La Tribuna del domingo28 DOMINGO 7 DE MAYO DE 2017 LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL La Tribuna del domingo 29DOMINGO 7 DE MAYO DE 2017

LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL

1. Una trabajadora transporta con

un ‘torillo’ materias primas (botellas,

cartones y etiquetas) del almacén a la

antesala de la línea de producción.

2. Proceso de llenado, en este caso

de ron Havana Club. 3. Máquina

encargada de colocar la etiqueta, con-

traetiqueta, collarín y número de lote.

4. Máquina encajonadora, que in-

troduce las botellas (seis) en cajas de

cartón previamente habilitadas de for-

ma también mecánica. 5. Tras pasar

por una báscula y proceder a su cerra-

do, las cajas se apilan en palés y se

ubican en el almacén para su poste-

rior distribución y venta. / FOTOS: PABLO

LORENTE

1 2 3 4 5

Enrique Carballás, gerente del centro de producción de Manzanares, junto a un alambique. / PABLO LORENTE

Panorámica de las distintas líneas de embotellado que posee Pernod Ricard España en su planta de Manzanares. / PABLO LORENTE

LAS LABORES EMPRESAS

A. CRIADO | LAS LABORES La empresa de espirituosos Per-nod Ricard España incrementará su producción anual en la planta de Manzanares hasta los 32 mi-llones de litros en 2018, gracias a la apuesta de la multinacional francesa de concentrar toda la lí-nea de negocio de la marca Ma-libú (ron elaborado con extracto natural de coco) en Europa en es-te centro de trabajo, desde el que se lleva a cabo su distribución por todo el mundo, a excepción de América.

La planta de Manzanares (Per-nod Ricard cuenta con otra fábri-ca en España en Padrón, en La Coruña) cerró el pasado ejercicio con una producción de alrede-dor de 25 millones de litros de be-bidas espirituosas y la previsión es que este año se incremente hasta los «28 o 29 millones». Así lo asegura su gerente, Enrique Carballás, que hace hincapié en que el volumen de negocio alcan-zará los 32 millones en 2018.

La fábrica, que se levanta en una parcela de 50 hectáreas en el

término municipal de Las Labo-res (toma el nombre de Manza-nares porque su origen son las Bodegas Jiménez y Lamothe, que tuvieron actividad hasta media-dos de la década de los 60), ex-porta alrededor del 90% de su producción anual a más de 60 países de Europa, su principal mercado, Asia, África y Oceanía, mientras que su presencia en América es bastante residual.

Además de las exclusivas bo-tellas eslivadas de Malibú (en 2016 produjo 6,1 millones de li-

tros año, cantidad que doblará en 2018), la factoría manchega des-tila, elabora y embotella otras marcas propiedad de compañías que pertenecen al grupo Pernod Ricard como el brandy Macieira, el tequila Olmeca y, sobre todo, el ron Havana Club, con una pro-ducción de 16 millones de litros anuales, más de 50% del total. «Si la planta de San José en Cuba tu-viera algún tipo de problema, la nuestra embotellaría todo el Ha-vana Club del mundo», remarca Carballás. Además, el centro de

producción de Manzanares tra-baja con «marcas locales» como Licor Triple, Ginial y pacharán y crema Ruavieja, la «prioritaria», aunque el mayor volumen de producción se localiza en la plan-ta de Padrón.

El incremento del volumen de negocio ha llevado aparejado un aumento de la plantilla, que en apenas un año ha pasado de 75 a 85 trabajadores fijos, la mayoría seleccionados de municipios de la provincia de Ciudad Real cer-canos a la planta. En las líneas

La multinacional francesa de bebidas espirituosas ha concentrado toda la línea de negocio en Europa de la marca Malibú en la planta de Manzanares, desde la que se distribuye por todo el mundo, excepto en América

Pernod Ricard alcanzará los 32 millones de litros en 2018

principales trabajan en dos tur-nos: de 7.00 a 15.00 y de 15.00 a 23.00 horas.

