diÓgenes - agregaagrega.educacion.es/repositorio/03112014/02/es_2014110312_9211611/... · el...

5
LA FRASE DEL FILÓSOFO 26 FilosofíaHoy grecorromana) filtraron únicamente aquellos textos filosóficos compatibles con el cristianis- mo e hicieron desaparecer todas las obras de los filósofos que fueran incompatibles con su ideología platónico-idealista (pues recorde- mos que, como dijo Nietzsche, el cristianismo no es más que platonismo para las masas). Esa es la razón de que no conservemos ningu- na de los numerosos escritos que escribieron Demócrito (que según Laercio “quiso quemar todos los escritos de Demócrito que pudiera reunir”), Epicuro (autor de más de 300 rollos), los sofistas Protágoras y Gorgias, o el triángu- U na de las frases más re- petidas de Michel On- fray en su Contrahis- toria de la filosofía es que la reputación de un filósofo “se reduce siempre a la suma de malentendidos que se acumulan sobre su nombre”. En el caso de los cínicos nos encon- tramos no solo ante un caso de incompren- sión, sino más bien ante un complot para mi- nimizar su significación filosófica y borrarlos de la nómina de los filósofos respetables. Y no podemos olvidar que este “contubernio cristo- platónico” casi ha conseguido sus propósitos: deslegitimar las corrientes filosóficas opuestas al platonismo y a la tradición idealista domi- nante, y, si fuese posible, borrarlos del mapa. ¿Filósofos o payasos? Los custodios de la tradición filosófica (esos monjes semicultos que en la Edad Media copiaron los manuscritos de la Antigüedad DIÓGENES LOS FILÓSOFOS CÍNICOS DIÓGENES DE SÍNOPE ES UNO DE ESOS HÉROES FILOSÓFICOS DE LA ANTIGÜEDAD CUYO MODO DE VIDA LO CONVIRTIÓ EN UNA FIGURA LEGENDARIA, A LA MISMA ALTURA QUE SÓCRATES. O INCLUSO MÁS. «Ojalá fuera posible quitarse el hambre frotándose el vientre» Una vez que se masturbaba en medio del ágora dijo: LA FRASE-FILO15.indd 26 14/9/12 12:37:16

Upload: tranthien

Post on 10-Oct-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: DIÓGENES - Agregaagrega.educacion.es/repositorio/03112014/02/es_2014110312_9211611/... · el hambre frotándose el vientre ... el lenguaje de los fi lósofos con el del payaso”,

LA FRASE DEL FILÓSOFO

26 � FilosofíaHoy

grecorromana) filtraron únicamente aquellos textos filosóficos compatibles con el cristianis-mo e hicieron desaparecer todas las obras de los filósofos que fueran incompatibles con su ideología platónico-idealista (pues recorde-mos que, como dijo Nietzsche, el cristianismo no es más que platonismo para las masas). Esa es la razón de que no conservemos ningu-na de los numerosos escritos que escribieron Demócrito (que según Laercio “quiso quemar todos los escritos de Demócrito que pudiera reunir”), Epicuro (autor de más de 300 rollos), los sofistas Protágoras y Gorgias, o el triángu-

Una de las frases más re-petidas de Michel On-fray en su Contrahis-toria de la filosofía es que la reputación de un filósofo “se reduce siempre a la suma de malentendidos que se acumulan sobre su

nombre”. En el caso de los cínicos nos encon-tramos no solo ante un caso de incompren-sión, sino más bien ante un complot para mi-nimizar su significación filosófica y borrarlos

de la nómina de los filósofos respetables. Y no podemos olvidar que este “contubernio cristo-platónico” casi ha conseguido sus propósitos: deslegitimar las corrientes filosóficas opuestas al platonismo y a la tradición idealista domi-nante, y, si fuese posible, borrarlos del mapa.

¿Filósofos o payasos?Los custodios de la tradición filosófica (esos monjes semicultos que en la Edad Media copiaron los manuscritos de la Antigüedad

DIÓGENES

LOS

FILÓSOFOS

CÍNICOS

DIÓGENES DE SÍNOPE ES UNO DE ESOS HÉROES FILOSÓFICOS DE LA ANTIGÜEDAD CUYO MODO DE VIDA

LO CONVIRTIÓ EN UNA FIGURA LEGENDARIA, A LA MISMA ALTURA QUE SÓCRATES. O INCLUSO MÁS.

