dos fabricas sevillanas de aplicacion militar (siglos...

53
DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS XVIII Y XIX) por ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA El objeto de este trabajo, es dar a conocer una parte de la impor- tancia que tuvo Sevilla, respecto a la industria de aplicación militar. Sevilla fue, a comienzos del siglo XVI, la urbe española con mas alto grado de esplendor y se convierte, de ser una de las metrópolis mas populosas de Europa, en el principal centro comercial de España. En el aspecto de industria militar, logra establecer una Fundición de Cañones y una vez constituido el Cuerpo de Artillería se instala en Sevilla la Maestranza para la recomposición y conservación del ar- mamento y material. En este caminar industrial se llega a la implan- tación de una Fábrica de Salitre dado el transcendental elemento que constituye la pólvora. Años más tarde se llega al montaje de una Fábrica de Fusiles, y dado las diferentes transformaciones que se producen en los artificios se constituye la llamada Pirotecnica Mili - tar. Nos limitaremos al estudio de las fábricas de Salitre y Fusiles, dado que las otras industrias ya han sido abordadas, en otros trabajos. LA FABRICA DEL SALITRE EN SEVILLA El salitre, era un producto que se encontraba en las eflorescencias que debido a la humedad se producían en ciertas tierras. Con el de- sarrollo de la Alquimia se le denominó Sal Niter. Su obtención, que

Upload: others

Post on 17-Mar-2021

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR

(SIGLOS XVIII Y XIX)

por ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

El objeto de este trabajo, es dar a conocer una parte de la impor­tancia que tuvo Sevilla, respecto a la industria de aplicación militar.

Sevilla fue, a comienzos del siglo XVI, la urbe española con mas alto grado de esplendor y se convierte, de ser una de las metrópolis mas populosas de Europa, en el principal centro comercial de España. En el aspecto de industria militar, logra establecer una Fundición de Cañones y una vez constituido el Cuerpo de Artillería se instala en Sevilla la Maestranza para la recomposición y conservación del ar­mamento y material. En este caminar industrial se llega a la implan­tación de una Fábrica de Salitre dado el transcendental elemento que constituye la pólvora. Años más tarde se llega al montaje de una Fábrica de Fusiles, y dado las diferentes transformaciones que se producen en los artificios se constituye la llamada Pirotecnica Mili­tar.

Nos limitaremos al estudio de las fábricas de Salitre y Fusiles, dado que las otras industrias ya han sido abordadas, en otros trabajos.

LA FABRICA DEL SALITRE EN SEVILLA

El salitre, era un producto que se encontraba en las eflorescencias que debido a la humedad se producían en ciertas tierras. Con el de­sarrollo de la Alquimia se le denominó Sal Niter. Su obtención, que

Page 2: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

158 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

no se comercializa hasta el siglo XVI, consistía en rellenar de es­combros los llamados criaderos de salitre y regarlos con asiduidad. Cuando salían las eflorescencias se raspaban y se les disolvía en agua caliente, lográndose legias nitradas. Por calentamiento suave hasta la evaporación se obtenía el salitre cristalizado.

La idea de crear en Sevilla una fábrica de Salitre se manifiesta en un Real Decreto fechado el año 1756. El rey Femando VI a instancias del Conde de Aranda, director general de la Artillería, ordenó esta­blecer cuatro arsenales para que custodiasen los armamentos y depó­sitos de guerra en las ciudades de Barcelona, Zaragoza, La Coruña y Sevilla que abarcaría toda Andalucía, Extremadura y presidios de A frica.

En dicho año 1756, se hallaba en la Corte gobernando las admi­nistraciones generales de la Real Aduana, Lanas, Rentas Provinciales, Pólvora, Plomo y Azogüe, el señor don Juan González de la Riva, caballero de la orden de Calatrava, del Consejo de S.M., en el Tri­bunal de la Contaduría Mayor de Cuentas, del que también formaban parte los Sres. don Luis Ibarra y Larrea y don Francisco de Cuellar.

Estos tres señores acordaron el 8 de Junio del citado año, enviar a don José Martínez de Elizalde, Tercer Contador de la Real Aduana del Reino de Sevilla, un escrito, en el que le decían:

«Debiendo fomentar por todos los medios posibles la labor del Salitre como principal material para la de la pólvora, de que tanto se necesita; y teniendo prevenido a este fin lo conveniente a don Ber­nardo de Albarrán, administrador de las Fábricas de Granada, nos avisa, que habiendo enviado a dos oficiales inteligentes de las mismas a reconocer los parajes en que hay sitios salitrosos que disfrutar, es­tableciendo en ellos nuevas salitrerías, le han asegurado se.encuentran diferentes en ese Reino a propósito para el intento, pero con espe­cialidad en las inmediaciones de esa ciudad, donde así, por lo exten­sivo de los sitios, como por la vecindad del río y otras proporciones parece convendrá mucho su disfrute y exigir allí una o más salitrerías: en cuya consecuencia prevenimos a V.S. que procediendo de acuerdo con dicho Albarrán, disponga V.S. se pase a hacer nuevo reconoci­miento y en su caso disponer lo necesario para la nueva salitrería, especialmente nombrado V.S. algún dependiente de las Rentas que administra, de su satisfacción para que cuide de todo, llevando cuenta y razón de los gastos que ocasionasen en este motivo, mediante a que este particular ni lo puede, ni debe tener el fabricante que enviase el mismo administrador, como ajeno de su facultad; y siendo este asunto de los que en que el Real Servicio se interesa más particularmente,

Page 3: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 159

esperamos que el celo y eficacia de V.S. atenderá a su importancia con la puntualidad que en todo acostumbra. Madrid 8 junio 1756». Lo firmaban Luis Ibarra y Larrea, Franciscoco de Cuellar y Juan González de Ja Riva.

Hizo saber don José este escrito a su hermano don Faustino, en­cargado de el Filato principal de las Rentillas, y acordaron poner en marcha el asunto, iniciando el reconocimiento de terrenos en espera de la llegada de algún técnico, como así ocurrió el 7 de Julio, fecha en que llegaron dos maestros polvoristas procedentes de Granada, que se presentaron a los hermanos Martínez Elizalde. Al día siguiente reco­nocieron las abundantes tierras seleccionadas para obtener salitre , desde la Pta. de la Carne a la del Osario. Tras prepararlas para el destilado de las legias, se obtuvieron cinco cubos de concentrado de Salitre que fueron conservados en un barril de barro. Marcharon los polvoristas a Ecija para estudiar aquellas tierras y cuando regresaron continuaron viaje a Granada sin despedirse de nadie. A la vista de esta situación, decidieron los hermanos Elizalde seguir por su cuenta la empresa, realizando las pruebas y experimentos que obtenían, a través de la lectura de los libros de Química y Física experimental.

Así permanecieron todo el invierno, cuando don Faustino fue vi­sitado por un hombre llamado Espejo, que dijo ser Maestro cohetero y que sabía fabricar Salitre. Como respondiera con seguridad a las preguntas que le hizo, lo presentó a su hermano José, el cual deter­minó encargarle de que planificara el taller para obtener Salitre, que sería construido, en la casa perteneciente a la huerta llamada de el Molinillo que lindaba con el Prado del Quemadero.

La primera operación que se realizó fue, barrer las tierras com­prendidas desde las casillas de Pedroza, detrás del convento de San Agustín, Caños de Carmona y Monte del Rey, llevando lo obtenido a la huerta del Molinillo, donde cocieron el producto en un perol, re­sultando de la infusión alguna parte de Salitre de buena calidad. Cuando parecía encarrilado el trabajo, el tal Espejo que solía embo­rracharse a diario, abandonando su misión, casi destruyó la labor realizada, ya que los cocimientos de legia los dejaba pasar de punto, convirtiéndose en meloja o quedaban crudas. La constante labor de los hermanos Martínez Elizalde, lograron a principios de 1757 obtener algunas importantes muestras de Salitre que fueron clasificadas en tres clases: la primera, Salitre blanco en aguas, muy limpio de sal; la se­gunda, con arenillas sueltas, y la tercera formada a modo de un que-

Page 4: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

160 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

so jaspeado. Recogidas cada una de las muestras en unos cajoncitos fueron remitidas a Madrid el 6 de Marzo de 1757 con una carta diri­gida a don Juan González de la Riva, que decía:

Muy Sres. mios: Con motivo de la grave escasez de pólvora ex­perimentado en el reino, y de lo abundante que es de Salitre este te­rreno, se ha dedicado el cargado del almacén de pólvora acompañado de otro sujeto de toda garantía, a purificar tierras, sacar Salitre y fa­bricar las muestras que envio a vuestras señorías por mano del cosario Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre de la mejor calidad, espero que en vista de ello se sirvan vuestras señorías resolver lo que tuvieran por conveniente.

A esta carta contestaron los Sres. directores, lo siguiente:

Señor mío: Diego Becerril entregó el cajoncito con las muestras de Salitre para pólvora que nos envió, a quien se le pagó su porte. Y habiéndose reconocido el Salitre por los maestros polvoristas lo han hallado de perfecta calidad; en cuya inteligencia escribimos hoy a don Bernardo de Albarrán, administrador de la fábrica de pólvoras de Granada, para que envie a esa ciudad un oficial hábil para que de acuerdo con usted reconozca los parajes donde lo hay y haga sus experimentos y vea si los sitios salitrosos son abundantes y si puede tener cuenta establecer una fábrica correspondiendo lo que produzca a Jos gastos, para que en su caso se den las oportunas providencias; lo que avisamos a usted para que le ayude en todo lo que necesitare para este fm, instruyéndole de cuantas noticias haya adquirido y tuviere por conveniente para el mayor conocimiento de este importante asunto.

La carta fechada en Madrid el día 17 de Abril de 17 57, estaba fumada por los tres directores. Transcurrido un mes y a la vista de que en Granada no tenían persona idónea a quien mandar, los Sres. de Madrid volvieron a escribir a Sevilla lamentando lo ocurrido y apor­tando la siguiente solución:

«Disponga Ud. que por los sujetos que hayan hecho el primer ex­perimento de Salitre, se continuen estos con fom1alidad como también todos los reconocimientos y calas de los sitios, que se asegura haber en las cercanías de esa ciudad, encargando a Ud., comisiones para este asunto personas de juicio y madurez, a fin de que todo se ejecute con puntualidad y conocimiento, de suerte que no aventure la Real Ha­cienda los crecidos gastos que importarían, levantar en esa, una fábrica, sobre lo que resolvemos a la vista de lo que Ud. nos informe».

Page 5: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 161

Por esta fecha se crearon en España, cuatro Arsenales de Artillería 1•

Grave fue el aprieto que se le planteó a los hermanos Martínez Elizalde principalmente a don José, al hacerles responsables de la instalación de una fábrica de Salitre en Sevilla que fuese rentable.

Pero estos celosos servidores del Rey en la comprometida carrera de Rentas, superando el prudente temor al fracaso, determinaron seguir las experiencias para lo cual decidieron comprar una caldera con ca­bida para cien cubos, que les fue proporcionada a buen precio por Pedro Ruiz, tintorero sevillano establecido en la Alameda de Hércules.

Para poder utilizar dicha caldera, se mandó construir un horno y un cobertizo, que la cubriera en la parte de poniente, en la casa situada en la huerta del Molinillo.

Las coladeras (cedazos con agujeros) se colocaron en la pared frente de una alberca allí existente, y las tierras que se iban acopiando, se depositaron en una habitación de la casa y bajo un hermoso árbol de morera.

Preparados estos elementos, quedaba intentar convencer a Espejo de que abandonase su vicio de emborracharse. Para tal fin don Faustino comenzó a tratarlo con mayor confianza y cariño, aconse­jándole dejase el vino e invitándole a comer en su propia mesa. Para que se encargase de las coladeras se colocó a un tal Ruiz, que hasta entonces había ejercido el oficio de sepulturero en Alcalá de Guadaira. Otros cinco hombres fueron incluidos en las tareas de salitreros, des­tacando por su aplicación al trabajo, Pedro Maceda y Cristóbal Pérez.

J. REAL DECRETO de 19 de Octubre de 1756. COMUNICADO AL SECRETARIO del Despacho de Guerra, sobre haber establecido quatro Arsenales de Artillería. Por Ordenanza de 4 de Enero de 1741 se sirvió el Rey mi Padre, y Sefior (que Dios haya) nombrar quatro Tenientes Generales de Artíllería, para que residiendo en Barcelona, Puerto de Santa María, Badajoz, y Zaragoza, pudieran atender a las dependencias de este Cuerpo, y Ramo tan esencial de mis Exércitos. Sobre esta consideración, habiéndome hecho presente el Conde de Aranda, Director General de mi Real Artillería, e Ingeníeros, quanto conviene a mi servicio establecer quatro Arsenales de Artillería, para que se custodien los Armamentos, y Depositas de Guerra a presencia, vigilancia, y encargo de los expresados Tenientes Generales. con asistencia de otros quatro Tenientes Provinciales de Artillería de los mas antiguos, para que en cada uno pueda substituirle, si se ausenta. enferma, b fallece: he resuelto, que, sin preferencia de destinos. sean los quatro siguientes. Barcelona, que incorporará la Cataluña, Reynos de Valencia, y Murcia, Islas de Mallorca, e Ibiza. Zaragoza, los Reynos de Aragón, Navarra, Castilla la Nueva, Provincias de Vizcaya, Alava, Guipuzcoa, y Costas de Santander. Sevilla, todas las Andalucias, Estremadura, y Presidios de Africa. Coruña, la Galicía, Asturias, Reyno de Leon, y Castilla la Vieja, y en cada uno de ellos se forme un Arsenal de Artillería. Para poder tener noticia de los adelantamientos, y novedades que hubiere en los quatro referidos Arsenales, se establecerá otro pequeño en Madrid, al qua! se han de remitir, y quedar las Muestras, y Modelos de las ideas que se propongan, para que puedan determinarse con vuestro conocimiento, del Director General de mi Real Artillería, y otras inteligentes personas. Tendreis lo entendido para su cumplimiento. Señalado de la Real mano de S.M. en San Lorenzo el Real a 19 de Octubre de 1756. A Don Sebastian de Eslava.

Page 6: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

162 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

Gracias al interés personal de Don Fautisno se logró conseguir las legias a «concentración de huevo», llegando a cocerse hasta seis cal­deras diarias, sin la intervención de Espejo, que fue preciso despedirlo ya que no mejoró de sus borracheras diarias.

La gran riada que provocó el río Guadalquivir en Enero de 1758, invadió el taller del Salitre donde las aguas alcanzaron hasta cerca de las ventanas de la casa, atrapando a dos operarios, los cuales tuvieron que ser rescatados por una barca que fletó la Aduana.

Las aguas destruyeron el horno, haciendo pedazos las coladeras, recibidores, cuajadores y demás pertrechos que se hallaban dentro y fuera de la casa en el Molinillo. La caldera arrastrada por el torrente del río Tagarete, fue llevada en su postura natural hasta quedar parada en uno de los arcos de la alcantarilla llamada del ganado, situada en las inmediaciones de la Fábrica de Tabacos, de donde fue rescatada. El Salitre almacenado desapareció totalmente.

De este desastre fueron informados los Sres. directores, con el ruego de que determinaran la solución a seguir y enviaran un hombre con experiencia en Salitre. Aquellos, acordaron que se restableciera todo lo necesario para continuar la labor de la Salitreria, y les co­municaran, los gastos ocasionados al reconstruir lo destruido.

A la Fábrica de Pólvoras de Murcia, cuyo administrador era don Pedro Duro del Saz, se le ordenó enviara a Sevilla a un Maestro, para la preparación de las tierras salitrosas y determinara los operarios se­villanos que sabían desempeñar el oficio de salitreros.

Avanzada la primavera de 1758, llegó a Sevilla el 16 de Mayo, el maestro Ginés Ruiz, hombre de gran experiencia en la obtención del Salitre, acompañado de su esposa y un sobrino, también práctico en el asunto. Enseguida comenzó su labor de reconocer los terrenos, dicta­minando, que eran muy buenas tierras, lo que determinaría la posi­bilidad de establecer en Sevilla una Fábrica de Salitre.

