donghi a - las impulsiones y sus destinos. (una clinica de la bulimia)

4
Las imnulsiones y sus destinos. (Una clínica de la Bulimia) Alicia Donghi Psicoanalista Lo que me impulsó para este encuentro, fue la insistencia de cierta emergencias clínicas que, conforme avanza este fin de siglo, van demostrando que el síntoma cambia más rápido’ que la teoría que nos podemos hacer de él y que su formulación está condicionada por el estado de lo que puede denominarse el discurso universal. Tanto la Bulimia como la Anorexia son la expresión más fehaciente de cuando los ideales de la cultura se transforman en malestar. Segùn la definición del diccionario, impulsión es impeler,dar empuje para producir movimiento.Está relacionado con la inhibición, y se diferencia de la compulsión (aunque se parezcan en apariencia y se utilicen a veces como sinónimos) que también segùn el diccionario es un apremio que por mandato de la autoridad se hace para que uno ejecute alguna cosa que no quiere. Las impulsiones son patologías del acto, donde se penen de manifiesto la monotonía de la satisfacción de la pulsión en una forma directa, visible y muda.Satisfacción esta a la cual no pueden renunciar. En un nivel descriptivo se pueden ubicar a los pacientes bulímicos, los jugadores, ciertos tipos de violencia y algunas adicciones.Sin embargo con estas ùltimas se produce un borde en que se superponen y que es menester distinguir en cada ‘caso. Decir que están vinculadas al acto,es plantear toda la clínica de la acción,teniendo su máxima prevalencia los conceptos de acting out y pasaje al acto.El autoerotismo cumple en ellas un papel especial, así como la adhesividad de la libido y el cuantum de fijación al objeto pulsional. De más está decir que no se pueden definir en función de una estructura clínica, por lo tanto. encontramos estos fenómenos en cualquiera de las tres estructuras definidas por Freud: Neurosis,Perversión y Psicosis. Aparece en primer plano la pulsión y su empuje.Esta es una forma de la demanda que no podemos interpretar porque es paradójica y silenciosa, el silencio de las pulsiones. Es la paradoja de una demanda que no habla,pero que supone el lenguaje. Obedece a sus reglas y siempre logra satisfacerse, aùn por satisfacciones sustitutivas. En la Conferencia 22, Freud dice:” Por regla general, se interpone un objeto exterior en el que la pulsión logra su meta externa, su meta interna sigue siendo en todos los casos, la alteracón del cuerpo sentida como satisfacción. La noción de meta interna es lo que nos permite entender que sea en la infelicidad, el fracaso y la frustración, donde la pulsión se satisface muchas veces. Lo buscado en las impulsiones es la acentuación del cambio corporal. En la mayoría de las bulimias está en juego el acto de comer. Lo que está buscando es un circuito pulsional determinado, no la_incorporación del alimento por sí mismo. 57

Upload: oroborob

Post on 12-Jan-2016

28 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Donghi a - Las Impulsiones y Sus Destinos. (Una Clinica de La Bulimia)

TRANSCRIPT

Page 1: Donghi a - Las Impulsiones y Sus Destinos. (Una Clinica de La Bulimia)

Las imnulsiones y sus destinos.(Una clínica de la Bulimia)

Alicia DonghiPsicoanalista

Lo que me impulsó para este encuentro, fue la insistencia de cierta emergenciasclínicas que, conforme avanza este fin de siglo, van demostrando que el síntoma cambiamás rápido’ que la teoría que nos podemos hacer de él y que su formulación estácondicionada por el estado de lo que puede denominarse el discurso universal.

Tanto la Bulimia como la Anorexia son la expresión más fehaciente de cuando losideales de la cultura se transforman en malestar.

Segùn la definición del diccionario, impulsión es impeler,dar empuje para producirmovimiento.Está relacionado con la inhibición, y se diferencia de la compulsión (aunquese parezcan en apariencia y se utilicen a veces como sinónimos) que también segùn eldiccionario es un apremio que por mandato de la autoridad se hace para que uno ejecutealguna cosa que no quiere.

Las impulsiones son patologías del acto, donde se penen de manifiesto la monotonía dela satisfacción de la pulsión en una forma directa, visible y muda.Satisfacción esta a la cualno pueden renunciar. En un nivel descriptivo se pueden ubicar a los pacientes bulímicos,los jugadores, ciertos tipos de violencia y algunas adicciones.Sin embargo con estasùltimas se produce un borde en que se superponen y que es menester distinguir en cada‘caso.

Decir que están vinculadas al acto,es plantear toda la clínica de la acción,teniendo sumáxima prevalencia los conceptos de acting out y pasaje al acto.El autoerotismo cumpleen ellas un papel especial, así como la adhesividad de la libido y el cuantum de fijación alobjeto pulsional. De más está decir que no se pueden definir en función de una estructuraclínica, por lo tanto. encontramos estos fenómenos en cualquiera de las tres estructurasdefinidas por Freud: Neurosis,Perversión y Psicosis.

