dislexia

Dislexia teoria y practica

DISLEXIA: TEORÍA

Y PRÁCTICA

COMPONENTES DEL GRUPO DE TRABAJO:

José Coronado Calleja.

Carmen Marín Alfaro

Ascensión Rodríguez Ruiz

Eugenia Zamora Gómez

i


ÍNDICE PAG.

1.

INTRODUCCIÓN.........................................................

...............1

2. IMPORTANCIA DE LA LECTURA Y ESCRITURA.

MÉTODOS.................................................................

.......................3

3. DELIMITACIÓN, ORIGEN Y TEORÍAS

SOBRE LA

DISLEXIA..............................................................

10

4. NECESIDADES EDUCATIVAS DE LA

DISLEXIA................16

5. CARACTERÍSTICAS DEL NIÑO CON

DISLEXIA.................21

6. PROCESO DE IDENTIFICACIÓN DE NECESIDADES.

DIAGNÓSTICO DE LA

DISLEXIA..............................................31

7. ORIENTACIONES A

PADRES.................................................39

ii


8. TRATAMIENTO DE LA

DISLEXIA.........................................40

9.

CONCLUSIONES........................................................

..............55

10.

BIBLIOGRAFÍA...........................................................

............56

iii

Dislexia teoria y practica iv

Dislexia teoria y practica v


1.-INTRODUCCIÓN.

La lecto - escritura es una adquisición básica,

fundamental para los aprendizajes posteriores. De modo

que si existen problemas específicos en ella y no se

detectan pueden aparecer dificultades en el progreso

general de los niños tanto a nivel escolar como personal.

Asimismo, la dificultad lectora o escritora no sólo

entorpece el progreso escolar sino que tiene efectos a largo

plazo; el fracaso escolar es el primer peldaño para un

posible fracaso social por sus efectos en la autoestima y

autoconcepto de los niños, en sus metas y en sus

aspiraciones, en sus relaciones sociales y en la toma de

decisiones en cuanto a su futuro académico – profesional.

De hecho en la escuela, la fase inicial de “aprender a

leer y a escribir” debe transformarse rápidamente en “leer

y escribir para aprender”.

Hemos realizado este trabajo porque consideramos

relevante para nuestra formación conocer en profundidad

esta dificultad, la dislexia.

1


Así, este documento consta de:

- Un estudio sobre el concepto y las teorías de la

dislexia.

- Las características generales de la dislexia.

- El proceso de identificación de las necesidades

educativas que presentan estos alumnos.

- Las orientaciones básicas para los padres.

- Un tratamiento educativo que llevaríamos a cabo, con

un compendio de fichas a realizar.

2


1. IMPORTACIA DE LA LECTURA – ESCRITURA .

MÉTODOS.

El aprendizaje de la lectura y la escritura ocupa un lugar

predominante dentro de las materias escolares, por ser la

base del resto de las enseñanzas, y constituir el eje de esas

materias.

El leer es una acto extremadamente dinámico y fluido,

muy complejo para su aprehensión y que pone en juego

múltiples habilidades auditivas, visuales, espaciales,

psicomotrices, semánticas, léxicas...en definitiva el

lenguaje en su globalidad.

Leer es desentrañar unos signos gráficos y abstraer de

ellos un pensamiento.

Escribir es expresar por medio de una serie de signos

gráficos un pensamiento. Ambas acciones suponen la

percepción de esos signos gráficos, dispuestos

ordenadamente en una determinada dirección, –de

izquierda a derecha, y su identificación con los sonidos y su

asociación con el lenguaje hablado; en cuanto a la escritura

3


se refiere, además, la representación de los signos por

medio de ejercicios psicomotores.

Para que un aprendizaje se lleve a cabo

satisfactoriamente, será preciso que los factores motrices,

psíquicos y afectivos del sujeto que interviene en el

aprendizaje haya alcanzado la madurez adecuada, ya que

la situación contraria supone un esfuerzo por encima de las

posibilidades reales del sujeto, lo cual puede producirle

frustraciones, mecanismos compensatorios así como un

rechazo a las tareas escolares.

En cuanto al aprendizaje concreto de la lectura y la

escritura es necesario que el niño alcance una madurez, sin

la cual no puede iniciar dicho aprendizaje. Para alcanzar el

nivel madurativo se requiere la actuación de una serie de

variables: el lenguaje, el nivel mental, el desarrollo

psicomotriz, el desarrollo perceptivo y emocional.

Consideramos relevante la elección del método de

enseñanza del proceso lecto – escritor; así pasamos a

comentar las características más importantes de los

diferentes líneas metodológicas.

4


MÉTODOS

Los métodos de enseñanza de lectura y escritura son

básicamente dos:

el analítico – global

el sintético.

Si consideramos el proceso de lecto – escritura como

una asociación de sonidos con sus signos gráficos,

dispuestos estos, siguiendo una dirección: izquierda –

derecha y dentro de un orden temporal, para descifrar su

significado, los ejercicios de iniciación a esta enseñanza

deberán tener un carácter fundamentalmente:

* Sensoperceptivo.

* Verbal.

* Psicomotriz.

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Normalmente, se considera que existe una maduración

lectora anterior a la de la escritura. Sin embargo,

consideramos que el impartirlas simultáneamente hace que

se interfieran e influya recíprocamente de forma positiva.

Así, no sólo el reconocimiento visual y fonético de los signos

–lectura favorece el aprendizaje de su grafía –escritura ,

sino que, a su vez, el ejercicio psicomotriz de esos signos

gráficos ayuda al reconocimiento de las figuras.

En cuanto a los métodos, intentan hacer comprender al

niño que entre los signos de la lengua escrita y los sonidos

de la lengua hablada existe una correspondencia.

La diferencia fundamental se centra en que mientras en

el método sintético comienza el estudio de los signos o

sonidos elementales, el analítico parte de palabras o frases

completas.

Método sintético.

El niño aprende a leer cada signo para después unirlos

y formar sílabas y palabras, realizando un proceso de

síntesis.

Este método asocia el sonido a la letra, el niño articula el

sonido mientras percibe visualmente la letra.

Dentro de este método las variaciones más conocidas son:

6


Método del deletreo : También llamado “alfabético”,

enseña al niño el nombre de cada letra. Tiene el

inconveniente de que al unir el nombre de cada consonante

con una vocal resulta un sonido diferente. Así, “eme + a =

ma”; cuando en realidad resulta “emea”.

Método fonético : supera la dificultad del anterior

enseñando al niño sólo el sonido de la letra.

Método silábico : por el que se enseña al niño directamente

la consonante unida a la vocal formando sílabas “ pa-pe-pi-

po-pu”.

Método gestual : asocia cada sonido a un gesto. Por

ejemplo la letra “m” se pronuncia a la vez que se colocan

tres dedos sobre la mejilla. Señalar que con este método

hemos conseguido en nuestra práctica docente grandes

resultados con alumnos que presentan necesidades

educativas especiales.

Método analítico.

El niño aprende partiendo de grupos hasta llegar a la

denominación de las partes de que constan dichos grupos.

También se llama “global”, ya que se coloca al niño frente a

la palabra o frase con su significado correspondiente.

