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<DIVISIÓN 3: ASOCIACIÓN> <Capítulo 1. EL FENOMENO PRIMORDIAL Y LAS FORMAS DE ORDEN EN LA SINTESIS PASIVA> <§26. La Posición y la Delimitación de los Temas Concernientes a la Doctrina Fenomenológica de la Asociación> El rotulo “asociación” caracteriza para nosotros una forma y una regularidad legitima de la génesis inmanente que constantemente pertenece a la conciencia en general; pero no caracteriza, como lo hace para los psicólogos, una forma objetiva, causalmente psicofísica; no caracteriza una manera regulada en la que el surgimiento de reproducciones, de recuerdos, está causalmente determinada en la vida psíquica humana y animal. Ya que trabajamos en el marco de la reducción fenomenológica, toda realidad objetiva y toda causalidad objetiva están en “paréntesis”. Lo que está ahí para nosotros no es el mundo tomado como una realidad con su ser psicofísico y sus causalidades, sino solo los fenómenos de ellos, fenómenos de cosas, fenómenos de personas, etc, en su intencionalidad. En este marco de la conciencia pura, encontramos el flujo presente de la conciencia, encontramos constituido en cada caso una realidad perceptual constituida como en carne y hueso. Pero los pasados también pueden ingresar en la actualidad de la conciencia a través del recuerdo. Dicho de manera más precisa, en la unidad de una conciencia que fluye en el presente, encontramos percepciones concretas con sus componentes retencionales, además de retenciones concretas todo esto en el fluir de la retención que se diluye en el lejano y distante horizonte de retención. Pero además de esto, también surgen los recuerdos. Entre los componentes noemáticos de algo presente y algo recordado encontramos un rasgo conectivo fenomenológicamente peculiar que se puede expresar de la siguiente manera: algo presente evoca algo pasado. Igualmente, un segundo recuerdo puede ocurrir al tiempo que un recuerdo se escapa; el segundo recuerdo puede ocurrir junto con el primero en un nexo que está caracterizado noemáticamente por el hecho de que el primer acontecimiento evocado rememora el segundo acontecimiento evocado. Una conciencia perceptiva, es decir, una conciencia que es constituida originariamente puede en consecuencia caracterizarse como una conciencia que despierta, que abre los ojos de una conciencia reproductiva, y esta conciencia puede hacer despertar como fascinante una conciencia de pasado, por decirlo de algún modo. De la exposición de nuestras conferencias anteriores se sigue que la asociación es un tema posible de una investigación puramente fenomenológica. Por ejemplo, aún hay algo que permanece de la Modernidad, la habitual psicología de la asociación después de la reducción fenomenológica; si uno vuelve a su inmediata experiencia material, la reducción fenomenológica inicialmente producirá un núcleo de hechos fenomenológicos que también 5 10 15 20 25 5 10 15 20 [118]

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  • El rotulo asociacin caracteriza para nosotros una forma y una regularidad

    legitima de la gnesis inmanente que constantemente pertenece a la conciencia en general;

    pero no caracteriza, como lo hace para los psiclogos, una forma objetiva, causalmente

    psicofsica; no caracteriza una manera regulada en la que el surgimiento de reproducciones,

    de recuerdos, est causalmente determinada en la vida psquica humana y animal. Ya que

    trabajamos en el marco de la reduccin fenomenolgica, toda realidad objetiva y toda

    causalidad objetiva estn en parntesis. Lo que est ah para nosotros no es el mundo

    tomado como una realidad con su ser psicofsico y sus causalidades, sino solo los

    fenmenos de ellos, fenmenos de cosas, fenmenos de personas, etc, en su

    intencionalidad. En este marco de la conciencia pura, encontramos el flujo presente de la

    conciencia, encontramos constituido en cada caso una realidad perceptual constituida como

    en carne y hueso. Pero los pasados tambin pueden ingresar en la actualidad de la

    conciencia a travs del recuerdo. Dicho de manera ms precisa, en la unidad de una

    conciencia que fluye en el presente, encontramos percepciones concretas con sus

    componentes retencionales, adems de retenciones concretas todo esto en el fluir de la

    retencin que se diluye en el lejano y distante horizonte de retencin. Pero adems de esto,

    tambin surgen los recuerdos. Entre los componentes noemticos de algo presente y algo

    recordado encontramos un rasgo conectivo fenomenolgicamente peculiar que se puede

    expresar de la siguiente manera: algo presente evoca algo pasado. Igualmente, un segundo

    recuerdo puede ocurrir al tiempo que un recuerdo se escapa; el segundo recuerdo puede

    ocurrir junto con el primero en un nexo que est caracterizado noemticamente por el hecho

    de que el primer acontecimiento evocado rememora el segundo acontecimiento evocado.

    Una conciencia perceptiva, es decir, una conciencia que es constituida originariamente

    puede en consecuencia caracterizarse como una conciencia que despierta, que abre los ojos

    de una conciencia reproductiva, y esta conciencia puede hacer despertar como fascinante

    una conciencia de pasado, por decirlo de algn modo.

    De la exposicin de nuestras conferencias anteriores se sigue que la asociacin es un

    tema posible de una investigacin puramente fenomenolgica. Por ejemplo, an hay algo

    que permanece de la Modernidad, la habitual psicologa de la asociacin despus de la

    reduccin fenomenolgica; si uno vuelve a su inmediata experiencia material, la reduccin

    fenomenolgica inicialmente producir un ncleo de hechos fenomenolgicos que tambin

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  • permanecen inmersos en la actitud pura interna y que formarn el punto de partida

    preliminar para investigaciones ms extensas. Si continuamos en profundidad, nos daremos

    cuenta de que el camino est despejado desde aqu hacia una teora universal de la gnesis

    de la subjetividad pura, y en particular, primeramente en relacin con su nivel inferior de

    pasividad pura. Ya el anlisis eidtico fenomenolgico de la conciencia que constituye la

    objetividad temporal condujo a los inicios de una legtima regularidad de la gnesis que

    prevalece en la vida subjetiva. Vemos rpidamente que la fenomenologa de la asociacin

    es, por as decirlo, una continuacin superior de la doctrina de la constitucin originaria del

    tiempo. A travs de la asociacin, el rendimiento constitutivo se extiende a todos los

    niveles de la apercepcin. Que las intenciones especficas surjan a travs de ello es claro

    para nosotros. En realidad, Kant ya vio en contextos fenomenolgicos, que en primer lugar

    se nos cruzan en la marcha natural desde las observaciones objetivas psicolgicas bajo el

    rotulo de asociacin, no meros hechos accidentales, sino ms bien, una regularidad

    absolutamente necesaria y legitima, manifiesta, sin la cual una subjetividad no podra ser.

    Pero su brillante doctrina de la necesidad trascendental de la asociacin no est apoyada por

    un anlisis fenomenolgico eidtico. No intenta mostrar lo que en realidad est en disputa

    bajo el rotulo de la asociacin con respecto a los hechos elementales y las leyes esenciales,

    y de este modo hacer comprensible la gentica estructura unitaria de la vida subjetiva pura.

    Por otro lado, no quiero decir que el desarrollo de la fenomenologa haya ya progresado

    tanto que hubiera resuelto con esmero los problemas genticos que existen aqu. Pero esto

    es suficiente para poder especificar estos problemas y para esbozar el mtodo para su

    solucin.

    Un primer grupo de fenmenos puros y sus conexiones a que la doctrina tradicional

    de la asociacin nos conduce se refiere a los hechos de reales y posibles reproducciones, o

    ms claramente, de recuerdos reales y posibles. Cuando practicamos la reduccin

    fenomenolgica, los recuerdos son inicialmente dados como hechos trascendentales. En

    consecuencia, esto es todava anterior a la eidtica, el conocimiento esencial que

    intuitivamente obtendra las necesidades y las leyes esenciales. Justo en medio de estos

    hechos estn los fenmenos que nos interesan: la escisin de los recuerdos en recuerdos.

    Estos recuerdos se han desordenado, como decimos, tanto que las imgenes memoriales de

    pasados separados se ha combinado para formar la unidad de una imagen ilusoria. Este

    problema de la fusin de los recuerdos nos conduce un paso ms all, luego, al problema

    concerniente al alcance en el cual meras fantasas acompaan de regreso, a travs del

    anlisis intencional, a los recuerdos, es decir, el alance en el cual ellos son los productos de

    la fusin de los recuerdos con respecto a su contenido intuitivo.

    La doctrina de la gnesis de las reproducciones y sus formaciones es la doctrina de

    la asociacin en el primero y ms autntico sentido. Pero inseparablemente unido a esto, o

    ms bien, fundamentado sobre esto hay un nivel superior de asociacin y de la doctrina de

    la asociacin, concretamente, una doctrina de la gnesis de las expectativas, estrechamente

    relacionada con ello: la gnesis de las apercepciones a la que pertenecen los horizontes de

    las expectativas reales y posibles. En trminos generales, esto concierne a la gnesis de los

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  • fenmenos anticipables, es decir, de aquellas intenciones especficas que son previas.

    Tambin podramos llamar inductiva a esta asociacin. En efecto, se trata aqu de la

    fundacin de un nivel apropiado a la pasividad, la fundacin del nivel de todos los procesos

    lgicos y activos que son tratados bajo el rotulo de demostraciones inductivas.

