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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE CIENCIAS MARINAS DINÁMICA LARVAL DE LANGOSTA ROJA (Panulirus interruptus) EN LA COSTA OCCIDENTAL DE LA PENÍNSULA DE BAJA CALIFORNIA, MÉXICO, DURANTE EL ENOS, 1997-1999. T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN CIENCIAS EN MANEJO DE RECURSOS MARINOS PRESENTA MA. DEL CARMEN PEÑALOZA MAYORAZGO LA PAZ, B C S., AGOSTO DE 2008.

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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE CIENCIAS MARINAS

DINÁMICA LARVAL DE LANGOSTA ROJA (Panulirus interruptus) EN LA COSTA

OCCIDENTAL DE LA PENÍNSULA DE BAJA CALIFORNIA, MÉXICO, DURANTE EL ENOS,

1997-1999.

T E S I S

QUE PARA OBTENER EL GRADO DE

MAESTRO EN CIENCIAS

EN

MANEJO DE RECURSOS MARINOS

PRESENTA

MA. DEL CARMEN PEÑALOZA MAYORAZGO

LA PAZ, B C S., AGOSTO DE 2008.

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ii

iii

Dedicatoria A quines me han demostrado una y otra vez el gran amor que sienten por mí y que me enseñaron que no existe mejor legado que mis estudios a mis padres, Tomas Peñaloza y Carolina Mayorazgo…. A quien le debo mucho y siempre ah estado en todo momento conmigo aun en la distancia……….. a mi madre …………….y mis hermanos, por el constante apoyo y cariño brindados, gracias. Para aquellos que tuvieron fe en mi y que en algún día llegaría este momento………………………………………mis amigos.

iv

AGRADECIMIENTOS Agradezco al Instituto Politécnico Nacional por brindarme la oportunidad de realizar mis estudios de posgrado y por el apoyo económico a través de su Programa de Formación de Investigadores (PIFI). De igual manera, agradezco Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por los apoyos económicos otorgados. Al Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR), a los profesores y demás personal, por contribuir en mi formación académica. Al departamento de Plancton y Ecología Marina de CICIMAR por permitirme el uso de sus instalaciones. Al Programa IMECOCAL (Investigaciones Mexicanas de la Corriente de California) por la obtención de las muestras biológicas y haberme permitido participar en uno de los cruceros. Agradezco de manera especial al Dr. Rogelio González Armas por la dirección de este trabajo, así como por todo el apoyo brindado durante el desarrollo del mismo. A todos los investigadores que aceptaron ser parte de mi comisión revisora, MC. Roxana de Silva Davila, Dr. Rene Funes Rodríguez, MC Alejandro Hinojosa Medina, Dr. Reginaldo Durazo. Por acertadas criticas, comentarios, observaciones y sugerencias que innegablemente contribuyeron al mejoramiento de la calidad final del manuscrito, así como por el tiempo y el esfuerzo dedicado. A todos muchas gracias. Quiero externar mis más sinceras gracias al Biol. Martín Hernández Rivas, por su asesoría y haber participado desde el inicio en el presente trabajo. A todos mis profesores del CICIMAR un especial agradecimiento por ser parte importante de mi formación. A Humberto por todas sus atenciones, así como por su gran eficiencia. Al personal de computo y biblioteca, mil gracias. Me considero en deuda con mucha gente no solo por su amable y constante estimulo y a veces por la franca critica, si no también por la visión y perspectiva que cada quien pudo aportar en este trabajo……………… Sin ustedes, amigos, nada habría sido posible. A mi familia por su constante apoyo moral tan valioso, ya saben cuanto les quiero agradecer…. Los quiero. Mis más sinceras gracias a todas las personas que de alguna manera participaron en la elaboración de este trabajo. A estas tierras sudcalifornianas por sus calores y paisajes.

v

ÍNDICE Página

RELACIÓN DE FIGURAS …………………………………………..……….... vi RELACIÓN DE TABLAS ..…………………………………………….….……. vii GLOSARIO …..…………………………………………………………….…… viii RESUMEN …………………………………………………………………..….. ix ABSTRACT ………………………………………………………………….….. xi INTRODUCCIÓN …………………………………………………………….… 1

Biología y ciclo de vida larval de la langosta ………………………..…. 2 ANTECEDENTES …………………………………………………………....... 6

El ciclo ENOS 1997-1999 en la Corriente de California …………....… 9 JUSTIFICACIÓN …………………………………………………………....….. 11 HIPÓTESIS ……………………………………………………………..…….... 11 OBJETIVOS …………………………………………………………………..... 12 ÁREA DE ESTUDIO ………………………………………………………….... 13 MATERIAL Y MÉTODOS ……………………………….…………………...... 14 RESULTADOS ……………………………………………………………..…... 21

Abundancia total …………………………….......................................... 21 Abundancia de larvas de langosta durante El Niño-La Niña ……….... 23 Abundancia de larvas de langosta roja y su relación con los parámetros ambientales ………………………………................…...…

24

Variación temporal de la abundancia …………………………………… 27 Distribución noche-día ……………………………………....………….... 31 Distribución latitudinal de las abundancias …………………………..… 32 Distribución costa-océano …………………………..………………….... 37 Distribución de larvas filosoma y su relación con las corrientes geostróficas ……………………………………………………….............

39

DISCUSIÓN ………………………………………………………………...…... 44 CONCLUSIONES ……………………………………………………….…....... 57 RECOMENDACIONES ………………………………………………………... 58 LITERATURA CITADA ……………………………………………………….... 59 Anexos: …………………………………………………………….……………. 68 Distribución espacial de las larvas filosoma y puerulos de P. interruptus en:

1. Otoño de 1997 ……………………………………………..…………... 68 2. Invierno de 1998 ……………………………………………….…….… 69 3. Verano de 1998 ………………………………………………..……..... 70 4. Otoño de 1998 ………………………………………………………..... 71 5. Invierno de 1999 …………………………………………...…….…..… 72 6. Primavera de 1999 …………………………………………………..… 73 7. Verano de 1999 ………………………………………………………... 74 8. Otoño de 1999 ………………………………………………………..... 75

vi

RELACIÓN DE FIGURAS

Figura Página 1. Área de distribución de la langosta roja Panulirus interruptus ….. 2 2. Ciclo de vida de las langostas espinosas del género Panulirus ... 4 3. Área de estudio y red de estaciones de muestreo del programa

IMECOCAL. Durante los eventos El Niño y La Niña 1997-1999 ..

16 4. División de zonas, la línea continua indica la división de costa-

océano del plan de estaciones de muestreo del programa IMECOCAL. Las líneas punteadas delimita las regiones Norte, Centro y sur ……………………………………………………..…….

19 5. Estadios de larvas de langosta roja panulirus interruptus, del

estadio I hasta la fase de puerulos …………………………..……

22 6. Abundancia de larvas de langosta roja a 10m2 de superficie

marina, recolectadas para cada uno de los cruceros IMECOCAL analizados ………………………………………….…..

23 7. Abundancia de larvas de langosta roja a 10 m2 de superficie

marina por estadio de desarrollo durante los años 1997, 1998 y 1999 …………………………………………………………………..

24 8. Abundancias de larvas de langosta roja a 10m2 de superficie

marina con respecto a la temperatura y salinidad durante El Niño ……………………………………………………………………

27 9. Abundancias de larvas de langosta roja a 10m2 de superficie

marina con respecto a la temperatura y salinidad durante La Niña …………………………………………………….……………..

27 10. Abundancia relativa de larvas filosoma por estadio de desarrollo

y la fase de puerulo para cada temporada del año ………………

28 11. Progresión de cohortes de larvas filosoma y puerulo a 10 m2 de

P. interruptus a lo largo del período de estudio (1997-1999) ..….

30 12. Abundancia total de los estadios de larvas filosoma y puerulo

agrupados por noche-día durante el periodo de estudio, en la costa occidental de la península de Baja California ……………...

31 13. Abundancia relativa de larvas de langosta agrupadas por

estadios: iniciales, intermedios, finales y puerulo. Recolectados durante todo el periodo de muestreo: a) otoño de 1997, b) invierno de 1998, c) verano y d) otoño de 1998, e) invierno de 1999, f) primavera de 1999, g) verano y h) otoño de 1999, en la costa occidental de la península de Baja California ..

33 14. Distribución de larvas de langosta roja, (estadios iniciales,

intermedios y finales) entre las zonas norte, centro y sur, durante El Niño: a) otoño de 1997; b) invierno de 1998; c) verano de 1998; d) otoño de 1998, en la costa occidental de la península de Baja California. …………………………….………....

34

vii

Continuación … Figura Página

15. Distribución de larvas de langosta roja, (estadios iniciales, intermedios y finales) entre las zonas norte, centro y sur, durante La Niña: a) invierno de 1999; b) primavera de 1999; c) verano de 1999; d) otoño de 1999, en la costa occidental de la península de Baja California ………………………………...…..…

36 16. Distribución costa-océano de larvas filosoma de los estadios, a)

iniciales, b) intermedios, c) finales y d) Puerulo, en la costa occidental de la península de Baja California …………………….

38 17. Distribución y abundancia de larvas filosoma en la costa

occidental de la península de Baja California. a) otoño de 1997, b) invierno de 1998, c) verano y d) otoño de 1998 y su relación con anomalías de altura dinámica (0/500 dbar) (tomadas de Durazo y Baumgartner, 2002). Las flechas indican la dirección de la corriente, la línea azul continua indica la división costa-océano y la línea azul discontinua separa las regiones norte, centro y sur ……………………………………………………………

41

18. Distribución y abundancia de larvas filosoma en la costa occidental de la península de Baja California. a) Invierno de 1999, b) Primavera de 1999, c) Verano, y d) Otoño de 1999 y su relación con anomalías de altura dinámica (0/500 dbar) (tomadas de Durazo y Baumgartner, 2002). Las flechas indican la dirección de la corriente, la línea azul continua indica la división costa-océano y la línea azul discontinua separa las regiones norte, centro y sur …………………………….…………...

43

RELACIÓN DE TABLAS

Tabla Página I. Relación de los cruceros realizados con fecha, temporadas,

evento y número de estaciones muestreadas ………….………...

14 II. División por estadios de desarrollo larval de la langosta roja

(Panulirus interruptus) …………….………………………………....

17 III. Valores promedio, mínimos y máximos de temperatura y

salinidad a 10 m de profundidad en estaciones positivas (presencia de organismos) para cada uno de los cruceros analizados (el área sombreada corresponde con los registros durante El Niño 1997-1998) ………………………..…..…………...

25

viii

GLOSARIO Abundancia: Medida de la cantidad total de organismos de un determinado sistema

y que puede estar referida en unidades de volumen, peso o número (Lincoln et al.,

1995).

Abundancia relativa: Relación porcentual de una especie o grupos de especies con

respecto al tamaño total de la muestra, puede expresarse numéricamente y/o en

peso (Lincoln et al., 1995).

Anticiclónico: Se usa para definir el sentido de rotación de fenómenos oceánicos y

atmosféricos contrarios a la dirección de giro de los ciclones y al de la tierra; en el

mismo sentido de las manecillas del reloj en el hemisferio norte y en sentido contrario

en el hemisferio sur (Amador y Figueroa, 1997).

Ciclónico: Es el sentido de giro de un fluido igual al de los ciclones y de la tierra; en

sentido contrario al de las manecillas del reloj en el hemisferio norte y en el mismo

sentido en el hemisferio sur (Amador y Figueroa, 1997).

ENOS, (El Niño Oscilación del Sur): Es una perturbación del sistema acoplado

océano – atmósfera en el Pacífico Tropical que tiene importantes consecuencias en

la circulación atmosférica global. Consiste en una interacción compleja entre el

Océano Pacífico tropical y la atmósfera. En este fenómeno la componente oceánica

es El Niño y la atmosférica es la Oscilación del Sur (Capurro, 2002).

Evento: Variación no periódica de un fenómeno (no necesariamente no predecible),

que se presenta con magnitud y duración variable. Ejemplos: los fuertes vientos

llamados “Nortes” del golfo de México, o el fenómeno de “El Niño” (Amador y

Figueroa, 1997).

Filosoma, (larva de langosta): Proviene del griego phyllos = hoja, soma = cuerpo.

Primera forma larvaria de las langostas aplanada dorsoventralmente y parecida a

ix

una hoja, es transparente y presenta apéndices setosos. Es de hábitos planctónicos,

lo que le permite una amplia dispersión (Johnson, 1951).

La Niña: Se refiere a un período con temperatura superficial del mar anómalamente

fría en el Océano Pacífico Ecuatorial, en sus porciones occidental y central, asociado

a una inusual baja presión atmosférica hacia el oeste de la línea internacional del

tiempo y una presión atmosférica alta al este de la misma (Hayward et al., 1999).

Meandro: Son las curvaturas muy pronunciadas (algunas en forma de u) en la

trayectoria de un río o de una corriente marina (Amador y Figueroa, 1997).

Metamorfósis: El cambio marcado en la forma que se produce entre las fases del

ciclo vital durante el desarrollo de la mayoría de los crustáceos.

Puerulo: Segunda fase larvaria de las langostas. Representa el punto de transición

entre la fase planctónica (filosoma), y la fase bentónica o juvenil. Los puerulos

presentan las características externas de una langosta adulta pero son transparentes

con excepción de los ojos que son pigmentados. El cuerpo está deprimido, presenta

un caparazón desprovisto de espinas y poco calcificado y presenta pleópodos muy

desarrollados. Mide de 2 a 3 cm. aproximadamente (Johnson, 1956).

