Año 22 - Edición Nº 160 – 28 de Diciembre de 2016
Producción de etanol de maíz. Aspectos
comparados de la producción a pequeña y
gran escala
Juan Manuel Garzón, Nicolás Torre y Valentina Rossetti
2
Introducción
En las últimas tres campañas la producción de maíz grano promedió 33 millones de
toneladas (MINAGRO), generándose un excedente de 18 millones respecto de la
demanda local, volumen que se terminó canalizando hacia el mercado internacional.
Si en los próximos años el ritmo de crecimiento de la demanda no logra alcanzar al de la
oferta, se incrementará el volumen de maíz excedente.
La oferta muy probablemente acelere su tasa de expansión en un contexto de menos
intervenciones de mercado (eliminación de derechos y cupos de exportación), precios
relativos más favorables (en particular respecto de la soja, al menos hasta tanto no se
elimine completamente la carga impositiva que soporta la oleaginosa) y la necesidad de
un mejor balance entre cultivos en los sistemas de producción (mayor participación de
gramíneas). De hecho el área sembrada aumentó en forma considerable en el ciclo
agrícola en curso (2016/2017), y se espera un salto productivo que podría superar el
20%. Se trata de varios millones de toneladas adicionales de maíz, que de no encontrar
mercado interno se incorporarán al excedente anual que se destina a la exportación.
Frente a este contexto de una oferta neta que casi seguro crecerá a futuro, se reafirma la
importancia de desarrollar y poner en máximo valor todos los destinos locales que
actualmente dispone el maíz y también la búsqueda de nuevos negocios para el cereal.
Entre los destinos locales ya instalados se encuentra la elaboración de bioetanol a base
de maíz, una actividad que podría incrementar su presencia en los próximos años,
considerando la preocupación creciente que existe a nivel local e internacional por los
efectos de los combustibles fósiles sobre el medio ambiente.
Este documento analiza cuestiones vinculadas al etanol, en particular, a las dos
tecnologías que se encuentran actualmente en el mercado para producir el alcohol a base
del cereal, una de ellas ya madura y que opera a gran escala, la otra, que está dando sus
primeros pasos y que trabaja a una escala considerablemente menor.
Teniendo en cuenta que el mercado interno casi seguramente demande más etanol en
los próximos años (por crecimiento del consumo de naftas y/o por posible cambio en el
porcentaje de corte obligatorio), parece oportuno comparar ambos modelos de negocios
en uno de los aspectos relevantes: logística y transporte de materia prima y productos
elaborados.
Antes de realizar el tratamiento específico de este último tema, se presenta la evolución
que ha tenido el mercado del etanol en Argentina y cuál podría ser su evolución futura en
los próximos años bajo distintos marcos regulatorios.
Esta publicación es propiedad del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de Fundación
Mediterránea. Dirección Marcelo L. Capello. Dirección Nacional del Derecho de Autor Ley Nº 11723 - Nº 2328, Registro de Propiedad Intelectual Nº 5276954. ISSN Nº 1850-9800 (correo electrónico). Se autoriza la reproducción total o parcial citando la fuente. Sede
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3
Mercado del etanol: marco regulatorio y tamaño
Al igual que sucediera en muchos países del mundo, en Argentina el mercado interno del
etanol (y de las energías renovables en general) fue creado por Ley. En efecto, en el año
2006 la Ley Nº 26.093 establece un mandato de corte legal de combustibles fósiles con
combustibles renovables, definiendo que las naftas comercializadas en el país deben estar
mezcladas con bioetanol en un 5%, medido sobre el producto final; esta exigencia
entraría en vigencia 4 años después, a partir de abril de 2010.
Por ese entonces la totalidad de la producción de bioetanol en el país utilizaba caña de
azúcar como materia prima. Recién en septiembre de 2012 comienza a producir la
primera planta en base a maíz. A partir de allí se incorporaron cuatro establecimientos
más de este tipo, observándose un fuerte aumento en la producción, mientras que la
actividad de los ingenios azucareros se mantuvo bastante estabilizada.
Gráfico 1: Bioetanol según materia prima Cupos otorgados (m3)
Producción efectiva (m3)
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea en base a datos de Resoluciones del Ministerio de Energía y Minería de la Nación y fuentes primarias.
4
Hacia el año 2014 la producción de bioetanol se había incrementado lo suficiente como
para subir el corte legal. Se estableció en 8,5% para septiembre de ese año, 9% para
octubre, 9,5% para noviembre y 10% para diciembre. En este valor se mantuvo hasta
abril de 2016, cuando se decidió un nuevo incremento, llevándolo al 12%, otorgando la
totalidad del incremento a la producción de bioetanol a base de caña de azúcar. El
objetivo de esta medida fue lograr una provisión más equilibrada en términos del uso de
materias primas.