«Ojalá fuera posible quitarse el hambre frotándose el vientre»

Una vez que se masturbaba en medio del ágora dijo:

LA FRASE-FILO15.indd 26 14/9/12 12:37:16

Gabriel Arnaiz
Nota adhesiva
Platón
Page 2: DIÓGENES - Agregaagrega.educacion.es/repositorio/03112014/02/es_2014110312_9211611/... · el hambre frotándose el vientre ... el lenguaje de los fi lósofos con el del payaso”,

LAS CLAVES

} A pesar de lo que piensen los fi lósofos más serios y respetables, Diógenes y los cínicos han encarnado mejor que nadie la fi gura del fi lósofo. Su vida es su gran obra fi losófi ca.

} El fi lósofo cínico no habla de fi losofía, la vi-ve. No discursea, actúa. Es consecuente, es libre, es independiente. Vive como un rey, a pesar de ser el más pobre de los hombres. Es la encarnación perfecta del fi lósofo. En él se funden fi losofía y vida.

FilosofíaHoy ��27

Las sabidurías de la AntigüedadMichel OnfrayAnagrama

Vidas y opiniones de los # lósofos ilustres(Ed. de Luis Andrés

Bredlow)

Diógenes LaercioLucina

Crítica de la razón cínicaPeter SloterdijkSiruela

Ecocinismos: La crisis ecológicadesde la perspectiva de la # losofía cínicaJosé Alberto CuestaBiblioteca Buridán

DARDOS

POR

ESCRITO

que los cínicos buscan con estas acciones es propiciar eso que los psicólogos llaman hoy “una experiencia emocional correctiva”. Para Sloterdijk, Diógenes es, sin duda, “el fi lósofo más fi lantrópico de nuestra tradición: popu-lar, sensible, esotérico y plebeyo; hasta cierto punto el gran payaso de la Antigüedad”.

¡Vivan las anécdotas!De ahí que sus anécdotas sean tan importan-tes y que sea necesario un buen trabajo de interpretación para descubrir las gemas que

se camufl an tras estas payasadas, con las que los fi lósofos serios y respetables –co-mo Platón y He-gel– nunca han sabido muy bien qué hacer. El cí-nico argumenta con su propio cuerpo, respon-de al idealismo de Platón con la materialidad más grosera, por eso defeca, mea

y se masturba en la plaza pública. Pero no lo hace porque sí, por llevar la contraria o por el placer de provocar. No; lo hace para transmi-tir una idea, para extirpar una creencia falsa.

“¿Por qué se puede hablar en el ágora –se pregunta Diógenes–, pero uno no puede hacer allí sus necesidades, si tanto unas como otras son igual de naturales? ¿Por qué está bien que algunos comportamientos se hagan en públi-co y otros no?”. Y con sus acciones, Diógenes (o Aristipo, que se atrevió a ponerse un ves-tido de mujer) quiere poner de manifi esto la arbitrariedad de nuestras costumbres, que refl exionemos sobre por qué una determina-da sociedad considera unas conductas como “convencionales” y otras como “naturales”; y en lugar de pronunciar un largo discurso prefi ere provocar un fuerte impacto emo-cional en sus oyentes a través de sus extra-ñas pantomimas.

Es necesario, pues, que saque a la luz el mensaje fi losófi co que ellas atesoran y restau-re la dignidad fi losófi ca no solo de los cínicos griegos (Antístenes, Diógenes, Crates, Hipar-quia, Menandro…), sino también de todas las otras corrientes fi losófi cas minoritarias que durante tanto tiempo han sido vilipendiadas por los biempensantes en fi losofía, todos esos discípulos de Platón y Hegel que dictaminan lo que es fi losofía y lo que no. Y es que estos señores empingorotados que tanto desprecian

está refi riendo a una persona profundamente desvergonzada, impúdica, insolente, procaz, obscena, mentirosa y nihilista, alguien que se burla de todos los ideales porque no cree en ninguno, es decir, alguien que no respeta a nada ni a nadie; en suma, un ser desprecia-ble. Y aunque es verdad que en más de una ocasión los cínicos podían mostrar en público este tipo de comportamiento, es injusto que su nombre haya pasado a designar toda es-ta sarta de vicios, pues precisamente fue su ejemplar estilo de vida (austero, coherente y disciplinado) el que a los ojos de los antiguos los convirtió en modelos de virtud y sabiduría.

