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  • 7/25/2019 Dialnet-RazonamientoYFormacionDeEsquemasCausales-2665001

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    azonamiento y formacin

    de esquemas causales

    JUAN IGNACIO POZO

    Universidad utnoma de Madrid

    sum n

    El presente trabajo estudia las inferencias realizadas en la form acin de e squem as causales. Para

    ello se enf renta a varios grupos de adolescentes y alum nos univ ersitarios a una situacin nuev a en

    la que ex isten varios factores causales potenades. S e m anipula la infirmacin inicialme nte presen-

    tada a los sujetos y se analizan con d etalle las estrategias tanto de e v aluacin de las cov ariaciones

    observadas com o de c ontrol de variables. L os resultados m uestran la insuficiencia de los m odelos

    lgicos de p ensam iento aplicados a la causalidad y la necesidad de interpretar el pensam iento cau-

    sal en un contex to pragm tico o funcional en lugar de form al .

    bstract

    T his paper r

    concem ed w i th the in ferences executed in the con struct ion of causal schem es. A

    nov el problem inv olving sev eral plausible causes is presented to som e groups of adolescents and

    uv iversity studen ts. The inf innation init ially presented to the su bjects ir manipulated. The strate-

    gies used b y the subjects to ev aluate observed cov ariations and to control vanables are analysed.

    T he results show the insufficiency of the logical rnodels of thinking in the study of causal reasoning

    and the neccesity ofa pragm atic functional conception of the causal thinking instead of the form al

    one.

    El presente trabajo forma parte de la Tesis Doctoral del autor dirigida por Mario Carretero a

    quien debo agradecer su continuo apoyo y est

    nulo. En la realizacin de la Tesis he conuado tarn-

    bin una deuda preciosa con Mara Puy Prez Echevarra Amparo Moreno y Mikel Asensio a quie-

    nes pienso pagar con la misma moneda: Asirnismo esta investigacin se ha beneficiado de la conce-

    sin por parte de la CAICYT de la subvencin n

    m. 2716/83 a una investigacin dirigida por Ma-

    rio Carretero y Juan Antonio Garca Madruga.

    Direccin del autor Juan Ignacio Pozo. Depanamento de Psicologa Bsica Social y Metodologa.

    Facultad de Psicologa. Universidad Autnoma de Madrid. 28049 Madrid.

    Cogni t iva,

    1988

    1 2) ,

    153-170

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    NTRODU ION

    Uno de los ms serios problemas que tiene pendiente la psicologa cogniti-

    va es el origen de las representaciones que estudia. Suele afirmarse que los suje-

    tos enfrentados a cualquier tarea, y especialmente cuando sta tiene una relati-

    va complejidad, guan su procesamiento por ideas o esquemas previos. Ahora

    bien, dnde proceden esas ideas o esquemas? o, en otras palabras, cmo se

    adquieren y modifican las representaciones de los sujetos sobre el mundo? Fas-

    cinada por la poderosa metfora del ordenador, la psicologa cognitiva ha ofre-

    cido hasta la fecha escasas o insuficientes respuestas. Una de esas pocas respues-

    tas procede de la psicologa del pensamiento. Tanto el enfoque general del pro-

    cesamiento de informacin com o, de forma m s especfica, la psicologa del pen-

    samiento han venido asumiendo, de acuerdo con los supuestos logicistas impe-

    rantes, que el ser humano dispone de una habilidad general para la deteccin

    de covariaciones en el medio, que le permite formar conceptos y esquemas fia-

    bles que guien su procesamiento. Esta creencia es una capacidad lgica y gene-

    ral para el cmputo de covariaciones; se ha visto, sin embargo, enfrentada a m

    l-

    tiples datos que prueban la existencia de sesgos sistemticos en el pensamiento

    humano vase por ej., Carretero y Garca Madruga, 1984; Nisbett y Ross, 1980;

    Pozo, 1987a; de Vega, 1984 . Como consecuencia de ello han comenzado a pro-

    liferar modelos de pensamiento que, en lugar de concebir al ser humano como

    una mquina lgica de cmputo le representan como un conjunto escasamente

    articulado de esquemas especficos Pozo, 1987b). El problema de estos mode-

    los es, una vez ms, explicar el origen de esos esquemas. Qu relacin existe

    entre la informacin presente en el medio y las ideas que se forma el sujeto?