Informado de ello el Sr. González de la Riva, ofició al Asistente de Sevilla, don Pedro de Samaniego, marqués de Monterreal y Su­perintendente, para que cediera a la corona un sitio donde establecer la nueva fábrica. Tras consultar al Cabildo y escuchar los dictámenes de los Sres. Veinte y Cuatro y Jurados, se acordó, a pesar de la oposición de algunos, que consideraban la fábrica nociva para la salud y peligrosa en caso de incendio, construirla frente al cuartel de ca­ballería que se encontraba a la salida del Puente de Triana, es decir, en el promontorio que se extendía desde cerca del almacén de made­ras de Segura hasta el almacén conocido por el de los Gigantes.

Page 7: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 163

Se comenzó la excavación de la colina, pero a los pocos días, el Cabildo municipal considerando que aquel lugar era más a propósito para paseo de los sevillanos, determinó que la fábrica de Salitre se construyera cerca de la ermita de San Sebastián. Reconocido este lu­gar por el maestro Ginés y los hermanos Martínez Elizalde, convi­nieron en dictaminar que el lugar no era a propósito dadas las salidas del río_ y estar propenso a inundaciones.

En espera de encontrar un nuevo emplazamiento, se dispuso pro­visionalmente, ocupar la barbacana de la Pta. de Jerez entre el arroyo Tagarete y la muralla que seguía hacia la fábrica de tabacos. Se construyó un cobertizo para la caldera y el cuajador, y entre las al­menas de la barbacana se colocaron las coladeras, hasta un total de veinte, dando comienzo nuevamente la obtención de Salitre. A causa de haber enfermado el Marqués de Monterreal afectado de fuerte hi­pocondría, se aplazó el lugar definitivo del emplazamiento de la fá­brica. Por orden médica se retiró para reponerse al pueblo de Dos Hermanas, lugar a donde fue a visitarlo don Faustino, al objeto de no demorar demasiado el nuevo emplazamiento y obtener del Marqués alguna solución. Este sugirió, como Asistente de Sevilla, que se re­corrieran las afueras de la ciudad y le indicasen si alguna huerta o solar inmediato a las murallas podría ser el lugar buscado. Así lo hizo don Faustino, eligiendo una huerta que ocupaba un amplio triángulo entre la Pta. del Sol y la del Osario, cuyo sitio quedaría independiente una vez que se construyera una tapia. Además, tenía la ventaja de que con solo cubrir la barbacana2 inmediata a la muralla se podrían dis­tribuir espacio para varias oficinas.

Informado el marqués de Monterreal de la propuesta, en cuanto estuvo mejorado de la enfermedad y regresó a Sevilla, propuso a los capitulares la indicada solución, que fue votada favorablemente, lo que permitió ceder dichos terrenos a favor de la Real Hacienda.

El escrito de la cesión, consta en el libro capitular de la Escriba­nía Mayor del Cabildo, recogido y certificado por el secretario Andrés Sánchez Montaña.

A esta notificación, contestaron los Administradores generales de la Real Aduana en un amplio escrito fechado el 18 de Julio de 1758 en el que, ordenaban se dieran comienzo los trabajos y se remitiera a Madrid el presupuesto del coste de la tapia y otras construcciones. Terminaba el escrito diciendo:

2. En las muraUas de una ciudad, lugar dispuesto como fortificación militar para defender las puertas.

Page 8: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

164 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

«En inteligencia de que después de haberse entregado la Real Hacienda de dicha posesión, se debe tasar judicialmente, para que siempre conste el valor que justamente tuviere en su día».

Tras la cesión formal de dicho terreno, se comenzó a depositar en él, tierra salitrosa, con el doble objeto de desalojar el sitio ocupado en la Puerta de Jerez y acreditar la propiedad de los nuevos terrenos donde se pensaba construir la fábrica.

Una vez delineado este terreno, se confeccionó el presupuesto de la tapia que lo encerraba, que iría coronada de almenas y tres puertas. La obra, fue valorada en 21.800 reales de vellón, por el Maestro Mayor de la ciudad don Francisco Sánchez de Aragón. Remitido a los Administradores en Madrid, se les solicitó permiso para construir otro horno correspondiente a una caldera con cabida para 700 cubos de legía.

Se recibió autorización, que tenía fecha 25 de Julio, aprobando la construcción, y se nombraba a don Cristóbal de Cozar, Medidor Ma­yor de tierras públicas, para que una vez reconocido el terreno cedi­do para la fábrica de Salitre, procediera a señalar el valor que tendría en venta real.

Dicho medidor, certificó el 13 de Agosto, que el lugar elegido tenía una superficie de dos aranzadas de tierra, siendo cada aranzada de 400 estadales y cada estada! de cuatro varas y una octava. La mayor parte del terreno estaba sembrado de hortalizas, y había plan­tadas dos hermosas moreras. Certificaba igualmente, que por estar dicho terreno más bajo que el camino real que le servía de linde en toda su longitud, era fácilmente anegable en caso de lluvias abun­dantes. A pesar de esta desventaja, por estar muy próximo a una de las puertas de la ciudad, se valoró el terreno en 6.600 reales de vellón.

Se retrasarían · estas gestiones debido al fallecimiento de la Reina doña María Bárbara de Portugal, pero el Asistente de Sevilla, que lo seguía siendo el Marqués de Monterreal, escribió al Señor González de la Riva sugiriéndole la conveniencia de actiar las gestiones antes de que llegaran las lluvias de otoño. Asimismo le participaba la opinión de los maestros de obras, de la necesidad de abrir los cimientos para la tapia en tiempo seco ya que de no hacerlo y dada la poca profun­didad del agua en dicha zona, habría que esperar al verano próximo. El Asistente sugiría además en su escrito:

Page 9: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 165

«Me ha parecido, que pues no es de considerable coste el abrir los cimientos, pues basta que sean de simple hormigón, que para evitar tan próximas contingencias se dé principio a Ja obra desde mañana 22 de Agosto, pues de otro modo quedaríamos responsables al perjuicio».

Como consecuencia de este asunto y sin esperar a que llegase la contestación, el 23 de Agosto de este años e dio comienzo a la cons­trucción de los cimientos.

Hasta el 17 de Septiembre no se recibió un escrito que tenía fecha del 12, en el que se comunicaba lo siguiente:

«Señor mío: A su tiempo recibimos Ja carta de V.S. de 22 del pasado, Jo que habiendo puesto en noticia de S.M. nos previene al Excmo. Sr. don Sebastián de Eslava, con fecha 5 del corriente, haber aprobado el Rey se ejecute la obra de Ja tapia sacándola a pública subasta procurando el mayor ahorro por todos los medios posibles». Lo firmaban en Madrid Jos Señores !barra, Cuellar y González de la Riva.

Cuando se recibió esta carta ya se habían construido los cimientos e incluso levantado ochenta y una vara de pared. Pero el nuevo y grave problema planteado, consistía en encontrar un sustituto al mur­ciano Glnés Ruiz, que además fuese muy competente, como solicita­ba don José Martínez Elizalde en el escrito elevado a la Superioridad:

«Este pobre alucinado -se refiere a Gines- dio principio a cocer las legías que producían las tierras de la Puerta de Jerez el día 22 de Agosto de 1758 y siendo así, que todas salían a prueba de huevo, y en las del papel lumbre, y gusto, se veía claramente ser su actividad de salitre, y no de sal, ni de otra materia alguna; de tres o cuatro calderas que remató por sus manos, no se vió siquiera una onza de salitre y para ocultar su simplicidad, arrojaba los caldos al arroyo, y fingía mil apariencias, ganando con oferta a los trabajadores para que guardasen secreto».

«Como mi hermano y yo descansábamos en la confianza de dicho Ginés, acudíamos frecuentemente a la presente fábrica donde se pa­gaban los jornales y amontonaba la tierra que diariamente se barría, y sólo de paso tocábamos en la Barbacana donde lo encontrábamos muy serio, fingiendo negocio para continuar su disimulo».

«Preguntábamosle, como no cuajaban aquellas cochas, y respon­día magistralmente, lo embarazaba el calor; pero que ellas lo darían a

Page 10: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

166 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

su tiempo. En fin, este mentecato ha desaparecido el día 16 de Se­tiembre, fingiendo iba a Coria en solicitud de ciertas vasijas que yo tenía contratadas, dejándonos burlados sin salitre y con mayores des­consuelo que Jos anteriores».

Surgido estos inconvenientes, se hicieron cargo del trabajo otros dos murcianos, llamados Domingo Ramírez y Juan Alvarez que lle­garon avalados con excelentes informes. Los dos nuevos personajes comenzaron pidiendo, le fuesen entregados ocho barreños grandes, se le abonase el valor de ciertos polvos que traían y que durante su trabajo no tuvieran testigos de vista. Transcurridos algunos días lo­graron entregar una libra de salitre, de excelente calidad, y solicitaron mayor caudal de agua, para poder seguir produciendo salitre.

En Octubre de este mismo año, le fue concedida a la fábrica dos pajas de agua, que le permitiría construir la fuente que necesitaban. Debido a que el agua habría de ser tomada del caudal de los Caños de Carmona y costear la obra de conducirla hasta la fábrica; para evitar este desembolso, se solicitó ayuda de los vecinos más próximos, que era el convento de los P.P. Trinitarios Calzados. Como este conven­to recibía seis pajas de agua y la conducción pasaba por delante de la fábrica, Don José, por encargo del Asistente de Ja Ciudad visitó al Padre Ministro del Convento para resolver este asunto, que se solventó a plena satisfacción de la siguiente forma:

Primero: el Convento consentía se condujesen las aguas a la Fá­brica a través de su propia cañería, quedando la Real Hacienda, con la obligación de concurrir en caso de rotura u otra obra, con la mitad del coste que tuviera.

Segundo: que fuese permitido el derribo del arca situada en medio del camino y fuese colocada en la tapia de la fábrica, operación que se realizaría sin que faltase en ningún momento agua al convento y sin gastos para el mismo.

El tercer convenio fue, que la Real Hacienda sufragaría la colo­cación en el arca de dos puertas con cerradura, dejando la del con­vento por la parte de afuera de la tapia para el libre uso de los frailes.

Una vez que al agua estuvo dentro de Ja fábrica se instaló una fuente provisional en la que se pintó el Real Escudo de armas, y en los lados, la figura de un joven sosteniendo un tarjetón que decía; el de la derecha: Reinando el Señor don Fernando Sexto y en el de la izquierda: Siendo Asistente el Marqués de Monterreal.

El 22 de Octubre de este mismo año llegó a Sevilla el Maestro Antonio Ruiz, destinado por el administrador de la Fábrica de Murcia

Page 11: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 167

don Pedro Duro del Saz, para sustituir a Ginés, y ponerse a las órde­nes del administrador de la fábrica de Alcázar de San Juan, don Vi­cente Millán Tareño, que acompañado de otro Maestro habían sido enviados por la Superioridad a Sevilla para que, como personas ex­perimentadas se hicieran cargo de los trabajos.

Durante todo el mes de Noviembre se dedicaron a estudiar los terrenos, realizando numerosas experiencias, que le dejaron conven­cidos de la bondad de las tierras, faltando solo la obtención de Salitre, para asegurar, que los informes emitidos por don José Martínez Elizalde eran exactos. Para conseguir dichos resultados se comenzó utilizando la caldera situada en la barbacana de la Puerta de Jerez empleando la tierra allí almacenada. Se mantuvo la operación toda una noche, pero a la mañana siguiente los nuevos encargados de los tra­bajos sólo habían conseguido una espuma grasienta al parecer sin nada de salitre. Cuando mayor era la desilución de don Vicente Millán y los dos maestros, les dió ánimo don Faustino Martínez Elizalde expli­cándole que aquellas espumas contenían gran riqueza de salitre fal­tando sólamente ponerlas en coagulación como les demostró, salpi­cando las espumas sobre el fuego y observando como chisporroteaban las legías cocidas.

Decidieron entonces trasladarse al lugar donde se pensaba instalar la fábrica, para hacer una nueva prueba con la tierra allí almacenada.

El problema que se le planteó a los nuevos especialistas venidos de Murcia y de la Mancha, fue, que venían acostumbrados a trabajar el Salitre obteniéndolo de tierras escasas de grasas y se hallaron que las tierras de Sevilla, eran fuertes y muy grasientas, lo que les obstaculizó sus métodos de extraerlo.

En los trabajos de explanación y tapia, al abrir los cimientos se encontraron dos husillos que correspondían a las aguas que iban desde la ciudad al Prado. Uno de ellos, se encontraba en la esquina de la puerta que se le llamó de los carros, próxima a la de la Ciudad lla­mada Puerta del Sol. Estas aguas, perjudicaban las obras exteriores, y al conjunto de las interiores, al extenderse formando lagunas. Para recogerlas, fue preciso construir una especie de túneles abovedados de 217 varas de longitud y altura de un hombre, para que pudieran ser limpiados una vez al año. La construcción tenía que ser recia para soportar las obras que se construirían encima. Como el coste de ellas encarecía el presupuesto, el Marqués de Monterreal resolvió que se hicieran dichos trabajos por cuenta separada, enviando las facturas a la Corte desde donde serían abonadas.

Page 12: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

168 ENRIQUE DE LA VEGA VlGUERA

Una vez terminada la tapia resultó medir 160 varas de largo por 7 de alto, una cimentación de 3 varas bajo tierra y unas almenas de vara y media de alto.

Cuando el maestro Aragón dió por temünadas las obras presentó el recibo de los gastos que ascendían a: 16.000 reales por el coste de los dos husillos y 27.775 reales y 17 maravedís por la tapia para cercar el terreno.

Según el informe descriptivo de las obras, se aseguraba que la Real Hacienda se había ahorrado casi la mitad de su valor real, gracias a dos conceptos: haber utilizado pedazos de muralla en vez de ladrillos, fortaleciendo los comienzos en un terreno fangoso como es por lo general el que circunda a Sevilla y segundo, las buenas gestiones llevadas a cabo por los hermanos Martínez Elizalde en cuanto a la compra de primeras materias y vigilancia de los trabajos.

Los meses de Diciembre de 1758 y de Enero del siguiente año, se emplearon en hacer pruebas, mientras continuaban las obras de la fá­brica: hornos, cuajadores, almacenes y oficinas.

Adquirida una caldera de 1.277 libras de cobre, al precio de ocho reales y medio la libra de cobre trabajado, importó 10.854 reales, la cual fue instalada en un sencillo cobertizo junto a la segunda torre de Ja muralla según se entra por la llamada puerta de los carros. La labor que quedaba por realizar era grande, ya que el resto del terreno aún no estaba limpio. Existían grandes matorrales, hasta el punto, que se veían correr conejos y lagartos, a pesar de los edificios que ya se habían edificado.

Una vez que los maestros manchegos dejaron en funcionamiento un par de hornos de los cuales se habían obtenido 36 arrobas y 4 li­bras de Salitre de buena calidad, regresaron a su fábrica de Alcázar de San Juan, ya que los artesanos que quedaban en Sevilla estaban lo suficienteme11te preparados para continuar el trabajo.

Satisfecha la Superioridad de la excelente labor realizada por los hermanos Martínez, dispuso nombrar administrador de la Fábrica de Salitre de Sevilla a don José Martínez Elizalde, asignándole un suel­do de tres mil reales anuales a partir de primeros de Setiembre de 1759, así, como nombrar auxiliar a su hermano Faustino, con igual sueldo.

Don José, que seguía su línea de trabajo, elevó un escrito a sus Superiores en el que entre otras cosas le decía:

Page 13: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 169

«De las tierras recogidas el pasado año 1758, se han fabricado hasta últimos de Agosto, 380 arrobas de Salitre utilizando solo una caldera».

«Conforme a lo acordado por vuestras señorías en fechas 8 de Mayo y 26 de Junio, se dió principio a la colocación de dos calderas grandes».

Proponía el Sr. Martínez en la misma carta, colocar las calderas en sitio cercano a los montones de tierra que se iban almacenando y utilizando como pilares «los derretidos de muralla» que existen den­tro de la fábrica, pues de lo contrario, el gasto de un cobertizo pro­visional sería dinero perdido.

En espera de las órdenes superiores, al recién nombrado adminis­trador de la fábrica de Salitre, dispuso, la terminación de la puerta llamada de los carros, al objeto de proteger aquella parte de la fábri­ca. Con fecha 9 de Octubre de 1759 recibió don José Martínez Elizalde carta firmada por don Luis Ibarra y Correa, que contestando a la suya, le decía:

«Señor Mio: A la vista de su carta de dos del corriente y hecho cargo de lo preciso que se hace la obra en esa fábrica de Salitre, disponga sean cubiertas las calderas colocándolas en sus correspon­dientes hornos, y así mismo den remate a la puerta de los carros para resguardar esa parte de la fábrica: cuyo costo, según manifiesta el maestro Feo. Sánchez de Aragón, ascenderá de ocho a diez mil reales de vellón. Procure en esto como en todo, el posible ahorro a la Real Hacienda, pero al mismo tiempo cuidando también de que la obra se haga con la mayor solidez y firmeza».

