diseÑoe ectrodomÉstico · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se...

19
Tomás Gorria VALENCIA FOTOS: ALFARO HOFMANN L A arquitectura, la moda, las manifestaciones artísticas... definen, sin duda, una cierta imagen global con la que identifica- mos un período histórico que con- vencionalmente hemos agrupado en décadas durante el siglo pasado. Los veinte, los cincuenta, los noventa, se nos aparecen con una marca difícil de definir, pero fácilmente perceptible. A pesar de ello, podemos imaginar una secuencia de una película en la que aparece una pareja joven desa- yunando en su cocina. Se trata de un plano medio en el que se puede apre- ciar que están vestidos con tejanos y camisetas, de la pared cuelga una li- tografía de Picasso y beben una taza de café sobre una mesa de madera. Hablan durante un rato y uno de ellos se levanta y una cámara subje- tiva le sigue hasta una nevera AEG de estilo aerodinámico de la que coge unas tostadas de pan de molde que in- troduce en una tostadora situada al lado de una batidora de base metali- zada. Si no contáramos con la pre- sencia de los electrodomésticos que en ella aparecen y que nos indican que estamos ante una posible recreación de una escena de los primeros sesen- ta, y sólo contáramos con los datos descritos no sería fácil ubicarla cro- nologicamente. De esto sabe Andrés Alfaro, que además de su trabajo como diseña- dor e interiorista, ha colaborado en montajes teatrales como escenógra- fo, y en alguno de sus trabajos ha in- cluído algunas de las piezas de su co- lección de electrodomésticos, que proporcionaban verismo a su puesta en escena, consciente del valor se- mántico de estos objetos que se inte- gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos imaginamos, utilizandolos y po- seyendolos. (Baudrillard dixit) Frigoríficos, batidoras, licuado- ras, cafeteras, tostadoras, ollas a presión, aspiradoras, lavadoras, planchas, teléfonos, televisores, estufas... objetos que nos han hecho la vida más fá- cil y que nos dicen muchas cosas acerca de la sociedad que hemos ido construyendo y de las condiciones de la vida que “moderna”. Objetos expuestos con rigor y ge- nerosidad espacial que completan la oferta cultural que ofrece Andrés Al- faro con una sala dedicada a exposi- ciones temporales sobre temas de di- seño y coleccionismo y una bibliote- ca especializada en arte, arquitectura y diseño con un amplio archivo de ca- tálogos, carteles y monografías sobre el electrodoméstico. Una visita recomendable para quien disfrute con el diseño de una tostado- ra (hay gustos para todo) pero también para liberarnos de una concepciónab- solutistadel presente, al darnos cuen- ta de que la melancolía con la que ob- servamos una aspiradora Electrolux será similar a la que sientan nuestros hijos con el Apple último modelo con el que escribimos esto. DISEÑO INDUSTRIAL UN NUEVO MUSEO PRIVADO EN GODELLA DA CUENTA DE LA HISTORIA DEL ELECTRODOMÉSTICO Y EL DISEÑO EN EL SIGLO XX 4/5 En domingo 1 de junio de 2003 Con una selección de 400 aparatos expuestos cronológicamente de una colección de más de 3.000 electrodomésticos del siglo XX, se inauguró el pasado jueves en Godella un nuevo espacio expositivo que pretende configurarse como una referencia en el ámbito de la cultura del proyecto. DISEÑO E ECTRODOMÉSTICO L a colección se encuentra en Godella, en un edificio de 1.200 m. 2 , proyectado por el arquitecto Emilio Gimenez (autor del IVAM) y se organiza en un único volumen con una cubierta inclinada que permite la aparición de un nivel diáfano abierto a la planta baja de doble altura. Se destinan dos salas para exposición: la pri- mera situada a nivel de entra- da, para albergar las muestras temporales, dedicada a diseño y coleccionismo y la segunda, que contiene la exposición per- mamente de electrodomésticos. Una escalera, revestida de paneles de aluminio, esta con- cebida como apéndice del edi- ficio y permite en el interior un espacio diáfano que favorece la contemplación de los objetos expuestos. El edificio también dispone de biblioteca especiali- zada, almacén y despachos. Diáfano y minimalista Diseño y edición de En domingo: Tomás Gorria ([email protected]) Triturador de mano (1962) Mod. Gabriel Lluelles/R Garnich Dis. Gosta Thames Fab. Braun Española Plancha (1930) Mod. PL NR 21040 Dis. Anónimo Fab. AEG (Alemania) Calefactor (1934) Mod. HMV Dis. C. Barman Fab. His Master Voice (GB) Cocina (1932) Mod. PL243315 Dis. Anónimo Fab. AEG (Alemania) Lavadora (1950) Dis. Anónimo Fab. Telefunken (España) Estufa (1908) Dis. Peter Behrens Fab. AEG (Alemania) Aspirador (1937) Dis. Lurelle Guild Fab. Electrolux (USA) Tetera/Hervidor (1903) Mod. Ericophom Dis. Peter Behrens Fab. AEG (Alemania) Teléfono (1954) Mod. Ericophom Dis. Gosta Thames Fab. Ericsson (Suecia)

Upload: others

Post on 07-Aug-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorria ■ VALENCIA

FOTOS: ALFARO HOFMANN

L A arquitectura, la moda, lasmanifestaciones artísticas...definen, sin duda, una cierta

imagen global con la que identifica-mos un período histórico que con-vencionalmente hemos agrupado endécadas durante el siglo pasado. Losveinte, los cincuenta, los noventa, senos aparecen con una marca difícil dedefinir, pero fácilmente perceptible.

A pesar de ello, podemos imaginaruna secuencia de una película en laque aparece una pareja joven desa-yunando en su cocina. Se trata de unplano medio en el que se puede apre-ciar que están vestidos con tejanos ycamisetas, de la pared cuelga una li-tografía de Picasso y beben una tazade café sobre una mesa de madera.

Hablan durante un rato y uno deellos se levanta y una cámara subje-tiva le sigue hasta una nevera AEG deestilo aerodinámico de la que cogeunas tostadas de pan de molde que in-troduce en una tostadora situada allado de una batidora de base metali-zada. Si no contáramos con la pre-sencia de los electrodomésticos queen ella aparecen y que nos indican que

estamos ante una posible recreaciónde una escena de los primeros sesen-ta, y sólo contáramos con los datosdescritos no sería fácil ubicarla cro-nologicamente.

De esto sabe Andrés Alfaro, queademás de su trabajo como diseña-dor e interiorista, ha colaborado enmontajes teatrales como escenógra-

fo, y en alguno de sus trabajos ha in-cluído algunas de las piezas de su co-lección de electrodomésticos, queproporcionaban verismo a su puestaen escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico yconviven con nosotros más de lo quenos imaginamos, utilizandolos y po-

seyendolos. (Baudrillard dixit)Frigoríficos, batidoras, licuado-

ras, cafeteras, tostadoras, ollas apresión, aspiradoras, lavadoras,planchas, teléfonos, televisores,estufas... objetos que noshan hecho la vida más fá-cil y que nos dicen muchascosas acerca de la sociedadque hemos ido construyendoy de las condiciones de la vidaque “moderna”.

Objetos expuestos con rigor y ge-nerosidad espacial que completan laoferta cultural que ofrece Andrés Al-faro con una sala dedicada a exposi-ciones temporales sobre temas de di-seño y coleccionismo y una bibliote-ca especializada en arte, arquitecturay diseño con un amplio archivo de ca-tálogos, carteles y monografías sobreel electrodoméstico.

Una visita recomendable para quiendisfrute con el diseño de una tostado-ra (hay gustos para todo) pero tambiénpara liberarnos de una concepciónab-

solutistadel presente, al darnos cuen-ta de que la melancolía con la que ob-servamos una aspiradora Electroluxserá similar a la que sientan nuestroshijos con el Apple último modelo conel que escribimos esto.

DISEÑO INDUSTRIAL UN NUEVO MUSEO PRIVADO EN GODELLA DA CUENTA DE LA HISTORIA DEL ELECTRODOMÉSTICO Y EL DISEÑO EN EL SIGLO XX

4/5 En domingo 1 de junio de 2003

Con una selección de 400 aparatos expuestoscronológicamente de una colección de másde 3.000 electrodomésticos del siglo XX, seinauguró el pasado jueves en Godella unnuevo espacio expositivo que pretendeconfigurarse como una referencia en elámbito de la cultura del proyecto.

DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO

L a colección se encuentra enGodella, en un edificio de

1.200 m.2 , proyectado por elarquitecto Emilio Gimenez(autor del IVAM) y se organizaen un único volumen con unacubierta inclinada que permitela aparición de un nivel diáfanoabierto a la planta baja dedoble altura. Se destinan dossalas para exposición: la pri-mera situada a nivel de entra-da, para albergar las muestras

temporales, dedicada a diseñoy coleccionismo y la segunda,que contiene la exposición per-mamente de electrodomésticos.Una escalera, revestida depaneles de aluminio, esta con-cebida como apéndice del edi-ficio y permite en el interior unespacio diáfano que favorece lacontemplación de los objetosexpuestos. El edificio tambiéndispone de biblioteca especiali-zada, almacén y despachos.

Diáfano y minimalista

Dis

eño

y ed

ició

n de

En

dom

ingo

:Tom

ás G

orri

a (g

orri

a@on

o.co

m)

Triturador de mano (1962)Mod. Gabriel Lluelles/R Garnich

Dis. Gosta ThamesFab. Braun Española

Plancha (1930)Mod. PL NR 21040

Dis. AnónimoFab. AEG (Alemania)

Calefactor (1934)Mod. HMVDis. C. BarmanFab. His Master Voice (GB)

Cocina (1932)Mod. PL243315Dis. AnónimoFab. AEG (Alemania)

Lavadora (1950)Dis. AnónimoFab. Telefunken (España)

Estufa (1908)Dis. Peter BehrensFab. AEG (Alemania)

Aspirador (1937)Dis. Lurelle GuildFab. Electrolux (USA)

Tetera/Hervidor (1903)Mod. Ericophom

Dis. Peter BehrensFab. AEG (Alemania)

Teléfono (1954)Mod. Ericophom

Dis. Gosta ThamesFab. Ericsson (Suecia)

Page 2: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorria ■ VALENCIA

FOTOS: “CHAIRS”, DE A. WORLD

JUNTO con las prendas devestir, los enseres do-mésticos o los automó-viles, son los muebles los

objetos que acompañan con ma-yor presencia física en nuestrodevenir diario, y, dentro de estacategoría, las sillas (o sillones ysofás) muebles con los que tene-

mos un contacto más perso-nal, ya que nos pasa-

mos sobre ellas (li-teralmente ha-

blando) la mayor de nuestra jor-nada laboral y gran porción denuestro tiempo ocio y descanso.

Pero el diseño de una silla noes una cosa baladí. Tal como citaJorge Wagensberg (biofísico, di-rector del Museo de la Cienciade la Fundación ‘la Caixa’) en elprólogo del libro, “Sentarse,

mantener la verticalidad en po-

sición física de descanso, es de-

cir, relajando el máximo nú-

mero de músculos compatible

con una capacidad razonable

para usar el cerebro y las ma-

nos a favor de una enorme di-

versidad de funciones útiles

para vivir. Cada una de estas

subfunciones merece un diseño

de silla.” Un objeto, que a fuerde cotidiano, esconde una granimportancia en la historia de lacivilización occidental.

Era inevitable, pues, que eneste objeto se reflejara la evolu-ción de las ideas sobre diseño,en su doble componente con-ceptual de forma y función y seconvierta en espejo de las co-rrientes artísticas de cada mo-mento y en los procesos socia-les y técnicos contemporáneos.

Con estos presupuestos, laprimera parte del libro aborda,con texto de Anaxu Zabalbeas-coa, un recorrido por la histo-ria de la silla, desde los prime-ros modelos egipcios que pue-den ser considerados como ta-les hasta las ultimísimas pro-puestas de Urquiola o de Kons-

tantin Gric, pasando por los di-versos estilos barrocos o deci-monónicos y deteniendose es-pecialmente es las aportacio-nes escandinavas o centroeu-ropeas de mediados del sigloXX. Tendencias, materiales, yhasta movimientos ideológicosque descansan en las cien sillasque Zabalbeascoa seleccionaen el libro.

El libro, dirigido por el dise-ñador y periodista Ramón Úbe-da (magníficamente editado, porotra parte, en el estudio de An-tonio Solaz -autor de las ilustra-ciones-, y maquetado por XusaBeltrán ) continúa recordando lahistoria de Andreu World (fun-dada en 1957 por Francisco An-dreu) que ha llegado a conver-tirse en la primera firma espa-ñola exportadora de asientos dediseño contemporáneo y ha con-

tribuido notablemente a popu-larizar en la Comunidad valen-ciana y en España la cultura deldiseño industrial aplicado almueble. Otro de sus capítulosdescribe la intrahistoria de laempresa, con una completa des-cripción del proceso industrial.

El último apartado, quizás elmás interesante, está dedicadoa una amplia reseña de los ver-daderos protagonistas, las sillasy sus diseñadores. Ramón Úbe-da selecciona a 22 diseñadoresy le dedica a cada uno de ellosuna amplia reseña de su trabajoy de su colaboración con la fir-ma. Ximo Roca, Pedro Miralles,Mariscal, Montesinos, Pensi,Teixidó, Miralles, Llusca... dise-ñadores de renombre interna-cional que han trabajado con laempresa y en la que se muestranlas auténticas protagonistas dellibro: los modelos con los quedurante medio siglo AndreuWorld ha colaborado a que po-damos leer, comer, trabajar, con-versar, estudiar, dibujar, escribir,observar, jugar, amar... con co-modidad.

Chairs, 50 años de diseño y

una historia que contar, inclu-ye un capítulo dedicado al Con-curso Internacional de Diseñoque cada año convoca la firma,y se cierra con un apéndice lite-rario titulado “Historias paraleer sentado” con relatos deRosa Regàs, Alicia Jimenez, Mer-cedes Abad y Ramón de España.

Sillas: forma y funciónUn objeto tan cotidiano como en el queprobablemente esté usted sentado, ha sidodurante el pasado reflejo de los estilosartísticos, de las modas y de la evolución de lapropia sociedad occidental. La empresavalenciana Andreu World ha editado un librosobre sus cincuenta años fabricando sillas,en los que también repasa la historia de unobjeto vital en nuestras sedentarias (en elliteral sentido del término) vidas.

Andreu World ha llegado aconvertirse en la primerafirma españolaexportadora de asientos de diseñocontemporáneo

Una de las ilustracionesde Antonio Solaz, sobre lasilla Red and Blue, deGerrit Rietveld, de 1918.

Algunas de las sillaseditadas por A. World a lolargo de sus 50 años deexistencia.De izquierda a derecha:modelo 72 (1957); modelo 131 (1966);Andrea, de Josep Lluscà(1988), y Sankay, deJorge Pensi (1989)

Abajo, de izquierda aderecha: Radical, deAlberto Lievore (1993);Verona, de Nancy Robbins(1994); Ronda, de Altheriy Molina (2003); Nanda,de Altheri y Molina (2004),y Wok, de Javier Mariscal(2006)

Los inicios de Andreu World, en 1955.

4/5 En domingo 15 de julio de 2007

Una de las piezas de unasilla fabricada por A.

World, que apareceen el apartado del

libro que explicael proceso

industrial.

EL trabajo de un escri-tor está hecho, porsupuesto, de cons-

tancia y dedicación a sutarea, pero sobre todo deinterrupciones. En reali-dad, la vida conspira paraque no escribamos, porquepuede pasarse tranquila-mente sin nuestras ocu-rrencias y sin nosotros mis-mos. El arte, que para elhombre constituye unamanera natural de estar enel mundo, una forma derespiración en mitad de lascosas, para las cosas y parael mundo representa unacto contra natura. Lanecesidad de aspirar a laemoción estética es unanhelo puramente humano,otra más de nuestras fabu-laciones medicinales parasoportar el peso del tiempoy de lo que en el tiemponos pesa. Pero lo cierto esque nuestras palabras, porceñirnos al arte de escribir,la realidad las recibe comosi fuesen sólo palabrería,lluvia sobre el tejado deallá fuera, un accidentemás que no registra ningúnespectador.Una de las sentencias máscélebres de Pascal mani-fiesta que todas las desdi-chas del hombre provienende su incapacidad paraestarse quieto en una habi-tación. (Se trata de una ver-dad difícil de rebatir, como,sin desmerecer del pensa-miento precedente, lo es laafirmación casi contraria:buena parte de las alegríasdel hombre provienen de suincapacidad para estarsequieto en una habitación yde su apetito de salir fuerade casa.) En el caso de losescritores, creo que lamayor parte de sus proble-mas provienen de su inca-pacidad para permaneceratados a su mesa de despa-cho. Son tantas las tenta-ciones para abandonar eltrabajo en cualquier instan-te, que la maduración de unautor consiste, en buenamedida, en acostumbrarsea no ceder al impulso delevantarse de la silla y mar-charse a participar de laexistencia.Siempre he creído que a unartista le conviene un ciertogrado de monotemáticaobsesión por su oficio.Quienes tenemos más inte-reses de los debidos, másaficiones de las sensatas,más estímulos de lo razona-ble, tendemos a dispersar-nos, tendemos a levantar-nos de la silla más de loque el arte requiere para

entregársenos. La cabeza propia se jura-menta en contra de nos-otros mismos. En primerlugar, con sus distraccio-nes, con sus meandros dela imaginación, esas mos-cas en su vuelo que alboro-tan en las estancias delpensamiento. No sé quéocurrirá en las cabezas aje-nas –de ahí, de lo que suce-de de puertas para dentrode la intimidad de los otrosproviene el restante cin-cuenta por ciento de lasdesdichas y de las alegríasque nos asaltan-, pero en micabeza hay siempre ideas yocurrencias superpuestasque se despliegan como losnaipes de una baraja en lasmanos de un tahúr. Porcada asunto sobre el quereflexiono, por cada enun-ciación que produce mimollera, se me presenta laenunciación contraria y un

séquito de derivacionescaprichosas en ambasdirecciones, de manera quepensar, para mí, consiste enuna disciplina de apartarsugerencias. Pero no este elúnico principio conspirato-rio por el que me rijo. Uneco con mala conciencia seempeña en recordarme quedetrás de la puerta, másallá del papel y de la panta-lla del ordenador, late lavida, están las calles, lagente, las innumerablesaventuras que no nos suce-derán por el hecho de estarenredados barajando pala-bras del derecho y delrevés. (Y digo bien: aventu-ras, porque todo lo que nospasa pertenece a ese géne-ro de acontecimientosexcepcionales, incluidas laexcepcional costumbre dela rutina y la aventura deque no nos visite la aventu-ra en sentido estricto.)Todo se juramenta contra lapágina que tratamos de lle-var adelante. El teléfono nopara de sonar, con sus apre-mios, con la memoria denuestros deberes, con lahojarasca de la chácharaintrascendente que sueletransportar hasta nosotros.Los amigos no paran deurdir benditos encuentros,con comidas de herman-dad, con cenas de parran-da. Los hijos propios y aje-nos, como perfectas máqui-nas de desear, reclaman susoldada. El mundo alrede-dor es un animal que se ali-menta de tiempo, el únicobien que apenas poseemos .Poner punto final a un tra-bajo cualquiera es un mila-gro. El modesto afán titáni-co de llevar adelante unahistoria de amor siempreinterrupta.

