CONCEPTOS GENERALES
Enfermedad: alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias
partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por signos
característicos y cuya evolución es más o menos previsible.
Enfermedad infecciosa: conjunto de alteraciones morfofuncionales y
productivas causadas por la presencia, multiplicación y actividad de un agente
patógeno (hongos, bacterias, virus, protozoos y proteínas aberrantes conocidas
como priones) o por la respuesta desencadenada en el organismo infectado.
Infección: entrada o adquisición de un agente patógeno en un hospedador
donde “normalmente” se multiplica y al que potencialmente puede causar daño.
Producida la infección, el individuo va a presentar una reacción orgánica y
dependiendo de:
a) la resistencia o sensibilidad del hospedador a la infección.
b) la influencia que el medio ambiente ejerce en la relación
parásito/hospedador.
c) la infectividad, patogenicidad y virulencia del microorganismo.
La progresión de una infección y la gravedad de ésta es una consecuencia de
la interrelación patógeno/hospedador en la que influyen diversos factores
ambientales (Figura 1).
Figura 1 – Factores que influyen en la aparición de la infección
Área de Enfermedades Infecciosas
2018
MEDIO AMBIENTE
AGENTE HOSPEDADOR
Agente infeccioso: bacterias, virus, hongos, priones y protozoos.
Microorganismo patógeno: tradicionalmente se ha considerado que un
microorganismo es patógeno cuando puede producir una enfermedad en un ser
vivo. No obstante, esta definición es errónea ya que algunos patógenos no
producen una enfermedad clínicamente evidente en el organismo que ocupan
(hospedador). Además, tampoco se tiene en cuenta la contribución del
hospedador en el desarrollo de la enfermedad.
Una definición más exacta es la de considerar patógeno a un agente
infeccioso que puede comportarse como parásito y causar una lesión o
alteración patológica a nivel celular, tisular u orgánica en el hospedador al que
infecta. El “daño” producido en el hospedador puede deberse tanto a la acción
directa del microorganismo como a la reacción promovida en el hospedador.
Infectividad: capacidad de un microorganismo de penetrar y multiplicarse en
un organismo dado.
Patogenicidad: capacidad de un microorganismo para producir enfermedad en
el organismo infectado.
Virulencia: grado de patogenicidad que posee un microorganismo.
Dentro de una especie patógena, existen cepas más virulentas que otras. Los
determinantes de virulencia de un microorganismo consisten en un conjunto de
caracteres genéticos, bioquímicos y componentes estructurales, que le
permiten ocasionar un “daño” al hospedador y establecer la relación de
parasitismo que sigue a la infección.
El único medio que tiene un microorganismo parásito para asegurar su
mantenimiento en la naturaleza es no provocar un daño irreparable o letal en el
hospedador.
Dosis infectiva: es el número mínimo de unidades del agente biológico
necesarias para causar una infección.
Viabilidad de un microorganismo: microorganismo que es capaz de
replicarse o de transferir material genético.
Biofilm: comunidades de microorganismos que crecen embebidos en
una matriz de exopolisacáridos y adheridos a una superficie inerte o un
tejido vivo.
Patógenos facultativos: habitan sin producir daño, se comportarían como
comensales en determinadas localizaciones, por ejemplo algunas especies de
estafilococos y estreptococos en la piel, que dejan de ser comensales y
producen daño.
Patógenos estrictos u obligados: microorganismos que no están asociados
con su huésped excepto para producir daño.
Patógenos oportunistas: microorganismos que provocan daño al huésped
cuando hay una condición predisponente, por ejemplo, una disminución de los
mecanismos inmunitarios para infectar el huésped y así causar la enfermedad.
Estos microorganismos forman parte de la microbiota del huésped o del
ambiente que le rodea, siendo incapaces de producir daño en individuos
inmunocompetentes.
TRANSMISIÓN: es la propagación del agente infeccioso a otro individuo o a
través del ambiente.
Cuando la transmisión de la enfermedad se realiza de un individuo a otro de la
misma especie mediante contacto directo o indirecto se dice que la enfermedad
es contagiosa. Todas las enfermedades infecciosas son transmisibles. Esta
capacidad de transmisión del agente infeccioso de un individuo a otro
constituye una ventaja evolutiva para la supervivencia y el mantenimiento del
patógeno en la naturaleza.