    La presente investigacin estudia este problema en el contexto del pensamiento

    casual. Partiendo de una situacin en la que el sujeto carece de expectativas

    causales o ideas previas relevantes, puede estudiarse cmo se forman stas al

    recibir una primera informacin, as cmo la influencia de posteriores informa-

    ciones adicionales. De esta forma podemos comprobar si tambin en este rea

    se observan los efectos de primaca que han sido encontrados en la formacin

    de otro tipo de esquemas o conceptos por ej., en la formacin de impresiones).

    En la literatura sobre deteccin de covariaciones causales complejas con an-

    tecedentes y/o consecuencias m

    ltiples) puede distinguirse entre tareas de cons-

    truccin y tareas de evaluacin. En el primer caso, las tareas de

    onstru in

    se pide al sujeto que construya o disee situaciones que le permitan determinar

    con certeza la influencia causal de diversos factores

    potenciales. Esta habilidad,

    inherente al uso del mtodo experimental, ha sido abundantemente estudiada

    como parte constitutiva del pensamiento formal piagetiano. Inhelder y Piaget

    1955) consideraban que el esquema de control de variables, consistente en

    realizar pruebas sucesivas haciendo variar una sola variable y permaneciendo

    todo lo dems igual, era propio del pensamiento adolescente y tambin

    adulto y permita la elaboracin de conceptos cientficos muy complejos co-

    mo, por ejemplo, el concepto newtoniano de inercia). En cambio, los estudios

    posteriores muestran notables limitaciones en la aplicacin de esta regla de in-

    ferencia por adolescentes y adultos, por lo que su eficacia para la adquisicin de

    conceptos es dudosa vase Carretero, 1985; Pozo y Carretero, 1987). Entre los

    sesgos ms significativos en el control de variables se halla la tendencia a verifi-

    car las hiptesis formulados en lugar de falsarlas. En este trabajo queremos com-

    probar la frecuencia con que nuestros sujetos utilizan una y otra estrategia en

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    relacin con el tipo de relacin causal esperada por los propios sujetos. Las ten-

    dencias verificadoras suelen interpretarse habimalmente corno sesgos ilgicos

    en el pensamiento. Sin embargo, cuando ese pensamiento tiene un contenido

    causal es posible otra interpretacin distinta que no presupone ninguna ilogici-

    dad por parte del sujeto. En la causalidad, la estructura del condicional lgico,

    se corresponde con la de una relacin causal suficiente si p entonces q . En

    cambio, la relacin causal necesaria adopta justamente la forma inversa si q

    entoncesp), en la que el antecedente causal se convierte en consecuente lgico.

    De esta forma inferencias que verifican una relacin suficiente pueden falsar

    una relacin necesaria con lo que en el contexto de las tareas causales algunos

    de los sesgos supuestamente ilgicos del pensamiento podran estar en realidad

    relacionados con el tipo de relacin causal esperado por el sujeto.

    En cualquier caso, sea cual sea la estructura causal que adopte, existen mu-

    chas situaciones en las que el control de variables no puede utilizarse, ya que

    no sera posible, tico o eficaz manipular a discrecin variables para observar

    el efecto causal producido por ej., fi3or qu se separan los matr

    nonios?). De

    hecho, la mayor parte de los problemas causales que solucionamos en la vida

    co

    diana son de este tipo. En la mayor parte de esas situaciones debemos con-

    tentarnos con evaluar las covariaciones observadas hasta la fecha sin poder ex-

    perimentar con ellas.

    En cuanto a la evaluacin de co variaciones causales m

    ltiples existe un n

    mero mucho menor de trabajos, por lo que an no estn claramente identifica-

    das las estrategias que se utilizan en este tipo de tareas. Tampoco est estable-

    cido con suficiente claridad cmo se desarrollan esas estrategias. No obstante,

    los datos existentes con sujetos adolescentes y adultos muestran la existencia

    de serias lagunas en su razonamiento causal. As, D. Kuhn Kuhn y Am se, 1983;

