documentaciÓn y sintesis del diagnÓstico cultural del municipio de medellÍn
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DOCUMENTACIÓN Y SINTESIS DEL DIAGNÓSTICO CULTURAL DEL
MUNICIPIO DE MEDELLÍN
ELABORADO POR
ÁLVARO ANDRÉS VILLEGAS VÉLEZ
CONTRATO 4700016357
MUNICIPIO DE MEDELLÍN
SECRETARIA DE CULTURA CIUDADANA
SUBSECRETARIA E METROCULTURA
ARCHIVO HISTÓRICO DE MEDELLÍN
MEDELLÍN
2005
2
Introducción
El municipio de Medellín es un entramado complejo de temporalidades y
territorios, de modernidades alternativas y alternativas a la modernidad, de grupos
y procesos globales, nacionales, regionales y locales1. Es, en definitiva, una
ciudad híbrida y multicultural con un gran capital humano, social e institucional,
pero también con serios problemas de gobernabilidad, desigualdad, altos índices
de pobreza, insuficiente integración con el mundo y una estructura económica y
social en buena medida obsoleta.
Bajo esta perspectiva, se hace necesario entonces, reorientar las políticas de
desarrollo municipal, es por esto que el Plan de Desarrollo 2004-2007. Medellín,
compromiso de toda la ciudadanía, propone como punto de partida la promoción
del desarrollo humano integral del conjunto de los ciudadanos.
La integralidad del desarrollo humano, implica una preocupación simultánea y
complementaria por la dimensión material y simbólica o espiritual de los
ciudadanos, lo cual requiere hacer de la cultura un componente central en los
planes de desarrollo municipales tal como lo propone el Plan Nacional de Cultura
2001-2010. Hacia una ciudadanía democrática cultural.
El rol de la cultura en las políticas públicas se ha transformado radicalmente en las
últimas cinco décadas. Si en la década de 1950 la cultura fue concebida como un
obstáculo para un desarrollo unilineal, homogeneizante y prefigurado de antemano
y treinta años más tarde fue considerada como un medio para alcanzar un
desarrollo integral, humano y equitativo, en la actualidad la cultura se constituye 1 García Canclini define a las sociedades latinoamericanas como culturas híbridas en las cuales confluyen, se mezclan y se interpelan lo tradicional, lo moderno y lo posmoderno a la par de lo culto, lo popular, lo masivo y lo étnico. Ver: García Canclini, Néstor. Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Grijalbo. México. 2003.
3
en la finalidad del desarrollo y es representada como un recurso de primer orden2,
pues tal como se ha demostrado, los Estados nacionales con una mayor
participación del sector cultural en el Producto Interno Bruto (PIB), son aquellos
que poseen un mayor grado de desarrollo socioeconómico, puesto que a mayor
participación de la cultura en el PIB se asocia un incremento en la riqueza
nacional, un aumento del nivel educativo, una disminución en la distribución
desigual de los ingresos y el mejoramiento de la calidad de vida de la población3.
Sin embargo, para hacer que la cultura sea la finalidad del desarrollo en la
práctica, se requiere un conocimiento claro de las dinámicas, tendencias,
fortalezas y debilidades del sector y del ámbito cultural. El Plan de Desarrollo
municipal vigente, plantea la necesidad y la importancia que posee este
conocimiento para la construcción de un proyecto de ciudad gobernable,
equitativa, productiva, sostenible, competitiva, solidaria e integrada regional y
globalmente. Es por ello que tiene entre sus objetivos la construcción conjunta de
un Plan de Desarrollo Cultural a diez años y la constitución de un Observatorio de
Cultura. La elaboración de un diagnóstico cultural del municipio se constituyó en
un primer paso hacia ambos propósitos, pues tal como se ha afirmado a nivel
nacional4, una de los mayores falencias del sector cultural, es que no ha sido lo
suficientemente medido e investigado, lo cual ha impedido conocer con certeza las
potenciales, la prioridades de inversión y de acción, el impacto de las políticas
culturales, el quehacer de los agentes culturales colombianos y el patrimonio
cultural sentido por las diversas comunidades.
2 Escobar, Arturo. La invención del Tercer Mundo. Construcción y deconstrucción
del desarrollo. Norma. Bogotá. 1998; Yúdice, George. El recurso de la cultura.