UPS: Abreviación de unidades practicas de salinidad (UNESCO, 1979) basada en la

razón entre la conductividad eléctrica de la muestra y una muestra estándar. Se

conoce como unidades prácticas por que fueron definidas de tal manera que la

nueva escala coincida con la antigua de partes por mil (ppm). La salinidad en ups es

adimensional (UNESCO, 1985; Amador y Figueroa, 1997).

x

RESUMEN La langosta roja (Panulirus interruptus) presenta un ciclo de vida larval muy complejo pasando por once estadios larvarios, pues está sujeto a la influencia de procesos oceanográficos como giros, corrientes y surgencias. Uno de los procesos más importantes que determinan el éxito de la reproducción es el evento El Niño Oscilación del Sur (ENOS), ya que los estadios larvarios de esta especie se ven afectados debido a la modificación de las condiciones ambientales. Con el propósito de evaluar la variabilidad del ENOS 1997-1999, sobre la dinámica larval de esta especie frente a la costa occidental de la Península de Baja California, se analizaron 505 muestras de plancton provenientes de ocho cruceros oceanográficos realizados por el programa IMECOCAL, entre el otoño de 1997 y el otoño de 1999, en la costa occidental de la Península de Baja California, México. Las larvas filosoma fueron extraídas de las muestras y se determinó el estadio de desarrollo de cada una de ellas. La abundancia larval fue estandarizada a 10m2 de superficie marina. Durante la fase cálida, se registró una alta abundancia de larvas principalmente en los cruceros de otoño (1997, 1998), mientras que en la fase de La Niña (1999) la abundancia presentó una disminución de estas. Durante el ENOS se registraron temperaturas de 14.7° C a 25.8° C en todo el periodo de muestreo, la mayor abundancia larval (68%) se registró entre los 18° a 22° C. Por otro lado, las larvas de langosta roja se registraron en un intervalo estrecho de salinidad (33.10 a 34.59 ups). En este estudio, se identificaron 3 cohortes que iniciaron con la presencia de los estadios iniciales (I-IV) registrados en los muestreos de verano, seguidos de los intermedios (V-VIII) en otoño y los finales (IX-XI) en invierno y primavera, culminando en verano del siguiente año con la presencia de puerulos pelágicos. Lo anterior permite establecer que la duración de la fase pelágica de la langosta roja es aproximadamente de un año. Con respecto a las recolectas noche-día se encontraron diferencias significativas, con mayor abundancia en las recolectas nocturnas. Los estadios iniciales mostraron diferencia significativas entre costa-océano registrándose cerca de la costa, mientras que los estadios intermedios y finales no mostraron diferencias, sin embargo tuvieron una distribución mas oceánica. Latitudinalmente se identificaron tres zonas de reproducción que va desde Ensenada a Punta Baja en la región norte, se registraron en estaciones adyacentes a Isla Cedros en la región centro y al sur de Punta Eugenia y dos posibles áreas de asentamientos por la presencia principalmente de estadios finales y puerulos, en la región norte y sur durante todo el periodo de estudio. Se observó que la distribución de las larvas está acoplada a las corrientes prevalecientes y al giro anticiclónico al sur de isla Guadalupe, en algunos casos, se asocian a giros ciclónicos.

xi

ABSTRACT

The spiny lobster (Panulirus interruptus) have a very complex life cycle, with eleven stages that its influencing by oceanographic processes like gyres, currents and upwelling. One of the most important processes that determine reproductive success is the El Niño-Southern Oscillation (ENSO), since it modifies environmental conditions, and the larval stages of the lobster are affected during this event. In order to evaluate the impact of ENSO 1997-1999 on the dynamics of larvae of the spiny lobster P. interruptus, off the west coast of the Baja California peninsula, eight oceanographic cruises were carried out during 1997 to 1999, by the IMECOCAL program. All phyllosoma were sorted from the plankton samples collected, and the developmental stage was assigned; the larvae counts were standardized to a marine surface area of 10m2. During El Niño phase, a high abundance of larvae was recorded mainly in the autumn cruises (1997, 1998) while in La Niña phase (1999) this abundance reduced. During ENSO the range of temperatures was 14.7° to 25.8°C in the entire period of sampling, the highest larval abundance (68%) was recorded between 18° to 22°C. Regarding with the salinity, the larvae were collected in a narrow range (33.10 to 34.59 ups). In this study, three cohort were identified, starting with the presence of early stages (I-IV) recorded in the summer cruises, the intermediate stages (V-VIII) in autumn and the final stages (IX-XI) in winter-spring, finalizing in the next summer with the presence of pelagic puerulus. This permit to stablish that the duration of the pelagic phase of the red lobster is approximately a year. Significative differences were found in the night-day recollections, being more abundant in the night recollection. The early stages showed a significative differences between coast-ocean, with more abundance close to the coast, while the intermediate and final stages don’t showed significative differences, however, they had a more oceanic distribution. Latitudinally were identified three reproduction zones: one in the North, from Ensenada to Punta Baja, the second, in the Central region with stations close to Cedros island, and the third, in the South of Punta Eugenia. The presence of final stages and puerulus in the North and South zones could evidence two settlement areas that coincide with two of this reproduction zones. It was found that the distribution of larvae was related to the prevailing currents, and gyre anticiclonic to the island south Guadalupe in some cases, associated with cyclonic gyres.

1

INTRODUCCIÓN

En México existen nueve especies de langostas, de las cuales siete de ellas

pertenecen a la familia Palinuridae (langosta espinosa) y dos a la familia Scyllaridae

(langosta zapatera) (Cobb y Phillips, 1980), con distribución en las aguas tropicales y

subtropicales en ambos litorales mexicanos. De las langostas espinosas, cuatro se

presentan en el océano Pacífico (Panulirus interruptus, P. gracilis, P. inflatus y P.

penicillatus) (Gracia y Kensler, 1980) y tres en aguas del Golfo de México y el Caribe,

donde además de P. argus, se reportan algunos especimenes de P. laevicauda y P.

guttatus que no son muy comunes en el área (Solís, 1963).

En la Península de Baja California, principalmente en la costa occidental de

Baja California Sur, se explota comercialmente la langosta roja (Panulirus interruptus

Randall, 1848), que representa uno de los recursos pesqueros más importantes de

México y ocupa los primeros lugares de explotación pesquera entre los crustáceos

(Díaz-Arredondo y Guzmán del Próo, 1995; Vega et al., 1996). La langosta es un

producto muy bien cotizado en el mercado nacional e internacional y su pesquería

constituye una actividad muy importante, sobre todo en la parte noroeste de nuestro

país, en donde esta especie es abundante y existe un mayor número de pescadores

dedicados a la explotación de este crustáceo. Baja California Sur contribuye con

alrededor del 50% de la captura de langosta en México (Vega et al., 1996;

SAGARPA, 2003). En las últimas cuatro décadas, la producción ha oscilado entre

900 y 1,900 ton, con una media anual de 1,300 ton, de las cuales el 95 y 97% de la

captura está constituida por P. interruptus y el porcentaje restante lo constituyen las

capturas de especies tropicales como P. inflatus (langosta azul) y P. gracilis (langosta

verde). Estas últimas se capturan principalmente frente a Bahía Magdalena (Vega y

Lluch-Cota, 1992; Vega et al., 1996).

La langosta roja es típica de las aguas frías de la Corriente de California y

llega hasta latitudes subtropicales. Esta especie se distribuye desde San Luis Obispo,

California, E. U. A. (35° N), hasta el sur de Isla Margarita, B. C. S., México (24° N). El

2

área de mayor concentración se encuentra entre Punta Concepción, California, E. U.

A. a Isla Cedros, Baja California, México (Johnson, 1971). Sin embargo, también

existen registros de su presencia en la costa oriental de la península, con algunos

individuos dentro del Golfo de California alrededor de Bahía de Los Ángeles, Isla

Tiburón y áreas aledañas (Hendrickx, 1995; Campos, 2007) (Fig. 1).

122° 118° 114° 110°

24°

28°

32°

36°

San Francisco

Bahía de Monterey

Punta Concepcion

Ensenada

Isla de Cedros

Isla Margarita

Isla Angelde la Guarda

Punta Eugenia

E.U.A.

México

Océano Pacífico

Figura 1. Área de distribución de la langosta roja Panulirus interruptus.

Biología y ciclo de vida larval de la langosta

El ciclo de vida de estos crustáceos es complejo, inicia cuando los huevos son

fecundados después del apareamiento, los cuales salen del gonoporo localizado en

la base del tercer par de pereiópodos de la hembra y pasan sobre el espermatóforo

dejado por el macho. En ese momento la hembra rasca el saco espermático con las

quelas del quinto par de pereiópodos liberando los espermatozoides que fertilizarán a

los huevecillos. Estos últimos son depositados en los pleópodos de la hembra los

cuales se unen por medio de pelos muy finos. Durante el desove, los huevecillos son

3

expulsados en dos o tres paquetes, con un período intermedio de descanso cada

uno (Buesa, 1965). El número de huevecillos puede ser variable, entre 50,000 y más

de un millón dependiendo del tamaño de la hembra y la especie en cuestión

(Lindberg, 1955; Buesa, 1965).

El período de incubación de los huevos es de 9 a 10 semanas en P.

interruptus (Johnson, 1951; Lindberg, 1955), tiempo en el que la langosta carga los

huevos en el abdomen. Los huevecillos de la langosta eclosionan en intervalos en un

período de 3 a 5 días (Buesa, 1965). Para algunas especies está reportada una larva

naupliosoma antes del primer estadio de filosoma (Baisre, 1964), aunque existe

incertidumbre al respecto y es considerada por algunos autores como una forma

embriónica originada por la ruptura prematura del huevo. De esta manera se

considera que las larvas surgen del huevo en el primer estadio de filosoma.

Las larvas filosoma permanecen flotando en el plancton de 6 a 11 meses

dependiendo de la especie (Johnson, 1960; Buesa, 1969), tiempo en el que pasan

por lo menos por 11 etapas (Johnson, 1956) por medio de numerosas mudas en las

que se desarrollan nuevas estructuras y aumentan de tamaño (Fig. 2).

Las larvas filosoma no están bien adaptadas para nadar pero pueden realizar

ciertos movimientos que mejoran conforme la larva se acerca a los últimos estadios.

Debido a esto, la distribución de su vida planctónica está sujeta a los movimientos de

las masas de agua, donde pueden ser dispersadas en un área muy amplia, por lo

que pueden ser llevadas más allá de la plataforma continental y hasta más de 1000

km fuera de la costa (Phillips, 1977).

4

Figura 2. Ciclo de vida de las langostas espinosas del género Panulirus

Es común encontrar los últimos estadios (IX, X y XI) lejos de la costa, mientras

que los primeros (I, II, III y IV) generalmente se presentan en altas densidades a lo

largo de la costa y cerca de islas en áreas habitadas por adultos (Gracia y Kensler,

1980).

La filosoma en el estadio XI sufre una metamorfosis adquiriendo una

estructura muy parecida al adulto, transparente y con antenas muy largas, llamada

puerulo. Esta larva es capaz de nadar hacia atrás y hacia adelante con la ayuda de

los apéndices abdominales, y efectuar movimientos rápidos de fuga por la flexión del

abdomen, que son característicos de los estados juvenil y adulto (Gracia y Kensler,

1980). El cambio de filosoma a puerulo puede suceder aún fuera de la plataforma

continental (Phillips y Macmillan, 1987), y éste regresa a la costa nadando o

permanece a la deriva ya que todavía no es completamente independiente de las

corrientes. El puerulo se establece en áreas someras donde adquiere pigmentación y

pasa al estadio juvenil el cual es muy similar al adulto. En el estadio juvenil

permanece en el fondo, en una amplia variedad de sustratos, alrededor de 2 a 4

5

años, tiempo que tarda en alcanzar el estado adulto, dependiendo de la especie

(Herrnkind, 1980; Briones-Fourzán, 1995).

En la etapa larvaria los factores independientes de la densidad de la

población son los causantes principales de la mortalidad, la cual puede ser hasta de

más del 99% (Buesa, 1969). Esto se debe principalmente a la acción de los sistemas

de corrientes que arrastran a las larvas a zonas adversas para su desarrollo donde

mueren (Chittleborough y Thomas, 1969).

Dentro de los procesos advectivos que influyen en la dispersión y retención

de las larvas se incluyen los giros, meandros, corrientes costeras y corrientes

superficiales que son inducidas por los vientos y responsables de la retención de

larvas filosoma que aseguran el reclutamiento de la población.

El sistema de corrientes, que se presenta en el área de estudio se encuentra

formado por dos corrientes dominantes, la Corriente de California y la Corriente

Ecuatorial que presentan propiedades físicas y químicas particulares y variaciones

en intensidad a través del año (Wirtky, 1965; Hickey, 1979; Lynn y Simpson, 1987),

que se encargan de transportar y dispersar las larvas en un área muy amplia

(Phillips, 1977). Aunado a la dinámica de las corrientes, los eventos oceanográficos

de calentamiento o enfriamiento conocidos como El Niño y La Niña, tienen influencia

en los ciclos de vida de las filosomas, afectando la reproducción, las magnitudes del

asentamiento, sobrevivencia y reclutamiento de la langosta roja en particular

(Guzmán del Próo et al., 2003; Vega, 2003).

De a cuerdo a parámetros físicos y biológicos se ha identificado un patrón de

variabilidad interanual en la costa occidental de la península de Baja California. Los

eventos que predominan son los asociados con El Niño que ocasionan un

calentamiento anómalo en la temperatura del mar, un incremento en su nivel medio y

el hundimiento de la termoclina (Durazo y Baumgartner, 2002; Lavaniegos et al.,

2002). Además de los eventos de gran escala, se ha observado una variabilidad

importante debido a la relajación de la Corriente de California (Chelton et al., 1982),

6

intensificación de la Contracorriente de California (Lynn y Simpson, 1987) y la

formación y permanencia de los giros oceánicos en particular, frente a la costa

occidental de la península de Baja California.

De manera contraria cuando existe un efecto de enfriamiento, también

conocido como La Niña, la Corriente de California se intensifica, el nivel del mar

disminuye, la actividad y tamaño de los remolinos también disminuye y se presentan

condiciones de alta productividad por efecto de las surgencias (Hayward et al., 1999;

Magaña-Rueda y Morales, 1999). La interacción de estos dos procesos

oceanográficos afectan directamente al componente biológico de la zona,

principalmente en la abundancia y distribución temporal de la fauna marina (Lluch-

Belda et al., 2005).