    Kuhn, Pennington y Leadbeater, 1983) ha localizado tres deficiencias fimda-

    mentales. En primer lugar, existe una tendencia a evaluar las simaciones no en

    funcin de los datos presentes sino de las ideas previas que el sujeto posee al

    respecto. Una segunda dificultad, conectada sin duda con una falta de rigor

    y exhaustividad en el pensamiento causal, es lo que Kunh denomina falsa

    in

    clusin, esto es, la inclusin como factores relevantes de variables que en reali-

    dad no

    enen ning

    n efecto. Por

    lthno, Khun localiz un tercer tipo de defi-

    ciencia en la deteccin de covariaciones causales que vena propiciado por el

    mtodo empleado en sus inves gaciones. Los datos que presentaban al sujeto

    para que ste los evaluase eran en realidad ambiguos. En otras palabras, no po-

    da concluirse nada defmi

    vo sobre c

    al era el factor causal detenninante, ya

    que haba dos factores que covariaban sistemticamente con el efecto. Ante esta

    situacin, la mayora de los sujetos, incluidos los adultos universitarios, cerra-

    ban prematuramente la tarea, atribuyendo el efecto a ambos factores, sin consi-

    derar que uno de los dos podra ser irrelevante. Con respecto a este

    ltimo pro-

    blema, resulta difcil determinar si se debe a un sesgo real en el pensamiento,

    consistente en cerrar prematuramente aquellas simaciones que resultan ambi-

    guas o faltas de cierre Collins, 1978) o ms bien a un anefacto metodo lgico,

    ya que existira posiblemente en el sujeto una expectativa seg

    n la cual el expe-

    rimentador le proporciona toda la informacin necesatia para tomar una deci-

    sin, sin ocultarle ning

    n dato relevante, cosa que no suceda en este caso. En

    esta inves

    gacin, utilizaremos un procedimiento que nos permi

    r conocer

    la o

    stencia o no de esa tendencia al cierre prematuro de la tarea entre los ado-

    lescentes y los adultos universitarios. As tras presentar en una primera fase una

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    informacin am bigua, que no perrnite obtener condusiones defu

    tivas, se le

    ofrece al sujeto la posibilidad de proseguir la tarea hasta asegu rarse de cules

    son los factores causales relevantes. De esta forma podem os distinguir lo que

    posiblemente es un juicio provisional basado en la

    nica informacin disponi-

    ble que resulta insufidente de una actitud de cierre o conclusin prema-

    tura de la tarea. Dado q

    e parece adm itirse que el pensamiento causal posee

    ante todo una func in pragmtica, relacionada con el control de los aconteci-

    mientos vase Pozo, 1987a), la primera conducta la que mide en realidad

    Kun h en sus trabajos posibleme nte se encuentre en la mayor parte de los

    sujetos, mientras que la segunda aparecera con m ucha m enos frecuencia.

    A dems de comprobar si realmente esta tendencia al cierre es un sesgo ilgi-

    co o ms bien un a estrategia pragm tica en situaciones de am big

    edad o falta

    de informacin suficiente, en reladn con los dos pr

    neros sesgos identificados

    por Kuhn especialmente con la

    falsa inclusin vinculada nuevamente a ten-

    dencias verificacionistas en el pensamiento) es necesatio comprobar tambin si

    tienen una naturaleza lgica o pueden deberse al

    po de relacin causal postu-

    lado por el sujeto. Dado que el condicional lgico se corresponde con el esta-

    blecimiento de relaciones causales suficientes, las tendencias nverificacionistas

    en el pensamiento causal podran deberse a que los sujetos tienden a establecer

    relaciones causales necesarias.

    En definitiva, en la presente investigacin nos proponem os los siguientes ob-

    jetivos en e l estudio del pensamiento causal. En p rimer lugar, queremos estu-

    diar el uso de reglas de inferencia en la formac in de esquemas causales m

    lti-

    ples, com proban do el efecto que ene la informacin inicial en dicha forma-

    cin. En segundo lugar, se tratara de comprobar si la tendencia al cierre pre-

    maturo en esas situaciones es un sesgo sistemtico o slo un artefacto metodo-

    lgico. En tercer lugar, se estudiar el uso que hacen adolescentes y adultos uni-

    versitarios de las reglas de inferencia causal as como las diferencias entre ambos

    tipos de sujetos en relacin con los sesgos de

    falsa inclusin

    e influencia de las

    ideas previas. Por ltimo, estudiaremos la relacin ex istente entre el tipo de re-

    lacin causal esperada por el sujeto y la aparicin de tendencias supuestamente

    verificadoras o falsadoras en su pensamiento.