Por si todo esto fuera po-co, algunos psiquiatras poco informados han decidido bautizar el deseo compulsivo de algunos ancianos por acu-mular todo tipo de trastos in-útiles en sus casas y la inca-pacidad de desprenderse de esos objetos como “síndrome de Diógenes”; lo que, por otra parte, no puede estar más alejado del modo de vida cí-nico. El auténtico Diógenes fue un maestro en el arte de desapego y si en algo in-sistió fue en que debíamos desprendernos de todas las cosas inútiles que dominan nuestras vidas, no solo de los objetos, sino también de las ideas o las costumbres perniciosas. Su le-ma es: “Cuanto menos, mejor”.

Performances fi losófi casToda la fi losofía de estos autores silenciados (sofi stas, materialistas, hedonistas o cínicos), y especialmente la de Antístenes, Aristipo y Diógenes, no es más que una poderosa ma-quinaria de guerra contra el platonismo (¿qué otra cosa es sino la conocida anécdota del po-llo desplumado según la que, habiendo dado Platón la defi nición de que «el hombre es un bípedo implume», introdujo en la escuela un pollo desplumado y dijo: «Aquí está el hombre de Platón». Entonces, añadió a la defi nición «y de uñas planas»). Como muy bien supo ver Peter Sloterdijk en su magnífi ca Crítica de la razón cínica, el cinismo (y no el aristotelismo) es la antítesis fi losófi ca realista a las teorías de Platón. “Diógenes y los suyos oponen una refl exión esencialmente plebeya” contra esa manera tan aristocrática de concebir el saber y de transmitirlo, un tipo de diálogo (la diatri-ba) que no excluya a nadie y que todo el mun-do pueda entender. Constituyen la “primera réplica al ateniense idealismo señorial, répli-ca que va más allá de refutaciones teóricas”. Diógenes no habla contra el idealismo pla-tónico, vive contra él.

El cínico prefi ere actuar a pronunciar lar-gos discursos (“el movimiento se demuestra andando”), prefi ere provocar a sugerir, la in-solencia a la demostración. “Diógenes refuta el lenguaje de los fi lósofos con el del payaso”, dirá Sloterdijk. Y tiene toda la razón. Dió-genes utiliza la pantomima para transmi-tir ideas fi losófi cas. Argumenta con todo su cuerpo, no solo con su lengua. Podríamos decir que es el creador de la performance fi -losófi ca, puesto que, en lugar de convencer a sus interlocutores con argumentos, utiliza una serie de actos extravagantes para produ-cir en su oyente un fuerte impacto emocional que cortocircuite su manera de pensar habi-tual y le ayude a cambiar de vida. Es decir, lo

à

Diógenes está fi losofando aquí con la masturbación, defendiendo la autosufi ciencia y la inocencia de un acto natural frente a los tabúes de la civilización

lo subversivo compuesto por Antístenes, Aris-tipo y Diógenes (que entre los tres parece que escribieron más de cien obras).

Calumnias y malentendidosComo parte de esta persistente labor de ma-nipulación histórica se ha retorcido incluso el sentido original de los términos (cínico, sofi s-ta, hedonista, materialista, etc.). Cuando hoy alguien dice de otro que es un ‘cínico’, no le está comparando con un héroe fi losófi co co-mo Diógenes. No elogia ninguna de las virtu-des que le caracterizaban (como su entereza, su indiferencia frente a las cosas superfl uas o su desprecio de las convenciones), sino que se

Dió

gen

es, d

e J

ean

-Le

on

rôm

e

LA FRASE-FILO15.indd 27 14/9/12 12:37:18

Page 3: DIÓGENES - Agregaagrega.educacion.es/repositorio/03112014/02/es_2014110312_9211611/... · el hambre frotándose el vientre ... el lenguaje de los fi lósofos con el del payaso”,

LA FRASE DEL FILÓSOFO

28 � FilosofíaHoy

tata, emperador romano del siglo IV d. C, pa-ra quien Diógenes representaba la perfección del ideal de vida fi losófi ca: alguien que era capaz de llevar en todo momento un modo de vida ejemplar –más incluso que Sócrates– que pudiera servir de inspiración a otros seres humanos. Diógenes sería algo así como el Hércules de la fi losofía, el atleta máximo de la virtud y el espejo en el que los fi lóso-fos posteriores –y especialmente los estoi-cos– se mirarían para ser mejores.