Para dar cumplimiento al escrito, comenzó por nivelar el terreno de la fábrica, poniéndolo a nivel con el camino. En cuanto a la termi­nación de la puerta de los carros, se realizó tomando el centro de la misma y formando un arco de cuatro varas de ancho y cinco de alto, colocando en la parte superior una repisa y balcón grande, sobre el cual se situó el escudo de armas del Rey Carlos III. A los lados se pintaron unos adornos. En los altos de la puerta, se estableció la ofi­cina destinada a contaduría, lugar donde se custodiaban los papeles. Se instaló una escalera y un pasadizo para unir este lugar con la torre de la muralla. Terminada la construcción, se mandó pintar un cuadro representando a Sta. Ana y la Virgen, copiándolos de las que se ve­neraban en la Parroquia de Triana. Desde aquel instante se reconoció a Sta. Ana, como Patrona y Abogada de la fábrica.

Page 14: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

170 ENRIQUE DE LA VEGA VlGUERA

En los comienzos del año 1760 continuaron las obras de acondicionamiento colocando coladeras, calderas y bancos para asientos y adorno. Falleció el buen maestro Antonio Ruiz, siendo sustituido por Tomás de Sepúlveda, al que se le agregaron los arte­sanos Juan de Dios Moreno y Pedro Maceda. Dada la necesidad de aminorar los gastos se procedió a trabajar también los días festivos, para lo cual se solicitó la correspondiente autorización del canónigo Provisor don José de Aguilar y Cueto en los siguientes términos:

«Muy Sr. mío: Con motivo de hallarse a mi cargo la Administra­ción general de las fábricas de Salitre de este Reino, paso a manifestar a vuestra señoría como las tierras de las que se saca este principal agente (que sirve para las fábricas de pólvoras) se recogen en la pre­sente estación de verano y días a propósito, por no serlos todos gene­ralmente y como urgencias de la Corona son grandes, se me encarga por la Superioridad, no omita cuantas diligencias convengan a fin de au­mentar la fábrica de dicha especie sin término ni limitación alguna».

«Por esta razón suplico a vuestra señoría se sirva permitir trabajen los peones y bestias los días de fiesta que sean preciso, y en que las tierras se encuentren en disposición de barrerse, pues de otro modo puede padecer notable perjuicio el Real Servicio». El escrito llevaba fecha de 8 de Junio de 1760».

Contestó el Rvdo. don José Aguilar y Cueto, el 11 del mismo mes autorizando dicha petición, con tal de que antes de empezar el trabajo los días de fiesta, hubiesen cumplido con el precepto de oir Misa. Durante el año 1760, recabó don José Martínez Elizalde algunas au­torizaciones para mejoras de la fábrica, que le fueron aceptadas. La determinación del Marqués de Esquilache sobre el particular fue la siguiente:

«Enterado por lo que vuestras señorías representaron en 27 de Mayo anterior en punto de lo ventajosa que es la fábrica de Salitre establecida en Sevilla, y que para evitar la contingencia de los tem­porales, cuyas aguas inutilizan las tierras y Salitres, se necesitan construir locales y oficinas permanentes para que vaya en aumento su producto y los fabricantes puedan trabajar con regularidad y método, cuyo costo según aviso del administrador de la misma fábrica parece ascenderá de 35 a 40 mil reales conforme a tasación del maestro de obras; vengo en que se ejecute esta, encargando Ud. al propio admi­nistrador este siempre a la vista de ella para que solo se haga lo in­dispensable, y que sea con la más posible economía, dejando a su prudencia se haga por subasta, ó a jornal de cuenta de la Renta».

Page 15: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 171

Don José contestó que era mejor hacerlas a jornal y agregaba:

«Respecto de que otros trabajos gozan de libertad de Alcabalas y Cientos, como las obras del Alcázar, Fundición de Artillería, Fábrica de tabacos y otras que se hacen de cuenta de S.M., espero se sirvan expedir la respectiva orden para que en iguales términos se liberten los pertenecientes a esta de Salitre».

Esta petición fue aprobada con fecha ocho de Julio de 1760. También durante este año, recabó don José autorización del Asisten­te, para que le fuese permitido buscar salitre en la Alameda, junto a la Cruz del Rodeo y en las inmediaciones de la Puerta de San Juan.

*** La que fue llamada Cuadra de las Calderas estaba construida con

tres bóvedas de ladrillos doble tabicados: La de los extremos era ca­paz para tres calderas, y la de enmedio cubría las bocas de los seis hornos, colocadas en simetría, unas frente de otras; de modo, que desde su centro, sin casi dar un paso podía el hornero agregar borujo3

a dos calderas, y mantener ardiendo a todas. La altura de las bóvedas eran, de siete varas, la del centro y las

otras, de once varas, teniendo en cuenta la elevación de los hornos, que era de cuatro.

Se construyeron dos cuadras de calderas de las mismas caracte­rísticas de la anteriormente indicada, que se comunicaban con un pa­sadizo por encima de los hornos.

Un nuevo problema se planteó al poner en funcionamiento los hornos, se observó que no ardían por igual, y en cambio consumía más borujo por un lado del horno que por el otro, de ahí que se desperdiciase mucho fuego y no hirviese bien la caldera.

Se consultó esta anomalía con don Vicente de la Fuente, que era el Ensayador Mayor de la Casa de la Moneda, quien gustosamente se desplazó a la fábrica para reconocer la construcción de los hornos y cantidad de fuego que producía. A la vista de ello, sugirió que se debía abrir a los costados de cada cuadra una ventana, cuyo humo fuese culebreando por la parte exterior de la pared hasta unirse al de la otra cuadra, con lo que se intentaba conseguir, que aparentemente, solo existiese una chimenea, cuando eran dos en realidad las existen-

3. Masa que resulta del hueso de la aceituna después de molida y exprimida.

Page 16: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

172 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

tes. Aunque este consejo les pareció bueno a los hermanos Martínez Elizalde, deseando confirmarlo con persona de la máxima autoridad en la materia, fueron a visitar al Comandante de Arti llería director de la Fundición de Bronces, don Juan Manuel de Parres, el cual enterado del problema y la solución aportada por el Sr. Fuentes, le pareció realizable, dándola por buena. ~ En vista de ello, se le abrieron a los seis hornos los respiraderos

dobles, cesando los anteriores inconvenientes y mejorando el empleo de los hornos, hasta el punto, de ahorrar un día de fuego, ya que an­tes, para poner a punto cada caldera, se tardaba ocho días y ahora solo siete. Además, se ahorraba un cahiz4 de borujo en cada cocimiento.

Durante el cocimiento de las legias, era preciso añadir el líquido que se evaporaba, trabajo que realizaban los empiladores y que era conocido con el nombre de recebo. Cada dos hombres tomaban un barril o cubeta lo llenaban en el depósito y lo echaban en la caldera durante 10 ó 12 veces al día. Solían tardar un cuarto de hora en cada trasiego derramando mucho líquido. Se unía a este daño, el de cortar el hervor por la porción de legía fría, que se le agregaba. Para reme­diar estos inconvenientes, arbitró don José el siguiente remedio:

Dado que los depósitos de legia se hallaban colocados próximos a las cuadras de calderas, se dispuso una bomba, que sacaba la legia, y por medio de unos tubos de cobre encajonados en las paredes, se le hacía llegar a la primera caldera. Por medio de su correspondiente canilla, se llenaba una bota de madera que tenía otra canilla más pe­queña, que se abría cuando empezaba a hervir el cocimiento, vaciando la porción de legia equivalente a la merma que se iba produciendo, manteniendo de este modo el nivel de líquido hasta tanto que se le quería dar punto. Lo mismo se hacía sobre las demás calderas.

Por este procedimiento, aún permaneciendo encendido el fuego de día y de noche, bastaba solo un hombre que llenara las botas y dejara caer el líquido en las calderas, sin que perdieran el hervor, ahorrándose muchos jornales y legia.

Concluida estas obras se procedió a construir lo que fue llamada Cuadras de infusión. Este edificio se repartió en dos naves, de 17 varas de largo por cinco de ancho, con tabiques dobles de los utili­zados en las caldei;as. Se construyeron en el centro unos arcos muy resistentes, con el fin de poder edificar encima, viviendas o almace­nes.

4. Medida de capacidad equivalente a 12 fanegas, es decir 666 litros.

Page 17: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR ] 73

Tratadas todas las tierras recogidas durante el año 1759, sólo se habían obtenido 1.045 arrobas de Salitre, cantidad muy inferior a la que producían otras fábricas. Al lamentarse don José de esta circuns­tancia, en la persona de don Juan Cruzado Ferrer, Contador General de esta Comisión de la Corte, este, le hizo saber que la grandeza de los más famosos ríos, solo consiste en los numerosos arroyuelos que se le agregan, así también no podría haber fábrica de Salitre que se precie de grande, sin el auxilio de otras colaboradoras. Y para con­firmarle este acerto, le dió a conocer lo que ocurre en las fábricas más famosas de España. Murcia producía 10.400 arrobas y era enriqueci­da con otras 48.500 que Je aportaban 28 fábricas particulares; a la de Granada le entraban cada año 3.500 arrobas de particulares, además de las 4.500 que ella producía; Alcázar de San Juan recogía 7.500 arro­bas y recibía de las particulares 7. 700; además de las producciones particulares de las fábricas de Manresa, Villafeliche, el Pedemoso y la Alcarria.

En total, según don Juan Cruzado en 1760, el Salitre que se había obtenido en España era de 103.480 arrobas, de las cuales, 79.600 eran de procedencia particular y 23.880 de las fábricas del Rey.

Estas noticias tranquilizaron al administrador de la fábrica sevillana que comprendió que una vez estuvieran terminados todos los alma­cenes, para tierras, calderos, cuajadores, etc ... y se dedicaran sólo a recoger las barriduras de tierra de todos Jos alrededores de la ciudad, se conseguiría en pocos años una alta cifra de producción, a pesar de la falta de las aguas de afino5 de la que todavía no disponía Sevilla.

El salitre que se obtenía, eran cristales pequeños de color rojo que precisaba ser afinado. Para ello, se disolvía en grandes calderas de cobre en la proporción de una libra de salitre por una pinta6 de agua y empleando como combustible el carbón de piedra7

• Se hacía hervir hasta evaporar lo suficiente para alcanzar un nivel determinado, que era medido con una regla de madera llamada areómetro. Una vez evaporada la cantidad calculada se extraía el líquido con una bomba y se pasaba por filtros de doble tela espolvoreados con arena, muy fina para disminuir sus poros.

Filtrado el líquido se ponía a cristalizar en vasijas de madera so­bre tablas inclinadas para que expulsase el agua por decantación. El

5. Operación de quitar las impurezas. 6. Medida equivalente a 0,568 litros. 7. En aquélla época a este tipo de carbón se le llamaba «hornaguera».

Page 18: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

174 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

salitre obtenido se volvía a disolver, evaporar y cristalizar. General­mente eran suficientes dos operaciones de este tipo para obtener salitre con la pureza necesaria para la fabricación de pólvora. Cuando se deseaba obtenerlo más afinado, se volvía a repetir la operación.

Fundido el salitre se echaban en moldes de cobre de forma de panes para seguidamente empacarlo en barriles. Cuando se precisaba utilizar dicho salitre se pulverizaba en molinos y se tamizaba para una mezcla más homogénea.

Las mezclas para confeccionar las pólvoras variaban con arreglo a las proporciones de salitre, azufre y carbón.

Para la llamada pólvora negra, se utilizaba el salitre tamizado mezclado con el azufre refinado y el carbón de madera en las pro­porciones deseadas, según la viveza que se le queria dar a la pólvo­ra. Una vez unidos, se pasaba al molinillo de trituración teniendo cuidado que la velocidad de las piedras, no debía pasar de ocho vueltas por minuto para evitar la inflamación de la pasta. Obtenida ésta, se le pasaba a las prensas, para llevar a cabo la operación lla­mada graneo que era ejecutado en cribas con discos de madera. Una vez terminada esta operación, se había obtenido la pólvora negra.

*** Don Faustino, al tener noticias de que en el pueblo de Marchena

(Sevilla), se intentaba establecer una fábrica de salitre, le sugirió la conveniencia de investigar los terrenos de algunos pueblos de Sevilla a fin de comprobar si era posible establecer en ellos nuevos talleres que proporcionaran salitre. Esta idea se la hizo saber a su hermano José, el cual, la aceptó de inmediato dado su interés por Sevilla. Se solicitó permiso de la Superioridad para tal investigación, recibiéndose contestación afirmativa.

Para llevar a cabo estas visitas con las debidas formalidades, se recabo del Asistente de Sevilla, escrito que copiamos íntegramente dado su peculiar estilo:

«Don Pedro Samaniego Montemayor y Córdoba, Marqués de Monterreal del Consejo de S.M. en los Supremos de Castilla y General Inquisición, Asistente de esta ciudad de Sevilla, Maestre de Campo General de las Milicias, Intendente del Ejército de los Cuatro Reinos de Andalucía y Superintendente General de Rentas de esta provincia. Por cuanto ante mí y el presente Escribano Mayor de Renta de esta ciudad se presentó el pedimento que a la letra dice así:

Page 19: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 175

Don José Martínez de Elizalde, Contador por S.M. de la Razón General de Almojarifazgos en la Real Aduana de esta ciudad, Admi­nistrador General de las Rentas de Pólvora, Plomo, Azogue y Azufre y de las Fábrica~ de Salitre establecido en dicha Ciudad y su Reino, ante V.S. como más haya lugar digo, que por los señores directores de Rentas Generales, Pólvora, Plomo, Azogue y demás agregadas, se me ha comunicado diferentes órdenes del Excmo. Sr. Marqués de Es­quilache, sobre disponer medios de aumentar las Fábricas de Salitre en este Reino, para poder afrontar con él, las grandes porciones de pól­vora que la Corona necesita, y siendo una de las disposiciones acor­dadas, que don Fautisno Martínez de Elizalde acompañado del se­gundo fabricante y otros oficiales de ella salgan a examinar los te­rrenos de los pueblos, haciendo cuantas pruebas les dicte su expe­riencia, a presencia de las Jus ticias de cada uno, y de aquellas perso­nas particulares que quisieren dedicarse a la plantificación de nuevas salitrerías, bajo las reglas, precio y privilegio que nos están comuni­cados y tienen capitulado los actuales fabricantes de Carmona y Al­calá de Guadaira, que deberá hacer notorios a dichas Justicias y par­ticulares que quisieren dedicarse a la plantificación de nuevas salitrerías, bajo las reglas, precio y privilegio que nos están comuni­cados y tienen capitulado los actuales fabricantes de Carmona y Al­calá de Guadaira, que deberá hacer notorios a dichas Justicias y par­ticulares para que todo pueda ejecutarlo dicho Sr. Marúnez de Elizalde conforme a estas disposiciones. Suplico a V.S. se sirva librar su Despacho General para todas las ciudades, villas y lugares de esta jurisdicción, por el cual, se instruyan sus justicias y particulares en los importantes fines del Real Servicio, en que van encargados los men­cionados señores, y la notoria utilidad que resultará a toda clase de personas y pueblos, dedicándose al decente ejercicio de fabricar salitre para el servicio de la Corona, nobles privilegios concedidos a los empleados en semejante elaboración y libre uso, que tienen en las tierras útiles aunque sean producidas, en sitios, calles, casas, corrales, cuevas y castillos pertenecientes a S.M. o cualesquiera otro vasallo, tribunal, Comunidad o hermandad, de que tiene repetidos ejemplares las antiguas fábricas de Salitre de Granada, Murcia, Alcázar de San Juan, Aragón, Navarra y Cataluña, para que con esta satisfacción se consiga el fin de propagar tan preciadas fábricas, con beneficio común del vasallo».

Fue autorizado este pedimento, ordenándosele a las Justicias de los pueblos prestaran todo el auxilio que necesitasen, bajo la pena de pago de cien ducados en caso de que se experimentase alguna omisión. El escrito firmado por el Asistente de Sevilla tiene fecha de 24 de Abril de 1760.

