discursos sin publico - fabian norbey moreno

7/23/2019 Discursos Sin Publico - FABIAN NORBEY MORENO

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discursos

sin

públicoEDICIONES

fabián norbey moreno



LalibertadEDICIONES

Queda prohibida cualquier forma de reproducción, distribución,comunicación pública o transformación de esta obra sin contar con laautorización de los t i tulares de propiedad intelectual .

© Ediciones Lalibertad S.A.

Diseño de cubierta y fotografía: Diadeltriunfo Agency



A mi madre Azucena Ramos Ortíz, porenseñarme el significado de las

palabras.



discursos sin público / fabián norbey moreno

INTRODUCCIÓN

Durante algún tiempo de mi vida tuve la impresión de que las

palabras no eran más que etiquetas, y que solo tenían la laborde representar ideas. Sin embargo, gracias a la enseñanza demi madre y de la gente que me rodea pude entender que laspalabras son energía y que pueden transformar. Después dedigerir tal verdad comprendí que los discursos son accionescomplejas que pueden transformar a la sociedad, para mal opara bien. Claro, un discurso sin la ejecución (acción) puede

resultar vacío: Las palabras son semilla, la acción es la tierraque la hace germinar.

Con ese antecedente encima, me dediqué a escribirartículos, poemas, discursos y otros textos que representandistintos momentos de mi vida. Acá hay que recordar que nosomos los mismos todo el tiempo, que no pensamos de lamisma manera siempre; por eso algunos de mis escritos

podrían contradecirse, pero bien, representan mipensamiento esencial. Algunos fueron publicados, otroshasta ahora conocen ese privilegio. Algunos salieron engrandes medios y otros solo fueron impresos caseramente,pero todos representan mi intención de aportar en eldesarrollo de un deber que todos tenemos: Mejorar el mundo.

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Jambaló, 23 de noviembre de 2011

Comunicado frente ala situación socio-

política actual de

Jambaló.

Publicado en redes sociales virtuales



La comunidad de Jambaló vive algo que yo he consideradollamar “paranoia política”. La paranoia es un desordenmental que hace que el paciente constantemente se sientaperseguido y atacado. Por lo tanto, el paranoico tiene unavisión deformada de la realidad que lo hace asumir casisiempre a los demás como enemigos. He podido observarque en Jambaló gran parte de la población se entiendecomo “sujeto perseguido”. Es un fenómeno ya de por sípreocupante, pero mucho más grave todavía cuando losindividuos encargados de ejercer autoridad experimentanesa misma situación. Pues bien, eso es justamente lo que

sucede en Jambaló: Aquí las autoridades también están“paranoicas”, se sienten constantemente atacadas y a todoel que ofrezca una visión diferente frente a algún aspecto enparticular lo ven como enemigo.

Es una lástima porque la historia nos enseña que losgrandes proyectos se han construido no con la opinión de

una sola persona o de un solo grupo, o de una solacomunidad sino gracias a visiones distintas: Las visionesdistintas son buenas porque ejercen una función de control,en cambio la unidad de pensamiento no incentiva a la críticay casi siempre deja pasar los errores. La sociedad modernaque hoy tenemos se ha construido gracias a la maravillosadiversidad de pensamiento. Hagamos un ejercicio: Le

propongo a los presentes que se imaginen una sociedad endonde todos hablemos igual, caminemos igual, tengamos losmismos defectos y los mismos dones, tengamos los mismosgustos y aborrezcamos las mismas cosas. Toda una sociedadde iguales, de repetidos. ¿Es posible un mundo así? Y si esposible, ¿Para qué sirve y hacia dónde va? Por eso hoy hagoun llamado a la sensatez. A todos, a mí, a usted y a ellos. Pero

sobre todo a las autoridades: No somos sus enemigos los queestamos en desacuerdo con algunas de las cosas queustedes hacen o dicen. Muchas veces a mí me han dicho queestoy en contra del “proceso comunitario” porque heexpresado mi opinión en contra de cosas que me parecen