Usos de la cultura en la era global. Gedisa. Barcelona. 2002. 3 Documento CONPES 3162. Lineamientos para la sostenibilidad del Plan Nacional de Cultura 2001-2010. Hacia una ciudadanía democrática cultural. 4 Ibíd.
4
El diagnóstico pretende coadyuvar a la resolución de estos problemas y además
facilitar la formación y consolidación de redes culturales, la construcción de
ciudadanía –cultural y desde la cultura-, y el respeto y disfrute de los derechos
culturales de los habitantes de Medellín. Desde esta perspectiva, el conocimiento
del sector cultural es indispensable para la construcción participativa de políticas
culturales realmente adecuadas a las tendencias y necesidades de éste.
El proceso
La planeación integral del desarrollo incluye, como lo recomienda el Ministerio de
Cultura, la articulación de las políticas culturales con otras políticas sectoriales en
los diferentes municipios. La Alcaldía de Medellín ha asumido este reto y la
Secretaría de Cultura Ciudadana, siguiendo los lineamientos de este Ministerio,
consideró que la planificación cultural del municipio requería la elaboración previa
de un diagnóstico cultural, en el cual la sociedad se confrontara a sí misma y
analizara, valorara y enfrentara sus expectativas, necesidades, tendencias y
realidades culturales.
El diagnóstico cultural se pensaba entonces, como se mencionó en la
introducción, en el marco global a partir del cual se podrían diseñar con bases
empíricas, políticas públicas adecuadas a la realidad municipal.
Como un ejercicio de cultura ciudadana, en pro de construir una ciudad
gobernable y una sociedad participativa, el diagnóstico cultural de las diferentes
comunas se integró al proyecto de Presupuesto Participativo; de esta forma la
misma comunidad organizada sería la encargada de diagnosticarse. A este
proceso, que contó con la coordinación del Archivo Histórico de Medellín, se
5
integraron catorce corporaciones culturales y una persona natural5 que fueron
delegadas en cada una de sus comunas para realizar la investigación.
Medellín contaba con algunos diagnósticos precedentes, algunos muy recientes,
los cuales se constituían en antecedentes a tener en cuenta. Sin embargo, todos
éstos se habían realizado bajo diferentes directrices y habían recolectado
información muy diferente a través de metodologías disímiles. El primer reto que
debía asumir el diagnóstico actual era unificar unos criterios básicos para todas las
comunas, que con algunas modificaciones sigan siendo relevantes a través del
tiempo y que simultáneamente permitan la comparación con otras ciudades de
Colombia, Latinoamérica y del mundo.
Se partió entonces por diseñar un instrumento que estableciera criterios claros y
semejantes para todas las comunas, pero que diera cuenta de las diferencias
entre ellas, que aprovechara el material precedente, sobre todo el más reciente
que contaba con menos de un año, y que permitiera la comparación de Medellín
consigo mismo desde una perspectiva diacrónica y del municipio con otras
ciudades.
La primera decisión que se debió tomar, fue necesariamente qué se iba a
diagnosticar, más si se considera, tal como lo ha planteado Sergio de Zubiría6, que
5 Participaron La Corporación Núcleo de Vida Ciudadana La Salle –Villa de Guadalupe, Corporación Cultural Nuestra Gente, Corporación Proyección al Futuro, Corporación S.O.S. Por Colombia, Corporación Cristal, Corporación Eureka, Corporación Paz y Progreso La Libertad, Corporación Miraflores, Asencultura, Corporación Cultural Barra de Silencio, Corporación Santa Lucia Unida/Corporación Cultural Canchimalos (agrupadas en una unión temporal), Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, Caridad Ríos y Corporación Cultural Cuento y Co; de las comunas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 16, respectivamente. 6 “Límites y posibilidades de las políticas culturales en Bogotá”. En: Instituto Distrital de Cultura y Turismo (comp.). Formar para la democracia. Políticas culturales en el distrito capital y sus localidades. Alcaldía Mayor de Bogotá. Bogotá. 2003. Pp. 53-65.
6
no hay política cultural posible sin un concepto de cultura medianamente claro y
coherente.
