ANÁLISIS DE LOS CAMBIOS EN EL TAMAÑO, DENSIDAD Y ESTRUCTURA POBLACIONAL DEL CHIGÜIRO (Hydrochoerus hydrochaeris), COMO HERRAMIENTA PARA EL ESTABLECIMIENTO DE UNA UNIDAD DE MANEJO SOSTENIBLE EN PAZ
DE ARIPORO, CASANARE
ARLENSIU TIBOCHE GARCÍA
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias, Departamento de Biología
Bogotá, Colombia
2016
Análisis de los cambios en el tamaño, densidad y estructura poblacional del chigüiro
(Hydrochoerus hydrochaeris), como herramienta para el establecimiento de una unidad de manejo
sostenible en Paz de Ariporo, Casanare
Arlensiu Tiboche García
Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:
Indicar el título que se obtendrá. Por ejemplo, Magister en Ciencias Biología
Hugo Fernando López Arévalo
M.Sc D.C.
Grupo en Conservación y Manejo de Vida Silvestre
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias, Departamento de Biología
Bogotá, Colombia
2016
A mi familia,
A mi madre, el motor que me empuja y alienta cada
vez que lo necesito.
Agradecimientos
Agradezco a la Universidad Nacional de Colombia, por hacerme quien soy, por hacerme
entender la importancia de construir país.
Al Grupo en Conservación y Manejo de Vida Silvestre, y en especial al maestro Hugo
Fernando López Arévalo por permitir e impulsar mi participación en este proyecto, y
además por gestionar los recursos ante las instituciones. Gracias por todo lo aprendido.
A todos los profesores de la Universidad que me compartieron su invaluable conocimiento,
y compañeros de camino que me enseñaron tanto.
A mi familia, que siempre creyó en mí, nada de esto hubiera sido posible sin su apoyo.
A Felipe Suárez Castro, Ivan Ardila Hoyos y Paul Gómez Sandoval, por todo su apoyo y
amistad, siempre estaré orgullosa de ustedes. A Juan Manuel, por el apoyo y el amor.
A mis amigos, en especial a Cindy Cardona, Pedro Camargo, Juan Camilo Bonilla, Fiorela
Delgado, Juan Carlos Arias y otros colegas.
Al Grupo en Conservación y Manejo de Vida Silvestre por facilitar la información
recolectada en el Hato Miramar durante diferentes periodos, proveniente de los siguientes
convenios interinstitucionales:
1) Convenio No. 72 suscrito entre la Universidad de Los Llanos-UNILLANOS y el Ministerio
del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (actual Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible), proyecto “Fortalecimiento al control y seguimiento a las poblaciones de
chigüiro, para la implementación de proyectos de uso sostenible en Casanare, municipios
de Paz de Ariporo y Hato Corozal”, fase III (2004);
VIII
2) Convenio interadministrativo No. 160-12-02-05-013 suscrito entre la Universidad
Nacional de Colombia y la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía-
CORPORINOQUIA, proyecto “Investigación científica para la implementación de la Fase
IV para la conservación y uso sostenible de la especie chigüiro, en el departamento de
Casanare” (2005); y
3) Convenio interadministrativo especial de cooperación científica, tecnológica y financiera
No. 106 suscrito entre la Universidad Nacional de Colombia y el Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial (actual Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible),
proyecto “Conservación y uso sostenible del chigüiro (Hydrochaeris hydrochareris) en la
Orinoquía colombiana” fase V (2006).
Resumen y Abstract IX
Resumen Se hizo una evaluación poblacional del chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) en diferentes
años y épocas climáticas, los cambios en los parámetros poblacionales estudiados están
asociados al pulso inundación - sequía típico de la región, además de aspectos
comportamentales y fenómenos como la fusión–fisión de grupos a lo largo del año. El
tamaño de la población estimada varió entre 8445 (época seca) y 12802 (época de lluvia)
individuos, y la densidad de 2,48 (seca) a 3,75 ind/ha (lluvia). Los parámetros estimados
para los años 2015 y 2016 son similares a los registrados en las mismas épocas climáticas
de la década pasada, sin embargo la falta de monitoreo no permite establecer el efecto
sobre la población, de factores denso independientes como la mortalidad atípica de 2014,
o los cambios en el hábitat que han generado el establecimiento de carreteras y zonas de
préstamo por la actividad petrolera en la última década. Los índices calculados y la tasa
de crecimiento poblacional ratifican que la población es susceptible de aprovechamiento.
Para la caza comercial se ha desarrollado la estructura legal y normativa, no obstante se
destaca la vigencia de la veda establecida en 1964. Existe una percepción de inseguridad
por parte de los posibles usuarios, debido a la fuerte inversión que requiere el
aprovechamiento, sin embargo existen alternativas que pueden reducir la inversión como
el uso de contenedores móviles para el beneficio de los animales.
Palabras clave: Chigüiro, poblaciones, Sabanas Inundables, crecimiento poblacional,
aprovechamiento sostenible.
Resumen y Abstract X
Abstract
A population assessment of chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) was done in different
years and climatic periods. Changes in population parameters are associated to typical
flood - drought pulse of the region, besides behavioral aspects, and phenomena such as
fusion - fission of groups along the year. Estimated population size varied between 8445
(dry season) and 12802 (rainy season) individuals, and density from 2.48 (dry season) to
3.75 ind / ha (rainy season). Parameters estimated for the years 2015 and 2016 are similar
to those recorded in the same climatic periods of the last decade, but the lack of monitoring
does not allow to establish the effect on the population of independent-dense factors such
as the atypical mortality of 2014, or changes in habitat due to the establishment of roads
and lending areas for oil activity in the last decade. Calculated indices and population
growth rate confirm that the population is susceptible of exploitation. Legal and regulatory
structure has been developed for commercial hunting, however, validity of the closed
season established in 1964 is highlighted. There is a perception of insecurity on the part of
potential users, due to the strong investment that explotation requires, but there are still
alternatives that can reduce investment such as the use of portable containers for slaughter
of animals.
Keywords: Chigüiro, populations, flooded savanna, population growth, Sustainable use.
XI
Contenido
Pág.
1. Marco Teórico ............................................................................................................ 5
2. Objetivo General ........................................................................................................ 1
3. Capítulo 1. Análisis multianual de la densidad, estructura y tamaño de una población de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) en el municipio de Paz de
Ariporo – Casanare. ........................................................................................................ 20
4. Capítulo 2. Crecimiento poblacional y tasas de cosecha en una población de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) en el municipio de Paz de Ariporo –
Casanare. ......................................................................................................................... 50
5. Capítulo 3. Lineamientos para el establecimiento de una Unidad de Manejo para el aprovechamiento sostenible de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) en el
municipio de Paz de Ariporo – Casanare. .................................................................... 68
6. Conclusiones y recomendaciones ....................................................................... 102
XII
Lista de figuras Pág.
Figura 1-1: Estudios poblacionales realizados en las Sabanas Inundables de la Orinoquia Colombiana. ....................................................................................................... 5 Figura 3-1: Localización general del estudio. Se muestran los transectos (líneas) que conforman la ventana de estudio. ..................................................................................... 24 Figura 3-2: Distribución de frecuencias de distancias perpendiculares ......................... 28 Figura 3-3: Densidad (Ind/ha) estimada de chigüiros los diferentes años de monitoreo. 30 Figura 3-4: Proporción estimada de las categorías de edad en los diferentes periodos monitoreados .................................................................................................................... 33 Figura 3-5: Distribución de los grupos de chigüiro en la ventana de estudio. Época de lluvias 2015. 35 Figura 3-6: Distribución de los grupos de chigüiro en la ventana de estudio. Época seca 2016. 35 Figura 4-1: Localización general del estudio. Se muestran los transectos (líneas) que conforman la ventana de estudio.. .................................................................................... 53 Figura 4-2: Comparación temporal de λ y N estimado .................................................. 56 Figura 5-1: Localización general del estudio. ................................................................ 71 Figura 5-2: Densidad (Ind/ha) estimada de chigüiros los diferentes años de monitoreo. 84 Figura 5-3: Comparación temporal de ʎ y N. ................................................................. 85 Figura 5-4: Esquema de aprovechamiento sostenible del Chigüiro. ............................. 89
XIII
Lista de tablas Pág.
Tabla 1-1: Algunos registros poblacionales de las Sabanas Inundables en la Orinoquia Colombiana 6 Tabla 3-1: Algunos registros poblacionales de las Sabanas Inundables en la Orinoquia Colombiana. 22 Tabla 3-2: Transectos y número de recorridos realizados para la evaluación poblacional de chigüiros en el hato Miramar. .................................................................... 25 Tabla 3-3: Abundancia (N= número de individuos) y densidad (D= individuos/ha) de chigüiros en las diferentes épocas de muestreo. .............................................................. 29 Tabla 3-4: Estimaciones de tamaño (número de individuos/manada) de manadas de chigüiro en los diferentes años. CV=Coeficiente de variación. ......................................... 31 Tabla 3-5: Estimaciones de abundancia (N=número de individuos) y densidad (D=individuos/ha) por categoría de edad. CV=Coeficiente de variación. ......................... 31 Tabla 4-1: Abundancia (N= número de individuos) de chigüiros en las diferentes épocas de muestreo. CV=coeficiente de variación. .......................................................... 55 Tabla 4-2: Índice de cosecha ........................................................................................ 57 Tabla 4-3: Cosecha hipotética bajo varios porcentajes de aprovechamiento. ............. 61 Tabla 5-1: Pros y contras asociados a la actividad de aprovechamiento del chigüiro en la Orinoquia, según usuarios potenciales. ........................................................................ 74 Tabla 5-2: Legislación relacionada con el aprovechamiento de chigüiro. .................... 77 Tabla 5-3: Proyección de ganancias. ........................................................................... 83 Tabla 5-4: Cosecha hipotética (número de individuos) bajo varios porcentajes de aprovechamiento. .............................................................................................................. 92
Introducción En Colombia, desde hace algunos años se ha generado una iniciativa de uso sostenible
del chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris), que involucra varias instituciones entre las que
se cuentan el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial-MAVDT, la
Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía- CORPORINOQUIA, la Universidad de
los Llanos-UNILLANOS y la Universidad Nacional de Colombia, quienes han realizado
diferentes investigaciones y acciones orientadas a la conservación de la especie. Las
investigaciones realizadas hasta el momento se han dirigido hacia el acopio, análisis de
datos y establecimiento de criterios y elementos técnicos para la conservación,
recuperación y aprovechamiento sostenible de la especie en la región de la Orinoquía
(Atuesta et al. 2014a).
Para evaluar la sostenibilidad del uso de las especies silvestres, se debe considerar su
dinámica poblacional en el tiempo, ésta información permite hacer predicciones de
tendencias de la población y plantear medidas de manejo que permitan orientarla hacia un
uso sostenible. Además se han desarrollado modelos de simulación que permiten hacer
proyecciones de las poblaciones silvestres bajo diferentes escenarios de
aprovechamiento, mediante el establecimiento de cuotas de cosecha de las poblaciones
que permitan su mantenimiento en el tiempo; estos modelos generalmente son usados por
las autoridades como herramienta para la toma de decisiones de uso y conservación de
las especies (Milner - Gulland & Akcakaya 2001).
Es así como a nivel nacional, a partir del esfuerzo institucional y de un equipo
multidisciplinar de profesionales, se han elaborado modelos de simulación y documentos
de divulgación que buscan servir de herramientas para las autoridades quienes son las
encargadas de tomar decisiones relacionadas con la explotación comercial de la especie.
Por ejemplo, en Colombia, Mesa et al. (2014 b) desarrollaron un modelo de simulación
determinístico para simular la dinámica poblacional de los chigüiros, como resultado de
procesos biológicos de natalidad y mortalidad y del aprovechamiento extractivo anual de
2
individuos en Paz de Ariporo (Casanare), con objeto de formular una herramienta técnica
para apoyar la gestión de manejo que realiza la autoridad ambiental regional competente.
Uno de los objetivos del aprovechamiento sostenible del chigüiro, es el desarrollo de una
industria en el país alrededor de otros subproductos que generalmente no son utilizados,
ya que como lo exponen Quiroga y García (2014), existen cerca de 14 tipos de
subproductos con diferentes usos como la alimentación humana o de otro tipo de animales,
además de industrias como la farmacéutica. El buen uso de estos subproductos y residuos
del beneficio del chigüiro, permitiría la apertura de nuevas cadenas productivas en la
economía regional de los Llanos Orientales y a la vez incentivaría el cuidado de la especie
y de los ecosistemas donde habita, influyendo positivamente en la conservación de la
biodiversidad.
En este contexto, se plantea la ejecución de éste proyecto, como parte del proceso que
desarrollado en torno al planteamiento de una propuesta integral que aborde el uso
sostenible de esta especie de roedor. Este proyecto se enmarca dentro del Convenio
Interadministrativo de 2015, establecido entre la Universidad Nacional de Colombia y la
Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía CORPORINOQUIA, cuyo objeto es la
Investigación Científica para la implementación de la conservación y uso sostenible de la
especie chigüiro, en el departamento de Casanare, en atención a las líneas estratégicas
definidas en el respectivo Plan de Gestión Ambiental Regional (PGAR).
Justificación En Colombia, el uso de los chigüiros (H. hydrochaeris) se ha dado desde hace décadas,
su cacería intensiva, tanto legal como ilegal, ha sido una amenaza para las poblaciones
silvestres principalmente en la Orinoquía, donde la explotación se asocia a la alta demanda
de su carne en Venezuela, relacionada con tradiciones religiosas desde la época de la
colonia (Mesa-González & López-Arévalo 2014). En las décadas de los 60, 70 y 80, las
poblaciones silvestres colombianas fueron fuertemente explotadas, lo cual afectó
gravemente la dinámica y estructura de las poblaciones, así como el comportamiento social
de los individuos, y llevó casi a la extinción a algunas poblaciones silvestres en el
departamento de Arauca, y a una disminución drástica de las poblaciones en el resto de la
Orinoquia (Mesa-González & López-Arévalo 2014), que puso a la especie en algún grado
de riesgo.
Por otra parte, en la región de la Orinoquía desde hace varias décadas se han desarrollado
procesos productivos, que han conllevado a un crecimiento de la población humana
residente, la cual pasó de ser de 122.878 en 1951 a 1.921.227 habitantes en el año 2006
(Mora et al. 2011). En general, los procesos productivos han incidido en la transformación
de los ecosistemas naturales de la región, esto ha afectado directamente a la fauna
silvestre y también a los chigüiros. Las mayores modificaciones se han dado gracias a la
expansión de la ganadería extensiva, que ha tenido su mayor incidencia en los
departamentos de Casanare, Arauca y Vichada. Los principales efectos del mal manejo de
la ganadería se asocian con la degradación de las características físicas, químicas y
biológicas de los suelos (Mora et al. 2011).
La ganadería es la principal actividad responsable de la transformación del territorio,
debido a la disminución drástica de las coberturas vegetales, seguida por los cultivos de
arroz y la palma de aceite (Murgueitio 2003). De igual forma, la actividad petrolera y la
construcción de carreteras y otras obras civiles asociadas a esta industria, han producido
4
impactos ambientales severos en los ecosistemas naturales de la región (Mora et al. 2011),
que han derivado en una amenaza para el hábitat de los chigüiros.
En este contexto, alternativas como el aprovechamiento sostenible de las especies
silvestres cobran validez e importancia como estrategia de conservación sin contraponerse
al interés económico de las comunidades, sino que por el contrario buscan generar en la
comunidad elementos de peso relacionados con alternativas económicas, para conservar
y mejorar las condiciones de hábitat de la especie, y al mismo tiempo influir de manera
positiva en la conservación de los diferentes ecosistemas.
El estudio de las poblaciones de chigüiro resulta fundamental para el establecimiento de
ejercicios de aprovechamiento sostenible en torno a esta especie. Parámetros
poblacionales como el tamaño, densidad y estructura de la población, determinan la
viabilidad del aprovechamiento, que está sujeto a la tasa de crecimiento intrínseco de la
población (r), la cual permite estimar cuotas de cosecha sostenible, que mantienen el
bienestar de las poblaciones e incentivan su cuidado.
Teniendo en cuenta lo anterior, se resalta la necesidad de un monitoreo periódico que
utilice el mismo método y protocolo de estimación poblacional, a fin de detectar las
variaciones que se presentan (Mandujano 2012). Por otra parte, por medio del
conocimiento de la dinámica poblacional, es posible hacer predicciones de las probables
tendencias y orientar el manejo mediante la manipulación de los parámetros poblacionales
para poder controlar el crecimiento de la población y por ende manejar y optimizar su
cosecha (Mandujano 2012).
Desde hace más de una década se han hecho estudios poblacionales de chigüiro en las
sabanas inundables de la Orinoquia colombiana, con el propósito a largo plazo de
establecer y fortalecer las iniciativas de uso sostenible de la especie, así como de ampliar
la gama de subproductos utilizados. Actualmente se lleva a cabo el proceso de
reglamentación para consumo humano de chigüiro, para viabilizar los proyectos de uso
sostenible, sin embargo, el establecimiento de la cuota requiere del uso del manejo
adaptativo, en donde el cálculo del aprovechamiento esté basado en el monitoreo de la
dinámica poblacional.
1. Marco Teórico
1.1 Poblaciones
Pese a que la presencia de chigüiro es discontinua debido a varias presiones relacionadas
con la destrucción de su hábitat y la cacería, las mayores poblaciones de chigüiro se
concentran en los llanos de Colombia y Venezuela y en la zona pantanosa Matogrosence
del Brasil (FAO 1985). En la Orinoquía colombiana, más exactamente en el departamento
de Casanare, se han estimado poblaciones cercanas a los 20.000 individuos en los
municipios de Paz de Ariporo (19.778), Hato Corozal (12.150) y Orocue (20.507) (Bejarano
et al. 2014 a) mientras que en los departamentos de Vichada y Meta existen pequeños
núcleos poblacionales dispersos (Mesa-González & López-Arévalo 2014).
Varios estudios poblacionales se han llevado a cabo en las sabanas inundables de
Colombia, principalmente en el departamento de Casanare y algunos en Arauca (Figura 1-
1, Tabla 1-1), donde se han encontrado densidades entre 0.02 y 5.61 ind/ha (Oikos 2003).
Figura 1-1: Estudios poblacionales realizados en las Sabanas Inundables de la
Orinoquia Colombiana.
6
Tabla 1-1: Algunos registros poblacionales de las Sabanas Inundables en la Orinoquia
Colombiana
Ubicación densidad Año Fuente
Arauca Arauca 0.87 y 1.07 ind/ha 1988
Aldana - Domínguez et al. 2002
Puerto Rondón
0.42 a 1.21 ind/ha 2007 Atuesta et al. 2007
Casanare
Hato Corozal 1.06 ind/ha 2002 Bejarano et al. 2014
D = 0.38-0.39 ind/ha 2004 Atuesta et al. 2014
Orocué 1.38 ind/ha 2002 Bejarano et al. 2014
Paz de Ariporo
1.18 ind/ha 2002 Bejarano et al. 2014
D = 2.64-2.86 ind/ha 2004 Atuesta et al. 2014
D = 6.21-6.44 ind/ha 2005 Atuesta et al. 2014
4.80-5.93 ind/ha 2006 Atuesta et al. 2014
Los resultados obtenidos por Atuesta et al. (2014a) y Bejarano et al (2014 a), entre otros
registros de densidad poblacional de chigüiros en las sabanas inundables de la Orinoquia
colombiana, evidencian que el comportamiento de las poblaciones puede variar
considerablemente en localidades cercanas, lo cual constituye una razón de peso para
llevar a cabo evaluaciones poblacionales periódicas (monitoreo poblacional) ya que este
es un factor fundamental para el establecimiento de programas de conservación, manejo
y uso sostenible de las poblaciones silvestres de chigüiros en la región de la Orinoquía.
Los chigüiros utilizan una diversidad de ambientes como los bosques de galería, sabanas,
esteros y lagunas permanentes. La heterogeneidad de ambientes o coberturas es
importante, ya que en su conjunto les suministran alimento, protección y abrigo (Mesa-
González & López-Arévalo 2014). En los Llanos Orientales, las poblaciones de chigüiro y
la biota en general, están fuertemente influenciados por las expansiones y contracciones
periódicas del ambiente acuático, que las ha llevado a adaptarse a las severas
fluctuaciones espaciales y climáticas (Otero et al. 2005). En esta región la época seca se
caracteriza por la reducción casi en su totalidad de los cuerpos de agua, esto constituye
una serie de condiciones estresantes para los chigüiros, debido a que el hábitat óptimo
disponible se reduce a pequeñas franjas alrededor de las fuentes de agua remanentes, en
este momento disminuye la cohesión familiar y desaparece la intolerancia natural de los
machos; como resultado, los grupos se fusionan aleatoriamente en torno a los cuerpos de
agua remanentes, y conforman agregaciones de hasta 100 individuos, al tiempo ocurre
7
una reorganización de manadas y el intercambio de individuos de unidades familiares
(Ojasti 1973, Jorgenson 1986).
