ANALISIS DE LA OBRA “DON QUIJOTE DE LA MANCHA”

GÉNERO: Narrativo

ESPECIE: Novela

AUTOR: Don Miguel de Cervantes Saavedra

ESTILO DEL AUTOR: El lenguaje que utiliza Cervantes representa un monumento rico en recursos estilísticos y mesurados a su vez ya que la expresión no cae en culteranismo (escuela que se caracteriza por el uso excesivo de los recursos de estilo). Intercala también con lenguaje coloquial y popular de la época, reforzando su intención crítica y oposición al lenguaje rebuscado y arcaico de las novelas caballerescas.

CORRIENTE LITERARIA DE LA OBRA: Literatura del Renacimiento o Renacentista.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS LITERARIAS DE LA OBRA:

Es una novela de caballería, de la literatura renacentista.

Tiene un contenido ideal y fantasioso.

En esta historia el personaje principal es un caballero andante (El Quijote de la Mancha).

La obra se inspira en los hechos sociales y culturales de la época.

Escrita en español, fue traducida a todos los idiomas del mundo. Es considerada la obra cumbre de la literatura española y universal.

Por eso, después de la Biblia “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” es la obra más leída en el mundo y del que más ediciones se han hecho.

ESTUDIO DE LA OBRA:

PLANO DE EXTENSIÓN:

NIVEL DEL LENGUAJE: Formal, coloquial y popular.

PUNTO DE VISTA DEL NARRADOR: Narrador externo (testigo)

TÉCNICAS NARRATIVAS: Soliloquios, monólogos indirectos.

TRAMA NARRATIVA: Narración.

PLANO DEL CONTENIDO:

ESTRUCTURA DE LA OBRA:

La primera parte se publicó en enero de 1605 en Madrid con una dedicatoria al Duque de Béjar, con un total de 52 capítulos en los que se narran las aventuras de Don Quijote como el de los molinos de viento, la salvación de los criminales, el yelmo de Mambrino y el regreso de Don Quijote a su aldea encerrado como si se tratase de un loco.

La segunda parte se publicó en 1615 con un total de 74 capítulos, con dedicatoria al Conde de Lemos y en donde se relata una sola salida del Quijote y termina con la muerte de éste, en estado de cordura. Fue una respuesta al “Quijote” de Avellaneda, pretendida segunda parte del original hecho por Cervantes.

ARGUMENTO DE LA OBRA

PARTE I

Alonso Quijano, que contaba con una pequeña propiedad, una sobrina de unos veinte años, su ama de cuarenta y un mozo de campo que realizaba todos los trabajos. En sus buenos tiempos se dedicaba a la caza y a alguna que otra reunión de amigos. Frisaba, al inicio de la obra, los cincuenta años. Pero su pasión era las novelas caballerescas que poco a poco lo fueron absorbiendo hasta el punto que perdió la noción de la realidad y abandono por completo su

hacienda. Un buen día decidió hacerse caballero andante, para lo cual desempolvó la armadura de sus bisabuelos, ensilló a su caballo viejo al cual llamó Rocinante, y decide ponerse un nombre: “Don Quijote de la Mancha” saliendo en busca de aventuras tal como lo hacían los héroes de las novelas que leía. En el camino se encuentra con una campesina llamada Aldonsa Lorenzo, de quien se enamora y la denomina en sus sueños como “Dulcinea del Toboso”. Luego él llega a una venta, que por su mal confunde con un castillo, en eso aparecen dos señoras en servicio, que confunde con nobles damas, las mujeres se ríen de su expresión e investidura. Don Quijote es recibido por un ventero (que confunde con el castellano del Castillo) con mucho gusto, le ofrece música y el abadejo de truchas y pan candial. El fastidio del Quijote era que aún no estaba “armado caballero” ni recibe la Orden de Caballerías, entonces el ventero le hace el favor de nombrarlo caballero según esta orden esa misma noche luego de una acalorada pelea entre el Quijote y unos empleados a los cuales confundió con caballeros. Le ciñen la espada y Don Quijote ya era un “auténtico caballero”. Al salir de la venta, el ventero le dice que le pague por lo que le ofreció, pero Don Quijote le responde que no tenía dinero. Iba avanzando en su camino y encuentra a un niño llamado Andrés, que era golpeado por su patrón, al ver esto el Quijote reacciona y le dice al patrón que deje en paz al muchacho, dejándolo libre de las palizas. Siguiendo su rumbo encontró un romance con Dulcinea, su amada, en eso pasaba unos mercaderes y ellos escuchaban al Quijote lo que decía de su querida y hermosa Dulcinea del Toboso, sin embargo los mercaderes no le hicieron caso y se burlaron de Dulcinea. Al ver esto Don Quijote se enoja e insulta a los mercaderes, consiguiendo que le diesen ellos una paliza y salga lastimado. En ese momento un aldeano del lugar donde vivía Don Quijote lo encuentra adolorido, luego lo recoge y lo lleva a su casa. Antonia Quijano (su sobrina), su ama, el cura Pérez y el barbero Maese Nicolás estaban preocupados, entre ellos decían que la causa de su mal era que leía muchas novelas de caballerías. Pasado esto ingresaron a la biblioteca de Don Quijote saqueando los libros para luego quemarlos.