En este contexto resulta de gran interés relacionar la influencia de las

variaciones climáticas y oceanográficas en la dinámica larval de la langosta roja. El

presente estudio tiene por objeto contribuir al conocimiento de la biología de P.

interruptus durante la ontogenia temprana, mediante la descripción de los patrones

de distribución y abundancia de las larvas filosoma y puerulos, en relación a las

características oceanográficas durante los eventos EL Niño 1997-1998 y parte de La

Niña 1999-2001, en la costa occidental de la península de Baja California.

ANTECEDENTES

En la península de Baja California existen varios estudios realizados sobre la

langosta roja P. interruptus enfocados principalmente a la fase adulta, donde se

analiza la composición de las capturas y esfuerzo de la pesquería, principalmente en

la región comprendida desde la frontera con los Estados Unidos de América hasta

Punta Abreojos, Baja California Sur, México (Chapa, 1963; Guzmán del Próo, 1975;

Ayala et al., 1976; Pineda et al., 1976; Espinosa-Castro et al., 1985; Ayala et al.,

1988; Vega y Lluch Cota, 1992). Debido al alto valor comercial de esta especie, se

ha propiciado el interés por obtener datos biológico-pesqueros que permitan

7

establecer una mejor estrategia de manejo y un mejor aprovechamiento del recurso

(Vega et al., 1996; Guzmán del Próo et al., 2003; Vega, 2003). En cuanto al

conocimiento de la biología y ecología de P. interruptus, este se limita a estudios de

composición de tallas, análisis de fecundidad, asentamiento de puerulos, crecimiento

y estructura genética, (Pineda-Barrera et al., 1981; Guzmán del Próo y Pineda 1992;

Guzmán del Próo et al., 1996; Pérez-Enríquez et al., 2001).

Con respecto a la fase larval, destacan las investigaciones de Johnson

(1956) en la Corriente de California con base en las recolectas mensuales de

plancton del programa de muestreo California Cooperative Oceanic Fisheries

Investigation (CalCOFI) durante el periodo comprendido entre 1949 a 1955. Este

autor fue el primero en describir el desarrollo de los 11 estadios larvarios de langosta

roja, e identificó el primer estadio en ejemplares recién eclosionados en laboratorio,

mientras que para los diez estadios restantes, el autor examinó las filosomas

provenientes de las muestras de plancton del programa CalCOFI. Johnson (1960a) estableció que el desarrollo larval se llevó a cabo en 7 a 8 meses y que los

principales centros de concentración de larvas son las Islas del Canal, al sur de

California, E. U. A. e Isla Cedros en Baja California, México. Posteriormente este

mismo autor (1960b), encontró que la distribución de las larvas estaba relacionada

con la topografía dinámica del mar, sugiriendo que los giros, meandros y

contracorrientes del sistema de la Corriente de California, son los responsables de la

retención en esta área. Otros trabajos que tratan sobre la distribución, abundancia,

dispersión, descripción, talla y reclutamiento de los estadios larvarios, se pueden

encontrar en Johnson (1968, 1969, 1970, 1971, 1974).

Pringle (1986), argumenta que la alta concentración de larvas filosoma

encontradas por Johnson durante 1949 y 1955 en la parte central de Baja California,

México (27° a 28° N y 115° a 116° O), se debe a factores oceanográficos. En

particular menciona la presencia de un giro anticiclónico casi permanente frente a

Punta Eugenia, en la porción central de la península de Baja California, que permite

la retención de larvas en la región y donde se traslapan considerablemente todos los

8

estadios. También menciona que las grandes abundancias que encuentra al sur de

California E. U. A. se deben a eventos anómalos como El Niño.

Lo anterior también fue observado por Ortuño-Manzanarez (2003) en la parte

sur de la Corriente de California quien llega a las mismas conclusiones previamente

reportadas por Johnson (1960b) y Pringle (1986). Peñaloza-Mayorazgo (2003),

encontró que la influencia de El Niño 1997-1998 durante las temporadas de otoño de

1997 e invierno de 1998 fue positiva, por la presencia y el incremento de diferentes

estadios de desarrollo de larvas filosoma en la costa occidental de la Península de

Baja California, y sugiere la existencia de más de un desove y la aparente

preferencia de larvas por temperaturas cálidas.

Vega (2003) evaluó la influencia de las condiciones oceanográficas

presentes durante El Niño y La Niña sobre los patrones de distribución de la

población de adultos de langosta roja en la parte central de la península de Baja

California y sobre algunos indicadores del estado de madurez sexual. Este autor

sugiere que el comportamiento reproductivo es afectado por las condiciones

ambientales asociadas a las surgencias y principalmente a las variaciones en

temperatura del agua. En condiciones de El Niño cuando el agua es menos fría, la

madurez sexual en los adultos de langosta comienza antes de lo normal pero durante

La Niña cuando el agua es mas fría, se retrasa. A partir de esta información se

recomienda que las épocas de veda debieran retrasarse o acelerarse en función de

los factores ambientales.

En cultivos de larvas filosoma de P. interruptus realizados en laboratorio por

Dexter (1972), se logró el desarrollo sólo hasta el estadio VI en 114 días a una

temperatura constante de 25°C. Díaz-Iglesias (2005) siguió el desarrollo de larvas

filosoma hasta el estadio VI en 95 días a temperaturas entre 20 y 25°C, y concluye

que el estadio VI es el punto critico para esta especie de langosta.

9

Con la finalidad de conocer el aporte post-larvario y finalmente, el

reclutamiento a la pesquería, Serfling y Ford (1975) en la Joya California, E.U.A.

realizaron estudios sobre puerulos de P. interruptus capturados en colectores

artificiales colocados en el medio natural y reportan que los asentamientos ocurren

de mayo a septiembre, con altas abundancias en agosto, estas coinciden con

máximas temperaturas del mar. En la costa occidental de la península de Baja

California, México (Bahía Tortugas) Guzmán del Próo et al. (1996) observaron que el

máximo arribo de puerulos a la costa, es entre otoño e invierno, en los meses de

septiembre a noviembre respectivamente y un segundo pico en enero del siguiente

año.

Posteriormente, Guzmán del Próo et al. (2003) realizaron una evaluación del

efecto de El Niño (1997-1998) sobre el asentamiento de puerulos en Bahía Tortugas,

encontrando que el calentamiento anómalo, incrementó la densidad en los

asentamientos de puerulos y juveniles, entre octubre de 1997 y marzo de 1998, con

un pico máximo en febrero de 1998 en coincidencia con las anomalías máximas de

temperatura y del nivel medio del mar.

El ciclo ENOS 1997-1999 en la Corriente de California

La evolución oceanográfica del ciclo ENOS 1997-99 en el sistema de la

Corriente de California (SCC) ha sido extensamente documentada (Lynn et al., 1998;

Hayward et al., 1999; Bograd et al., 2000; Durazo y Baumgartner, 2002; Lavaniegos

et al., 2002; Lavaniegos et al., 2003). Las anomalías de temperatura y salinidad

durante el evento El Niño 1997-1998 parecen haber alcanzado su mayor magnitud

en el sector de Baja California (Durazo y Baumgartner, 2002).

Frente al sur de California, se observaron las primeras señales de El Niño

1997-1998 en julio de 1997 (Lynn et al., 1998) y alcanzó sus máximas intensidades

en octubre de 1997 y enero de 1998. El monitoreo de la zona frente a la costa

occidental de Baja California comenzó en septiembre-octubre de 1997, justo cuando

El Niño era más intenso (Lynn et al., 1998; Durazo y Baumgartner, 2002). Sin

10

embargo no se contó con datos para abril 1998 en esa región, pero probablemente

también ocurría para entonces un debilitamiento del evento, como se observó en el

área del sur de California (Hayward et al., 1999).

En contraste con el debilitamiento de la CC, reflejado en una disminución de

la masa de agua Subártica, se intensificaron las contracorrientes superficial y

subsuperficial con flujo hacia el polo (Durazo y Baumgartner, 2002). Estas

contracorrientes normalmente son más fuertes durante otoño e invierno (Lynn y

Simpson, 1987), pero durante 1997-1998 su intensidad fue mayor y esta condición se

prolongó en otros periodos estacionales. Durante El Niño, la termoclina fue mas

profunda, se redujo la actividad de mesoescala y se registró un fuerte gradiente

longitudinal de temperatura y salinidad.

Durante el otoño de 1998 se observó una clara transición hacia condiciones

frías, que derivarían en un evento La Niña muy intenso a lo largo de 1999 (Hayward

et al., 1999; Lynn y Brograd, 2002). Durante el evento La Niña el flujo de las

contracorrientes superficial y subsuperficial se debilitó, mientras que el de la CC se

intensificó, la termoclina se hizo más somera y la temperatura descendió

considerablemente (Hayward et al., 1999; Durazo y Baumgartner, 2002). Se observó

una intensa actividad de surgencias costeras, desde el invierno, que estimuló la

productividad primaria, alcanzando concentraciones altas de clorofila a lo largo del

SCC (Bograd et al., 2000; Chávez et al., 2002; Lavaniegos et al., 2002).

En términos ambientales el evento ENOS ha sido relacionado con cambios

importantes en la producción biológica. Así mismo, las poblaciones de zooplancton e

ictioplancton sufrieron cambios en la composición, distribución y se vieron reducidas,

aumentadas (Lavaniegos et al., 2002; Palomares-García et al., 2003), o totalmente

desplazadas por especies de origen del Pacífico Central y/o Pacífico Tropical en el

caso de los eufáusidos (Linacre, 2004), y por ende, la pesca de especies de interés

comercial también se vío fuertemente afectada.

11

JUSTIFICACIÓN

Debido a la escasa información disponible que se tiene sobre la biología,

ecología y dinámica de las etapas larvarias de la langosta roja (Panulirus interruptus),

y dada su importancia como recurso pesquero de alto valor comercial, el presente

trabajo pretende evaluar el impacto del evento El Niño Oscilación del Sur (ENOS)

1997-1999 en la abundancia de larvas filosoma y puerulos, a través de los cambios

en su distribución que permitan identificar los centros de desove/eclosión de la

especie, los posibles mecanismos de transporte de larvas y su relación a las

estructuras oceanográficas en la costa occidental de la península de Baja California.

En este contexto, la presente información servirá para comprender los

cambios en la abundancia de los diferentes estadios larvarios de P. interruptus

asociados con el impacto del evento ENOS y la identificación de los factores

ambientales que afectan su distribución. Se pretende proporcionar un conocimiento

biológico más amplio que contribuya a un mejor manejo y aprovechamiento del

recurso.

HIPÓTESIS

Los factores ambientales y las características oceanográficas dominantes en

la costa occidental de la península de Baja California, asociados a los eventos El

Niño y La Niña durante el ENSO 1997-2001 modificarán la distribución y abundancia

de las etapas tempranas del ciclo de vida de la langosta roja Panulirus interruptus.

12

OBJETIVOS:

Objetivo general

• Analizar los efectos del ENOS 1997-1999 en la dinámica larval de langosta

roja Panulirus interruptus, recolectadas en la costa occidental de la península

de Baja California.

Objetivos particulares

• Identificar las variaciones en la abundancia y distribución de las larvas de

langosta roja durante los eventos El Niño-La Niña y su relación con la

temperatura y la salinidad.

• Con base en las zonas de máxima abundancia, identificar las áreas y épocas

de eclosión e inferir el asentamiento de P. interruptus en función de la

distribución de los estadios iniciales y finales del desarrollo larvario

respectivamente

• Inferir el transporte de larvas filosoma con base en la dinámica de las

corrientes prevalecientes.

13

ÁREA DE ESTUDIO

El área de estudio comprendió desde la zona oceánica frente a Ensenada

B.C., y hasta San Gregorio B.C.S. en la costa occidental de la Península de Baja

California, México (25° a 32° N y 113° a 119° O) (Fig. 3).

Esta zona está influenciada por el Sistema de la Corriente de California

(SCC) que está formado básicamente por tres corrientes, la Corriente de California

(CC) con dirección al ecuador, la Contracorriente costera (CCC, también conocida

como Corriente de Davidson en la zona al norte de Punta Concepción, California, E.

U. A.) con flujo hacia el polo cercana a la costa, y la Contracorriente profunda de

California (CCSC) que fluye subsuperficialmente hacia el polo sobre la plataforma

continental (Hickey, 1979; Lynn y Simpson, 1987). La fuerza e interacción dinámica

de estas corrientes determina la productividad biológica del sistema.

La CC es el límite oriental del giro anticiclónico de gran escala del Pacífico

Norte (Hickey, 1979). Es una corriente superficial (de 0 a 300 m de profundidad) con

una velocidad promedio de 25 cm/s (Reid et al., 1963), que puede llegar hasta 50

cm/s. Esta corriente presenta un flujo paralelo a la costa en dirección al ecuador

durante todo el año a lo largo de la costa oeste de Norte América, hasta incorporarse

a la Corriente Norecuatorial (Lynn y Simpson, 1987; Bograd et al., 2000). Se

caracteriza por tener baja temperatura, baja salinidad, alto contenido de oxígeno

disuelto y alta concentración de nutrientes (Lynn y Simpson, 1987).

Con respecto a la estacionalidad oceanográfica en la costa occidental de la

península de Baja California, la CC se intensifica durante primavera y verano en

coincidencia con la intensificación de los vientos dominantes del norte, mismos que

impulsan su recorrido hacia el sur y el movimiento de las aguas costeras, originando

eventos de surgencia que incorporan aguas ricas en nutrientes hacia la superficie

(Lynn y Simpson, 1987). A finales del verano, este componente se debilita o se

invierte por el cambio de dirección de los vientos y los afloramientos generalmente

14

cesan en los meses de otoño e invierno. Además, a partir de esta época una

contracorriente costera superficial se desarrolla desde Baja California a Punta

Concepción (Hickey, 1979; Lynn y Simpson, 1987).

El sistema de La Corriente de California es altamente vulnerable a los

cambios climáticos en particular a los relacionados con la ocurrencia de eventos El

Niño (Chelton et al., 1982). El evento El Niño 1997-1999 llegó a ser catalogado por

varios autores como “el evento climático del siglo”, por ser el más intenso, aunque de

corta duración (McPhaden, 1999; Durazo y Baumgartner, 2002).