Es comúnmente conocido que la noción de cultura gira en torno a la tensión entre
dos posiciones contradictorias, una que la vincula exclusivamente a las artes y
otra que la hace equivalente al comportamiento humano en su totalidad. La
primera posición ha sido de carácter frecuentemente elitista y excluyente, y
llevaría a dejar de lado toda una serie de manifestaciones y de prácticas que es
importante conocer y valorar. La segunda posición llevaba a un callejón sin salida,
pues es imposible registrar todo el comportamiento, además de que en términos
administrativos7 era inviable que la Secretaria de Cultura Ciudadana se ocupara
de manifestaciones culturales como el deporte y la educación, a pesar de estar tan
estrechamente vinculadas al ámbito cultural como se verá luego.
Con estos puntos en consideración se procedió a definir la cultura como un
sector/dimensión de la vida en sociedad. Como sector la cultura se relaciona con
aquellas organizaciones, agentes, eventos y equipamientos vinculados a las artes,
a la investigación cultural, y a la docencia y gestión en estos campos. Como
dimensión la cultura remite a aquellas prácticas, saberes y expresiones materiales
que permiten diferenciar a un grupo humano de otro8. (Foto)
7 Para una discusión sobre esta tensión ver: Abad Faciolince. Héctor. “Panfleto
contra el populismo cultural”. En: El Malpensante, # 41. Bogotá. 2002; Hannerz,
Ulf. Conexiones transnacionales. Cultura, gente, lugares. Cátedra. Madrid. 1998;
y Kuper, Adam. Cultura. La versión de los antropólogos. Paidós. Barcelona. 2001. 8 Ver: Sahlins, Marshall. “Dos o tres cosas que sé acerca del concepto de cultura”.
En: Revista Colombiana de Antropología, Vol. 37. Bogotá. 2001.
7
Bajo esta guía se diseñó entonces, el primer componente del diagnóstico cultural,
bajo la modalidad de un inventario que capturara información sobre las
organizaciones, agentes, eventos, equipamientos, patrimonios, referentes
territoriales y saberes y prácticas culturales cotidianas. Cada uno de estas
temáticas cuenta con cinco campos: identificación, ubicación, caracterización,
notas y fuente, que a su vez se pueden subdividir en varias categorías
dependiendo del campo.
Esta información se recolectaría en un instrumento diseñado para tal fin, en el
programa Excel. Este programa fue escogido por su sencillez, su disponibilidad en
la mayoría de corporaciones, la posibilidad de migrar la información registrada en
él a programas de base de datos y el precedente que el diagnóstico realizado por
la Biblioteca Pública Piloto había sentado al utilizarlo.
Como se mencionó, el componente del inventario intentó estandarizar la
información sin constreñir la diversidad de cada comuna, por esta razón se le dio
libertad a los investigadores, dentro de ciertos parámetros claros en el instructivo,
para incluir cierto tipo de información, que inicialmente no se asocia al sector
cultural, sino a los sectores educativos o cívicos, por ejemplo. Fue así como en las
comunas donde predominan los estratos socioeconómicos uno, dos y tres, se
registraron numerosas organizaciones, eventos y equipamientos adscritos a
instituciones educativas o juntas de acción comunal, excluir de antemano estas
situaciones sui generis, hubiera sido falsear la dinámica cultural de estas
comunas. No obstante, si se excluyeron otras posibilidades como la de registrar
las canchas de fútbol y las placas polideportivas como equipamientos culturales9.
9 Ver instructivo.
8
El segundo componente del diagnóstico era un informe presentado en un
procesador de texto, en el cual las corporaciones realizaran una evaluación
básicamente cualitativa, pero sin excluir lo cuantitativo, de la dinámica cultural de
cada una de sus comunas. Esta evaluación se realizó a través de la matriz DOFA
(Debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas) y el análisis del inventario
para identificar las tendencias y las necesidades presentes. Esta información fue
recogida principalmente a través de los eventos de socialización que ordenaban
los respectivos contratos, y que funcionaron simultáneamente como talleres.
Las dificultades
Como se mencionó anteriormente el diagnóstico cultural fue concebido como un
ejercicio pedagógico de cultura ciudadana ligado al proyecto de Presupuesto
Participativo, como todo nuevo proceso sufrió algunos inconvenientes, que se
concentraron en dos ejes: el atraso y las dificultades en la contratación, y la falta
de formación en investigación de la mayor parte de las organizaciones.
