discurso del medio ambiente
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DISCURSO -ENCUENTRO DE ORATORIA
Una cosa sabemos: que la tierra no pertenece al hombre, es el
hombre el que pertenece a la tierra.
“La extinción del hombre esta mas cerca de lo que imaginamos”
Estoy aquí ante todos ustedes muy emocionado, pero con una gran
preocupación y de esta quiero hablarles. Hoy… intentare disertar
acerca del RESPETO Y EL AMOR A LA NATURALEZA.
Veo con tristeza que mujeres y hombres no hemos sido racionales, ya
que la hemos atacado y lastimado, sin entender que lo que le hagamos a
nuestro planeta nos lo hacemos a nosotros mismos, a nosotros…. que
somos hijos de la tierra. Esa necedad del homosapiens de
autodestruirse.
Ejemplos de este ataque hay miles, pero mencionaré uno que debería flagelarnos, dolernos DSC02133y mover nuestras conciencias. Este caso es el río Lerma, el cual ha desempeñado un papel fundamental en la vida de quienes lo han acompañado: los que fueron antes y los que somos ahora.
Esas aguas que hoy ya no son cristalinas, están muertas; pero
esto debería doler a las conciencias de autoridades, de empresas
y todos nosotros quienes hemos tirado basura, arrojado desechos
o hemos dejado que todo esto pase; hoy ese líquido vital que
alimenta la existencia, se agota. Hemos olvidado que este río es
parte de nosotros pues no sólo es agua, es la sangre, la historia de
nuestros abuelos y abuelas, de nuestros padres y madres. Es nuestro
futuro, sencillamente es nuestra vida misma.
Ese grandioso río Lerma que ha sido tan generoso con nosotros y
al cual, le hemos pagado mal, contaminándolo, destruyéndolo,
enfermándolo cada día más.
No solemos darnos cuenta de la mayoría de las agresiones que hacemos
a la naturaleza. Vivimos en una sociedad consumista en donde comprar
es felicidad. Es evidente que la estamos destruyendo, es decir, que
estamos acabando con el sostén de nuestras vidas.
En pocas décadas estará en juego la vida de millones de especies,
incluida la especia humana. Por tanto, respetar la naturaleza es una
cuestión de supervivencia.
Respetar el medio ambiente no significa tan solo respetar el entorno en
el que vivimos, conservar un paisaje o salvar de la extinción a las
ballenas o los elefantes; significa cambiar nuestra forma de vivir y
nuestra actitud respecto del mundo y de nosotros mismos.
Debemos encontrar, individual y colectivamente otro estilo de vida, en
el que utilicemos productos ecológicos y los consumamos de manera
racional, aprovechando las ventajas de la tecnología pero sin dejar que
éstas nos deslumbren.
No podemos respetar a la naturaleza si no nos podemos respetar
a nosotros mismos. En el fondo, no la llegaremos a respetar
realmente hasta que aprendamos a verla como un ser vivo, animado,
hasta que nos demos cuenta de que nosotros también somos
naturaleza, naturaleza que camina, respira, palpita y habla.
Tenemos frente a nosotros un gran reto; el reto de crear una cultura de
respeto y amor a la naturaleza, para que vivamos en un mundo en el
que haya paz en todos los aspectos, estamos obligados a transformar
esa cultura de guerra y de violencia hacia la naturaleza, ya no podemos
continuar hiriendo a nuestra madre tierra.
Definitivamente tenemos que evolucionar y esto exige la
participación, de autoridades, de empresarios, de los padres y las
madres, de los maestros y maestras y de cada uno de nosotros
para que ofrezcamos a las generaciones futuras valores que les
ayuden a forjar un mundo donde se respire aire limpio, donde
vivamos en armonía con el medio, un mundo justo, más solidario,
más libre, digno y armonioso con mejor prosperidad para todos.
Vivir en una cultura de entendimiento hace posible el desarrollo
duradero, la protección del medio ambiente y la satisfacción personal
de cada ser humano.
Por que debemos ser conscientes de la parte de responsabilidad ante el
futuro de la humanidad, especialmente para las nuevas generaciones
de hoy y de mañana.
No podemos permitir que esta situación nos rebase, debemos
actuar y ser contundentes es responsabilidad de todos aprender
a vivir en equilibrio con el medio, pero aun más importante
desaprender los malas prácticas en contra de la naturaleza.
Finalmente quiero exhortarlos a que reflexionen que en nuestras
manos está el no permitir que termine la vida y comience la
supervivencia.