En la isla japonesa subtropical de Amami-Oshima, las tradiciones en torno a la naturaleza han permanecido desde tiempos inmemoriales. La noche de luna llena de agosto, durante la que se celebran danzas tradicionales, Kaito, de 16 años, descubre un cadáver en el mar. Su novia Kyoko intentará ayudarle a comprender este misterioso hallazgo.Juntos, Kaiko y Kyoko, aprenderán a convertirse en adultos experimentando los ciclos de la vida, el amor y la muerte.
SINOPSIS
La muerte de mi madre adoptiva
El año pasado murió mi querida madre adoptiva, la mujer que me crió en lugar de unos
padres a los que no conocía. A los que quedamos, la muerte nos deja soledad y
angustia, pero esta soledad nos lleva hacia la ternura. Las reglas del universo trascien-
den nuestra soledad. Por eso, aunque haya muerto mi madre adoptiva, el sol y la luna siguen
apareciendo. En esta película he querido expresar esa grandeza, la grandeza de la naturaleza.
Acerca de la isla Amami-Oshima, donde se rodó la película
Hace unos años me enteré de que mis antepasados vivían en la isla Amami-Oshima. Me lo dijo
mi abuela durante un viaje con mi madre adoptiva y mi madre biológica. La sangre que corre por
mis venas tuvo su origen en la isla. Fuimos a un spa, y cuando vi a las tres lavarse mutuamente
la espalda, me invadió un sentimiento totalmente nuevo. Todo está conectado.
La transmisión de madre a hija, renovada eternamente, va más allá del tiempo. Cuando hice ese
viaje, también llevaba una vida nueva en mi vientre. Esa vida, que aún no había visto la luz del día,
acabaría por prolongar mi herencia. Pasaron varios años. En 2008 visité la isla por primera vez.
Antes de llegar, estudié el mapa de la isla con gran atención, y al descubrir el pueblo de mis
antepasados en la costa sur, el corazón me dio un vuelco, pensando en lo que habían vivido.
Aterricé en la isla; el aeropuerto está a unos diez minutos del pueblo. A la mañana
siguiente, fui allí sola, antes del amanecer. ¿Habían escuchado el mismo ir y venir de las olas?
La luna aún era visible en la luz azulada de la mañana. Pronto se alzaría el sol y
empezaría un día como cualquier otro. Es muy posible que algo que no entiendo me guiara
hasta allí porque, cuatro años después, en 2012, empecé la preproducción del rodaje en la isla.
Los habitantes de Amami-Oshima adoran la naturaleza como si de un dios se tratara.
Cuentan que más allá del mar se encuentra un país llamado Neriyakanaya o “La fuen-
te de la abundancia”, donde van las almas después de la muerte. Los que ya han partido
hacia ese país viven momentos maravillosos, acunados por los cantos que les llegan desde la isla.
La imagen que se suele tener de Amami-Oshima es la del océano azul rodeando la
isla, pero el verde sería un color más adecuado, porque esta montañosa tierra está
cubierta de bosques. Sus habitantes creen que hay un dios en cada árbol, roca y planta.
Creen que están protegidos por esos elementos de la naturaleza y viven en perfecta
armonía con ellos, hasta el punto de que son capaces de abrir completamente sus corazones.
Cuando fallece un ser amado, no se entristecen; simplemente lo consideran una sepa-
ración temporal en el flujo continuo del tiempo. Un alma se ha ido, pero seguirá vivien-
do, feliz y sonriente, en el país de Neriyakanaya. La frontera entre la vida y la muerte es
borrosa. La vida y la muerte se conectan a través de los dioses de la naturaleza, el mar, las mon-
tañas, las plantas, las rocas y el agua… Esos dioses silenciosos podrían morir fácilmente a
manos del “desarrollo”, pero las consecuencias afectarían a muchas generaciones futuras.
NOTAS DE LA DIRECTORA
Aunque todavía no tengo muy claro el porqué, estoy casi segura de que el tema subya-
cente en el proyecto era “el asesinato de los dioses”. Es la espina dorsal de la película.