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De la misma forma que con los métodos de lectura,

existen distintos métodos para el aprendizaje de la

escritura, que también se pueden agrupar en dos

tendencias:

*Sintéticas.

*Analíticas.

Métodos sintéticos en la escritura .

Comienzan a partir de los trazos que componen nuestra

escritura.

El ejemplo característico es el método tradicional que

empieza por las barras, los bucles... para después realizar

las letras que luego formarán sílabas, palabras y frases.

Dentro de este método se destacan los siguientes:

Método de Kuhlmann: al principio el niño dibuja las

letras más que las escribe, que va mejorando por medio de

ejercicios: escritura en el aire, trazado de letras de gran

tamaño, con tiza o en arena.

Comienza escribiendo las mayúsculas y después las

minúsculas; los enlaces los hace de manera espontánea al

empezar a escribir las letras. No se le propone al niño

ningún tipo de letra ya que ésta depende del modo de ser

de cada uno.

8


Método de Sutterlin: posee características muy

semejantes al anterior; hace hincapié en que se imparta

simultáneamente la enseñanza de la lectura y escritura.

Aconseja la realización de ejercicios de tipo manual,

recortado, pegado, dibujo.

Método Script: Pretende simplificar los trazos

unificando los tipos de letras, de manera que no haya

diferenciación entre la escritura manual y la impresa.

En un principio presenta al niño trazos aislados,

comenzando por los rectos y curvos, prestando atención al

carácter direccional, tanto en las líneas preparatorias, como

en la escritura de los signos gráficos propiamente dichos.

Métodos analíticos en la escritura.

Parten de la palabra o frase, para ir descomponiéndolas.

Es la proyección en la escritura del método global de

lectura. Se debe iniciar con palabras o frases muy sencillas

y realizarlas con trazos simples, para que sean asequibles

al niño.

Para concluir este apartado, señalar que unos métodos y

otros tienen ventajas e inconvenientes, ya que el

aprendizaje de la lectura y escritura es un proceso

complejo.

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Los defensores del método global, lo consideran como

más rápido e interesante, pues motiva al niño al iniciar la

lectura de forma comprensiva, considerando que el método

sintético es demasiado abstracto para la mentalidad

infantil.

Para niños que no presentan dificultades educativas y

adultos, quizá sea más útil el método global por su rapidez

y motivación. Pero cuando nos encontramos con alumnos

que manifiestan necesidades educativas, parece más

aconsejable el método sintético.

Sin embargo, y con el fin de evitar que este aprendizaje

se convierta en un proceso abstracto, es conveniente

buscar siempre la significación y comprensión de los signos

escritos o leídos, mediante la formación de palabras

sencillas con las letras y sílabas que el niño conoce, (como

su nombre) tendiendo a la lectura comprensiva y no

puramente mecánica.

2. DELIMITACIÓN, ORIGEN Y TEORÍAS SOBRE LA

DISLEXIA.

Antes de comenzar con la delimitación conceptual,

vamos a explicar la clasificación de la dislexia, con el objeto

de concretar nuestro trabajo basado esencialmente en la

dislexia evolutiva. Este trastorno puede producirse

10


antes de que la persona haya adquirido la lectura o después

de adquirida, puede distinguirse entre dos tipos de dislexia:

Dislexia adquirida: la sufrirían aquellas personas que

tras haber logrado un determinado nivel lector, pierden

algunas de estas habilidades como consecuencia de una

lesión cerebral.

Dislexia evolutiva: niños que sin ninguna razón

aparente presentan dificultades especiales en el

aprendizaje de la lectura y escritura. Esta es la dislexia a la

que en adelante nos referiremos.

El término dislexia, según su etimología, significa

cualquier trastorno en la adquisición de la lectura.

Sin embargo, la mayoría de autores, actualmente, lo

utilizan para designar un síndrome determinado, que se

manifiesta como una dificultad para la diferenciación y

memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y

ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc, lo

cual se manifiesta tanto en la lectura como en la escritura.

En la primera mitad del siglo XX, Orton estudió las

características de niños con dificultad para la lectura, los

resultados fueron un alto porcentaje de alteraciones en la

organización espacio – temporal. En la misma línea,

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L. Bender, expone, que los problemas de lectura se deben

principalmente a una maduración lenta, sobretodo en la

percepción viso – motora.

Aunque las investigaciones realizadas confirman la

existencia de una inmadurez, centrada básicamente en la

percepción espacio – temporal, aparecen autores

defensores de las teorías de la dislexia con etiología –

neurológica, como Ajuriaguerra y Luria.

Otro movimiento, defendido por Borel, explica la dislexia

resaltando el aspecto verbal, si bien, también destaca la

importancia de otros componentes como la desorientación

espacio – temporal. Según esta corriente, un 70 por 100 de

los disléxicos llevan asociados trastornos del lenguaje.

Por otra parte, aparece otra teoría que hace referencia a

los trastornos afectivos como condicionantes de las

dificultades de aprendizaje de la lectura. Se expone que

una mala relación afectiva del hijo con su madre puede

frenar la necesidad del lenguaje, y más tarde el aprendizaje

de la lecto – escritura. Según este postulado, Ajuriaguerra

señala que ha detectado un alto porcentaje de niños

disléxicos con alteraciones afectivas, pero que éstas no sólo

inciden en el aprendizaje de la lecto – escritura, sino en

todos los demás.

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Por su parte, Margarita Nieto, (1988) recoge que la

dislexia es un trastorno grave de lectura debido a una

inmadurez o a una disfunción neuropsicológica. No

obstante, existen muchas personas con trastornos

importantes de lectura que no son necesariamente

disléxicos, ya que las dificultades que se observan en el

niño disléxico, así como sus deficiencias perceptivo –

motrices, son las mismas que atraviesa el niño normal

transitoriamente, mientras está creciendo y aprendiendo.

Las distintas investigaciones realizadas ponen de

manifiesto la diversidad de los fenómenos que se asocian a

la dislexia. En realidad, no se ha podido todavía determinar

si se trata verdaderamente de causas o alteraciones

asociadas, que serían síntomas del síndrome de la dislexia,

y dependientes de una causa común más general.

Una definición sencilla de la dislexia dice que es el

problema para aprender a leer que presentan algunos niños

y niñas, con un coeficiente intelectual normal y sin la

presencia de otros problemas físicos o psicológicos que

puedan explicar las dificultades.

Sin embargo, la existencia de la dislexia ha sido muy

cuestionada. En algunos medios se mantienen actitudes

opuestas al uso del término dislexia, prefiriéndose otras

13


denominaciones como Dificultades de Lectoescritura o

Trastorno Específico de la Lectura.

En 1996, Keeney y Keeney, definen el término de

dislexia, como un retraso evolutivo congénito o deterioro de

la capacidad para transcribir los sonidos de las letras y

comprender el material escrito; pero su problema principal

no reside en la comprensión o la discriminación, sino en la

interpretación de los símbolos de modo que casi siempre,

los niños disléxicos sufren diversos problemas de lenguaje

que dan lugar a un rendimiento bajo de lectura.

Según la Ponencia presentada a las IV Jornadas sobre

Dislexia evolutiva (2007), el Dr. Manuel Soriano Ferrer

expone que diversas investigaciones longitudinales han

mostrado la dislexia como un trastorno crónico, con fuerte

persistencia de las dificultades lectoras a largo plazo y con

consecuencias educativas que trascienden el aprendizaje

lector.

