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DIFERENCIA ENTRE "EVOLUCIÓN BIOLÓGICA", "TEORÍAS EVOLUTIVAS" & "EVOLUCIONISMO"
LA EVOLUCIÓN COMO HECHO NATURAL:
Un hecho es algo que no admite duda, una ocurrencia observada y contrastable, no sujeta a
interpretación. Es decir, algo que ha ocurrido o existe, independientemente de lo que pueda significar.
Este concepto es quizás el que menos explicación precise de todos los que trataremos, pero es
importante recalcar la diferencia entre hecho e interpretación o significado del mismo, lo cual puede
confundirse en ocasiones. Que el cielo se vea azul para las personas, es un hecho. Por qué se ve
azul, o que significa que sea visto azul es una explicación del hecho, y eso si puede ser discutible.
La idea que la vida en la tierra se desarrolló gracias a un proceso evolutivo se comenzó a discutir en
Europa entre finales del siglo diecisiete y comienzos del diecinueve. En 1859, Charles Darwin propuso
un mecanismo, llamado selección natural, que explicaba cómo funcionaba esa evolución. Esta teoría
ayudó a convencer a mucha gente que la vida evoluciona. Ese punto no ha sido seriamente desafiado
en los últimos ciento treinta años.
Es importante subrayar que el libro de Darwin, "El origen de las especies por medio de la selección
natural" hizo dos cosas notables. Resumió toda la evidencia en favor de la idea que todos los
organismos han evolucionado modificándose de un antecesor común, y explicó el mecanismo que la
rige: la selección natural. De esta manera construyó un caso fuerte a favor de la evolución.
Desde entonces, ningún biólogo se pregunta si la evolución ocurre o no. Todos coinciden en que
Darwin lo demostró de manera aplastante, tanto que se refieren a la evolución no como
una teoría sino como un hecho. Sin embargo, lo que todavía se discute es el mecanismo de la
evolución: la selección natural.
La Evolución Biológica es un Hecho Natural que ha sido científicamente confirmado. Esta afirmación
se basa en el conjunto de pruebas que los científico han reunido para demostrar que la evolución de
la materia viva es un proceso que le es característico. Estas pruebas se basan en los descubrimientos
en las siguientes disciplinas:
- Paleontología: La mayor parte de los seres vivos que han habitado el planeta y desaparecieron en
el tiempo no han dejado huella de su paso por la Tierra en los distintos períodos evolutivos; sin
embargo, unos pocos se han conservado en las rocas sedimentarias, a través de un proceso
conocido como fosilización.
El concepto de fósil significa “encontrado bajo la tierra” y se refiere a partes de planta o animales o a
cualquier impresión, trazo o vestigio morfológico dejado por organismos extinguidos. Los fósiles han
preservado en algunos casos la detallada estructura de un organismo, de manera que, al observar
secciones bajo el microscopio, se podría dibujar la forma de los vasos sanguíneos y nervios que
constituían a un organismo vertebrado.
A) Tipos de fosilización: La fosilización es un proceso lento, condicionado por factores geológicos y
climáticos. Se reconocen diferentes tipos de fosilización.
Compresión e impresión: la fosilización por compresión se da cuando un organismo o parte de él
queda atrapado por sedimentos sin descomponerse por completo, por lo cual es posible rescatar
restos orgánicos. La impresión de un fósil se obtiene cuando por presión o calor ambiental elevado,
los residuos orgánicos desaparecen completamente, dejando una huella del organismo original.
Petrificación: Cuando las partes sólidas, como huesos o caparazones, e incluso tejidos blandos, se
reemplazan por minerales, como carbonato de calcio o sílice, los fósiles se denominan petrificaciones.
Moldes: Se obtienen cuando el material que rodea a un organismo muerto se solidifica; los tejidos
luego se desecan y el relleno se rellena con minerales que se endurecen, formando una copia exacta
de las estructuras externas del organismo original. Las huellas de pisadas que luego se endurecen
son un buen ejemplo de este proceso. Los lugares más apropiados para la fosilización son océanos y
lagos, donde los depósitos sedimentarios, como areniscas y piedras calizas, se acumulan
gradualmente.
B) Fósiles vivientes: En la actualidad, subsisten algunas especies de plantas y animales que han
conservado anatomía y formas de vida muy primitivas. Algunos ejemplos son el Nautilus, molusco
cefalópodo abundante en el mesozoico, el Celacanto, pez del período Devónico, y el Ginkgo biloba, el
género más antiguo de los árboles vivos, del cual se conocen ejemplares de hasta 200 millones de
años.
