divulgación • el nican mopohua - · pdf filemaría de los ángeles...

26
[email protected] Publicación del Centro de Estudios Guadalupanos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla | Número 1 | Noviembre 2011 • El Nican Mopohua • Respuesta al artículo «La Virgen de Guadalupe: Desmintiendo el origen divino» • Los enemigos de la historicidad de la aparición guadalupana • Breve historia del culto guadalupano Y tan pronto como cesó el canto, cuando todo quedó en calma, entonces oye que lo llaman de arriba del cerrito, le convocan: «Mi Juanito, mi Juan Dieguito». DIVULGACIÓN ACTUALIDAD INVESTIGACIÓN

Upload: phungngoc

Post on 03-Feb-2018

236 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Publicación del Centro de Estudios Guadalupanos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla | Número 1 | Noviembre 2011

• El Nican Mopohua

• Respuesta al artículo «La Virgen de Guadalupe: Desmintiendo el origen divino»

• Los enemigos de la historicidad de la aparición guadalupana

• Breve historia del culto guadalupano

Y tan pronto como cesó el canto,

cuando todo quedó en calma,

entonces oye que lo llaman

de arriba del cerrito, le convocan: «Mi Juanito,

mi Juan Dieguito».

DIVULGACIÓN

ACTUALIDAD

INVESTIGACIÓN

Page 2: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Centro de Estudios Guadalupanos UPAEPJosé Antonio Efraín Bravo Méndez | José Luis Campos Benítez | Giovanni De Simone Maimone | María de los Ángeles Gómez Gavito | Jorge Guzmán Ramos | José de Jesús Hernandez Roldán | Eduardo Merlo Juárez | Alejandro Pedroza Meléndez | José Antonio Quintana Fernández | Carlos Salinas Saucedo | Eugenio Urrutia Albisua | Gerardo Valle Floreswww.cegupaep.org

Directorio UPAEPDr. José Alfredo Miranda López, RectorMtro. Herberto Rodríguez Regordosa, Vicerrector de Posgrados e Investigación Mtro. Eugenio Urrutia Albisua, Director de Investigación

Colaboradores en este númeroPrimo Feliciano de Velázquez | Alfonso Junco | Jesús Hernández Roldán

Portada: Nuestra Señora de Guadalupe, fotografía de Manuel Buen Abad, 1887Diseño gráfico y editorial: Miguel Ángel Carretero Domínguez

Guadalupe Hoy es una publicación del Centro de Estudios Guadalupanos UPAEP cuyo objetivo es la divulgación, investigación y difusión del fenómeno guadalupano. Derechos Reservados © por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio. Se autorizan breves citas en artículos y comentarios bibliográficos, periodísticos, radiofónicos y televisivos, dando al autor y a la editorial los créditos correspondientes.

Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla21 Sur 1103, Barrio de Santiago, C.P. 72410, Puebla, Puebla. México www.upaep.mx

El Nican MopohuaAquí se cuenta, se ordena, cómo hace poco, en forma por demás maravillosa, el amor de la perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, nuestra venerable Señora y Reina, la hizo visible allá en el Tepeyac, que se conoce [ahora] como Guadalupe.

Breve historia del culto guadalupano La historia del culto de Nuestra Señora de Guadalupe en el santuario del Tepeyac, situado al norte de la ciudad de México, podríamos considerarla como un delicado drama de fe y de amor cuyos principales protagonistas son María, «la madre del verdadero Dios, por quien se vive», como Ella quiso presentarse así misma, y el pueblo de México, representado por un sencillo indio y más adelante por la población fiel de México, encabezada por sus Arzobispos hasta el día de hoy.

Los enemigos de la historicidad de la aparición guadalupanaDiscurso del Sr. D. Alfonso Junco, pronunciado en la Asamblea Solemne del Congreso Nacional Guadalupano el 8 de diciembre de 1931. Transcripción: Alejandro Villarreal de Biblia y Tradición, 2008.

Respuesta al artículo: «La Virgen de Guadalupe: Desmintiendo el origen divino» Buceando en Internet me encontré un par de artículos antiguadalupanos bastante incisivos, de un ateo que se hace llamar «Matius Lenin». Aquí contestaré al artículo que él publicó en su blog. —Jesús Hernández

3

11

14

20

CONTENIDO

DIVULGACIÓN

INVESTIGACIÓN

ACTUALIDAD

Page 3: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Divulgación3

Texto del Nican

Mopohua

Traducción al castellano de Primo Feliciano de Velázquez

Libro «Huei tlamahuiçoltica...», de Luis Laso de la Vega, 1649

En orden y concierto se refiere aquí de qué maravillosa manera apareció poco ha la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, Nuestra Reina, en el Tepeyac, que se nombra Guadalupe.

PRIMERO SE DEJO VER DE UN POBRE INDIO llamado Juan Diego; y después se apareció su preciosa imagen delante del nuevo obispo don fray Juan de Zumárraga. También (se cuentan) todos los milagros que ha hecho.

Primera aparición1. Diez años después de tomada la ciudad de México se suspendió la guerra y hubo paz entre los pueblos 2. así como empezó a brotar la fe, el conocimiento del verdadero Dios, por quien se vive.

3. A la sazón, en el año de mil quinientos treinta y uno, a pocos días del mes de diciembre, sucedió que había un pobre indio, 4. de nombre Juan Diego según se dice, natural de Cuautitlán.

5. Tocante a las cosas espirituales aún todo pertenecía a Tlatilolco. 6. Era sábado, muy de madrugada, y venía en pos del culto divino y de sus mandados.

7. Al llegar junto al cerrillo llamado Tepeyácac amanecía 8. y oyó cantar arriba del cerrillo: semejaba canto de varios pájaros preciosos; callaban a ratos las voces de los cantores; y parecía que el monte les respondía. Su canto, muy suave y deleitoso, sobrepujaba al del COYOLTOTOTL y del TZINIZCAN y de otros pájaros lindos que cantan.

9. Se paró Juan Diego a ver y dijo para sí: «¿Por ventura soy digno de lo que oigo? ¿quizás sueño? ¿me levanto de dormir? 10. ¿dónde estoy? ¿acaso en el paraíso terrenal, que dejaron dicho los viejos, nuestros mayores? ¿acaso ya en el cielo?».

11. Estaba viendo hacia el oriente, arriba del cerrillo de donde procedía el precioso canto celestial 12. y así que cesó repentinamente y se hizo el silencio, oyó que le llamaban de arriba del cerrillo y le decían: «Juanito, Juan Dieguito».

Magistral interpretación de La Virgen de Guadalupe del maestro Jesús Helguera. Óleo sobre tela.

Page 4: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Divulgación4

13. Luego se atrevió a ir adonde le llamaban; no se sobresaltó un punto; al contrario, muy contento, fue subiendo al cerrillo, a ver de dónde te llamaban. 14. Cuando llegó a la cumbre, vio a una señora, que estaba allí de pie 15. y que le dijo que se acercara.

16. Llegado a su presencia, se maravilló mucho de su sobrehumana grandeza: 17. su vestidura era radiante

como el sol; 18. el risco en que se posaba su planta flechado por los resplandores, 19. semejaba una ajorca piedras preciosas, 20. y relumbraba la tierra como el arco iris.

21. Los mezquites, nopales y otras diferentes hierbecillas que allí se suelen dar, parecían de esmeralda; su follaje, finas turquesas; y sus ramas y espinas brillaban como el oro.

22. Se inclinó delante de ella y se oyó su palabra muy blanda y cortés, cual de quien atrae y estima mucho. 23. Ella le dijo «Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde vas?»

24.El respondió: «Señora y Niña mía, tengo que llegar a tu casa de México Tlatilolco, a seguir las cosas divinas, que nos dan Si enseñan nuestros sacerdotes, delegados de nuestro Señor».

25. Ella luego le habló y le descubrió su santa voluntad, 26. le dijo: «Sabe y ten entedido, tú el más pequeño de mis hijos, que yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive; del Creador cabe quien está todo; Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo 27. para en él mostrar y dar 28. todo mi amor, compasión, auxilio defensa, 29. pues yo soy vuestra piadosa madre; 30. a ti, a todos vosotros juntos los moradores de esta tierra 31. y a los demás amadores míos que me invoquen y en mí confíen; 32. oír allí sus lamentos, y remediar todas sus miserias, penas y dolores.

33. Y para realizar lo que mi clemencia pretende, ve al palacio del obispo de México y le dirás cómo yo te

envío a manifestarle lo que mucho deseo, que aquí en el llano me edifique un templo: le contarás puntualmente cuanto has visto y admirado y lo que has oído.

34. Ten por seguro que lo agradeceré bien y lo pagaré, 35. porque te haré feliz 36. y merecerás mucho que yo recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo.

37. Mira que ya has oído mi mandato, hijo mío el más pequeño; anda y pon todo tu esfuerzo».

38. Al punto se inclinó delante de ella y le dijo: «Señora mía, ya va cumplir tu mandado; por ahora me despido de ti, yo tu humilde siervo».

39. Luego bajó, para ir a hacer su mandado; y salió a la calzada que viene en línea recta a México.

40. Habiendo entrado en la ciudad, sin dilación se fue en derecho al palacio del obispo, que era el prelado que muy poco antes había venido y se llamaba don fray Juan de Zumárraga, religioso de San Francisco.

41. Apenas llegó, trató de verle; rogó a sus criados que fueran a anunciarle 42. y pasado un buen rato vinieron a llamarle, que había mandado el señor obispo que entrara.

43. Luego que entró, se inclinó y arrodilló delante de él; en seguida le dio el recado de la Señora del Cielo; y también le dijo cuanto admiró, vio y oyó.

44. Después de oír toda su plática y su recado, pareció no darle crédito;

Pintura anónima del casamiento de Juan Diego y Lucía que se necuentra en una capilla en Cuautitlán,

junto a la que fue la casa del ahora beato.

Page 5: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Divulgación5

45. y le respondió: «Otra vez vendrás, hijo mío y te Oiré más despacio, lo veré muy desde el principio y pensaré en la voluntad y deseo con que has venido».

46. El salió y se vino triste; porque de ninguna manera se realizó su mensaje.

Segunda aparición47. En el mismo día se volvió; se vino derecho a la cumbre del cerrillo 48. y acertó con la Señora del Cielo, que le estaba aguardando, allí mismo donde la vio la vez primera.

49. Al verla se postró delante de ella y le dijo

50. «Señora, la más pequeña de mis hijas. Niña mía, fui a donde me enviaste a cumplir tu mandado; aunque con dificultad entré a donde es el asiento del prelado; le vi y expuse tu mensaje, así como me advertiste; 51. me recibió benignamente y me oyó con atención; pero en cuanto me respondió, pareció que no la tuvo por cierto, 52. me dijo: ¿»Otra vez vendrás; te oiré más despacio: veré muy desde el principio el deseo y voluntad con que has venido.»

