diseña proyectos de trabajo
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3.3.1 Diseña proyectos de trabajo para vincular las necesidades del entorno y la institución con base en un diagnóstico
Como docente, debo poseer un conjunto de saberes, los cuales me llevarán a
desarrollar mi práctica, con una visión de mejora; como son los conocimientos,
habilidades y actitudes propios de mi profesión. En este caso, mi formación como
normalista desde primer semestre tenía que haber desarrollado una competencia
profesional, la cual constaba de trabajar la unidad de competencia Diseñar
proyectos, para solucionar problemáticas presentadas en las necesidades del
entorno y la institución por medio del diagnóstico.
Pero en ese tiempo, no tenía noción de que estaba desarrollando la unidad de
competencia, sino hasta el momento de justificar cada evidencia desde primero
hasta octavo semestre en el presente portafolio. Para adentrarme en la reflexión del
desarrollo de la citada unidad de competencia, iniciaré diciendo que en la
presentación PPT “Principios de la institución”, reconocí en mi propio discurso que:
“…el simple hecho de ver cómo los maestros daban solución a los problemas
presentados en el aula, en nuestro aprendizaje uno desarrolla en cierta forma una
noción del ser docente” (Medrano, 2016). Ya aquí tenía presente la unidad, aún no
era desarrollada por mí, pero con el simple hecho de haber visto en mis
observaciones o cuando era estudiante, cómo los docentes daban solución a los
problemas presentes en el aula, me daba una noción de que había algo que “seguir”,
pasos para dar la clase, cómo preparar la clase con anticipación o atender
cuestionamientos que surgían de los padres de familia, alumnos o directivos.
A pesar que logré observar cómo los docentes tenían esa comunicación con los
actores de la comunidad escolar, para llegar acuerdos o soluciones, no era para mí
necesario ni prioritario considerarlo como un problema socioeducativo, porque no
impactaba en mi persona ni en mi preparación como docente. Ahora, ya en el último
semestre de formación inicial, reconozco que un problema “...es todo aquel que se
lleva a cabo dentro de una comunidad escolar, que involucra a los docentes, padres
de familia, alumnos, directivos y autoridades dependiendo del problema que surja,
el cual puede ser desde del aprendizaje hasta problemas sociales” (Medrano, 2016).
Es ahí donde logré comprender que se necesita de ese vínculo, entre los docentes,
directivos y padre de familia para poder diseñar proyectos con la comunidad escolar
para darle solución a una o varias necesidades de su entorno.
En la misma evidencia se encuentra el desarrollo de la unidad de competencia,
desde otra visión, ya que me di a la tarea de analizar y comprender las
características de la educación básica basada en mi experiencia, mis cortos
pensamientos sobre el concepto de enseñanza y lo que en ese momento lograba
comprender sobre los procesos de aprendizaje. Basándome en un diagnóstico
observable, en el cual pude analizar y desarrollar la unidad, comprendí que la
educación ofrecida en las escuelas, necesita basarse en las necesidades del
entorno y trabajar en conjunto con la institución.
Esta unidad la puede enriquecer más cuando el catedrático aportó sus
experiencias como docente frente a grupo, dándome una visión más allá del trabajo
de un docente y cómo las problemáticas presentes en cada principio del trabajo
realizado, se presentan dentro y fuera del aula, en los padres, alumnos, docentes y
directivos; al igual cómo es que la educación cambia por el avance de las
sociedades, el pensamiento de los padres de familia y todo agente que interviene
en la educación. Es por eso que como asumo la responsabilidad de actualizarme y
profesionalizarme día con día, para diseñar proyectos donde se involucren todos
esos actores de la comunidad escolar, vinculada con lo que necesitan desarrollar o
llegar a alcanzar.