De hecho, la dislexia se manifiesta de forma más clara con

el desarrollo, es decir, de año en año. En un estudio ya

clásico, LaBuda y Defries (1989) siguieron a un grupo de

niños disléxicos durante cinco años. Durante este tiempo, el

retraso de los disléxicos se incrementó de 15 meses a 3-4

años por debajo de su edad cronológica, estando

relacionado el progreso lector con la inteligencia general y

la severidad del déficit inicial.

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Por ello, cada vez son más los autores (Fletcher y Forman,

1994 ; Lyon, 1995; Torgesen, 2002) que destacan la

importancia de una intervención temprana en la dislexia.

Señalan que el mejor tratamiento de las dificultades

lectoras que podemos hacer es la detección temprana y el

tratamiento de sus dificultades.

Al mismo tiempo, hacemos hincapié en que hay que

tener en cuenta que no toda dificultad en la lectura y

escritura significa que nos encontremos ante un niño con

dislexia.

La lectura es una actividad muy compleja en cuyo

aprendizaje es normal que en las primeras etapas

aparezcan dificultades y errores que no tienen por qué

indicar una futura dislexia.

Muchos autores señalan que para ello tendría que

producirse un retraso de dos años en relación al nivel

esperado de lectura.

Las tasas de prevalencia de la dislexia oscilan entre el

5% y el 20%.

Como se ha podido comprobar en todo este apartado la

dislexia evolutiva sigue estando rodeada de acalorados

debates y desacuerdos acerca de cuestiones fundamentales

como la definición, la prevalencia, las causas, las

manifestaciones y el tratamiento.

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OTROS TÉRMINOS

A medida que estudiamos el tema de la dislexia,

aparecen conceptos que consideramos relevante recordar.

Conviene diferenciar los conceptos de:

- Alexia, que se refiere a una incapacidad total para la

lectura unida a una lesión cerebral.

- Disgrafía, hace referencia a la dificultad en el trazo

correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el

tamaño de las letras.

- Disortografía, a la dificultad en el uso correcto de la

ortografía, desde la natural hasta la arbitraria.

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4. NECESIDADES EDUCATIVAS DE LA DISLEXIA.

Si consideramos la dislexia como la manifestación de

una serie de trastornos, éstos pueden presentarse de un

modo global, pero es más frecuente que aparezcan algunos

de ellos de forma aislada. Así, se hace referencia a:

* problemas de lateralización,

* alteraciones de la psicomotricidad,

* trastornos perceptivos.

Problemas de lateralización.

Los niños que presentan alguna alteración en la evolución

de su lateralidad suelen llevar asociados trastornos

perceptivos, visoespaciales y del lenguaje que vienen a

constituir el eje de la problemática de la dislexia.

A través de diferentes estudios, se ha observado que la

mayor incidencia de casos se muestra en aquellos niños

que no tienen un predominio lateral definido.

La lateralidad en sí influye en la motricidad, de tal modo

que un niño con una lateralidad mal definida suele tener

dificultades a la hora de realizar trabajos manuales y sus

trazos gráficos suelen ser incoordinados y en espejo.

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El niño zurdo puede o no presentar problemas para la

lectura, pero siempre los tienen en su escritura, tanto si

escribe con la mano dominante como si lo hace con la

adiestrada.

Alteraciones de la psicomotricidad.

Es muy frecuente que los niños con dislexia – con o sin

problemas de lateralidad – presenten alguna alteración en

su psicomotricidad. Estas dificultades pueden ser:

inmadurez psicomotriz.

torpeza general (incordinación)de movimientos.

alteraciones en el tono muscular...

Dentro de este campo, el niño con dislexia, puede presentar

con cierta frecuencia:

- Falta de ritmo en sus movimientos y en su lenguaje,

con pausas mal colocadas y respiración sincrónica, que se

harán patentes en la lectura y en la escritura.

- Falta de equilibrio, pueden presentar dificultades para

mantener el equilibrio estático y dinámico.

- Desconocimiento del esquema corporal. Según M. de

Maistre “ el cuerpo sitúa al sujeto en el espacio y a partir

del cuerpo es como se establecen los puntos de referencia

por medio de los cuales se organiza toda actividad”.

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Trastornos perceptivos.

Tratamos la percepción espacial y temporal:

Toda percepción espacial está basada en la estructura

fundamental del conocimiento del propio cuerpo. Se sitúan

los objetos teniendo en cuenta la posición del sujeto, de

manera que la posición del espacio es relativa.

Así, en la lectura y escritura, el niño tiene que centrarse

en sus coordenadas, arriba – abajo, derecha – izquierda,

delante – detrás, para plasmarlas en la hoja de papel y en la

dirección y forma de cada signo representado.

Por ejemplo, el niño que no diferencie bien arriba – abajo,

tendrá dificultades en distinguir letras como la “u” y la

“n”...; el que confunda derecha – izquierda tendrá

dificultades a la hora de reconocer letras con formas

simétricas como “d” y “b”, “p” y “q”.

Al mismo tiempo también se pueden producir confusiones

mixtas como “b” y “q”, “d” y “p”; que unen ambos tipos de

desorientación.

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En relación a la diferenciación delante – detrás, su

alteración se manifestará en inversiones “le” por “el”, “se”

por “es”, y en el cálculo en una inversión de cifras de un

número.

Dentro de la orientación temporal, las dificultades se

manifestarán en los aprendizajes en que aparezcan los

conceptos antes – después o estructuras rítmicas.

Por lo tanto, es frecuente observar en los niños con

dislexia un lenguaje disrítmico, con pausas mal colocadas, o

con inversiones orales tales como “cocholate” por

“chocolate”, “caltecín” por “calcetín”...

En resumen, todos estos aspectos tratados, la

desorientación espacio – temporal, la lateralidad mal

definida y el desconocimiento del esquema corporal,

constituyen el eje central en el que confluyen todos los

rasgos de la dislexia.

Junto a estos desordenes comentados, a menudo se

encuentran otros vinculados a la percepción auditiva y

visual. Sin tratarse propiamente de un déficit, existe a

veces una alteración, más cualitativa que cuantitativa.

Sucede el caso de niños que no tienen pérdida auditiva ni

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visual, pero que no discriminan los sonidos con la

suficiente precisión y confunden unos con otros, al igual

que cometen errores en diferenciar formas, colores y

tamaños.

A través de diversos estudios, se ha observado que

todos los trastornos que desencadenan la dislexia no se dan

siempre en su totalidad, y que las manifestaciones no son

siempre las mismas.

Por lo tanto, se diferencian dos tipos de dislexia,

dependiendo del predominio de uno u otro tipo de

trastorno, así se distingue entre:

Dislexia con alteraciones fundamentalmente viso –

espaciales y motrices, cuyas características son:

- escritura en espejo

- confusiones e inversiones al escribir.

- torpeza motriz.

- disgrafías.

Dislexia con alteraciones fundamentalmente verbales y

de ritmo, que se caracteriza por trastornos del lenguaje:

-Dislalias.

-Inversiones.

-Pobreza de expresión.

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-Poca fluidez verbal.