A pesar de lo que en un principio pudiera parecer, los cínicos ejemplifi can mejor que nadie el modo de vida es-forzado del fi lósofo, que debe estar ejercitándose constantemente para superar todo tipo de pruebas físicas y anímicas. Recordemos uno de sus dichos más famosos: “Nada se con-sigue en la vida sin entrenamiento y este es capaz de mejorarlo todo”. Como insiste García Gual en La sec-ta del perro, “la vía de la verdadera excelencia consiste en no dejarse

dominar por nada, por ningún contratiem-po: ni por el hambre, ni por la sed y el frío, ni por el dolor físico, la pobreza, la humillación o el destierro, sino ver en todo ello una mera ocasión de probar la propia fuerza moral y de voluntad, ocasión para el endurecimiento, de «ascesis» en sentido corporal y anímico”.

La seriedad camufl adaY es que, en el fondo, “tras la causticidad de Diógenes y su intención de provocar, perci-bimos una actitud fi losófi ca seria, tal como puede haber sido la de Sócrates. Si se dedicó a hacer caer una tras otra las máscaras de la vida civilizada y a oponer a la hipocresía en boga las costumbres del «perro», ello se debe a que Diógenes creía que podía proponer a los hombres un camino que los condujera a la felicidad”, escribe Marie-Odile Goulet-Cazé, la autora de L'ascèse cynique, a quien Michel Onfray cita en Cinismos: Retrato de los fi lóso-fos llamados “perros”, dos de los fi lósofos que más se han empeñado en reivindicar la digni-dad fi losófi ca del movimiento cínico.

Pero la mejor descripción de lo que Dióge-nes signifi có para los antiguos es de Máximo de Tiro, fi lósofo platónico del siglo II d. C.: “Se despojó de todos los condicionantes del entorno, se liberó de las ataduras y reco-rría libre la tierra, al modo de un ave con uso de razón, sin temor al tirano, sin de-jarse constreñir por la ley, ni ocuparse de la política, ni estar agobiado por la crianza de niños, ni encarcelado por el matrimonio, si-no que se burlaba de todos esos hombres y de sus ocupaciones como nosotros de los niños pequeños, cuando les vemos tan seriamente ocupados en el juego de las tabas y recibien-do golpes, ganándolas y perdiéndolas. Lleva-ba el régimen de vida de un rey, pero libre y sin temor […]. Fue más excelso que Licurgo, Solón, Atajerjes y Alejandro y más libre que el propio Sócrates”.

Y hoy, ¿quiénes serían los herederos de los cínicos? ¿Ciorán? ¿Quiénes son los que hoy se atreven a criticar los tópicos más queridos en los que se asienta nuestra socie-dad? ¿Agustín García Calvo? Lo único claro es que, como dijo D'Alembert hace más de dos siglos, “cada época, y la nuestra en particular, necesita su Diógenes. Sin embargo, la difi cultad consiste en encontrar a hombres que tengan el coraje de ser Dió-genes y asumir las consecuencias”.

