domingo laíno - somoza, el general comerciante

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DOMINGO LAINO

SOMOZA EL GENERAL COMERCIANTETERCERA EDICION

IntercontinentalEditora

1989

Domingo Lano Intercontinental Editora Caballero 270, Telf. 96-991 Asuncin - Paraguay Hecho el depsito que establece la ley 94/51 Diseo grfico de tapa: Javier Rodrguez Este libro se termin de imprimir el 21 de marzo de 1989, en la IMPRENTA SALESIANA, Tte. Faria 1295 c/ Cap. Figari. Telfono 22-303 Asuncin - Paraguay

Dedico esta obra a los generales, coroneles, capitanes, tenientes (de las Fuerzas Armadas), consagrados a la custodia y defensa de la soberana y la integridad territorial de sus respectivas naciones. La dedico tambin a todos los militares que no se han convertido en verdugos de su pueblo ni en vendedores de influencias comerciales. Su respeto a las instituciones republicanas y su inquietud por el honor de la Patria, constituyen una garanta para el inevitable triunfo de la democracia.

Domingo Lano Diciembre / 82

Para Mara Irene y Mara Fernanda

INTRODUCCION DE LA TERCERA EDICIONEl libro "El General Comerciante" (Somoza) fue escrito en 1982 y su lanzamiento estaba previsto para el 10 de diciembre de ese ao. El da 9 el autor fue detenido y conducido al Departamento de Investigaciones. La edicin fue secuestrada de la misma imprenta y los ejemplares fueron a hacer compaa al autor en el tristemente famoso centro represivo. La dictadura igualmente prohibi el lanzamiento y rode el domicilio del autor. No obstante, el acto fue realizado en plena calle, frente al portn de entrada, desafiando a la jaura, haciendo la presentacin de estilo el Dr. Juan Manuel Bentez Florentn, a la sazn presidente del Partido Liberal Radical Autntico. Algunos ejemplares pudieron salvarse de la caza de brujas realizada por las hordas brbaras y fueron enterrados. El da 14 de diciembre de 1982 el autor parta al exilio. Y por un extrao destino comn entre obra y autor, el libro igualmente reapareci en el destierro con la ayuda solidaria de demcratas brasileros, con prlogo de Gernote Kirinus. Hoy hace su nueva presentacin ante la opinin pblica "Somoza. El General Comerciante". Podemos decir, entonces, sin nimo irreverente, que esta obra naci, fue secuestrada, encarcelada, condenada por la inquisicin stronista, enterrada y exiliada. Y resucita a la consideracin de la ciudadana paraguaya, a los seis aos tres meses y diez y nueve das. Razn tena Gabriel Garca Mrquez cuando opinaba que en Amrica Latina la realidad supera a la ficcin! El libro estuvo y est dedicado a los miembros de las Fuerzas Armadas de la Nacin y describe un modelo econmico creado para beneficiar a Somoza, a su familia, al entorno ulico interno y a sus cmplices extranjeros. En 1982 esto era evidentemente subversivo... Pero... "SIC GLORIA TRANSIT MUNDI". El imperio de los mil aos se derrumb en la madrugada del 2 y 3 de febrero de 1989. Y la Proclama revolucionaria anuncia como uno de sus propsitos la dignificacin de las Fuerzas Armadas.9

Esta nueva situacin ha movido al autor a lanzar esta nueva edicin. El solemne compromiso asumido en nombre de sus camaradas por el Comando revolucionario concede el derecho a la esperanza y de que los militares ya no sern verdugos de los pueblos ni vendedores de influencias, sino garantes de las instituciones republicanas y de la democracia, construyendo con la civilidad el destino de grandeza que se merece el pueblo paraguayo. Asuncin, marzo de 1989. Domingo Lano

