indica que "El Estado protegerá y
promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad (p.10) y por último en el Artículo
333, inciso 3 se resalta “...la empresa como base del desarrollo tiene una función social que
implica obligaciones, el Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el
desarrollo empresarial..." (p.84), de esta forma el Estado garantiza la libertad de las personas
para reunirse y desarrollar actividades comunes desprovistas del ánimo de lucro.
Para poder hacer una aproximación del tema de la asociatividad en Colombia se hace
necesario conocer el contexto regulatorio del sector solidario el cual tiene como base el CONPES
2883 ( 1995) citado por Clavijo (2016) que lo define como “Amplia gama de organizaciones de
derecho privado sin ánimo de lucro que constituyen una importante expresión de la sociedad
civil y de su iniciativa para solucionar, de manera autogestionaria, las más sentidas y urgentes
necesidades de las comunidades en los planos local, regional y nacional”. (p. 25)
En este sentido Clavijo profundiza en la caracterización de las organizaciones que
pertenecen a la economía solidaria, especificando que estas pueden cumplir multiplicidad de
actividades distintas a la compra y venta de bienes o servicios, tales como actividades culturales,
sociales, comunales, reivindicativas, de representación. Por otro lado están las que combinan su
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objetivo social con objetivos económicos donde su estructura es eminentemente empresarial y
su actividad económica constituye un medio fundamental para el logro de los objetivos sociales,
y tienen relación directa con el mercado de bienes y servicios. Se hace claridad que la base de la
política definida en el CONPES 2883 se centró en el fomento y apoyo a este último grupo de
asociaciones.
Otro soporte que regula el marco conceptual de la economía solidaria es la Ley 454
(1998), que identifica al Sistema de Economía Solidaria como el “sistema socioeconómico,
cultural y ambiental conformado por el conjunto de fuerzas sociales organizadas en formas
asociativas identificadas por prácticas autogestionarias solidarias, democráticas y humanistas, sin
ánimo de lucro para el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin de la
economía”. (p.1)
Igualmente, esta misma ley le da el carácter de personas jurídicas organizadas que
realizan actividades sin ánimo de lucro, donde sus asociados son simultáneamente aportantes y
gestores, creadas con el objeto de producir, distribuir y consumir conjunta y eficientemente,
bienes y servicios para satisfacer las necesidades de sus miembros y contribuir al desarrollo de
obras de servicio a la comunidad en general (Clavijo , 2016, pág. 13).
Dada la gran variedad de posibilidades jurídicas que ofrece la legislación colombiana
existen varias clases de entidades sin ánimo de lucro como son las de economía solidaria y las
organizaciones sociales de desarrollo (en estas últimas se encuentran incluidas las asociaciones),
basadas en la actividad que éstas desarrollan y pueden adoptar cualquiera de las modalidades que
prevé la ley: asociación, corporación, fundación, cooperativa, fondo de empleados entre otras.
Según Gaitán (2014) se pueden resumir principalmente como se indica en la tabla 1.
Tabla 1. Tipos de asociaciones en Colombia
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Tipo de
asociaciones
Característica
Gremiales Conformadas por personas de una misma profesión u oficio.
De beneficencia Creadas para ayudar a las personas de bajos recursos.
De profesionales Conformadas para generar beneficios a una línea específica
de profesionales.
Juveniles Creadas para desarrollar actividades con la juventud y que
promuevan su desenvolvimiento en la sociedad.
Sociales creadas para la diversión y el esparcimiento de la sociedad
o un sector de ésta. Actúan muchas veces bajo la figura de
clubes sociales.
De bienestar
social
Creadas para promover una mejor manera de vivir en
comunidad.
Democráticas y
participativas
Creadas para promover mecanismos de democracia y
participación en los diferentes escenarios de la gestión pública.
Cívicas y
comunitarias
Creadas para promover el desarrollo armónico del individuo
en la sociedad.