Frecuentemente se identifica un período durante el cual el agente puede
transmitirse exitosamente: período de transmisibilidad.
En contraste, en una enfermedad infecciosa no transmisible no existe
transmisión del agente infeccioso desde un hospedador a otro. Ocurren
básicamente cuando un individuo comprometido es invadido por su propia
microbiota, como ocurre con ciertas neumonías, o cuando un individuo tiene un
contacto accidental con un parásito facultativo que existe en un reservorio
inanimado. Por ejemplo, las micosis se adquieren a través de la inhalación de
esporas de hongos que se encuentran en el polvo; o el tétanos, en la cual las
esporas de Clostridium tetani que se encuentran en un objeto en contacto con
el suelo entran a través de una herida. Los animales infectados no transmiten
la enfermedad a otras personas.
Vía de transmisión: mecanismo por el cual el agente infeccioso es
transportado desde la puerta de salida del reservorio a la puerta de entrada del
huésped susceptible. Existen diversas vías de transmisión.
Puerta de salida: es el sitio por donde el agente infeccioso abandona al
huésped.
• Naturales – respiratoria (secreciones, tos, estornudos), digestiva
(saliva, heces), urogenital (orina, secreciones), tegumentaria.
• Artificiales – mecánica (artrópodos, agujas y jeringas para
microorganismos presentes en sangre).
Mecanismos de transmisión
Los microorganismos han elaborado distintos sistemas de penetración en el
hospedador que determinan la transmisión vertical u horizontal de las
enfermedades infecciosas.
Transmisión vertical: de una generación a la otra.
• Hereditaria: en el material genético de los padres (leucosis bovina,
leucosis aviar).
• Congénita
in útero: en mamíferos; (brucelosis, salmonelosis, diarrea viral
bovina, leucosis) o malformaciones fetales (panleucopenia felina).
in ovo: en aves, reptiles, anfibios, peces y artrópodos; el agente
infecta al embrión antes de la formación de la cáscara (salmonelosis,
Newcastle).
en el parto: la cría se contagia al salir por el canal pélvico
contaminado (retrovirus).
Transmisión horizontal
• Directa: cuando existe contacto entre los dos individuos (huésped
infectado y un potencial huésped) que coexisten en el tiempo. El agente
patógeno pasa de un individuo a otro sin la intervención de objetos
intermediarios; esto implica un contacto físico directo. Común en
sistemas intensivos. Secreciones/excreciones del huésped infectado
entran en contacto con mucosas o piel del potencial huésped.
• Transmisión venérea
• Transmisión por mucosas
• Transmisión a través de las manos
• Contaminación por heces, orina, mucosas nasales
• Por mordedura, arañazos
• Transmisión aérea: se caracteriza por no existir contacto directo,
pero requiere una distancia mínima, que clásicamente se define
como 1 m (sobre todo si se trata de agentes de escasa
resistencia)
• Toxiinfecciones alimentarias
• Indirecta: cuando existe un intermediario que transporta el agente
patógeno. No hay encuentro físico entre el reservorio y el nuevo
huésped, sino que se realiza a través de un elemento vivo o inanimado,
que lleva al agente patógeno desde el reservorio hasta el nuevo
huésped (intra o interespecie).
• Vivo: vectores
• vector mecánico cuando solamente acarrean al agente
patógeno
• vector biológico cuando el microorganismo realiza parte
de su ciclo vital en el cuerpo del vector
• Físico: vehículos: objetos, animados o inanimados que actuando
como intermediario facilitan la transmisión de un microorganismo
entre seres vivos al poner en contacto a ambos. Por ejemplo: el aire,
el agua y alimentos, productos de origen animal, suelo, instalaciones.
Infección por gotas: infección debida a la inhalación de
patógenos respiratorios suspendidos en partículas líquidas
exhaladas por un individuo infectado.
Infección por inhalación: Infección por agentes patógenos que
se encuentran adheridas a las partículas de polvo.