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INTRODUCCION A LA 2da EDICIONEl 10 de diciembre de 1982 informa el peridico ABC que Domingo Lano fue detenido por la Polica del Paraguay, cuyos miembros allanaron la casa e incautaron ejemplares de su libro "El General Comerciante". La Polica explica que incaut el lote de libros por contener "conceptos infamantes" contra el general Somoza y que detuvo a Lano porque podra haber tenido "contacto con agentes del terrorismo internacional que asesinaron al general Anastasio Somoza Debayle". Los policas, fuertemente armados, "cercaron la vivienda y no permitieron la entrada ni salida de nadie, en tanto la casa fue allanada", denunci Rafaela Guanes, esposa de Lano. Fueron revisadas todas las habitaciones y muebles e incautados los ejemplares del libro "El General Comerciante", adems de otras carpetas y numerosos documentos no relacionados con el tema del libro en cuestin. Minutos despus, Rafaela y su ta, Cecilia Gondra de Jurez, son conducidas al temible Departamento de Investigaciones, donde fueron interrogadas bajo fuerte presin sobre el lugar donde se encontrara el grueso de los libros an no secuestrados. Y mientras Juan M. Bentez y Miguel A. Saguier, presidente y secretario del Partido Liberal Radical Autntico, concurran a la Polica para informarse sobre la situacin de Lano (ex presidente del mismo partido), "nterin eran igualmente allanados sus respectivos domicilios" para buscar ejemplares del libro. Luego los policas se dirigen al domicilio de Susana Gondra de Bogado (madre de dos patriotas exiliados), quienes, luego de allanar ilegalmente la casa, salen con el botn de ms de un centenar de ejemplares de "El General Comerciante". Al mismo tiempo, otro piquete policial de 20 a 30 miembros, armados de pistolas y metralletas, allanan sin orden judicial las imprentas "Omega S.R.L." y "Zamphirpolos S.A." de donde se incautaron ms de 2.500 ejemplares de "El General Comerciante", adems de procederse a la arbitraria detencin del destacado ejecutivo-editor Enrique Velilla. Igualmente, es detenido Mario Riveros, honesto ciudadano, quien es llevado por la Polica por haber hecho comentarios sobre la actuacin policial en el caso Lano.

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EL LANZAMIENTO EN LA CALLE El siguiente da era la fecha establecida para el lanzamiento del libro en la propia residencia de Lano. (Ninguna institucin cultural con rarsimas excepciones presta o alquila su local para presentar libros como "El General Comerciante". La represin es dura y la Polica de Stroessner bastante salvaje como para justificar el fuerte miedo imperante.) A pesar de la prohibicin del gobierno y del cerco policial que impeda la entrada y salida de la residencia, Rafaela Guanes anuncia que el lanzamiento se realizara como fuere. Es entonces cuando toma posicin sobre los escombros de la calle el doctor Juan Manuel Bentez Florentn, quien, con coraje inigualable (en plena calle y frente a conocidos matones armados) arranca el aplauso y la admiracin de la numerosa concurrencia. Dijo, entre otras cosas, que "este lanzamiento simblico del libro 'El General Comerciante', cuyo autor se encuentra entre rejas, constituye un homenaje a la libertad cultural...". EL DESTIERRO Luego de haber permanecido totalmente incomunicado en un calabozo durante una semana, Lano es conducido hasta la frontera, frente a Clorinda (Argentina), donde un polica le comunica "en nombre del superior gobierno de la Nacin le informo que est expulsado del Paraguay. Cruce la frontera". Ante el hecho, numerosos piquetes, integrados por miembros de la Juventud Radical Autntica, salen por la madrugada del da 27 de diciembre para escribir lemas de solidaridad con el reciente desterrado y contrarios a la dictadura de Stroessner en casi un centenar de murales en Asuncin. El mismo da fueron detenidos los jvenes Alfredo Boccia, Ramn Ignacio Ferreira, Felino Amarilla y Carlos Mateo Balmelli. Los mismos, "haban sido sorprendidos pintando las paredes de edificios capitalinos con consignas antigubernamentales y de adhesin al doctor Domingo Lano", segn informacin del Diario HOY. Al mismo tiempo, la Polica allana nuevamente el domicilio de Lano, apresando a su cuado Luis Manuel Guanes Gondra, tambin miembro de la Juventud Radical Autntica. Los agentes del "orden" secuestran otros materiales, documentos y libros de la biblioteca de Lano. Ms tarde, otros miembros de los "servicios de seguridad" secuestran el automvil recin adquirido por la familia Lano, quienes introducen tierra en el depsito de aceite. Luego, al hacer funcionar el motor, consiguen fundirlo, inutilizando el automvil.