Page 20: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

176 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

Los comisionados recorrieron varios pueblos y volvieron a los 20 días trayendo numerosas muestras y haciendo elogios de las canteras de los pueblos de Utrera, Marchena y Estepa.

*** El tercer año de la Planificación de la Fábrica de Salitre de Sevi­

lla, dió comienzo en 1761. Se continuaron las obras para conseguir alcanzar el estado que se

había planificado, llevándose a buen ritmo la fabricación de salitre. Precisamente, por este motivo se pudo constatar el perjuicio que ocasionaba, que el Maestro, y algunos horneros, no pudieran acudir a la hora marcada para su trabajo, ya que las Puertas de la Ciudad próximas a la fábrica se cerraban al anochecer y no se abrían hasta la salida del sol. Para evitar esto, se solicitó autorización para construir dentro de la fábrica unas habitaciones donde pudieran alojarse. Con­cedida la autorización, se construyó una vivienda para el Maestro, sobre la puerta de los Carros; otra parte para el Capataz, pegada a la quinta torre de la muralla frente a la Puerta de la Fuente, y la de los horneros sobre una de las Cuadras de Calderas. Al mismo tiempo se edificó un local para almacenar las cenizas que producían los hornos y que fue situado a la entrada de una de las Cuadras de los hornos.

Con fecha 24 de Marzo firmó don Ramón de Larumbe la orden, tanto tiempo solicitada por el Sr. Martínez de Elizalde, referente a la recogida de raíces apropiadas para abastecer el fuego de los hornos. La resolución estaba redactada en los siguientes términos:

«Señor mío: El Excmo. Sr. Marqués de Esquilache en carta 14 del corriente me dice lo siguiente: Necesitándose para la fábrica del Rey en ese Reino los géneros que llaman Atochas, Romeros, Tomillos, Escobas, Sargatillos y otros de igual calidad que se crían en sus montes y sirven para cocer las calderas de Salitre, me manda S.M. prevenir a V.S. expida sus órdenes y encargue a los Jueces y Justicias de los lugares de su Jurisdicción que siempre que acudan los depen­dientes de las mismas fábricas o de otros salitreros particulares a coger, y cargar los expresados géneros para el destino explicado. los permitiran llevar sin poner impedimento alguno, bien sea de sitios de la Jurisdicción Real o de particulares, y sin embargo de lo que pre­vengan en contrario las Ordenanzas de Montes, mediante a que · esta leña no les perjudica, y solo tiene su uso en las cocidas del salitre, cuya especie importa al Real Servicio promover y adelantar por todos los medios posibles, y a este fin hara V.S. saber a todos esta Real determinación que participo a V.S. para su observancia».

Page 21: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 177

Por este mismo tiempo, en Moguer (Huelva), don José Medina y sus hijos solicitaron autorización para experimentar con sus tierras, ya que, aseguraban ser apropiadas para la obtención de Salitre. Para mayor estímulo se le concedió además de Ja autorización y Jos 1.500 reales que habían pedido como préstamo, las vasijas, coladeras y tiestos que necesitaban.

Al objeto de evitar gastos a la Real Hacienda, solicitó don José autorización para renovar una de las calderas de cobre que estaba en regular estado y al objeto de aprovechar el cobre de aquella, sugiría fundirla de nuevo y construir otra más pequeña que sirviese para los afinos. El coste ascendió a 4.125 reales que era menos de Ja mitad del importe de una nueva. A dicha caldera se le puso el nombre de San Joaquin, alias la Cristalina.

Se construyeron gran cantidad de cobertizos que sirvieran para guardar las tierras. Era sabido, que a las tierras salitrosas se Je busca su estado sazonado y perfecto para barrerlas, a partir de la una de la noche, hasta las ocho de la mañana, en cuyo tiempo, refrescadas por el relente se manifiestan más jugosas y esponjadas, ya que en cuanto empezaba a calentar el sol, desaparecía las manchas y las tierras co­menzaban a perder el Nitro. Por ello la construcción de cobertizos fue muy útil y eficaz.

*** Al producirse en 1762 las grandes reformas del cuerpo de Arti­

llería, siendo Inspector general del mismo el Conde de Gazzola, se dió aun mayor importancia al acopio de Salitre al objeto de aumentar la fabricación de pólvora que necesitaba en mayores cantidades el Ejército. Esta necesidad se vio incrementada en 1763 a causa de los acontecimientos bélicos con Inglaterra y Portugal, ordenando el Rey Carlos III, se prestaran las máximas ayudas a las fábricas de Salitre para la obtención de dicha primera materia, principal ingrediente de la pólvora. Algunos obreros de Sevilla, incluso los hermanos Martínez Elizalde habían solicitado ser incluidos en unidades combatientes, pero fue ta] el interés que adquirió la fabricación de Salitre que los Di­rectores publicaron una orden que decía:

«Recibiéndose quejas de los salitreros y demás dependientes de las fábricas de Pólvoras, de que las Justicias no les incluyen en los sor­teos para las quintas, les recuerdo que son libres por Reales disposi­ciones y espero tome la correspondiente providencia que los asegure y no los distraiga de sus obligaciones».

Page 22: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

178 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

A la vista de ello, don José propuso la conveniencia de permitir a empleados y trabajadores la utilización de algún distintivo, al igual que explica el Conde de Saint Remy en su obra «Memorias de Artillería», impresa en París en el año 1745, donde trata ampliamente de la Salitrería establecida en aquel país, así corno de las Divisas que dis­tinguían a salitreros y polvoristas.

La contestación fue afirmativa, en cuanto a los distintivos, que fuesen utilizados solamente por los Maestros y Oficiales de las fá­bricas de Salitre, pero no por los peones, que eran trabajadores acci­dentales.

El escrito decía textualmente:

«En cuanto a que se les pennita llevar alguna divisa de las que usan los artilleros, encuentro muchos inconvenientes, así porque la prestarían los que la debían tener legítimamente, y porque muchos se las pondrían para burlarse de las Justicias; pero puede remediarse y que se guarden las exenciones a quien legítimamente correspondan con que a los Maestros y Oficiales de Ja fábrica de Salitre, con plaza sentada y salario mensual, les finne el administrador o director de la fábrica un nombramiento o título poniendo su nombre, filiación, edad y otras señas, aprobado por el Super Intendente, Juez o Conservador, según el establecimiento de cada fábrica, y que el interesado lleve siempre, para acreditar con seguridad su destino, pues es el modo que parece más proporcionado a evitar inconvenientes y que se guarde la exención de los que legítimamente les corresponde».

Este escrito lo finalizaba el señor Larrumbe con la opinión que le merecía la fábrica de Sevilla, expresada en los siguientes términos:

«Con esta ocasión no puedo dejar de manifestar a V.S. que la fá­brica de Salitre de esa ciudad puede ser la más famosa y de superior calidad que puede haber en España y aún en muchas partes de Europa, porque en Jo principal, son todas las tierras muy a propósito y abun­dante de las partes de Salitre; las coladeras se fabrican al modo que conviene y capaz de poder extenderse; tiene tal abundancia de tierras inmediatas, el agua perenne, y en fm todas las proporciones para poner una fábrica famosa que puede producir el Salitre que sea menester en las fábricas de pólvoras y con la comodidad fácil de transporte por el óo Guadalquivir a las provincias que quiera remitirse».

Page 23: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 179

Este escrito, actualizaba la R.D. de Carlos II de fecha 24 de fe­brero de J 7208•

A la vista del interés demostrado por la Superioridad por el en­grandecimiento de la fábrica, permitió a don José Martínez de Elizalde interesarlos en varios aspectos, como fueron, recolección de polvos de las tierras, construcción de nuevas calderas y otras obras. En cuanto al título de identificación del personal, redactó un modelo que envió a la aprobación de sus superiores. Por el hecho histórico que repre­senta, lo transcribimos en su totalidad:

«Don José Manínez de Elizalde, Administrador general de S.M. de las Rentas de Pólvoras, Plomo, Azoque, Azufre y de las fábricas de Salitre establecidas en esta ciudad y pueblos de su Reino.

Por el presente y en consecuencia de las órdenes que me están comunicadas, nombro por Maestro de la fábrica de esta ciudad a Tomás de Sepúlveda, hijo de José, natural de Alguazar, Reino de Murcia, quien deja sentada su plaza conforme a las últimas disposi­ciones de servir a S.M. en dicho destino (que ha ejercido de tres años a esta parte) por término de cuatro años. Es de edad de 32 años, co­lor trigueño, pelo negro, ojos los mismo, nariz afilada, su altura dos varas; por cuya razón goza y debe gozar del fuero y exenciones concedidas al Cuerpo de Artillería confirmadas ultimamente por orden de 21 de febrero de 1762. Y para que conste doy el presente, del que

8. REAL ORDEN de 24 de Febrero de 1720. COMUNICADA CIRCULARMENTE, sobre que los empleados en la Fábrica de Polvora, y Salitre, gocen de las preeminencias, y escocioncs que la gente de Artilleria. Teniendo declarado, y mandado S.M. por repetidas Reales Cedulas. que todos los Salitreros, Dueños de oficios, Trabajadores, Polvoristas, Ondcros, Carpinteros, y demás personas que se empicaren en la Fabrica de Salitre, y Polvora, y en las cosas de su ministerio, gocen de las preeminencias, y esenciones que están concedidas a la gente de Anilleria, de suerte que no entre en Quintas, ni en Sortéos de Soldados, ni vayan a servir a los Exércitos, Armadas, ni Presidios, ni se les haga repartimiento de alojamiento de Soldados, ni de plata, ni vellón en manera alguna, ni pidan emprestidos, ni toquen a sus carros, bagages, ni se les saque !ligo, ni cebada, y puedan IJ'aher annas ofensivas, y defensivas, como también, que solo conozca de sus Causas civiles, y Criminales el Juez Conservador privativo del Asiento, y Provisión general de Polvora, con absoluta inuibición a la Justicia Ordinaria, y a qualcsquicr Tribunales, excepto el de Guerra donde debe venir por apelación del Juez Conservador: ha resuelto S.M. que inviolablemente se observen, y guarden todas las referidas preeminencias, y cscncioncs, con calidad, de que para gozar de uno, y otro. ha de constar estar empleados en virtud de Relación jurada, y firmada de los Administradores, o Apoderados del Proveedor General de Polvora, y al pie de ella, Cenificación de Jos Veedores de las Fabricas, expresando el nombre, y ocupación de los empicados, cuya relación se debe presentar al Intendente. Corregidor. o Ministro 11 quien tocare de la Provincia donde se fonnare, en la que se pondrá el cumplase, no habiendo fraude en ella; y que si alguno cesare en su ocupación se le borre, y ponga el que Je 'ucccdierc, con asistencia de los referidos Administradores. Apoderados, y Veedores: y que además tengan éstos un Libro donde se sienten los nombres, y ocupaciones de las personas empleadas. Todo Jo qual me manda S.M. participe a V. para que prevenga lo conveniente il su cumplimiento, por Jo que toca a la jurisdicción de esa Provincia. Dios guarde, &c. Madrid 24 de Febrero de 1720. Don Miguel Femández Durán.

Page 24: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

180 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

se tomará razón en la Contaduría de dichas Rentas y Fábricas». Sevilla 18 de julio de 1762. Firmado: José Martínez de Elizalde. Tomó la razón: Ramón Jalón.

Las preeminencias que tenían concedidas el Cuerpo de Artillería, -y a las que se refería el escrito, eran principalmente:

- Poder llevar armas, excepto en cotos vedados. Exentos de tener huéspedes forzosos en sus casas. Que por ninguna deuda puedan ser presos, o embargarles sus armas, caballos, vestidos, ni su paga.

- Exentos de ser Receptores o Cobradores de Bulas, Mayordomo de Posito u otros oficios concegiles.

- No entraran en quintas, ni sorteo de soldados ni se le podrán tocar sus carros y bagajes. Que todas las causas criminales contra la gente de la Artillería sean resueltas por el Capitán General o persona que sirviese su puesto, sin que en ningún caso pueda intervenir otro tipo de Justicia.

*** Necesitando el Ejército situado en el Condado de Niebla disponer

de mayor cantidad de ganado de carga, obligó al Intendente de Sevi­lla, que era a su vez el Asistente, la requisa de ciento cuarenta y cuatro mulos previo el pago de un alquiler. Enterado de ello Martínez de Elizalde solicitó que mientras no fuesen agregados a unidades del Ejército, se los prestasen para emplearlos en extender la tierra por los alrededores de la fábrica, desde el Convento de los Padres Trinitarios al Hospital de Sangre y desde los Caños de Carrnona en la calle San Roque hasta su extremo. También los utilizaría para transportar borujo y otras faenas. Alegaba tener comprados los cerones, espuertas y otros pertrechos y estar pagando los jornales a los peones que trabajaban la tierra. El precio que pensaba pagar por mulo a la Tesorería de Gue­rra era de nueve reales unidad.

La contestación, aunque aprobatoria, tuvo el siguiente pero:

«Pero no obstante, para que podamos tener el perfec to conoci­miento que de esta disposición resulte a la Real Hacienda y aumento de Salitre en esa Fábrica, nos explicará su señoría más por extenso, el medio en que se funda y por el que han de resultar estas ventajas a la

Page 25: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 181

Real Hacienda, haciendo V.S. para ello el cotejo de los gastos y práctica que hasta aquí ha tenido, con lo que ahora venía, o puede variar por la nueva disposición de que V.S. nos dá cuenta».

La respuesta de Martínez de Elizalde fue rápida y contundente:

«Muy Sres. míos: El tendido de tierras que se sigue con los mu­los y carros destinados por el Asistente, es un vivo ejemplar de la simiente que arroja el labrador para recoger el fruto a su debido tiempo; pues así como aquel no puede tener cosecha sin sacar de sus graneros el trigo y echarlo en la tierra, así tampoco podríamos tener nosotros prevenida esta para barrer el polvo en tiempo de verano, sin tender Ja que existe en el mineral de los promontorios. Con lo que no es dudable, que aunque el costo de jornales es grande, tampoco deja de serlo la utilidad que en ello recibe esta fábrica, y si otra cosa sintiese lo manifestaría a V.S. con la s inceridad que acostumbro».

Enterados los Directores de la utilidad de la fábrica en el tendido de tierras útiles como eran las de los promontorios que circundaban la ciudad, se sirvieron autorizar el empleo de mulos y carros en dicho menester mientras no fueran necesarios para el Ejército.

*** Siendo satisfactorias las noticias que don José recibía de la fábri­

ca de Salitre establecida en Ecija (Sevilla), determinó visitarla. Aprovechando los tres días de Pascua de 1762, se trasladó hasta la villa astigitana para inspeccionar todo lo concerniente a dicha fábrica, comprobando la bondad de sus tierras. A la vista de ello ordenó se montase una nueva caldera y algunas coladeras, para poder obtener algunas arrobas de salitre a un coste reducido. Encargó presupuesto para construir dos cobertizos de 12 varas de largo y 4 de ancho, el uno para cubrir dos calderas y el otro para los cuajadores y que fuesen abiertos dos pozos. El total de estas obras ascendieron a 1 O mil rea­les. Obtenido del Corregidor la cesión de aquel terreno a la Real Ha­cienda; don José elevó escrito a sus superiores exponiéndole la si­tuación y agregando que en caso de «perpetuarse aquella fábrica, sería como alhaja de la Corona, dándole el fruto apetecido y sin necesidad de pagar alquileres».

En Madrid, pareció bien la propuesta, y le anunciaron que la pre­sentarían al Marqués de Esquilache para su aprobación.

Page 26: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

182 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

En los días de Pascua de Navidad, don Faustino se trasladó a Moguer (Huelva), realizando Ja inspección de aquellas tierras que les parecieron útiles para establecer la fábrica proyectada dentro del castillo de el Conde de Montijo, determinación que comunicó a don José Medina y sus hijos que eran los salitreros, con el encargo de utilizar el castillo sin causar la menor extorsión, ni dar motivos a sus vecinos de queja alguna.