    Tomndolos en orden, observemos ahora en primer lugar la asociacin

    reproductiva, naturalmente, como un acontecimiento puramente fenomenolgico. Podemos

    aqu la distincin aristotlica entre lo que es en s mismo primero y lo que es

    para nosotros primero, especficamente, lo que es primero desde el punto de vista del

    conocimiento explicativo (el conocimiento que hace comprensible). Los hechos asociativos

    y los conocimientos esenciales de la esfera reproductiva que son accesibles para nosotros

    como lo primero (por razones esenciales y no accidentalmente) referido reproductivamente

    al despertar intencional de las experiencias vividas y las reproducciones avivadas en las que

    somos conscientes o tomamos conciencia de los objetos como objetos por s mismos. No se

    nos ocurre inicialmente que esto es algo especial; por lo tanto, en cualquier sitio que

    hablemos de una conciencia, de una experiencia vivida intencional, pensamos sin ms lio

    en una conciencia de algo que se ofrece en s como algo para s, una conciencia de algo

    destacado, que existe de un modo singular.

    Pero es precisamente el anlisis del fenmeno asociativo el que atrae nuestra

    atencin por el hecho de que la conciencia, necesariamente, no debe ser conciencia de un

    solo objeto por s mismo, y en consecuencia, aludimos aqu un nuevo problema: cmo una

    conciencia de algo particular y cmo una conciencia de datos explcitos llegan a ser

    posibles como conciencia de una multiplicidad y como conciencia de una totalidad;

    especficamente, un anlisis comparativo tambin muestra la posible oposicin de muchos

    [elementos], de hecho, una multiplicidad siendo continuamente fusionada en una unidad

    dentro de una conciencia, implicite, de tal manera que la conciencia no es conciencia de una

    multiplicidad, una conciencia que se vuelve consciente de datos apartados de manera

    individual y tambin separada. El siguiente ejemplo puede aclarar ms o menos lo que

    implicite debera significar. Un cuadrado blanco, que en s mismo es completa y

    homogneamente blanco sin manchas, se destaca como un cuadrado nico, y muchos

    similares a cuadrados como una multiplicidad de particulares. Pero an cuando muchos

    cada cuadrado es dado como una unidad, y dado como una unidad que es indiferenciada en

    s misma, este de hecho es nuestro punto de vista que cada uno puede dividirse en un

    numero de modos; para nuestro pensamiento cada uno es en s mismo un continuum de

    blanco cuyas fases no son precisamente destacables por ellos mismos. Naturalmente, esta

    no es una interpretacin arbitraria sino que tiene una base fenomenolgica.

    Dejemos ahora de lado el problema de los datos destacados y sus multiplicidades

    implcitas y solo apuntemos al hecho de que por ahora solo podemos tener a la vista de

    asociaciones, y solo de las directas, por tener objetos particulares dados a nosotros

    fenomenolgicamente o por tener en la conciencia multiplicidades ntimamente

    consolidadas formando unidades por si mismas o por tener un todo articulado, en definitiva,

    si tenemos individualidades, objetos destacados como formaciones que, como tales

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  • unidades, evocan otras unidades como pasados; naturalmente recordndolos como pasados

    para nosotros. Permaneciendo dentro de la reduccin fenomenolgica, la relacin asociativa

    refiere exclusivamente a los objetos dados como tal en sus respectivos modos noemticos,

    esto es, correlativamente referido a los modos correspondientes de conciencia. No estamos

    diciendo que vemos estos recuerdos de algo por todas partes, sino solo lo que vemos en

    ciertos casos, es decir, captado en la aprehensin originaria. Por ejemplo, si descendiendo

    por un camino sinuoso divisamos un circo, nos recuerda otro circo, uno que surge

    reproductivamente. Podemos notar que lo reproducido no solo es reproducido

    completamente, y no es solo un objeto similar completamente reproducido, sino que existe

    ah cierta relacin entre ambos ms all de la mera relacin de semejanza. Algo presente

    trae a la memoria algo presentificado reproductivamente, lo que quiere decir, que es una

    tendencia dirigida desde la primera hacia la ltima y una tendencia que es cumplida por la

    reproduccin intuitiva. De esto se sigue que nosotros, como egos atentos, miramos desde

    esto hasta aquello por estar referido de lo uno a lo otro; y tambin podemos decir: Lo uno

    seala a lo otro a pesar de que todava no haya una relacin real de indicacin por signos y

    designacin. Adems, el fenmeno es dado en si como una gnesis, segn un trmino como

    un despertar y segn el otro como un reanimar. La reproduccin de este ltimo se da en s

    como provocado por el despertar.

    Dentro del marco puramente fenomenolgico, entonces, hay distinciones

    adicionales que caen entre la asociacin inmediata y mediata, y podemos observar que

    ambos siempre estn entrelazados el uno con el otro. En primer lugar, con frecuencia y

    fcilmente observamos que una a recuerda a una b y luego esta de nuevo recuerda c, y por

    consiguiente no estamos recordando inmediatamente a c sino precisamente a travs del

    camino hacia b. Pero las asociaciones tambin pueden mantener su curso sin que ello sea

    notado. De la misma manera como fallamos en notar tantas cosas diferentes que se

    encuentran en nuestro campo de conciencia, as tambin, fallamos en notar las conexiones

    de la asociacin. Como es usual, aqu tambin queremos tomar conciencia de nuestra

    conciencia pasada y su contenido mirndolo retrospectivamente por la espalda, es decir, a

    la manera de la reflexin. Nuestro inters roza justo encima de las conexiones [terms]

    cuando una cierta y muy frecuentemente mediata conexin [term] final nos atrae

    especialmente, y de este modo, esta conexin final amanece sobre nosotros como un

    pensamiento repentino por s mismo; mientras que todo el nexo asociativo contina el curso

    en la conciencia ello no se nota de manera especial. Por ejemplo, se nos ocurre durante una

    conversacin la idea de un magnifico paisaje marino. Si reflexionamos sobre el modo en

    que vino a nosotros, hallaremos por ejemplo que un giro de la expresin inmediatamente

    nos record de algo similar que fue pronunciado durante una conversacin el verano pasado

    en el mar. La imagen hermosa de un paisaje marino, sin embargo, monopoliz

    completamente nuestro inters.

    De este modo, si pensamos en ejemplos intuitivos encontraremos la semejanza de

    algo animado con algo que esta inmediatamente animado como una correcta asociacin

    inmediata, como un correcto despertar inmediato.

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  • En cualquier caso, encontramos que el despertar a menudo no conduce a una

    memoria intuitiva, sino en cambio a una presentacin vaca. Esta presentacin vaca es

    dirigida de un modo determinado y como tal tiene una determinada (pero no siempre

    eficaz) tendencia de convertirse en un recuerdo, y luego a travs de la asociacin inmediata,

    virar necesariamente hacia un recuerdo de algo que es similar. Notamos, sin embargo, que

    este algo similar no permanece aislado; en cierto modo, toda la conciencia de pasado es

    co-reanimada; es por esto que la cosa particular, que es reanimada y reproducida

    especialmente, se hace importante. Es entonces que otro algo, otra cosa en particular

    todava puede preferirse de una manera especial en el modo de lo despertado en el marco de

    este pasado entero, y de este modo ser predestinado hacia una posible reproduccin

    intuitiva. El recuerdo de una pintura de Tiziano me transporta a la Galera: pero solo trazos

    especiales de ese presente se reaniman especialmente y aparecen: algunos otros cuadros que

    cuelgan ah, o ms prosaicamente, la imagen del bostezo del empleado del museo, etc.

    Ciertamente, podemos pasar rpidamente sobre este pasado en presente desde el

    momento en que el despertar ms efectivo de este pasado se remonta a otro pasado, ms

    profundo, o siguiendo el contorno del futuro, persigue los incidentes que siguieron all.

    Estos son, por supuesto, acontecimientos familiares; podemos encontrarlos todos en

    nosotros mismos y tomar nota de ellos. Cada recuerdo est abierto a la pregunta sobre

    cmo llegamos a ello, una pregunta que surge constante en el discurso cotidiano mostrando

    que esto concierne a asuntos de hechos que deben haber surgido en la experiencia de todos.

    Para la fenomenologa, ello constituye un punto de partida para un tratamiento y una

    descripcin en la reduccin, y luego sobre todo, para el mtodo de la investigacin eidtica,

    para la investigacin en necesidades esenciales. Partiendo de ejemplos consideramos, por

    ejemplo, si la asociacin inmediata como tal es posible, es concebible, si tuviramos que

    desistir de la relacin de semejanza entre lo que despierta y lo que es animado, o de nuevo,

    si el despertar de algo a travs de la asociacin, de algo cuyo contenido es extrao, es

    posible de algn modo que sea diferente de la transmisin que se produce por medio de un

    despertar a travs de la semejanza.

    Se ve entonces que las leyes esenciales seguramente prevalecen aqu. Cada

    despertar va desde un presente impresional o un presente que se reproduce ya no-intuitiva o

    intuitivamente hacia otro presente reproducido. Esta relacin, o como podemos decir

    inmediatamente, esta sntesis presupone un termino transitorio algo similar: desde aqu

    los arcos del puente se cruzan como una sntesis especial por medio de la semejanza.

    Transmitido de este modo, un presente ingresa en la sntesis universal con otro pasado en

    presente, correlativamente una plena conciencia del presente ingresa en una sntesis

    universal con otra conciencia sumergida del presente, una sntesis que funge como marco

    para las sntesis especiales del despertar y para las reproducciones especiales.