Algunos de esos libros eran “Espejo de caballerías”, “Roncesvalles”, “Palmerín de Oliva”, “Palmerín de Inglaterra”, “Los diez libros de fortuna de amor”, “La Galatea”, “Ninfa de Menares”, “Amadís de Gaula”, etc. Don Quijote estuvo en cama 15 días muy sosegado, entonces entra a su biblioteca y la encuentra sin sus preciados libros, el ama pasaba por allí y le dijo, como si ella estuviera sin cordura como el Quijote, que sus libros fueron saqueados por Frestón, un personaje diabólico de una de las novelas de Don Quijote. Es por eso que decide hacer una segunda salida, pero necesitaba la compañía de un escudero. Entonces llama a un campesino llamado Sancho Panza, convenciéndole que si le pudiese acompañar en sus aventuras, prometiéndole a cambio una ínsula. Enseguida Sancho se convenció y deja a su esposa Teresa Cascajo con sus hijos. Don Quijote emprende su salida acompañado de Sancho, en el camino pasan por un campo con 30 a 40 molinos de viento en su mira. El Quijote que por su mal confunde a estos molinos con horribles y poderosos gigantes, sin embargo Sancho le dice que no son gigantes, son solamente molinos. Despistado Don Quijote corre al galope de su caballo Rocinante, ataca a los molinos y se atasca en uno de los brazos del molino, cayendo malherido con la lanza rota. En ese instante Sancho lo socorre y ve que su amo estaba bien.

Seguían su camino y se encontraron con dos frailes acompañados por una carreta donde estaba una mujer, que Don Quijote pensaba que era Dulcinea atrapada por dos raptores en una cárcel. Entonces Don Quijote decide atacar a esos frailes y salvar a la doncella, pero Sancho le dice que ella no era su amada Dulcinea. En ese momento aparece un vizcaíno que iba a defender a esos frailes, retando a Don Quijote a un duelo donde los dos salen muy heridos. Luego de la batalla Sancho sana las heridas de su amo y de paso hacían razonamientos jocosos entre ellos. Siguiendo su camino pasaron por una venta, que Don Quijote confunde con un castillo, fueron a ese lugar para que él se rehabilitase, mientras Sancho dormía. El ventero del lugar lo atiende y Don Quijote sale renovado abandonando el lugar, sin embargo el ventero pedía su paga al Quijote, mientras que él le hace caso omiso. Sancho se queda atrás y al no tener nada para pagar, es atrapado por un grupo de empleados propinándole un severo castigo, al lanzarlo de arriba hacia abajo sobre una manta como si fuera un perro en carnestoneladas. Don Quijote ve esto y trata de auxiliarlo, saliendo Sancho de ese violento castigo. Seguían su camino, encontrando en un campo a un grupo de ovejas, que Don Quijote confunde con un ejército de caballeros del mal, de manera que el Quijote ante su confusión decide atacar al rebaño, matando a algunas de ellas. Luego este rebaño salió despavorido por el ataque, como si fuese que los caballeros se hubiesen rendido al Quijote. Emprendiendo su viaje, Don Quijote ve a un barbero que tenía un sombrero de plata que él lo utilizaba en su trabajo, confundiendo el hidalgo caballero con un ladrón del famoso yelmo de Mambrino. Primero Don Quijote llama a esa persona para que él devolviese ese “yelmo” para dárselo a su dueño, no obstante el barbero lo ignora. Ante esta respuesta, Don Quijote ataca a esa persona, lográndole quitar el sombrero, consiguiendo así una victoria más. Seguían su camino, Don Quijote y Sancho se encuentran con un grupo de ladrones comandados por un comisario. El hidalgo quería liberarlos pensando que eran esclavos, y les pregunta a cada uno de ellos si eran ladrones: uno le dice que había cometido muchos robos, otros más robos que el anterior, y así sucesivamente hasta que uno de ellos llamado Ginés de Pasamonte, quien cometió tantos crímenes y robos llegó al punto de hacer un libro sobre sus fechorías. Sin embargo el Quijote los libera en una lucha con el comisario, logrando liberar a los criminales. Don Quijote le dice a los criminales que vayan hacia el Toboso a contarle la hazaña que hizo por ellos a su amada Dulcinea, por el contrario ellos no querían seguir esta orden, burlándose del caballero y del escudero. Es por eso que se origina una pelea entre ellos, en la cual Don Quijote y Sancho Panza salen mal heridos.

