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Directorio de Productos y Servicios para el Adulto Mayor 2010-2011 Directorio de Productos y Servicios para el Adulto Mayor 2010-2011 30° Aniversario S O C I E D A D D E G E R O N T O L O G Í A Y G E R I A T R Í A D E L P E R Ú

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Directorio deProductos y Serviciospara el Adulto Mayor

2010-2011

Directorio deProductos y Serviciospara el Adulto Mayor

2010-2011

30°Aniversario

SOCI

ED

AD DE GERONTOLOGÍA Y

GERIATRÍA DEL PERÚ

Estimado lector:

Desde hace algún tiempo nos venimos acostumbrando a escuchar frases como: “La pi-

rámide poblacional se está invirtiendo”, “se crea club de la tercera edad” o, de manera más reciente, “la persona adulto mayor tiene un rol importante en la sociedad”. Todo esto es debido a que en la mayoría de países del mundo, la expectativa de vida va en aumento mientras que disminuye la tasa de natalidad.

Términos como “Tercera edad” o “Persona adulto mayor”, han venido a reemplazar a los de “Anciano” o “Viejo”, que en algún momento se tornaron poco gentiles y hasta peyorati-vos. Además, se agregaron al vocabulario común las palabras “Gerontología” y “Geriatría”, aunque muchas veces no se llegan a comprender en su real dimensión.

Para poder usar alguna clasificación se ha definido al anciano como una persona que se ha jubilado. En los países desarrollados eso es después de los 65 años, mientras en los países en vías de desarrollo esto ocurre a los 60 años. Claro que esto haría las cosas fáciles si real-mente la mayoría tuviera un trabajo formal y luego una jubilación segura.

Mientras la Gerontología es la ciencia que estudia el envejecimiento, la Geriatría es la rama de la medicina que se preocupa de los aspectos clínicos, preventivos, terapéuticos y sociales de las enfermedades en los ancianos.

La Sociedad de Gerontología y Geriatría del Perú, al cumplir 30 años de su fundación presenta esta publicación, no con la intención de aclarar todas las dudas que puedan surgir con respecto a estos temas, pero sí con el propósito de informar de la manera más clara y comprensible acerca de algunas patologías frecuentes que tienden a convertirse en cróni-cas, siendo causa de incapacidad y dependencia. Asimismo, se propone brindar algunos consejos que nos permitan alcanzar una vejez saludable, activa y exitosa.

Esperamos colmar las expectativas que se puedan generar y cumplir a través de este medio con nuestro rol de información y prevención, no sólo con el grupo etario con el que usualmente estamos en contacto, sino con la población más joven que debe ver su propio envejecimiento como una consecuencia de lo realizado a lo largo de su vida.

En nombre de la Sociedad de Gerontología y Geriatría del Perú y en el mío propio, los invito a compartir esta publicación que se ha visto enriquecida con la participación de ex-celentes profesores de Latinoamérica y de España. Para ellos va con el cariño de siempre nuestro reconocimiento y eterna gratitud.

Dr. Víctor Carcelén BarrantesPresidente SGGP

3Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

SOCIEDAD PERUANA DEGERONTOLOGÍA y GINECOLOGÍA

DIRECTORIO DEPRODUCTOS y SERvICIOSPARA EL ADULTO MAyOR

2010-20111

Elaborado por: GRUPO K&v SAC.

DIRECTOR GENERAL

víctor Hugo Quevedo Orihuela

PRODUCCIóN GENERAL

Karina Quevedo Orihuela

GERENTE DE MARKETING

María Eva Martin Gómez

GERENTE COMERCIAL

Elena Orhiuela

DIRECTORA DE ARTE y DISEñO

Sofía Maya R.

EDITOR:

Gino Amoretti

CORRECTOR IDIOMáTICO y DE ESTILO:

Daniel Cumpa

FOTOGRAFÍA:

Grimaldo Urlich

CONSULTORES

víctor Hugo Quevedo BallesterAlessandro Quevedo Martin

COLABORADORES

Rodrigo Lebrún Q. Eduardo Lebrún Q. valentina Lebrún Q.

OFICINA DE REDACCIóN y PUBLICIDAD:

Calle Los Fresnos 187 Of. 201 Urb. valle Hermoso – Surco.Central: 719-4008 / 719-3695(99) 422*6016 / (99) 404*7130

Email: prensa@revistaentornoempresarial.comww.revistaentornoempresarial.com

ÍndiceDirectorio de

Productos y Servicios

para el Adulto Mayor2010-2011

Directorio de

Productos y Servicios

para el Adulto Mayor2010-2011

30°Aniversario

SOCI

EDAD DE GERONTOLOGÍA Y

GERIATRÍA DEL PERÚ

Treinta Años al Serviciodel Adulto Mayor en el PerúDr. Víctor Carcelén

5

Hipertensión arterial e insuficiencia cardíacaDr. Armando Pichardo Fuster y Dr. Leonor Pedrero Nieto

16

“Existen nuevos tratamientos contra la incontinencia urinaria”Dr. Elvis Guevara

30

Envejecimiento ActivoUn desafío para el siglo XXIDr. Félix Eduardo Nallim

42

“El envejecimiento exitoso es lo que debe caracterizar a las personas que han cumplido muchos años”Dr. Víctor Carcelén

7

Adherencia a las indicaciones médicas por el paciente ancianoDr. Cléver Nieto Ferreira

20

BiografíaAloysius AlzheimerDr. Antonio Carrión

34

NeumococoDr. Eduardo Chaparro46

vejez y tipos de vejeces en el siglo XXIDr. Hugo Alberto Schifis

12

La consulta médica en geriatríaDr. Waldo Cárdenas

24

“En el anciano el problema de la diabetes no es de él solo sino de toda su familia”Dr. Isaac Crespo Retes

38

Eventos Internacionales50

DIRECTORIOPRODuCTOs y sERvICIOs

57

4 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

Es momento oportuno, por-que nos permite mirar con sabi-duría un buen trecho de nues-tra historia, y reconocer en ella aquello que es perdurable y que debe conservarse con res-peto y esmero; pero, al mismo tiempo, frente a los cambios vertiginosos que se producen en el mundo actual, es la opor-tunidad de ver más allá.

Dirigiendo esta mirada ha-cia los primeros años, se des-cubren importantes hitos que han jugado un rol clave en ese desarrollo, y que, por lo mismo, están llamados a constituirse en los ejes de la historia insti-tucional.

En la hora de la fundación, y como en toda hora funda-cional, se observa el ardor, el

entusiasmo, se individualizan los sueños, las aventuras y los espíritus siempre adolescentes de quienes visualizaron la ne-cesidad de desarrollar un espe-cialidad hasta ese entonces no considerada. En este contex-to, ellos son los pioneros de la Gerontología y Geriatría en el Perú, los articuladores de este sueño grande y audaz.

No puedo extenderme nom-brando a esas personalidades, siempre me faltará mencionar a alguien por culpa de una me-moria que no necesita del paso de los años para no ser eficien-te. Además, en otro artículo, reseñará nuestra historia el Dr. Fernando Moreno Corzo, quien, junto con el Dr. Miguel Lladó, destaca entre nuestros historia-dores, biógrafos y patriarcas.

Sin embargo, es necesario establecer con claridad el le-gado de algunos de nuestros distinguidos socios, pues cons-tituye un testimonio de aque-llos que proyectaron sus vidas con generosidad y desprendi-miento en una obra que hoy se ve fructificar y es por tanto importante que se les tenga por ejemplo.

Permítaseme entonces la licencia de mirar hacia atrás para poder comentar la reali-dad actual de nuestra querida Sociedad. Y, empiezo por lo que para mí es de rigor men-cionar: nuestro agradecimien-to a los esposos Dra. Olga Pro y Dr. Carlos Silva, como una especie de padres de nuestra Institución. Es gracias al apoyo, con características de mece-

Dr. víctor Carcelén Barrantes*

treinta años al serviciodel adulto Mayor en el Perú

La celebración de los treinta años de vida institucional de la Sociedad de Gerontología y Geriatría del Perú se constituye en el momento oportuno para dejar testimonio de cuánto se ha realizado, por tantos hombres y mujeres que han vivido el sueño de fundar y desarrollar una obra académica y social que contribuya al conocimiento y buen trato del Adulto Mayor en nuestro país.

5Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

nazgo, que esta pareja brindó a la SGGP en todo momento, y, al incomparable empuje de Carlos, que logramos adquirir la mayoría de edad realizando eventos capaces de congregar en Lima a más de 60 de los principales expositores de la especialidad de todo el mundo.

Precisamente, cuando se cumplían 18 años de funda-ción, mi primero maestro y lue-go gran amigo, el Dr. Eduardo Penny, era el Presidente e im-ponía a su junta una caracte-rística particular, la cual bien acompañada por la capacidad del Dr. Silva, culminó con un Congreso de categoría mun-dial, en el que, personalmente, aprendí mucho, siendo el más joven miembro de la Sociedad por esos días.

Sin duda, la participación de otro de mis grandes maestros, el Dr. Agustín Iza y su gran apoyo, no sólo académico sino desde el Colegio Médico del Perú, nos permitió sortear momentos de crisis y sacar adelante los com-promisos que la SGGP se pro-puso ya entrado el Siglo XXI.

Es en esos momentos que asume la Presidencia el Dr. Fernando Portocarrero, a quien la SGGP le debía ya una gran labor desplegada a nivel inter-nacional, ya que se había cons-tituido en nuestro embajador oficial ante organismos como la International Association of Gerontology and Geriatrics (I.A.G.G.) y su rama regional el COMLAT. Lamentablemente su prematura partida nos dejó una gran tarea por realizar.

A todos ellos y a quienes, por razones de espacio, dejo de

mencionar, nuestro reconoci-miento y eterno agradecimien-to, porque sin su participación jamás se hubiera podido alcan-zar el reconocimiento que hoy tiene a nivel nacional e inter-nacional la SGGP.

Igualmente, un sincero agradecimiento a nuestros alia-dos estratégicos que a través de estos 30 años nos acompa-ñaron: Laboratorios HERSIL, que durante mucho tiempo se hizo cargo de la publicación de GERONTO, nuestro órgano oficial, Laboratorios ROCHE, que sirvió de sede para la rea-lización de nuestro curso anual, PHYMED que contribuyó a que en los primeros momentos de nuestra gestión se pudieran reactivar nuestras filiales de Piura, Trujillo, Cusco, Tacna y Arequipa y crear la de Chicla-yo.

Tengo que realizar un re-conocimiento muy especial a PLENITUD, línea de Kimberly Clark Perú, con quien mante-nemos un vínculo de trabajo y apoyo a la comunidad de per-sonas adulto mayores desde el año 2005, y en cuya virtud llevamos realizados en conjun-to más de 30 foros, simposios, cursos y congresos, de los cua-les 8 han sido de carácter inter-nacional y 5 de ellos llevados a cabo en provincias. De igual modo se realizaron campañas de salud en los conos Norte y Sur de la capital, y visitas a los diferentes asilos de Lima y pro-vincias, llevando atención mé-dica, calor humano e importan-tes donaciones de los productos PLENITUD.

Es así que recibimos nues-tros 30 años de existencia,

habiendo evolucionado des-de una Sociedad Académica, esforzada por dar a conocer e instaurar una nueva especia-lidad médica, a una Sociedad que sin perder sus caracterís-ticas científicas y gremiales se amplía y se ve fortalecida por la concurrencia de una serie de miembros del equipo multidis-ciplinario que ingresa a nues-tro capítulo gerontológico para darle una dimensión mayor a nuestra actividad académica.

Una cosa fue llevando a otra, ya no nos conformamos con pre-parar y actualizar al personal de salud y fuimos dando el salto a la comunidad, primero con los propios adultos mayores y sus cuidadores y luego haciendo un llamado a la responsabili-dad empresarial. Hoy podemos decir que hemos participado en casi todos los esfuerzos des-tinados al cuidado y el mejo-ramiento de la calidad de vida del Adulto Mayor en el país y, a nivel mundial, hemos podido dejar siempre en alto el nombre de nuestro querido Perú.

En esta fecha especial, un cordial saludo a todos los miembros de la Sociedad de Gerontología y Geriatría del Perú, nuestro agradecimiento a los que nos precedieron y nues-tro aliento a quienes tomarán la posta en el esfuerzo por ha-cer que nuestra Institución sea cada vez mejor.

* Doctor víctor Carcelén Barrantes

• Presidente de la Sociedad deGerontología y Geriatría del Perú, Council Member de la International Association of Gerontology and Geriatrics (I.A.G.G.), Director del Comité Latinoamericano y del Caribe (COMLAT).

6 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

- ¿Cómo describiría la “an-cianidad” desde un punto de vista no solo médico sino tam-bién social?

- En primer lugar habría que rescatar el término ANCIANI-DAD, ya que en las últimas dé-cadas éste ha sido reemplazado por otros como: Tercera edad, Personas mayores, Adulto ma-yor o, más recientemente, Per-sonas adulto mayores. En todo caso, el uso de términos como viejo o anciano, fueron dejados

Dr. víctor Carcelén BarrantesPresidente de la Sociedad de

Gerontología y Geriatría del Perú

El Dr. víctor Carcelén profundiza en el concepto de ancianidad y pone de relieve todo lo que éste implica en el estado espiritual, de la mente y social.

de lado pues su connotación se hizo muchas veces peyorativa, relacionándolos a lo caduco, en desuso o inservible.

Para no entrar en discusiones semánticas, debemos expresar que hoy en día el envejecimien-to de las personas ya no tiene por que significar nada de ello y, por el contrario, un envejeci-miento activo y saludable, hoy conocido como Envejecimiento Exitoso, es lo que debe carac-terizar a las personas que han cumplido muchos años.

Eso nos lleva a decir que el envejecimiento no se da de la misma forma en todas las perso-nas, ni siquiera entre los distin-tos órganos de cada persona y, por lo tanto, no se puede hablar de una edad para ser anciano, no es como obtener un DNI a los 18, que conlleva el inmedia-to reconocimiento como mayor de edad. En este caso, la ancia-

nidad tiene que ver no solo con los calendarios pasados, tam-bién con el estado emocional y la propia percepción que se tiene de uno mismo.

Sin embargo, para fines de jubilación y manejo del tér-mino, hoy se acepta en países como el nuestro que a partir de los 60 años estamos fren-te a personas adulto mayores, en países de mayor desarro-llo esa edad aumenta a 65 y tiene mucho que ver con las condiciones sociales y de ca-lidad de vida.

En resumen, la ancianidad no es un concepto que tiene que ver únicamente con el paso del tiempo y la condición física, también implica, un estado es-piritual, de la mente y social, en el cual estos factores se ven caracterizados por un declinar constante y una menor capaci-dad de respuesta.

“el envejecimiento exitoso es lo que debe caracterizar a las personas que han cumplido muchos años”

7Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

- ¿Qué rasgos caracterizan al anciano de nuestros días?

- Un poco lo hemos adelan-tado, las personas de nuestros días se preocupan más por el cuidado de su organismo, la alimentación y el ejercicio, la prevención en salud y el desa-rrollo de las ciencias médicas así como por el progreso tecno-lógico, se ponen al servicio de una mayor expectativa de vida y con mayor calidad.

Debemos tener en cuenta que, durante el imperio roma-no, el límite de la vida oscilaba alrededor de los 23 años. En el siglo pasado, una mujer de 30 años se hallaba en los umbrales de la vejez, y a comienzos del siglo XX el promedio de vida no pasaba de los 47 años. Hoy por hoy, ya no se tiene la imagen de la abuela en mecedora con pelo totalmente blanco, hoy se les ve

activas, arregladas y desarro-llando una serie de funciones dentro de la sociedad.

- ¿Cómo cree que sea la cali-dad de vida del anciano peruano?