MATERIAL Y MÉTODOS

El material biológico y datos oceanográficos utilizados en el presente trabajo,

provienen de ocho cruceros oceanográficos realizados con periodicidad estacional de

octubre de 1997 a octubre de 1999 con un total de 505 muestras de zooplancton

(Tabla 1), en la costa occidental de la península de Baja California, México.

Las campañas de muestreo se efectuaron a bordo del Buque oceanográfico

“Francisco de Ulloa”. El monitoreo forma parte del programa interinstitucional

denominado ”Investigaciones Mexicanas de la Corriente de California” (IMECOCAL),

realizado por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de

Ensenada (CICESE) y el Departamento de Plancton y Ecología Marina del Centro

Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR-IPN).

15

Tabla l.- Relación de los cruceros realizados con fecha, temporadas, evento y número de estaciones muestreadas.

CRUCEROS IMECOCAL

FECHA

TEMPORADAS

EVENTO

N° DE ESTACIONES

de Septiembre al 06 de 28 9710٭Octubre.

Otoño El Niño 39

9801 24 de Enero al 14 de Febrero.

Invierno El Niño 69

9807 15 al 30 de Julio. Verano El Niño 65

9810 28 de Septiembre al 01 de Noviembre.

Otoño El Niño 63

9901 14 al 31 de Enero Invierno La Niña 55

9904 30 de Marzo al 16 Abril. Primavera La Niña 54

9908 08 al 22 de Agosto. Verano La Niña 79

9910 3 al 22 de Octubre Otoño La Niña 81

En las secciones subsecuentes, los cruceros son denominados con cuatro números, los dos٭primeros corresponden al año y los dos siguientes al mes de muestreo (Por ejemplo, el crucero IMECOCAL realizado en octubre de 1997 se denomina 9710).

El plan de estaciones de muestreo comprende desde Ensenada, B.C.

hasta San Gregorio B.C.S. (Fig. 3). La distancia entre estaciones es de 35 km (20

m. n.) y entre las líneas o transectos latitudinales es de 70 Km (40 m. n.) con una

distancia total hacia afuera de la costa de ~350 km (200 m.n.) en la zona frente a

Bahía Vizcaíno. Cada crucero difirió en la cobertura de estaciones debido a

diferencias en las condiciones ambientales. El plan de muestreo es similar al que

ocupó en aguas mexicanas el antiguo programa CalCOFI.

16

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°

GOLFO

DE CALIFO

RNIA

OCÉANO PACÍFICO

3035

4045

5055

60

100

103

107

110

113

117

120 123

127

130

133

MÉXICOEnsenada

Pta. Eugenia

Golfo de Ulloa

Pta. Baja

Laguna San Ignacio

Pta. Colonet

San Quintin

Pta. Canoas

Bahía Vizcaino

Pta. Abreojos

Isla CedrosL

A T

I T

U D

N

L O N G I T U D W

San Gregorio

Isla Guadalupe

Figura 3. Área de estudio y red de estaciones de muestreo del programa

IMECOCAL. Durante los eventos El Niño y La Niña 1997-1999.

Las muestras de plancton se obtuvieron siguiendo la metodología estándar

de muestreo de acuerdo con Smith y Richardson (1979), que consiste en arrastres

oblicuos desde la superficie hasta 210 m de profundidad máxima, aproximadamente,

y a una velocidad de 2 nudos. Se utilizó una estructura tipo “BONGO” de 0.6 m de

diámetro en la boca, provista de redes cilíndro-cónicas con apertura de malla de 505

µm, copos flexibles de la misma luz de malla y flujómetros digitales colocados al

centro de la boca de cada red, para medir el volumen de agua filtrada. Las muestras

en campo fueron preservadas con formaldehído al 10% neutralizado con borato de

sodio.

En cada estación se registraron datos de temperatura del mar y salinidad,

utilizándose un CTD Seabird equipado con sensores de conductividad y temperatura.

17

Las bases de datos oceanográficos utilizados en este estudio fueron tomados de los

informes técnicos de investigación del programa IMECOCAL que aparecen en el sitio

http://imecocal.cicese.mx/texto/prod/tecnic.htm. En todos los casos, se utilizaron

únicamente los valores registrados a 10 m de profundidad.

En el laboratorio se determinó la biomasa zooplanctónica de cada una de las

muestras por medio del método de volumen desplazado (Beers, 1976), en una

probeta graduada, excluyendo los organismos considerados no planctónicos, como

calamares y pulpos grandes, juveniles y adultos de peces. Posteriormente las

muestras fueron llevadas a una concentración de formol al 4% en una solución

saturada de borato de sodio para su conservación final. Los datos de biomasa

zooplanctónica fueron estandarizados a 1000 m3 de agua filtrada (Smith y

Richardson, 1979).

Las muestras de plancton de una de las redes se revisaron en su totalidad y

todas las larvas de langosta (filosomas y puerulos) fueron extraídas. A cada una de

ellas se les asignó el estadio de desarrollo larvario siguiendo los criterios de Johnson

(1956) utilizando un microscopio estereoscopio. El número de filosomas y puerulos

recolectados en cada estación de muestreo, fueron estandarizados a 10 m2 de

superficie marina de acuerdo con Smith y Richardson (1979), usando la ecuación

básica de estandarización:

10**ba

cdC =

Donde:

C = Número de larvas por unidad de área de mar (en este caso 10m2)

a = Área de la boca de la red expresada en metros cuadrados.

b = Largo de la trayectoria del arrastre expresado en metros.

c = Número de larvas en la muestra analizada.

d = Profundidad máxima del lance expresada en metros.

18

Con el fin de establecer las áreas de concentración de larvas a lo largo de la

costa occidental de la península de Baja California, se elaboraron mapas de

distribución de la abundancia por estadio larval. Para cada una de las temporadas

cubiertas en los cruceros realizados El Niño y La Niña se utilizaron los intervalos de

abundancia de grupos del zooplancton definidos previamente en los reportes de la

serie CalCOFI (Smith, 1971) mediante el programa Surfer para Windows versión 7 de

Golden Software Inc.

Para los fines de esta investigación, el área de estudio se dividió en tres

regiones: norte (líneas 100-113), centro (líneas 117-120) y sur (líneas 123-133). La

división costa-océano se determinó tomando como base un grado de longitud de la

costa a mar abierto (Fig. 4).

19

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°

GOLFO

DE CALIFO

RNIA

3035

4045

5055

60

100

103

107

110

113

117

120 123

127

130

133

MÉXICOL

A T

I T

U D

N

L O N G I T U D W

costa

océano

sur

norte

centro

Figura 4. División de zonas. La línea continua indica la división de costa-océano del

plan de estaciones de muestreo del programa IMECOCAL. Las líneas punteadas delimita las regiones norte, centro y sur

Para analizar el evento El Niño se tomaron en cuenta los cruceros 9710,

9801, 9807 y 9810. Para el evento La Niña 1999-2001, se tomaron en cuenta los

cruceros 9901, 9904, 9908 y 9910. Los 11 estadios filosoma de desarrollo fueron

agrupados de acuerdo a Johnson y Knight (1966) y Pringle (1986) como estadios

iniciales, intermedios y finales (tabla II).

Tabla II. División por estadios de desarrollo larval de la langosta roja (Panulirus interruptus)

Estadios Grupos

I-IV Iniciales

V-VIII Intermedios

IX-XI y puerulos Finales

20

Debido a que los datos de abundancia de larvas no se ajustaron a una

distribución normal, se utilizaron pruebas estadísticas no paramétricas para evaluar

si existían diferencias significativas entre las abundancias totales.

Se hicieron comparaciones estadísticas de abundancias por estaciones del

año, tomando en cuenta el mismo número de estaciones para cada temporada, e.g.

invierno (1998 vs 1999), verano (1998 vs 1999). También se compararon las

abundancias por estadios de desarrollo, durante noche-día y entre costa-océano,

mediante la prueba U de Mann-Whitney (α = 0.05) (Sokal y Rohlf, 1981) con el

programa Statistica Versión 5. Para evaluar si existían diferencias significativas entre

las divisiones mencionadas. Así mismo, con el objeto de comparar las abundancias

obtenidas en los otoños de cada año de estudio (1997, 1998 y 1999) se utilizo el

análisis de Varianza por rangos de Kruskal-Wallis (α = 0.05) a lo largo del período de

estudio.

Los diagramas de temperatura-salinidad (TS) se generaron utilizando los

valores registrados a 10 m de profundidad en las estaciones positivas para larvas

filosoma.

La distribución de larvas filosoma y puerulos se sobrepusieron con los flujos

geostróficos superficiales (0/500 dbar) tomados de Durazo y Baumgartner (2002),

para analizar la influencia de corrientes (giros, meandros) en la concentración o

dispersión de las larvas durante el periodo de muestreo

21

RESULTADOS

Abundancia total Se recolectaron un total de 505 muestras de plancton en los ocho cruceros

analizados. En datos estandarizados a 10 m2 de superficie marina, se obtuvo un total

de 2,371 larvas filosoma/10m2 y 23 puerulos/10m2 de la langosta roja (P. interruptus).

Durante el periodo de estudio se registraron todos los estadios de desarrollo,

incluyendo los 11 estadios de larvas filosoma y la fase de puerulo (Fig.5). Los

registros fueron positivos en todas las campañas del año, aunque con fluctuaciones

estacionales y espaciales asociadas a las características oceanográficas del área de

estudio.

En términos generales los cruceros realizados durante otoño de 1997, 1998 y

1999, presentaron las mayores abundancias de larvas (532, 482 y 312 larvas/10m2

respectivamente). Sin embargo el análisis estadístico de Kruskal-Wallis (α = 0.05) no

mostró diferencias significativas

Los cruceros de verano 1998 y 1999 presentaron abundancias de 291 y 412

larvas/10m2. Para invierno del 1998 y 1999 las abundancias disminuyeron con 156 y

119 larvas/10m2 respectivamente, el análisis estadístico de la prueba U de Mann-

Whitney (α = 0.05) no mostró diferencias significativas para estas temporadas.

Mientras que para el crucero de primavera de 1999 correspondió el menor número

de larvas de todo el periodo de estudio con 91 larvas/10m2 (Fig. 6).

22

Figura 5. Estadios de larvas filosoma de langosta roja Panulirus interruptus, del estadio I hasta la

fase de puerulo.

23

0

100

200

300

400

500

600

Abundanci

a d

e larv

as

10 m

2

Oto

ño

97

Invi

erno

98

Ver

ano

98

Oto

ño

98

Invi

erno

99

Prim

aver

a 99

Ver

ano

99

Oto

ño

99

Cruceros

Figura 6. Abundancia de larvas de langosta roja a 10m2 de superficie marina, recolectadas para cada uno de los cruceros IMECOCAL analizados.

Abundancia de larvas de langosta durante El Niño-La Niña

Para este análisis se usaron las abundancias de larvas por estadio de

desarrollo para cada uno de los 3 años de estudio, agrupándose para 1997 el

crucero 9710, para 1998, 3 cruceros (9801, 9807, 9810) que correspondieron a la

fase calida de El Niño y para 1999, 4 cruceros (9901, 9904, 9908, 9910) que

corresponden a la fase fría La Niña.

Durante la fase cálida del ENOS (El Niño 1997-1998), en el crucero de otoño

de 1997, se encontraron estadios del III hasta el XI. A pesar de que fue un solo

crucero, se registró la mayor abundancia por estadio de los 3 años, misma que

correspondió al estadio VI con 205 larvas/10m2 (Fig. 7). En el año de 1998 se

registraron los 11 estadios de desarrollo, destacando la presencia de estadios

iniciales que no se registraron durante 1997. Las mayores abundancias (200

larvas/10m2) fueron aportadas por el estadio VII. Tanto durante 1997 como en 1998,

durante del periodo de calentamiento, los estadios intermedios fueron los más

conspicuos tanto en presencia como en abundancia.

24

Para 1999, correspondiente a la fase de enfriamiento La Niña 1999-2001, se

observó la mayor abundancia de estadios iniciales y finales de los 3 años estudiados,

Los mayores aportes de abundancia fueron de los estadios de desarrollo I y X (193

filosomas/10m2 y 118 filosomas/10m2) y la presencia de puerulos fue notable con un

aporte de 23 puerulos/10m2 (Fig. 7)

0

50

100

150

200

250

I II III IV V VI VII VIII IX X XI P

Estadios

Abundan

cia/

10m

2

1997 1998 1999 Figura 7. Abundancia de larvas de langosta roja a 10 m2 de superficie marina por

estadio de desarrollo durante los años 1997, 1998 y 1999.

Abundancia de larvas de langosta roja y su relación con los parámetros ambientales.

En este estudio solo se presenta un breve contexto de las condiciones físicas

que prevalecieron en la zona de transición frente a la Península de Baja California

durante el ENOS. La información ambiental obtenida, fue analizada separando el

ENOS en los dos eventos correspondientes: El Niño 1997-1998 y la Niña 1999-2001.

Las variables ambientales seleccionadas fueron relacionadas con las abundancias

de larvas filosoma.

De manera general en la tabla III se muestran los valores de temperatura y

salinidad registrados a lo largo de los 3 años de estudio en las estaciones donde

hubo presencia de larvas. Durante este período, se registró un amplio intervalo de

temperatura, con valores de 14.7°C a 25.8°C y de salinidad de 33.10 ups a 34.59

ups.

25

Tabla III. Valores promedio, mínimos y máximos de temperatura y salinidad a 10 m de profundidad en estaciones positivas (presencia de organismos) para cada uno de los

cruceros analizados (el área sombreada corresponde con los registros durante El Niño 1997-1998).

Temperatura (°C) Salinidad (ups) Cruceros Media Mínima. Máxima. Media Mínima. Máxima.

