Suscitaré un profeta y pondré mis palabras en su boca
SALMO RESPONSORIAL Sal 94
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.»
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 32-35
La soltera se preocupa de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos
ALELUYA
El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló
EVANGELIO San Marcos 1, 21-28
Enseñaba con autoridad
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún,
y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenla un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
«¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió.
Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra de Dios
Jesús mismo es la Palabra de Dios
hecha carne y nos enseña con plena autoridad
Tiene autoridad porque predica con el propio ejemplo de vida
La autoridad de Jesús consiste en perdonar no en condenar
La autoridad de Jesús consiste en amar a las personas más y mejor que a las normas
La autoridad de Jesús consiste en incluir a todos los excluidos de la sociedad:
los pecadores los leprosos
los impuros
las mujeres
los niños
La autoridad de Jesús consiste no en la palabra vacía del orador político sino en la palabra que proclama y hace vida la compasión y el amor
Para anunciar la Palabra de Dios y ser profetas
es muy importante escuchar antes la Palabra de Dios y escucharla con un corazón limpio de prejuicios
Escuchamos la Palabra de Dios
cuando traducimos en la propia vida los valores del evangelio
Por medio del sacramento del Bautismo participamos en la triple misión de Jesucristo:
Somos sacerdotes; es decir, estamos llamados a entregar nuestra vida, como hizo Jesús
Somos reyes; es decir, estamos llamados a servir a los demás, como hizo Jesús
Y somos profetas; es decir, estamos llamados a se Palabra de Dios con nuestra vida, a hablar en su nombre y a denunciar todo lo que es contrario a Dios.
Y hay que dar este testimonio con
autoridad:
la autoridad moral que nosotros podemos tener como seguidores de Cristo es ser coherentes con el mensaje que creemos y celebramos
Nuestra vida de cristianos es hacer vida la “Palabra de Dios”
Es encarnar el Evangelio en nuestras personas y nuestras obras