C) Datación de fósiles: La edad de un fósil se puede estimar conociendo la vida media de un elemento
radiactivo, que corresponde al tiempo necesario para que la mitad del isótopo inicial se transforme en
otro llamado secundario. Así, conociendo la proporción de ambos elementos en la muestra estudiada,
es posible estimar el tiempo transcurrido en la transformación y, en consecuencia, la edad del fósil.
D) Evidencias evolutivas aportadas por la paleontología: En cada una de las cinco clases del
subphylum Vertebrados se han encontrado fósiles que revelan la existencia de especies de transición
o eslabones (principio de gradualismo) entre cada una de las clases evolutivas.
Basándose en pruebas paleontológicas, se han llegado a establecer líneas evolutivas, como la de
Ammonites, Trilobites o el linaje evolutivo del caballo.
La genealogía del caballo fue descrita por Marsh en 1879, a partir de registros fósiles encontrados en
diferentes estratos geológicos. En ella se pueden distinguir claramente tres tendencias: la reducción
en el número de dedos, el aumento de la superficie de trituración de las muelas y el cambio de hábitos
alimenticios. Este proceso abarcó unos 65 millones de años y se inició con Eohippus (Hyracotherium)
y culminó con Equus es una acumulación de cambios adaptativos relacionados con la presión
ambiental.
La comparación entre los diferentes organismos que se han fosilizado proporciona tres evidencias en
relación al proceso evolutivo: aumento de diversidad a lo largo del tiempo; la progresiva complejidad
estructural de los seres vivos; y las graduales modificaciones anatómicas que indican una progresiva
especialización.
Un gran ejemplo de
las pruebas paleontológicas es el registro fósil que evidencia los sucesivos cambios en la morfología del caballo.- Anatomía
Comparada: Esta disciplina científica nace de las investigaciones preliminares por George Cuvier
entre los años 1801 y 1805 y que culminaron con la publicación del libro “Lecciones de Anatomía
Comparada”. Años más tarde, estos estudios se profundizaron en otros acerca del Reino Animal.
Las evidencias evolutivas aportadas por la anatomía comparada, surgen de haber constatado que las
semejanzas básicas entre los grupos de organismos son completamente independientes de la forma
de vida que llevan.
Richard Owen, en su “Anatomía y Fisiología Comparada”, desarrolla dos conceptos que han sido
fundamentales en el estudio evolutivo de los animales: la homología y la analogía.
Las extremidades anteriores del hombre, de un topo o de un murciélago, aunque superficialmente
sean diferentes, están formadas por huesos, músculos y nervios en posiciones equivalentes. En el
hombre, la mano cumple la función de prensión, en el topo de cavar y en el murciélago la del vuelo.
Estas estructuras reciben el nombre de órganos homólogos, ya que tienen un origen evolutivo común,
pero desempeñan distintas funciones.
Existen órganos que cumplen funciones similares, pero las estructuras que los conforman no están
relacionadas evolutivamente entre sí. Estos reciben el nombre de órganos análogos. Por ejemplo, las
alas de una mariposa cumplen la función del vuelo, los mismos que las alas de una paloma o las del
murciélago.; sin embargo, estas estructuras no tienen el mismo origen evolutivo. Otro ejemplo es el de
los pulmones de los mamíferos y la tráquea de los insectos, que en su evolución han tenido una forma
distinta de resolver la necesidad de obtener oxígeno.
La evidencia de estos órganos homólogos y análogos en los seres vivos fue un importante avance en
el perfeccionamiento de los estudios evolutivos, ya que permitieron construir filogenias basadas en el
parentesco evolutivo de las especies y desechar las filogenias basadas en criterios funcionales.
Durante mucho tiempo el estudio comparado de las estructuras morfológicas de los organismos
emparentados fue la base de la construcción de la filogenia en los distintos hallazgos aportados por la
paleontología. En la actualidad, es fundamental agregar los aportes de otras disciplinas científicas,
como la genética y la biología molecular.
Comparación entre Órganos
Análogos y Homólogos- Embriología: Los primeros estudios conocidos sobre el desarrollo de los seres vivos
fueron realizados por Aristóteles. Sin embargo, se considera a Karl Ernst von Baer como el padre de
la Embriología. Él introdujo el concepto de hojas embrionarias o germinativas comparativas en el
desarrollo embrionario de los animales.
La embriología estudia el crecimiento, formación y morfogénesis de los organismos desde que el
óvulo es fecundado. Las pruebas embriológicas de la evolución se basan en el estudio comparado de
la ontogenia o desarrollo embrionario de los animales. Todos los animales cuyos estados
embrionarios son similares, estarían emparentados.
El aporte de esta disciplina científica al estudio de la evolución proporciona ejemplos de embriones de
diferentes animales con características semejantes. Resulta difícil distinguir entre los embriones de un
pez, una tortuga, un pollo, un ratón o un hombre. Sin embargo, en el estado adulto, estas semejanzas
no son tan evidentes o, sencillamente, no persisten.