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Ya en el exilio, Edwin Brtez fue el primer periodista en entrevistarlo. Entre otras, Lano respondi esta pregunta: Qu pens, o mejor, qu le inspir para escribir "El General Comerciante"? El general Anastasio Somoza personifica y encarna la autntica figura de toda esa casta militar-dictatorial cuyas botas estn puestas sobre muchos de nuestros pases latinoamericanos, especialmente en el centro y en el Cono Sur. Algunos militares-generales carecen de ideologa. Cuentan con una llamativa chatura intelectual. Cada uno tiene detrs un formidable curriculum de empresas comerciales, industriales, latifundios y cuantiosa fortuna personal, que se han ganado por el camino de la rapia, mediante pactos con intereses multinacionales o simplemente trocando poder poltico por ventajas econmicas para los ya famosos "ejecutivos-traficantes" sin nacionalidad. Mas, todo esto y siempre a costa del sacrificio y el sudor de los ms humildes trabajadores que conforman la gran mayora del contexto social. Pero, hay ms. Para mantener tal modelo, se requiere aplastar cualquier protesta, acallar las voces disidentes o los lmpidos gritos generados por los valores morales. Es aqu cuando empiezan a operar los "agentes de seguridad y de la paz" con sus pistolas "Smith and Wesson", gases lacrimgenos, esposas, grilletes y picanas, armas stas provenientes de otras latitudes. Y es entonces cuando los autnticos defensores del pueblo, caen prisioneros, son puestos en miserables calabozos, castigados, desterrados, torturados y hasta muertos. Pero no pocas veces todo ello est ocurriendo con el aliento y la ayuda econmico-policial de los "ms respetables gobiernos de aquellos pases ms ricos, cristianos y civilizados" (?). Con estos pensamientos, que resumen de manera notable el diagnstico profundo de la problemtica que plantean los gobiernos represivos del Tercer Mundo, el nuevo editor del libro del desterrado Lano desea terminar su presentacin. Gernote Kirinus El Editor de "La Edicin del Exilio" Ao 1983

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INTRODUCCIONSin asidero legal, se priva de libertad a las personas. El trato en la prisin es inhumano, deliberadamente salvaje. En las celdas, los prisioneros "viven" apiados; las mismas son fras, hmedas, pequeas, inadecuadas para seres humanos. Muchos mueren o "desaparecen". Los apremios fsicos y la tortura psicolgica constituyen los mtodos ordinarios del "interrogatorio". Ordinariamente son llevados a piletas de agua sucia, maniatados, para una inmersin forzosa, prxima al ahogamiento. En general, todos reciben sesiones de picana elctrica o de electroshock. Todo para conseguir "confesiones" segn el inters circunstancial de la propia Polica. Imponer el terror mediante la produccin del sufrimiento humano, como precio de una accin opositora al rgimen. Aniquilar la resistencia popular y hasta la crtica al sistema.* * *

En los pases dictatoriales del Tercer Mundo, existe toda una costosa y enorme infraestructura fsica y humana, destinada a la accin represiva y aplicada contra los movimientos disidentes. Un significativo porcentaje del presupuesto general de gastos de esas naciones, es absorbido por el Ministerio del Interior (con sus servicios policiales y de investigaciones) y por el Ministerio de Defensa Nacional (con su inefable ejrcito). Estos regmenes represivos invierten sumas importantes de dinero en las siguientes compras: Equipos para prisiones, instrumentos de tortura, esposas e instalaciones de electro-shock, equipos para prisioneros: grilletes y cadenas, picanas; armas cortas, revlveres y pistolas, metralletas y fusiles antimotines; material telefnico de escucha, sistemas de informaciones por computadora, sistema Marconi para comunicacin policial, radios patrulleros, motor olas;15

cachiporras y lanza-aguas, gas lacrimgeno, mscaras de gas, granadas antimotines, productos lacrimgenos, cascos y escudos antimotines, equipos para el empleo de productos qumicos, caones de agua coloreada, bengalas de seales; jeeps artillados, vehculos blindados de transporte, aviones livianos equipados con sistema de deteccin por infrarrojo, helicpteros; sistemas de identificacin de huellas digitales por computadora, sistemas de vigilancia, sistemas de tratamiento de la informacin, aparatos porttiles de visin nocturna, municiones y otros. Otras inversiones hechas con el propsito de aniquilar toda resistencia popular, abarcan construcciones tales como: crceles seguras, campos de concentracin, locales policiales (comisaras) en el centro de las ciudades, pero preferentemente en barrios perifricos; construccin de alcaldas policiales en reas rurales: pueblos y aldeas; construccin de celdas con rejas de hierro, resistentes y seguras; locales y cuarteles del ejrcito, que tambin son utilizados para fines represivos, cuando los servicios policiales ya no pueden contener a los movimientos disidentes, o en los casos de polticos que interesan a la seguridad del poder. Las dictaduras latinoamericanas reciben significativas "ayudas y suministros" de aquellos pases ms ricos y "civilizados" con el fin de fortalecer su aparato represivo. Acompaados de militares y policas de cierta jerarqua, viajan soldados con destino a aquellas satisfechas y "adelantadas" naciones, para estudiar en los "institutos ms serios del mundo" (a fin de "pacificar Amrica Central"; de 1961 a 1964, fueron entrenados por fuerzas militares de los EE.UU. un total de 6.774 oficiales y soldados de los ejrcitos centroamericanos. De ellos, 2.969, casi la mitad, pertenecan a la Guardia Nacional de Somoza). . En tales instituciones de "enseanza", donde no falta material didctico audiovisual de ninguna clase, se imparte entrenamiento, nociones de asistencia tcnica e intercambio de informaciones, y hasta se brinda una capacitacin poltico-ideolgica. En suma, se ensean todas las materias relacionadas con las "ciencias" del dolor humano. Mucho se sabe del dolor humano. De esa experiencia hablan los clandestinos cementerios chilenos de Pinochet, la Savak del Sha de Irn y la historia de los ojos vaciados, los sufrimientos del pueblo nicaragense bajo la tirana sangrienta en la versin del finado Pedro Joaqun Chamorro y el asesinato en masas. As como sobre la tragedia del Paraguay de Stroessner.