Fómite: cualquier objeto inanimado o sustancia no alimenticia que
una vez contaminada con agentes infecciosos pueda mantenerlos
y trasmitirlos. Suelen ser objetos de uso habitual. Por ejemplo:
utensilios y materiales como jeringas hipodérmicas, material
quirúrgico aperos, sogas. Se asocia con agentes que son capaces
de sobrevivir en el ambiente, por períodos más o menos largos y
que resisten condiciones adversas de desecación e incluso
temperaturas altas lo cual es particularmente importante en los
agentes esporulados. Una vez en el ambiente pueden quedar en
el suelo, pisos, ropas, contaminar el agua, alimentos, utensilios y
materiales inanimados; así, no dependen de un contacto físico
entre hospederos, lo cual también puede ocurrir si las condiciones
se dan.
Iatrogénesis: significa literalmente “enfermedad producida por el médico”.
Todo proceso en el cual una actividad profesional genera un efecto perjudicial
para la salud. Existen diversas opiniones sobre lo que constituye iatrogénesis y
su ámbito de aplicación, por ejemplo: iatrogénesis clínica, social y cultural.
Zoonosis: comprende las enfermedades infecciosas que se transmiten de
forma natural entre los animales vertebrados y el hombre.
Enfermedad transmitida por alimentos (ETAs): cualquier síndrome originado
por la ingestión alimenticios o ingredientes, especias, bebidas o agua que
contengan agentes etiológicos en cantidades tales que afectan la salud del
consumidor en forma aguda o crónica a nivel individual o de grupo de
personas.
• Intoxicaciones: ETAs causadas la ingestión de alimentos que contienen
toxinas (botulismo, plantas tóxicas, marea roja, plaguicidas).
• Infecciones: ETAs causadas por la ingestión de alimentos infectantes
(listeriosis, triquinosis, salmonelosis).
Puerta de entrada: corresponde a los lugares por donde el agente ingresa al
huésped susceptible, por ejemplo: mucosas, piel, vía parenteral.
Período de incubación: intervalo entre la exposición a un agente infeccioso y
la aparición de los primeros signos de la enfermedad.
Desde el punto de vista clínico, el período de incubación va a depender del tipo
de agente causal, de la dosis infectiva y de la localización y extensión de la
infección.
La patogenia o nosogenia es la secuencia de sucesos celulares y tisulares
que tienen lugar desde el momento del contacto inicial con un agente etiológico
hasta el desarrollo de la enfermedad en un huésped susceptible.
Células blanco o células diana: es cualquier célula que tiene un receptor
específico que reacciona con una hormona, antígeno, anticuerpo,
antibiótico, célula T sensibilizada u otra sustancia específica.
Tropismo tisular: es la afinidad de un microorganismo a un tejido específico
del hospedero.
Alteraciones morfológicas: son las alteraciones estructurales de tejidos o
células que caracterizan a una enfermedad o permiten diagnosticar un proceso
etiológico.
Alteraciones funcionales: alteraciones fisiológicas de los tejidos o células.
Septicemia/Viremia: el agente causal provoca una infección
generalizada con multiplicación en la sangre.
Bacteriemia: presencia temporal de la bacteria en sangre hasta su
localización definitiva.
Infección piógena: es una infección caracterizada por la formación de
pus. Bacterias con factores tóxicos que atraen células inflamatorias, por
ejemplo: estafilococos o estreptococos.
Piemia: fase avanzada de una infección piógena.
Toxemia: la acción patógena del agente es debida a las toxinas, no al
agente en sí (tétanos, botulismo)
Enterotoxemia: las toxinas liberadas en intestino atraviesan la barrera
intestinal.
Toxiinfección: el cuadro sintomático es producido por el agente y las
toxinas (salmonelosis).
Las infecciones pueden clasificarse por su:
Origen
• Infección endógena, autógena o endoinfección: que crece en el
interior del organismo; que se origina en el interior del organismo o que
se produce por causas internas, como la enfermedad producida por la
alteración estructural o funcional de un órgano o sistema. Por ejemplo:
Clostridium perfringens como parte de la microbiota del intestino.
• Infección exógena o heteroinfección: causada por organismos que
normalmente no se encuentran presentes en el organismo pero que han
logrado la entrada al huésped desde un medio externo. Es el caso de la
mayoría de los patógenos.
Etiología
• Infecciones puras, mixtas, concomitantes o simultáneas,
consecutivas
• Infección secundaria: infección producida por un patógeno después de
una infección producida por un patógeno de otro tipo.