La semejanza de los embriones de un grupo taxonómico podría ser una prueba de que estos han
evolucionado de un antecesor común. El sorprendente hecho de que los embriones tempranos de
mamíferos posean hendiduras branquiales, las que luego desaparecen conforme avanza el desarrollo,
demuestra que los mamíferos se hallan emparentados con los peces.
Comparación entre
la estructura vascular de un embrión de pollo y la estructura vascular de un pez teleósteo- Bioquímica & Biología Molecular: La
presencia de biomoléculas y macromoléculas con estructuras y función semejantes hizo pensar a los
científicos que los organismos las han heredado de antepasados comunes, en el transcurso de la
evolución. Por ejemplo, el ATP y los sistemas metabólicos que permiten regenerarlo, se encuentra en
todos los seres estudiados y son similares a lo largo de las líneas evolutivas.
El creatín fosfato es una sustancia química que se encuentra en los músculos de los vertebrados y
que restaura la energía después de la contracción muscular. Se ha comprobado que esta sustancia
se encuentra también en los hemicordados y en los equinodermos, en combinación con el arginín
fosfato, La presencia de creatín fosfato es una primera evidencia experimental que establece un
parentesco evolutivo.
La investigación bioquímico-evolutiva analiza también las semejanzas y diferencias en los pigmentos
respiratorios de los animales. La tendencia evolutiva muestra que estos pigmentos tienen proteínas
complejas con átomos metálicos en su estructura. Así, los moluscos y los artrópodos tienen el
pigmento respiratorio hemocianina que contiene cobre. En los vertebrados, en cambio, hay
hemoglobina, que incluye un átomo de hierro. Estas semejanzas funcionales y estructurales hacen
pensar que estos organismos provienen de antepasados comunes.
Otra evidencia aportada por la Bioquímica tiene relación con numerosas proteínas y enzimas
levemente distintas en su composición aminoacídica: cuanto más emparentadas son las especies
cuyas enzimas se compara, menor es la diferencia de su composición aminoacídica, especialmente a
nivel del sitio activo.
Hay proteínas que se han utilizado para estudiar la cercanía evolutiva de diferentes especies:
antígenos y anticuerpos. La técnica inmunológica permite establecer y cuantificar las diferencias y
semejanzas entre los antígenos de diferentes especies, por la acción de los anticuerpos sobre
secuencias aminoacídicas específicas: cuanto más semejante es la composición de aminoácidos de
un antígeno en estudio con el anticuerpo, más intensa será la reacción inmunológica. Por el contrario,
cuando la semejanza es menor, menos intensa resulta la reacción.
Las técnicas bioquímicas intentan encontrar relaciones evolutivas entre las especies. A partir de la
secuencia de aminoácidos y del análisis del código genético se dedujeron los genes que controlan la
síntesis de las proteínas estudiadas para establecer las relaciones de parentesco. Sin embargo hay
una limitación que disminuye la validez de estos estudios: el código genético es degenerado, es decir,
un mismo codón es el codificador para más de un aminoácido.
La solución a este problema se encuentra en las técnicas de la Biología Molecular. Gracias a ellas se
compara directamente la secuencias nucleotídica de genes específicos, más segura que la realizada
en forma indirecta, a través de la secuencias aminoacídica.
La Biología Molecular se apoya en un hecho simple: el material genético de las especies determina en
gran medida, las características fenotípicas de los individuos y se hereda de generación en
generación. Se pueden establecer así relaciones de origen evolutivo estudiando y analizando las
semejanzas y diferencias del material genético de las diferentes especies.
Las técnicas de la Biología Molecular permiten estudiar pequeñas cantidades de ADN; los fragmentos
se digieren por enzimas de restricción y luego se determina base a base la secuencias nucleotídica.
Con la ayuda de programas computaciones se comparan las secuencias y se identifican las regiones
con un alto grado de homología, lo que permite postular posibles relaciones filéticas.
Usando estas técnicas se han estudiado el origen evolutivo de diferentes organismos, como bacterias,
protistas, hongos, plantas y del hombre. Se ha evaluado la proximidad genético-evolutiva entre la
especie humana, los gorilas y los orangutanes, comprando el ADN mitocondrial. Se eligió este ADN
porque tiene una menor tasa de cambio.
Si se acepta que la tasa de cambio genético se debe al azar y que ocurre con frecuencia constante en
el linaje, se puede postular que el hombre está evolutivamente más emparentado con el gorila, que
con el orangután, y que ambos habrían derivado de un ancestro común.
