Imagen corporal en mujeres adolescentes

En el tema de la salud mental uno de los aspectos más importantes y que llaman mucho la atención es la relación que se da entre la imagen del cuerpo, el peso y las presiones culturales para desarrollar insatisfacciones o rechazo al cuerpo en adolescentes y mujeres jóvenes.

Aunque bien es cierto que los estándares de belleza han cambiado y a medida que pasa el tiempo se hacen más exigentes para las mujeres de diferentes edades, razas y contexturas, aun así se está generando un incremento en las intervenciones quirúrgicas para el mejoramiento de la imagen corporal, para alcanzar ideales de belleza impuestos por la sociedad y los medios de comunicación.

La insatisfacción con el propio cuerpo en adolescentes y mujeres jóvenes pueden tener múltiples factores, entre las cuales se destacan la búsqueda de ganancias socialmente deseables, como lo es el utilizar la belleza corporal como estrategia para conseguir la tan anhelada aceptación social en las adolescentes y jóvenes, obtener un trabajo, mejorar las relaciones de pareja o en última instancia ser aceptada. También puede estar incentivada por factores internos totalmente subjetivos tales como la modificación de imperfecciones, preocupación e insatisfacción marcada o excesiva referente a uno o más aspectos de la apariencia física, provocados por elementos o cambios normales en el cuerpo; pudiendo caer debido a estas preocupaciones excesivas en el terreno de los trastornos de la imagen corporal como la bulimia, la anorexia y el trastorno dismorfóbico corporal o la vigorexia aunque este última más frecuente en los hombres.

Bien en términos generales, la imagen corporal se define como: una representación mental y vivenciadas del propio cuerpo, formada por tres componentes básicos: perceptual -cognitivo afectivo- y conductual. En otras palabras, es cómo se perciba, se imagine, se siente y se actúe respecto a su propio cuerpo.Las mujeres, especialmente, estamos siendo bombardeadas por un sinnúmero de publicidad invasiva, donde, al entrar en su correo electrónico, aparecen mensajes sugestivos sobre las últimas técnicas para bajar de peso, en donde, por supuesto, los medios de comunicación se llevan el papel protagónico.

Por ejemplo al salir a la calle se ven cuerpos de mujeres por todas partes, desde vendedoras de sofás con vestido rojo y una mano insinuante en su entrepierna (para captar más la atención de los transeúntes), hasta modelos despampanantes en anuncios de ventas de carros último modelo. Las actrices y presentadoras de televisión se ven cada vez más jóvenes, altas,

descubiertas y delgadas, y se sabe de algunas que se han desmayados, debido a su “desnutrición”.

Lo más grave de todo esto es que, al deformar la imagen que tienen de sí mismas, comparado con lo que realmente quieren respecto a su cuerpo, chocan con los estereotipos de belleza que les llegan a través de los medios audiovisuales como, la prensa, la televisión, las vallas publicitarias, entre muchos otros.

El problema recae en Las púberes y adolescentes pues están en una etapa de la vida crítica, por razón de los cambios significativos a nivel físico, cognitivo, emocional, social. Además, las presiones experimentadas por los adolescentes se intensifican aún más por la ansiedad que todos estos cambios generan. En muchos casos estos cambios no son asimilados, aceptados, lo cual se traduce en un aumento acelerado de peso, baja autoestima, trastornos alimenticios que ponen en riesgo la salud de las jóvenes.

El abordaje de este tema es de suma importancia, puesto que son mujeres adolescentes y mujeres jóvenes las afectadas directamente por una mala formación e información de la imagen corporal que aun se encuentran en proceso de formación, terminando sus estudios de bachillerato e iniciando la educación superior, y que por su edad están buscado una reafirmación de su imagen.

¿Qué está sucediendo para que se impongan estos patrones de belleza a niñas, adolescentes y mujeres, la mayoría de las cuales son de forma natural, más pequeñas y robustas, que cualquiera de las modelos expuestas, en el cine, la farándula; en todos los medios audiovisuales masivos de comunicación? Las raíces, sostienen algunos analistas, son económicas. Al presentar un ideal difícil de alcanzar y mantener, las industrias de cosméticos y productos dietéticos aseguran su crecimiento y sus ganancias.

Y no es casual que cada vez se promuevan más la juventud y la delgadez como características esenciales de la belleza. Si bien no todas las mujeres necesitan bajar de peso, es seguro que todas van envejeciendo, y la vejez está siendo considerada hoy en día una catástrofe que necesita reparación.

Por otra parte la exposición a imágenes de figuras femeninas delgadas, jóvenes y retocadas digitalmente está ligada a la depresión, a la pérdida de autoestima y al desarrollo de hábitos alimenticios poco saludables para mujeres y niñas, según algunas investigaciones.

La veracidad de estos mensajes utilizados por los medios de comunicación son totalmente cuestionables, pues detrás de estos productos comercializados están las industrias queriendo enriquecerse cada vez más, utilizando la moda, la publicidad, las revistas femeninas o la televisión como principales medios de difusión de modelos estéticos femeninos retocados digitalmente, y donde promueven un modelo estético femenino delgado, sinónimo de felicidad y éxito, sin importarles las consecuencias que generan esas imágenes comercializadas, en las mujeres, sobre todo en las adolescentes.

Pero la realidad es otra, desconocen las jóvenes de nuestra sociedad este tipo de engaños y métodos utilizados por la publicidad, llegan realmente a creerse que la delgadez es sinónimo de felicidad, éxito y bienestar y lo prueba el hecho de que existan páginas que promuevan la delgadez extrema como un estilo de vida, en la web se puede encontrar páginas que promueven la anorexia y la bulimia (Ana y Mía)1, trastornos graves de la conducta alimenticia como un estilo de vida; desconociéndose que de una u otra forma más temprano que tarde aparecerán en ellas los signos de su deterioro, por el uso masivo de químicos, bisturís e invasiones extrañas que van minando tejidos, órganos y acelerando vejez creando un efecto contrario al realmente deseado

Y no solo son culpables los medios de comunicación de la formación de una imagen negativa del cuerpo, también influye la familia y los grupos de iguales, donde toma mucha importancia los adultos significativos (padre, madre, tías o primas) para quienes la figura y el atractivo son muy importantes, donde en ocasiones los niños y niñas están expuestos a verbalizaciones negativas sobre su imagen corporal. En cuanto a los grupos de pares o amigos significativos, el sufrir burlas o el ser criticado sobre su cuerpo, hace a una persona más propensa a crear una imagen negativa de su cuerpo.

Es por esto que dentro del marco de las instituciones educativas, los profesores cumplen una función primordial para identificar y abordar esta problemática que cada día es más frecuente en las aulas de clase, niñas con serios problemas con su autoimagen que se ve reflejado en su rendimiento académico y en el tipo de relaciones que establece con sus compañeros o compañeras de clase.

Dentro de la labor pedagógica esta el de brindar ayuda oportuna a este tipo de problemática, que en muchas ocaciones pasa desapercibida camuflándose dentro de las instituciones educativas en problemas de aprendizaje y conductas desadaptativas, flojera o perfeccionismo extremo

1 Mis amigas Ana y mía en [en línea] http://amigasanaymia.blogspot.com/