- El Perú es un país mági-co y misterioso aún para eso, existen enclaves poblacionales muy longevos en zonas alto an-dinas donde no ha llegado el desarrollo y existen ciudades en las que el grupo de ancianos es muy reducido y con pésima calidad de vida. Hay otras en las que a pesar de tener un gran desarrollo se tiene una escasa población de personas mayores de 60 años, y otras en las que los niveles de vida de los “an-cianos”, caso Lima, son muchas veces los polos opuestos.

De todos modos el importan-te incremento de la población adulto mayor y de la expectati-

va de vida al nacer, nos indica que existe también un aumento de la calidad de vida para este grupo etario.

- ¿Cuáles son las patologías de mayor prevalencia entre nuestra población?

- Existe patología crónica muy frecuente en esta edad y, a Dios gracias, con un adecuado control se puede tratar y obte-ner muy buenos resultados. La hipertensión arterial y la diabe-tes, son un ejemplo de ello.

Muchas veces las patologías son comprendidas en el capí-tulo conocido como Síndromes Geriátricos, las que se hacen típicas en esta etapa de la vida. Las básicas o las cuatro gigan-tes, son: Deterioro cognitivo, inestabilidad y caídas, incon-tinencia fecal y urinaria, y, por último, inmovilidad. De ellas se

8 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

derivarán muchas otras condi-ciones patológicas.

- ¿Cuál es el estado de la Geriatría en nuestro medio?

- Digamos que mucho mejor de lo que era y no tanto como quisiéramos, a pesar del gran desarrollo que ha alcanzado en los últimos años. Aún adolece-mos de falta de geriatras, prin-cipalmente fuera de Lima, de cátedras de geriatría en las uni-versidades y de departamentos de geriatría en los hospitales.

La Sociedad de Geronto-logía y Geriatría ha logrado desde su fundación llevar este concepto no sólo al médico, también al equipo multidisci-plinario y al público en gene-ral. Hoy se sabe más y se habla más de estos temas. Pero, indu-dablemente, el desarrollo de la Geriatría no se da como el de otras especialidades médicas, ya que para eso se necesita una transformación social que le brinde al Adulto Mayor las con-diciones de calidad de vida que le permitan conservar la salud.

- ¿Qué actividades ha venido realizando la Sociedad de Ge-rontología y Geriatría del Perú?

- La SGGP , desde sus ini-cios, hace ya 30 años, luchó por hacer conocida una especiali-dad que a pesar de demostrar su importancia, se veía relega-da puesto que el mismo pacien-te no sabía si era o no candidato a ella ya que, como señalamos al principio, nada nos da el tí-tulo de gerontes y nadie quiere se considerado “viejo”. Por otro lado, se veía por esos tiempos al ser humano como un conjunto de órganos y la especialidad se

veía como concentrarse en uno de ellos o en alguna función.

En ese primer esfuerzo se hizo conocer la especialidad al médico y con el aporte de espe-cialistas de otras ramas y médi-cos internistas de primer nivel, se consiguió sacar adelante la enseñanza de la especialidad.

En etapas más recientes nos tocó trabajar con profesionales de otras áreas, ligados a la ge-rontología, para conformar el equipo multidisciplinario, y a partir de allí estamos trabajan-do con la población en su con-junto, con el propósito de edu-car para el futuro.

En ese sentido, venimos rea-lizando desde el año 2005 un programa anual que incluye no menos de 4 cursos de Geronto-logía para Cuidadores, organiza-dos de manera conjunta con los municipios, 1 Curso de Actuali-zación de Farmacología en Ge-riatría, 1 Curso de Tópicos Selec-tos de Gerontología y Geriatría, 2 cursos de Gerontología y Ge-

riatría en provincias una en el norte otra en el sur del país cada año, con ello ya hemos realizado cursos en Piura, Chiclayo, Truji-llo, Arequipa, Cusco y Tacna.

Además de lo mencionado anteriormente, se viene dictan-do mensualmente un curso de actualización, pero, quizás lo más notorio son los congresos in-ternacionales, que no se desarro-llan solamente en la capital del país, sino que han sido replica-dos en provincias, y sólo durante mi ejercicio en la Presidencia de la SGGP se han realizado en Piu-ra, Trujillo, Arequipa y Cusco.

Por otro lado, una intensa actividad de difusión en los di-ferentes medios de prensa que ha implicado presencia perma-nente en programas radiales, co-laboración con diarios y revistas, así como ocasionales bloques televisivos, ha contribuido enor-memente a acercar a la SGGP al público en general. Para la próxi-ma generación queda abierto el mundo del internet, las revistas virtuales y las páginas web.

9Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

En la actualidad somos testigos de una época sin precedentes en la que puede advertirse la formación de nue-vas sociedades fruto del pluralismo éti-co, cultural, religioso y de la diversidad de identidades nacionales. Dentro de este escenario, la prolongación de la es-peranza de vida nos muestra un mundo que envejece con profundas consecuen-cias para la vida individual y comunita-ria en el ámbito social, económico, polí-tico, cultural, psicológico y espiritual.

Sin embargo suele ocurrir que la ve-jez o ancianidad se ve afectada por la visión social de ser algo temido e inclu-so negado, además de ser con frecuen-cia el centro de conductas negativas por parte de la población hacia los an-cianos. Y, de igual forma, los ancianos no se sienten muy contentos de ser ca-tegorizados como tales, o de reconocer-se en su presente situación. Todo esto no hace sino reforzar las representa-ciones de la vejez desde las pérdidas o las carencias, manifestando sólo un as-pecto posible: una vejez dependiente e inactiva. Este aspecto, a su vez, torna

vejez y tipos de vejeces en el siglo XXi

Dr. Hugo Alberto Schifis (*)

El Doctor Hugo Alberto Schifis nos ilustra sobre la forma en la que se vive la vejez en el presente siglo, y los diferentes tipos de vejez que hay que tener en cuenta para afrontar los nuevos retos del futuro.

12 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

las prácticas de intervención socio-sanitaria en predominan-temente asistencialistas.

Por tal motivo, hoy en día se está utilizando el término “longevidad” en lugar del de “ancianidad”. Si bien es cierto que este último puede signifi-car en las sociedades orienta-les venerabilidad y sabiduría, en las sociedades occidentales también se encuentra asocia-do a la idea de vulnerabili-dad, decrepitud, decadencia. En cambio el término “lon-gevidad”, que significa largo vivir, permite resignificar al envejecimiento como proceso evolutivo, como alargamiento del ciclo vital, obligando a una reconstrucción y redefinición de la vejez como parte de ese ciclo vital.

¿Dado este contexto por qué deberíamos hablar no de una sino de varias vejeces? Prime-ro, porque el envejecimiento es dinámico, muy heterogéneo y contextualizado, a tal punto que podemos afirmar que cada uno envejece como ha vivido; en ese sentido, una vejez saludable y activa dependerá de una vida también saludable y activa. Se-gundo, existe una variabilidad en función de los recursos eco-nómicos, las condiciones y situa-ciones familiares, el estado civil, el grado de instrucción, etc.

La expectativa de vida ha evolucionado considerablemen-te. Por ejemplo, en el 1900 la misma era de 47 años, en 1980 era de 61 años, en 1993 la ex-pectativa era de 78 años y hoy en día las proyecciones indican

que para el 2025 podría alcan-zar los 110 años en términos absolutos. Esto significa que las sociedades deberán enfrentarse a individuos con 50/55 años de vida no productiva y dependien-tes de los Servicios Sociales, de Salud y demás estructuras.

El impacto del envejecimien-to poblacional genera conse-cuencias no solamente econó-micas sino también de diversa índole como el colapso de los sis-temas jubilatorios, convivencia intergeneracional, asignación de prioridades en la asignación de recursos y servicios, organi-zación de redes asistenciales y de apoyo, utilización racional de servicios de salud y creación de nuevas modalidades de aten-ción, así como la creación de lí-neas de investigación científica.

13Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

Frente a este panorama se plantea nuestro mayor desafío: lograr cambiar la forma en que se vive la vejez en el siglo XXI de-bido, justamente, a que existen diferentes tipos de vejez. Pero, serán posiblemente los más jóve-nes quienes acometan con mayor entusiasmo esas tareas si y sólo si se logra transmitirles lo acu-ciante de esta realidad. Al mismo tiempo, se debe concientizar a las autoridades de lo apremian-te de esta situación. De la misma manera, y para fortalecer esta posición, también es necesario concientizar a los propios ancia-nos de sus derechos, enseñarles a desmitificar los prejuicios social-mente instalados sobre la vejez y devolverles la dignidad para que también ellos puedan superar el desafío planteado.

Por tanto, será imprescin-dible internalizar el concepto de “Cuidado Progresivo del

Paciente Geriátrico”, que se entiende como el “progreso desde la dependencia a la in-dependencia”, es decir, des-de el inicio de la enfermedad aguda con potencialidad inva-lidante hasta completar la recu-peración funcional o, al menos, minimizar sus consecuencias.

En un mundo envejeciente, con millones de personas ma-yores de 60 años que tienen por delante una importante can-tidad de años por vivir y que merecen hacerlo de la mejor manera, la puesta en marcha universal de este cuidado pro-gresivo es fundamental.

* Doctor Hugo Alberto Schifis

• MédicoyGeriatraegresadodela Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.

• Médico Superior del Serviciode Geriatría del Hospital Mili-tar Central “Cir. My. Dr. Cosme Argerich” desde 1980.

• Director Asociado del CursoSuperior Bienal de Especialista en Medicina Geriátrica, dictado por la S.A .G.G.

• Vicedirector de la Carrera deEspecialista en Gerontología y Geriatría de la Universidad de Buenos Aires.

• PresidentedelaJuntaEvaluado-ra para la Certificación y la Re-certificación del Título de Espe-cialista (Consejo de Certificación de Profesionales Médicos de la

Academia Nacional de Medicina y Comité de Recertificación de la Asociación Médica Argentina).

• DirectorEjecutivodelaspubli-caciones de la S.A .G.G.: Revis-ta Argentina de Gerontología y Geriatría, Boletín Vivir en Ple-nitud, página WEB y publica-ciones electrónicas.

• Presidente de la Sociedad Ar-gentina de Gerontología y Ge-riatría 2009-2011 por segunda vez, habiendo ocupado todos los cargos ejecutivos de Comi-sión Directiva desde su ingreso a la misma.

• Director del Área Asistencialdel COMLAT – IAGG (2003-2011) y Council Member de la S.A .G.G., desde 1997.

14 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

- Dr. Carcelén ¿Qué nos puede decir acerca de la piel en el Adulto Mayor?

- Si bien todo nuestro organis-mo se deteriora gradualmente, es en la piel donde se evidencia de manera notoria el paso de los años. En ella, al envejecimiento biológico, que es inevitable, se sumarán factores como el foto envejecimiento, atribuido a la exposición crónica al sol y otras agresiones externas.

La mayor expectativa de vida, que en el Perú es de casi 70 años para el hombre y 75 para la mujer, cifras cada vez más cer-canas a las de países desarrolla-dos. El envejecimiento cutáneo por tanto es cada vez más evi-dente y las consultas dermato-lógicas en adultos mayores son cada día más frecuentes.

Una serie de condiciones no propias de la piel y patologías frecuentes en este grupo etario hace imprescindible contar con nuevas herramientas para la pro-tección y el cuidado del órgano más extenso de nuestro cuerpo.

- ¿En qué condiciones o por qué patologías asociadas se ve afectada la piel?

- En realidad hay múltiples condiciones que pueden con-tribuir de distinta manera: la diabetes, los problemas circu-latorios, las incontinencias y la falta de movilidad, terminan afectando la piel.

Por ejemplo, se hace suma-mente importante poder prote-ger la piel en el caso de la in-continencia urinaria donde los estudios epidemiológicos indi-can que se trata de un trastorno de alta prevalencia: en prome-dio varían las series entre un 10 a 34% en las personas mayores de 65 años de edad que viven en la comunidad, y puede lle-gar a un 50 a 60% en las insti-tuciones geriátricas y hospitales generales. Sabemos que estas cifras son aún mayores entre las mujeres, aumentan a mayor edad (>75 años), y se relacionan estrechamente con aquellos que presentan alteraciones y/o fa-llas de las funciones cognitivas y funcionales-físicas.

De la misma manera la in-continencia fecal, que puede bordear cifras muy similares a la anterior, se constituye en otro factor sumamente lesivo para conservar la integridad de la piel en adultos mayores.

Eso quiere decir que la piel del Adulto Mayor se ve afecta-da por circunstancias muchas veces ajenas y ya no cumpliría con su función de protección.

Si sumamos los casos de úl-ceras por presión causadas por inmovilidad, uso de catéteres, las ostomías, así como el con-tacto permanente con apósitos,

cintas adhesivas, bolsas para ostomías y demás factores me-cánicos, a la fragilidad, mayor sensibilidad y comúnmente da-ñada piel de las personas ma-yores, sin duda, encontraremos frecuentemente alguna compli-cación dérmica provocada por factores externos, generalmen-te de rozamiento.

Entonces sería importante contar con algún producto que pudiera evitar es roce continuo.

Efectivamente, contar con un medio que proporcione una película protectora que sir-va como una segunda piel, se torna sumamente importante, no sólo para el propio cuidado de la piel, sino también para la prevención de afecciones que pudieran originarse allí.

Actualmente existen en el mercado productos que crean barreras cutáneas no irritantes, se cuenta, por ejemplo, con un producto que aplicándolo cada dos o tres días hace las veces de cubierta protectora entre la piel y los productos que la dañan, evi-tando los excesos de humedad, es de fácil aplicación y de eficacia demostrada. Se aplica sobre la piel seca, manteniéndola prote-gida durante 48-72 horas, lo que redunda en mejores condiciones de salud y una mayor calidad de vida para los pacientes.

Novedades en el Cuidado de la Piel

15Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

Hipertensión arterial e insuficiencia cardíacaLos doctores Armando Pichardo Fuster* y Leonor Pedrero Nieto** nos dan un alcance de estas dos enfermedades que se pueden presentar a lo largo de la vida del Adulto Mayor.

HIPERTENSIÓN ARTERIAL

La hipertensión arterial sis-témica es la misma enferme-dad, pero con algunas caracte-rísticas que la hacen diferente en el envejecimiento, se incre-menta su incidencia y se en-cuentra asociada íntimamente con los eventos vasculares ce-rebrales, y con las patologías cardiovasculares. Es generado-ra de grandes erogaciones eco-nómicas y de graves conflictos por las discapacidades, obte-niendo grandes beneficios con la terapéutica.

Se calcula que el 20% de la población mundial es hiperten-sa, y solamente un porcentaje que oscila entre el 3 al 29 se encuentra controlada.

En la vejez, en ocasiones se dificulta el diagnóstico por de-fectos en el registro de las ci-fras tensionales, originado por las modificaciones que se pre-

Dr. Armando Pichardo Fuster (*)

sentan como consecuen-cia del envejecimiento, dando lugar a la presen-cia de la pseudo hiper-tensión, (por el endurecimien-to arterial), que se descarta al registrar la presión arterial con el método palpatorio y auscul-tatorio, debiéndola sospechar cuando se registran cifras ele-vadas de presión arterial sin daño a los órganos blanco y nos refiera síntomas que podrían estar relacionados con hipoten-sión arterial, o al fenómeno de la bata blanca, además de que encontramos dificultades con las prescripciones y falta de apego terapéutico.

Se considera a un sujeto como hipertenso arterial cuando la pre-sión arterial sea superior a 120/80 mmHg, en forma sostenida cuan-do menos en 3 registros diferen-tes. Siempre se debe registrar la presión arterial con el método palpatorio y auscultatorio y con el paciente sentado y de pie.