    M TO O

    Sujetos

    La muestra estaba compuesta de un total de 4 8 sujetos, formando cuatro gru-

    pos de 12 sujetos cada uno, como m uestra la tabla 1. Tres de los grupos estaban

    compuestos por adolescentes de distintos cursos y niveles de edad; sptimo de

    EG B, primero de BU P y tercero de BUP . El cuarto grupo estaba compuesto por

    adultos jvenes recin licenciados o matriculados en los

    ltimos cursos de uni-

    versidad. Este ltimo grupo estaba com puesto a partes iguales por historiadores

    y fsicos, si bien esta distincin, relevan te para otras tareas de la investigacin

    en la que se engloba este trabajo Pozo ,

    1985),

    no se m antendr en el an lisis

    de la presente tarea.

    Todos los sujetos eran voluntarios. En el caso de los adolescentes se procur

    que fueran representativos de la poblacin normal, eliminando

    los alumnos con

    calificaciones escolares extremas Se procur que en todos los grupos la variable

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    sexo estuviese equilibrada. No obstante, dado el n

    mero de sujetos que com-

    ponan cada grupo, se elimin esta variable de los anlisis.

    TABLA

    Grupo

    n.

    Rango de edades

    Edad media

    Sptimo de EGB 12

    12 ;6 13;1

    1 2 ; 10

    Primero de BUP

    12

    14;3 15;9

    14;9

    Tercero de BUP

    12

    16;3 17;7

    16;1

    Adultos universit.

    12

    21 ;6 24;9

    23;1

    ujetos de la muestra

    Descripcin de la prueba y procedimiento

    A fin de cubrir los objetivos antes sealados consideramos que la prueba de-

    ba reunir las siguientes condiciones bsicas:

    a

    Plantear al sujeto un problema de covariacin entre un hecho determina-

    do efecto) y un n

    mero limitado de posibles factores causales.

    b

    El contenido de la prueba deba ser causalmente relevante, perO sin que

    el sujeto pudiera tener ideas especficas fuenes al respecto.

    c

    La prueba deba de constar de dos fases: una de evaluacin y otra de

    construccin.

    d

    La regla o covariacin causal que el sujeto deba hallar tena que ser lo

    suficientemente compleja como para permitir identificar estrategias y con-

    ductas de muy diversa complejidad.

    e

    La informacin presentada inicialmente al sujeto deba poder manipular-

    se, de forma que los sujetos generasen expectativas distintas en funcin

    de esa informacin.

    Con objeto de satisfacer estas exigencias diseamos una prueba de covaria-

    cin causal en la que se pide al sujeto que descubra cules de los factores pro-

    puestos por el experimentador curan una supuesta enfermedad denozninada da-

    diplaxia lubular. La prueba comenzaba con la lecrura del siguiente texto por

    parte del sujeto:

    En 1978 se descubri en Estados Unidos la existencia de una grave enferme-

    dad hasta entonces desconocida denominada Ladiplaxia lubular. Los mdicos

    no saban cmo curar esta enfermedad, por lo que trataron a los enfermos de

    diversas formas, basadas todas ellas en una combinacin de cinco factores: apli-

    car antibiticos, hacer depone, seguir una dieta, recibir rayos y tomar vitarni-

    nas. Tras el tratamiento observaron que unos pacientes se haban curado y otros

    no. Te vamos a dar informacin sobre varios enfermos, unos curados y otros no.

    Se trata de que, a partir de esos datos, nos digas qu es lo que hace que se

    curen los pacientes.

    En principio, te vamos a dar informacin sobre cuatro pacientes. Lela y d-

    nos a qu crees t

    que se debe la curacin. Si necesitas informacin sobre otros

    pacientes sometidos a tratamientos distintos pidenosla. Tenemos toda la

    necesaria.

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    A continuacin se le entregaban cuatro tarjetas cada una de las cuales con-

    tena un tratamiento utilizado para curar esa enfermedad Todos los tratamientos

    se basaban en una combinacin de los cinco factores sealados en el texto. Ca-

    da factor poda estar presente o ausente en el tratamiento. De los cuatro trata-

    mientos que se presentaban en principio dos curaban y dos no. Mientras que

    el primer tratamiento constaba de los cinco factores potenciales los restantes

    se basaban slo en algunos de ellos estando otros ausentes.