Las inundaciones o sequías severas y/o prolongadas pueden conducir incluso a la
mortandad de la población debido a la escasez de recursos (Atuesta et al. 2014a), y a las
altas temperaturas; por ejemplo en 2014, el fuerte verano provocó en Casanare la
mortandad de cerca de 20000 animales, donde los más afectados fueron los chigüiros
según fuentes informales y medios de comunicación (Revista Semana 2014).
Otros factores que regulan las poblaciones de chigüiro son el ataque de depredadores ya
que el chigüiro constituye una presa común para varias especies de grandes carnívoros
como por ejemplo el jaguar (Panthera onca) (Payán & Soto 2012). Al mismo tiempo, el
infanticidio por parte de los machos afecta el tamaño de la población por la disminución de
la tasa de sobrevivencia de las crías y la reducción de la tasa de reclutamiento de los
juveniles; mientras que la supresión reproductiva de hembras lleva a que las hembras
fértiles no se reproduzcan por influencia de las hembras dominantes. Ambos fenómenos
constituyen mecanismos del comportamiento social que pueden influir en la demografía de
los chigüiros, sin embargo la supresión reproductiva de las hembras tiene un efecto mayor
sobre dinámica poblacional de la especie (Maldonado-Chaparro & Blumstein 2008).
Asimismo la cacería ilegal y sin control puede disminuir las poblaciones (Quintana &
Rabinovich 1993), por ejemplo en Colombia, durante la década de los 80, las poblaciones
del departamento de Arauca fueron diezmadas, en algunos casos con extinciones locales,
debido a la fuerte presión de caza furtiva con el fin de abastecer la demanda de carne en
Venezuela (Mesa-González & López-Arévalo 2014).
En los chigüiros, las agrupaciones familiares exhiben algún tipo de ordenación interna y
cohesión social cuando el hábitat ofrece condiciones favorables de refugio (Mesa-
González & López-Arévalo 2014); en general, los grupos se constituyen por pocos machos,
varias hembras adultas y un número variable de juveniles y crías; un único macho ejerce
el dominio sobre el grupo y es el encargado de marcar el territorio (González- Jiménez
1995); el tamaño de los grupos varía dependiendo de la época climática, de la
disponibilidad de recursos en el hábitat o por la presión de caza que puede llevar a la
ruptura de las unidades sociales (Quintana & Rabinovich 1993).
8
Por otra parte, el sistema de reproducción de esta especie incluye la poligamia, los
individuos son sexualmente activos durante todo el año, sin embargo, los apareamientos
incrementan durante el inicio de la época de lluvias (Ojasti 1973, Mones & Ojasti 1986,
Herrera & MacDonald 1989). Este proceso refuerza el comportamiento territorial de los
machos por lo que en el inicio de la temporada de lluvias, aumentan las agresiones, las
congregaciones se separan y los grupos recuperan sus tamaños normales (González-
Jiménez 1995), lo cual coincide con el aumento del hábitat disponible que ocurre durante
la época de lluvias, donde grandes extensiones de sabana se inundan. Sin embargo, en
algunas zonas y dependiendo de la magnitud de la temporada invernal, la inundación es
total y el agua se constituye entonces en un factor limitante, ya que los animales también
necesitan sitios secos para descansar (Mesa-González & López-Arévalo 2014).
Las condiciones de hábitat y la disponibilidad del recurso hídrico y de fuentes de alimento
también influyen en la variación del área de acción de los chigüiros, existen reportes para
bosques de galería y sabanas de 5 a 56 ha, donde el área central es el sitio de sesteo
(Herrera & MacDonald 1989); para las sabanas inundables de la Orinoquía colombiana el
área de acción varía entre 5.06 y 43.37 ha, con un promedio de 18.12 ha ± 20.65 ha
(Camargo 2006), y áreas significativamente mayores en época de lluvias (Camargo et al.
2014). Adicionalmente, las actividades del grupo se desarrollan a distancias no mayores a
300 m del agua en las sabanas (Jorgenson 1986) y 100 m de la orilla de los ríos en los
bosques lluviosos amazónicos (Soini & Soini 1992).
1.2 Conservación y Aprovechamiento Sostenible
El chigüiro es una de las especies emblemáticas de la región de la Orinoquia, sin embargo,
los problemas de conservación que ha afrontado ésta especie en los Llanos Orientales
desde hace varias décadas, relacionados con su cacería intensiva y con los conflictos con
ganaderos, han provocado que muchas poblaciones hayan tenido una disminución
significativa; esta situación ha llevado a tomar diversas medidas para lograr su
conservación y a la vez satisfacer el interés de los pobladores por hacer una explotación
de este recurso (Mesa-González & López-Arévalo 2014).
En 1964 se estableció la veda total e indefinida de caza en el territorio nacional, decretada
por el Ministerio de Agricultura (Resolución 0219 de 1964), además de la veda temporal a
9
partir de 1969, la cual permite la caza comercial de machos mayores de tres años
únicamente en los meses de enero, febrero y marzo de cada año, manteniéndose la veda
total el resto del año (Resolución 072 de 1969 del INDERENA).
Posteriormente, dentro de las alternativas de producción propuestas, en 1987 se
estableció el manejo y aprovechamiento de los chigüiros basado en la zoocría, en sistemas
intensivos y semi-extensivos. Los resultados de este tipo de programas fueron
cuestionados, debido a los altos costos de inversión en comparación con las pocas
utilidades, además del comportamiento agonístico y disminuciones de densidad asociados
a la territorialidad de la especie (Mesa & López 2014, Ojasti 1991). Los resultados
regulares no sólo se vieron a nivel nacional, sino en otras experiencias en países como
Brasil, Argentina y Venezuela (Moreira & MacDonald 1996, Bolkovik & Ramadori 2006).
Sin embargo, las alternativas de aprovechamiento del chigüiro con sistemas semi-
extensivo, continuaron hasta comienzos del nuevo siglo, cuando el sistema fue evaluado
y se llegó a la conclusión que el aprovechamiento se estaba realizado directamente del
medio y no en modo semiextensivo (Mesa-González & López-Arévalo 2014).
En la década pasada varios propietarios de los hatos consolidaron algunas asociaciones
interesadas en hacer un aprovechamiento sostenible de la especie, es el caso de Asochipa
(Paz de Ariporo) y Asochico (Hato Corozal), sin embargo, a la fecha la actividad de estas
organizaciones es nula, debido principalmente a la demora en los procesos regulatorios
por parte de los entes gubernamentales, aun cuando desde la parte legislativa se ha
avanzado en la reglamentación y regulación de la caza comercial de las poblaciones
silvestres (Decreto 4688 de 2005 del MAVDT), y más específicamente en la del chigüiro
(Resolución 200.15.06-906 de 2006).
Pese a los esfuerzos realizados por las autoridades ambientales, la presión sobre las
poblaciones de chigüiro persistía, es así como a inicios de la década de 2000 se registró
en el Casanare un aprovechamiento irregular de cerca de 10000 individuos (Atuesta et al
2014b), que afectó notoriamente las poblaciones en municipios como Hato Corozal. De ahí
que las autoridades ambientales (Coroporinoquia y entonces Ministerio de Ambiente) como
reguladores del recurso, se vieron avocados a apoyar una serie de estudios y acciones
que permitieran establecer los lineamientos para la conservación de la especie, así como
su hábitat. En esta iniciativa jugaron parte esencial instituciones como la Universidad
10
Nacional, Unillanos y el IAvH, entre otros. En este marco, se llevaron a cabo varios
convenios interinstitucionales desde 2004 orientados al acopio y análisis de información
de sus poblaciones, pero además se levantó información acerca de su estado genético,
sanitario etc.
Varios de estos estudios poblacionales se llevaron a cabo en el hato Miramar,
específicamente en las épocas de lluvia de 2004, 2005 y la época seca de 2006. A partir
de este esfuerzo se elaboraron varias publicaciones que contribuyeron al establecimiento
de las bases del conocimiento y manejo sostenible de las poblaciones de chigüiro en el
país. Por ejemplo, uno de los productos fue una Guía de capacitación (Universidad
Nacional de Colombia & Corporinoquia 2006), estructurada en cinco cartillas que reúnen
métodos de campo y de análisis de la información, en temas como la evaluación de las
poblaciones de chigüiro y de la calidad del hábitat disponible, la estimación de la cosecha
de individuos mediante un modelo de simulación; el uso de métodos adecuados para el
sacrificio y faenado de chigüiro, y por último el estudio del movimiento de individuos. Esta
información se planteó en un lenguaje claro y sencillo con el objeto de que fueran utilizadas
por los usuarios del recurso, así como por las autoridades competentes, para que el
manejo y aprovechamiento de las poblaciones silvestres se llevara a cabo de forma
ecológicamente sostenible y siguiendo los lineamientos dictados por normas ambientales
y sanitarias.
Asimismo, se publicó el libro “El chigüiro Hydrochoerus hydrochaeris en la Orinoquía
colombiana: Ecología, manejo sostenible y conservación” (López et al. 2014), que
constituye una contribución al conocimiento de la especie, tanto a nivel poblacional como
de su biología y las características de su manejo en el país.
Posterior a 2006 no hubo monitoreo en la zona, hasta el año 2015, cuando a través de un
convenio entre la Universidad Nacional y Corporinoquia se hizo un estudio poblacional en
la época de lluvias de ese año, y además se planteó una estimación de la cuota global de
aprovechamiento para los departamentos de Arauca y Casanare. Posteriormente, en 2016
se continuó el monitoreo en la época seca. Sin embargo, pese al interés de varios
pobladores de la zona en establecer proyectos piloto de uso sostenible de chigüiro, este
proceso aún no ha dado inicio, debido a varias circunstancias entre las que se encuentra
el retraso en la modificación o levantamiento de la veda.
11
Para el caso del chigüiro, se busca la implementación de estrategias que permitan hacer
un uso sostenible de la especie, en aquellos lugares donde existan poblaciones silvestres
con condiciones que permitan su aprovechamiento, y dentro del marco del plan regional
de conservación de la especie; para esto es ideal establecer unidades de manejo, en las
cuales se asegure la conservación y uso sostenible a largo plazo a través del estudio,
monitoreo, mantenimiento y protección de la especie. Sin embargo los logros de estos
procesos dependen de la participación de varios actores, en primer lugar los usuarios
interesados, además de las autoridades ambientales y las entidades de investigación, que
dentro de un contexto jurídico, económico y social promuevan la integración de la
dimensión biológica dentro de los sistemas productivos (Mesa-González & López-Arévalo
2014).
La legislación colombiana sin embargo, no contempla ninguna figura legal que defina la
unidad de manejo bajo la cual debe funcionar la actividad de aprovechamiento sostenible
de especies como el chigüiro; únicamente se han establecido figuras como los “cotos de
caza” (artículo 156 del Decreto 1608 de 1978), definidos como las áreas destinadas al
mantenimiento, fomento y aprovechamiento de especies de fauna silvestre para caza
deportiva. Además se encuentran las “reserva de caza” (artículo 171 del Decreto 1608 de
1978), como las áreas que tienen como finalidad el fomento de especies cinegéticas,
donde se permite la caza científica, de fomento, de control y deportiva.
Un ejemplo que puede servir de guía para el desarrollo de este tipo de propuestas es el de
México, donde existe la figura de Unidades para la Conservación, Manejo y Uso
Sustentable de la Vida Silvestre (UMA), que representan una importante proporción de
tierra (14% del territorio nacional) dedicada a la conservación y manejo de la fauna
(Mandujano 2012), que buscan promover esquemas alternativos de producción
compatibles con el cuidado del ambiente, a través del uso racional, ordenado y planificado
de los recursos naturales renovables en ellas contenidos, frenando o revirtiendo los
procesos de deterioro ambiental. Dentro de los probables usos que les dan a las UMA, se
encuentran centros productores de pies de cría, bancos de germoplasma, alternativas de
conservación y reproducción de especies, entre otros (Semarnat 2015).
12
Existen varios contextos sobre los cuales se pueden proponer actividades de manejo con
fines de aprovechamiento sostenible, que dependen más de consideraciones de orden
jurídico y socioeconómico que de la biología de la especie y su dinámica poblacional. Una
opción para la delimitación del área ocupada por una población con miras al
establecimiento de una unidad de manejo, es el uso de criterios administrativos que creen
una delimitación arbitraria, pero que en términos de manejo puede resultar adecuada
(Mandujano 2012). Sin embargo, se debe tener en cuenta que los límites de la población
biológica real pueden ser mayores a los límites administrativos. Además, entre más
pequeña sea el área de la unidad de manejo, podría contener solo una pequeña fracción
de individuos de la población biológica real (Mandujano 2012). En este sentido, Bejarano
et al. (2014 b) sugieren que es más conveniente definir como Unidad de Manejo el territorio
conformado por la sumatoria de hatos asociados en torno al aprovechamiento, donde se
tome en cuenta la continuidad del hábitat, lo cual ayuda a obtener valores de r (tasa de
crecimiento intrínseco de la población) más representativos.
Por otra parte, el área de la Unidad de Manejo debe tener en cuenta el área de acción de
la especie, para evitar que la movilidad de las poblaciones dentro del territorio de interés
conduzca a obtener valores de r (tasa de crecimiento intrínseco de la población)
distorsionados, que cambien el panorama del aprovechamiento. Para el chigüiro, el área
de acción de las manadas puede llegar a ser de 56 ha en bosques y áreas abiertas, y para
las sabanas de los Llanos Orientales hay registros hasta de 43.37 ha (Camargo et al.
2006); por lo que es ideal que el área de la Unidad sea consecuente con las características
biológicas de la especie, pero además tenga en cuenta la oferta de hábitat potencialmente
útil para que la población pueda alojarse. Por ejemplo, Bejarano et al. (2014 b), argumenta
que debido a las características particulares de la especie, no es recomendable establecer
tasas extractivas en áreas prediales pequeñas (inferiores a 20 000 ha), ya que las
determinaciones tomadas en este caso, pueden estar sujetas a las particularidades de la
localidad en un lapso de tiempo determinado, más que al comportamiento y biología de la
especie.
Las unidades de manejo para el aprovechamiento del chigüiro deben responder entonces
a la información disponible, incluyendo los resultados y recomendaciones de los diferentes
estudios y acciones orientadas a la conservación y uso sostenible de la especie. En
concordancia con lo anterior, el objeto de este estudio está dirigido a hacer una evaluación
13
de la tendencia poblacional de la especie en un sector del municipio de Paz de Ariporo,
Casanare, con miras al establecimiento de unidades de manejo aprovechamiento
sostenible de las mismas.
2. Objetivo General
Analizar el cambio en el tamaño, densidad y estructura poblacional del chigüiro
(Hydrochoerus hydrochaeris), como herramienta para el establecimiento de una unidad de
manejo sostenible en un sector ubicado en Paz de Ariporo, Casanare
2.1 Objetivos Específicos
1. Estimar la tasa de crecimiento finita de la población (λ), de la población de Chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) en un sector ubicado en el municipio de Paz de Ariporo - Casanare,
2. Estimar la densidad y estructura poblacional de la población de Chigüiro (H.
hydrochaeris) en un sector ubicado en el municipio de Paz de Ariporo - Casanare,
3. Proponer los lineamientos para el establecimiento o delimitación de áreas privadas para
el manejo sostenible del chigüiro en el municipio de Paz de Ariporo, Casanare, a partir del
análisis de los aspectos biológicos y normativos relacionados.
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Ciencias, Universidad Nacional de Colombia - Corporinoquia.
3. Capítulo 1. Análisis multianual de la densidad, estructura y tamaño de una población de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) en el municipio de Paz de Ariporo – Casanare.
3.1 Resumen
Estimamos la densidad, tamaño poblacional, estructura de edades y tamaño promedio de
manada de la población de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) del Hato Miramar en Paz
de Ariporo-Casanare, para la época seca de 2016, y la época de lluvias de 2015. Además,
se incluyeron en el análisis datos de la misma localidad de los años 2006 (época seca),
2005 y 2004 (época de lluvias). Se hizo una comparación multitemporal de la población
con el programa Distance 6.2; adicionalmente se realizó un análisis por año para obtener
información de la estructura de la población en cada periodo muestreado. Los resultados
muestran que hubo una reducción en el tamaño y densidad de la población de chigüiro en
la época de sequía de 2016, con respecto a la época de lluvias inmediatamente anterior
(2015). En el año 2005 la población de chigüiro de la zona estudiada presentó el mayor
tamaño en comparación con los demás años (N=12802, D=2,75), ya que exhibe grandes
diferencias con respecto a la época de lluvias de 2004 (N=9375, D=2,75) y a la época seca
de 2006 (N=9259, D=2,71), los cuales presentan valores similares entre sí. Los altos
valores de tamaño y densidad de la población en la época de lluvias de 2005 son similares
a los alcanzados en la misma época en 2015 (N=12407, D=3,64). El tamaño promedio
estimado de manada varió entre 15 individuos en la época de lluvias del 2005 y 24
individuos en la época seca de 2006. Por otra parte, en las evaluaciones más recientes el
valor promedio de las manadas fue de 19 individuos (2015 y 2016). Por último, en todos
los periodos predominan los adultos en la población, seguido por juveniles y crías en
diferentes proporciones. Se resalta la importancia del monitoreo de la población del hato
Miramar, la cual debe brindar información que permita el desarrollo de proyectos de
aprovechamiento sostenible y responsable en la región.
21
Palabras clave: Chigüiro, poblaciones, densidad, tamaño poblacional, estructura de
edades.
3.2 Introducción
El chigüiro es el roedor viviente de mayor tamaño, y uno de los mamíferos de más peso
en América del Sur (Ojasti 1991); utiliza una diversidad de ambientes como los bosques
de galería, sabanas, esteros y lagunas permanentes (Mesa-González & López-Arévalo
2014). Este herbívoro necesita estar cerca del agua, por lo que la densidad de sus
poblaciones generalmente es mayor en lugares heterogéneos, con mayor disponibilidad
de agua (Guzmán 2005).
En los Llanos Orientales de Colombia, las poblaciones de chigüiro y la biota en general,
están fuertemente influenciados por las expansiones y contracciones periódicas del
ambiente acuático, que las ha llevado a adaptarse a las severas fluctuaciones espaciales
y climáticas (Otero et al. 2005). En esta región la época seca se caracteriza por la reducción
casi en su totalidad de los cuerpos de agua, situación que genera una serie de condiciones
estresantes para los chigüiros, debido a que el hábitat óptimo disponible se reduce a
pequeñas franjas alrededor de las fuentes de agua remanentes (Ojasti 1973, Jorgenson
1986). El régimen climático en la región y las consecuentes inundaciones o sequías
severas y/o prolongadas pueden conducir incluso a la mortandad de la población debido a
la escasez de recursos (Atuesta et al. 2014).
Pese a que la presencia de chigüiro es discontinua debido a varias presiones relacionadas
con la destrucción de su hábitat y la cacería, las mayores poblaciones de chigüiro se
concentran en los llanos de Colombia y Venezuela y en la zona pantanosa Matogrosence
del Brasil (FAO 1985). En la Orinoquía colombiana, más exactamente en el departamento
de Casanare, se han estimado poblaciones cercanas a los 20.000 individuos en los
municipios de Paz de Ariporo (19.778), Hato Corozal (12.150) y Orocue (20.507) (Bejarano
et al. 2014 a) mientras que en los departamentos de Vichada y Meta existen pequeños
núcleos poblacionales dispersos (Mesa-González & López-Arévalo 2014).
Varios estudios poblacionales se han llevado a cabo en las sabanas inundables de
Colombia en los departamentos de Arauca y Casanare (Tabla 3-1). Los parámetros
22
poblacionales han sido estimados mediante el uso de diferentes metodologías como la de
distancias con transectos lineales (Atuesta et al. 2014), los censos por conteos directos
(Aldana et al. 2002) y el análisis de rastros y registros de animales (Atuesta et al. 2007).
Tabla 3-1: Algunos registros poblacionales de las Sabanas Inundables en la Orinoquia
Colombiana.
Ubicación densidad Año Fuente
Arauca Arauca 0.87 y 1.07 ind/ha 1988
Aldana - Domínguez et al. 2002
Puerto Rondón
0.42 a 1.21 ind/ha 2007 Atuesta et al. 2007
Casanare
Hato Corozal 1.06 ind/ha 2002 Bejarano et al. 2014
D = 0.38-0.39 ind/ha 2004 Atuesta et al. 2014
Orocué 1.38 ind/ha 2002 Bejarano et al. 2014
Paz de Ariporo
1.18 ind/ha 2002 Bejarano et al. 2014
D = 2.64-2.86 ind/ha 2004 Atuesta et al. 2014
D = 6.21-6.44 ind/ha 2005 Atuesta et al. 2014
4.80-5.93 ind/ha 2006 Atuesta et al. 2014
Los estudios llevados a cabo en la región de interés evidencian que el comportamiento de
las poblaciones puede variar considerablemente en localidades cercanas, de ahí la
importancia de llevar a cabo evaluaciones poblacionales periódicas, con miras al
establecimiento de programas de conservación, manejo y uso sostenible la especie.
