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Copyright © 2015 The New York Times DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015 Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY VENTANA Leche materna se vuelve gran negocio Por ANDREW POLLACK CITY OF INDUSTRY, California — Cuando Gretty Amaya pidió un permiso por maternidad sin goce de sueldo, hace cinco meses, comenzó lo que ella llama un empleo de medio tiempo para ayudar a pagar las cuentas. Hasta la fecha, Amaya, quien vive en Miami, ha ganado más de dos mil dóla- res extrayendo su leche materna y ven- diendo la que le sobra tras alimentar a su pequeña. La leche congelada de Amaya y de cientos de otras mujeres se traslada vía aérea a City of Industry, a lo que se pa- rece a una planta farmacéutica. Allí, se concentra para convertirla en un produc- to con gran cantidad de proteínas que se les da a bebés extremadamente prema- turos en unidades de cuidados intensivos neonatales, a un costo de miles de dóla- res por bebé. La leche materna se está convirtiendo en un producto de consumo, y en una de las fronteras más nuevas de la industria biotecnológica, aunque abundan las inquietudes respecto a este negocio de rápido crecimiento. La compañía pro- pietaria de la planta, Prolacta Bioscien- ce, ha recaudado 46 millones de dólares de inversionistas de capital de riesgo en ciencias biológicas. “Esto es plasma blanco”, dijo Scott A. Elster, quien dirige la compañía. Elster comparaba la leche con el plasma san- guíneo, que durante mucho tiempo se ha extraído de donantes y convertido en pro- ductos médicos como la inmunoglobulina, que ayuda a combatir infecciones, y en factores de coagulación para hemofílicos. La leche concentrada podría ser sólo el principio. Los investigadores señalan que la leche materna, que evolucionó pa- ra brindar una nutrición óptima y prote- ger a los bebés de infecciones, tiene mu- chas aplicaciones terapéuticas potencia- les, no sólo para bebés sino posiblemente para adultos, para tratar enfermedades intestinales o infecciosas, como la afec- ción intestinal conocida como el mal de Crohn, por ejemplo. “Estamos en la punta del iceberg en cuanto a la leche”, dijo Bruce German, presidente de Evolve Biosystems. Evol- ve y otras compañías, como Glycosyn, Jennewein Biotechnologie y Glycom, intentan desarrollar productos basados en los azúcares complejos en la leche presencia fue una declaración en sí misma: Eli es uno de decenas de asentamientos aislados cuya expan- sión y atrincheramiento amenazan las perspectivas de una solución de dos estados para el conflicto israe- lí-palestino. El constante crecimiento de asenta- mientos en las ocupadas Cisjordania y Jerusalén Este, que la mayoría de los líderes mundiales considera en viola- ción de la ley internacional, complica tanto la creación de una Palestina via- ble y el desafío de desplazar algún día a los israelíes, quienes ahora crían a una segunda y tercera generación en áreas disputadas. Por el camino de Eli a Ariel una tarde reciente, un palestino pastaba vacas y adolescentes caminaban de la escuela a casa. Al interior del asenta- miento, se construía un centro comu- nitario de 3,8 millones de dólares y 28 mil metros cuadrados. Un letrero de- cía: “Eli: un gran lugar para crecer”. Mientras Netanyahu se postulaba a un cuarto mandato, declaró que no permitiría el establecimiento de un estado palestino. Esto pareció ser un esfuerzo por obtener votos de la dere- cha. Después de su victoria, intentó retractarse. “Deseo una solución sos- tenible y pacífica de dos estados, pero para ello, las circunstancias tienen que cambiar”, dijo en una entrevista con la cadena televisiva estadouni- dense MSNBC. El récord de Netanyahu sobre los asentamientos es un elemento cen- tral de su difícil relación con Was- hington y la esencia de la creciente crítica europea a Israel. Un análisis de datos de planeación, construc- ción y gastos durante los últimos 20 años muestran que Netanyahu fue un constructor agresivo durante su primer período como Primer Minis- tro en los años 90, cuando la población de colonos en Cisjordania aumentó a casi tres veces el total de la tasa israe- lí. Pero desde que regresó al poder en 2009, ha tenido un récord similar al de líderes menos conservadores, y los asentamientos han crecido casi el doble de rápido que Israel en ge- neral. Netanyahu ha tomado varios pasos que hacen que trazar un mapa de dos estados sea particularmente problemático, y ha declarado: “No es mi intención evacuar ningún asenta- miento”. El número de colonos en Cisjorda- nia ahora supera 350 mil, incluyendo unos 80 mil que viven en asentamien- tos aislados como Eli y Ofra, que es di- fícil de imaginar que permanezcan en su sitio bajo cualquier acuerdo. Además, hay otros 300 mil israelíes que viven en partes de Jerusalén que Israel capturó de Jordania en la gue- rra de 1967 y más tarde anexó en una acción que la mayoría del mundo con- sidera ilegal. Electo por primera vez en 1996 con la promesa de revertir un congela- miento de cuatro años en la expan- sión de asentamientos en casi todas las áreas, Netanyahu respaldó el concepto de dos estados tras recu- perar el principal cargo de Israel en 2009, al decir en su famoso discurso de Bar Ilan: “No tenemos intenciones de construir nuevos asentamientos o de expropiar territorio adicional para los asentamientos existentes”. Netanyahu explica ahora sus ini- ciativas de construcción como una respuesta inevitable al crecimiento natural y dice que sólo han agregado “unas cuantas casas en las comuni- dades existentes”. Refuta cualquier sugerencia de que los asentamientos son la médula del conflicto, señalando que árabes y judíos estaban luchando en este territorio mucho antes de que existieran. No obstante, Martin S. Indyk, el es- tadounidense que encabezó la ronda más reciente de las fallidas negocia- ciones israelí-palestinas, ha dicho que la “desenfrenada actividad de los asentamientos” tuvo un “impacto dramáticamente perjudicial”. Un reciente informe del grupo Pea- ce Now, que se opone a los asenta- mientos, mostró que las licitaciones de construcción emitidas por el gobierno llegaron a 4.485 unidades el año pa- sado. Dos tercios de la construcción Todos necesitamos tomarnos un des- canso de nuestras pantallas, y no sólo por nuestros ojos. El tiempo muerto nos permite realizar más pensamiento creativo. Algunos dicen que los juguetes que los ejecutivos tienen en sus escritorios son una distracción pro- ductiva: las Bolas 8 Mágicas con men- sajes enigmáticos; jardines Zen con pequeños rastrillos; el Péndulo de Newton, esas bolas metá- licas colgantes que chocan una contra la otra, cuyos extremos vuelan para demostrar la ley de conservación del momento de Newton. Adrienne Appell, de la Asociación de la Industria del Juguete, dijo que tales objetos incitan al diálogo y alivian el es- trés, y son útiles en la era digital. “Con las horas laborales más largas y los múltiples dispositivos y pantallas de hoy, es aun más importante que la gente dé un paso atrás y se tome ese momento para relajarse”, le dijo a The New York Times. Scott G. Eberle, vicepresidente para estudios de ocio en el museo Strong, en Rochester, Nueva York, dijo que los juguetes que se tienen en el escritorio pueden inducir un estado meditati- vo. “Idealmente, uno debe estar en un estado en que la mente esté desconecta- da”, dijo. Ya que gran parte de nuestro espa- cio público está lleno de publicidad, informó Matthew B. Crawford en The Times, cada vez es más difícil desco- nectarse. “En el proceso, hemos sacrificado el silencioescribió Crawford Y así como el aire fresco hace que sea posible respi- rar, el silencio nos permite pensar”. Notó que las bandejas utilizadas para colocar los artículos para las revisiones de rayos X en los aeropuertos ahora están cubiertas de publicidad, y se es- tremeció al ver todos los colores de lápiz labial ofrecidos por L’Oréal cuando colo- có una memoria usb en la bandeja. El silencio ahora se comercia como un bien de lujo. “En el lounge de clase ejecutiva en el Aeropuerto Charles de Gaulle, escuché sólo el tintineo ocasional de una cuchara contra la vajilla de porcelana”, escribió. “No vi publicidad en las paredes. Este silencio, más que cualquier otra caracte- rística, es lo que da una auténtica sensa- ción de lujo”. Los músculos de su cuello se relajaron y se sintió revitalizado con tan sólo 20 minutos de estar en el lugar. En la actualidad no tenemos mucha oportunidad de relajarnos a raíz de ICYMI (siglas en inglés de “por si no lo viste”), escribió Teddy Wayne en The New York Times. Las alertas de Twitter e Internet aparecen casi constantemente para no- tificar a quien que podría no haber visto algo. La industria noticiosa publica his- torias las 24 horas del día, temporadas completas de programas de televisión se lanzan a la vez y la mayoría de las pe- lículas están disponibles a toda hora. Es imposible mantenerse al tanto. Pero también es posible tener acceso a cualquiera de estas cosas en cualquier momento “así que no hay excusa para perdérselas y, por lo tanto, existe una compulsión más urgente de ponerse al día”, escribió Wayne. Manoush Zomorodi, conductora de un programa de radio en Nueva York titu- lado New Tech City, que examina cómo la tecnología afecta nuestras vidas, se queja de que no se ha aburrido durante siete años. Rastrea el origen a su primer iPhone, en 2007. Zomorodi, de 41 años, lanzó un proyecto llamado “Aburridos y brillan- tes”, que pidió a los participantes que dejaran de lado sus electrónicos y acep- taran la inactividad, con la idea de que la mente que divaga es más creativa. Por supuesto, hay una aplicación para eso. “Tratamos de aceptar lo ridículo de ello”, le dijo a The Times. TOM BRADY Sus comentarios son bienvenidos en nytweekly@nytimes com Continúa en la página 2 Por JODI RUDOREN y JEREMY ASHKENAS ELI, Cisjordania CANTOS Y BAILES recibieron a Benjamin Netanyahu cuando visitó Eli, entonces un asentamiento nuevo de 959 residentes, poco después de convertirse por primera vez en Primer Ministro de Israel, en 1996. “Es- taremos aquí permanentemente para siempre”, dijo en el cercano Ariel ese día, prometiendo renovar la polémica construcción de comunidades judías en el territorio que los palestinos planean como su futuro estado. Mientras luchaba por el apoyo de los colonos antes de las recientes elecciones de Israel, Netanyahu regresó en febrero a Eli, hoy un pueblo de rápido crecimiento de más de cuatro mil habitantes que se extiende por seis colinas en medio de aldeas palestinas y tierras agrícolas. Su Continúa en la página 2 Netanyahu y los asentamientos TOMAS MUNITA PARA THE NEW YORK TIMES Eli es uno de decenas de asentamientos israelíes en Cisjordania que muchos consideran como una amenaza a cualquier acuerdo potencial de paz con los palestinos. MONICA ALMEIDA/ THE NEW YORK TIMES Mientras compañías compran y venden leche materna para ayudar a bebés prematuros, otras le buscan usos terapéuticos. Leche congelada en California. Importancia de una mente que divaga DAVID CORIO PARA THE NEW YORK TIMES EL MUNDO Escándalos dañan imagen de Dilma. PÁG. 3 DINERO Y NEGOCIOS Inversionistas cambian planes en México. PÁG. 5 ARTE Y DISEÑO Sebastião Salgado en documental. PÁG. 8 INTELIGENCIA Hay que darle libertad a los hijos. PÁG. 2 Parte del atractivo de los juguetes para ejecutivos es que pueden generar una distracción productiva.

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Page 1: DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015 Netanyahu y los asentamientos · una distracción pro-ductiva: las Bolas 8 Mágicas con men-sajes enigmáticos; ... bien de lujo. “En el lounge de clase

Copyright © 2015 The New York Times

DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY

VENTANA

Leche materna se vuelve gran negocioPor ANDREW POLLACK

CITY OF INDUSTRY, California — Cuando Gretty Amaya pidió un permiso por maternidad sin goce de sueldo, hace cinco meses, comenzó lo que ella llama un empleo de medio tiempo para ayudar a pagar las cuentas.

Hasta la fecha, Amaya, quien vive en Miami, ha ganado más de dos mil dóla-res extrayendo su leche materna y ven-diendo la que le sobra tras alimentar a su pequeña.

La leche congelada de Amaya y de cientos de otras mujeres se traslada vía aérea a City of Industry, a lo que se pa-rece a una planta farmacéutica. Allí, se concentra para convertirla en un produc-to con gran cantidad de proteínas que se les da a bebés extremadamente prema-turos en unidades de cuidados intensivos

neonatales, a un costo de miles de dóla-res por bebé.

La leche materna se está convirtiendo en un producto de consumo, y en una de las fronteras más nuevas de la industria biotecnológica, aunque abundan las inquietudes respecto a este negocio de rápido crecimiento. La compañía pro-pietaria de la planta, Prolacta Bioscien-ce, ha recaudado 46 millones de dólares de inversionistas de capital de riesgo en ciencias biológicas.

“Esto es plasma blanco”, dijo Scott A. Elster, quien dirige la compañía. Elster comparaba la leche con el plasma san-guíneo, que durante mucho tiempo se ha extraído de donantes y convertido en pro-ductos médicos como la inmunoglobulina, que ayuda a combatir infecciones, y en factores de coagulación para hemofílicos.

La leche concentrada podría ser sólo el principio. Los investigadores señalan que la leche materna, que evolucionó pa-ra brindar una nutrición óptima y prote-ger a los bebés de infecciones, tiene mu-chas aplicaciones terapéuticas potencia-les, no sólo para bebés sino posiblemente para adultos, para tratar enfermedades intestinales o infecciosas, como la afec-ción intestinal conocida como el mal de Crohn, por ejemplo.

“Estamos en la punta del iceberg en cuanto a la leche”, dijo Bruce German, presidente de Evolve Biosystems. Evol-ve y otras compañías, como Glycosyn, Jennewein Biotechnologie y Glycom, intentan desarrollar productos basados en los azúcares complejos en la leche

presencia fue una declaración en sí misma: Eli es uno de decenas de asentamientos aislados cuya expan-sión y atrincheramiento amenazan las perspectivas de una solución de dos estados para el conflicto israe-lí-palestino.

El constante crecimiento de asenta-mientos en las ocupadas Cisjordania y Jerusalén Este, que la mayoría de los líderes mundiales considera en viola-ción de la ley internacional, complica

tanto la creación de una Palestina via-ble y el desafío de desplazar algún día a los israelíes, quienes ahora crían a una segunda y tercera generación en áreas disputadas.

Por el camino de Eli a Ariel una tarde reciente, un palestino pastaba vacas y adolescentes caminaban de la escuela a casa. Al interior del asenta-miento, se construía un centro comu-nitario de 3,8 millones de dólares y 28 mil metros cuadrados. Un letrero de-

cía: “Eli: un gran lugar para crecer”.Mientras Netanyahu se postulaba

a un cuarto mandato, declaró que no permitiría el establecimiento de un estado palestino. Esto pareció ser un esfuerzo por obtener votos de la dere-cha. Después de su victoria, intentó retractarse. “Deseo una solución sos-tenible y pacífica de dos estados, pero para ello, las circunstancias tienen que cambiar”, dijo en una entrevista con la cadena televisiva estadouni-dense MSNBC.

El récord de Netanyahu sobre los asentamientos es un elemento cen-tral de su difícil relación con Was-hington y la esencia de la creciente crítica europea a Israel. Un análisis de datos de planeación, construc-ción y gastos durante los últimos 20 años muestran que Netanyahu fue un constructor agresivo durante su primer período como Primer Minis-tro en los años 90, cuando la población de colonos en Cisjordania aumentó a casi tres veces el total de la tasa israe-lí. Pero desde que regresó al poder en 2009, ha tenido un récord similar al de líderes menos conservadores,

y los asentamientos han crecido casi el doble de rápido que Israel en ge-neral. Netanyahu ha tomado varios pasos que hacen que trazar un mapa de dos estados sea particularmente problemático, y ha declarado: “No es mi intención evacuar ningún asenta-miento”.

El número de colonos en Cisjorda-nia ahora supera 350 mil, incluyendo unos 80 mil que viven en asentamien-tos aislados como Eli y Ofra, que es di-fícil de imaginar que permanezcan en su sitio bajo cualquier acuerdo.

Además, hay otros 300 mil israelíes que viven en partes de Jerusalén que Israel capturó de Jordania en la gue-rra de 1967 y más tarde anexó en una acción que la mayoría del mundo con-sidera ilegal.

Electo por primera vez en 1996 con la promesa de revertir un congela-miento de cuatro años en la expan-sión de asentamientos en casi todas las áreas, Netanyahu respaldó el concepto de dos estados tras recu-perar el principal cargo de Israel en 2009, al decir en su famoso discurso de Bar Ilan: “No tenemos intenciones de

construir nuevos asentamientos o de expropiar territorio adicional para los asentamientos existentes”.

Netanyahu explica ahora sus ini-ciativas de construcción como una respuesta inevitable al crecimiento natural y dice que sólo han agregado “unas cuantas casas en las comuni-dades existentes”. Refuta cualquier sugerencia de que los asentamientos son la médula del conflicto, señalando que árabes y judíos estaban luchando en este territorio mucho antes de que existieran.

No obstante, Martin S. Indyk, el es-tadounidense que encabezó la ronda más reciente de las fallidas negocia-ciones israelí-palestinas, ha dicho que la “desenfrenada actividad de los asentamientos” tuvo un “impacto dramáticamente perjudicial”.