Gabriel Arnaiz

la ironía, el humor y la burla no saben que, co-mo nos recuerda Onfray en Las sabidurías de la Antigüedad, “la anécdota es la vía regia que conduce al epicentro de un pensamiento”.Por ejemplo, la anécdota de Diógenes mas-turbándose en el ágora es uno de los mejores ejemplos para mostrar uno de los principios fundamentales del cinismo: la autarquía. No olvidemos que “uno de los principales pilares en los que se asienta este ideal del sabio hele-nístico es la noción de autarquía, al conside-rarse que el individuo, por sí mismo, es capaz de alcanzar la feli-cidad sean cuales sean las circuns-tancias externas que le rodean”, explica José An-tonio Cuesta en Ecocinismos, uno de los mejores li-bros en español sobre esta incom-prendida escuela. “La masturbación –escribe el autor– es un símbolo inequívoco de autarquía, ya que cumple la satisfacción de una necesidad sin tener que recurrir a ningún «agente» exter-no. El paroxismo del ideal de autarquía que-da plasmado en la réplica que Diógenes da a quienes le reprochan su masturbación pú-blica; “si frotándose el vientre se calmara el hambre como se calma el deseo sexual, se so-lucionarían muchos de los peores males que afectan al ser humano”. Y continúa: “La des-vergüenza se manifi esta en el hecho de que la masturbación se produce en el ágora, el lugar público por excelencia, además de centro de reunión del gremio fi losófi co”. De lo que se puede deducir, pues, “que al masturbarse en el lugar en el que se fi losofa, Diógenes está fi -losofando con la masturbación, defendiendo la autosufi ciencia y la inocencia de un acto natural frente a los tabúes y eufemismos de la civilización”.

Pero de todas las anécdotas de Diógenes, la que más trascendencia ha tenido en la histo-ria del pensamiento es la del día en que Dió-genes estaba tomando el sol y se presentó el emperador Alejandro Magno. Este le dijo: “Pídeme lo que quieras”. El fi lósofo le respondió: “Que no me hagas sombra”. Sloterdijk nos recuerda que “esta es la anéc-dota más conocida referida a un fi lósofo de la Antigüedad clásica, y no sin razón. Demues-tra de un solo golpe lo que la Antigüedad en-tiende bajo el concepto de sabiduría fi losófi ca: no tanto un saber teórico cuanto, más bien, un espíritu insobornable”.

El héroe fi losófi coY es que para los antiguos griegos y romanos los cínicos eran un modelo de virtud, y Dió-genes, uno de los mejores representantes de la tradición socrática. Quizás nadie lo ha ex-puesto de manera tan clara como Foucault, cuando dice en Discurso y verdad en la anti-gua Grecia que “Diógenes era una fi gura real, histórica, pero su vida se volvió tan legenda-ria que se convirtió en una especie de mito cuando anécdotas, escándalos, etc., fueron añadidos a su vida real. Acerca de su vida no sabemos demasiado, pero está claro que llegó a ser una especie de héroe fi losófi co. Platón, Aristóteles, Zenón de Citia, por ejemplo, eran autores fi losófi cos y autoridades en fi losofía, pero no eran considerados héroes. Diógenes era fundamentalmente una fi gura heroica”. Así lo consideró, por ejemplo, Juliano el Após-

LOS LIBROS

EL FILÓSOFO

} La historia de la � losofía está llena de lagunas. De gran número de � lósofos antiguos solo nos han llegado unas pocas anécdotas y aforismos gracias a las Vidas y opiniones

de los � lósofos ilustres de Diógenes Laercio. De los libros que escribieron, apenas conocemos los títulos o, a lo sumo, unos pocos párrafos. Por eso son tan importantes las compilaciones de estos fragmentos. En el caso de los cínicos, el profesor Martín García ha recopilado en dos volúmenes todas las referencias dis-ponibles sobre uno de los movimientos � losó� cos que más in� uyó en su época, más tiempo duró (cinco siglos) y más adeptos reclutó. En total, más de 1100 páginas por las que des� lan una cincuentena de estos valero-sos � lósofos, no solo aquellos que menciona Laercio, como Antítestes, Diógenes, Hiparquia, Crates o Metrocles, sino también otros me-nos conocidos aunque igual de importantes, como Bión de Borístenes, Menipo de Gádara, Dión de Prusa, Peregrino, Demonacte, Luciano de Samosata o el emperador Juliano.