En el siguiente semestre pude notar un pequeño avance en el desarrollo de la
unidad de competencia. Al realizar la Planeación Educativa como evidencia
integradora, me di cuenta de la responsabilidad de todo profesor de planificar sus
clases. La planeación me llevó a comprender que no solo es hacer actividades para
llenar el inicio, desarrollo o cierre, sino que cada apartado debe tener un propósito
específico del porqué esa actividad está dentro de la planeación. Por eso es
primordial realizar actividades que tengan un aprendizaje significativo en el
estudiante, ya que de ellas depende lograr el aprendizaje esperado.
Si no se consolida lo que se tiene planificado existen varios factores, como puede
ser: No conoce las necesidades de los educandos, los tiempos planeados, los
materiales a utilizar, compromiso de los alumnos y padres de familia antes estas
situaciones el docente debe tener habilidades para improvisar, llegando al carácter
flexible de la planeación. Es por eso que me debo basar en los cambios curriculares,
plan y programas, de igual forma contextualizar y abordar el contenido según las
necesidades de la sociedad que se presentan.
Cuando el docente diseña una planeación acorde a las necesidades de su grupo,
del contexto, apoyo de los padres y la forma de aprendizaje lleva a cabo una
auténtica intervención educativa. Para Páez (2011) “La Intervención Educativa es
una práctica que busca la mejora del niño, de las personas, de las comunidades,
para que puedan tener una mejor vida, y una mejor relación con los demás” (p.322).
En ese sentido, la intervención educativa se debe realizar en la práctica, es ahí
donde puse un poco en juego el desarrollo de la unidad de competencia, al realizar
la planeación solo guiándome de la observación, sin dar clases ninguna vez y solo
pensar cómo vincular las actividades con las necesidades del entorno donde había
ido a observar y solo realizar un diagnóstico con los instrumentos (entrevista y guion
de observación).
Pero llegó un punto donde no solo tuve el papel de observadora dentro del grupo,
sino que interactúe con los alumnos cuando la maestra pedía de mi apoyo para
seguir explicando el contenido que estaba abordando. Mi corta experiencia me llevó
a atender las necesidades en los alumnos, aplicando los pocos conocimientos que
había adquirido al entrar a la normal y mi preparación personal. También tuve mi
primer acercamiento a dialogar con los padres de familia, ya que estos me
cuestionaban sobre las tareas, comportamientos, etc.
Es ahí donde comprendí la importancia de trabajar con la comunidad educativa,
a pesar que aún no lo tenía bien reafirmado, ni sabía cómo esto influía en el
desarrollo de mi preparación como docente. En palabras de Salazar (1996, citado
por Escobar, 2001) “Actualmente se llama comunidad educativa al conjunto de la
familia, la escuela, la sociedad…” (p.100). Como lo mencioné, la poca experiencia
que tenía, no me hacía comprender la importancia de trabajar con esos actores,
pero todas esas acciones presentes en las primeras observaciones, me colocaron
en otro nivel en el desarrollo de la unidad de competencia, por el hecho de diseñar
una planeación para atender las necesidades que me estaba exigiendo el entorno,
en este caso la comunidad educativa.
Siguiendo con las evidencias, a continuación hablaré sobre la “Planificación a 6°
“B”. Esta fue la primera vez que estuve frente a grupo, planifiqué y puse en práctica
esas actividades para el aprendizaje de los alumnos; tuve interacción con la
comunidad educativa, al igual que directivos, docentes y padres de familia.
La evidencia la desarrollé en el curso Alfabetización inicial, esto hizo que antes
de planificar “…logrará el dominio conceptual e instrumental de disciplinas, para la
construcción de estrategias didácticas efectivas de índole didácticas, así como
analizar y comprender campos del plan de estudios y programas de educación
básica” (Medrano, 2016).
Como lo indica el programa vigente en educación básica, Español se trabaja
mediante proyectos, es por eso que se necesita del trabajo colaborativo para poder
llevarlo a cabo. Para Pérez (2007) “El trabajo colaborativo (…) invita a construir
juntos, para lo cual demanda conjugar esfuerzos, talentos y competencias mediante
una serie de transacciones que les permitan lograr las metas establecidas
concensuadamente” (p.269). Es por medio del trabajo colaborativo, que tuve un
mejor acercamiento al tutor, los alumnos y padres de familia, por el hecho de haber
trabajado ese proyecto y necesitar el apoyo de cada actor mencionado.