Un reciente informe del grupo Pea-ce Now, que se opone a los asenta-mientos, mostró que las licitaciones de construcción emitidas por el gobierno llegaron a 4.485 unidades el año pa-sado. Dos tercios de la construcción

Todos necesitamos tomarnos un des-canso de nuestras pantallas, y no sólo por nuestros ojos. El tiempo muerto nos permite realizar más pensamiento creativo.

Algunos dicen que los juguetes que los ejecutivos tienen en sus escritorios son una distracción pro-ductiva: las Bolas 8 Mágicas con men-sajes enigmáticos; jardines Zen con pequeños rastrillos;

el Péndulo de Newton, esas bolas metá-licas colgantes que chocan una contra la otra, cuyos extremos vuelan para demostrar la ley de conservación del momento de Newton.

Adrienne Appell, de la Asociación de

la Industria del Juguete, dijo que tales objetos incitan al diálogo y alivian el es-trés, y son útiles en la era digital.

“Con las horas laborales más largas y los múltiples dispositivos y pantallas de hoy, es aun más importante que la gente dé un paso atrás y se tome ese momento para relajarse”, le dijo a The New York Times.

Scott G. Eberle, vicepresidente para estudios de ocio en el museo Strong, en Rochester, Nueva York, dijo que los juguetes que se tienen en el escritorio pueden inducir un estado meditati-vo. “Idealmente, uno debe estar en un estado en que la mente esté desconecta-da”, dijo.

Ya que gran parte de nuestro espa-cio público está lleno de publicidad, informó Matthew B. Crawford en The Times, cada vez es más difícil desco-nectarse.

“En el proceso, hemos sacrificado el silencio” escribió Crawford “Y así como

el aire fresco hace que sea posible respi-rar, el silencio nos permite pensar”.

Notó que las bandejas utilizadas para colocar los artículos para las revisiones de rayos X en los aeropuertos ahora están cubiertas de publicidad, y se es-tremeció al ver todos los colores de lápiz labial ofrecidos por L’Oréal cuando colo-có una memoria usb en la bandeja.

El silencio ahora se comercia como un bien de lujo.

“En el lounge de clase ejecutiva en el Aeropuerto Charles de Gaulle, escuché sólo el tintineo ocasional de una cuchara contra la vajilla de porcelana”, escribió. “No vi publicidad en las paredes. Este silencio, más que cualquier otra caracte-rística, es lo que da una auténtica sensa-ción de lujo”.

Los músculos de su cuello se relajaron y se sintió revitalizado con tan sólo 20 minutos de estar en el lugar.

En la actualidad no tenemos mucha oportunidad de relajarnos a raíz de

ICYMI (siglas en inglés de “por si no lo viste”), escribió Teddy Wayne en The New York Times.

Las alertas de Twitter e Internet aparecen casi constantemente para no-tificar a quien que podría no haber visto algo. La industria noticiosa publica his-torias las 24 horas del día, temporadas completas de programas de televisión se lanzan a la vez y la mayoría de las pe-lículas están disponibles a toda hora.

Es imposible mantenerse al tanto. Pero también es posible tener acceso a

cualquiera de estas cosas en cualquier momento “así que no hay excusa para perdérselas y, por lo tanto, existe una compulsión más urgente de ponerse al día”, escribió Wayne.

Manoush Zomorodi, conductora de un programa de radio en Nueva York titu-lado New Tech City, que examina cómo la tecnología afecta nuestras vidas, se queja de que no se ha aburrido durante siete años.

Rastrea el origen a su primer iPhone, en 2007. Zomorodi, de 41 años, lanzó un proyecto llamado “Aburridos y brillan-tes”, que pidió a los participantes que dejaran de lado sus electrónicos y acep-taran la inactividad, con la idea de que la mente que divaga es más creativa.

Por supuesto, hay una aplicación para eso.

“Tratamos de aceptar lo ridículo de ello”, le dijo a The Times.

TOM BRADYSus comentarios son bienvenidos en nytweekly@nytimes com

Continúa en la página 2

Por JODI RUDOREN y JEREMY ASHKENAS

ELI, CisjordaniaCANTOS Y BAILES recibieron a Benjamin Netanyahu cuando visitó Eli, entonces un asentamiento nuevo de 959 residentes, poco después de convertirse por primera vez en Primer Ministro de Israel, en 1996. “Es-taremos aquí permanentemente para siempre”, dijo en el cercano Ariel ese día, prometiendo renovar la polémica construcción de comunidades judías en el territorio que los palestinos planean como su futuro estado.

Mientras luchaba por el apoyo de los colonos antes de las recientes elecciones de Israel, Netanyahu regresó en febrero a Eli, hoy un pueblo de rápido crecimiento de más de cuatro mil habitantes que se extiende por seis colinas en medio de aldeas palestinas y tierras agrícolas. Su

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Netanyahu y los asentamientos

TOMAS MUNITA PARA THE NEW YORK TIMES

Eli es uno de decenas de asentamientos israelíes en Cisjordania que muchos consideran como una amenaza a cualquier acuerdo potencial de paz con los palestinos.

MONICA ALMEIDA/ THE NEW YORK TIMES

Mientras compañías compran y

venden leche materna

para ayudar a bebés

prematuros, otras le

buscan usos terapéuticos.

Leche congelada en

California.

Importancia de una mente que divaga

DAVID CORIO PARA THE NEW YORK TIMES

EL MUNDO

Escándalos dañan imagen de Dilma. PÁG. 3

DINERO Y NEGOCIOS

Inversionistas cambian planes en México. PÁG. 5

ARTE Y DISEÑO

Sebastião Salgado en documental. PÁG. 8

INTELIGENCIA

Hay que darle libertad a los hijos. PÁG. 2

Parte del atractivo de los juguetes para ejecutivos es que pueden generar una distracción productiva.

Page 2: DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015 Netanyahu y los asentamientos · una distracción pro-ductiva: las Bolas 8 Mágicas con men-sajes enigmáticos; ... bien de lujo. “En el lounge de clase

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E L M U N D O

2 DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Leche materna se convierte en gran negocio

Colonos y conflictos se arraigan en Israel

Mafiosos sucumben ante los achaques de la vejez

Por STEPHANIE CLIFFORD

No hace mucho, Thomas DiFiore era una figura intimidante. Durante un tiempo, fue el miembro de más alto rango de la familia criminal Bonanno que no estaba tras las rejas, pese a un largo historial de arrestos por secues-tro, agresión, fomentar apuestas y ex-torsión.

Incluso a los 70 años, DiFiore no pa-reció titubear en 2013, cuando desafió a otro líder anciano de los Bonanno para que le diera más de lo que le correspon-día por el pago de un préstamo, según cuentan los fiscales sobre una conver-sación telefónica interceptada por el gobierno.

“Sin mí”, recuerda Vincent Asaro, el otro líder, que le dijo DiFiore, “no ten-drías nada”.

Pero ahora, tras recibir una condena de 21 meses en prisión por conspiración ilegal para el cobro de deudas, la fanfa-rronería de DiFiore ha quedado atrás y ahora camina arrastrando los pies, y habla sobre insulina y estatinas en vez de saldar cuentas.

Es uno de los “oldfellas”, los mafio-sos cuyas vidas en el crimen parecen haber sucumbido a los estragos de la vejez así como al esfuerzo de los fis-cales federales. En las salas de los tri-bunales, se los ve con bolsas para catéter o hablando del estado de sus riñones con la espe-ranza de que un juez se compadezca de ellos.

Muchos de estos gángsteres geriátri-cos han sido senten-ciados en el Tribunal Federal de Distrito en Brooklyn, que abarca los territorios claves de las cinco familias principales del crimen organizado en Nueva York.

DiFiore, de 71 años, resumió su régimen de medicamentos para el tribunal: inyecciones de insulina Lantus ca-da doce horas; atorvas-tatina para el colesterol en la mañana; amlodipina y lisinopril para presión sanguínea; y una aspiri-na de 325 miligramos por día.

Cuando los miembros del crimen organizado buscan evitar condenas prolongadas tras las rejas, los infor-mantes se vuelven más comunes, dijo Belle Chen, agente asistente especial de la Oficina Federal de Investigacio-nes (FBI).

Según expertos, la posibilidad de que estos delatores enfrenten represalias violentas ha disminuido debido a la se-guridad que brinda el programa de pro-tección de testigos, así como a la mayor probabilidad de que un participante de dicha represalia termine a su vez por colaborar con las autoridades.

“En la actualidad, hay un exceso de cooperadores potenciales”, dijo Chen.

Esta dinámica ha permitido que los investigadores se enfoquen en críme-nes de hace décadas y en líderes mafio-sos de edad avanzada. Como resultado, el tribunal federal de Brooklyn se ha llenado en los años recientes de histo-rias de una época en que la mafia tenía más importancia que en la actualidad, cuando estaba ligada a actos visibles de criminalidad como el asalto a Luf-

thansa en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en 1978, un robo a ma-no armada de seis millones de dólares por el que está previsto que Asaro, de 80 años, sea enjuiciado este año.

Los fiscales han dicho que algunos de los acusados parecen exagerar sus problemas médicos en busca de cle-mencia.

Nicky Rizzo, un gángster de la fami-lia Colombo que tenía 86 años cuando fue sentenciado por conspiración para cometer actos de delincuencia organi-zada en 2013, dijo que sus problemas de salud incluyen deficiencia auditiva, cáncer de próstata y la necesidad de usar una bomba con un catéter para orinar. Se levantó la pierna del panta-lón para mostrarle a la juez la bolsa de drenaje para la orina.

El fiscal Allon Lifshitz dijo que el comportamiento de Rizzo “es absur-do”.

Citando la salud y edad de Rizzo, la jueza Kiyo A. Matsumoto lo sentenció a seis meses en prisión, en vez de la condena de año y medio a dos años que habían solicitado los fiscales.

Algunos jueces han puesto en duda las enfermedades de los acusados an-cianos.

Thomas Gioeli, miembro de la fa-milia Colombo declarado culpable de conspiración para cometer actos de de-lincuencia organizada, detalló sus pro-blemas de salud durante su sentencia el año pasado: problemas de espalda, un episodio cardíaco, diabetes y ar-tritis. Al mafioso que solía ser temible también le faltaban, literalmente, los dientes.

“No puedo masticar mi comida”, le dijo Gioeli al tribunal. “Me atraganto con más frecuencia. Estoy mal de la espalda, de la cadera y se me disloca la rodilla”.

“Estos padecimientos médicos no son fingidos, son reales”, dijo el juez Brian M. Cogan. No obstante, senten-ció a Gioeli a casi 19 años en prisión, diciendo que el sistema federal de pri-siones ofrece una atención médica de-cente.

JUSTIN LANE/EUROPEAN PRESSPHOTO AGENCY

El arrastre de pies reemplaza a la fanfarronería de los enjuiciados: Vincent Asaro, de 80 años, líder de la familia Bonanno.

Ex jefes de la mafia van a juicio sin dientes y con diabetes.

materna que parecen fomentar bacte-rias en el sistema digestivo que son im-portantes para la salud.

Pero a muchos les preocupa que las compañías puedan captar la mayoría de la leche excedente y crear productos que serían demasiado costosos para muchos bebés, mientras que dejan menos leche disponible para los bancos de leche sin fines de lucro.

También hay debate sobre si se debe remunerar a las mujeres por su leche. A algunos les preocupa que las mujeres puedan tratar de incrementar arriesga-damente su producción de leche, ocultar problemas de salud, mezclar su leche con leche de vaca o dejar de dársela a sus pro-pios bebés.

Los defensores de los pagos señalan que si las compañías van a obtener ga-

nancias, lo justo es que le paguen a sus proveedoras, y que la comercialización de leche materna podría aumentar la oferta disponible.

Elster indicó que Prolacta procesó unos 71 mil litros de leche el año pasado y quiere superar los 91 mil litros este año, lo que se compara con la cantidad propor-cionada en 2013 por los 18 bancos de le-che sin fines de lucro que pertenecen a la Asociación de Bancos de Leche Humana de Norteamérica.

Mientras que algunas mujeres regalan leche a quienes la necesitan, otras se la venden a otras madres (o a fisiculturis-tas varones que creen que desarrolla musculatura), para recibir más que el dólar que pagan Prolacta y Medolac La-boratories por 30 mililitros.

Algunas autoridades de salud indican

que venderla directamente o compartir-la genera riesgos, ya que la leche por lo general no está pasteurizada.

Los productos de Prolacta están diri-gidos a infantes extremadamente pre-maturos que necesitan más nutrición de la que pueden recibir de la leche mater-na por sí sola. La compañía produce un fortificante que contiene altos niveles de proteína, grasas y minerales, que se usan para complementar la leche ma-terna.

La leche que llega a la planta se somete a pruebas para detectar infecciones vira-les, nicotina, abuso de drogas, dilución y leche de vaca.

Glycosyn, Jennewein y Glycom tratan de sintetizar los azúcares en la leche ma-terna para elaborar productos que pue-dan nutrir una “microbiota” intestinal saludable. Prolacta y Medolac señalan que su capacidad de recolectar leche a nivel nacional les permitirá extraer esos azúcares de la leche.

Hasta ahora, “nunca ha habido leche suficiente en un lugar para hacerlo”, dijo Elena Medo, fundadora de Medolac.

durante los últimos dos años, muestra el reporte, se produjeron en el lado pales-tino de una línea trazada por el Acuerdo de Ginebra, un grupo internacional de trabajo que produjo un acuerdo modelo en 2003.

La mayoría del crecimiento se ha pro-ducido en tres bloques de asentamientos cerca de Jerusalén y Tel Aviv programa-dos para intercambios de tierra con los palestinos en un futuro acuerdo de paz. Pero aunque los líderes palestinos han aceptado el concepto de intercambios, nunca han acordado —y Estados Unidos tampoco lo ha hecho— una delineación de tales bloques.

Netanyahu ha declarado varias veces que no ha creado ningún asentamiento nuevo, pero ésa es una cuestión de se-mántica. No lejos de Eli se encuentra un lugar llamado Leshem, que se abrió hace dos años con 104 familias. El gobierno llama a Leshem un nuevo vecindario del asentamiento de décadas de antigüedad que se ubica cerca, Alei Zahav. Hay un auge de construcción incluso mayor a unos kilómetros al este, en Bruchin, uno de los tres puestos de avanzada legaliza-dos de manera retroactiva en 2012 a insis-tencia del gobierno.

Un lugar donde hay amplio consenso de que los asentamientos se quedarán es el bloque Etzion, que se extiende al sur desde Jerusalén a lo largo de la Ruta 60. Había comunidades judías ahí antes del establecimiento de Israel en 1948. Pero en esta área, las iniciativas de Netan-yahu también han profundizado el dile-ma para los conciliadores. Efrat, con casi diez mil residentes, es para los israelíes la capital del bloque Etzion. Los palesti-nos no lo aceptan como parte del bloque porque está al este de la Ruta 60, su lado del mapa en el Acuerdo de Ginebra. Pero durante los últimos cuatro años, se han publicado ofertas para más de 1.100 uni-dades nuevas en Efrat, y el terreno des-pejado extendería el asentamiento aun más al este.

“Lo que hacen está, de hecho, influyen-do en la delineación de los bloques, pero de manera unilateral”, dijo Gilead Sher, quien encabeza un grupo, Blue White Future, que presiona para evacuar al-gunos asentamientos y apuntalar otros. Sobre Netanyahu, dijo: “Habla sobre la solución de dos estados, pero hace todo lo que está en su poder para deslegitimar la solución de dos estados”.

Los propios colonos no ven a Netan-yahu como un salvador. Su reciente vi-sita a Eli fue para repeler un desafío del

partido derechista Hogar Judío. Dani Dayan, un líder del consejo de colonos, dijo que Netanyahu ve los asentamien-tos como “una herramienta política”, no como un asunto de principios.

En su primer período, Netanyahu fir-mó el acuerdo de Hebrón, que removió a israelíes del 80 por ciento de la ciudad bíblica.Pero alrededor de la misma épo-ca, aprobó el Har Homa, un nuevo barrio en el sur de Jerusalén que los palestinos disputaban para bloquear el acceso en-tre Belén y Jerusalén Este, que reclaman como su futura capital. Hoy, Har Homa tiene más de 25 mil residentes.

“Lo que impide una solución al con-flicto es la negativa a reconocer a Israel como el estado para el pueblo judío, no la construcción en Gilo”, dijo Netanyahu en 2013, respecto a un barrio de Jerusalén cerca de Har Homa.

Fue el anuncio de 700 nuevos departa-mentos en Gilo lo que John Kerry, Secre-tario de Estado de Estados Unidos, vio el año pasado como la acción final que echaba por tierra su iniciativa de paz: “Fue un momento de adiós a todo”, dijo.

Netanyahu minimizó el asunto unos meses después: “Los franceses cons-truyen en París, los ingleses construyen en Londres y los israelíes construyen en Jerusalén”.

TOMAS MUNITA PARA THE NEW YORK TIMES

Modiin Illit es un enclave ultra ortodoxo que seguiría siendo israelí bajo cualquier pacto futuro.