Los estudios realizados por la Biología Molecular han establecido que ciertos compuestos proteicos
están presentes en organismos remotamente relacionados, como el hombre y una bacteria. Los
hallazgos son aún más sorprendentes, pues, como hemos visto, hay proteínas como el citocromo c,
que se encuentran en todos los seres vivos y aunque existen diferencias en la composición de
algunos aminoácidos, la función y la estructura es la misma.
Primera Superior: Esquema gráfico que representa
las similitudes y diferencias entre las proteínas de diversos vertebrados. Parte Inferior: Tabla comparativa con los aminoácidos distintos entre las proteínas
de Citrocromo C en diversos seres vivos.- Genética: Esta disciplina científica nace a partir de la publicación de los
experimentos realizados por Gregor Mendel en 1845. Los resultados de su estudio fueron
redescubiertos en el presente siglo, lo que impulsó el desarrollo de la Genética. Los principios
mendelianos, desconocidos para Darwin, a pesar de que fueron contemporáneos, habrían dado las
evidencias a los hechos aportados por la teoría de la selección natural.
Las ideas darwinianas y la genética moderna se complementaron después en la teoría neo darwinista,
conocida también como Teoría Sintética de la Evolución. La disciplina científica que abordó este
estudio se conoce como Genética de Poblaciones. La selección natural, además de las mutaciones,
migraciones, deriva génica y los cruzamientos no aleatorios inciden en la evolución de las
poblaciones, lo que puede dar lugar a nuevas especies biológicas. Este proceso es el resultado de
dos tendencias: por un lado, el aumento de la variabilidad genotípica por mutaciones y
recombinaciones meióticas, y por otro, la reducción de esta variabilidad por una presión selectiva del
medio.
El estudio genético de los organismos facilita la comprensión de los mecanismos hereditarios que
generan la variabilidad, cómo se mantiene esta variabilidad en las poblaciones y de qué manera
contribuye a los cambios evolutivos. Al comparar los cromosomas de la especie humana con los de
los grandes primates, chimpancé, gorila y orangután, se observa una gran homología en cuanto a
tamaño, posición del centrómero y bandas teñidas con giemsa. La única diferencia notable es que la
especie humana tiene 23 parejas y los primates 24. No obstante, cada uno de los dos brazos del
cromosoma 2 de la especie humana, metacéntrico, se puede considerar homólogos a dos
cromosomas acrocéntricos de estos primates. Probablemente, en la línea evolutiva que condujo a la
especie humana, los dos cromosomas acrocéntricos se fusionaron para dar lugar a dicho cromosoma
2.
Un aspecto a tener en cuenta es que la cantidad de información genética de los seres vivos ha tenido
que ir aumentando a lo largo de la evolución. Al hablar de la estructura de los cromosomas, vimos que
una de las modificaciones estructurales y numéricas consiste en la duplicación de cromosomas
completos o de segmentos de cromosomas. Para pasar del ADN de una bacteria ancestral a la de un
mamífero bastaría con ocho o nueve duplicaciones del ADN. A lo largo de unos 3.500 millones de
años, ello supone una duplicación cada 300 ó 400 millones de años.
Árbol Evolutivo de algunos mamíferos
carnívoros. Se ha elaborado estudiando sus parentescos genéticos. Se puede observar que las hienas, por ejemplo, están más emparentadas con los
felinos que con los lobos y zorros.- Biogeografías: La fauna y la flora de dos regiones son más parecidas cuanto
más cercanas están. Esta relación no tendría por qué cumplirse si cada especie se hubiera creado de
forma aislada. En cambio, se explica si las especies están relacionadas. Tendrán antepasados
comunes y serán parecidas las especies de zonas próximas.
Las faunas de América del Sur y de África son diferentes, aunque están relacionadas. Por ejemplo,
existen monos en ambos continentes. Se debe a que estos se separaron hace millones de años, por
lo que las faunas actuales han evolucionado a partir de esos antepasados comunes.
En cambio, Australia tiene una fauna radicalmente diferente; se debe a que se separó mucho antes,
por lo que los antepasados comunes con Sudamérica y África son muy lejanos.
En los archipiélagos alejados de los continentes es frecuente encontrar especies de animales propias
de cada isla, pero muy relacionadas entre sí. Se debe a que dichas islas fueron colonizadas por una
especie inicial que se repartió por todas las islas y que en cada una de ellas dio lugar a una especie
diferente.
Los estudios de las áreas de distribución de las especies muestran que cuanto más alejadas y/o
aisladas están dos áreas geográficas, más diferentes son las especies que las pueblan, aunque
ambas áreas tengan unas condiciones ecológicas similares (como el ártico y la Antártida, o la región
mediterránea y California).
LA EVOLUCIÓN COMO TEORÍAS CIENTÍFICAS:
La evolución biológica es un fenómeno natural real, observable y comprobable empíricamente.