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injustas. Pero me da tristeza que mientras se pierde tiempo enseñalamientos absurdos, al valiosísimo proceso comunitario lodestruye varios fenómenos que he identicado, como porejemplo: La creciente ola de drogadicción en las institucioneseducativas, el accionar de los grupos armados legales eilegales que se asientan en el resguardo, la falta dealternativas a la desmedida exposición a los contenidos delos medios masivos de comunicación y la falta decapacitación de nuestros jóvenes en temas políticos. Sinmencionar también que en este territorio cada día existenmenos garantías para la libertad de expresión y de

pensamiento, lo que va en contra de cualquier procesocomunitario, porque un proceso comunitario exitoso seconstruye entre diferentes, todo proyecto social formado porpersonas que piensan lo mismo no es más que un proyecto devida individual. Por eso pido a las autoridades que seangarantes de la libre expresión y que abran espacios a ladiferencia. A mí personalmente me parece incomprensible

que las comunidades indígenas en la actualidad siganapelando a la decisión colectiva como máximo derecho arespetar, sabiendo que la decisión colectiva tiene mucho delos tiempos de la opresión colonizadora cuando los europeosnos entendían a los indígenas como menores de edad opeor, animales no pensantes que no podían tomar decisionesindividualmente ni mucho menos concertar. Hoy los tiempos

han cambiado, y en nuestras comunidades la gente ya escrítica, ya analiza, ya debate. Por eso pienso que el derechoal libre pensamiento está por encima del de la decisióncolectiva.De otro lado, entiendo perfectamente, la actitud de loscomuneros que han decidido acudir a vías de hecho parahacer valer su derecho a ser escuchados. Como estudiante

he aprendido que tradicionalmente las sociedades hanacudido a movilizaciones y a paros cuando no encuentranmecanismos de participación. El conducto normal de laspeticiones o reclamos de las comunidades ante sus dirigentesson, por ejemplo, los espacios de diálogo; pero cuando éstos


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no existen o si existen no funcionan, entonces el puebloacude a medidas que pueden parecer extremas. Comohabitante de este país he aprendido que, aunquequisiéramos, aquí las cosas no funcionan dentro del marco delas leyes, por eso los grandes triunfos populares se han logradono con peticiones o carticas a las autoridades sino con parosy movilizaciones: Un ejemplo claro es que el paro de losestudiantes universitarios logró frenar el trámite del proyectode ley de reforma a la educación superior. Si los estudiantesuniversitarios hubiéramos buscado tumbarlo a través de lafuerza de la ley o del reclamo a la buena fe del presidente no

se habría logrado absolutamente nada. Ustedes en esesentido tienen mayor experiencia que yo, pues no puedennegar que los grandes triunfos del movimiento indígenacolombiano se han logrado con paros y movilizaciones. Yoentiendo que en éste país no hay que buscar el diálogo sinopresionar al diálogo. Mucho más cuando nuestrasautoridades locales lastimosamente han copiado el mismo

modo de actuar de las autoridades nacionales: El mayordefecto político que se constituye en no escuchar ni atenderlos requerimientos de la gente. A nuestros gobernantes se lesolvida algo elemental y es que la política se hace con lagente. Y si existiera un manual para hacer una buena gestiónpolítica seguramente diría que hay que escuchar a todos, asísean una minoría, así estén equivocados, y no solo una vez

sino dos, tres y muchas veces. El buen gobernante escucha yno se limita a deslegitimar los reclamos de sus gobernadoscon la excusa de que son minoría o que no tienen la razón, omucho más: que son enemigos. Yo recuerdo mucho quealguna vez me puse a la tarea de encontrar el peor error delgobierno de Álvaro Uribe y me di cuenta que éste consistía endeslegitimar a todo el que opinaba diferente diciendo que

era un terrorista. Para él todos teníamos que estar de lado desu famosa política de seguridad democrática, y todo el quese le ocurría pensar algo distinto era llamado “enemigo”. Noquiero que esto se repita en Jambaló. Quiero aclarar sinembargo que no sólo las autoridades son las que tienen el


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deber de facilitar espacios de diálogo sino que losciudadanos también tenemos que buscarlos. Ante estaparanoia no hay que quedarse callados, hay que crearmecanismos de participación, redes de veedurías,organizaciones de jóvenes, de mujeres, de estudiantes quemiren con lupa las gestiones de nuestros dirigentes y queademás aporten ideas para la construcción de unacomunidad más justa y equitativa. Por eso hago un llamado alos estudiantes de los colegios porque ellos tienen el deber degastar todo lo que han aprendido en la formación de unaconciencia crítica ante lo que sucede en Jambaló. A ellos les

digo que dejen la apatía a la política.Todavía sigo de acuerdo con la idea de que uno puede ir solopor un camino, pero si alguien le dice que va por la rutaequivocada puede evitarse muchos dolores de cabeza.Todavía sigo de acuerdo con la idea de que los mejoresamigos son los que se dicen las verdades para que el otromejore y que quizá el peor enemigo es aquel que sólo le dice

cosas bonitas, porque el día que vaya por el caminoequivocado, tal vez por miedo a no criticarlo, no le dirá queva a caer.