De egresados De egresados: creadas por egresados de un establecimiento
educativo, para generar bienestar y solidaridad entre ellos
De ayuda a
indigentes, drogadictos
e incapacitados
De ayuda a indigentes, drogadictos e incapacitados: creadas
para ayudar a la rehabilitación social de personas que por sus
condiciones son rechazadas en la sociedad.
Agropecuarias y
de campesinos
Constituidas por quienes adelantan actividades agrícolas,
pecuarias, forestales, piscícolas, avícolas, con el objetivo de
satisfacer los intereses de sus asociados y contribuir al desarrollo del
sector rural.
Fuente: Guía práctica de las entidades sin ánimo de lucro, (Gaitán, 2014)
En un referente más general y que resume el contexto legal y jurídico de las asociaciones
lo expresan Amezága, Rodríguez, Núñez, & Herrara (2013), quienes consideran que la
asociatividad tiene características propias que las diferencian de empresas de carácter privado,
como es el caso de la adhesión de carácter voluntaria y de libre unión, donde los asociados,
corporados, productores o empresas se organizan en la búsqueda de objetivos comunes,
manteniendo la independencia legal y gerencial de sus propias operaciones.
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Pero a pesar de su carácter colectivo se puede distinguir un enfoque empresarial, dado
que tiene como objetivo mejorar las condiciones de competitividad de los asociados en el
mercado, con el fin de aumentar los retornos de sus operaciones, incrementar el bienestar
familiar y contribuir al desarrollo económico de las comunidades rurales.
1. Participación del sector asociativo en Colombia
Bajo este esquema constitucional el modelo de agrupación productiva asociativo ha sido
implementado en el país como estrategia para alcanzar niveles de competitividad en diferentes
sectores productivos, es así como Lozano (2010) se refiere a la asociatividad indicando que:
Este mecanismo se entiende como una estrategia de colaboración colectiva que persigue
la creación de valor a través de la concreción de objetivos comunes que contribuyen a
superar la escasez de escalas individuales y a incrementar la competitividad, herramienta
que es necesaria para la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas (p. 175).
De acuerdo a lo anterior, el sector productivo ha encontrado en la asociatividad la forma
de contrarrestar los efectos de la globalización de las economías que permiten la llegada de más
productos al país de diferentes puntos del mundo, y es posible entrar a competir con ellos
optimizando los procesos, la calidad y la oferta de productos; lo que ha permitido el surgimiento
de diferentes modelos de asociatividad que han sido diseñados de acuerdo a su propósito.
Cuando se hace referencia al modelo de asociatividad de productores en Colombia este
grupo asociativo se relaciona con frecuencia a los productores del sector rural, ya sea agrícola o
pecuario. Esta forma asociativa es el mecanismo que han encontrado los productores
agropecuarios para hacer frente a las demandas del mercado, obtener mejores precios de sus
productos, lograr negociaciones en bloque para sus insumos, equipos, herramientas e inclusive es
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la manera de obtener recursos de fortalecimiento por parte del gobierno nacional a través de
subvenciones por medio de los diferentes ministerios.
Cabe mencionar que la asociatividad no es propia de Colombia, existen referentes
internacionales históricos, los cuales muestran que esta práctica es empleada para fomentar la
acción colectiva entre los productores; no es un enfoque nuevo en el desarrollo rural, Penrose
(2007) en su publicación “Organizaciones de productores Guía para el desarrollo de empresas
rurales colectivas” expone que las cooperativas o unidades asociativas han jugado un papel
importante en el desarrollo rural tanto en países industrializados como en países en vías de
desarrollo desde hace más de un siglo. En los inicios de los años ochenta, los gobiernos
fomentaban unidades asociativas de tipo cooperativo rural, como elemento central de su política
de desarrollo para el campo, pero en contraposición a estas políticas también se presentó un
desestimulo por falta de fondos de los gobiernos, lo que generó estancamiento en el crecimiento
de este sector.
Fue solo a partir de los años noventa cuando se reactivó el fomento a la creación de
organizaciones de productores OP (en adelante) como estrategia de desarrollo, incentivadas por
las donaciones de gobiernos, donantes y organizaciones no gubernamentales (ONG) que
reconocieron la necesidad de ayudar a los pequeños productores y así estos pudieran competir
en mercados globales (Penrose, 2007, pág. 6).