El mundoalrededor es unanimal que se

alimenta de tiempo,el único bien que

apenas poseemos.Poner punto final a

un trabajocualquiera es un

milagro. Elmodesto afán

titánico de llevaradelante una

historia de amorsiempre

“interrupta”.

Interrupciones de escritor

Carlos Marzal

COMPLICIDADES

Page 3: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

TOMÁS GORRIA ■ VALENCIA

—Se habla de multiculturali-dad, interculturalidad, mul-ticulturalismo... a la luz de laAntropologia social y cultu-ral, que diferencia hay entreestos términos?—Esos términos más que enla antropología social y cultu-ral se han tratado en la filoso-fía y teoría políticas. Esas

cuestiones son el punto donde la an-tropología desemboca en la filosofíapolítica. Puede decirse que “multicul-turalidad” es un término descriptivo:alude a la variedad cultural, a la plu-ralidad de diferencias culturales en unasociedad. Las sociedades siempre hansido plurales desde el punto de vistacultural. Ahora ocurre que esa plura-lidad se acentúa aceleradamente, de-bido tanto al -un poco distante- fenó-meno de la descolonización, cuanto alos masivos movimientos de poblacio-nes desde los países pobres a los ricosen busca de trabajo y mejores condi-ciones -incluidas las políticas- de vida.

“Multiculturalismo” e “intercultu-ralidad”, propiamente entendidos, yano son términos descriptivos, sino nor-mativos. Es decir: aluden a dos formasdiferentes de entender cuál es la bue-na manera, la política acertada, paragestionar la pluralidad cultural. Am-bas perspectivas parten de la (buena)voluntad de garantizar los derechos delos individuos, también de reparar losdaños que históricamente puedan ha-bérseles causado, teniendo en cuentasu pertenencia a una minoría culturalen una sociedad culturalmente plural.Pero “multiculturalismo” e “intercul-turalidad” abordan ese objetivo des-de ópticas diferentes: el primero, poneel acento en la comunidad a la que per-tenecen los individuos; el segundo, sefija especialmente en las personas. Di-cho de otra manera: la política multi-culturalista prima, sobre todo, las po-líticas que tiendan a garantizar la sub-sistencia en el tiempo de las comuni-dades culturales para que, en el futu-ro, haya individuos que tengan laoportunidad de identificarse con esascomunidades sin por ello sufrir dañoalguno. Mientras que las perspectivasinterculturales ven en esa óptica el ries-go de fragmentar la sociedad en varioscompartimentos estancos. Algo asícomo un puzzle donde los grupos fue-ran perfectamente homogéneos a cos-ta de estar cada vez más carentes demodos y vías de comunicación entresí. No es que esta perspectiva nieguela importancia de la identidad cultu-ral. Pero trata de huir de las pertenen-cias cerradas que someten a los indi-viduos a la lógica homogenizadora deun grupo. Es cierto que históricamen-te todos los derechos han sido conquis-tados colectivamente, pero una vez ad-

quiridos los derechos son individualesy universales. Por tanto, la perspecti-va intercultural concibe a los grupos ysus límites de forma flexible; pone elacento en el carácter voluntario de lapertenencia a una comunidad y queasí los individuos sean libres para de-cidir si quieren mantener, y cómo quie-ren mantener, los lazos con el grupode origen. Además, se mantiene unaconcepción no exclusivista de la iden-tidad de grupo, de manera que sermiembro de uno no constituya un obs-táculo para la posible identificacióncon otro.— Los acontecimientos del pasadootoño en Francia y los atentados deLondres han activado las alarmas enOccidente acerca del modelo de inte-gración de los inmigrantes de segun-da generación. ¿Que lecciones se de-ben sacar de estos acontecimientos?—Los dos casos son del todo diferen-tes, más allá de que ambos países tie-nen importantes sectores de la pobla-ción que provienen de los dos grandesimperios coloniales que acabaron conla descolonización de los años 50-60.En el caso de Francia ha habido unmovimiento más o menos masivo deun sector –joven y masculino- de la po-blación; en el caso del Reino Unido setrata de varios individuos radicaliza-dos, a lo sumo algunas decenas. Nohace falta ser musulmán, árabe o ne-gro para ser terrorista. Aquí, bien cer-ca, tenemos la prueba. No son hechoscomparables. El caso francés es unejemplo de motín de gueto, de revuel-ta desorientada, de expresión emocio-nalmente desordenada de insatisfac-ción social en una sociedad opulenta.Los guetos urbanos funcionan respec-to del centro de las grandes urbescomo ocurría en aquellos cuentos delsiglo XIX: unos niños pobres ateridosde frío ven el confort y las viandas in-accesibles de un gran restaurante a tra-vés de los cristales. Ahora los niñosrompen los cristales. Las causas de esainsatisfacción son muchas, y no estric-tamente “culturales”: barrios dormi-torio cuya estructura, comunicacionesy relación con el centro, etc. ya son me-canismos de exclusión, trabajo escasoe inestable; salarios irrisorios; abismoinsalvable entre las mercancías queofrece la sociedad de consumo y la po-sibilidad de acceso… Todas las capaspobres de la población están someti-das a esas tensiones. Pero los pobresde los pobres son, salvo excepciones,las poblaciones de origen colonial.Otra cuestión es por qué los padres so-portaron con mayor estoicismo lascondiciones ante las que los hijos hanestallado. Es una cuestión complica-da: desde la crisis del estado del bien-estar que se ocupa cada vez más decuestiones de seguridad y tendencial-mente pone en manos de los indivi-

duos las cuestiones que afectan a susupervivencia, pasando por la de lospartidos y sindicatos de izquierda queno logran encuadrar esos sectores,hasta la quiebra de las formas tradi-cionales de socialización, como la es-cuela, la familia, etc. Pero al fondo, so-bre todo, un mercado laboral impla-cable y feroz que somete las personasa una inseguridad y fragilidad vitalconstantes.— Cuales deberían ser, en su opinión,

las líneas básicas de actuación de laadministración en referencia a los co-lectivos de inmigrantes?—En primer lugar, dado el contextode la entrevista, yo no creo que lo prio-ritario sea enfocar la cuestión desde“la cultura” o desde las identidadesculturales. Lo prioritario son los dere-chos políticos y sociales básicos. Prác-ticamente todas las constituciones in-cluyen un apartado donde se procla-ma la no discriminación por motivosde religión, raza (un término ya obso-leto en la antropología), sexo, etc. Pueseso: deben tener asegurados los mis-mos derechos y deberes que los ciuda-danos de los países donde se asientan.Las políticas deben ir encaminadas aque no se den situaciones de margina-ción o exclusión social en razón delorigen. Lo cual puede incluir medidastransitorias de apoyo especial, porejemplo de cara a la escolarización yel aprendizaje del idioma. El proble-ma no es ser inmigrante, es ser inmi-grante obrero o pobre. Los actores, de-portistas, profesionales… también soninmigrantes y no tienen mayores pro-blemas.—Avanzamos hacia una sociedad mástolerante y solidaria, o más restricti-va y desigual?—Es difícil saberlo. Pienso que hay sín-tomas que apuntan en un sentido yotros, en otro. Por ejemplo, España esel país que tiene el mayor número dedonantes de órganos para trasplantes.Sin duda, esa es una práctica solida-ria. En una encuesta reciente, una ma-yoría abrumadora de ciudadanos semanifestaba a favor de que los inmi-grantes pudieran votar en las eleccio-nes locales. Por otra parte, hay un mo-vimiento masivo hacia formas de vidaindividualistas y una desconfianza sor-da y general respecto de las solucionescolectivas. Creo que pasamos por unmomento de gran pesimismo respec-to del valor de la igualdad. Seguramen-te debido, en parte, a los fracasos delos regímenes comunistas. En cual-quier caso me gustaría insistir en doscosas: que el término “tolerancia” his-

tóricamente no siempre ha significa-do lo mismo y que el grado de toleran-cia alcanzado en una sociedad no esirreversible, se puede retroceder. No eslo mismo tolerar en el sentido de “so-porto, a mi pesar, lo que desaprueboporque no tengo el poder de impedir-lo”, que tolerar en el sentido de “acep-to todas las maneras de conducir lavida propia con la condición de queno se inflija un daño a los otros, conla condición de que no se hiera mani-fiestamente a terceros”. Ahora bien,en la última fórmula hay un proble-ma: qué se considera un daño. No cabeduda de que caben aquí muchas inter-pretaciones culturales. Sobre ciertosasuntos -sin duda- habrá acuerdo, so-bre otros, no. Y en ese punto es don-de aparece el conflicto. Es necesaria,pues, una noción consensual-conflic-tiva de la tolerancia, una concepciónque busca consensos parciales y acep-ta desacuerdos razonables. Como nopueden eliminarse todos los conflictossobre lo que es un bien y lo que es undaño, hay que distinguir entre aqué-llos con los que es y no es posible se-guir discutiendo. Y en esa discusión te-ner la actitud expectante de que enotras formas de vida puede haber as-pectos de la verdad y de la justicia queyo no había visto. Pero insisto, la to-lerancia es una virtud individual y so-cial que puede decaer. Sin duda habrámomentos de avance y de retroceso,de restricción de los horizontes vitalesy de ampliación de los mismos. Perola partida no está ni jugada ni ganadade antemano. Depende, entre otras co-sas, de revistas como ésta.—La “alianza de las civilizaciones”preconizada por ZP, es algo más quemarketing político?—La expresión es imprecisa y desafor-tunada, pero creo sinceramente queexpresa una actitud acorde con lo queacabo de decir. Mejor eso que ir bom-bardeando poblaciones, deshaciendoestados e instalando el caos.

Las nueva realidad de la multiculturalidad ha propiciado la aparición de nuevos conceptos teóricospara afrontarla. Con la ayuda de expertos en la materia, xarxa quiere colaborar en esedebate, para clarificar terminos, desechar tópicos y favorecer la convivencia.

“Las políticas deben ir encaminadas a que no se den situaciones de marginación o exclusión social en razón del origen”

Un camión en el norte del Chad -Ounianga Kebir; en camionescomo esos hacen parte del camino los que cruzan el Sahara con el

fin de cruzar el estrecho de Gibrlatar. FOTO: NICOLÁS SÁNCHEZ

NICOLÁS SÁNCHEZ DURÁPROFESOR DE FILOSOFÍA DE LA UNIVERSITAT DE VALENCIA

“Lo prioritarioson los derechospolíticos y sociales básicos”

Nicolás Sánchez-DuráFOTO: RODOLFO GRAU

feb2006 xarxap14

conviuredebatsEN

TREV

ISTA

Continuá en la página 21

Page 4: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorría ■ VALENCIA

FOTOS: JUAN NAVA/T.G/P.L..

EN una esquina del ba-rrio del Carmen, lade Ripalda con la ca-lle Alta, sobresalensiete letras rotundas

que indican que en caso de peligro,allí encontraremos refugio. Se tra-ta del letrero que anunciaba la exis-tencia de un Refugio antiaéreo, quese repite en varias calles de Valen-cia, sobre todo en el casco antiguo.El poder evocador de la palabra, elcaracterístico diseño vanguardis-ta de su composición, el olor abombas y dolor en blanco y negromezclado con la «épica» de la gue-rra civil y la República hacen vale-dor a este rótulo en de una fuerzaexpresiva peculiar. Un rótulo querecuerda al de la cajetilla de «Ide-ales» (diseñada también en 1936)o que refleja la influencia del cons-

tructivismo ruso o de la escuelaBauhaus...

Este es uno de los rótulos queaparecen en el catálogo, que amodo de itinerarios ilustrados pornuestra ciudad ha editado el dise-ñador Juan Nava con motivo delPrimer Congreso de Tipografía quese celebra este fin de semana en Va-lencia. Una obra que despierta unsentimiento contradictorio. Por unlado, de gratitud y reconocimientohacia Juan Nava por acometer unatarea como la presente, pero porotro de cierta desazón por com-probar que el tiempo y la desidiason inexorables.

Recordando que no había sidofotografiado, el autor de este artí-culo se disponía a inmortalizar unrótulo que venia al pelo para ilus-trar este artículo: Unión tipográfi-ca, en la calle Castelló. Cuandoacudió, cámara en ristre, a digita-lizarlo en la compact-flash sólopudo fotografiar su sombra, ya queyacía debajo de un letrero imper-sonal de una tienda de artículos alpor mayor.

Así que aunque el trabajo deJuan Nava no pretenda ser un tra-tado exhaustivo y académico so-bre la gráfica urbana, parece quetenga vocación de documento convalor paleográfico. Seguro quecuando en un museo de historiaantigua, un investigador de me-diados del siglo XXVI, por ejem-plo, encuentre un ejemplar y ojeesus fotografías tendrá una infor-mación adicional de un valor res-petable para comprender algo deuna sociedad local como la nues-tra. Ya nos gustaría a nosotros po-seer alguna información sobre losrótulos que ilustraban los comer-cios o establecimientos públicosde, por ejemplo, la bulliciosa Va-lencia del siglo XV o XVI, aunquesuponemos que, a fuerza del anal-fabetismo reinante, el valor de losiconos que indicaran la función deuna sastrería, una barbería o unafonda predominarían sobre las le-tras que, en su caso, se relaciona-rían más con la rotulación cali-gráfica que con la tipografía.

TIPOGRAFÍA Y/O CALIGRA-FÍA. Porque esta es otra de lascuestiones que se suscitan al calorde este trabajo. ¿Son los rótulos co-merciales presentes en esta guíasusceptibles de ser incluidos en loque denominamos tipografía? Bajola denominación académica del tér-mino (arte de imprimir, o lugar don-de se imprime) no sólo no cabe estaposibilidad sino tampoco la co-múnmente aceptada por diseñado-res o consumidores de «diseño».Pero si entendemos como tipogra-fía la disciplina que intenta combi-nar el aspecto funcional de las le-tras con el comunicativo y el esté-tico, el valor de los rótulos (que de-bieran ser legibles y comunicativos,a la vez que estéticamente agrada-bles) adquiere especial relevancia.

Cierto es que puede establecerseuna primera distinción entre los ró-tulos: aquellos que por sus formas

se asocian con familias de letras queexisten en el universo Gutenberg oposGutenberg –la rotulación porordenador hace que este tipo de ró-tulos sean los más numerosos en laactualidad– y los que tienen una evi-dente vocación caligráfica y orna-mental, que son los que predominanen la selección que ha hecho Nava.Así que si buscamos en estos rótu-los textos compuestos de manera

ortodoxa con Garamonds, Futuras,Frutiger u otras familias cercanasal trabajo de diseñadores o tipó-grafos y pretendemos, al no encon-trarlas, afirmar que esto no es tipo-grafía, estaremos en lo cierto, delmismo modo que acertaremos alsostener que sin son letras, quierencomunicar algo mas que su simplelectura textual y lo consiguen, tam-bién merecen el honor de ser topo-gráficamente interesantes.

El oficio de rotulista (en estos mo-mentos en vías de extinción, sinoextinto definitivamente) era un ofi-cio más cercano a la pintura que alas artes gráficas, por los procedi-mientos técnicos que requería, y poresta razón los rótulos tienden más ala caligrafía ornamental. No es unacasualidad que sea en la época enlos que la artes gráficas irrumpieroncon fuerza en las paredes (sobretodo en los años veinte o treinta)donde se asemejen más las letras delos rótulos a sus familias tipográfi-cas impresas en esos carteles, fun-damentalmente en tipos de queren-cia geométrica o de «palo seco».

Con todo, la denominada desdeahora «tipografía urbana» no seacaba en los rótulos comerciales oadministrativos. En Valencia (y entodas las ciudades, pero esta es lanuestra) hay ingente material de es-tudio en lo que respecta a señaléti-ca urbana: rótulos indicativos de lascalles y plazas (un verdadero caosde diseños y materiales, metáforaquizás de nuestro urbanismo), nú-meros de portales, indicativos demanzanas, placas de seguros, e in-cluso tapas de alcantarillas que es-tán a a la espera de que algún va-liente como Juan Nava comience aestudiarlas, catalogarlas y compar-tirlas con la sociedad.

La guía de JuanNava pretende

reivindicar el valorpatrimonial

y tipográfico de los rótulos y

elementos gráficosurbanos que pasan

inadvertidosal estudioso

de la semióticaacadémica.

En el contexto del Primer Congreso de Tipografía –la ciencia que se ocupa de las letras–, que se celebra

durante este fin de semana en Valencia, se ha publicado(y será objeto de ponencias y talleres) una guía conitinerarios tipográficos urbanos en nuestra ciudad.

Centrado fundamentalmente en los rótulos comercialesdel casco antiguo, se pretende concienciar a la sociedad

del valor patrimonial de un conjunto icónico quedesaparece sin que nadie haga nada por evitarlo.

6/7 En domingo 27 de junio de 2004

Letrasde la calle

En las imágenes, rótulos y elementos gráficos urbanos de las calles de Valencia,algunos de los cuales seencuentran en un estado de conservación que hace preversu deterioro o desaparición.

Page 5: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorria ■ VALENCIA

FOTOS: LEVANTE-EMV

Es un tópico generali-zado sobre los valen-cianos que una denuestras característi-cas más singulares es

la de falta de autoestima, que mez-clada con nuestro proverbial me-

ninfotisme provoca la falta de va-loración real sobre algunos de losaspectos en los que podríamos des-tacar, y que a pesar de que recono-cemos nuestra capacidad creativa,nos falta la capacidad de venderla,de la que no carecen otros pueblos.

El caso del diseño es, en este sen-tido, bastante ejemplificador: si nofuera por la expresión de algunosexpertos foráneos (Quim Larrea,Enric Satué...) que destacan la ex-celencia de nuestros diseñadores,o el reconocimiento de sus traba-jos a través de premios o distin-ciones, (tres de los últimos pre-mios nacionales de diseño son va-

lencianos) todavía quedaría algu-na duda de que en nuestra Comu-nidad se cocina uno de los mejoresdiseños del mundo.