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Popayán, 20 de julio de 2012

¿Indignados?

Publicado en diario El Espectador



Quizás un Estado de furor mediático sea el que haya llevadoa la prensa colombiana en conjunto a registrar con ímpetu laacción de desalojo que ejerció la Guardia Indígena contralos militares dispuestos en el cerro Berlín de Toribío (Cauca).

El Espectador tituló: “Desplazados”; Noticias Caracoldestacó la imagen del sargento Rodrigo García llorando y alnal concluyó con que “los colombianos están indignados”.El Tiempo, el a su estilo (el de defender el statu quo), realzó enprimera página las palabras del presidente Santos que sererió al hecho con la despótica frase: “Todo tiene un límite”.

En general, los medios de comunicación colombianos seconformaron con poner a circular las imágenes en las que losindígenas evacuan a los militares usando cierto tono deamarillismo y, acto seguido, una gran cantidad decolombianos —de quienes se suele decir que somos unpueblo sin memoria— pusieron el grito en el cielo.

Pero e l inconveniente no es tanto la gran

trascendencia que se le dio al hecho; incluso hay quereconocer que hubo abuso de fuerza por parte de la GuardiaIndígena. El inconveniente es que con el huracán mediáticode esta semana quedó en evidencia la poca trascendenciaque se les ha dado a las acciones en las que son los militareslos verdugos del pueblo nasa del Cauca.

El 16 de septiembre de 2006, el niño indígena WílderFabián Hurtado fue asesinado en una vereda de Jambaló porun explosivo lanzado por el Ejército Nacional. El 1° de febrerode 1988 miembros del Ejército Nacional asesinaron —luegode sacarlo de su propia casa— a Germán Escué Zapata, un

joven de 21 años que ya había tenido recorrido en cargosmenores de la organización indígena nortecaucana. Para noir muy lejos, en varias marchas de protesta contra el

incumplimiento de compromisos adquiridos por el Gobiernohan sido golpeados e incluso asesinados integrantes delmovimiento indígena a manos del Escuadrón MóvilAntidisturbios, como es el caso de Pedro Poscué, quien perdióla vida en el resguardo indígena La María–Piendamó (Cauca)


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en 2005.

Aquí el asunto es que indudablemente no hay una justa difusión de la información. Tiene más peso mostrarles a

los colombianos un video en donde un militar llora quedestacar los actos de etnocidio y humillación a los que hansido sometidos por las Fuerzas Armadas estatales muchos delos indígenas que se han atrevido a reclamar legítimamentesus derechos. Ante estos hechos sí valdría la pena decir: “Estono se le hace a un colombiano”.

Es cierto que el Estado tiene en sus militares laherramienta necesaria para conservar la seguridad y el ordenen todo el territorio nacional, pero también es paradójico —ytambién contraproducente— que a nuestras comunidades,olvidadas durante mucho tiempo, la única cara del Estadoque se les muestre ahora sea la de un hombre armado queviene a imponer la lógica de la guerra y a presumir de víctima


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Jambaló, 13 de marzo de 2012

Que las Farc no pretendan

meternos en su lógica demuertes, venganzas,

bombas y llanto.

Publicado en redes sociales virtuales




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Columna de opinión sobre comunicado de las Farc alpueblo indígena del norte del Cauca.

Las Farc han emitido un mensaje dirigido hacia las

comunidades indígenas del Norte del Cauca, y como partede estas comunidades me siento en el deber de refutar,desde mi saber y entender, algunos planteamientos queaparecen en el mensaje.

Las Farc comienzan equivocándose completamenteal comparar, e incluso unir en un único interés, la lucha civil del

pueblo indígena con el camino de sangre trazado por ellosdurante las últimas cuatro décadas. En una injusta analogíaseñalan que las dos luchas, la de los indígenas y la de ellos sonorillas de un mismo río. En ese caso, la desembocadura del río,o el destino de éstas luchas (dispares para mí) según las Farcsería la conquista de una vida digna para todos y todas.Vuelven a equivocarse entonces con su mensaje, pues la

clara realidad nos muestra que el blanco de casi todos lasacciones armadas de éste grupo son siempre colombianosde clase baja, campesinos e incluso indígenas. La preguntaes entonces: ¿Será que matando al pueblo raso y muchasveces inocente, se puede construir un futuro digno para todosy todas?