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En suma, hoy da se conoce mucho ms sobre la represin y las violaciones de los derechos del hombre, aunque mucho menos sobre sus causas. Con frecuencia, la referencia a las causas se enmarca dentro de "la mentalidad retrgrada del dictador" o las "convicciones reaccionarias del tirano". Otras veces, las causas son "los obtusos pensamientos totalitarios" o es explicada sobre la base de la "chatura intelectual" que pretende acallar la conciencia del hombre. O tal vez se escuche de "reaccionarios, fascistas o neo-nazis". De cualquier modo, las races de las violaciones de los derechos del hombre se vinculan en general con "las convicciones del dictador" o con "la ideologa de todo un rgimen de gobierno que opera de acuerdo con ciertos principios o doctrina autoritaria". La causa ideolgica puede ofrecer una parte de la explicacin de las mencionadas violaciones, y poco podr variar de pas a pas. Mas, no se debe exagerar con esta causa vinculada al pensamiento. Los dictadores, muchas veces, hacen poco uso de la cabeza, porque los sables y las pistolas son manejados con las manos. No se regale lustre a quien no brilla siquiera bajo el sol. Antes bien, valrense los principios o ideologas de los dictadores en su justa medida. Y obsrvese tambin que, por detrs de todo ese gran aparato represivo y de tanto padecimiento humano, se encuentra una enorme estructura econmica inmoral que, al funcionar, genera hechos tanto o ms salvajes e inhumanos que la tortura. Tal es la preocupacin del autor. Demostrar con esta obra, "El General Comerciante", que por debajo de esa superficie donde se observa con claridad la horrenda violacin de los derechos del hombre, subyace un modelo econmico corrupto, tanto o ms horrible, aunque ms escondido y disfrazado. Tal fue el caso de Nicaragua de Somoza, un ejemplo pattico y descarnado de nuestra desventurada Amrica Latina.* * *

El general Anastasio Somoza Garca hered la dependencia econmica y poltica de su pas, de los EE.UU., pero l mismo la consolid an ms. Su hijo, el general Anastasio Somoza Debayle, sigui sin mudanzas la lnea trazada por su padre. En las ltimas dcadas de su hegemona, se verific en Nicaragua un relativo crecimiento econmico que slo sirvi para beneficiar a los Somoza y a sus amigos, de adentro y de afuera. En la nacin del General Comerciante funcion un modelo econmico "dependientecorrupto" de estilo agroexportador y con fuerte mecanismo concentrador de ingresos. Todo ello se demuestra en el Captulo II, y en su Anexo aparece la17

lista de empresas norteamericanas instaladas en la Nicaragua de la poca. El Captulo III aborda el tema de la economa del General Comerciante en los tiempos de Somoza. Se explcala gran fortuna de esa familia, su origen y evolucin. Se describen las inversiones del General Comerciante en su propio pas y en el exterior, y se desnudan sus vnculos multinacionales, bancarios, polticos, etc., todos instalados en la nacin del "clichet". En el mismo captulo se observa con claridad que la corrupcin alimenta a toda la gran fortuna del General. En el Anexo se ofrece una lista larga, aunque incompleta, de las empresas de la familia. El Captulo IV trata de las repercusiones humanas y econmicas del conflicto armado que culmin en julio de 1979. All es dable observar el elevado costo humano y material que caus la intil resistencia a la guerrilla y luego a la insurreccin popular. En un resumen del Anexo se cuan tfica la prdida material. El Captulo V se refiere a la nueva poltica que inaugur el Gobierno de Reconstruccin Nacional, instalado luego de Somoza. Asimismo, incluye el flamante programa de la Junta de Gobierno que hoy rige los destinos de la Patria de Sandino. En el Captulo VI se hace una referencia al exilio del general Anastasio Somoza Debayle en el Paraguay: su llegada, sus amigos, sus negocios y su muerte. Se incluyen la reaccin del rgimen de Stroessner a raz del atentado que cost la vida a Somoza, la situacin de los extranjeros, los presos y expulsados, la muerte de Hugo Irurzn y la operacin rastrillo, a cargo de fuerzas combinadas del Ejrcito y de la Polica. En el Anexo, el autor hace un resumen de su propia experiencia: das despus de la muerte de Somoza, su residencia fue objeto de un minucioso rastrillo, y su propia humanidad fue a parar a un poco acogedor calabozo de la Comisara Tercera, similar, aunque en menor escala, al autntico infierno terrenal que opera en el Departamento de Investigaciones de la Polica paraguaya. Finalmente, con el apndice concluye la obra. All se incluye una introduccin al estudio del flujo Norte-Sur de mercanca represiva (sistemas de vigilancia e instrumentos antimotines o de tortura), y la cooperacin policaca Sur-Sur a travs de la experiencia de la dictadura del Paraguay. No se encontr nada mejor que el tratamiento del tema sobre "la represin y la violacin de los derechos del hombre", para el principio y el fin de una obra escrita sobre Somoza, nuestro activo General Comerciante.