Gráfico 2: Cupos otorgados de bioetanol y cantidad de empresas, según materia prima
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea en base a datos de Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nacióny de Ministerio de Energía y Minería de la Nación.
Corte efectivo en el mercado interno
En función del consumo de naftas observado y de los porcentajes de corte obligatorio, se
puede determinar el requerimiento de bioetanol realizado en el pasado, para ser
comparado con las ventas del mismo destinadas a corte de naftas, y de esa manera
saber si se cumplió efectivamente el mandato exigido por ley.
Según se muestra en el Cuadro 1, no fue sino hasta el año 2013 que la producción de
bioetanol alcanzó para cumplir con la meta del 5% obligatorio. Entre 2010 y 2012 el corte
efectivo osciló entre 1,9% y 3,2%. A partir de allí, el aumento en el nivel de actividad del
sector, liderado por el ingreso de nuevas plantas a base de maíz, permitió superar el
volumen requerido por el corte legal, determinando un corte efectivo del 5,8% y del
8,1% en 2013 y 2014, respectivamente. Esto llevó a las autoridades competentes a
incrementar el mandato a finales de 2014, llevándolo al 10%. En 2015 se cubrió el 95%
de la demanda de bioetanol (logrando un corte efectivo del 9,5%), y en lo que va de
2016 el porcentaje de bioetanol en naftas es del 10,2% (enero-septiembre).
En marzo de este año, mediante el Decreto Nº 543, se subió el corte del 10% al 12%,
determinándose que la totalidad del incremento en la demanda sea cubierta con
5
bioetanol de caña de azúcar. A su vez, mediante la Resolución Nº 37 del mes de abril, se
otorgaron cupos a tres nuevos ingenios, aún en construcción, e incrementos a los ya
existentes. El aumento del corte significó, para un consumo de naftas similar al de 2015,
un aumento en el requerimiento de bioetanol de 170 mil metros cúbicos en un año. Por
otro lado, las ampliaciones de cupo más los cupos nuevos determinaron una oferta
superior en 156,3 mil metros cúbicos por año. Según los cupos legales, resta cubrir
alrededor de 13,5 mil metros cúbicos por año, los que se suplen con entregas adicionales
de parte de las empresas ya en funcionamiento.
Cuadro 1: Evolución del corte legal y corte efectivo de bioetanol en naftas
Año Consumo naftas (m3)
Corte Requerimiento bioetanol
(m3)
Ventas a corte (m3) Corte
efectivo
2010 6.234.000 5% 311.700 117.806 1,9%
2011 6.967.000 5% 348.350 165.392 2,4%
2012 7.503.000 5% 375.150 237.843 3,2%
2013 8.164.000 5% 408.200 474.752 5,8%
2014 8.084.000 5% 404.200 663.102 8,1%
2015 8.545.000 10% 854.500 803.640 9,5%
2016* 6.372.000 12% 764.640 647.109 10,2%
* A septiembre.
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea en base a datos de Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación y de Ministerio de Energía y Minería de la Nación.
Escenarios de consumo interno según marco regulatorio
Para aumentar la utilización de maíz en base a etanol a una tasa superior a la que de por
sí implica el crecimiento normal de la economía y el consumo de naftas, se requeriría
aumentar el cupo de corte obligatorio.
A continuación se simula el requerimiento de bioetanol para un hipotético año 2017, ante
diferentes escenarios de consumo de naftas y corte legal. En los tres escenarios se
plantea un incremento en el consumo de naftas del 5% interanual respecto al consumo
anualizado de 2016, siendo el corte en el Escenario 1 igual al actual (12%), en el
Escenario 2 del 15% y en el Escenario 3 del 20%.
Como se observa en el Cuadro 2, en el Escenario 1 la demanda de bioetanol subiría un
5% respecto a la que se observaría en 2016, en el Escenario 2 se incrementaría un 31%
y en el Escenario 3 un 75%, poniendo en evidencia que el factor que mueve el
amperímetro en la variación del requerimiento de bioetanol es el corte legal, y menos la
demanda de naftas.
En el Escenario 3 se requerirían 765 mil metros cúbicos adicionales a los actuales.