Mientras que las Teorías Evolutivas son sistemas lógicos compuesto de observaciones, axiomas y
postulados, así como predicciones y reglas de inferencia que sirven para explicar de manera
económica cierto conjunto de datos e incluso hacer predicciones, sobre cómo pudo haberse producido
ese cambio en el tiempo; ese conjunto debe estar coherentemente armado y no entrar en conflicto
con otras áreas de la Biología.
Dichas teorías sirven para comprender de mejor forma el mecanismo bajo los cuales funciona el
proceso evolutivo. Lamentablemente a menudo, para descalificar algunas teorías científicas
controvertidas se utilizan frases como “es sólo una teoría” o “después de tanto tiempo, sigue siendo
una teoría, no se ha conseguido probarla”. Esto es un grave error que se produce por el
desconocimiento de lo que significa “teoría científica” y por su confusión con la palabra “hipótesis” o,
incluso, “conjetura”. Sin embargo, no se trata de términos sinónimos, ni mucho menos. Es muy común
que algunas palabras no signifiquen exactamente lo mismo en el lenguaje común y en el lenguaje de
una determinada disciplina -científica o no- como ocurre en este caso.
En ocasiones, algunos movimientos creacionistas usan esta confusión de forma manipulativa para
desacreditar ante su público con poca o nula cultura científica los conocimientos que atentan contra
sus intereses. Por ejemplo, es muy común escuchárselo a oradores creacionistas que, con un
discurso populista, utilizan el argumento para hacer creer que la evolución de las especies es una
mera conjetura.
Usualmente se entiende por "Teoría" a un hecho no comprobado aún, por lo que se suele confundir el
concepto de "Teoría" con el de "Hipótesis", siendo que esta última consiste en una proposición,
provisional y exploratoria, de un problema o conjunto de observaciones concreto. Es decir, no tratará
de explicar un amplio conjunto de hechos, ni el funcionamiento de un sistema complejo. Una hipótesis
es simplemente una posible solución, acorde con los datos observados, de un fenómeno particular.
Pero una hipótesis simplemente formulada no sirve de nada. El trabajo investigador consiste en
diseñar experimentos que puedan validarla o, siendo estrictos, invalidarla. La diferencia es importante:
un buen experimento es aquel donde alguno de sus posibles resultados refuten la hipótesis; de esta
forma, si lo obtenido es concordante con ella, aumenta su solidez. Sin embargo, si se pergeña un
experimento en el que alguno de sus resultados pueda apoyar la hipótesis pero otros desenlaces ni la
apoyen ni la invaliden, la fiabilidad será menor, dado que no es posible rechazarla, pase lo que pase.
Una hipótesis es más fiable cuanto más haya resistido a las pruebas empíricas. Al igual que la teoría,
nunca estaremos seguros de su exactitud al 100%, pero cuanto más sobreviva, más probabilidades
existen que sea una buena explicación.
Por eso, en el trabajo científico, la replicabilidad de los experimentos u observaciones es vital. No
podemos considerar válido un experimento que se realizó una única vez y es irrepetible. Los equipos
investigadores, a menudo reproducen el mismo diseño experimental para confirmar que se obtienen
los mismos resultados.
Como puede verse, las hipótesis y su verificación son el trabajo diario del científico, y representan la
guía de cualquier investigación. Continuamente se están rechazando hipótesis y formulando otras
nuevas que tratarán de destruirse experimentalmente.
Las hipótesis contrastadas, aquellas que más fuertemente resisten las pruebas experimentales, son
las que constituyen la base de una teoría científica.
En cambio, en ciencia (a diferencia de la noción popular que se tiene al respecto), se llama teoría a un
sistema de descripciones que tienen una base empírica firme y pretenden explicar un conjunto
relacionado de observaciones o experimentos. Por lo tanto y en primer lugar, no se trata de una
simple afirmación, sino que engloba todo un conjunto de explicaciones a fenómenos naturales. Una
teoría científica, para ser considerada como tal, debe tener varias características:
Debe encajar en el marco de conocimiento contrastado y probado de su entorno. Y nótese que
empleo la palabra encajar, dado que puede contradecir algunos aspectos de otras teorías vigentes,
como veremos más adelante.
Debe haber resistido a numerosas pruebas y experimentos que hayan intentado derribar sus bases y
que podrían haberla mostrado como falsa.
Se basa en varias líneas explicativas diferentes, de forma que si no es correcta en su totalidad, pueda
ser una buena aproximación.
Se trata de la mejor explicación existente para el conjunto de observaciones de que trata.
Es capaz de realizar predicciones cuya falsedad pueda servir en el futuro para descartarla.
Por lo tanto, una teoría científica es un conjunto de explicaciones coherentes entre sí y con el resto de
conocimientos científicos, basada en multitud de hipótesis apoyadas por numerosas pruebas y
experimentos, que resulta la mejor explicación al los hechos observados y que realiza predicciones
que pueden comprobarse con el tiempo.