Con respecto al primer punto, debemos partir de que si bien, esta investigación da
cuenta de buena parte del municipio, dos comunas –Robledo y Guayabal- y cuatro
corregimientos –Santa Elena, Palmitas, San Cristóbal y San Antonio de Prado-, no
se diagnosticaron, lo cual le resta alcance. A esto se suma que las investigaciones
que se realizaron se desarrollaron en su mayoría, en dos meses a pesar de haber
sido diseñadas para durar tres meses, esto debido a la necesidad de ejecutar el
presupuesto municipal en el año fiscal vigente; el recorte de un mes redujo
considerablemente la profundidad del análisis del segundo componente del
diagnóstico, más si se considera que esta información se iba a recoger a través de
talleres y entrevistas a profundidad, las cuales se vieron limitadas pues buena
parte del sector cultural veía seriamente limitado el tiempo con que disponía, pues
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también se encontraban ejecutando proyectos con el presupuesto municipal del
2005.
Con relación al segundo punto, la elección de las corporaciones escogidas para
realizar esta investigación tuvo puntos a favor y en contra. Vale la pena destacar
que cada corporación era oriunda de la comuna que diagnostica, lo cual hacía que
ya tuviera un reconocimiento previo y una red de relaciones sumamente útil a la
hora de conseguir la información requerida; sin embargo, como el mismo
diagnóstico muestra, desafortunadamente la investigación cultural se ha
concentrado en las universidades y la mayoría de las organizaciones culturales se
dedican a otro tipo de actividades, lo cual hace que sus integrantes, aun quienes
tienen educación superior terminada, no sean investigadores en un sentido
estricto, a la par que la mayor parte de los auxiliares de investigación no contaban
con ésta.
Sin embargo, esta situación se solventó parcialmente con la asesoría del Archivo
Histórico de Medellín, y hace parte de un proceso en el cual las corporaciones van
a ir adquiriendo poco a poco competencia en campos que no han ejercido
tradicionalmente.
Síntesis parcial de los resultados10
− Referentes territoriales, patrimonio cultural, y saberes y prácticas culturales
cotidianas
10 A la semana de redacción de este informe no se habían entregado los informes finales de las comunas 3, 8, 10, 12 y del corregimiento de Altavista, por esta razón no se ha querido cuantificar el balance aquí presentado, aunque se espera que las tendencias generales no varíen excesivamente.
10
En las comunas de Medellín se identificaron cuatro tipos básicos de referentes
territoriales, en los cuales las comunidades desarrollan su sociabilidad y que a la
vez sirven de hitos que ordenan el espacio, éstos son: las iglesias católicas, cuyo
atrio conserva gran importancia en muchos barrios de la ciudad, las instituciones
educativas, en especial en las que confluyen gran cantidad de alumnos, la
infraestructura deportiva (canchas y placas polideportivas), sobre todo para la
población joven, y los parques, que a pesar de las reiteradas quejas que los
asocian al consumo de drogas y actividades delincuenciales, siguen siendo un
espacio público que convoca a la sociedad medellinense. En menor medida se
registran algunos lugares de esparcimiento como bares y tiendas, y las vías
principales de los barrios.
En cuanto al patrimonio cultural, se destaca el desconocimiento de las
comunidades sobre el patrimonio oficialmente reconocido por la Nación o el
Municipio como Bien de Interés Cultural. Vale la pena destacar que cierta
concepción monumentalista del patrimonio se ha expandido por los habitantes de
Medellín, que parece que lo asocian mayoritariamente a lo edilicio y a lo antiguo.
La falta de información, en especial el significado atribuido por la comunidad,
sobre la comuna de La Candelaria, en la cual se concentra la mayor parte de los
bienes de interés cultural, dificulta cualquier otra interpretación.
La información sobre saberes y prácticas culturales cotidianas se vio fuertemente
limitada por la reducción en el tiempo de la investigación, lo que impidió que se
profundizara sobre este ítem en los talleres que se realizaron. Es importante, sin
embargo, la presencia de prácticas y saberes artesanales y médicos en la comuna
de Belén y la importancia de las manifestaciones ligados a lo comunitario en la
comuna del Popular.
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− Organizaciones
La mayor parte de las organizaciones registradas se dedican a la creación artística
y a la gestión cultural; la investigación cultural es un tipo de actividad que parece
ser lejano al quehacer y a las expectativas de la mayoría de organizaciones.
