domingo 7 abril

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PREGÓN PARA UNA PASCUA ILUMINADA POR LA FE “Os anuncio una buena noticia: una nueva vida está surgiendo. Ya es primavera. La pascua se hace florida ¿No lo notáis? Jesús ha reinaugurado la vida. ¡Aleluya! La tierra estaba triste, la humanidad sedienta; pero la nueva vida pascual de Jesús, – camino, verdad, vida-, embarazó la creación y parió la esperanza. La muerte anunciada quedó vencida y un clamor gozoso inundó valles y montes. El planeta se resiste a perder la hermosura inicial recreativa. Os comunico con gozo que en estos tiempos de crisis se rearma la utopía, si confiamos en el Resucitado. ¡No es imposible un mundo con otro sistema! Alegrémonos porque hay brotes nuevos de esperanza y de bonanza en el corazón humano. Muchos hombres y mujeres soñadores estamos desaprendiendo, desenseñando y deshaciendo modelos fundamentalistas culturales, políticos, religiosos, financieros, aunque los listos y tecnócratas nos califican de ridículos e irreales. Habrá que recordarles que si no nos dejan soñar, no les vamos a dejar dormir. Abramos las puertas al gozo porque en los sistemas operativos de los corruptos se está infiltrando el virus de la honestidad y las hipotecas, los préstamos, los mini- créditos se les están escapando a su control y poco a poco llegarán en buenas condiciones al desahuciado, al comerciante del barrio, al desempleado y al estudiante. ¡Aleluya! porque Jesús se ha bajado de la cruz, está entre nosotros repartiendo resurrección que nos pringa a borbotones de fuerza. Mirad, los calvarios humanos se han quedado vacíos. Jesús se ha bajado consigo a todos los crucificados: parias, hambrientos, niños de la guerra, mujeres maltratadas… Dancemos, bailemos, brinquemos, porque se nos va pasando la borrachera de la abundancia consumista y nos damos cuenta de que, con menos, podemos ser igual de felices. Nuestro producto interior bruto es amor y paz; nuestro fondo de inversión, misericordia y solidaridad y nuestra prima de riesgo está a cero, porque nos sostiene la fe en Jesús Resucitado que ha pagado nuestra deuda. Es un error que busquemos "pruebas" para creer con más firmeza. Para encontrarnos con el Resucitado es necesario, ante todo, hacer un recorrido interior. Si no lo encontramos dentro de nosotros, no lo encontraremos en ninguna parte. Jesús hace una pregunta a María: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?". Algo semejante hemos de preguntarnos también nosotros:. ¿Por qué nuestra fe es a veces tan triste? ¿Cuál es la causa última de esa falta de alegría entre nosotros? ¿Qué buscamos los cristianos de hoy? ¿Qué añoramos? ¿Andamos buscando a un Jesús al que necesitamos sentir lleno de vida en nuestras familias, en nuestras comunidades? Según el relato del evangelio, Jesús está hablando con María, pero ella no sabe que es Jesús. Es entonces cuando Jesús la llama por su nombre, con la misma ternura que ponía en su voz cuando caminaban por Galilea: "¡María!". Ella responde: "Rabbuní, Maestro". María se encuentra con el Resucitado cuando se siente llamada personalmente por Él. Jesús se nos muestra lleno de vida, cuando nos sentimos llamados por nuestro propio nombre, y escuchamos la invitación que nos hace a cada uno. Entonces, nuestra fe crece. Nuestra fe va a languidecer alimentándola sólo desde fuera. No nos encontraremos con Cristo Resucitado, si no buscamos el contacto vivo con su persona. Probablemente, es el amor a Jesús conocido por los evangelios y buscado personalmente en el fondo de nuestro corazón, el que mejor nos conducirá al encuentro con el Resucitado. (J.A.P.) A L E L U Y A ¡¡Venció la VIDA!! ¡¡Venció el AMOR!!

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Hoja parroquial domingo 7 abril

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Page 1: Domingo 7 abril

PREGÓN PARA UNA PASCUA ILUMINADA POR LA FE

“Os anuncio una buena noticia: una nueva vida está surgiendo. Ya es primavera. La pascua se hace florida ¿No lo notáis? Jesús ha reinaugurado la vida. ¡Aleluya! La tierra estaba triste, la humanidad sedienta; pero la nueva vida pascual de Jesús, – camino, verdad, vida-, embarazó la creación y parió la esperanza. La muerte anunciada quedó vencida y un clamor gozoso inundó valles y montes. El planeta se resiste a perder la hermosura inicial recreativa. Os comunico con gozo que en estos tiempos de crisis se rearma la utopía, si

confiamos en el Resucitado. ¡No es imposible un mundo con otro sistema!

Alegrémonos porque hay brotes nuevos de esperanza y de bonanza en el corazón

humano. Muchos hombres y mujeres soñadores estamos desaprendiendo,

desenseñando y deshaciendo modelos fundamentalistas culturales, políticos,

religiosos, financieros, aunque los listos y tecnócratas nos califican de ridículos e

irreales. Habrá que recordarles que si no nos dejan soñar, no les vamos a dejar

dormir.