El uso sostenible de las especies silvestres (entre ellas el chigüiro), es viable en
poblaciones en crecimiento y con densidades cercanas a la capacidad de carga del hábitat,
que pueden estar sujetas a un aprovechamiento de determinado número de individuos de
cierta clase de edad y sexo (Mandujano 2012). Es claro que el aprovechamiento no puede
poner en riesgo a la población, ni reducir su viabilidad genética, o la capacidad de su hábitat
(o el de otras especies) (Robinson & Redford 1997, Ojasti et al. 2000). Por el contrario, se
debe extraer como máximo lo correspondiente a la producción o tasa de incremento (r)
cuando esta sea positiva (Caughley & Sinclair, 1994).
Conocer el tamaño y la estructura de la población es fundamental para el correcto manejo
de las poblaciones, ya que determinan la viabilidad del aprovechamiento, conservación o
control de la misma (Mandujano 2012). Teniendo en cuenta que estos parámetros no son
estáticos, por lo que se requiere un seguimiento periódico que utilice el mismo método y
23
protocolo de estimación poblacional, para detectar las variaciones que se presentan
(Mandujano 2012). Por otra parte, es importante saber cuáles son los factores que inciden
en las tasas de nacimiento y mortalidad, ya que a través de estos es posible controlar el
crecimiento de la población y por ende manejar su cosecha (Mandujano 2012). Toda esta
información permite predecir las tendencias poblacionales y orientar el desarrollo de la
población hacia una dirección deseada, a través de herramientas como el manejo del
hábitat (Ojasti et al. 2000).
La conservación y manejo de las especies depende en gran medida del estudio de las
poblaciones, ya que los distintos parámetros poblacionales explican en cierto modo las
características de vida de una especie. En consecuencia, el objetivo de este estudio fue
estimar parámetros poblacionales como la densidad, tamaño poblacional, tamaño de grupo
y estructura poblacional del Chigüiro en el hato Miramar, ubicado en el municipio de Paz
de Ariporo – Casanare en diferentes años.
3.3 Métodos
3.3.1 Área de Estudio
El estudio se llevó a cabo en el Hato Miramar, ubicado en la Vereda Caño Chiquito del
Municipio Paz de Ariporo, en el departamento de Casanare (Figura 3-1); esta localidad fue
escogida teniendo en cuenta que se tuvo acceso a información poblacional de chigüiro de
la década pasada (2004 a 2006), con la cual fue posible hacer un análisis multitemporal.
En esta zona del país se presenta una precipitación promedio anual de 69.33 mm y una
temperatura promedio anual de 26.2 °C (IDEAM 2003), con dos temporadas climáticas
marcadas: época de sequía entre noviembre y marzo, y época de lluvias e inundaciones
entre abril y octubre, ambas con aproximadamente un mes de transición.
24
Figura 3-1: Localización general del estudio. Se muestran los transectos (líneas) que
conforman la ventana de estudio.
El área de estudio corresponde a una ventana de 3600ha ubicada en las sabanas
inundables, donde se encuentran ambientes como esteros, lagunas, sabanas, bosques de
galería e inundables y palmares naturales de moriche (Mauritia flexuosa), entre otras
(Acevedo et al. 2014).
Las coberturas que predominan en el hato Miramar son áreas abiertas como sabanas con
pajonal y sabanas limpias, cuerpos de agua como esteros, caños y zanjas formadas por el
flujo de agua en la sabana (Universidad Nacional de Colombia & Corporinoquia 2015). Por
otra parte, cabe resaltar la entrada de la industria petrolera en la zona desde hace más de
seis años, lo cual ha cambiado la configuración del paisaje mediante la introducción de
líneas de oleoductos y carreteras con zonas de préstamo a ambos costados, que forman
pozos que son utilizados por los chigüiros y por otra fauna.
25
3.3.2 Evaluación poblacional
Se utilizó el método de distancias (Buckland et al. 1993), que consiste en el conteo de
individuos a ambos lados de una línea o transecto, y el registro de las distancias
perpendiculares desde el punto donde se encuentran el individuo (o el centroide del grupo)
hasta la línea media del transecto, las cuales permiten determinar la probabilidad de
detectar un individuo g(x) o función de detección (Conroy et al. 2015).
El método se aplicó en una cuadrícula de 3600ha con transectos lineales seleccionados al
azar en sentido Norte - Sur, distanciados 700m entre sí, con un ancho promedio de 500 m
(Tabla 3-2, Figura 3-1). Los transectos se recorrieron a caballo entre las 7:00 y las 17:00
horas, realizando la búsqueda de manadas a lado y lado de la línea media con la ayuda
de binoculares 8 x 40 y con un número constante de dos observadores por muestreo. En
total se hizo un recorrido en cada uno de los trece transectos lineales con longitud variable,
para un total de 35.8 km (Tabla 3-2, Figura 3-1). Para cada manada se registró la distancia
perpendicular, la localización sobre el transecto, el número de individuos por categoría de
edad y el número total de individuos por manada.
Se estableció la estructura de edades en la población de chigüiros categorizando tres
clases de edad a partir de la longitud de la alzada: crías <30 cm, juveniles entre 30 y 40
cm y adultos >45 cm. La categorización utilizada corresponde a que la edad relativa solo
puede ser determinada a partir de la osificación de las suturas de la región occipital del
cráneo y la osificación progresiva de las suturas de las epífisis humerales (Ojasti 1973)
Tabla 3-2: Transectos y número de recorridos realizados para la evaluación
poblacional de chigüiros en el hato Miramar.
Transecto Punto Inicio Punto final Dirección Longitud (m)
Latitud Longitud Latitud Longitud
1 5.7118 -71.1218 5.6824 -71.1218 N-S 3300
2 5.7014 -71.1287 5.6829 -71.1287 S-N 2100
3 5.7098 -71.1149 5.6825 -71.1151 S-N 3000
4 5.7099 -71.1086 5.6836 -71.1086 S-N 2900
5 5.7106 -71.1016 5.6848 -71.1016 N-S 2900
26
Transecto Punto Inicio Punto final Dirección Longitud (m)
Latitud Longitud Latitud Longitud
6 5.7134 -71.0952 5.6902 -71.0952 S-N 2600
7 5.7133 -71.0884 5.7025 -71.0884 N-S 1200
8 5.7069 -71.0668 5.6632 -71.0808 N-S 4900
9 5.7025 -71.0884 5.6633 -71.0884 S-N 3900
10 5.6902 -71.0952 5.6902 -71.0952 N-S 3000
11 5.6847 -71.1016 5.6633 -71.1016 N-S 2400
12 5.6835 -71.1086 5.6632 -71.1086 S-N 2300
13 5.6745 -71.1159 5.6632 -71.1159 N-S 1300
Las salidas de campo se llevaron a cabo en época de lluvias, en el mes de octubre de
2015 y en la época seca de 2016 en el mes de marzo. El área muestreada en los años
2015 y 2016 corresponde a la misma ventana de 3600ha y los mismos transectos
evaluados en los años 2004 a 2006, donde se utilizó la misma metodología y cuyos
resultados se analizan conjuntamente en este estudio.
3.3.3 Análisis de la información
Para la estimación de los parámetros poblacionales del chigüiro, se analizaron los datos
obtenidos en campo durante las épocas de lluvias de 2015 que corresponden al Convenio
Interadministrativo 200-15-15-022 celebrado entre la Corporación Autónoma Regional de
la Orinoquia - Corporinoquia y la Universidad Nacional de Colombia. Al mismo tiempo se
analizaron datos poblacionales obtenidos en la época seca de 2016 en el marco del
Convenio Interadministrativo No. 16-15-115-045CE celebrado entre el IAvH y la
Universidad Nacional de Colombia. Por otra parte, en este estudio se analizó nuevamente
la información de la población de chigüiro recolectada en la misma localidad utilizando la
misma metodología, durante las épocas de lluvia de 2004, 2005 y la época seca de 2006,
que fueron obtenidos por Atuesta y colaboradores (2014).
27
Con la información disponible, se realizó un análisis multianual de la dinámica poblacional
desde el año 2004, entendida como la comparación de los distintos parámetros
poblacionales evaluados mediante el uso del software DISTANCE 6.2 (Thomas et al.
2010), el cual estima la densidad mediante la selección de un modelo f(x) adaptado con
funciones clave que describen la forma en la que cambia la detección como función del
aumento de distancia a partir de la línea central. En este caso se usaron las funciones más
comunes (Uniforme, Media-Normal y Proporción al azar) que describen la forma general
en la que se va moviendo la detección hasta llegar a cero a medida que la distancia del
objeto aumenta (Conroy et al. 2015). Además los ajustes de serie que se usaron para
mejorar el ajuste de los datos son Coseno, Polinomios simples y Polinomios de Hermite
(Conroy et al. 2015). Después de probar varias combinaciones de intervalos de clase y
distancia de truncamiento como lo sugiere Atuesta (2006), el mejor resultado se obtuvo
con el uso de 7 intervalos de clase para construir las distribuciones de frecuencia de las
distancias de detección y 250m de distancia de truncamiento. La parsimonia del modelo
se evaluó calculando el AIC para cada modelo y clasificando los modelos de menor a
mayor valor de AIC.
El diseño de muestreo cumple con los supuestos del método de distancias, ya que asegura
que los animales que se encuentran sobre el transecto se cuentan con certeza; no hay
desplazamiento de las manadas en respuesta al observador (se registra la distancia
inicial); y se asume que las observaciones de los grupos de animales son independientes
unas de otras. Al mismo tiempo, cada periodo de muestreo es suficientemente corto para
que el reclutamiento y la mortalidad puedan ser insignificantes o desdeñables; y el área de
estudio es suficientemente grande, para que los desplazamientos hacia adentro o hacia
afuera sean pequeños en comparación con la totalidad de la población (Conroy et al. 2015);
por lo que se puede asumir que en el momento de los muestreos la población es cerrada.
El análisis de los datos se llevó a cabo en dos partes: en primer lugar, se analizaron la
totalidad de los datos (todos los años), con una post-estratificación por año para hacer una
comparación multitemporal de la población. En este análisis no se tuvieron en cuenta las
categorías de edad registradas, sino que se trabajó con el número total de individuos por
manada. El segundo análisis se llevó a cabo para cada año, con una post-estratificación
por edades, para obtener información acerca de la estructura de edades de la población
en cada periodo muestreado.
28
Por otra parte, se hizo una tabla de contingencia y prueba Chi2 para establecer la similitud
entre los promedios del tamaño poblacional estimado en los diferentes periodos de
muestreo, utilizando PAST 3.11 (Hammer & Harper 2001).
Además se realizó una prueba Z para comparar las medias de las densidades y una prueba
Chi2 para comparar la estructura de edades en diferentes épocas. Para ambos casos se
hicieron las siguientes comparaciones: 2015 (lluvia) -2016 (Seca), 2016 (seca) – 2006
(seca), 2015 (lluvia) – 2005 (lluvia) y 2015 (lluvia) – 2004 (lluvia).
3.4 RESULTADOS
3.4.1 Tamaño de la muestra
Durante la fase de campo llevada a cabo en la época de lluvias de 2015, se observó un
total de 3015 chigüiros, 2121 adultos, 296 juveniles y 598 crías. Se registraron en total 157
grupos con un tamaño promedio de 19 individuos por grupo. Por otra parte, durante el
periodo de sequía de 2016 se observaron en total 2206 individuos y un total de 117 grupos,
con un tamaño promedio de 19 individuos (Tabla 3-3). En la Figura 3-2 se observa la
distribución de frecuencias de las distancias perpendiculares para todos los periodos de
muestreo.
Figura 3-2: Distribución de frecuencias de distancias perpendiculares
29
3.4.2 Estimaciones poblacionales
Los modelos de función de detección para cada estimación, y el valor de AIC para cada
modelo se encuentran relacionados en el Anexo 1 del presente capítulo.
Se presentó una reducción en el tamaño y densidad (Figura 3-3) de la población de chigüiro
en la época de sequía de 2016, respecto a la época de lluvias del año anterior (2015)
(Tabla 3-3).
Tabla 3-3: Abundancia (N= número de individuos) y densidad (D= individuos/ha) de
chigüiros en las diferentes épocas de muestreo.
Año N Observada N Estimada D Estimada
CV Adulto Juvenil Cría Total Media
Error estándar
Media Error
estándar
2004 1467 415 47 1929 9375 3183,9 2,75 0.9333 33,96
2005 1912 210 180 2302 12802 2723,1 3,75 0.7983 21,27
2006 2100 215 63 2378 9259 1852,4 2,71 0.5430 20,01
2015 2121 296 598 3015 12407 2867,5 3,64 0.8406 23,11
2016 1649 328 229 2206 8445 2170 2,48 0.6361 25,7
30
A pesar del vacío de información que se presenta del año 2007 a 2014, al comparar las
estimaciones de los diferentes años, se puede observar que el tamaño y la densidad de la
población son diferentes a lo largo del tiempo (Chi2= 241,39, Cramer´s V= 0,06223). La
mayor tasa de cambio en la abundancia de la población se presentó de la época de lluvia
del año 2004 a la misma época de 2005 (36.6%), , mientras que el cambio de la época
lluviosa de 2015 a la seca de 2016 fue un poco menor (32%), la menor proporción de
cambio se dio en el periodo 2005-2006 (28%) Los valores del coeficiente de variación en
la estimación de la abundancia y densidad presentaron valores relativamente bajos y
similares para todos los años de muestreo (Tabla 3-3).
Figura 3-3: Densidad (Ind/ha) estimada de chigüiros los diferentes años de monitoreo.
Las densidades estimadas presentaron diferencias significativas en las comparaciones
entre lluvias de 2015 y seca de 2016 (p= 0,34). Por otra parte, pese a que 2015 y 2004 son
periodos de lluvia, la densidad de 2004 es significativamente menor a la de 2015 (p= 0,5).
Por el contrario, las densidades de las épocas de lluvias y seca de los últimos periodos
(2015 y 2016) en comparación con las mismas épocas de la década pasada (2005 y 2006)
no presentan diferencias significativas.
31
Pese a que la densidad en época seca es diferente a la época de lluvias, las estimaciones
parecieran tener un ciclo regulado por la época climática, teniendo en cuenta que los
cambios son similares de una década a la otra. La evaluación de la época seca de 2016
presenta los valores más bajos tanto de tamaño como de densidad poblacional.
En cuanto al tamaño de grupo, en los monitoreos de 2015 y 2016 el valor promedio de los
grupos fue de 19 individuos, pese a que la densidad y tamaño de la población fueron más
bajos en la temporada seca de 2016 en comparación con la temporada de lluvias de 2015.
Por otra parte, el mayor tamaño promedio de grupo (24 individuos) coincide con una de las
densidades más bajas, registradas en 2006 (2.71 Ind/ha). Los valores observados de
tamaño de grupo fueron cercanos a los valores estimados (Tabla 3-4) y los valores del
coeficiente de variación presentaron valores bajos para todos los años de muestreo,
indicando que la varianza en los datos fue baja.
Tabla 3-4: Estimaciones de tamaño (número de individuos/manada) de manadas de
chigüiro en los diferentes años. CV=Coeficiente de variación.
Año
Tamaño de Manada
CV Observado Estimado
Min Media Max
2016 19 16 19 22 8,99
2015 19 16 19 23 10,36
2006 24 18 24 31 13,6
2005 15 13 15 17 6,54
2004 16 14 17 19 7,4
Por otra parte, la estructura de edades de la población mostró en todos los periodos
monitoreados muestra una clara dominancia de la categoría de adultos, seguida por las
categorías menores (juveniles y crías) en diferentes proporciones (Tabla 3-5). Los valores
del coeficiente de variación presentaron valores relativamente bajos y menores de 50%
para todas las categorías de edad durante todos los años de muestreo (Tabla 3-5).
Tabla 3-5: Estimaciones de abundancia (N=número de individuos) y densidad
(D=individuos/ha) por categoría de edad. CV=Coeficiente de variación.
2004 Época lluvias
Edad N Observado N Estimada D Estimada
CV Min Media Max Min Media Max
32
Adulto 1467 3987 7594 14465 1,17 2,23 4,24 33,46
Juvenil 415 882 1840 3837 0,26 0,54 1,12 38,19
Cría 47 123 241 471 0,04 0,071 0,14 33,63
2005 Época lluvias
Edad N Observado N Estimada D Estimada
CV Min Media Max Min Media Max
Adulto 1912 6849 10508 16124 2,01 3,08 4,73 21,25
Juvenil 210 610 1118 2050 0,18 0,33 0,6 30,9
Cría 180 566 975 1678 0,17 0,29 0,49 27,41
2006 Época Seca
Edad N Observado N Estimada D Estimada
CV Min Media Max Min Media Max
Adulto 2100 5521 8176 12108 1,62 2,4 3,55 19,86
Juvenil 215 405 708 1237 0,12 0,21 0,36 27,62
Cría 63 147 285 553 0,04 0,08 0,16 33,6
2015 Época lluvias
Edad N Observado N Estimada D Estimada
CV Min Media Max Min Media Max
Adulto 2121 5472 8755 14009 1,6 2,57 4,11 23,44
Juvenil 296 482 786 1283 0,14 0,23 0,38 24,65
Cría 598 906 1545 2635 0,27 0,45 0,77 26,12
2016 Época seca
Edad N Observado N Estimada D Estimada CV
Min Media Max Min Media Max
Adulto 1649 3759 6321 10630 1,1 1,85 3,12 31,33
Juvenil 328 583 1027 1809 0,17 0,3 0,53 28,35
Cría 229 329 851 2206 0,09 0,25 0,65 50,38
Al comparar los dos últimos monitoreos, se puede observar que, pese a que las densidades
y abundancias estimadas son mayores en la época de lluvias de 2015, la diferencia en la
estructura de edades en ambas épocas no presenta diferencias significativas (p=) (Figura
3-4). Sin embargo, se evidencia la variación temporal en las categorías cría y juvenil, y el
aumento de los juveniles en 2016 indica la supervivencia de al menos una parte de las
crías presentes en 2015, lo cual favorece el reclutamiento de individuos a la población.
Por otra parte, la estructura de edades de los periodos de lluvias 2015 y seco 2016
muestran diferencias significativas en comparación con los mismos periodos climáticos de
la década pasada (2004 y 2005 en lluvias y 2006 en seca), hay que destacar que las
33
diferencias están fuertemente relacionadas con mayores proporciones de la categoría
adulta, y las diferencias en las categorías juvenil y cría son notables (Figura 3-4).
Figura 3-4: Proporción estimada de las categorías de edad en los diferentes periodos
monitoreados
3.5 DISCUSIÓN
3.5.1 Densidad y abundancia
Los resultados indican que la densidad, así como el tamaño de la población fluctúan en el
tiempo; es así como densidad y abundancia que se obtuvieron en este estudio fueron
inferiores a los reportados para 2003 (D=3.95-4.11 ind/ha, N=14 205-14 797 individuos)
por Aldana y colaboradores (2007) para la misma localidad.
Por otra parte, Atuesta et al. (2014) realizó un análisis para las épocas de lluvia de 2004 y
2005 y la época seca de 2006, con los mismos datos que fueron usados en este estudio.
Sin embargo, sus resultados arrojan valores más altos tanto de tamaño de la población
como de densidad. La diferencia en los resultados se da como consecuencia de la
estratificación del hábitat en tres categorías de calidad de hábitat (alta, media y baja) que
usaron Atuesta y colaboradores (2014), de acuerdo a un modelo de hábitat basado en la
oferta de recursos para los chigüiros y su arreglo espacial, mientras que en el presente
análisis no se tomaron en cuenta las condiciones de hábitat en ninguno de los periodos.
34
Las sabanas del Neotrópico son altamente estacionales, por lo tanto, debido a la variación
de los periodos de lluvia las pasturas presentan un crecimiento de biomasa explosivo y
corto durante la época húmeda (Sarmiento 1984). Debido a lo anterior se esperaría
coincidencia entre el pico de nacimientos en la época de lluvia con el incremento en la
disponibilidad de alimento; así se maximizaría la supervivencia y el crecimiento de los
individuos jóvenes, así como la supervivencia y el éxito reproductivo de las hembras
(Rutberg 1987). Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en esta región el pulso
inundación-sequía, que es un factor denso-independiente, tiene mayor influencia sobre la
población que la disponibilidad de alimento (Moreira et al. 2013).
El efecto de los factores denso–independientes sobre las poblaciones es fundamental en
la dinámica poblacional de los grandes mamíferos (Dublin & Taylor 1996). Los individuos
de diferentes sexos y edades responden de manera diferencial a los estímulos
ambientales, como las lluvias, sequías u otros eventos estocásticos y denso–
independientes, los cuales pueden inducir condiciones de estrés nutricional y/o pulsos de
crecimiento. Se sabe por ejemplo, que el efecto de este tipo de factores denso-
independientes relacionados con las lluvias en Africa, se ve reflejado en una variación en
el crecimiento de las poblaciones de elefantes del 2 al 6% (Dublin & Taylor 1996).
De igual manera, la disponibilidad de hábitat para la especie varía conforme a la época
climática; para la zona de estudio, la disponibilidad de hábitat de calidad media se redujo
en época seca de 2016 a 55% (IAvH & Universidad Nacional 2016), con respecto a la
época de lluvias de 2015 (64%) (Corporinoquia & Universidad Nacional 2015). Este factor
es determinante para la población, y se ve reflejado en la distribución de los grupos en la
ventana, en donde para la época de lluvias, los grupos se distribuyen de manera más
homogénea sobre la ventana (Figura 3-5), mientras que en la seca de 2016 los registros
se encuentran más concentrados en algunas zonas que presentan mejor oferta hídrica
(Figura 3-6).