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MONICA ALMEIDA/THE NEW YORK TIMES

INTELIGENCIA/CLEMENS WERGIN

Es necesario darles cierta autonomía a los hijosBETHESDA, Maryland

En su primera mañana en Estados Unidos, el año pasado, mi hija salió a explorar su nuevo vecindario, sola, sin siquiera avisarle a mi esposa o a mí.

Por supuesto estábamos preocupa-dos; acabábamos de mudarnos desde Berlín, y ella apenas tenía ocho años. Pero cuando llegó a casa, nos dimos cuenta de que no había motivo de pá-nico. Radiante y orgullosa, nos contó a nosotros y a su hermana mayor cómo había descubierto el pequeño parque a la vuelta de la esquina y se había hecho amiga de algunos dueños de perros locales. Había tomado posesión de su nuevo entorno, y estaba ansiosa por en-señarnos cosas que no sabíamos.

Cuando esta historia sale a colación en conversaciones con amigos estadou-nidenses, por lo general nos tratan con una incredulidad cortés. A la mayoría le horroriza la idea de que sus hijos pudie-ran deambular sin supervisión adulta.

En Berlín, donde vivíamos en el centro de la ciudad, nuestras hijas viajaban en el metro solas, algo impensable en Wa-shington. O iban solas al área de recreo infantil, o caminaban un kilómetro a su clase de piano. En el Washington subur-bano, tranquilo y con seguridad vial, ni siquiera encuentran a otros niños en la calle con quienes jugar.

Un estudio de la Universidad de Ca-lifornia, en Los Ángeles, ha revelado que los niños estadounidenses pasan el 90 por ciento de su tiempo de ocio en casa, muchas veces frente al televisor y jugando con videos. Incluso cuando físicamente están activos, son vigilados por adultos, en la escuela, en casa, en actividades vespertinas o en el auto, en tránsito de un lugar a otro.

Dicho encogimiento del mundo del niño ha ocurrido en todo el mundo desa-rrollado. Pero Alemania generalmente es mucho más tolerante a dejar que los niños corran algunos riesgos.

Para este padre alemán, parece que la clase media estadounidense ha llevado la crianza sobreprotectora a un nuevo

nivel, y el gobierno ha asumido el papel de súper niñera.

Un ejemplo es el caso de Rafi y Dvora Meitiv, hermanos de diez y seis años en Silver Spring, Maryland, que fueron recogidos recientemente por la policía porque sus padres les habían permiti-do que caminaran a casa solos desde el parque. Por tratar de hacerlos más independientes, sus padres fueron declarados culpables por los Servicios de Protección de los Niños estatales de “descuido infantil no comprobado”.

Lo que había sido la norma hace una generación, que los niños disfrutaran de una medida de autonomía, ahora es con-siderado como casi un crimen.

Los padres estadounidenses de hoy tuvieron una infancia completamente diferente. En fechas recientes, investi-gadores de la Universidad de Virginia entrevistaron a 100 padres.

“Casi todos los entrevistados recuer-dan infancias de una libertad casi ilimi-tada, cuando podían andar en bicicleta y pasear por bosques, calles y parques, sin ser monitoreados por sus padres”,

escribe Jeffrey Dill, uno de los investi-gadores.

Pero cuando se trata de sus propios hijos, a los mismos entrevistados les ate-rra la idea de darles siquiera una peque-ña parte de la libertad que ellos alguna vez disfrutaron. Muchos mencionaron su temor al secuestro, aun cuando los índices de delincuencia han bajado de forma significativa.

El estudio a fondo más reciente des-cubrió que, en 1999, sólo 115 niños a nivel nacional estadounidense fueron víc-timas de un “secuestro estereotípico” por un desconocido; la abrumadora ma-yoría fueron raptados por un familiar. Ese mismo año, 2.931 niños menores de quince años fallecieron como pasajeros en accidentes automovilísticos.

El desarrollo motriz sufre cuando la mayor parte del tiempo de ocio de un niño la pasa sentado en casa en vez de correr afuera. El desarrollo emocional también sufre.

“Los estamos privando de oportuni-dades de aprender a tomar el control de sus propias vidas”, escribe Peter Gray,

profesor de investigación en Boston College. Argumenta que esto aumenta “la posibilidad de que sufran ansiedad, depresión y diversos trastornos menta-les más”, que han aumentado mucho en las décadas recientes. Considera que el juego riesgoso entre niños al aire libre y sin supervisión adulta es una manera de aprender a controlar emociones fuertes como el enojo y el temor.

No soy psicólogo como Gray, pero sé que no estaré aquí siempre para pro-teger a mis hijas de los desafíos que la vida tiene reservados para ellas, así que entre más pronto desarrollen la madu-rez intelectual para navegar el mundo, mejor. Y al darles a los niños más control sobre sus vidas, aprenden a tener más confianza en sus propias habilidades.

Además de superar nuestros impul-sos protectores naturales a fin de aflojar las riendas a nuestras hijas, mi esposa y yo ahora tenemos que considerar la posibilidad de entrar en conflicto con las autoridades.

Y pensábamos que habíamos llegado a la tierra de la libertad.

Clemens Wergin es director de la oficina en Washington del periódico Die Welt.

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E L M U N D O

DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015 3THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por JANE PERLEZ

BEIJING — Cuando corrieron rumo-res por las granjas en el norte de Myan-mar de que el ejército avanzaba, Li Jia-peng y su familia se unieron a una larga fila de personas que huyeron en autos y a pie. Todo el mundo se dirigía a la seguri-dad al otro lado de la frontera, en China, a unos diez kilómetros de distancia.

Al día siguiente, podía oír los ruidos de la batalla. “Llegamos al lado chino temprano, y empezamos a oír disparos esa tarde desde Laogai, nuestra ciudad natal”, dijo Li, estudiante universitario cuya familia cultiva nuez de castilla, té y caña de azúcar, vía telefónica desde la provincia de Yunnan, en China.

El ejército de Myanmar ha estado lu-chando contra rebeldes del kokang, un grupo étnico chino que lleva más de 400 años viviendo en las montañas del norte de Myanmar y tiene fuertes vínculos lin-güísticos, educativos y comerciales con China.

La batalla actual, impulsada por rebel-des provistos de armas compradas con las ganancias de un floreciente tráfico de drogas, refleja la delicada relación del país con China.

El teniente general Mya Tun Oo, jefe de la inteligencia militar de Myanmar, dijo que “soldados chinos bien entrena-dos” combaten al lado de los guerrille-ros kokang, conocidos como el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de

Myanmar, dirigidos por Peng Jiasheng, un octogenario.

Su declaración enfureció a China, que negó la acusación.

A China también le preocupa la tácti-ca de las fuerzas armadas de Myanmar de estimular el sentimiento anti-chino generalizado. China, el inversionista ex-tranjero más grande en Myanmar, tiene importantes intereses petroleros y de gas allí, y trata de consolidar su posición económica en medio de su rivalidad con Estados Unidos. Durante el régimen de la junta militar, China fue un partidario firme de las fuerzas armadas, y el resen-timiento aún permea la sociedad.

Myanmar ha calificado a la guerra contra los guerrilleros como una causa justa contra una “amenaza externa”, una referencia clara a China. El llama-do nacionalista de las fuerzas armadas birmanas parece tener como objetivo ganar el apoyo de la población antes de las elecciones nacionales a fines de 2015, cuando el partido político alineado con las fuerzas militares se enfrentará al partido de oposición dirigido por la ícono de la democracia Daw Aung San Suu Kyi.

Otro factor agravante para China es la presencia de hasta 60 mil refugiados kokang en la provincia de Yunnan.

A mediados de marzo, una bomba lan-zada desde un avión de la Fuerza Aérea de Myanmar mató a cinco trabajadores chinos en un campo de caña de azúcar cerca de la ciudad de Lincang. China ha enviado aviones para patrullar la fronte-ra, y fuerzas del Ejército Popular de Libe-ración equipadas con sistemas de radar y misiles superficie-aire también han sido enviadas, según el Global Times, un pe-riódico estatal.

“Ya que las fuerzas armadas chinas han aumentado su presencia en la fron-tera, ahora hay una verdadera posibili-dad de un enfrentamiento militar directo entre el Ejército Popular de Liberación y el Ejército de Myanmar”, según Stratfor Global Intelligence.

Entre períodos de combate, Li fue a ca-sa y vio que todos sus animales habían desaparecido. Dijo que los soldados de Myanmar se los llevaron. “Hemos per-dido nuestros nogales, nuestras plantas de té y todo lo que cultivamos y criamos”, dijo.

Conflicto entre China y Myanmar por grupo rebelde

Ex jefe militar afgano se queja de estar relegado

Escándalos amenazan a la Presidenta de Brasil

Líder checheno leal a Putin en medio de intriga por muertePor DAVID M. HERSZENHORN

GROZNY, Rusia — Ramzan A. Ka-dyrov, el líder fuerte de Chechenia, ha estado al centro de la intriga en torno al asesinato de Boris Y. Nemtsov, un crítico del Presidente ruso Vladimir V. Putin. Así que antes de un fin de semana aje-treado que incluyó una noche fuera con amigos para ver una pelea de artes mar-ciales mixtas, Kadyrov quiso aclarar al-go: “Soy completamente leal a Vladimir Putin y estoy dispuesto hasta el final de mi vida a resistir a los enemigos de Ru-sia”, escribió en Instagram.

El tema no es tanto la lealtad de Ka-dyrov a Putin, su patrono político, sino si el acuerdo faustiano de Putin para obte-ner estabilidad en Chechenia, donde Ru-sia peleó dos guerras sanguinarias para suprimir a separatistas musulmanes, ha generado un tirano impredecible.

Los críticos de Putin han advertido que el Presidente ruso ha permitido a Kadyrov, de 38 años, crear la república islámica con la que habían soñado los separatistas chechenos, aunque una que depende completamente de Moscú para su apoyo financiero y donde la ley de la sharia (o ley islámica) es selectiva. Agregan que ahora, Kadyrov podría es-tar buscando poder más allá del norte del Cáucaso.

A diferencia de otras regiones, Ka-dyrov controla sus propias tropas de seguridad interna, que son conocidas como las Kadyrovtsy. Es conocido por eliminar sin piedad a críticos dentro del país y en el extranjero.

Nemtsov había llamado la atención a los peligros del acuerdo. “No puedo entender qué pretende Putin al armar a 20 mil Kadyrovtsy reunidos hoy en el

estadio en Grozny”, escribió Nemtsov en Facebook en diciembre, después de que Kadyrov encabezó a sus tropas en una manifestación en la capital chechena. “El país está entrando en una crisis. No hay suficiente dinero para nada, incluyendo el apoyo de regiones. Y el contrato entre Putin y Kadyrov —dinero a cambio de lealtad— termina. ¿Y a dónde irán los 20 mil Kadyrovtsy? ¿Qué exigirán?”.

Aunque las autoridades no han pre-sentado evidencias de que Kadyrov o

alguien cercano a él haya ordenado el asesinato de Nemtsov, los investigado-res han arrestado a cinco sospechosos chechenos, incluyendo a Zaur Dadayev, ex comandante de uno de los batallones de seguridad de Kadyrov. Incluso aliados de Nemtsov que creen que el Kremlin estuvo detrás de su muerte dicen que la investigación ha expuesto una peligrosa ruptura entre los jefes de los servicios de seguridad en Moscú y el líder checheno.

Durante ocho años, Putin ha autoriza-

do el gobierno de mano de hierro de Ka-dyrov mientras que aparentemente igno-ró asesinatos, tortura y otros abusos a los derechos humanos. Al mismo tiempo, el Kremlin financiaba un costoso esfuerzo de reconstrucción que ha transformado a Grozny en un brillante oasis caucásico y permitido a Kadyrov formar su milicia fuertemente armada.

Tanto sus admiradores como sus de-tractores coninciden en que Kadyrov es un personaje político de la clase que

Rusia nunca había tenido: un caudillo islamista, nacionalista ruso y acérrimo partidario de Putin, al menos por ahora.

Kadyrov ha estado vinculado con algu-nos de los asesinatos más impactantes y con gran carga política de Rusia, inclu-yendo de una periodista investigadora, Anna Politkovskaya, en 2006, y el de una activista de derechos humanos, Natalya Estemirova, quien fue secuestrada en 2009.

Dos de los rivales de Kadyrov en la po-lítica tribal de Chechenia fueron elimi-nados en asesinatos públicos. Ruslan B. Yamadayev fue muerto a tiros en Moscú en 2008, mientras que su hermano, Sulim B. Yamadayev, fue asesinado en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, en 2009. Las autoridades de Dubai emitieron una or-den de arresto contra Adam Delimkha-nov, un asesor cercano de Kadyrov.

Un ex guardaespaldas de Kadyrov, Umar Israilov, quien había documenta-do abusos del líder, fue asesinado en 2009 en Viena.

Kadyrov ha desestimado acusaciones pasadas y fue igualmente despectivo cuando se le preguntó sobre Nemtsov, un activista pro-democracia y crítico de Putin, quien fue asesinado justo fuera de la muralla del Kremlin.

“Éste es un asunto para el Comité In-vestigador, para la Procuraduría, para el F.S.B.”, dijo. “No sé. Soy Jefe de la Repú-blica Chechena. No soy un moscovita”.

Chechenia ha disfrutado una calma relativa en años recientes, resultado del gobierno autoritario de Kadyrov y de una represión que ha expulsado de la región a muchos jihadistas.

Retratos de Putin cuelgan por toda la recién reconstruida capital chechena, con frecuencia junto a los del padre de Kadyrov, Akhmad, que se convirtió en Presidente en 2003 y fue asesinado en 2004.

Por SIMON ROMERO

RÍO DE JANEIRO — La Presidenta Dilma Rousseff hizo campaña decla-rando que usaría el petróleo de Brasil para darle un fuerte impulso a la eco-nomía y evitaría la mala administra-

cón que asedia a otros países con grandes recursos de petróleo.

Pero a menos de tres meses de haber comenzado su segun-do mandato, Rousseff lucha por su supervi-

vencia política ahora que Petrobras, la compañía petrolera nacional que ella supervisaba, se tambalea debido a un escándalo colosal. A sus proble-mas se suma la posibilidad de que la economía se contraiga por segundo año consecutivo en 2015, la primera de dichas contracciones en Brasil desde la Gran Depresión. La furia pública ha llevado a cientos de miles de personas a las calles para exigir su renuncia. Una encuesta de opinión pública reciente mostró que su índice de aprobación es del 13 por ciento.

Gran parte del predicamento de Rousseff tiene sus orígenes en la indus-tria del petróleo, que ella reformó al es-tablecer un mayor control del gobierno sobre los yacimientos petroleros en aguas profundas. Pero incluso antes de que Brasil comience a exportar petró-leo en grandes cantidades, la industria está bajo presión ya que el escándalo y el desplome en los precios globales del crudo producen una pérdida de em-pleos.

Aunque incluso los opositores de Rousseff reconocen que la posibilidad de que ella sea sometida a juicio políti-co o que renuncie es remota, las crisis política y económica erosionan su au-toridad. Figuras en el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece, han comenzado a criticar su renuente adopción de medidas de austeridad. Y los líderes centristas en su coalición en el Congreso se han sublevado abierta-mente en su contra.

El real, la divisa brasileña, ha sufrido una fuerte devaluación, al caer más de un 30 por ciento frente al dólar desde que Rousseff ganó la primera ronda en las elecciones presidenciales en octu-bre.

Mientras tanto, aumentan las pre-ocupaciones por los problemas en Pe-trobras. El escándalo eclipsa los casos anteriores de corrupción en Brasil. Ex ejecutivos de la empresa que llegaron a acuerdos para reducir sus condenas han descrito un esquema en el que em-presas constructoras que competían por hacer negocios con la petrolera pa-

garon sobornos equivalentes a casi un 3 por ciento del valor de los contratos. Un ex gerente, Pedro Barusco, ha ac-cedido a devolver casi 100 millones de dólares que ocultó en cuentas offshore.

Los ejecutivos también dijeron haber canalizado porciones de los sobornos hacia el PT, y parte de ese dinero se usó en la campaña de Rousseff en 2010.

El esquema fue puesto en marcha durante un período que correspondió aproximadamente a la época en que Rousseff fue presidenta de Petrobras, entre 2003 y 2010. Entonces, era Minis-tra de Energía y Jefa de Gabinete del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, su predecesor. No ha surgido ningún testimonio que indique que ella se haya beneficiado personalmente del esque-ma y ella ha dicho que se enteró de la situación sólo el año pasado.

Rousseff, de 67 años, fue una pre-sencia enérgica en Petrobras. Puso a la compañía firmemente en control de nuevos yacimientos en aguas profun-das y le dio un mandato nacionalista para que comprara barcos, platafor-mas petroleras y equipo adicional a

compañías brasileñas en dificultades. El esfuerzo para crear industrias do-mésticas que le brindaran suministros a Petrobras, así como refinerías enor-mes, creó miles de empleos... hasta ahora. El escándalo y la caída mundial en los precios del petróleo han hecho que Petrobras suspenda labores en muchos proyectos.

Los precios subsidiados de la gasoli-na también causaron estragos en la al-guna vez envidiada industria del etanol en Brasil al hacer que los biocombusti-bles fueran más costosos, y más de 60 mil empleos se perdieron entre 2013 y 2014 debido al cierre de refinerías de azúcar, según Unica, un grupo de la in-dustria del azúcar y el etanol.