Siendo uno de mis primeros acercamientos a la práctica, dando la asignatura de
Español, logré ver cómo los estudiantes comprendían las prácticas sociales del
lenguaje y las ponían en juego a la hora de desarrollar el proyecto, que nos llevaba
paso a paso, hasta llegar a elaborar el producto final. En esos momentos, no tenía
en cuenta cómo la elaboración de proyectos, debía tener un seguimiento y se apega
nuevamente a la intervención educativa. Para Alzate, Arbelaez, Gómez y Romero
(2005) la intervención educativa es “El conjunto de acciones con finalidad,
planteadas con miras a conseguir, en un contexto institucional específico (en este
caso la escuela) los objetivos educativos socialmente determinados” (p. 1).
Es por eso que al momento de realizar un proyecto en alguna asignatura que
trabaja de esta forma o porque hemos ponerlo a la necesidad del entorno, debe
estar involucrada la intervención educativa, ya que así vamos a tener una finalidad
con acciones planificadas a conseguir, de esta manera, al tener el dominio de todos
esos elementos antes de realizar mi planeación, el diagnostico que realicé al aplicar
instrumentos de observación, entrevistas al directos, al tutor y algunos lograron una
mejor experiencia en ellos y desarrollando en mi unidad de la competencia, por
haber realizado lo antes mencionado.
En la siguiente evidencia, se podrá notar más el desarrollo, acercamiento y
comprensión de la unidad de competencia, por el simple hecho de iniciarme en la
planificación de un Proyecto de intervención con la comunidad: “…Esta evidencia
consistía en un proyecto de intervención con la comunidad, en el cual se trabaja una
problemática detectada al realizar el diagnóstico necesario y revisar los indicadores
previos para su realización” (Medrano, 2016).
Fue así como finalmente emprendí el viaje en el diseño de proyectos; en esos
momentos aún no conocía los elementos que lo conformaban; para eso fue
necesario recoger información relevante sobre los factores del contexto educativo
que intervienen en los procesos de aprendizaje, realizar un diagnóstico, establecer
problemáticas y prioridades, para finalmente decidir qué situaciones atender. Páez
(2011) menciona que “La Intervención Educativa es una práctica que busca la
mejora del niño, de las personas, de las comunidades, para que puedan tener una
mejor vida, y una mejor relación con los demás” (p.322).
La intervención educativa se inclinó por dar solución o mejora en la comunidad:
trabajé la desintegración familiar que causaba un impacto negativo en el aprendizaje
de la mayoría de los alumnos de esa escuela de práctica. A pesar que esta
intervención debía realizarse con la comunidad educativa, no la apliqué por falta de
tiempo, compromiso del catedrático y uno como alumno. A pesar de eso entendí
que al diseñar proyectos, estos han de vincularse con las necesidades del entorno,
en ese caso la comunidad.
Ahí es donde razoné, que los proyectos no solo inician dentro del aula, sino
también por la intervención de la comunidad. En palabras de Salazar (1996, citado
por Escobar, 2001) “Actualmente se llama comunidad educativa al conjunto de la
familia, la escuela, la sociedad…” (p.100). Es así como comprendí que al trabajar
una intervención educativa, mediante el diseño de proyectos, se necesita trabajar
con la familia. Bolívar (2006) afirma que “…la familia es un vehículo mediador en la
relación del niño con el entorno, jugando un papel clave que incidirá en el desarrollo
personal y social” (p.121). Por eso es que me incliné en trabajar por medio de los
padres de familia, para que así los alumnos sintieran ese apoyo y tener los
elementos en cómo desarrollar el proyecto.