Con respecto a lo que ocurre en los países de Europa y economías como las de la China y
el Japón, hay una cultura económica de negocios que fomentan el trabajo colaborativo entre
pequeñas y medianas empresas. Este modelo les permite lograr economías de escala y métodos
de trabajo con el fin de optimizar costos, precios y asignaciones. A través de la asociatividad las
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pymes logran resultados como los de las empresas más grandes, lo que en algunas situaciones las
hace más flexibles y menos vulnerables a las crisis (Confone, 2011, pág. 102).
Como ya se ha mencionado el modelo de OP en Colombia se generaliza con mayor
frecuencia en el sector agropecuario, en este sentido las organizaciones tienen características
específicas identificadas por Penrose (2007) como:
Los asociados son pequeños productores en su gran mayoría, las actividades de
comercialización se hacen en forma colectiva, al interior de ellas se pueden ejercer
actividades sociales y por último es fundamental el hecho en que su objeto social
involucra objetivos colectivos en beneficio de los asociados dándoles el carácter de
unidades de negocio sin ánimo de lucro. (pág, 6)
Al profundizar en las motivaciones que incitan tanto a productores rurales y empresarios
del sector privado a optar por la asociatividad se encuentra que: esta decisión está impulsada en
mejorar sus niveles de competitividad, para enfrentar la competencia generada por la apertura de
mercados, o la intermediación, estos factores hacen que actuar de forma individual sea más
difícil dadas las grandes brechas que se presentan en términos tecnológicos, calidad y capitales.
Igualmente, las oportunidades de acceso a recursos del estado en cuanto a la participación de
programas de apoyos dentro de las políticas nacionales están dadas en la mayoría de los casos
cuando se hace parte de una asociación en cualquiera de las figuras contempladas en el territorio
nacional.
De acuerdo a Baquero (2018) la Confederación de la Unidad Nacional
de Productores Agropecuarios de Colombia CONFENAGRO es la entidad que se ha
encargado de impulsar el desarrollo y mejoramiento del sector agropecuario, articulando la
institucionalidad con las organizaciones de los productores rurales, mejorando la cadena de valor
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del liderazgo en los planos humano, ético, cultural y económico, en el país existen 16.000
familias productoras agrupadas en 564 asociaciones. El sector de la economía solidaria en
Colombia desempeña un importante papel como agente promotor de equidad y desarrollo social,
pues éste promueve, entre otros aspectos, la formación de capital social y contribuye de manera
efectiva con la reducción de la pobreza, la distribución del ingreso y la generación de
oportunidades para la población.
En la tabla 2. Se muestra la agrupación de asociaciones de carácter agropecuario según
Baquero (2018) destacando que este grupo por sus características garantizan un importante
aporte al Plan Nacional de Desarrollo, ya que su doble dimensión empresarial y social les faculta
aportar al desarrollo con una alta agregación de valor en términos de generación bienestar y
creación de tejido social.
Tabla 2. Organizaciones solidarias sector agropecuario
Sector Numero de asociaciones
Agrícolas 162
Avícolas 29
Pesca y sus derivados 28
Ganadera y lácteos 29
Apicultura 10
Porcino y bobino 21
Total 279
Fuente: elaboración propia a partir de (Baquero, 2018)
Pero no solo el sector agropecuario se fortalece a través de asociaciones existen otros
sectores que fortalecen el sector solidario colombiano, donde el total de las 408 organizaciones
del sector solidario fortalecidas durante el año 2017 representan el 68% las asociaciones
pertenecientes al sector agropecuario y el 32% se encuentran otras actividades.