-Comprensión baja de las reglas sintácticas.

-Dificultad para redactar...

5. CARACTERÍSTICAS DEL NIÑO CON DISLEXIA.

El niño con dislexia presenta una serie de características

comunes, que se manifiestan, por una parte en su forma de

reaccionar y en la dinámica de su personalidad, y por otra,

en sus actuaciones escolares.

En la dinámica personal el niño puede presentar:

Falta de atención. Debido a la gran concentración

intelectual que tiene que realizar para superar sus

dificultades perceptivas específicas, suele presentar un alto

grado de cansancio, lo cual produce una atención inestable.

Por esto, los aprendizajes de lecto – escritura le suponen un

gran esfuerzo, sin interés, no encontrando en ellos ninguna

motivación que atraiga su atención.

Desinterés por el estudio. Su rendimiento y

calificaciones escolares suelen ser bajas, lo que provoca

una desmotivación al alumno. Puede que encontremos

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niños muy trabajadores que no ven resultados a su

esfuerzo.

Inadaptación personal. En ocasiones, encontramos

alumnos con dislexia que manifiestan rasgos que denotan

un desajuste emocional. Estudios realizados muestran tres

rasgos característicos en los tests proyectivos:

Sentimiento de inseguridad, vanidad y terquedad.

En las manifestaciones escolares:

La dislexia se hace patente de forma concreta en las

materias básicas de lectura y escritura, al mismo tiempo

que en el cálculo.

Muchos niños al iniciarse en estos aprendizajes,

presentan algunas de las alteraciones que se señalan para

los niños disléxicos, tales como incipiente escritura en

espejo, inversiones, etc. Pero se trata de alumnos que

únicamente acusan una ligera inmadurez viso – motora o en

su lateralización y que, una vez han alcanzado la madurez

necesaria, no presentan más problemas.

Según la edad del alumno, la dislexia presenta unas

características determinadas que, dentro de unos límites

amplios, se pueden agrupar en tres niveles de evolución.

De modo que, en general, el niño disléxico, aunque

supere las dificultades de un nivel, se encuentra con las

propias del siguiente. Sin embargo una intervención

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adecuada, hará que éstas aparezcan cada vez más

atenuadas o que incluso no lleguen a presentarse.

Las características de acuerdo a cada nivel son:

Niños de edades comprendidas entre los 4 y 6

años.

Este período coincide con la etapa de educación infantil.

Los niños están iniciándose en la pre- escritura y pre-

lectura. Manifiestan unas características que pueden llevar

a una dislexia, pero esto no significa que sean niños

disléxicos. Como hemos comentado anteriormente, pueden

presentan dificultades de aprendizaje debido a un aspecto

madurativo.

Por lo tanto, se citan para prevenir posibles dificultades.

Las alteraciones se centran principalmente en el área

del lenguaje oral:

- Dislalias.

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- Omisiones de fonemas, sobre todo en las sílabas

compuestas o inversas.

- Confusiones de fonemas, que suelen ir acompañadas

de lenguaje borroso.

- Inversiones, que pueden ser fonemas dentro de una

sílaba, “pardo” por “prado” o de sílabas dentro de una

palabra “cocholate” por “chocolate”.

- Pobreza de vocabulario y de expresión, junto a

comprensión verbal baja.

Además de las alteraciones mencionadas, se puede

observar :

- Retraso en la estructuración y conocimiento del

esquema corporal.

- Dificultad para los ejercicios sensoperceptivos:

distinción de colores, formas, tamaños, posiciones,

etc.

- Torpeza motriz, con poca habilidad para los ejercicios

manuales y de grafía.

- Movimientos gráficos de base invertidos.

Direccionalidad invertida.

Según diversos autores, el término dislexia, no se puede

o debe utilizar hasta que el niño no ha cumplido los 7 años

de edad, con lo cual respetaríamos el proceso de

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maduración, su proceso evolutivo de desarrollo. No

obstante, creemos que seria más aceptado, hablar de

rasgos disléxicos, con el fin de iniciar un tratamiento

pedagógico y así subsanar sus dificultades.

Al mismo tiempo, nos gustaría destacar la importancia de

esta etapa para la identificación y detección de posibles

problemas.

Niños de edades comprendidas entre los 6 y 9

años.

Este período abarca los primeros años de escolaridad,

durante los cuales se presta una atención especial a la

adquisición de las técnicas instrumentales.

Las principales manifestaciones de la dislexia durante este

periodo son:

En el lenguaje oral: las dislalias y las omisiones del

período anterior se encuentran en fase de superación. Al

mismo tiempo, se observa una expresión verbal pobre y

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dificultad para aprender vocablos nuevos, especialmente si

son polisílabos o fonéticamente complicados.

En la lectura: Se observan las siguientes alteraciones:

- En letras: se producen confusiones principalmente en las

letras que tienen cierta similitud morfológica o fonética. Por

ejemplo, “a” y “o” en las letras manuscritas; “a” y “e” en

las letras impresas; “u” y “o” fonéticamente.

- Dentro de estas confusiones, se destaca también las letras

cuya forma es semejante, diferenciándose en su posición

respecto de un eje de simetría. d - b

u - n

p - q g - p

b - g d - p

- También, se pueden producir omisiones de letras, sobre

todo al final de cada palabra y en las sílabas compuestas.

- En sílabas. Pueden manifestarse, inversiones: cambio del

orden de las letras dentro de una sílaba directa o

compuesta; cambio del orden de las sílabas dentro de la

palabra.

Reiteraciones: por ejemplo pelolota, y omisiones.

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- En palabras, omisiones, reiteraciones y/o sustitución de

una palabra por otra que empieza por la misma sílaba o

tiene un sonido parecido, por ejemplo: lagarto por letargo.

*Aspectos generales.

Dentro de la lectura, se pueden observar algunas

características como:

- falta de ritmo en la lectura.

- lentitud.

- respiración sincrónica.

- los signos de puntuación no marcados.

- saltos de línea o repetición de la misma línea.

- lectura mecánica no comprensiva.

En la escritura. Las alteraciones principales son:

- Escritura en espejo en letras sueltas.

- Números o letras bien realizadas, pero con movimientos

de base alterados o hechos con trazos sueltos. (dirección).

- Confusiones de letras semejantes en su forma o en su

sonido. (igual que en la lectura).

- Omisiones de letras, sílabas o palabras.

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- Mezcla de letras mayúsculas con minúsculas.

- Inversiones de letras, sílabas o palabras; aunque suele ser

más frecuente en sílabas inversas o compuestas.

- Reiteraciones de letras, sílabas o palabras.

- Dificultad para separar los elementos que componen la

frase:

“la ma drede mi a migo”.

- Escritura confusa, se escriben algunas letras poco

diferenciadas.

Dentro de los aspectos generales, se encuentran en la

escritura una serie de características como:

- Incoordinación manual.

- Postura inadecuada, tanto del niño como de la hoja del

papel.

- Tonicidad alterada, que puede ser por exceso o por

defecto.

- Lentitud.

En el cálculo.

Se consideran las alteraciones de tipo gráfico y viso-

espacial que se manifiestan en el cálculo, y que no

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constituyen propiamente una discalculia, sino que vienen

condicionadas por los mismos trastornos que originan la

dislexia. Las principales manifestaciones son:

- Escritura de números en espejo.