De regreso a Sevilla don Faustino continuó el trabajo, interesán­dose por la producción de Salitre y la mejor utilización de la mano de obra. Para soslayar este problema y abaratarla, el Marqués de Esqui­lache ordenó establecer en la fábrica un pequeño presidio al objeto de, que los presos redimieran sus penas trabajando en la producción de Salitre. La orden comunicada a don José, fue la siguiente:

«El marqués de Esquilache, con fecha 9 de Agosto de 1762 nos ha comunicado que el Intendente de Sevilla, vería muy útil hacer alguna obra en la nueva fábrica. Al mismo tiempo se aprueba destinar a dicha fábrica 80 o más hombres de los condenados a Presidio y Arsenales, dándoles el Prest y pan diario que habían de tener en sus destinos, como propone; pues de este modo se conseguirá un gran ahorro. También le prevengo que respecto de la particular inteligencia, celo y conducta de don José Martínez Elizalde y del amor con que mira y atiende a la citada fábrica proceda en todo de acuerdo con él, para más bien asegurar el servicio».

Para cumplimentar esta orden, la primera gestión realizada por don José fue acompañar a que visitara la fábrica don Pedro Goyoneche, Caballero de la Orden de Santiago, Comisario Ordenador de los Ejércitos de S.M. con el fin de situar el lugar para los presos y bus­car donde celebrar la Sta. Misa.

Después de recorrer los almacenes cubiertos, se eligió uno para dormitorio de los presos, situado en la cuadra de calderas, inmediata a la quinta torre. Al objeto de evitar la humedad, se construyó un entarimado de media vara de alto, cubierto con esteras de enea o castañuela para que sobre ella se acostasen los internos.

La capilla, se resolvió, situándola en el Cuajador construido en 1761. Para hermosear sus paredes y adornar el altar, se acordó pintar un lienzo con la Inmaculada Concepción que fue colocado en el cen­tro, y a sus lados se pusieron San Joaquín y Sta. Ana, (Patrona de la fábrica). Un arco iris atravesado por unas nubes pobladas de ángeles cubría la cabeza de las imágenes.

Page 27: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 183

Cuando don José tuvo que describir como era la capilla, empleó un simil muy en consonancia con la fábrica. Las palabras fueron:

«La Virgen que como vara de humo aromático se hizo admirar de los Angeles; la que, como Nitro cristalino y espirituosisimo refrigeró, consoló y fecundizó todo nuestro estéril polvo, elevándose sin heces, ni impuridades terrenas sobre la naturaleza de sus felicísimos padres Joaquín y Ana, que se interpreta preparación, y gracia o sal de grados tan superiores, que con ella cooperaron a preservarla de original co­rrupción».

La capilla fue bendecida el 14 de Octubre de 1762 por Don Luis German Ribón, canónigo de la Catedral y primer director de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, comisionado a tal fin por el Provisor para, que limara las diferencias con el Párroco de San Roque que deseaba agregarla a su feligresía, siendo así que el terreno de la fábrica pertenecía a Sta. Lucía, de cuya iglesia era beneficiado el Rvdo. don Luis Germán.

Posteriormente, cuando en el Salitre se estableció el presidio, se le nombró capellán del mismo.

Utilizado el local del Cuajador para Capilla, se construyó otro cobertizo entre la 2ª y 3ª torre, el cual, se utilizó para depósito de borujo. Se esperaba en la fábrica la llegada del personal anunciado por el Intendente, cuando el 16 de Octubre de 1762 se presentó el milítar destinado para custodia de los presos. La unidad militar Ja constituían un Sargento y 10 soldados que ocuparon el lugar prevenido para cuartelillo.

El día 22 de Octubre, fueron entregados en la fábrica por don José Moreno, Ayudante del Asistente, veinte y dos hombres que deberían cun1plir su sentencia en la que fue titulada Real Presidio y Fábrica de Salitre. Cinco días más tarde llegaron otros diez y ocho presos, los cuales, quedaron internados en la fábrica hasta la llegada del barco que habría de conducirlos a los presidios de Africa.

Para el buen gobierno de cada preso se les hizo una filiación en los siguientes términos:

«Juan de Soria, hijo de Andrés y de Francisca; natural de Torre­nueva (Toledo), de 21 años de edad; su altura 5 pies; pelo castaño corto; ojos pardos; poca barba; prófugo de quintas; castigado con tres años de reclusión; entró en este presidio el 22 de Octubre de 1762».

Page 28: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

184 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

A los presos se les aplicaban Normas que abarcaban los aspectos: Piadosos, Gubernativos y Económicos. Las obligaciones de los presos se reflejaban en los siguientes conceptos.

Piadosos.

12) Por la mañana rezaran un padre nuestro y Avemaría para que dios les dé conformidad y resignación.

21?) Harán lo mismo a la hora de comer y cenar. 32) Al anochecer rezaran el Rosario. 4º) Asistirán a Misa los domingos y días festivos en la Capilla de

la fábrica. 52) Cumplirán el precepto de comulgar por Pascua de Resurrec­

ción.

Gubernativos.

F) Los presidiarios trabajaran los días laborables de 7 de la mañana a 11 y desde las 2 de la tarde hasta la puerta del Sol.

2º) El Sargento, nombrará dos presos a los que encargará de la limpieza del local.

32) Se les suministrarán diariamente ocho cuartos, el pan de munición y los utensilios de que disfruta un soldado.

42) Cada ocho hombres compondrán un rancho a base de cinco libras de habas, habichuelas o garbanzos y diez onzas de to­cino para la comida del medio día. La cena, cuatro libras de dichas legumbres y media libra de aceite o tocino.

52) Cuando se reconozca a algún enfermo, se dará parte al Co­misario Ordenador para que ordene si fuese preciso su tras­lado al hospital.

62) La llegada de un preso nuevo se le comunica al Administra­dor de la fábrica para que lo incluya en su Revista y le dé el pan y el prest.

72) Cada dos años, tienen der<Xho a un vestido, compuesto de casaquilla o jubón, calzón, botines, dos camisas, y virretina, un par de zapatos por año y seis pares de alpargatas.

82) Del prest de cada preso, reservará el Administrador un cuarto diario, para satisfacer el lavado, arreglo de ropa, barba y algún otro gasto. A fin de cada tres meses liquidará esta cuenta con cada individuo.

Page 29: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 185

Económicos.

12) Velára el administrador porque la compra del suministro sea lo más rigurosa posible.

22) Cuidará de que a los presos, se les repase la ropa y zapatos

para evitar su deterioro.

El importe del vestido de cada individuo que ascendía a 117 rea­les y tres cuartillos, quedaba distribuido de Ja siguiente forma:

Camisas. Tres varas y tercia de Crea9 listada, a razón de 3 reales la vara y dos reales de hechura, importaban 12 reales cada camisa. Zapatos. Cada par de zapatos, confeccionados con vaca zu­rrada y dos suelas, a razón de 19 ,5 reales, costaban Jos dos pares 39 reales. Chupetilla de solapa, calzón, botines y virretina, se necesita­ban dos varas y medias de paño de Carmena, de color muy fuerte y bien abatanado que a razón de 13,5 reales la vara, importaba 33 reales y 25 ,5 maravedis. Para la sarga verde utilizada en las solapas, se tenían presu­puestados dos reales. Para el forro de la Chupetilla y calzones, eran necesarias dos varas y cuarta de lienzo crudo, que a cuatro reales, importaban nueve reales. El Coste de la hechura de todas estas prendas, estaba valorado en diez reales, totalizando todo el equipo los 117 reales y 3 cuartillos.

*** Gracias al interés de los hermanos Martínez se logró en breve

tiempo, transformar un sitio pantanoso, como lo era donde estaba enclavada la fábrica, en un lugar de trabajo con hermosos edificios. A esta satisfacción, se le unía el que la fábrica prosperase en producti­vidad e incluso que los lugares colindantes, hubieran desterrado la inmoralidad que antes albergaba. En este sentido transcribimos el comentario que don José Martínez Elizalde hizo sobre el particular:

9. Lienzo entrefino para uso de sábanas, camisas y forros.

Page 30: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

186 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

«Cinco años ha, que Ja Barbacana de la Huerta sólo servía de abrigo para la ejecución de cuantas maldades no cabían, ni podían verificarse dentro de Ja ciudad; por ella se defraudaban de día y de noche las Rentas Reales; en ella se recogían los ladrones, y hacían sus salidas a robar al pasajero con igual satisfacción que si fuese en Sierra Morena; para allí se concentraban las más lastimosas deshonestidades y ofensas de Dios; los tahures vagantes y todo hombre de mala vida y costumbres habitada en aquel desamparado e intransitable lugar».

«Nada pondero. Todos los vecinos de Sevilla son testigos de esta verdad, pero con mayor propiedad, nuestros vecinos los muy reve­rendos P.P. Trinitarios quienes asombrados y escandalizados de aquella infeliz y perjudicial residencia de malhechores, se excusaban de pasar por sus inmediaciones particularmente a la mañana y cerca de la noche».

*** En Agosto de 1765, en el Cabildo Municipal celebrado el día 30,

don Andrés Sánchez Montano escribano del Cabildo certificaba el siguiente acuerdo:

«De conformidad con la noticia que la ciudad tiene de los per­juicios que ocasionan al público los operarios de la fábrica de Salitre, derribando las cerca de los solares, resquiciando sus puertas e intro­duciéndose en ellos a sacar la tierra y materiales que hay dentro, sin permiso de sus dueños a quienes causan el daño que se deja consi­derar, siendo también muy grave el que ejecutan al público en el ba­rrido que hacen por dejar lleno de hoyos y de cascotes las plazas y sitios dentro de la ciudad y en los estramuros descomponiendo terraplenados a costa de la ciudad, sucediendo lo mismo en los paseos allanados. Para reparar este daño, ruega al Sr. Conde de Mejorada Procurador Mayor, que haciendo informe judicial de estos hechos y a la vista y justificación del dictamen que cese el perjuicio menciona­do».

A través de escritos posteriores se notificaron los informes reco­gidos y se daban instrucciones para, que los barridos de tierra se hi­cieran con escobas apropiadas y el mayor cuidado.

Por Real Cédula expedida en S . Ildefonso e l 19 de Agosto de 1766, se declaraban, los privilegios que deberían gozar los fabricantes de Salitres y dependientes de estas fábricas. Firmada por el Rey Carlos III, decía:

Page 31: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 187

«Y mandado que a los Dependientes de las fábricas de Salitres y Pólvoras de todos mis reinos, se guarden y observen las mismas Pre­eminencias que gozaban ante de los cuatro Decretos que se sirvió igualmente expedir el Rey mi señor , y padre, en 21 de Enero de 1708».

Se interesaba Carlos III por el fomento de las fábricas de Salitre, para evitar, «que sino se aplica en conveniente remedio, que evite en adelante semejante perjuicio, podría llegar el caso de que mis Reales almacenes de Artillería de Mar y Tierra, no se hallen abastecidos, como corresponde, de las pólvoras necesarias para mi real servicio».

En el apartado V decía: «Todos los salitreros, dueños de oficios, trabajadores, polvoristas, carpinteros, y demás personas, que se ocupen en las fábricas de Salitre y Pólvora, y cosas de su ministerio, han de gozar de las Preeminencias y exenciones concedidas a las gentes de Artillería».

En Sevilla se publicó un Auto el 16 Setiembre de 1766 haciendo pública la anterior Real Cédula para conocimiento y publicación en todos los pueblos, de los privilegios y Exenciones que habían de gozar los empleados en las fábricas de Salitre y Pólvoras.

*** Transcurren los años a pleno rendimiento de Ja fábrica, y comienza

a escasear el Salitre en las zonas más explotadas, ello da lugar a que se busque por otros sitios. Esto justifica el escrito de fecha 28 de septiembre de 1789 dirigido por don Victor Rascón al Excmo. Sr. Don Manuel Candido Moreno, en el que le decía:

«Siguiendo don Gaspar Gil sus operaciones en esas Reales Fá­bricas de Salitre, al objeto de perfeccionar las labores y verificar el mayor acopio de este género, en cumplimiento de la Real Orden que nos fue comunicada y habiendo hecho los correspondientes ensayos con las tierras contenidas en los dos montes contiguos a la ciudad, titulados Monte del Rey y Monte del Osario, nos ha dado cuenta son muy productivos en Nitro y que para la extracción de él, pueden ha­cerse las filtraciones en los mismos sitios por medio de vasijas por­tátiles para la mayor economía del servicio».

«En su consecuencia, se dará una R.O. para que se activen las labores de pólvora y se haga entrega de ella en los almacenes de Artillería con destino al Ejército y Marina».

Page 32: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

188 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

Contestó el Sr. Candido Moreno, con fecha 3 de Octubre del mismo año, dirigiendo el escrito al Procurador Mayor, Conde de Mejorada, informándole de lo siguiente:

«En cumplimiento al decreto de V.E. he visto la carta por la cual se recomienda el proyecto que ha ensayado don.·Gaspar Gil con las tierras contenidas en los Montes del Rey y del Osario, a ello debo exponer que por lo que respecta al monte situado al frente a la Puerta del Osario, no se ofrece reparo alguno, pero al Monte del Rey ocurre, que en tiempos de A venidas se inunda todo el Prado y no queda otro sitio libre a que puedan acogerse el ganado de los vecinos del barrio de San Bernardo sino dicho monte; por cuya razón, aunque en otro Liempo se quiso cortar y labrar a petición de la Fundición de Artillería no se permitió por el espresado moLivo. Consiguientemente podrá V.E. autorizar que se saque Salitre del Monte del Osario y no del Monte del Rey; y en el caso de que sea preciso para el Real Servicio el disfrute de ambos montes, tornaré mayores conocimientos de los perjuicios que puedan experimentarse en el del Monte del Rey y se verificará lo que sea más conforme para beneficio de la fábrica de pólvoras».

A continuación de este escrito circularon otros entre las persona­lidades que entendían en el asunto resolviéndose, seguir sacando tie­rras del Monte del Rey, y de acuerdo con el escrito de don Antonio Plácido Panigo de fecha 24 de Octubre de 1789 que decía entre otras cosas:

«Situados los batazos (sic.) para las empiladas a un extremo del Monte del Rey en su misma falda, el consumo de Ja tierra que se disfruta deja plaza para que avancen luego que los barros crezcan a la parte opuesta reduciéndose la operación a reedificar por un lado lo que se demuela por otro; así debe venir a concluirse con dejar formado el mismo monte al cabo de todo su disfrute. En esta reedificación, he tenido mi especial designio porque habiendo yo suscitado repetidas conversaciones con diferentes gentes acerca de este disfrute, con el fin de oir especies de todos para rectificar mis ideas, una de las cosas que se me opuso fue, haber conservado esta ciudad el Monte del Rey a fin de proporcionar guarida para el ganado en las inundaciones, objeto que he debido atender, esté o no acordado formalmente por ser de buena policía y porque redunda en beneficio de la misma operación».

En este supuesto, el inconveniente expuesto por el Conde de Me­jorada perdía importancia ya que, seguía diciendo Gil:

Page 33: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 189

«haciendo uso de vasijas portátiles en el mismo monte, queda la Lierra en su misma situación y forma, sin verificarse cosa alguna en que el monte deje de existir y están expedito para la acogida en que acertadamente está destinado; porque cada día serán como 300 cargas de tierra las que se disfruten, cantidad que sobre permanecer allí siempre formando barrera con las mismas basilas (sic.) que Ja deben contener es como cero su número respecto a la masa total del monte, aun dado el caso de sacar la tierra a otro paraje para disfrutarlas y volver enseguida a ponerla».

*** Los primeros años del siglo XIX fueron de gran actividad para la

fábrica, abasteciendo a los ejércitos españoles que luchaban contra Napoleón. Durante la ocupación de Sevilla por los franceses 1810-12, el invasor, al igual que con otras industrias sevillanas la hizo produ­cir al máximo para sus ejércitos.

Prueba inequívoca de la mucha producción que exigieron los franceses, da fé el escrito elevado al Cabildo Municipal con fecha 20 de Enero de 1814, en el que don Angel Menendes, explica, como los franceses abrieron en el Monte del Rey numerosos surcos y fosos en busca de tierras para pasto de ganado. En vista de ello solicitaba permiso para allanarlo y sin obstaculizar el pasto de ganado, poder sembrar papas, maíz y otros frutos en beneficio de la ciudad.

En el Cabildo de 25 de febrero se acordó pasar esta solicitud a los comisionados de Predios y Rústicos, don Pedro Valentín de Ja Cuesta y don Bartolomé García Romero, para que informasen. Estos deses­timaron tal autorización.