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Captulo INICARAGUAANTES DE SOMOZA (EL GENERAL COMERCIANTE) "... Centroamrica siempre ha comprendido que los gobiernos que nosotros reconocemos y apoyamos permanecen en el poder, mientras que aquellos que no reconocemos y apoyamos, caen. Nicaragua ha llegado a ser un caso de prueba". Memorndum del subsecretario USA, Robert Olds. a> "Habitualmente, los candidatos a la presidencia (de Nicaragua) realizaban una o varias peregrinaciones a Washington, sin cuyo visto bueno seran intiles sus intentos de ceirse la banda presidencial".

En 1855, el aventurero norteamericano William Walker y 12.000 hombres desembarcaron con el pretexto de ayudar a uno de los bandos beligerantes y trataron de apoderarse de Nicaragua. Toda Amrica Central se levant contra Walker, derrotndolo en 1857. Ms tarde, en 1860, Walker regres a Centroamrica, cay prisionero y fue fusilado. En 1875, Alemania, y en 1895, Gran Bretaa, bloquearon los puertos nicaragenses reclamando reparaciones econmicas. La incursin inglesa se debi a ciertas medidas nacionalistas establecidas bajo el gobierno del general Jos Santos Zelaya, jefe del Partido Liberal, quien asumiera la primera magistratura en 1893. "Uno de sus primeros actos de gobierno fue ocupar militarmente la costa del Caribe; durante todo el perodo conservador haba continuado fuera de la jurisdiccin nicaragense el territorio de los indios misquitos, bajo la 'proteccin' de Inglaterra". Ante el desembarco britnico y la firme decisin del presidente Zelaya, se lleg a los umbrales de una guerra, que fue evitada mediante la intervencin diplomtica norteamericana y de los dems pases centroamericanos, llegndose a un arreglo que signific la soberana territorial para Nicaragua, a cambio de un desembolso de 15 millones de libras esterlinas a favor de los ingleses. A principios del presente siglo, el asesor legal de la familia Fletcher, propietaria de minas en Nicaragua, P.C. Knox, fue nombrado Secretario de Estado norteamericano. Este era un antiguo enemigo del presidente Zelaya, a raz de que la firma minera que Knox asesoraba no cumpla con los trminos de las concesiones suscritas con el gobierno nicaragense 41. Por esa misma poca, el embajador norteamericano en Nicaragua, Mr. Moffat, no ocultaba sus simpatas por el proyecto de rebelin alentado por los conservadores en contra del presidente Zelaya. En 1909, Juan J. Estrada, uno de los cabecillas rebeldes, "acept pblicamente haber recibido ayuda de varias empresas norteamericanas establecidas en Nicaragua y que las armas y municiones de los rebeldes viajaban en los barcos de la United Fruit"(5>. Cruceros de la Armada yanqui protegan abiertamente los movimientos de los insurrectos en las costas y el desembarco de pertrechos. Ms tarde, el gobierno de los Estados Unidos rompi relaciones con Nicaragua; poco despus renunci a su cargo el presidente Zelaya, dejando el gobierno en manos de Jos Madriz, quien tambin dimiti en agosto de 1910