53. Comprendí perfectamente en la manera como me respondió, que piensa que es quizás invención mía que Tú quieres que aquí te hagan un templo y que acaso no es de orden tuya; 54. por lo cual, te ruego encarecidamente, Señora y Niña mía, que a alguno de los principales, conocido, respetado y estimado le encargues que lleve tu mensaje para que le crean 55. porque yo soy un hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda, y Tú, Niña mía, la más pequeña de mis hijas,

Señora, me envías a un lugar por donde no ando y donde no paro.

56. Perdóname que te cause gran pesadumbre y caiga en tu enojo., Señora y Dueña mía».

57. Le respondió la Santísima Virgen:

58. «Oye, hijo mío el más pequeño, ten entendido que son muchos mi servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad; 59. pero es de todo punto preciso que tú mismo solicites y ayudes y que con tu mediación se cumpla mi voluntad.

60. Mucho te ruego, hijo mío el más pequeño, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al obispo.

61. Dale parte en mi nombre y hazle saber por entero mi voluntad, que tiene que poner por obra el templo que le pido.

62. Y otra vez dile que yo en persona, la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, te envía».

63. Respondió Juan Diego: «Señora y Niña mía, no te cause yo aflicción; de muy buena gana iré a cumplir tu

Mapa geográfico de América Septentrional. Josef Antonio Alzate y Ramírez, 1768. Colección particular.

Page 6: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Divulgación6

mandado; de ninguna manera dejaré de hacerlo ni tengo por penoso el camino.

64. Iré a hacer tu voluntad; pero acaso no seré oído con agrado; o si fuere oído, quizás no se me creerá.

65. Mañana en la tarde, cuando se ponga el sol, vendré a dar razón de tu mensaje con lo que responda el prelado.

66. Ya de ti me despido, Hija mía la más pequeña, mi Niña y Señora. Descansa entre tanto».

67. Luego se fue él a descansar a su casa.

68. Al día siguiente, domingo muy de madrugada, salió de su casa y se vino derecho a Tlatilolco, a instruirse de las cosas divinas y estar presente en la cuenta para ver enseguida al prelado.

69. Casi a las diez, se presentó después de que oyó misa y se hizo la cuenta y se dispersó el gentío.

70. Al punto se fue Juan Diego al palacio del señor obispo.

71. Apenas llegó, hizo todo empeño por verlo, otra vez con mucha dificultad le vio: 72. se arrodilló a sus pies; Se entristeció y lloró al exponerle el mandato de la Señora del Cielo; 73. que ojalá que creyera su mensaje, y la voluntad de la Inmaculada, de erigirle su templo donde manifestó que lo quería.

74. El señor obispo, para cerciorarse, le preguntó muchas cosas, dónde la vio y cómo era; y él refirió todo perfectamente al señor obispo.

75. Mas aunque explicó con precisión la figura de ella y cuanto había visto y admirado, que en todo se descubra ser ella la siempre Virgen Santísima Madre del Salvador Nuestro Señor Jesucristo; 76. sin embargo, no le dio crédito 77. y dijo que no solamente por su plática y solicitud se habla de hacer lo que pedía; 78. que, además, era muy necesaria alguna señal; para que se le pudiera creer que le enviaba la misma Señora del Cielo.

79. Así que lo oyó, dijo Juan Diego al obispo:

80. «Señor, mira cual a de ser la señal que pides; que luego iré a pedírsela a la Señora de lo que me envía acá».

81. Viendo el obispo que ratificaba todo, sin dudar, ni retractar le despidió.

82. Mandó inmediatamente a unas gentes de su casa en quienes podía confiar, que le vinieran siguiendo y vigilando mucho a donde iba y a quién veía y hablaba.

83. Así se hizo. Juan Diego se vino derecho y caminó por la calzada; 84. los que venían tras él, donde pasa la barranca, cerca del puente Tepeyác perdieron; y aunque más buscaron por todas partes, en ninguna le vieron.

85. Así es que regresaron, no solamente porque se fastidiaron también porque les estorbó su intento y les dio enojo.

86. Eso fue informar al señor obispo, inclinándole a que no le creyera, le dijeron que no más le engañaba; que no más forjaba lo que venía a decir, que únicamente soñaba lo que decía y pedía; 87. y en suma discurrieron que si otra vez volvía, le habían de coger y castigar con dureza que nunca más mintiera y engañara.

Tercera aparición88. Entre tanto, Juan Diego estaba con la Santísima Virgen, diciéndole la respuesta que traía del señor obispo; 89. la que oída por la Señora, le dijo:

Verdadero retrato del siervo de Dios, Juan Diego. Pintura anónima del siglo XVIII. Museo de la Basílica de Guadalupe.

Page 7: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Divulgación7

90. «Bien está, hijo mío, volverás aquí mañana para que lleves al obispo la señal que te ha pedido; 91. con eso te creerá y acerca de esto ya no dudará ni de ti sospechará 92. y sábete, hijito mío que yo te pagaré tu cuidado y el trabajo y cansancio que por mí has emprendido; 93. ea, vete ahora; que mañana aquí aguardo».

94. Al día siguiente, lunes, cuando tenia que llevar Juan Diego alguna señal para ser creído, ya no volvió.

95. Porque cuando llegó a su casa un tío que tenía, llamado Juan Bernardino, le había dado la enfermedad, y estaba muy grave.

96. Primero fue a llamar a un médico y le auxilió; pero ya no era tiempo, ya estaba muy grave.

97. Por la noche le rogó su tío que de madrugada saliera, y viniera a Tlatilolco a llamar un sacerdote, que fuera a confesarle y disponerle, 98. porque esta cierto de que era tiempo de morir y que ya no se levantaría ni sanaría.

99. El martes, muy de madrugada, se vino Juan Diego de su casa a Tlatilolco a llamar al sacerdote; 100. y cuando venia llegando al camino que sale junto a la ladera del cerrillo del Tepeyácac, hacia el poniente, por donde tenía costumbre de pasar, dijo:

101. «Si me voy derecho, no sea que me vaya a ver la Señora, y en todo caso me detenga, para que lleve la señal al prelado, según me previno: 102. que primero nuestra aflicción nos deje y primero llame yo de prisa al sacerdote; el pobre de mi tío lo está ciertamente aguardando».

103. Luego, dio vuelta al cerro, subió por entre él y pasó al otro lado, hacia el oriente, para llegar pronto a México y que no le detuviera la Señora del Cielo.

Cuarta aparición104. Pensó que por donde dio vuelta, no podía verle la que está mirando bien a todas partes.

105. La vio bajar de la cumbre del cerrillo y que estuvo mirando hacia donde antes él la veía.

106. Salió a su encuentro a un lado del cerro y le dijo:

107. «¿Qué hay, hijo mío el más pequeño? ¿a dónde vas?.»

108. ¿Se apenó él un poco o tuvo vergüenza, o se asustó?.

109. Juan Diego se inclinó delante de ella; y le saludó, diciendo:

110. «Niña mía, la más pequeña de mis hijas. Señora, ojalá estés contenta. ¿Cómo has amanecido? ¿estás bien de salud, Señora y Niña mía?.

111. Voy a causarte aflicción: sabe, Niña mía, que está muy malo un pobre siervo tuyo, mi tío; 112. le ha dado la peste, y está para morir.

113. Ahora voy presuroso a tu casa de México a llamar uno de los sacerdotes amados de Nuestro Señor, que vaya a confesarle y disponerle; 114. porque desde que nacimos, venimos a aguardar el trabajo de nuestra muerte.

115. Pero si voy a hacerlo, volveré luego otra vez aquí, para ir a llevar tu mensaje. Señora y Niña mía, 116. perdóname; ténme por ahora paciencia; no te engaño, Hija mía la más pequeña; mañana vendré a toda prisa».

117. Después de oír la plática de Juan Diego, respondió la piadosísima Virgen:

Verdadero retrato de Santa María Virgen de Guadalupe, patrona principal de Nueva España en México. Josef de Ribera, 1737.

Page 8: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Divulgación8

118. «Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia.

119. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester?

120. No te apene ni te Inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro de que ya sanó».

121. (Y entonces sanó su tío según después se supo).

122. Cuando Juan Diego oyó estas palabras de la Señora del Cielo, se consoló mucho; quedó contento.

123. Le rogó que cuanto antes le despachara a ver al señor obispo, a llevarle alguna señal y prueba; a fin de que le creyera.

124. La Señora del Cielo le ordenó luego que subiera a la cumbre del cerrillo, donde antes la veía

125. Le dijo: «Sube hijo mío el más pequeño, a la cumbre del cerrillo, allí donde me viste y te di órdenes, 126. hallarás que hay diferentes flores; córtalas, júntalas, recógelas; en seguida baja y tráelas a mi presencia».

127. Al punto subió Juan Diego al cerrillo 128. y cuando llegó a la cumbre se asornbró mucho de que hubieran brotado tantas variadas, exquisitas rosas de Castilla, antes del tiempo en que se dan, 129. porque a la sazón se encrudecía el hielo; 130. estaban muy

fragantes y llenas de rocío, de la noche, que semejaba perlas preciosas.

131. Luego empezó a cortarlas; las juntó y las echó en su regazo.

132. La cumbre del cerrillo no era lugar en que se dieran ningunas flores, porque tenía muchos riscos, abrojos, espinas, nopales y mezquites; 133. y si se solían dar hierbecillas, entonces era el mes de diciembre, en que todo lo come y echa a perder el hielo

134. Bajó inmediatamente y trajo a la Señora del Cielo las diferentes rosas que fue a cortar; 135. la que, así como las vio, las cogió con su mano 136. y otra vez se las echó en el regazo, diciéndole:

137. «Hijo mío el más pequeño, esta diversidad de rosas es la prueba y señal que llevarás al obispo.

138. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla:

139. Tú eres mi embajador, muy digno de confianza.

140. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del obispo despliegues tu manta y descubras lo que llevas.

141. Contarás bien todo; dirás que te mandé subir a la cumbre del cerrillo que fueras a cortar flores; y todo lo que viste y admiraste; 142. para que puedas inducir al prelado a que dé su ayuda, con objeto de que se haga y erija el templo que he pedido».

143. Después que la Señora del Cielo le dio su consejo, se puso en camino por la calzada que viene derecho a

México: ya contento 144. y seguro de salir bien, 145. trayendo con mucho cuidado lo que portaba en su regazo, no fuera que algo se le soltara de las manos, 146. y gozándose en la, fragancia dé las variadas hermosas flores.

147. Al llegar al palacio del obispo, salieron a su encuentro el mayordomo y otros criados del prelado.

148. Les rogó le dijeran que deseaba verle, pero ninguno de ellos quiso, haciendo como que no le oian, sea porque era muy temprano, 149. sea porque ya le conocían, que sólo los molestaba, porque les era importuno; 150. y además, ya les habían informado sus compañeros, que le perdieron de vista, cuando habían ido en su seguimiento.

151. Largo rato estuvo esperando.

152. Ya que vieron que hacia mucho que estaba allí de pie, cabizbajo, sin hacer nada, por si acaso era llamádo, y que al parecer traia algo que portaba en su regazo, se acercaron a él para ver lo que traia y satisfacerse.