En este mensaje las Farc muestran un discurso facilista.

Prueba de ello es que reducen el panorama político actualdel país a dos bandos: Uno conformado por la oligarquíanacional en cabeza de Juan Manuel Santos (yo diría másbien que la oligarquía nacional es presidida por los grandesgrupos económicos del país que tienen más poder y margende decisión que el propio presidente de la república) y otroconformado por el pueblo pobre en su mayoría. Las Farc,

entonces, o desconocen que Colombia no es un país enblanco y negro o se hacen los de la vista gorda para ocultarque en nuestro país existen muchos más actores que formanparte de la diversidad de la coyuntura socio-política. No haysólo dos bandos, no estamos hablando de un país polarizado




que obligue a que se esté de un lado o del otro. (O como ellosacostumbran a proponer: El que no está a favor de las Farcestá a favor del Ejército). Y en caso de que existieransolamente esos dos bandos: oligarcas y pobres, me surge otra

pregunta: ¿Cuándo se ha escuchado que las víctimas de losataques atroces de las Farc son los oligarcas? Desde luegoque con esta pregunta no estoy haciendo una apología a lamuerte. Lo ideal es que no muera nadie, ni rico ni pobre. Queno mate el Estado (que de hecho lo hace) y que no maten losgrupos ilegales. Lo que quiero con esta pregunta es dejar aldescubierto la doble moral de las Farc, que mientras dicen ser

el ejército del pueblo actúan más bien como el ejército quemata al pueblo. En el reciente comunicado, por ejemplo,éste grupo quiere lucir como el defensor de las comunidadesindígenas del Norte del Cauca, algo que por lo menos suenacómico. Y plantean que ellos están aquí para defender elterritorio cuando se sabe que las Farc están en el Norte delCauca porque es un territorio que les interesa en términos

geopolíticos, geo-militares o geoeconómicos: Desde acápueden atacar y esconderse vestidos como indígenas;desde acá pueden ir al Valle, al Huila, al Tolima y a la CostaPacíca, y pueden usar las mismas rutas para sacar almercado externo su cocaína.Por último, las Farc, hablan de ciertos dirigentes indígenas quesegún ellos están dividiendo a las comunidades. Frente a esodiría que pese a que haya diferencias entre ciertos sectores

de las comunidades (incluso eso es bueno, yo siempre hedefendido la idea de que incluso en nuestras comunidadesindígenas no se puede negar el derecho al pensamientoindividual y a la diferencia) nuestro estilo es resolver esasdiferencias por medio de la palabra, del diálogo, del análisis,de las asambleas y nunca a través de la eliminación física delcontrario, como ellos acostumbran a hacerlo. Los pueblos

indígenas hemos sido quizá los únicos representantes de laideología política de la No-Violencia en Colombia. En esesentido, sabemos que aunque nuestras comunidadespuedan vivir en la actualidad un ambiente de antagonismotodas las soluciones pasan por la negociación activa, en la

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que el opositor no tenga que ser humillado sino que ambaspartes ganen. Hay que entender que históricamente lassociedades han convivido en la diferencia sin que estotermine necesariamente en conicto o sin que ese conicto

signique la muerte de seres humanos. Así entonces, lo que yole pido a las Farc es que respeten nuestro procedimientocomo pueblos indígenas y que no pretendan meternos en sulógica de muertes, venganzas, bombas y llanto.

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Jambaló, 27 de julio de 2007

Las razones de una marcha

Publicado en revista Semana

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Todavía tengo frescas las imágenes del documental'Somos alzados en bastones de mando'. Allí vi sentadocómodamente, después de que fue editado, cómo mishermanos indígenas eran arrasados junto con sutradicional rmeza. La rmeza y la valentía de losindígenas nasa (también las de los indígenas misak). Lospo l ic ía s d e l E s cuad r ón Móv i l An t id i s tu r b io samparándose, como cobardes, bajo una armaduranegra y un escudo de bra de vidrio, sometían elempeño de nuestro pueblo a punta de grandes chorros

de agua y gases lacrimógenos, y quién sabe de quémás… En el sitio (Resguardo indígena La María,Piendamó, Cauca, 2005) murió el compañero PedroPoscué. Esa vez mis hermanos fueron humillados,estaban protestando no sin justa razón, y el gobierno deÁlvaro Uribe desatendió el llamado del pueblo y mandóun grupo de irracionales, unos vestidos de negro y otros

vest idos de verde, para disolver la protesta.