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ante la presencia de naves y marines norteamericanos en apoyo de los rebeldes conservadores. Tras ingresar en Managua las fuerzas conservadoras, comenz a gobernar una junta, integrada, entre otros, por Adolfo Daz, hasta ese momento empleado de una importante empresa norteamericana que operaba en Nicaragua. Al mismo tiempo, lleg a este pas un enviado del gobierno norteamericano para solicitar a la flamante junta nicaragense la abolicin de toda concesin a extranjeros que no fueran de nacionalidad norteamericana y que cualquier solicitud de prstamo quedara reservada slo a banqueros yanquis. Aunque el texto permaneci en secreto, la junta nicaragense acept la propuesta de Mr. Dawson, el enviado norteamericano. En 1911, a raz de ciertos conflictos y de la publicidad de los trminos del Acuerdo Dawson, se hizo cargo de la presidencia de Nicaragua el ex empleado de la empresa norteamericana Adolfo Daz, quien inmediatamente contrat con los Estados Unidos un emprstito por 15 millones de dlares, otorgando como garanta a los prestamistas los vapores y ferrocarriles nacionales, que ms tarde pasaron a ser propiedad de los acreedores en concepto de intereses y amortizaciones. "La soberbia yanqui haba llegado a tal nivel que la propuesta se present ante el Congreso nicaragense escrita en idioma ingls y sin traduccin al espaol". Pero el Congreso lo aprob. En 1912, el presidente Adolfo Daz solicit ayuda de los Estados Unidos para "mantener el orden" y sostenerse en el poder. La "proteccin" de los ciudadanos e intereses norteamericanos en Nicaragua llev al comandante Smedley Butler, al mando de 8 navios de combate y 2.600 marines, a invadir aquel pas. En 1913 se aprob la nueva Constitucin nicaragense y el nico candidato, Adolfo Daz, "gan las elecciones" presidenciales. En 1914 se firm un tratado por el cual Nicaragua concedi a los Estados Unidos el derecho a perpetuidad para construir un canal interocenico; el arrendamiento por 99 aos, renovables, de las islas del Maz, en la costa del Caribe, el derecho de instalar en el golfo Fonseca, en el litoral del Pacfico, una base naval. A cambio, Nicaragua recibira 3 millones de dlares. En 1917, Adolfo Daz dej la presidencia, que fue ocupada en 1921 por Diego Manuel Chamorro. "En 1924 se produjo una especie de bache en el sistema tradicional, pues se logr n acuerdo entre los partidos Conservador y Liberal (...); en vista de ello "los marines norteamericanos que se encontraban en Nicaragua haca 14 aos, retornaron a sus bases, el 3 de agosto de 1925"(7). Luego de 3 semanas de haber partido los marines, se produjo un nuevo levantamiento del sector militar conservador. A pesar de haber fracasado en su intento por derrocar al gobierno, y luego de una serie de

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contingencias, tom otra vez el mando de la Repblica, el ex presidente Adolfo Daz, quien fue "rpidamente reconocido por Estados Unidos"'. los conflictos continuaron y la "lucha se generaliz en todo el pas y nc fue nada favorable para las fuerzas gubernamentales, lo cual alarm al Departamento de Estado". Estados Unidos envi un mediador que no pude ' c grar ningn acuerdo entre las fuerzas en pugna, lo cual incidi para :;;e el presidente Daz volviera a solicitar la proteccin norteamericana, que ;e materializ el 24 de diciembre de 1926. Los Estados Unidos "nuevamente esembarcaron a los marines en Nicaragua, llamados otra vez por Daz, quien aparentemente sufra de la mana persecutoria de ser una indefensa doncella rodeada de peligros de los que solamente podan rescatarla los fornidos, rubios y ojiazules soldados del To Sam"(10>. Esta vez los marines desembarcaron en Puerto Cabezas, al mando del almirante Julin Latimer, con el objeto de siempre: "proteger" los intereses norteamericanos y extranjeros, segn una declaracin del Departamento de Estado. La corruptela y el entreguismo sin igual de la oligarqua nicaragense entonces dominante encontr, sin embargo, a alguien de una pasta diferente. Una mezcla de acero y dignidad fue la caracterstica dominante de la personalidad de Augusto Csar Sandino, el "general de hombres libres", como lo llamara el notable escritor Gregorio Selser. Sandino dej su trabajo en la compaa norteamericana Huasteca Petroleum de Mxico y, con 3.000 dlares de sus ahorros, lleg a las minas de San Albino de Nicaragua, tambin explotadas por intereses norteamericanos. Comenz entonces su vida poltica militante, reclutando de all a sus primeros soldados, para luchar por la dignidad nicaragense frente a los intrusos extranjeros que, en contubernio con los cipayos nativos, seguan mancillando el honor y la soberana de la Repblica de Nicaragua. Hacia los aos 30, Augusto Csar Sandino viaj a Mxico por razones tcticas. All, el correspondal de un diario norteamericano entrevist al general de hombres libres, quien a la sazn resida en la casa del doctor Pedro Zepeda, en la Ciudad de Mxico. El entrevistado neg terminantemente la versin de haber recibido dinero para abandonar el suelo de Nicaragua y declar que no hay dinero en el mundo que pueda comprar la libertad de su pueblo. Sin embargo, acot con toda malicia el corresponsal del diario yanqui, "Sandino vive confortablemente y son pocas las personas que no participan de la creencia de que fue inducido por dinero a renunciar a su campaa revolucionaria". Mas, Sandino explic: "La ocasin no es propicia an para regresar a Nicaragua. Wall Street sigue manteniendo su puo sobre mi pas, pero volver a mi patria antes de mucho tiempo, y entonces el pueblo se reunir alrededor de mi bandera'*11'.