- Inversión de cifras, en números de más de dos cifras,

como 24 y 42.

Se encuentran más dificultades cuando se trata de

centenas o unidades de mil, por ejemplo, 104 de 140.

- Confusión de números de sonidos semejantes, como 60 y

70.

- Dificultad en realización de series, tanto ascendentes

como descendentes.

- Tienden a empezar las operaciones por la izquierda.

Niños mayores de 9 años.

Las características en estas edades son muy variadas y

dependen de distintos factores:

Del nivel mental: los niños con una capacidad intelectual

alta, compensan las dificultades, con lo cual su dislexia

aparece muy atenuada.

De la gravedad de la dislexia: unas alteraciones profundas,

independientemente de los demás factores, son más

difíciles de superar que unas leves.

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De haber tenido un diagnóstico precoz con una intervención

adecuada.

En este nivel, hay niños que todavía presentan rasgos de la

etapa anterior, debido a los factores anteriormente

comentados.

En el lenguaje. Los niños tienen dificultad en:

- Elaborar y estructurar correctamente frases.

- Expresarse con términos precisos.

- El empleo adecuado de los tiempos de los verbos.

En general continúa la pobreza de expresión, así como una

comprensión verbal en desnivel con su capacidad mental.

En la lectura.

Es frecuente que se estacionen en una lectura vacilante –

mecánica, lo cual hace, no encontrar gusto a la lectura y

les dificulta los aprendizajes escolares de las diferentes

áreas.

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Esto se debe principalmente a que todo el esfuerzo del niño

se centra en descifrar las palabras y tenga dificultad en

abstraer el significado de las mismas.

Si la lectura es silenciosa, puede llegar a ser comprensiva;

pero en la lectura en voz alta se generan más dificultades.

Muestran dificultad en el manejo del diccionario. Tienen

dificultad en aprender de memoria la ordenación alfabética

de las letras (así como cualquier aspecto que conlleve

orden: como los meses del año, las tablas de multiplicar...)

En la escritura.

En el aspecto motriz siguen presentando cierta torpeza. Es

frecuente el agarrotamiento y el cansancio muscular.

La caligrafía es irregular y poco elaborada. Se observan

letras poco diferenciadas.

Su ortografía es deficiente, con muchas faltas.

Continúan muchas alteraciones del nivel anterior:

confusiones, omisiones, inversiones, reiteraciones.

Al redactar se pone de manifiesto una gran dificultad para

ordenar las frases, puntuar debidamente y expresarse con

los términos precisos.

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6. PROCESO DE IDENTIFICACIÓN DE NECESIDADES.

DIAGNÓSTICO DE LA DISLEXIA.

Es frecuente que la dislexia se confunda con otros

problemas de adaptación escolar, principalmente con los de

nivel cognitivo y apatía frente al estudio.

Esto es debido a una visión superficial de la problemática

del niño, sin profundizar en las causas que motivan su falta

de rendimiento escolar, y una actitud de espera de que, a

medida que el niño vaya madurando psíquicamente, se

resuelvan de modo espontáneo sus deficiencias.

Para los profesores es importante detectar los problemas

de dislexia, si quieren contribuir a su solución y no

aumentar los problemas que estos niños tienen en este

área de aprendizaje, tan crucial en nuestro sistema de

enseñanza.

Con las listas y descripciones que se han presentado

anteriormente en este trabajo, se puede empezar a

sospechar la existencia de una dislexia en un alumno.

Así, hay que descartar:

-Defectos de visión

-Defectos de la audición

-Un C.I. por debajo de lo normal

-La existencia de una perturbación emocional primaria

33


-Que el problema sea debido a mera falta de instrucción.

-Que haya problemas de salud graves que mediaticen el

aprendizaje

- Que no se den lesiones cerebrales diagnosticables y que

puedan afectar al área del lenguaje.

- Que pueda darse el diagnóstico de algún retraso grave de

desarrollo.

La existencia de dificultades similares en la familia, las

dificultades fonológicas (de correcta repetición de

determinadas palabras) y las dificultades de pronunciación,

si no hay una dislalia clara, pueden orientar hacia la

dislexia.

La lateralidad cruzada o no definida, suele ir ligada a la

dislexia. Con estos datos de observación, el maestro, debe

remitir al niño a estos servicios, con el fin de que

profundicen en el diagnóstico y nos ayuden con su análisis

a identificar los problemas concretos que tiene cada alumno

y establecer las pautas y métodos de ayuda que le puedan

ser más favorables.

El psicopedagogo escolar, tratará de establecer además

del historial personal, médico, familiar y pedagógico del

alumno, su C.I. y las características de su perfil; es decir la

evaluación psicopedagógica.

34


El WISC (Escala de inteligencia de Wechsler para niños)

es el test de inteligencia más utilizado, por la amplia

información que proporcionan los subtests que lo

componen y la posibilidad de establecer un perfil, que si

bien se discute su utilidad, al menos permite conocer

detalles del funcionamiento y las posibles lagunas de dicho

funcionamiento cognitivo.

Generalmente se admite que en el WISC los niños

disléxicos puntúan más alto en la escala manipulativa que

en la verbal.

Las pruebas de Dígitos, Información, Aritmética y la de

Claves están asociadas a los problemas de dislexia; los

niños con este problema puntúan bajo en ellas por cuanto

las habilidades que se exigen en ellas tienen que ver con la

memoria a corto plazo.

Una prueba de lecto-escritura, que puede ser en

castellano el T.A.L.E. (Test de Análisis de Lectura y

Escritura), que permite un análisis detallado por niveles de

edad y escolarización de los problemas que aparecen en

todas las áreas y modos de la lecto-escritura: letras,

sílabas, lecturas, comprensión lectora, dictado, copiado...

35


Si se considera necesario por la mayor incidencia de

problemas de lenguaje, se puede utilizar el ITPA (El test

Illinois de Aptitudes Psicolingüísticas).

El aspecto psicomotriz se puede ver mediante las pruebas

de Mira-Stambak.

El área de integración mediante el test Gestáltico-

Visomotor de Lauretta Bender.

Un buen indicador inicial y que se puede realizar

inicialmente en el aula, proporcionando información al

evaluador posterior, es el test de la figura humana de

Goodenough.

Una alternativa para medir la inteligencia con escaso

componente verbal, son las matrices progresivas de

Raven.

La percepción visual en niños pequeños se puede evaluar

con el test de Frostig, que tiene un programa para

recuperar las deficiencias encontradas.

La lateralidad se puede evaluar con diversas pruebas,

como la LATERALIDAD Usual de Marguerite Auzias.

36


Hay que tener particular cuidado con los resultados de

los tests que requieran leer las preguntas, porque en ellos

los disléxicos pueden aparecer como deficientes.

En buena medida, las pruebas que se pasan tienden a

tratar de aclarar qué aspectos son deficitarios en el

funcionamiento del niño y qué áreas trabajar en la

recuperación.

En un aula se puede detectar una posible dislexia haciendo

leer a un niño en voz alta y pidiéndole que nos cuente algún

acontecimiento previamente narrado por él o lo que ha

leído, cuando se ha comprobado o que lo ha comprendido y

lo ha expresado correctamente a nivel oral.