Sancho le habló al Quijote que la hermandad con los ladrones es como echarle agua al mar. Al pasar por las espesuras de la Sierra Morena, donde el Quijote quería establecer una penitencia como el admirable caballero andante Amadís de Gaula estableció la suya: el Beltenebros, redacta una carta a Dulcinea del Toboso para contarle las hazañas que realizó. Entonces le dice a Sancho que vaya a ese lugar para que le dé la carta a su amada. Por el contrario el escudero va hacia la casa de Don Quijote para contarle su mal mediante esa carta a su sobrina Antonia Quijano, a la ama, al cura y al barbero. Enterados de esto el cura y el barbero arman un plan para poder atrapar a Don Quijote y llevarlo a casa. Mientras, el caballero andante estaba en una taberna muy pensativo, ve al cura disfrazado de un hidalgo y el barbero de una noble dama,

en ese momento al Quijote le despiertan sospechas de esas extrañas personas dirigiéndose a ellos. El cura disfrazado le cuenta que un mago malvado quería raptar a la dama (que era el barbero), y el caballero andante decide proteger a esa “doncella”. El cura disfrazado le dice que se reúnan en un cuarto debajo de la taberna a la medianoche. El Quijote va a ese lugar encontrando a la doncella que tenía la boca tapada (para no mostrar su barba) con un abanico, entonces dudoso el Quijote le arranca el abanico y le dice con exclamación ¡Mire señora, la han embrujado! El Quijote baja al cuarto donde había barriles de vino, que por su mal confunde con gigantes y ogros malvados, y el caballero valiente ataca con su espada clavando el barril y hace chorrear el vino de su contenido, pensando que era la sangre de esos monstruos. Terminado esto aparece el mago del que decían (que en realidad era el cura) y atrapan con otras personas al viejo Don Quijote y lo encierran en una jaula de madera para llevarlo a su casa. Don Quijote pedía ayuda a Sancho, pero él no estaba.

PARTE II

Llevado Don Quijote a su casa se echó a dormir muy adolorido por la brusca manera en que lo enjaularon. Sansón Carrasco era un bachiller de la Universidad de Salamanca, y muy buen espadachín, quien era el sobrino del cura fue convocado para que ayude a Don Quijote a eliminar su mal de aventuras de caballerías. Entonces ellos se encuentran, conversan un momento, y Sansón le dice que vaya a conseguir más aventuras y se encierre en sus propias ilusiones, así empeoraba la situación como le recalcó Antonia Quijano al bachiller. Mientras, Sancho estaba en su casa con su esposa Teresa Panza, hablándole de que algún día iba a conseguir una ínsula, pero ella le dice que no le gustaba la idea, que no le importaba esos apellidos rimbombantes ni mucha lujuria. Estaban Don Quijote y Sancho, el hidalgo sospechaba que si su carta fue enviada a su amada, Sancho dudosamente le confirma que sí. Al pasar por una plaza reciben mofas por parte de la gente, incluso Sancho por orden de su amo habla con el portero para decirle que si sabe donde se encontraba Dulcinea del Toboso, luego el portero se ríe de esto, y como no le quedaba otra a Sancho que mentirle al Quijote que su amada salió hacia el oeste, es por eso que los dos deciden partir para esa dirección. En el camino los dos ven a tres nobles damas en un caballo, sin embargo por el mal del hidalgo confunde a las damas con humildes campesinas. Van caminando por