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NOTAS (1) Memorndum confidencial del subsecretario de Estado norteamericano, Robert Olds. Washington, enero 2 de 1927. Richard LeroyNillet, Guardian of the Dinasty, New York, Orbis Books, 1977. En Nicaragua, Ao Cero, de Mayo Antonio Snchez, pg. 37. Mxico, 1979. El Asesinato de Augusto C. Sandino, por Francisco Talavera. ABC Revista, Asuncin, febrero 21, 1982. Nicaragua, Ao Cero, pg. 27, de Mayo Antonio Snchez. Editorial Diana. 2- impresin, Mxico, agosto de 1979. Nicaragua, Ao Cero. Pg. 30, citado. Idem, pg. 30. Idem, pg. 32. El Asesinato de Augusto C. Sandino, por F. Talavera, citado. Idem. Idem. Nicaragua, Ao Cero, pg. 45, citado. Evening Post. New York, febrero 23, 1930. Ver en La Tribuna, Asuncin, febrero 23,1980.

(2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11)

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Captulo IILA ECONOMIA DE NICARAGUA EN LOS TIEMPOS DE SOMOZA (EL GENERAL COMERCIANTE)"... el secretario de Estado (norteamericano) Cordel Hullo, no pudo evitar inclinarse sobre el presidente Roosevelt para murmurar: Este Somoza es un perfecto hijo de puta! Por supuesto respondi Roosevelt, sin abandonar su famosa sonrisa pero es 'nuestro' hijo de puta" m.

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LOS PRINCIPIOS CAUSALES DEL MODELO DEPENDIENTE Y EL ESTILO AGROEXPORTADOR. En el caso de Nicaragua las luces de su realidad clarifican absolutamente todo el horizonte. No queda un slo punto oscuro ni existe dificultad alguna para demostrar su dependencia poltica y econmica del gran centro hegemnico del norte. Los antecedentes desarrollados en pginas anteriores sealan que los buques, marines y municiones, llegaron al pas cuantas veces se los necesit. La liga entre el grupo poltico cipayo dominante de Nicaragua y el gobierno de los EE.UU. fue poderosa y dura como el hierro. Con el advenimiento pleno de Anastasio Somoza Garca, la dependencia nicaragense de la metrpoli se fortaleci an ms. Este lleg a declarar a un periodista, en 1953, con signos de simpata y admiracin hacia el modelo norteamericano y evidente vocacin paternalista: "Nada me gustara ms que otorgar a los nicaragenses la misma clase de libertad que usan en los EE.UU. Es como lo que se hace con un nio, primero se le da leche, gota a gota, despus ms y ms, luego un pedacito de cerdo y, por fin, puede comer todo (...). No se puede dar pistolas a una criatura de cinco aos (...), se mataran entre ellos. Hay que ensearles a usar de la libertad, a no abusar de ella". Pero el cnico General Comerciante, poco despus y no mucho antes de ser muerto por Rigoberto Lpez Prez, en 1956, asombr a una persona que le visitaba en su despacho al sacar sbitamente una "picana elctrica" de un cajn del escritorio para aplicrsela al codo. Y, orgulloso de la tecnologa norteamericana, hizo a continuacin "un breve guio con el ojo y dijo: no est mal, no est mal". En aquella poca "la polica secreta del presidente utilizaba rutinariamente picanas elctricas contra los disidentes nicaragenses, y el incidente reflej la actitud despreocupada de Somoza hacia dichas prcticas". Es que Somoza, a ms de general comerciante, era uno de los ms bravos "anticomunistas" centroamericanos, lo que le permiti ser muy bien considerado en Washington. Ms de 300 millones de dlares afluyeron en ayuda de su gobierno en los aos posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Todos los puntales de la dinasta cursaron sus estudios en los Estados Unidos. Anastasio Somoza Garca tena tras s una historia gansteril. De27

