documento word, noviazgo cristiano

2
NOVIAZGO CRISTIANO Hoy me gustaría reflexionar con ustedes este tema que no es muy hablado dentro del ámbito de la fe pero que es tan necesario hablar… ¿Cómo estamos? Tenemos un vacío en nuestro corazón. Sentimos que lo deben llenar palabras bonitas y halagos de los demás, del sexo opuesto. Nos rebajamos para eso. Hacemos cosas que no queremos hacer en verdad, solamente para no perder a ese alguien que nos demuestra “aprecio”, que nos desea y ve cosas hermosas en nosotros. Caemos en mostrarnos como una cosa deseable a los ojos del sexo opuesto. Caemos en dejar que el otro nos use porque en realidad lo que buscamos es llenar ese vacío interior que clama a gritos un poco de amor y cuidado. Pero después, cuando nos damos cuenta de lo que hemos echo ya es tarde. Ese vacío aumenta más y duele, se abre una herida por cada persona que pasa por allí. Porque aunque se diga que no es de importancia lo que pasó, por más mínimo acontecimiento eso queda marcado en nuestra alma, en nuestra mente, en nuestro ser. Por mas que después queramos olvidarnos no podemos. Lo dejamos en un rincón de nuestra memoria, de nuestro sentir. Son cicatrices en el alma. Cada persona que pasa por nuestro corazón, cada persona que jugamos con sus sentimientos o la usamos para lograr que nos demuestre lo que nosotros no creemos de nuestro ser… cada situación queda en nosotros como una espina dolorosa que lastima. Aunque lo neguemos, sabemos que es así. Ese ultraje, ese desvalorizarse , esa bajeza en la que caemos… va marcando nuestra vida. Y después se hace costumbre, y cada vez caemos más bajo, cada vez nos valoramos menos, y pensamos que el mundo se maneja así. Que todos se usan y se descartan como cosas sin valor. “Me gustas” dice alguien. “A mi también” responde la otra. Y ahí empieza el juego de seducción y los deseos desordenados propios de la juventud afloran como una corriente de agua tormentosa que no se puede controlar. Nuestra razón se nubla, nuestro corazón arde y nuestro cuerpo pide seguir ese torrente de pasión y deseo. Pero en ese momento… actúa la mano de Dios si realmente estamos entregados a El y le pedimos fortaleza…De muy dentro de nuestro ser oímos una voz que nos dice “No, no lo hagas. Conserva tu pureza. Mantente así. Tú puedes.” Casi como la voz de Dios hablándonos a nuestro interior. Por un lado nos sentimos atraídos al deseo y la lujuria y por el otro nos frena algo, ¿qué es? ese miedo quizás profundo de nuestro ser que nunca fuimos capaces de expresar, o tal vez esa fuerte fe que se forjó en nuestro ser a lo largo de ese tiempo en el que conocimos al Señor y su obrar en nosotros. Miedos, fe, Dios… Frenamos, y somos rechazados. Ya no nos quieren como antes, ya no demuestran el mismo aprecio, ya no hay gestos ni palabras bonitas. Ahora todo es descuido y abandono. Ya no les importamos, ¿por qué? Porque no consiguieron lo que querían, lo que ambos queríamos pero que algo dentro nuestro no nos dejaba seguir. Algo muy profundo, muy íntimo del fondo de nuestro ser… Y nos sentimos solos de nuevo, vacíos de nuevo, necesitados otra vez de alguien que nos demuestre afecto, deseables.

Upload: lorena-ramirez

Post on 16-Jul-2015

71 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Documento word, noviazgo cristiano

NOVIAZGO CRISTIANO Hoy me gustaría reflexionar con ustedes este tema que no es muy hablado dentro del ámbito de la fe pero que es tan necesario hablar… ¿Cómo estamos? Tenemos un vacío en nuestro corazón. Sentimos que lo deben

llenar palabras bonitas y halagos de los demás, del sexo opuesto. Nos rebajamos para eso. Hacemos cosas que no queremos hacer en verdad, solamente para no perder a ese alguien que nos demuestra “aprecio”, que nos desea y ve cosas hermosas en nosotros. Caemos en mostrarnos como una cosa deseable a los ojos del sexo opuesto. Caemos en dejar que el otro nos use porque en realidad lo que buscamos es llenar ese vacío interior que clama a gritos un poco de amor y cuidado. Pero después, cuando nos damos cuenta de lo que hemos echo ya es tarde. Ese vacío aumenta más y duele, se abre una herida por cada persona que pasa por allí.

Porque aunque se diga que no es de importancia lo que pasó, por más mínimo acontecimiento eso queda marcado en nuestra alma, en nuestra mente, en nuestro ser. Por mas que después queramos olvidarnos no podemos. Lo dejamos en un rincón de nuestra memoria, de nuestro sentir. Son cicatrices en el alma. Cada persona que pasa por nuestro corazón, cada persona que jugamos con sus sentimientos o la usamos para lograr que nos demuestre lo que nosotros no creemos de nuestro ser… cada situación queda en nosotros como una espina dolorosa que lastima. Aunque lo neguemos, sabemos que es así. Ese ultraje, ese desvalorizarse, esa bajeza en la que caemos… va marcando nuestra