El diagnóstico se realiza con la elaboración de la historia clínica, tomando en cuenta los antecedentes y debe incluir el estudio del fondo de ojo, revi-sar alteraciones del pulso ca-rotideo y de las extremidades, palpar el choque de la punta, buscar soplos en región lumbar, así como signos de insuficien-cia cardiaca o de daño neuro-lógico (EVC), realizar electro-cardiograma y radiografía del tórax, exámenes de laboratorio que incluyan biometría hemáti-ca, perfil bioquímico con perfil lípido, examen de orina, etc.

El tratamiento debe ser acor-de a cada paciente en especial, ya que debemos tener en men-te la presencia de comorbilida-

16 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

des, y de los fármacos que se le administren al mismo. El obje-tivo a alcanzar es disminuir las cifras de presión arterial lo más cerca de 120/80 mmHg, para lo cual debemos observar algunas consideraciones.1. Establecer una meta de tra-

tamiento.2. Tratamiento integral para

alcanzar la meta.3. Iniciar con dosis bajas.4. Utilizar monodosis de prefe-

rencia.5. Bajar la presión en forma

lenta.

Para poder cumplir estas re-glas debemos fijar nuestras estra-tegias terapéuticas, las que son:1. Meta de tratamiento PA <

130/85.2. Utilizar los enfoques nece-

sarios.3. Iniciar con dosis bajas y au-

mentar lentamente.4. Involucrar al paciente.5. Bajar la presión en forma

lenta.6. No se detenga antes de

cumplir la meta

INSUFICIENCIA CARDÍACA

Constituye un reto diagnósti-co y terapéutico y puede ser defi-nida como la incapacidad del co-razón para mantener el volumen adecuado de sangre necesaria para satisfacer los requerimien-tos metabólicos del organismo.

En el anciano es un síndrome resultante de múltiples factores que interfieren con el funciona-miento del corazón, por lo que se deben considerar los cambios propios del envejecimiento, la presencia o no de cardiopatías.

El cuadro clínico es diferente y confuso, con cambios en la forma

de presentación, en gran parte por cambios en la percepción de los síntomas, y los signos pueden ser diferentes, puede presentarse sin antecedentes de cardiopatía preexistente o aun sin datos de una cardiopatía actual.

Las manifestaciones clínicas son la presencia de fatiga rela-cionada al esfuerzo o cuadros de disnea paroxística nocturna, muchas veces refieren malestar inexplicable, insomnio o somno-lencia, tos relacionada al esfuer-zo o durante la noche, refieren dolor tipo anginoso en el reposo, acompañado de nauseas, ano-rexia y sensación de plenitud gástrica que se relaciona con la congestión pasiva crónica que este síndrome condiciona y que terminan con pérdida de peso, acompañados de oliguria, y no es raro que la primera manifes-tación clínica de la insuficiencia sea un cuadro de delirium.

Lo mismo ocurre con la presentación de los signos, ya que encontraremos la piel fría acompañada de cianosis, la plétora venosa en ocasiones es muy difícil de evaluar por los

cambios que el envejecimien-to ocasiona en el cuello y las dificultades del paciente para adoptar una posición adecuada para observarla. Hay que te-ner muy presente la frecuencia cardíaca, ya que se considera como normal cuando ésta es de 80 latidos por minuto en repo-so y se olvida que lo mayores en su gran mayoría tienen una frecuencia de 60 latidos por mi-nuto en reposo, por lo que una frecuencia igual o mayor a 80 debe alertarnos para pensar en insuficiencia cardíaca, lo mis-mo que si cursa con taquipnea, y con mucho cuidado se debe investigar la presencia de es-tertores crepitantes en ambas bases pulmonares, sobre todo cuando sentamos al paciente. Claro, estos datos pueden con-fundir con una neumonía, la presencia de derrame pleural del lado derecho puede ser su-gestivo, lo mismo si se detecta hepatomegalia, pero determi-nar la presencia de líquido de ascitis es muy difícil en esos ab-dómenes flácidos, el valor del edema de miembros pélvicos disminuye en los mayores de-bido a que casi todos lo presen-

17Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

tan por permanecer la mayor parte del día sentados, lo que retrasa el retorno venoso, pero la insuficiencia cardíaca puede llevarnos a la caquexia.

Como parte del diagnóstico debemos identificar si estamos ante un cuadro de insuficiencia sistólica, diastólica o mixta, ya que el tratamiento es diferente: la sistólica es la que se obser-va en los jóvenes y en los viejos con cardiopatías de larga evo-lución, la diastólica es general-mente la que predomina en los mayores y contribuyen los cam-bios en la dinámica ventricular izquierda con los que ocasio-nan sobre todo la hipertensión arterial, en esta manifestación existe fracción de expulsión normal (mayor de 40), por la rigidez ventricular, en tanto que en la sistólica la fracción de expulsión esta disminuida generalmente por debajo de 40, la diastólica predomina en las mujeres obesas hipertensas, con hipertrofia concéntrica del ventrículo izquierdo.

Se debe realizar el diagnós-tico para identificar las causas desencadenantes, las comorbi-lidades, la severidad del cua-dro, el entorno social, fijar nues-tras metas tendientes a mejorar la calidad de vida y el máximo beneficio, analizando siempre los riesgos/costos/beneficios. Siempre que sea viable insistir en una dieta con restricción de sodio no muy estricta, cercana a los 3 gr. de sodio al día, pues, hay que recordar que en el en-vejecimiento se pierde sodio a través del riñón, y, en relación a la restricción de líquidos, no existe un consenso actual, por lo que debe ser evaluado en forma personal a cada paciente

y en relación a la severidad de la insuficiencia.

Para establecer nuestras metas terapéuticas debemos conocer los estadíos de la insu-ficiencia cardíaca así como de-terminar la clase funcional de acuerdo con la NYHA.

ESTADÍoS

A: paciente de riesgo, HTA, DM, CI, FA, asintomático. Tratamiento de problemas de base. (I.E.C.A.)

B: enfermedad estructural del corazón asintomática. (I.E.C.A., b bloqueadores).

C: enfermedad estructural del corazón sintomática. (I.E.C.A., b bloqueadores, digoxina, espironolactona, ¿diuréticos?, dieta hiposódi-ca, marcapaso, etc.)

D: tratamiento refractario, síntomas en reposo. (hos-pitalización, tratamiento enérgico, ABC, trasplante, asistencia ventricular, ¿hos-picio?)

METAS DEL TRATAMIENTo

En los muy viejos evitar las hospitalizaciones, prevenir exacerbaciones, mejorar los síntomas y la calidad de vida, identificar y tratar las cau-sas desencadenantes, planear una adecuada y personalizada meta terapéutica. Educar a la familia y cuidadores, informar al paciente de la gravedad de la enfermedad.

El tratamiento de la función sistólica anormal en principio es similar al de los jóvenes, pero la fragilidad, modifica la reactivi-dad vascular y la respuesta a los fármacos. Debemos considerar la identificación de factores se-cundarios, como: una edad ma-yor a 80 años, la presencia de deshidratación, consumo de al-cohol y exceso de sal, presencia de infecciones (neumonía, vías urinarias), realización de ejer-cicio desmedido y estrés emo-cional, comorbilidades como el cáncer o la anemia secundaria a hemorragia digestiva.

** Doctor Leonor Pedrero Nieto

• Médico especializado en car-diología y geriatría.

•Profesoradjuntodelcursodees-pecialización en geriatría. Divi-sión de Estudios de Posgrado, Fa-cultad de Medicina. Universidad Nacional Autónoma de México.

•ProfesortitulardeIntroduccióna la Clínica. Escuela Superior

de Medicina. Instituto Politéc-nico Nacional.

• Jefe del Servicio de Geriatríadel Hospital General de México O.P.D.

•ExPresidentede laAsociaciónMexicana de Gerontología y Geriatría (AMGG).

•CouncilMemberoftheIAGG.

* Doctor Armando Pichardo

• Médicoespecializadoenmedi-cina interna, cardiología y ge-riatría.

•Profesortitulardelcursodees-pecialización en geriatría. Divi-sión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina. Univer-sidad Nacional Autónoma de México.

•Profesor titulardeGeriatríaenpregrado. Escuela Superior de

Medicina. Instituto Politécnico Nacional.