Me gustaría que los espectadores comprendieran que nosotros, los seres humanos, no somos el
centro del universo. Solo somos una parte de un ciclo de la naturaleza. He querido construir una
historia que lleva a la conclusión de que este inmenso ciclo, dentro del que existimos todos, es
de esencia divina. Nuestra alma es compleja, imprecisa e impredecible. Con esta historia, espero
ayudar a madurar a hombres y mujeres mediante el contacto con ese dios llamado “naturaleza”.
Durante mucho tiempo, la desaparición de personas que amo me aportaba dolor.
Pero descubrí un medio de expresión a través de la película, y creo que por fin he encontra-
do mi lugar. Esta película ha significado un punto de inflexión en mi vida privada y profesional.
Estoy segura de que solo podía hacer este largometraje en el preciso momento en que lo hice.
NAOmI KAwASE
Aunque Aguas tranquilas es una ficción, la película tiene una vertiente documental en
la que se describe la vida espiritual y los ritos de los habitantes de las islas Amami.
¿Qué la empujó a rodar la película en un sitio desconocido y tan alejado?
Mis antepasados eran de la isla Amami-Oshima, pero no me enteré de la historia familiar hasta
hace unos diez años. Fui a la isla por primera vez en 2008. A partir de ese momento, de esa vis-
ita, decidí que rodaría una película allí. Puede decirse que tardé seis años en desarrollar, prepa-
rar y completar la película, pero nunca cambiaron mis sentimientos hacia la isla. Hasta entonces,
siempre había rodado en Nara. El fallecimiento de mi madre adoptiva, la persona que me unía a
Nara, fue un punto de inflexión, y empecé a tomar más en serio la posibilidad de rodar en Amami.
Efectivamente, los isleños tienen costumbres y ritos muy particulares, como pueden ser la ven-
eración de los dioses Yuta y las danzas de agosto. La isla está cubierta de una naturaleza exu-
berante y rodeada de un mar generoso. Desde el principio, estaba convencida de que debía
captar esos poderosos elementos tal como son en la isla y permitir que existan de forma realis-
ta en la pantalla con el fin de crear una base poderosa para la película. Nunca lo dude porque
descubrí un sinfín de elementos acerca de la vida en la isla que solo pueden fascinarnos
¿Describiría la película como una continuación de los temas que exploró en anteriores obras?
Desde luego. Temas como “vida y muerte”, “simbiosis entre humanos y naturaleza”, “recuerdos
de lugares”, “el ciclo de la vida que pasa de una generación a otra” ya están presentes en mis
películas anteriores.
Sin embargo, la diferencia en esta película es que en ningún momento quise controlar ciertas cosas
durante el rodaje. Nunca “debía ser así y no de otro modo” o “quiero esto, me da igual, pero lo quiero”.
Por alguna razón, me invadió un estado de calma absoluta y estaba convencida de que todo lo que
debía ocurrir, ocurriría.
ENTREVISTA CON NAOmI KAwASE
Esta conmovedora historia iniciática describe relaciones muy sutiles entre los personajes,
pero ¿cuáles son los problemas principales a los que se enfrentan Kaito y Kyoko?
Simplificándolo mucho, puede que sea el reto de creer en el mundo en que existen.
Los humanos hemos cometido un sinfín de terribles errores desde que estamos en la tierra, y me
parece que algunos de ellos se deben a que hemos olvidado o perdido la forma de creer en el mundo.
El pasado nos ha dejado mensajes para que no volviéramos a cometer los mismos errores, mensajes
a través del arte, la escritura, la pintura, la música… Pero somos unos inconscientes y volvemos a
cometer los mismos errores.
He intentado reflejar mis deseos y esperanzas para el futuro en estos dos personajes que represen-
tan a “la gente nueva”, los de la siguiente generación, y que se encuentran en el proceso de transición
de adolescentes a adultos.
Debemos aprender a aceptar a los demás, a grabar la tristeza de la vida en nuestra memoria, pero
no por eso debemos dejar de creer en el mundo como algo de una belleza insustituible. Si somos
capaces de hacerlo, creo que podemos elevarnos y vivir en un mundo desconocido para nosotros.