Para situarnos en el contexto delo que pudiéramos llamar el primi-tivo disseny valencià, habría queremontarse de una parte, a la tra-dición de las artes gráficas desdeel siglo XVI, y a los inicios de losprocesos industriales de finales delXIX.

Es precisamente la especial es-tructura industrial valenciana, es-pecializada en sectores tan natu-ralmente afines al diseño como eltextil, el calzado, el juguete o la ce-rámica, unido a la tradición artísti-ca y artesanal lo que ha propiciadola creación de un caldo de cultivoque, con las ayudas que las insti-tuciones democráticas valencia-nas a través de organismos comoel IMPIVA, propiciaron el desarro-llo de una generación de diseña-dores que han llegado a nuestrosdías en plena forma y garantizando

DISEÑO DOS DÉCADAS DE DISEÑO GRAFICO E INDUSTRIAL EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

2/3 En domingo 16 de enero de 2005

Veinte años de diseño

valenciano

C ON la iniciativa de rediseñar laimagen corporativa de la

Generalitat Valenciana se va adilapidar un capital cultural crea-do durante veinte años y sedemuestra la falta de sensibilidaddel gobierno valenciano ante eltrabajo de un equipo de diseñado-res que estaban y están a la van-guardia del diseño nacional einternacional”. Con estas declara-ciones realizadas a Levante-EMV

por Enric Satué, afamado diseña-dor y la más relevante referenciaen el terreno de la historia deldiseño gráfico español (comisario,junto a Alberto Corazón y EmilioGil de la exposición Signos delSiglo (100 años de diseño gráficoen España) reflejan la reaccióndel sector ante la convocatoria dela Generalitat. Según Satué, si se desea unaactualización de la marca deberíahaberse empezado con reconoci-miento de la labor de los autoresdel diseño vigente y un análisiscrítico de su vigencia en el queellos pudieran participar. El hechode que el concurso no sea restrin-gido y este abierto a sectores–como las agencias de publici-dad– que atienden más a cuestio-nes de producción o comercializa-ción que a las meramente creati-vas demuestra también la falta de"cultura" en temas de esta índole.Lo habitual en este tipo de even-tos, y lo que garantiza una mayorcalidad en el resultado final, a lavez que una menor arbitrariedaden la elección final, es un concur-so restringido a firmas de recono-cido prestigio del sector, lo quesegún Satué, ha posibilitado,entre otras cosas, “que en Españacontemos con un importantepatrimonio arquitectónico deobras de autor”.Nebot, Bascuñan o Lavernia, noreclaman la intocabilidad del pro-yecto, lo que no entienden es“como se puede elaborar un con-curso tan poco riguroso en untema tan delicado, que más quepara un tema de diseño institucio-nal parece elaborado para unacampaña de publicidad, y quedemuestra una profundo descono-cimiento de la profesión”.También se muestran perplejospor algunas de las condicionesdel pliego de prescripciones téc-nicas: “según este pliego, en die-ciséis días de debe realizar unaauditoria y estudio de la imagenactual, la estrategia creativa, lapropuesta de creatividad... eincluso una propuesta del acto depresentación de la nueva imagen,todo esto supone para un estudiode diseño la mayoría de la inver-sión en tiempo y dinero en un pro-yecto como este, con lo que la noelección final del mismo es uncontratiempo notable para elestudio.”Según los tres diseñadores, lasdeclaraciones del pasado juevesdel Conseller González Pons aeste periódico en las que anuncia-ba la prórroga del plazo para lapresentación de propuestas y queestas no pueden modificar elescudo de la Generalitat no hacensino demostrar el escaso conoci-miento sobre la profesión ademásde añadir elementos de confusiónya que en el pliego (la no modifi-cación del escudo) de no estabaespecificado y sí se habla de “un

contrato de asistencia para laCreación y presentación de laNueva Imagen de la Generalitat”,una nueva imagen “que consigaque que nuestra singularidad seresalte con un lenguaje ágil, futu-rista, innovador, con fuerza, llenode color y con vida propia y quelos ciudadanos reconozcan rápi-do”.

DISEÑO INSTITUCIONAL. Durante sucharla con Levante-emv, los tresdiseñadores recordaban algunosde los aspectos del proceso quecondujo a la creación del logotipo.“En aquel encargo, se nos dióplena libertad de actuación, peronosotros intentamos con aqueltrabajo respetar las reglas de loque entendíamos un diseño insti-tucional”. Para ello, la comunica-ción con el servicio de heráldicade la Generalitat fue fundamental.“Cada atributo del escudo es unsímbolo, con sus referencias his-tóricas que no se podían sosla-yar”. Por ejemplo, la cruz deSantiago que aparece en el escu-do tuvo que respetarse a pesar de

las dificultades que representa sureproducción en formatos peque-ños por ese respeto a la tradición. En 1984, faltaban todavía algunosaños para que aparecieran los pri-meros ordenadores útiles al tra-bajo de los diseñadores gráficos.Hoy se llevan las manos a lacabeza al pensar como pudieronelaborar aquel manual de identi-dad corporativa con los medios deque disponían. Imbuidos del espíritu de trabajosolidario de La Nave, Bascuñan,Nebot y Lavernia, con la colabora-ción de otros miembros del colec-tivo como Luis González dibujarone idearon procedimientos paracondensar un tipo (la familiaOptima de H. Zapf) y personaliza-ron una icono-tipografía que com-binada en un segundo nivel con launa variante de la Futura deRenner estableciera una jerarquíaque distinguía los diferentes nive-les de la administración y elabo-raron el manual de identidad cor-porativa para los distintos usos ynecesidades de la administración.■ T. GORRIA

El logo de la polémica

L a experiencia multidiscipli-nar del Colectivo la Navequeda reflejada con el testi-

monio de algunos de sus sociosque reproducimos a continuación.

■ La Nave fue como cursar estu-dios de postgrado en diferentesespecialidades del diseño dondeaprendimos que la multidisciplina-riedad era el antídotopara una perspectiva limitada. Quelas diferentes disciplinas interac-túan entre si, y nos atrevimos, aveces incautamente, a hacer detodo. Desde cacharros de cocinahasta una colección de bañadorespisando fuerte sobre una alfombrao flotando en un hinchable, y ade-más a hacer la marca y el catálo-go. SANDRA FIGUEROLA Y MARISA GALLEN.

■ "La Nave" nace por la reuniónde un grupo de individuos dispa-res, unos con una larga trayecto-ria como diseñadores y otrosrecién llegados a laprofesión como era mi caso.Fue una experiencia muy enrique-cedora tanto en el ámbito profe-sional como enel personal.LUIS GONZÁLEZ.

■ Recuerdo La Nave por encimade todo muy, muy divertida,había gente las veinticuatro horasdel día, siempre pringaba alguiencon un trabajo que tenia queentregar al día siguiente, y siem-pre había alguien que volvía defiesta y antes de retirarse a casa,pasaba por allí, para solidarizarsecon los que estaban currando y...para que engañarse, tomar la ulti-ma, JUAN JOSÉ BELDA.

La Nave

Socios y colaboradores de La Nave, en 1985. Socios: Eduardo Albors, PacoBascuñan, Juan José Belda, Carlos Bento, Lorenzo Company, SandraFiguerola, Marisa Gallen, Luis González, Luis Lavernia, Nacho Lavernia, yDaniel Nebot. Colaboradores: Luz Martí, Belén Payá, José Vte. Paredes, ToniGalindo, Lino García, Esperanza Diaz, Javier Gimeno y José Osca.

Page 6: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

RESUMIR en unas pocas imáge-nes 20 años de diseño en la

Comunidad Valenciana es unatarea complicada y expuesta atodo tipo de inexactitudes yausencias. Aún así, hemos queri-do ilustrar con una selección deveinte proyectos que puedenrepresentar una visión panorámi-ca y apresurada del diseño valen-ciano entre 1985 y 2005.

1.- Sofa de Eduardo Albors2.- Zapatilla deportiva Snipe deManolo Baño y Marcelo Martínez3.- Señalización de la línea 4 deltranvía de Valencia por Paco bas-cuñan.4.- Silla Mosca de José JuanBelda5.- Flexo de Xavier Bordils6.- Anagrama de Mac Diego yBoke

7.- Logotipo de Nacho Lavernia8.- Cartel de Iban Ramón9.- Logotipo de Marisa Gallén10.- Logotipo de Sandra Figuerola11.- Taburete Duplex, de XavierMariscal12 Logotipo para la Presidenciade la UE de Pepe Gimeno13.- Mesa Papallona, de LolaCastelló,14.- Estantería Literatura deVicent Martínez15.- Cartel de Lina Vila16.- Logotipo de Luis González17.- Escritorio de Pedro Miralles18.- Packaging de Juan Nava.19.- Logotipo de Ramírez Blanco

para la Biblioteca Valenciana20.- Logotipo para RTVV deRamón Pérez Colomer.

Imágenes de:- Revista On, num 165, especial

diseño valenciano. 1995- Catalogo exposición

20 dissenyadors valencians.IVAM, 1995

- Revista Ardi, num 5. Especial La Nave. 1987

- Catalogo exposición Cien añosde diseño gráfico español.Reina Doña Sofía. 2001

Panorámicadel diseño valenciano

el alto nivel de los profesionales va-lencianos dedicados al diseño, ensus más variadas formas, pero fun-damentalmente en los campos in-dustrial y gráfico.

Porque si hablamos de diseñoen sentido estricto, este tiene unaantigüedad en nuestra comunidadde unos 20 años. Sólo a través deeste impulso institucional que seinicio a mediados de los ochenta(que se ejemplifica en el encargodel diseño para la imagen de la Ge-neralitat) puede decirse que exis-te diseño valenciano. Esta es almenos la tesis de Quim Larrea yJuli Capella y que plasmaron en elcatalogo de la exposición 20 dis-

senyadors valencians, disseny

industrial i gràfic, que comisa-riaron en 1995 para el centre delCarme del IVAM.

En el prólogo de dicho catalogopuede leerse: «En Valencia se co-

menzó a hablar de diseño en los

70 de forma clandestina, en los

80 se perfilaron intereses y se

produjo una primera interrela-

ción que explotó con fuerza a me-

diados de la década. Con los 90

llegó la profesión alidad y una

cierta madurez»Tras diez años de esta cita, esa

«cierta madurez» puede susti-tuirse posiblemente por pleno de-sarrollo gracias entre otras cosasa la labor de la actual ADCV (Aso-ciación de diseñadores de la Co-munidad Valenciana), fundada en1985 por profesionales del diseñoindustrial y gráfico y que sirve losintereses profesionales de susmiembros, fomenta su integraciónen el mundo laboral, difunde susactividades en los medios empre-sariales e institucionales e impul-sa su vinculación nacional e in-ternacional con el mundo del di-seño.

Poco a poco también va norma-lizandose el aspecto formativo. Enla actualidad ya existen en la Co-munidad Valenciana alternativaseducativas como la Escuela de Di-seño (que negocia su incorporcióna la Universitat de València), o li-cenciaturas en diseño industrialen la Universidad Politécnica o enuniversidades privadas como elCEU San Pablo.

1

4

9

13

18 19 20

14

17

15

10 11 12

16

6 85

2 3

7

Si bien existe unatradición creativa ycierta cultura delproyecto gráfico eindustrial en laComunidadValenciana desdefinales del siglo XIX,el diseño valencianopropiamente dicho nopuede entenderse sinel apoyo institucionaly la irrupción de unabrillante generaciónde diseñadores desdemediados de losochenta.

Page 7: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Ana Gimeno ■ VALENCIA

ILUSTRACIONES: L’HORTA GRÀFICA 2004

ESTA creación colectiva,con unas dimensiones de50 x 70 cm, permite nosólo acercarse a la situa-

ción actual de la huerta sino descu-brir en doce páginas a un grupo de ar-tistas que se encuentran entre los me-jores creadores del diseño gráfico va-lenciano, reconocido además comouno de los más interesantes del pa-norama nacional.

En este proyecto sin ánimo de lu-cro han participado los diseñadoresPaco Bascuñán, Boke, Isidro Ferrer-Premio Nacional de Diseño 2003-,Pepe Gimeno y Dídac Ballester, To-más Gorria, Nacho Lavernia, MacDiego, Pablo Mestre, Daniel Nebot -Premio Nacional de Diseño 1995-,Iban Ramón, Juan Martínez, SandraFiguerola y Marisa Gallén.

A partir de la iniciativa y la coordi-nación editorial del periodista y di-señador Tomás Gorria, el calendarioha sido posible gracias al trabajo detodos aquellos que han intervenidoen las diferentes fases de la elabora-ción del mismo, desde la aportaciónaltruista de los diseñadores, la parti-cipación desinteresada de La Im-prenta Comunicación Gráfica, y la co-laboración de la distribuidora Sen-dra, bajo el amparo de la organiza-ción Per l’Horta.

Un total de 2000 ejemplares im-presos en papel ecológico de gran ca-lidad en cuatricomia y 2 tintas planasespeciales por lámina y con las úti-mas innovaciones técnicas se hapuesto a la venta a un precio de 12 eu-ros (por debajo de lo que costaría unproducto de similares característi-

cas) en las principales librerias de Va-lencia y las comarcas próximas, asícomo en Ca Revolta.

Además, en la página web de Perl’Horta: (www.perlhorta.org) se pue-de consultar todos los puntos de ven-ta y también solicitar el calendariopor correo electrónico enviando unmensaje a la dirección electrónica:[email protected]. Los bene-ficios de la venta se destinarán a fi-nanciar las actividades de la asocia-ción Per l’Horta no solo en la defen-sa y protección de la huerta sino enponer en valor su riqueza, darla a co-nocer y aportar iniciativas y proyec-tos que abran las puertas de un futu-ro verdaderamente sostenible con-servando vivo este patrimonio agrí-cola, histórico, cultural, paisajísticoy ecológico valenciano; apuestascomo la especialización de la huertaen agricultura ecológica, la revalori-zación del trabajo de la tierra y la pro-tección como espacio económico yproductivo de futuro, dada su excep-cional fertilidad.

CAMINO DE LA EXTINCIÓN. Almargen de la recaudación, el propiocalendario es en sí mismo un pro-yecto de difusión y al tiempo de de-nuncia sobre las amenazas que estánconduciendo a la huerta valencianaa un camino de no retorno hacia laextinción. De las siete acequias queriegan la huerta, las tres más próxi-mas a la ciudad han perdido más del90% de su terreno de cultivo. En losúltimos cincuenta años se ha urbani-zado más de la mitad de la tierra dehuerta y el resto se encuentra grave-mente amenazado por el crecimien-to desordenado y sin crecimiento de-mográfico que lo justifique, de los di-ferentes núcleos urbanos de la zona.

Las barracas no cuentan con nin-gún nivel de protección, hoy en díano quedan más de treinta y en los ul-timos años se han derribado impu-nemente alquerias centenarias, enocasiones de origen medieval, tra-mos de acequias, decenas de barra-cas i antiguas obras de ingeniería.

SIN PROTECCION LEGAL. Nopasa desapercibida la ausencia decualquier medida de protección le-gal de este paisaje. El Partido Po-pular, amparándose en su mayoríaen el parlamento valenciano, igno-ró los instrumentos de participa-

ción que proporciona el mismo tex-to constitucional al que en segúnqué casos tan religiosamente acu-den, rechazó la Iniciativa Legislati-va Popular a pesar de haber sidorespaldada por 117.000 ciudadanos

–casi 70.000 firmas más de las quelegalmente se necesitaban- ignoróa instituciones como la Universi-dad de Valencia o informes del Con-sell Valencià de Cultura, con el ar-gumento de que una nueva Ley de

ordenación del territorio estaba apunto de redactarse y tenía previs-ta la protección de la huerta. Apro-vado recientemente el proyecto dedicha ley, ya se puede comprobarque de nuevo cualquier protección

de la huerta queda sin contemplaren el texto legal.

Como explica Per l’Horta en el tex-to publicado en el calendario “la sal-

vaguarda de la huerta es imprescin-

dible para garantizar la calidad de

vida de los habitantes de Valencia y

sus comarcas. La huerta es el mejor

jardín que podríamos desear ade-

más de una fuente inestimable de ali-

mentos saludables”. Su paisaje, con-tinua el texto, “ y su arquitectura son

una parte esencial de nuestro patri-

monio histórico y cultural. Es en de-

finitiva, el mejor testimonio de nues-

tro pasado colectivo, una fuente de

riqueza que los valencianos quere-

mos preservar para el futuro”.

6/7 En domingo 21 de diciembre de 2004

A medida que aumentan las agresiones a la huertade Valencia también se van sumando nuevas vocesque ponen de manifiesto su valor y reclaman suprotección. Doce diseñadores de primera fila, entreellos el último Premio Nacional de Diseño, IsidroFerrer, han diseñado una docena cartelesinspirados en la huerta para ilustrar en exclusiva elcalendario Per l’Horta 2004.