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Tabla 3. Sector solidario en otras actividades
Sector Numero de asociaciones
Minería 4
Gastronomía 19
Turismo 12
Artesanía 15
Producción y comercialización 33
Confección 15
Transporte e infraestructura 6
Reciclaje y medio ambiente 14
Sector cultura 2
Otras actividades 9
Total 129
Fuente: elaboración propia a partir de (Baquero, 2018)
2. Experiencias latinoamericanas de organizaciones de base asociativa
El concepto de solidaridad forma parte del surgimiento de la sociedad democrática
liberal, como lo indica Jiménez (2016) y que a su vez contextualiza su origen en Latino América
en el siguiente texto:
… como parte de los procesos de reivindicación social, particularmente de los derechos
instaurados a partir de la segunda guerra mundial y del surgimiento del Estado de Bienestar;
donde aparecen, por un lado, una solidaridad filantrópica y por otro una solidaridad
denomina democrática, la misma que fue reprimida permanentemente en América del Sur
en la década de los sesenta y ochenta. Ahora bien, las prácticas solidarias estaban presente
desde tiempos ancestrales en las comunidades y pueblos del sur y eran parte de la
cotidianidad de las comunidades indígenas, enmarcadas en los principios de la reciprocidad
y la complementariedad. (p. 104).
14
Dentro de las experiencias asociativas a nivel de Latino América La Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dentro de su trabajo de
intervención en apoyos a mejorar las condiciones agroalimentarias de la población en países
como Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú ha identificado dos tipos de modelos
asociativos aquellas asociaciones de productores que han aprendido a trabajar en equipo y un
segundo grupo que son las asociaciones de productores que sólo se “integran” para gestionar un
beneficio y después sus miembros trabajan aisladamente y por su cuenta (Mamani , 2017, pág.
56).
2.1 Experiencias Argentina
De acuerdo a Confone (2011) Argentina carece de una cultura asociativa entre las pymes,
donde se evidencia, que no hay un contexto que favorezca la formación de redes de trabajo en las
que se asocien las empresas entre sí con el Estado y con otros organismos e instituciones, de
hecho, existe un desafío en este país, en la generación de un ambiente que favorezca la
asociación de empresas.
En cuanto al surgimiento de la economía solidaria en Argentina, tiene antecedentes
basados en la incentivación a formalizar organizaciones de base cooperativa o asociativas en el
marco de las características de entes del sector solidario, como estrategia para afrontar la crisis
de este país bajo la política de “un nuevo país”, luego del derrumbe de la experiencia de
mercados abiertos o globalizados, teniendo su mayor importancia de impulso el año 2003 bajo la
denominación “sociedad del trabajo” que tenía como base fundamental principios de equidad y
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justicia distributiva que contrarrestaban el proyecto de globalización del país concebido desde
una perspectiva de sociedad de mercado ( García & Rofman, 2013, pág. 16).
Diferentes autores como Minujín (1993), Urcola (2010) y Merlinsky y Rofman (2005)
citados en García & Rofman (2013) concuerdan con que las experiencias participativas
desarrolladas en Argentina en el periodo 2003 -2013 han cambiado el carácter cualitativo en las
prácticas de autogeneración de empleo, donde se logró un cambio en las actividades propias del
sector informal cambiando las practicas, hacia el sector solidario y de cooperativo, a la vez que
cambian de la esfera privada para ser expresadas en la esfera pública, adquiriendo así
importancia el sector público en el desarrollo de estas.
El fortalecimiento de este tipo de organizaciones pretendía impulsar nuevas experiencias
productivas como: los micro-emprendimientos gestionados por movimientos de desempleados,
lo que pretendía era la recuperación de empresas que habían sucumbido dentro de una economía
global de mercado, forjar clubes de trueques, generar cambios en el rumbo de las políticas
sociales y de empleo hacia la perspectiva de la economía solidaria.
Los resultados vivenciales para el año 2013 en Argentina permitieron cubrir el apoyo de
más de 200.000 unidades de economía solidaria que surgieron como emprendimientos con
apoyos de microcréditos, se lograron empresas recuperadas por los trabajadores, que permitieron
conservar y activar más de 12.000 puestos de trabajo. En cuanto al Plan de Desarrollo Local y
Economía Solidaria «Manos a la Obra», contribuyó a desarrollar y consolidar miles de
emprendimientos productivos asociativos con cadenas de agregación de valor y servicios de
apoyo a la producción, además de haber aportado en poner a la economía solidaria como clave
en la reconstrucción del trabajo y redes sociales ( García & Rofman, 2013, pág. 3).