•FundadoryexJefedelServiciode Geriatría del Hospital Gene-ral de México O.P.D.

•FundadoryexPresidentedelaAsociación Mexicana de Ge-rontología y Geriatría (AMGG).

•CouncilMemberoftheIAGG• Director de área geriatría del

COMLAT.

18 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

19Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

adherencia a las indicaciones médicas por el paciente ancianoLas indicaciones médicas tienen como finalidad reducir o eliminar la sintomatología, prevenir, curar o retardar el proceso de la enfermedad, favoreciendo función y calidad de vida de la persona.Estas metas, a menudo se ven obstaculizadas por la falta de cumplimiento por parte de los pacientes.

La falta de adherencia a las indicaciones es común en todas las edades, sin embargo, los an-cianos, debido a los cambios aso-ciados al envejecimiento, la pre-sencia de enfermedades crónicas y patologías múltiples, conducen-tes a tratamientos prolongados y polifarmacia, son un grupo de riesgo para este tipo de problema.

Esta situación, no solo es más frecuente en los ancianos, sino que a menudo en ellos tiene ma-yores y más graves consecuen-cias.

Es de alta prevalencia, alre-dedor del 50% de los pacientes mayores no cumplen con el trata-miento farmacológico, pudiendo llegar al 80% cuando tomamos todas las indicaciones globalmen-te (medicación, estilo de vida, planificación de asistencia, etc.).

La prescripción, se inicia con la indicación médica, pero debe pasar por la aceptación del pa-ciente y prolongarse con una

actitud sostenida, por parte de éste, durante todo el período de tratamiento.

En ningún caso debe asumir-se que el paciente tomará o hará todo lo que le indiquemos.

Podemos definir la adheren-cia o cumplimiento, como el aca-tamiento por parte del paciente, de las indicaciones proporciona-das por su médico.

Esta cooperación terapéutica requiere de una actitud del pa-ciente que resulta fundamental.

¿Cómo puede presentarse este problema?

Los aspectos más importan-tes que puede abarcar, la falta de adherencia son:

Incumplimiento del protoco-lo farmacológico. (Incluye erro-res en la dosificación, en más o en menos, interrupciones del tratamiento, aún breves, altera-

ción de horarios o ritmo de dosis, además de la automedicación).

Incumplimiento de las reco-mendaciones sobre dieta y hábi-tos de vida.

La falta de cooperación en la planificación de asistencia pue-de repercutir sobre la incons-tancia en frecuencia de las con-sultas, el cumplimiento de las interconsultas indicadas, exá-menes paraclínicos y otros con-troles biológicos (PA, HGT, etc.).

¿Cómo puede investigarse si nuestro paciente adhiere o no a nuestra prescripción?

Un primer elemento, es la presunción subjetiva del mé-

Dr. Cléver Nieto FerreiraMédico Geriatra Gerontólogo

[email protected]

20 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

dico, basada en la proyección de la relación médico/pacien-te, que debe complementarse con un interrogatorio dirigido a evidenciar elementos direc-tos, indirectos o situaciones de riesgo de incumplimiento y sus causas. Algunos elementos in-directos a tener en cuenta, pue-den ser: valorar la relación entre la frecuencia de las consultas y las unidades recetadas en cada una de ellas, auditoria del nú-mero de pastillas, memorización o aportación, en cada consulta, por parte del paciente, del es-quema de tratamiento que le hemos indicado por escrito en la consulta anterior.

En algunos casos puede ser de gran ayuda la dosificación sanguínea o urinaria de la droga, metabolito o marcador biológico. Del mismo modo pueden utilizar-se otros indicadores bío clínicos, como por ejemplo: la frecuencia cardíaca en el tratamiento con bloqueadores, etc. Más alejada de la realidad en la región están los dispensadores de dosificación controlada, pastilleros electróni-cos, u otros adelantos tecnológi-cos, como control de la toma del medicamento.

¿Cuáles pueden ser las con-secuencias de la falta de adhe-rencia?

La primera y más impor-tante de ellas es obviamente la falta de respuesta terapéuti-ca, posible causa de frecuentes descompensaciones agudas e internaciones. En los casos de disminución de la frecuencia de las dosis, las consecuencias estarán pautadas por las carac-terísticas farmacocinéticas de la droga involucrada: serán meno-res para las drogas de vida larga

y más importantes para las de vida corta o rango terapéutico estrecho.

La sobre medicación o auto medicación pueden favorecer efectos adversos de la droga, y las interacciones farmacológicas de la polifarmacia.

La discontinuidad del trata-miento, puede reproducir el efecto primera dosis, o causar recaídas, comprometiendo el beneficio.

Otra de las consecuencias es el aumento de los costos asis-tenciales, directos e indirectos. Este impacto económico debe ser tenido en cuenta a la hora de establecer políticas sanitarias, dirigidas a esta población.

Una política dirigida a la pro-moción del cumplimiento, re-dundaría en reducción de costos asistenciales que podrían vol-carse a otros aspectos del cuida-do de la salud.

Por otra parte, la falta de ad-herencia complica los cuidados, provocando aumento de consul-tas, exámenes paraclínicos, ge-nera polifarmacia, aumenta las internaciones, contribuye a po-blar los sistemas de emergencia, comprometiendo de esta forma la financiación del sistema de salud y provocando una mala utilización de los servicios asis-tenciales.

En el paciente con actividad laboral favorece la persistencia de la incapacidad, generando un au-mento del absentismo, que tam-bién repercute económicamente.

¿Cómo mejorar nuestra prescripción para favorecer al paciente?

La Valoración Geriátrica Ge-rontológica resulta un factor ca-pital para la elección correcta de los objetivos del tratamiento que pretendemos, y analizar los obs-táculos y el nivel de cooperación del paciente.

Cuando una medicación re-sulta ineficaz, antes de aumen-tar dosis o cambiarla, investigar primero, si nuestro paciente la está tomando.

Cualquier nuevo síntoma en un anciano poli medicado, obli-ga a considerar un efecto colate-ral o una interacción de los me-dicamentos que ya toma.

El plan terapéutico debe ser lo más sencillo posible y las in-dicaciones higiénico/dietéticas racionales y factibles.

Las indicaciones deben rea-lizarse en forma clara y por es-crito, ofreciendo toda la infor-mación necesaria, para lograr comprometer a nuestro paciente con el tratamiento.

Nunca concluir la entrevista sin antes dedicar unos minutos para chequear si nuestro pa-ciente ha entendido claramente las instrucciones.

21Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

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E

El objetivo del médico geriatra es confortar al paciente, acompañarlo y ayudarlo en la búsqueda de los motivos de su sufrimiento. El escucharlo es una necesidad ética que favorece la relación y le da confianza.

Dr. Waldo Cárdenas (Perú)

En la consulta médica se estable-ce una relación recíproca médico-paciente que se basa en la comu-nicación, comprensión y confianza. Un médico que desee construir una relación con dichas características, necesita desarrollar virtudes tales como la integridad, la ecuanimidad y el respeto a la persona.

Si la relación entre el médico y el paciente es “una confianza que se encuentra con una conciencia”, la integridad consiste en ser fieles a esa confianza. El paciente puede

la consulta médica en geriatría

24 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

perdonar un error, pero no per-dona el abandono.

El médico profesional que busca desarrollar la ecuanimi-dad debe poder atender con la misma dedicación y esmero a todos sus pacientes, ricos y po-bres, lo cual puede ser fácil en el discurso, pero no tanto en la experiencia concreta.

Es un fin en sí mismo el res-peto a la persona, puesto que es un sujeto y no un objeto, tiene dignidad y no precio. En ese sentido debemos resaltar el respeto a la privacidad, pre-

está llegando y se puede llegar más, en mejor estado de salud, hasta edades avanzadas.