vida. Y después se hace costumbre, y cada vez caemos más bajo, cada vez nos valoramos menos, y pensamos que el mundo se maneja así. Que todos se usan y se descartan como cosas sin valor. “Me gustas” dice alguien. “A mi también” responde la otra. Y ahí empieza el juego de seducción y los deseos desordenados propios de la juventud afloran como una corriente de agua tormentosa que no se puede controlar. Nuestra razón se nubla, nuestro corazón arde y nuestro cuerpo pide seguir ese torrente

de pasión y deseo. Pero en ese momento… actúa la mano de Dios si realmente estamos entregados a El y le pedimos fortaleza…De muy dentro de nuestro ser oímos una voz que nos dice “No, no lo hagas. Conserva tu pureza. Mantente así. Tú puedes.” Casi como

la voz de Dios hablándonos a nuestro interior. Por un lado nos sentimos atraídos al deseo y la lujuria y por el otro nos frena algo, ¿qué

es? ese miedo quizás profundo de nuestro ser que nunca fuimos capaces de expresar, o tal vez esa fuerte fe que se forjó en nuestro ser a lo largo de ese tiempo en el que conocimos al Señor y su obrar en nosotros. Miedos, fe, Dios… Frenamos, y somos rechazados. Ya no nos quieren como antes, ya no demuestran el mismo aprecio, ya no hay gestos ni palabras bonitas. Ahora todo es descuido y abandono. Ya no les importamos, ¿por qué? Porque no consiguieron lo que querían, lo que ambos

queríamos pero que algo dentro nuestro no nos dejaba seguir. Algo muy profundo, muy íntimo del fondo de nuestro ser… Y nos sentimos solos de nuevo, vacíos de nuevo, necesitados otra vez de alguien que nos demuestre afecto, deseables.

Page 2: Documento word, noviazgo cristiano

Y empieza el ciclo de nuevo y no acaba más, y es siempre lo mismo. Uno tras otro, uno

tras otro. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo vamos a dejar que las pasiones nos dominen? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que nuestra vida se desmorone cada día más? Necesitamos cerrar todas esas puertas y trabajar en nuestro interior para así no

necesitar que nos digan cosas bellas, porque lo sabremos nosotros mismos. Y así al fin sabremos que somos valiosos, que Dios nos ha creado para algo especialmente diseñado para nosotros. Sabremos que Dios es el único que estuvo en esos momentos en los que todo era oscuro, en los que nada tenía sentido y no valía la pena vivir. En esos momentos que todo era desolación y tristeza profunda en nuestro ser y en nuestro alrededor, en esos momentos en los que nadie nos llamaba “bellos”, en los que nadie nos decía que éramos deseables, inteligentes, valiosos, con dones y capacidades únicas y especiales. ¿En esos momentos estaban esas personas con las que estás refugiándote ahora? ¿En momentos parecidos ellas estarían? ¿O te dejarían abandonado porque no pudieron hacer uso de tu cuerpo como se les antojara? Piénsalo, reflexiónalo. E intenta pensar mucho antes de tomar una decisión. Aunque el mundo se vea

perdido, sexual, sin conciencia del valor real de las personas… Aunque sea muy difícil seguir el ejemplo de Jesús en medio de este pantano… Aunque ya no tengamos fuerzas para seguir. Aunque nos queramos dar por vencidos y caer en los brazos de este mundo de libertinaje y lujuria…. Aunque ese sea el camino más fácil. ¿Las consecuencias cuales son? Piénsalas antes de actuar… tristeza, vacío emocional,

heridas dolorosas del corazón y si llegamos a más… embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, violación…. Con este articulo, quiero alzar mi voz en medio de este mundo, alzar la voz y gritar que

alguien me escuche y que nos unamos. Que me niego a creer que no existan personas que luchan por ser valoradas y que en el fondo de su corazón buscan algo más. Con este artículo quiero alentarlos a seguir firmes por gracia de Dios en ese accionar de valorar su cuerpo, sus sentimientos, su espacio, aunque corramos riesgo de ser abandonados o criticados. Aunque corramos riesgo de perder a ese ser que nos brinda seguridad y aumenta nuestro querer propio. ¿Y vale la pena tanto esfuerzo? ¿Por que no dejarnos caer en los brazos de este

mundo seductor y sin reglas y divertirse y ya?…. ¿Sabes que? Tienes razón, es más fácil. Es instantáneo, solo se trata de seguir el impulso y actuar. Disfrutar el momento. ¿Y después qué? ¿Después de ese “grandioso” momento cómo quedas tú? ¿Valió la pena sucumbir en la pasión desenfrenada y “pasar un buen rato”? ¿Seguro que vale la pena? … Piensa… un poco más… ¿Qué dices?… ¿Ahora lo piensas mejor verdad? No dejes que un momento de placer te quite la vida luego, te quite la inocencia, la

bondad, la esperanza de un mundo mejor. Señor alzamos nuestras voces como hermanos para pedirte que nos ayudes, porque es muy fuerte el impulso que surge en nosotros y tenemos miedo de no poder controlarlo. Ayúdanos Señor a poder calmar las aguas de la lujuria en nuestra mente, en nuestro cuerpo, en nuestro corazón y así poder pensar claramente antes de hacer cualquier acción. Nos entregamos a Ti Señor y en Ti depositamos todas nuestras preocupaciones, deseos y anhelos. Quedamos en Tus manos y confiamos en que nos mostrarás el camino. Animo! Juntos podemos! AMEN!!!! Fuente: http://sentirsefeliz.wordpress.com/category/noviazgo-cristiano