En la lectura se pueden encontrar errores desde:

- El desconocimiento de más o menos letras.

- Adiciones.

- Omisiones.

- Repeticiones.

- Inversiones.

- Cambios de línea.

- Lectura con falta de ritmo.

- Ausencia de puntuación.

- Acentuación y entonación.

- Dificultades en sílabas compuestas e inversas.

- Dificultades en palabras largas o nuevas.

37


con acumulación de dificultades de pronunciación.

- Dificultades con la g y la j.

- Dificultades con la c y la z.

- Confusiones en letras simétricas :d/b, p/q, d/p.

- Letras de pronunciación similar : m/n, m/p, b/p, b/m...

Cuando son mayores, típicamente inician la lectura de

una palabra larga y acaban con otra que aparentemente se

inventan. Esto es debido a que por falta de agilidad y

práctica no hacen la adecuada previsión de lo que viene a

continuación, como hacen los buenos lectores.

Como se ve la cantidad de errores posibles y las

posibilidades de combinación abundancia e influencia en las

dificultades, es variada, y habrá de ser tenida en cuenta a

la hora de programar la intervención.

En la escritura, cuando se le pide que escriba de una

manera espontánea, generalmente se producen estos

fenómenos:

1.- Dificultad inicial para imaginar la historia o si la ha

imaginado adecuadamente, se siente incapaz de expresarla

por escrito o reacio a hacerlo. Consume mucho tiempo

antes de iniciar el trabajo. A veces es preciso sugerirle los

temas y el cómo expresarlos.

38


2.- El niño necesita un tiempo excesivo para escribir su

relato. Puede tardar 15 o 20 minutos para escribir dos

líneas.

3.- La escritura en sí puede ser indicativa, por el tipo de

letra, la mayor o menor disgrafía, la forma a veces

incorrecta de coger el lápiz, la forma de realizar los óvalos

de las letras.

Se puede observar agarrotamiento a la hora de escribir. El

niño puede manifestar cansancio. La letra inicialmente

correcta, se va desestructurando, el niño pierde el control

que a veces ejerce inicialmente a costa de grandes

esfuerzos.

4.- Discrepancia entre lo escrito y el lenguaje oral del niño.

(Por eso a veces convendría evaluar a los niños disléxicos

oralmente y no por escrito).

En ocasiones utilizan una sintaxis extraña, omiten vocablos

en especial los nexos y las palabras de función, dándose

cuenta de ello en ocasiones al releer el texto. Igualmente el

uso de los signos de puntuación apenas responde a las

normas sintácticas.

Cuando detectamos estos errores en un alumno, o

algunos de ellos, debemos sospechar una dislexia y derivar

el niño para un diagnóstico en profundidad.

39


Como se recoge en el libro La dislexia en cuestión de

Ajuriaguerra (1998) algunos aspectos característicos de la

dislexia serían:

No es posible realizar el diagnóstico de la dislexia antes de

los 7 u 8 años, puesto que antes de esta edad no se

pueden diferenciar las malas iniciaciones de la lectura y las

inaptitudes establecidas.

Es igualmente imposible predecir una dislexia antes del

aprendizaje de la lectura.

Los únicos casos en que parece posible una previsión son

los retrasos del lenguaje del niño en los que al síndrome de

simplificación fonética, se añaden dificultades lingüísticas y

sintácticas y una dificultad en la seriación de los fonemas.

Las llamadas faltas “características” de la dislexia no

pueden servir para hacer un diagnóstico porque, por una

parte, muchos niños cometen estas faltas de un modo

pasajero al principio de su aprendizaje y, por otra, hay

muchos disléxicos que no las cometen.

Los trastornos asociados con la dislexia no pueden permitir

en absoluto un diagnóstico, puesto que son absolutamente

inconstantes y no tienen valor diagnóstico.

40


Estudios realizados muestran que dos de cada tres niños

disléxicos presentan trastornos de conducta, y estos son

posteriores al aprendizaje de la lectura y dependen

estrechamente de la actitud familiar.

Ante este gran problema de la infancia, por su frecuencia y

consecuencias escolares, conviene desarrollar una política

pedagógica apropiada:

Detección más rápida de los niños disléxicos.

Intervención temprana, pero no antes de los 7 años.

Tratamiento frecuente; tres veces por semana.

7. ORIENTACIONES PARA LOS PADRES.

El papel más importante que tienen que cumplir los

padres de niños que comienzan a presentar dificultades en

la lectura quizás sea el de apoyo emocional y social. Una

manera es reconocer que, debido a los problemas de

aprendizaje, el niño ha tenido que esforzarse mucho más en

su trabajo para alcanzar su nivel de lectura y escritura.

Si los padres también tuvieron problemas con la lectura

sería bueno que compartieran con su hijo los problemas

que sufrieron.

Es totalmente inútil e inadecuado compararle con algún

hermano o compañero sin problemas. Conviene recordar

41


que ambos son distintos y tienen sus cualidades, señalando

algún área en que destaque.

Es importante desarrollar la autoestima a todos los

niveles y seguir las indicaciones de los profesionales, de

modo que la familia y la escuela vayan en la misma

dirección.

A veces es difícil y hasta desaconsejable que los padres

ayuden a sus hijos en el proceso lecto-escritor; la situación

se convierte en ocasiones tan cargada de ansiedad que los

padres o el niño pierden la calma, con lo que la situación de

aprendizaje se vuelve aversiva, perdiéndose aún más el

interés por la lectura. En esos casos, sería preferible una

ayuda extraescolar.

También es relevante tener en cuenta que el niño necesita

relajarse y dedicarse a alguna actividad que le guste.

Es conveniente, tener en cuenta las orientaciones de los

profesionales de la educación, de modo que tanto la familia

como la escuela vayan en la misma dirección.

Debemos propiciar en el niño el desarrollo de una

relación positiva con el lenguaje escrito, asociando la

lectura con situaciones placenteras: manipular libros,

audición de lecturas por parte de un adulto antes de dormir,

leer a dos voces (niño y adulto leen alternadamente).

42


En el apartado siguiente, Tratamiento de la dislexia,

mostramos juegos que realizamos en el aula con los niños,

éstos también pueden utilizarse para que los padres

jueguen con sus hijos.

8. TRATAMIENTO DE LA DISLEXIA.

La meta que persigue el tratamiento del niño disléxico

es lograr que aprenda a leer y escribir, y a la vez facilitarle

su adaptación social en la escuela. A pesar de ello, tendrá

ciertas limitaciones en su habilidad de lectura y escritura, y

algunas veces, en gramática, por lo que puede cometer

faltas de ortografía y tener problemas de redacción.

No obstante, estas dificultades no le impedirán seguir con

sus estudios, dado que el éxito dependerá de otros

factores, como son su cociente intelectual, sus intereses y

habilidades y sus características socioculturales.

43


Como ya hemos mencionado, Manuel Soriano Ferrer en la

ponencia presentada en las IV Jornadas sobre la Dislexia,

señaló que cada vez son más los autores que destacan que

el mejor tratamiento de las dificultades lectoras es la

detección temprana y el tratamiento de las dificultades.