• Enfermedad idiopática: Enfermedad que se desarrolla sin causa
aparente o conocida, aunque puede tener un patrón reconocible de
signos y síntomas, y ser curable.
Localización
• Infecciones locales, generalizadas o sistémicas (difusión por distintas
vías: linfática, hemática, canalicular)
Clínica
• Infecciones clínicas: estado de disfunción del animal detectable por los
sentidos y que se manifiesta por una alteración de la salud y/o de la
producción.
Típicas: signos y lesiones son los que habituales
Atípicas: cuadro no habitual, dificulta el diagnóstico
• Infecciones subclínicas: alteraciones funcionales o anatómicas leves
que no son reconocidas. Se detectan solo por pruebas de laboratorio.
• Infecciones inaparentes: presencia de infección en un huésped que
transcurren sin aparición de signos clínicos reconocibles alteraciones
funcionales y morfológicas apreciables. Es de significancia
epidemiológica porque huéspedes infectados que están aparentemente
“sanos” pueden ser diseminadores silenciosos del agente infeccioso.
• Infecciones latentes: Infección persistente que puede permanecer
latente en el cuerpo durante un tiempo, pero puede activarse bajo ciertas
condiciones, por ejemplo: herpesvirus.
• Infección persistente: Infección característica de algunos virus,
particularmente citomegalovirus y lentivirus, que puede ser permanente
o de larga duración con períodos asintomáticos, recurrentes y episodios
agudos de enfermedad clínica (citomegalovirus) o la aparición de la
enfermedad clínica severa (lentivirus).
Curso
• Sobreagudo: infección de corta duración, del orden de unas “pocas
horas”.
• Agudo: infección de corta duración, del orden de unos “pocos días”.
• Subagudo: entre agudo y crónico.
• Crónico: infección de larga duración, del orden de semanas o meses.
- aguda “mal curada” o “desapercibida”
- infecciones donde el agente actúa lentamente y las manifestaciones
más graves ocurren al final
Pronóstico: juicio profesional sobre los cambios que pueden producirse en el
curso de una enfermedad. El pronóstico anticipa su posible duración de
acuerdo a los signos que se evidencian en el individuo. Se clasifica en: leve,
moderado, grave, reservado y mortal. También en favorable, reservado,
desfavorable. Se conoce como pronóstico reservado a aquel que es incierto o
que presupone un desenlace negativo.
HUÉSPED, HOSPEDADOR, HOSPEDERO
Es el individuo que permite la subsistencia o el alojamiento de un agente
infeccioso en condiciones naturales.
Huésped susceptible: individuo que por no haber tenido experiencia
inmunológica frente a un determinado microorganismo (enfermedad,
vacunación), no posee defensas específicas para resistir el ataque de una
dosis infectante. Por lo tanto, es un candidato muy probable a enfermar. - Se
emplea la expresión candidato a enfermar, ya que la enfermedad no es una
resultante fija y obligada, sino una probabilidad resultante de factores
dependientes de la triada epidemiológica.
Susceptibilidad: condición del organismo que aumenta la probabilidad de que
un individuo desarrolle una enfermedad en particular. La susceptibilidad está
influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales como
son: edad, sexo, raza, uso, tipo de producción. La edad tiene gran importancia
debido a los distintos niveles de inmunidad según la misma.
Huésped terminal: no desarrolla niveles de septicemia suficientemente
elevados para posibilitar la continuidad de la transmisión.
Resistencia del hospedador: no todas las especies animales resultan
igualmente sensibles a la infección por un mismo agente patógeno. Además,
las manifestaciones de la infección por un mismo patógeno en diferentes
especies animales suelen ser muy variables.
La resistencia innata a determinadas enfermedades en una propiedad que
caracteriza a ciertas especies y a algunos individuos de una misma especie,
que está relacionada con variaciones genéticas, anatómicas y fisiológicas.
En general, el ser humano y los animales están en continuo contacto con los
microorganismos y algunos de ellos colonizan las superficies del cuerpo y
ciertas cavidades internas, como la boca o el intestino, sin llegar a establecer
una relación de parasitismo (microbiota*). Esto se debe, en gran parte, a la
eficacia de los mecanismos de defensa del hospedador, que limitan la
proliferación de los microorganismos de la microbiota (algunos de los cuales
son potencialmente patógenos) y defienden al individuo de la infección por un
agente patógeno.