En el Archivo Municipal de Sevilla, existe amplia documentación, que refleja muchas de las actividades desarrolladas por la fábrica y que a partir de la guerra contra los franceses, fue conocida como Fábrica de Salitre y Pólvoras de Sevilla. Algunos de estos documentos for­mulan por ejemplo, la petición de don Pedro Carrión, Jefe de los Voluntarios Realistas, de que Je fuesen concedidas cien arrobas de pólvora para foguear a sus soldados, que eran los encargados de realizar los servicios de patrullas y retenes en la ciudad.

El 21 de Agosto de 1824 se le concede dicha autorización y se inicia una larga polémica, sobre, a que organismo se le debía cargar los 20.800 reales de vellón que importaba dicha pólvora.

Un año más tarde, el 12 de Agosto de 1825, siendo director de la Fábrica del Salitre don Luis Negrón, solicitó le fuese concedida a la

Page 34: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

190 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

Fábrica los mismos privilegios que disfrutaba la Real Hacienda. Aceptada la propuesta por el Cabildo Municipal, lo traslada a don Juan Nepomuceno Guerrero, Diputado de Guerra del Ayuntamiento, el cual informó el 22 de Agosto, que si bien la Real Fábrica del Salitre podría tener los mismos privilegios que la Real Hacienda, no así los pro­veedores en general. A partir de entonces son numerosos los escritos que se envían entre el diputado de guerra del Ayuntamiento y el di­rector de El Salitre, sin que llegaran a un acuerdo.

El Comandante del Batallón de Voluntarios Realistas, insiste en la necesidad de municionar a su tropa, si se quería que los servicios de plaza fuesen efectivos, aclarando, que no disponía de fondos para abonar el importe de la pólvora.

A ello contestó el Capitán General dirigiendo un escrito el 11 de Septiembre de 1825 al Gobernador Militar, que a su vez lo hizo lle­gar al Alcalde, en el que decía textualmente:

«Sírvase V.E. disponer lo conveniente para que a la persona que nombre el Comte. de Voluntarios Realistas de Infantería de esta pla­za, se le entreguen doce mil cartuchos embalados para municionar a los individuos de dicho cuerpo».

Transcurre el tiempo y a comienzo de la década de los años cua­renta del siglo XIX se produce el desestanco de la pólvora, permi­tiendo a los particulares dedicarse a su fabricación.

Las nuevas técnicas, obligan a la Fábrica de Salitre a tener que competir en un producto que había tenido en exclusivo monopolio. Lo costoso que resultaba para el Estado actualizar la maquinaria, provo­có el cierre de la fábrica, que debió producirse en los comienzos de la indicada década. Quizás el año 1842 ó 43, dado que González de León en su obra «Noticia Artística de Sevilla» publicada en 1845 comenta en pág. 515:

«La fábrica de salitre y construcción de pólvoras, era muy extensa; se dilataba desde el convento de la Trinidad y Puerta del Sol por uno y otro lado, hasta muy cerca de la Puerta del Osario10• A la izquierda formaba un cuadrilongo cercado de paredes de seis varas de altura, con muchas ventanas, con fuertes cuarteladas techadas de maderas y

1 O. Esta zona es la que en la actualidad ocupa aproximadamente el Laboratorio Municipal y unos amplios almacenes hasta el cine Alcázar, que corresponde a una segunda ampliación que hizo El Salitre.

Page 35: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 191

tejas sobre pilares de material, donde se acopiaba Ja tierra, y en mul­titud de tinas se ponía en infusión de agua, y se hacían otras manio­bras. En el lado de frente, contra Ja muralla de la ciudad, hay otro tanto terreno, que por delante tiene pared con ventanas y puerta como la referida, y por dentro hay talleres para las manufacturas del ramo, grandes almacenes, oficinas de empleados, Ja pequeña capilla ya re­ferida y unas cuantas casas de habitación para los directores, em­pleados y capataces de dicho establecimiento, todo muy amplio y diáfano; pero hoy no sirve para el uso que se labró».

A partir de la desaparición de esta fábrica, varios capitalistas se­villanos decidieron construir una fábrica de pólvoras, de nueva plan­ta, situada a corta distancia de la barriada de Torreblanca. Estas cir­cunstancias permitieron a Sevilla tener la oportunidad de disponer de unos magníficos edificios que reunían todas las condiciones de se­guridad para lo que fueron diseñados con la instalación de maquinaria moderna capaz de competir con otras fábricas extranjeras. El esta­blecimiento fue bautizado bajo la advocación de Sta. Bárbara. La di­rección técnica se le encomendó a personal procedente del Cuerpo de Artillería.

Todos conocían, que la fabricación de la pólvora de guerra era una ciencia complicada. Necesitaban poseer además de la calidad precisa, la potencia balística, que proporcionara los mayores alcances del proyectil, compatible con la seguridad y resistencia del arma y mon­tajes, sin olvidar su larga conservación en almacenes.

Transcurren los años y en Enero de 1854 se publica una Real Orden, por la que el ministro del Ramo de Guerra Sr. Doménech, se dirige al Director General de Rentas Estancadas comunicándole lo siguiente:

«Ilmo. Sr.: He dado cuenta a la Reina del expediente promovido por la D.G. de Artillería con motivo de haber retirado la Administra­ción militar los empleados que intervenían en las fábricas de salitre, azufre y pólvora, la elaboración de este último artículo encomendado a aquel cuerpo por R.O. de 17 de Mayo de 1849, en cuya virtud so­licita el mismo que sean empleados de Hacienda los que ejerzan Ja intervención en dichos establecimientos. Enterada S.M. de las razones expuestas por V.!. acerca de la conveniencia de que continue el re­ferido Cuerpo encargado de la fabricación de pólvoras civiles, ya se considere como medida política y de seguridad para el país, ya como económica y de ventajosos resultados para el Erario, en atención a que Ja Hacienda recibe hoy aquel artículo a un precio mucho más módi-

Page 36: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

192 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

co que los estipulados en las diversas contratas celebradas anterior­mente. Enterada asímismo S.M. de que no determinando la mencio­nada R.O. la manera de fiscalizar aquellos establecimientos, así esa Dirección General como la de Artillería consideran llegado el caso de declarar que corresponde a la Hacienda ejercer por medio de sus agentes la oportuna intervención en la fabricación de pólvoras civiles. Y enterada por último S.M. de cuanto además manifiesta V.I. en apoyo de esta reforma, con las miras de introducir mejoras importantes en el ramo, contando al efecto con la eficaz cooperación del Cuerpo de Artillería, se ha servido mandar:

Jº) Que la Hacienda civil intervenga exclusivamente en lo suce­sivo en todos los establecimientos de salitre, azufre y pólvora, a fin de asegurar el puntual cumplimiento de la citada R.O. de 17 de Mayo de 1849, por Ja que el Cuerpo de A11illería tiene obligación de facilitar la pólvora a coste y costas.

2º) Que para llevar a efecto la expresada intervención, así como para plantear las mejoras de que es susceptible esta renta, se establezca en esa Dirección General con independencia de su planta actual y bajo las inmediatas órdenes de V.I. , una sección especial del ramo de pólvoras de la que componga parte un Jefe de esta clase, o de la de Capitán del arma de Artillería, a elección de este Ministerio; y que tanto esta sección, como la de la Dirección de la expresada arma y las oficinas de intervención de salitre, azufre y pólvora, consten única­mente del número de empleados fijado en la planta adjunta, importante 248.000 reales.

3º) Que con arreglo a ella forme V.I. y remita a este Ministerio de acuerdo con Ja Dirección General de Artillería, la propuesta de los individuos de Real nombramiento, dando cabida en ella a los que reunan conocimientos especiales en la fabricación y administración del Ramo».

En los artículos 42, 52, 6º, 72 y 82 se trataba de la forma de cubrir las vacantes de los pagadores y almaceneros, y de la manera de jus­tificar los gastos. Tenninaba la Real Orden con el artículo noveno que decía:

«Artículo 9º.- Que esa Dirección General de acuerdo con la de contabilidad, redacte la instrucción y modelos a que han de sujetarse las operaciones de cuenta y razón y fiscalización que corresponde en este ramo».

La importancia que adquirió con los años la Fábrica de Pólvoras Santa Bárbara de Sevilla, quedó reflejada al ser declarada libre la venta de pólvora a partir de el 17 de Junio de 1864, aunque tardaría

Page 37: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 193

un par de años en poder surtir con sus fabricados al Ejército, y a to­dos aquellos pirotécnicos o empresas que las necesitaban. Para ello montó un despacho en la calle Albóndiga, 7, de Sevilla, donde se vendía a minorista a los siguientes precios: Pólvora para mina a siete reales el kilo; pólvora de caza, grano de cañón a cinco reales libra castellana; pólvora de tercera a seis reales libra castellana y pólvora de segunda a nueve reales.

Durante algún tiempo el periódico «El Porvenir» publicó un lla­mativo anuncio bajo el título de «Fábrica de Pólvoras de Santa Bár­bara» ofreciendo dichos fabricados; y con fecha 6 de Octubre de 1866 insertó un amplio artículo sobre dicha fábrica en el que entre otras cosas afirmaba:

«El desestanco de la pólvora ha hecho que en algunas provincias se hayan dedicado los particulares a la fabricación de tan importante artículo.

Sevilla, por su importancia natural y por sus circunstancias espe­ciales no podía quedar rezagada, y así es que ha visto elevarse en breve tiempo una fábrica de pólvoras, bajo el nombre de Santa Bár­bara que dentro de pocos días empezará a funcionar.

En su construcción se han seguido las bases que la ley, y los adelantos de la industria, actualmente exigen. Ningún gasto se ha omitido para llevar a cabo el pensamiento. En dicha fábrica, según nos aseguran infinitas personas que han tenido ocasión de visitarla, se han reunido la sencillez, una bien entendida economía, la seguridad moral y material; el orden, base tan importante en toda fabricación, los aparatos más modernos y convenientes, la inteligencia teórico-prácti­ca en la parte directiva. Todo aquello en fin, que desde luego parece debe asegurar un porvenir lisongero a una empresa de la índole de la que nos ocupa.

Con los citados elementos, la fábrica de pólvoras de Santa Bár­bara, puede mejor que otra alguna ofrecer al público, marcadas ven­tajas que aseguran también la bondad de las primeras materias que se emplean en su perfecta elaboración y la baratura de sus productos. Esto motivará sin duda, que los importantes distritos mineros de las provincias limítrofes, las empresas de obras públicas y particulares, los cazadores de oficio y los aficionados más exigentes, acudan con pre­ferencia a dicha fábrica a surtirse del mencionado artículo.

Sevilla cuenta, pues, una industria más, que hará sin duda, se creen otras nuevas a su sombra siguiendo la vía del progreso en el trabajo industrial, cuya importancia se hace sentir cada día más vivamente.

A corta distancia de Torre-Blanca se ha edificado un magnífico establecimiento, el cual reune todas las condiciones de seguridad que

Page 38: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

194 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

se exigen por parte del gobierno. La empresa se ha llevado a cabo por parte de varios capitalistas vecinos de esta capital, y sus productos, según los peritos, pueden competir con los mejores del extranjero. Se trata de establecer en la capital varios depósitos para la venta públi­ca. Sus precios serán sumamente económicos. Deseamos a la sociedad gran prosperidad».

*** Por nuestra parte, solo nos resta para dar por finalizado este es­

tudio de el Salitre y la pólvora en Sevilla, reco~dar qµe en 1858 existió un proyecto elaborado por _el Coronel de Artillería don Francisco Sanchiz y Castillo, de establecer entre Constantina y Cazalla sobre la ribera del Huezna una fábrica de pólvora para producir 500 mil kilos anuales.

Lo ventajoso de la posición elegida en todos los aspectos y el presupuesto de su instalación, presagiaban un feliz resultado, pero ... los imponderables andaluces dieron al traste con el mismo.

El coste aproximado en material, edificios e instalación, ascendía a un millón trescientos tres mil reales de vellón. No fué posible en­contrar quienes arriesgaran dichos caudales.

FABRICA DE FUSILES EN SEVILLA

La industria militar tiene por objeto la fabricación de material de guerra, cuyos fabricados deben hallarse en relación, con la dotación de los ejércitos, remanente para consumo y deterioro y un depósito para los azares de una guerra. Por consecuencia, estos tres datos, marcaran la producción de las fábricas, tanto de material, como de municiones o pólvoras.

Con motivo de la invasión francesa, se hizo cargo de los destinos de España, la Junta Suprema de Gobierno del Reino, ocupándose de cuanto se relacionaba con el material de guerra, ordenando a las Juntas Provisionales, utilizaron todos los elementos disponibles para la fa­bricación de fusiles y bayonetas, al objeto de armar al mayor número de españoles, para que pudieran defender la causa de la independencia.

Por R.O. de 9 de Junio de 1809 se dispuso, establecer en Anda­lucía una fábrica de fusiles de chispa, dada la necesidad de situar una fábrica de armas en las provincias del Mediodía. En el primer sitio que se pensó fue El Pedroso (Sevilla), localidad que reunía además de

Page 39: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVlLLANAS DE APUCACION MILITAR 195

abundante mineral de hierro; motor de agua en el río Huezna; carbón vegetal en sus montes y excelente situación geográfica, enclavada entre dos importantes criaderos de carbón núneral, como eran, Villa­nueva del Río y Espiel.

Por cuestiones demasiado prolijas y de escaso interés para nuestro relato, diremos que la fábrica de fusiles fue instalada en Sevilla ca­pital, nombrándose como director de la misma al Coronel de Artillería don Francisco Dátoli.

Con motivo de dar a esta fábrica el mayor impulso, solicito su director la colaboración de personal cualificado, proponiendo fuesen destinados a Sevilla armeros de otras regiones, advirtiendo que sien­do el Plan de Labores construir trescientos fusiles diarios, eran nece­sarios seiscientos noventa maestros de las especialidades de cañoneros, llaveros, aparejeros, carreros, y bayoneteros; mil quinientos setenta hombres entre peones y oficiales, además de las herramientas nece­sarias para la construcción de fusiles.

En un principio se organizó el trabajo de forma que, cada maestro armero lo realizaba en su domicilio utilizando las fraguas propias. La entonces fábrica de fusiles, se limitó a ser lugar de recepción, reco­nocimientos y pruebas, de los fusiles entregados por los indicados maestros.

En apoyo de estas condiciones, decidió el Coronel Datolí arrendar casas que dispusieran de patio o corral donde establecer la fragua. Como lugar amplio y de céntrica situación, próximo a la actual plaza de la Encamación, se habilitó la casas del Conde de Montijo. Aunque Datolí prefería locales pequeños que tenían la ventaja de que cada maestro podía trabajar a la hora que le convenía, incluso de noche, sin molestar a los demás, no fue fácil encontrar los necesarios.

Transcurridos dos meses de la Real Orden, el 14 de Agosto de 1809, comunicó Datolí a la Superioridad estar en marcha la fabrica­ción de los fusiles, habiendo establecido el centro de recogida y re­conocimientos de las armas, en la casa habitada por los hermanos Gutiérrez que eran armeros muy competentes. Informó también, estar finalizando unas instrucciones para el reconocimiento y pruebas de los fusiles, las cuales, tendría terminadas para finales de Agosto. El buen ritmo y organización de los trabajos, permitió poder construir 3.000 fusiles al mes a partir de Noviembre. A pesar de ello, el Coronel Datolí hubo de superar algunas contrariedades como las ocurridas con los hermanos Gutiérrez, los cuales amenazaron con cerrar su taller, e implícitamente la fábrica, sino se les devolvían los obreros que por

Page 40: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

196 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

orden superior habían sido destinados a la Maestranza de Artillería. El problema se resolvió devolviéndole algunos de ellos y trasladando el lugar de recepción de fusiles al Convento de San Lorenzo, ocupado entonces por el Colegio de Cadetes de Artillería, que se había tras­ladado de Segovia a nuestra capital con motivo de la invasión de Napoleón11

• Por otra parte, los armeros procedentes de Asturias y Vizcaya exigían especiales condiciones para ultimar sus contratas, lo que obligó a muchas negociaciones para no verse privados de sus servicios, teniendo que abonarles por cada fusil, la entonces importante cantidad de 201 reales. La arroba de plancha de hierro para cañones, se pagaba a las fundiciones de Vizcaya, al precio de 50 reales y la arroba de planchuelas a 46 reales.