Dentro de las áreas artísticas y culturales priman tres, las artes escénicas, la
danza y la música, las cuales se articula entre sí con cierta frecuencia en
manifestaciones como las comparsas o en festivales.
Es posible inferir también una diferencia en el carácter de las organizaciones de
acuerdo al estrato socioeconómico de los barrios a los cuales pertenezcan. En los
barrios de estratos uno, dos y tres, se encuentran un conjunto de entidades,
muchas legalmente constituidas, que incluyen corporaciones dedicadas
principalmente a la gestión cultural, instituciones educativas, iglesias cristianas –
incluyendo la católica- y juntas de acción comunal, que poseen en su interior
grupos de creación artística, principalmente de teatro, saltimbanquis, danza
folclórica y popular, y agrupaciones musicales.
Las organizaciones de los barrios de estratos cuatro, cinco y seis, cuentan con
instituciones más formales, con mayor antigüedad y reconocimiento, si las
comparamos con las de los otros estratos, lo cual hace que la importancia para el
sector cultural, de las instituciones educativas y las juntas de acción comunal
decrezca. En las instituciones de estos barrios aumenta la importancia de la
docencia sobre todo en las áreas de las artes plásticas, la música y la danza.
En todos los estratos es notoria la poca presencia de artes audiovisuales (cine y
video) y de la fotografía, mientras las artes manuales, la literatura y los medios
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alternativos de comunicación, éstos gracias a la reconversión de las antenas
parabólicas, tienen una presencia moderada.
− Agentes
Las diferencias entre estratos son todavía mayores en los agentes que en las
organizaciones. En los tres primeros estratos la cultura pareciera ser un asunto de
jóvenes o adultos mayores, principalmente mujeres en el último caso. Los agentes
culturales entre los 25 y los 55, en su mayoría se han logrado sostener en el
sector a través de la docencia, principalmente en las instituciones educativas, y
como parte de los equipos directivos de corporaciones legalmente constituidas. El
factor económico es denunciado como el preponderante para la emigración hacia
otros sectores laborales de buena parte de la población económicamente activa.
Este bache generacional sumado nuevamente a las dificultades económicas, hace
que estos agentes posean una formación artística formal relativamente escasa y
que se tengan que dedicar a otras actividades, principalmente al estudio en el
caso de los más jóvenes, al trabajo extra cultural en el caso de los adultos, y a
realizar actividades domésticas en el caso de las mujeres que pertenecen a los
ahora denominados clubes de vida y sus grupos de danza folclórica.
Los agentes culturales de los tres estratos superiores, suelen tener una formación
formal, tanto en el sector cultural como en otros sectores, mayor que la de los
otros agentes. Además, buena parte de ellos deriva su sustento de su actividad
cultural, la docencia juega un papel clave aquí, lo cual permite encontrar buena
cantidad de agentes entre los 20 y los 55 años. Vale la pena destacar una
presencia significativa de agentes ligados a las artes plásticas, los cuales
combinan generalmente la creación y la docencia.
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Al igual que en el caso de las organizaciones, es notoria la poca cantidad de
agentes concentrados en la fotografía y en las artes audiovisuales.
− Eventos y equipamientos
La mayor parte de los eventos que se realizan en los barrios de Medellín de
estrato socioeconómico más bajo, presentan una reducida cobertura –barrial o
comunal-. En estos lugares se desarrollan sobre todo fiestas o festivales que
combinan diversas áreas artísticas, en especial música y danza, y en menor
medida artes escénicas. Estas fiestas y festivales se asocian comúnmente a
celebraciones de carácter religioso, cívico (Independencia de Antioquia, por
ejemplo), aniversarios de instituciones educativas, de corporaciones o de la
conformación de los barrios, o a otro tipo de celebraciones como el día de los
niños o semanas culturales. Estas características hacen que en su gran mayoría
tengan entrada libre.
En los estratos socioeconómicos más altos, como se ha mostrado anteriormente,
la importancia de las juntas de acción comunal y de las instituciones educativas
decrece, lo cual hace que se encuentren sobre todo eventos impulsados por
corporaciones, con una cobertura más amplia y con un tipo de entrada que
involucra algún tipo de pago o la inscripción previa. Del mismo modo, buena parte
del equipamiento de estos barrios depende de estas organizaciones, mientras una
cantidad importante de los equipamientos ubicados en los estratos uno, dos y tres,
son administrados por organizaciones educativas, cívicas o religiosas, además de
algunas corporaciones. Para los habitantes de los barrios populares, el tipo de
equipamiento que perciben como más importante para el sector cultural es el
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deportivo, pues es allí donde se realizan los eventos de carácter masivo, como
conciertos, festivales y fiestas.