Sin embargo, esto no quiere decir que tengamos la seguridad de que una teoría científica sea exacta
al 100%. Solamente garantiza que se trata de una buena aproximación. Por eso, una teoría científica
será siempre provisional. No importa la cantidad de experimentos que haya resistido, en cualquier
momento pueden producirse resultados que contradigan alguna de sus líneas explicativas, con lo que
necesariamente deberá ser ajustada o sustituida por una aproximación mejor. Además, nunca podrá
ser probada como verdadera de forma indiscutible, dado que no tendremos nunca la seguridad de
saber todo lo que hay que saber al respecto.
Esta dualidad que produce la sólida base empírica de una teoría y, paralelamente, la provisionalidad
que no garantiza el que no se produzcan futuros ajustes o la sustitución de la misma, es lo que
provoca el que popularmente pueda confundirse con una simple conjetura o suposición, si se
desconocen todas las implicaciones señaladas.
En conclusión, no podemos despreciar la relatividad, la evolución de las especies o la física cuántica
con un simple “bueno, solo son teorías”. No es nada fácil alcanzar el estado de teoría científica, y
menos aún mantenerlo.
Por lo tanto, teniendo en consideración estos puntos y siendo que ya se explicó que la Evolución es
un hecho, el confundir tal hecho con la(s) teoría(s) que lo explica(n), equivaldría a confundir una
estrella con un telescopio, respectivamente. Efectivamente puede que el telescopio que se use sea
imperfecto y que con el tiempo se puedan construir mejores, pero eso no afecta en lo más mínimo a la
existencia de la estrella en cuestión. Así mismo, poner en duda la existencia de la Evolución sería
como dudar el Origen de la Vida, del que se sabe que tuvo que haber uno, pero no se está 100%
seguro sobre como sucedió con exactitud y por ello existen varias teorías que buscan explicar cómo
ocurrió. Lo mismo pasa con las teorías evolutivas, se sabe que se produce la evolución, pero no se
sabe con precisión como opera dicho proceso a través del tiempo ni se tiene una certeza absoluta
sobre cómo se desarrolla con exactitud el cambio evolutivo en los organismo.
La ciencia ha aprendido mucho desde los días en que se publicó "El origen de las especies" y ya no
es apropiado decir que los biólogos evolutivos actuales creen que la selección natural propuesta por
Darwin sea la mejor teoría para explicar el mecanismo evolutivo.
En un nivel superficial, la idea de la selección natural es fácil de entender, sobre todo para el gran
público. La prensa popular ha hablado mucho de ella y la idea de la "supervivencia del más apto" es
muy poderosa y conveniente.
Sin embargo, la progresiva incorporación y desarrollo de la genética y de la biología al estudio de la
evolución hizo que los darwinistas clásicos reconocieran la importancia de la mutación y la variación
dentro de una población. La selección natural comenzó a entenderse como un proceso que alteraba la
frecuencia de los genes de determinada población, y que esto definía la evolución.
Actualmente la Teoría Científica dominante en el cambio de la Biología Evolutiva es la llamada
Síntesis Evolutiva Moderna o Teoría Sintética de La Evolución (Neodarwinismo), en general significa
la integración de la teoría de la evolución de las especies por selección natural de Darwin y Wallace,
la teoría genética de Gregory Mendel como base de la herencia biológica, la mutación genética
aleatoria como fuente de variación y la genética de poblaciones matemática. Es una robusta teoría
que actualmente proporciona explicaciones y modelos matemáticos sobre los mecanismos generales
de la evolución o los fenómenos evolutivos, como la adaptación o la especiación. Como cualquier
teoría científica, sus hipótesis están sujetas a constante crítica y comprobación experimental.
En el libro "Genética y el Origen de las Especies" de Theodosius Dobzhansky (uno de los fundadores
de la Síntesis moderna), definió la evolución del siguiente modo: "La evolución es un cambio en la
composición genética de las poblaciones. El estudio de los mecanismos evolutivos corresponde a la
genética poblacional". Ahora bien, adentrándonos más en el tema, el Dr. Douglas Futuyma en una
publicación de la revista "Biología evolutiva" de asociados de Sinauer en 1986, dijo lo siguiente:
"Las principales ideas evolutivas son que las variaciones genéticas aparecen debido a tres
fenómenos: el azar (es decir, ajenas a su posible uso o necesidad para la adaptación), mutación y
recombinación. Las poblaciones evolucionan por cambios en la frecuencia de sus genes, y esto se
debe a la deriva genética al azar, el flujo genético y especialmente la selección natural.