9710 24.2 23.0 25.8 34.05 33.68 34.37 9801 19.0 17.4 20.4 34.17 33.70 34.59 9807 20.9 19.0 22.7 33.64 33.32 33.97 9810 20.5 19.2 21.4 33.65 33.35 33.92 9901 16.8 16.2 17.3 33.62 33.51 33.70 9904 16.4 14.7 18.8 33.69 33.49 33.95 9908 18.7 16.0 21.1 33.58 33.47 33.74 9910 21.0 19.6 22.6 33.26 33.10 33.60

Las figuras 8 y 9, muestran la relación de las abundancias de larvas de

langosta roja a 10 m2 de superficie marina con respecto a la temperatura (T) y

salinidad (S) durante El Niño (años 1997 y 1998) y La Niña (año 1999)

respectivamente.

Durante El Niño en otoño de 1997 cuando se registraron las temperaturas más

altas, se encontró que un 79% de la abundancia larval se presentó en temperaturas

de 23°C a 26°C y la salinidad varió de 33.7 a 34.4 ups (Fig. 8). Asociada al cambio

estacional, la temperatura registró valores relativamente bajos en invierno de 1998,

coincidiendo con una disminución importante de la abundancia de larvas, de las

cuales el 75% se registraron a un intervalo de temperatura de 19°C a 20°C y en

salinidades entre 33.7 a 34.6 ups. Para verano de 1998 se incrementó el número de

larvas, y el 79% de la abundancia se registró en un intervalo de 21°C a 22°C con una

salinidad de 33.3 a 34.0 ups. Un patrón similar se presentó en otoño de 1998, donde

el 95% de las larvas se encontraron entre los 20°C a 21°C y a una salinidad de 33.4

a 33.9 ups.

26

En los cruceros de 1999 correspondientes al evento La Niña, se encontró que en

invierno, el 100% de la abundancia relativa se presentó en el intervalo de 16°C a

17°C de temperatura y la salinidad de 33.5 a 33.7 ups (Fig. 9). En el muestreo de

primavera se registró la temperatura más baja de todo el periodo de estudio, con el

63% de las abundancias de larvas a los 16°C a 17°C y entre 33.5 a 33.9 ups. En

verano de 1999, se registró la mayor concentración de larvas en las que el 92%, se

registró en temperaturas de 18°C a 21°C y con salinidades de 33.5 a 33.9 ups. Cabe

mencionar que en este crucero se registró la presencia de la fase de puerulo de la

langosta roja, en temperaturas de 16.0°C a 19.0°C. Finalmente en otoño de 1999,

aun cuando estuvo inmerso en el evento de La Niña, fue el crucero más cálido, con

el 79% de larvas colectadas a temperaturas entre los 21°C y 22°C y en salinidades

bajas de 33.1 a 33.6 ups (Fig. 9).

Durante todo el periodo de muestreo, se observó que las larvas presentan una

tolerancia relativamente amplia con respecto a la temperatura, ya que de manera

general, el 68% de la abundancia larval se registró entre los 18°C a los 22°C.

Adicionalmente, se registró un 23% de la abundancia larval entre los 23°C a los 26°C

(Otoño de 1997), y un 9% a temperaturas bajas entre los 15°C a los 17°C durante los

cruceros fríos de invierno y primavera de 1999. Con respecto a la salinidad, el

intervalo en el cual se registraron las larvas fue relativamente estrecho (33.10 a

34.59 ups).

27

32.5

33.0

33.5

34.0

34.5

35.0

14 16 18 20 22 24 26

TEMPERATURA (°C)

SALI

NID

AD

(ups)

Otoño 97 Invierno 98 Verano 98 Otoño 98

Figura 8. Abundancias de larvas de langosta roja a 10m2 de superficie marina con respecto a la temperatura y salinidad durante El Niño.

32.5

33.0

33.5

34.0

34.5

35.0

14 16 18 20 22 24 26

TEMPERATURA (°C)

SALI

NID

AD

(ups)

Invierno 99 Primavera 99 Verano 99 Otoño 99 puerulo

Figura 9. Abundancias de larvas de langosta roja a 10m2 de superficie marina con respecto a la temperatura y salinidad durante La Niña

Variación temporal de la abundancia De los cruceros que se realizaron de octubre de 1997 a octubre de 1999, se

obtuvieron dos veranos, tres otoños, dos inviernos y una primavera, las cuales

cubrieron las 4 estaciones del año. Para este análisis, se trabajó con la abundancia

relativa de las larvas de langosta roja por estadio de desarrollo en cada temporada.

28

Los estadios de desarrollo larval mostraron una progresión a lo largo del tiempo,

registrándose los primeros estadios en los muestreos de verano, sobresaliendo en

abundancia relativa los estadios I, II y III, lo que sugiere un período de

desove/eclosión reciente. Durante el verano también se presentaron los últimos

estadios X, XI y la fase puerulo (Fig. 10).

En los muestreos de otoño se observaron la mayoría de los estadios de

desarrollo con excepción del estadio II y XI; los estadios más abundantes fueron los

intermedios, en donde sobresalen los estadios V, VI y VII. En invierno se observaron

los estadios intermedios y finales con predominancia de los estadios VIII al X. Para la

temporada de primavera se observaron abundancias muy similares a las de invierno,

con un dominio importante de los estadios VII al XI, siendo los más abundantes los

estadios finales (XI) que indican el fin del periodo de desarrollo completando así el

periodo larval (Fig. 10).

Los resultados anteriores sugieren que la duración de la fase pelágica de la

langosta roja P. interruptus desde filosoma I hasta puerulo, es de aproximadamente

de un año.

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Abundan

cia

Rel

ativ

a (%

)

I II III IV V VI VII VIII IX X XI P

Temporadas

Verano Otoño Invierno Primavera

Figura 10. Abundancia relativa de larvas filosoma por estadio de desarrollo y la fase de puerulo para cada temporada del año.

29

El análisis de la distribución de larvas por estadio de desarrollo para cada

crucero, muestra que en el periodo de estudio se registraron tres cohortes (Fig. 11).

La primera probablemente inició en el verano del 1997 ya que para el otoño de 1997

se observó una alta frecuencia de estadios intermedios y pocos estadios finales,

mismos que siguiendo la moda más alta (barras en negro, Fig. 11), fueron

encontrados de manera conspicua en invierno de 1998 y terminando en verano de

1998 con la presencia de los estadios finales.

Es en la segunda cohorte que se observa mejor la progresión en el desarrollo de

las larvas. Esta cohorte inicia en verano de 1998 con la presencia de los primeros

estadios de desarrollo (barras a cuadros), seguidos en otoño del mismo año por un

número importante de estadios intermedios. Para invierno y primavera de 1999 se

observan estadios finales y la cohorte concluye en verano de 1999, con la presencia

de estadios finales y la fase de puerulo. Al mismo tiempo, la tercera cohorte (barras

diagonales) inicia en el verano de 1999 con la presencia de estadios iniciales

seguidos más tarde en el otoño de 1999 por estadios intermedios (Fig. 11).

30

Figura 11. Progresión de cohortes de larvas filosoma y puerulo

a 10 m2 de P. interruptus a lo largo del período de estudio (1997-1999).

31

Distribución Noche-Día En La figura 12 se muestra la distribución de la abundancia total por estadio de

desarrollo durante horas del día y de la noche a lo largo del periodo de estudio.

Se observó que el estadio I en lo particular, presentó una abundancia ligeramente

mayor durante el día a diferencia del resto de los estadios que se registraron con

abundancias mayores en recolectas nocturnas. Los estadios finales (X y XI)

registraron concentraciones mayores durante la noche y la fase de puerulo solo se

recolectó durante la oscuridad.

El estadístico U de Mann-Whitney aplicado a las abundancias día-noche, mostró

que las larvas de langosta roja fueron significativamente más abundantes en las

recolectas nocturnas (α = 0.05, p=0.014074). Sin embargo, al analizar los estadios de

desarrollo por separado, para cada crucero, el estadio XI mostró diferencias

significativas (U de Mann-Whitney α = 0.05, p=0.017601) en el crucero de invierno de

1998 y la fase puerulo (U de Mann-Whitney α = 0.05, p=0.001659) recolectados en

verano de 1999, presentando las mayores concentraciones durante la noche (Fig.

12).

0 50 100 150 200 250 300

PXIX

IXVIIIVIIVIV

IVIIIIII

Est

adio

s

Abundancia 10 m2

Noche Dia

Figura 12. Abundancia total de los estadios de larvas filosoma y puerulo agrupados por noche-día durante el periodo de estudio, en la costa occidental de la península de Baja California.

32

Distribución latitudinal de las abundancias Se elaboraron mapas de distribución de la abundancia total de los diferentes estadios

larvarios de la langosta roja, recolectadas durante el evento ENOS, delimitando las

tres zonas establecidas previamente en el área de estudio. Con el fin de establecer

áreas de concentración y patrones de distribución de las larvas en la costa occidental

de la Península de Baja California.

En otoño de 1997, las larvas filosoma se encontraron distribuidas en toda el área

de estudio. Los estadios intermedios aportaron el 85% de la abundancia total (Fig.

13a), distribuidos principalmente en la zona centro y norte. Mientras que los estadios

iniciales y finales con el 6% y 9% de la abundancia relativa respectivamente, (Fig.

13a) se distribuyeron en las tres zonas (Fig. 14a). Cabe mencionar que en este

crucero no se cubrió completamente la red de muestreo del IMECOCAL.

Durante invierno de 1998, los estadios finales contribuyeron con el 81% de la

abundancia relativa (Fig. 13b), distribuidas en toda el área de estudio (Fig. 14b), el

19% restante fue aportado por estadios intermedios, distribuidos en la zona centro y

norte.

Durante verano de 1998, a diferencia de los dos cruceros anteriores, los

estadios iniciales presentaron mayor abundancia relativa con el 94% (Fig. 13c),

distribuidas en toda la red de estaciones, principalmente en la zona centro y al sur de

Punta Eugenia (Fig. 14c). Con respecto a los estadios finales se registraron en dos

estaciones costeras una frente a Punta Baja en la región norte y otra al sur frente a

Punta Abreojos con solo el 4% de la abundancia total.

Otoño de 1998 presentó valores similares a otoño de 1997, los estadios

intermedios aportaron el 83% de la abundancia relativa (Fig. 13d), dispersos en

prácticamente toda la red de estaciones, con altas abundancias en estaciones

oceánicas de la región central y al sur de Punta Eugenia (Fig. 14d), también se

registraron estadios iniciales con el 8% de la abundancia relativa de Punta Baja a

33

Punta Colonet en la región norte y al sur frente a Punta Abreojos. Los estadios

finales se registraron únicamente al sur del área de estudio con el 9% de la

abundancia relativa de Punta Eugenia a Punta Abreojos

Invierno Primavera Verano Otoño

1997

a) 9%6%

85%

1998

b) 19%

81%

c) 2%

94%

4%

d) 8%9%

83%

1999

e) 14%

86%

f)

83%

17%

g) 5% 6%

90%

h) 26%

67%

7%

Figura 13. Abundancia relativa de larvas de langosta agrupadas por estadios: iniciales,

intermedios, finales y puerulo. Recolectados durante todo el periodo de muestreo: a) otoño de 1997, b) invierno de 1998, c) verano y d) otoño de 1998, e) invierno de 1999, f) primavera de 1999, g) verano y h) otoño de 1999, en la costa occidental de la península de Baja California.

34

Iniciales intermedios Finales O

toño

199

7 Otoño 1997a)

2

Otoño 1997a)

2

Otoño 1997a)

2

a) In

vier

no 1

998

2

1 a 4 Muy Baja

4 a 16 Baja

16 a 64 Media

64 a 256 Alta

FILOSOMAS/10 m

Iniciales

Intermedios

Finales

e) e)

b)

Ver

ano

1998

h)

h) h)

c)

Oto

ño 1

998

k) k)

d)

Figura 14. Distribución de larvas de langosta roja, (estadios iniciales, intermedios y finales) entre las zonas norte, centro y sur, durante El Niño: a) otoño de 1997; b) invierno de 1998; c) verano de 1998; d) otoño de 1998, en la costa occidental de la península de Baja California.

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°

35

En invierno de 1999 la cobertura de muestreo abarcó hasta punta Eugenia, los

estadios finales aportaron el 86% de la abundancia relativa (Fig. 13e), estos se

encontraron distribuidos en estaciones oceánicas de la zona central y norte del área

de estudio (Fig. 15a), algo similar al invierno de 1998. En dos estaciones oceánicas

se observaron estadios intermedios con baja abundancia (19%).

Durante primavera de 1999 se encontró un dominio de estadios finales (83%) de

la abundancia relativa (Fig. 13f), distribuidos en dos zonas, frente a Ensenada en la

región norte y frente a Laguna San Ignacio en la región sur del área de estudio (Fig.

15b). El 17% correspondió a los estadios intermedios que se registraron únicamente

frente a Laguna San Ignacio en la región sur.

Para verano de 1999 la abundancia se concentró en las estaciones costeras,

dominando los estadios iniciales, con el 90% de la abundancia relativa (Fig. 13g).

También se encontraron estadios finales y puerulos con el 5% y 6% de la abundancia

relativa respectivamente, de Punta Canoas a Ensenada en la región norte, área

donde posiblemente se lleve acabo el asentamiento en el bentos (Fig. 15c).

En otoño de 1999 los estadios intermedios fueron dominantes, aportando el 67%

de la abundancia relativa (Fig. 13h), con una distribución que cubrió la mayoría de las

estaciones de la zona centro y sur. Se encontraron también estadios finales en la

zona sur al igual que en otoño de 1998, y estadios iniciales en la zona centro y sur lo

que podría indicar una extensión en el periodo de eclosión en esa región (Fig. 15d).

36

Iniciales intermedios Finales In

vier

no 1

999

a) a)

a) P

rimav

era

1999

2

1 a 4 Muy Baja

4 a 16 Baja

16 a 64 Media

64 a 256 Alta

FILOSOMAS/10 m

Iniciales

Intermedios

Finales

Puerulos

d) d)

b)

Ver

ano

1999

g)

g)

c)

Oto

ño 1

999

j) j)

d)

Figura 15. Distribución de larvas de langosta roja, (estadios iniciales, intermedios y finales) entre las zonas norte, centro y sur, durante La Niña: a) invierno de 1999; b) primavera de 1999; c) verano de 1999; d) otoño de 1999, en la costa occidental de la península de Baja California.