También se destaca, por otro lado, la instrucción asistida

a través de ordenador (CAI) en alumnos con dificultades de

aprendizaje, ésta ha sido reivindicada por numerosos

autores en los últimos años (Bishop y Santero, 2006; Tijms

y Hoeks, 2005).

Una de las principales ventajas de los programas

educativos informáticos para estos alumnos es que ofrecen

refuerzo y práctica, junto con instrucción individualizada

con feedback inmediato, características que son esenciales

en la enseñanza de estos niños.

Así, la metodología de instrucción basada en programas

informáticos, por sus características en cuanto a

organización, estructuración y formato atractivo

(interface) constituye un procedimiento útil para motivar e

intensificar la práctica con el fin de lograr la automatización

44


de las subdestrezas elementales como el reconocimiento y

escritura de palabras.

En esta línea de trabajo, se destaca el programa RAVE-O,

dirigido tanto al déficit en el procesamiento fonológico

como al déficit en la velocidad de procesamiento (Wolf,

Miller y Donnelly, 2000).

En nuestro país también se han desarrollado un gran

número de programas informáticos de intervención, aunque

todavía no cuentan con apoyo empírico que demuestre su

efectividad, a excepción de unos pocos que veremos más

adelante.

Y uno de los programas informáticos más ambiciosos que

se está desarrollando en nuestro país es el COGNITIVA. PT.

(Torres, 2004). El programa ofrece un conjunto de

actividades de reeducación de diferentes procesos que

intervienen en el aprendizaje de la lectoescritura:

Procesos perceptivo visuales.

Procesos perceptivos auditivo-verbales.

Conciencia Fonológica.

Ruta fonológica.

Ruta léxica o directa.

Procesos sintácticos.

Procesos semánticos.

En el tratamiento de la dislexia Thomson recomienda el

"sobreaprendizaje", es decir, volver a aprender la

45


lectoescritura, pero adecuando el ritmo a las posibilidades

del niño, trabajando siempre con la premisa del

aprendizaje sin errores, propiciando los éxitos desde el

principio y a cada paso del trabajo de sobreaprendizaje.

Se trata de hacer el reaprendizaje correcto de las técnicas

lecto-escritoras, haciéndolas agradables y útiles para el

niño, propiciando el éxito, en lugar del fracaso que está

acostumbrado a cosechar.

En la situación del aula se pueden dar las siguientes

sugerencia específicas:

1. Hacer saber al niño que se interesa por él y que desea

ayudarle. Él se siente inseguro y preocupado.

2. Establecer criterios para su trabajo en términos

concretos que él pueda entender, sabiendo que realizar un

trabajo sin errores puede quedar fuera de sus posibilidades.

Evaluar sus progresos en comparación con él mismo, con su

nivel inicial, no con el nivel de los demás. Ayudarle en los

trabajos en las áreas que necesita mejorar.

46


3. Dar atención individualizada siempre que sea posible.

Hacerle saber que puede preguntar sobre lo que no

comprenda.

4. Asegurarse de que entiende las tareas, pues a menudo

no las comprenderá. Dividir las lecciones en partes y

comprobar, paso a paso, que las comprende. Puede

comprender muy bien las instrucciones verbales.

5. La información nueva, debe repetírsela más de una vez,

debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo

y a veces escasa capacidad de atención.

6. Puede requerir más práctica que un estudiante normal

para dominar una nueva técnica.

7. Necesitará ayuda para relacionar los conceptos nuevos

con la experiencia previa.

8. Darle tiempo, para organizar sus pensamientos, para

terminar su trabajo. Si no hay apremios de tiempo estará

menos nervioso y en mejores condiciones para mostrarle

sus conocimientos. En especial para copiar de la pizarra y

tomar apuntes.

9. Alguien puede ayudarle leyéndole el material de estudio

y en especial los exámenes. Si lee para obtener información

o para practicar, tiene que hacerlo en libros que estén al

47


nivel de su aptitud lectora en cada momento. Algunos niños

pueden leer un pasaje correctamente en voz alta, y aún así

no comprender el significado del texto.

10. Evitar la corrección sistemática de todos los errores en

su escritura. Hacerle notar aquellos sobre los que se está

trabajando en cada momento.

11. Si es posible hacerle exámenes orales, evitando las

dificultades que le suponen su mala lectura, escritura y

capacidad organizativa.

12. Tener en cuenta que le llevará más tiempo hacer las

tareas para casa que a los demás alumnos de la clase. Se

cansa más que los demás. Procurarle un trabajo más ligero

y más breve. No aumentar su frustración y rechazo.

13. Es fundamental hacer observaciones positivas sobre su

trabajo, sin dejar de señalarle aquello en lo que necesita

mejorar y está más a su alcance. Hay que elogiarlos y

motivarlos siempre que sea posible.

14. Es fundamental ser consciente de la necesidad que

tiene de que se desarrolle su autoestima. Hay que darles

oportunidades de que hagan aportaciones a la clase. Es una

buena medida el encontrar algo en que el niño sea

especialmente bueno y desarrollar su autoestima mediante

el estímulo y el éxito.

48


Presentamos a continuación una serie de ejercicios a

aplicar, éstos se realizarán dependiendo de las necesidades

de nuestros alumnos; así hemos seleccionado algunos.

JUEGOS PARA REALIZAR CON LOS NIÑOS

Los niños pequeños tienen una conciencia muy escasa

de los sonidos del lenguaje. Oyen una secuencia continua

de sonidos, pero no son conscientes de que estos se

pueden dividir en palabras, y estas últimas en sílabas y

mucho menos que las sílabas pueden estar formados por

uno o varios sonidos.

Esta habilidad se llama conciencia fonológica y se puede

desarrollar con el ejercicio.

49


Se ha comprobado que la conciencia fonológica facilita el

aprendizaje de la lectura tanto en niños prelectores como

en niños con riesgo de presentar dislexia.

Por ello, facilitando precozmente los aprendizajes

fonológicos, se pueden prevenir problemas lectores que

aparecerían posteriormente.

Las actividades para adquirir conciencia fonológica son muy

abstractas, porque se basan en estímulos que el niño no

puede ver ni manipular, por lo que deben realizarse

siempre a modo de juego, y a ser posible apoyándonos en

láminas, fotografías, dibujos, programas de ordenador, etc.

El orden que habría que seguir es:

comenzar con actividades de rima.

continuar con la sílaba.

y acabar finalmente con el fonema.

Hasta la edad de 5 años es muy difícil que el niño consiga

tener conciencia de los fonemas en todas las posiciones de

las palabras.

Algunos ejercicios a realizar para desarrollar la conciencia

fonológica son:

-Elegir una letra del alfabeto, comenzando con una que

aparezca en el nombre del niño.

50

http://www.monografias.com/


-Inventar rimas para el nombre del niño(a); "Sara, bonita

eres de cara"

-Hacer el sonido de una letra. Pedirle al niño que intente

encontrar esa letra en un libro o periódico. Leer en voz alta

la palabra que tiene esa letra.

-Describir las cosas que ve a su alrededor, en láminas,

usando palabras que comiencen con el mismo sonido: "casa

cuadrada", "perro pequeño", "bote bonito."

-Escoger una canción o una rima que el niño se sepa.

Cantarla en voz alta, aplaudiendo al ritmo de las palabras.