Aparece en primer plano la pulsión y su empuje.Esta es una forma de la demanda queno podemos interpretar porque es paradójica y silenciosa, el silencio de las pulsiones. Es laparadoja de una demanda que no habla,pero que supone el lenguaje. Obedece a sus reglasy siempre logra satisfacerse, aùn por satisfacciones sustitutivas. En la Conferencia 22,Freud dice:” Por regla general, se interpone un objeto exterior en el que la pulsión lograsu meta externa, su meta interna sigue siendo en todos los casos, la alteracón del cuerposentida como satisfacción. La noción de meta interna es lo que nos permite entender quesea en la infelicidad, el fracaso y la frustración, donde la pulsión se satisface muchas veces.Lo buscado en las impulsiones es la acentuación del cambio corporal. En la mayoría de lasbulimias está en juego el acto de comer. Lo que está buscando es un circuito pulsionaldeterminado, no la_incorporación del alimento por sí mismo.

57

Page 2: Donghi a - Las Impulsiones y Sus Destinos. (Una Clinica de La Bulimia)

No es lo mismo que el placer sea anticipado en una escena donde se va a realizar lapulsión, eso es el cumplimiento del deseo; a que la pulsión se realice en su instantaneidady que el sujeto repita ese displacer buscando allí la satisfacción.

Parece entonces que la impulsión es sin la compulsión del Otro como algo que nohubiera pasado al campo del Otro, por lo tanto es sin renuncia,aunque haya privación.

El desafio clínico de este tipo de impulsiones es cómo producir que este cuantumpulsional del cual el sujeto queda afuera, se encamine en las vías de la producción de unsíntoma que produzca deseo de saber ( en lugar de repetir,recordar,como diría Freud),0bien hacerlo entrar en una escena a la manera de acting out.

Se trata de sujetos que se presentan en una posición donde el objeto oral no estálatente y perdido promoviendo preguntan, sino que está entre nosotros, estorbando laposibilidad de la instauración de la transferencia.

En una oportunidad, llegó a mi consultorio una mujer joven, casada, con treshijos.Hasta la tercera entrevista no menciono nada que justificara su presencia alli,susquejas sobre cierto aburrimiento o rutina que la embargaban eran inespecíficas.

No había nada que empujara en el sentido de un sufrimiento claro y como decía, nadaque justificara su presencia allí, salvo su presencia misma,pero muda.Era obesa, muygorda. Sin haber hecho referencia alguna a ello, en la tercera entrevista dice no tener nadamás que decir y que entonces quiere que le diga lo que tiene que hacer.Le digo:“Venga enayunas”.

Ya un encuadre analitico implica ciertas renuncias. ¿Por que yo le pediría unrenunciamiento tan ligado a lo médico? Era claro que el cuerpo de lleno y “lleno” estabaahí. A la siguiente entrevista cuenta sin más prolegómenos, un traumático asalto conviolación de su hermana, acaecida ya hace algunos años,el cual ella presenció muda“ ydel que ambas pactaron no decir nunca a nadie.Esta era la ocasión en que ella rompe elpacto y junto con eso el cese de la inhibición de hablar da paso del “bien comer” al “biendecir”.

Como estas satisfacciones pulsionales van más allá de las estructuras, puedeacompañar un síntoma o bien revelarse tardíamente en un tratamiento. Me pareció deinterés, a través de otro caso,mostrar cierta alternancia entre la bulimia y la anorexia, asicomo su ocultamiento tras el motivo de la consulta.

Otro: Se trata de una muchacha joven que atendí hace un tiempo considerable y quevivía con su madre.Esta se había separado hace algun tiempo de su padre, diseñadorgráfico. Ella estudiaba decoración de interiores y en los interiores ocurrían sus cuestionesFue una cura marcada por lo inesperado. El motivo de su consulta fue la culpa que decíasentir por el rechazo inexplicable por su madre, a quie describía como a una buena mujerpero le irritaba su presencia y la queria ver muerta.Añade que también se veía gorda, que

58

Page 3: Donghi a - Las Impulsiones y Sus Destinos. (Una Clinica de La Bulimia)

cuando estaba a punto de salir se veía mal en el espejo y a veces no salía, inventandocualquier excusa.

Un día confiesa, y digo que confiesa aunque sería más preciso decir tropieza en mediode un relato, con su impulsión, que al describirla, lo primero que me sugiere es cómohabía podido hasta ese momento pasarla por alto o no contarla.La confesión supone algoescondido, secreto,esto estaba mudo, a pesar del montaje.