35
Figura 3-5: Distribución de los grupos de chigüiro en la ventana de estudio. Época de
lluvias 2015.
En su mayoría, se muestran los registros sobre la línea media del transecto, sin tener en
cuenta la distancia perpendicular.
Figura 3-6: Distribución de los grupos de chigüiro en la ventana de estudio. Época seca
2016.
En su mayoría, se muestran los registros sobre la línea media del transecto, sin tener en cuenta la distancia perpendicular.
36
La población de Miramar fue una de las más afectadas por la mortandad que ocasionó el
fuerte verano en 2014. Es posible que las condiciones ambientales provocaran que la
población de chigüiro diezmara su tamaño. Por ejemplo, Corporinoquia reporta más de
4500 individuos muertos recogidos en puntos críticos (Corporinoquia sin fecha), los
habitantes del hato Miramar expresan que en un tramo de no más de 100 km de carretera
que comunica los pozos petroleros de la zona, sobre la vía en las zonas de préstamo y con
un buffer de 150m a ambos lados, se recogieron de 9000 a 9600 chigüiros muertos en los
predios del hato, (Com. Pers. Señor Fredy Velandia, administrador del hato Miramar). Esta
disminución drástica de individuos tuvo que afectar la dinámica de la población, por lo que
probablemente en ese periodo se presentó una tasa negativa atípica de crecimiento. Sin
embargo, no es posible establecer el comportamiento de la población tras este episodio
de declinación, dado que coincide con el vacío de información que se presenta durante el
periodo de 2007 a 2014.
La evaluación poblacional del año 2015 (lluvias) se hizo a 20 meses de la ocurrencia de la
mortandad de la época seca de 2014, en ese momento, el valor de la densidad y el tamaño
de la población no mostraron diferencias estadísticamente significativas a los valores de
2005. Por lo tanto, una de las posibilidades es que la población presentara una rápida
recuperación posterior a la mortandad, ya que en cerca de 20 meses alcanzó valores de
densidad superiores a la capacidad de carga reportada (Ojasti 1978 en Ojasti 2003,
Agrotec 1999, González-Jiménez & Szeplaski 1998 citados en Atuesta et al. 2014).
Este comportamiento de recuperación poblacional rápida se ha visto por ejemplo, en las
poblaciones de canguros (Macropus rufus y M. giganteus) en Australia, donde se han
reportado crecimientos poblacionales acelerados posteriores a una baja drástica en las
poblaciones, producto de factores denso-independientes como son las fuertes sequías
(Grigg 2002).
Por otra parte, la entrada de la actividad petrolera en la zona a partir del año 2007, ha
permitido el control de la caza furtiva, por la instalación de portones y el establecimiento
de vigilancia (Com. Pers. Señor Fredy Velandia, administrador del hato Miramar). No
obstante, el establecimiento de oleoductos, infraestructura, pozos y carreteras afecta de
forma directa el hábitat de las especies silvestres, y puede llegar a impactar de forma
negativa a sus poblaciones. Es así como en 2007 se construyeron carreteras (terraplén)
37
que atraviesan la ventana de estudio (en diagonal y en la zona norte), a las cuales se
asocian múltiples zonas de préstamo lateral que permanecen inundadas en la época de
lluvias, pero que en época de verano se secan rápidamente cuando no están conectadas
con cuerpos de agua permanente.
La construcción de vías representa uno de los factores que más incide en la fauna silvestre
no voladora, ya que aumenta el riesgo de muerte por atropellamiento (Arroyave et al.
2006). Sin embargo, para el caso del chigüiro en el hato Miramar, las zonas de préstamo
aparentemente son las que influyen en mayor medida sobre la población de chigüiro, pues
constituyen una modificación del hábitat que puede influir sobre el comportamiento de sus
poblaciones.
Por un lado, el establecimiento de las zonas de préstamo podría ser una ventaja, ya que
brinda un recurso vital para la especie como son los cuerpos de agua. Sin embargo, puesto
que el área de acción del chigüiro en las sabanas inundables de la Orinoquía varía entre
5.06 y 43.37 ha, con un promedio de 18.12 ha ± 20.65 ha (Camargo 2006), y al mismo
tiempo su movimiento diario difícilmente supera los 300m (Moreira et al. 2013), esta
modificación del hábitat puede constituir una trampa para la población, debido a que la
presencia de estos pozos artificiales en sectores lejanos a los cuerpos de agua
permanentes aumentan el riesgo de mortalidad (Anexo 3). Por otra parte, la modificación
del hábitat debida a las zonas de préstamo puede llegar a cambiar la distribución de los
grupos por la oferta de cuerpos de agua artificiales para el chigüiro; sin embargo, el vacío
de información temporal no permite saber con exactitud el efecto de este factor sobre la
población en el tiempo.
Finalmente, las densidades estimadas en los diferentes periodos temporales y épocas
climáticas se encuentran dentro de los límites del número de individuos que podrían
soportar estas áreas (capacidad de carga), teniendo como referencia las estimaciones
hechas para los llanos de Venezuela (3 ind/ha) (Ojasti 1978 en Ojasti 2003). Esto podría
sugerir la viabilidad de un plan de aprovechamiento para las poblaciones de chigüiros en
localidad; no obstante, para poder llevar esto a cabo es imprescindible el estudio y
monitoreo de la población en una escala de tiempo mayor.
38
3.5.2 Tamaño de manada
En los chigüiros, las agrupaciones familiares exhiben algún tipo de ordenación interna y
cohesión social cuando el hábitat ofrece condiciones favorables de refugio (Mesa-
González & López-Arévalo 2014). En general, los grupos se constituyen por pocos
machos, varias hembras adultas y un número variable de juveniles y crías; un único macho
ejerce el dominio sobre el grupo y es el encargado de marcar el territorio (González-
Jiménez 1995). El tamaño de los grupos varía de acuerdo a la época climática, de la
disponibilidad de recursos en el hábitat o por la presión de caza que puede llevar a la
ruptura de las unidades sociales (Quintana & Rabinovich 1993).
El tamaño óptimo del grupo para una población es dependiente del costo – beneficio
asociado a cada hábitat en particular (Herrera et al. 2011), lo cual está directamente
relacionado con el fitness de los individuos y del grupo mismo (Pride 2005). Aunque las
comparaciones entre estudios de chigüiro son difíciles debido a las variaciones
metodológicas, en general el tamaño del grupo parece incrementar con la densidad de la
población (Herrera et al. 2011). En este sentido la calidad del hábitat es fundamental, dado
que en donde existen mejores condiciones y la oferta de recursos limitantes como el agua
es más homogénea, las densidades tienden a ser mayores y los grupos de mayor tamaño;
por ejemplo, Herrera et al. (2011) reporta grupos de una media de 16 individuos adultos
en densidades mayores a 2 ind/ha.
Los resultados obtenidos a lo largo de los periodos muestreados no coinciden con la
tendencia que sugiere Herrera et al. (2011), teniendo en cuenta que el tamaño de grupo
más alto (24 individuos) se presentó en la época seca de 2006, cuando la densidad fue
una de las más bajas dentro de los registros. No obstante, se debe hacer claridad en que
en ningún periodo muestreado la densidad es inferior a 2 ind/ha.
Por otra parte, el comportamiento de fisión-fusión que presentan las poblaciones en las
diferentes épocas climática, como respuesta a la variación en la oferta de hábitat en las
sabanas inundables, hace que en época seca se conformen agregaciones de hasta 100
individuos (Ojasti 1973, Jorgenson 1986), lo cual fue evidenciado en la evaluación de 2016.
En este momento aumenta la dificultad de reconocer los grupos dentro de las
agregaciones, lo cual puede estar relacionado con el aumento del tamaño promedio de
manada.
39
Los tamaños de grupo encontrados en los diferentes periodos de muestreo (15 a 24
individuos) se encuentran en un tamaño intermedio según los los registros para los llanos
colombianos y venezolanos, que van de 12 a >51 (Ojasti 1973, Perea & Ruiz 1977,
Maldonado-Chaparro & Sánchez 2010).
Markham et al. (2015) sugiere que, para mamíferos territoriales y sociales como los
babuinos, un tamaño de grupo intermedio puede representar una ventaja, ya que las
poblaciones pueden utilizar estrategias que optimizan el uso del espacio y los recursos,
mientras que los grupos más grandes y más pequeños experimentan mayores
desventajas. Por ejemplo, los grupos pequeños son más vulnerables a los predadores, y
pueden ser fácilmente desplazados; mientras que grupos muy grandes experimentan un
aumento de la competencia al interior del grupo por recursos limitados, al tiempo que se
incrementa la probabilidad de muerte por transmisión de enfermedades (Marckham et al.
2015). En los chigüiros por ejemplo, la fecundidad de las hembras es un factor denso
dependiente y en grupos con tamaños máximos las hembras dejan de reproducirse
(Maldonado & Blumstein 2008).
3.5.3 Estructura de edades
Autores como Ojasti (1973) y Herrera (2010) sostienen que en la región de los Llanos de
Venezuela los chigüiros son fértiles a lo largo del año, sin embargo es claro que la inversión
reproductiva no es constante (Moreira et al. 2013). Pese a que en la región de la Orinoquia
no se ha comprobado una correlación significativa entre el número de nacimientos y la
cantidad de lluvia per sé, en los Llanos Venezolanos se observa un pico de nacimientos
durante el final de la temporada de lluvias en el mes de octubre (Moreira et al. 2013), al
mismo tiempo existe evidencia de que individuos de todas las clases pueden ser
encontrados en los grupos de chigüiros a lo largo del año, aunque su proporción puede
variar (Moreira et al. 2013, Atuesta et al. 2014), así como lo demuestran los resultados de
este estudio.
Ciertas características del comportamiento y la organización social de la especie pueden
influir en la estructura de edad y en general en la demografía de los chigüiros. Por ejemplo,
el aumento en la proporción de crías en ciertos periodos del año puede estar determinado
por factores como el comportamiento de guardería, es decir, que hembras no filiales
amamanten las crías (Macdonald 1981, Herrera 2013), esto favorece la selección para la
40
sincronización de la reproducción y mejora la eficiencia reproductiva a través de la
cooperación, ya que las hembras comparten el costo de producción de leche y la defensa
ante depredadores (Moreira et al. 2013). Asimismo, aunque el infanticidio reduce la tasa
de sobrevivencia de las crías y el reclutamiento de los juveniles, parece no afectar en gran
medida la estructura de edades de la población, ya que sus efectos son compensados por
los cambios en el comportamiento reproductivo de las hembras, mediante cambios en la
fisiología reproductiva y receptividad sexual que llevan a la reducción de los intervalos de
alumbramiento (Maldonado & Blumstein 2008). Otro factor de regulación denso-
dependiente está constituido por la supresión reproductiva femenina, que lleva a que
individuos (hembras) fértiles no se reproduzcan por influencia de las hembras dominantes
(Maldonado-Chaparro & Blumstein 2008).
Por otra parte, los chigüiros exhiben una alta tasa de mortalidad de individuos en el primer
año de vida (0.68) (Moreira 1995), por lo que se considera uno de los principales factores
que regulan la población. Los efectos denso-dependientes, además de los cambios
estocásticos en los factores ambientales (denso-independientes), pueden afectar la
supervivencia de las crías durante el primer año de vida y la edad de la primera
reproducción en muchas especies de mamíferos herbívoros, lo cual regula la proporción
de las categorías de edad menores en la población. En el caso de los chigüiros, se
desconoce si la alta tasa de mortalidad en esta etapa es denso-dependiente, y qué tanto
pueden afectar los factores denso-independientes; esta información es importante, ya que
la denso-dependencia en los chigüiros debe entenderse como la base para los planes de
manejo y generalmente requiere estudios detallados a largo plazo (Moreira 2013).
En concordancia con la teoría, se observa que en general el aumento en la proporción de
las categorías menores (crías/juveniles) coincide con los periodos en los que los tamaños
de la población y densidad son mayores, por tanto reflejan el crecimiento de la población,
mientras que cuando la proporción de estas categorías baja y la de los individuos de mayor
edad sube, se evidencia la estabilidad o decremento de la población. No obstante, en la
realidad la proporción de los individuos de cada categoría de edad cambia constantemente
en las poblaciones, y el concepto teórico de una distribución estable de las categorías de
edad casi nunca es real (Dublin & Taylor 1996). En el caso de estudio existen diferencias
significativas enntre la estructura de edad de las épocas seca de 2016 y 2006 (p= 0.02), y
entre las épocas de lluvia de 2015 en comparación con las de 2005 (p= 0.04) y 2004
41
(0.0001). Esto sugiere que el evento de mortalidad atípica ocurrida en 2014 tuvo un efecto
en la población que se está viendo reflejado en el cambio de estructura de edades, pese a
que las densidades de las evaluaciones recientes son similares a las de la década pasada.
Por otra parte, la proporción de crías es mayor en 2015, lo que coincide con el pico de
nacimientos que reporta la bibliografía para el mes de octubre o final de la época de lluvias
en la región. En concordancia con el aumento de la probabilidad de supervivencia de los
juveniles en la época de lluvias y su transición a la época seca, la categoría juvenil muestra
un aumento en 2016 comparado con 2015; lo cual indica que pese a la alta tasa de
mortandad en el primer año de vida (Moreira 1995), una buena parte de las crías sobrevivió
hasta el final de la época seca de 2016, favoreciendo el reclutamiento de individuos a la
población.
Por otra parte, los cambios en la estructura de edades en el modelo desarrollado por
Maldonado y Blumstein (2008) que incluye una alta presión de cacería de adultos, conlleva
a un aumento de la proporción de crías y juveniles de hasta un 50%, con una consecuente
reducción en el número de adultos. Esta variación en la composición de edades puede
influenciar de manera negativa el desempeño reproductivo de las hembras, y además
conllevar a la pérdida de habilidades o cogniciones sociales (Silk 2007) en detrimento de
la población. Esta tendencia se observa también en el modelo de Mesa (2005), en donde
al reducir la proporción de adultos de forma significativa, las poblaciones declinan
drásticamente.
Teniendo en cuenta lo anterior, es claro que el monitoreo de las poblaciones y de la
estructura de edades es importante, ya que permite entre otras cosas establecer los
efectos de los factores denso-dependientes y denso-independientes en las poblaciones, y
además determinar y controlar el efecto de actividades de aprovechamiento evitando
daños a la población asociados a sobreexplotación. Por ejemplo, en Austalia el
seguimiento de las poblaciones de canguro rojo (Macropus rufus) con fines de
aprovechamiento, ha permitido estimar el tamaño poblacional durante más de cuatro
décadas, donde se han registrado picos de tamaño poblacional, así como también caídas
dramáticas provocadas por fuertes veranos como en 1983 y 1997, seguidas por periodos
relativamente cortos de recuperación, en donde las poblaciones alcanzan tamaños
similares a los registrados en momentos previos al disturbio (Grigg 2002).
42
En el caso de Miramar, la falta de monitoreo impide conocer las tendencias de crecimiento
de la población, así como el comportamiento de la estructura de edades, por lo tanto los
efectos del fuerte verano de 2014 son inciertos, y hasta el momento es difícil saber por
ejemplo, si el aumento en la proporción de las categorías menores con respecto a la
pasada década, corresponde a un periodo de recuperación poblacional al cual están
respondiendo estas categorías en la actualidad. Por lo tanto, el monitoreo y
establecimiento de estudios demográficos en la zona es importante para el conocimiento
de la dinámica poblacional y el establecimiento de medidas de manejo para evitar el
desequilibrio poblacional debido a factores estocásticos o a sobre-explotación.
43
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4. Capítulo 2. Crecimiento poblacional y tasas de cosecha en una población de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) en el municipio de Paz de Ariporo – Casanare.
4.1 Resumen
Estimamos el tamaño poblacional, la tasa de crecimiento poblacional finita (λ), el índice de
producción máxima (Pmax) y el índice de cosecha sostenida (h) para la población de
chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) del Hato Miramar en Paz de Ariporo-Casanare. Se
usaron datos de la época de lluvias de 2015 y seca de 2016. Además, se incluyeron en el
análisis datos de la misma localidad de los años 2006 (época seca), 2005 y 2004 (época
de lluvias). Los resultados muestran que λ exhibe valores positivos o de crecimiento en la
época de lluvias (de más del 30%), mientras que los periodos que corresponden a época
seca presentan valores negativos o de disminución poblacional (cercanos al 30%). La
estimación del Pmax= 1,79 ind/ha evidencia que las poblaciones de chigüiro de las
sabanas inundables tienen un alto potencial de cosecha. El índice de cosecha sostenida
(h) arrojó valores de 0,277 y 0,319, que se encuentran dentro de lo reportado para
Venezuela. Se resalta la importancia de continuar con la recolección de datos de esta
localidad, para construir un estimador más preciso de r y tener mayores herramientas para
el manejo sostenible de las poblaciones en la región.
Palabras clave: Chigüiro, poblaciones, crecimiento poblacional, aprovechamiento
sostenible.
4.2 Introducción
La Orinoquía colombiana alberga las poblaciones de chigüiro más representativas del país,
estas se encuentran en municipios como Paz de Ariporo, Hato Corozal, Orocué, San Luis
de Palenque y Trinidad en el departamento del Casanare (Oikos 2003); y en Arauca en el
municipio de Puerto Rondón (Universidad Nacional & Corporinoquia 2015).
51
Varios factores pueden afectar el tamaño y densidad de las poblaciones de chigüiro, ente
ellos se encuentran los factores físicos que conducen a la mortandad de la población, como
las inundaciones o sequías severas y/o prolongadas (Ojasti & Sosa 1985). De igual manera
la cacería ilegal y sin control puede disminuir las poblaciones (Quintana & Rabinovich 1993,
Universidad Nacional & Corporinoquia 2015), así como el ataque de depredadores (Payán
& Soto 2012). A su vez, características comportamentales de la especie como el infanticidio
por parte de los machos, afectan el tamaño de la población por la disminución de la tasa
de sobrevivencia de las crías y la reducción de la tasa de reclutamiento de los juveniles;
además, la supresión reproductiva de hembras lleva a que las hembras fértiles no se
reproduzcan por influencia de las hembras dominantes (Maldonado-Chaparro & Blumstein
2008).
En la década de los 80 se ejerció una fuerte presión de caza furtiva con el fin de abastecer
la demanda de carne en Venezuela, esto hizo que muchas de las poblaciones en esta zona
del país fueran reducidas casi a su extinción, y la especie enfrentara graves problemas de
conservación (Atuesta et al. 2014). Esta situación llevó a tomar diversas medidas para
mejorar su estado y a la vez satisfacer el interés de los pobladores por hacer una
explotación razonable de este recurso (Mesa-González & López-Arévalo 2014). Es así,
como desde hace algunos años se ha controlado la caza ilegal en algunos hatos,
permitiendo la recuperación de esas poblaciones.
El uso sostenible del chigüiro o de cualquier especie silvestre, es viable en poblaciones en
crecimiento y con densidades cercanas a la capacidad de carga del hábitat, que pueden
estar sujetas a un aprovechamiento de determinado número de individuos de cierta clase
de edad y sexo (Mandujano 2012). Es claro que el aprovechamiento no debe poner en
riesgo a la población, ni reducir su viabilidad genética, o la capacidad de su hábitat (o el
de otras especies) (Robinson & Redford 1997, Ojasti 2000), sino que se debe extraer como
máximo lo correspondiente a la producción o tasa de incremento (r) cuando esta sea
positiva (Caughley & Sinclair 1994).
La información poblacional es fundamental para el manejo de la fauna silvestre en vida
libre, datos como la estructura y el tamaño de la población, así como la tasa de crecimiento
poblacional, son parámetros que resumen la dinámica de una población, por lo cual son
52
determinantes en la viabilidad del aprovechamiento, conservación o control de la misma.
(Mandujano 2012).
Para su aprovechamiento, es necesario establecer cuotas de cosecha anuales que
permitan mantener en el tiempo su producción para que la población permanezca en un
tamaño determinado, aun cuando la extracción sea constante año tras año (Saltz 2001).
Una forma confiable de establecer la cuota máxima de extracción es a través del valor r o
tasa intrínseca de crecimiento poblacional, que se obtiene a partir de la diferencia entre los
valores estimados del tamaño de la población, en los periodos muestreados.
Para alcanzar el rendimiento máximo sustentable, es necesario mantener el tamaño de la
población en el punto de máxima tasa de crecimiento, esto ocurre cuando la población está
por debajo de su capacidad de carga, y existen recursos que le permitan el crecimiento
(Mandujano 2012). Los efectos de la denso-dependencia hacen que el crecimiento se
detenga, estabilizando a la población alrededor de los valores de la capacidad de carga
(Mandujano 2012). Teniendo en cuenta lo anterior, el registro de la dinámica de la
población en el tiempo permite hacer predicciones de la tendencia poblacional y plantear
medidas de manejo que permitan orientarla hacia un uso sostenible (Ojasti 2000). Al mismo
tiempo, es fundamental conocer los factores bióticos y abióticos que inciden en las tasas
de nacimiento y mortalidad, ya que esto permitirá influir sobre el crecimiento de la población
y por ende manejar su cosecha (Mandujano 2012).