-Leer con él una historia que rime o cantar juntos una

canción. Dejar que el niño vaya completando las palabras

que riman.

-Recitar una rima infantil o poema, línea por línea. Pedirle al

niño que repita cada una de las frases u oraciones después

de que se le vayan diciendo.

-Juego de veo – veo.

-Palabras encadenadas.

-Jugar con puzzles, barajas de familias, animales, etc.

51


-Aprender los días de la semana y los meses del año.

-Buscar diferencias entre dos dibujos casi iguales.

-Observar durante un tiempo una lámina, foto..., y

preguntarles qué cosas había, cuántas personas, qué ropas

llevaban, qué tiempo hacía, etc.

-Enseñarle canciones de corro, adivinanzas y refranes.

-Poner objetos sobre la mesa y decirle que cierre los ojos;

esconder un objeto y cuando abra los ojos tiene que

descubrir cuál falta.

-Describirle un objeto de la clase, de láminas, de objetos

propuestos y que lo adivine.

-Leer juntos una historia y hablar sobre ella. Hacerle

preguntas para ver si se acuerda de algunos de los

acontecimientos del cuento, personajes...

-Recordar qué comió el día anterior al mediodía y en la

cena.

-Demostrar al niño la utilidad de la lectura: viendo en el

periódico a qué hora empieza un programa de TV,

consultando los catálogos de juguetes, viendo la fecha de

52


su cumpleaños en un calendario, leyendo una receta de

cocina, escribiéndole notas para que haga recados, etc.

-Debemos proporcionarles libros. En los libros para los más

pequeños predominan la ilustración y los elementos

gráficos. Mediante los dibujos, los niños reconocen objetos,

personas, animales...

Algunos libros incluyen textos mínimos: palabras, frases

sencillas, pequeños diálogos, repeticiones, palabras y frases

sonoras.

El sonido de las palabras puede ser un aliciente para la

lectura de un libro: descubrir sonidos extraños, divertidos,

cacofónicos.

A estas edades gusta la repetición de sonidos, de palabras,

de ideas. Les gustan las historias de ficción o temas de la

vida, pero siempre con predominio absoluto de la imagen.

Los animales son uno de sus temas favoritos. Las historias

deben ser sencillas y fáciles de predecir.

Antes de la lectura se le puede ayudar:

-Recapacitando sobre lo que va a leer y para qué está

leyendo: entretenerse, localizar un dato…

-Ayudándole a recordar lo que sabe sobre el tema tratado o

sobre asuntos relacionados.

-Fijando su atención sobre las marcas del texto que

proporcionan información sobre su estructura: índice;

53


títulos y subtítulos; capítulos y apartados; subrayados,

negritas…

Durante la lectura se le puede ayudar:

-Llamando su atención sobre imágenes y esquemas que

acompañan el texto, señalando la relación entre ambos.

-Estimulándole a que hable y cuente lo que está leyendo.

-Preguntándole si está encontrando problemas y

ayudándole a concretar qué es lo que no entiende y dónde

puede residir el problema: en el vocabulario, en la

estructura de las frases, en el tema…

-Dándole soluciones cuando no comprende algo: la

relectura, la lectura del contexto, la consulta del diccionario

o de otro libro para ampliar conocimientos...

Después de la lectura se le puede ayudar:

-Conversando sobre la lectura, averiguando qué pasajes

han sido más complicados y por qué.

-Contrastando, cuando lo haya, el índice del libro con lo que

ha aprendido, haciendo notar la ventaja de revisar títulos y

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epígrafes para recordar y elaborar el propio resumen

mental

-Indicándole que puede anotar sus dudas y debe saber

plantearlas en clase (especialmente en la realización de

trabajos escolares).

-Recordando el vocabulario nuevo y comprobando que ha

aprendido su significado.

-Orientándole cuando trata de hacer un resumen e

invitándole a sacar conclusiones, a ordenar una historia, a

hacer un esquema.

-Realizar diariamente un trozo de lectura de manera

simultánea con el niño, de modo que se le ofrezca un

modelo correcto para aprender e imitar.

- También puede resultar de mucha utilidad grabar las

lecturas del niño, con objeto de que él mismo pueda

escuchar el progreso alcanzado.

JUEGOS DE ORDENADOR

Caledoscopi

Pingüi

Juega con Simon

La Magia de las Letras

CLIC

Te Leo

Vamos a jugar con las letras, las sílabas, las palabras. CEPE

UDICOM

Web CREENA

55


ACTIVIDADES PARA...

JUGAR CON LOS SONIDOS.

El niño necesita una buena atención y discriminación

auditiva general y fonética. Una motivación suficiente para

hablar y superarse.

Juegos de atención y discriminación:

Ruido – silencio: presencia y ausencia de ruido.

Sonido – sonido: discriminación de dos sonidos. La

distinción entre sonidos puede hacerse según diferentes

parámetros: intensidad, duración y timbre.

Palabra – palabra: atención auditiva del niño sobre

elementos lingüísticos.

Sílaba – sílaba: discriminación.

JUEGOS DE ESTRUCTURACIÓN TEMPORAL.

El orden de los sonidos.

JUEGOS DE LOTO FONÉTICO.

JUEGOS DE CONCIENCIA SILÁBICA Y FONÉTICA.

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JUGAR CON LAS PALABRAS: el Buzón, el Kim, juegos de

oposición, contrarios, semejanzas...

JUGAR CON LAS PALABRAS: ejercicios de comprensión

morfo - sintáctica, ejercicios de construcción de frases,

actividades de conciencia sintáctica, empleo de nexos y de

flexiones.

JUGAR CON LAS FRASES: las series lógicas e historietas,

juego “Enseñame a hablar”, letras de madera...

9. CONCLUSIÓN.

57


A lo largo de nuestro quehacer diario como docentes, nos

hemos encontrado con alumnos con diversas dificultades.

Entre ellas está la dislexia. En este trabajo queremos

aportar ideas, compartir nuestras experiencias con

aquellos-as que puedan estar interesados.

Hemos dado unas pinceladas teóricas acerca de que es la

dislexia, para posteriormente centrarnos en ejercicios

prácticos. Éstos han sido elaboradas a través del estudio

de distintos casos y de la experiencia en el aula, tanto

ordinaria, como de Pedagogía Terapéutica y de Audición y

Lenguaje.

Con esto hemos pretendido ayudar a nuestros alumnos y

también a quienes esto lean, y quieran acercarse al mundo

de las necesidades educativas especiales.

10. BIBLIOGRAFÍA.

58


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dificultades y fracasos en el aprendizaje de la lengua

escrita. Madrid: Morata.

ESCAT LLOVAT, J (1999): La dislexia: un enfoque

rehabilitador en la lecto – escritura. Barcelona : ISEP.

Textos.

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origen, diagnóstico y recuperación. Madrid: CEPE.

GARRIDO, Mª A.; GONZÁLEZ, M Y otros (2001): Dislexia y

dificultades de lectura, una guía para maestros. Barcelona:

Piados Educador

MONFORT, M Y JUÁREZ, A (1997): El niño que habla. Madrid:

CEPE.

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Jornadas sobre Dislexia. Programas de intervención en

dislexia evolutiva con apoyo empírico.

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