Teniendo en cuenta que la legislación establece que deben equilibrarse ambas materias
primas (suponiendo eso constante), unos 382,5 mil metros cúbicos deberían cubrirse con
bioetanol de maíz, que significa un requerimiento adicional de casi 1 millón de toneladas
6
del cereal (977 mil). En el Escenario 1, que sólo contempla crecimiento del consumo de
naftas por el crecimiento natural de la demanda, se necesitarían unos 26,4 mil metros
cúbicos adicionales de bioetanol de maíz, con un incremento de 65,1 mil toneladas del
cereal.
Cuadro 2: Simulación de requerimiento de bioetanol y maíz ante cambios en corte y consumo de naftas en 2017 – Valores anuales –
Año Consumo naftas (m3)
Corte legal (%)
Requerimiento bioetanol
(m3)
Requerim. bioetanol maíz (m3)
Requerimiento maíz (tn)
Var. dda bioetanol
resp. a 2016
2016 anualizado
8.496.000 12% 1.019.520 509.760 1.302.977 -
Escenario 1 8.920.800 12% 1.070.496 535.248 1.368.123 +5%
Escenario 2 8.920.800 15% 1.338.120 669.060 1.710.157 +31%
Escenario 3 8.920.800 20% 1.784.160 892.080 2.280.102 +75%
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea en base a datos de Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación y de Ministerio de Energía y Minería de la Nación.
En los escenarios de suba de corte, que son los de mayor requerimiento de producción
de etanol a base de maíz, surgiría la disyuntiva de la asignación del cupo excedente entre
las plantas existentes (según nivel de utilización y posibilidad de ampliación de capacidad
instalada) y posibles nuevas plantas. Y en esta última situación, el dilema entre plantas
de gran escala, como las que operan actualmente, y plantas de menor escala, donde ya
se cuenta con algunas experiencias de tipo piloto.
Producción de etanol a gran y pequeña escala
Se puede producir bioetanol a base de maíz en plantas de gran escala y también en
plantas más pequeñas. Existen desarrollos tecnológicos y plantas en funcionamiento en
ambos modelos.
Una planta de gran escala de referencia para el país podría ser una planta que produce
81,8 mil metros cúbicos anuales de alcohol, cuya demanda de maíz ronda las 221 mil
toneladas al año.1 Esta tecnología opera en Argentina desde hace varios años.
Por su parte, una planta pequeña, como algunas de las que están operando o a punto de
entrar en funcionamiento, puede producir unos 5,1 mil metros cúbicos de alcohol y
demandar 13,8 mil toneladas de maíz por año.
Nótese que las relaciones anteriores suponen una misma eficiencia de conversión,
independientemente del tamaño de la planta. Este es un supuesto clave para cualquier
1 Hay plantas en Estados Unidos, e incluso en Argentina, más grandes que la señalada como referencia.
7
evaluación y análisis comparado, que sería válido de acuerdo al relevamiento de mercado
realizado: una planta pequeña puede ser a priori tan eficiente como una planta grande.2
En ambos modelos tecnológicos se producen alcohol y subproductos, aunque los
productos pueden no ser estrictamente los mismos, considerando la posibilidad de
generar alcohol anhidro o hidratado3 y burlanda húmeda o seca (con o sin solubles).4 En
el caso de las plantas grandes que operan en Córdoba, el alcohol es anhidro; en las
chicas que están a punto de operar es hidratado (no cuentan con módulo de
deshidratación).5 Algo parecido sucede con la burlanda, las plantas más grandes y
recientemente instaladas cuentan con secadora, no así las más pequeñas, que sacarán el
subproducto con un contenido importante de agua. El secado implica una inversión
adicional y tiene un costo importante (proceso intensivo en energía), su ventaja es que
alarga la vida útil del producto y permite enviarlo a mercados más distantes
(exportación).
En función de las escalas de referencia antes mencionados, puede deducirse que una
planta grande sería equivalente a 16 plantas pequeñas en lo que hace a volumen de
producción.
¿Qué ventajas competitivas pueden tener las plantas pequeñas en relación a las grandes?
A continuación se realiza un análisis comparativo entre ambos tamaños de plantas en tres
aspectos que, evaluados en conjunto, serían favorables a las destilerías pequeñas:
a) La facilidad / dificultad de originar la materia prima (maíz), y los costos de transporte asociados;
b) La facilidad / dificultad de colocación del subproducto (burlanda), y los costos de transporte asociados;
c) La facilidad / dificultad de colocación del producto principal (bioetanol), y los costos de transporte asociados.