En la ciudad en su conjunto, el tipo de equipamiento más común son los salones
múltiples, incluyendo dentro de ellos los salones comunales, que además de ser
usados como espacio cívico son frecuentemente utilizados en las presentaciones
y en los ensayos de los grupos artísticos.
− Fortalezas
Se entienden por fortalezas, dentro de la matriz DOFA realizada por los
investigadores, las características internas al sector cultural de cada comuna que
se presentan en la actualidad y que se perciben como positivas. Se encontraron
dos grandes fortalezas comunes a todo el municipio, ellas fueron la diversidad de
manifestaciones artísticas y culturales y la gran cantidad de talento y de ganas de
realizar cosas presente en la ciudad. En menor medida se planteó que había un
interés creciente de algunas organizaciones por el ámbito de la cultura. En los
sectores socioeconómicos más bajos se destacó como una fortaleza la activa
participación de las instituciones educativas, las juntas de acción comunal y las
diferentes iglesias.
- Oportunidades
Los agentes culturales de Medellín son bastante parcos para identificar
oportunidades –externas y futuras- para su sector. En general se considera que la
continuidad del programa de Presupuesto Participativo puede representar una
inyección económica importante, en menor medida se espera la cooperación
económica internacional. Las oportunidades se concentran pues, en lograr una
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mayor financiación que sería complementada por una mejor divulgación de la
actividad cultural, el aumento de la formación artística y la creación de varias
redes culturales.
− Amenazas
Las principales amenazas (aquellos factores externos y futuros, aunque la mayoría
se presenten en la actualidad) detectados son los siguientes. En primer lugar, se
destaca la ausencia de financiación provocada por la indiferencia de la
cooperación internacional, pero sobre todo por lo que los agentes perciben como
el poco compromiso estatal con el sector cultural, a lo cual se suma la
tramitomanía que impide el acceso de muchas organizaciones y agentes a los
pocos recursos disponibles. El Estado es acusado además, de discriminar ciertas
manifestaciones artísticas como el hip hop y el rock, a las cuales no apoya,
acusación que se hace extensiva a la sociedad civil en general. También se
considera que el sector cultural es frágil ante las presiones ejercidas por el
conflicto armado y por el clientelismo político. La última gran amenaza identificada
es la competencia desleal y de baja calidad impulsada desde las industrias
culturales nacionales y transnacionales, las cuales le restan público a las
manifestaciones locales y, desde su perspectiva, crea serios problemas de
identidad cultural.
− Debilidades
Los agentes culturales de la ciudad se concentraron en las debilidades de su
sector, éstas se pueden sintetizar en seis puntos. En primer lugar, la falta de
proyectos para la población entre los 25 y los 55 años, tanto en el campo de la
creación como en el consumo cultural. En segundo lugar, la falta de información
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de los eventos y de las actividades realizadas por las organizaciones y los agentes
culturales, al parecer de los participantes en el sector cultural, ni ellos se conocen
entre sí, ni se logran proyectar adecuadamente a la sociedad. En tercer lugar, los
frecuentes conflictos internos debilitan el trabajo articulado y dificultan la creación
o la consolidación de redes culturales. En cuarto lugar, los agentes culturales
plantean una asimetría entre la oferta y la demanda cultural, la primera ha
aumentado ostensiblemente mientras la segunda no. En quinto lugar, escasez de
equipamientos y de dotación en éstos, lo que se combina con su subutilización
cuando existen.
En última instancia, y considerado por la mayoría de agentes como la
problemática más grave, se tiene la falta de profesionalización de los grupos y de
las personas naturales que hacen parte del sector cultural. Este problema tiene un
sinnúmero de expresiones como: la falta de continuidad de los agentes pues esto
se deben desvincular de la cultura para suplir sus necesidades básicas, lo cual
influye decisivamente en la poca permanencia de las organizaciones, la falta de
formalización legal de algunos grupos, hecho que les impide contratar con el
Estado y con instituciones privadas, carencia de sedes propias y de estabilidad
anual, pues algunas entidades trabajan para un evento y el resto del tiempo
desaparecen, y ausencia de planeación estratégica y de gestión eficiente de las
organizaciones, lo que impide la elaboración de planes de acción a mediano y
largo plazo, y el conocimiento real del público objetivo.