Los parámetros poblacionales no son valores estáticos, lo que hace necesario un
monitoreo periódico que utilice el mismo método y protocolo de estimación poblacional, a
fin de detectar las variaciones que se presentan (Mandujano 2012). Considerando la
necesidad de posibles iniciativas de manejo sostenible de la especie, se estimó la tasa de
crecimiento de la población, y el índice de cosecha sostenida (h) de la población de
Chigüiro (H. hydrochaeris), en el Hato Miramar, ubicado en Paz de Ariporo – Casanare.
53
4.3 Métodos
4.3.1 Área de Estudio
El estudio se llevó a cabo en el Hato Miramar, ubicado en la Vereda Normandía del
Municipio Paz de Ariporo, en el departamento de Casanare (Figura 4-1). En esta zona del
país se presenta una precipitación promedio anual de 69.33 mm y una temperatura
promedio anual de 26.2 °C (IDEAM 2003). La región presenta dos temporadas climáticas
muy marcadas, una época de sequía entre los meses de noviembre y marzo y una época
de lluvias e inundaciones entre los meses de abril y octubre, ambas con aproximadamente
un mes de transición.
El área de estudio corresponde a las sabanas inundables, que incluyen ambientes como
esteros, lagunas, sabanas, bosques de galería e inundables y palmares naturales de
moriche (Mauritia flexuosa), entre otras (Acevedo et al. 2014).
Figura 4-1: Localización general del estudio. Se muestran los transectos (líneas) que
conforman la ventana de estudio..
54
Las coberturas que predominan en el hato Miramar son áreas abiertas como sabanas con
pajonal y sabanas limpias, además esteros y algunos caños y zanjas formadas por el flujo
de agua. En el sector se desarrolla la industria petrolera desde hace más de seis años, lo
cual ha cambiado la configuración del paisaje introduciendo líneas de oleoductos y
carreteras con zonas de préstamo a ambos costados, que forman pozos que son utilizados
por los chigüiros y por otra fauna.
4.3.2 Parámetros poblacionales
Las metodologías utilizadas para la obtención de los datos de la población y el cálculo de
los parámetros poblacionales abordados en esta sección, fueron los mismos que se
utilizaron en el primer capítulo, en donde se aborda el análisis multianual de la densidad,
estructura y tamaño de la población de chigüiro en la localidad de Miramar; por lo tanto,
estas metodologías se omitirán en este capítulo.
El cálculo de la tasa finita de crecimiento (λ) se llevó a cabo con la media estimada del
tamaño poblacional en todos los años monitoreados, utilizando la ecuación (Rockwood
2006):
λ=Nt/N0
Donde Nt es la abundancia de la población en el año t+1 y N0 es la abundancia del periodo
anterior.
4.3.3 Estmación de la cosecha
El cálculo de la producción máxima de la población (Pmax), se hizo a partir del modelo de
Robinson & Redford (1991), que requiere información específica de la capacidad de carga
(K), la tasa finita máxima de crecimiento (λmax) y la densidad poblacional (D). Este modelo
hace suposiciones conservadoras como asumir que las poblaciones tienen un crecimiento
denso-dependiente y alcanzan la producción máxima cuando la población está al 60% de
su capacidad de carga (0.6K). El modelo se basa en la siguiente ecuación:
Pmax = (0,6K x λmax) – 0.6K
Donde λmax = ermax.
55
La estimación de la Pmax utilizó el valor de K reportado para Venezuela, que corresponde
a 3 ind/ha (González-Jiménez & Szeplaski 1998), y el rmax = 0.69, calculado para las
poblaciones silvestres de chigüiro en sabanas naturales (Robinson & Redford 1986), el
cual es uno de los mayores reportados dentro del grupo de mamíferos neotropicales.
Se calculó el índice de cosecha sostenida (h) para 2005 y 2015. Este índice se basa en la
tasa instantánea de extracción (H = r) (Caughley 1977), y permite combinar caza con
mortalidad y fraccionar la extracción en diferentes periodos (Caughley 1977). La ecuación
para su cálculo es:
h = 1 – e-H
Donde H = r.
El número de animales de cosecha fue calculado utilizando la media estimada de adultos
para los periodos 2004, 2005 y 2016
4.4 RESULTADOS
4.4.1 Estimaciones poblacionales
Como se vio en el capítulo anterior, Los resultados muestran que hubo una reducción en
el promedio del tamaño poblacional estimado en la época de sequía de 2016, con respecto
a la época de lluvias de 2015 (Tabla 4-1).
Tabla 4-1: Abundancia (N= número de individuos) de chigüiros en las diferentes
épocas de muestreo. CV=coeficiente de variación.
Año N
Observada
N Estimada D Estimada
CV Media
Error estándar
Media Error
estándar
2004 (Lluvia) 1929 9375 3183,9 2,75 0.9333 33,96
2005 (Lluvia) 2302 12802 2723,1 3,75 0.7983 21,27
2006 (Seca) 2378 9259 1852,4 2,71 0.5430 20,01
2015 (Lluvia) 3015 12407 2867,5 3,64 0.8406 23,11
2016 (Seca) 2206 8445 2170 2,48 0.6361 25,7
Al comparar las estimaciones recientes con las de los años anteriores, se puede observar
que no existen diferencias significativas entre las mismas épocas de diferentes años.
56
4.4.2 Crecimiento poblacional (λ)
El cálculo de la tasa finita de crecimiento (λ) para los diferentes periodos muestreados,
indica que el crecimiento de la población fue positivo para los años 2005 y 2015, en donde
crecieron 37% y 35% respectivamente. Contrario a esto, en los años 2006 y 2016 la
población disminuyó en 28% y 32% respectivamente (Figura 4-2).
Figura 4-2: Comparación temporal de λ y N estimado
4.4.3 Producción máxima (Pmax)
El cálculo de la producción máxima de la población de chigüiro en la zona de estudio, con
una capacidad de carga K de 3 ind/ha (González-Jiménez & Szeplaski 1998), y tomando
como referencia el rmax calculado por Robinson & Redford (1986) para el chigüiro en
sabanas naturales (rmax = 0.69). El cálculo dio como resultado Pmax=179 individuos/km2
(1,79 ind/ha) que son los individuos que podría producir una población natural con las
mejores condiciones ambientales posibles.
4.4.4 Índice de cosecha sostenida
El índice de cosecha sostenida presenta valores positivos para los periodos de 2005-2006
y 2015-2016, cercanos al 30% (Tabla 4-2).
57
Tabla 4-2: Índice de cosecha
Año h Nt0
(Adultos) Cosecha
(Ind) 2005 0,27 10508 2816
2015 0,25 8755 2224
4.5 DISCUSIÓN
4.5.1 Crecimiento poblacional
En la región de la Orinoquia las expansiones y contracciones periódicas del ambiente
acuático son el principal factor que rige la dinámica de las poblaciones de la biota, que ha
desarrollado adaptaciones a las severas fluctuaciones espaciales y climáticas (Otero et al.
2005). De ahí que para el caso de estudio, λ exhibe valores positivos o de crecimiento en
la época de lluvias (de más del 30%), mientras que los periodos que corresponden a
verano presentan valores negativos o de disminución poblacional (cercanos al 30%).
Debido a que agua es el elemento más importante dentro del hábitat del chigüiro, las
condiciones ambientales correspondientes a los pulsos de inundación–sequía son factores
elementales en la regulación de sus poblaciones, que influyen directamente sobre la
mortandad de individuos en la época seca, cuando muchos de los cuerpos de agua
desaparecen y los recursos escasean (Atuesta et al. 2014).
Los datos disponibles para comparación en ambientes similares, como lo son los llanos de
Venezuela son de las décadas de los 70 y 80, cuando los valores de la tasa finita de
crecimiento (λ) durante los años 1967 -1971, fluctuaron entre 1,419 - 1,584 (r= 0,35 y 0,46)
por año (Ojasti 1991); mientras que un promedio confiable a partir de un monitoreo anual
realizado en la misma época climática durante 12 años en la localidad del Hato El Frío,
muestra el crecimiento de λ = 1,521 (1,271 a 1,803) (0,42 (de 0,24 a 0,59)) (Ojasti 1991).
El crecimiento poblacional en Miramar se encuentra dentro del rango reportado para
Venezuela, teniendo en cuenta que los valores negativos de λ se dan conforme a la
disminución en relación con la época climática (transición de época de lluvias a verano),
ya que los monitoreos se han llevado a cabo en época de lluvias de 2004 y 2005 (λ = 1,37),
época seca de 2006 (λ = 0.72), época lluvias 2015 (λ = 1,34) y época seca de 2016 (λ =
0,68). Por otra parte, hay que tener en cuenta que el λ calculado para el periodo de 2006
58
(seca) a 2015 (lluvias) comprende 9 años durante los cuales no se realizó monitoreo en la
zona, sin embargo, aparentemente la población exhibe un comportamiento estable.
Varios factores pudieron tener una influencia sobre el crecimiento de la población durante
el periodo sin monitoreo. En principio, es necesario considerar que en la zona no se
practica la caza intensiva de la especie desde hace más de 15 años, lo cual ha permitido
mantener la población en bien estado. Pese a que se ha evidenciado actividad de
extracción por parte de personas ajenas al predio (Com. Pers. Sr Fredy Velandia), no se
cuenta con cifras que den idea de qué tantos individuos se sacan para comercio ilegal o
autoconsumo.
Por otra parte, el inicio de la actividad petrolera en la zona a partir del año 2007, incluyó el
establecimiento de oleoductos, y la construcción de infraestructura, pozos y carreteras.
Para la construcción de las vías se establecieron zonas de préstamo lateral que al
permanecer inundadas en la época de lluvias, constituyen un aumento del hábitat para el
chigüiro que por ende permite el aumento de tamaño poblacional. Sin embargo, muchas
de estas pocetas se secan fácilmente en verano (Tiboche 2016), por lo que esta
modificación del hábitat podría intensificar la mortalidad en una sequía fuerte, ya que por
su poca vagilidad las manadas tienen mayor posibilidad de morir si estos pozos artificiales
se encuentran en sectores lejanos a los cuerpos de agua permanentes. No obstante, esta
es una hipótesis que permanece sin verificar.
En el año 2014 se presentó una fuerte sequía que al parecer tuvo una incidencia atípica
en la tasa de mortalidad de la población, ya que los habitantes de la zona calculan que
murieron alrededor de 9000 individuos (Tiboche 2016), mientras que fuentes oficiales
reportan cerca de 5000 individuos muertos, que fueron recogidos en algunos “puntos
críticos” durante la emergencia sanitaria en las veredas Caño Chiquito, Centro Gaitán y
Normandía en Paz de Ariporo-Casanare (Corporinoquia s.f.). Hasta el momento no hay
claridad del efecto de este evento denso-independiente sobre la dinámica poblacional. No
obstante, el crecimiento (λ) y el tamaño de la población para 2015 y 2016 presentan valores
similares a los de la década pasada (2004-2006), lo que sugiere una recuperación
poblacional rápida posterior a la sequía de 2014.
59
Se resalta la importancia de continuar con la recolección de datos de la localidad de
Miramar, teniendo en cuenta que estimar el crecimiento en un solo intervalo de tiempo
equivale a describir un momento temporal de la dinámica poblacional; además entre más
pequeña sea la muestra, la influencia del error muestral puede ser importante (Bejarano et
al. 2014). Lo ideal es contar con un mayor número de estimaciones de N, que permitan
hacer una regresión lineal entre N y t, cuyo coeficiente de regresión sea un estimador más
confiable y preciso de la tasa de crecimiento poblacional. De igual forma, iniciar estudios
demográficos es importante, pues pertmiten describir de mejor forma la dinámica
poblacional y el comportamiento de la especie, y de esta forma adaptar ejercicios de
aprovechamiento sostenibles que aseguren el mantenimiento de las poblaciones.
4.5.2 Producción máxima y Cosecha
El resultado del cálculo del índice de producción máxima para el chigüiro arrojó un valor
Pmax= 179 ind/km2 (1,79 ind/ha). De acuerdo con lo propuesto por Robinson y Redford
(1997) como mucho debería tomarse para aprovechamiento el 40% de la producción
máxima anual, lo que en este caso correspondería a un máximo de 71ind/km2. Estas
estimaciones son considerablemente mayores a las expuestas por Moreira y Macdonald
(1996) donde el Pmax es de 60 ind/km2 y la máxima cosecha (40% del Pmax) de 24ind/km2,
calculados para poblaciones de chigüiro de sabanas naturales de Venezuela. La diferencia
en estas cifras radica en el valor de la densidad utilizado para el cálculo, ya que Moreira y
Madonald (1996) utilizan para el cálculo una densidad de 100 ind/Km2 (equivalente a
1ind/ha), que no es coincidente con el valor de K registrado para Venezuela (González-
Jiménez & Szeplaski 1998), ni con las densidades registradas en los estudios llevados a
cabo en la localidad de Miramar (Tiboche 2016).
La densidad es usualmente la contribución numérica más grande al modelo de Robinson
y Redford (1997), por lo que en la medida que este valor cambie, repercutirá en la
estimación del Pmax y así de la cosecha (40% como máximo) que proponen los autores del
modelo. Es así, como errores en la estimación de este parámetro (como la sobre-
estimación de la densidad en los análisis de Atuesta et al. 2014) pueden alterar el valor
final de la cosecha y conducir a las poblaciones a sobre-explotación.
60
Robinson & Redford (1997) plantean que los valores de producción generalmente varían
inversamente con la masa de las especies, sin embargo, esta relación no se cumple en el
caso del chigüiro, debido a las altas densidades que este presenta en comparación con
animales de menor tamaño. Por ejemplo, en comparación con otros roedores como el
picure (Dasyprocta spp.), cuya densidad es de 18,7 ind/km2 (Robinson & Redford 1997),
las densidades del chigüiro ascienden fácilmente a más de 300 ind/km2 en la zona de
interés (Tiboche 2016). El alto índice de producción máxima para el chigüiro confirma que
la especie exhibe un potencial de aprovechamiento alto en ecosistemas como las sabanas
inundables de la Orinoquia.
El índice de cosecha sostenida (h) se calculó para 2005 y 2015, con valores de 0,27 y 0,25
respectivamente; lo cual da un máximo de cosecha para la zona de 2816 y 2224 individuos
año respectivamente. Los valores de h obtenidos para la población de Miramar se
encuentran dentro del rango reportado para Venezuela entre los años 1967 y 1971 (h=
0,30 – 0,37) (Ojasti 1991) y en los registros que se llevaron a cabo a partir del monitoreo
del Hato El Frío, donde el promedio de este índice fue de 0,34 (h = 0,24 - 0,55) (Ojasti
1991). Los resultados son levemente inferiores al 30% de aprovechamiento oficialmente
aprobado en Venezuela hasta final de la década del 70 (Ojasti 1991), y aumentó al 35%
durante la década del 80 (Herrera & Barreto 2013), de acuerdo a las tasas de crecimiento
poblacional registradas. Sin embargo, estos altos porcentajes condujeron a las
poblaciones de chigüiro en Venezuela a la sobre-explotación, en especial durante la
década del 80, cuando se autorizaron cazas exageradas debido a estimaciones optimistas
de la población (Ojasti 1991). La baja en las poblaciones condujo a una revaloración de la
cuota de aprovechamiento, que resultó en una reducción al 20% a partir de la década del
90.
Mesa (2005) desarrolló un modelo de simulación determinístico de la dinámica de
poblaciones de chigüiros para las localidades de Miramar y Taparas (fundos vecinos del
gran hato Miramar), incluyendo datos de natalidad y mortalidad; además simuló un
aprovechamiento del 30% en las poblaciones. Según los resultados obtenidos por Mesa
(2005), la proyección a 20 años con extracción muestra una tendencia fuerte de reducción
de la población en el hato Taparas. Miramar muestra la misma tendencia aunque menos
pronunciada, ya que la población no crece considerablemente, pero se mantiene estable
aunque en un nivel inferior al obtenido cuando no hay aprovechamiento.
61
En comparación con Venezuela, Colombia ha sido mucho más restrictiva en el porcentaje
de extracción, debido a que la falta de monitoreo ha impedido el cálculo de cuotas de
aprovechamiento periódicas, por lo que cuando se realizó aprovechamiento de la especie
bajo el sistema de zoocría semiextensiva, se establecieron porcentajes de
aprovechamiento del 10% (Universidad Nacional & Corporinoquia 2015).
En la Tabla 4-3 se muestra cómo varía la cantidad hipotética de animales a cosecha en
Miramar durante 2005 y 2015, de acuerdo con algunos de los porcentajes de
aprovechamiento que han sido planteados a través de estudios de la biología de la especie,
por pruebas de ensayo y error o por modelos de simulación de la población.
Tabla 4-3: Cosecha hipotética bajo varios porcentajes de aprovechamiento.
Año Cosecha (individuos)
h 30% (1) 35% (2) 20% (3) 17,20% (4) 10% (5)
2005 2816 3152 3678 2102 1807 1051
2015 2224 2627 3064 1751 1506 816
Referencias: 1. Ojasti (1991); 2. Herrera & Barreto (2013); 3. Giraldo (2002, citado por
Universidad Nacional & Corporinoquia 2015); 4. Moreira & MacDonald (1996); 5. UNAL &
MAVDT 2006.
Teniendo como referencia los resultados de la proyección llevada a cabo por Mesa (2005),
además del escenario de sobreexplotación en Venezuela producido por cosechas
cercanas a las tasas de crecimiento poblacional, es claro que los valores del índice de
cosecha deben constituir una herramienta de administración del recurso, y no una meta de
explotación (Universidad Nacional & Corporinoquia 2015). Teniendo en cuenta lo anterior,
porcentajes conservadores (considerablemente menores al 30%) y su ajuste permanente
mediante el enfoque de manejo adaptativo, serían recomendables para esta localidad, en
caso de que se decidiera establecer allí una propuesta de aprovechamiento sostenible.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la explotación de las poblaciones de chigüiro
actúa de manera selectiva en la estructura de la población, debido a que la caza comercial
de carne y pieles se inclina por los animales de mayor tamaño, por lo que la edad de
distribución se desvía hacia las clases más jóvenes (Ojasti 1991). Es así como Cordero y
Ojasti (1981) encontraron una edad promedio más baja en sabanas muy explotadas en
62
comparación con sistemas boscosos; asimismo, Herrera (1986) encontró mayor peso y
edad en zonas no explotadas.
Esta tendencia se observa también en el modelo de Mesa (2005), en donde al simular la
dinámica de la población con altas tasas de mortalidad de adultos, las poblaciones declinan
drásticamente. Este comportamiento poblacional está ligado a rasgos de la especie, como
la relación existente entre la edad de las hembras y el tamaño de la camada, además de
la incidencia mayor de embarazos en hembras de mayor tamaño (de 50 a 60Kg) (Ojasti
1973), de ahí que una proporción mayor de hembras más jóvenes en poblaciones
explotadas conlleva a una menor fecundidad media de las hembras.
En contraste, el análisis de sensibilidad del modelo de Mesa (2005), muestra que el
comportamiento de las poblaciones no es tan sensible a los cambios en las tasas de
mortalidad de las categorías menores (crías y juveniles), ya que la simulación indica que
la población podría recuperarse y estabilizarse alrededor de la capacidad de carga del sitio.
Este comportamiento tiene concordancia con la alta tasa de mortalidad que exhiben las
poblaciones en el primer año de vida (0.68) (Moreira 1995), por lo cual se considera un
factor importante en la regulación de la población; sin embargo, altas tasas de mortalidad
de chigüiros adultos pueden llevar con mayor facilidad al colapso o desequilibrio de las
poblaciones. Esto ratifica la importancia del monitoreo de las poblaciones, ya que la
viabilidad del aprovechamiento de una población no solo depende de la abundancia, sino
además de la estructura de edades y proporción de sexos, características que cambian de
una población a otra, o en una misma población de un año a otro (Mandujano 2012).
Hasta el momento, los resultados obtenidos muestran que hay cierta estabilidad en la
tendencia del crecimiento de la población de chigüiro en la localidad del Hato Miramar, la
cual está regulada por el pulso de inundación – sequía que se da a través de las marcadas
estaciones climáticas en la región, sin embargo, es crucial la continuación del monitoreo
en la localidad, para evaluar con una mayor cantidad de datos el comportamiento de la
dinámica poblacional, y en caso de ejecutarse proyectos de extracción de individuos, sea
posible analizar su efecto sobre la población, o tenerla como referencia para otros estudios.
63
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68
5. Capítulo 3. Lineamientos para el establecimiento de una Unidad de Manejo para el aprovechamiento sostenible de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) en el municipio de Paz de Ariporo – Casanare.