16
Al hacer un análisis de las perspectivas que dieron origen al impulso de economías
solidarias entendiéndolas como formas asociativas de carácter jurídico se aprecia el alcance que
pueden llegar a tener este tipo de empresas dentro de una economía; se pude indicar que una
plataforma bien estructurada bajo el esquema de asociatividad en un país de libre empresa y
mercados, es una estrategia que fortalecería la competitividad de los sectores productivos, tanto
en empresas de procesamiento de bienes y servicios como para los productores de las zonas
rurales, esto se respalda en la posición que asumió el gobierno argentino en la década 2003-2013
como pilar de desarrollo de la economía para disminuir las tasas de desempleo y fortalecimiento
empresarial de las pequeñas empresas el impulso al sector solidario.
2.2 Experiencia en Ecuador
Entre tanto en Ecuador la asociatividad de las organizaciones sociales hace referencia
a la cooperación, unión, reciprocidad entre individuos y organizaciones que se juntan
voluntariamente con el fin de satisfacer sus necesidades, lograr un solo propósito, bajo la
participación y el esfuerzo colectivo, los autores Borja, Alarcón , & Quizhpe, 2017, comentan
que:
Cuentan con el apoyo de la Corporación Financiera Nacional (CFN), Banecuador, Instituto
de Economía Popular y Solidaria (IEPS), Ministerios de Inclusión Económica y Social; el
Ministerio de Industrias y Productividad, Ministerio de la Pequeña y Mediana Empresa,
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, a través de programas de fomento
productivo, como entes reguladores para incentivar la producción, el desarrollo socio
económico de sus comunidades, apoyando a los productores, asociaciones y sectores de
menor desarrollo (pág. 1)
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En Ecuador se identifican diferentes tipos de organizaciones como las mingas, presta
mano, alianzas estratégicas, economías de escala, redes de servicios fortaleciendo de esta manera
a la unidad social y con ello la consecución de ciertas obras en beneficio de sus habitantes, “por
cuanto las actividades se realizan mancomunadamente entre los beneficiarios y las instituciones
del Estado, a través de convocatorias de carácter urgente y en caso de incumplimiento tiene una
sanción económica correspondiente” (Borja, Alarcón , & Quizhpe, 2017, pág. 2). Ejemplo de
esto es la finalidad de las mingas que han sido creadas con fines específicos como la
construcción de escuelas, iglesias, canchas deportivas, caminos vecinales donde el objetivo se
logra en un compartir donde las comunidades ponen materiales y los integrantes de la minga
hacen su aporte a través de su mano de obra.
La visión de la economía social y solidaria en Ecuador según Mata (2014) citado por
Borja, Alarcón , & Quizhpe (2017) enfatiza que es una propuesta de vida, que permite la
satisfacción económica que integra actividades que contribuyen a democratizar la economía,
donde lo importante son las persona, a partir de la construcción de relaciones de producción y no
la concentración de riqueza en pocas manos, respetando los derechos de la naturaleza en una
lógica de sustentabilidad y sostenibilidad.
Desde esta percepción en Ecuador se implementaron los Circuitos Económicos Solidarios
Interculturales (CESI), como una herramienta metodológica política para el fomento de sistemas
económicos solidarios que promuevan la reproducción ampliada de la vida, en búsqueda del
sumak ally kawsay (Buen Vivir). Los CESI parten del reconocimiento de las experiencias del
pasado donde la dinámica de la economía se basaba en reciprocidad y la redistribución,
practicadas principalmente en diferentes culturas andinas. Los CESI se fundamentan en la
contribución a la satisfacción de las necesidades de la familia, empleo de buenas prácticas
18
productivas y manejo sostenible de los recursos y la intermediación solidaria, la estrategia de los
circuitos es la articulación de diversas prácticas solidarias a través del estímulo de su relación
con el mercado y el trabajo en red que en última instancian logren generar procesos de
transformación social y política (Jiménez, 2016, pág. 28).