Fundada en 1984 y embarca-da en los últimos años en un pro-ceso radical de transformación e innovación, Pernod Ricard cuen-ta en su planta de Manzanares con un centro logístico de 17.600 metros cuadrados, con capaci-dad para 18.500 palés para aten-der el suministro y expedición de productos importados y distri-buidos en España. Y es que apar-te de las bebidas mencionadas anteriormente, la fábrica man-chega recibe mercancía de otros centros de producción europeos

(Escocia, Francia, Suecia...) para su distribución, marcas tan co-nocidas como Chivas, Ballanti-ne’s o Absolut, que también inte-gran el porfolio de la multinacio-nal gala.

La vinculación de esta planta con el territorio va mucho más allá de la contratación de em-pleados ciudadrealeños. Pernod Ricard ofrece prácticas en sus instalaciones a alumnos de la Universidad de Castilla-La Man-cha (UCLM), tras la firma de un convenio de colaboración, man-tiene una gran relación con los ayuntamientos de la zona y, en materia de responsabilidad so-cial corporativa, lleva desarro-llando desde hace más de una dé-cada un plan de recuperación del medio natural propio de la zona, promoviendo su conservación.

La planta de Manzanares se encuentra entre las diez que más valor económico aporta al grupo francés en todo el mundo y con el incremento de volumen de ne-gocio previsto, se instalará entre las cinco primeras de Pernod Ri-card, que presenta una factura-ción consolidada de más de 8.550 millones de euros (datos de 2015), es líder mundial de los es-pirituosos Premium y Prestige y posee 19 de las 100 principales marcas del mundo.

Más del 50% de la producción, 16

millones de litros, corresponden a la

marca de ron Havana Club

A. C. | LAS LABORES

Pernod Ricard España comen-zó a desarrollar en 2013 el de-

nominado proyecto ‘Darwin’ en su centro de producción de Man-zanares, dotándose de herramien-tas Lean Manufacturing para «mejorar procesos y eficiencias». Su gerente, Enrique Carballás, afirma que el objetivo es «imple-mentar la mejora continua» en la planta manchega, para lo que han recurrido a consultores externos y han destinado inversiones cerca-nas a los 100.000 euros anuales, partida que se ha ido reduciendo con los años ya que la compañía tiende a la autogestión de este ti-po de procesos.

Una de esas consultoras exter-nas es Sisteplant, una empresa in-ternacional con sede en Bilbao y más de 30 años de experiencia que ayuda a sus clientes a «mejorar sus procesos productivos, logísticos y organizativos para que sean más eficientes y, por tanto, más renta-bles». Así lo asegura Violeta Costa, responsable de actividades de Marketing de esta firma, que ya ha colaborado con Pernod Ricard en tres proyecto.

La primera actuación, explica Costa, fue la optimización de la función de mantenimiento, con el objetivo de «reducir la ratio de ave-rías e incrementar la eficiencia». Otro proyecto consistió en la opti-mización del almacén de fábrica, con el que se logró reducir un 19% la ratio de superficie de palés, gra-cias a un estudio previo para «acor-tar tiempos de movimientos y que las distancias fueran más acordes con las necesidades reales, además de conocer qué capacidad pode-mos asimilar en el futuro, con vis-tas al incremento de la producción de Malibú», apunta Carballás. Ade-más, Sisteplant ha puesto las he-rramientas necesarias para la re-ducción de los tiempos de cambio en una de las líneas de envasado.

Enrique Carballás, que indica que el próximo reto será mejorar la cadena de suministros, tanto en lo que se refiere a los tiempos de recepción de pedidos como de en-trega del producto, hace hincapié en que Pernod Ricard está traba-jando también en «la fábrica del futuro». El gerente subraya que la movilidad de los empleados en la planta de Manzanares es «muy baja», por lo que están analizando el perfil del trabajador que van a necesitar para «los próximos 15 o 20 años».

EN CONSTANTE EVOLUCIÓN

Pernod Ricard inició hace casi cuatro años el proyecto ‘Darwin’, con el objetivo de mejorar sus procesos productivos, logísticos y organizativos para ganar en eficiencia