*microbiota: todos los microorganismos que de forma natural se encuentran
en un ser vivo manteniendo una relación de comensalismo o simbiosis.
Inmunidad
Barreras naturales (por ejemplo: piel, membranas mucosas) constituyen una
barrera primaria contra la infección por microorganismos patógenos.
Además de las barreras físicas, la microbiota, actúa como sistema de
protección frente a los microorganismos patógenos al competir con estos por el
sitio y los nutrientes. Sin embargo, y en determinadas circunstancias, la
colonización por la microbiota de otras regiones del cuerpo o la proliferación
excesiva de algunos de estos microorganismos pueden dar lugar a infecciones
oportunistas. Esto suele ocurrir en hospedadores comprometidos, es decir en
individuos en los que uno o más mecanismos de defensa no funcionan
eficazmente, existiendo en ellos un mayor riesgo de infección.
Respuestas inmunitarias inespecíficas: las posee cualquier individuo sano y
proporcionan protección la proliferación excesiva de la microbiota y la
infección por patógenos. Se incluyen a las sustancias antibacterianas y
antivíricas: lisozima de la saliva, sales biliares del tracto intestinal, los
interferones y otros mecanismos de defensa de los tejidos y de la sangre:
lactoferrina, transferrina, el sistema del complemento, células fagocíticas
(neutrófilos, macrófagos) y sus productos.
Respuestas inmunitarias específicas: mecanismos de defensa elaborados por
el hospedador tras la exposición a un agente patógeno. Pueden adquirirse
tras una infección con el microorganismo patógeno o por una inmunización
artificial (vacunación). Los animales infectados responden estimulando la
multiplicación de unos determinados tipos de células (macrófagos activados,
linfocitos T citotóxicos) y la producción de sustancias (anticuerpos) para
neutralizar dicho patógenos.
Otras características del huésped que intervienen son la especie, la raza, el
sexo, la edad, su estado fisiológico y su utilización. El estrés y la ingestión de
fármacos inmunodepresores (como los corticosteroides) condicionan la eficacia
de los mecanismos de defensa. En general, el estrés contribuye al aumento de
las concentraciones de hormonas glucocorticoides en el organismo, que
inhiben el sistema inmune.
MEDIO AMBIENTE
Los componentes físicos (clima, hidrografía, topografía y orografía), biológicos
(flora y fauna) y socioeconómicos del ambiente se encuentran en un
permanente intercambio dinámico (interacción) siendo sus efectos sobre el
agente y/o huésped variables en cada instante.
Ambiente: conjunto de elementos físicos, químicos, psicosociales y
biológicos, (altitud, clima, vegetación, fauna, calidad del aire, del agua, del
suelo) que constituyen el contexto de vida de los individuos y pueden influir
en su estado de salud.
Ecosistema: es el conjunto de especies de un área determinada que
interactúan entre ellas y con su ambiente abiótico, mediante procesos como
la depredación, el parasitismo, la competencia y la simbiosis, y con su
ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo de energía y de
nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos,
plantas y animales dependen unas de otras. En este medio de vida, se
distingue el conjunto de los seres vivos (plantas, animales) que constituyen
la biocenosis, y el ambiente geológico (tipo de suelo, clima, agua) que es
el biotopo.
Bioma: ecosistema natural de gran extensión como por ejemplo: bosques,
océanos, mares.
Biósfera: todo el espacio físico del planeta (atmósfera, corteza, y aguas
superficiales) ocupado por formas vivientes.
La menor división de la biosfera es el hábitat, definido como el espacio
físico en el que se dan las condiciones ambientales para el desarrollo de un
organismo. El concepto de hábitat se superpone con en algún aspecto con
el de nicho ecológico, que se define como un espacio multidimensional
delimitado por variables físicoquímicas y biológicas en el que se puede
hallar un organismo.
Población: un grupo de individuos de una misma especie que convive en
un mismo espacio físico (hábitat).