“Había esta percepción de que el pe-tróleo permitiría que Brasil resolviera todo tipo de problemas”, dijo Paulo So-tero, director del Instituto de Brasil en el Centro Internacional para Académi-cos Woodrow Wilson, en Washington. “En vez de eso, la industria de los bio-combustibles fue destruida, socavan-do una fuente de orgullo para Brasil en todo el mundo”.

Por AZAM AHMED

KABUL, Afganistán — La reunión de seguridad estaba a punto de termi-nar cuando el primer Vicepresidente de Afganistán, el ex jefe militar Abdul Ra-shid Dostum, comenzó a llorar.

Fue una conclusión extraña para la reunión del Consejo Nacional de Seguri-dad. Pero Dostum, que ha sido acusado de la matanza de cientos de prisioneros talibanes, estaba afligido. Dijo que es-taba harto de ser ignorado por un salón repleto de gente poderosa,incluyendo el Presidente Ashraf Ghani y su consejero de seguridad nacional, Hanif Atmar.

“¡Nadie responde mis llamadas!”, le dijo a los presentes hace varias semanas, según dos testigos. “El pueblo me convir-tió en general, pero nadie ni siquiera pide mi consejo”.

Esa escena puso en relieve la extraña transformación de Dostum de un “jefe militar por excelencia”, en palabras de los diplomáticos estadounidenses, en uno de los hombres más poderosos en el gobierno afgano, al menos en teoría.

Desde que asumió el cargo, en sep-tiembre de 2014, ha estado marginado y se ha sentido profundamente frustrado por lo que él cree que es una indiferen-cia ante sus décadas de experiencia de combate y liderazgo como el cacique de la minoría étnica uzbeka, señalan algu-

nos funcionarios afganos y de Occidente.Los defensores de los derechos huma-

nos acusan a Dostum de crímenes de guerra, y el recuerdo de abusos a manos de algunos de sus combatientes aún tiene repercusiones. Pero él domina la lealtad de los uzbekos de la nación, alrededor del 10 por ciento de la población, un bloque de electores que Ghani necesitaba desespe-radamente.

La mayoría de los funcionarios pen-saron que Dostum estaría feliz con su nombramiento. Esto parece haber sido un cálculo erróneo.

En diciembre, Dostum anunció repen-

tinamente que planeaba crear una fuer-za de 20 mil tropas de élite para despejar una de las zonas más sangrientas del país. Después, dio marcha atrás al plan, pero solamentee tras hacer temblar a las filas de funcionarios gubernamentales y afganos preocupados de que el ex jefe militar fuera a reorganizar otro grupo armado.

Como el primer Vicepresidente, es el siguiente en línea para asumir el control del país si algo le llegara a ocurrir a Gha-ni. Las milicias asociadas con su partido siguen activas en el norte de Afganistán.

En una respuesta por escrito de perso-nas cercanas a él, en diciembre, Dostum discrepó con reportes de que trataba de crear una nueva milicia.

Para mantenerse ocupado, Dostum ha lanzado una campaña llamada Buena Condición Física para Todos, un esfuerzo para hacer que los afganos hagan ejerci-cio y lleven vidas más sanas. También ha adoptado un papel activo en la promoción del desarrollo de atletas afganos para los Juegos Olímpicos.

No obstante, ha dejado en claro que no considera éstas como las únicas con-tribuciones que puede hacer. En una reunión que dos personas recordaron, Dostum advirtió que no es Ronaldo. “No pueden simplemente lanzarme un balón de futbol”, dijo.

SERGEY PONOMAREV PARA THE NEW YORK TIMES

Tras el arresto de chechenos por el asesinato de Boris Nemtsov, la atención se puso en Ramzan Kadyrov (izq.).

REUTERS

La batalla de Myanmar contra los rebeldes kokang, un grupo étnico chino, ha molestado a los líderes de Beijing.

UESLEI MARCELINO/REUTERS

FARSHAD USYAN/AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES

El Presidente Ashraf Ghani (derecha) y Abdul Rashid Dostum, su primer Vicepresidente.

Haber dirigido al gigante petrolero ahora afecta a Rousseff.

Alexandra Odynova y Neil MacFarqu-har contribuyeron con reportes a este artículo.

Wai Moe contribuyó reportes desde Rangún, Myanmar.

Corrupción en Petrobras y caída económica llevan al índice de aprobación de la Presidenta Dilma Rousseff al 13 por ciento.

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E L M U N D O

4 DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por ADAM NOSSITER

DAMASAK, Nigeria — La bandera negra del grupo terrorista Boko Haram se ve en todas partes de esta ciudad, en territorio ocupado por islamistas en el norte de Nigeria, pintada en lo que fue-ron edificios administrativos y escuelas y junto a gasolineras abandonadas.

La otra señal inconfundible de la re-ciente presencia de los milicianos is-lamistas es que muy pocos residentes permanecen en una ciudad antes prós-pera de 200 mil habitantes. Han huido a la capital estatal, Maiduguri, o han sido asesinados por Boko Haram.

Principalmente, los únicos sonidos que se escuchan son de los vehículos milita-res, que llevan a soldados de los vecinos Chad y Níger mientras pasan junto a las ruinas de la mortal ocupación islamista de cuatro meses en esta ciudad nigeria-na. De vez en cuando, soldados chadia-nos dan gritos para celebrar su victoria contra los milicianos en un combate que se prolongó hasta mediados de marzo.

Los chadianos ofrecieron una rara mi-rada a la fortaleza nigeriana norteña del grupo, y a las dimensiones, y dificulta-des, de una pelea transfronteriza contra los islamistas. Los soldados de Chad y Níger habían tenido éxito aquí, pero no encontraron a un solo soldado nigeriano. Los miembros de la fuerza se desconcer-taron al encontrarse como liberadores

extranjeros sin ninguna ayuda del país que se beneficiaba.

Aun cuando el gobierno de Nigeria, donde habrá una elección nacional muy pronto, insiste en que sus fuerzas han expulsado a los combatientes de Boko Haram de gran parte de su territorio del norte, las calles desiertas y la fuerza extranjera aquí presentan un panorama diferente. Cientos de miles de nigerianos aún no pueden regresar a las ciudades que han sido, al menos en teoría, libera-das de Boko Haram.

En Ndjamena, capital de Chad, las au-

toridades expresan molestia ante la falta de cooperación de los nigerianos, incluso mientras las autoridades nigerianas des-estiman el grado del papel que Chad ha tenido en la batalla.

Los soldados chadianos se preguntan por qué son ellos, y no los nigerianos, quienes están manteniendo ciudades como Damasak, días después de que el último combatiente de Boko Haram ha huido o ha sido abatido.

“Les pedimos que vinieran para entre-garles esta ciudad, pero no han venido”, dijo el subteniente Mohammed Hassan.

“Es porque tienen miedo”, agregó Ha-ssan, con el rostro oculto en un turban-te negro para protegerse del calor de 41 grados.

Cientos de soldados de Chad y Níger acampaban bajo el sol ardiente. “Pelea-mos la noche del 14 y el último ataque fue el 15”, dijo Hassan. En cuanto a los nige-rianos, “los llamamos el 16 —una vez ter-minada la batalla por Damasak— y les dijimos que vinieran; no creyeron que estábamos aquí”, dijo Hassan.

Más amablemente, Moussa Faki Ma-hamat, el Ministro de Relaciones Exte-riores de Chad, en Ndjamena, a dos ho-ras en avión y helicóptero militar, ofreció una evaluación similar.

“El ejército nigeriano no ha logrado enfrentar a Boko Haram”, dijo Mahamat. “Mi mayor deseo es que asuman sus res-ponsabilidades”.

Los soldados alrededor del subtenien-te Hassan, saboreando su victoria con-tra Boko Haram, mostraron una pila de rifles capturados de los islamistas. Los hombres dijeron haber inspecciona-do exhaustivamente la ciudad y que no queda ni un solo combatiente de Boko Haram.

Varios de los hombres destacaron los extraños hábitos de combate y creencias de sus oponentes.

“Uno diría que son personas dispues-tas a morir, a suicidarse”, dijo Hassan.

Mientras una caravana de vehículos militares pasaba con gran estruendo por la avenida principal, una solitaria pareja de edad avanzada podía ser verse en la parte posterior de una colonia privada. La mujer levantaba los puños cerrados hacia el cielo, en un gesto desesperado, mientras pasaban los camiones. Los sol-dados dijeron que las pocas personas que quedan en Damasak simplemente son demasiado débiles para moverse.

Boko Haram capturó la ciudad a fina-les de noviembre, de acuerdo con repor-tes noticiosos nigerianos.

Hoy, Damasak, igual como gran parte del noreste de Nigeria, está en el limbo. Boko Haram ha tenido que huir, pero no está claro si el ejército nigeriano está lis-to para ocupar y mantener ésta y otras ciudades.

Destacando ese punto, los soldados de Chad y Níger recientemente descubrie-ron lo que parecía ser una fosa común en las afueras de la ciudad, y algunos de los cuerpos al parecer habían sido de-capitados. Los refugiados de ciudades controladas por Boko Haram han dicho que el grupo frecuentemente decapita a hombres jóvenes.

“Les corresponde a ellos mantener la ciudad, no a nosotros”, dijo Hassan, refi-riéndose a los nigerianos. “Nuestro papel es ofensivo. Nuestra misión es perseguir a los terroristas”.

DIARIO DE HOBART

Un museo eclécticosurge en Tasmania

Líder haitiano gobierna con mano duraPor FRANCES ROBLES

PUERTO PRÍNCIPE, Haití — Con una enérgica palmada de manos, Michel Martelly mencionó los primeros pasos que tomaría si alguna vez dejara el nego-cio de la música y se convirtiera en Presi-dente de Haití.

“Para empezar, después de establecer mi poder, que sería muy fuerte y necesa-rio, cerraría eso del Congreso”, Martelly fue citado diciendo en 1997, cuando aún era un cantante enormemente popular. “Fuera de mi camino”.

Sus palabras han resultado proféticas. Una crisis política a casi cuatro años del comienzo de la Presidencia de Martelly dio vida a la fantasía que alguna vez des-cribió: dirige el país sin los pesos y con-trapesos de un Parlamento.

Después de que él y sus opositores en el Parlamento no pudieron ponerse de acuerdo sobre las elecciones, la mayoría de los períodos legislativos expiraron, y los escaños permanecen vacíos. Sólo quedan once funcionarios electos en to-do el país, y el Presidente es uno de ellos.

Martelly ha gobernado por orden ejecutiva, al concentrar el poder en las manos de un hombre que, según dicen sus críticos, es prisionero de su pasado, rodeado de amigos y asesores que han sido arrestados bajo cargos que incluyen violación, asesinato, tráfico de drogas y secuestro.

Uno de los asesores de alto rango de Martelly fue encarcelado por seis me-ses durante el mandato del Presidente tras ser acusado de matar a un hombre en un tiroteo en la frontera dominicana. Otro amigo del Mandatario desapareció el año pasado, poco después de ser libe-rado de la cárcel en un caso de tráfico

de marihuana.El fiscal en ese caso huyó del país por

temor a represalias.La influencia de la administración

Martelly ha sido más criticada por su efecto sobre el sistema judicial, donde los procesos criminales contra algunas personas allegadas al Presidente se han estancado o desvanecido.

Los fiscales que se opusieron a la inter-ferencia fueron despedidos o huyeron, y un juez que se quejó de que el Presidente se había entrometido en un caso de co-rrupción civil contra Sophia Martelly, la Primera Dama, falleció dos días des-pués.

“Me preocupa mucho esta red interco-nectada de personajes perversos”, dijo Robert Maguire, experto en Haití en la Universidad George Washington, en Washington. “Martelly les ha dado poder para hacer lo que hacen. Ha establecido un ambiente de corrupción, abuso de po-der e impunidad”.

Pero los partidarios de Martelly lo defienden. “Hemos tenido estabilidad

durante cuatro años”, dijo Daniel Edwin Zenny, senador aliado con el Presidente. “Antes había de 10 mil a 20 mil personas protestando en las calles todos los días. Ahora tenemos de 1.500 a 4.000, y aunque protestan, el país avanza”.

Al Presidente se le adjudica el crédito de sacar a la enorme mayoría de los re-sidentes que perdieron sus hogares en el devastador terremoto de 2010 de las ciudades de tiendas de campaña, y los escombros que llenaban las calles tras el sismo han desaparecido. Paneles solares iluminan calles antes oscuras, y se cons-truyen ministerios gubernamentales y hoteles. Se promulgó una ley contra la corrupción y Martelly encontró maneras creativas de inscribir a más niños en la escuela primaria.

Hoy Haití tiene una de las economías de más rápido crecimiento en el Caribe, gracias en gran parte a proyectos de in-fraestructura financiados por el dinero que el país ahorró al comprar petróleo bajo condiciones preferenciales a Vene-zuela. Pero aun con ese crecimiento, y los miles de millones de dólares en ayu-da internacional, el 24 por ciento de los haitianos aún vive en pobreza extrema, según el Banco Mundial.

Nicole Phillips, abogada del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití, dijo que aunque la administración Mar-telly ha mejorado la infraestructura y construido hoteles, también ha aplicado mano dura contra activistas de los dere-chos humanos y manipulado el sistema judicial para beneficiar a los asociados del Presidente.

“Desde que Martelly asumió su cargo, las instituciones estatales se han debi-litado más que antes”, dijo Pierre Es-perance, director de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos. “No tenemos un estado de derecho en Haití”.

Por DOUGLAS DALBY

MULTYFARNHAM, Irlanda — Una mañana a fines del invierno, se extien-den praderas con abundante vegetación afuera de la ventana. Adentro, un hom-bre pequeño con una estrella amarilla en su suéter cautiva a un público de ado-lescentes con los horrores del campo de concentración llamado Bergen-Belsen.

El hombre, Tomi Reichental, describió que vio el cuerpo de su abuela lanzado a un carretón. Tenía apenas nueve años. Ya había experimentado las golpizas de la Gestapo, los gritos y los perros cuando su familia fue bajada a rastras del tren;, la búsqueda de alimentos entre la basu-ra, y el olor de los muertos.

Reichental, de 79 años, recorre el país en auto dando charlas en escuelas dos ve-ces por semana. Tiene su agenda total-mente repleta para el resto de 2015.

Los alumnos en Wilson’s Hospital School en esta aldea fueron los más re-cientes en caer bajo su hechizo. Incluso los autodenominados muchachos rudos escucharon muy atentos cada palabra desgarradora.

Su mensaje a los estudiantes es senci-llo: “Si ves a alguien que es atacado, no seas un espectador, defiéndelo. Si ves a alguien siendo maltratado, involúcrate”.

Al terminar, le dieron una ovación de pie. Luego, alumnos y profesores hicie-ron fila para comprar ejemplares firma-

dos de su autobiogra-fía, “I Was a Boy in Belsen” (Fui un niño en Belsen).

Fue acorralado por la Gestapo en una tienda en Bratislava en 1944. Nunca habló sobre sus experiencias en Ber-gen-Belsen, ni se las contó a su esposa de más de 40 años. Pero tras la muerte de ella, en 2003, casi no ha dejado de hablar. “Le debo a las víctimas que su recuerdo no se olvide”, dijo. “No es que no quisie-

ra hablar de ello antes. Simplemente no podía”.

Cuenta cómo su idílica infancia en una aldea fue destrozada cuando Eslovaquia se convirtió en un estado títere de Alema-nia, y en 1942 empezó a deportar a toda su población judía.

En 2012, cuando una mujer irlandesa que vivía en Hamburgo oyó sobre su his-toria y le dijo que su vecina, una ex guar-dia en Bergen-Belsen, estaba dispuesta a conocerlo, fue allí.

“Había tenido toda una vida para reflexionar”, dijo Reichental. “Nunca podría perdonar, pero podría entender cómo una muchacha de 21 años sería ca-paz de terminar siendo lo que era, así que decidí verla”.

Gerry Gregg, un cineasta, supo sobre encuentro planeado y decidió filmarlo. “Close to Evil” (Cerca del mal), estre-

nada en Irlanda en septiembre, sigue a Reichental de su hogar en Dublín a Ham-burgo para conocer a la ex guardia, Hilde Michnia, hoy de 93 años.

Pero los cineastas encontraron una entrevista de 2004 en que Michnia no se disculpaba por su papel en el campo, don-de perecieron al menos 52 mil personas. Dijo que pasó su tiempo trabajando en las cocinas y no vio maltrato.

Entonces Michnia se retiró de la pelí-cula, dijo Gregg, debido a una enferme-dad.

“No me decepcionó que no aceptara reunirse conmigo, pero definitivamen-te me consternó saber de sus continuas negaciones”, dijo Reichental. “Quizá sea mejor que no nos hayamos conocido, por-que estrecharle la mano sería algo de lo que me habría arrepentido el resto de mi vida”.

Por JANE PERLEZ

HOBART, Australia — Durante la mayor parte de su existencia, Tasma-nia fue conocida como una isla remota al sur de Australia donde funcionarios coloniales británicos encerraban a los reos en las cárceles más inhóspitas del imperio.