153. Viendo Juan Diego que no les podía ocultar lo que traía y que por eso le habían de molestar, empujar o aporrear, descubrió un poco que eran flores, 154. y al ver que todas eran diferentes rosas de Castilla, y que no era entonces el tiempo en que se daban, se asombraron muchisimo de ello, lo mismo de que estuvieran muy frescas, tan abiertas, tan fragantes y tan preciosas.

155. Quisieron coger y sacarle algunas; 156. pero no tuvieron suerte las tres veces que se atrevieron a tomarlas; no tuvieron suerte, 157. porque cuando iban

Page 9: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Divulgación9

a cogerlas, ya no veían verdaderas flores, sino que les parecían pintadas o labradas o cosidas en la manta.

158. Fueron luego a decir al obispo lo que habian visto 159. y que pretendia verle el indito que tantas veces habia venido; el cual hacía mucho que por eso aguardaba, queriendo verle.

160. Cayó, al oirlo el señor obispo, en la cuenta de que aquello era la prueba, para que se certificara y cumpliera lo que solicitaba el indito.

161. En seguida mandó que entrara a verle.

162. Luego que entró, se humilló delante de él, así como antes lo hiciera, 163. y contó de nuevo todo lo que habia vista y admirado, y también su mensaje.

164. Dijo: «Señor, hice lo que me ordenaste, 165. que fuera a decir a mi Ama, la Señora del Cielo, Santa María, preciosa Madre de Dios, que pedías una señal para poder creerme que le has de hacer el templo donde ella, te pide que lo erijas; 166. y además le dije que yo te, había dado mi palabra de traerte alguna señal y prueba, que me encargaste, de su voluntad.

167. Condescendió a tu recado y acogíó benignamente lo que pides, alguna señal y prueba para que se cumpla su voluntad.

168. Hoy muy temprano me mandó que otra vez viniera a verte; 169. le pedí la señal para que me creyeras, según me habia dicho que me la daría; y al punto lo cumplió: 170. me despachó a la cumbre del cerrillo, donde antes yo la viera, a que fuese a cortar varias rosas de Castilla.

171. Después me fui a cortarlas» las traje abajo, 172. las cogió con su mano 173. y de nuevo las echó en mi regazo, 174. para que te las trajera y a ti en persona te las diera.

175. Aunque yo sabía bien que la cumbre del cerrillo no es lugar en que se den flores, porque sólo hay muchos riscos, abrojos, espinas, nopales y mezquites, no por eso dudé; 176. cuando fui llegando a la cumbre del cerrillo miré que estaba en el paraíso, 177. allí estaban ya perfectas todas las diversas flores preciosas, de lo más fino que hay,llenas de rocío, esplendorosas, de modo que las fui a cortar.

178. Ella me dijo por qué te las había de entregar; y así lo hago, para que en ellas veas la señal que pides y cumplas su voluntad 179. y también para que aparezca la verdad de mi palabra y de mi mensaje.

180. Hélas aquí: recíbelas».

181. Desenvolvió luego su blanca manta, pues tenía en su regazo las flores; 182. y así que se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla,

183. se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, de la manera que está 184. y se guarda hoy en su templo del Tepeyácac, que se nombra Guadalupe.

Primer milagro de la Virgen de Guadalupe, Juan Diego aparece al lado derecho del altar. Anónima, siglo XVII. Museo de la Basílica de Guadalupe.

Page 10: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

Divulgación10

185. Luego que la vio el señor obispo, él y todos los que allí estaban se arrodillaron; mucho la admiraron; 186. se levantaron a verla; se entristecieron y acongojaron, mostrando que la contemplaron con el corazón y el pensamiento.

187. El señor obispo, con lágrimas de tristeza oró y pidió perdón de no haber puesto en obra su voluntad y su mandato.

188. Cuando se puso en pie, desató del cuello de Juan Diego, del que estaba atada, la manta

189. en que se dibujó y apareció la Señora del Cielo.

190. Luego la llevó y fue a ponerla en su oratorio.

191. Un día más permaneció Juan Diego en la casa del obispo que aún le detuvo.

192. Al día siguiente, le dijo: «Ea, a mostrar dónde es voluntad de la Señora del Cielo que le erija su templo».

193. Inmediatemante se convidó a todos para hacerlo.

194. No bien Juan Diego señaló dónde había mandado la Señora del Cielo que se levantara su templo, pidió licencia de irse.

195. Quería ahora ir a su casa a ver a su tío Juan Bernardino, el cual estaba muy grave, cuando le dejo y vino a Taltilolco a llamar un sacerdote, que fuera a confesarle y disponerle, y le dijo la Señora del Cielo que ya había sanado.

196. Pero no le dejaron ir solo, sino que le acompañaran a su casa.

197. Al llegar, vieron a su tío que estaba muy contento y que nada le dolía.

198. Se asombró mucho de que llegara acompañado y muy honrado su sobrino, 199. a quien preguntó la causa de que así lo hicieran, y que le honraran mucho.

200. Le respondió su sobrino que, cuando partió a llamar al sacerdote que le confesara y dispusiera, se le apareció en el Tepeyácac la Señora del Cielo; 201-202. la que, diciéndole que no se afligiera, que ya su tío estaba bueno, con que mucho se consoló, le depachó a México, a ver al señor obispo para que le edificara una casa en el Tepeyácac.

203. Manifestó su tío ser cierto que entonces le sanó 204. y que la vio del mismo modo en que se aparecía a su sobrino; 205. sabiendo por ella que le había enviado a México a ver al obispo.

206. También entonces le dijo la Señora que, cuando él fuera a ver al obispo, le revelara lo que vio 207. y de qué manera milagrosa le había sanado; 208. y que bien la nombraría, así como bien había de nombrarse su bendita imagen, la siempre Virgen Santa María de Guadalupe.

209. Trajeron luego a Juan Bernardino a presencia del señor obispo; a que viniera a informarle y atestiguara delante de él.

210. A entrambos, a él y a su sobrino, los hospedó el obispo en su casa algunos días, 211. hasta que se erigió

el templo de la Reina del Tepeyácac, donde la vio Juan Diego.

212. El señor obispo trasladó a la lglesia Mayor la santa imagen de la amada Señora del Cielo; 213. la sacó del oratorio de su palacio, donde estaba, para que toda la gente viera y admirara su bendita imagen.

214-215. La ciudad entera se conmovió: venía a ver y admirar su devota imagen, 216. y a hacerle oración.

217. Mucho le maravillaba que se hubiese aparecido por milagro divino; 218. porque ninguna persona de este mundo pintó su preciosa imagen.

ComentarioEsta es la versión castellana realizada por Primo Feliciano de Velázquez al Nican Mopohua de Luis Lasso de la Vega (1649). Sin duda se trata de la traducción más difundida. El lenguaje en que se reproducen las palabras nahuas es piadoso y de índole popular, lo que sin duda contribuyó a su notable reconocimiento.

La presente traducción se publicó por primera vez en en 1926 y ha sido parte esencial de infinidad de folletos devocionales impresos a lo largo del siglo XX.

Gh

Page 11: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

11 Investigación

Breve historia del culto

guadalupano

Jesús Hernández Roldán Centro de Estudios Guadalupanos UPAEP

La historia del culto de Nuestra Señora de Guadalupe en el santuario del Tepeyac, situado al norte de la ciudad de México, podríamos considerarla como un delicado drama de fe y de amor cuyos principales protagonistas son María, «la madre del verdadero Dios, por quien se vive», como Ella quiso presentarse así misma, y el pueblo de México, representado por un sencillo indio y más adelante por la población fiel de México, encabezada por sus Arzobispos hasta el día de hoy.

El culto guadalupano en el siglo XVICorría el año de 1531, la paz política comenzaba a florecer en la ciudad de México y sus alrededores. Los misioneros franciscanos y dominicos trabajaban intensamente evangelizando las innúmeras poblaciones de naturales.

Por ese mismo año, un buen hombre de clase «macehual» o baja, iba de camino, atravesando el cerro del Tepeyac, hacia la parroquia de Santiago Tlatelolco, en donde los franciscanos se encargaban diariamente de atender a los naturales. Juan Diego, que tal era el nombre del macehual, era originario, según se dice, de Cuauhtitlan, pero tenía entonces su domicilio en Tulpetlac.

La Historia de la Virgen de Guadalupe está íntimamente ligada a la Historia de México. Sus fastos se mezclan y no hay acontecimiento patrio del que la Guadalupana esté ausente. En sus grandes tragedias y en sus grandes triunfos Ella ha estado presente. El año de las apariciones y el inicio de su culto es, en el tiempo histórico, el del surgimiento de México como nación. La devoción a la Virgen y el desarrollo de su culto

corren parejos con la creación de la sociedad mexicana y la formación de su conciencia nacional.

Su culto, localizado en un principio en el valle de México, más tarde se extendió por todo el vasto territorio de la Nueva España y aún más allá, y por todas partes dejó muy vivas manifestaciones de su presencia. De una devoción circunscrita, en sus inicios, a los naturales, pasó a ser la de los mestizos y los criollos, y pronto se universalizó. Todo ello testimoniado por las muchas reproducciones de su imagen, por los templos y altares que se le levantaron,

Lorenzo Boturini (1702-1755) historiador interesado en documentar el fenómeno guadalupano.

Page 12: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

12 Investigación

por las obras devotas, teológicas, históricas y literarias que a Ella se dedicaron. Muy abundantes son, pues, los datos que en torno a nuestra Virgen existen.

Lorenzo Boturini y la Virgen de GuadalupeEn los siglos posteriores a la Aparición Guadalupana, han surgido diversos hombres interesados en documentar históricamente aquel suceso, y para ello se ha recurrido tanto al testimonio obtenido por tradición oral, como a los documentos que ya existan, pero que no hayan sido dados a conocer. Entre esos historiadores destacan Luis Becerra Tanco, Carlos de Sigüenza y Góngora, y en especial lugar, Lorenzo Boturini, de quien vamos a hablar.

Lorenzo Boturini Benaducci fue un historiador y cronista nacido en 1702 en Sondrio, Italia. Educado bajo la influencia del filósofo Juan Bautista Vico, desarrolló un gran interés por la investigación histórica y documental. En 1735 fue a España y luego a México, en donde se dedicó a buscar, analizar y coleccionar valiosos documentos, códices, manuscritos, libros y pinturas indígenas, con la intención de elaborar un acervo histórico sobre el México Prehispánico.

En el año de 1737 estalló una epidemia de peste en el Virreinato, y Boturini fue testigo del fervor con el que la Nueva España se dirigió a la Virgen de Guadalupe, implorando su intercesión ante Dios para que cesara la peste. Esto, y el posterior juramento que la Ciudad de México hizo nombrando su patrona a la Virgen de

Guadalupe, lo hicieron interesarse vivamente en la historia y documentos guadalupanos.

Recorriendo el territorio mexicano, Boturini enriqueció su colección con documentos guadalupanos muy importantes, y en 1738, hizo gestiones solicitando al

Plano del Arzobispado de México. Anónimo, siglo XVIII, óleo sobre tela. Colección del Museo Nacional del Virreinato, INAH.

Page 13: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

13 Investigación

Venerable Cabildo Vaticano la coronación solemne de la Virgen de Guadalupe, como milagrosa.