    Las tarjetas presentadas inicialmente a los sujetos respondan siempre a la

    misma pauta de relaciones de covariacin. Sin embargo se manipulaban los

    factores que mantenan esa pauta. As se establecieron dos condiciones experi-

    mentales que variaban

    nicamente en la iriformacin inicial que se proporcio-

    TABLA

    Condicin A

    ENFERMO NUM. 1

    S I

    om antibiticos

    S I

    izo deporte

    S I

    igui la dieta

    S I

    ecibi Rayos

    S I

    om vitaminas

    ur do

    ENFERMO NUM. 6

    S I

    om antibiticos

    S I

    izo deporte

    NO

    igui la dieta

    S I

    cibi Rayos

    NO

    om vitaminas

    urado

    ENFERMO NUM. 15

    S I

    om antibiticos

    NO

    izo deporte

    NO

    igui la dieta

    NOecibi Rayos

    S I

    om vitaminas

    No curado

    ENFERMO NUM. 21

    NO

    om antibiticos

    NO

    izo deporte

    S I

    igui la dieta

    NO

    ecibi Rayos

    NO

    om vitaminas

    No curado

    Condicin B

    ENFERMO NUM. 1

    S I

    om antibiticos

    S I

    izo deporte

    S I

    igui la dieta

    S I

    ecibi Rayos

    S I

    om vitaminas

    ur do

    ENFERMO NUM. 13

    SI

    om antibiticos

    NO

    izo deporte

    NO

    igui la dieta

    S I

    ecibi Rayos

    S I

    om vitaminas

    ur do

    ENFERMO NUM. 8

    S I

    om antibiticos

    S I

    izo deporte

    NO

    igui la dieta

    NO

    ecibi Rayos

    NO

    om vitaminas

    No curado

    ENFERMO NUM. 21

    NO

    om antibiticos

    NO

    izo deporte

    S I

    igui la dieta

    NO

    ecibi Rayos

    NO

    om vitaminas

    No curado

    Thrjetas presentadas inicialrnente

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    naba en la fase de evaluacin. Se aplic cada condicin a la mitad de los sujetos

    de cada grupo. El resto de la prueba era exactamente igual para ambos grupos

    de sujetos. De hecho el material utilizado era el mismo variando slo las tarje-

    tas proporcionadas al principio. As, la regla curativa o combinacin de fac-

    tores que curaban era la misma en ambas condiciones. Las particularidades de

    esa regla y su relacin con la manipulacin de la informacin inicial se comen-

    tan ms adelante. Las tarjetas presentadas inicialmente en cada condicin se

    recogen en la tabla 2.

    Puede observarse que las diferencias entre las dos condiciones son mnimas.

    Slo varan dos de las tarjetas, mientras otras dos n

    m. 1 y 21) se mantienen

    constantes. Adems en las dos tarjetas que cambian la modificacin en los tra-

    tamientos es mnima: slo afecta a dos variables deporte y vitaminas), cuyos

    valores se invierten en esas dos tarjetas de la condicin A a la B. Asimismo, si

    se analiza con detalle la informacin proporcionada puede comprobarse que

    en ninguno de los dos casos es concluyente. En la condicin A la curacin cova

    ra sistemticamente con los rayos y el deporte, pero no puede saberse si ambos

    son curativos. En la condicin B sucede lo mismo pero en este caso los factores

    que covaran con la curacin son los rayos y las vitaminas. De esta forma las

    expectativas inducidas por la informacin inicialmente presentada son distintas

    en una condicin y otra. Sin embargo, la regla curativa, deliberadamente com-

    pleja, es com

    n a ambas y est relacionada con la manipulacin introducida.

    La ladiplaxia lubular se cura con todo tratamiento que incluya rayos, acompa-

    ados de vitaminas o de deporte o de ambos). No existe ning

    n factor neutra-

    lizador de la curacin. De esta forma los rayos son una condicin necesaria pe-

    ro no suficiente de la curacin. Para que sta se produzca deben de acompaar-

    se bien de vitaminas bien de deporte. Se observar que la manipulacin intro-

    ducida tiene por finalidad inducir un tipo u otro de solucin, seg

    n la condi-

    cin. De esta forma, podemos observar la influencia de la primera informacin

    recibida en la b

    squeda de solucin ante un problema causal nuevo, para el

    que el sujeto en principio carece de ideas relevantes o las que tiene son muy

    dbiles.