Als anys seixanta no es depre-nia molt a les aules, però sí ala seua vorera, a la seua

rodalia. L’intercanvi de coneixe-ments, preguntes, dubtes i resposteses realitzava als clubs universitaris.Club Universitari pròpiament dit nohi havia mes que ú. El del SEU o sin-dicat obligatori amb diversos grausde falangisme, així anomenat. Elnom “club” era una mica extrangerit-zant, però supose que es disculpavapel sentit elitista del club britànic.Ara bé, l’esquerra anava més sovinta Los Pajaritos, on les tapes, enespecial els xampinyons, erenesplèndides. Un homenatge al seumestre i al seu gendre. A Los

Pajaritos vaig conèixer Toni PérezGil, Vicent Martí i altres grans com-panys d’utopies antigues i presents.Més mites d’esquerra i pre-progreseren Casa Amadeo, típiques creïlles,i bon vi baratet, Casa Pedro i Los

Pedralvinos, en Sant Bult. Algunavegada de més importància anavema Casa Mundo, d’on jo era clientgastronòmic des dels temps que hianava amb mon pare i mon tio eraamic de Mundo, tot i que no tantcom de Pasieguito i el bar Trocadero

( EPD). A Casa Mundo vaig apuntara Germania Socialista a Candid i almés intel·ligent del grup, fa mil anysque no el veig, Vicent Bello, hola,Vicent. Ara estic rememorant els pri-mers setanta.Tornant als seixanta hauré de recor-dar altres clubs unversitarisparalel·les com el bar Universidad,que molt més tard regentaria ToniMoll, altre nacionalista històric. Al62 hi planificarem el primer o segonacte públic d’oposició, cantar“Asturias , patria querida” i cridar“visquen els miners” en el claustedel carrer la Nau. En atenció alsamos del bar, nosaltres en lloc deBar Universidad, li deiem “Los Tres

Cerditos”. Amb gran incorreció, per-què no hi havia més que dos homesgrassonets. Supose que se m’esca-pen més llocs de reunió università-ria, pero jo sols afegiria els cafésValiente, diversos d’ells. En particu-lar el que hi ha a la vora del’Avinguda de l’Oest, que es onVicent Àlvarez i Joan Francesc Miraem digueren si em volia apuntar a“la Mosca”, nom informal del quedesprés es diria Partit SocialistaValencià (no confondre amb elPsoe).El Club Universitari “oficial o autèn-tic” era un lloc curiós. Hi anaven elsmovimentistes del Seu, entre el quehi havia falangistes d’esquerra, comAlcocer i un altre xicot que escrivia ino sé si es el mateix poeta castellàque em sona, ¿Rivelles?, i homes defusta conservadora com els germansAdan. Ansuátegui, encara governa-dor de dretes i darrer cap del Seudur no hi acostumava a anar. Heoblidat molts noms. Estava la gentde teatre, entorn d’una gran persona,Paco Manzaneque, i de vegades esproduïen curiosos fenòmens depresència pública de l’oposició. Comuna notable conferència de donDiego Sevilla, que ja havia començatel seu atac públic contra JoanFuster. Aracil, Àlvarez, algú més i unservidor ens conjurarem per a deba-

tre contra la seua defensa de lademocràcia orgànica front a lademocràcia que nosaltres anomena-ven burgesa, però enteniem comindispensable. En el debat jo emvaig cremar –don Diego era un hábilorador i més de la meitat del públicera d’ell, pero Aracil va estar genial ili colà dos gols al vell mestre conser-vador autoritari (Sevilla era més unfranquista, lector dur de Maura , queno un feixista. Vegeu, si no, la seualliçò magistral). Quan Sevilla va direls noms dels “affaires” de la 3aRepública Francesa, Aracil li va con-testar que ací ni tan sols sabiem elsnoms de les grans estafes públiques.Al Club Universitari hi havia tambéaltres coses curioses. Vaig asistir al’audició de “música para un guate-que sideral”, el primer disc de músi-ques diferents de la sinfònica i vaiginaugurar dues vegades el ball de lapresentació de la madrina del meuPas de l’Equador. Ho vaig inaugurardues vegades perquè jo balle tan malque, excepte la discretíssima i ama-ble madrina de la festa, no es vaenterar ningú. Sembla que desprésem vaig pasar tot el ball dient-licoses entusiastes a Cèlia Amorós,molt comentades l’endemà per lesseues companys de classe. Ja conta-ré altre dia com un xicot d’esque-rres, seriós i tímid com jo esdevin-gué president de la Junta del Pas del’Equador.Veig ara tancat el local i tire en faltallocs on intercanviar el mateix que

abans: preguntes, dubtes, respostes,coneixemeents interdisciplinars,vicis menors, virtuts preteses o envies d’adquisició, propostes políti-ques i cultura no trocejada en asig-natures, ni datada per parcials itemps d’examens. Totes aquellescoses que deprens en la Universitat,pero no en les aules. Els bars de lesfacultats, separats entre professors ialumnes i amb la gent aseguda perdinar per departaments són útils,pero no són tot el que cal. Jo quetreballe a la vora de l‘oceà delsTarongers tire en falta, a més, unlloc on ens trobem professors de lesdues Universitats, la de rector can-viant i la del senyor Nieto (ho dicamb respecte per don Justo, queconste). L’augment de la velocitat del’avinguda o oceà no ha millorat les-coses. Fa mil anys que no veig aOlmo, a Pérez Montiel, a Conejero.Així no crearem mai el premi multi-discipliar al full d’instruccions mèdi-ques o mecàniques, al prospectemés intel·ligible, que es la il·lusió dela meua vida de persona limitada ales Lletres per culpa del batxilleratde la meua època.

J. V. Marqués

Als anys seixanta no esdeprenia molt a lesaules, però sí a la seuavorera, a la seua rodalia.L’intercanvi deconeixements,preguntes, dubtes irespostes es realitzavaals clubs universitaris.

MIRANT VELLES MIRADES

Els clubs universitaris

Al margen de sudimensión gráfica elcalendario es en símismo un proyecto dedifusión y al tiempode denuncia sobre lasamenazas que estánconduciendo a lahuerta valenciana aun camino de noretorno

1 2 3 4

5 6 7 8

9 10 11 12

L’Horta gràfica1. Daniel Nebot

2. Pepe Gimeno Dídac Ballester3. Boke Bazán

4. Mac Diego5. S. Figuerola, Marisa Gallen

6.Tomás Gorria7. Paco Bascuñan

8. Ibán Ramón9. Juan Martínez10. Pablo Mestre

11. N. Lavernia / A. Cienfuegos12. Isidro Ferrer

Page 8: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorría ■ GODELLA

FOTO: MANUEL MOLINES

—Podemos empezar tomando eltoro por los cuernos. Vaya bron-ca se ha armado con el logo de laUnión Europea...—Yo estoy realmente sorpren-dido. Cuando haces un trabajocomo estos siempre esperas quehaya cierta polémica, porquehay unas implicaciones políti-cas inherentes al encargo. Al fi-nal el logo representa a un país,que tiene un gobierno, y el go-bierno es de un signo político yde un partido... Todos los traba-

jos institucionales en los que mehe implicado han estado ligadosa polémicas más o menos polí-ticas, lo que pasa es que aquí seha desatado algo más, y tras latormenta cabe hacerse ciertaspreguntas...: ¿por qué todas lascríticas vienen desde Cataluña?,¿por qué desde dos periódicosconcretos?, ¿por qué desde Ma-drid, desde Andalucía, desdeEuskadi no se dice nada?

A mí me han sorprendido so-bre todo las críticas vertidasdesde la profesión. Se han he-cho críticas absolutamente ba-nales de un trabajo serio, bueno

o malo, pero hecho con serie-dad. No es riguroso decir queparece un escupitajo, o un hue-vo frito, y es ridículo decir cosascomo que no es moderno, por-que es un concepto que ha per-dido el sentido hace muchotiempo. Tampoco es cierta laacusación de que no me ajustéa las bases; la referencia al eurosí estaba en mi proyecto inicial.

Si un profesional se permiteun análisis tan superficial, estácuestionando y frivolizando lapropia profesión. Y tampoco meparecen elegantes unas críticastan virulentas y tan poco objeti-

vas de profesionales que, o hanperdido el concurso, o no hansido llamados al mismo.

Otra cosa de la que he sidoacusado es de casposo por uti-lizar ciertos símbolos, cuando loque yo he pretendido precisa-mente es usar el tópico para dar-le otro sentido, porque... ¿Gar-cía Lorca es casposo?; está uti-lizando todos los tópicos de Es-paña. Ya sé que se ha dicho queesta marca sería perfecta paraFraga y Jose María Pemán, perotambién para Lorca o Picasso...

España ha cambiado muchoen estos últimos quince años yparece que algunos no se hanenterado. Ya hemos maduradoy podemos mirar atrás sin com-plejos y revisar tranquilamentenuestros símbolos. Lo casposoes el complejo pueblerino quetenemos frente a Europa. —¿El toro y las estrellas sinteti-zan la idea que quería transmitirde España?—El trabajo de un diseñadorgráfico es básicamente un tra-bajo de síntesis, sobre todo enuna marca. En el proceso decreación hay que tener en cuen-ta tres aspectos: el funcional, lamarca ha de ser potente, legible,reproducible...; el aspecto for-mal, en el sentido de que su de-sarrollo sea coherente con elconcepto general (en el caso dellogo de la UE yo quería haceruna marca alegre, porque esteno es un país triste, es abierto ydinámico), y luego están los ob-jetivos comunicacionales: yopretendía integrar las estrellascomo símbolo básico de Euro-pa en un momento de integra-ción, de transformación, y poreso las estrellas son irregulares,como buscando su sitio, tal

como están ahora los países enEuropa, y la estrella que repre-senta a España lidera duranteeste tiempo el proceso con susaportaciones propias. Si estacomposición adquiere cierta po-lisemia y puede verse un toro yuna estrella, pues yo creo queeso enriquece la marca. Contodo será el paso del tiempoquien validará o no la calidad deesta marca.—Dejemos aparte la polémica...hace un par de años se publicó unlibro donde revisaba sus 25 añosde diseño gráfico. ¿Podría con-tarme cómo fueron sus inicios,enla heroica época del Letraset (le-tras transferibles)?—Cuando empecé a estudiar nohabía ni Letraset, y los comien-zos fueron muy duros. La genteahora se queja de que es un mo-mento duro porque hay muchacompetencia, pero en aquellaépoca la dureza del trabajo con-sistía en la absoluta falta de in-fraestructura.

La profesión, tal como se en-tiende ahora, se la ha inventadoen Valencia nuestra generación;no existía un modelo profesio-nal, había agencias de publici-dad e ilustradores pero estudiosde diseño no los había, no te-níamos ninguna referencia. Trasla guerra, Valencia estaba arra-sada, y eso teniendo en cuentaque en los años treinta era unade las ciudades europeas másactivas culturalmente, con unaindustria gráfica activa, carte-listas de la talla de Renau o Ba-llester... pero en la posguerra eraun verdadero desierto.—La generación a la que alude esla de Daniel Nebot, Paco Bascu-ñan, Nacho Lavernia...—También Vicent Martínez, que

empezó como diseñador gráfi-co, una generación que incluyea dos premios nacionales de di-seño (Martínez y Nebot), y quetuvo que inventarse una profe-sión y crear las bases para lo quehay ahora.—¿Y se vislumbra el relevo ge-neracional?—Sí, hay mucha gente joven einteresante trabajando y estoyseguro que el caldo de cultivofraguará y continuará el nivel ac-tual, estoy convencido de ello.—La eclosión del diseño gráficoen Valencia coincidió con el go-bierno socialista en la Generali-tat. Con la perspectiva de habertrabajado con las dos adminis-traciones, ¿nota alguna diferen-cia de sensibilidad?—Hay que significar que fue enel período socialista donde sepusieron las bases para el desa-rrollo de una estructura indus-trial del diseño valenciano des-de la nada, y que posibilitaron elasociacionismo profesional delos diseñadores valencianos.

Además, cronológicamentecoincidió en el tiempo con lamadurez profesional de nuestrageneración y todos estos facto-res posibilitaron esa eclosión ala que hacía referencia.

Por otra parte, hay que reco-nocer también que la actual Ad-ministración ha aprendido rápi-do y ha sido lo suficientementeágil para retomar el tema y man-tener el nivel de los últimosaños. No, lo cierto es que no per-cibo grandes diferencias.—¿Qué momento vive el diseñográfico valenciano, qué lugarocupa nacional e internacional-mente?—Desde luego, a nivel nacional,estamos claramente en la van-guardia, junto a Cataluña y Ma-drid, y el propio premio de la UErefleja esta realidad, y quizáspor eso haya levantado el re-vuelo que ha levantado. A nivelinternacional, estamos hacién-donos un hueco y se va cono-ciendo y valorando en el mundoel trabajo de nuestros creativos,en la medida en que se conoceel diseño español en general.—Posiblemente uno de los traba-jos más incitantes y más compli-cados para un grafista sea el di-seño de un alfabeto (el Type Di-rector Club de New York seleccio-nó la fuente Warhol, una familiatipográfica de Gimeno, de entre135 propuestas procedentes de24 países). ¿Cómo se planteó esereto?—Aparte del trabajo cotidiano,en el estudio nos gusta mante-ner una línea de investigaciónajena a la vorágine del día a día,y éste era un trabajo de este tipo,un desafío. Las tipografías cali-gráficas son muy complicadas,por los enlaces entre las letras,las combinaciones y las versio-nes en varios idiomas..., pero enla medida en que pudimos, creoque hicimos un buen trabajo.—En la exposición sobre los cienaños de diseño gráfico en Espa-ña, el diez por ciento tiene un ori-gen valenciano...

—No está mal. Realmente losvalencianos tenemos un granpotencial en este campo. Somosgente muy creativa, con un ma-terial que tenemos que aprove-char; lo único que tenemos queaprender es a canalizarlo y ren-tabilizarlo mejor.—Bautizó la tipografía diseñadapor usted con el nombre de AndyWarhol, y en toda su obra se ras-trea una clara influencia del popart y de la escuela plástica delEquipo Crónica o del Equipo Rea-lidad. ¿Se reconoce en esa co-rriente artística?—Desde luego, es una corrien-te que me ha marcado mucho,es un lenguaje gráfico con unpotencial comunicativo muygrande, y es muy fácilmente uti-lizable en nuestro ámbito. Elpop nace de la publicidad y lue-go devuelve sus obras a losanuncios. Es una relación fe-cunda de feed-back entre el artey la publicidad o la cultura demasas—Aparte de su trabajo como di-señador gráfico, usted pinta, fo-tografía o esculpe, ¿donde sesiente más a gusto?—Yo me siento a gusto en cual-quier campo, aunque creo quesoy un hombre de dos dimen-siones, y de hecho nunca hedado el salto al diseño de pro-ducto y he hecho pocas cosas enel terreno del packaging. Peroen general tiendo a mezclar elpropio diseño gráfico con otrasdisciplinas artísticas. Creo quehay mucho que aprender desdeel grafismo al arte y viceversa,porque al final son actividadesque pueden tener objetivos di-ferentes pero en las que los re-cursos y el proceso creativo sonmuy similares. Lo que hace fal-ta es una sistematización, desdela historia del arte, de la historiade la publicidad y el diseño grá-fico, sobre todo en la cataloga-ción y documentación, falta aca-demizar el diseño gráfico y quesu estudio se consolide en launiversidad.—Si hay un sector donde la in-formática ha revolucionado lasmaneras de trabajar es el suyo...—Yo he vivido dos o tres revo-luciones en ese campo, y lo quesiempre queda son los concep-tos básicos de la profesión, esdecir, comunicación y los con-ceptos gráficos de percepción.En definitiva, los seres huma-nos siguen teniendo dos ojos yviendo las cosas de la mismamanera. Con la tecnología seacortan los plazos, se hacetodo más rápido, los procedi-mientos cambian, pero lo im-portante sigue siendo más omenos lo mismo.—Para acabar, elija entre estasdos opciones: menos es más, omenos es aburrido.—Menos es más, sin duda, esees un ejercicio que en diseñográfico siempre funciona. Comodije antes, nuestro trabajo es unesfuerzo de síntesis, y, en esesentido, la obsesión por elimi-nar lo accesorio siempre será unesfuerzo fructífero.

ENTREVISTA

«Los valencianos tenemosque aprender a rentabilizar

nuestra creatividad»

Con polémica incluida, el logotipo creado por Pepe Gimeno (Castellar, 1951) será la imagen que simbolizará la presidencia

de España en la Unión Europea durante el primer semestre de 2002. Unlogotipo diseñado en el mismo estudio que algunos de los símbolos más

conocidos por los valencianos (EMT y Metro de Valencia, la palmera de laAgencia Valenciana de Turismo...) y que premia una larga trayectoria de un

creador en uno de los momentos más dulces de su carrera.

“A mí me hansorprendidosobre todo las

críticas vertidasdesde la profesión. Sehan dicho cosasabsolutamentebanales de un trabajoserio, bueno o malo,pero hecho conseriedad.

“España hacambiadomucho en estos

últimos quince añosy parece quealgunos no se hanenterado. Ya hemosmadurado ypodemos mirar atrássin complejos yrevisartranquilamentenuestros símbolos.

“La profesión,tal como seentiende ahora,

se la ha inventado enValencia nuestrageneración.

“Hay quesignificar quefue en el

período socialistadonde se pusieronlas bases para eldesarrollo de unaestructura industrialdel diseñovalenciano desde lanada.

“En definitiva, losseres humanossiguen teniendo

dos ojos y viendo lascosas de la mismamanera.

“Creo que haymucho queaprender desde

el grafismo al arte yviceversa, porque alfinal son actividadesque pueden tenerobjetivos diferentespero en las que losrecursos y elproceso creativo sonmuy similares.

DISEÑADOR GRÁFICO, GANADOR DEL CONCURSO PARA EL LOGOTIPO DE LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UNIÓN EUROPEA

Pepe Gimeno

Gimeno, en su estudio, delante de los logotipos másimportantes de su carrera como creativo.

Page 9: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorria ■ VALENCIA

FOTOS: MANUEL MOLINES

—No podemos obviar que estamos delleno en fechas falleras, ¿cúal es surelación con el mundo y el fenómenode las fallas?—En mi casa hacíamos fallas, las sa-cábamos a la calle y las entrabamosen casa..., pero como la de muchos va-lencianos, mi relación con las fallases contradictoria, de amor y de odio.Por una parte, me horroriza todo loque tiene de hortera y coñazo, peropor otra, me fascina el color, la rup-tura de la cotidianidad y el caos. Loscastillos o les mascletades formanparte de los mejores recuerdos de miinfancia. También lo que tienen desimbólico, de metáfora de la vida, por-que una falla te habla de la muerte, deque todos nacemos y vamos a morir,el rito del fuego..., esto es muy bonitoy da mucha energía, pero la verdad esque está todo tan institucionalizado...,y todos los que mandan en el mundode las fallas no son precisamente pro-gresistas, y además, ¿por qué las fa-lleras tienen que vestir con trajes deépoca? De todos modos es un mundoque no conozco y quizás sean apre-ciaciones injustas. No me gustaríaaparecer como el provocador agore-ro que critica a las Fallas, como me hapasado ya con los Sanfermines. Se po-dría hablar mucho del tema de las Fa-llas, me pareció fantástica aquella quehizo Sento y de vez en cuando se ha-cen cosas interesantes, pero en gene-ral me parecen un poco pobres, aun-que supongo que sera problema depresupuesto.—¿Nunca le ha tentado el hecho dediseñar una falla?

Nunca me han encargado diseñaruna falla, y la haría en función dequien me la encargara, aunque meextrañaría que la Junta Central Fa-llera, con lo reaccionarios que son,me encargara a mi algo..., pero RitaBarberá si me ha invitado muchasveces a su balconet, al del ayunta-miento, no al suyo (lleva sus manosal pecho) sólo que lo que pasa es quea mi me gustaría estar siempre de-bajo de una mesa. No me hace gra-cia la idea de estar ahí, abrazando atodo el personal.

—Algunas de sus creaciones, comola gamba del puerto de Barcelona sirecuerda a una falla...—Puede que recuerde a la estéticafallera, pero la gamba no es una fa-lla, es una escultura que está encimade un edificio y que además esta fa-bricada con material ignífugo; unafalla es otra cosa, es un monumentode cartón piedra, que la pone una co-misión fallera en un cruce de dos ca-lles, con sus falleros y falleras, quese planta el día de la plantà y se que-ma el día de San José.