El objetivo es determinar si la logística de abastecimiento y/o colocación de productos
elaborados puede ser más o menos dificultosa según escalas de plantas y si, dado lo
2 La eficiencia de las plantas pequeñas, a diferencia de las grandes, deberá validarse con el tiempo, considerando que no
tienen todavía un historial similar al de las plantas de mayor tamaño, al menos en Argentina. 3 El alcohol que va a la mezcla con las naftas es el alcohol anhidro. Esto implica que las plantas pequeñas, de no tener
equipo de deshidratación, deberán enviar su producto a una empresa industrial que sí lo tenga, si desean sumarse
como proveedoras de alcohol para combustible. 4 El proceso genera dos subproductos: “granos destilados” y “sólidos solubles (vinaza)”. En las plantas grandes y en el
proceso convencional, generalmente, ambos subproductos son conjugados en uno para facilitar su
comercialización, conocido como DGS (Distiller Grains with Solubles), o “burlanda”, que según se lo
comercialice en estado húmedo o seco, se le conoce como WDGS (burlanda húmeda) o DDGS (burlanda seca). La
vinaza es un compuesto que tiene un 95% de agua y un 5% de sólidos. Las plantas grandes someten la vinaza a un
proceso en el cual se evapora gran parte del agua, obteniendo una especie de jarabe que luego es mezclado con los
sólidos insolubles, conformando así la burlanda húmeda o seca con solubles (WDGS o DDGS). En el caso de las
plantas pequeñas, la tecnología convencional no realiza ni evaporación de la vinaza liviana ni mezclado, lo que
deriva en un ahorro de energía (gas). En estas plantas pequeñas la intención es utilizar la vinaza como bebida
bovina, pero esto está en proceso de evaluación, por lo que en caso de verificarse imposibilidad, las plantas
pequeñas deben definir qué hacer con la vinaza. 5 Se podría agregar el módulo. Se desconoce si la eficiencia sería exactamente la misma que la de una planta grande.
8
anterior, puede haber ahorros/desahorros en materia de transportes según el modelo de
negocios adoptado.
Una consideración que tiene mucha relevancia en el análisis que sigue es que las
destilerías pequeñas (al menos así sucede con las que están en vías de operación en
Córdoba) se encuentren radicadas en establecimientos que producen animales bajo
sistemas intensivos de engordede escala importante (+4.000 animales diarios
engordados), que son grandes consumidores de energía y fibra vegetal para la
alimentación animal. Se trabaja con este último supuesto; disponer de un feedlot de al
menos la escala antes referida sería una condición “necesaria” para que una inversión en
una pequeña destilería de alcohol pueda ser conveniente.
Otros aspectos que debieran compararse entre escalas de plantas, que no han sido
incluidos en este documento, serían: a) el costo de la inversión; b) los requerimientos y
costos de mano de obra; c) los requerimientos y costos de la energía; d) los
requerimientos y costos de servicios especializados de procesos y asistencia técnica;
entre otros. En todos los casos, medidos por unidad de producto elaborado.
En los apartados que siguen se analiza el tema de la logística y transporte en un ejercicio
que compara, dada la necesidad de igualar el nivel de producción en ambos esquemas,
entre 1 planta grande versus 16 pequeñas plantas.
Originación y transporte de la materia prima
Tanto las unidades pequeñas como las grandes se abastecen de maíz, el que deberá ser
movilizado hasta la planta por un medio de transporte. Para la pequeña destilería se
supone que dispone de la mitad de maíz in situ, debiendo recurrir al mercado para
hacerse de la restante mitad. Resulta interesante comparar la facilidad de originar el maíz
y los costos que deberán asumir unas y otras.6
La estimación del costo de transportar la materia prima que requiere una planta de escala
grande y la cantidad de plantas pequeñas equivalente exige, en primer lugar, el cálculo
del área de originación del maíz. Para ello se tienen en cuenta diversos indicadores:7
- Demanda de maíz anual: 221 mil toneladas en la planta grande versus 13,8 mil
toneladas en cada una de las 16 plantas pequeñas; en estas últimas se supone
que deberán salir a “buscar” la mitad del maíz (6,9 mil toneladas), y que
dispondrán la otra mitad in situ;8
- Rinde del maíz: 7,5 tn/ha
6 En algunos casos estos costos de transporte podrían ser cero, sería el caso donde la planta pequeña se localiza dentro de
un establecimiento que produce el maíz suficiente y en un lugar específico dentro del campo donde habitualmente
el productor almacena los granos (silos de almacenamiento, silos de feedlot, etc.) antes de su uso y/o
comercialización. 7 Corresponden a valores promedio para la provincia de Córdoba. 8 Debe recordarse nuevamente que, desde la perspectiva de un inversor agropecuario, la conveniencia y la factibilidad
económica de las pequeñas destilerías está muy condicionada al emplazamiento de la planta en un establecimiento
que cuente con engorde intensivo a corral y producción agrícola propia de cierta escala.