    Esto nos da un comienzo spero y preparado; y ahora es una cuestin primera hacer

    comprensible de un modo ms preciso cmo ocurren ciertos despertares, a saber, cmo una

    semejanza entre una variedad de semejanzas se hace privilegiada para la construccin de un

    puente, y cmo cada presente puede finalmente ingresar en una relacin con todos los

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  • pasados, cmo extendindose ms all de la viva retencin- puede ingresar en una relacin

    con todo el mbito de cosas olvidadas. Es evidente que solo a travs de esto podemos

    resolver completamente el problema referido a cmo el yo puro es capaz de ser consciente

    del hecho de que tiene tras de s un campo interminable de experiencias vividas pasadas

    como propio, una unidad de vida pasada en la forma de tiempo, como una vida que est en

    principio accesible por doquier a travs de los recuerdos, o, lo que es lo mismo, es capaz de

    ser reanimado en el ncleo de su ser.

    Pero podra la subjetividad de verdad tener su propio pasado, podramos hablar

    significativamente de este tener si en principio cada posibilidad de recordar es

    insuficiente, y an ms, si las condiciones genticas de esta posibilidad (las condiciones de

    posibilidad del despertar) que han de ser reveladas a travs del conocimiento esencial

    quedan incumplidas? Nos damos cuenta, entonces, que esto concierne nada ms que a la

    clarificacin del problema fundamental, el bsico, de las condiciones de posibilidad de una

    subjetividad en s misma. Qu debe pertenecerle para que una subjetividad pueda tener el

    sentido esencial sin el cual ella no sera subjetividad, [a saber], el sentido de una

    subjetividad existente por s misma, y precisamente de este modo de una subjetividad que

    se constituye a s misma como ser para s? Ciertamente, una fenomenologa completa del

    despertar reproductivo se refiere a este problema y lo agota solo con respecto a uno de sus

    lados, especficamente, con respecto a la constitucin de su propio pasado, o mejor dicho,

    la constitucin de mi-habiendo-sido en el interminable tiempo inmanente. Pero vamos a

    ver que la parte suplementaria, la otra mitad del problema, es el mbito de la

    fenomenologa inductiva, de la asociacin anticipativa. Aqu haremos claro las condiciones

    de posibilidad esenciales de una subjetividad que se sabe a s misma como idnticamente

    una, teniendo su interminable vida futura inherente. Puede saber: a travs de la posibilidad

    que aqu se exige de una verificacin que no est fundamentada inicialmente por la

    autodonacin de algo futural en el futuro de la vida actual, sino ms bien a travs de una

    nueva verificacin [que tiene lugar] constantemente en la determinacin de las

    anticipaciones que se hacen posibles y que son ya prefiguradas de un modo indubitable en

    el presente particular.

    Los problemas que hemos formulado no son del todo nuevos para nosotros;

    solamente son nuevas formulaciones del problema de la validez-en-si misma que puso en

    movimiento toda esta Divisin de las Conferencias.

    Volvamos de nuevo a la asociacin, y tengamos en cuenta cmo este nuevo campo

    debe ser tomado en una profunda y exhaustiva investigacin fenomenolgica, y

    naturalmente en una investigacin sistemtica que comienza con lo que es elemental, lo que

    cada asociacin presupone. No necesitamos buscar el primer comienzo. Claramente, lo que

    se presupone es la sntesis que continuamente es cumplida en la conciencia originaria del

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  • tiempo. En el concretamente lleno torrente de actualidad viviente, tenemos presente, pasado

    y futuro ya unidos en cierto modo de donacin. Pero esta manera en la cual la subjetividad

    se hace consciente de su vida pasada y futura junto con sus inherentes contenidos

    intencionales es incompleta. La ya mencionada manera no tendra sentido para el ego si ah

    no hubiere despertar, ya que las retenciones estn vacas y ni siquiera se hunde en el

    indiferenciado trasfondo retencional. Nuestra conciencia del futuro protencional est

    especialmente vaca. De otro lado, no habra ningn progreso sin este principio. En el ABC

    de la constitucin de toda la objetividad dada a la conciencia y de la subjetividad existente

    por s misma, aqu est la A. Esto consiste, como podramos decir, en un universal marco

    formal, en una forma sintticamente constituida en la cual todas las otras sntesis posibles

    deben participar.

    Muchos otros tipos de sntesis son an trascendentales en sentido especial, como lo

    apodcticamente necesario para la gnesis de una subjetividad (la cual ciertamente solo es

    concebible en la gnesis). Como dijimos, estas sntesis mantienen su curso junto con la

    sntesis constitutiva de la forma temporal de todos los objetos, y por lo tanto deben co-

    relacionarse con el contenido temporal, el contenido temporalmente formado del objeto. En

    su genio casi abrumador (abrumador precisamente porque no tena a su disposicin el

    mtodo y la problemtica fenomenolgica), Kant ya ha bosquejado un sistema inicial de

    sntesis trascendentales en la deduccin trascendental de la primera edicin de la Crtica.

    Pero infortunadamente, solo tuvo en mente el elevado falso problema de la constitucin de

    un objeto espacio-mundano, de un objeto que trasciende la conciencia. As, su pregunta es

    solo esto: qu tipo de sntesis debe llevarse a cabo subjetivamente para que las cosas de la

    naturaleza puedan aparecer, y de este modo una naturaleza en general. Pero la mentira ms

    grave y esencialmente previa a esta es el problema de lo interno, el objeto puramente

    inmanente como formacin y la constitucin, por as decirlo, del mundo interior, esto es, la

    constitucin precisamente del torrente subjetivo de experiencia vivida como ser para s,

    como su campo propio de todo el ser como suyo propio. Ya que el mundo espacial es

    constituido a travs de la conciencia, ya que solo puede estar ah para nosotros como

    existente y solo puede ser concebido en absoluto en virtud de ciertas sntesis llevadas a

    cabo en la inmanencia, es claro que los problemas constitutivos del mundo presuponen la

    doctrina de las estructuras necesarias, ms generales y las formas sintticas de inmanencia

    que son posibles en general. Por consiguiente, debemos buscar aqu en la inmanencia lo que

    est en principio muerto en la mayora de las sntesis generales, especialmente, como

    dijimos, las sntesis referidas al contenido que extendido ms all de la sntesis

    trascendental de tiempo, y que de por s, de acuerdo a su carcter general, son discernibles

    como trascendentalmente necesarias. Nuestra tarea, por lo tanto, ser la de buscar

    precisamente estas sntesis.1

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  • Es muy importante tener en cuenta que bajo la rbrica de sntesis constitutiva del

    tiempo, consideramos no solo las sntesis de las retenciones y pretensiones de los objetos

    temporales que pertenecen en su conjunto y por si mismas a algn tipo de objeto temporal,

    sino tambin que lo concreto, el pleno presente viviente es una unidad que surge desde una

    sntesis que lo abarca. Y, adems, que en el continuo proceso fluyente desde un momento

    viviente a otro, una sntesis, particularmente un nivel superior de esta, se lleva a cabo una

    vez ms. Lo que es constituido universalmente a travs de esta sntesis es conocido bajo el

    ttulo de coexistencia y sucesin de todos los objetos inmanentes en relacin a un otro. En

    cada momento viviente varios tipos de objetos temporales como formaciones son

    constituidos cada uno teniendo un Ahora momentneo junto con el momentneo horizonte

    retencional de un haber-sido y el momentneo horizonte protencional. Esta estructura

    momentnea est continuamente en el proceso fluyente y est sintticamente unida,

    precisamente de tal modo que constituye este objeto temporal como idntico a s mismo,

    por ejemplo, un sonido duradero. Pero aun as otros objetos pueden ser constituidos en esta

    misma concrecin de vida, ahora y nuevamente en el mismo momento viviente y en su

    continuo proceso fluyente; cada objeto puede ser constituido a travs de una estructura

    constitutiva paralela, por ejemplo, otro sonido, un color, etc. Aqu necesariamente se

    constituye la simultaneidad; la temporalidad de un tal dato no estara constituida por si e

    incluso no tendra nada que ver con la temporalidad del otro. Un simple Ahora se

    constituye llevando el Ahora de un dato a una unidad de identidad con el Ahora de otro

    dato. Y, asimismo, toda la estructura formal de los modos subjetivos temporales para

    ambos datos, y por consiguiente para todos los datos constituidos desde el Ahora mismo,

    estn en una coincidencia que forma la identidad las diversas impresiones primordiales

    estn conectadas inseparablemente a una impresin primordial; una impresin primordial

    fluyente que como tal todas las impresiones especiales deben huir a un ritmo absolutamente

    idntico. Esto se mantiene por el hecho de que no muchas veces es correspondiente a los

    muchos objetos; ms bien, la proposicin va: solo hay un momento en el que todos los

    cursos temporales de los objetos siguen su curso.

    En consecuencia, a cada Ahora le es correspondiente una sntesis universal. A travs

    de esta sntesis se constituye un presente concreto universal, un presente en el que todos los

    datos que son provocados desde un otro Ahora son integrados. Adems, el hecho de que el

    Ahora que fluye en y a travs de las orientaciones temporales implican al mismo tiempo

    otra sntesis universal en la constitucin de la vida por medio del cual somos conscientes

    del transcurso del presente como una unidad secuencial. Lo que es dado a la conciencia

    originariamente como existente simultnea y secuencialmente es por consiguiente

    constituido desde una originalmente sinttica unidad como existente simultnea y

    sucesivamente.