—Supongo que estará ya aburrido deque le pregunten sobre los valencia-nos y los catalanes...—(Reflexiona un poco) Los catalanesson muy buena gente, muy correctos,ponen el intermitente cuando toca ono se cuelan en los conciertos y todoeso, pero la verdad es que a mi en-canta el carácter del pueblo valencia-no, es mucho más irónico, más sin-vergüenza, aunque a veces llegue a sermuy autodestructivo. Yo en eso me re-conozco bastante, soy tan crítico conmi trabajo que a veces me lo cargo

todo en un arrebato. A empezar denuevo, como con las fallas. La verdades que ser tan correcto y creer que unabandera o una lengua es lo más im-portante me aburre muchísimo.

Pero lo que me parece muy triste,de una tristeza muy bestia, es que al-guien utilice el tema de la lenguacomo moneda de cambio político oeconómico, enbroncar dos comuni-dades por una cosa que es totalmen-te acientífica, mentirosa... me parecetan bestia que no me lo puedo creer.De alguien como Zaplana sí me lo pue-

6/7 En domingo 20 de marzo de 2005

«Creer que una bandera o una lengua es lo más importante me aburre muchísimo»

JavierMariscal

JavierMariscal

A pesar de que no leinteresa especialmente«ponerle un sello»Mariscal a Valencia, a su estudio de PaloAlto le ha llegadodesde hace un tiempouna «cascada» de encargosprovenientes de laComunidadValenciana; desde ellogo para la Fundacióndel Valencia CF, la ima-gen gráfica de Benicàs-sim hasta el Càctus, laescultura inaugurada el pasado miércoles en la UniversidadPolitécnica.Javier Mariscal aprove-chó el viaje a su ciudadnatal para hablar desus proyectos con laCopa del América, vercomo va lo de un espa-cio propio en el IVAM(una salita, quiere él) o para empezar atrabajar en el cambio de imagen de unaimportante entidadfinanciera valenciana.

ENTREVISTA

Page 10: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

do creer, él nunca ha hablado esa len-gua y fue presidente para enriquecer-se, pero Camps, que es valenciano-parlante, que la seua mare ja li deia

t’estime molt, es muy raro que entreen ese juego. No se trata del nombrede la lengua, pueden llamarla comoquieran, valencià, russafí, del carrer

Colon o del 5º-1º, pero no reconocerque es la misma lengua la que se ha-bla en Barcelona o en Eivissa..., esmuy bestia.—¿Que le parece la Valencia de Cala-trava?—Calatrava me parece un creadorverdaderamente brillante, muy bri-llante, que logra hacer proyectos muycomplejos, que innova y hace muybien las cosas, y lo que diseña funcio-na muy bien. Además sabe colocar susproyectos en el entorno, estamosacostumbrados a un mogollón defuentes o intervenciones anodinas deingenieros sin la mínima sensibilidad

estética que afean nuestro entornoconsiderablemente y no aportan nadaen el plano simbólico, y Calatrava tam-bién trabaja muy bien en este aspec-to simbólico. Lo que no acabo de en-tender es como a un hombre con esafuerza le coma tanto el ego y el mi me

conmigo; en la ciudad de las Cienciashay una clara falta de mesura y de di-versidad. Es el pensamiento único, elmonocultivo..., es la guinda del pastelque empacha al final del banquete.—¿Que le parece la iniciativa de la Ge-neralitat de rediseñar su imagen cor-porativa?—Si la motivación es meramente po-lítica y no responde a unas verdade-ras necesidades de comunicación meparece un error. La identidad corpo-rativa de una institución se puedecambiar, pero cuando ya no funciona,y no creo que la marca de la Generali-tat este envejecida o necesite un redi-seño. Es un patrimonio de los valen-

cianos, no pertenece al presidente oal gobierno. Espero que no ocurracomo en Cataluña, donde los conver-gentes se llevaron hasta los teléfonosporque creían que eran suyos.—¿Está usted al tanto de los queocurre en el ámbito del diseño va-lenciano?—Claro, sobre todo en el campo deldiseño gráfico. Hay una generaciónmuy potente (un poco más jóvenesque yo) que ha sentado las bases paraque los que siguen detrás peguen tam-bién muy fuerte. —¿Como ha evolucionado el concep-to de identidad corporativa en estosaños?— En los setenta y los ochenta la iden-tidad corporativa era mucho más rí-gida, pero era normal, era el principiode esta historia (salvo en Estados Uni-dos, que viene de los 50). El logotipotenia que estar en la papelera, en eluniforme, en el papel de cartas, de unamanera muy mecánica. Ahora ya nose trabaja en este campo de una ma-nera tan anquilosada, incluso marcastan tradicionales como Cocacola es-tán incorporando otros colores a supublicidad, ya no es todo rojo, añadentonos plateados o verdes.

En el trabajo que hicimos para laUniversitat de València intentamos deuna parte homologar y dar una nuevaimagen a la Universidad , pero por otrareflejar la diversidad de personas y es-tamentos que la componen, que esbastante compleja.—¿Que recuerdos le trae el proyectoDuplex? (Mariscal diseñó a finales delos 70 un bar en la zona de Cánovas,ahora desaparecido, del que quedapara la historia un famoso taburete depatas sinuosas)—De Duplex recuerdo la excitaciónmáxima de aceptar un proyecto sin sa-ber muy bien donde iba a llevarme, deenfrentarte a un precipicio. En reali-dad yo no sabia como se hacia un bar,pero el cliente me decía que yo dibu-jaba bares muy bonitos, —este tipo deencargo, y el aceptarlo, también esmuy valenciano— así que con la ayu-da de Fernando Salas nos pusimos aello. Aprendí mucho de aquella expe-riencia, sobre todo en el aspecto prác-tico de cómo se hacen las cosas, cómose trabajan las soldaduras o cómo do-blar tubos, por ejemplo. Cuando de-

sapareció el bar lo sentí mucho, perolos bares son como los carteles, se ha-cen y luego desaparecen. —¿Es importante la experiencia en sutrabajo?—Claro, es vital, en el campo del di-seño o la arquitectura es muy impor-tante aprender de las equivocacionesque se cometen durante el trabajo, yquien no las reconozca va mal. Yo in-tento ser muy crítico con mi trabajo,incluso creo que me paso. Además,cada vez hay mas cosas sorprenden-tes de la gente más joven, cada vez haymás diseñadores que hace cosas chu-las y brillantes, pero por otra partetambién está la sensación de que to-dos están dando vueltas sobre el mis-mo tema, en un contexto muy comer-cial y de competitividad muy bestia.—Cual es el encargo que desearía re-alizar?—En realidad en lo que me gustaríacolaborar es en proyectos multidis-ciplinares como el de diseñar algoque facilite a pequeñas comunidadesalejadas de nuestro mundo tecnoló-gico autoabastecerse de energíapara poder conectarse a Internet opara encontrar agua. Me gustaría po-der participar en este tipo de pro-yectos en el sentido de facilitar a sususuarios la comunicación con el pro-ducto para instalarlo, saber comofunciona...—¿La ecología le sigue preocupan-do?,¿sigue vigente el espíritu del Se-ñor Mundo? —Siempre me ha interesado mostraren mi trabajo la tensión entre la na-turaleza y el artificio, es lo que he in-tentado con la escultura del campusde la Universidad Politécnica, quemuestre el hecho de que somos ca-paces de destruir un entorno que seha creado en miles de años, como elcamino de Vera, por ejemplo, paraponer encima unos edificios dondese supone que se estudia para mejo-rar nuestro entorno y que la Tierrano acabe siendo como la luna. Hacediez años me podría comprar un co-che potente, ahora no, me parecesencillamente inmoral comprar uncoche que es capaz de transportar acien personas solo para llevarme demi casa a mi despacho, como los co-ches de los consellers o de los rec-tores de Universidad.

“«A mí, lo queme gustaríaes estar

siempre debajo deuna mesa.»

“Laintervenciónde Calatrava

en la Ciudad de lasCiencias es elpensamiento único,el monocultivo..., esla guinda del pastelque empacha al finaldel banquete.

“En el campodel diseño y laarquitectura

es muy importanteaprender de lasequivocaciones quese cometen duranteel trabajo.

“Me pareceinmoralcomprar un

coche que es capazde transportar a cienpersonas sólo parallevarme de mi casaa mi despacho.

“No creo que lamarca de laGeneralitat

este envejecida onecesite un rediseño.

A mí me gustan mucho los refra-nes, qué le voy a hacer. Yo esque soy muy del pueblo, como

Letizia, pero parece que si no eres prin-cesa ser del pueblo pierde mérito y enlugar de a virtud suena más a defecto quea cualquier otra cosa. Pero no me angus-tio por eso. Yo soy muy del pueblo, y loreivindico a base del refranero popular.Hoy traigo dos: la ignorancia es atreviday la envidia es en el ruin lo que en elhierro el orín. Toma ya. Lo que en elhierro el orín, menudo disgusto. Yo esque también soy muy envidiosa, nadie esperfecto. Así que, para compensar, me hepropuesto no ser ignorante y antes de

escribir este artículo, me he conectado aInternet para saber bien de qué voy ahablar. Bueno, para eso, y para buscaralgunos refranes con los que sorprender-les.Así que, les cuento: resulta que en 1928Águeda Adorna, una sevillana la mar demaja, se colocó una banda en el pechoque ponía «Señorita España». Un añodespués, en el 29, Pepita Samper tomóel relevo y se convirtió en la mujer másguapa de todas, después de ser elegidapor un jurado compuesto íntegramentepor los intelectuales más relevantes delmomento, como Mariano Benlliure. Esteconcurso siguió realizándose cada año,como las exhibiciones de ganado en lasferias pero aquí sin comprar ni vender anadie, hasta la guerra civil. Entoncesparó y se retomó en 1960. Elena

Herrera ganó lo que desde ese año ya seconoce oficialmente como Miss España.Uy, perdonen, si no se lo había dichoaún: que voy a escribir sobre MissEspaña, ese certamen que se celebra estamisma noche y que ofrece a las partici-pantes no solo la posibilidad de encas-

quetarse en la cabeza una corona depiedras brillantes, sino, y sobre todo, queles abre la perspectiva de viajes a paiseslejanos, hmmm, a paises lejanos, québien pinta eso, y ofertas profesionalesque algunas de ellas no podrían atreverseni a soñar. Que sí, que lo dice (más omenos) la página oficial del concurso,que también la he buscado en Internet. Ytienen razón, oigan. ¿Para qué estudiar, sise tienen unas medidas de 90-60-90?¿Para qué se va a molestar una chicamona en saber algo de Rusia, o del euro,cuando puede demostrar que es la másguapa de todas en lencería fina, traje denoche y vaqueros? Ni academias demodelaje, ni escuelas de actores, nimucho menos facultades de filosofía yletras. Qué va. Pero no vayan a pensar que las partici-pantes no tienen luces, que yo no hedicho eso. Todo lo contrario, tienenmuchas. Vean si no: para participartienen que rellenar un cuestionario en elque se les preguntan obviedades si estásmuy buena -cuánto pesas (poco), cuántomides (mucho), cómo son tus ojos

(preciosos) y cosas por el estilo-, perotambién tienen que detallar sus habilida-des, sus estudios, los idiomas que hablan,la música que les gusta, su opinión sobrelas críticas a los concursos de belleza y,ojo que esto es espectacular, sus autoresliterarios favoritos. Sólo por contestar a esta última pregun-ta, sólo por tener un autor literariofavorito, ya merecen ganar todas, así queles remito a mi primer refrán para querellenen la cuestión de las críticas quevertimos contra estos concursos. Enrealidad no pensamos que ser guapa nosea un mérito. En realidad no estamos encontra de que se compita con un argu-mento tan superficial como la belleza. Noes que creamos que el auténtico méritoestá en la inteligencia. No es que deverdad defendamos que este tipo delucha hace un flaco favor a la otra, la dela igualdad de la mujer y todo eso. No. Laverdad, pura y dura, es que somos lo queen el hierro el orín. Eso es todo. Pero, por si acaso, a mí que no me bus-quen en ese jurado, que seguro quevotaría a la más fea para fastidiar.

Para fastidiar

CarmenAmoraga

[email protected]

PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS

Page 11: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorría OrtegaHace unos pocos meses, desdelas páginas que en este mismosuplemento inauguraban unasección (intermitente, pero vo-luntariosa) sobre tipografía, re-cogíamos la impresión de quea pesar del buen momento queestaba pasando la tipografía enel ámbito internacional, éste nose reflejaba en el campo de lainquieta comunidad gráfica va-lenciana. Reflejábamos la con-tradicción que suponía que elbuen nivel de los diseñadoresgráficos valencianos no tuvieracorrelato en una producción ti-pográfica de calidad y cantidad.

Sin embargo, unas semanasmás tarde, al reseñar el libro dePepe Gimeno que presentabala fuente Pepe, inspirada en lacaligrafía de Andy Warhol, co-mentabamos que «el ambienteque se respiraba (...)era de cier-ta euforia por la sensación deque algo se mueve en el mundi-llo tipográfico valenciano. Ini-ciativas como la de Gimeno, laexistencia de la editorial Camp-gràfic (...) avalan cierta rele-vancia en el terreno de la tipo-grafia ibérica». Pues bien, loshechos parecen certificar estasensación.

«Pensat i fet»Y es que la exposición Vaya

tipo organizada por la Asocia-ción de Diseñadores de la Co-munidad Valenciana, que reco-gia el trabajo de veintiséis di-señadores reflejó muy a las cla-ras que sólo era cuestión de pa-sar del pensat al fet.

El empujón se produjo trasel cursillo impartido en laADCV por el Colectivo Type-o-Tones (imprescindibles en elpanorama de la tipografia es-pañola actual) en el que se en-señaba a manejar el programaFontographer, y que fue la basepara la exposición y el poste-rior catálogo que recoge loscuarenta mejores trabajosrealizados como fruto deaquel seminario.

El catálogo, prologadopor Paco Bascuñan y dise-ñado por Iban Ramon (autortambién del logotipo) constitu-ye en sí mismo un excelentecompendio de la actual escenatipográfica valenciana, y ojalápronto se pueda hablar deuna «Escuela Valenciana»

como se habló en su momentodel tebeo. Materiales no faltan.

Variedad y cantidadEs posible establecer cuatro

grandes grupos entre las pro-puestas presentadas. En primerlugar, los alfabetos caligraficosdigitalizados, que requierencierta destreza técnica, pero quevan poco más allá de la curiosasensación que provoca teclearen tu propia escritura. Realiza-dos unos con mayor fortuna queotros, los más logrados, en nues-tra opinión, son el Pirate, deBoke y la María de José Vicen-te Paredes.

El segundo grupo es el de lasvariaciones de tipografías ya exis-tentes, conservando sus trazosbásicos y modificando su densi-dad o modulación (Ramón PérezColomer juega con la Bodoni enBachiller, o Iban Ramón, conFranklin Ghotic en Programa).

Otro apartado es el de lasfuentes que imitan alfabetos ins-pirados en la vida cotidiana. JuanNava homenajea a una profesiónen peligro de extinción que hacumplido (quiza inconsciente-mente) un papel tipográfico bá-sico y no suficientemente reco-nocido: el de los rotulistas arte-sanales de los reclamos calleje-ros. Quien guste de callejear porel centro de Valencia podra re-conocer facilmente el origen deltipo Barato, un tipo de facturaheterodoxa pero entrañable yque tiene el mérito de recons-truir todo un alfabeto con tansolo 8 ejemplos. Javier Perisaporta otro tipo muy familiar, yque po-dría

aparecer en las secciones de pa-satiempos de diarios y revistas:Sopas refleja dos variaciones deun alfabeto humeante y alimen-ticio, el de las sopas de letras.

Por último, el grupo de fami-lias de mayor contenido, que de-notan una mayor cultura tipogra-fíca, son aquellas fuentes de lasque resultan tipos coherentes,homogéneos y originales, y enlos que se adivina un trabajo másserio, que puede incluir estudiosde interletraje, composición,equilibrio, modulación..., másallá del entretenimiento o de la

idea brillante.Es en este grupo de ti-

pos en el que se basa laesperanza de que puedacuajar la antedicha «Es-

cuela Valenciana de Tipo-grafía» y el catalogo de la

ADCV presenta algunos ejem-plos notables: Froilongo, del ho-menajeado Carles Barranco, Ha-bana, de Nacho Lavernia y Al-berto Cienfuegos, Chittatong deDavid Cerco Pallarés, Girasoul yTitella, de Paco Bascuñan, yTractat o Troupe Sans, de KikeCorrecher, justifican por sí mis-mas una iniciativa como ésta.

[email protected]

Veinte diseñadores valencianos se hanpuesto a diseñar tipografía y lo hanplasmado en el catálogo de la exposiciónVaya tipo; un evento que ojalá signifique elprincipio de lo que quisiéramos denominar«Escuela Valenciana de Tipografía».

Alfabetos de los tipos: (de arriba aabajo) Programa, de Iban Ramón,Habana, de Nacho Lavernia y AlbertoCienfuegos, Pirate, de Boke yGirasoul, de Paco Bascuñan.

TIPOGRAFÍA

Valencianade tipos(gráficos)

Page 12: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 16 de junio de 2006

PUBLICACIÓN

Andrés TrapielloImprenta moderna. Tipografía yliteratura en España, 1874 - 2005Campgràfic, Valencia, 2006

Tomás Gorria OrtegaAndrés Trapiello es bien conoci-do en su faceta de escritor, poetay columnista, así cómo por su afi-ción literaria a la polémica. Susnovelas cuentan con el respaldode público y crítica (la última, Losamigosdel crimenperfecto fuepre-mio Nadal en 2003), y sus artícu-los de opinión en La Vanguardiason buen ejemplo del dominio deldifícil género de la columna.

Pero su faceta como editor y ti-pógrafo (definición que me pa-rece desafortunada —tipógrafosson, en mi opinión, diseñadoresde tipografía—, en su caso megusta más la que el mismo acu-ña de tipografista) es menos co-nocida, aunque para él resultetan importante que prefiere quesi ha de recordarle la historia,sea como tipografo (sin tilde, y enversalitas).

Trapiello también es bibliófilo,y junto con su amigo José ManuelBonet, han recorrido duranteaños rastros y librerías de viejo,aunque a él, como a Stendhal, leinteresen más las emociones que

le producen los textos y su com-posiciónqueel«degenerado» (sic)amor por el olor de los libros.

De estas dos pasiones surgeLaImprenta Moderna, (Tipografía yliteratura en España, 1874 –2005), la última entrega de la he-roica editorial Campgràfic, deJosé Luis Martín, Félix Bella yXavier Llopis. Una selección delos libros de creación literariamejor editados en España du-rante el siglo XX «lo más moder-no en la modernidad de cada mo-mento que ha producido nuestraindustria editorial», en palabrasdel autor, elegidos por su exce-lente edición, por su calidad lite-raria o por su rareza.