Esa imagen cambió hace tres años, cuando David Walsh, un acaudalado apostador local, inauguró en Hobart un museo de 200 millones de dólares que combina arte contemporáneo in-ternacional de primer nivel con bares bien surtidos. Originalmente anunció que sería dedicado a los temas del sexo y la muerte, pero luego lo reconsideró.

El museo, dentro de un laberinto subterráneo y ubicado en un cordón litoral río arriba de la tranquila ciudad portuaria de Hobart, evocaba mayor misterio. Para sorpresa de la mayoría de los 500 mil residentes isleños, en su mayoría de clase trabajadora, el Mu-seo de Arte Antiguo y Nuevo (MONA, por sus siglas en inglés) ha tenido gran éxito. Más de un millón de personas ha visitado el espacio de exhibición.

La guía de viajes Lonely Planet in-cluyó a Tasmania en los diez principa-les destinos mundiales que se deben ver este año. Los curadores de Nueva York y París se han maravillado por la forma en que el museo abandona la tradición: no hay fichas descriptivas en las paredes, y se incentiva los visi-tantes a deambular a voluntad.

Pueden hacer una parada en el “Fat Car”, un reluciente Porsche rojo en-gordado con fibra de vidrio para con-vertirlo en un símbolo protuberante del consumismo conspicuo, creación del escultor austriaco Erwin Wurm. Pueden retorcerse al ver “Cloaca professional”, del artista belga Wim Delvoye, quien diseñó seis máquinas suspendidas del techo que imitan la defecación humana.

“El museo nació del riesgo, igual que los inicios de David en las apuestas”, dijo Leigh Carmichael, un colaborador

allegado a Walsh.En total, Delia Nicholls, curadora

de investigación del museo, dijo que se exhiben unas 200 de las 1.500 obras en la colección de Walsh. Las piezas atraen a todo tipo de público: aficio-nados al arte tradicional, jóvenes es-tudiantes de arte y turistas que llegan por la belleza natural de la isla. Pero, aun con el turismo que el museo ha generado para la atribulada economía tasmana, Walsh, de 53 años, es una figura que los residentes locales no pueden aceptar del todo.

Walsh se crió en el seno de una fa-milia pobre cerca de donde ahora se ubica el MONA. En una autobiografía, escribe sobre haber detestado la es-cuela y haberse ocultado en el Museo y Galería de Arte de Tasmania, cons-truido en el siglo XIX, para poder leer lo que quisiera.

La Universidad de Tasmania, donde cursó sus estudios, estaba a cerca de un casino, donde Walsh aplicó sus aptitudes para las matemáticas a las apuestas. Formó un grupo de aposta-dores y recorrió el mundo ganando en grande.

En el primer catálogo del MONA, explicó su motivación para crear el museo: “Invento un sistema de apues-tas. Gano una fortuna. Resulta que no es tan genial hacerse rico... ¿Qué hacer? Mejor construyo un museo; me vuelvo famoso. Eso atraerá a las muchachas”.

Aparte de sus bravuconadas, dijo que durante mucho tiempo ha estado interesado en por qué la humanidad siempre ha creado arte. Walsh ha invitado a dos expertos en psicología evolutiva, Steven Pinker y Geoffrey Miller, y al científico cognitivo y neu-robiólogo Mark Changizi, para servir como curadores de exhibiciones.

“También soy oportunista, y apro-vecharé cualquier oportunidad para hacer una buena pregunta mientras cuelgo algunos cuadros geniales en la pared”, dijo Walsh.

PAULO NUNES DOS SANTOS PARA THE NEW

YORK TIMES

DIEU NALIO CHERY/ASSOCIATED PRESS

El Presidente Michel Martelly está rodeado por gente acusada de crímenes. Una protesta exige su renuncia.

HECTOR RETAMAL/AGENCE FRANCE-PRESS — GETTY IMAGES

El Presidente Martelly gobierna sin el contrapeso de un Parlamento.

Ejército nigeriano abandona a ciudad tomada por milicia

TYLER HICKS/THE NEW YORK TIMES

Tomi Reichental, de 79 años, es tema del filme

“Close to Evil”.

MATTHEW NEWTON PARA THE NEW YORK TIMES

“Fat Car”, de Erwin Wurm, en un museo de 200 millones de dólares.André Paultre contribuyó con reportes a este artículo.

Fuerzas chadianas sostienen armas reunidas después de repeler a milicianos de Boko Haram en Damasak, Nigeria.

Sobreviviente de Holocausto por fin habla

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D I N E R O Y N E G O C I O S

DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015 5THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por ELISABETH MALKIN

CIUDAD DE MÉXICO — México lan-zó la apertura de su industria petrolera con gran fanfarria. En un concurrido evento en el Museo Tecnológico de esta ciudad, hace siete meses, se proyectaron

mapas en una pantalla gigante que mostraba decenas de yacimientos petrolíferos que iban a ofrecerse a compañías privadas por primera vez en más de 75 años.

Entonces, el petróleo llegaba a un precio de alrededor de 100 dólares, por lo que las proyecciones eran ambiciosas: En los siguientes cuatro años, México atraería más de doce mil millones de dólares anuales en inver-siones y para 2018, compañías privadas estarían extrayendo medio millón de nuevos barriles diarios de petróleo.

Pero ahora, los precios del crudo se han desplomado a casi la mitad de ese ni-vel, y el ambiente se ha vuelto tenso.

La pregunta es si las compañías priva-das invertirán. Los grandes jugadores energéticos han estado reduciendo sus planes de inversión a medida que han ba-jado los precios del petróleo.

La reforma energética es la clave de los esfuerzos del Presidente Enrique Peña Nieto para darle un empuje a la economía tras décadas de crecimiento anémico. La esperanza es que las compa-ñías privadas invertirán fuertemente en desarrollar nuevos yacimientos de gas y petróleo, con lo que crearán empleos y contribuirán a las arcas del gobierno.

“El gobierno de Peña Nieto puso todos sus huevos en la canasta de la reforma energética”, dijo Luis Miguel Labardini, un consultor en Marcos y Asociados, de la Ciudad de México. “Si lo echan a per-der, este gobierno está condenado”.

Atraer dinero privado ha adquirido una nueva urgencia a medida que los bajos precios del petróleo han acelerado

el declive en la compañía paraestatal, Pemex. Oprimida por los altos impues-tos y maniatada por el control guber-namental, Pemex gasta —y pide pres-tado— más cada año para extraer cada vez menos crudo. Su producción diaria ha disminuido a menos de 2,4 millones de barriles, un millón menos que su nivel máximo hace diez años.

El gobierno confiaba en actuar con ra-pidez para abrir sus campos petroleros a la inversión privada, y planeaba ofre-cer subastas mensuales para contratos en 169 áreas diferentes, desde el Golfo de México hasta depósitos de gas de esquisto en la frontera con Texas. Pero recopilar toda la información para los in-versionistas y diseñar contratos atracti-vos está resultando más complicado de

lo esperado.Los funcionarios de energía admiten

que hay mucho en juego en los resultados de la primera subasta en julio, cuando el gobierno otorgará un paquete de cator-ce áreas de exploración en aguas poco profundas de bajo costo. Pero la baja en el precio del petróleo podría retrasar los planes para licitaciones para el costoso gas de esquisto y otros yacimientos de petróleo.

“Estamos conscientes de que ciertas áreas no serán tan interesantes como lo eran cuando el barril se vendía en más de 100 dólares”,dijo Lourdes Melgar, Sub-secretaria de Hidrocarburos. “No quere-mos regalar áreas debido a la situación actual”.

Aun así, los bajos precios forzaron al gobierno a hacer cambios recientemen-te en sus contratos propuestos inicial-mente. Las nuevas reglas para el primer paquete de exploración y un segundo grupo de áreas de producción en aguas poco profundas que se otorgarán en sep-tiembre relajan los requisitos mínimos de inversión.

Quizá lo más importante es que los inversionistas privados conservarán un mayor porcentaje de sus ganancias a medida que aumenten sus rendimientos.

“Estamos bajo un escenario de merca-do diferente”, dijo Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, organismo a cargo de realizar las subastas.

Aunque el cambio en el mercado no ha alterado el objetivo del gobierno de incre-mentar la producción en 500 mil barriles diarios, “los expertos dicen que es muy dudoso”, dijo Jeremy Martin, director del programa de energía en el Institute of the Americas, en San Diego. No obstante, di-jo creer que muchas compañías petrole-ras siguen interesadas en México.

Otros están más escépticos. David Shields, un analista petrolero, cuestionó si los costos de producción son tan bajos como sugiere el gobierno. “Los yacimien-tos fáciles de bajo costo se están agotan-do”, dijo, mencionando los problemas de Pemex.

Por ahora, las compañías dejan abier-tas sus opciones. Aproximadamente 35 pagaron por acceso a un cuarto de datos donde pueden estudiar información sís-mica de las áreas. De ésas, 23 han dado los primeros pasos para calificar para la licitación, incluyendo Shell, Chevron y Petrobras.

“Constantemente tenemos que buscar recursos adicionales”, dijo Ali Moshiri, presidente de la Compañía de Explora-ción y Producción de África y Latinoa-mérica de Chevron. “México es una es-trategia a largo plazo para nosotros”.

Por RACHEL ABRAMS

Flora Bojadziev echaba un vistazo a la mercancía en una tienda Toys “R” Us en Manhattan, en busca de juguetes educativos para su hijo de dos años y me-dio, que juega con su iPad. Se resistía a gastar 130 dólares en la LeapPad Ultra XDi de LeapFrog, una tableta para niños. “Con ese dinero, le puedo comprar mu-chas apps”, dijo.

Ése precisamente es el problema para LeapFrog, que construyó una empresa multimillonaria con dispositivos para niños antes de que los bebés aprendie-ran a deslizar su dedo por las pantallas de los iPads. A medida que han llegado alternativas más baratas al mercado, las ventas de LeapFrog se han desplomado. La empresa se convertido en blanco de los vendedores en corto, que apuestan a los fracasos de una compañía, y fue de-mandada por accionistas que la acusa-ron de sobreestimar la demanda de sus productos.

Sus críticos dicen que LeapFrog se ha convertido en un ejemplo de la rapidez con la que la tecnología ha desbancado a los titanes de la industria juguetera.

Mike Wood fundó la compañía en 1995, y en 1999 introdujo el primer LeapPad, un libro electrónico con audio y pluma que ayudaba a los niños a aprender a leer. Cuando que evolucionó la tecnología, Le-apFrog creó una tableta para niños, sin capacidad para navegar Internet y con un número limitado de juegos.

En 2011, la tableta LeapPad se vendía en 100 dólares cuando la tableta prome-dio en Estados Unidos se vendía en unos

470 dólares, según Euromonitor, una fir-ma de investigación de mercados.

Las ventas subieron mucho. Sean Mc-Gowan, analista de Needham and Com-pany, calcula que la empresa vendió 1,2 millones de tabletas el primer año, y más que duplicó eso en 2012, cuando lanzó la LeapPad 2.

Pero unos años después, la idea de una tableta que atrae porque puede ha-cer una serie limitada de tareas parece curiosa. Las generaciones anteriores de iPads han pasado de padres a hijos, mientras que las tabletas se vuelven más baratas cada año. McGowan estima que las ventas de las LeapPads cayeron más del 40 por ciento en 2014.

LeapFrog ha tomado pasos para hacer que parte de su contenido esté disponi-ble en otras plataformas. Pero lo mismo están haciendo cientos, o miles, de apps rivales.

Aunque los estadounidenses proba-blemente compraron más del doble más

tabletas en 2014 que en 2011, pagaron 330 dólares en promedio, según Euromoni-tor. Eso ha obligado a todos a bajar los precios. La tableta más reciente de Leap-Frog, la LeapPad Glo, cuesta unos 40 dó-lares menos que su predecesora de 2011.

John Barbour, presidente ejecutivo de LeapFrog, admitió que la empresa depende demasiado de sus plataformas

electrónicas y busca maneras de diver-sificarse. La empresa ahora convierte parte de su contenido para que funcione en tabletas Android y planea lanzar su propia plataforma Android este año.

LeapFrog reportó ventas netas de 145 millones de dólares en su tercer trimes-tre fiscal y una pérdida neta de 124 millo-nes de dólares.

¿Software puede incentivar eficiencia laboral?

Pionero en tabletas para niños se queda atrás

Gran burocracia molesta a la clase media china

Caída del crudo daña plan mexicano

Destrucción creativa golpea al mercado de los juguetes educativos.

Disminuyen esperanzas de que la reforma impulse a la economía.

Por DAN LEVIN

BEIJING — Desde hace mucho tiem-po, la burocracia china ha sido un labe-rinto confuso de “departamentos rele-vantes”, sellos oficiales en tinta roja y funcionarios con rostros inexpresivos.

Por ejemplo, para obtener placas pa-ra un auto nuevo, un residente de Bei-jing debe ganar un pase en una lotería en la que las probabilidades de éxito son menores al 1 por ciento. Las muje-res por lo general obtienen permisos para dar a luz después de casarse, pero ellos normalmente expiran tras dos años. Las mujeres solteras son inele-gibles para obtenerlos. Simplemente crear un empleo nuevo o registrarse para recibir beneficios públicos puede significar tener que juntar una peque-ña montaña de documentos.

A medida que aumenta, la clase me-dia de China —conectada y ambicio-sa— está cada vez menos dispuesta a tolerar tales obstáculos, vestigios de una caprichosa burocracia de la era de Mao que aún domina.

Para muchos habitantes urbanos educados, es este sistema, más que la censura y la propaganda, el que sirve como un recordatorio inexorable del dominio del Partido Comunista sobre sus vidas.

Los analistas dicen que tales frus-traciones incentivan el descontento

público en un momento en el que el Partido intenta reforzar su atractivo combatiendo la corrupción y prome-tiendo que relajará las restricciones a los pequeños negocios.

El lema del Presidente Xi Jinping pa-ra reducir la burocracia en el gobierno es: “Atender al instante”.

Los líderes chinos se han dado cuen-ta de que mantener feliz a la clase me-dia es vital para la supervivencia del partido a largo plazo. Las inquietudes respecto a una posible zozobra social gestada al interior de la élite urbana no son descabelladas.

Consciente de la creciente exaspera-ción del público, el gobierno ha relajado gradualmente algunas restricciones. Pero al igual que las recientes refor-

mas a las políticas nacionales de un solo hijo, los cambios conllevan monta-ñas de papeleo.

Minxin Pei, experto en política chi-na en Claremont McKenna College, en California, describió la burocracia del país como un mecanismo comprobado de control que funciona como “una ca-pa inamovible que aísla al líder supe-rior de la presión popular”.

“El sistema está diseñado para per-mitir que los burócratas se queden de brazos cruzados y se salgan con la su-ya”, dijo.

La vertiginosa maraña de regula-ciones enfurece a muchos chinos. Al centro de su molestia está el hukou, o registro familiar, un sistema onero-so similar a un pasaporte interno que por lo general vincula servicios como educación pública, cuidados de salud subsidiados y pensiones al lugar de na-cimiento de los padres de un ciudadano chino, incluso si él nunca ha vivido allí.

Creado en los años 50 para limitar el flujo de aldeanos rurales a las grandes ciudades, el sistema hukou se ha vuel-to muy detestado en los últimos años. Cientos de millones de migrantes han llegado a raudales para trabajar en las prósperas metrópolis chinas, y los críticos señalan que el sis-tema los convierte en ciu-dadanos de segunda clase y los somete a una discri-minación generalizada en educación, vivienda y empleo.

Una tarde reciente, Li Ying, de 39 años,estaba en una oficina guberna-mental iluminada con luz fluorescente, en Beijing, esperando a que llamaran su número para poder soli-

citar un permiso temporal de residen-cia que permita que su hijo de seis años se inscriba en la escuela.

Aunque Li se mudó a Beijing con sus padres siendo una niña, en 1981, su hukou está registrado en un pueblo lejano, lo que significa que, sin el per-miso, su hijo quedaría excluido de las escuelas públicas de la ciudad.

Entre los catorce documentos reque-ridos, Li debe proporcionar su certifi-cado de hukou, un comprobante de do-micilio, un diploma, un contrato labo-ral, un acta de matrimonio, la tarjeta de identificación de su esposo, el hukou de él, un certificado que compruebe que ella sólo tiene un hijo y un documento de su compañía que describa su desem-peño laboral y sus pagos fiscales.

“Qué molestia”, dijo. “La burocracia es buena para el gobierno, pero no para nosotros, el pueblo chino”.

Por CONOR DOUGHERTY y QUENTIN HARDY

SAN FRANCISCO — Si el trabajo pu-diera parecerse más a un juego, ¿aumen-taría la productividad de los trabajado-res?

BetterWorks, de Palo Alto, California, crea software para oficina que combina aspectos de medios sociales, seguimien-to de acondicionamiento físico y juegos de video en un sistema diseñado para que los empleados se involucren más con sus trabajos y sus colegas. Con el software, los empleados y sus jefes establecen obje-tivos y llevan un registro de su progreso en un tablero digital que todos en su com-pañía pueden ver y sobre el que pueden comentar.

La compañía ha recaudado casi 15,5 millones de dólares de inversionistas, entre ellos John Doerr, un famoso inver-sionista de capital de riesgo.