Epidemiología: estudio de los modelos de enfermedad que se presentan
en las condiciones de campo. Más específicamente, la Epidemiología se
dedica al estudio de la distribución, frecuencia, determinantes, relaciones,
predicciones y control de factores relacionados con la salud y la enfermedad
en poblaciones determinadas
Los objetivos de la Epidemiología son los de establecer la causa de la
enfermedad, así como los factores de riesgo que llevan a que se
desencadene; reconocer la distribución de la enfermedad en la población;
reconocer la historia natural de la enfermedad y su pronóstico; establecer la
utilidad de medidas de prevención y tratamiento y establecer las normas
para el ejercicio de políticas poblacionales y ambientales que lleven al
control de enfermedades.
Cadena epidemiológica (Cadena de Infección): proceso por el cual un
agente infeccioso se trasmite desde una fuente de infección, a un huésped
susceptible mediante una secuencia en la que intervienen los siguientes
elementos: el agente, la fuente de infección, la puerta de salida, el
mecanismo de transmisión, la puerta de entrada y el huésped (Figura 2). La
importancia de la cadena epidemiológica radica en que al identificar los
posibles eslabones en cada enfermedad se puede interrumpir la cadena de
transmisión y prevenir el desarrollo y propagación de estas enfermedades.
Figura 2 – Representación esquemática de la cadena epidemiológica.
Fuente de infección: animal, persona, objeto o sustancia de la cual se origina
la transmisión de un agente infeccioso a un hospedero susceptible.
Reservorio: según la OMS es cualquier ser humano, animal, artrópodo, planta,
suelo o materia capaz de mantener un agente durante un periodo prolongado
en un área determinada. El hábitat natural en el que vive, se multiplica, crece o
ambos, del cual depende su supervivencia y puede ser transmitido a un
hospedador susceptible.
Portador: animal infectado que alberga a un agente infeccioso específico en
ausencia de enfermedad clínica visible o manifiesta y que se convierte en una
fuente potencial de infección a otros animales o personas. Tres elementos
tienen que concurrir para convertirse en portador: a) la presencia en el cuerpo
del agente de la enfermedad; b) la ausencia de signos de enfermedad; c) el
esparcimiento del agente infeccioso de la enfermedad por medio de
excreciones.
Factor de riesgo: variable asociada estadísticamente a la aparición de una
enfermedad o de un fenómeno sanitario. Se distinguen factores endógenos
(propios del individuo), exógenos (ligados al ambiente), predisponentes (que
hacen vulnerable al sujeto) y precipitantes (que inician el fenómeno patológico).
Caso: un animal de la población o de un grupo de estudio, que posee una
determinada enfermedad, trastorno sanitario o proceso.
Brote: episodio en el cual dos o más casos de una misma enfermedad, tienen
alguna relación entre sí: por el momento de inicio de los síntomas, por el lugar
donde ocurrieron o por las características de los animales enfermos, por
ejemplo: edad, raza, origen, establecimiento, lote, utilización.
Prevalencia: es la proporción de individuos de una población que presentan
una enfermedad o evento en un momento, o período de tiempo determinado.
Se calcula con el número de casos nuevos de enfermedad sobre la población
expuesta.
Incidencia: número de casos nuevos de una enfermedad en una población
particular durante un período específico de tiempo. Es un índice dinámico que
requiere seguimiento en el tiempo de la población de interés.
Morbilidad: cantidad de individuos que enferman en un lugar y un período de
tiempo determinados en relación con el total de la población.
Mortalidad: número de muertes sucedidas en una población en un tiempo y
espacio determinado.
Letalidad: es la relación entre el número de individuos que mueren por una
determinada enfermedad y el número total de individuos afectados por esa
enfermedad en un período dado.
Presentación de las enfermedades
• esporádica: el número de animales enfermos es muy reducido.
• enzoótica o endémica: enfermedad o agente infeccioso que se
presenta con frecuencia en un escenario geográfico específico bien en
forma constante o en ciertas épocas determinadas. La enfermedad
ocurre a menudo en ciclos. Ejemplos: tuberculosis bovina, brucelosis,
ántrax o carbunco, leptospirosis.
• epizoótica o epidémica: Difusión rápida y extensa de una enfermedad
infecciosa que afecta a muchos individuos en un área o población al
mismo tiempo. Ejemplos: una epidemia de influenza.
• panzootia o pandemia: epidemia que alcanza grandes extensiones
geográficas en forma casi simultánea o con rápido desplazamiento de un
continente a otro.