La conclusión de Trapiello esaplastantey,enciertomodo,com-partible: en España se ha editadomal y en todo caso, antes se edi-taba mejor. La tecnología, segúnel escritor leonés, no ha contri-buido a la mejora editorial. JuanRamón Jiménez, («en edición di-ferente los libros dicen cosa distin-ta») el autor que mejor ha edita-do sus textos, según Trapiello, noha sido aventajado por ningún di-señador de los de hoy, aun con to-das las posibilidades que ofrecela tecnología editorial actual. Por-que para él, el del tipógrafo ha de-jado de ser lo que tiene que ser,un oficio, con raíces artesanales,para pasar a ser «diseño», con ve-leidades artísticas, donde la bús-queda de la originalidad reviertehabitualmente en pretenciosidady artificio.

Quizás sea por ello por lo queen su personal selección no apa-rezcan los nombres de los másafamados diseñadores gráficosespañoles (Satué, Alberto Cora-zón…) como tampoco aparecereflejado el trabajo de un porta-dista como Daniel Gil (que con-cita un reconocimiento casi uná-nime por parte del sector), tra-

bajo que define como «mecánico»y «surrealizante».

El autor hace suyo el famosolema de Van der Rohe (menos esmás) y concluye que en tipogra-fía la sencillez es siempre la me-jor opción, del mismo modo quehacer libros redondos es tan es-túpido como hacer macarronessin agujeros.

Estamos ante un trabajo de se-lección personal, en un libro di-señado para que tenga dos lectu-ras paralelas. Por un lado, Tra-piello aborda, con estructura de

capítulos independientes, diver-sas cuestiones sobre las relacio-nes entre la tipografía y la litera-tura española contempóranea, ypor otra parte, ilustra y recorrecronológicamente el período ci-tado a través de portadas (y algu-nas páginas interiores) de lo másdestacable en este campo. El re-sultado no es como la cuchara depalo, es un libro bien editado y di-señado (marca de la casaCampgràfic), aunque si se mepermite una leve crítica, es posi-ble que una mayor diferenciaciónentre esos dos niveles de lectura,con un tratamiento compositivo ytipográfico más contrastado hu-biera facilitado el recorrido visualpor el libro.

La aportación valenciana es es-casa (de hecho, la mayoría de lasreferencias son catalanas y ma-drileñas). En el libro aparece uncapítulo dedicado a Max Aub «ca-ballero de la orden del cícero» y al-gunos ejemplos de libros de Azo-rín, Gil Albert o Gabriel Miró, asícomo referencias gráficas al edi-tor Cabrerizo «uno de los grandeseditores románticos españoles»,Renau o la editorial Pre-Textos«considerada por muchos comomodelo de independencia, exce-lencia o discreción», pero tratán-dose de una selección sin ánimocanónico, no cabe sino asumir susubjetividad.

Valencia siempre ha sido tierrade impresores, libreros y bibliófi-los. No en vano aquí se han edita-do las más prestigiosas revistassobre bibliofilia, como Bibliofilia(editada por Castalia en los añoscuarenta), Cuadernos de Bibliofi-lia (Vicente Soler en los añosochenta) o la que desde Alcoi seedita actualmente con el nombrede Hibris, dirigida por Pepe Grau.Reseñar algunas de las obras edi-tadas en la Comunitat Valencianaque merecieran aparecer en estaantología excede de la intención yextensión de este artículo. Pero sícabe recordar trabajos como losde las editoriales Castalia o Alba-tros, la obra de J. Palacios y, másrecientemente, la premiada obradeVicenteFerrer,deMediaVaca.

Campgràfic continúa su labor de difusión de la Tipografía

LaediciónsegúnTrapiello

Portada de Mauricio Amster,considerado por Trapiello, junto aGiralt Miracle, uno de los mejorestipografos del siglo XX español.

❙❙❙

La obra recoge unaselección del mejordiseño editorialespañol del siglo XX

Page 13: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

LA ARQUITECTURA Y LA SOCIEDAD VALENCIANA ENTRARON EN LA MODERNIDAD GRACIAS A LAS EXPOSICIONES DE

Tomás Gorria ■ VALENCIA

FOTOS: LEVANTE-EMV/ LIBRO: «LA

ARQUITECTURA DE LA EXPOSICIÓN

REGIONAL VALENCIANA DE 1909»

LA recuperación del patri-monio arquitectónicosuele circunscribirse acierta visión romántica

que considera más relevantes aque-llos edificios que sencillamente sonmás antiguos. Iniciativas como la re-cuperación del Claustro de SantaMaría de la Valldigna deben ser va-loradas en su importancia, pero lasensibilidad por conservar nuestropatrimonio también debería afectaren nuestro caso a edificios tan sin-gulares como las naves industrialesdecimonónicas o el importante le-gado que en Valencia existe de ar-quitectura racionalista de los años30. La valoración sobre la relevan-cia de los edificios a conservar ennuestras ciudades tampoco debie-ra establecerse en función de losgustos o tendencias contemporá-neos imperantes, sino desde su sig-nificación histórica y su capacidadde enseñarnos algo sobre el modode vida de los valencianos a travésde su dilatada historia.

En este contexto cabe situar el li-bro de Fernando Vegas López Man-zanares, La arquitectura de la ex-

posición regional valenciana de

1909, obra de la que Daniel BenitoGoerlich afirma en su prólogo quecontribuye a remediar una injusti-cia: la minusvaloración y el olvidoque sobre la arquitectura eclecti-cista valenciana del XIX ha impues-to cierta visión esquemática que hamenospreciado la naturaleza híbri-da de sus edificios y ha etiquetadode rancio o reaccionario cualquierelemento presuntamente localista.

Ha pasado casi un siglo, pero laimportancia de un evento comoaquella exposición todavía resuenaen el sentimiento colectivo de losvalencianos, configurándose comoun hecho decisivo en la historia re-ciente de la ciudad y la Comunidad.Lejos de las habituales actitudes cai-nitas, el cóctel entre alguna dosis deautocomplacencia, un espíritu

transversal de colaboración en unatarea común, y la característica feen el progreso de principios del XIX,posibilitó, a través del impulso dealgunos nombres propios como elMarqués de Campo, la organizacióny gestación de la Muestra.

Durante el siglo XIX ya habían te-nido lugar otras exposiciones re-gionales, pero la de 1909 superó aaquellas por su magnitud. En un es-pacio de más de 160.000 metros cua-drados concurrieron unos 300 ex-positores y 110 localidades, y su re-percusión trascendió del ámbito re-gional e incluso nacional hasta elpunto de que en revistas especiali-zadas de arquitectura recibió un tra-tamiento similar a la ExposiciónUniversal de 1900 en París, la másimportante de la época.

La relevancia de la muestra tam-bién se dejó sentir en Valencia, ensus aspectos urbanísticos. El colorde la mayor parte de la Valencia his-tórica, proviene del blanqueo (en-suciado por el paso del tiempo) conel que se engalanaron para la oca-sión los antiguos edificios hastaaquel momento policromados. Se

acometieron mejoras urbanascomo la urbanización de la zonanorte del río, el adoquinamiento demuchas calles céntricas o la cons-trucción de la Pasarela de la Expo-sición (el único puente modernistade Valencia), desgraciadamente de-saparecida tras la riada de 1957.

LO QUE QUEDA. De aquella Ex-posición tan sólo se conservan untotal de cinco edificios: el Palaciode las Industrias, el Palacio Munici-pal, el Asilo de Lactancia, y dos edi-ficios más que al estar ubicados enla manzana de la fábrica de Tabaca-lera han sido olvidados por la bi-bliografía sobre la Exposición: laGalería de Máquinas y la Sala de Mo-tores. El edificio conocido como LaLanera, y el balneario adyacente, fu-turo hotel de lujo, que completa lamanzana, no formaba parte de aque-lla exposición, a pesar de la creen-cia generalizada.

Lamentablemente, sólo nos que-dará la memoria fotográfica o lite-raria del resto de aquella muestra,recuperada meticulosamente porFernando Vegas, ya que serán muypocos los valencianos que puedanreferir recuerdos vividos de la mis-ma. De la lectura de la publicaciónsorprende al lector de hoy la gran-diosidad y magnitud de la misma:las dimensiones del Gran Estadio,el lujo de las instalaciones del GranCasino o la sobriedad fabril del Pa-lacio de Las Industrias. También laoriginalidad de los pequeños pabe-llones o quioscos, o la modernidad

de atracciones como Los Urales, oLa Montaña Suiza .

En ocasiones, una mirada riguro-sa al pasado nos descubre algunosaspectos inéditos de nosotros mis-mos en cuanto miembros de un de-venir común, y este caso, sin duda,es uno de ellos.

PATRIMONIO

2/3 En domingo 16 de noviembre de 2003

Una ciudad efímeraValencia vivió en 1909 un momento de gran esplendor con la Exposición Regional

L AS polémicas que sobre elfuturo de algunos de losedificios que pertenecie-

ron a la Exposición Regional de1909 (los tres de la manzana deTabacalera, el Palacio Municipaly el Asilo de Lactancia) y otroscomo el de La Lanera han hechoprosperar la expresión que bajoel epígrafe de «CentroModernista», pretende englobaraquella zona (hoy convertida enzona «noble» de la ciudad) parasu utilización de diversas inicia-tivas, públicas o privadas.La expresión no es demasiadofeliz, si nos atenemos a las ten-dencias aceptadas académica-mente. El Palacio Municipal(obra de Francisco Mora) es unedificio neogótico que seencuadra en el eclecticismo his-toricista dominante en elmomento (influido a su vez porel estilo arquitectónico de lasexposiciones de principios delsiglo XX, que por su propia con-dición de diversidad, convertían

los recintos feriales en peque-ñas ciudades de edificios conestilos muy diferentes). El Asilode Lactancia, única obra públicade Ramón Lucini, es una claramuestra de arquitectura eclécti-ca, en la que predomina laintención de mostrar los avan-ces técnicos constructivos de laépoca.A la propuesta de convertir LaLanera (el único edificio de lazona con influencias modernis-tas) en un hotel de lujo, se haañadido la iniciativa de demolerlas naves laterales del edificiode Tabacalera para convertir susuelo en edificable. Estas naves,construidas apenas unos añosdespués del edificio central(este de inspiración neoclásica),se diseñaron precisamente imi-tando el estilo modernista delas naves (Galería de Máquinasy Sala de Motores) que comple-taban el bloque diseñado paraconvertirse en Fábrica deTabacos. La pretensión de demoler lasnaves se justifica en el hechode que se construyeron poste-riormente y no tienen valorarquitectónico, cuando paradóji-camente poseen las escasashuellas modernistas del conjun-to de la Exposición, y constitu-yen junto a las naves traseras yel edificio central una unidadformal indiscutible. Con talargumento cronológico, seríalícito también, como argumentaDaniel Benito Goerlich, estudio-so de historia de la arquitectu-ra, demoler el Miguelete, por elmero hecho de no ser coetáneocon el resto de la Catedral deValencia, o despreciar elMercado Central de Valencia porser de un modernismo tardío. ■ T. G.

La ExposiciónRegional tuvo unarepercusión inclusointernacional, y suarquitectura secomparó a laparisina de 1900.Apenas quedancinco edificios deaquella vistosamuestra que inicióla modernidadvalenciana.

Cuando se celebró laExposición RegionalValenciana de 1909, losedificios de la Valenciahistórica se blanquearonpara dignificar el evento.Casi cien años después,aquel color blanco,ensuciado por el paso deltiempo, todavía perduraen la ciudad, recordandola importancia de aquellamuestra, tan efímeracomo modernizadora.

El centromodernistaque nuncaexistió

Arco de entrada a laExposición Regional de 1909.

1

Plano original del Palacio de lasIndustrias, la Galería de lasMáquinas y la Sala de Motores.

Page 14: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorría Ortega Quien conozca la obra gráfica dePepe Gimeno conocerá también ladeuda que ésta tiene con el pop artamericano y por ello no es extrañoque su atención se fijara en la letradel más relevante representante deeste movimiento artístico. Fue enun librito de recetas de cocina queWarhol había ilustrado y acompa-ñado con su propia caligrafía(ecléctica, amanerada, cursi y de-sinhibida segun el propio Gimeno)donde el diseñador valenciano en-contró la referencia para la quemás tarde en su estudio se convir-tió en una fuente «tipográfica» vec-torizada, sistematizada y bautizadacon el nombre de su inspirador,Warhol.

A través de la convocatoria deExcelencia Tipográfica que hizo laprestigiosa Type Directors Clubde Nueva York y la posterior se-lección que la propia TDC hizo dela entonces denominada Warhol,la fuente empezó a tomar vida.

Para celebrar el premio se editóun cartel en el que se evidenciabanlas posibilidades que la Warholofrecía. Y el entusiasmo fue conta-giando al equipo de Pepe Gimenoy a la Imprenta Comunicación Grá-fica hasta el momento en que lle-gaba a la redacción de este perió-dico el ejemplar de un libro conolor a tinta impaciente, entre cau-cho y gran variedad de gramajes ytipos de papel.

Parece como si la propia ener-gía de la Warhol (ahora FF Pepe,por problemas de copyright con laFundación Warhol y distribuídapor Fontshop) trascienda de laspropias páginas de este libro, re-flejando el estilo efervescente, im-petuoso, que Pepe Gimeno Pro-yecto Gráfico imprime en sus tra-

bajos y que difícilmente se contie-ne en los límites físicos del libro.

Se ha dicho de él que es un libroobjeto (sorprendente la interacti-vidad de las páginas impresas continta termosensible), que es un li-bro de autor, que es un libro de edi-tor..., podría decirse todo eso perotambién que es un libro pop, un ho-menaje a una manera de entenderel arte y la cultura, que más allá decircunscribirse a un ismo artístico,trasciende del ámbito restringidode artistas, críticos o marchantesy encuentra fácil acomodo en dis-ciplinas más bastardas como el di-seño gráfico.

Un libro que posiblemente seconvierta en una referencia biblio-gráfica para amantes del diseñográfico y la tipografía.

El debateEn la presentación del libro, que

tuvo lugar en San Miguel de los Re-yes, se reunió un buen número deprofesionales y entusiastas del di-seño gráfico valenciano y allí mis-mo se esbozaron los elementos deun debate que ya se hace patenteen el propio título de la obra (Ca-ligr Tipografía?): las relaciones en-tre caligrafía y tipografía. Y a esedebate pueden aportarse algunasconsideraciones.

Obviamente, hasta la apariciónde la imprenta, esta distinción noera posible; pero cuando aparecie-ron los primeros tipos móviles(desde la gótica de Gutenberg has-ta la romana de Aldus Manucio) és-tos tuvieron como referencia (nopodía ser de otra manera) las letrascaligráficas usadas en los códicesmanuscritos.

Pero durante los siglos poste-riores, el diseño de tipos fue ad-quiriendo cada vez más autonomía

y una solidez aparejada a cierta es-pecialización profesional y un de-sarrollo tecnológico que abrió unabrecha entre ambas disciplinas,una brecha no exenta de interac-ciones, también relacionadas conla tecnología de la escritura.

Como cuando en los primerosaños del siglo XIX, se impuso el usode las plumas metálicas, que pro-piciaba, en función de la mayor omenor presión, la alternancia detrazos grueso o finos, y esta nuevamanera de escribir tuvo su corre-lato tipográfico en la hoy todavía lla-mada letra inglesa. También pue-den citarse influencias en sentidocontrario. Los rasgos inequívoca-mente «grotescos» omnipresentesen folletos, manuales de instruc-

ciones o prospectos farmaceúticos(Helvética, Univers...) son rastrea-bles en caligrafías contemporáne-as en las que incluso se sacrificanlos enlaces entre las letras (una delas principales diferencias entre le-tra manuscrita y letra impresa)paraañadir una pátina de «moderni-dad».

Pero fue durante la mitad del si-glo XX (coincidiendo con la apari-ción del ofset)cuando surgen confuerza las denominadas tipografí-as caligráficas, es decir tipos de im-prenta que simulan el trazo ma-nual. También la popularizacióndel cómic y los títulos de crédito depelículas o series de televisión(aquella entrañable Polka de seriescomo Embrujada o Los Monsters)colaboraron a que fueran tiposcomo Mistral, Champion, Repor-ter, Pepita, Flash, los más vendidosen las hojas transferibles de Me-canorma o Letraset, muchos deellos inspirados en el trazo del ro-tulador de fieltro.

Se trataba de incorporar al dise-ño gráfico de anuncios, discos ocarteles, un elemento subjetivo,personal, que no aportaban los de-

nominados tipos de palo seco o losde rasgo. Estos tipos «caligráficos»se convirtieron en una categoría(script en la terminología de Ado-be) dentro de las clasificaciones delos catálogos que dividían las di-versas familias tipográficas.

La caligrafía, como la mecano-grafía, es una manera de escribir,determinada por la herramientacon la que se ejecuta. Y la tipogra-fía caligráfica es una variedad esti-lística (también hay tipos que imi-tan la escritura mecanográfica —Typewriter—)que imita la escri-tura manual.

La tipografía es algo más. No esescritura, es reproducción de la es-critura. Si en su origen fue la fun-cionalización de la caligrafía,(como dice Ribagorda, la primeradigitalización de la letra manuscri-ta), con el tiempo, y con las apor-taciones de diseñadores y editores(maquetación, modulación, legibi-lidad) se configuró como la herra-mienta a través de la que se ha con-ducido la producción literaria y elconocimiento de los últimos seis si-glos en Occidente. Y eso no es cual-quier cosa.

❖ El ambiente que se respirabaen el Salón de actos de San Mi-guel de los Reyes el díade la presentación erade cierta euforia por lasensación de que algose mueve en el mundillo tipográ-fico valenciano. Iniciativas comola de Gimeno, la existencia de laeditorial Campgràfic y la asisten-cia de firmas reconocidas en la ti-pografía española en el acto pa-recen avalar a Valencia cierta ca-pitalidad en el terreno de la tipo-

grafía ibérica. Hasta ChristopherBurke, diseñador tipográfico re-conocido internacionalmente ycreador de tipos tan interesantescomo Celeste y Pragma (con el

que esta compuesto el librode Gimeno, por cierto) tienepensado establecer su resi-dencia en nuestra ciudad.