Gracias a la insistencia de Boturini, el cabildo pasó por alto algunos trámites y otorgó permiso para dicha coronación el 11 de junio de 1740.

Lamentablemente, el tiempo le traería desgracias a Boturini. En 1742 el virrey don Pedro Cebrián y Agustín inició una investigación sobre la persona de Boturini y sus actividades en la Nueva España.

Arrestado por las autoridades virreinales, Boturini fue acusado de estar en México sin la documentación necesaria, de hacer gestiones para las que no tenía autorización y de colectar donativos sin permiso.

Boturini fue encarcelado y se le confiscó su valiosa colección.

En España es absuelto de esos cargos y se le nombra cronista de Indias. Conoció a Mariano Fernández de Echeverría y Veytia, otro historiador guadalupano, quien completaría la obra Historia de México Antiguo iniciada por Boturini.

Entre 1744 y 1746, Boturini redactó su obra más conocida, Idea de una nueva historia general de la América Septentrional, y también un valioso inventario, redactado de memoria, de su colección de documentos confiscada; ese inventario se llamó Catálogo del Museo Histórico Indiano.

La pérdida de sus documentos ha sido lamentada por posteriores historiadores guadalupanos, ya que de existir su colección, podríamos llenar hoy algunos

huecos en la Historia de las Apariciones y del culto a la Guadalupana.

La colección de Boturini se ha perdido, pues las piezas que la formaban fueron esparcidas por distintos lugares, pero gracias al inventario realizado por él, tenemos noticia de algunos de los documentos que tuvo en su colección. Algunos de ellos son:

• La Historia de la Aparición Guadalupana, redactada por autores como Miguel Sánchez, Luis Lasso de la Vega, Luis Becerra Tanco y Francisco de Florencia.

• Una historia guadalupana escrita en italiano por Anastasio Nicoselli.

• Varios poemas guadalupanos.• Manuscritos originales en náhuatl que relatan la

Aparición dentro de una cronología de sucesos históricos.

• Tuvo una copia del testimonio de Carlos de Sigüenza y Góngora en el que asegura que la Historia de las Apariciones en lengua náhuatl fue obra del indígena Antonio Valeriano.

• Encontró testimonios de que existió una Historia guadalupana escrita en español por Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, historiador mestizo.

• Testamentos de indios y españoles, mencionando a la Virgen de Guadalupe.

• Tuvo el testamento original de una parienta de Juan Diego, en el que se menciona la Aparición Guadalupana y se menciona también a María Lucía, la esposa de Juan Diego.

• Tuvo, en lienzo, un retrato de Juan Diego.• Un mapa o códice indígena, con pinturas en las que

los indios ilustraron la Aparición.

Boturini murió en Madrid hacia 1755, pasando a la Historia como uno de los más importantes historiadores del México antiguo y de la Virgen de Guadalupe.

Actualmente, el Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe tiene en custodia algunos documentos relativos a Boturini, como algunos de sus apuntes, y el decreto del Cabildo de la Basílica de San Pedro que contiene la autorización para coronar a la Virgen, en respuesta a la petición de Boturini. Asimismo, la Biblioteca de la Basílica de Guadalupe, en la ciudad de México, lleva el nombre del ilustre italiano.

Gh

Alegoría de la epidemia de 1736-1737, José de Ibarra y Balthasar Troncoso, grabado, 1743.

Page 14: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

14 Investigación

Los enemigos de la

Historicidad de la Aparición

Guadalupana

Alfonso Junco

Discurso del Sr. D. Alfonso Junco, pronunciado en la Asamblea Solemne del Congreso Nacional Guadalupano el 8 de diciembre de 1931. Transcripción: Alejandro Villarreal de Biblia y Tradición, 2008

Dice Gracián que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Yo me conformó con que éste rápido estudio sea siquiera una vez bueno: bueno por la brevedad. Y así, la vastísima materia de que hablan los títulos del programa, aparecerá apenas insinuada en esta plática somera.

¿Quiénes son los adversarios de la historicidad de las apariciones guadalupanas, que merezcan mención? El español don Juan Bautista Muñoz, el regiomontano Fray Servando Teresa de Mierque fluctuó entre una apología exorbitante y una impugnación oportunista, y don Joaquín García Icazbalceta, que reprodujo las argumentaciones de los dos precedentes, reforzó la lista de autores contemporáneos a la aparición que no hablan de ella, y adujo una información hasta entonces desconocida, hecha en 1556 por el Ilmo. Señor Montúfar, sucesor inmediato de Zumárraga, sobre un sermón antiguadalupano del P. Francisco de Bustamante.

Don Juan Bautista Muñoz, cronista real de las Indias, presentó en la Academia de la Historia, de Madrid, en 1794, una Memoria -publicada hasta 1817-, impugnando la historicidad las apariciones.

Este trabajo, de excelente estilo y avalorado por el prestigio del autor, pudo deslumbrar a quienes, alejados de nosotros, apenas conocían vagamente y de oídas nuestras cosas, pero hace realmente sonreír por su

debilidad y exigua documentación a quienes con conocimiento de causa lo leemos ahora.

En cuanto fue conocido en México, obtuvo refutaciones excelentes. La mejor es la del famoso Guridi y Alcocer, publicada en 1820, quien inserta íntegra en su libro la Memoria de Muñoz, para que el lector vea -dice- si es más fuerte la objeción o la respuesta; iba contestando punto por punto, en un estilo sobrio, lúcido, elegante y moderno, que da gozo leer.

Magistral interpretación de La Virgen de Guadalupe del maestro Jesús Helguera. Óleo sobre tela.

Page 15: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

15 Investigación

El caso del P. Mier es curiosísimo.

Mi paisano Fray Servando era un tipo singular, inquieto, vanidoso, combativo, amante de politiquear, atrayente en su trato, boquiflojo, megalómano, de cultura vastísima y brillante pero sin coherencia ni profundidad, amigo de la democracia pero con grandes ínfulas aristocráticas, copioso en extravagancias pintorescas y a la vez en rotundos estallidos de sentido común; en suma, un hombre contradictorio, original, dinámico, con algo y aún algos de chiflado.

Vestía el hábito dominicano y tenía 31 años, cuando pronunció en la Colegiata, el 12 de diciembre de 1794, un célebre sermón en que, llevado sin duda de su índole novelera y su prurito de notoriedad, soltó las más peregrinas especies: que la imagen de la Guadalupana había sido milagrosamente impresa en la capa de santo Tomás apóstol, el cual había venido a evangelizar a los indios; y que, muchos siglos después, en 1531, la Virgen se había aparecido a Juan Diego, dándole la antigua imagen y las rosas para que las llevará ante el obispo Zumárraga y se le edificara un templo.

Como se ve y como lo declara el P. Mier, no trataba el de negar el milagro ni la tradición, sino de darles todavía más lustre de antigüedad y grandeza; pero el arzobispo Núñez de Haro, recogiendo el escándalo que se suscitó en los oyentes y cumpliendo con su deber, abrió causa al estrambótico predicador, de la que salió privado del derecho de cátedra, púlpito y confesionario, y condenado a cumplir una reclusión de diez años en el convento de las Caldas, de España. Así aprendería el respeto que se debe a la cátedra sagrada, y como la verdad Guadalupana ni tolera ni necesita mentiras para ser grande.

¿De dónde sacó el P. Mier aquellos disparates calenturientos? De cierta plática que tuvo con un licenciado Borunda, buen hombre que se había dado a estudiar la lengua y jeroglíficos de los indios y había conjeturado algunas cosas extravagantes, las cuales Fray Servando, con su característica ligereza y fantasía, aderezó a su modo y dio por concluyentes. Hasta después de pronunciar su sermón leyó algo de la «Clavé historial» que estaba escribiendo Borunda, y»confieso -escribe- que lejos de haber hallado las pruebas incontrastables que el hombre me había asegurado tener, hallé una porción de dislates propios de un hombre que no sabía teología, y aún de todo anticuario y etimologista, que comienza por adivinanzas, sigue por visiones y concluye por delirios». La confesión de Fray Servando no puede ser más categórica, aunque es justo advertir que el modesto Borunda no habló de pruebas incontrastables, y esto fue aditamento de Mier para deslizar hacia el otro su propia responsabilidad.

En suma: el castigo eclesiástico que se dio a Fray Servando era justificado y procedente. No había ni las intrigas, ni las envidias, ni las calumnias, ni las 10.000 cosas negras que él ha fantaseado, en su delirio de persecución y de grandeza, y que han prohijado sin análisis, algunos de sus biógrafos. Si el P. Mier parte a España y cumple sencillamente su reclusión, todo se acaba en paz. Pero tenía la sangre de azogue, y convertido en el genio de la fuga, se dedicó a evadirse de sus reclusiones sucesivas, agravando así y complicando su falta. Por cierto que de sus cinematográficas aventuras por Europa, nos ha dejado un relato vivaz, desenfadado, hiperbólico, incisivo y pintoresco, insegurísimo como historia pero divertidísimo como novela.

Estando en Burgos, supo Fray Servando de la Memoria que había presentado Muñoz contra la tradición Guadalupana, y en 1797 trabó con él correspondencia, escribiéndole seis cartas en que aparecía compartiendo la opinión de aquel, ampliando sus datos y reforzando sus razones.

Quiso, sin duda, Fray Servando, darse importancia codeándose epistolarmente con hombre de tanto viso, y congraciase con personaje a quien, por ser cronista real, suponía influyente en la corte y capacitado para brindarle algún apoyo en la infeliz conclusión de su causa pendiente; esto se conjugó con su despecho por el castigo y humillación que sufría, pues las razones para dudar «las he descubierto -le dice textualmente a Muñoz- después que la persecución me ha hecho meditar y estudiar el asunto». Y lanzado por este camino con su vehemencia natural, llegar en 1797 a tildar abiertamente de «fábula» la tradición Guadalupana, el mismo que tres años antes protestaba -y así era la verdad- que no pretendía negar, sino robustecer y exaltar la tradición.

Pero más tarde volvería a desdecirse. Oportunista en sus cartas a Muñoz, fue oportunista de nuevo al volver a la patria; y su primer discurso en el congreso constituyente, del que formó parte como diputado por Nuevo León, olvidándose de su correspondencia con Muñoz y queriendo trocar en mérito patriótico las pesadumbres que le atrajo su sermón estrafalario, dijo con toda solemnidad el día 15 de julio de 1822: «Los mexicanos, en el año de 1794, me llenaron de imprecaciones, creyendo que en un sermón había negado la tradición de Nuestra Señora de Guadalupe. Los engañaron: tal no me había pasado por la

Page 16: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

16 Investigación

imaginación: expresamente protesto que predicaba para defenderla y realzarla».

Y todavía para morir, cuando, con singularidad muy propia suya, salió a convidar personalmente a sus amigos para su Viático, y antes de recibirlo pronunció un discurso, el 16 de noviembre de 1827, volvió a protestar solemnemente que él no había practicado contra la tradición Guadalupana. Ya se comprende por todo esto, la poca seriedad que puede atribuirse a la impugnación del P. Mier. Atiborrada de insegura y tumultuosa erudición, de ardientes disparates mezclados con útiles observaciones, de fantaseos etimológicos -pues el Padre gozaba con multiplicar citas aztecas aunque ignoraba la lengua Azteca-, su impugnación ha sido refutada vigorosamente por Tornel y Mendívil, por el P. Antícoli y otros, y en nuestros días por DonPrimo Feliciano Velázquez.