• exótica: enfermedad o infección ausente en un país o por debajo de un
nivel fijado por el organismo internacional.
Enfermedad emergente: nuevas infecciones de aparición reciente en una
población o infecciones que se extendieron a nuevas zonas geográficas; las
nuevas enfermedades transmisibles emergentes pueden resultar por cambios o
evolución de los organismos existentes. Ejemplos: dengue, cólera, resistencia
antimicrobiana.
Enfermedad reemergente: enfermedad que reaparece después de una
disminución significativa en la incidencia. Ejemplos: malaria, tuberculosis.
Enfermedades de declaración obligatoria: enfermedades que deben ser
declaradas obligatoriamente por el médico veterinario a las autoridades
sanitarias debido a su carácter contagioso.
Enfermedades de notificación obligatoria: aquellas enfermedades
consideradas por la Organización Mundial de la Salud y sus países miembros
como prioritaria en los sistemas de información nacionales e internacionales y
que por sus características revisten especial importancia en su prevención y
control.
Enfermedad nosocomial (adquirida en el hospital): infección originada en
un paciente en un hospital u otro centro de atención de la salud. Tiene que ser
un nuevo desorden no relacionado con la condición primaria del paciente. Por
ejemplo, infección de heridas quirúrgicas.
Enfermedades de interés en Salud Pública: enfermedades que presentan un
alto impacto en la salud colectiva y ameritan una atención y seguimiento
especial.
Prevención: término que en Salud Pública, significa una acción anticipada,
cuyo objetivo es interceptar o anular la acción de la enfermedad.
Profilaxis: conjunto de medidas o procedimientos aplicados para proteger a un
grupo, o individuo, de padecer posibles afecciones o enfermedades.
Vacunación: protección de los individuos susceptibles mediante la
administración de un agente infeccioso vivo modificado, de una suspensión de
microorganismos muertos o de un agente inactivo con el fin de prevenir
enfermedades.
Control de enfermedades: actividades o intervenciones llevadas a cabo en el
marco de una organización de salud en forma planificada y cuyo fin es el de
reducir la incidencia y/o prevalencia de enfermedades en una población al más
bajo nivel posible. Incluyen la erradicación, por medio de producto químicos,
farmacéuticos, cuarentena, gestión, incluyendo el sacrificio de los animales, o
de otros medios o combinaciones de medios.
Eliminación: erradicación de una enfermedad de una gran región geográfica
Control de infecciones: procedimientos y protocolos diseñados para prevenir
o limitar la contaminación y expansión de infecciones en el marco de los
servicios de salud.
Bioseguridad: combinación de prácticas de trabajo, equipamientos y
facilidades diseñadas para minimizar la exposición de los individuos,
laboratorios y medio ambiente a agentes potencialmente infecciosos o
considerados de riesgo biológico.
Desinfección: proceso o acto de destrucción de microorganismos patógenos
que debe incluir esporas que puedan sobrevivir y germinar. Hay tres niveles de
desinfección: bajo, intermedio y alto.
Higiene ambiental: aplicación de normas dirigidas a mejorar las condiciones
ambientales básicas que afectan a la salud animal y humana, como son la
calidad del aire y del agua, protección de la contaminación de los alimentos,
condiciones de alojamiento, eliminación de residuos humanos y animales.
Vigilancia epidemiológica: es la observación sistemática, activa y continúa de
las enfermedades y sus factores asociados y condicionantes en una población
determinada mediante el análisis e interpretación de datos de salud. La
vigilancia epidemiológica es función primordial del estado para la formulación
de políticas, planes y programas de prevención y control de enfermedades. La
finalidad de la misma debe ser detectar, investigar y vigilar el comportamiento
de los agentes patógenos, las enfermedades que causan y los factores que
intervienen en su desarrollo. Las actividades de vigilancia epidemiológica
deben ser coordinadas entre los distintos niveles local, regional e internacional;
es imprescindible la retroalimentación entre sí para lograr conocer la dimensión
de los problemas a enfrentar.
“Una Salud” (One Health): es un enfoque colaborativo, multisectorial y
transdisciplinario que reconoce la interconexión entre la salud animal, humana,
vegetal y el ambiente con el objetivo de lograr resultados de salud óptimos
trabajando a nivel local, regional, nacional y global.
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