❖ Los de Campgràfic no paran.Además de estar preparando latercera edición del Manual de Ti-pografia de J. L. Martín, esperantener listo para antes de fin deaño un lote de tres libros que aña-dir a su cada vez más extenso ca-

tálogo: La nueva era de la tipo-grafía, de Jan Tschichold (en lafoto), uno de los textos clásicosen la tipografía con-temporánea, Ti-pografía y foto-montaje cons-tructivista en laURSSde ClaudeLeclanche-Bou-lé y Tipografíade Otl Aicher, di-señador alemáncreador de la fuen-te Rotis y los pic-togramas deMunich 72.

A tres columnas

El libro de PepeGimeno, ademásde algunasorpresa y textossobre tipografía ycaligrafía, reúneveintiunacolaboraciones dediversosdiseñadoressobre la FFPepe yla figura deWarhol. En la imagen, laaportación deldiseñadormadrileñoÓscar Mariné.

❙❙❙

El libro «CaligrTipografía?» es unhomenaje a la cultura pop a travésde la letra de Warhol

TIPOGRAFÍA

3pdLevante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 14 de junio de 2002

Tipografía&

La aparición de la últimay novedosa iniciativaeditorial de Pepe Gimenosuscita un debate entrelas relaciones «defamilia» entre letramanuscrita y tipografía.

Page 15: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

8/9 En domingo Levante-EMV11 de julio de 1999

Tomás Gorría ■ VALENCIA

HAN tenido que pasar 18años de la muerte de Ar-turo Ballester, para queuna institución pública

diera el primer paso importan-te para recuperar la figura deun artista a quien en vida no sehizo justicia. Tras su muerte, laDiputación de Valencia (conManuel Girona como presi-dente) se hizo cargo del depó-sito de las obras y algunos en-seres personales hasta que seresolviera el asunto de la he-rencia. Este importante lega-do permaneció, no en las me-jores condiciones, en depen-dencias de San Miguel de losReyes, y, durante este período,Antonio Asunción (sucesor deGirona al frente de la corpora-ción provincial) intentó adqui-rir el legado, pero desavenen-cias en las tasaciones dificulta-ron la operación.

Al final, y polémicas aparte,parece que se ha llegado a unasolución que satisface a la fa-milia y la Administración; eldepósito temporal por diezaños en el IVAM, museo que,sensible al cartelismo y al dise-ño gráfico, restaurará y catalo-gará las obras y que prepara amedio plazo, según declaróJuan Manuel Bonet a Levante-EMV, una importante muestrade su obra.

UNA VIDA DE DISEÑO GRÁFICO. Artu-ro Ballester (nacido en Valen-cia en 1890) compaginó su for-mación artística en la Escuelade San Carlos con la pintura deencargo y la participación enconcursos locales de carteles.En 1913 ganaba su primer pre-mio como cartelista en el Con-curso de Grandes Ferias y Fiestasde Valencia, con un cartel de in-fluencia modernista, inspiradoen el cromatismo de JoaquínSorolla.

Encargado por el propio So-rolla (quien, junto a los jóvenesentusiastas de Juventudes Artís-ticas, proyectaba la creación deun Museo de Arte Contempo-ráneo en Valencia), Ballesterrealizó el cartel de esta iniciati-va museística (El Palacio de lasArtes) que al final no llegó acuajar, pero de la que quedaconstancia gráfica a través dedicho cartel, propiedad delAyuntamiento de Valencia.

Ballester, quien, en palabrasde Juan Manuel Bonet, direc-tor del IVAM, «pasó, desde pos-turas naturalistas próximas a So-rolla y Pinazo, al compromiso delos años treinta, atravesando elmodernismo y la influencia del“art déco”», alcanzó su plenitudartística como cartelista publi-citario e ilustrador de cubiertasde libros, especialmente las dela editorial Prometeo, de Vi-cente Blasco Ibáñez, quien en-contró en Ballester un gran co-laborador y un imaginativografista que traducía en los di-seños de las portadas de sus no-velas las emociones y los argu-mentos narrativos de Blasco.

CARTELISTA REPUBLICANO. Perofue en la convulsa e ilustradadécada de los treinta, y en con-

creto durante la guerra civil,cuando Arturo Ballester desa-rrolló su talento al servicio delas ideas sociales y políticasque defendía la II Repúblicaespañola.

Paralelamente al desarrollode la técnica de impresión lito-gráfica —que permitía una ma-yor participación en el procesoeditorial al artista— y desde elSindicato Único de Profesio-nes Liberales de la Confedera-ción Nacional del Trabajo(CNT) al que pertenecía, Ba-llester elaboró sus trabajos másconocidos, que le sitúan comouno de los cartelistas mas im-portantes de la época

En este período se perfila suestilo característico: dibujo detrazo firme, figurativo, domi-nio de la composición, riquezacromática, amplio conoci-miento y manipulación de latécnica litográfica, las tintasplanas y las sombras… Loor alos héroes; Un marino, un héroe;Campesino: trabaja para el pue-blo que te ha liberado..., son algu-nos de los lemas que acompa-ñan a los carteles que Balles-ter realizó para la CNT,aunque no sólo trabajópara este sindicato: Fran-cesc Bosch, al frente de laprimera Conselleria de Cul-tura y Propaganda de Valèn-cia, creada en 1937, le encargóel diseño de uno de los pocoscarteles con texto en valencia-no: El País Valencià, a laavantguarda d’Iberia, uncartel que, a finales de lossetenta, se divulgó profu-samente en las revistasculturales y en una re-producción serigráficaque se distribuyó en Va-lencia para ayudar eco-nómicamente al artistaen sus últimos y apuradosaños.

EL EXILIO INTERIOR. ArturoBallester no fue víctima di-recta de la represiónfranquista, una vez acabada laguerra, pero su significaciónpolítica le privó del reconoci-miento público que su calidadmerecía, y sobrevivió, en suestudio cercano al merca-do de Colón, como profe-sor de dibujo y pintura, re-tratista y con algún trabajoesporádico como ilustra-dor —una serie de estam-

pas ciudadanas de Valenciaque ilustraban unas tarjetaspostales de Navidad, o la cola-boración en una edición espe-cial de Don Quijote del InstitutoNacional del Libro.

Durante la transición, la fi-gura de Ballester recobra algode su justificado realce y parti-cipa en varias exposiciones co-lectivas, entre ellas en la expo-sición Spagna: avantguarda Ar-tistica i Realità Sociale: 1936-1939, de la Biennal de Veneciade 1976.

Tras su muerte, acaecida en1981, en medio de una indife-rencia institucional notable,sólo se ha organizado hasta elmomento una única muestramonográfica sobre la obra deBallester. En 1986, bajo el pa-trocinio de la Fundación Cul-tural de La Caixa en Valencia,se organizó una exposición yse editó un buen catálogo, co-ordinados por Pablo Ramírezy Manuel García, que dieron aconocer la obra de este artistavalenciano tristemente desco-nocido para la mayoría de susconciudadanos.

Es de esperar que tras la ad-quisición de sus obras por elIVAM, la obra de «uno de losmás importantes diseñadores grá-ficos valencianos» (en palabrasdel crítico Manuel García) sea

conocida y valo-rada como semerece.

La cesión temporal al IVAM de 172 obras delpintor, ilustrador y cartelista valenciano ArturoBallester Marco ha evidenciado el injustodesconocimiento que la sociedad valencianatiene de la figura de uno de los mejoresdiseñadores gráficos valencianos del siglo XX.Valencia puede reencontrar de este modo aun artista que eligió ser coherente con susideas, aunque ello le reportara la marginación.

Ballestercolaboró conSorolla e ilustrónovelas a BlascoIbáñez, pero susobras másimportantescomo cartelistalas produjo parala CNT durante laguerra civil

El cartelistaolvidado

Caricatura deArturo Ballester deprincipios de siglo,

obra de Galván.

Arriba; boceto para un folleto de laFarmacia Gámir (1931). A la izquierda, un

boceto para el cartel El pueblo. Diario delPartido Sindicalista (1936).

Detalle del cartel para Perlea, deproductos farmacéuticos Schnell (1925).

A la izquierda: Loor a loshéroes, de 1937, uno de loscarteles más conocidos deArturo Ballester. Lacoincidencia iconográficaentre este cartel y el quedibujó para la DeutscheLufthansa el diseñadoralemán Ludwig Holdwein,con motivo de los JuegosOlímpicos de Berlín, es unamuestra elocuente de laambigüedad de la imagenpara motivos ideológicosbien diferentes.

Debajo: Cartel impreso enla Litografía Ortega (comola mayoría de sustrabajos), con textos enfrancés e inglés.

Bajo estas líneas, litografíaeditada por el Ministeriode Propaganda de la IIRepública.

Cartel para la Central de Exportación de Agrios (1937). Cartel para la CNT, de 1938.

Boceto para el cartel del Día del Libro de 1923.

C

M

Y

K

C

M

Y

K

Page 16: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

8/9 En domingo Levante-EMV14 de noviembre de 1999

Tomás Gorría ■ VALENCIA

VALENCIA tiene una tradicióncerámica que se remonta alos tiempos de su fundaciónromana y llega a su períodode esplendor en el siglo

XVIII con la fabricación de azulejosque lo llenaban todo: tejas (comolas que colorean las cúpulas de lasiglesias), pavimentos, zócalos, rótu-los que dan nombre a las calles ynúmero a las manzanas, retablos desantos y, sobre todo, sotabalcones(chapados de azulejos en la partebaja del balcón).

Pero para el paseante con ganasde conocer el pasado de Valenciatienen un valor preferente aquellasque aparte de su valor estético apor-tan mensajes de cómo vivían losvalencianos en otras épocas. Lospaneles, de vivos colores, tienen fun-

damentalmente contenido religioso,en forma de retablo que habitual-mente eran costeados por los pro-pios vecinos, que organizaban unafiesta el día de su patrón, aunquetambién hay abundantes paneles deazulejos que servían como reclamo yrótulo de los diversos comercios delbarrio, o escenas de la vida diaria,de costumbres, campestres....

Por otra parte, las placas (una solapieza) son un elemento fundamen-tal para el paseante. Ellas nos infor-man del nom-bre de la calleo plaza dondenos encontra-mos, inclusode la direccióndel tránsito(ya no quedaninguna in situ). Son especialmenteinteresantes (por la elegante tipogra-

fía utilizada) los hermosos azulejosque corresponden al censo ordena-do por Carlos III en 1769, o los queinforman sobre seguros de incen-dios, con la inconfundible ilustra-ción de la casa en llamas.

EL HIERRO. Las embocaduras de lascerraduras, los picaportes, las alda-bas... a veces con figuras de animalesfantásticos o más sencillos como laque representa una mano con unabola. Las rejas, que protegen las ven-

tanas bajas o la parte superior delos balcones con su punta afila-da y disuasoria. Elementos metá-licos en los que la funcionalidadno está reñida con la belleza yque como las veletas que coro-nan algunos edificios, cúpulasde cimborrio o campanarios de

iglesia combinan con sutileza lopráctico y lo decorativo. El balcón

más común es el de barrotes cuadra-dos con uno o más de ellos tornea-dos o retorcidos en forma de tirabu-zón y bolas decorativas en las esqui-nas, tradicional del siglo XVII.También son destacables las grúas,barras que sobresalen de las facha-das que semejan gárgolas y que ser-vían para izar los muebles o las mer-cancías.

El descubrimiento de todos estoselementos, creados por varias gene-raciones de artesanos valencianos,constituye un reto accesible paracualquier ciudadano que quiera dis-frutar de alguna de las seis rutasque propone el libro Cerámica y hie-rro, descubrir el centro histórico, seispaseos sin prisas por uno de los cen-tros históricos más importantes deEuropa, lamentablemente abando-nado aunque con algún síntoma derecuperación.

Aldabas con forma de animal, rejas,sotabalconescerámicos, rótulos decalles o de seguroscontra incendios,retablos en honor alpatrón del barrio,cúpulas de colores…todo ello se localiza enel centro de Valencia apoco que se agudice lavista y el sentido.

Verja de hierro característica del barrio del Carmen.

Tejas vidriadas en lacúpula de una iglesia.

Panel de azulejos en la iglesia de San Lorenzo, frente al edificio de las Cortes Valencianas.

Aldaba con forma de animal.

Rótulo de azulejos en un popular comercio de la calle Alta, en el barrio del Carmen.

CiutatDescubrir el importante centro históricode la ciudad de Valencia es la pretensiónque guía a la Asociación de Vecinos delBarrio del Carmen al editar el libro«Cerámica y hierro», una recopilación deseis rutas por el casco antiguo que invitaa descubrir aquellos elementosartesanales (recubrimientos cerámicos yelementos de hierro) que siempre hanestado expuestos en sus casas, pero que

sólo con una mirada atenta ysosegada pueden hacer

disfrutar a lospaseantes.

Artesanía de la cerámicay del hierro en el casco

antiguo de Valencia

bella■ dimarts 16, a les 20 hores. CONCERTS

MAGLUSS«Planeta Terra»Magluss, sintetitzadors, veu, gong, mbira, tubs àlmics.

Maika Sánchez, dansa.

SET.UP.SO«Set.Up.So»

Josep Lluís Galiana, saxòfons. Jesús SalvadorChapi, percussió. Joan Martínez, electrònica.

■ dijous 18, a les 19.30 hores. DISSERTACIÓ CONCERT

LUIS PANIAGUA«Nanas de Sol»Luis Paniagua, veu, lira de la Mediterrània antiga i bol tibetà.

Roger Mas, bombos, llavors, claus, gong i veu.

■ dissabte 20, a les 20 hores. CONCERT

ELECTROACOUSTICQUARTETAgustí Fernández, piano. Evan Parker, saxòfons tenor

i soprano. Lawrence Casserley, procés de senyal d’instru-

ments en temps real. Joel Ryan, computadora en directe.

■ dimarts 23, a les 20 hores. CONCERT ACCIÓ

LLORENÇBARBER«La medioesfera de paper»- passe sense trucar -

AMB EL PATROCINI DE

CICLE DE CONCERTS I ACTIVITATS DIDÀCTIQUES

COL·LABOREN

DIRECCIÓ: PEP LLOPIS

Tots els concerts tindran lloc al Club Diario Levante (Traginers, 7. Pol. Vara de Quart. València). Entrada lliure. Informació al telèfon96 399 22 25, de 5 a 8 de la vesprada, de dilluns a divendres.

C

M

Y

K

C

M

Y

K

Page 17: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás GorriaUno de los placeres más reivin-dicados entre los bibliófilos essin duda el contacto físico conel objeto de su deseo, aquel li-bro o publicación por el que haninvertido dinero, tiempo o tra-bajo y que ahora tienen entresus manos o en anaquel de subiblioteca. En la vida de cual-quier bibliópata comme il fautlos momentos más emocionan-tes están relacionados con elolor a humedad de las libreríasde viejo en el que encontraronaquel libro o revista tan busca-da entre pilas de volúmenesusados.

Pero la bibliofilia del futuropinta de otro modo. Aquel tipode relación con los textos, o me-jor con los soportes de los tex-tos, está cambiando para des-gracia de los nostálgicos o paraalborozo de los tecnófilos. Uncambio de escenario propiciadopor las novedades en el recono-cimiento óptico de caracteres,que permiten digitalizar todotipo de publicación pero con-servando el diseño y la tipogra-fía original, con un texto que eseditable y navegable (hipertex-tual) y que permite funcionescomo buscar, copiar, etc..., endocumentos formateados e in-dexados en portable documentfile (pdf), legibles a través del yapopular (y gratuito) programade Adobe, Acrobat Reader, unaplataforma universal, pues nodepende del programa con elque originalmente se elaboró eldocumento.

Quizás pierda algo de encan-to, pero aquella bibliofilia de laera Gutenberg puede convivircon esta nueva manera de de-mocratizar el patrimonio edito-rial y además facilitar el accesode los investigadores a los con-tenidos de libros o revistas.

Al servicio de la causa popularNo es fácil que los impulso-

res de Hora de España imagina-ran que setenta años después,cupiera en un disco de poco másde medio palmo de diámetro yunos milímetros de espesortoda la colección de esta azaro-sa publicación. Una revista, laque ahora se presenta digitali-

zada por Faximil Edicions, quebajo los auspicios de las autori-dades culturales republicanasintentó representar, en mediode la vorágine de la guerra y larevolución, a la intelectualidadespañola fiel a la República.

Con la llegada a Valencia delgobierno republicano, ManuelAltolaguirre dirige un proyectoque seguirá el estilo gráfico y ti-pográfico que ya iniciara en re-vistas como Litoral: un cuidadodiseño editorial, que tiene en laclaridad compositiva y la so-briedad tipográfica sus elemen-tos más característicos, mien-tras las viñetas de Ramón Gayailustran con un estilo que ahoradenominaríamos de línea claralos artículos y aportan cierto di-namismo a la publicación. Alto-laguirre era un reconocido po-eta, pero también un afamadoeditor, e instruyó a los respon-sables de la Tipografía Moder-na de la calle Avellanas (dondese imprimía casi todo lo rela-cionado con el gobierno repu-blicano en Valencia) sobre lacomposición con tipos moder-nos, (en el sentido histórico, re-lacionado con la Ilustración)poco usuales en la época, aun-que sí utilizados en Valencia du-rante los siglos XVIII o XIX.

En la redacción, sita en el nú-mero 15 de la calle Pablo Igle-sias, (hoy María Cristina) deHora de España, se dieron citaun grupo de intelectuales quemás tarde constituirían una ge-neración marcada por el exiliopolítico; firmas que hoy se an-tojan indispensables en la cul-tura española del siglo XX: An-tonio Machado (que vivió enRocafort durante buena partede la existencia de la revista),Rosa Chacel, José Bergamín,Julián Marías, Max Aub, MaríaZambrano, Dámaso Alonso, olos poetas Neruda, Aleixandre,Alberti, Cernuda, Gil-Albert,Miguel Hernández, Juan Ra-món Jiménez, Tristan Tzara oLeón Felipe.

La categoría intelectual delos colaboradores de Hora deEspaña no puede soslayar el he-cho de que esta publicación fue-ra promovida y financiada por lasubsecretaria de propaganda,

creada por el periodista alican-tino Carlos Esplá en noviembrede 1936 con la pretensión deque avalara la República entrela intelectualidad progresistade Occidente. La inclusion en laúltima página de la revista delcintillo «visado por la censura»,que hoy nos pareceria intolera-ble, evidencia la complejidaddel momento histórico de laGuerra Civil.

La sempiterna cuestión de lautilidad social y política del arte,se refleja en el comentario queSánchez Barbudo, secretario dela publicación, hiciera años des-pués, desde las páginas de lamejicana revista Romances, con-siderada como la sucesora deHora de España en el exilio: «Lomismo que en Hora de Españaluchábamos por apartarnos (...)de los dos polos opuestos del este-ticismo desvitalizado y de la de-magogia, super ficialidad y tos-quedad. Y aspirábamos a menu-do a una síntesis entre lo objeti-vo, la descripción y el espíritu, laimpresión personal».

