dolmen de alberite

2
El dolmen de Alberite es una de las cons- trucciones megalíticas más antiguas de la Península Ibérica Su construcción no habría sido posible sin cierto desarrollo tecnológico y la existencia de una sólida organización social. Google Maps Manuel Morilla Jarén DOLMEN DE ALBERITE Villamartín (Cádiz) Fotos y texto de: http://dolmentierraviva.blogspot.com.es/ Diario de Cádiz Gabinete Pedagógico de Bellas Artes. Cádiz

Upload: manuel-morilla

Post on 07-Apr-2016

219 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Guia rápida para contextualizar una visita al Dolmen.

TRANSCRIPT

Page 1: Dolmen de Alberite

El dolmen de Alberite es una de las cons-

trucciones megalíticas más antiguas de la Península Ibérica Su construcción no habría sido posible sin cierto desarrollo tecnológico y la existencia de una sólida organización social.

Google Maps

Manuel Morilla Jarén

DOLMEN DE ALBERITE Villamartín (Cádiz)

Fotos y texto de: http://dolmentierraviva.blogspot.com.es/ Diario de Cádiz Gabinete Pedagógico de Bellas Artes. Cádiz

Page 2: Dolmen de Alberite

En una etapa avanzada del Neolítico, cuan-do las sociedades iban alcanzando cierta comple-jidad, surgen las primeras manifestaciones arqui-tectónicas, las construcciones megalíticas, que per-viven más de dos mil años durante la primera etapa de la Edad de los Metales. Ya sabes que se denomi-nan así porque suelen construirse a base de gran-des piedras. La construcción más sencilla, y posible-mente la más antigua, consiste en una gran piedra hincada en el suelo, es el Menhir, que se puede agrupar formando un Alineamiento.

Mayor destreza requiere la construcción de un Dolmen, cuya forma más sencilla se compone de dos piedras verticales sobre la que se apoya otra horizontal. Los dólmenes son monumentos funera-rios colectivos realizados con grandes piedras colo-cadas verticalmente, llamadas ortostatos, sobre las que van otras horizontales, las cobijas, que forman la techumbre. Todo el conjunto va cubierto con un túmulo de tierra Este es el caso del Dolmen de Al-berite.

El dolmen fue localizado en 1993, en los te-rrenos del cortijo de Alberite, pertenecientes al término municipal de Villamartín. Se levantó en el Neolítico, a finales del quinto milenio. Es un dolmen de corredor, de unos 20 metros de largo. Aunque no existe una diferenciación evidente entre cámara y corredor podemos distinguir tres zonas, el corre-dor de acceso, una antecámara y la cámara funera-ria, que tienen alguna diferencia de anchura y están delimitadas por algunos ortostatos colocados per-pendicularmente a las paredes.

En la antecámara se localizaron restos de tres pequeñas hogueras, que servirían para dar luz durante el ritual funerario. También había una pale-ta de piedra con un machacador para preparar ocre, con el que pintaron paredes, techumbre y suelo.

En la cámara funeraria había huesos perte-necientes a una mujer, de unos 16 años y de un hombre de 30 años. Pudieron existir otros enterra-mientos destruidos por la pala excavadora.

Algunos huesos estaban pintados, lo que in-dica que fueron descarnados antes de pintarlos de ocre y situarlos en la cámara. Muchos ortostatos tienen grabados simbólicos. En

el dibujo, tienes uno con soles: círculos excavados en la piedra rodeados de rayos, que son líneas incisas.

El ajuar estaba formado por cuentas de collar de concha, hueso y piedra, una gubia y una azuela pulimentadas, va-

rios cuchillos de piedra tallada (4) y un cristal de cuarzo (5). También se localizaron dos ídolos, uno en el interior del dolmen y otro en la zona del atrio (6) Los objetos localizados en el interior del dolmen re-flejan utensilios relaciona-dos con el modo de vida

agrícola y ganadero, como son la azuela, gubia y hojas de sílex. Los materiales con los que están realizados, al igual que la pieza de cuarzo y las cuentas de collar nos indican que se trata de objetos de prestigio conseguidos a través de rutas de intercambio, cuyos propietarios cons-tituían una elite que se beneficiaría de un cierto excedente de la producción.

Estamos, pues, ante una mani-festación arquitectónica que refleja el comienzo de la ruptu-ra del equilibrio tribal igualita-rio y que indica la imposición y dominio de una elite local que marca ya las diferencias socia-les y el predominio económico en sus enterramientos.

En primer lugar era ne-cesario tener localizadas y

conocer bien las canteras, donde se extraerían las grandes piedras (ortostatos y cobijas) para acondi-cionarlas posteriormente y desplazarlas unos 6 kilómetros hasta el lugar elegido para levantar el monumento funerario. Esta operación supuso un gran esfuerzo para las gentes que lo construyeron.

Igual destreza requirió la preparación del terreno y la excavación de las zanjas de cimenta-ción, el cerramiento, la decoración, etc. Todo ello no hubiera sido posible sin el esfuerzo común y organizativo característico de sociedades bien es-tructuradas que aún conservan el espíritu colectivo aunque ya despuntan unas clases dirigentes que se harán cada vez más poderosas.

Este yacimiento ha sido uno de los pocos de la Península excavado con criterio científico mo-derno. La datación de su cámara sepulcral ha per-mitido retrasar el dolmenismo peninsular al quinto milenio antes de Cristo, dos mil años antes de lo que se pensaba hasta ahora.

A través de algunos elementos del ajuar fu-nerario del dolmen y de otras evidencias nos acer-caremos al comercio europeo durante el neolítico y veremos que su origen es atlántico, no mediterrá-neo como se creía hasta ahora.