5.1 Resumen
A partir de la revisión de aspectos sociales, económicos y biológicos particulares de la
zona de estudio, se discuten algunos lineamientos para el establecimiento de una Unidad
de Manejo para el aprovechamiento sostenible de chigüiro en las sabanas inundables de
Paz de Ariporo - Casanare. Con respecto a la normatividad del uso sostenible del chigüiro,
se encontró que está estructurada a partir de la reglamentación ambiental de la caza
comercial y la reglamentación sanitaria, sin embargo se encuentra en mora el
levantamiento o modificación de la veda que permanece vigente. Por otra parte, la
percepción de la población indica que el aprovechamiento del chigüiro se reconoce como
un beneficio económico y como estrategia para reducir competencia con el ganado. No
obstante, existe cierto nivel de desconfianza en el proceso y en las instituciones por parte
de los potenciales usuarios, quienes consideran que el principal inconveniente está
relacionado con el alto costo del establecimiento de la Unidad de Manejo. Resulta
fundamental la creación de sociedades o alianzas que soporten la inversión; además se
propone el uso de alternativas de menor costo, como las plantas de sacrificio y
procesamiento portátiles. En cuanto a los aspectos bióticos, se puede afirmar que las
condiciones de tamaño y crecimiento poblacional en el hato Miramar son apropiadas para
establecer un ejercicio de Unidad de Manejo.
Palabras clave: Chigüiro, aprovechamiento sostenible, Unidad de Manejo
69
5.2 Introducción
Las poblaciones de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) de las sabanas naturales
exhiben un potencial productivo y de cosecha muy alto en comparación con la demás fauna
neotropical (Moreira & MacDonald 1996), al mismo tiempo, el rendimiento en la producción
de su carne y su fina piel hace que sea una especie considerada de valor económico
(Moreira & Macdonald 1996, Macdonald et al. 2013, Universidad Nacional & Corporinoquia
2015).
En Colombia, su cacería intensiva, tanto legal como ilegal, ha amenazado las poblaciones
silvestres principalmente en la Orinoquía, debido a la alta demanda de carne en Venezuela,
relacionada con tradiciones religiosas desde la época de la colonia (Mesa-González &
López-Arévalo 2014). Durante las décadas de los 60, 70 y 80, las poblaciones silvestres
colombianas sobreexplotación, que afectó la dinámica y estructura de las poblaciones, así
como el comportamiento social de los individuos, y condujo a extinciones locales en el
departamento de Arauca y Meta, y a la disminución drástica de las poblaciones en el resto
de la Orinoquia (Mesa-González & López-Arévalo 2014).
En 1964 el Ministerio de Agricultura decretó la veda total e indefinida de caza de chigüiro
en el territorio nacional (Resolución 0219 de 1964). Posteriormente en 1969 la veda fue
modificada de total a temporal, permitiendo la caza comercial de machos mayores de tres
años únicamente en enero, febrero y marzo de cada año, manteniendo la veda total el
resto del año (Resolución 072 de 1969 del INDERENA). Esta modificación hace referencia
a la caza comercial, que hasta el momento no se ha hecho en Colombia con ninguna
especie de fauna silvestre.
Si bien la restricción legal del uso del chigüiro pretende reducir su sobreexplotación,
también es cierto que el efecto de la restricción es contrario, ya que en ausencia de control,
se fomenta la cacería y el comercio ilegal (Giraldo & Perilla 2001). Posteriormente en 1987
se establecieron legalmente zoocriaderos semiextensivos de chigüiro en hatos con
extensiones entre 3000 y 12000 ha, ubicados en Meta, Arauca y Casanare (Universidad
Nacional & MADS 2016), como alternativas de producción legal diferente a la extracción
del medio natural (Mesa-González y López-Arévalo, 2014). Además, a inicios de los 90 en
el departamento de Meta se realizaron algunos ensayos de cría de chigüiros en sistema
intensivo en confinamiento estricto para establecer modelos tecnológicos (Universidad
70
Nacional & MADS 2016), que tuvieron resultados poco satisfactorios debido a la alta
inversión y al poco retorno económico y bajo rendimiento de las poblaciones en cautiverio,
relacionadas con el comportamiento agonístico y disminuciones de densidad asociados a
la territorialidad de la especie (Mesa & López 2014, Ojasti 1991).
La explotación comercial legal que se llevó a cabo en la década de los 90, se hizo bajo el
sistema de zoocría semiextensiva, que realmente correspondía a una cosecha en el medio
natural, con cupos de aprovechamiento promedio por año entre 2500 y 7500 individuos
(Universidad Nacional & MADS 2016), es decir que entre 1991 y 2002 se aprovecharon
legalmente cerca de 156.838 chigüiros bajo esta modalidad (Universidad Nacional &
MADS 2016).
Los entes gubernamentales (tanto a nivel nacional, como regional), se han enfocado desde
la parte legislativa a la reglamentación y regulación de la caza comercial de las poblaciones
silvestres (Decreto 4688 de 2005 del MAVDT), y más específicamente en la del chigüiro
(Resolución 200.15.06-906 de 2006). Por otra parte, diversas instituciones como la
Universidad Nacional de Colombia, Unillanos y el IAvH, entre otros, se han involucrado en
el desarrollo de estudios poblacionales, que han servido como base para el establecimiento
de herramientas de manejo de la especie; por ejemplo, en 2015 la Universidad Nacional
de Colombia estimó una cuota global (Universidad Nacional de Colombia & Corporinoquia
2015) que servirá como guía en los ejercicios de aprovechamiento para 2016 con el aval
de las respectivas autoridades. Además se han generado estudios relacionados con
aspectos biológicos y ecológicos del chigüiro y demás elementos relacionados con su
aprovechamiento sostenible. Sin embargo, pese a que se ha desarrollado en los últimos
años la reglamentación para el aprovechamiento sostenible de la especie, y en particular
para el consumo humano, este proceso aún no cuenta con proyectos piloto, debido a varias
circunstancias entre las que se encuentra el retraso en la modificación o levantamiento de
la veda.
En este contexto, se plantean algunos lineamientos para el establecimiento de áreas
privadas como unidades de manejo sostenible del chigüiro en el municipio de Paz de
Ariporo, Casanare, a partir del análisis de los aspectos sociales, económicos y biológicos
relacionados.
71
5.3 Métodos
5.3.1 Área de Estudio
El estudio poblacional se realizó en el Hato Miramar, ubicado en la Vereda Caño Chiquito
del Municipio Paz de Ariporo, en el departamento de Casanare (Figura 5-1).
Figura 5-1: Localización general del estudio.
En la zona predomina la ganadería extensiva extractiva como uso del suelo, esta actividad
constituye un importante sector económico en la región. Se encuentran grandes unidades
prediales conocidas como hatos o fundos de un solo dueño, que en general tienen un área
de más de mil hectáreas. El hato Miramar hace parte de un conjunto de 10 fundos (o
subdivisiones prediales, resultado de un proceso de sucesión) que comprenden un hato
de mayor área (más de 30000 ha) también llamado hato Miramar.
Para las dimensiones social y económica el área de estudio trasciende a las escalas
regional y nacional, ya que se evalúa la situación social de las personas interesadas en la
actividad de aprovechamiento del chigüiro en la región de la Orinoquia, en especial de los
departamentos de Casanare y Arauca, donde existen poblaciones de chigüiro que se
pueden cosechar. Por otra parte, la mayoría de los aspectos normativos tienen un alcance
nacional.
5.3.2 Lineamientos para el establecimiento de una Unidad de Manejo
Para hacer el análisis de viabilidad del establecimiento de una unidad de manejo, se
tomaron en cuenta aspectos sociales, económicos y biológicos:
72
Aspectos Sociales
Se analizaron las expectativas e intereses de los habitantes del hato Miramar en torno al
tema del aprovechamiento sostenible del chigüiro; para esto se entablaron conversaciones
informales principalmente con el señor Fredy Velandia, (administrador responsable desde
hace más de una década del hato Miramar, que engloba diez predios o fundos).
En las pláticas, se trataron las expectativas, problemáticas y beneficios que puede generar
el aprovechamiento sostenible del chigüiro, además de otras opciones de manejo de los
recursos naturales en esta localidad.
Adicionalmente se participó en la socialización final del Convenio “Estado actual de las
poblaciones de Chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris) y su hábitat bajo escenario de
intervención antrópica y cambio climático, en el departamento de Arauca y Casanare en
jurisdicción de Corporinoquia”, celebrado entre la Universidad Nacional de Colombia y
Corporinoquia en el año 2015. Esta reunión se llevó a cabo en la ciudad de Yopal, el día
12 de febrero de 2016, sus asistentes fueron potenciales usuarios, en general ganaderos
y propietarios de hatos de varias localidades de los departamentos de Casanare y Arauca.
Allí fueron escuchadas las apreciaciones, expectativas y problemáticas que estas
personas expresaron con respecto al proceso, y también se incluyen en el análisis de la
dimensión social. Cabe aclarar que el análisis de la percepción de los usuarios no se hizo
con ningún método específico de encuestas, y los resultados expuestos en este capítulo
únicamente reflejan lo escuchado en las discusiones que se dieron en la socialización, y
charlas informales con algunos habitantes del hato Miramar, entre ellos el Sr. Fredy
Velandia y algunos ayudantes de campo que conocen el territorio y tienen una relación
directa con la fauna silvestre, en especial con el chigüiro en la zona de estudio.
Aspectos Normativos
Se revisó la legislación y normatividad para el aprovechamiento sostenible del chigüiro,
con énfasis en los requisitos que exigen las autoridades ambientales competentes. Se
identificaron las entidades que han emitido las normas existentes y la relación que tiene
cada norma con la actividad de aprovechamiento sostenible del chigüiro.
A partir del proceso que se ha generado en torno al aprovechamiento sostenible de las
poblaciones de chigüiro, y pese a que no es claro en la legislación, se definió Unidad de
73
Manejo como “un área espacialmente finita donde se realizan las acciones de manejo,
sobre la población o el hábitat, con fines específicos como recuperación, mantenimiento o
disminución de una población silvestre” (Camargo-Sanabria 2006).
Aspectos Económicos
Se revisó la información disponible respecto a los costos del establecimiento de una
Unidad de Manejo para el aprovechamiento del chigüiro. Se tuvieron en cuenta temas
como el costo de la estructura para el procesamiento del chigüiro. Además se examinaron
algunas características de la cadena comercial en torno al aprovechamiento de la especie.
Aspectos Biológicos.
Se analizó la información obtenida en el estudio poblacional del chigüiro llevado a cabo en
los años 2015 y 2016 (Tiboche 2016a,b), que corresponden al Convenio Interadministrativo
200-15-15-022 celebrado entre la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia-
Corporinoquia y la Universidad Nacional de Colombia. Adicionalmente, se incluyeron datos
de estudios previos realizados en la localidad de Miramar en el periodo 2004-2006, que
hace parte de otros convenios ejecutados por la Universidad Nacional de Colombia y otras
instituciones (Atuesta et al. 2014).
El análisis de la dimensión biológica, se centró específicamente en la dinámica poblacional,
entendida como el cambio de la abundancia y estructura poblacional en el tiempo, ya que
esta información resulta fundamental en el proceso de toma de decisiones y en el
planteamiento de las propuestas de manejo. De ahí que se consideró específicamente la
estimación del crecimiento poblacional finita (ʎ). Adicionalmente, se tuvo en cuenta el
cálculo del índice de cosecha sostenida (h) que permite combinar caza con mortalidad y
fraccionar la extracción en diferentes periodos (Caughley 1977), el cual se comparó con
otros porcentajes de cosecha (Ojasti (1991); Herrera & Barreto (2013); Giraldo (2002);
Moreira & MacDonald (1996); UNAL & MAVDT 2006).
74
5.4 Resultados
5.5 Aspectos Sociales
Varios factores deben ser analizados alrededor del establecimiento de una Unidad de
Manejo para el aprovechamiento sostenible del chigüiro en las sabanas inundables de la
Orinoquia Colombiana. Las percepciones de los posibles usuarios que hacen parte del
contexto regional de cierto modo coinciden con la percepción y expectativas que expresó
el administrador del hato Miramar. La Tabla 5-1 resume los pros y los contras del proceso,
según el conjunto de apreciaciones.
Tabla 5-1: Pros y contras asociados a la actividad de aprovechamiento del chigüiro en
la Orinoquia, según usuarios potenciales.
Pro Contra
Beneficio económico directo a partir del aprovechamiento, diferentes posibilidades para inversión
Desconfianza en las instituciones y en el proceso
La actividad disminuye la competencia con el ganado, por lo que este puede estar en mejores condiciones.
Riesgo económico, alta inversión sin certeza de recuperación rápida
Posibilidad de ampliar el mercado de subproductos de chigüiro.
Falta de voluntad de cooperación entre posibles interesados impide establecer alianzas estratégicas que aseguren la inversión.
Posibilidad de establecer un proyecto piloto de ecoturismo.
Para el caso de Miramar, el administrador Fredy Velandia, planteó que para establecer una
Unidad de Manejo el costo de inversión sería el mayor inconveniente, considerando el bajo
precio de la carne de chigüiro en los últimos años (en el mercado ilegal), por lo que el
dinero sería difícil de recuperar. Adicionalmente, con respecto a la posibilidad de establecer
alianzas de inversión y teniendo en cuenta las características del hato, expresó que la
sociedad tendría que ser familiar, ya que las alianzas con vecinos no familiares se dificultan
debido a la lejanía de los predios y a que en los hatos vecinos la presión de caza es mayor,
lo cual repercute en menores tamaños poblacionales.
75
No obstante, el uso del chigüiro en la región es una actividad culturalmente aceptada. Por
ejemplo, la extracción de chigüiros de la sabana se percibe como algo positivo e incluso
necesario, teniendo en cuenta la competencia que este animal le hace al ganado vacuno
por las pasturas y el agua. Como lo expresa el sr. Velandia, “sería bueno aflojar la sabana”,
es decir, quitarle presión al hábitat, para que el ganado pueda estar en mejores
condiciones. Al mismo tiempo, se reconoce el beneficio económico que esta actividad
puede generar, el cual podría re-invertirse en el funcionamiento del hato (Com. Pers. Fredy
Velandia).
Uno de los intereses que tienen las personas del hato Miramar, es el establecimiento de
experiencias de ecoturismo como alternativa económica (Com. Pers. Sr Fredy Velandia),
por lo cual reconocen que el cuidado de la naturaleza y de las poblaciones de chigüiro es
importante, ya que la fauna constituye un atractivo principal para la gente de otros lugares
(potenciales turistas).
5.5.1 Aspectos Normativos.
Se encontraron 18 normas asociadas con la actividad de caza comercial y zoocría, algunas
de ellas referidas específicamente al chigüiro (H. hydrochaeris), que han sido expedidas
desde mediados de la década de 1960 y hasta 2016, por diferentes entidades de tipo
regional como Corporinoquia, y nacional como el Ministerio de Agricultura (hoy Ministerio
de agricultura y desarrollo rural MADR), INDERENA (desaparecido Instituto De Desarrollo
de los Recursos Naturales Renovables), Presidencia y Congreso de la República, Instituto
Agropecuario Colombiano ICA, Ministerio de Vivienda, Ambiente, y desarrollo Territorial
MVADT (hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible MADS) y el Ministerio de
Salud y Protección Social (Tabla 5-2).
En general, las normas son de ámbito nacional, siete de ellas son leyes marco, es decir
que son normas generales que señalan los criterios y objetivos a los que debe sujetarse el
gobierno con relación a los asuntos ambientales y de biodiversidad del país, por ejemplo
el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente,
además del Sistema Nacional Ambiental (SINA), entre otros. Estas normas constituyen la
base para la legislación existente en torno a la regulación de la caza comercial de fauna
silvestre.
76
Por otra parte, se encuentran normas que tratan y reglamentan la caza comercial de fauna
silvestre (Decreto 4688 de 2005 y Resolución 1292 de 2006), y otras que se refieren al
caso particular del chigüiro(Resolución 72 de 1969 y Resolución N° 200.15.06-906 de
2006), así como a las condiciones sanitarias requeridas para la actividad (Resolución 0562
de 2016); al mismo tiempo otras normas se refieren al establecimiento de la veda sobre la
especie que aún permanece vigente (Resolución No. 0219 de 1964 y Resolución No. 0203
de 1976) y a la normatividad para el establecimiento de zoocriaderos (Acuerdo 39 del 9 de
julio de 1985 y Resolución 705 de 2015).
Las leyes han sido expedidas por entes de orden nacional, como la presidencia de la
República, congreso de Colombia y los Ministerios de Agricultura, Medio ambiente
(MAVDT, hoy MADS) y de Salud y Protección Social, así como los institutos ICA e
INDERENA (liquidado en 1993). La entidad de carácter regional Coroporinoquia,
únicamente decretó una resolución referida al chigüiro (200.15.06-906 de 2006), la cual
acoge los términos de referencia para el EIA.
77
Tabla 5-2: Legislación relacionada con el aprovechamiento de chigüiro.
N° Norma Expedida por Título Observaciones
1 Resolución No. 0219 de 1964
Ministerio de Agricultura
Por la cual se establecen algunas vedas de caza Incluye al chigüiro
2 Resolución 72 de 1969
INDERENA Por la cual se reglamenta la caza del chigüiro Incluye al chigüiro
3 Decreto
Ley 2811 de 1974
Presidencia de la
república Por el cual se dicta el Código Nacional de Recursos Naturales.
4 Resolución No. 0203 de 1976
INDERENA Por la cual e levanta temporalmente la veda del Chiguiro y se
dictan normas de caza para esta especie
5 Decreto 1608 de
1978
Presidencia de la
república
Por el cual se reglamenta el Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente y la
Ley 23 de 1973 en materia de fauna silvestre.
"La entidad administradora determinará especies, número,
y talla de animales objeto de caza; además áreas y temporadas de caza"
6
Acuerdo 39 del 9 de julio de 1985*
INDERENA Por el cual se establece el listado de vertebrados
pertenecientes a especies de fauna silvestre que pueden ser objeto de caza, con fines de fomento de zoocriaderos
Incluye al chigüiro
78
7 Ley 99 de
1993 Congreso de
Colombia
Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el Sector Público encargado de la gestión y
conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema Nacional Ambiental, SINA,
y se dictan otras disposiciones.
8 Ley 611 de
2000 Congreso de
Colombia Por la cual se dictan normas para el manejo sostenible de
especies de Fauna Silvestre y Acuática.
9 Decreto 309 de 2000
Presidencia de la
república
Por el cual se reglamenta la investigación científica sobre diversidad biológica.
10 Decreto 1220 de 2005*
Presidencia de la
república
Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientales. derogado por el art. 52, decreto
Nacional 2820 de 2010, a su vez derogada por el art. 53, decreto Nacional 2041 de 2014
"Las Corporaciones Autónomas Regionales otorgarán o negarán las
licencias ambientales para las actividades de caza comercial
"
11 Decreto 4688 de
2005
Presidencia de la
república
Por el cual se reglamenta el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, la
Ley 99 de 1993 y Ley 611 de 2000 en materia de caza comercial.
12
Resolución N°
200.15.06-906 de
2006
Corporinoquia
Por la cual se acogen y adaptan los términos de referencia para la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental para la
actividad de Caza Comercial de la especie Chigüiro en la jurisdicción de Corporinoquia
Acoge los términos de referencia FA-TER-1-02
79
13 Resolución
1292 de 2006
Ministerio de Vivienda,
Ambiente, y desarrollo Territorial
Por la cual se acogen los términos de referencia para la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental para las
actividades de caza comercial.
FA-TER-1-02. Incluye la actividad Caza Comercial
14* Decreto 2820 de
2010
Presidencia de la
república
Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientales.
Incluye la actividad Caza Comercial
15* Decreto 2041 de
2014
Presidencia de la
república
Por el cual se reglamenta el Título VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientales.
Incluye la actividad Caza Comercial
16 Resolución
705 de 2015
ICA Instituto Agropecuario Colombiano
Por medio de la cual se establecen las condiciones sanitarias y de inocuidad en la producción primaria que deben cumplir los predios dedicados a la zoocría y los requisitos sanitarios que se deben cumplir en la actividad de caza comercial de especies nativas o exóticas, cuya caza comercial haya sido autorizada por la autoridad ambiental competente, y cuyo
destino final sea el consumo humano.
Requisitos sanitarios que se deben cumplir en la actividad
de caza comercial de especies nativas o exóticas, cuyo
destino final sea el consumo humano. Registro ante el ICA
17 Decreto 1076 de
2015
Presidencia de la
república
Por medio del cual se expide el decreto Único Reglamentario del Sector Ambiente y desarrollo Sostenible
18 Resolución
0562 de 2016
Ministerio de Salud y
Protección Social
Por la cual se establece el reglamento técnico sobre los requisitos sanitarios y de inocuidad de la carne de chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris), destinada para el consumo humano y las disposiciones para su beneficio, desposte, almacenamiento, comercialización, expendio, transporte,
importación o exportación.
* No vigentes
80
5.6 Aspectos Económicos
Se tuvo en cuenta el diseño de un prototipo de planta especializada para el beneficio de
chigüiros diseñada por Quiroga y colaboradores (2014), que se desarrolló en el marco del
Convenio interadministrativo No. 160-12-02-05-013, suscrito entre la Corporación
Autónoma de la Orinoquía-Corporinoquia y la Universidad Nacional de Colombia, “para la
implementación de la fase (IV) para la conservación y uso sostenible de la especie chigüiro,
en el departamento de Casanare” (2005). Además del Estudio de factibilidad económica
del aprovechamiento sostenible del chigüiro, realizado en el marco del mismo convenio.