estudiante en la Pierce School de Filadelfia, sin haber obtenido ttulos, se transform en falsificador de bonos del Estado. Luego se dedic a la venta de automviles usados y, ya en Nicaragua, pas a trabajar para la Fundacin Rockefeller. Anastasio Somoza Debayle haba sido enviado por el dictador, su padre, a recibirse de cadete en la academia militar norteamericana de West Point. En tanto que Anastasio Somoza Portocarrero naci en Estados Unidos de Norteamrica y tiene doble nacionalidad: norteamericana y nicaragense. Graduado en Harvard y convertido en soldado, fue objeto de una preparacin para seguir el camino de su abuelo, su to y su padre, como dictador de Nicaragua. Curs estudios en la escuela militar de Gran Bretaa, Sandhurst; en el Ejrcito de Estados Unidos en Fort Gragg, Carolina del Norte; en Fort Beaning, Georgia y en Fort Ieavenwortg, Kansas. Luego ingres a la Guardia Nacional con el grado de capitn. Por la dcada del 20, luego de ser descubierto y acusado de cmplice en la falsificacin de monedas de oro, Anastasio Somoza Garca empez su escala hacia el poder, entre otras virtudes, por el hecho de tener conocimiento del idioma ingls. Fue cuando el presidente Calvin Coolidge envi como representante personal a Henry Stimson, a solicitud de liberales y conservadores que reclamaban un rbitro yanqui para negociar sus diferendos. El acuerdo para desarmar a los dos grupos antagnicos fue firmado en el pequeo pueblo de Tipitapa, 22 kilmetros al norte de Managua y en presencia de Stimson. Como ste no hablaba "ni media palabra de espaol", fue nombrado Anastasio Somoza Garca traductor oficial durante las negociaciones que determinaron la realizacin de elecciones en 1928, supervisadas naturalmente por los norteamericanos, y la creacin de la Guardia Nacional para "vigilar la paz y el orden''7'. La Guardia Nacional se convirti en.uno de los puntales ms firmes del modelo dependiente heredado por el General Comerciante. Ella naci y se desarroll durante la intervencin norteamericana en 1926. En los inicios, sus dirigentes no ocultaron su nacionalidad yanqui. El primer jefe de la Guardia Nacional fue Calvin B. Crter y luego le sucedi Daniel S. Rodrguez, norteamericanos. En 1927, estuvieron al frente de la Guardia Nacional el comandante Robert Rhea, de la Infantera de Marina, y el coronel Elias R. Beadle, al que se le otorg el grado de general del Ejrcito nicaragense. Desde un comienzo se pretendi que la Guardia Nacional fuera un sustituto de la ocupacin de los marines norteamericanos. Pues, adems de lo "desagradable y molesta" que resultaba la intervencin directa para los mismos responsables y sus socios cipayos nativos, exista otro argumento ms contundente an; y que fuera explicado por el ex ministro de Defensa28

de los Estados Unidos y ms tarde presidente del Banco Mundial, Robert McNamara, quien ya en la dcada del 70 sealaba la conveniencia de adiestrar como aliados a los militares latinoamericanos. "Esos militares podran desempear las mismas funciones de tropas de ocupacin que antes tenan que cumplir los marines" yanquis. Adems, el "mantenimiento de los soldados 'cipayos' latinoamericanos es solamente de 540 dlares anuales por unidad, en tanto que los bien alimentados marines cuestan 4.500 dlares por ao" (*)(9). El l 2 de enero de 1933, Anastasio Somoza Garca asumi el cargo de Ministro de Guerra y jefe de la Guardia Nacional. Una semana despus, el da 10 de enero, un contingente de marines norteamericanos se retir de Nicaragua. Ya no haca falta que intrusos extranjeros se molestaran en intervenir para masacrar al pueblo en defensa de los indignos intereses de los malos nicaragenses. En adelante, los mismos fusiles y caones quedaban a cargo del siempre leal empleado de la Fundacin Rockefeller, del traductor oficial del enviado Stimson y ex desaprovechado alumno de la Pierce School de Filadelfia: un autntico cipayo. Anastasio Somoza Garca supo mantener durante toda su vida la cohesin, el apoyo y la lealtad de los miembros de la temible Guardia

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Otra causa que avale la inversin en la formacin de soldados cipayos, podra ser quizs el temor a "desviacionismos", como al parecer ocurriera en el comandante Smedley Butler, quien en el pasado desembarcara en Nicaragua al frente de 2.600 marines. Este declar en una sesin del Congreso de los Estados Unidos