    Esta es la ms general y primaria sntesis que necesariamente conecta todo objeto

    particular del que somos conscientes originariamente en la pasividad como ser,

    independientemente de lo que su contenido pueda ser y de la manera que bien pueden estar

    constituidos como objetos unitarios con respecto al contenido. Dirigimos nuestra atencin a

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    [127]

  • lo que necesariamente es dado en la unidad temporal a todos los objetos distinguidos y

    distinguibles: siendo el uno con el otro. Pero naturalmente, la sntesis de la conciencia del

    tiempo contiene tambin (y ya como una presuposicin para posibles coexistencias y

    sucesiones) que la sntesis en la que un objeto se constituye como idnticamente uno o (lo

    que es igual a la misma cosa) como lo duraderamente uno en los mltiples torrentes.

    Si, ahora, la conciencia del tiempo es el lugar primordial de la constitucin de la

    unidad de identidad o de una objetividad como formacin, y luego de las formas de

    conexin de la coexistencia y la sucesin de todas las objetividades como formaciones de

    ser dadas a la conciencia, entonces todava estamos solamente hablando acerca de esa

    conciencia en la que se produce una forma general. La mera forma es reconocidamente una

    abstraccin, y as desde el principio el anlisis de la intencionalidad de la conciencia del

    tiempo y su cumplimiento es un anlisis que trabaja sobre [el nivel de] abstracciones. Lo

    capta, solo est interesado en la forma necesariamente temporal de todos los objetos

    singulares y todas las pluralidades de objetos, o mejor dicho, correlativamente solo est

    interesado en la forma de las multiplicidades que constituyen el objeto temporal. Un objeto

    es algo perdurable, como constituido de esta manera y en la conciencia. Pero es algo

    perdurable en lo que respecta a su contenido, y que este es el caso, que tiene este contenido

    para este objeto, ese contenido para ese objeto, y esto se constituye en la conciencia de s, o

    de otra manera ni siquiera podramos ser conscientes de ello. El alcance en el que varios

    objetos son diferenciados en lo que respecta a su contenido, o el alcance en el que unos

    objetos son divididos o divisibles con respecto a su contenido, es el alcance en el que

    tenemos (o ms bien, el alcance en el cual emerge para nosotros) objetos particulares que

    estn unos con otros en una relacin de coexistencia y sucesin. Pero lo que da unidad al

    objeto particular con respecto al contenido, lo que hace la diferencia entre cada uno de ellos

    con respecto al contenido (y especficamente para la conciencia y desde su propio

    cumplimiento constitutivo) lo que hace posible la divisin y la relacin entre las partes en

    la conciencia, y as sucesivamente, el anlisis del tiempo solamente no puede decrnoslo,

    por lo abstracto precisamente de su contenido. De este modo, no puede darnos una idea de

    las estructuras sintticas necesarias del presente fluyente y del torrente unitario del presente

    que de alguna manera concierne a la particularidad del contenido.

    Permanezcamos en la continua unidad sinttica de un presente fluyente; no

    recurramos inicialmente a cualquiera de las funciones del recordar que debemos

    nicamente tener en cuenta ms adelante con respecto a su gnesis y el nuevo

    cumplimiento, y hagamos tan poco uso de las funciones de traer el futuro a la intuicin, las

    expectativas que aparecen con antelacin ms all de la continua protencin. Incluso

    dejamos en fuera de juego todos los tipos de fantasa, todos los tipos de actos conceptuales,

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    [128]

    [129]

  • valorando y pretendiendo actividades, sin perjudicar el caso concerniente a su carcter

    indispensable o prescindible para la subjetividad. Presuponemos que los objetos estn

    constituidos, objetos inmanentes ya prominentes, singularidades o grupos unitariamente

    cerrados o todos, como articulados en partes explicitas. Como estamos aqu ante cuestiones

    concernientes a la asociacin es obvio que con esto debemos forjar un principio para fijar

    nuestros ojos en nuevas sntesis primordiales. Pero solo podemos fijar nuestros ojos sobre

    algo, captar algo directamente donde tenemos algo destacado por s mismo.

    Las conexiones ms generales de objetos destacados que estn determinadas con

    respecto al contenido, por obvias razones, son la semejanza o uniformidad y la no-

    semejanza; o dicho ms concisamente: conexiones de homogeneidad y conexiones de

    heterogeneidad. La conexin como constituida por la conciencia es un rendimiento de la

    sntesis de conciencia, y aqu nos encontramos con algo nuevo, la conciencia de la sntesis

    de homogeneidad. Cuando se trata de objetos reales, hay seguramente buenas razones para

    sostener que la mera semejanza no crea ninguna clase de conexin, ninguna conexin real

    entre ellos. Que dos personas sean semejantes entre s, por ejemplo, con respecto a sus

    narices, no produce ningn vnculo real entre ellos. Sin embargo, hablamos de datos

    inmanentes, por ejemplo, sobre el dato de color en concreto en la unidad de un presente

    fluyente, por consiguiente, que est dado a la conciencia en coexistencia inmanente bajo

    alguna duracin de constitucin ms larga. Pero estos tienen, necesariamente, una unidad a

    travs de la conciencia, una unidad de parentesco, como semejante la una a la otra o

    uniformes entre s: varios datos de color separados en el campo visual se agrupan juntos;

    estn especialmente unidos en virtud de su semejanza; [y tambin estn unidos en]

    diferentes formas. Este parentesco tiene sus grados y de acuerdo a ellos estn unidos ahora

    ms fuertemente, ahora ms dbilmente. El ms completo parentesco o semejanza es la

    uniformidad, es decir, la que hace la conexin ms fuerte de homogeneidad. Lo que all es

    dado como coexistente en una conciencia con respecto a los detalles que son uniformes no

    permanecen por si mismos indiferentes a los dems; ms bien, estn unidos a un grupo

    especial que es ahora una multiplicidad como unidad; en el sentido ms amplio de la

    palabra esto ya es un todo que ha enlazado los detalles, juntos puramente a travs del

    parentesco. Pero la semejanza logra la cosa misma, solo a un menor grado, permaneciendo

    a la zaga de la uniformidad.

    Concentrmonos estticamente en la coexistencia de dos o ms objetos que estn

    relacionados en lo que respecta al contenido; aunque su unidad a travs de la homogeneidad

    surja ya en este caso, y aunque las diferencias en la intimidad de esta conexin surjan si

    consideramos una variedad de tales casos reunidos, la caracterstica ms profunda entre las

    combinaciones sern reveladas en una consideracin cintica, por as decirlo, en una

    transicin comparativa desde un componente de la relacin a otro. La nueva caracterstica

    uniforme es dada en tal transicin como una repeticin de la misma cosa. Esto no es as

    con algo que es meramente semejante, aunque en un cierto respecto una mismidad

    [sameness] viene a primer plano en la relacin de semejanza. Cuando comparamos los

    componentes de la relacin, nos encontramos con que tiene lugar una clase de

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  • superposicin de una conciencia sobre otra; a pesar de la modificacin a la que se somete,

    la conciencia de lo uno es preservada a travs de la transicin como una conciencia del

    primer objeto y coincide con la segunda conciencia, con la conciencia del segundo objeto, y

    en el caso de la uniformidad, es congruente. Esto quiere decir, a pesar de la conciencia de

    dualidad que se mantiene, resulta una conciencia de identidad, la conciencia de un mismo

    contenido, un mismo qu de contenido. La uniforme caracterstica repetida es

    completamente la misma con respecto al contenido, completamente congruente. En la

    comparacin de las materias con caractersticas semejantes encontramos dos cosas que se

    destacan, (i) la coincidencia sinttica en una comunidad, es decir, en una uniformidad y

    tambin (ii) el conflicto sinttico de las materias particulares de esta comunidad que

    reprimen lo uno otro recprocamente en el proceso de superposicin. Reprimir significa que

    lo uno encubre lo otro, que el elemento encubierto tiende hacia el elemento descubierto,

    luego, irrumpe a travs de lo oculto en los elementos previamente desocultos, etc. As,

    cuando un cuadrado rojo se superpone con uno azul. Visualmente hay semejanza, pero no

    uniformidad. Rojo y azul desentonan.

    Tambin podemos observar esto: Donde hubo un encubrimiento a travs de la

    superposicin, la coincidencia aunque conflictiva (la coincidencia de uniformidad) no cede

    en este momento algo ms de dualidad, de divisin en dos con respecto al contenido. Una

    fusin en lo que concierne al contenido se lleva a cabo en la sntesis de los dos contenidos

    de conciencia respectivos, especficamente, la fusin forma una singularidad de comunidad

    con respecto al contenido. Pero aunque aqu en la superposicin de semejanza hay tambin

    algo de fusin, no hay una fusin pura ni una formacin de unidad; ms bien, hay unidad

    como presuposicin, como el suelo de un encubrimiento, y, de este modo, de represin y

    erupcin. En consecuencia, diremos: lo que est presente estticamente como la conexin

    uniforme de contenidos distintos (o como la meramente similar conexin de contenidos

    distintos) es ya en s misma un modo de las dos respectivas sntesis como encubrimiento.

    Es un encubrimiento par distance. Y obviamente, una tendencia afectiva simultneamente

    perteneciente a ella; para algo que se destaca por s mismo, las funciones afectivamente. Y

    una conexin de algo destacado que surge desde la homogeneidad que ejerce una unitaria e

    incrementada fuerza afectiva o tendencia sobre el ego, si esto da o no en ello; y esta

    afeccin se flexibiliza, llega a ser cumplida en un viraje hacia, qu cuando completamente

    trabajando produce simultneamente la forma cintica de una transicin desde un trmino a

    otro y la forma cintica de una superposicin, produciendo as el resultado que describimos.