9
- Densidad de maíz (superficie con maíz / superficie agrícola): 24,3%
- Densidad agrícola, promedio de zonas productivas de Córdoba, Santa Fe y Buenos
Aires (superficie agrícola / superficie total): 36%
- Porcentaje excedente (porcentaje de la producción de maíz destinada a
exportación): 71,1%.
- Densidad vial9 (kilómetros lineales de red vial primaria y secundaria por cada 100
kilómetros cuadrados de superficie en Provincia de Córdoba, año 2011): 18 km
En cada caso se requiere obtener la extensión de superficie agrícola que será necesaria
para satisfacer la demanda anual de maíz. Para ello se tiene en cuenta el rinde del maíz,
así como también el hecho de que no toda el área alrededor de la planta industrial
dispondrá de maíz (ratio hectáreas implantadas con maíz / hectáreas implantadas
totales), como tampoco toda el área alrededor de la planta será (necesariamente) zona
agrícola (ratio has agrícolas / has totales). Se considera también el porcentaje de la
producción de maíz excedente, es decir, el que no es demandado por otras actividades
como la bovina, la porcina, la aviar, las moliendas, etc. Se agrega una corrección
adicional, la de la densidad vial, que aumenta la distancia a recorrer para adquirir el maíz.
Una vez obtenida el área requerida para abastecer de maíz a cada planta, se obtiene el
radio de dicha circunferencia, lo que indica la distancia máxima que se deberá recorrer
para obtener la materia prima. Cuando estos cálculos se realizan para una planta de la
escala de referencia, arrojan como resultado un radio de 91 kilómetros, mientras que
para las pequeñas, de 23 kilómetros para cada una. Como ya se ha mencionado, se
supone que estas últimas solo requieren el servicio de flete para la mitad de la demanda
de maíz, ya que la otra mitad la disponen en el propio establecimiento donde se localiza
la destilería.10
Por otro lado, la cantidad de camiones de maíz al año que demanda una planta de 81,8
mil metros cúbicos de producción de alcohol son 7.892, mientras que una pequeña
destilería requeriría 247 camiones (si se consideran las 16 destilerías pequeñas, éstas
demandan la mitad de camiones que la planta grande de referencia).
9 Se calcula para la provincia de Córdoba en base a datos del Consejo Vial Federal, año 2011. 10 Se considera que todo establecimiento agropecuario usualmente dispone de un lugar donde concentra la producción de
maíz, antes de su uso en el propio campo o de su comercialización. El costo de traslado hacia este centro de
“distribución” no se imputa a la pequeña destilería, dado que se entiende debe realizarse independientemente de la
existencia o no de esta última.
10
Cuadro 3: Cálculo de costos de transporte de la materia prima* – Pequeña destilería y
Planta grande de referencia –**
* Para los cálculos se toman fletes sugeridos por FECOTAC a julio de 2016.
** En el ejercicio se supone que las pequeñas destilerías sólo deben “originar con costo de transporte” el 50% del maíz que necesitan, dado que el resto lo disponen de propia producción (no se imputa costo de traslado interno en el campo, se considera que este traslado existiría independientemente de la destilería).
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
En base a la cantidad de camiones requerida y a los kilómetros que deben recorrer (como
máximo), y tomando tarifas sugeridas por FECOTAC a julio de 2016, se puede estimar el
costo de transporte teórico de la materia prima para la planta de referencia y para las 16
plantas pequeñas equivalentes. El valor obtenido en el primer caso asciende a 52
millones de pesos, mientras que para cada mini planta es de 830 mil pesos, lo que en
términos agregados asciende a 13,3 millones de pesos. Esto determina un ahorro en
concepto de costos de transporte de la materia prima de 38,7 millones de pesos por año,
un 74% menos que en la de la planta de mayor escala, para igual producción de
bioetanol.
11
Mapa 1: Estimación del costo de transporte de la materia prima en planta de referencia
Área = 2,6 millones de hectáreas / Radio = 91 kilómetros
Nota: la ubicación de las plantas en este mapa no responde a ningún criterio de conveniencia, solo a los fines de representar el área de originación de maíz de cada una.
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
Mapa 2: Estimación del costo de transporte de la materia prima en 16 Miniplanta
Área: 104,0 mil hectáreas / Radio = 23 kilómetros
Nota: la ubicación de las plantas en este mapa no responde a ningún criterio de conveniencia, solo a los fines de representar el área de originación de maíz de cada una.
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
12
Logística de transporte del bioetanol
Las plantas grandes actualmente en operación no asumen el costo de envío del bioetanol.