Las variantes genéticas con mayor valor de adaptación tienen efectos leves y graduales en el fenotipo
(aunque algunos genes con efectos discretos pueden ser ventajosos, como ciertos polimorfismos del
color). Esta diversificación va provocando la especiación, que exige el gradual aislamiento
reproductivo entre las poblaciones. Si esos procesos duran lo suficiente, dan lugar a cambios de gran
magnitud, que van siendo designados por niveles taxonómicos más elevados (géneros, familias,
etc.)".
Esta descripción sería incomprensible para Darwin. El no tenía idea de los genes ni de la deriva
genética. La teoría moderna del mecanismo de la evolución se diferencia del darwinismo en tres
aspectos importantes:
1. Reconoce varios mecanismos de la evolución además de la selección natural. Uno de éstos, la
deriva genética al azar, puede ser tan importante como la selección natural.
2. Reconoce que las características están heredadas como entidades discretas llamadas genes.
La variación dentro de una población es debido a la presencia de genes que tienen la misma
función, pero con distintos efectos.
3. Postula que el proceso de formación de las especies (especiación) es debido generalmente a
la acumulación gradual de cambios genéticos pequeños. Esto es equivalente a decir que la
macroevolución es la suma de muchas microevoluciones.
Es decir, la Síntesis Evolutiva Moderna es una teoría sobre cómo la evolución trabaja en el nivel de
los genes, de los fenotipos y de poblaciones, mientras que Darwin se refería principalmente a los
organismos, a la especiación y a los individuos. Éste es un cambio importante en el paradigma, que
ha generado mucha confusión, incluso entre los mismos biólogos evolutivos. Esa confusión puede ser
vista en los grupos de discusión, la prensa popular y los escritos anti-evolucionistas.
Otras teorías alternativas, y en algunos casos hasta complementarias, son la Teoría Neutral de
Evolución Molecular de Moto Kimura, la Teoría de Endosimbiosis Seriada de Lynn Margulis y
la Teoría de Equilibrio Puntuado de Niles Eldredge y Stephen Jay Gould. Aunque últimamente se han
hecho esfuerzos por tratar de fusionar todos los pros de cada una de estas teorías y desechar todos
sus contras, justamente al buscar sus puntos en común y complementarse con sus diferencias, para
crear una Nueva Teoría Sintética Evolutiva.
Aunque la controversia principal entre evolucionarios se refiere hoy a la validez de los cambios
graduales. Son muchos los que creen que el expediente fósil no muestra cambios graduales. Por el
contrario, lo que parece mostrar son periodos de estabilidad seguidos por otros de gran cambio. Este
modelo es conocido como "Equilibrio Puntuado" y es ampliamente aceptado, por lo menos para
algunos casos. La discusión se centra sobre la contribución relativa a la evolución que habría dado el
modelo de cambio gradual o el modelo de cambio puntual. Una parte grande de la discusión se centra
en el uso de los términos y las definiciones, pero no en lo fundamental: no hay necesidad de nuevos
mecanismos evolutivos para explicar el modelo.
Algunos científicos continúan llamando "Neodarwinismo" al pensamiento moderno sobre la evolución.
En algunos casos estos científicos no entienden que el campo ha cambiado, pero en otros casos se
refieren a lo que he llamado la Síntesis Evolutiva Moderna, sólo que conservando el nombre antiguo.
Gráfico del ciclo de
la Investigación Científica LA EVOLUCIÓN COMO DOCTRINA FILOSÓFICA:
Es importante distinguir entre Teorías Evolutivas, que como aquí hemos presentado son de carácter
estrictamente científico, y el Evolucionismo.
Evolucionismo significaría, en este contexto, una cosmovisión en la cual el mundo natural se
contempla y explica en su totalidad a través del método desarrollado por las teorías evolutivas. Esta
pretensión, que puede constatarse en algunos autores actuales, no es en absoluto legítima [Artigas-
Giberson 2007]. La situación es paralela, aunque con sus propias características, a la que se derivó
del nacimiento de la mecánica. La física del siglo XVII constituyó una verdadera novedad en el modo
de entender la realidad natural y trajo consigo multitud de beneficios para la humanidad. Pero junto
con la disciplina científica también se desarrolló un modo de pensar globalizante, y por tanto de
carácter filosófico, que recibió el nombre de mecanicismo o filosofía mecánica. El nacimiento de una
nueva ciencia en la que se ofrecen resultados satisfactorios y respuestas a problemas antes no
resueltos, y en la que se abren perspectivas de alcanzar nuevos e importantes conocimientos,
constituye siempre una ocasión para incurrir en un reduccionismo. La ocasión será tanto más
tentadora cuanto más poderoso sea el método y más espectaculares sean los resultados alcanzados
con la nueva ciencia.