    Todo esto tiene lugar, sin embargo, antes de las apariciones de las falsas actividades

    superiores de lo cognitivamente fijo en el elemento comn como algo concretamente

    general o como una generalidad genrica propia de un nivel superior.

    Lo que hemos expuesto tambin sostiene dnde las sucesiones de objetos distintos

    se han constituido en la unidad del fluyente presente viviente, y en particular, como

    sucesiones de uniformidad u objetos semejantes o procesos. As, los sonidos puros se

    siguen el uno al otro, y entre ellos, por ejemplo, unas series de repeticiones de sonidos

    uniformes, donde decimos que es el mismo sonido siendo repetido.

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  • Cuando usamos la superposicin como una forma de revelar lo que est presente en

    el fenmeno de uniformidad y semejanza de datos distintos, vemos, como lo mostr la

    Conferencia anterior, que una fusin a distancia trabaja en cada sntesis a travs de la

    homogeneidad; en el caso de la mera semejanza esta fusin es inhibida por un distintivo, un

    contraste. Si empleamos el mismo mtodo de descubrimiento, nos damos cuenta, adems,

    que estos tipos de conexiones a travs de la homogeneidad pueden conectarse

    diferentemente por trminos de puente, formando de este modo diferentes grupos de

    homogeneidad que tienen en comn los trminos individuales. Por ejemplo, un tringulo

    rojo est en una unidad con otros tringulos coloreados de manera diferente, y si pasamos a

    travs de ellos y los comparamos explcitamente en pares, esto significar que ellos como

    tringulos son similares entre s, ciertamente, ellos sern completamente uniformes. El

    mismo triangulo rojo, sin embargo, puede formar un grupo uniforme con otras figuras que

    no son uniformes pero que son todas de color rojo uniformidad con respecto a rojo,

    diferencia o (lo que es la misma cosa) semejanza simplemente que vara en lo que

    concierne a la figura. Finalmente, todas las figuras y todos los colores son similares. De

    este modo, formalmente hablando distinguimos el elemento uniforme con respecto de a

    de el elemento uniforme con respecto de b y de la misma manera para todo lo similar.

    Nos damos cuenta de que ya antes de realizar una comparacin, pero en virtud de tales

    sntesis entrelazadas de homogeneidad, el rojo se distingue de la figura, que los dos

    momentos respectivos en el tringulo rojo vienen en reemplazo [relief-Abhebung] como

    momentos y por lo tanto ejercen una fuerza afectiva por s mismo.

    Observemos ms de cerca esta situacin simplificando nuestros ejemplos. Dentro de

    un presente fluyente, la afinidad distante del tringulo rojo con otro triangulo rojo del suelo

    de fusin, una similar unificacin forma una igualdad. La fusin o la unificacin del mismo

    triangulo con otro triangulo ceden un par otra vez: Ambos pares estn ahora asociados por

    un trmino de puente, especficamente, por un trmino de identidad. Nos damos cuenta en

    este caso de que cada respectivo par tambin se ha movido en una relacin de

    homogeneidad. Y, de hecho, hablando de una manera completamente general: incluso los

    grupos de semejanza, incluso los pares homogneos como grupos se unen puramente a

    travs de la homogeneidad. Dos pares coexistentes que estn emparejados por ser rojos

    coinciden como pares; forman un par de pares de manera tal que al mismo tiempo los

    trminos correspondientes coinciden en una congruencia de rojo. Si, en cambio, tomamos

    pares que tienen un trmino que no es uniforme, ms exactamente, pares que tienen un

    trmino que es semejante a distancia, habr una unidad integral menos de pares producidos

    entre los pares como tal. No estn completamente unificados como pares; ellos de hecho

    forma un par de pares, y los trminos que se corresponden entre s por estar emparejado

    como rojo por ellos mismos estn, por ejemplo, mas ntimamente conectados el uno con el

    otro; solo porque hay una diferencia en lo que respecta a los dems trminos, ambos pares

    divergen como si cada uno anduviera su propio camino. Ahora, si permitimos a un trmino

    volverse idntico como antes, entonces tendremos dos relaciones que divergen desde lo que

    sin embargo tendr todava algo de una comunidad materialmente relevante, pero en

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  • reintegro [Abhebung]. Precisamente por esto, los momentos que entran en reintegro a travs

    del termino de puente, especficamente, como momentos diferentes, como momentos

    bsicos de dos semejanzas. Obviamente, aqu est situado el comienzo de la

    particularizacin interna y la divisin dentro de la pasividad, y por lo tanto el presupuesto

    para explicar las rasgos y las partes internas dentro de la actividad, y en ltima instancia

    dentro de la actividad judicativa.

    Las nuevas relaciones, es decir, las formas de unidad pasan tambin a primer plano

    aqu en el marco de homogeneidad las relaciones del objeto y del rasgo interno

    dependiente, y del objeto como un todo, en sentido especial, como una parte de una parte

    que es posible por s misma. Ciertamente, en sentido estricto, ellos solo pasan a primer

    plano a travs de la explicacin activa y una identificacin correspondiente: pero queda

    claro que la sntesis en cuestin ya est siendo preparada en la pasividad, en el nivel

    inferior. Un ejemplo del proceso de ser dividido en partes dentro de la pasividad sera, por

    ejemplo, una sucesin unificada de un breve tono y un tono de larga duracin. Aqu, una

    pieza prolongada del tono de larga duracin, el cual realmente no entra en reintegro tan

    bruscamente, ya se distingue del resto por medio de la coincidencia.

    Otras sntesis especiales que surgen desde la homogeneidad que tienen solo ms

    importancia fundamental en lo que concierne a las gradaciones de semejanza como

    prembulo de la uniformidad, segn la cual las parejas y las conexiones de grupos estn

    fusionadas ellas mismas ms o menos ntimamente, mas firmemente o ms holgadamente.

    Especficamente, la semejanza ms fuerte entre los trminos tambin determina la

    intimidad con la cual las parejas, juntas, estn fusionadas ellas mismas en una unidad, en la

    unidad de un grupo y en la unidad de un grupo de grupos.

    Aqu, sin embargo, encontramos el problema de la unidad de orden y, en conexin

    con este, otros problemas fundamentales, el problema de la continuidad como orden

    ininterrumpido en la fusin indivisa. Cules son aqu los fenmenos primordiales?

    Hasta ahora habamos presupuesto, como fenmeno primordial, la unidad de un

    objeto destacado, las multiplicidades de objetos destacados como simples multiplicidades

    de coexistencia y sucesin, pero, luego, tambin las multiplicidades como multiplicidades

    conectadas con respecto al contenido, esto es, conectadas a travs de la homogeneidad.

    Ahora, qu caracteriza el orden que es obviamente un fenmeno en la esfera de

    homogeneidad, y el desorden que se le opone? Un fenmeno primordial es el desorden, por

    ejemplo, en la forma de un montn de puntos en un campo visual que es de otro modo

    uniforme. Como puntos uniformes, ellos tambin pueden ser pensados como un orden del

    campo visual; puede que seamos capaces de darles un orden ideal, o puede que seamos

    capaces de dividirlos de cualquier manera ordenada, de modo que nosotros viramos el

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  • orden y entonces tendramos el orden dado como un fenmeno de pasividad. Por lo tanto,

    incluso esto es inicialmente un fenmeno primordial.

    El fenmeno primordial incluye especialmente el fenmeno de uniformidad y el

    fenmeno de una serie de gradacin: en primera instancia, una unidad de semejanzas, de

    puros datos de color, especficamente, en coexistencia, pero en segunda instancia- una

    gradacin desde rojo hasta azul como la unidad de una secuencia ordenada. O una serie de

    tringulos como un orden de tamao hacindose consistentemente ms grande. Sin

    embargo, podemos tomar como fenmeno primordial en paralelo un ordenamiento

    temporal de solo tales datos que se siguen el uno al otro y se unifican de acuerdo a un orden

    a travs de la semejanza, a travs de la uniformidad, o a travs de una gradacin segn el

    color o segn el tamao de la forma. En ambos lados podemos describir la unidad concreta

    de orden como estando ya a la mano: propio de ella no es meramente la formacin general

    de una pareja a travs de la semejanza, sino la formacin de una semejanza especial que

    aqu llamamos gradacin. Entonces, la conexin de los pares entre s de una manera tal que

    el trmino graduado, el trmino final de una pareja, es el trmino inicial de la siguiente

    pareja, el trmino como un punto de partida para una nueva gradacin, etc. Tengamos en

    cuenta que esta coincidencia en una gradacin an tiene una intimidad especial, a pesar de

    que no sea una uniformidad. El menor no est simplemente repetido en lo que est

    graduado, y sin embargo es el mismo, pero todava ms que eso. Obviamente, una especial

    fuerza vinculante en la concatenacin ascendente, sin embargo, es inherente en el aumento,

    en la gradacin; para cada par de datos que es relativamente graduado es en s nuevamente

    un aumento de la gradacin en contraste a la pareja anterior de datos que es relativamente

    disminuida. As como una sola pareja graduada ejerce ms fuertemente una afeccin que

    solo cualquier pareja semejante, as tambin es una concatenacin de parejas graduadas, en

    la unidad de una gradacin que est siendo aumentada en la repeticin, una slida unidad

    afectiva que una unidad diferente de parejas semejantes.

    Ciertamente, ahora surge la pregunta: Qu produce la concatenacin, el proceso de

    conexin? Cmo hacen las concatenaciones (por oposicin a las meras colecciones) para

    suceder en la mera pasividad, por oposicin a las meras colecciones en las que todo forma

    un vnculo con todo lo dems, singularidades y conexiones, de una manera desordenada?