Me pregunto, como persona que vive en esta época, si no se nos pone a prueba para saber qué
camino escogeremos en esta encrucijada a la que hemos llegado.
¿Cómo escogió a los actores principales? ¿Hay muchos no profesionales en el elenco?
Se habla mucho de que prefiero trabajar con actores no profesionales, pero en este caso, la mayoría
son profesionales.
En lo que respecta a los dos adolescentes (Kyoko y Kaito), hicimos pruebas hasta encontrarlos.
Ambos tienen poca experiencia, sobre todo Kaito, que nunca había actuado. Era muy importante que
encajaran con la enorme presencia de la naturaleza en la isla. No solo estuvieron a la altura, dieron
mucho más de lo que esperaba.
En cuanto a los padres, escogí a intérpretes profesionales que me habían interesado. Fujio Tokita,
que tiene el papel de Kamejiro, se quedó en la isla durante todo el rodaje, aunque no tuviera que
rodar. Pasaba el día recogiendo basura de la playa y pescando, exactamente como Kamejiro en la
película. Se adaptó perfectamente a la vida en la isla, hasta el punto de que unos turistas incluso le
preguntaron cuáles eran los mejores sitios para pescar. No solo es un conocido actor en Japón –
trabajó en varias películas de Akira Kurosawa –, también ha prestado su voz a numerosos personajes
de animación.
¿Cómo afectó el tifón al rodaje?
Nos dijeron que el año del rodaje, 2013, había habido un número exagerado de tifones. Es raro que
haya tifones durante el mes de octubre, pero supongo que debía ocurrir, y hubo un tifón mientras
estábamos rodando. Poder filmar la violencia de las olas fue un auténtico milagro, un regalo de
los dioses. Todos nos preparamos a conciencia para rodar bajo una lluvia torrencial y unos vientos
huracanados.
¿Algunas escenas están improvisadas?
Rodamos en orden cronológico de acuerdo con el guión. Las escenas con más improvisación son
las danzas de agosto, el dios Yuta, la muerte de Isa y el tifón. La escena al principio de la película,
donde los habitantes se acercan a la escena del crimen, y la del aula en el colegio tampoco estaban
en el guión.
En la escena donde se mata a las dos cabras, los actores conocían el desarrollo en líneas generales,
pero los movimientos de la cámara y la interpretación también fueron improvisados en el momento.
Generalmente hablando, diría que la mitad de la película es improvisada.
2014 - AGUAS TRANQUILAS (Festival de Cannes, Sección Oficial)
2011 - HANEZU (Festival de Cannes, Sección Oficial)
2008 - NANAYOMACHI
2007 - EL BOSQUE DE LUTO (Festival de Cannes, Gran Premio)
2003 - SHARA (Festival de Cannes, Sección Oficial)
2000 - HOTARU (Festival de Locarno, Premios CICAE y FIPRESCI)
1997 - SUZAKU (Festival de Cannes, Cámara de Oro)
naomi kawase – BIOgRAfíA SELECTA
Kaito Nijiro MURAKAMI
Kyoko Jun YOSHINAGA
Isa Miyuki MATSUDA
Tetsu Tetta SUGIMOTO
Misaki Makiko WATANABE
Atsushi Jun MURAKAMI
Kamejiro Fujio TOKITA
RepaRTo
Directora Naomi KAWASE
Guión Naomi KAWASE
Productores Masa SAWADA
Takehiko AOKI
Naomi KAWASE
Coproductores Olivier PÈRE – Rémi BURAH (ARTE France Cinéma)
Luis MIÑARRO – Masaki MIYATA (Asmik Ace)
Yuko NAITO (Kumie)
Masahito MIZUGUCHI (Pony Canyon)
Nobuya WAZAKI (Wowow)
Anne PERNOD (Comme des Cinémas)
Productor ejecutivo Reiji YAMAMOTO
Director de fotografía Yutaka YAMAZAKI
Diseño de producción Kenji INOUE
Montaje Tina BAZ
Música original HASIKEN
Sonido Shigeatsu AO
Montaje sonido Olivier GOINARD
Roman DYMMY
eQuipo TÉcnico