Unos nobles objetivos nosiempre conseguidos, pero quepueden rastrearse en la revistaa través de la polémica entre Jo-sep Renau y el ilustrador RamónGaya sobre la función social delcartel, o entre Sánchez Barbu-do y Guillermo de Torre sobrela gramsciana posiblidad de unaliteratura popular artística

Tal y como describe Pau Rau-sell en el texto introductorio a lacolección digitalizada, en la re-vista aparecen posicionamien-tos diferenciados, aunque elconjunto refleja una posicióncompacta. Rausell también des-taca que ante una lectura se-cuencial de la revista se eviden-cia, tras el arrebato entusiastade los primeros números, uncreciente desencanto ante laconstatación de que la guerra seesta perdiendo y cierta frustra-ción ante la escasa capacidad dela poesía para el triunfo militar.

Salvo por su circunstancialemplazamiento, la presencia va-lenciana en la publicación es es-casa. A pesar de las colabora-ciones regulares de Gil-Albert,o las muy ocasionales de Mi-guel Hernández, Max Aub o Jo-sep Renau, la revista no mues-tra una especial vinculación conValencia.

Utilizando una de las herra-mientas que nos ofrece Acro-bat, podemos buscar en toda lacolección la aparición de la pa-labra Valencia y comprobar estaafirmación. Curiosamente, elúnico artículo de temática es-trictamente valenciana es unareseña sobre el Jardín de Mon-forte, en el número XXIII, unnúmero editado en Barcelona yque no llegó a distribuirse alcoincidir su edición con la en-trada de las tropas franquistasa la Ciudad Condal.

Josep Iborra reflexiona en«Inflexions» sobre l’art, la moral, lapolítica, la religió, el pas del temps,la mort i altres temes relacionatsamb la condició humana (pàg. 5).

Assaig

La revista que fue la voz de laintelectualidad republicana, editada enValencia, aparece recopilada en un CD

Hora «digital»de España

p o s d a t apdSuplemento Cultural

1Levante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 10 de junio de 2005

Arriba, portada tipográfica del primernúmero, editado en enero de 1937en Valencia. Sobre estas líneas, deizquierda a derecha, M. Altolaguirre,J. Gil-Albert y R. Gaya, tres de losprincipales artífices de la publicación.A la izquierda, cartel de Gaya.

❙❙❙

Puede rastrearsela polémica entreRenau y Gayasobre la funciónsocial del cartel

Page 18: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

Tomás Gorria Ortega

■ VALENCIA

EL 26 de noviembre,hace ahora setentaaños, y tras un azarosotrayecto, la caravana

llegaba a Valencia. La familia Ma-chado se instaló, como el resto dela comitiva, en la Casa de la Cul-tura, en la calle de la Paz. Pero losproblemas de salud del poeta re-comendaron un cambio de aires.Las autoridades republicanas dis-pusieron entonces que su destinofuera Rocafort, un tranquilo pue-blo, a veinte minutos en tren des-de la Estacioneta, en el que se en-contraba Villa Amparo, un chaletburgués de estilo neoclásico, conamplios jardines de limoneros,palmeras y buganvillas, junto a lahuerta y la acequia de Montcada.«Desde los miradores se abarca-

ba la maravillosa huerta valen-

ciana, labrada con ese amor que

los valencianos ponen sobre sus

campos», escribirá años mas tar-de José Machado, en el libro «Ul-timas soledades de Antonio Ma-chado».

Los biógrafos del poeta coinci-den en que la época de Rocafort fueel período más tranquilo de la últi-ma etapa de su vida, además deprotagonizar una feraz actividad li-teraria. Escribió colaboracionesperiodísticas (Abc, La Vanguardia),poemas (recopilados en el libro La

Guerra, editado por Espasa Calpeen 1937), artículos de más caladoensayístico (colaboraciones deJuan de Mairena para Hora de Es-

paña) o encargos más o menos ur-gentes para las combativas publi-caciones de la época.

«En el amplio comedor —escri-be su hermano José— se quedaba

todas las noches ante su mesa de

trabajo y, como de costumbre, ro-

deado de libros. Metido en su ga-

bán desafiaba el frío escribiendo

hasta las primeras horas del ama-

necer, en que abría el gran venta-

nal para ver la salida del sol o, en

otras ocasiones, y a pesar de estar

cada día menos ágil, subía a lo

alto de la torre para verlo desper-

tar allá lejos, sobre el horizonte del

mar».

En realidad, el poeta sevillanoestaba prácticamente recluido en

8/9 En domingo 26 de noviembre de 2006

A finales de noviembre de 1936, la situación de Madrid era extremadamente delicada. ElQuinto Regimiento organizó una comitiva paratrasladar a una comisión de intelectuales ycientíficos a nuestra ciudad, sede del gobiernorepublicano. En uno de aquellos autobuses,que partió de Madrid viajaba Antonio Machado y su familia.

Francisca Castellano, vecina deRocafort, trabajó al servicio de la

familia Machado durante suestancia en Rocafort. En la imagen,

en los jardines de la finca. FOTOCEDIDA POR LA FAMILIA MARCO CASTELLANO

Machadoen Rocafort

HACE SETENTA AÑOS LLEGABA A VALENCIA ANTONIO MACHADO, QUE VIVIÓ EN ROCAFORT HASTA MARZO DE 1938ANIVERSARIO

LA lealtad de Antonio Machado ala causa republicana, a la legi-

timidad democrática que repre-sentaba el gobierno republicanodel Frente Popular fue una lealtad -y nunca mejor dicho- a prueba debombas.Machado, desde Rocafort y a pesarde su debilidad física, trabajó conenergía generosa y solidaria al ser-vicio de la causa republicana conla fuerza de su pluma, que era lafuerza de su razón (aunque, pordesgracia, ya sabemos que lasguerras las gana la razón de lafuerza y no la fuerza de la razón).Colaboró en todos los números dela revista «Hora de España» que,junto a «Nueva Cultura» son, sinduda, dos de las mejores revistaspublicadas durante la guerra civil yambas en aquella Valencia republi-cana. Ayudó en la medida de susposibilidades a la entonces nece-saria labor de agitación y propa-ganda: firmó manifiestos; intervinoen polémicas como la suscitadapor el doctor Lafora a propósito dela Casa de la Cultura, y siempre lohizo en defensa de las autoridadesdel Ministerio de Instrucción Públi-ca porque representaban para él lacausa «popular». Y no por casuali-dad sobre pueblo y cultura versósu discurso el 10 de julio de 1937

ante el Segundo Congreso Interna-cional de Escritores para Defensade la Cultura, inaugurado el día 4en el salón de sesiones del Ayunta-miento de Valencia, el acto de pro-paganda más espectacular organi-zado por el gobierno republicanodurante la guerra civil. Un Congre-so en el que intervinieron algunosde los mejores escritores de todoel mundo, que vinieron a nuestraciudad para manifestar pública-mente su solidaridad con la Espa-ña republicana, atacada por el fas-cismo internacional (nunca deberáolvidarse que la República no hizola guerra sino que se la hicieron).Y, ante todo y sobre todo,AntonioMachado siguió escribiendo desdeRocafort infatigablemente porqueésa era la mejor manera de expre-sar su solidaridad con los milicia-

nos republicanos que, a vida omuerte, combatían en las trinche-ras en defensa de la democracia yde la libertad. Y Antonio Machadosiguió escribiendo en Rocafort lasprosas de su excelente «Juan deMairena» y sus poemas de guerra,en donde latía el mismo alientoque impulsaba a aquellos milicia-nos en los frentes, milicianos y susjefes militares que representabanpara él lo más noble del pueblo es-pañol.Antonio Machado, por su calidadliteraria, lealtad política y firmezade convicciones, se convirtió -como Valle-Inclán, Federico GarcíaLorca y, más tarde, Miguel Hernán-dez- en un símbolo del antifascis-mo intelectual, en un escritor querepresentaba la causa republicanaen guerra contra el fascismo.

■ MANUEL AZNAR SOLER. Catedrá-tico de Literatura Española en laUniversitat Autónoma de Barcelo-na, coautor de «La guerra civil enla Comunidad Valenciana»

La Repúblicaque no pudo ser

Manuscritosde poemas de

AntonioMachado

escritos enRocafort,

cuyosoriginales se

encuentranen la

BibliotecaNacional.

Durante algún tiempo,se creyó que esta foto

estaba tomada enColliure. La foto de la

derecha, tomada en laterraza de Villa Amparo,demuestra el verdadero

origen de la misma.FOTO: EDITORIAL PLANETA

FOTO: T. GORRIA

Ilustración de Ramón Gaya para el artículo deMachado, «Sigue hablando Mairena a sus alumnos»,

del número II de Hora de España (febrero de 1937), enel que se puede adivinar la silueta del poeta cruzando

un pequeño puente sobre la acequia de Montcada,cercana a Villa Amparo.

Page 19: DISEÑOE ECTRODOMÉSTICO · en escena, consciente del valor se-mántico de estos objetos que se inte-gran en nuestro entorno doméstico y conviven con nosotros más de lo que nos

la finca. Tan sólo cogía el trenet

para comprar libros en las librerí-as de viejo del barrio del Mercadoo en ocasiones excepcionales,como las que requería su condiciónde Presidente de la Casa de la Cul-tura o las ponencias del Congresode Intelectuales. Su acto publicomás destacado fue su presencia enun mitin del Primero de Mayo delas Juventudes Socialistas, con undiscurso en en el que paradójica-mente se declaró no marxista.

VISITAS ILUSTRES. Sin embar-go, las visitas a Villa Amparo de losintelectuales que residían o visita-ban Valencia eran constantes. Porlos jardines de membrillos y limo-neros pasearon personajes de la ta-lla de Tristan Tzara, León Felipe,Rafael Alberti, Octavio Paz,José Bergamín, Vicente Gaos,María Zambrano, Juan Gil Al-bert, o Ramón Gaya (muchos deellos miembros de la redacciónde Hora de España), que han de-jado en sus obras las reseñas desus encuentros con el poeta,pero muy probablemente tam-bién los miembros del gobiernorepublicano (según Gibson, Ne-grín le ofreció a Machado la car-tera de Cultura, que rechazó) quetambién pernoctaban en las lujo-sas mansiones de la burguesía va-lenciana de Godella y Rocafort,que la República requisó para susautoridades.

En marzo de 1938, Antonio Ma-chado recibe un telegrama en elque se le conmina a que abandoneValencia y vaya a Barcelona, nue-va sede del Gobierno. Tras una es-tancia de unos meses en la CiudadCondal, en la inhóspita Torre Cas-tanyer, inicia el penoso camino delexilio, acompañado, entre otros,por el rector de la Universidad deValencia, José Puche. Semanasmas tarde, el 22 de febrero de 1939,Machado morirá en Colliure.

En lo que se refiere a las refe-rencias bibliográficas que reflejenla estancia del poeta en Valencia yRocafort podemos destacar la edi-ción en 1984, de Valencia a Ma-

chado, un libro de gran formatoeditado por la Generalitat Valen-ciana, en el que se recoge la mayo-ría de la producción literaria delpoeta durante su estancia en nues-tra Comunitat. Un bello ejemplar,coordinado por Rafael Pérez Con-tel y Jesús Huguet, a la manera enla que la imprenta «La TipografíaModerna» editaba los libros de laValencia republicana, en la que elestilo tipográfico de Manuel Alto-laguirre marcó escuela.

Más allá de este libro homena-je, hay que rastrear en las diversasbiografías machadianas (la muyreciente de Ian Gibson) o en algu-nas obra aisladas como «Los lími-tes del modernismo», del valen-ciano Rafael Ferreres, en la que re-lata cómo le incomodaban las re-ferencias a su querido hermanoManuel, militante de la causa fran-quista.

En Internet, resulta imprescin-dible la visita a www.abelmar-tin.com, revista digital de estudiosmachadianos, dirigida por JordiDoménech, en la que se encuentraabundante y documentado mate-rial gráfico y literario sobre Anto-

nio Machado, también sobre su pe-ríodo valenciano.

LOS POETAS HABLAN POCO.Francisca Castellano Gómez (1906-1980) trabajó como criada de la fa-milia Báguena (propietaria de lamansión) en Villa Amparo desdeprincipios de la década de los trein-ta, pero una vez requisada la casacontinuó trabajando en ella, al ser-vicio de la familia Machado.

Seguramente fue una de las po-cas personas de Rocafort que tu-vieron trato con la familia del poe-ta, ya que en aquella época, la fincaestaba algo alejada del pequeño nú-cleo urbano del pueblo, y la familiade los Machado rara vez se acerca-ba a él. Tras la guerra, ella y su fa-milia trabajaron como caseros en lapropiedad.

Manuel Marco, hijo de Franciscay vecino de Rocafort, nació en VillaAmparo en 1946, y vivió hasta los 14

años en la casa. En declaraciones aLevante-EMV, Manuel comentó queaunque su madre no le llegó a con-tar nada relevante sobre aquellaépoca, (no tenían conciencia de laimportancia del personaje), sí re-cordaba una anécdota que su ma-dre le contó a Carmen Clausell, unapoetisa francesa que en 1979 reca-ló en Rocafort para rememorar laestancia del poeta: «Ustedes no ha-

blan casi nada», le comento Pa-quita a Don Antonio, quien respon-dió; «los poetas hablan poco».

Sorprendentemente, una suertede manto de silencio rodea la es-tancia del poeta entre los habitan-tes de Rocafort. A excepción de lafamilia de Francisca, no hemos en-contrado testimonios que recorda-ran el paso de los Machado. Del mis-mo modo, un portavoz de la familiaBáguena, rehusó hacer cualquiertipo de declaraciones a este perió-dico sobre el tema, sin especificarsus razones.

Quizás el hecho de que la casafuera requisada por el gobierno re-publicano, con apresuramiento yposiblemente sin los requisitos le-gales pertinentes (y en una épocaciertamente convulsa), haya preva-lecido al paso del tiempo y al valorhistórico y literario de su ocupante.

Tan sólo una placa (instalada enla casa en 1979 por una asociacióncultural ya extinta) y la rotulaciónde una calle de nueva creación pró-xima a Villa Amparo, recuerdan elpaso del poeta por el pueblo, posi-blemente el único acontecimientopor el que el nombre de Rocafort esconocido fuera de la Comunitat Va-lenciana.

Tampoco parece que el Ayunta-miento (en manos del Partido Po-pular) planee honrar la memoria delpoeta a corto o largo plazo. A ins-tancias de este periódico, el Ayun-tamiento ni negó ni afirmó esta po-sibilidad pero si confirmó la inexis-tencia de documentación en sus ar-chivos sobre este tema.

Hace años se creó la denomina-da red de ciudades machadianas,integrada por las corporaciones lo-cales de Baeza, Barcelona, Madrid,Sevilla, Soria, y Segovia, pero Ro-cafort nunca perteneció a la mis-ma (tampoco cuando el gobiernomunicipal era socialista). En trein-ta años de democracia, ni una solapublicación, ningún acto de ho-menaje oficial, ningún recuerdo ohito relevante…

En la actualidad, y a través de lasubsede de la Fundación Societat iProgrés en Rocafort, se esta traba-jando en la preparación de una ex-posición y un programa de actosque constituya un año dedicado alpoeta en el 70 aniversario de su lle-gada a Rocafort, que posiblementese inaugure a finales de este año.

Por lo demás, Villa Amparo, queen la actualidad es un restauranteespecializado en recepciones y bo-das, es un edificio catalogado conel nivel 2 de protección urbanísti-ca, que permite pensar que no serávíctima de la especulación inmo-biliaria, a pesar de que su extensaparcela ocupa una privilegiada po-sición (al lado de la estación delmetro y en un entorno urbano re-sidencial) en el cada vez más ape-tecible suelo de esta población del’Horta Nord.

L igero de equipaje», la biogra-fía de Machado del escritor

hispano-irlandés Ian Gibson hasido uno de los acontecimientoseditoriales de los últimos meses.El escritor ha respondido a laspreguntas de Levante-EMV sobresu libro y la relación de Machadocon Valencia y el gobierno repu-blicano.

—¿Qué importancia tuvo la es-tancia en Valencia y Rocafort enlos últimos años de su vida?—Machado siempre decía que le afec-taban mucho los lugares en que residía.Era el caso, seguramente, de Rocafort.Allí escribió obra importante, disfrutódel paisaje, gustaba de subir a la torrede Villa Amparo y ver desde allí el mar alamanecer, compuso sonetos conmove-dores, muchos artículos para la prensa,era visitado por distinguidos escritores ynumerosos periodistas, etc.—¿Cómo fue su relación con elgobierno republicano?—Relación estrecha, desde luego, has-ta el punto de que, según los familiaresdel poeta, Juan Negrín le ofreció en1937 la cartera de Cultura, oferta re-chazada. No hay que olvidar nunca queMachado casi nació con el republicanis-

mo en la sangre, debido en primer lugara su abuelo. Durante los cinco años dela Segunda República su compromisocon la democracia y su antifascismoeran conocidos de todos.A lo largo dela guerra afirmó una y otra vez su leal-tad a la República y se podría decir quedio su vida por ella.—¿Cómo valora la repercusióneditorial de su biografía sobreMachado?, ¿Considera que elpoeta esta suficientemente reco-nocido en nuestro país? —Creo que era un libro necesario, queha llenado una laguna.Alrededor delpaís la gente me ha expresado su fervormachadiano, la profunda admiraciónque le suscitan el hombre y su obra.Me alegro de haber podido a llevar abuen puerto mi proyecto biográfico,aunque soy el primero en reconocer susdeficiencias. Pienso que el poeta serácada vez más conocido, aquí y fuera. Yno sólo el poeta sino el pensador. Ma-chado es hoy un referente ético para to-dos cuantos desean una España culta yprogresista. ■ T. GORRIA

«Negrínofreció aMachado lacartera deCultura»

Los biógrafos deAntonio Machadocoinciden en que la estancia delpoeta en Rocafortfue el período mástranquilo de sus últimos años yespecialmentefructífero en suproducciónliteraria.

FOTO: T. GORRIA

Aspecto actual de Villa Amparo.Bajo estas líneas, una delas portadas de laedición valenciana deHora de España, en laque Machado colaboraba

con regularidad.

En las escaleras de Villa Amparo, Machado (en el centro) junto a dosperiodistas de Fragua Social. La imagen ilustra una entrevista publicada

en ese diario cenetista el 19 de diciembre de 1936, días después de lallegada de Machado a Rocafort. FOTO: HEMEROTECA MUNICIPAL DE VALENCIA

Ian Gibson.FOTO: EFE

ENTREVISTA