    Una vez que el sujeto haba estudiado todos los casos se iniciaba un interro-

    gatorio en torno a cul o cules crea l que eran los factores que curaban. Se

    le peda que justificase cada una de sus opiniones en los datos disponibles. El

    sujeto analizaba los factores en el orden que crea ms conveniente. En todo

    momento tena a su disposicin lpiz y papel para hacer las anotaciones que

    creyese oportunas. Si al concluir esta fase espontnea el sujeto no haba men-

    cionado alg

    n factor se le interrogaba expresamente sobre l. Cuando termina-

    ba el anlisis de todos los factores individuales, se le peda al sujeto que resu-

    miera los factores que curaban la enfermedad. Se le preguntaba si todos los

    factores influyentes tenan la misma importancia y finalmente se le preguntaba

    si poda estar completamente seguro de sus juicios o necesitara ms casos de

    tratamiento para estarlo. Si el sujeto deca estar seguro, la prueba conclua. En

    cambio si crea que necesitaba ms informacin, se pasaba a la fase de

    construccin.

    El obje

    vo de la fase de construccin era que el sujeto descubriese con e xacti

    tud los factores que curaban la enfermedad. Para ello poda pedir al experi-

    mentador todos los tratamientos que quisiese basados en la combinacin de

    los cinco factores sealados. Antes de proporcionar al sujeto el caso pedido, el

    experimentador formulaba algunas preguntas al respecto: caDara qu pides este

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    caso? jf

    crees que se curar o que no?. Una vez que el sujeto haba respon-

    dido a estas preguntas se le entregaba una tarjeta, exactamente igual que las

    utilizadas al principio, que recoga la combinacin solicitada por el sujeto. En

    la parte inferior de la tarjeta figuraba escrito el resultado del tratamiento. El

    sujeto poda pedir cuantos casos quisiese. Cuando deca estar definitivamente

    seguro, se le peda que infonnase sobre cul era el tratamiento que curaba y

    por qu crea eso. Si el tratamiento contena varios factores se le preguntaba

    por la importancia relativa de cada uno. As conclua la prueba. En ning

    n mo-

    mento proporcionaba el experimentador informacin correctora sobre la regla

    curativa del sujeto ni haca ninguna sugerencia o contrasugerencia. Cuando el

    sujeto se desviaba hacia opiniones personales no basadas en los datos, se le invi-

    taba a fijarse en stos para emitir su juicio. En todo momento tena a su dispo-

    sicin papel y lpiz para hacer las anotaciones que creyera oportunas.

    riterios de

    anlisis y resultados

    Dada la complejidad de los criterios de anlisis utilizados en este tipo de ta-

    reas se expondrn conjuntamente con los resultados obtenidos en cada una de

    las fases

    ase de ev aluacin

    En la primera fase de la prueba, el principal aspecto estudiado son las reglas

    de inferencia utilizadas por los sujetos para determinar los factores que, seg

    n

    los datos disponibles, curan la enfermedad. Dada la naturaleza de la informa-

    cin presentada, los sujetos tienen que evaluar las posibles covariaciones entre

    esos factores y la curacin. As pues, el principal criterio de anlisis ser deter-

    minar las inferencias de evaluacin de la covariacin usadas por los sujetos.

    Existen diversos criterios posibles para analizar esas inferencias de evaluacin

    Siguiendo los trabajos de Kuhn Kuhn y Amsel, 1983; Kuhn, Pennington y

    Leadbeater, 1983) podemos diferenciar entre inferencias basadas en los datos

    presentados e inferencias basadas en las ideas personales. Asimismo, podemos

    diferenciar entre inferencias de inclusin es decir, que concluyen con la inclu-

    sin de un factor como causa eficiente) e inferencias de exclusin que conclu-

    yen con la eliminacin de un factor como posible causa). Asimismo, atendien-

    do a la distincin clsica establecida en los estudios filosficos y psicolgicos

    sobre la causalidad vase Pozo, 1987a) podemos hablar de inferencias de cau-

    salidad necesaria cuando conducen a una relacin en la que un factor es condi-

    cin necesaria pero no suficiente para la produccin de un efecto) y de inferen-

    cias de causalidad suficiente cuando la presencia del factor asegura la presencia