Algún crítico podría describirlo como un nuevo giro de una idea antigua —la eficiencia en el lugar de trabajo— que so-

lía realizarse con tarjetas de entrada y líneas de ensamblado. Pero Doerr, quien ha inculcado conceptos similares en mu-chas de las empresas de tecnología en las que ha invertido, apuesta a que las mis-mas ideas se adoptarán mucho más allá de Silicon Valley.

Las compañías de Silicon Valley son conocidas por su informalidad en el ves-tuario y los beneficios generosos para sus empleados como comidas gratis, pe-ro comparten la afinidad de las corpora-ciones estadounidenses por los procesos dogmáticos y las siglas aburridas. Las empresas de tecnología de Silicon Valley se distinguen por convertir esos proce-sos monótonos en algo útil.

“El punto es cómo hacer que todo esto sea impulsado más por los datos”, dijo Kris Duggan, presidente ejecutivo de BetterWorks. Al usar el software de Be-

tterWorks, los trabajadores establecen metas, como “conseguir diez clientes nuevos para mayo”, y las ingresan a un sistema interno que otros empleados pueden ver.

Los colegas pueden alentar o avergon-zarse entre sí. El perfil de un trabajador muestra un árbol digital que crece con los logros y se marchita con baja produc-tividad.

El impulso para encontrar formas de hacer que la gente se esfuerce más no es

nuevo. Desde hace mucho tiempo, las fábricas han incitado a sus empleados a que compitan entre sí para que trabajen más.

Karen Levy, investigadora en Data and Society Research Institute, en Nue-va York, realizó un estudio de tres años sobre el desempeño en una industria de-cididamente tradicional: los camiones de transporte.

Durante las últimas dos décadas, la industria ha utilizado GPS y otras tecno-logías para medir la velocidad con la que conducen los choferes y qué tan repenti-namente frenan, con el objetivo de que los productos se entreguen con rapidez, pero no tanta como para que los choferes desperdicien gasolina.

Para hacer que los choferes sean más eficientes, las compañías publican mar-cadores en las salas de descanso o les

envían bonos por correo a sus cónyuges para que sientan presión competitiva de casa además del trabajo.

Compañías como BetterWorks están importando conceptos similares a em-pleos de oficina donde el desempeño es más subjetivo.

BetterWorks cobra una cuota mensual de quince dólares por cada usuario, se-gún Duggan. El software está en la nube, lo que permite que los empleados lo usen en una variedad de dispositivos.

¿Pero qué sucede si demasiadas medi-ciones causan molestia?

Esa pregunta está al centro de Culture Amp, una empresa australiana que crea una especie de sistema de encuestas pa-ra trabajadores: básicamente un conjun-to de encuestas continuas y anónnimas que le permiten a las compañías saber cómo se sienten sus trabajadores y los califica en comparación con otras em-presas en la misma industria.

Así sabrán cuando todo el mundo esté a punto de renunciar.

ADRIANA ZEHBRAUSKAS PARA THE NEW YORK TIMES

Firmas de energía reducen sus planes para invertir en México. Una plataforma de Pemex.

EMILY BERL PARA THE NEW YORK TIMES

Sistema quiere lograr que los trabajadoresse involucren más.

GILLES SABRIE PARA THE NEW YORK TIMES

Li Ying, en una oficina de Beijing, necesita catorce documentos para que le den permiso para inscribir a su hijo en la escuela.

Para tener empleo oun hijo, se necesitan muchos documentos.

Chris Buckley contribuyó con reportes desde Hong Kong.

LeapFrog hizo una de las primeras tabletas para niños, pero pierde participación de mercado ante tabletas multiapps.

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C I E N C I A Y T E C N O L O G Í A

6 DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Atlas capta variedad de estalactitas de hielo

La ciencia confirma que la edad trae sabiduría

El optimismo de un ecologista

Por BENEDICT CAREY

Detrás de todos esos comentarios so-bre adultos de la tercera edad que ha-cen referencia a su sabiduría yace algo que los científicos han tenido dificulta-des para caracterizar: las facultades mentales que mejoran con los años.

Los conocimientos son una gran par-te de la ecuación. La gente que supera la mediana edad tiende a saber más que los adultos jóvenes, por el simple hecho de haber existido más tiempo, y obtienen mejores puntajes en pruebas de vocabulario, crucigramas y otras medidas de lo que se conoce como inte-ligencia cristalizada.

Aun así, los adultos jóvenes que con-sultan a sus mayores no lo hacen sólo para recabar datos o solucionar cruci-gramas. Tampoco andan en busca de ayuda con la memoria a corto plazo o la solución de acertijos. Esas habilidades, conocidas como inteligencia fluida, lle-gan a su nivel máximo en la segunda década de vida.

No, el cerebro maduro ofrece algo más, de acuerdo con un nuevo estudio en la revista Psychological Science. Los elementos de juicio social y memo-ria a corto plazo, piezas importantes del rompecabezas cognitivo, podrían alcanzar su nivel máximo más tarde en la vida.

Los investigadores postdoctorales Joshua Hartshorne, del Instituto Tec-nológico de Massachusetts, y Laura Germine, de Harvard y el Hospital Ge-neral de Massachusetts, analizaron los puntajes en pruebas cognitivas aplica-das a personas de todas las edades. Los investigadores descubrieron que la amplia brecha en cognición relacio-nada con la edad —fluida en los jóvenes y cristalizada en los de edad— oculta varios matices importantes.

“Están presentes muchos patrones más y debemos tomarlos en conside-ración para entender los efectos de la edad en la cognición”, dijo Hartshorne.

Hace un año, científicos alemanes argumentaron que los “déficits” cog-nitivos en el envejecimiento son cau-sados principalmente por la acumula-ción de conocimientos: el cerebro se vuelve lento porque tiene que buscar en una biblioteca más grande de da-tos. Los científicos han debatido esa idea.

Los expertos dijeron que el análisis nuevo propicia la pregunta: ¿Hay ele-mentos independientes de la memoria y la cognición que alcanzan su apogeo en diferentes momentos de la vida?

El estudio evaluó puntajes histó-ricos de la prueba de inteligencia Wechsler y los comparó con resulta-dos más recientes de decenas de mi-les de personas que tomaron pruebas cognitivas cortas en los sitios de los autores: testmybrain.org y gameswi-thwords.org. El único detalle de este

enfoque es que como no siguió a las mismas personas durante el trans-curso de sus vidas, podría no haber registrado el efecto de diferentes ex-periencias culturales, dijo K. Warner Schaie, investigador en la Universi-dad Estatal de Pennsylvania.

Los participantes en el estudio te-nían entre diez y 89 años y tomaron una gran serie de pruebas, que medían ha-bilidades como memoria para símbolos abstractos y cadenas de números, solu-ción de problemas y facilidad para leer emociones en los ojos de otros.

Igualmente importante, los inves-tigadores analizaron el efecto de la

edad en cada tipo de examen. ¿Cuál fue el resultado del nuevo enfoque? “Descubrimos diferentes habilidades que maduran a distintas edades”, dijo Germine. “Es un retrato mucho más ri-co del período de vida que simplemente llamarlo envejecimiento”.

Germine y Hartshorne confirmaron que la velocidad de procesamiento —la rapidez con la que alguien puede ma-nipular dígitos, palabras o imágenes— generalmente alcanza su nivel máxi-mo entre los 17 y 19 años, y la memoria para algunas cosas, como nombres, lo hace entre los 20 y 25 años. Pero la memoria funcional llega a su máximo por lo menos una década después y dis-minuye lentamente. En particular, la habilidad para recordar rostros y rea-lizar manipulación mental de números llega a su cumbre alrededor de los 30 años, según el estudio.

No queda claro en el nuevo análisis si los cambios en cognición con la edad resultan de una sola causa —como una disminución en la velocidad de las transmisiones neurales— o de múlti-ples causas.

Por JOHN SCHWARTZ

NASHVILLE, Tennessee — Al Gore quiere dejar en claro algo sobre sobre los teléfonos celulares, y tiene una serie útil de diapositivas en su computadora para hacerlo.

“¿Quiere verllas?”, preguntó. “No dura dos horas, no se preocupe”.

Gore sabe que es “el tipo de las diapo-sitivas”, el hombre que hablará sobre el medio ambiente hasta que uno ya no re-cuerde de qué color es el cielo.

Las diapositivas han tratado muy bien al ex vicepresidente de Estados Unidos, casi Presidente, activista ambiental y hoy exitoso inversionista ecológico. Su presentación de diapositivas sobre la amenaza del cambio climático, expuesta en la película “Una verdad incómoda”, ganó un Óscar. Sus esfuerzos para pro-pagar el mensaje sobre el calentamiento global lo hicieron ganar, junto con el Pa-nel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, un Pre-mio Nobel de la Paz.

Pero durante el último año, el profeta de la fatalidad se ha vuelto mucho más un profeta de la posibilidad; incluso, quizás, un optimista. Gore, que aún es objeto de

burla entre la derecha política, ha recibi-do un creciente apoyo para sus opiniones dentro de la comunidad empresarial: la inversión en fuentes de energía renova-ble, como eólica y solar, aumenta a medi-da que sus costos se desploman. También tiene diapositivas para eso.

Los expertos predijeron en 2000 que la energía generada por el viento a nivel mundial llegaría a 30 gigawatts en ese año; para 2010, era de 200 gigawatts, y para el año pasado alcanzó casi 370, es decir más de doce veces más. Las insta-laciones de energía solar aumentarían un nuevo gigawatt por año para 2010, se predijo en 2002. Resultaron ser 17 veces esa cantidad en 2010 y 48 veces más el año pasado.

“Creo que la mayoría de la gente se ha sorprendido, incluso impactado, por lo rápido que ha disminuido el costo”, Gore dijo en su oficina en Nashville.

Durante una hora y media, ofrece un torrente interminable de datos y tenden-cias de todo el planeta. Por ejemplo, cada minuto en Bangladesh, dos casas más reciben nuevos paneles solares para el techo. La compañía de electricidad esta-tal de Dubai aceptó una oferta para una

planta de energía solar con un costo por kilowatt-hora de menos de seis centavos de dólar.

Dijo que tales cambios representan un cambio radical, no una evolución lenta. Ése es el punto de esas diapositivas que lleva en su computadora. En 1980, como muestra una de las imágenes, los consul-tores de AT&T pronosticaban que se ven-derían 900 mil teléfonos celulares para 2000. De hecho, había 109 millones para entonces. En la actualidad, hay aproxi-madamente siete mil millones.

Lo mismo sucede ahora en la energía, ya que la nueva tecnología ha dejado atrás a la vieja infraestructura. “Está ocurriendo tan rápido”, dijo. “Es suma-mente emocionante”.

Todo esto significa que los peores efec-tos del cambio climático se pueden miti-gar. “Tenemos mucho trabajo por hacer”, dijo. “Vamos a ganar esto”.

Gore sigue propagando el mensaje. En febrero, al final de una charla optimista sobre el cambio climático en el Foro Eco-nómico Mundial, en Davos, Suiza, él y el cantante Pharrell Williams anunciaron un concierto Live Earth que se realizará en los siete continentes el 18 de junio.

Se ha reunido con grupos numerosos en Australia, Indonesia, Brasil, India y otros países para presentar versiones locales de sus diapositivas del cambio climático.

Gore también se ha vuelto muy rico. Es uno de los fundadores de Generation Investment Management, empresa que asume posiciones en compañías que se rigen de acuerdo con los principios de sustentabilidad. Además forma parte del consejo de la empresa de capital de ries-go Kleiner Perkins Caufield & Byers, que invierte mucho en empresas ecológicas.

El senador republicano James M. Inho-fe, quien ha dicho que el cambio climático es “el engaño más grande de todos”, aho-

ra lidera el Comité de Obras Públicas y Medio Ambiente del Senado. Cuando se le pi-dió su opinión sobre Gore, dio una larga diatriba con-tra la “campaña alarmista” del ex vicepresidente.

Mediante una portavoz, dijo en parte: “La inmensa

riqueza de Al Gore se debe principal-mente a su desvergonzada e incesante promoción de la agenda liberal del calen-tamiento global”.

En respuesta, Gore señala: “La reali-dad de la crisis climática es abrumadora, y cada vez más personas la ven y la sien-ten todos los días”.

Gran parte de las ganancias que ob-tiene, se destinan a su grupo activista, el Climate Reality Project.

“Nunca imaginé, cuando era joven, que esto se convertiría en el principal enfoque de mi vida”, dijo. “Pero una vez que uno acepta este desafío, no puede abandonarlo. No puedo y no quiero aban-donarlo”.

JOE BUGLEWICZ PARA THE NEW YORK TIMES

CHRISTOPHER SILAS NEAL

Por JAMES GORMAN

La razón por la que Stephen Morris es-tudia las estalactitas de hielo es sencilla. Son comunes y bellas, y nos provocan asombro. Y ahora están documentadas en Internet en el Atlas de las estalactitas.

Morris, profesor de la Universidad de Toronto que creó el atlas, es un físico que investiga los sutiles fundamentos de los tipos de fenómenos físicos obvios que la gente ve a diario.

“Siendo canadiense, veo muchas esta-lactitas”, dijo.

Pero no las suficientes, ni creadas en condiciones controladas. Morris reclutó a un alumno de postgrado, Antony Chen, que ahora es instructor en el Instituto Tecnológico del Sur de Alberta, en Cal-gary.

El descubrimiento más sorprendente que realizaron fue que las ondas en las estalactitas son resultado de impurezas en el agua. Los datos de Chen ahora es-tán disponibles en línea en www.physics.utoronto.ca/Icicle_Atlas para otros cien-tíficos que deseen abordar algunas de las interrogantes restantes.

El atlas también incluye imágenes y películas que, según Morris, le podrían interesar a artistas y aficionados que deseen utilizar una impresora en tres dimensiones para crear adornos de es-talactitas así como a personas que sim-plemente extrañan el invierno. Ya está planeada una instalación artística en Toronto, para mayo.

Raymond Goldstein, de la Universidad de Cambridge, y Morris habían trabaja-do juntos en estalactitas de otros elemen-tos, y luego se enfocaron en las de hielo. Goldstein, entonces en la Universidad de Arizona, se integró a colegas allí para idear una “teoría platónica” sobre cómo se crea la forma ideal de las estalactitas.

Crear estalactitas en un laboratorio re-frigerado tuvo sus problemas. “Al prin-

cipio, crecían en formas muy extrañas”, explicó. Sin flujo de aire, a las estalacti-tas les crecían múltiples extremidades. Así que los investigadores tuvieron que lanzar aire para lograr que se formaran como un solo cono invertido. Luego, gi-raron las estalactitas a medida que cre-cían para obtener imágenes de múltiples ángulos.

Algunos científicos habían señalado que las ondas en las estalactitas tenían que ver con la tensión de superficie. Chen y Morris descubrieron que ésa no era la causa. Cuando utilizaban agua des-tilada, no se formaban ondas. Cuando usaban agua de la llave o añadían can-tidades diminutas de sal, aparecían las ondas.

Aún no entienden la explicación física de la formación de las ondas. Pero des-

cubrieron que el espacio entre las ondas no parece variar con distintos niveles de impureza. “Las ondas tienen una longi-tud de onda universal de precisamente un centímetro, hagas lo que hagas”, dijo Morris. “Ése es el verdadero misterio”.

El atlas de estalactitas contiene unas 237 mil fotos. Cada estalactita fue foto-grafiada de ocho ángulos distintos, a diez cuadros por segundo a medida que crecían. Los datos sobre el agua, el flujo de aire y la temperatura también están disponibles para cada estalactita, junto con análisis computarizados de las for-mas mientras crecían.

Morris dijo que la física clásica tiene un renacimiento, “a raíz de las herramien-tas que ahora tenemos para analizar y examinar los sistemas donde hay una enorme cantidad de datos”.

ANTONY SZU-HAN CHEN Y STEPHEN MORRIS; ABAJO, JOHN LARKIN

Una foto de estalactitas creadas artificialmente en un laboratorio (arriba). Curvas naturales formadas en una casa en California.

Memoria a corto plazo llega a su nivel máximo a mayor edad.

Por KENNETH CHANG

Los océanos atrapados bajo el hielo parecen ser bastante comunes en el sis-tema solar y uno de ellos, en una pequeña luna de Saturno, parece estar bastante caliente.

Científicos informaron en la revista Nature que hay evidencia de fumaro-las hidrotermales en Encélado, una de las lunas de Saturno, con temperaturas en su centro rocoso superiores a los 90 grados centígrados. De confirmarse, el descubrimiento convertiría a Encé-lado en el único lugar fuera de la Tierra donde se sabe ocurren estas reacciones químicas entre roca y agua caliente, y lo convertirían en un lugar prometedor para buscar vida.

“Lo más sorprendente son las altas temperaturas”, dijo Hsiang-Wen Hsu, de la Universidad de Colorado, autor princi-pal del estudio.

Por otra parte, en la Revista de Inves-

tigación Geofísica: Física Espacial, otro equipo reportó señales de otro océano bajo el hielo, en Ganímedes, la luna más de Júpiter. Los científicos ya están con-vencidos de que hay un gran océano, también cubierto por hielo, en otra luna joviana, Europa.

La nave espacial Galileo, de la NASA, también descubrió indicios de agua ocul-ta en Ganímedes y en Calisto, otras de las lunas de Júpiter.