Pasemos ahora a la célebre carta que Don Joaquín García Icazbalceta escribió privadamente en 1883 al señor arzobispo Labastida, y que en 1896, muertos ya ambos personajes, se publicó sin pie de imprenta ni nombre de editor, por amigos de Icazbalceta que violaron así la voluntad que éste consigna con insistencia y decisión en la propia carta, de que no se haga pública jamás.

En prosa fuerte, limpia y concisa, agrupa, mejorándolas, las objeciones de Muñoz y de Mier, y alarga la lista de silencios. El no haber visto personalmente documentos contemporáneos originales que hablarán con toda claridad de la aparición, hizo gran fuerza en el espíritu de Icazbalceta, singularmente docto en papeles españoles del siglo XVI. Yo creo que esto decidió la convicción del ilustre escritor, y lo llevó luego a paliar

o desestimar los hechos y testimonios que se oponían a su convicción, aventurándose, para explicarlos, en conjeturas notoriamente débiles.

Quien, sin preparación particular, lee la carta de Don Joaquín García Icazbalceta, la encuentra magistral y concluyente. Pero cuando se ha profundizado de veras en los estudios guadalupanos y se han analizado punto por punto las cuestiones, asombra -dada la competencia de su autor- la cantidad de errores, omisiones y deficiencias que hay en la cartaacaso explicables por la menor acuciosidad que se pone en lo que no se dedica a la publicidad. Véase la respuesta que el propio año de 1896 produjo el doctísimo canónigo Don Agustín de la Rosa; véase el admirable estudio que de la carta ha publicado recientemente, en su libro sobre «La aparición de Santa María de Guadalupe», Don Primo Feliciano Velázquez; véase otros esclarecidos autores guadalupanos, y se comprenderá que el prestigio de la objeción proviene de que se ignora la respuesta.

Y no habló de las ediciones fraudulentas y mendaces que se han hecho de la carta, y que, si viviera Don Joaquín, le harían morir e indignación, viéndose, en manos de una bochornosa mala fe, empleado como instrumento contra la Iglesia de que fue hijo insigne y ejemplar.

Por lo que toca al sonadísimo argumento del silencio, ¿qué es lo que se dice? Esto, que de 1531 a 1548, fecha en que apareció la primera historia formal sobre el milagro guadalupano, escrita por el P. Miguel Sánchez, no existe documento alguno. ¿Y que se contesta? Sencillamente, que no hay tal silencio: y se hace la lista de documentos y testimonios anteriores a 1648, como la ha hecho recientemente el P. García Gutiérrez

en su «Primer siglo Guadalupano», y se fotocopian los papeles respectivos que han llegado a nuestras manos, como lo ha hecho el P. Cuevas en su «álbum Histórico».

«La fuerza del argumento negativo -dice Icazbalceta- consiste principalmente en que el silencio sea universal». Pues bien: como no hay tal silencio universal, resulta que, de acuerdo con el sentir del propio señor Icazbalceta, el argumento negativo viene rotundamente al suelo.

Pero se juzga que hay algo más que silencio en la información que levantó en 1556 el señor arzobispo Montúfar, dominico, sucesor inmediato de Zumárraga, con motivo del sermón que predicó el provincial de los franciscanos, Fray Francisco de Bustamante, impugnando la devoción guadalupana.

Recordemos que está devoción era muy favorecida del señor Montúfar, que estando el provincial en ruda pugna con el arzobispo por cuestiones de jurisdicción, su airada invectiva -patentemente injusta y atrabiliaria en muchos puntos- día de autoridad y crédito.

El señor Icazbalceta se sorprende y hace gran caudal de que en la información no aparezca alguna expresa mención del prodigio Guadalupano tal como nosotros lo conocemos, y de que no se haya confundido al impugnador con las pruebas del milagro.

Pero, estudiando cuidadosamente la información -que fue publicada y comentada en 1890 por el benemérito Don Fortino Hipólito Vera-, se advierte que no paró mientes Icazbalceta en varias cosas de sustancia.

Page 17: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

17 Investigación

En primer lugar, la información es sólo eso: información para saber lo que dijo el predicador, no acopio de razones para refutar lo que dijo: En vano, pues, buscar en ella lo que ni contiene ni debe contener. Y así, por ejemplo, no se refuta el que la imagen fuese pintada por un indio, pero es patente que se reprueba esa gratuita afirmación, pues en el interrogatorio que se hace a los testigos se les pregunta si el predicador dijo tal cosa, y ese interrogatorio contiene precisamente los conceptos vituperables y escandalosos que se atribuyeron al predicador y sobre los cuales se recoge información, para puntualizar si en efecto los vertió.

En segundo lugar, vemos que el P. Bustamante afirmaba que carecía de fundamento aquella devoción y que para «aprobarla y tenerla por buena era menester haber verificado milagros y comprobándolos con copia de testigos»; y es clarísimo que para rendir culto a cualquier imagen de la Virgen no se requieren especial fundamento ni milagros, y que el pedirlos implica reconocer la existencia de una devoción y un culto de origen y carácter perfectamente excepcionales.

En tercer lugar, en la información se alude incidentalmente y en breves frases al sermón que el Arzobispo Montúfar había predicador dos días antes que Bustamante, y aunque no se consigna explícitamente del prodigio Guadalupano, descubrimos allí la creencia en el coma pues el Arzobispo comparó a la Virgen del Tepeyac con la de los Remedios, la de Monserrate, la de Lobeto, la de Peña de Francia y otras que precisamente se veneran como aparecidas o de origen milagroso; y uno de sus oyentes, al oír que el prelado empezaba su sermón con el versículo: «Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis», dice que comprendió desde luego que iba a

hablar de la Guadalupana. ¿Qué significa esto, sino que la Guadalupana implicaba algo absolutamente extraordinario y prodigioso, pues sería absurdo decir:»Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis» a propósito de cualquier imagen común de las innumerables que existen? ¿Qué significa esto, sino que la creencia popular existía entonces como ahora, pues de otra suerte no podría un oyente, sólo al escuchar el enunciado texto evangélico, comprender que se iba a hablar de la Virgen del Tepeyac?

En cuarto lugar, consta por la información el inmenso disgusto y el formidable escándalo que causó en el pueblo del sermón de Bustamante, fundamentalmente «por haber tocado en Nuestra Señora de Guadalupe», no sólo ni principalmente por atacar de modo irrespetuoso al prelado, cómo interpretar con error Icazbalceta; consta que la sorpresa y el enojo fueron tales, que las gentes «decían que sería razón enviar al dicho provincial a España para que allá fuese castigado, y quien no le oirían más sermón en la Nueva España»; en fin, el fervoroso entusiasmo con qué indígenas y españoles de la ciudad y que fuera acudían al Tepeyac, «la gran devoción -dice un testigo- que toda esta ciudad ha tomado a esta bendita imagen, y los indios también, y cómo van descalzas señoras principales y muy regaladas, y a pie con sus bordones en las manos, a visitar y encomendar a Nuestra Señora, y de esto los naturales han recibido grande ejemplo y siguen lo mismo»: lo cual es luminosa comprobación histórica de cómo, desde el principio, la Virgen de Guadalupe, uniendo en un solo amor a conquistadores conquistados, fue imán y signo de concordia nacional.

Así, la información de 1556, que se ha estimado decisiva contra la tradición, es, al contrario, un

documento que la confirma. Y más aún: este documento viene a poner de relieve la inseguridad y endeblez del célebre argumento del silencio.

¿Por qué? Porque ignorábamos absolutamente lo del sermón y el escándalo causado por el P. Bustamante en 1556, hasta 1888 en que se publicó la información. A pesar de un total silencio de tres siglos, no podemos negar el hecho, en vista de un solo documento auténtico que lo comprueba. Pues bien: a pesar de algunos silencios sobre el milagro Guadalupano, no podemos negar el hecho, en vista no de uno, sino de muchos documentos auténticos que lo atestiguan.

¿Cómo es posible que ni un rumor hubiera llegado a nuestros oídos de aquel magno escándalo del sermón del P. Bustamante? ¿Cómo suponer, leyendo en los historiadores franciscanosMendieta o Torquemada la biografía del propio Bustamante, y viendo que le llaman «prudentísimo», que hubiera cometido la insigne imprudencia de su atrabiliario sermón, del que no nos dicen media palabra? Es evidente que callan por recato, por no revocar un incidente penoso para su orden y ocasionado a suscitar enconos.

Y es de robusta lógica inferir que exactamente por la misma razón callan sobre el milagro Guadalupano, ya que éste fue sustancia y ocasión del escándalo provocado por Bustamante. Su silencio no es ignorancia, sino discreción. Y ved aquí explicado el silencio principal y más impresionante, el de los historiadores franciscanos.

Otros mutismos han sido ya analizados y explicados por Don Primo Feliciano. Yo agregaré ésta reflexión, que me parece fecunda en aplicaciones.

Page 18: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

18 Investigación

El P. Cavo en sus «Tres siglos de México» nada dice, y García Icazbalceta registra ese silencio entre los significativos. No obstante, resulta de una misiva hológrafa de Cavo al P. Pichardo, fechada en Roma el 31 de agosto de 1803 y fotocopiada por el P. Cuevas en su álbum, que aquél insigne jesuita creía macizamente en la aparición Guadalupana, tenía singular empeño en que se vindicará su verdad histórica, y juzgaba -importantísimo parecer- que «será muy fácil solución» a las objeciones presentadas por Don Juan Bautista Muñoz, que son sustancialmente las mismas que se han esgrimido mas tarde.

He aquí, pues, dos hechos evidentes: Cavo calla en su obra; Cavo cree en la verdad histórica de la aparición. ¿Consecuencia? Muy clara: El callar no implica forzosamente ignorancia, ni desprecio, ni negación del suceso.

Y cosa semejante acontece con Clavijero. ¿Por qué, entonces, no hablan Cavo y Clavijero en sus historias? Porque no lo vieron necesario, o porque no encajaba en su plan, o por omisión involuntaria, o porque no se les ocurrió, o por lo que se quiera; pero no por desconocimiento o desdén. Y lógicamente se ocurre extender la observación a otros mutismos: aunque resulten impresionantes y no les encontremos satisfactoria explicación, pueden coexistir -como positivamente coexisten en los padres Clavijero y Cavo- con el conocimiento y aprobación del hecho.

Además, los silencios se reducen a medida que estudiamos. ¿Quién será puesto a catalogar, a desempolvar siquiera las montañas de documentos que yacen en nuestros archivos? Aparte de los infinitos papeles perdidos por la humedad, por la polilla, por

la incuria del agente, por el azar de los tiempos, por el estrago de las revoluciones, por la fatalidad que ha dispersado colecciones maravillosas como las de Sigüenza y Góngora o Boturini. ¿Quién se ha dedicado a inquirir seriamente en el maremagnum de legajos que tenemos todavía en archivos y bibliotecas? No un Colón ni un Cortés, sino una legión de Colones y Corteses, serían necesarios para descubrir y explorar ese incógnito mundo de papeles.