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°

37

Distribución costa-océano Se analizó la tendencia en la distribución y abundancia de las larvas de langosta

roja en el plano costa-océano. Dentro de los resultados obtenidos, se observó que el

total de larvas (estadios iniciales, intermedios y finales) encontradas en la zona

costera y el total encontrado en la zona oceánica no parecen mostrar una clara

separación en su distribución. Las abundancias encontradas en la zona costera

fueron de 1210 larvas/10 m2 y de 1184 larvas/10 m2 en la zona oceánica

respectivamente. Por lo que la prueba U de Mann-Whitney no mostró diferencias

significativas entre ambas zonas.

Cuando se analizaron cada estadio por separado, se observó que los estadios

iniciales se distribuyeron con una mayor frecuencia y abundancia cerca de la costa

con 587 larvas/10 m2 y con 221 larvas /10 m2 en la zona oceánica (Fig.16a); los

estadios intermedios se registraron principalmente fuera de la costa con 679

larvas/10 m2, aunque también cubrieron algunas estaciones costeras (Fig.16b) con

abundancias de 453 larvas/10 m2, Los estadios finales se distribuyeron en ambas

regiones, registrando las mayores abundancias (284 larvas/10 m2) en la zona

oceánica y menores en la costera (169 larvas/10 m2)(Fig.16c). Los puerulos se

registraron principalmente en las estaciones cerca de la costa con 17 puerulos/10 m2

y en la zona oceánica con 6 puerulos/10 m2 (Fig.16d) lo que es consistente con el

ciclo de vida establecido para la langosta roja.

El estadístico de U de Mann-Whitney (α = 0.05, p=0.031894) mostró diferencias

significativas en la distribución de los estadios iniciales, registrándose en altas

concentraciones en estaciones costeras, mientras que los estadios intermedios y

finales no mostraron diferencias en su distribución costa océano, al igual que los

puerulos. Analizando la distribución de todos los estadios de desarrollo por separado,

se encontró que solo el estadio XI mostró diferencias significativas (U de Mann-

Whitney, α = 0.05, p=0.031894), registrando la mayor abundancia en la zona

oceánica.

38

Inicialesa)

FILOSOMAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

65 a 256

Muy Baja

Alta

Baja

Media

2

Intermediosb)

puerulo d)

PUERULO/10 m

1 a 4

4 a 16

Muy Baja

Baja

2

Figura 16. Distribución costa-océano de larvas filosoma de los estadios, a) iniciales, b) intermedios, c) finales y d) Puerulo, en la costa occidental de la península de Baja California.

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°

Finalesc)

39

Distribución de larvas filosoma y su relación con las corrientes geostróficas

Con el fin de explorar la distribución y relación de las larvas filosoma y puerulos

con las corrientes geostróficas (circulación superficial) presentes en cada uno de los

cruceros analizados en el presente estudio, se sobrepusieron las abundancias

larvales sobre los mapas de alturas dinámicas superficiales (0/500 dbar), generados

por Durazo y Baumgartner (2002) para los cruceros que corresponden al evento de

El Niño y La Niña (Figs. 17 y 18 respectivamente). En lo mapas también se muestran

las marcas de división de las zonas costa-océano y las regiones norte, centro y sur

establecidas en este estudio.

En el crucero de otoño 1997 los gradientes de alturas dinámicas muestran que

toda el agua está fluyendo hacia el polo, en dos flujos, uno fuerte y costero a lo largo

del contorno de la plataforma continental, con un giro al sur de Punta Eugenia que

abarca las dos últimas líneas de estaciones, y otro flujo hacia el norte afuera de la

costa formando un meandro (Fig. 17 a). En este crucero la mayor abundancia de

larvas se distribuyó hacia el norte, observándose una distribución de estadios

iniciales, intermedios y finales, que se asociaron al flujo de las corrientes en la zona

norte y al giro ciclónico en la región sur.

Durante el crucero de invierno de 1998, los gradientes de las alturas dinámicas

mostraron un patrón de circulación débil en el área de estudio, un flujo oceánico en la

parte norte con dirección al sur hasta frente a Punta Eugenia, con un flujo de retorno

hacia el norte por la zona costera. En la región sur se observan dos flujos con

dirección sur, uno cerca la costa y otro hacia mar abierto y un giro de tipo

anticiclónico al oeste de Punta Eugenia (Fig. 17b). Las larvas de langosta

principalmente los estadios finales, parecen asociarse a los flujos de las corrientes,

distribuyéndose de forma relativamente uniforme en el área de estudio.

Para el crucero de verano de 1998, se observó una serie de remolinos en el

área. Tres se registraron entre Ensenada y Punta Baja y un flujo de agua desde el

40

noreste de isla Guadalupe con dirección sur, atravesando toda el área de estudio y

formando un remolino de tipo anticiclónico en la zona oceánica frente a Punta Baja.

Otros dos remolinos de tipo ciclónico se observan en la zona centro-sur: uno al oeste

de Punta Eugenia y uno en la porción más sureña del área (Fig. 17c). Las larvas

filosoma se encontraron asociadas tanto al flujo de agua hacia el sur con las mayores

abundancias en esta región, como a los remolinos ciclónicos en la región norte y sur.

En el crucero de otoño de 1998, se observó un flujo predominante con dirección

hacia el sur que aparentemente favoreció la distribución de la mayoría de las

filosomas en esa zona. Este flujo, en un meandro menos marcado que en el crucero

anterior, favoreció la presencia de 4 giros importantes en el área. En el giro ciclónico

al norte de Punta Baja, no presentó una relación importante con la distribución de

larvas de langosta (Fig. 17d). Sin embargo, en los tres giros (2 ciclónicos y 1

anticiclónico) más sureños, se registraron estadios intermedios y finales asociados.

41

Otoño 1997

FILOSOMAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

a)

2

Muy Baja

Baja

Media

Alta

Iniciales

Intermedios

Finales

b) Invierno 1998

Otoño 1998d)

Figura 17. Distribución y abundancia de larvas filosoma en la costa occidental de la

península de Baja California. a) otoño de 1997, b) invierno de 1998, c) verano y d) otoño de 1998 y su relación con anomalías de altura dinámica (0/500 dbar) (tomadas de Durazo y Baumgartner, 2002). Las flechas indican la dirección de la corriente, la línea azul continua indica la división costa-océano y la línea azul discontinua separalas regiones norte, centro y sur.

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Verano 1998c)

42

Durante el crucero de invierno de 1999 se observaron dos flujos norte-sur: uno

que fluye cerca la costa y otro que forma meandros en la región oceánica, con un

giro de tipo ciclónico al noreste de isla Guadalupe y otro de tipo anticiclónico a los

28°N. Las larvas filosoma, principalmente los estadios finales se distribuyeron

asociados a los bordes del giro anticiclónico y siguiendo el flujo de la corriente al sur

(Fig. 18a).

Para el crucero de primavera de 1999 el flujo fue con dirección sur y más

oceánico con un meandro hacia la costa frente a Punta Eugenia. También se

observó un giro anticiclónico al sureste de isla Guadalupe. Las larvas filosoma

aparentemente se asociaron a la dirección de las corrientes, ya que los estadios

finales en la región norte y sur, pudieran estar siendo transportadas hacia la costa

(Fig. 18b).

Durante el crucero de verano de 1999 se detectaron dos giros acoplados en la

región norte frente a Ensenada que parecen marcar una frontera con el flujo

oceánico predominante hacia el sur en el resto del área de estudio (Fig. 18c). Los

estadios finales e iniciales registrados al norte del área de estudio, al parecer están

siendo retenidos en estos giros. Por otra parte, el resto de las larvas filosoma en

estadios iniciales se distribuyeron fuera de este flujo en estaciones totalmente

costeras frente a Bahía Vizcaíno y al sur de Punta Eugenia. La presencia de puerulos

fue notable en este crucero, con registros en la región norte en estaciones costeras y

asociados a los flujos prevalecientes.

Para el crucero de otoño de 1999 se observaron dos componentes: en el norte,

el flujo de agua es de norte a sur con ramas costeras y oceánicas a las que parecen

asociarse los estadios intermedios desde Ensenada hasta Punta Eugenia. En la

parte sur del área de estudio se registró un giro ciclónico con agua fluyendo desde la

porción más sureña del área de estudio hasta Punta Eugenia, misma que regresa

nuevamente hacia el sur formando un gran giro (Fig. 18d). Este giro sureño parece

estar dispersando a la mayoría de las larvas de langosta, nuevamente se encontró

traslape de todos los estadios en este giro.

43

Invierno 1999a)

FILOSOMAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

Muy Baja

Baja

Media

Alta

Iniciales

Intermedios

Finales

Puerulos

2

Primavera 1999b)

Otoño 1999d)

Figura 18. Distribución y abundancia de larvas filosoma en la costa occidental de la

península de Baja California. a) Invierno de 1999, b) Primavera de 1999, c) Verano, yd) Otoño de 1999 y su relación con anomalías de altura dinámica (0/500 dbar) (tomadas de Durazo y Baumgartner, 2002). Las flechas indican la dirección de la corriente, la línea azul continua indica la división costa-océano y la línea azul discontinua separa las regiones norte, centro y sur.

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°c) Verano 1999

44

DISCUSIÓN El ENOS es uno de los factores más importantes que determinan la

variabilidad climática y la estructura del ecosistema dentro del área de influencia del

Sistema de la Corriente de California y su impacto define entre otras cosas, el éxito

en la reproducción de varias especies marinas (Ven Tresca et al., 1995; Hayward et

al., 1999). Los cambios drásticos en las condiciones oceanográficas relacionados

con la dinámica de las masas de agua durante El Niño 1997-1998 y su rápida

transición a La Niña 1999-2001, resultaron en importantes cambios de composición y

abundancia en la comunidad de eufáusidos y copépodos (Jiménez-Pérez y

Lavaniegos, 2004), de quetognatos (Lavaniegos et al., 2002) y salpas (Hereu et al.,

2006) y de paralarvas de calamar (Granados-Amores, 2008), que tuvieron una

respuesta favorable a las condiciones El Niño 1997-1998, aunque en otros casos

ocurrió un efecto contrario (Linacre-Rojas, 2004).

Este estudio tuvo lugar durante el evento del ENOS 1997-1999 cubriendo las

dos fases: la cálida denominada El Niño 1997-1998 y parte de la fase fría llamada La

Niña 1999-2001, lo que dio la oportunidad de evaluar el efecto de estos eventos en el

ciclo larval de la langosta roja Panulirus. interruptus.

A lo largo de los años estudiados, se encontraron mayores abundancias de

filosomas en estadios intermedios durante la temporada de otoño de 1997, en

coincidencia con altas temperaturas de El Niño, a pesar de que no se muestreo la

red de estaciones completa. En los cruceros de 1998 aun con la influencia de El Niño

disminuyó la temperatura y las abundancias de las larvas. Sin embargo, en otoño del

1998 nuevamente se encontró una alta abundancia de estadios intermedios. Lo

anterior fue previamente reportado por Vega (2003) quién encontró que las altas

abundancias de larvas filosoma probablemente se debieron a que las aguas cálidas

estimulan a la reproducción de las langostas en el verano y por lo tanto, se ven

reflejadas en un incremento en la abundancia de estadios intermedios para estas

temporadas. Por el contrario, en otoño de 1999 disminuyó la abundancia en estadios

intermedios en coincidencia con el evento La Niña y bajas temperaturas, condiciones

45

que continuaron hasta el 2000 (Hayward et al., 1999; Lynn y Brograd, 2002). Al

respecto, Ortuño-Manzanarez (2003) en la misma área de estudio, menciona que las

temperaturas más frías de lo normal en 1999, probablemente ocasionaron un retraso

en el desove de la langosta P. interruptus y a su vez, un retraso en el desarrollo de

los estadios larvarios, indicado por la presencia de estadios iniciales (III y IV)

registrados en enero de 2000, época en la que la langosta no desova normalmente.

Por lo que este autor menciona que en julio cuando es la época de reproducción

hubo una ausencia total de los estadios iniciales, encontrando un solo registro del

estadio I en la región norteña capturada con la bomba CUFES únicamente, lo que

hace pensar que las langostas no desovaron en esa época sino después.

Durante 1997 a 1999 no se registraron estadios iniciales en los inviernos de

1998 y 1999, pero si se registraron estadios finales en ambas temporadas,

coincidiendo con Johnson (1960b) quien menciona que los estadios finales (X y XI)

son predominantes en el periodo de invierno. En este estudio no se observó un

desfasamiento bien definido en las cohortes, como lo menciona Ortuño-Manzanarez,

(2003). Por otra parte, en el muestreo de verano de 1998 que se realizó en el mes de

julio, los estadios iniciales se encontraron distribuidos en estaciones oceánicas, en

contraste con el verano de 1999 que se realizó en agosto, donde se registró la mayor

presencia de estadios iniciales (estadio I) distribuidos muy cerca de la costa. Este

desfasamiento podría indicar, que las bajas temperaturas afectaron el proceso

reproductivo pudiendo retrasar el desove en las langostas o prolongar el proceso de

eclosión. La presencia de puerulos en estaciones cerca de la costa durante verano

de 1999, que no ocurrió en verano de 1998, fue posiblemente debido a que los

puerulos ya estaban tan cerca de la costa que no fue posible capturarlos con el

muestreo realizado. Por otro lado en las temporadas de otoño donde encontramos

los estadios intermedios, podemos observar que en otoño de 1998 el estadio VII fue

el dominante y mientras que en otoño de 1999 fueron los estadio V y VII. Con todo lo

anterior es posible establecer que durante el evento El Niño, las temperaturas cálidas

parecen estimular el periodo reproductivo de la langosta roja P. interruptus,

originando un adelanto en el periodo de eclosión y quizás un crecimiento más rápido

46

de los estadios larvarios (Vega, 2003). Mientras que durante la Niña, las

temperaturas frías promovieron un pequeño retraso en la eclosión y desarrollo de las

larvas. Lo anterior sugiere que P interruptus ha desarrollado estrategias

reproductivas para asegurar el éxito del reclutamiento dentro de un ambiente

dinámico como lo es la Corriente de California.