“Es maravilloso ir al sistema solar ex-terior y encontrar agua, agua en todas partes”, dijo Christopher P. McKay, de NASA, la agencia espacial estadouni-dense.

Para los hallazgos de Encélado, Hsu y sus colegas basaron sus conclusiones en partículas de polvo con las que se to-pó la nave espacial Cassini de la NASA después de entrar a la órbita de Saturno.

Los instrumentos determinaron que las partículas tienen un alto contenido de

silicio, pero poco o nada de metales como sodio y magnesio. Hsu dijo que el polvo probablemente es sílice, una molécula compuesta por un átomo de silicio y dos de oxígeno, el bloque de construcción del mineral cuarzo.

Los experimentos mostraron que el agua alcalina, calentada a por lo menos 90 grados, podría producir partículas de sílice.

El misterio es cómo se vuelve tan ca-liente el interior de Encélado, que tiene sólo 504 kilómetros de circunferencia.

La evidencia anterior de un océano en Ganímedes provino de mediciones mag-néticas durante vuelos cercanos de la sonda Galileo, que sugirieron que yacía una capa conductora bajo la superficie.

El hielo no es un buen conductor, a dife-rencia del agua salada. Pero las lecturas

también se podrían explicar por cues-tiones raras en el campo magnético de Ganímedes.

En la nueva investigación, el telescopio Hubble observó las luces brillantes de las auroras de Ganímedes. Cuando Júpiter hace su rotación, una vez cada diez ho-ras, su campo magnético cambiante ha-ce que las auroras se mezan. Según las simulaciones computacionales, si Ganí-medes estuviera congelado, sus auroras se mecerían 6 grados.

Pero las sales de un océano bajo el hielo generarían un campo magnético contra-rrestante y las auroras de mecerían sólo 2 grados. Las auroras se mecen 2 grados.

Como sitio para la vida, Ganímedes es menos prometedor, porque el océano pa-rece estar atrapado entre capas de hielo. En contraste, Encélado parece poseer to-dos los ingredientes necesarios —calor, agua líquida y moléculas orgánicas— y una sonda futura podría analizar el agua simplemente al volar entre los gases de la fumarola.

“Mi mantra ahora es: hay que seguir a la fumarola”, dijo McKay.

Al Gore, en su oficina de Nashville, está encantado con la respuesta mundial a sus advertencias sobre el cambio climático.

NASA

Agua abunda en el espacio profundoIlustración de las auroras en

Ganímedes, luna de Júpiter. Observaciones

sugieren que tiene un

océano bajo el hielo.

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P E R S O N A J E S

DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015 7THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por RICK ROJAS

PARADISE VALLEY, Arizona — El paciente ya entrado en años se alzaba frente al médico, mostrando una canti-dad de señales inquietantes. El doctor observó mala postura, piel callosa y extremidades marcadas por cicatrices profundas. Temía que su supervivencia dependiera de una acción drástica, tal vez incluso de una amputación.

Un saguaro, un símbolo sauculento del suroeste de Estados Unidos, necesitaba de atención médica, y Rilée Leblanc —también conocido como “el doctor de cac-tus”— es el especialista al que recurren los dueños de estas plantas en la región.

Leblanc considera que su vínculo con las plantas es una cuestión espiritual y, una mañana reciente, examinaba al saguaro, tratando de determinar qué lo aquejaba. Alcanzaba una altura de casi diez metros, pesaba unas cinco tonela-das y se inclinaba peligrosamente muy cerca de un hogar. Leblanc estimó que tenía más de 100 años.

“Todos tienen personalidades”, dijo Leblanc, de 66 años, entrecerrando los ojos por el brillo del Sol. “Todos tienen problemas distintos”.

Hoy, las plantas que Leblanc trata tan apasionadamente tienen un renacimien-to en Arizona, y su popularidad ha au-mentado por la promesa de sustentabi-lidad y alivio de las cuentas de agua que subieron por la sequía.

Pero el conocimiento que los propieta-

rios de hogares tienen sobre las plantas no se ha mantenido a la par de la tenden-cia, lo que ha dejado a Leblanc y a su per-sonal con muchas plantas enfermas.

Los padres franceses de Leblanc huye-ron de los conflictos de la Vietnam colo-nial a Tailandia, donde él nació y creció, y donde desarrolló lo que él llama “la fiebre del cactus” cuando tenía once años.

Trabajó un tiempo para el gobierno fi-lipino, ayudando a agricultores pobres a sembrar cultivos más rentables. En 2002, su llamado profesional lo llevó a Arizona para estudiar el saguaro, asistió a la Es-cuela de Paisaje Desértico, y luego a un

programa de capacitación de nueve me-ses en el Jardín Botánico Desértico, en Phoenix.

La labor puede ser compleja y peligro-sa. Leblanc ha realizado cirugías a diez metros de altura, colocando andamia-je para llevar a cabo el procedimiento. Otras veces, su equipo trabaja sobre ramas, que pesan cientos de kilos y que fácilmente se pueden desprender. El ajuste requerido para mover un saguaro inclinado sólo unos grados puede tardar toda una mañana.

Enderezar un cactus por lo general cuesta unos 700 dólares, y procedimien-tos más invasivos o los trasplantes pue-den costar más de mil dólares.

Cuando no está tratando de sanar un cactus, Leblanc siembra jardines de ellos. No dibuja un plan al momento de sembrar un jardín. En cambio, llega con un remolque repleto de plantas y medita en el espacio durante horas, para luego plantar lo que le parezca adecuado.

En el llamado que atendía en Paradise Valley, un suburbio de Phoenix, Leblanc consideró que el cactus era un “sobre-viviente”. No fue necesario amputar. Solamente tenía que enderezarlo y es-tabilizarlo. Y dijo que el cactus le había enviado un mensaje: vio señales de cre-cimiento.

“Pudo haberse caído”, dijo Leblanc. “Te puedes dar cuenta de que quería ser salvado. Está diciendo: ‘Aún me queda vida’”.

Por AIDA ALAMI

PARÍS — Najat Vallaud-Belkacem estaba sentada en su oficina reciente-mente en el Hotel de Rothelin-Charo-lais, reflexionando sobre la crisis de identidad entre los jóvenes franceses musulmanes.

“Cuando estos jóvenes se sienten frustrados con la escuela, buscan una identidad en otra parte y exponen su identidad religiosa”, dijo la inmigrante marroquí de 36 años, la primera mujer en ocupar el cargo de Ministra de Edu-cación en Francia. “No es sorprendente que sean insensibles a los valores repu-blicanos”.

Vallaud-Belkacem ha sido conside-rada una de las estrellas ascendentes del gobernante Partido Socialista fran-cés. A medida que Francia se fija en sus escuelas para ayudar a sanar las divi-siones religiosas y raciales, particular-mente a raíz de la masacre en la revista satírica Charlie Hebdo, se encuentra bajo presión para hacer que ese proce-so funcione. “La escuela siempre fue

una parte importante de mi viaje per-sonal”, dijo. “Me permitió abrirme al mundo y también a la movilidad social. Me permitió enriquecerme, leer, apren-der y entender”.

La ministra ha recibido la tarea de tender puentes para millones de jóve-nes musulmanes alienados en Francia. En enero, anunció un plan de 250 millo-nes de euros, o 285 millones de dólares, para entrenar a educadores a hablar sobre el racismo y transmitir valores franceses de “vivre ensemble” (vivir juntos) en las aulas. “No es sólo la fami-lia la que debe transmitir valores, sino la escuela también”, dijo.

Dijo que tiene recuerdos afectuosos de su niñez y de los veranos que pasó en Beni Shiker, un pueblo en la montaña en Marruecos, donde cuidaba cabras en la granja de sus abuelos. Su padre trabajaba en la construcción en Fran-cia, y ella, su madre y hermana mayor se fueron con él cuando ella tenía cua-tro años. Sus otros cinco hermanos na-cieron en Francia.

Vallaud-Belkacem creció en un ba-rrio pobre en Abbeville, un pueblo en el norte de Francia y luego en la ciudad de Amiens. En su familia, los hombres trabajaban y las mujeres cuidaban a los hijos. Su padre era estricto; no le permitía tener novio. Los libros se convirtieron en su escape y la falta de actividades de ocio proporcionaron una oportunidad para sobresalir en la escuela.

Asistió a la escuela de derecho y lue-go al Instituto de Estudios Políticos de París donde conoció a su esposo, Boris Vallaud, que hoy es subjefe de gabinete en el Palacio del Elíseo.

Las elecciones de 2002 fueron un punto de in-flexión para ella. Se inte-gró al Partido Socialista con la esperanza de hacer una diferencia. Rápida-mente ascendió por el escalafón político. Cuan-do Francois Hollande se postuló a la Presidencia, en el 2012, designó a Va-llaud-Belkacem como su vocera de campaña.

Tras la victoria electoral de Hollande, la nombró Mi-nistra de los Derechos de las Mujeres y vocera del gobierno. El año pasado, fue nombrada Ministra de la Juventud y el Deporte y en agosto ascendió a Mi-nistra de Educación.

Los musulmanes en Francia la han criticado por apoyar el laicismo francés en perjuicio del Islam. Ella niega eso y dijo haber relajado las restric-ciones a que las madres musulmanas se cubran el cabello durante las activi-dades escolares.

Parte de la prensa con-servadora también la criticó, des-cribiendo su designación como una “provocación” y prediciendo que ella islamizaría a las escuelas francesas. Su reacción fue asegurar la aproba-ción de leyes que reflejan el liberalismo secular del Partido Socialista, inclu-yendo prohibiciones al acoso sexual y medidas para promover la igualdad de género.

“Los interminables debates políticos han estigmatizado a las familias mu-sulmanas”, dijo. “La escuela necesita enseñarle a la gente que todos son par-te de una comunidad y que todos somos libres e iguales”.

Por SAMUEL G. FREEDMAN

A mediados de 2007, Mehnaz M. Afri-di, una estudiante de doctorado, viajó desde su hogar en California al sur de Alemania para una conferencia. Su papel oficial era presentar un ensayo sobre el anti-semitismo en la literatura egipcia, un tema relativamente polémi-co para una académica musulmana. A unos 100 kilómetros de distancia, tenía otra cita, y una agenda aún más arries-gada.

Tras concluir la conferencia, Afridi manejó hasta el ex campo de concen-tración en Dachau, Alemania. De pie ante los ladrillos de un crematorio, re-zó.

“No sabía que ese momento definiría mi papel”, dijo Afridi, de 44 años. “Ni siquiera me daba cuenta de que esta-ba en una encrucijada. La gente ve al Holocausto y al Islam como dos cosas separadas, pero estas historias de fe y catástrofe no son opuestas”.

En su trayectoria profesional, Afridi ha convertido estos dos sucesos apa-rentemente irreconciliables en compa-ñeros.

Afridi es profesora asistente de reli-gión en Manhattan College. Creció en Paquistán, Dubai, Inglaterra y Suiza antes de llegar a la escuela en Estados Unidos, en 1984.

Ella imparte cursos tanto sobre el Islam como sobre el Holocausto, y es directora del Centro sobre el Holocaus-to, el Genocidio y la Educación Interre-ligiosa del plantel. Ella es integrante del comité de ética y religión del Museo Estadounidense Conmemorativo del Holocausto y su libro, “Shoah Through Muslim Eyes” (El Shoah a través de la mirada del Islam), en referencia al término alternativo del Holocausto, se publicará en julio.

Esos roles la han convertido tanto en una intermediaria apreciada como en un blanco visible en las relaciones com-

plejas entre musulmanes y judíos.Aunque Afridi es una musulmana

observante, sus críticos musulmanes la consideran como desleal por poner su labor académica, al menos en par-te, al servicio de hacer una crónica de una tragedia judía, en vez de la derrota y el desalojo que los palestinos llaman la Nakba.

La fortaleza de Afridi fue puesta a dura prueba tras llegar al Manhattan College, en 2011. En los meses siguien-tes, dijo que algunos musulmanes la calificaron como “amante de judíos”. Más inquietantes para ella son los ru-mores en círculos musulmanes de que su labor académica está financiada se-cretamente por judíos.

Pero dijo que nada de ello la ha lleva-do a la autocensura en su papel como intelectual pública.

“Dios nos ordena hablar con la ver-dad”, dijo.

En su papel como autora, académica y directora de un centro sobre genoci-dio, se topa con judíos y musulmanes, algunos de los cuales la apoyan y otros que son hostiles y, sin embargo, en su opinión, todos son accesibles.

“Si un musulmán me pregunta por qué no enseño sobre la Nakba, enton-ces le digo que ya sabemos sobre ello, y lo que necesitamos aprender es sobre el Holocausto”, explicó. “Y si un judío me dice: ‘Los musulmanes son nazis’, le respondo: ‘¿Podemos ir a comer?’ Éstas son las personas a las que tene-mos que involucrar”.

“Dios nos ordena

hablar con

la verdad”.

LAUREN FLEISHMAN PARA THE NEW YORK TIMES

“Cuando estos jóvenes se sienten frustrados con la escuela, buscan

una identidad en otra parte y expo-nen su identidad religiosa”.

M I C H A E L A D EP R I N C E

Huérfana cumple un gran sueñoPor NINA SIEGAL

AMSTERDAM — Michaela DePrince, una bailarina estadounidense de 20 años que se integró a la compañía principal del Ballet Nacional de Holanda en agos-to es, en ciertos aspectos, el equivalente a una corista en un musical de Broadway. Pero noche tras noche, la gente llega sólo para verla bailar.

DePrince, quien quedó huérfana en Sierra Leona cuando el país era devas-tado por la guerra y se convirtió en bai-larina profesional contra todas las pro-babilidades, se ha hecho famosa desde el lanzamiento de su exitosa autobiografía el año pasado, publicada en Estados Uni-dos como “Taking Flight: From War Or-phan to Star Ballerina” (Alzando el vuelo: De huérfana de guerra a bailarina estrella), e internacio-nalmente como “Hope in a Ballet Shoe” (Esperanza en una zapatilla de ballet).

Durante los últimos meses, “ha habi-do un torrente de solicitudes para que realice apari-ciones personales, entrevistas y progra-mas de entrevistas”, dijo Ted Brandsen, director artístico de la compañía. También se le ha pedi-do que sea modelo para marcas de moda, vocera para organizaciones internacio-nales de beneficencia e incluso embaja-dora cultural para la embajada de Sierra

Leona en Holanda, propuestas que ella ha rechazado.

Es un tipo de vida muy diferente al que cualquiera pudo haber imaginado para DePrince, quien nació como Mabinty Bangura en 1995, durante una guerra ci-vil de once años que produjo 50 mil muer-tes, incluyendo la de su padre, cuando ella tenía tres años. Ella y su madre se mudaron a casa de un tío, quien les daba tan poca comida que su madre murió de hambruna. El tío entonces llevó a la niña a un orfanato.

Ahí fue apodada “hija del diablo” y le dijeron que era “demasiado fea” para ser adoptada debido a las manchas blancas en su cuello y pecho, causadas por un pa-decimiento cutáneo.

Pero un día, los vientos alisios de Áfri-ca Occidental llevaron una revista a las

puertas del orfanato. En su portada había una bailarina con un tutú rosa, la pierna doblada en un elegante passé. Mabinty, de

cuatro años, quedó cautivada de inmedia-to y juró que algún día

sería como esa joven. Ella ni siquiera sabía lo que era el ballet.

Este relato proviene de su autobiografía, escrita

con su madre adoptiva, Elaine DePrince.

En 2012, fue una de varias

bailarinas de ballet que aparecieron en el documental “First Position” de Bess Kargman, sobre participantes del Gran Premio de Estados Unidos de la Juven-tud, una competencia con la que DePrin-ce ganó una beca para la Escuela del American Ballet Theater.

DePrince también impresiona a su pú-blico. A las pocas semanas de unirse a la compañía principal, tuvo la oportunidad de interpretar un papel como solista en “El lago de los cisnes”. Su actuación “le dejó inmediatamente en claro a todos que esta joven hace lo que debería estar haciendo”, dijo Brandsen.

“Siempre he querido demostrarle a la gente que está equivocada”, dijo DePrin-ce, “y eso es lo que me impulsa”.

DePrince dijo que llegó en el momento adecuado al Ballet Nacional de Holanda, donde hay 30 nacionalidades representa-das en el escenario. “Las compañías en Europa hacen todo lo posible por montar piezas contemporáneas increíbles y la gente corre riesgos”, dijo.

Nadie ha quedado tan sorprendido por su fama repentina como DePrince, quien dijo que no le gusta hablar sobre de su infancia.

“Cuando empecé a hacer todo esto, pensaba: ‘¿Por qué les interesa?’”, recor-dó. Pero tras recibir mensajes de jóvenes y sus madres, y de gente en África, lo ha comprendido.

“Es mi forma de tenderle la mano a la gente”, dijo. “Es mi forma de inspirar”.

FOTOGRAFÍAS POR MICHEL DEGROOT PARA THE NEW YORK TIMES

“Siempre he querido demostrarle a la gente que está equivocada,

y eso es lo que me impulsa”.

NA JAT VA L L AU D - B E L K AC E M

Ministra comprende la lucha de los inmigrantes

R I L É E LEB L A N C

Doctor atiende a pacientes viejos y espinosos

M E H NA Z M . A F R I D I

Profesora musulmana vincula al Islam con el Holocausto

JERROD OPPERMAN PARA THE NEW YORK TIMES

“Todos tienen personalidades. Todos

tienen problemas distintos”.