Hasta entonces entendí que el propósito de la intervención me permitió
comprender las problemáticas o soluciones que se presentan en lo educativo, en
este caso con la relación a la comunidad y cómo esto afecta al alumno, dándome la
pauta para intervenir en el entorno, por medio de este proyecto. Así mismo reconocí
los ámbitos de competencia del quehacer docente y cómo es que el docente
interviene de una manera significativa en las problemáticas que se presentan dentro
del salón de clases. Para eso debo hacer una investigación y comprender que las
problemáticas pueden venir de diferentes factores, ya sea desde la casa, del
aprendizaje del alumno, de cómo enseña el maestro, del aula o la institución.
Así queda comprendido en lo profesional, la importancia de diseñar proyectos,
en los cuales se trabaje con la comunidad escolar. Con el trabajo de la unidad de
competencia, en ese momento no pasaba por mi cabeza, que estuviera
desarrollando la competencia profesional, basándome en la unidad. Es por eso que
ahora que puedo analizar y reflexionar, me percato que el nivel de la unidad de
competencia fue satisfactorio para esos momentos, ya que comprendí por primera
vez cómo se diseñaba un proyecto, llegando a desarrollar las habilidades de cuánto
tiempo debe durar el proyecto, los recursos a utilizar, la finalidad a las que se debe
llegar, quienes serán los participantes y hacia quien va dirigido.
A pesar que no apliqué, realicé un diagnóstico, para poder vincularlo con las
necesidades del entorno donde estaba practicando en ese entonces. A llegar a
sexto semestre, realicé la evidencia integradora de un proyecto de intervención, el
cual tenía el nombre “Trabajando la inclusión en el aula”. Haciendo la reflexión y
análisis me puedo percatar que esta evidencia es una de las que más me acercó al
desarrollo de la unidad de competencia “Diseñar proyectos para vincular las
necesidades del entorno y la institución con base en un diagnóstico”.
Para empezar, ya sabía el concepto de intervención educativa, que desarrollé en
otro semestre elaborando otro tipo de proyecto. Es ahí donde me quedó claro que
se encarga de la interacción para resolver una situación de aprendizaje de los
alumnos, problemáticas con los padres de familia, comunidad o la misma escuela.
Por eso, como afirma SEP (2012), se entiende como intervención “La capacidad
que tiene un sujeto de actuar con y para los otros con una finalidad específica” (p.2).
En este caso tenía que trabajar una problemática que ayudara a la comunidad, que
empezara dentro del aula e impactara en la sociedad, esto quiere decir una finalidad
específica.
Para trabajar esta intervención educativa, mencioné que lo trabajé por medio de
proyectos, esa es la razón por la cual “reconocí los requerimientos mínimos para el
diseño y el desarrollo de programas y proyectos socioeducativos, lo llevé a una
reflexión crítica al momento de responder cada una de las 10 preguntas del autor
Ezequiel Ander-Egg para la realización de proyectos, las cuales son ¿Qué?, ¿Por
qué?, ¿Para qué?, ¿Cuánto?, ¿Cómo?, ¿Dónde?, ¿A quiénes?, ¿Con que?,
¿Cuándo? y ¿Quiénes?” (Medrano, 2016). .
Aquí es donde llego al análisis de cómo en ese momento ya había tenido
acercamiento con la unidad de competencia, con el simple hecho de saber la
manera o los pasos que necesitamos para realizar un proyecto. Fue donde aprendí
qué se debe hacer, con qué finalidad, para quiénes se realiza, si necesito de
recursos económicos, humanos, etc. El tiempo o lapso con el cual voy a trabajar y
poder llegar a resolver ese problema presentado en el diagnóstico.
Al realizar ese diagnóstico por medio de entrevistas a padres, docentes y
encuestas a los alumnos, me percato que con los resultados obtuve lo que trabajaría
durante ese proyecto, haciendo desarrollar la unidad en lo que respecta al vínculo
de las necesidades del entorno; en este caso trabajé con la comunidad educativa.
Para Krichesky (2006) “La comunidad educativa como un espacio cerrado,
instalando como únicos miembros (salvo situaciones puntuales) a los docentes, los
alumnos y los padres, y estableciendo para cada grupo atribuciones claramente
definidas” (p. 15).