Por otra parte, Muñoz-García (1997) menciona que la temperatura y salinidad

tienen un efecto indirecto sobre la abundancia y distribución de filosomas y que estas

variables probablemente influyen sobre la conducta reproductiva de los adultos de P.

inflatus, por lo cual la densidad de larvas estaría estrechamente relacionada con el

porcentaje de hembras grávidas. Sin embargo, Vega (2003) menciona que entre

varios factores ambientales, el mayor factor que controla la reproducción de la

langosta y el desarrollo larval es la temperatura.

La langosta roja es típica de aguas frías de la Corriente de California

encontrándose en latitudes subtropicales por lo que la temperatura es uno de los

principales factores que influyen en el crecimiento y sobrevivencia de sus estadios

larvarios. Johnson y Brinton (1963) mencionan que las temperaturas frías tienden a

retardar el proceso de desarrollo permitiendo una deriva de las larvas de langosta

roja hacia áreas más adecuadas para el asentamiento. Por otra parte, las

temperaturas cálidas durante los períodos de El Niño promueven una madurez

anticipada de los adultos y aceleran significativamente el desarrollo embrionario

(Vega, 2003).

En la misma área de estudio Ortuño-Manzanarez (2003), encontró ejemplares

del estadio I a temperaturas de 17° a 23°C, durante el evento de relajamiento La

Niña en el 2000, concluyendo que la temperatura de 20° a 23°C es el intervalo

apropiado para el desove de la langosta. Por otro lado Vega (2003) considera un

intervalo de 16° a 23° C como óptimo para la eclosión (20.1°C en promedio). De

acuerdo con las abundancias de los primeros estadios encontradas durante el

presente estudio (1997 a 1999), la temperatura óptima para la eclosión de la langosta

roja fue de 18° a 21° C en los veranos de 1998 y 1999, mientras que el 68% de las

47

larvas se desarrollaron entre los 18° a 22° C. Aunque el grueso de larvas se registró

en este intervalo, el efecto de la temperatura fue evidente en el crucero de otoño de

1997 registrándose en un intervalo mayor (23° a 26° C) y con las abundancias más

altas debido al evento de El Niño y el efecto fue negativo en los cruceros de invierno

y primavera de 1999 cuando las bajas abundancias larvarias se encontraron

asociadas a temperaturas muy bajas de (15° a 17°). Por otro lado, todas las larvas de

langosta roja se registraron en un intervalo estrecho de salinidad (33.10 a 34.59 ups)

y las diferencias entre los eventos El Niño y La Niña fueron del orden de 1.49 ups

más bajas en este último evento. Los resultados indican que las larvas de langosta

roja tienen una tolerancia relativamente amplia a la temperatura, pero no así a la

salinidad.

En el ambiente marino la distribución de los organismos planctónicos está

influenciada por las corrientes inducidas por la dinámica oceánica, además de

eventos de advección y eventos oceanográficos como el ENOS, los cuales controlan

su dispersión. Para el caso de las larvas de langosta el proceso de dispersión inicia a

partir del momento y lugar en que se efectúa la eclosión de los huevecillos (centros

de eclosión) finalizando cuando adopta hábitos bentónicos.

De esta forma, para explicar las variaciones en la distribución y abundancia de

los estadios larvales, es necesario definir primero las temporadas de reproducción y

los centros de eclosión. Bajo este esquema, el criterio para conocer la temporada de

reproducción es tomando en cuenta la presencia de los estadios tempranos. Esta

información da una aproximación de la fecha probable en que ocurrió la eclosión de

los organismos recolectados.

En este estudio se registraron altas abundancia de estadios iniciales en las

temporadas de verano en los 2 últimos años, con máximos en los meses de julio de

1998 y en agosto de 1999, lo cual coincide con lo reportado previamente por

Johnson (1960b), en la península de Baja California. Este autor encontró una alta

abundancia de larvas en estadio I de verano a otoño, con máximos en los meses de

julio y agosto. En otras especies como P. penicillatus y P. marginatus del

48

Archipiélago de Hawai, los estadios iniciales han sido reportados en los meses de

agosto, octubre y enero (Johnson, 1968). De acuerdo con lo anterior, se puede inferir

que en la costa occidental de Baja California, la temporada reproductiva (eclosión) de

la langosta roja se presenta durante los meses de julio-agosto y en menor

abundancia en octubre, previa a la aparición de los estadios iniciales en las

recolectas de plancton.

A pesar de que hay antecedentes sobre la duración del ciclo de vida de otras

especies de langosta alrededor del mundo como Jasus frontalis, (Dupre y Guisado,

1996), con duración entre 112 a 160 días, y hasta 370 días desde nauplosoma hasta

puerulo; de 12 hasta 24 meses para Jasus edwarsii en Nueva Zelanda (Booth, 1994),

y de 10 meses en condiciones de laboratorio (Kitaka et al., 1988; Kitaka, 1994), aún

no se sabe con exactitud el tiempo exacto de todo el desarrollo larvario de la

langosta roja. Johnson (1960), basado en material planctónico recolectado en el

periodo de muestreo de 1949-1955 (seis años de estudio) concluye que el desarrollo

larval completo de P. interruptus es de 7 ¾ meses. Por otro lado, Dexter (1972)

durante un experimento en laboratorio cultivó filosomas hasta el estadio VI en 60

días, infiriendo que son necesarios 5 meses aproximadamente para el desarrollo total

de la fase filosoma. Sin embargo, la capacidad de diferentes especies de langosta de

prolongar su vida larval en el último estadio favorece un mayor éxito de encontrar un

sitio adecuado para su asentamiento y las provee de una mayor capacidad de

dispersión, garantizando una metamorfosis exitosa una vez que las condiciones son

adecuadas (Phillips y Macmillan, 1987). En este sentido, los análisis de abundancia

temporal de los estadios filosoma y la observación de tres cohortes: la primera, que

probablemente inició en verano de 1997, en la que el programa de muestreo

IMECOCAL no estaba activo, pero que en otoño de 1997, al inicio de este estudio,

registró abundantes estadios intermedios, y que terminó en verano de 1998 con la

presencia de estadios finales, así mismo da inicio la segunda cohorte con la

presencia de estadios iniciales y termina en verano de 1999 con la presencia de

estadios finales y la fase de puerulo, dando lugar a la tercera cohorte, misma que

probablemente terminaría en el verano del 2000, indican que la duración del ciclo

larvario de la langosta roja es de aproximadamente un año, con desoves ocurriendo

49

en los meses de verano evidenciados por la presencia de estadios iniciales, los

cuales al cabo de un año, se identifican en las recolectas como estadio finales y

puerulos.

Latitudinalmente se observaron tres áreas de eclosión de las larvas durante

verano de 1998 y 1999, una que comprende de Ensenada a Punta Baja con la

presencia de estadios iniciales los cuales aunque se registraron en baja abundancia

no dejan de ser un indicador importante, La segunda, se encuentra en estaciones

adyacentes a isla Cedros y la ultima al sur de Punta Eugenia. Cabe mencionar que

en la temporada de otoño en los tres años de estudio también se registraron estadios

iniciales en menor abundancia, lo que indica un rezago de langostas al desove. Estos

se registraron al norte y al sur del área de estudio. Adicionalmente, se registraron dos

zonas de posibles asentamientos en verano de 1998, con registros de estadios

finales frente a Punta Baja en la región norte y otra en Punta Abreojos en la región

sur del área de estudio, mientras que para el verano de 1999 con la presencia de

estadios finales y la fase de puerulo se detectó un probable asentamiento

únicamente en la región norte. Se registraron también estadios finales en las

temporadas de otoño para los tres años con abundancias principalmente al sur del

área de estudio. Al respecto, Pérez et al. (2001) hacen mención de la presencia de

tres subpoblaciones de langosta roja, una en el norte (Punta Concepción-Punta

Baja), la central (Isla de Cedros-Bahía Vizcaíno) y la del sur (Bahía Magdalena), que

pudieran relacionarse con la presencia de los centros de eclosión encontrados

durante 1997 a 1999. Sin embargo, García-Rodríguez (2006) encuentra una baja

diferenciación genética observada en la langosta roja que podría estar principalmente

asociada a las condiciones oceanográficas en la costa de la península de Baja

California. Los flujos de las corrientes observados durante 1997 a 1999 y el

prolongado periodo larval que presenta la langosta roja, parecen indicar que existe

un transporte de larvas entre las zonas norte, centro y sur, y que la dispersión larval

podría ser la vía más importante para el intercambio genético y la homogeneización

de las poblaciones. Esta mezcla larval puede verse incrementada por variaciones

50

interanuales en las condiciones oceanográficas ocurridas durante los periodos de El

Niño y La Niña.

Por otro lado la luz y la temperatura son conocidas como los principales

factores ambientales que regulan la distribución vertical del plancton. Estos factores

inician, controlan y orientan el movimiento vertical que realizan los organismos (Frank

y Widder, 2002). Muchos grupos planctónicos responden a cambios de luz en su

medio presentando un ciclo diario, con una interacción dinámica entre el máximo de

luz y los cambios en la distribución en la columna de agua (Harris, 1988; Swift y

Forward, 1988). Una hipótesis que ha ganado atención del por qué de estas

migraciones, sugiere que los organismos se mantienen dentro de una zona de

iluminación preferente migrando hacia la superficie cuando la intensidad de la luz

decrece al anochecer y descendiendo cuando la intensidad se incrementa al

amanecer (Frank y Widder, 2002).

En el presente estudio encontramos diferencias significativas en las capturas

noche-día, con las mayores abundancias de larvas en todos los estadios durante la

noche, siguiendo el patrón característico de migración vertical del plancton, excepto

en el estadio I que registraron mayores abundancias durante el día. Las recolectas

se realizaron utilizando arrastres oblicuos hasta 200 metros aproximadamente, por lo

que no es posible determinar con exactitud que profundidad o estratos ocupan en la

columna de agua los diferentes estadios de larvas de langosta roja y tampoco es

posible determinar si las larvas de langosta migran verticalmente, debido a que el

muestreo no incluyó ciclos de 24 horas en las recolectas. Ortuño-Manzanarez (2003),

realizó un muestreo en la misma red de estaciones del IMECOCAL que fue usada

para el presente trabajo, durante el 2000 utilizando una bomba superficial “CUFES”

que muestrea solo los primeros 5 m de la columna de agua aproximadamente,

encontrando que los primeros estadios de larvas filosoma fueron las mas abundantes

en la capa superficial.

Aunque no se han realizado estudios detallados sobre la distribución y migración

vertical de P. interruptus, Johnson (1960a) sugirió a partir de la comparación de

capturas diurnas y nocturnas en las costas de Baja California, que los estadios

51

filosoma de esta especie muy probablemente realicen una migración vertical diurna.

Por otro lado, Ritz (1972) encontró que las filosomas presentan fototropismo positivo,

y realizan una migración vertical activa espacio-temporal en la columna de agua

encontrándose en la superficie (25-30 m) en los primeros estadios.

Respecto al análisis costa océano, en este trabajo solo encontramos

diferencias significativas en los estadios iniciales distribuidos cerca de la costa,

mientras que los estadios intermedios y finales, se distribuyeron sin ningún patrón.

Sin embargo, se observaron algunos estadios finales muy cerca de la costa y la fase

de puerulo en verano de 1998 y 1999 que parecen retornar hacia la costa para su

asentamiento. Con respecto a la falta de un patrón espacial, puede decirse que con

el potencial de dispersión que tienen debido al viento y a las corrientes que

prevalecen en el área de estudio que pueden transportarlas en un área muy amplia

durante su vida planctónica, llevándolas más allá de la plataforma continental, incluso

hasta 1500 km fuera de la costa (Phillips, 1977; Jeffs et al., 2005). Por otra parte,

Johnson (1960) menciona que es común encontrar los estadios intermedios y finales

retenidos en giros cercanos a la plataforma continental o en las zonas oceánicas. En

ocasiones, se han encontrado los estadios finales traslapados con los estadios

iniciales en áreas cercanas a la plataforma continental donde realizan su

metamorfosis a la fase de puerulo, el cual nada activamente hacia la costa para su

asentamiento en el bentos (Báez, 1983; Booth y Stewart, 1992).

Dado que los adultos, se encuentran en zonas someras cuando sucede el

desove, los primeros estadios se encuentran generalmente cerca de la costa (Sims e

Ingle, 1966; Chittleborough y Thomas, 1969). Después de que el huevo eclosiona en

la zona costera las larvas tienen una limitada habilidad para nadar y quedan

expuestas a un periodo largo de deriva larval a expensas de las corrientes

prevalecientes conforme van avanzando en su desarrollo hasta su asentamiento

como puerulos.

52

La fase larval planctónica larga implica un alto potencial en la dispersión y el

transporte hacia aguas oceánicas, es un factor importante en la determinación de su

distribución local y latitudinal. La amplia duración larval (11 estadios de desarrollo,

Johnson 1960) permite que los individuos colonicen nuevas áreas en busca de

hábitats favorables y es un mecanismo determinante en el reabastecimiento anual de

poblaciones ya existentes (Sorte et al., 2001).

En otoño de 1997 en la fase más intensa del evento de El Niño (Lynn et al., 1998;

Durazo y Baumgartner, 2002), se observó un transporte de larvas de langosta hacia

el norte estrechamente asociado al flujo predominante de las corrientes. La presencia

de larvas en todos los estadios asociadas a las zonas centro y norte, parece indicar

que estas fueron transportadas a partir de un centro de eclosión localizado en la

zona sur del área de estudio y que esta zona es particularmente importante para el

reclutamiento de puerulos tanto hacia la zona norte de la península de Baja California

como hacia las costas de California en E.U. Estos resultados se apoyan en lo

obtenido por Pringley (1986) quien establece que el reclutamiento de larvas filosoma

hacia el sur de California E.U., es episódico y altamente influenciado por eventos El

Niño. Resultados semejantes han sido registrados para otras especies como lo

mencionan Sorte et al. (2001), quienes encontraron que durante el periodo El Niño

1997-1998 la corriente de Davidson, originó un trasporte más al norte de la

distribución habitual de larvas del cangrejo Emerita analoga de afinidad templada,

concluyendo que las poblaciones de esta especie podrían ser usados como

indicadores del evento El Niño en el Pacífico norte y serían las responsables del

mantenimiento de las poblaciones mas norteñas de esta especie. En el presente

estudio, se pudo observar que la alta abundancia de estadios finales registrados en

invierno de 1998, fue posiblemente efecto del fuerte transporte previo de larvas en

estadios intermedios que se registraron en otoño del 1997, estas fueron

transportadas hacia el norte por una circulación débil y otras se observan frente a

Punta Eugenia con un flujo con dirección al sur y se encontraron alejados de la costa.