La edad por si sola no debe constituir una contraindicación en el campo de la salud, si ésta supone una prolongación de una calidad de vida aceptable. Por tanto, siempre se le deberá considerar como un parámetro a tener en cuenta. Y se deberán olvidar actitudes típicamen-te propias de ageísmo o etaís-mo, que rechazan al anciano con argumentos vejatorios que identifican a la vejez con una enfermedad o una incapacidad.

servándolo de las miradas in-discretas que simbólicamente “violan” sus cuerpos enfermos. Es imprescindible entonces la confidencialidad, por la cual el secreto de consultorio es com-parable al secreto de confesión.

El objetivo del profesional de la salud es confortar al pa-ciente, acompañarlo y ayudarlo en la búsqueda de los motivos de su sufrimiento. Si bien es cierto en el envejecer hay un aumento de la vulnerabilidad, una mayor presencia de en-fermedades y la esperanza de vida está limitada, cada vez se

25Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

Por otro lado, esta discriminación se lleva a cabo de muy diversas formas tales como insufi-ciente implementación de servicios de Geriatría en hospitales, así como dotarlos de los recursos necesarios para que puedan recibir la atención especializada.

Nunca nadie debe morir solo o con dolor o disconfort. Se debe prestar atención preferente-mente en el domicilio o en el hospital según la preferencia del anciano.

El escuchar es una necesidad ética, pues re-conoce la autonomía del paciente. Escuchar al paciente favorece la relación y le da confianza. Cuando se realiza en forma sensible y empática, este tiempo es frecuentemente importante.

En Geriatría el anciano muchas veces acude con un “listado de quejas”. El permitir que las relate y las aclare le hace sentirse considerado. Además, como ocurre con frecuencia, no siempre la queja principal es el motivo de consulta. A tra-vés de la anamnesis podemos diagnosticar la ma-yoría de las patologías, previo al examen físico y así nos permite conocer a la persona enferma.

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CoMo ANTES…

Las siete y treinta de la mañana acaban de dar en El Ro-ble, ya la mesa está servida y los huéspedes acuden a tomar el desayuno. Habrá saludos educados y cordiales, como es que ya no se estila en estos tiempos, no en vano se dice que antes eran mucho más usuales los buenos modos y la cortesía, pero, aquellas damas y caballeros de blancos cabellos, lo hacen con el afecto propio de buenos amigos que vuelven a reencontrarse al cabo de mucho tiempo, cuando en realidad sólo se han dicho “hasta luego” un día antes.

La Dra. Susana Chumbes León, Directora de la casa de reposo “El Roble”, manifiesta que lo que se busca es crear lazos afectivos en la comunidad residente, de tal modo que sientan que están en su casa. “Incluso – agrega- nuestro personal es casi el mismo con el que comenzamos este proyecto, de ese modo cuidamos de que ellos no echen de menos a nadie, aquí están sus amigos; quie-

un hogar para robles añosos y hermosos

En La Molina:

De cuantos existen, el Roble es acaso uno de los árboles más nobles, ya que cuanto más años tiene, luce más fuerte y hermoso. El Roble es también el nombre de un hogar situado en La Molina , un lugar donde los días se hacen más largos ya que el sol pareciera no querer marcharse. Ese hogar alberga muchos troncos añosos y a cual más fuertes y hermosos, lo invitamos a conocerlo.

nes como ellos han elegido vivir aquí, junto a nosotros, los médi-cos, los terapistas, enfermeros y auxiliares de enfermería”.

FECHAS ESPECIALES

Habrá pasado ya una hora y mientras muchos señores se han marchado por su cuenta o asistidos por los auxiliares; otros apenas están llegando.

¿Es que no todos desayunan a la misma hora?

“No, contesta la Dra. Chum-bes. Tampoco se levantan a la misma hora, ellos lo hacen a la hora que quieren. Es que no todos son iguales y ello es algo que tene-mos en cuenta desde el momento que son evaluados al llegar aquí. Es de acuerdo a sus capacidades, y también discapacidades, que se les clasifica en grupos de terapia física y ocupacional”.

“También tenemos en cuen-ta el tipo de actividad que des-empeñaban profesionalmente, como ejemplo de ello podemos mencionar a uno de nuestros ilustres huéspedes. Todos le decimos ‘el doctor’ y es un re-nombrado médico pediatra que fue fundador y ex decano de la facultad de medicina de una prestigiosa universidad, él participa de las juntas médicas de la Institución al lado del Dr. Jaime Lama Valdivia (médicogeriatra de la Institución ) y de la suscrita, demostrando su va-lía y vasta experiencia”.

¿El día del adulto mayor se lleva a cabo alguna actividad en particular?

“Nosotros celebramos todas las fechas especiales del calen-

dario: el Día de la Madre , Día del Padre, la Navidad , los cum-pleaños… imagínense cómo es una fiesta aquí, con 43 abueli-tos (como es que cariñosamente los llaman), con habilidades tan diversas como el baile, el can-to. Las reuniones suelen ser de lo más divertidas, ellos mismos son quienes animan las fiestas, cantan y hasta bailan los géne-ros más diversos, como el tango, por ejemplo, ellos son nuestros maestros en ese campo”.

CASA AbIERTA

El Roble no es en modo al-guno una institución cerrada, ya que si los parientes de “los abuelitos” desean visitarlos, lo pueden hacer sin límite alguno. Incluso pueden pasar la noche junto a ellos o pueden estar presentes durante sus sesiones de aseo o terapias.

“Ellos –da a cono-cer la Dra. Chumbes- suelen salir de paseo con sus seres queridos durante los fines de se-mana. Es algo que fo-mentamos a través de la constante comunica-ción que mantenemos con los familiares, para coordinar estos temas u otros que fueran con-cernientes”.

De hecho no todas las actividades se lle-van a cabo dentro de la institución, es más, hay ocasiones en las que pasean de un local a otro (El Roble cuen-ta con dos residencias separadas por una corta distancia entre ellas). Los abuelitos si

así lo desean, pueden acudir a los servicios religiosos, ya que existe una iglesia católica muy cerca. “Sin embargo, para ma-yor comodidad de ellos, tam-bién se llevan a cabo los actos litúrgicos aquí en casa, señala la directora de la institución”.

ÁNgELES

“Finalmente –culmina la Dra. Chumbes- todos los que tenemos el privilegio de estar aquí, junto a ellos, sabemos que tenemos una razón funda-mental, que es el ser los ánge-les de ‘los abuelitos’”.

Estamos aquí no sólo para asistirlos, sino también para aprender de toda la riqueza espi-ritual que han acumulado duran-te su vida y sobre todo para dis-frutar del amor y ternura que sólo ellos son capaces de darnos”.

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Aloysius “Alois” Alzheimer nace el 14 de junio de 1864, en Marktbreit.

A los 10 años su padre y su tío Georg (Párroco), le buscan una casa en la ciudad de Aschaffen-burg, para que estudie en el Ins-tituto Real Humanístico.

Tras decidir de estudiar Me-dicina, se deja aconsejar por su padre y se traslada a Berlín, “ La Meca de la Medicina ”, en aquella época donde brillan Rudolf Vir-chow, Rober Koch -Premio Nóbel en 1905 (descubridor del agente y transmisión del Cólera, de la my-cobacteria que mataba a una de cada siete personas de entre 15 y 40 años, Treponema pallidum).

En el 1884/85 se marcha a la Universidad de Würzburg, don-de colabora muy activamente en la asociación estudiantil “Corps Franconia”.

En 1887 vuelve de nuevo a la Universidad de Würzburg, dada su predilección por el mundo de la mi-croscopia realizando y terminando su tesis doctoral a los 23 años “So-bre las glándulas ceruminales”.

Su primer trabajo fue como médico acompañante de una en-

ferma mental durante 5 meses y medio, lo cual tendrá bastan-te relevancia en su vida senti-mental. Luego, tras concluir este tiempo, se traslada al Hospital de Enfermos epilépticos y mentales de Frankfurt de Meno, donde es acogido con gran entusiasmo por su director Emil Siolis, pues es-taba solo frente a 254 enfermos.

Comienza su carrera profesio-nal en la Institución para enfermos mentales y epilépticos en Frankfurt, el 18 de diciembre de 1888.