Con eso me queda claro, la importancia de trabajar con la comunidad cuando se
realizan proyectos, así fue como en práctica “la problemática detectada puse en
juego el propósito de enseñar a docentes, alumnos y padres de familia los factores
que representan las barreras de aprendizaje hoy en día dentro del aula, llevándome
a la reflexión crítica, que para trabajar por medio de proyectos, se necesita de la
intervención con toda la comunidad escolar, siendo un apoyo fundamental la
práctica” (Medrano,2016).
Como lo plantea Schön (1998), hay dos momentos fundamentales en la reflexión
de la práctica, los cuales me ayudaron al desarrollo del proyecto: primero es
reflexionar antes de aplicar y enseñar, esto surge cuando planeamos o pensamos
que impartiremos; y después de lo que realicé, viene la evaluación del trabajo que
he realizado y si este fue correcto, así es como llegué a la reflexión sobre la acción.
Mencionando la reflexión sobre la acción en la práctica, puedo decir que esta
unidad de competencia no se hubiera desarrollado, sino no existiera la práctica
profesional, la cual nos acerca más a la realidad de las vivencias que tiene un
docente al día y como al trabajar por medio de proyectos, este necesita del
“…trabajo colaborativo de los alumnos, la docente y el acercamiento a los padres
de familia” (Medrano, 2016).
Al trabajar en colaboración con estos actores, se aprende demasiado, desde la
forma de interactuar con ellos hasta la forma en cómo dialogar cuando se presentan
situaciones o problemáticas dentro del aula o la institución. En palabras de Guitert
y Giménez (2000, citados por Podestá, 2014) “El trabajo colaborativo es un proceso
en el que cada individuo aprende más de lo que aprendería por sí solo, fruto de la
interacción de los integrantes del equipo” (p.4).
Es por eso que al trabajar por proyectos, debo involucrar el trabajo colaborativo
con la comunidad escolar que está dentro de la problemática, con el afán que
aprendieran o aplicaran temas que no tenían conocimiento. En el caso de este
proyecto de intervención realizado, la mayor parte de los alumnos, padres de familia
y hasta mi tutora no tenían conocimiento o no le daban la importancia a la inclusión
dentro del aula, ya que no se notaba el trabajo colaborativo. Fue así como los fui
acercando a desarrollarlo y aplicarlo, para que entendieran que esto no solo afecta
a personas con discapacidades o necesidades específicas, sino también a una
persona regular mediante las barreras de aprendizaje, que enfrentamos todos.
De este modo desarrolle, de una manera satisfactoria y con una enseñanza
vivencial, el trabajo con la unidad de competencia, a pesar de no haberme percatado
del trabajo de la misma. Pero ahora me doy cuenta cómo trabaje todos los aspectos
que la conforman, desde la realización del diagnóstico, vincularlo con las
necesidades y trabajarlo por medio de proyecto.
La siguiente evidencia la llevé a cabo en séptimo semestre, teniendo el
acercamiento a la práctica totalmente, siendo la encargada de enseñarle al grupo
de 3° “A”, de interactuar con los docentes, directivos y padres de familia. Con esta
evidencia integradora empecé con el desarrollo de la competencia profesional,
poniendo en juego la unidad de competencia.
Para empezar a trabajar la competencia profesional, que no había desarrollado
en mis años de preparación, en la escuela normal, realicé un diagnóstico para tener
más claro el panorama al cual me iba a enfrentar, al momento de poner en juego el
dicho desarrollo de la competencia. Para Luchetti (1998), desde el punto
etimológico, “se entiende por diagnóstico el proceso a través del cual conocemos el
estado o situación en que se encuentra algo o alguien con la finalidad de intervenir,
si es necesario, para aproximarlo a lo ideal” (p.17).
El diagnóstico sirve para ver la situación o nivel en el que estamos. En este caso
lo realicé por medio de las entrevistas a los padres de familia, alumnos y docente.