Conforme se fue reuniendo personal cualificado y residentes en Sevilla, se pudieron formalizar unos talleres que fueron instalados en el Convento de la calle Sto. Tomás, antiguo colegio de los Padres Dominicos, situado en lo que fue la Pza. de Sto. Tomás y más tarde calle del mismo nombre, en los aledaños de la Catedral, la Lonja, el Alcázar, la Casa de la Moneda y la Aduana. Comenzaron a funcionar estos talleres, dependiendo del Cuerpo de Artillería, el año 1835, aunque la R.O. tenía fecha de 9 de Febrero de 1832. El cargo de pri­mer director, lo ocupó el Coronel del Cuerpo don Manuel Minio Teruel.

Tras ser superadas las dificultades naturales creadas por la reciente industria, a partir de 1839, y con el nombramiento de un nuevo di­rector en la persona del Coronel don Juan Senovilla, se propuso me­jorar la fábrica bajo un reciente planteamiento: 1 º) Generalizar la in­dustria de fabricación de armas en Sevilla, para emanciparla de los armeros de Oviedo y San Sebastián. 22

) Para este fin, establecer la compañía de obreros y la instrucción de aprendices adoptando hasta cierto punto el método de enseñanza mutua, y 3º) Trabajar por cuen­ta del Gobierno aboliendo las contratas con los maestros y armeros particulares.

El Coronel Senovilla, dividió la fábrica en dos secciones: Sto. To­más y San Juan de los Teatinos. El primer edificio, situado dentro de la ciudad disponía de talleres para la construcción de IIaves, cajas y otros elementos, así como las fraguas para cañonistas y bayoneteros. También albergaba la escuela de aprendices, sala de modelos y oficinas.

11. Se relata este suceso en las páginas 59 y siguientes de «Los leones del Congreso y otros recuerdos sevillanos» del mismo autor.

Page 41: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 197

San Juan de los Teatinos estaba situado a casi cuatro kilómetros al Este de Sevilla, en la orilla derecha del río Guadaira, cuyas aguas se empleaban como fuerza motriz en el barrenado de los cañones de fu­sil. Pero por su proximidad al Guadalquivir, el Guadaira proporcionaba escaso trabajo útil a las ruedas hidráulicas, hasta el punto, que en 1847, siendo director de la fábrica el Coronel don Esteban Guillelmi, sugüió el traslado de las máquinas de barrenar al Molino de la Aljeida en Torreblanca (Sevilla), a pesar del inconveniente de diseminar los talleres y dividirlos en secciones. Se propuso como indispensable, la necesidad de establecer una máquina de vapor o de sangre para las labores de dichos talleres.

Casualmente en este año 1847, tuvo lugar la inauguración de la Pirotecnia Militar12

• Asiste como invitado Guillemi, que a la vista de la importancia de dicha fábrica para la industria militar, sugiere la de establecer también en Sevilla, una moderna fábrica de armas que sustituya a la fábrica de fusiles de la calle Sto. Tomás. No cayó en saco roto esta idea, que llegó hasta conocimiento de los gobernantes españoles.

La fábrica de fusiles de Sevilla continuaba su funcionamiento, fi­gurando en su plantilla 135 obreros, 2 examinadores, 6 maestros y 4 sargentos. La enseñanza de aprendices se iniciaba por los maestros de talleres que los instruían personalmente, hasta que entraban como obreros en la fábrica.

El coronel Guillelmi, que observó el excesivo precio de costo del fusil, mantuvo reunión con los maestros especialistas, llegando al acuerdo de abonar 160 reales por el fusil de percusión y 151 por el de chispa. Siendo además de cuenta de la fábrica, el hierro , acero, escalabornes13, maderas y otros artículos no comprendidos en las contratas.

Según datos oficiales, los costes reales de los fusiles construidos desde 1835 fecha en la que comenzó a funcionar la fábrica, hasta di­ciembre de 1848, fueron:

12. Ver «La Pirotecnia Mili1ar de Sevilla» del mismo autor, publicada en 1981. 13. Trozo de madera ya debas1ado para labrar la caja del fusil.

Page 42: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

198 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

De Modelo Modelo Años Carabinas Percusión 1826 1836 Mosquetones Tercerolas Total

1835 ....... 128 128 1836 ....... 698 698 1837 ....... 806 806 1838 ....... 374 72 446 1839 ....... 595 164 759 1840 ....... 1.065 1.065 1841 ....... 30 717 747 1842 ....... 709 709 1843 ....... 117 117

1844 ······· 1.800 1.800 1845 ....... 3 1 1.46 1 1.465 1846 ....... 94 1.404 2 1.500 1847 ....... 28 1.628 1.656 1848 ....... 425 2.480 165 3.070

Total ....... 30 425 5.334 5.513 3.428 236 14.966

Lo que resultaba que en 14 años se habían fabricados 14.966 armas. Para calcular con mayor exactitud el coste de las armas construi­

das, interesa separar en tres etapas, los años que llevaba trabajando la fábrica. Teniendo en cuenta que los métodos empleados han sido di­ferentes con lógica influencia en el rendimiento y por lo tanto en el valor de cada fusil, obtendremos los siguientes resultados:

Primer período: Desde la fundación en 1835 a final de 1839. En este tiempo recibió la fábrica un total de 2.069.779 reales para pri­meras materias, además de los sueldos de dirección14 y de los 22 obreros que representaban 244.268 reales y 12 maravedís.

El total de dinero recibido para la fábrica fueron 2.314.04 7 reales y 12 maravedís.

Teniendo en cuenta que de este importe se devolvieron 691.933 reales, el gasto líquido para los años 1835 al 39, fue de 1.693 .114 reales y 12 maravedís, con los cuales se construyeron 2.837 armas, lo que resultó un coste por anna de 596 reales y 27 maravedís15

El Segundo período comprendía desde el lº de Enero de 1840 a fin de diciembre de 1846, es decir siete años. Durante este tiempo se invirtieron 2.828.273 reales. El personal directivo aumentó de Ja época anterior en un Comisario y otro teniente16

14. Estaba constituida por un Teniente Coronel que cobraba 16.200 reales al año; un capitán, 9.720; un teniente. 6.492; un oficial primero, 8.460 y un oficial pagador 7.368.

15. El real valía 34 maravedís. 16. El Comisario cobraba al año 12.960 reales.

Page 43: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 199

El total de armas fabricadas que figuran en el cuadro anterior to­talizaron 7.403, lo que supone un costo de 382 reales y un maravedí por arma. Pero teniendo en cuenta que del total de las armas, 3.263 eran mosquetones cuyo costo era inferior, se puede suponer que cada fusil en este período pudo costar 400 reales.

Tercer período: desde 1!! de Enero de 1847 a finales de Diciembre de 1848, se gastó 1.438.832 reales y 27 maravedís.

Las cuentas en este período son fáciles ya que se conoce lo que cuesta por contrata un fusil de chispa. El importe de los gastos del personal de dirección y personal obrero era de 280.442 reales por año.

En 1847 se habían fabricado 1.656 fusiles de chispa. Sumándole al gasto de personal cuyo importe era 169 reales y 11 maravedís por fusil, el valor de la contrata de cada uno, que era de 151 reales, re­presentaba un total de 320 reales y 11 maravedís, por cada fusil de chispa.

Ca/c_ulando lo mismo para 1848:

Valor de la contrata del fusil de chispa ....... . Importe del personal de la fábrica ............... .. Fusiles fabricados este año .......................... ..

151 rs. 280.442 rs.

3.070 rs.

Corresponde de gasto de personal a cada fusil, el cociente entre el importe del personal y los fusiles fabricados que asciende a 91 reales y 10 maravedís. Resultando que el precio del fusil en 1848, ascendía a 242 reales y 10 maravedís.

La media entre los dos años era el precio del fusil en este tercer período, es decir 281 rs. y 10 mrs. Haciendo un resumen para calcular el valor de cada arma fabricada en los catorce años de existencia de la fábrica desde 1835 a 1848 obtenemos el siguiente resultado:

Gastos del Primer Período ..... . Gastos del Segundo Período .. . Gastos del Tercer Período ...... . Total Gastos ............................ .

1.593.114 reales, 12 maravedís 2.828.273 reales, O maravedís 1.438.832 reales, 27 maravedís 5.960.220 reales, 5 maravedís

Se recuerda que un real representa 34 maravedís.

Armas fabricadas en el Primer Período ............. . Armas fabricadas en el Segundo Período .......... . Armas fabricadas en el Tercer Período ............ .. Total ...... ....... ....... ....................... .......................... .

2.837 7.403 4.726

14.966

Page 44: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

200 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

Lo que produce un precio medio para cada arma de 398 reales y 8 maravedís.

El Capitán de Artillería don Francisco Luxan, publicaba en Junio de 1849, un trabajo haciendo constar que las tres fábricas de fusiles más importantes de España, eran Ja de Plasencia, Oviedo y Sevilla, con una fabricación mensual respectivamente de 1.500, 1.000 y 256 fusiles. Al comparar la fábrica de Plasencia con la de Sevilla decía:

«En Plasencia, ciudad de 10.371 almas, 2.188 son armeros, y en Sevilla, cuya población pasa de 120.000 almas, escasamente habrá 200».

«En Sevilla cuesta una llave de escopeta lisa y sin grabado, 80 reales. En Plasencia por este precio se compra una escopeta de per­cusión grabada».

Durante el año 1847, una comisión de Jefes y Oficiales de Arti­llería del Departamento Militar de Sevilla redactó un nuevo regla­mento que actualizaba el publicado en Julio de 1839. En el mismo, se reconocía la necesidad de disminuir Jos gastos de la compañía de obreros y la conveniencia de promover las contratas con los maestros armeros.

Así, en el artículo primero del reglamento del 27 de Diciembre de 1847 correspondiente a la fábrica sevillana, en lo concerniente a la Compañía de obreros, decía:

«La fuerza de dicha Compañía será por ahora la que se expresa a continuación, que marcó el Real Decreto de Organización del Ejército de 12 de Agosto de 1842.

Capitán, uno; Tenientes, dos; Examinadores, dos; Maestros pri­meros de taller, cinco; Maestros segundos de taller, cinco; Sargentos, ocho; Cabos , trece; Armeros, setenta y cuatro; Aprendices, treinta.

La expresada fuerza se irá disminuyendo sucesivamente a propor­ción que puedan ejecutarse contratas con operarios particulares del país.

Para estimular Ja aplicación de los armeros del país a la cons­trucción de armas de chispa, se procederá desde luego a formalizar, con los requisitos que se observan en Ja fábrica de Plasencia, las contratas que parezcan más fáciles para fabricar ciertas partes de las armas, como cajas, llaves u otras, proporcionándose por Ja fábrica, si conviniese, las primeras materias, y buscando arbitrios para facilitar estas contratas, fijando como tipo un precio tal que no sea muy in­ferior al de las misma~ piezas fabricadas por los obreros de la com­pañía, contando con el haber que estos disfruten en todos los días del año sean o no de trabajo.

Page 45: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLJCACION MILITAR 201

Para que pueda llevarse a efecto lo que queda expresado, se des­tinará siempre una parte de la asignación de la fábrica al pago de las piezas contratadas con los particulares, procurando extender dichas contratas cuanto sea posible y asegurar la realización y posibilidad de renovarlas, y en este caso se propondrá la supresión de las plazas de la compañía necesarias para el trabajo de las piezas contratadas».

En los edificios que componían la fábrica en esta época en el lu­gar llamado de Santo Tomás, se hallaban establecidos los talleres para la construcción de llaves, aparejos y cajas, con siete fraguas para los cañones y tres para las bayonetas. También estaban, las Salas de Modelos, Examen, Armas, y las oficinas de dirección, el despacho del Comisario, y la escuela de aprendices.

En el molino de San Juan de los Teatinos se hallaban, las má­quinas de barrenar los cañones y bayonetas, cinco fraguas para cañonistas, cuatro para bayonetas y una para recomposición de he­rramientas, así como las viviendas para nueve familias de los obreros que allí trabajaban.

El taller de llaveros, establecido en Santo Tomás, lo constituía un extenso local con un gran armario a cargo del maestro, para depósito de las primeras materias; diez y siete bancos con 58 tomillos; cuatro fraguas; una máquina para taladrar; y las estampas, plantillas y he­rramientas necesarias para sus labores.

Los cañonistas y bayoneteros no tenían talleres sino que cada maestro trabajaba aisladamente en su fragua con sus oficiales y aprendices. Los obreros tenían su correspondiente banco y tornillo para la lima, terrajas, tuercas y el correspondiente juego de herramientas.

En otro local estaban reunidos los cajeros y carpinteros que dis­ponían de trece bancos y 29 tomillos para la construcción de cajas.

En la sala llamada de Examen se encontraban los modelos de to­das las armas de fuego portátiles que usaba el Ejército, así como las plantillas, calibres, padrones e instrumentos para el reconocimiento de las piezas que constituyen cada arma. En la sala de Modelos, existía una colección completa de los procedimientos de fabricación de las piezas del fusil, las primeras materias de que se componían y el modelo de todas las piezas que formaban las distintas máquinas que se empleaban.

El acopio de primeras materias para el consumo de este estable­cimiento se hacía por medio de contratas ante la Junta Económica o por compras particulares, según fuese en grandes o pequeñas canti­dades.

Page 46: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

202 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

Vamos a relacionar precios de algunos artículos adquiridos en el comercio de Sevilla para las labores de esta fábrica, en el año 184 7, que servirá al curioso lector para comparar con los actuales: ·

Aceite común .................................. . Acero de Milán en barras .............. . Acero de Suecia en barras ........... .. . Alambre de hierro ...... ................. .... . Alicates chato ................................. . Barrenas para berbiquíes ................ . Carbón de piedra ............................ . Cuerdas ............................................ . Clavos grandes ................................ . Clavos pequeños ............................. . Escalabornes de nogal para cajas ... Hierro cuadradillo 6 líneas ............ .. Planchuela 4 pulgadas ...... ............. .. Lijas fina ......................................... . Limas tablas 12 pulgadas ..... .......... . Limas media caña 12 pulgadas ...... . Lima triangular 12 pulgadas .......... . Papel estraza ................................... . Soldaduras de metal ....................... .

45 reales la arroba 200 reales el quintal 220 reales el quintal 4 reales la libra 5 reales uno 3 reales una 5 rs. y 20 mrs. el quintal 6 reales la libra 6 reales ciento 5 reales ciento 6 reales uno 120 reales el quintal 80 reales el quintal 16 reales la docena 69 reales la docena 69 reales la docena 59 reales la docena 9 reales la resma 20 reales la libra

Al apreciar la dirección de la fábrica, que el estado de aprendizaje de sus obreros permitía introducir el sistema de contratas que permitíra aminorar el precio del fusil, acordó proceder por vía de ensayo a contratar los trabajos de, cañonistas, bayoneteros y cajeros, reservan­do para la fábrica los llaveros, aparejos y montaje.

La fabricación del fusi l se dividía en cinco grupos: el cañón, la llave, los aparejos, la bayoneta y la caja. Conozcamos someramente el modo como se construía el cañón, considerada la pieza más esencial y difícil del fusil.

Cañonistas. Al no existir en esta fábrica martinete, las planchas que se utilizaban par Ja construcción del cañón se adquirían en las ferrerías de Vizcaya al alto precio de 101 reales el quintal, cuyo peso constituían nueve planchas. Se preparaba la plancha con arreglo a las medidas: 40 pulgadas de longitud, 4,5 de grueso en pulgadas para la recámara y 2,5 pulgadas para la boca del fusil. El peso de cada chapa era de 10 a 10,5 libras. La forja se verifica en la fragua hasta que la mitad de la plan-

Page 47: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 203

cha estaba enrojecida; en este estado se golpeaba por los cantos para encanutarla, empezando desde le centro al extremo enrojecido, hasta enrollar la mitad de la plancha, entonces, se introducía el molde o macho, y repitiendo la operación con la otra mitad se enrollaba com­pletamente. Esta operación necesitaba entre 8 y l O calentones.