Tenía episodios que comenzaban a la salida del trabajo ante vidrieras donde se exhibíantortas,parecía que se transformaba en una idea fija, como si se fuera calentando con lapalabra. Luego llegaba a su casa y comenzaba con los atracones, devoraba lo que hubiera ,desde galletitas hasta fideos secos cuando no encontraba otra cosa. La madre,como alpasar,se encargaba de dejar comida por los rincones. La culminación de estos episodiosllegaba cuando se acordaba de su silueta, aparecía algo del orden del ideal y recién ahí seconectaba con sensaciones fisicas de hinchazón y saturación. Iba al baño y vomitaba todo.Quedaba pálida y deprimida. terminaba tomando laxantes y anorexígenos para“limpiarse”.

Gran trabajo de alternancia entre el deseo de la madre y el nombre del padre, entre elSuperyo y el Ideal. En este caso, la anorexia es la salida de la impulsión, lo que estabilizala pulsión. Ciertas representaciones ligadas a la estética en las que reconoce la improntapaterna le permitían poner fin al sufrimiento bulímico.

En relación a la dirección de la cura fueron vanos los intentos de ubicar hechosdesencadenantes de estos pasajes al acto bulímico, ya fueran pensamientos o hechos.

Lo empecé a pensar como retornos en lo real, faltaba la angustia señal, en su lugar lastortas como excitación. Sobre su sentimiento de gordura dijo que lo que más lepreocupaba era que sus senos eran muy redondos y chatos. Subrayo: “ como tortas.“Semostró descolocada por la intervención y por primera vez se quedó pensando.En unsegundo tiempo la interpretación fue que se le venían los senos de la madre como untóxico .La aparición del objeto oral en lo real, sin velos. Se recupera del trance por elideal, porque se afirma así como sujeto, denegando su lugar de objeto del deseo materno(el inicio de los episodios coincidía con la separación de los padres, cuando queda “asolas” con la madre).

Fue preciso enchufar el sentido cual mito. Para eso me ayudó Levi Strauss con suteoría de los utensilios en la evolución de la especie humana.Dice que la introducción de lacultura la demuestran las vasijas, los utensilios para acceder al alimento ,moderandojustamente, la pulsión.

La paciente devoraba con las manos, y es bastante habitual en los bulímicos esta faltade mediación.Otra particularidad: Cuando ella cocinaba , o mejor dicho, cuando ellaelaboraba el alimento no se producían estos actos bulímicos. Pudo empezar a recordarque siendo niña, cuando ella no quería comer , la madre le ponía un timbre. Ella se

59

Page 4: Donghi a - Las Impulsiones y Sus Destinos. (Una Clinica de La Bulimia)

quedaba mirando la comida y cuando se acercaba el timbre, se metía los bocados enterospara evitar el castigo materno.Veneno que “debia tragar y luego limpiarse”

Instalada en este lento trabajo de elaboración. otro sobresalto, nuevamente loinesperado inunda la escena analítica pero esta vez, como puesta en acto de latransferencia, la escena sobre la escena, al estilo de un acting out.

Un día deja un sobre por debajo de la puerta de mi consultorio con unas fotos derevistas pornográficas y una esquela donde anuncia que va a interrumpir, pero que conesos recortes yo iba a entender de qué se trataba. (,‘Las “tortas” otra vez en la vidriera?La convoco desde la ignorancia, aclarando que si ella no habla, yo no entiendo, que soloson recortes y que la espero en su hora.

Viene puntualmente y empieza a relatar algunas fantasías homosexuales. De a pococomienza a entramarse el objeto oral que en este caso se engancha a la mirada, El síntomade calentarse con tortas, adquiere asi otro sentido más ligado a su fantasmática.Recuerdael cuento de Blancanieves, la palidez tras los atracones, la manzana envenenada de lamadrastra.

Le pregunto en esa oportunidad si ella se acuerda cómo terminaba el cuento deBlancanieves. Afirma: El príncipe a salvó.

Al poco tiempo se pone de novia con el hijo de un hombre indirectamente ligado a larepostería. Las “tortas” están pero en un horizonte más simbólico. Los atracones se vanespaciando.

Decide interrumpir su análisis cuando se embaraza y se casa. Nunca más supe de ellaen estos años.

Este caso me permitio reflexionar sobre el pasaje que hace Freud en la teoría: De’trauma a la fantasía. Camino que deberá hacer cualquier sujeto en su constitución. Cuandohay déficit en este circuito, el objeto oral que no pudo ser perdido del todo, retorna en la realidad traumáticamente en una “exterioridad íntima”.No es lo mismo el “Fort da”, queincorporar y devolver compulsivamente. Freud en relación a esto dice en “Más allá de-principio- del placer”: . . .“tenía relación con el gran logro cultural del niño, con la renunciapulsional que había logrado al aceptar sin protestar, que la madre se filera”.

60