} No sabemos casi nada con certeza de Dióge-nes. Que nació en Sínope (hoy Turquía) sobre el año 412 a. C. y murió en Corintio a los 89 años. El resto no está tan claro. No se conservan sus textos y solo disponemos de un puñado de anécdotas (la mayoría de ellas transmitidas por su tocayo Laercio cuatro siglos después de su muerte) que no buscan tanto re" ejar su vida como servir de instrumento pedagógico para conocer su “� losofía de vida”. Por eso no es de extrañar que las anécdotas de Diógenes se le atribuyan a Sócrates, Antístenes o Crates (como esa que dice que “los otros hombres viven para comer, mientras que él comía para vivir”). En el fondo, no son más que variantes de un mismo arquetipo: el � lósofo antiguo. Lo fundamental no es saber si una anécdota es cierta o no, sino cuál es la enseñanza � losó� ca que podemos extraer de ella para aplicarla a nuestra vida cotidiana. De ahí que normalmente Laercio proporcione diferentes versiones sobre un mismo suceso: ¿Murió Diógenes por comer un pulpo vivo, al disputarse con unos perros unos despojos o porque decidió quitarse la vida conteniendo la respiración? ¡Qué más da! Lo importante no es lo que realmente le sucedió, sino la sabidu-ría que destilan esas historias.

LOS FILÓSOFOS CÍNICOS (VOL. I Y II)Edición de José Martín GarcíaAkal, 2008

22 € cada volumen

La secta del perroCarlos G. GualAlianza editorial

CinismosRetratos de los � lósofos llama-dos 'perros'Michel OnfrayPaidós

Discurso y verdad en la antigua GreciaMichel FoucaultPaidós

à

El � lósofo-perro frente al sabio PlatónYan MarchandErrata Naturae

Para el emperador Juliano, Diógenes representaba la perfección del ideal de vida fi losófi ca

LA FRASE-FILO15.indd 28 14/9/12 12:37:27

Page 4: DIÓGENES - Agregaagrega.educacion.es/repositorio/03112014/02/es_2014110312_9211611/... · el hambre frotándose el vientre ... el lenguaje de los fi lósofos con el del payaso”,

PREGUNTAS DIDÁCTICAS

DE COMPRENSIÓN

1. ¿Qué significan las siguientes palabras: complot, contubernio, custodio, semiculto, grecorromano, entereza, impúdico, procaz, insolente, obsceno, nihilista, desapego, diatriba, plebeyo, pantomima, esotérico, filantrópico, vilipendiar, biempensante, dictaminar, empingorotado, autarquía, helenismo, paroxismo, ágora, apóstata, ascesis, ascético, ascetismo, asceta, causticidad, arquetipo y calumnia?

2. ¿En qué consiste la reputación de un filósofo, según Michel Onfray?3. ¿De qué autores borraron su huella los monjes medievales?4. ¿Por qué sofista, cínico, hedonista y materialista son hoy casi insultos?5. ¿Cuál es la acepción coloquial de “cínico”? ¿Se corresponde a la realidad de

este movimiento filosófico?6. ¿Qué es lo que tenían de ejemplar el estilo de vida cínico?7. ¿Está bien elegido la expresión “síndrome de Diógenes? ¿Por qué?8. ¿Cuál podría ser el lema cínico?9. ¿Contra qué filósofo se opone Diógenes (pero también Demócrito y los

sofistas)? ¿Cuál sería la anécdota que mostraría esta oposición?10. ¿Qué diferencias tiene la diatriba cínica frente al diálogo platónico, según

Sloterdijk?11. ¿Qué prefiere hacer el cínico en lugar de hablar? ¿Por qué lo hace?12. ¿Qué es lo que quiere propiciar el cínico en la mente de su público?13. ¿Qué pretende Diógenes al cagar en medio del ágora? ¿Y Aristipo por

vestirse de mujer? ¿Por qué prefieren “hacer algo impactante” a pronunciar largos discursos para convencer a su audiencia?

14. ¿Quiénes serían los filósofos serios y respetables? 15. ¿Por qué se dice en el texto que “Diógenes encarna mejor que nadie la

figura del filósofo”?16. ¿Qué quiere decir la frase de Onfray sobre el papel de las anécdotas?17. ¿Por qué es tan importante la anécdota de la masturbación? ¿Qué simboliza?18. ¿En qué consistía la autarquía para los filósofos helenísticos?19. ¿Cuál es la anécdota filosófica más repetida en la Antigüedad? ¿Por qué?20. ¿Qué diferencia había entre un autor filosófico y un héroe filosófico?21. ¿Qué representaba Diógenes para el emperador Juliano?22. ¿Por qué se inspiraron los estoicos en Diógenes?23. ¿Por qué es tan importante el entrenamiento (la ascesis) para el cínico? 24. Para el cínico, ¿dónde se encuentra la excelencia (la virtud)?25. ¿Dónde está la seriedad de la actitud cínica?26. ¿Cuál es la mejor descripción antigua del modo de vida cínico? 27. ¿Por qué se burla el cínico de nosotros? ¿Por qué se dice que “llevaban la

vida de un rey”?28. ¿Por qué “cada época necesita su Diógenes”?29. ¿Por qué es tan importante el libro de Laercio?30. ¿Cuántos siglos duró el movimiento cínico (desde qué siglo hasta cuándo)?