Una vez enrollada toda la plancha se le daba un calentón en toda su longitud, extrayéndola el macho e introduciéndole el molde pri­mero, sobre el cual se batía a todo lo largo para unir Jos bordes y preparar la unión para las caldas17

Se rociaba el cañón con agua para que las caldas fuesen más suaves, y con una barra de hierro llamada espetón se separaban las escorias. Cuando la calda tenía el grado conveniente, se le introducía un macho por el extremo de la recámara, afirmándolo con dos o tres golpes, a fin de llegar hasta el sitio en que se había de dar la calda. Los martilladores batían Ja parte caldeada con martillos de 7 libras, marcando el ritmo el maestro, con un martillo pequeño. La mayor o menor velocidad con que debían acompañarlo, obligaba a ir dando vueltas al cañón para que estuviese igualmente batido por todos lados. Seguidamente, se introducía por la boca del cañón un taco de madera para poderlo manejar con soltura y se calentaba convenientemente en la fragua. El maestro iba señalando al martillador el sitio donde debía golpear, lo que hacía con martillos de 1 y 3 libras humedecidos con agua, cuidando de dar por todas partes para igualar su espesor. Esto se conseguía gracias a la práctica. Concluida la forja se unía a la culata un dado de hierro del tamaño del refuerzo que habría de co­locarse en la chimenea para sostener el pistón. A continuación le hacía el recocido que tenía por objeto, facilitar las operaciones de barrena­do y desbaste.

Después de forjado y recocido el cañón se enviaba a San Juan de los Teatinos para que fuese barrenado. El barrenador comenzaba por limpiar el interior del cañón de las escorias que pudiera tener y colo­caba la argolla de la corredera con la boca hacia arriba. Hecha esta operación se procedía a pasar una serie de barrenas de menor a mayor, en un total de sesenta y cada barrena dos o tres veces. Se Je iba dando vueltas al cañón y se introducían las barrenas indistintamente por la boca o por la recámara. Por último, para dejar el cañón en su justo calibre, se empleaban las llamadas barrenas de afinar, que servían para dar por concluido el calibre del cañón.

17. Hacer ascuas los metales para labrarlos o para soldar unos con oiros.

Page 48: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

204 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

Finalizado el barrenado volvía el cañón al cañonista, el cual ase­gurado de la exactitud del calibre, procedía a abrirle la rosca para colocar el tomillo de la recámara. Conseguido esto, se marcaba el cañón en seis partes, señalándolo con tiza y cortando desde la boca con una lima, lo que excediera de su exacta longitud. Con las di­mensiones exactas se introducía un culatín en la recámara y se co­menzaba el desbaste, formando las ochavas en todas sus caras menos en Ja que lleva el refuerzo de la chimenea.

Una vez debastado, se pasaba a guarnir/o, operación que consis­tía en ponerle el tomillo de recámara y el punto de mira. La rosca del tomillo se hacía con una terraja, recalcándola a martillo una vez que había entrado la parte cilindrica. Para el punto de mira, se cortaba una barrita de hierro y después de limarla se colocaba en una canal abierta en el cañón soldándolo en la fragua con latón. En este estado, se volvía a repasar el cañón en toda su extensión con la barrena de afi­no. Una vez reconocido se pasaba al taller en que se le hacia la chi­menea, operación delicada que desaparecería a partir de 1848, en que, comenzó a fabricar la Pirotecnia las cápsulas para fusiles18•

Como el objeto del estudio que queríamos dedicar a la Fábrica de Fusiles de Sevilla no es de orden técnico, creemos habemos extendi­do demasiado en explicar como se construía el cañón; por eso vamos a dejar sin explicar como funcionaban los talleres de llaves, aparejos, bayonetas y cajas, para continuar recordando lo que fue la fábrica en sí misma.

*** Mientras la Comisión formada por el Comte. de Artillería don Juan

María Maestre Lobo y el capitán don Juan Pareja y Pareja estudiaban y proyectaban el traslado de la fábrica de fusiles a otro lugar más idóneo que el de Sto. Tomás, como hubiera sido la antigua fábrica del Salitre a extramuros de Sevilla próxima a la Puerta del Sol, transcu­rrieron algunos años.

En 1859 se produjo un importante acontecimiento, que de haber sido aprovechado, hubiera proporcionado a Sevilla un nuevo centro industrial de vital importancia. Nos referimos a la determinación del Gobierno, de dar carácter oficial a la instalación de una Fábrica de Armas basada en el proyecto que sobre infraestructura y capacidad habían estudiado algunos artilleros sevillanos.

J 8. fate punto queda explicado en «La Pirotecnia Militar de Sevilla» obra del mismo autor. publicada en Sevilla en 1981.

Page 49: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 205

Una Real Orden firmada por el ministro de la guerra don Leopoldo O'Donnell y sancionada por Ja Reina Isabel JI, fechada en Madrid el 22 de Mayo de 1859, a los cincuenta años de establecerse la fábrica de fusiles de chispa, decía:

«Considerando de imprescidible necesidad, atendiendo al estado actual de Europa, establecer prontamente en Sevilla una nueva Fábrica de Armas de Fuego Portátiles y terminar los talleres de la que existe en Oviedo; oída la Sección de Guerra y Marina del Consejo del Es­tado, vengo en autorizar al Ministro de la Guerra de acuerdo con mi Consejo de Ministros, para contratar urgentemente y sin formalidades de subastas públicas el acopio de todos los materiales que para ello se necesiten, como comprendido este servicio en el caso séptimo, artículo sexto del R.D. de 27 de febrero de 1852 y en la regla tercera del ar­tículo diez y seis de la instrucción de subasta aprobada por R.O. de 3 de Junio del mismo año para prescindir de remates públicos)) 19•

Una de las mayores preocupaciones que pesaban sobre el Gobier­no, en aquéllos momentos, era la organización militar del país. Los gravísimos problemas europeos no permitían a España permanecer indiferente y menos aún, cuando se preveía que la única manera de resolverlos, sería a través del empleo de las armas.

Al problema de Italia, que venía a ser el nudo gordiano de. la po­lítica europea, se le unía el recelo de las demás naciones, que veía, como otras se anexionaban terrenos y marcaban a capricho sus fron­teras naturales. En previsión de que estos graves sucesos repercutieran en España, el Gobierno puso en marcha un plan de mejoras en el Ejército, y muy especialmente en lo referente a la Marina de Guerra y a la Industria militar, buscando la manera de ponerlas al nivel de otras naciones más poderosas.

Una vez más, se pondría de manifiesto la indiferencia que ha te­nido Sevilla por su engrandecimiento industrial, al no saber o querer, interesarse por ello. Como muestra de este aserto, bastará señalar el incomprensible impedimento que dió al traste con la posible instala­ción de esta fábrica.

La comisión, tras estudiar las soluciones idóneas sobre el posible lugar de emplazamiento, pensó establecerla en unos terrenos de el barrio de Los Remedios, situados en la ribera del río, al lado opuesto del Palacio de San Telmo y en un extremo del barrio de Triana. La

19. Esta R.O. fue publicada en la Colección Legislativa, 2" lrimestre de 1859. Tomo LXXX. Pág. 195. Título 236.

Page 50: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

206 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

propuesta fue muy bien acogida por el Gobierno, ya que satisfacía las exigencias técnicas del proyecto, al situar la fábrica a orillas del río Guadalquivir, facilitando en tiempo y dinero las operaciones de em­barque y desembarque de las primeras materias y de los productos terminados.

Al llevarse a cabo las primeras gestiones, realizadas por el propio alcalde García de Vinuesa, Je produjo un gran disgusto al comprobar, que el propietario de una de las parcelas elegidas, se negaba a vender a ningún precio.

El periódico «La Andalucía» de 30 de Septiembre de 1859, en la sección Crónica Laboral, comentaba ampliamente este asunto, termi­nando con las siguientes palabras:

«Pero aunque el Ayuntamiento está conforme y aunque lo estaban los oficiales de artillería faltaba sitio para el desarrollo completo del plano; este sitio podía tomarse de unos terrenos inmediatos, si su dueño los quería vender; pero el dueño a quien ha llegado a ofrecer­se hasta el duplo del valor de los terrenos, parece que se ha negado terminantemente a ello, viéndose en su consecuencia Sevilla privada de poseer en la otra orilla, un establecimiento que amenizaría lo que no es decible, las risueñas márgenes del Guadalquivir. ¡Vaya Pa­tricio!».

Inmediatamente se comenzó Ja búsqueda de un nuevo emplaza­miento. Se pensó establecerla en los terrenos que frente a la Pirotecnia habían sido adquiridos para ampliación de la misma, que con el tiempo serían conocidos por las Carolinas20

, solución que tampoco llegó a buen término, ya que ostaculizaba las necesidades de la propia Pirotecnia.

Habían transcurrido casi dos años del decreto que autorizaba e l establecimiento de una fábrica de armas en Sevilla, cuando el general Serrano como presidente del Gobierno, inquirió de las autoridades sevillanas el motivo de aquella demora. A ello se contestó, informando de la imposibilidad de encontrar un lugar idóneo o al menos, pareci­do al que fue elegido en los Remedios.

Aquella demora, obligó al Gobierno a dar la orden de suspender los trabajos y estudios que se llevaban realizados, aun reconociendo Ja conveniencia de establecer en Sevilla una fábrica de armas.

El eco de esta orden, fue recogido con gran disgusto por la pren­sa sevillana que publicó algunos artículos contra la decisión del Go-

20. Ver «La Pirotecnia Militar de Sevilla» del mismo autor.

Page 51: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 207

bierno y el interés demostrado por algunas capitales del Norte de instalar la nueva fábrica en sus propias capitales.

El periódico <~La Andalucía» del 7 de Junio de 1860, insistiendo en estas argumentaciones, comentaba:

«Son varias las razones de la necesidad de la Fábrica de Annas en Sevilla, donde tantas circunstancias favorables se reunen.

Basta advertir la ventajosa situación de esta capital, sus fáciles comunicaciones, el auxilio de las demás industrias desarrolladas hoy que casi compiten con las extranjeras; el concurso de otros estableci­mientos militares la abundancia de excelente hierro y de no menos inferior nogal, la elaboración de muy buen acero que hoy se obtiene en El Pedroso21 , cuya calidad es a propósito para la industria armera; basta con esto para comprender la conveniencia de plantear la fábri­ca de armas en Sevilla con preferencia de otra capital».

A pesar de todo, como los problemas del emplazamiento no se resolvieron, el proyecto quedó anulado definitivamente.

No obstante, la modesta entidad fabril situada en Santo Tomás y San Juan de los Teatinos, siguió trabajando hasta su total desaparición, que debió producirse en el año 1861, ya que su titulación dejó de fi­gurar en la Guía de Forastero de 1862. Su último director fue, el Coronel de Artillería don Manuel Femández de los Senderos.

*** Como ampliación de este tema y con objeto de dar a conocer la

instalación en Andalucía de otras Fábricas de Fusiles indicaremos con brevedad las más importantes establecidas a raíz de la R.O. de 9 de Junio de 1809.

Cádiz. Se propuso por el Marqués de Villel al Secretario de Esta­do de la Junta Suprema gubernativa del Reino que lo era don Martín de Garay la instalación de una fábrica de fusiles en Cádiz. En el proyecto se hacía constar que dicha fábrica sería instalada en terrenos pertenecientes al Parque de Artillería y su producción sería de 144 fusiles diarios, teniendo en cuenta que se emplearían dos máquinas de barrenar, movidas por mulos y capaces de producir 12 cañones de fusil a la vez y realizar 6 operaciones al día.

21. Pueblo de la provincia de Sevilla donde desde 1817 se creó la Sociedad Compañía de Minas de El Pedroso. cuyo estudio será publicado oporrunamentc.

Page 52: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

208 ENRIQUE DE LA VEGA VIGUERA

El proyecto fue aprobado, confiándosele la dirección facultativa al Capitán de Fragata de la Armada don Wolfango de Mucha y la ad­ministración y cargo de las existencias, al Conde de Rio Molino.

La Superioridad consignó a esta fábrica 20 mil pesetas seml!Jlales, de las que 5 mil procedían de la renta de Correos y 15 mil de la Te­sorería General de Hacienda. Se ordenó que el precio de costo de cada fusil no sobrepasase los 11 O reales a lo que manifestó el Conde de Río Molino que no confiaba pudiera fabricarse a ese precio, dada la ca­restía de jornales y primeras materias, teniendo en cuenta que un maquinista de barreno cobraba 12 mil reales al año.

La fábrica de Cádiz comenzó a funcionar el 24 de Enero de 1809 y al año siguiente, el 13 de Enero se elevó un informe a la Superio­ridad comunicándole estaban completamente equipadas y en funcio­namiento 13 barrenas y se estaban armando otras seis; así mismo; que el taller de forja estaba casi terminado y se había empezado a trabajar en el horno de refino, como igualmente en las fraguas de batir plan­chas.

Granada. Fue nombrado director de la Fábrica de Fusiles de Granada, don Juan Sempecen y Jefe de Talleres y oficinas el Capitán de Navío don Antonio Llerena. El maestro principal, era Juan Gómez.

La fábrica se estableció en la Rambla del Banco, dando comien­zo las obras el 1 de febrero de 1809.

El proyecto inicial fue el de construir 1.000 fusiles al mes, para Jo cual se instalaron en un principio 22 fraguas aumentándolas hasta 40, que era el número que se consideraba necesario para conseguir el millar de fusiles mensuales que se habían proyectado.

A propuesta de la Junta Provincial de Guerra de Granada, se nombró para la inspección y reconocimiento de los fusiles, al tenien­te del Real Cuerpo de Artillería don León Gil del Palacio.

La consignación que le fue asignada fue de cien mil reales men­suales con cargo a la Renta de Correos, a parte de otros cien mil que se dieron para realizar las obras.

A partir del 12 de Septiembre de 1809, la plantilla de operarios que trabajaban en la fábrica, era de 20 aprendices, 13 oficiales de macho para las fraguas; 1 O oficiales de fragua; 3 oficiales forjadores para cañones; 1 oficial forjador guarnicionero; y 3 oficiales de lima. Los sueldos oscilaban entre los 10 y 20 reales diarios.

Jerez de la Frontera. La instalación de la fábrica en Jerez corrió a cargo del Coronel de Artillería don Francisco Dátoli, que era el di­rector de la de Sevilla. En compañía del Capitán del mismo Cuerpo

Page 53: DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR (SIGLOS …institucional.us.es/revistas/rasbl/19/art_10.pdf · 2015. 2. 6. · Diego Becerril, y respeto de informarse ser el Salitre

DOS FABRICAS SEVILLANAS DE APLICACION MILITAR 209

don Manuel Osorio, se trasladaron a inspeccionar el lugar donde se podía instalar la fábrica, eligiendo el Monasterio de la Cartuja y un molino próximo a éste, situado sobre el río Guadalete.

Tras varias visitas a Jerez, hasta dejar en funcionamiento la fábrica, el Coronel Dátoli nombro director de la misma al maestro armero Pedro Aldazabal, auxiliado del artífice Juan Giro.

La consignación la recibían de la Renta de Correos y la producción se estimó en 30 fusiles diarios.

Málaga. No tuvo éxito la que se montó en Málaga ya que los maestros armeros Manuel de Salas y Antonio Senet, a los que se le confió la dirección de la misma, no fueron capaces de hacerla fun­cionar.

Se instaló en un edificio situado en La Caleta que dedicado con anterioridad a depósito de presidiarios. Se le asignó una consignación de 8.000 reales y se estimó el precio de cada fusil en 200 reales. Aunque se comprometieron en un principio a entregar 50 fusiles a la semana, transcurridos unos meses sin que los maestros cumplieran se cancelaron los compromisos.

BIBLIOGRAFIA

- Archivo Municipal de Sevilla: Sección Especial, Siglo XVIII. Tomo l y 22. Sección 5ª, Tomo 173. Sección 6u, Tomo 86 y 280.

- Servicio Histórico Militar. - Nueva Fábrica de Pólvoras. Francisco Sanchiz y Castillo. - Memorial de Artillería, n9 3.330, Año 1859. - Historia de la Collación de San Roque. - Real Fábrica de Salitre. José Martínez de Elizalde. - Papeles Conde del Aguila. Siglo XVITI. Archivo Municipal. - Reales Ordenes y Decretos. · - Hemeroteca Municipal de Sevilla. - Memoriales de Artillería nº 3.290 de 1849; 3.285 de 1908. - El acero y fabricación de fusiles. Comandante de Artillería José Boado.

1899. - Memoria de Ja fabricación del fusil de nuevo modelo. 1848. - La fábrica de fusiles. Francisco Luxan, Capitán de Art.ª - Colecciones legislativas. - Ordenanzas para el Ejército. 1882. - Memorias. Antonio Vallecillo.