El precio que reciben por su producto, determinado por el Ministerio de Energía y Minería
de la Nación, representa un valor en planta, siendo las empresas petroleras
(denominadas Mezcladoras) las que lo retiran con sus propios camiones.
Las miniplantas, en cambio, sí afrontarían un costo de transporte del producto principal
en función del supuesto tecnológico antes realizado: el bioetanol que elaboran es
hidratado (con una concentración de alcohol del 95,5%), siendo éste apto para utilizar en
autos flex-fuel pero no para ser mezclado con naftas. Para esto último es requerido un
proceso productivo adicional, la anhidración, que lleva al bioetanol a una concentración
de 99,7% (alcohol anhidro).
Para comparar se supone que se dispone de plantas de anhidración, con capacidad para
recibir el alcohol elaborado por 8 miniplantas, con lo cual se requeriría de dos
establecimientos de anhidración para el ejercicio bajo análisis. El bioetanol hidratado sería
transportado desde las plantas pequeñas hasta estos establecimientos para obtener
bioetanol anhidro, el que será luego retirado de allí por las petroleras.
El envío de la producción de cada planta pequeña requiere 138 camiones por año (37 mil
litros por camión). Puede suponerse que la planta anhidradora se radicará a una distancia
promedio de 100 kilómetros respecto de las 8 miniplantas de las cuales recibirá bioetanol.
Esto determina un costo de transporte anual de $1,4 millones por cada planta, lo que
para el conjunto de 16 establecimientos asciende a $22,5 millones. La totalidad de este
importe representa un desahorro en términos de costos de transporte para este esquema
productivo, ya que para las plantas actuales este costo es nulo.
Escenarios alternativos podrían sucederse si parte de la producción se destinara a corte y
parte a consumo directo en autos flex-fuel, lo que reduciría este costo de flete en la
proporción en la que se destine a este último fin (que no requiere anhidración, por lo
tanto transporte a la planta anhidradora). Sin embargo hasta el momento, si bien se
producen, no se ha difundido su el uso de este tipo de vehículos en el país.
Cuadro 4: Cálculo de costos de transporte del producto principal – Miniplanta y planta de referencia
Nota: valores de fletes tomados de los sugeridos por FECOTAC a julio de 2016.
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
13
Logística de colocación y transporte de la burlanda
La producción de bioetanol genera, como subproducto, una significativa cantidad de
burlanda. Por cada tonelada de maíz que se procesa se obtienen 1,04 toneladas de
burlanda en base húmeda. Tomando esta relación, se obtiene que la planta grande
produce casi 230 mil toneladas de este subproducto por año, mientras que cada
miniplanta obtiene 14,4 mil toneladas (dado el supuesto de igual eficiencia productiva, las
16 pequeñas destilerías generan en conjunto la misma cantidad de subproducto que la
planta grande).
Este producto es utilizado en alimentación animal, fundamentalmente alimentación de
bovinos. Las plantas actualmente en operación comercializan la burlanda (normalmente
húmeda) en establecimientos agropecuarios de la zona (engorde bovino a corral y
tambos) y en otros casos secan el producto y lo envían a exportación.
En la configuración de las miniplantas, este producto no entraría al canal comercial ya
que, como se mencionara, una condición sine qua non, es la instalación de la planta
industrial en un establecimiento que disponga de un sistema de engorde bovino
intensivo.
Esta diferencia determina un ahorro importante en términos de costos de transporte por
parte de las plantas pequeñas, en relación a la planta de referencia. Tomando el costo de
flete sugerido por FECOTAC en julio para un viaje de 100 kilómetros (suponiendo que
esta es la distancia promedio de comercialización actual de la burlanda),11 considerando
un camión de 28 toneladas de burlanda húmeda, la planta de referencia afronta un costo
anual de $57,8 millones por este concepto. A este monto asciende entonces el ahorro del
que gozarían las miniplantas en comparación con la configuración de la producción actual
de bioetanol.
Cuadro 5: Cálculo de costos de transporte del subproducto – Miniplanta y planta de
referencia
Nota: valores de fletes tomados de los sugeridos por FECOTAC a julio de 2016.
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
11El volumen de burlanda que genera la planta grande de referencia es suficiente para suplementar a 147.522 bovinos
bajo un ciclo de engorde de 166 días (y un consumo de burlanda por cabeza engordada de 1.559 kilos). De suponer
que se realicen 2 ciclos anuales, representaría una carga instantánea de 73.761 cabezas. Según datos de
establecimientos de engorde fiscalizados por SENASA en 2014, ese número se equipara casi con la suma de los
departamentos Colón, Totoral y Río Primero (78.149 cabezas), o representa el 70% del departamento Río Cuarto
(106.202 cabezas).