Con los resultados obtenidos me pude percatar que no se tenía el apoyo de los
padres en las actividades de sus hijos, aprendizaje en los alumnos por la misma
razón y que el docente tenía poco de haber llegado a esa escuela, aún no entablaba
un canal de comunicación con ellos.
A pesar de encontrar la problemática dentro del aula, no tenía que enfocarme a
darle una solución, sino en desarrollar en mi ser profesional la competencia
“Intervenir de manera colaborativa con la comunidad escolar, padres de familia,
autoridades y docentes, en la toma de decisiones y en el desarrollo de alternativas
de solución a problemáticas socioeducativa”, con la ayuda de la unidad de
competencia, antes mencionada.
Es por eso que a partir de aquí las evidencias se trabajaron por medio del diseño
de proyectos. Para Benítez (2008) un proyecto de trabajo “Es un conjunto de
actividades interrelacionadas y coordinadas entre sí, que permiten satisfacer
necesidades o resolver problemas en un determinado plazo” (p.3). Por eso el trabajo
de proyectos tenía la finalidad de realizar actividades donde se involucrara la
participación del padre de familia, durante las jornadas de práctica.
La primera evidencia que trabajé fue la “Visita al Museo de Antropología” con “el
propósito de ver el compromiso de los padres de familia de llevar a sus hijos, puesto
que no se contaba con el dinero para la renta de un autobús, el canal de
comunicación que tiene el docente-tutor con los padres de familia y conmigo misma,
para ponernos de acuerdo con la realización de la actividad” (Medrano, 2016).
Con esta actividad vi el impacto del apoyo de la familia en la educación del
alumno, el papel de la misma, la cual haría que el proyecto se realizara, al igual la
comunicación entrelazada con ellos. Con estas actividades, los padres se darían
cuenta, de que el alumno debe ser apoyado por su familia, por el hecho que este
siente, razona y aprende de lo que ve. Sino ve a su familia involucrada en la
institución, el desarrollo del alumno es diferente. Por eso Bolivar (2006) afirma que
“…la familia es un vehículo mediador en la relación del niño con el entorno, jugando
un papel clave que incidirá en el desarrollo personal y social” (p.121).
Si el niño ve cómo su propio padre, participa en las actividades relacionadas con
la institución o del aula, eso hará que el docente tome en algún momento el papel
de mediador para que el alumno también coopere con el trabajo dentro del aula
involucrando su aprendizaje, también la comunicación con los padres de familia y la
interacción con sus demás compañeros del centro de trabajo. Es por eso que esta
primera actividad fue importante para ver cómo interactuaban los padres, esto se
logró gracias al guía, el cual cuestionaba a todos, para poder participar.
La visita se realizó vinculando la necesidad que tenían los padres de familia para
pagar el boleto de la entrada al museo, por eso cuestioné y realicé un documento
con el apoyo de mi docente-tutor y del director, donde pedía el sustento de la
directora del museo para que entraran los padres y alumnos sin pagar; se logró y a
pesar de eso no se obtuvo la participación de todos los padres.
“Así fue como me percaté del compromiso de algunos padres de familia en la
educación de sus hijos, la importancia que es la comunicación con el padre y el
maestro” (Medrano, 2016). Haciendo pensar en mí, cómo tendría que acercarme al
padre para establecer una comunicación y para poder efectuar el proyecto que tenía
que lograr, a pesar que en algunos casos el contexto influía bastante en el desarrollo
de los proyectos, por el tipo de trabajo que tienen algunos padres de familia, ya que
no siempre se iba a poder contar con su presencia, pero eso no fue una limitante.
Hablando del desarrollo de la unidad, esta tuvo un avance significativo, por el
hecho de empezar a aplicar el proyecto y ver cómo el diagnóstico había dado los
resultados correctos para poder empezar a trabajar con los padres de familia. Lo
único que tenía que pensar, era cómo debía vincular la necesidad de los demás
padres que no participaron en esta actividad, para poder obtener su presencia en
futuras actividades.