El mecanicismo ejerció una gran influencia en el pensamiento durante tres largos siglos. Entró en
crisis como consecuencia del avance de la misma ciencia física. El evolucionismo, como
reduccionismo, también ejerce en la actualidad gran influencia en muy diversos ámbitos y está
presente en los escritos de algunos divulgadores científicos que han conseguido hoy en día gran
audiencia.
Incurriría en un reduccionismo evolucionista, por tanto, el que quisiera explicar toda la realidad desde
los elementos metódicos que emplea la teoría de la evolución. Pretender explicar con la teoría de la
evolución todos los fenómenos de nuestra experiencia, incluyendo realidades tan humanas como el
amor, por ejemplo, la realidad de Dios, la moral, etc., sería constituir a dicha teoría en una especie de
filosofía en la que necesariamente habría que introducir elementos ajenos a la misma. La experiencia
de la mecánica es muy ilustrativa de lo que entraña la pretensión de abarcar toda la realidad con un
método científico. En el caso de la mecánica no sólo se vio que era insuficiente para asumir un papel
que es propio de la filosofía, sino que ni siquiera sirvió para explicar toda la realidad de su propio
tema: la del movimiento físico.
La confusión de las teorías evolutivas con el evolucionismo es frecuente y ha dado lugar a
controversias como la que ha enfrentado el darwinismo con el creacionismo o, más recientemente,
con el “Diseño Inteligente”. Las pugnas de este tipo no llegan nunca a ningún puerto porque,
ordinariamente, la discusión se centra en aspectos de ámbito filosófico. Este es precisamente el
ámbito que los contendientes no pueden alcanzar al pretender mantenerse dentro de la ciencia. El
recurso a ideologías, al menos implícito, hace el acuerdo imposible.
La distinción anterior guarda relación con la acusación dirigida por algunos contra "la teoría de la
evolución" de que no es propiamente ciencia sino filosofía. Esta acusación no equivale a lo que
señalan autores como Artigas cuando dicen que toda ciencia tiene una serie de presupuestos
filosóficos. Lo que en realidad dicen es que las afirmaciones que caen dentro del tema de dicha
ciencia son de ámbito filosófico y no están sustentadas por un método propiamente científico. En la
base de esta acusación está el no tener suficientemente en cuenta la distinción que estamos
comentando y entender por teoría de la evolución alguna de las formas de evolucionismo.
Los problemas con los que se tuvo que enfrentar la filosofía, especialmente durante la primera mitad
del siglo XX, en relación con el llamado “problema de la demarcación”, es decir, el problema de la
determinación de si algo es ciencia o no lo es, ha llevado a adoptar criterios más bien amplios y llenos
de matices en la delimitación de lo que constituye a una disciplina como ciencia. Si se exigiera por
ejemplo que una teoría, para que fuera científica, tuviera que poseer capacidad predictiva, como
ocurre con la Física, entonces efectivamente habría que poner entre paréntesis o negar la cientificidad
de la teoría de la evolución. El mismo Dobzhansky afirma: «Los que pretenden que la predicibilidad es
esencial para una teoría científica pueden burlarse de la teoría de la evolución por considerarla
anticientífica» [Dobzhansky 1983: 405-406]. Hoy se pone más bien el énfasis en la sistematicidad
como peculiaridad de la ciencia [Hoyningen-Huene 2008], y no se pretende establecer una
demarcación de sus límites tan precisa que se niegue la consideración científica a disciplinas que sí lo
son, aunque su método no responda a un paradigma tan neto y bien establecido como el de las
matemáticas o la física, por ejemplo.
El debate sobre el naturalismo surge también en este contexto. El naturalismo, en su acepción más
común y fuerte, defiende que toda la realidad se resuelve y se explica por leyes naturales: naturalismo
ontológico. Algunos críticos de la teoría de la evolución la han acusado de ser naturalista. También en
este caso parece que es más justo acusar de naturalismo, en este sentido fuerte, al evolucionismo.
Por otra parte parece justificado defender que sólo se puede recurrir a leyes naturales cuando se
quieren explicar fenómenos que no se salen del ámbito de la naturaleza material. Defender esto
último sería defender lo que podría llamarse naturalismo metodológico. La ciencia es legítimamente
naturalista en este último sentido, es decir, cuando no se erige a sí misma como un conocimiento de
carácter global, lo cual es específico de la filosofía.
Escrito por Manuel Cozano
Fuentes Principales:
- Teoría de la Evolución (Reflexión filosófica: teoría de la evolución y evolucionismo) deSantiago
Collado González.
- La síntesis moderna entre genética y evolución (en Inglés) de Laurence Moran y traducido por Pablo
Vásquez, ver aquí versión en Español.
- Hechos, teorías e hipótesis de José María Hernández de Miguel.