2.3 Experiencia en México:
Otra experiencia es la de México, que abre un contexto amplio al momento de referirse a
la economía solidaria, es decir, que las organizaciones populares colectivas pertenecen al grupo
mencionado, y buscan resolver sus necesidades materiales emprendiendo acciones de trabajo e
ingreso mediante relaciones sociales en los que cobra importancia la igualdad, la reciprocidad, el
sentido de comunidad, la autoridad colectiva. ( García & Rofman, 2013) ( García & Rofman,
2013) Adicionalmente incluyen y enfatizan que este tipo de asociaciones deben considerar la
sustentabilidad, en lugar de la explotación, la dominación, la discriminación, el deterioro y el
agotamiento ambiental (Caballero , 2015, pág. 205), un valor agregado que desde lo teórico no
se ve plasmado explícitamente en los anteriores países analizados e incluso en Colombia.
La necesidad de impulsar como estrategia los modelos asociativos al interior de México
tienen su origen en un sector rural, el cual se encuentra deteriorado por la falta de políticas
públicas de largo plazo que incidan en la prosperidad de los pequeños productores o campesinos,
encontrando en experiencias organizativas campesinas un mecanismo impulsador para tratar de
eliminar la explotación a que estaban sujetos en materia de comercialización debido a la escasa
regulación existente, a las dificultades en materia de vialidades y transporte, de financiamiento, a
19
la ausencia de políticas efectivas para resolver los problemas de inserción asimétrica en los
mercados (Marañón , 2013, pág. 5).
En México de acuerdo a la consagrado en la reforma del artículo 25 de la constitución en
1983, reconoce formalmente el Sector Social de la Economía, como formas de organización
social y acorde a la Ley de la Economía Social y Solidaria (LESS) las siguientes: Ejidos,
Comunidades, Organizaciones de trabajadores, Sociedades Cooperativas, Empresas que
pertenezcan mayoritaria o exclusivamente a los trabajadores y en general, todas las formas de
organización social para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios socialmente
necesarios (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1983).
En un análisis final para entender el alcance final que tiene en el mundo la asociatividad
como modelo estratégico para generar desarrollo e impulsar las economías se encuentran datos
como que las cooperativas ejemplifican la importancia de la Economía social, a nivel mundial
cuentan con casi mil millones de socios y generan más de 100 millones de empleos, un 20 % más
que las firmas multinacionales durante el año 2012 y garantizan el sustento de cerca de un cuarto
de la población del mundo. Otro dato de interés es que las ventas anuales de las 300 empresas
cooperativas más grandes del mundo suman 1.1 trillones de dólares (Organizacion Internacional
del Trabajo, 2014).
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3. Conclusiones
Al revisar la bibliografía expuesta por los diferentes autores abordados en este artículo se
puede concluir que:
La asociatividad es un mecanismo estratégico utilizado por los productores del sector
agropecuario de Colombia para mejorar su competitividad en los mercados.
Dadas las características que tienen las organizaciones asociativas, los productores no
pierden su autonomía en sus propias unidades de producción solo se agrupan para ejercer
actividades específicas como las de oferta conjunta de productos bajo las mismas condiciones
colectivas.
La figura de asociación es el único mecanismo para obtener recursos del Estado que les
permite resolver diferentes problemáticas generalizadas propias de la producción y
comercialización de la producción agropecuaria como acceso a tecnología, insumos, asistencia
técnica entre otros.
El desarrollo de una economía solidaria competitiva en el sector rural a través de las
asociaciones de productores agropecuarios es una prioridad del gobierno nacional para dar
cumplimiento a las metas trazadas en los diferentes planes de desarrollo locales y el nacional.
Las experiencias de países como Argentina, Ecuador y México permiten concluir que la
tendencia generalizada de los gobiernos en América Latina es fortalecer las economías solidarias
a través de asociaciones de productores como estrategia para tener sectores agropecuarios
competitivos capaces de enfrentar las exigencias del mercado, al igual que en Colombia.
21
5. Bibliografía
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