Por eso la siguiente evidencia la trabajé dentro de la institución y del aula, esto
con el afán que los padres entendieran lo significativo que es el apoyo de la familia
dentro del aprendizaje, ya que por medio de ese conjunto se hace un vínculo, donde
el entorno familiar contribuye al desarrollo de un buen comportamiento, que se ve
reflejado en la escuela. Henao (2012) afirma que “…la familia es un conjunto de
personas que están unidas por vínculos de afectividad mutua, mediada por reglas,
normas y prácticas de comportamiento…” (p.332).
Como se comporta el alumno en el aula, es como se ve reflejado lo que aprenden
en su casa, así fue como el proyecto de involucrar al padre de familia en el
aprendizaje de su hijo fue por medio de “Exposición de dialectos hablados en el
estado de Veracruz”. Esta evidencia la trabajé en dos sesiones antes y la repartición
de los dialectos fue de un día a otro. “El objetivo de la actividad, fue que los padres
vieran la exposición, valorarán el apoyo en prepararlos y cómo se requiere de su
apoyo en el aprendizaje de sus hijos” (Medrano, 2016).
A pesar de hablar con los padres de familia y cómo tenían que apoyar a sus hijos,
el día de las exposiciones no se vio el interés en el aprendizaje. Por esa razón el
docente interfirió haciéndoles reflexionar de los problemas que tenían sus hijos en
lectura y escritura. Fue ahí cuando los padres de familia vieron el papel principal
que tienen respecto a la educación de sus hijos.
Al término de la actividad, varios padres hablaron conmigo en cómo podrían
apoyar ellos a sus hijos y fue así como me percaté que había logrado la atención,
preocupación, o lo que les haya causado a los padres para volver prioridad el
aprendizaje de su hijo. Con esto me volví consiente de la importancia de la toma de
decisiones dentro de la intervención, para pensar cual sería la actividad siguiente a
desarrollar dentro de este proyecto. Para Ariño (2012) “Tomamos decisiones para
resolver asuntos que van surgiendo o que vamos provocando con el objetivo de
mejorar nuestra situación” (p.52). Ya que al momento de ver el trabajo de los padres
de familia, en ocasiones no resultaba como pensaba y tenía que buscar alternativas
para mejorar las situaciones que se demostraban, como: apatía de las madres de
familia, comunicación, horario de realización de las actividades, etc.
Pero a pesar de todo eso que se me presentaba, en este caso mi propósito era
profundizarme más a la situación de tener la participación de los padres en la última
evidencia que debía realizar, vinculando las necesidades del entorno fue como logré
el trabajo de la unidad de competencia, desarrollándola aún más de lo que empecé
desde los primeros semestres, donde no sabía ni el concepto de intervención, cómo
se realizaba un diagnóstico y mucho menos el trabajo por proyectos, de igual forma
cómo tendría que vincular las necesidades del entorno y la institución.
Con lo que desarrollé de la unidad de competencia en la realización de las
evidencias anteriores, me fue posible realizar el último proyecto, en el cual pensé
como involucraría por completo a los padres de familia. Es así como volví a diseñar
el proyecto, ajustado a las necesidades que me pedía el entorno rescatar; como fue
la comunicación, compromiso, responsabilidad y más interacción con los padres de
familia, para que apoyaran a sus hijos en realizar la última actividad que ayudaría a
desarrollar la unidad de competencia, por el hecho de tener su participación.
Por eso la evidencia que elaboré fue “Obras de teatro en la asignatura de
Veracruz”, con el afán de dejar en claro cómo los padres juegan un papel importante
en la vida de sus hijos y esto se ve reflejado en el aprendizaje. Con lo que observé,
los padres dejaron de ser espectadores a las actividades de sus hijos, para pasar a
ser participantes activos dentro del proceso educativo de sus hijos. Para Muñoz
(2009) “Los padres son protagonistas fundamentales en el proceso educativo de
sus hijos. La colaboración con ellos debe garantizar desde todas y cada una de las
funciones que se dan en la escuela…” (p.5).