Tras el descubrimiento, el 3 de marzo de 1905, del agente pa-tógeno de la sífilis (espiroqueta pallida y después treponema pa-llidum), Alzheimer se dedica más a la investigación de las enferme-dades mentales y las demencias.

Se ocupa de rediseñar y dotar las salas del laboratorio de Hospi-tal de Munich, que pronto se llena de estudiantes de todos los países.

La época que A. Alzheimer pasa en Munich, entre 1903 y 1912, es el periodo de gran crea-tividad tanto en la investigación como en el campo de la psiquia-tría hospitalaria, investigando, diagnosticando y curando, como si lo refleja su colega Nissl.

Se crea un equipo de colabo-radores tan entusiasta como él, que incluía algunos alumnos su-yos en Munich.

Aquí, durante el viaje (de Munich a Breslau), se inicia su enfermedad de la que no se re-cuperará, presenta signos y sín-tomas de disnea y angina de pe-cho, nada más llegando a Breslau acudió al Sanatorio, después se hizo ver, tras una conferencia y a insistencia de sus colegas, por el célebre internista Dr. Abend que le diagnostica cardiopatía grave.

Desde entonces y sin dejar sus funciones y obligaciones empie-zan los peores momentos de su vida, “era el querer y no poder”.

Alzheimer no deja de sufrir fuertes dolencias cardíacas, pero no deja de trabajar, en octubre queda postrado en cama y a final de noviembre desarrolla una in-suficiencia renal y disnea progre-siva con continuos cambios en el nivel de conciencia.

El domingo 19 de diciembre de 1915, con sólo 51 años de edad, junto a su familia, fallece el MÉDICO, en su concepción más amplia de la palabra, Alois Alzheimer.

Biografía

aloysius alzheimerEl mal de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. A continuación una breve biografía del psiquiatra y neurólogo alemán que identificó por primera vez los síntomas de lo que luego se conocería como la enfermedad de Alzheimer.

Escrito por:Dr. Antonio Carrión

Presidente de la Asociación Medicina y Tercera Edad de España

34 Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú

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- ¿Doctor Guevara, a partir de que edad el adulto mayor empieza a sufrir de inconti-nencia urinaria?

- La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de la ori-na y por lo tanto puede presen-tarse a cualquier edad, significa que incluso hay malformaciones congénitas que pueden presen-tar pérdida de orina en el trans-curso de la niñez.

- ¿Qué otros factores pueden generar la perdida de orina?

- En el caso de las mujeres, conforme va avanzando la edad y tienen varias gestaciones o un solo parto prolongado con mu-cho trauma obstétrico, puede generar una incontinencia uri-naria. Las mujeres que han teni-do 4, 5 o 6 hijos con mayor razón son las que van a sufrir inconti-nencia urinaria en el futuro.

- ¿Entonces la mujer es pro-clive a sufrir de más incontinen-cia urinaria que los hombres?

- Sí, por lo anteriormente se-ñalado, la incontinencia urina-ria es más frecuente en las mu-jeres mayores, donde tenemos

que un 85% de ellas la pade-cen. Dentro de ese porcentaje se tienen los traumas obstétri-cos, múltiples partos, factores hormonales y la edad que debi-lita los músculos y tejidos.

- ¿Qué otros problemas pueden acompañar a la incontinencia?

- Problemas como la obesi-dad o problemas como mujeres que han tenido vida sedentaria, que no han hecho ejercicios o que, dentro de sus enfermeda-des, tengan una diabetes o un problema respiratorio crónico.

- ¿Qué se debe hacer para afrontar este problema?

- Primero hay que hacer un buen diagnóstico de la inconti-nencia urinaria porque muchas veces puede haber diagnósticos errados, que sumados a prejuicios del pasado, donde se pensaba que la pérdida de orina se daba solo por cuestiones de edad, pue-den generar en el adulto mayor cuadros de depresión. Antes, por ejemplo, cuando una señora de 70 o 80 años decía que estaba per-diendo orina, le ponían sus paña-les y las aislaban socialmente.

- ¿Pero una persona que pa-dece de incontinencia urinaria puede hacer su vida normal?

- Hoy en día sí. Las personas de 60, 70, 80 años que la pade-cen, deben saber que pueden hacer una vida normal. En la actualidad cuando un paciente pierde orina hay que someterlo a una serie de estudios, y pueden ir a una corrección quirúrgica o también pueden seguir un trata-mientos de fisioterapia para me-jorar la musculatura. Todos es-tos tratamientos han tenido una serie de mejoras en los últimos años, y lo mejor es que gracias a los avances en la tecnología son minimamente invasivos.

“existen nuevos tratamientos contra la incontinencia urinaria”

Dr. Elvis Sueldo GuevaraMiembro de la Confederación Americana

de Urología y Miembro de laAsociación Americana de Urología

El doctor Elvis Guevara nos habla sobre un tema que genera muchos problemas de autoestima y aislamiento en los adultos mayores.

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El doctor Isaac Crespo Retes, médico especialista en el tratamiento de la diabetes, analiza los problemas que dicha enfermedad puede conllevar al adulto mayor en su vida diaria y el rol que debería desempeñar la familia en su tratamiento.

“en el anciano el problema de la diabetes no es de él solo sino de toda su familia”

Dr. Isaac Crespo Retes Presidente Sociedad Peruana

de Endocrinología

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- ¿Dr. Crespo, qué sucede cuando un anciano es diagnos-ticado diabético?

- Primero que nada hay que tener en cuenta que cuando un anciano es diagnosticado como una persona diabética, ya tiene al menos unos 15 años de evo-lución. La mayoría de personas, al menos los hijos de ellos, re-fieren que sus padres tuvieron diabetes cuando ya tenían más de 60 años, probablemente en esa época los diagnósticos no eran tan claros o llevados a las tablas actuales o a los requisi-tos actuales de las guías, pudie-ron haber sido diabéticos hace mucho más tiempo.

- ¿Qué consecuencias trae el binomio diabetes-ancianidad?

- Bueno, si sumamos los pro-blemas de senescencia vemos que el organismo va perdiendo sus respuestas normales, y al per-der las respuestas normales se pierden en el interior las señales de defensa. Ahora, al perderse las señales de defensa pues no hay buen control de la insulina y es allí donde se hace más eviden-te la presencia de la diabetes.

- ¿La presencia de la diabe-tes implica que existan otras enfermedades?

- El solo hecho de ser diabé-tico implica también que existen enfermedades cardiovasculares, que vamos a tener problemas con enfermedades renales, y que la arteriosclerosis vaya avanzan-do, sea que el anciano esté bien cuidado o mal cuidado.

- En ese caso podríamos defi-nir a la diabetes como una bomba de tiempo para el adulto mayor

- La diabetes es una bom-ba de tiempo si no se le toma en cuenta. Cuando uno trata la diabetes debe tener como pri-mera regla el cambiar el estilo de vida; segundo, debe luchar contra el sedentarismo y traba-jar en favor de una buena ali-mentación; y, en tercer lugar, ya viene la terapia, porque si un paciente que sufre de sobre-peso llega a bajar en un 10%, éste se mejora de manera nota-ble principalmente porque va a utilizar menos insulina. Por ello es muy importante que el an-ciano diagnosticado como dia-bético cambie su estilo de vida.

- ¿Qué recomendaría al res-pecto?

- Hacer ejercicios, comer adecuadamente, pero princi-palmente creo que se tiene que reeducar tanto a los pacientes

como a sus familiares. Pero, aquí hay que poner de mani-fiesto que hoy en día el ancia-no está abandonado. En la vida que llevamos, todo el mundo trabaja, él esta solo y a veces lo dejamos cuidando a los hi-jos, entonces lo tenemos como a un empleado más de la casa. A nadie le gustaría llegar a te-ner cierta edad y estar en esas condiciones. Por eso, creo que toda la familia tiene que parti-cipar en beneficio de una mejor calidad de vida para el adulto mayor. El problema de la dia-betes no es de uno solo, sino de toda la familia.

39Sociedad de GerontoloGía y Geriatría del Perú