    Somos conducidos aqu sobre todo hacia el fenmeno primordial de sucesin, es

    decir, hacia un ordenamiento primordialmente rendido por la conciencia constitutiva del

    tiempo. Lo que ya est prominentemente acentuado en el ir desde un presente hacia el

    siguiente y es constituido en el tren de presentes como una unidad duradera de identidad

    estn ligados entre si temporalmente; puede ser para decir, las relaciones temporales estn

    desde el principio mismo y por necesidad esencial ligados entre s en el ser constituido. Si

    prestamos atencin simplemente al aspecto formal del tiempo, incluso podemos discernir

    aqu las relaciones de gradacin que se construyen como las ms originales relaciones

    dentro de la concatenacin necesaria. Todas las relaciones temporales entre los objetos

    temporales parecidos a formaciones son constituidas en los modos subjetivos de

    orientacin, y por consiguiente hay, en la conciencia, la concatenacin de elementos

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  • pasados con lo que est ms all, luego, con lo que est todava ms all, pero a travs del

    cual una unidad de identificacin corre limpia a travs del flujo de esta relatividad, una

    unidad que constantemente produce una concatenacin de orden entre ellos mismos, los

    datos idnticos y sucesivos. Ahora, si este orden primordial ha producido una

    concatenacin necesaria entre datos, no obstante, estn determinadas con respecto al

    contenido, entonces, las gradaciones determinadas con respecto al contenido pueden ahora

    vincularse de por s en una secuencia temporal y por consiguiente formar la serie unitaria

    de gradacin consistente. Igualmente, la serie unitaria tambin puede surgir con la pura

    uniformidad y la semejanza en lo que concierne al contenido. Debemos reconocer que el

    origen de la sucesin debe dar a la serie una fuerza superior a la que poseeran si no

    funcionasen desde este origen. Para la sucesin presentar un nuevo momento, para estar

    seguro, un momento necesario de uniformidad; lo presenta la uniformidad de la secuencia

    como secuencia, y si ellos perduran uniformemente, entonces quiz en adicin a esto, lo

    presenta la duracin de un solo dato de secuencia como una duracin uniforme.

    Pero qu es lo que ahora sucede en la coexistencia que todava no est ordenada en

    si misma por el orden de la sucesin? Consideremos el campo visual y los datos especiales

    que se producen en l. Tienen una unidad de homogeneidad, pero que an no es un orden.

    Sin embargo, existen ordenes aqu, y como en el tiempo, independientes del contenido que

    all se ordena. En el campo visual, tomado de una manera puramente inmanente, hay series

    posibles que, ciertamente, podemos caracterizar en el lenguaje solo por apropiacin desde

    el idioma de las percepciones de los objetos trascendentes. Por consiguiente, un orden de

    coexistencia de puntos de color aleatorios o figuras rpidamente delimitadas en el orden

    derecha-izquierda y en el orden arriba-abajo, o en un cierto camino que va a la derecha y

    luego hacia arriba, etc. Igualmente, esto se sostiene en cualquier otra posible direccin de

    ordenamiento.

    Nos damos cuenta de que en el interior del campo visual hay mltiples rdenes que

    estn relacionados entre s, en relaciones que no son claramente comprensibles antes del

    anlisis. Aqu vemos que tambin hay una capo de lugares (loci) ordenados que prefiguran

    la concatenacin en la coexistencia igual que hay un campo original de orden con la

    variacin de los lugares temporales que prefiguran el campo de la sucesin. Aqu incluso la

    forma y el contenido se distinguen de una nueva manera: [a] la forma de orden posicional,

    y [b] como contenido, la cosa ordenada (como veremos ms adelante) lo que representa en

    tal o cual localidad visual que la ocupa.

    Pero seguramente aqu hay una gran diferencia: la Sucesin es un singular, una

    concatenacin lineal que es siempre uniforme. En el campo visual, sin embargo, no siempre

    tenemos todos los datos en una concatenacin, en un idntico orden lineal: ms bien, se

    pueden formar diferentes series de concatenacin, y estas diferentes series de concatenacin

    pueden formarse simultneamente, originalmente, de tal forma que muchas lneas son

    contenidas en el interior del campo visual como sistemas de posiciones locales; aparecen

    cumplidos, ahora con este contenido del objeto, y en otro momento con un contenido

    diferente del objeto, haciendo posible un orden para l por adelantado y todos estos

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  • sistemas locales lineales van juntos para formar este nico campo de forma, as como nos lo

    ensea un anlisis detallado. Sin embargo, semejante a la forma de sucesin, tenemos una

    forma prefigurada de orden y en ella, ahora estos y ahora aquellos contenidos segn lo

    ordenado, formando una unidad.

    Pero aqu surge inmediatamente un problema: desde el momento en que cada

    orden necesariamente se convierte en un atractivo para el progreso a travs de las leyes

    locales del orden, si el orden viene en reemplazo [relief] como una unidad a travs de una

    afinidad especial con respecto al contenido, las lneas locales de orden que se distinguen en

    la experiencia no traen consigo sus capas de apercepcin temporal? Pero progresando a

    travs de ella inmediatamente tambin forma un orden temporal que, sin embargo, tambin

    puede ser libremente llevada a cabo en un orden inverso por la identificacin de los datos

    ordenados.

    Lo que vale para el campo visual se mantiene para el campo tctil para todo campo

    autentico como tal que son unidades de la localidad. No para el campo auditivo; no es un

    campo autentico. Porque aqu nos hace falta cada posibilidad de ordenar la coexistencia.

    Pasemos ahora de manera inmediata a los nuevos fenmenos primordiales, todava

    en armona con los fenmenos de la sntesis singular. Habamos considerado la semejanza,

    la uniformidad, y la gradacin, la conexin a travs de la uniformidad y la conexin a

    travs de la gradacin pero de una manera aproximada. Encontramos adems secuencias y

    naturalmente el entrelazamiento de secuencias que tambin forman una secuencia

    abarcadora, y as mismo el entrelazamiento de las ordenes de la coexistencia. Todo esto

    para datos destacados.

    Pero si consideramos un tal dato, entonces las caractersticas pueden hacerse

    destacables dentro del dato en s, y entre estas caractersticas, la funcin de la uniformidad

    interna, como en un cuadrado blanco uniformemente coloreado, y por otra parte la funcin

    de la no-uniformidad, de una autodisociacin interna de indeterminados puntos, que se

    cruzan [pass over] el uno con el otro y fluyen entre si de una manera indiferenciada. O

    tambin, y especialmente llamativo, un proceso continuo de gradacin y de tal modo que

    fluye, continuamente en el proceso de gradacin, por ejemplo, en el sentido de algo cada

    vez ms rojo. O en el sentido de una cinta vistosa cuyos colores se guan uno al otro como

    en un prisma. Este problema inmediatamente viene al frente, a saber, de relacionar estos y

    otros sucesos semejantes de la continuidad interna (cada uno de los cuales constituye

    inicialmente un carcter global indiferenciado de un contenido) de nuevo a los fenmenos

    de las materias separadas que son destacadas.

    Qu tan lejos hemos llegado en nuestra leccin anterior? Vamos a echar un vistazo

    atrs por un momento. Con el fin de bosquejar un camino natural hacia la fenomenologa de

    la gnesis y, en la pasividad, hacia la fenomenologa de la asociacin, consideramos la

    estructura de un presente vivo inmanente que es en s ciertamente el fenmeno gentico

    ms universal. Encontramos en cada uno de esos presentes esencialmente un ncleo

    hyltico; una multiplicidad unificada de datos sensibles (datos visuales, datos de sonido,

    etc.) unificados de la manera ms imprecisa- se constituye esencial y constantemente en la

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  • simultaneidad y en la sucesin vivida. A este respecto, tomamos la conciencia impresional

    para llegar tan lejos como la retencin que se alcanza todava viviendo. Mltiples datos que

    se destacan por si mismos deben surgir en la vida consciente de vigilia; ahora hemos

    descrito lo que sensatamente da unidad a tales datos impresinales en el presente vivo, a

    todos los datos como un todo, y a los grupos singulares, y a los campos sensibles completos

    por s mismos. Encontramos que surgen unificaciones especiales como consecuencia de la

    homogeneidad dentro de las todo-abarcadoras formas de coexistencia y sucesin. Todo

    dentro de un presente que se destaca y que est al mismo tiempo homogneamente

    conectado. En consecuencia, cada campo sensible es un campo unitario por s mismo: Todo

    lo visual est conectado a travs de la homogeneidad visual, todo lo tctil a travs de la

    homogeneidad tctil, todo lo acstico a travs de la homogeneidad acstica, etc. Hablamos

    de campos sensibles de unidad en el sentido ms amplio. Son heterogneos, y en

    consecuencia estn solo unidos por la temporalidad del presente vivido. Adems de esta

    unicidad formal, cada campo tiene en s mismo una unanimidad materialmente relevante,

    una unanimidad con respecto al contenido, que es precisamente la unanimidad de la

    homogeneidad en cuanto al contenido.

    Si consideramos un campo por s mismo e desatendemos la homogeneidad general,

    tendremos conexiones especiales surgiendo desde la homogeneidad, especialmente las

    multiplicidades que se hacen destacables en la unidad, como un grupo de figuras rojas y un

    grupo de figuras azules. Cuanto mayor es la semejanza, la homogeneidad, ms estrecha

    es tal unidad de los grupos, y lo es ms como una unidad de prominencia.