Estudiamos con tesón, e irán saliendo nuevas pruebas, como ya han salido no pocas que se ignoraban años atrás. El tiempo es el gran aliado de la verdad. Pero lo que sabemos hoy es de sobra suficiente para explicar algunos silencios de los contemporáneos, y para que el argumento negativo desfallezca y sucumba ante el argumento positivo de documentos auténticos, vigorosos y claros, que en altas voces dicen el milagro de las rosas. No, no hay silencios. Hay un vasto clamor de cuatro siglos, como un ingente océano que bate la colina del Tepeyac, con himnos de gloria, con murmullos de amor, con gemidos de catástrofe, con canciones de esperanza.

Más de cuatro siglos claman a nuestra Madre con una inmensa sinfonía. Porque la Virgen de Guadalupe es algo que está identificado con la sustancia de la patria. Ella presidió el nacimiento de nuestra nacionalidad. Quiso visitarnos -como a su prima Isabel en su gravidez- cuando estas tierras estaban «grávidas de Cristo», y aceleró el nacimiento de El y su reinado entre nosotros de manera tan insólita desproporcionada a los medios humanos, que todos los historiadores se sorprenden, incluso Icazbalceta y el protestante Bancroft.

Ella, que consoló a los vencidos y amansó a los vencedores, no muestra fisonomía de india ni de española, sino de «mexicana»; y diríase que preludió en su dulce imagen de la fusión de las dos razas que constituyen la nuestra, por las rosas de Castilla que se absorben y pintan en el ayate del indígena.

Ella, fervorosamente amada por todos nuestros libertadores, palpitó lo mismo en los pendones de Hidalgo que en las proclamas de Morelos y en las insignias de Iturbide. Ella ha amparado y reverdecido nuestra fe, por sobre más de un siglo de ataques insidiosos o brutales. A ellas van nuestras lágrimas y nuestras esperanzas. Ella es emblema autóctono, negación de exotismos invasores, vínculo sumo de unidad nacional.

En los cimientos del Tepeyac, están los cimientos de la patria.

Gh

Page 19: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

19 Actualidad

Respuesta a: La Virgen de

Guadalupe: Desmintiendo

el origen divino

Jesús Hernández Roldán Centro de Estudios Guadalupanos UPAEP

El antiguadalupanismo no descansa, y por lo tanto, no aceptamos descanso los guadalupanos. Buceando en Internet me encontré un par de artículos antiguadalupanos bastante incisivos, de un ateo que se hace llamar «Matius Lenin» o «Cgnauta», por lo que desconozco su nombre verdadero. Aquí contestaré al artículo que él publicó en su blog:http://cgnauta.blogspot.com/2008/12/la-virgen-de-guadalupe-la-verdadera.html. Le llamaré cariñosamente Matius, para mayor comodidad.

Dice Matius:

Es cierto que ya no me iba a meter con esto de la religión, sin embargo, los comentarios tan propios de la inquisición española en anteriores artículos, me hicieron reconsiderar y hacer un par de artículos que prueben de manera lógica, que la Virgen de Guadalupe es tan divina como una postal del pato lucas pegada a una lonchera.

Cuidado, Matius, porque te vamos a recordar eso de la «lógica».

Como vimos en el artículo: Virgen de Guadalupe: Dos imágenes que desmienten definitivamente «El milagro», la virgen de Guadalupe mexicana es en realidad una copia de la Virgen del Coro de Extremadura parte del culto español a la «Virgen de Guadalupe de Cáceres» en Extremadura, donde podremos ver la estatua en la que se basa la pintura muy anterior a 1531.

Ya comentaremos más detenidamente el asunto de la Virgen del coro extremeña. Lo cierto es que NADIE ha probado que la Guadalupe de México sea copia de la Virgen extremeña. Se conjetura, aduciendo un

supuesto «parecido» (que solo es aparente) entre ambas, que alguien decidió copiar a la Virgen del Coro, y el resultado fue la Virgen de Guadalupe mexicana. Esto es una mera conjetura, pues no hay constancia documental de ello. Empieza mal el artículo si empieza con cosas incomprobadas.

El típico relato de aparecimiento y la solicitud de la construcción de una iglesia que permitió la expansión de las propiedades de la iglesia durante dos milenios, cuya función básica era la venta de documentos relacionados al perdón de los pecados, limosnas y otros beneficios económicos que alto porcentaje llenaba las arcas del Vaticano. La principal meta de los aparecimientos de la Virgen Maria a lo largo del tiempo era el de reemplazar a los dioses de civilizaciones conquistadas, misma premisa perseguida por los santos cuyo papel ha sido reemplazar el culto politeista. El origen mismo de la Virgen Maria aparece para reemplazar a la adoración a la diosa Isis que se expandió a lo largo del Mediterráneo y Anatolia, llegando a Roma con fuerza.

Notemos que el autor se desvía del tema para ir a hablar del tópico de las riquezas de la Iglesia, tan envidiadas por sus enemigos. Ya que el autor quiso usar la lógica contra la Aparición Guadalupana, lo reto a que lógicamente aborde el tema de las riquezas de la Iglesia; y es que si la Iglesia no hiciera más que pedir riquezas sin dar a cambio nada... resultaría absurdo que pueblos de distintos continentes, cada uno con su cultura, al ver llegar a esa Iglesia, le entreguen sus riquezas en bandeja de plata. Esto es absurdo. ALGO tiene esa Iglesia, que mueve a los fieles a cooperar con Ella. ALGO les da, que ellos reconocen. Estudia Historia, Matius, y descubrirás que la Iglesia, cuando adquirió

Page 20: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

20 Actualidad

riquezas, lo hizo mediante la Educación, la erección de construcciones que fue fuente de trabajo para muchos, la fundación de dependencias pontificias que requerían gente para su servicio, etc., y que cuando usó su dinero, lo usó en obras de caridad, cuya magnitud no ha sido superada por ninguno de sus críticos.

Como vemos, el concepto de Guadalupe ya rondaba aún antes de llegar a México, si tal virgen fuera un hecho divino, ¿por qué entonces, la misma, se mostraría como en las tradiciones europeas y no en las indígenas o las propias del Israel del Siglo I?

Nadie duda que hubiera en España, concretamente en Cáceres, una Virgen de Guadalupe. Lo que dudamos, con total derecho, es que esa Guadalupe haya sido fuente o inspiración para la Guadalupe de México. Y es falso que la Virgen de Guadalupe se mostrara como una típica tradición europea. La Guadalupe de México, trae, en su mensaje, la clave de la unidad entre indios y españoles, cosa innecesaria en la Europa de la Guadalupana de Cáceres.

¿Que tenía que hacer una corona a la usanza europea en una aparición mariana a indígenas?, cuando no era un simbolo de realeza prehispánica? Peor aún, ¿que hace una corona que remite a la popular Santa Brigida de Suecia del siglo XIII, con su Corona de siete dolores de la virgen Maria?

¿Y quién, pregunto yo, sostiene que la Aparición Guadalupana era «para indígenas»? La Virgen de Guadalupe es una aparición para todos, indios y españoles, y para estos últimos una corona sí simbolizaba realiza. Ya respondido esto, aclaremos que hay un debate de si realmente fue corona, o no una línea

horizontal que unía los rayos dorados sobre la cabeza; y si fue parte del original o si fue añadida posteriormente.

Las rosas, pese a lo mucho que se quiera alegar, es también extraño que Fray Juan de Zumarraga le pidiera rosas a Juan Diego, cuando eran desconocidas para el segundo, en la supuesta historia original, las conocía, pero para ese entonces es de poner en duda su existencia en América.

¿Y quién, pregunto yo, sostiene que Zumárraga le pidiera rosas a Juan Diego? No dice eso el Nican Mopohua, que es el relato original, y no supuesto sino muy real, aunque le pese a Matius.

Quien inventó el relato no sólo ignoraba si existiesen en américa tales flores, sino que no diferenciaba entre la temporada invernal de México, comparada con la de España de ese entonces, donde la primera era una temperatura tropical.

Es Matius quien ignora varias cosas, por ejemplo, que el relato original lo escribió Antonio Valeriano, indio ilustre, sabio, instruido, que no podía ignorar qué clase de flores había en México. Y luego, que la temperatura invernal de México es «tropical». Pues sólo lo es en algunas regiones, porque otras, más septentrionales, son bastante frías. Matius es quien ignora que el invierno es frío en el hemisferio norte. Y no solo es la temperatura la que tiene que ver con el brote de rosas en el Tepeyac, sino también lo árido de la región. Matius, algo sabes, pero no de jardinería.

Libro: «Regla Cristiana» de Fray Juan de Zumarraga. Para 1547, un año antes de su muerte, Fray Juan de Zumarraga, termina uno de sus libros: Regla Cristiana,

donde hace una pregunta absurda para alguien que vivió un portentoso milagro 16 años atrás: ¿Por qué ya no ocurren milagros? respondiéndose a sí mismo: Porque piensa el Redentor del mundo que ya no son menester.

Matius es de los que creen que descubrieron el agua tibia, con este asunto. Es cierto que en vida de Zumárraga se publicó ese libro Regla Cristiana; pero, ni fue suyo, ni aunque lo hubiera sido, podría su frase tener el sentido que se le quiere dar. No lo escribió él, sólo compiló el libro, y la frase se refiere a milagros pedidos por curiosidad, pero no a los auténticos, que bien han existido y reconocía la Iglesia durante 15 siglos, cuando vivía Zumárraga.

Resulta asombroso, por no decir ridículo, que nadie se cuestione que una tilma que mide 172 cm por 103 cm de ancho que representa el frente de la vestimenta de Juan Diego, pueda ser llevada por un indígena, que en esa época, no era probable que midiera más de 1.60 metros, incluso ahora es poco común ver a indígenas que pasen 1.70 metros. Además era demasiado grande para el ancho de su cuerpo que no debió pasar los 50 cm.

Matius va y viene de un lado a otro, de un tema a otro, sin ningún orden. Que si la Virgen de Extremadura, que si las rosas, que si la Regla Cristiana, que si la estatura de Juan Diego. ¿Es este desorden el análisis lógico que él prometió?

¿Se quejará de que no respondamos a esto? Pues respondo, para que no se me acuse de escurrir el bulto: Juan Diego se cubría con su ayate... o sea, su ayate le cubría pecho y espalda, no era un babero, como quieren

Page 21: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

21 Actualidad

pensar algunos ingenuos que dicen, tartamudeando, que Juan Diego debió ser un «atlante de Tula»... sí, sí, y si yo fuera más absurdo, diría que los indios usaban los ayates como pañuelo, por lo que Juan Diego tuvo que ser un gigante de 10 metros. (!!!)