Por eso la colaboración con ellos debe ser importante a la hora de trabajar, ya
que de esas interacciones o situaciones que se me presentaban a la hora de estar
realizando las obras, hacían que me acercara un poco más a la vida de los niños,
conocer las pautas de crianza y las preocupaciones de los padres. Con esta
actividad entendí la necesidad del entorno en el cual estaba desenvolviendo la
práctica profesional, porque a pesar de estar en medio del barrio “El Dique”, los
alumnos no vienen de esa zona, sino que venían de las cercanías o alrededores,
teniendo un nivel socioeconómico medio-bajo y es por eso que no les podía exigir
tanto en la caracterización de su personaje; aquí es donde me percato que apliqué
la vinculación de las necesidades del entorno, para el desarrollo del proyecto.
Por eso, cuando empecé a trabajar el tema de las obras, a los padres ya se les
había informado en la junta de calificaciones del segundo bimestre, haciéndolos
firmar un acuerdo donde se comprometían a apoyarnos lo más posible en la
realización de su vestuario (reciclado) y ayudar a su hijo con los diálogos. Viendo
respuestas favorables, ya que los padres cada día me preguntaban si ya había dado
los papeles o el guion de la obra.
Al empezar con los ensayos de la obra, dejé de lado algunas otras asignaturas
para enfocarme en preparar de manera adecuada a los alumnos, para que no
pasara los inconvenientes de las exposiciones. Mediante los ensayos se podía notar
el avance del alumno y el apoyo que le daban, ya que cada día se veía como se
memorizaban la mayoría de los diálogos; es por eso que en unos ensayos
videograbé para tener prueba de esos avances.
Cuando llegó el día de la presentación, se tuvieron algunos inconvenientes, pero
nada de eso impidió la realización de las obras, ya que los alumnos venían
preparados para realizarlas y “…en los padres de familia se podía notar el avance,
al ver sus gestos en la forma en que veían a sus hijos interpretar dicha obra: les
tomaban fotos, les hacían señas para que se acordarán de sus diálogos, les
realizaron sus capas, máscaras y en uno de los casos un padre de familia le compró
a su hija el traje de chango que interpretaría en la obra” (Medrano, 2016).
Al final el docente-tutor pasó al frente a agradecer a los padres de familia el
compromiso y el gran avance significativo en el aprendizaje de sus hijos, por haberlo
ayudado aprenderse sus diálogos y venir a ver a la obra. En lo que a mí respecta,
hablé con los padres individualmente al final de las obras y ellos mismos me decían
el gran avance que vieron, cómo sus hijos estaban emocionados por haber hecho
por primera vez una obra y nerviosos de olvidarse de los diálogos.
Es así como terminé el proyecto de interactuar con los padres de familia,
docentes, directivos, para el logro de la competencia. Hablando de la unidad de
competencia, puedo decir que fue un avance excelente y tuvo en mí un aprendizaje
permanente a la hora de darme cuenta que actualmente sé cómo desarrollar el
diseño de proyectos, ya que en la presentación de las obras, tuve un seguimiento,
una preparación de varios días, una aplicación “presentación” y recursos humanos
(padres de familia, alumnos y docente-tutor), los cuales son uno de los recursos que
nos marca el autor Ander-Egg al momento de realizar proyectos. Este con el objetivo
de vincular las necesidades del entorno, la cual era la relación con los padres de
familia, la comunicación con el docente-tutor.
Con esta evidencia me queda claro que al momento de desarrollarla, me
percataba de todos los pasos del diseño del proyecto, de cómo vinculaba las
necesidades del entorno y la institución. Al igual que cuando elaboré el diagnóstico,
ya tenían en mente los resultados que iba obtener. Ahora puedo decir que esta
unidad de competencia, la aplico de manera favorable, me percato del compromiso
que es el diseño de proyectos, los recursos que se necesitan para llevarlo a cabo y
me doy cuenta que esto lo estaré aplicando aun cuando ejerza como profesional,
ya que mi preparación como docente, no termina hasta aquí, quiero y debo seguir
preparándome más en el desarrollo de proyectos.