14
En síntesis
En este punto se consideran en forma conjunta los ahorros y desahorros en costos de
transporte que permite la producción de bioetanol del conjunto de 16 miniplantas en
relación a una planta grande. Esta última goza de la ventaja de no tener que movilizar la
producción de bioetanol, pero tiene la desventaja de tener transportar la burlanda, y en
lo que respecta a la materia prima, deberá originar maíz desde una mayor distancia. En el
neto, la diferencia se expresa a favor de las plantas pequeñas, las que permiten ahorrar
el 67% de los costos de transporte, equivalente a alrededor de $74,0 millones por año.
Esquema 1: Comparación costos de transporte –Planta grande vs pequeñas destilerías
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
Intensidad de uso de servicios de transporte
En la comparación anterior no se incluyó el costo de transportar el producto final por ser
asumido por las empresas petroleras (el costo de este ítem adjudicado a las miniplantas
correspondía al transporte del bioetanol desde las mismas hasta las plantas
anhidradoras).
En este punto se valora la cantidad total de camiones requeridos en ambos esquemas
productivos, así como los litros de gasoil necesarios en cada uno, independientemente del
agente económico que asuma el costo de transporte. El objetivo aquí es determinar si el
conjunto de 16 plantas pequeñas permite un menor deterioro de caminos y rutas y un
ahorro en los requerimientos de combustibles.
Para esto, a la cantidad de fletes necesarios para transportar maíz, bioetanol y burlanda,
se le deben adicionar aquellos requeridos para proveer de gas licuado de petróleo (GLP)
15
a las miniplantas. Al estar atada la localización de las mismas a la de los feedlots, los que
se encuentran en zonas rurales, los pequeños establecimientos deberán utilizar GLP,
consumo que requerirá de camiones adicionales a los que demanda la planta de
referencia. Esto es porque los establecimientos actualmente en operación disponen de
gas de red por radicarse sobre troncos de distribución de gas, por lo que este ítem no
rige para ellos.12
La cantidad de camiones necesarios
En un escenario de máxima, cada miniplanta consume casi 1.800 kilos de GLP por día.
Las 16 demandan, por año, 9.488 toneladas de GLP. Considerando que cada camión
transporta 15 toneladas, el conjunto de 16 establecimientos precisa 633 camiones por
año.
Respecto al maíz, la cantidad de camiones requeridos por el conjunto de 16 miniplantas
asciende a 3.946, la mitad que para la planta de referencia, dado el supuesto realizado
sobre la disponibilidad de parte del requerimiento de maíz in situ.
El transporte del producto final demanda, para el establecimiento de referencia, 2.212
camiones por año. Para el conjunto de 16 pequeños establecimientos, este número se
duplica, ya que es necesario un traslado previo al de la venta del bioetanol, de las
miniplantas a las plantas anhidradoras. Por lo que la cantidad de camiones demandados
por año asciende a 4.424.
Finalmente, el transporte de la burlanda se ahorra en forma total en la configuración del
esquema de pequeña escala. Esto es porque el subproducto es consumido en forma total
por el feedlot asociado a cada planta. Por el contrario, el subproducto de la planta grande
de referencia entra al canal comercial, demandando 8.207 camiones por año.
En resumen, las 16 miniplantas requieren de 9.003 camiones al año, mientras que la
planta grande de referencia unos 18.311. Así, las plantas pequeñas reducen en más de
un 50% el requerimiento anual de camiones (9.308 unidades).
Cuadro 6: Cantidad de camiones requeridos por año
Producto Planta grande 16 destilerías pequeñas
Maíz 7.892 3.946
Bioetanol 2.212 4.424
Burlanda 8.207 0
GLP 0 633
Total 18.311 9.003
Ahorro en esquema
destilerías pequeñas
9.308
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
12 Esta es una ventaja de las plantas grandes.
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El consumo de gasoil
La demanda de una menor cantidad de viajes de camiones por parte del conjunto de
miniplantas implica un menor consumo de gasoil respecto de la planta grande.
Considerando la cantidad de camiones necesarios en cada uno de los esquemas
productivos y teniendo en cuenta un consumo promedio de 40 litros de gasoil por camión
cada 100 kilómetros, el ahorro de combustible dependerá de la cantidad de kilómetros
recorridos.
Se supone que para transportar el maíz que se utilizará como insumo la planta grande
debe recorrer, según el ejercicio teórico realizado previamente, hasta 91 kilómetros,
mientras que cada miniplanta debe recorrer hasta 23 kilómetros (por la mitad del
requerimiento).