Una buena noticia: ¡El pueblo indígena protestanuevamente!, es el camino ideal para nosotros, puesestá comprobado que las peticiones totalmentepacícas no despiertan el interés del gobierno, y menosdel actual. Pero también estamos convencidos de que

nuestro método de lucha nunca será la violencia, ni elsecuestro, ni la muerte. No es otra cosa, el puebloindígena se avergonzó, al n, de lucir conformado con lasituación actual de Colombia. Se sonrojó del silencio. Ysalió a la calle para invitar a los negros, a los campesinos,a los mestizos, a las mujeres, a los hombres, a los viejos, alos niños, a los trabajadores… para que muestren ante el

mundo su deseo de cambiar para bien al país. Pero nosólo para que dejen ver los deseos de un país nuevo yalcen la voz, sino para que todos juntos empecemos aconstruirlo. Claro, para construir algo primero hay que

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desearlo. Que no venga ahora a decir el gobierno quedetrás de todo esto están las Farc, o el ELN o cualquierot ro g rupo armado. Es ta mov i l i zac ión es lamanifestación de la voluntad del pueblo. La idea es quese una cada vez más gente a nuestra propuesta, por esola movilización visitará grandes ciudades de la zonaandina de Colombia: Cali, Armenia e Ibagué, ynalmente llegará a Bogotá, que es donde estánquienes deben escucharnos. Los dos grandes objetivosde la movilización son hacer conciencia de la situación

actual de nuestro país y buscar soluciones, métodos,ideas y propuestas para mejorar esa situación. Lasorganizaciones indígenas han enumerado los siguientespuntos como razones para la movilización (a modogeneral):

-La seguridad democrática, que lo único que ha hecho

es echarle más leña al fuego del conicto armadocolombiano y las comunidades indígenas estánsufriendo en carne propia sus efectos: desplazamientoforzado, asesinato de sus líderes y violación de susderechos. Pedimos una salida negociada al conictoarmado y abogamos por el intercambio humanitario.

-La privatización de los recursos naturales. El gobiernoestá entregando a empresas transnacionales losnacimientos de agua (para nosotros, al igual que latierra, el agua es sagrada) y las minas para que éstas lasexploten a benecio de sus intereses económicos.-El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, quedeja en gran desventaja a los productores y los

agricultores de nuestro país, ante los productos quellegarán del norte.

-La para-política. El Congreso de la República, las

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gobernaciones y las alcaldías son algunos de los entesque, al estar comprometidos con el paramilitarismo, nopueden ejercer su principal función, que es legislar ygobernar para el pueblo.

-Los medios masivos de comunicación, que, aunquealardean luchar por la libertad de prensa y por elderecho a la información, son maniquíes de los grandesgrupos económicos que distorsionan la realidad de lainformación a favor de sus intereses.

Ahora recuerdo también las movilizaciones popularesde Ecuador y Bolivia, en donde los indígenas llamaron yel pueblo se unió. Cuando el pueblo se une, no haygobierno que aguante, cayeron presidentes. Es unrecuerdo grato. Aunque en Colombia la situacióngeopolítica es diferente a la de Ecuador o la de Bolivia,

estoy seguro de que aquí también se pueden hacergrandes reformas sociales. Y el pueblo es quien debehacerlas, pues es el pueblo el único perjudicado con lasdecisiones del gobierno. Uribe está gobernando para losgrupos económicos, está echándole candela alconicto armado… Vamos a tumbar el gobierno deUribe, queremos un presidente que trabaje realmente

para el pueblo. Ese gato no sirvió. El de mano fuerte ycorazón grande se pió. Lo mejor es que se vaya, queacepte que se equivocó de cabo a rabo, aunque esode entrada es un imposible, pues pocas veces aceptaequivocarse. ¿Quién puede con su ego? Ni él mismo.

A todos los colombianos que desean un cambio social

los invito a que cuando vean un indígena movilizándosepor su dignidad en Cali o Armenia, en Ibagué o Bogotá,le den un vaso de agua, le den la mano y le den la razón.Se sienten con él a conversar, hablen de lo que está

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pasando en Colombia, y juntos, todos los sectores,empecemos a levantarnos y a protestar por las cosasque pasan, esas que ya nos dio vergüenza ignorar.

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Fabián Norbey Moreno estudió en el colegio

Bachillerato Técnico Agrícola de Jambaló.Luego cursó el programa de Ciencia Política(con énfasis en teoría política) de la Universidaddel Cauca.

El autor:

discursos sin publico - fabian norbey moreno

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