¿Cuáles son sus figuras más destacadas?

DE AMPLIACIÓN

31. ¿Qué ha pretendido hacer Michel Onfray en su Contrahistoria de la filosofía?32. ¿A qué cliché te recuerda el “contubernio cristo-platónico”?33. ¿Qué quiere decir Nietzsche con su frase sobre el cristianismo?34.Busca en Diógenes Laercio algunos de los títulos de las obras que más te

llamen la atención de estos “filósofos silenciados”.35. ¿Qué características comunes tiene comparte la ideología platónico-idealista

de la filosofía de Platón, Descartes y Kant?

Gabriel Arnaiz

Page 5: DIÓGENES - Agregaagrega.educacion.es/repositorio/03112014/02/es_2014110312_9211611/... · el hambre frotándose el vientre ... el lenguaje de los fi lósofos con el del payaso”,

36. ¿Qué es una performance en arte? Busca algún ejemplo que se parezca a lo que hacía Diógenes.

37. ¿Cuál era la función del bufón en las cortes medievales?38. ¿Quiénes serían los filósofos serios y respetables (busca más nombres, no

sólo los que se citan en el artículo), y quiénes los filósofos “cachondos”, divertidos, irreverentes, esos que no se toman a sí mismo en serio?

39. ¿Cuáles son las anécdotas filosóficas de los otros cínicos con las que te quedas (elige al menos una para cada uno de ellos)? (te doy algunas pistas: la del pedo de Metrocles, la de las lentejas de Crates, las de Hiparquia...)

40. ¿Por qué llamaban “perros” a los cínicos?41. ¿Quién fue Cioran? ¿Y Agustín García Calvo?42. ¿Pueden el humor, el sexo o los excrementos ser filosóficos?43. ¿Quién es Leo Bassi? ¿Te parece bien que se hayan prohibido algunas de sus

obras de teatro (por ejemplo, en Marchena) por su parodia del papa? ¿Sabes que ha “fundado” una nueva religión, el patolicismo?

44. ¿Qué piensas del uso del sexo (protestan con las tetas al aire) que hacen las chicas de Femen? ¿Te parece correcto?

45. ¿Sabes por qué el grupo ruso de punk Pussy Riot están en la cárcel?

DE PROFUNDIZACIÓN

46. ¿Puede el humor ser serio? ¿Y los payasos?47. ¿Son los payasos (o los bufones) filósofos camuflados?48. ¿Es la risa esencialmente subversiva? ¿Por qué el poder siempre se ha

enfrentado a la risa?49. ¿Quiénes serían hoy los cínicos? ¿Las chicas de Femen, los antitaurinos, Leo

Bassi...?50. ¿Qué podemos aprender de ellos? ¿Por qué crees que este movimiento tuvo

tanto éxito y duró tanto tiempo51. ¿Se puede (y se debe) reír uno de todo? ¿Hay cosas (com la religión, el

Holocausto, el terrorismo, los negros, la discriminación hacia las mujeres...) de las que uno no puede tomarse a risa?

52.Cuando uno se ríe de alguien o de algo, ¿necesariamente se está burlando de eso? ¿Cuál es el límite entre la risa y la burla?

53. ¿Te parece bien que se haya prohibido la obra Estrella sublime en Écija? ¿O que se hayan prohibido las caricaturas de los reyes en la revista El jueves?

54. ¿Y que juzgaran por blasfemia al cantante satírico Javer Krahe, autor de la canción “No todo va a ser follar”, por un vídeo en el que cocinaba a un cristo?

55. ¿Son las religiones alérgicas a la risa? (lo digo también por los disturbios que produjeron unas caricaturas de Mahoma)

Gabriel Arnaiz