    Aqu todava tengo que aadir un suplemento importante, porque lamentablemente

    se me haba olvidado el otro da para discutir previamente el fenmeno de contraste como

    un fenmeno primordial. Todo lo que est en reemplazo [relief] por s mismo dentro de un

    campo viene en reemplazo desde algo precisamente en este campo. Esto produce un

    especfico y fundamental concepto de diferenciacin. Debemos tambin contraponer

    concrecin y discrecin, por lo que ahora entendemos la concrecin en un sentido ms o

    menos literal. Cosas uniformes y cosas que son muy semejantes crecen juntas, por as

    decirlo. Aqu, las cosas que son muy similares son tan similares que no se rompen en el

    conflicto de separacin que crea la distancia cuando se produce la coincidencia, sino que se

    mezclan ms bien, aunque no estrictamente.

    Tenemos todava otra expresin especialmente til para la relacin que involucra la

    unidad de un dato destacado y ese dato desde el cual se establece en reemplazo [relief]: el

    contraste; pero no solo se lo usa para casos extremos, como el contraste entre un estallido

    ruidoso y un suave ruido de fondo o el fondo tonal. Tanto la fusin concreta como el

    contraste pertenecen a la homognea multiplicidad de grupos: Cada termino [term] de la

    multiplicidad es un trmino por s mismo a travs del contraste, pero no se oponen entre s;

    de hecho, estn especialmente unidos uno con el otro por una fusin sin el contraste, por

    ejemplo, puntos rojos sobre un fondo blanco. Alternativamente, inherente en cada contraste

    que sigue siendo un fenmeno de homogeneidad, hay algo de fusin, hay algo que une los

    datos concretos homogneamente y al mismo tiempo perturba la concrecin por la ruptura

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  • de su continuidad. Sin lugar a dudas, a fin de comprender esto, necesitamos ya de las

    exposiciones ms detalladas de la leccin previa. En cualquier caso, cualquier aclaracin

    ms profunda presupone una clarificacin de los fenmenos primordiales: la prominencia

    bajo el contraste, y por otro lado, la fusin, la concrecin de datos destacados en semejanza

    y sin distancia. Puesto que los datos destacados por si mismos se unen de una forma

    discontinua, la fusin aqu es una fusin a-la-distancia: pronto conoceremos la fusin en la-

    cercana-proximidad.

    Entonces nos dirigimos a las formas de orden de los datos destacados y de la

    multiplicidad de datos, y distinguimos el orden universal de sucesin desde las formas

    especiales de coexistencia propias del campo sensible particular, sino desde todos los

    campos. La forma universal de coexistencia que se logra por la constitucin temporal que

    no es en s misma una forma de orden. Para eso necesitamos formas especiales tales como

    la localizacin visual o el orden local de los datos tctiles propios del campo tctil.

    La universalidad de las formas sucesivas de orden quiere decir que todas las

    coexistencias en conjunto forman un orden simple de sucesin en cada vida, en el fluyente

    campo del presente. Si tomamos cualquier campo sensible, esto es, un campo de

    coexistente homogeneidad, entonces su reserva [stock] de datos ser una reserva de datos

    concretamente existentes: concretos, no solo con respecto a la coexistencia momentnea,

    que no puede ser ninguna cosa por s misma, sino ms bien con respecto a la sucesin. Algo

    constituido como un dato existente y como destacndose por s est constituido como algo

    perdurable, posiblemente iniciando a partir de ahora, durando por un tiempo, y cesando.

    Antes de cualquier anlisis ms detallado, discernimos aqu la distincin que atae a los

    fenmenos primordiales, la distincin entre la mayor o menor duracin de un dato tan

    temporal que es concretamente autocontenido, justo como el fenmeno de algo que es

    [existe] en un corto o largo estado de duracin, perdurable y hacindose. As mismo,

    dentro del ir hacindose como un fenmeno primordial, podemos distinguir algo que ya se

    ha convertido en la forma de invariabilidad desde algo que se ha convertido en la forma de

    variabilidad. Todo lo que ya se ha convertido, de un modo u otro, tiene su lugar firme de

    orden en la forma universal de la sucesin. Esta es una forma de unidad, a saber, una forma

    de orden en cuyo movimiento todo lo que est todava en el proceso de convertirse es

    simultneamente integrado en la medida en que se ha convertido. Distinguido de los grupos

    concretos que han formado una unidad especial en cada coexistencia estn los grupos como

    concreciones de las sucesiones que se estn formando en un entrelazamiento especial en la

    sucesin (por ejemplo, una configuracin de puntos negros coloreados en el campo visual,

    por otro lado, una secuencia de seales luminosas o una secuencia de sonidos). Ambos

    grupos como concreciones prevalecern simultneamente aqu porque este o aquel dato

    particular dentro de un campo comenzar de nuevo y algo ms cesar, perteneciendo as al

    interior del pasado vivido y a sus fusiones materialmente relevantes. En ambas relaciones

    inseparables, la concrecin solo es posible como fusin en la forma de orden, es decir,

    como la fusin de algo que es ordenado temporalmente.

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  • Ya sabemos (y un anlisis ms detallado lo mostrar de inmediato), que este orden

    de todas la materias separadas es en s mismo un continuo que, en su continuidad, corre a

    travs de todo lo que se destaca por s mismo como una unidad. En otras palabras, cada

    dato destacado no se yuxtapone simplemente con otro dato destacado en las relaciones

    vivientes de la sucesin. Ms bien, ello tiene en s mismo una estructura sinttica interna y,

    en particular, es en s misma una continuidad de la secuencia. Esta continuidad interna es la

    base de una fusin continua en lo que respecta al contenido, fusin en la cercana

    proximidad. La duracin de un contenido, de un color en el campo visual, o de un sonido en

    el campo acstico si son datos dados en s mismos ahora como invariables o como

    variables- no tienen el carcter de un atributo imposible de analizar; ms bien, como lo

    muestra inmediatamente un anlisis fenomenolgico, tienen la caracterstica de continuar,

    de extenderse desde una fase a otra; en lo que se ha convertido, esto es, la extensin

    temporal acabada, la expansin. En el proceso vivido de la ex-tensin temporal, los

    contenidos que est extendidos en ella normalmente fluctan; delimitados dominios

    parciales vienen en reemplazo [relief] de una manera ms o menos rpida; pero lo que se

    hace destacable en lo necesariamente visto en la forma de una sucesin interna, es

    transportado por un fluir que es inexplicable e indiferenciable.

    Ahora, vemos fcilmente que en esta continuidad interna de la extensin temporal

    de un contenido temporalmente extendido, el contenido material no est ah de una manera

    yuxtapuesta, sino ms bien, que la unidad materialmente relevante es solo concebible segn

    lo continuamente ordenado, como temporalmente extendido. Una unidad concreta, la

    unidad de un dato inmanente, es solo concebible como la continuidad de contenido en y por

    virtud de la continuidad de una extensin como la continuidad de una duracin. Digo en y

    por virtud de. Por ella tambin se hace claro eso que provee al contenido material

    precisamente con una materialidad relevante, la continuidad interna y por tanto la unidad,

    est en primer lugar arraigada en la continuidad ms original de la extensin temporal.

    Toda la continuidad con respecto al contenido (por ejemplo, la continuidad con respecto al

    contenido del sonido de un violn) es la unidad de una continua fusin que va de una fase a

    otra; pero los contenidos solo pueden fundirse juntos [meld together] continuamente en el

    proceso continuo del irse haciendo en el orden del tiempo. Incluso lo que denominamos

    como una gradacin continua en lo que concierne a la calidad o la intensidad en la

    coexistencia, por ejemplo, en el campo visual, es solo imaginable como una constante

    continuidad de semejanza en la continuidad temporal. Solo en la continuidad temporal es

    posible hallar una unidad ntimamente inherente en la que dos cosas que son semejantes

    entre s pueden convertirse en datos reales, en datos existentes por s mismos.

    Pero desde luego, tenemos aqu otras leyes esenciales. No debemos pensar que la

    continuidad temporal pueda cumplirse con cualquier contenido: No podemos mezclar los

    datos de color junto con los datos de sonido para formar una unidad de un dato inmanente

    temporal; la homogeneidad en la continuidad pertenece a un dato autocontenido. Pero

    estamos obligados a detallar un poco ms profundo. Una cierta continuidad materialmente

    relevante debe mantenerse con respecto al contenido. La unidad del tono es idealmente

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  • soluble en las fases tonales. Estas fases tienen unidad a travs de la fusin sucesiva en

    conformidad con la continuidad temporal; esta fusin solo puede hacerse posible como

    individual, en el flujo del continuamente temporal irse haciendo, si los datos se funden

    juntos de una manera materialmente relevante sin distancia, continuamente de una fase a

    otra fase. Por lo tanto, no puede haber rupturas en ningn punto, es decir, una distancia en

    el contenido que acontece abruptamente. Sin lugar a dudas aqu hay diferentes

    posibilidades. La continuidad no necesita prevalecer en todos los momentos con respecto a

    su contenido. Por ejemplo, si la continuidad en la calidad tonal se mantiene, esto es, como

    una ininterrumpida uniformidad en lo que respecta a la calidad c, entonces puede tener

    lugar una ruptura en la intensidad, un repentino cambio que va de lo ruidoso a lo suave.