esos paisajes cuando de pronto se encuentran con un caballero quien dice ser el “Caballero de los Espejos” (que en realidad era el bachiller Carrasco), retando al Quijote a una batalla. El caballero de los espejos le dijo que quien ganase este duelo tendría el título del mejor caballero andante, ante esto el hidalgo acepta el reto. Sancho, ayudado por Don Quijote sube a un árbol a espectar la batalla. Los dos caballeros emprenden separados a una gran distancia observados por un grupo de comisarios de una real penitencia. En la lucha, Sansón tiene un percance con su caballo, así que el Quijote lo ataca con facilidad y hace caer al bachiller disfrazado de caballero, consiguiendo Don Quijote la victoria. Esos comisarios fueron a su real penitencia a contarle al dueño que había un caballero de investidura antigua acompañado de un escudero gordo. Después de un tiempo Sancho se encuentra con una duquesa llamada Dorotea, que era una noble, enterada de las hazañas de Don Quijote en la Mancha, quien era conocido como el caballero de la Triste Figura. Un señor le da la bienvenida al hidalgo y a su escudero en la real penitencia. En una cena el noble y los otros acompañaban a Don Quijote, quien vestía elegantemente. En el transcurso Sancho hablaba de las aventuras de su amo con gigantes en la Mancha, aunque los demás se oponían a que no hay gigantes por esas zonas, sin embargo el Quijote responde que no estaban enterados de eso, llegando al punto que alguien dijo que esas historias son puras patrañas. Don Quijote reacciona ante esto y le responde con enojo a esa persona que él era un caballero andante que hacía el bien y vencía el mal. Luego del discurso del Quijote, éste recibe el aplauso de los que estaban presentes en ese momento. Don Quijote quería encontrar a su amada Dulcinea encantada, de manera que se entera de los nobles (que querían engañar a este hidalgo) que su amada Dulcinea estaba presa en manos de un mago malvado que vivía en una parte del universo. Al ser engañado el caballero y el escudero, los nobles construyen un caballo de madera como transporte para ir hacia ese lugar, y deciden ir, escuchando Don Quijote la voz de Dulcinea encantada, dándole alientos para que la salve. Los nobles les tapan los ojos a los dos y suben a ese caballo, pensando que se elevaban hacia el cielo y sintiesen el soplido de los vientos altos (que en realidad era el balanceo del caballo y el batido de abanicos enormes por parte de los nobles), sintiendo además el fuego del Sol (que era en realidad antorchas enormes). Ellos pensaban que habían llegado a ese lugar, Don Quijote habla con el malvado mago para que libere a Dulcinea (el mago era uno de los nobles), liberando así a la doncella. Pasado esto Don Quijote le daba a Sancho consejos para gobernar una ínsula que le iban a dar esos nobles. Los consejos de Don Quijote eran referidos a como gobernar esa ínsula (por ejemplo estar presentable ante alguna visita, tener modales al comer, al conversar con gente noble y respetuosa, etc). Sancho Panza logra conseguir una ínsula y poder gobernar a la llamada ínsula Barataria. En un comienzo le iba muy bien en los ámbitos de gobernación, pero al transcurrir el tiempo, Sancho cenaba con muy pobres comidas, incluso le llegaban a dar solamente un vaso con agua. Sancho temía que su ínsula iba a ser posesionada, es por eso que sus sirvientes le decían que se vista una armadura para que defendiese su ínsula, burlándose de él y golpeándolo, haciéndole creer que era atacado por maleantes. La idea de Sancho de gobernar una ínsula era un rotundo fracaso, debido a esto decidió retornar con el Quijote en busca de aventuras. Luego de un tiempo, Sancho se reencuentra con su amo para contarle su mala experiencia como gobernador de una ínsula

muy escasa. De repente aparece un caballero en la penitencia que se hacía llamar “El Caballero de la Blanca Luna” (quien era de nuevo Sansón disfrazado), desafiando al hidalgo en una batalla, dudosamente Don Quijote acepta el reto. En un campo estaba la nobleza de la penitencia; incluyendo a Dorotea con su esposo, y los dos caballeros estaban al frente, muy lejos. Don Quijote escucha la voz de Dulcinea, alentándolo para que consiga el triunfo. Alentado Don Quijote se inicia la batalla, donde lamentablemente pierde ante Sansón. Luego de esto, Sancho ayuda a su amo a levantarse y a que el hidalgo acepte su derrota y deje de buscar aventuras como un caballero andante. Yendo de regreso Don Quijote junto a su escudero hacia su casa pasando por campos cercanos en las cuales le trae malos agüeros recordando algunas de esas famosas aventuras que pasó con su escudero. Echado en su cama Don Quijote, aparece Sansón diciéndole que sus aventuras lo trajeron con esas fiebres tíficas siendo derrotado por él mismo disfrazado del caballero de la Blanca Luna. Ya casi a la muerte de Don Quijote, éste hace su testamento diciendo a un escriba lo siguiente:

El dinero que le pertenecía era para su fiel escudero Sancho Panza.

Su propiedad le pertenecía a su sobrina Antonia Quijano, pero si se cansaba con un conocedor de libros de caballería, perdería la herencia.

Los regalos y bienes a sus amigos cercanos (como el cura, el barbero, etc).

Luego de tres días, Don Quijote recobra la conciencia y se acuerda que su nombre es Alonso Quijano el Bueno, entonces Sancho llama a la campesina Aldonsa Lorenzo, quien la nombró Dulcinea del Toboso en sus sueños, pero Don Quijote no hace caso e incluso olvidó la búsqueda de su amada. Al escuchar esto, Aldonsa le da un beso a Alonso para que se acordara de ella. Cerca de su muerte dijo palabras alusivas a esas aventuras famosas que pasó con su gran amigo y escudero Sancho Panza, y finalmente muere en su alcoba causando entre todos sus amigos una pena enorme.