En la Fase (IV) Para la Conservación y Uso Sostenible se la Especie Chigüiro, en el
Departamento de Casanare (Universidad Nacional de Colombia & Corporinoquia 2005), se
llevó a cabo un estudio de factibilidad económica del aprovechamiento sostenible del
chigüiro, teniendo en cuenta variables biológicas, de normatividad y características
culturales de la zona de estudio.
En ese análisis se tuvieron en cuenta factores como las cifras disponibles del comercio
ilegal (CCI 2002 en Universidad Nacional de Colombia & Corporinoquia 2005), y la
demanda de carne proveniente de Venezuela, que para inicio del milenio alcanzó los
120.000 animales anuales, donde la oferta legal de Venezuela y Colombia juntas ascendía
tan solo al 32%, mientras que la oferta ilegal cubría el 68% restante (Universidad Nacional
de Colombia & Corporinoquia 2005).
De igual manera, se tomaron precios de referencia del año 2000, donde el salón de 12kg
de origen ilegal tuvo un costo de $9000 a $30000 de los años 2000 a 2002, mientras que
por la misma época los valores de origen legal que se reportan para la canal de carne
fueron de $6000/kg (costo de 12kg $72.000) y del salón de $4600 a $5000 (12kg $55200
a $60000) (Universidad Nacional de Colombia & Corporinoquia 2005).
Actualmente, el valor reportado por los habitantes de la zona de estudio en el comercio
ilegal, es de $25000 la pieza completa de carne de chigüiro en 2015 (Com. Pers. Sr. Fredy
Velandia), por lo que se puede asumir que en la actualidad el valor de las piezas es más
bajo que en 2005, sin embargo, no se cuenta con datos oficiales que respalden esta
información, en especial teniendo en cuenta que el tráfico ilegal sigue siendo una actividad
81
recurrente en la regíon. Según la información más reciente, se conoce que en 2013 en
Arauca se decomisaron 3891 kg de carne seca de chigüiro avaluados en $38.910.000,
mientras que en febrero de 2014 en Casanare (vía Yopal – Paz de Ariporo) se decomisaron
2156 Kg de carne fresca avaluada en $178.000.000, provenientes de aproximadamente
70 individuos de diferentes edades y sexos; y en Agosto de 2015 se decomisaron 230 kg
de chigüiro en Arauca (Universidad Nacional & MADS 2016).
Dentro del estudio de factibilidad económica, teniendo como referencia los precios de inicio
de milenio, se hicieron proyecciones a 2011 del valor del salón de carne de chigüiro, del
canal con piel en fresco y de la piel (Tabla 5-3). Los cálculos incluyeron datos de los
machos a cosechar provenientes del modelo realizado por Mesa (2005), y proyectaron
ingresos ascendentes en el tiempo, que en 2011 se acercaban a los 107 millones de pesos
(COP) por salón, a 129 millones por canal con piel en fresco y a 80 millones por pieles
(Tabla 5-3).
Al mismo tiempo, se desarrolló un diseño piloto de un beneficiadero para el
aprovechamiento del chigüiro (Quiroga et al. 2014, Universidad Nacional de Colombia &
Corporinoquia 2005), que permita las buenas prácticas en el beneficio, siguiendo un
protocolo para su captura, sacrificio y faenado, así como para la evaluación sanitaria de
los mismos; y el manejo de subproductos y residuos provenientes de esta actividad. El
prototipo cuenta con una extensión aproximada de 54 m por 34m, con un área del lote de
1836.00 m2, además cumple con la normatividad sanitaria para procesamiento de
alimentos cárnicos para consumo humano, e incluye áreas y salas de producción, y
servicios complementarios (administración, áreas de servicios sanitarios, depósitos, etc.)
y tiene una capacidad de beneficio hasta de 100 animales por turno de 8 horas (Quiroga
et al. 2014).
Según el presupuesto establecido, para el año 2005 el costo del beneficiadero diseñado
ascendía a un total de $271’888.795 (Universidad Nacional de Colombia & Corporinoquia
2005). El presupuesto de inversión desarrollado en el estudio de factibilidad económica
además del valor del beneficiadero, incluye el costo de la tierra y de otros elementos para
el desarrollo de la actividad, como caballos, camionetas y pistolas de perno, para un gran
total de $410.986.159 (costo del año 2005) (Universidad Nacional de Colombia &
Corporinoquia 2005).
82
Los autores sostienen, que pese a ser una inversión importante, los resultados financieros
del estudio de factibilidad indican que su periodo de retorno sería de poco tiempo (tres
años), con rentabilidades elevadas (Universidad Nacional de Colombia & Corporinoquia
2005), aun cuando la capacidad de producción está establecida por los límites biológicos
de la especie. En este escenario, las inversiones realizadas para garantizar la inocuidad
del producto (protocolos de sacrificio, beneficiadero y adecuaciones), así como su
sostenibilidad (estudio de poblaciones), son recuperables a partir de los flujos de
resultados en un tiempo corto, que presenta utilidades positivas (Universidad Nacional de
Colombia & Corporinoquia 2005). Por otra parte, el apoyo institucional y las condiciones
de asociación resultan fundamentales para el éxito del proyecto (Universidad Nacional de
Colombia & Corporinoquia 2005).
83
Tabla 5-3: Proyección de ganancias.
Concepto /Periodo 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Salones
Cantidades 2.156 1.770 1.764 1.769 1.778 1.778
Precio 50.000 52.150 54.132 56.135 58.212 60.365
Total Salones $107.775.000 $92.321.145 $95.488.319 $99.273.992 $103.523.424 $107.353.791
Canal
Cantidades 2.156 1.770 1.764 1.769 1.778 1.778
Precio 60.000 62.580 64.958 67.361 69.854 72.438
Total Canal $129.330.000 $110.785.374 $114.585.983 $119.128.791 $124.228.109 $128.824.549
Piel
Cantidades 2.156 1.770 1.764 1.769 1.778 1.778
Precio 37.145 38.742 40.214 41.702 43.245 44.845
Total Piel $80.066.048 $68.585.379 $70.938.272 $73.750.649 $76.907.552 $79.753.131
Tomado de: Universidad Nacional de Colombia & Corporinoquia 2005
84
5.7 Aspectos biológicos
Densidad y abundancia
Las densidades estimadas en los diferentes periodos temporales y épocas climáticas
varían de 2,48 a 3,75 ind/ha (Figura 5-2), valores cercanos al de la capacidad de carga
estimada para Brasil (2 ind/ha) y Venezuela (3 ind/ha) (Agrotec 1999 citado en Atuesta et
al. 2014, González-Jiménez & Szeplaski 1998, Ojasti 1978 en Ojasti 2003). Mientras que
los tamaños de la población que se encontraron en 2015 y 2016 son similares a los
reportados para los años 2004 a 2006, fluctuando entre 8445 y 12802 individuos.
Figura 5-2: Densidad (Ind/ha) estimada de chigüiros los diferentes años de monitoreo.
Crecimiento poblacional (ʎ)
Hasta el momento, los resultados obtenidos muestran una aparente estabilidad en la
tendencia del crecimiento de la población de chigüiro en la localidad del Hato Miramar, la
cual está regulada por el pulso de inundación – sequía que se da a través de las marcadas
estaciones climáticas en la región (Tiboche 2016a).
85
El cálculo de la tasa finita de crecimiento (ʎ) para los diferentes periodos muestreados,
indica que el crecimiento de la población fue positivo para los años 2005 y 2015 (época de
lluvias), en donde crecieron más del 30%. Mientras que en los años 2006 y 2016 (época
seca) la población disminuyó en porcentajes igualmente cercanos al 30% (Figura 5-3).
El ʎ calculado para el periodo de 2006 (seca) a 2015 (lluvias) comprende 9 años en los
cuales no se realizó monitoreo en la zona. Por otra parte, la población de Miramar fue una
de las más afectadas por la mortandad que ocasionó el fuerte verano en 2014, cuando se
registraron cerca de 9000 individuos muertos, lo cual hizo que la población de chigüiro
diezmara su tamaño (Tiboche 2016a), sin embargo en este periodo la población exhibe un
aparente comportamiento de recuperación (Figura 5-3).
Figura 5-3: Comparación temporal de ʎ y N.
Índice de cosecha sostenida
El índice aislado de rendimiento (h) presenta valores positivos para 2005 y 2015 (0,27 y
0,25 respectivamente). El cálculo de los individuos a cosechar según el método utilizado,
arroja un valor de 2816 para 2005 y 2224 individuos adultos para 2015.
5.8 DISCUSIÓN
Se deben tener en cuenta varios criterios para la definición de un área de manejo para el
aprovechamiento sostenible de la fauna silvestre, que comprenden aspectos biológicos,
normativos o legales y socioeconómicos, los cuales serán discutidos a continuación, en el
marco de la situación particular del hato Miramar.
86
5.8.1 Lineamientos Sociales
Es claro que diversos organismos gubernamentales como Corporinoquia y el MADS (entre
otros ministerios), además de varias instituciones dedicadas a la investigación como la
Universidad Nacional, han dedicado un esfuerzo considerable para adelantar estudios
relacionados con el aprovechamiento sostenible del chigüiro que han resultado en
proyecciones positivas respecto a la actividad; no obstante, actualmente existe una
desconfianza hacia el proceso por parte de los potenciales usuarios, que se deriva de
experiencias pasadas por la pérdida de recursos (económicos y de animales) generadas
debido a la burocracia de las instituciones y los vacíos legislativos (que se han ido
superando) en términos de la caza comercial y el establecimiento de zoocriaderos. Por
ejemplo, en el año 2003 la autoridad regional (Corporinoquia) autorizó el aprovechamiento
comercial de casi 7000 chigüiros provenientes de algunos hatos asociados, sin embargo
la autoridad nacional Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (hoy
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible) negó el permiso de exportación de la carne
hacia Venezuela, ya que al ser producto del sacrificio de animales silvestres el MAVDT
consideró que los zoocriaderos de donde provenían los animales no se ajustaban a los
parámetros técnicos y legales de un zoocriadero (Universidad Nacional & MADS 2016),
resultando en grandes pérdidas económicas y ambientales.
Normatividad
En Colombia la legislación se ha dirigido a la reglamentación y regulación de la caza
comercial de las poblaciones silvestres (Decreto 4688 de 2005 del MAVDT), sin embargo,
la veda que existe desde 1969 sobre esta especie (Resolución 072 de 1969 del
INDERENA) dificulta el funcionamiento de proyectos piloto de aprovechamiento sostenible.
Las autoridades ambientales han establecido que la caza comercial de chigüiros adultos
debe hacerse mediante cuotas de aprovechamiento (Artículo 6, Decreto 4688 de 2005 del
MAVDT y actualmente Decreto 2041 de 2014), y el otorgamiento de una licencia ambiental
por las corporaciones autónomas regionales correspondientes (Decreto 4688 de 2005 y
Decreto 2820 de 2010 del MAVDT), las cuales se apoyan en estudios de impacto ambiental
(Decreto 4688 de 2005, Resolución 1292 de 2006 del MAVDT y Resolución N° 200.15.06-
906 de 2006 de Corporinoquia).
87
Existen algunas figuras para el aprovechamiento de la fauna silvestre como los “cotos de
caza” (Decreto 1608 de 1978). Por otra parte, el Decreto 4688 de 2005 se refiere al manejo
extensivo o semiextensivo, equiparándolo con la figura de zoocriadero, que operan bajo
sistemas de manejo extensivo o semiextensivo. El zoocriadero se define como “el área de
propiedad pública o privada que se destina al mantenimiento, fomento y aprovechamiento
de especies de la fauna silvestre con fines científicos, comerciales, industriales o de
repoblación” (Decreto 2811 de 1974), y está regulado por la Resolución 705 de 2015.
Con respecto a este punto, existe un vacío legislativo en la norma, ya que en la legislación
no está explícita la figura de Unidad de Manejo, aunque existen conceptos relacionados
como la cuota global de aprovechamiento, que se establece a nivel nacional (Unillanos &
MAVDT 2004). Actualmente el área destinada al aprovechamiento (caza comercial) es
definida por el usuario, ya que el decreto 2041 de 2014, y la Resolución 1292 de 2006,
establecen que el estudio de impacto ambiental para la licencia debe incluir la “Delimitación
del área de influencia directa e indirecta de la actividad”, que se podría entender como el
área de la Unidad de Manejo. De igual manera, el Artículo 5 del Decreto 4688 de 2005, en
su numeral 10, establece que el término de vigencia de la licencia ambiental no podrá
superar 5 años, por lo que la unidad de manejo también está limitada temporalmente.
Hasta el momento la normatividad para el uso sostenible del chigüiro se ha estructurado
mediante el desarrollo de reglamentación ambiental de la caza comercial y zoocría, los
términos de referencia para la obtención de licencia ambiental, la reglamentación sanitaria
antemorten, y más recientemente la expedición de la Resolución 0562 de 2016 que
establece la reglamentación sanitaria de la carne de chigüiro destinada al consumo
humano por parte del Ministerio de Salud y Protección Social.
No obstante, El mantenimiento de la veda que existe sobre esta especie desde 1969
(Resolución 072 del INDERENA), implica la prohibición de aprovechar sus productos,
procesarlos, comercializarlos o sacarlos del país (Universidad Nacional de Colombia &
MADS 2016). Por tanto, es necesario que esta se levante o modifique teniendo en cuenta
las localidades donde las poblaciones sean susceptibles de ser aprovechadas, y las fechas
en las cuales este proceso resulta más favorable para el comercio y para las poblaciones.
88
Por otra parte, cabe resaltar que no es conveniente retornar a la figura de aprovechamiento
por medio de zoocriaderos como se manejó a inicio de milenio, ya que según la legislación
vigente (Decreto 2041 de 2014), para obtener la licencia para el establecimiento de
zoocriaderos con fines comerciales, es necesario contemplar una fase experimental previa
a la fase comercial, que incluye las actividades de caza de fomento, construcción o
instalación del zoocriadero y las actividades de investigación del proyecto. Además, se
establece que para autorizar la fase comercial se requerirá modificación de la licencia
ambiental previamente otorgada para la fase experimental. Es decir que para el
aprovechamiento de chigüiro por medio de esta figura, se requieren procesos normativos
como el trámite de licencia y posterior a eso una modificación de la misma, además se
requiere de un mayor tiempo para ejecutar la fase experimental lo cual puede generar
sobrecostos.
En resumen, el proceso de aprovechamiento sostenible del chigüiro en la Orinoquia, está
regulado por la legislación colombiana, en un esquema donde el MADS debe aprobar la
definición de una cuota global de aprovechamiento para un área geográfica específica,
mientras que Corporinoquia (autoridad ambiental regional) debe fijar los términos de
referencia para expedir la licencia ambiental a cada uno de los usuarios interesados. Los
usuarios deben cumplir con diferentes requisitos (Anexo 2), dependiendo del tipo de
productos que se vayan a explotar; en caso de que el recurso de interés sea la carne para
consumo humano, existe una regulación adicional por parte de los Ministerios de Salud y
Protección Social (a través del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y
Alimentos, INVIMA) y el Ministerio de Agricultura (a través del ICA), quienes exigen en este
caso otros requisitos para la actividad (Figura 5-4). El listado de requisitos se encuentra en
el Anexo 2.
89
Figura 5-4: Esquema de aprovechamiento sostenible del Chigüiro.
Un ejemplo interesante del aprovechamiento de esta especie es el de Argentina, donde el
mercado de la piel abarca un rango diverso de artículos como vestimenta y calzado, entre
otros; y donde se ha generado desde el año 2002 una iniciativa de carácter gubernamental
llamada “Proyecto Carpincho”, que se encuentra amparado por varias herramientas
legislativas que rigen aspectos como el manejo y requerimientos sanitarios, y que por otro
lado, permite que cada provincia desarrolle leyes propias que reglamentan aspectos
relacionados con el uso y conservación de la fauna silvestre (Bolkovic et al. 2006).
En ese contexto las leyes cambian conforme el sistema de manejo establecido en cada
jurisdicción, en donde operan diferentes sistemas de manejo, que van desde provincias
donde únicamente se permite la caza de subsistencia, hasta otras que cuentan con
mayores poblaciones, donde se permite la caza comercial y deportiva durante dos meses
al año (mayo y agosto), y se establecen cupos que se reglamentan anualmente (Bolkovic
et al. 2006)
En cuanto a la administración de áreas para el uso de fauna silvestre, en México se ha
establecido una figura para el manejo y conservación de este recurso que se conoce como
“Unidad para la Conservación, Manejo y Uso Sustentable de la Vida Silvestre” (UMA), que
busca modificar las prácticas de subvaloración, mal uso y los modelos restrictivos
90
tradicionales para la gestión de la vida silvestre. Al mismo tiempo tienen como objetivo
establecer oportunidades de aprovechamiento complementarias con las actividades
productivas convencionales como la agricultura, la ganadería o la silvicultura (Semarnat
2015). Es así como extisten múltiples modalidades para el establecimiento de las UMA,
entre las que se encuentran los ranchos cinegéticos donde se permite la caza controlada
de varias especies, principalmente de venados (Semarnat 2015). A pesar de presentar
algunos problemas relacionados con la falta de control por parte del estado (Gallina et al.
2010) el sistema de las UMA ha tenido un gran auge, con un crecimiento exponencial en
el número de unidades registradas que en el año 2008 abarcaban más del 14% del
territorio nacional (Gallina et al. 2010).
A partir de ejemplos como el de Argentina, donde el mercado de subproductos de chigüiro
está bien establecido, es evidente la necesidad de instaurar políticas que regulen e
impulsen el uso sostenible de las especies, basándose en el enfoque del manejo
adaptativo, que implica la revisión y ajuste periódico de la cuota de aprovechamiento de
acuerdo con los resultados del monitoreo que se haga de las poblaciones bajo extracción
(Universidad Nacional & Corporinoquia 2015); teniendo en cuenta que los parámetros
como la producción neta y el rendimiento sostenido de las poblaciones de chigüiro varían
con el tiempo y de un lugar a otro (Ojasti 1991).
5.8.2 Lineamientos Económicos
Es evidente que a pesar de que los ganaderos constituyen un sector importante en la
economía de la región y pueden disponer de los recursos económicos necesarios para la
ejecución de proyectos piloto, el hecho de establecer un beneficiadero para el
aprovechamiento del chigüiro que cumpla con todos los requisitos legales vigentes
(Resolución 0562 de 2016), además de llevar a cabo todos los trámites y estudios para la
obtención de la licencia (Estudio de Impacto Ambiental) requiere una inversión elevada.
Esto puede representar un riesgo para los inversionistas, que en vista de las trabas
normativas y de la poca agilidad de las instituciones, no se sienten seguros de poder
recuperar el dinero en un tiempo razonable. Hay experiencias de asociaciones como
Asochipa, que en la actualidad están inactivas, y mediante las cuales podrían constituirse
alianzas estratégicas para el establecimiento de proyectos piloto de aprovechamiento, sin
91
embargo que ello suceda depende de la seguridad que sean capaces de generar las
instituciones en los asociados, y de la voluntad de cooperación de los interesados.
Una alternativa que podría ser viable en términos económicos es el uso de instalaciones
modulares para el sacrificio y elaboración de productos cárnicos, las cuales se adecúan en
contenedores móviles. El mercado de esta infraestructura ofrece plantas de sacrificio de
cerdos con capacidad de 10 animales por hora (Tekitalia 2016), entre otros módulos con
diferente funcionalidad para completar el procesamiento de carnes para consumo humano.
Los sistemas modulares están diseñados para optimizar el espacio y al mismo tiempo
respetan las normas higiénico-sanitarias y de seguridad de los operadores; hacen parte de
una línea de mini-producción autónoma, que permite simplificar el procesamiento de los
animales (Sinttecnologie 2016), y a grandes rasgos, cumplen con la legislación vigente en
Colombia (Resolución 0562 de 2016). Este tipo de estructura no requiere de
construcciones adicionales ni obras de albañilería, únicamente son necesarias conexiones
eléctricas e hidráulicas (Sinttecnologie 2016); por lo que reducen los costos de
establecimiento de la unidad (cerca de 30000 €, equivalentes a $102’000.000)
(Sinttecnologie 2016) y esta tiene la posibilidad de crecer a medida que se posesione el
mercado.
La expectativa de los resultados positivos, puede ser mayor en la medida que el
fortalecimiento de la cadena productiva permita el aumento del valor agregado de los
productos y amplíe el mercado a la comercialización de otros subproductos potencialmente
utilizables. En el caso del chigüiro, existen varios subproductos que tienen una alta
demanda en el mercado, como las pieles, la grasa y las harinas de sangre, carne y huesos,
que en una comercialización organizada pueden tener una influencia positiva sobre el
precio de los animales y de las carnes (Quiroga & García 2014). Sin embargo, hay que
tener en cuenta que las plantas de beneficio deben estar adecuadas para lograr al máximo
el aprovechamiento de ese tipo de subproductos y residuos que también puedan ser
ubicados en el mercado (Quiroga & García 2014).