Los estudios de P. cygnus (Chittleborough y Thomas, 1969; Phillips et al. 1979;

Phillips, 1981), J edwardsii (Lesser, 1978; Booth, 1980), J. lalandii (Pollock y Goosen,

53

1983) y J. verreauxi (Booth, 1986), han confirmado que los estadios intermedios y

finales de estas especies son dispersados fuera de la costa. Esta dispersión se

observó en las temporadas de invierno de 1998 e invierno de 1999 con los estadios

intermedios y finales que se registraron en estaciones oceánicas y están virtualmente

ausentes en la plataforma continental cerca de las aguas costeras en la Península de

Baja California. El transporte larval en cientos y aun miles de kilómetros de distancia

indica, que las larvas pasan en o a través de varias masas de agua antes de

reclutarse al stock bentónico (Phillips y McWilliam, 1986).

En este periodo de estudio se observó la presencia de un giro semi-

permanente al sureste de Isla Guadalupe en verano de 1998, este giro sigue activo

en otoño de 1998 en coincidencia con la presencia de los estadios intermedios. En

primavera de 1999 el giro se desintegra permitiendo el transporte de las larvas por el

flujo de las corrientes hacia la zona costera.

La presencia de este giro fue señalada por Johnson (1960b), quien lo consideró

fundamental en la retención de las larvas filosoma para asegurar el reclutamiento de

la población. Lo que sugiere que existe una estrecha adaptación entre el desarrollo

ontogénico de la langosta roja y la circulación marina.

Este giro anticiclónico tiene una duración aproximadamente igual al ciclo de

vida de las larvas de langosta roja, por lo que representa una de las características

hidrográficas más importantes frente a la costa de la península de Baja California,

para la retención y posterior regreso de las larvas hacia la región costera. La

presencia de puerulos planctónicos que se dirigen hacia la costa buscando la

plataforma continental para su asentamiento en el bentos observada en verano de

1999 indica el cierre del ciclo larvario de la especie. Los puerulos estuvieron

asociados al flujo de las corrientes que penetra en el área costera.

Durante verano de 1998 y 1999, la dinámica de los flujos es parecida en ambos

cruceros por la presencia de dos giros en la región norte uno ciclónico cerca de la

costa que esta dispersando las lavas y otro anticiclónico más oceánico que es el

responsable de la retención de las larvas en esa área. Los estadios iniciales

54

observados en Punta Baja y Ensenada muy probablemente se deben a desoves

locales en el área, lo que contrasta con las observaciones de Johnson (1960b), quien

menciona que las pocas larvas en estadios iniciales observadas hacia el norte de

Punta Baja son producto de eventos episódicos y están altamente influenciadas por

eventos El Niño, al ser acarreadas por la contracorriente costera que se desarrolla

cerca de la superficie durante esos eventos. Por otro lado las mayores abundancias

de estadio iniciales se registraron en Bahía Vizcaíno e Isla cedros y al sur de Punta

Eugenia, asociados a un giro ciclónico frente a Punta Eugenia en verano de 1998 y al

flujo predominante hacia la región sur en verano de 1999, por lo que (Jonhson, 1960,

1971) considera los centros de máxima concentración de larvas de P. interruptus

principalmente en la región central adyacente a Punta Eugenia, en la porción media-

oeste de la Península. Cabe mencionar que esta área a sido considerada una zona

de alta productividad (Lluch-Belda et al., 2000), la cual a sido aprovechada por

numerosas especies, algunas de ellas integrantes de pesquerías importantes como

la de la langosta roja P. interruptus, (Vega et al., 1996). Esto es consistente con el

patrón de la distribución de adultos sugerido por Allen (1916), Linberg (1955) y

Serfling y Ford (1975), así como el patrón de distribución de las capturas por zonas

descrito por Vega y Lluch-Cota (1922).

Por otro lado las larvas que se registraron en la región norte en estadios

intermedios durante otoño de 1998, probablemente sean producto de las eclosiones

que se manifestaron en verano del mismo año, en contraste con las larvas

encontradas en otoño de 1999 las abundancias fueron mínimas en esta región. En

ambos muestreos se observó que las larvas se asociaron a giros ciclónicos. Esto

concuerda en cierta medida con lo establecido por Johnson (1960) y Pringle (1986)

quienes establecen que las mayores concentraciones de estadios intermedios y

finales ocurren entre 25 y 28º N. Por otro lado las condiciones oceanográficas que se

desarrollan frente a punta Eugenia han sido también consideradas como

responsables de la retención larval de la langosta roja y consecuentemente de su

gran abundancia a lo largo de la Península de Baja California (Johnson, 1960;

Pringle, 1986).

55

En este estudio se pudo observar que las larvas en estadios intermedios en

otoño de 1998, se registraron en estaciones oceánicas aproximadamente a 350

kilómetros fuera de la costa asociadas a un giro ciclónico, Dada la distancia a la cual

estas larvas se registraron, es posible pensar que difícilmente estas pudieron llegar a

reclutarse en zonas costeras. Jonson (1960a, 1960b, 1971) señaló que casi todas,

las larvas de P. interruptus, P. penicillatus, P. inflatus y P. gracilis encontradas mas

allá de 100 km fuera de la costa representaban pérdidas para las poblaciones y que

solo las larvas que permanecían en los giros cercanos o alrededor de las islas y en

áreas someras menores a 100 km de la costa eran las que regresaban. Sin embargo,

Phillips (1981) observó que pocas o ninguna larva permanecen en aguas cercanas a

la plataforma continental del oeste de Australia, durante su largo periodo larval, a

distancia entre 40 y 60 km de la costa.

En el presente estudio, los resultados encontrados coinciden con los de otros

autores al analizar la dinámica de las larvas en relación con las condiciones

oceanográficas. Chiswell y Both (1999) observaron que las abundancias de larvas de

Jassus edwardsii fueron asociadas con las alturas dinámicas principalmente los

estadios intermedios en un gran giro semipermanente de tipo anticiclónico en la

costa este de Nueva Zelanda, el cual actúa como el principal mecanismo de

retención de larvas en esa área, Este autor también reportó que los últimos estadios

se encuentran cerca de la costa al igual que los puerulos, en cambio, los estadios

intermedios se encuentran dentro del giro, lo cual les da la oportunidad de asegurar

un 40% de sobrevivencia. Los giros pueden ser cruciales en el reclutamiento de las

larvas de los palinuridos (Booth y Ovenden, 2000) evitando que las larvas sean

arrastradas a lugares inadecuados y provee una medida del transporte hacia la

costa.

Los resultados del análisis de la dinámica larval de la langosta roja Panulirus

interruptus en la costa occidental de la península de Baja California durante 1997 a

1999 reflejan un acoplamiento entre la distribución de las larvas de langosta roja con

la dinámica oceánica del área de estudio. Los patrones reproductivos y reclutamiento

56

larval de P interruptus parece acoplarse a los cambios estacionales en la dominancia

de las características físicas de la Corriente de California (Johnson, 1971; Pringle,

1986) y la temperatura y la salinidad tienen efectos sustanciales en la abundancia y

distribución de las larvas de esta especie.

A diferencia de los antecedentes previos, en este estudio se establece que el

ciclo larvario completo (desde filosoma I hasta puerulo) para la langosta roja P.

interruptus es de un año. Se proponen tres centros de eclosión asociados al área de

Ensenada a Punta Baja, Isla Cedros y al sur de Punta Eugenia, que proveen reclutas

de manera diferencial a las poblaciones de adultos a lo largo de la costa occidental

de la península de Baja California.

57

CONCLUSIONES 1.- La mayor abundancia de larvas filosoma se registró en la temporada de otoño

1997 que correspondió al período de mayor intensidad de El Niño 1997-1998.

2.- Las larvas se encontraron en un amplio intervalo de temperatura: de 15°C a 26°C,

con mayor abundancia (68%) en el intervalo de 18°C a 22°C, mientras que la

salinidad vario de 33.10 a 34.59 ups, en ambos eventos (El Niño /La Niña).

3.- Se identificaron tres cohortes, evidenciadas por la presencia de estadios iniciales

en verano de 1998 y 1999, y la fase de puerulo en verano 1999, permitiendo

establecer que el ciclo larval de la langosta roja dura aproximadamente un año.

5.- Se registraron tres posibles centros de eclosión evidenciados por la presencia de

estadios iniciales: 1) de Punta Baja a Ensenada en la región norte, 2) en isla

Cedros y 3) al sur de Punta Eugenia. Dos zonas de asentamiento de langostas

fueron evidenciadas por la presencia de estadios finales y puerulos que coinciden

con las zonas norte y sur de reproducción.

6.- La influencia del transporte larval costa-océano durante el desarrollo ontogénico

fue evidente en los primeros estadios y la fase de puerulo los cuales se

registraron cerca de la costa, mientras que los estadios intermedios y finales se

encontraron dispersos en toda el área de muestreo.

7.- La distribución de larvas filosoma estuvo influenciada por la dinámica y las

condiciones del Sistema de la Corriente de California. Durante el evento de El

Niño se presentó un transporte neto hacia el polo llevando consigo larvas hacia la

región norte mientras que durante La Niña el transporte fue hacia el sur.

8.- El giro anticiclónico al sur de isla Guadalupe es una de las características

hidrográficas mas importantes en la retención de las larvas de langosta roja y en

su posterior regreso a la costa.

58

Recomendaciones

Se recomienda dar continuidad a este estudio para conocer más sobre la

variabilidad estacional e interanual y las condiciones a las que se encuentran sujetas

las larvas de langosta, particularmente en años sin influencia de eventos El Niño o La

Niña.

En cuanto al método de recolecta se recomienda hacer muestreos de 24

horas con arrastres a diferentes estratos utilizando redes de apertura y cierre para

analizar la migración vertical de las larvas por estadios de desarrollo y hacer una

comparación con los arrastres oblicuos que se hacen con la red bongo.

Es importante que las filosomas se conserven en frascos grandes de acuerdo a

su tamaño de tal manera que no se maltraten las antenas y pereiópodos y sea más

fácil para la identificación. No se recomienda su preservación en alcohol por que las

vuelve rígidas y por ende quebradizas.

Es conveniente realizar arrastres (extender la red de estaciones del IMECOCAL)

más cerca de la costa para tener más información de los estadios iniciales de

desarrollo y la fase puerulo, y también, hacia mar abierto para conocer la distancia

hasta donde pueden llegar las larvas filosoma y en qué estadios de desarrollo

pudieran encontrarse. También es recomendable que se extienda hacia el sur para

ver el grado de dispersión de estas larvas.

59

LITERATURA CITADA

Amador, B. A & R. M. Figueroa. 1997. Glosario de términos oceanográficos. 265-272.

En: Contribuciones a la oceanografía Física de México. (Ed) M. F Lavin. Unión Geofísica Mexicana, Monografía No. 3. 272p

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68

Anexo 1.- Distribución espacial de los estadios de desarrollo de las larvas filosoma P. interruptus, en otoño de

1997

24°

26°

28°

30°

32°Est III

LARVAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

2

Est IV

Est V

24°

26°

28°

30°

32°Est VI

Est VII Est VIII

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Est IX

118° 116° 114° 112°

Est X

118° 116° 114° 112°

Est XI

69

2.- Distribución espacial de los estadios de desarrollo de las larvas filosoma P. interruptus, en invierno

de 1998.

24°

26°

28°

30°

32°Est VI

2LARVAS/10m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

Est VIII

2

Est IX

2

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Est X

2

118° 116° 114° 112°

Est XI

2

70

3.- Distribución espacial de los estadios de desarrollo de las larvas filosoma P. interruptus, en verano

de 1998

24°

26°

28°

30°

32°Est I

LARVAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

2

Est II Est III

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Est IV Est V Est X

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Est XI

71

4.- Distribución espacial de los estadios de desarrollo de las larvas filosoma P. interruptus, en otoño de 1998

24°

26°

28°

30°

32°

Est I

LARVAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

2

Est II

Est III

24°

26°

28°

30°

32°

Est IV

Est V

Est VI

24°

26°

28°

30°

32°

Est VII

Est VIII

Est IX

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Est X

72

5.- Distribución espacial de los estadios de desarrollo de las larvas filosoma P. interruptus, en invierno de 1999.

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Est VII

LARVAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

2

Est VIII Est IX

118° 116° 114° 112°

24°

26°

28°

30°

32°Est X

73

6.- Distribución espacial de los estadios de desarrollo de las larvas filosoma P. interruptus, en

primavera de 1999.

24°

26°

28°

30°

32°

Est VII

LARVAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

2

Est VIII

Est IX

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°

Est X

118° 116° 114° 112°

Est XI

74

7.- Distribución espacial de los estadios de desarrollo de las larvas filosoma P. interruptus, en verano

de 1999

24°

26°

28°

30°

32°Est I

LARVAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

2

Est II

Est III

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Est IV

118° 116° 114° 112°

Est XI

118° 116° 114° 112°

Puerulo

75

118° 116° 114° 112°24°

26°

28°

30°

32°Est XI

8.- Distribución espacial de los estadios de desarrollo de las larvas filosoma P. interruptus, en otoño de 1999

24°

26°

28°

30°

32°Est I

LARVAS/10 m

1 a 4

4 a 16

16 a 64

64 a 256

2

Est III

Est IV

24°

26°

28°

30°

32°Est V

Est VI

Est VII

24°

26°

28°

30°

32°Est VIII

Est IX

Est X