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A R T E Y D I S E Ñ O

8 DOMINGO 29 DE MARZO DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por ERIC HYNES

En un oscuro departamento en Tokio, una mujer solitaria es trans-portada al panorama nevado de Mi-nnesota. Se pierde en las imágenes borrosas de su televisión, al adelan-tar, retroceder y hacer pausa, en bus-ca de claves y significado. Cuando la gastada cinta se atora en su casetera de video, ella acerca el desastre des-enrollado a su rostro e inhala con re-verencia.

Poco tiempo después, está en un avión con destino a Estados Unidos, en busca del dinero que Steve Busce-mi enterró en “Fargo”, la película de 1996 que ella escudriña como si fuera real.

Tal como se afirma en la nueva película “Kumiko, the Treasure Hunter” (Kumiko, la buscadora de tesoros), una fantasía inspirada en un mito urbano, el personaje titular, interpretado por Rinko Kikuchi, tie-ne el poder de convertir algo falso en real: rehacer y remodelar la película a su propia imagen. Es la exploración más reciente de la forma en que los humanos modernos han adaptado sus imaginaciones e identidades en respuesta a la imagen grabada.

La realidad no era lo que David y Nathan Zellner buscaban con la sar-cástica “Kumiko”. La idea comenzó con un reportaje sobre una mujer ja-ponesa cuyo cuerpo fue encontrado en un campo de Minnesota en 2001. En vez de analizar los hechos del caso, los hermanos se sintieron más intrigados por las especulaciones en Internet posteriores al descubri-mient, teorías centradas en rumores de una búsqueda intercontinental del tesoro de “Fargo”.

“No pasó mucho tiempo antes de que fueran desmentidos, pero fue lo suficiente para dejar que la imagi-nación de la gente se desenfrenara”, dijo David Zellner, de 41 años. “Creo que se puede vincular a la historia del

cuentacuentos, de la forma en que las fábulas se derivan de algún elemento de verdad que entonces se amplía a través de generaciones”.

Los Zellner, que nacieron y cre-cieron en Colorado y ahora viven en Austin, Texas, recuerdan haber co-laborado con su padre en animacio-nes stop-motion en formato Super-8 cuando eran niños, y luego hacer películas con una cámara VHS en los años 80.

La historia de los Zellner se pare-ce a la de los hermanos Angulo, tema del documental “The Wolfpack”, que ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Sundance. Pero mientras que la afición de los Zellner por el cine era parte de una crianza nómada, las películas eran el vínculo más significativa de los Angulo con el mundo exterior.

Confinados en gran parte a su de-partamento neoyorquino por un pa-dre sobreprotector, los seis herma-nos se obsesionaron con las películas que podían ver en VHS y DVD y con el tiempo se dedicaron a recrearlas detalladamente. En el documental, se los muestra transcribiendo diá-logos a mano, creando vestuarios y utilería con artículos del hogar y transformando su apretujado depar-tamento en un estudio de cine inter-minablemente adaptable.

Estas emulaciones caseras re-cuerdan a “Originalmente Pirata”, película de Michel Gondry de 2008 en la que un poblado de Nueva Jersey se une para volver a filmar películas famosas después de que el catálogo de una querida tienda de video quedó arruinado.

Es revelador que en todos esos ca-sos, el obsoleto formato VHS brinda material para nuevas creaciones. “Sería mucho menos interesante si ella sacara una memoria USB, o un disco Blu-ray, y sólo hubiera que qui-tarle el polvo para que funcione”, dijo Nathan Zellner, de 39 años.

Cuando se les preguntó si oculta-ron tesoros para los fans que puedan seguir los pasos de Kumiko, David di-jo que estaban demasiado ocupados como para hacer eso.

“Pero si lo hiciéramos”, agregó, “no se lo diríamos a nadie”.

La vida real se confunde con el cine

Wim Wenders hace documental sobre fotógrafo brasileño

El profeta del hip-hop tiene un origen callejeroPor JOE COSCARELLI

LOS ÁNGELES — Después del éxito de su debut con una disquera importan-te, “good kid, m.A.A.d. city”, en 2012, el rapero Kendrick Lamar no se dio gustos con lujos terrenales. En cambio, fue bau-tizado.

Ese álbum fue la historia de su reden-ción, no sólo de las pandillas callejeras sino de una vida de pecado. Su muy es-perado disco posterior, “To Pimp a Bu-tterfly” trata sobre cargar el peso de esa claridad: ¿Qué sucede cuando te expre-sas, espiritual y políticamente, y las per-sonas empiezan a escuchar? ¿Y qué hay del mundo que dejaste atrás?

Lamar, quien creció en Compton, Ca-lifornia, tuvo una experiencia religiosa cuando era adolescente, en el estaciona-miento de un supermercado. La abuela de un amigo se le acercó luego de que uno de sus amigos fue asesinado, y le pregun-tó si había aceptado a Dios.

“Ella se había dado cuenta de que no estábamos bien de la cabeza”, recordó Lamar. “Ella fue un ángel para noso-tros”.

Al descubrir que la fama y la riqueza no ofrecían una salvación adicional, o felici-dad, Lamar “quiso llevarlo al siguiente nivel, estar bajo el agua”, dijo. “Sentí que era algo que tenía que hacer”.

Mientras que “good kid, m.A.A.d. city” se enfocó en un día de la antigua vida de Lamar, un escolar talentoso pero rebel-de en un vecindario lleno de muerte y tentaciones, “To Pimp a Butterfly” llega al presente, desde las giras mundiales hasta los Premios de la Televisión de En-tretenimiento de Raza Negra, así como a la separación que siente respecto a su pasado.

Tener una visión más amplia ha vuel-to a Lamar más externamente político, mientras confronta la raza, la violencia policiaca y sus esfuerzos por navegar por nuevas culturas y llevar lo que ha apren-dido a su vecindario. “Sacas a un joven de Compton, y tiene que conocer estos tipos diferentes de personas que no son de ra-za negra”, dijo el rapero.

Con su historia de 75 minutos de “culpa del sobreviviente”, también ha ampliado el formato de álbum de concepto, renun-ciando a los sencillos en la radio.

Para muchos fans, “soy lo más cercano que tienen a un predicador”, dijo Lamar, de 27 años. “Lo sé por las giras; los jove-nes se guían por mi música”.

Lamar trabaja para purificar el hip-hop, género que quiere conectar a sus

experiencias de crecer pobre, como hijo de un ex pandillero.

Ofrece una alternativa a la narrativa exagerada de algunos ofrecimientos del rap masivo.

“Ustedes conocen las canciones que hay, a todos nos encantan estas cancio-nes”, dijo. “Venden muchos sencillos y le generan mucho dinero a las disqueras”.Pero quienes “realmente viven” en las calles no quieren oír alardear sobre ase-sinatos y el tráfico de drogas.

“Quieren escapar de eso”, señaló. “Si siempre da la impresión de ser un juego,

los muchachos van a pensar que es sólo un juego”.

“Es más grande que una responsabili-dad: es un llamado”, dijo.

Además de ser religioso, en raras oca-siones bebe o fuma, evita la ropa lujosa y las joyas y se dice que ha mantenido una discreta relación de diez años con su no-via desde la preparatoria.

Pero al comienzo de su nuevo álbum, George Clinton entona sobre un compás de Flying Lotus: “Abraza al viento, echa un vistazo profundo al interior, ¿eres realmente al que idolatran?”. En repe-tidas secciones habladas, cada una de las cuales narra más de la historia, La-mar reconoce el riesgo de “usar mal tu influencia”.

Kiese Laymon, quien ha enseñado la música de Lamar como profesor de in-glés en el Vassar College en el estado de Nueva York, dijo que el rapero hace re-cordar a cantantes como Marvin Gaye y Curtis Mayfield, “artistas que se han posicionado como testigos proféticos”. Aunque Lamar “lidia con la violencia, la raza, el poder policiaco y la supremacía blanca, se involucra en lo que atestigua”.

Lamar, que vive en un condominio no lejos de su antiguo vecindario, dijo que no estaba preparado para la incertidumbre y la depresión que llegaron con el hecho de ser aceptado como una voz de su co-munidad.

“Puedes contarle a una persona sobre la fama y la fortuna todo lo que quieras, pero hasta que estás realmente en ello y sabes en qué persona puedes convertir-te...”, dijo.

El álbum termina con “Mortal Man”, el esfuerzo de Lamar por adueñarse de su propio papel como profeta del hip-hop, al mismo tiempo que mantiene sus defen-sas.

“Mientras encabezo este ejército, hagan lugar para los errores y la depre-sión”, rapea. “¿Creen en mí?”, pregunta antes de desafiar al auditor: “¿Cuántos líderes que ustedes dijeron que necesita-ban luego los dieron por muertos?”.

Pero decir que “To Pimp a Butterfly” es un disco político “sería subestimarlo”, señaló Lamar.

“Es un disco lleno de fuerza, valentía y honestidad”, pero también de “creci-miento, reconocimiento y negación”.

Cineastas borran la línea entre la fantasía y la realidad.

JOHN FRANCIS PETERS PARA THE NEW YORK TIMES; ABAJO, CHRISTOPHER POLK/GETTY IMAGES PARA BACARDÍ

SEAN PORTER

En “Kumiko”, el personaje de Rinko Kikuchi busca el botín descrito en “Fargo”.

Por LARRY ROHTER

El cineasta alemán Wim Wenders ca-minaba en Los Ángeles un día a media-dos de los años 80 cuando observó unas fotos llamativas en una galería. Salió de allí como propietario de un par de obras del fotógrafo brasileño Sebastião Sal-gado —una de la ahora célebre serie de Salgado, Serra Pelada, en el Amazonas, la otra del Sahel, en África— que aún cuelgan sobre el escritorio en su oficina en Berlín.

Los dos finamente se conocieron en 2009, en el estudio de Salgado, en París. Eso llevó a Wenders a acompañar a Sal-gado en viajes alrededor del mundo y ahora al documental nominado al Óscar, “La sal de la Tierra” , estrenado a nivel mundial y dirigido por Wenders y Julia-no Ribeiro Salgado, hijo del fotógrafo.

Wenders concibió el proyecto como algo sencillo, pero se convirtió en un es-fuerzo complejo.

Sebastião Salgado es quizás el “fotó-grafo social” preeminente de nuestra época, honrado por la Real Sociedad Fo-tográfica en Gran Bretaña con su primer premio centenario por su “contribución significativa al arte de la fotografía” y está inmerso en conflictos, hambrunas, migraciones masivas y otras catás-trofes causadas por el hombre. Así que Wenders quedó más bien sorprendido al encontrar a Salgado trabajando en un proyecto a gran escala orientado a la na-turaleza titulado “Génesis”.

En cuanto a Salgado, el compromiso de ocho años con “Génesis”, que resultó en exhibiciones y un libro de 519 páginas de fotografías que cubren la Antártida, el

Ártico y puntos intermedios, lo hizo pre-guntarse cómo ampliar el impacto de su proyecto.

El filme presenta la información básica de la vida de Salgado y sus recuerdos de ello: su niñez en el aislado interior brasi-leño; sus años cursando estudios de eco-

nomía; su exilio en Francia con su esposa y socia de negocios, Lélia, luego de que el ejército brasileño impuso un régimen dictatorial. Pero su enfoque principal es en Salgado como artista, una relación que, como dijo Wenders, captó al filmar a través de un teleprompter mientras Salgado habla sobre las imágenes que ha tomado durante una trayectoria de más de 40 años.

“No tenía nada delante de él en esa pantalla salvo sus propias obras”, dijo Wenders, de 69 años. “No podía ver la cá-mara ni verme a mí”.

Para Salgado, hoy de 71 años, ese pro-ceso fue en ocasiones doloroso. “La sal de la Tierra”, ganó un premio en el Festival de Cine de Cannes, el año pasado, y un César, el equivalente francés de un Ós-car, en febrero, también examina la crisis

psicológica que prácticamente lo parali-zó en los años 90, tras cubrir las guerras genocidas en Ruanda y Bosnia.

Salgado se retiró al rancho ganadero de su familia, en el estado de Minas Ge-rais, una propiedad que había caído en el deterioro como resultado de la degrada-ción ambiental que golpeaba a la región.

Otra trama en el filme es la complicada dinámica entre los dos Salgado. Sebas-tião a menudo estaba de viaje cuando Juliano era pequeño, y aunque ambos contaron que “nunca estuvieron distan-ciados”, como dijo Sebastião, había una cierta brecha que sólo fue salvada duran-te la realización del filme, cuando Julia-no acompañó a su padre a trabajar en el Amazonas, el Ártico y Nueva Guinea.

“Lo que nos sucedía era algo que les pasa a muchos padres e hijos: problemas de comunicación, las dificultades de con-vertirse en adulto, dejar el hogar, había mucha tensión”, dijo Juliano Salgado, de 41 años. “Hablábamos sobre fútbol, pero no mucho más profundo, y eso fue algo que pudimos resolver durante la filma-ción”.

Tanto Wenders como Juliano Salgado describieron el proceso de edición como difícil. Lucharon con lo que Wenders lla-mó “problemas de ego” sobre qué mate-rial usar.

A final de cuentas, el documental “na-rra la historia de todo un ciclo, de una tierra viva que muere y luego renace”, dijo Juliano Salgado. “Ésa también es, más o menos, la historia de Sebastião, quien llegó a un punto de quiebre y tuvo que reinventarse, así que fue algo muy poderoso”.

Por ALISSA J. RUBIN

PARÍS — Las imágenes capturan un París diferente del que admiran los los turistas: desperdicios en una bolsa de basura que se podría confundir a con una flor en el agua; un túnel frío y húmedo que se abre hacia una avenida de árboles y llena de luz; una figura de cabello largo con un abrigo grueso, vista en silueta por una ventana, profundamente sola.

El que se exhiban en la reja de fierro que rodea a las históricas oficinas del ayuntamiento en el centro de París no es ninguna sorpresa en una capital interna-cional de la fotografía. Lo inusual es que los fotógrafos son indigentes.

La exhibición es el ejemplo más re-ciente de cómo la política y el arte pue-den entretejerse en Francia. Desde hace tiempo, los políticos han apoyado a ins-tituciones de arte, y la alcaldesa, Anne Hidalgo, ha hecho que la construcción de más viviendas para personas de escasos recursos sea un objetivo central y ha ex-presado preocupación por los problemas de los indigentes en una de las ciudades

más ricas del mundo. Dominique Versi-ni, una subalcaldesa, dijo que hay entre once mil y doce mil personas sin hogar en París.

El proyecto fotográfico fue idea de Elisabeth Tiberghien, profesora jubilada que decidió cumplir su deseo de ayudar a los indigentes. Primero fue voluntaria en la Sociedad de San Vicente, un organis-mo de caridad que ayuda a los pobres, y luego fundó un organismo llamado Deu-xième Marche, o Segundo Paso.

Hizo alianza con Wipplay.com, un web-site de fotografía que, en colaboración con Olympus, acordó proporcionarles cámaras digitales.

Quince hombres y mujeres indigentes se ofrecieron a participar. Sólo dos no ter-minaron el proyecto.

Tiberghien también convenció al fotó-grafo professional Jean-Paul Lozouet de que orientara a los fotógrafos, muchos de los cuales sufren enfermedades menta-les y, en algunos casos, alcoholismo. La mayoría hoy tiene un albergue, con la ayuda de Deuxième Marche.

Los participantes tomaron fotos del 17 de noviembre al 20 de diciembre, y luego Lozouet escogió unas cientas de entre las miles de fotos. Wipplay le pidió a visi-tantes a su sitio que votaran por sus imá-genes favoritas. Un jurado que incluyó a expertos en fotografía, artistas y repre-sentantes de la alcaldía seleccionaron las 27 fotos para la muestra.

Deuxième Marche ha vendido copias de las fotos. La mitad de las ganancias

va a los fotógrafos y el resto se usa para pagar a Wipplay por supervisar la vota-ción en línea y para cubrir los costos de la exhibición.

Varios de los fotógrafos dijeron que les gusta ir a la plaza cercana a la alcaldía y discretamente mirar a los transeúntes observar sus fotos.

Uno de ellos, que sólo se identificó co-mo Lorenzo, dijo: “De verdad, te entu-siasma ver todas esas reacciones”.

LÉLIA DELUIZ WANICK/AMAZONAS IMAGES, VÍA SONY PICTURES CLASSICS; ABAJO, DONATA WENDERS/AMAZONAS IMAGES, VÍA SONY PICTURES CLASSICS

Sebastião Salgado (izq. y arr. centro), es tema de un documental dirigido por su hijo Juliano (arr. izq.), y Wim Wenders.

DMITRY KOSTYUKOV PARA THE NEW YORK TIMES

En su nuevo álbum, “Pimp a Butterfly”, Kendrick Lamar confronta la fama y la fortuna, la raza, la violencia policiaca y sus intentos por navegar una nueva cultura. Su presentación en noviembre, en Puerto Rico (izquierda).

“Aquí donde todo debería... terminar”, una

de 27 fotos tomadas por

indigentes, que se exhiben

afuera del ayuntamiento

de París.

Indigentes muestran su visión de París