-2- Tema del día martes 19 de abril del 2016

exposición entrevista

Jaime HigaArtista plástico

el grito más delicadodel punk

La violencia política, la iconografía religiosa, el punk, la identidad homosexual y la cultura popular. Uno de nuestros más versátiles artistas inaugura hoy

imprescindible retrospectiva en el Icpna.

juAn ponce

La obra de Higa ha retratado con humor, lucidez e ironía las transformaciones de nuestro complejo país.

EnriquE Planas

P inta como si to-cara en una ban-da subterránea. Jaime Higa sube

el volumen de la realidad y suma en su concierto deci-belios de arte pop, sensibili-dad punk, homoerotismo sin culpa y descontrolado man-ga japonés. Para Miguel Ló-pez, curador de “El dedo en la llaga", muestra que reúne la producción del artista ni-kkéi desde 1982 hasta hoy, su obra es "una de las produc-ciones más versátiles y mu-tantes del arte peruano con-temporáneo. Lo que define el trabajo de Jaime Higa es su transformación constante".

Higa ha mantenido a lo

largo de cuatro décadas una actitud de artista-antena, ca-paz de captar la onda y fre-cuencia de su época. Desde obras en las que supo reflejar la incertidumbre producto de la violencia en la década del 80 hasta cuadros más re-cientes donde puede retra-tarse con sus perros, Mirko y Yoshi, estableciendo una feliz comunidad familiar.

— ¿Cómo se expresa el gri-to punk en tu obra a lo largo de estos años?Jaime Higa: Mayormente se entiende el punk como un gri-to furioso, sin mucho refina-miento formal. Pero tendría que contradecir esa idea. Hay grupos punk notables como Gang of Four, que llevan la for-ma maravillosamente. Yo me

alinearía con ellos.Miguel López: Jaime es un catalizador de la escena sub-terránea de los 80, que res-ponde a la ansiedad produc-to de la violencia. Él hizo una "inversión" del punk, inyec-tándole deseo, delicadeza y barroquismo. Conectó lo más 'hardcore' del punk con la condición travesti. La invisibi-lidad de formas de deseo aje-nas a los modelos normativos alimentó la rabia que Jaime llevó a la escena subterránea.

— Abandonaste la Facultad de Arte de la Universidad Católica en 1984. ¿Fue una decisión por convicción? Jaime Higa: Entonces ya ha-bían ocurrido las masacres de Uchuraccay y de El Sexto. Y sentía que la precaria insti-

tucionalidad del país se había quebrado. Y resulta que todos mis amigos empezaron a ar-mar bandas de música, como Narcosis o Ataque Frontal, y terminé haciendo sus porta-das. No fue premeditado. Has-ta 1987 me vi inmerso en la movida 'subte', solo me dedi-qué a la gráfica para la música.

— En la década del 80, plas-maste la violencia en cuadros de rigurosa monocromía. ¿Qué sucedió para que el co-lor irrumpiera con tal fuerza en la década siguiente? Jaime Higa: Había decidi-do en el 87 restringir el co-lor porque no quería que sea una cosa distractiva. Quería centrarme en el conflicto in-terno. Pero, después de tres años de trabajo en esta serie de cuadros blancos y negros, comencé a sentir asfixia.Miguel López: Es sintomáti-co. Da cuenta del giro en el ar-te en los 90, cuando los artis-tas empezaron a mirar hacia dentro. Pero Jaime no dejó de hablar del contexto social. Solo cambió la gramática.

— El tema homosexual apa-rece entonces con descaro. ¿Cómo fue recibido en una sociedad tan conservadora como la nuestra? Jaime Higa: Empecé a hacer obras cuyo tema era el cuer-po masculino como objeto de deseo, collages que hoy se han perdido. Fueron trabajos ex-puestos en salas alternativas. Luego retomé el tema tras ha-ber tenido mayores experien-cias, desprovisto de una moral pacata. Y surgieron más series que aquí están expuestas. Miguel López: La cuestión ho-moerótica atraviesa todo su trabajo. Sus obras más abier-tamente gays dan cuenta de un momento de la sociedad peruana, a fines de los noven-ta, donde se abre un espacio de reclamo de visibilidad que no existía una década atrás. Jaime ha acompañado esas luchas desde su trabajo.

—¿Cómo llegamos a tu ac-tual etapa pop? Jaime Higa: Pertenezco a la generación del 'baby boom'. Mi infancia no fue fácil, y tanto la televisión como los cómics fue-ron compañeros inseparables. Ahora esos personajes empie-zan a aparecer en mi obra. Por eso salgo autorretratándome junto a personajes de cómic, y con Mirko y Yoshi, mis perros, que son las criaturas que más tiempo pasan conmigo. Miguel López: Yo lo veo desde una especie de clave feminis-ta. La manera en que Higa se introduce en el imaginario del dibujo animado pone en cues-tión las jerarquías tradiciona-les de comunidad política y afectiva. Al representarse con su perro, vistiendo trajes de lá-tex como una dominatrix, el artista nos habla con humor e ironía de la necesidad de rede-finir aquello que nos vincula.

“Higa es un catalizador de la escena subterránea de los 80, que responde a la incertidumbre producto de la violencia”.

"Belleza de una espada" ( 1987 ) y "Vallejo" ( 2007 ), dos momentos distintos en la obra de un artista versátil y mutante.

IcpnA

Lugar: Galería del Icpna de Mi-raflores (Av. Angamos Oeste 120 ). Inauguración: Hoy, 7 p.m. Horario: De martes a domin-go, de 11 a.m. a 8 p.m. Hasta el 29 de mayo.

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Miguel lópezCurador