Una clara ventaja con la que cuenta la localidad de Miramar es el desarrollo de vías de
acceso que han sido construidas desde la entrada de la industria petrolera, hace casi una
década. Esta red vial permitiría la salida de los productos generados en la unidad de
92
manejo, así como la entrada de materia prima y demás elementos que se requieran para
el establecimiento y funcionamiento de la unidad, lo cual en últimas se vería reflejado en
la disminución de los costos operativos de la unidad de manejo.
5.8.3 Lineamientos bióticos
El crecimiento poblacional en Miramar se encuentra dentro del rango reportado para
Venezuela, donde Ojasti (1991) menciona que los valores de la tasa finita de crecimiento
(λ) durante los años 1967 -1971, fluctuaron entre 1,419 y 1,584 por año; mientras que un
promedio confiable a partir de un monitoreo anual realizado en la misma época climática
durante 12 años en el Hato El Frío, tuvo un λ = 1,521 (1,271 a 1,803) (Ojasti 1991).
Por otro lado, los valores de cosecha calculados para la localidad Miramar son cercanos a
2900 individuos, que corresponden de cerca al 30% del N estimado; esta proporción no
difiere sustancialmente del cálculo con porcentajes propuestos como los de Ojasti (1991)
o Herrera y Barreto (2013) (Tabla 5-4); mientras que los menores valores de cosecha los
establece el porcentaje del 10% propuesto por la UNAL y MAVDT (2006), con valores de
1051 para el periodo de 2005, y 816 individuos para 2015 (Tabla 5-4).
Tabla 5-4: Cosecha hipotética (número de individuos) bajo varios porcentajes de
aprovechamiento.
Año Cosecha (individuos)
h 30% (1) 35% (2) 20% (3) 17,20% (4) 10% (5)
2005 2816 3152 3678 2102 1807 1051
2015 2224 2627 3064 1751 1506 816
Referencias: 1. Ojasti (1991); 2. Herrera & Barreto (2013); 3. Giraldo (2002, citado
por Universidad Nacional & Corporinoquia 2015); 4. Moreira & MacDonald (1996);
5. UNAL & MAVDT 2006.
Mesa (2005) desarrolló un modelo de simulación determinístico de la dinámica de
poblaciones de chigüiros para las localidades vecinas de Miramar y Taparas (ambos
predios pertenecientes al gran hato Miramar), en el cual proyectó un aprovechamiento del
30% en las poblaciones a 20 años; los resultados mostraron una tendencia fuerte de
reducción de la población en el hato Taparas, mientras que Miramar presentó la misma
93
tendencia aunque menos pronunciada. Teniendo en cuenta este tipo de tendencias, debe
ser claro que los valores del índice de cosecha constituyen una herramienta de
administración del recurso, y no una meta de explotación (Universidad Nacional &
Corporinoquia 2015). La decisión de cuánto aprovechar debe tomarse teniendo en cuenta
el principio de precaución para no incurrir en prácticas que conlleven a la sobreexplotación
de las poblaciones, como ocurrió en Venezuela en la década de los 80 cuando se utilizaron
tasas de extracción cercanas al 30% (Ojasti 1991); por lo tanto, porcentajes del 10% al
20%, teniendo como base el manejo adaptativo, serían recomendables para esta localidad,
en caso de que se decidiera establecer allí una propuesta de aprovechamiento sostenible.
La definición de una unidad de manejo para el aprovechamiento sostenible de la fauna
silvestre está determinada por los factores prediales, jurídicos y socioeconómicos, que
están asociados al manejo del territorio llevado a cabo por quienes lo habitan y/o sus
propietarios. En el caso del Hato Miramar la organización actual del territorio se basa en
una sucesión que incluye 10 fundos (distintas unidades prediales), que funcionan como
una unidad con un solo administrador. En ese escenario, se tiene un área que supera las
30000 hectáreas en donde se ubican núcleos poblacionales con densidades entre 2.5 y
3.7 ind/ha. Teniendo en cuenta que no es recomendable establecer tasas de extracción en
áreas prediales pequeñas debido a las características biológicas de la especie, Bejarano
y colaboradores (2014) consideran conveniente para la región, el establecimiento de
unidades de manejo conformadas por la sumatoria de hatos asociados en torno al
aprovechamiento del chigüiro, que sumen un área total cercana a las 20000ha sobre la
cual se puedan establecer valores de cosecha.
El área global del hato Miramar permitiría establecer la unidad de manejo con la
heterogeneidad de hábitat requerida por el chigüiro (sabanas, esteros, matas de monte o
bosques de galería, y cuerpos de agua permanentes). Por otra parte, Atuesta et al. (2014)
reportó densidades para el hato Taparas similares a las estimadas para la localidad de
Miramar. Taparas es una localidad vecina de Miramar, que hace parte de los predios de la
unidad familiar, por lo que se puede asumir que por lo menos existe otro núcleo poblacional
dentro del área de la Unidad de manejo que podría ser sometido a un aprovechamiento
sostenible, o ser parte de las zonas de exclusión en las que se evalúe el efecto de la
extracción en las poblaciones.
94
De igual manera la dimensión de los predios permitiría una buena distibución de la Unidad
de Manejo, ya que muchas de sus sabanas cumplen con las condiciones requeridas. Por
ejemplo la ubicación del beneficiadero debe cumplir ciertos requisitos como estar aislado
de otras construcciones y de acequias, barrancos y zonas pantanosas, pero a la vez debe
estar cerca de la zona de producción, para reducir los costos de transporte de los animales
vivos, y favorecer la calidad y el rendimiento de la carne, mediante la reducción del estrés
y las muertes causadas por viajes prolongados (Quiroga et al. 2014),
Conclusiones
El proceso que se ha desarrollado en torno al aprovechamiento del chigüiro en la Orinoquia
ha llevado a que la normatividad se enfoque en la regulación de la caza comercial de fauna
silvestre, sin embargo aún no es posible establecer proyectos piloto que ejerzan la
actividad, ya que hasta el momento no se produce la modificación o levantamiento de la
veda sobre la especie, que restringe su uso y comercialización.
El principal obstáculo que se encontró es la fuerte inversión que se requiere para
establecer un beneficiadero que cumpla con las normas técnicas y sanitarias impuestas
por las autoridades competentes, en contraposición con un bajo retorno económico y la
incertidumbre de la recuperación de la inversión. Con respecto a este tema se propone
explorar otras opciones de infraestructura, como son las instalaciones modulares móviles
para el sacrificio y elaboración de productos cárnicos, las cuales tienen un costo
considerablemente menor en comparación con la construcción de una planta de sacrificio
y procesamiento.
Es primordial que exista capacidad de asociación entre los interesados en la actividad, y
que se promueva la búsqueda de opciones económicas con diferente participación que
viabilicen el establecimiento y funcionamiento de las unidades de manejo. Asimismo, para
el desarrollo de este tipo de proyectos resulta fundamental que exista apoyo por parte de
las instituciones estatales regionales (como Corporinoquia y las Gobernaciones de la
regíon) y nacionales (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, ICA, etc.).
Además es fundamental que las instituciones ejecuten mecanismos de control de la
actividad, y del cumplimiento de la legislación establecida, con el ánimo de controlar la
95
caza ilegal, y realizar un manejo que garantice la sostenibilidad de las poblaciones, al
tiempo que genere rentabilidad económicas para las comunidades de la región.
Para el caso de Miramar, las características poblacionales y de hábitat (área y
heterogeneidad) permiten concluir que es factible el establecimiento de una unidad de
manejo para el aprovechamiento sostenible del chigüiro en esta localidad. Pese a que el
índice de cosecha calculado es cercano al 30%, se recomiendan porcentajes de extracción
menores (10-20%) que estén regulados mediante el manejo adaptativo.
96
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102
6. Conclusiones y recomendaciones
6.1 Conclusiones
1. Los parámetros poblacionales estimados en los diferentes años y épocas climáticas
exhiben valores medios-altos en comparación con los reportes para la región.
2. El vacío de información impide conocer la dinámica poblacional y el efecto de
factores denso-independientes como la sequía y consecuente mortandad atípica que se
presentó en 2014, por lo que el comportamiento de la población a futuro es incierto.
3. Se hace necesario continuar con el monitoreo poblacional y el establecimiento de
estudios demográficos, para tener un mejor acercamiento a la dinámica poblacional de la
especie en esta localidad, información que será útil para entender el efecto de aspectos
como diferentes actividades antrópicas, cambio climático, etc., sobre la población.
4. El establecimiento de proyectos de aprovechamiento sostenible es viable en la
zona, ya que a pesar del alto costo, es posible utilizar alternativas como los contenedores
móviles para el beneficio de los animales, que reducen la inversión. Además, es
fundamental el apoyo institucional y la asociación de usuarios para el éxito de los proyectos
de aprovechamiento sostenible de chigüiro.
5. El aprovechamiento del chigüiro se debe llevar a cabo mediante el establecimiento
de cupos globales, utilizando el enfoque de manejo adaptativo y un enfoque integral del
manejo
103
6.2 Recomendaciones
1- Implementar estudios demográficos de las poblaciones para establecer las
tendencias poblacionales
2- Establecimiento de cuotas de manejo conservadoras y uso de enfoque de manejo
adaptativo
A. Anexo: Modelos
Modelos de Función de Detección. Multitemporal sin post-estratificación por edad. AIC=
criterio de información de Akaike, g.l=grados de libertad, p=p valor.
Año AIC χ2 p g.l. Función – serie de
expansión
2016 393,18 0,23 0,46 3 Uniforme / Coseno
2015 504,65 0,11 0,41 3 Uniforme / Coseno
2006 344,39 0,48 0,49 5 Media-Normal /
Polinomial Hermético
2005 483,63 0,72 0,34 4 Proporción al azar /
Coseno
2004 406,1 0,43 0,38 4 Proporción al azar /
Coseno
Modelos con post-estratificación por edad. Año 2016. AIC= criterio de información de
Akaike, g.l=grados de libertad, p=p valor.
MODELO AÑO 2016
Edad AIC χ2 p g.l. Función – Serie de Expansión
Adulto 393,18 0,23 0,46 3 Uniforme / Coseno
Cría 153,04 0,053 0,46 4 Proporción al azar / Polinomial
simple
Juvenil 163,02 0,5 0,56 5 Media-Normal / Polinomial
Hermético
MODELO AÑO 2015
Edad AIC χ2 p g.l. Función – Serie de
Expansión
105
Adulto 504,65 0,11 0,41 3 Uniforme / Coseno
Cría 315,38 0,1 0,66 5 Media-Normal / Polinomial
Hermético
Juvenil 172,09 0,64 0,63 5 Media-Normal / Polinomial
Hermético
B. Anexo: Requisitos para el licenciamiento del aprovechamiento sostenible del chigüiro
1. ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL
Resolución 1292 De 2006 Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial “Por la
cual se acogen los términos de referencia para la elaboración del Estudio de Impacto
Ambiental para las actividades de caza comercial”
El EIA debe contener la estructura y la información que se expone a continuación:
TABLA DE CONTENIDO
1. RESUMEN EJECUTIVO
2. GENERALIDADES
2.1 Introducción
2.2 Antecedentes
2.3 Objetivos y Alcances de la Actividad
2.3.1 Objetivos del EIA
2.3.2 Alcances del EIA
2.4 Metodología
2.4.1 Equipo de trabajo
3 DESCRIPCION DE LA ACTIVIDAD
3.1 Localización
3.2 Características del proyecto
3.3 Caza comercial
3.4 Actividades Conexas
3.4.1 Almacenamiento
3.4.2 Procesamiento y/o transformación
108
3.4.3 Planta de beneficio
3.4.4 Comercialización
3.4.5 Desmantelamiento
3.5 Organización
4 CARACTERIZACION DEL AREA DE INFLUENCIA DEL PROYECTO
4.1 Áreas de influencia
4.1.1 Área de Influencia Directa (AID)
4.1.2 Área de Influencia Indirecta (AII)
4.2 Medio abiótico
4.2.1 Geología*
4.2.2 Geomorfología*
4.2.3 Suelos*
4.2.4 Hidrología
4.2.5 Calidad del agua
4.2.6 Usos del agua
4.2.7 Hidrogeología*
4.2.8 Atmósfera
4.2.8.1 Clima
4.2.8.2 Calidad del aire
4.2.8.3 Ruido
4.2.9 Paisaje
4.3 Medio biótico
4.3.1 Ecosistemas terrestres
4.3.1.1 Flora
4.3.1.2 Fauna
4.3.2 Ecosistemas acuáticos
4.4 Medio socioeconómico
4.4.1 Lineamientos de participación
4.4.2 Dimensión Demográfica
4.4.3 Dimensión económica
4.4.3 Dimensión cultural
4.5 Zonificación ambiental
5 DEMANDA, USO, APROVECHAMIENTO Y/O AFECTACION DE LOS RECURSOS
NATURALES
109
5.1 Materiales de construcción
5.2 Aguas superficiales
5.3 Aguas subterráneas
5.4 Vertimientos
5.5 Aprovechamiento forestal
5.6 Emisiones atmosféricas
5.7 Manejo y disposición final de residuos sólidos
6 EVALUACION AMBIENTAL
6.1 Identificación y evaluación de impactos
6.1.1 Escenario sin caza comercial y actividades conexas
6.1.2 Escenario con caza comercial y actividades conexas
7 ZONIFICACION DE MANEJO AMBIENTAL DEL PROYECTO
8 PLAN DE MANEJO AMBIENTAL-PMA
8.1 Componente abiótico
8.2 Componente biótico
8.3 Medio socioeconómico
9 PLAN DE SEGUIMIENTO Y MONITOREO DEL PROYECTO
9.1 Monitoreo del medio abiótico
Agua residual y corriente receptora
Aguas subterráneas
Emisiones atmosféricas, calidad de aire y ruido
Suelo
Sistemas de manejo, tratamiento y disposición de residuos sólidos
9.2 Monitoreo medio biótico
9.3 Monitoreo del medio socioeconómico
10 PLAN DE CONTINGENCIA
10.1 Análisis de riesgos
10.2 Plan de contingencia
11 ANEXOS
12 PRESENTACION DEL ESTUDIO
*Es necesario evaluar la pertinencia de la información solicitada para el desarrollo de la
actividad, de acuerdo con la Resolución N° 200.15.06-906 de octubre de 2006, según la
cual “De la misma manera, podrá suprimir o no aportar parcialmente alguna de la
110
información solicitada en los términos de referencia, que considere que no es pertinente y
que por lo tanto no aplica a su proyecto, obra o actividad”.
2. Anexos del EIA
Decreto 2041 de 2014. Presidencia de la República. “Por el cual se reglamenta el Título
VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias ambientales”. Artículo 24.
1. Formulario Único de Licencia Ambiental.
2. Planos que soporten el EIA, de conformidad con lo dispuesto en la Resolución 1415 de
2012, que modifica y actualiza el Modelo de Almacenamiento Geográfico (Geodatabase)
o la que la sustituya, modifique o derogue.
3. Costo estimado de inversión y operación del proyecto.
4. Poder debidamente otorgado cuando se actúe por medio de apoderado.
5. Constancia de pago para la prestación del servicio de evaluación de la licencia
ambiental.
6. Documento de identificación o certificado de existencia y representación legal, en caso
de personas jurídicas.
7. Certificado del Ministerio del Interior sobre presencia o no de comunidades étnicas y de
existencia de territorios colectivos en el área del proyecto de conformidad con lo dispuesto
en el Decreto 2613 de 2013.
8. Copia de la radicación del documento exigido por el Instituto Colombiano de
Antropología e Historia (ICANH), a través del cual se da cumplimiento a lo establecido en
la Ley 1185 de 2008.
9. Formato aprobado por la autoridad ambiental competente, para la verificación preliminar
de la documentación que conforma la solicitud de licencia ambiental.
3. Anexos de la solicitud de licencia ambiental
Decreto 4688 de 2005. Presidencia de la República. “Por el cual se reglamenta el Código
Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, la Ley 99
de 1993 y Ley 611 de 2000 en materia de caza comercial”. Artículo 3. Parágrafo 1°. Cuando
adicionalmente a la caza comercial el interesado pretenda desarrollar actividades de
procesamiento, transformación, y/o comercialización de los especímenes obtenidos,
deberá anexar a la solicitud de licencia ambiental la siguiente información:
1. Tipo(s) de proceso industrial que se pretenda adelantar.
2. Planos y diseños de instalaciones y equipos.
111
3. Costos y proyecciones de producción.
4. Procesamiento o transformación a que serán sometidos los especímenes.
5. Destino de la producción especificando mercados nacionales y/o internacionales.
4. Registro ICA.
Este registro deberá hacerse efectivo cuando la persona natural o jurídica, esté interesada
en llevar a cabo actividades de caza comercial, cuyo destino final sea el consumo humano.
Resolución 705 de 2015. ICA. “Por medio de la cual se establecen las condiciones
sanitarias y de inocuidad en la producción primaria que deben cumplir los predios
dedicados a la zoocría y los requisitos sanitarios que se deben cumplir en la actividad de
caza comercial de especies nativas o exóticas, cuya caza comercial haya sido autorizada
por la autoridad ambiental competente, y cuyo destino final sea el consumo humano”.
Artículo 5.
5.1. Nombre del predio, área o zona en el cual se llevará a cabo la caza, indicando
ubicación geográfica, departamento, municipio y vereda.
5.2. Nombre y apellidos de a quien se le adjudica la licencia ambiental para realizar la
actividad, expedida por la autoridad ambiental, indicando la especie autorizada a cazar;
así como la fotocopia de la misma.
Parágrafo 1°. La inscripción se llevará a cabo de manera inmediata a la presentación de la
información y documentación solicitada si el interesado cumple con todo lo aquí exigido.
Parágrafo 2°. Los métodos de caza permitidos serán determinados por la autoridad
ambiental competente y en todo caso deberán minimizar el sufrimiento de los animales.
Parágrafo 3°. Las condiciones bajo las cuales se llevará a cabo el sacrificio y beneficio de
las especies autorizadas por la autoridad ambiental, serán determinadas por el Ministerio
de Salud y de la Protección Social.
Parágrafo 4°. El Instituto podrá establecer restricciones de caza de especies autorizadas
por la Autoridad Ambiental, cuando se detecten enfermedades de control oficial que
puedan afectar a otras especies.
Parágrafo 5°. Cuando la actividad de caza se lleve a cabo en bienes baldíos, el interesado
en realizar la caza deberá entregar al ICA las coordenadas geográficas del área donde se
autorizó llevar a cabo dicha actividad por la autoridad ambiental.
112
5. Registro ante el INVIMA.
Los siguientes requisitos deberán cumplirse en caso de que la persona natural o jurídica,
esté interesada en llevar a cabo actividades de caza comercial, cuyo destino final sea el
consumo humano.
Resolución 0562 de 2016 Ministerio de Salud y Protección Social. “Por la cual se establece
el reglamento técnico sobre los requisitos sanitarios y de inocuidad de la carne de chigüiro
(Hydrochoerus hydrochaeris), destinada para el consumo humano y las disposiciones para
su beneficio, desposte, almacenamiento, comercialización, expendio, transporte,
importación o exportación”.
Artículo 75. Autorización sanitaria para el transporte de carne de chigüiro. Todo vehículo
que transporte carne y productos cárnicos comestibles de chigüiro, destinados para el
consumo humano, debe contar con autorización sanitaria de transporte, emitida por la
correspondiente entidad territorial de salud, la cual debe ser solicitada empleando para ello
el procedimiento e instrumento establecido o que para el efecto establezca el INVIMA en
coordinación con las entidades territoriales de salud.
Los propietarios de los vehículos dedicados al transporte de carne y productos cárnicos
comestibles de chigüiro, destinados para el consumo humano, que no soliciten y no
cuenten con la autorización sanitaria de transporte, serán objeto de las sanciones previstas
en el artículo 577 de la Ley 9 de 1979 y las normas que lo modifiquen, adicionen o
sustituyan.
Artículo 76. Inscripción obligatoria de establecimientos de expendio y almacenamiento de
carne y productos cárnicos comestibles. El INVIMA, en coordinación con las entidades
territoriales de salud, establecerá dentro de los seis (6) meses siguientes a la publicación
de la presente resolución, el procedimiento e instrumento para la inscripción de los
establecimientos dedicados al expendio y almacenamiento de carne y productos cárnicos
comestibles de chigüiro. Vencido el término anterior, los responsables de dichos
establecimientos deberán inscribirlos ante la correspondiente entidad territorial de salud,
en un plazo no mayor a seis (6) meses, debiendo informar de manera permanente e
inmediata ante la referida autoridad, cualquier cambio de propiedad, razón social,
ubicación, cierre temporal o definitivo del establecimiento, so pena de la aplicación de las
113
sanciones previstas en el artículo 577 de la Ley 9 de 1979 y las normas que lo modifiquen,
adicionen o sustituyan.
C. Anexo: Registro fotográfico
Chigüiros en zonas de préstamo
Método de distancias, hato Miramar. Categorías de edad.
115
Estero Pajonal
Zanjas formadas por flujo de agua Industria petrolera
Coberturas dominantes en el hato Miramar, época seca 2016.
Estero Pajonal
116
Caños Zonas de préstamo
Coberturas presentes en el hato Miramar, época de lluvias 2015.