− Recomendaciones
Ante este panorama los agentes culturales de Medellín realizan las siguientes
recomendaciones:
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a) Mayor inversión estatal en el sector cultural y reducción de los tramites para
acceder a estos recursos.
b) Incremento del apoyo financiero proveniente de las entidades privadas.
c) Formación para los agentes y organizaciones culturales, tanto en el campo
de la creación como en la gestión y administración de empresas culturales.
d) Creación de casas de la cultura en las comunas donde no existen en la
actualidad.
e) Divulgación de los eventos, las organizaciones y los agentes culturales a
través de medios de comunicación masivos y alternativos.
f) Creación de una red de escuelas de artes plásticas, siguiendo el modelo de
la red de escuelas de música.
g) Fomento al trabajo en red de las organizaciones y optimización de recursos
y de esfuerzos a través de ésta.
h) Formación de públicos como medida necesaria para aumentar una
demanda cultural de calidad.
Tendencias y posibles líneas de acción
El trabajo realizado abre caminos importantes que deben ser ampliados y
continuados. En primera instancia se hace necesario la realización de los
diagnósticos culturales de las comunas de Robledo y Guayabal y de los
corregimientos de Santa Elena, San Sebastián de Palmitas, San Cristóbal y San
Antonio de Prado, para tener finalmente una mirada de conjunto sobre el municipio
de Medellín.
Como continuación del diagnóstico cultural, sería altamente recomendable que la
información capturada en los formatos de Excel, se transformaran bajo la dirección
de una persona capacitada en una verdadera base de datos que se subiera a la
internet, sobre todo la información sobre agentes y sobre organizaciones. En
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internet está información podría ser consultada por quien lo quisiera, además de
ser actualizada por las organizaciones y los agentes a través de una clave. Ello
evitaría la obsolescencia del diagnóstico o su continua actualización a través de
nuevas investigaciones. En el programa diseñado para colgar la información en
línea, se podría complementar los datos ya obtenidos con otros, como la
formación de los agentes, los premios que han ganado, los proyectos o
actividades en que ha participado, entre otros. Se sugiere revisar el modelo de la
red ScienTI implementado en Colombia por COLCIENCIAS, el cual posee un
formato de captura de información para los grupos de investigación y otro para los
investigadores individuales.
De esta forma los agentes tendrían otro medio más para darse a conocer a la
sociedad y para interactuar con sus pares, además la Secretaría de Cultura
Ciudadana podría aprovechar este medio para mandarle a todos los inscritos las
convocatorias que realiza y así solucionar, aunque sea parcialmente las
frecuentes acusaciones que se realizan sobre la falta de difusión y la ausencia de
apoyo estatal a la cultura.
Otra tarea a realizar es fomentar la investigación cultural desde las organizaciones
de este sector. Estas investigaciones podrían continuar el camino propuesto por el
Ministerio de Cultura que busca fomentar la realización de diagnósticos culturales,
que además de las variables aquí contempladas, tengan en cuenta las formas de
poblamiento de las sociedades locales, sus costumbres, imaginarios y hábitos.
Este tipo de investigaciones podrían articularse con la constante preocupación de
las comunidades por realizar historias de barrios. Sin embargo, y como se ha
planteado anteriormente, dada la poca experiencia de las organizaciones
comunitarias en la investigación cultural, se recomienda la presencia de un asesor
permanente que acompañe los procesos investigativos.
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Finalmente es imprescindible la realización de una investigación económica sobre
el sector cultural, en especial sobre las denominadas industrias culturales que no
fueron objeto de atención del presente diagnóstico. Este tipo de investigaciones
han sido centrales en numerosos países para mostrar la importancia del sector
cultural en la producción nacional y fomentar de este modo la inversión en él.
A largo plazo, la tarea principal sería la formación de públicos y, por ende, de un
mercado de consumidores que lograra que el sector cultural superara
parcialmente su dependencia de agentes externos y caminara en pos de su
autosostenibilidad.