Todos dicen que la virgen fue hecha en Ayate, según el estudio mandado a hacer por Guillermo Schulenburg, ex-abad de la basílica de Guadalupe, es tela de Lino de cáñamo. Schulenburg fue echado por la puerta trasera cuando se negó a recomendar beatificar a Juan Diego. Esto es Ayate: Se degrada rápidamente debido a agentes ambientales, insectos, bacterias y hongos que destruyen sus fibras. Aunque es muy fuerte, no es adecuado debido a la separación de sus fibra para pintar encima:

Pero cuánta ignorancia tiene uno que leer. Primero eso de que «no es ayate sino lino», es ignorar que el AYATE no es un tipo de tela, sino un tipo de prenda. Y eso de «Lino de Cáñamo» es una vacilada... una cosa es el lino, otra el cáñamo, y otras la pita de maguey, el algodón, y el ixtle, que son otras fibras vegetales que se han supuesto como el material del que está hecho el AYATE de Juan Diego. Y Matius, tan lógico, tiene aquí un problema de lógica: El cáñamo es de la India, el lino, de Mesopotamia, y aunque los europeos trajeron uno y otro a América, en 1531 no eran para nada el material común con el que los indios fabricaban sus ropas. Digiere esto.

Y como de costumbre, Matius salta a otro tema completamente distinto, que Schulenburg fue «echado» por no recomendar la beatificación de Juan Diego. Nada que ver, y falso, además.

Leoncio Garza-Valdés, realizó un estudio de la Tilma de Juan Diego en 1999 para el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, así como las autoridades de la Basílica de Guadalupe, quien concedió una entrevista a la revista Proceso que pueden leer en este vínculo.

Leoncio Garza-Valdés no prueba ni uno de sus dichos, y no es una fuente seria, como tengo el honor de mostrar aquí.

Si ustedes creen que mi propósito en la vida es quitarles sus creencias, están muy equivocados, dudo que cualquier prueba científica, histórica o lógica pueda hacerlo, pues la «Fé» es un hecho irracional, la creencia, la expectativa sin fundamento.

Yo únicamente doy muestras simples de lo fácil que es encontrar la verdad tras los supuestos orígenes divinos, la ciencia y la lógica muestran el lado cruel y objetivo de las cosas. La realidad es un balde de agua fría que se recibe desnudo, usted decide si mojarse o quedarse sucio, la verdad es incompatible con la religión.

Aunque personalmente me importan un comino los propósitos de Matius en la vida, vamos a comentar algo de lo que dice: «La Fe es un hecho irracional»; dicho comprensible en quien carece, precisamente, de Fe, pero que no nos incluya a todos en esa irracionalidad.

Lo que sí no admitimos es lo último, lo de «encontrar la verdad tras supuestos orígenes divinos», con una ciencia y lógica crueles y objetivas. Pongo aquí en balanza lo que hemos analizado del antiguadalupanismo de Matius... ¿Ciencia y Lógica...? ¿Dónde, señor Matius?

Su alegato se reduce a esto: la Guadalupe mexicana se parece a la Virgen del coro extremeño, las rosas eran desconocidas en América, el invierno en México es tropical, el libro Regla Cristiana hace una pregunta sobre por qué no ocurren milagros, Juan Diego no podía medir más de 1.60 metros, la Virgen «no está en lino sino en ayate» (!!!), Garza-Valés dijo X y Z cosas... ¡Zas! ya está, la Ciencia y la Lógica, crueles y objetivas, han desbaratado la Aparición Guadalupana. Como decimos en México, se vale soñar.

Sobre eso de que la verdad y la religión son incompatibles: Después de ver lo que sabe Matius no digamos sobre religión, sino aun sobre lo que son los materiales con que se hace la tela... ¿cuan válido puede ser su juicio sobre la religión? él, que ha cometido aquí tantos errores (esos sí, incompatibles con la verdad); ¿qué tan bien podrá discernir lo que es compatible o incompatible con la verdad?

Prosigue Matius en su artículo Dos imágenes que desmienten definitivamente el milagro

Dos fotos que prueban el origen real de la llamada Virgen de Guadalupe y que corresponden a clásicas representaciones de la Inmaculada concepción. La escultura fotografiada, fue fabricada por el año 1498 (33 años antes que la pintura). la Virgen de Guadalupe original es del siglo V que es conocida como «La virgen morena», misma que fue desenterrada cerca de la rivera del río Guadalupe en Cáceres, España, según cuenta la leyenda.

Y Matius pone la ya conocida Virgen del coro extremeño. Y yo pregunto... ¿es esa Virgen del coro, la Virgen de Guadalupe Mexicana? No sé si Matius pueda

Page 22: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

22 Actualidad

ver bien, pero yo les encuentro diferencias suficientes para no admitir a una como «copia» de la otra, y menos si, como los estudios en infrarrojo a la Guadalupe Mexicana sugieren, esta tiene añadidos humanos, que son los que corresponderían a la Virgen del Coro.

Juzgue usted, amable lector:

Si una fuera «copia» de la otra, ¿por qué tantas diferencias? La imagen de la izquierda presenta un niño en brazos, cabeza descubierta, el ángel mira hacia el frente, no pisa la luna, su manto es oscuro, tiene menos estrellas, menos rayos, es de madera, no imagen en tela... en fin, para mi gusto, demasiadas diferencias como para afirmar que una es «copia» de la otra. No hay pruebas, documentos o testimonios, de que alguien haya hecho a la Guadalupe Mexicana «siguiendo el diseño» de la Virgen del coro.Aquí no hay más que una conjetura débil y hueca.

Luego tiene Matius un artículo dedicado a intentar refutar los análisis científicos hechos a la Virgen:

Como ya hemos visto, no era ayate, sino lino, lo que evidencia esto de forma más simple, es viendo una simple foto, notaran lo cerrado de los hilos, además de que los acercamientos al entrelazado no permiten ver orificios, lo que indica la presencia de una base blanca, si hubiese sido pintada sobre la tela sin ninguna protección, se verían claramente estos entrelazados como ocurriría con cualquier tela.

El ayate no tiene aparejo, es decir, la tela no fue preparada previamente para pintar sobre ella. Lo dicen los pintores que en 1666 examinaron la imagen , lo dice el pintor Miguel Cabrera en 1751, y aunque Bartolache

los contradice en 1786, lo hizo sin examinar el ayate por el revés, es decir, sin ver si se veía o no la imagen. El asunto es que sí se ve... por lo tanto, no tiene aparejo, fue impregnada en el lienzo tal cual.

Por desgracia para los guadalupanos, un convento y una iglesia, es un lugar ideal para conservar una pintura cientos de años y no hay ninguna prueba que muestre que se cubrió la pintura recientemente, la versión cubierta del cuadro de la Virgen es anterior a 1810, cuando Miguel Hidalgo y Costilla tomó una replica que mostraba elementos, como la corona oculta, que en ese entonces ya en la original, no se veían.

¿Convento? ¿Ha estado la Virgen de Guadalupe original en un convento? Que nos ilustre Matius a ese respecto. Luego viene una torpe comparación con la Gioconda de Da Vinci, que según él está mucho mejor y con similar antigüedad. Apliquemos el razonamiento, que huyó de Matius en esta ocasión: La imagen de Guadalupe es un ícono religioso, frente a ella han ardido miles de veladoras que despiden radiación, miles o millones le pasaron medallas, cuadros, rosarios, estampas, por considerar su tacto como algo sagrado. La Gioconda nunca estuvo en el ambiente húmedo y salitroso del Tepeyac, expuesta al mismo polvo, salitre, radiación de veladoras, roce de objetos, que la Guadalupana del Tepeyac. ¿Capta ahora por qué a los científicos que han examinado el ayate de Juan Diego, les pasma mucho más que la Gioconda?

La Gioconda es muy superior en cualquier aspecto a la pintura de la Virgen de Guadalupe y teniendo 500 años de antigüedad, se conserva mejor sin la intervención de ningún ser divino:

¿Que la Gioconda supera a Guadalupe en CUALQUIER aspecto?¿Cuántos pueblos se han convertido en masa ante la imagen de la Gioconda? ¿Cuántas personas han tomado por bandera nacional a la Gioconda, preguntemos? ¿Cuántos millones de peregrinos visitan la Basílica de Guadalupe anualmente, y cuántos visitan El Louvre? ¿Cuántas poesías se han hecho en honor a la Guadalupana, y cuantas al cuadro de Da Vinci? ¿Cuántos libros históricos, devocionales, artísticos, etc., se han escrito sobre el tema guadalupano, y cuántos sobre la Gioconda? ¿Así que «superior en cualquier aspecto»? Ah!, es un gran y hermoso cuadro el de Leonardo Da Vinci, yo mismo soy gran admirador de sus pinturas, pero la Guadalupana no tiene rival en la Gioconda; y aun en el aspecto puramente artístico podríamos discutir.

El deplorable aspecto de la virgen de Guadalupe pintada en una técnica poco realista y bastante burda en estilo, El cuello es una prueba de la falta de proporción en la misma, muy visto en pinturas del gótico tardio:

¿Sí? Pues no pensaron eso los indios que ante la vista de la Guadalupana se convirtieron al cristianismo... mi estimado Matius. No pensaron eso los pintores y protomédicos que en 1666 examinaron la imagen. No lo pensó Miguel Cabrera, artista virreinal indiscutible, quien pondera una y otra vez la maravilla de la Imagen Guadalupana. El mismo Bartolache, con todo y sus reticencias, admitió por medio de sus pintores la calidad milagrosa de la Guadalupana.

¿Falta de proporción? La Guadalupana presenta la PROPORCIÓN DORADA, áurea o divina, presente tanto en la Naturaleza como en las obras artísticas de

Page 23: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

23 Actualidad

renombre, quien lo ignora no sabe nada de iconografía y de guadalupanismo. Estudia, Matius, esto, y esto, antes de hablar de la proporción en la imagen guadalupana.

Estado de conservación de la Virgen de Guadalupe es deplorable a simple vista y la perdida de color es evidente

Por el contrario. Para las condiciones en que ha estado durante casi 500 años, una tela sin preparación para pintar en ella, la conservación es excelente, ¿A quién vamos a creerle, a Matius, que me atrevo a pensar que nunca ha estado a menos de un metro de la misma, o a quienes la han examinado a menos distancia y con tecnología moderna?

Richard Kuhn, premio novel de Química por su trabajo sobre las vitaminas y los carotenoides, ganado en 1938, pero que recibió hasta 1949, nació en Vienna, Austria, en el año 1900 (Germano-Austriaco).

Por desgracia, no existe ninguna estudio disponible actualmente que constate que Kuhn haya participado en ninguna investigación sobre la Virgen de Guadalupe. Se dice que el estudio lo hizo en 1936, más cuando fue hasta 1937 que obtuvo el cargo de jefe del Centro médico de investigaciones de la universidad de Heidelberg. Sin tener ningun documento de su metodología nos deja con la interrogante.

Se escribe NOBEL, no NOVEL, Matius. Sólo en este punto le doy la razón, porque aunque se dice y se repite que Richard Kuhn analizó unas fibras que le llegaron (y hasta ahí parece ser cierto el asunto), lo que él haya respondido no consta de ningún modo. No conocemos, por ejemplo, sus palabras en alemán con las que

dictaminó lo que se dice. Sólo hasta llegar aquí tuvo razón Matius.