    Cada uno de los contrastes hace divisiones, es un rompimiento en secciones. Adems, cada

    seccin es, entonces, en s misma una unidad. Pero un sonido no puede consistir en puras

    discontinuidades; sino que solo puede ser un sonido con discontinuidades particulares. Y en

    realidad entonces esto es ya una multiplicidad. Por otro lado, sin embargo, lo es de hecho

    como una unidad por si misma si, por su parte, en su ser dividido, se pone a si misma fuera

    en la prominencia de algo ms por medio de un contraste que lo abarca, por ejemplo, desde

    un fondo general de sonido.

    La unidad del presente impresional puede ofrecer diversas unidades sucesivas y

    multiplicidades como unidades de continuidad que, en la unidad de un continuo, la fusin

    temporal bajo contraste, se han transformado en unidades especiales concretas dentro de la

    pasividad en la forma en que lo hemos descrito. Por lo tanto, hay una variedad de datos

    sucesivos que son respectivamente autnticos vnculos.

    Pero la forma sucesiva del campo del presente es nicamente una. Algo que es

    concretamente simultaneo, y as mismo, algo que es simultaneo como una fase en abstracto

    que tiene su idntica duracin temporal, o ms bien, su idntico lugar temporal. Aqu

    resulta fundamental la distincin entre uniformidad temporal e identidad temporal. Por

    ejemplo, varios sonidos sucesivos pueden tener todos ellos una longitud uniforme de

    duracin. Pero el elemento uniforme en esta duracin es la uniformidad de la forma

    temporal, pero no lo es la identidad de la distancia temporal, la distancia de un orden de

    lugares temporales.

    Estamos aqu ante el problema de la individuacin, de hecho, ante el problema de la

    individuacin ms original en el interior de la conciencia del tiempo inmanente. Cada

    objeto temporal inmanente tiene su forma temporal, es decir, su longitud temporal: si, en un

    sentido especial, es un singular y no una multiplicidad. Si de lo que se trata es de un objeto

    mltiple como una meloda, entonces no solo la duracin hace la meloda como un todo,

    como su longitud temporal, perteneciente a la forma temporal, sino tambin la manera

    especial del llenado o no de esta longitud temporal, es decir, no solo las longitudes

    temporales de un nico sonido, sino las pausas, tambin. En la repeticin de la meloda,

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  • esta forma temporal es completamente uniforme. Sin embargo, individualmente un nuevo

    objeto es de este modo constituido nuevo, pero completamente uniforme. La forma

    temporal (como todas las calidades que hacen posible la forma temporal concreta)

    pertenece al objeto temporal como su carcter esencial. Distinguimos desde la forma

    temporal el lugar de esta forma temporal en el tiempo, o mejor, esta forma temporal en s

    misma, en su individualidad a travs de lo que es un elemento del tiempo universal en s

    mismo, como un sistema que se construye fuera del lugar de tiempo individual. En la

    misma medida en que repetimos un sonido, digamos, en la plena uniformidad, tendremos

    una plena uniformidad no solo con respecto al contenido, sino tambin con respecto a la

    duracin. Cada punto del tiempo corresponde aqu a cada punto del tiempo ah. Pero los

    puntos en s mismos como lugares temporales en el orden temporal nico son

    irremplazablemente diferentes; son, en principio, incapaces de ser repetidos. Todos los

    objetos toman parte en esta no repetitividad. Cada una es en s misma una singularidad

    nica como el objeto de su sistema de lugares temporales que pertenece al sistema universal

    de lugares temporales, al sistema de la singularidad nica del tiempo. Pero la forma

    temporal y la plenitud de la forma temporal son repetibles y el rendimiento, a travs de la

    comparacin y la induccin, como la esencia general que es, se individua aqu.

    Necesitamos llevar a cabo exposiciones semejantes con respecto a la localizacin.

    La localizacin es lo que ordena las peculiares coexistencias de una regin homognea (por

    supuesto, no necesariamente a cada una de ellas), y es la localizacin lo que puede

    individuar algo uniforme y simultneo dentro de una regin homognea. Igual que cada

    unidad sucesiva (formada a partir de la fusin y la prominencia) tiene su forma temporal y

    su ubicacin individual, as tambin ocurre con cada unidad de coexistencia de un campo

    local perteneciente aqu: tienen un campo de forma que es potencialmente repetible en la

    uniformidad dentro del mismo campo, y tiene su proceso de individuacin a travs de la

    posicin que es nica y no se puede repetir. El anlisis elemental como el anlisis de las

    fases de un campo local, como el anlisis de las fases de una continuidad de coexistencia,

    conduce de nuevo al hecho de que (por ejemplo, como el campo visual) ello tiene la forma

    de un sistema local continuamente ordenado anlogo al tiempo. En consecuencia, solo es

    un sistema local doble-dimensional que en s mismo permite ms diversas y ms

    intrincadas formas locales. Aqu estn repetidas el conjunto de leyes (y todo lo dems que

    pertenece a ella) que el llenado cualitativo de la continuidad local debe continuamente

    obedecer para precipitarse en la cualidad de no ser capaz de tomar un lugar en cada punto

    de la fase del orden local. Solo que la unidad que va (corre) a lo largo de la continuidad

    local no es una unidad del continuo irse haciendo, lo que sera precisamente la sucesin.

    Notamos ms bien que el lugar temporal y local, como aquello que individua un

    objeto como formacin temporal concreta en la sucesin y la coexistencia, no es algo como

    un rasgo distintivo o incluso algo como un sello, un ndice a partir del cual cada cosa

    individual se distingue de cada posible que se le parezca. El discurso tradicional de la

    diferencia individual en contraste con las diferencias especficas podra fcilmente sugerir

    esto. Estas ltimas remiten a algo especfico, a algo que es generalmente uniforme con

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  • respecto al contenido de acuerdo a la forma temporal o el tamao, y de acuerdo a la

    cualificacin; algo especfico, algo que es generalmente uniforme como tal, que debe

    aprehenderse general y conceptualmente por induccin como una esencia concreta, dividida

    de acuerdo al gnero y la especie.

    En cualquier caso, algo que es originalmente constituido en la conciencia como un

    objeto, es decir, de manera tal que el objeto es aprehendido como es en s mismo

    originariamente en la conciencia, es constituido en la necesidad esencial dentro de la

    conciencia originaria del tiempo como continuamente idntico y duraderamente

    identificable y por lo tanto tambin como identificable ms all de la esfera del presente

    vivido a travs de la concatenacin del recordar. La siempre nueva y continua

    identificacin sinttica que tiene un contenido variable se mantiene necesariamente en la

    permanente constitucin de la inmanencia, y luego dentro de la constitucin de la

    inmanencia, la constitucin de una manera pura de la trascendencia; y de esta manera

    necesariamente se forma el sistema de coexistencias ordenadas sucesivamente. La

    singularidad de los lugares temporales es, en consecuencia, nada ms que el correlato de la

    forma del respectivo proceso de identificacin que se lleva a cabo en su nexo singular, el de

    la vida constitutiva en la que este objeto se constituye como este objeto y es solo

    identificable como este objeto precisamente porque la conciencia puede volver atrs, a su

    original proceso de constitucin, lo puede volver a despertar, y lo puede encontrar como

    este mismo proceso de constitucin, como este objeto que es reconocible en cualquier

    momento.

    Por otro lado, en la medida en que el objeto constituido y el objeto re-presentado, y

    muchos otros objetos que aparte se han constituido respectivamente, existen en relaciones

    de homogeneidad y son conectados de acuerdo a la uniformidad y la semejanza en la

    sntesis de la homogeneidad mientras se hacen destacables a travs del contraste en la

    medida en que, este es el caso, las interconexiones de la comparabilidad surgen despus, las

    caractersticas comunes y distintas se hacen destacables, y as, la posibilidad de la

    predicacin lgicamente conceptual. En consecuencia, cada objeto necesariamente tiene no

    solo su , su comparable o su esencia especfica, por medio del cual se puede vincular

    con otros objetos general y conceptualmente de acuerdo al gnero y la especie; como el

    presupuesto de todas esas sntesis de homogeneidad y comparaciones que se fundan en

    ellos, tambin tiene su individualidad, su esto as [Diesheit, thisness] constituido de

    antemano. Es decir, es lo mismo, constantemente reconocible, y como tal perteneciente al

    determinado nexo de originalidad de la vida constituyente. Incluso en esta vida tiene su

    unidad de identidad en cada fase, y se constituye en la conciencia originaria del tiempo. No

    importa lo mucho que esto pueda parecer que conduce a una precaria regressus in

    infinitum, creo que un anlisis reflexivo puede superar perfectamente bien esta dificultad.

    Con esta ntida diferenciacin (en el que los modos de constitucin del objeto como

    un objeto idntico estn necesariamente entrelazados con la constitucin de la forma de

    orden temporal y con la formacin de la sntesis de homogeneidad que es posible en virtud

    de la constitucin de las formas de orden temporales), es claro por qu la identidad, por una

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  • parte, y (predicativamente) la uniformidad y la diversidad, por otra parte, estn tan

    estrechamente relacionadas y aun cuando en principio son distintas. Correlativamente, las

    sntesis de coincidencia se distinguen como sntesis de coincidencia que forman identidades

    y sntesis de coincidencia que forma no identidades.

    Traduccin: Jason A. Surez2

    Grupo de Investigacin Hermes

    Universidad del Valle

    2 Esta traduccin es un documento de trabajo realizada para los estudiantes del Seminario de Investigacin

    Hermes III del Departamento de Filosofa de la Universidad del Valle. En caso de llegar a citar, hgase segn

    el modelo ya clsico de la Husserliana en alemn o segn la numeracin y el paginado de la versin inglesa.