Por otro lado, el producto final es retirado de las plantas por las petroleras para ser
mezclado con nafta; se supone que se recorre, en promedio, 550 kilómetros tanto en el
caso de las miniplantas como de la planta de referencia. Pero debe tenerse en cuenta
que el bioetanol obtenido en las primeras debe ser llevado a una planta anhidradora
donde se realiza el último paso del proceso productivo con el fin de hacer al bioetanol
apto para corte. Este transporte se supone que es, en promedio, de 100 kilómetros.
La burlanda obtenida en la planta grande debe ser transportada hasta diversos
establecimientos con animales que la consuman como alimento (o enviada a los puertos
de exportación). Se considera para esto una distancia promedio de 100 kilómetros. Los
establecimientos pequeños no requieren este transporte ya que el subproducto es
utilizado por el feedlot al cual se encuentran asociadas.
Por último, los camiones demandados para abastecer de GLP a las miniplantas parten,
cuando el destino es algún punto de la provincia de Córdoba, de la localidad de Monte
Cristo. Se toma una distancia promedio de 150 kilómetros para la distribución de GLP.
Cuadro 7: Litros de gasoil requeridos por año
Supuesto: demanda de gasoil por cada 100 kilómetros recorridos = 40 litros
Planta grande Pequeñas destilerías (16)
Producto Cantidad
de camiones
Km a recorrer
c/camión
Total km recorridos
Litros de gasoil
Cantidad de
camiones
Km a recorrer
c/ camión
Total km recorridos
Litros de gasoil
Maíz 7.892 91 721.278 288. 511 3.946 23 90.160 36.064
Bioetanol 2.212 550 1.216.541 486.616 4.424 100/550* 1.437.730 575.092
Burlanda 8.207 100 820.738 328.295 0 0 0 0
GLP 0 0 0 0 633 150 94.950 37.980
Total 18.311
2.758.557 1.103.423 9.003
1.622.839 649.136
Nota: La mitad de los camiones requeridos realizan viajes, en promedio, de 100 kilómetros (de cada Miniplanta a planta anhidradora), y la otra mitad recorre, en promedio, 550 kilómetros (de planta anhidradora a refinería).
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
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En base a estos supuestos, los cálculos determinan que el esquema productivo de
pequeña escala conlleva un consumo de gasoil anual en transporte de dos materias
primas (maíz y GLP), del producto final y del subproducto, de 649,1 mil litros, mientras
que la planta de referencia requiere 1.103,4 mil litros por año por los mismos conceptos.
Así, el ahorro en litros de gasoil que permiten las miniplantas en su conjunto asciende al
41%, 454,3 mil litros por año.
Consideraciones finales
En los próximos años la disponibilidad de maíz en el mercado interno crecerá de la mano
de un aumento importante de la producción, impulsado por la mejora en las condiciones
que el mercado ofrece a los productores del cereal.
Será mayor entonces el desafío de incrementar los usos del cereal en el mercado interno,
en cualquiera de sus destinos relevantes, ya sea transformación en proteínas animales,
generación de alimentos humanos a base de maíz y/o producción de biocombustibles.
El mercado interno del etanol ha crecido significativamente desde la entrada en vigencia
del marco regulatorio que obliga a mezclar naftas con combustibles basados en fuentes
renovables. Actualmente más de 1 millón de toneladas de maíz se transforman en alcohol
con destino su uso como combustible para vehículos.
El mercado interno de los biocombustibles crecerá en los próximos años por el propio
aumento del consumo de naftas. Pero también puede hacerlo si el marco regulatorio
define un porcentaje de mezcla más ambicioso que el actual 12%.
La mayor producción que se necesitará para cumplir con un corte más alto podrá
provenir de las empresas que actualmente operan en el mercado (y tienen margen para
expandirse) y/o de nuevos emprendimientos. En este último caso, el organismo regulador
se verá en la disyuntiva de asignar los cupos adicionales de producción a modelos de
negocios a gran escala (plantas como las vigentes) y/o a modelos de destilerías más
pequeñas que operan en establecimientos agropecuarios que cuentan con sistemas
intensivos de engorde de bovinos.
Estas pequeñas destilerías tienen ventajas asociadas a la facilidad de originación de la
materia prima, de colocación del principal sub-producto (burlanda), a la menor necesidad
de servicios de transporte (descongestión de rutas) y por ende de consumo de
combustibles. Y si además logran una productividad comparable a la de las grandes
plantas y disponen de un sistema de gestión que minimiza posibles des-economías de
escala, pueden ser candidatas muy competitivas para participar en el sistema de
producción de etanol para combustibles.