Otra vez es igual de vago, se apuesta a la ignorancia y se dice que un «Sabio», de nombre Callagan (?), «usando un aparato de rayos infrarrojos determinó que no tenía ningún engomado, ni preservante...»

En muchos sitios religiosos, he visto que ponen a Philip S. Callahan, como al supuesto sabio, gracias a lo corrección de «anónimo» he encontrado el titulo del estudio, que por desgracia no se puede encontrar actualmente, en la página diez del siguiente archivo.

No hiciste bien tu tarea, Matius. Phillip Serna Callahan y Jody Brant Smith efectivamente estudiaron el ayate, con fotografía infrarroja, y publicaron sus fotografías, su marco teórico, estudios y observaciones, en un libro llamado An Infrared Study. Smith publicó posteriormente su libro The image of Guadalupe, consultable [aquí].

Y si quieres investigar como se debe, los libros de Callahan y Smith no son misteriosos, ni inaccesibles. Tampoco es que estén en cualquier biblioteca del mundo, pero si un día te pasas por la Basílica de Guadalupe, allí están, en el Inventario [aquí].

Pero como dije al principio, los rayos infrarrojos no sirven para hacer pruebas químicas, según cuenta, pasaron un rayo láser horizontalmente y así lograr capturar secciones ocultas dentro de la pintura fotografiando con filtros infrarrojos.

Las fotografías Infrarrojas no revelaron trazos anteriores, pero sí retoques.

El experimento de Callahan, que es equivocado, demuestra algo básico que el no esperaba y es que existe una base blanca sobre la pintura o varias, lo que oculta los trazos, aunque con los filtros actuales sería posible ver dichos trazos sin necesidad de ningún rayo láser, sólo que la iglesia no está abierta a tales pruebas.

El resultado determinó que los rayos, las estrellas y la fimbria del manto son el resultado de diferentes agregados que la imagen habría sufrido a lo largo de su historia, algo que era de esperarse, pero es evidente que Callahan no hizo experimentos de falso positivo para comprobar que su técnica funcionaria como debía.

Además Callahan no es una persona preparada en el campo del arte para lanzar afirmaciones sobre los trazos de pintura, algo que puede tirar sus afirmaciones.

En el caso de Jody Bryant Smith [Visto mas abajo], cuyo único libro publicado fue «Image of Guadalupe: Myth or Miracle?», no se puede decir que sea un investigador sin una clara influencia religiosa pues no es un físico, ni un químico es profesor de estética y de filosofía, se dice que está representando a la NASA, pero no es la NASA la que estudió la tilma fueron Jody Bryant Smith y Philip S. Callahan.

Callahan y Smith explican que sus estudios no sustituyen ni equivalen a análisis químicos, eso no es noticia, Matius. Sus estudios lo que arrojaron fue que las sustancias con que están pintados el manto, la túnica, las manos y el rostro de la Virgen, son transparentes al infrarrojo, lo cual no se explica

Page 24: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

24 Actualidad

en sustancias de pintura del siglo XVI, opacas al infrarrojo, que eran las esperadas. Es FALSO eso de que los norteamericanos descubrieron una «base blanca» que oculta trazos previos, no hay tal «base».

Luego viene una vulgar descalificación tanto a Callahan como Smith, que «no están preparados en el arte, que Smith no es físico ni químico...»... y yo pregunto, ¿Tú, Matius, eres todas esas cosas? ¿Tienes mejores credenciales que Callahan y Smith? ¡Veámoslas!

El Restaurador José Antonio Flores Gómez, quien tuvo la tilma y repintó diversas áreas de la misma hizo una declaración al Revista Proceso No. 1343 que ustedes pueden ver en esta dirección y sin tanta espectacularidad determinó lo que los aparatosos investigadores de la NASA, ni el Nobel de química no pudieron hacer, que la pintura tiene un autor y que fue bosquejada tres veces sobre el lienzo.

Primero, Matius no cita bien a su fuente. Flores Gómez en ningún lado dice eso de TRES bosquejos previos, eso lo inventó Matius. Y en segundo, Matius se muestra muy exigente con Callahan y Smith, les pide títulos en Artes y Ciencias, les pide que además de infrarrojo usen láser... y en cambio, se muestra notablemente parcial cuando acepta sin más ni más lo que DICE, sin mostrar pruebas, Flores Gómez, en una entrevista a una revista como Proceso, conocida por su anticlericalismo. ¿Y la seriedad y la lógica, señor Matius?

Luego de esto Matius pasa a criticar los estudios hechos a los OJOS de la Virgen, en que se han reportado existen figuras humanas:

Es algo común ver formas en las nubes, en las manchas, en las hojas [...] algo que nuestro cerebro hace todo el tiempo, fenómeno conocido como pareidolia.

Cualquiera que vea las miniaturas que se ven en el iris de la Virgen de Guadalupe, notará que realmente no se ve nada, salvo que alguien los vaya guiando y les diga que deben ver. Una máquina poderosa y especial ... impresionante, ¿no?

Pero creerle a un «famoso oculista», no es un argumento científico, menos cuando no se dice el nombre completo de la persona y tan famoso es este oculista que las únicas referencias encontradas al mismo son copias del mismo texto, es bastante evidente que está mal escrito intencionalmente para evitar la identificación y así no dar campo para las críticas objetivas.

Es cierto, totalmente cierto, que el cerebro tiende a formar figuras en lo que los ojos ven, en nubes, manchas de café, tierra, árboles, etc., lo mismo pensaron los oftalmólogos que examinaron la imagen a mediados del siglo XX... pero se toparon con unas cuantas sorpresas: primero, que los ojos de la Virgen tienen profundidad, como si estuvieran vivos, segundo, que ese busto humano reflejado en el ojo derecho obedece a las leyes de la óptica, pues presenta la triple imagen de Purkinje-Samson, y tercero, que ese reflejo en el ojo derecho, se repite en el izquierdo con una deformación acorde, una vez más, a las leyes de la óptica.

El médico al que alude Matius, y cuyo nombre encontró mal escrito (no creo que intencionalmente), es Rafael

Torija-Lavoignet, que no fue el único en examinar los ojos de la Virgen. Otros médicos lo hicieron, extendiendo su dictamen, como médicos, sobre esos reflejos en los ojos de la Virgen. [Ver aquí]

También se dice que la virgen de Guadalupe, está en proporción áurea, que conocen como proporción divina, habría que saber que se usa esta proporción incluso antes que los griegos la descubrieran. Y por supuesto un tema clave en todo pintor del siglo XIII al XVII. Sobre las pinceladas invisibles, a finales de la época gótica, inicios del renacimiento, no era raro los pintores del siglo XV que usaran técnicas que escondieran sus trazos, como Leonardo Da Vinci.

Antes Matius dijo que la Virgen de Guadalupe estaba «desproporcionada»; ahora admite que, aunque tuviera Proporción Divina, esta no era novedad... ¿En qué quedamos? Y eso de que los pintores ocultaban sus trazos es una cosa... pero nada que ver con la imagen de Guadalupe, esta NO TIENE trazos previos, ni visibles ni invisibles.

Aunque claro, según el estudio realizado en 1999 por Leoncio Garza-Valdés, se puede incluso observar el bosquejado de dos pinturas anteriores en un análisis ultravioleta (no es lo mismo que infrarrojo) que incluye la fecha de elaboración del primer esbozo y de las iniciales del autor, 1556 y M.A. (iniciales de Marcos Aquino). El estudio indirecto, salió de un trabajo realizado para el cardenal Norberto Rivera Carrera. Así que ya saben quienes los engañan tras bastidores.

Ahora es Matius quien NO nos dice quién es Garza-Valdés y qué fue exactamente lo que hizo y vió. Garza-Valdés, microbiólogo (tampoco es físico ni

Page 25: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

[email protected]

25 Actualidad

químico ni pintor, señor Matius), DIJO haber visto dos imágenes distintas, debajo de la que hoy vemos. Nunca mostró fotografías o pruebas de ello; y lo han desmentido las dos personas que lo acompañaron en el estudio, Gilberto Aguirre y Lester Rosebrock.

Otra vez, Matius no le exigió documentos ni pruebas, se tragó lo de Garza-Valdés, es decir, cae en lo mismo de que acusa a los aparicionistas. Primeramente, no hemos visto una foto de esas iniciales «M.A.», y aun de existir las mismas, ¿cómo se prueba que significan «Marcos de Aquino»?

La teoría de Garza-Valdés de que hubo dos imágenes previas, y diferentes a la Guadalupana actual, es una teoría absurda por anacrónica. Si hubo imágenes diferentes entre 1531 y 1632, que es cuando él sitúa la composición de la imagen actual... ¿Por qué las representaciones anteriores a ese año son iguales a la Guadalupana actual? ¿Puede Matius descifrar ese acertijo? ¿Podría hacerlo aun con ayuda de Garza-Valdés?

Viene lo que Matius llama «sus conclusiones»:

Manipulación, poco rigor metodológico y la terrible tendencia que los humanos tenemos para negar la realidad y manipular a conveniencia lo que entendemos por ciencia.

Matius dice esto como si él hubiera presentado una formidable exposición científica, como si hubiera analizado no los comentarios en sitios web sobre Callahan y Smith o los oftalmólogos, sino como si hubiera despedazado con ciencia pura los

dictámenes de unos y otros. ¿Qué es lo que entiendes tú por Ciencia, Matius?

No importa si son científicos los que participan, el hecho de que existan tantas contradicciones no ayudan a unificar criterios, las pruebas tanto iconográficas, como historigráficas y en menor medida de testimonios de restauradores son de lejos las más objetivas, frente a un revoltijo de hechos sin pies ni fondo donde ciencia, seudociencia y religión se juntan para construir con retazos, una realidad insostenible.

«No importa si son científicos los que participan»... ¡vaya cosa! ¿Qué importa lo que digan los científicos? Matius dice que NO, y por lo tanto no hay discusión. Cuando esos científicos tengan las 6 carreras, las 4 maestrías y los 3 doctorados que tiene

Matius... cuando hayan ganado 5 Premios Nobel igual que él, podrán opinar. Mientras tanto, que se callen la boca.

No vemos motivo para aceptar el juicio de Matius de que los testimonios de los restauradores del siglo XX valen más que los de un pintor como Cabrera (siglo XVIII), o los de 1666, o que ellos aporten más datos que los que aportaron con tecnología infrarroja Callahan y Smith... ¿Realidad insostenible? la realidad se sostiene sola, Matius, y tan es así, que tú te sentiste en la necesidad de comentar y hablar sobre el asunto guadalupano, siendo que como tú dijiste, no era tu objetivo en la vida quitarle sus creencias a nadie.

Gh

Grabado de lámina de cobre que ilustra la segunda edición del folleto Felicidad de México, impreso por la viudad de Bernardo Calderón, conocido como «El Sevillano». México, 1675.

Page 26: DIVULGACIÓN • El Nican Mopohua - · PDF fileMaría de los Ángeles Gómez Gavito ... Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier ... La historia del culto de Nuestra

PUEBLA, PUEBLA, MÉXICONOVIEMBRE 2011