Abramos las puertas al gozo porque en los sistemas operativos de los corruptos se

está infiltrando el virus de la honestidad y las hipotecas, los préstamos, los mini-

créditos se les están escapando a su control y poco a poco llegarán en buenas

condiciones al desahuciado, al comerciante del barrio, al desempleado y al

estudiante.

¡Aleluya! porque Jesús se ha bajado de la cruz, está entre nosotros repartiendo

resurrección que nos pringa a borbotones de fuerza. Mirad, los calvarios humanos

se han quedado vacíos. Jesús se ha bajado consigo a todos los crucificados: parias,

hambrientos, niños de la guerra, mujeres maltratadas…

Dancemos, bailemos, brinquemos, porque se nos va pasando la borrachera de la

abundancia consumista y nos damos cuenta de que, con menos, podemos ser igual

de felices. Nuestro producto interior bruto es amor y paz; nuestro fondo de

inversión, misericordia y solidaridad y nuestra prima de riesgo está a cero, porque

nos sostiene la fe en Jesús Resucitado que ha pagado nuestra deuda.

Es un error que busquemos "pruebas" para creer con más firmeza. Para encontrarnos

con el Resucitado es necesario, ante todo, hacer un recorrido interior. Si no lo

encontramos dentro de nosotros, no lo encontraremos en ninguna parte.

Jesús hace una pregunta a María: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?".

Algo semejante hemos de preguntarnos también nosotros:. ¿Por qué nuestra fe es a

veces tan triste? ¿Cuál es la causa última de esa falta de alegría entre nosotros? ¿Qué

buscamos los cristianos de hoy? ¿Qué añoramos? ¿Andamos buscando a un Jesús al que

necesitamos sentir lleno de vida en nuestras familias, en nuestras comunidades?

Según el relato del evangelio, Jesús está hablando con María, pero ella no sabe que es

Jesús. Es entonces cuando Jesús la llama por su nombre, con la misma ternura que ponía

en su voz cuando caminaban por Galilea: "¡María!". Ella responde: "Rabbuní,

Maestro".

María se encuentra con el Resucitado cuando se siente llamada personalmente por Él.

Jesús se nos muestra lleno de vida, cuando nos sentimos llamados por nuestro propio

nombre, y escuchamos la invitación que nos hace a cada uno. Entonces, nuestra fe crece.

Nuestra fe va a languidecer alimentándola sólo desde fuera. No nos encontraremos con

Cristo Resucitado, si no buscamos el contacto vivo con su persona. Probablemente, es el

amor a Jesús conocido por los evangelios y buscado personalmente en el fondo de

nuestro corazón, el que mejor nos conducirá al encuentro con el Resucitado. (J.A.P.)

A

L

E

L

U

Y

A

¡¡Venció

la

VIDA!!

¡¡Venció

el

AMOR!!

Page 2: Domingo 7 abril

1ª lectura (Hch 5,12-16): Muchos Llegaron a Creer en el Señor.

2ª lectura: (Ap 1,9-13. 17-19): No temas, soy yo el que vive. Estaba muerto y vivo por

los siglos.

Evangelio: (Jn 20,19-31): No seas incrédulo, sino CREYENTE. ..Dichosos los que crean sin haber visto.

PLEGARIA AL RESUCITADO

¡QUE SALGA FUERA, SEÑOR:….! de la oscuridad que no me deja verte, a la luz que me da la vida. de las dudas que ciegan mis ojos, a la certeza que me invita a seguirte. de la tristeza que sacude mi existencia, a la alegría que infunde tu persona.

¡QUE SALGA FUERA, SEÑOR! De los miedos que me paralizan, a la fortaleza que me regala tu Palabra. De la inseguridad de mis pasos a la firmeza de tus caminos.

¡QUE SALGA FUERA, SEÑOR! De la muerte, cuando yo vivo como Tú quieres, a la vida que siento

cuando Tú estás presente. De mi afán de suficiencia que fracasa, al reconocimiento de tu poder que todo lo puede.

¡QUE SALGA FUERA, SEÑOR! De lo efímero que pasa y caduca a lo eterno que Tú me dices me espera. De mi manera peculiar de vivir la vida a esa otra que, Tú, me dices es rica y diferente.

¡QUE SALGA FUERA, SEÑOR! Que me libre de esas largas vendas que me impiden ser libre y seguirte. Que me sacuda de los aromas con que la sociedad quiere perfumarme y maquillarme. Que sea fuerte para desprenderme de tantas losas que pretenden silenciarme. ¡QUE SALGA FUERA, SEÑOR! ¡Sacúdeme con tu fuerza divina! ¡HÁBLAME CON PALABRAS DE ETERNIDAD! ¡HAZME MORIR A TODO AQUELLO QUE ME SEPARA DE TI! Amén.

¡¡¡¡RESUCITÓ!!!!

¡ALELUYA!

¡ A

L E

L U

I A!

T

¡Ha resucitado! ¡Ha resucitado! ¡Ha resucitado! ¡Ha resucitado!