    del efecto, pero no sucede a la inversa, ya que el efecto puede producirse en

    ausencia de ese factor causal). Por ltimo, pueden clasificarse las inferencias se-

    g

    n el n

    mero de casos de covariacin que se tengan en cuenta para hacer la

    inferencia. As, Kuhn y Amsel 1983) distinguen entre inferencias de coocu-

    rrencia basadas en un solo caso de covariacin entre causa y efecto), inferencias

    de covariacin parcial basadas en varios casos de covariacin) e inferencias de

    covariacin plena basadas en todos los casos de covariacin presentes).

    Estos cuatro criterios independientes pueden adems combinarse entre s. Ha-

    bra, por ejemplo, inferencias de exclusin necesaria o de exclusin suficiente

    cuando un factor se excluye como causa necesaria o como causa suficiente), o

  • 7/25/2019 Dialnet-RazonamientoYFormacionDeEsquemasCausales-2665001

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    inferencias de inclusin por coocurrencia, por covariacin parcial o por covaria-

    cin plena. El establecimiento de todas las combinaciones posibles entre esos

    criterios sera demasiado extenso y detallado vase al respecto Pozo, 1985). Sin

    embargo, tampoco pueden analizarse todas las inferencias realizadas por los su-

    jetos utilizando por separado cada uno de esos criterios. As, por ejemplo, mien-

    tras las inferencias de exclusin por coocurrencia resultan vlidas, las inferencias

    de inclusin por coocurrencia incurren en la falacia de falsa inclusin. Por ello

    es necesario establecer un compromiso entre la disparidad de criterios hetero-

    gneos, que resulta engaosa, y una taxonoma general de criterios demasiado

    compleja. A tal fin establecimos unos niveles generales de inferencia, que reco-

    geran los tipos fundamentales de inferencias de inclusin y exclusin realiza-

    dos por los sujetos. Estos niveles estn justificados en la constancia emprica de

    que si bien son lgicamente posibles m

    ltiples combinaciones entre los cuatro

    criterios anteriormente expuestos slo algunas de esas combinaciones son em-

    pricamente probables. As, basndonos en algunos trabajos anteriores (Kuhn

    y Amsel, 1983; Kuhn, Pennington y Leadbeater, 1983; Pozo y Carretero, 1983)

    establecimos los siguientes niveles generales de inferencia (pasa una justifica-

    cin de los mismos vase tambin Pozo, 1985):

    1.

    Ideas personales: inferencias de indusin y exclusin basadas exdusivarriente

    en ideas personales.

    2.

    Coocurrencia: inferencias

    de inclusin basadas en un solo caso coocurren-

    cia) e inferencias de exclusin basadas bien en ideas personales, en un caso

    no coocurrencia).

    3. Covariacin parcial: inferencias de inclusin apoyadas e n covariaciones par-

    ciales e inferencias de exclusin basadas en uno de los casos.

    4. Covariacin plena: inferencias de inclusin basadas en una covariacin plena

    (es decir, en todos los casos de covariacin presentes) e inferencias de ex-

    clusin basadas en uno o ms casos.

    Existe una gradacin jerrquica entre los niveles. El primer nivel difiere neta-

    mente de los siguientes, ya que en l los sujetos incurriran en el sesgo de utili-

    zar sus ideas previas escasam ente tiles para la tarea, ya que se les ha advertido

    que la ladiplaxia lubular es una enfermedad nueva y hasta ahora desconocida)

    en lugar de los datos. De los tres niveles superiores, slo el

    ltimo covariacin

    plena) est libre de incurrir en sesgos de falsa inclusin.

    Se clasific la estrategia global de cada sujeto de acuerdo con los criterios es-

    tablecidos al respecto. La tabla 3 recoge el n

    mero de sujetos de cada grupo

    situado en cada nivel de acuerdo con esos criterios. No se distingue entre las

    dos condiciones experimentales en cada grupo, ya que la manipulacin de la

    informacin inicial no afect al tipo de inferencias realizadas, sino slo a su con-

    tenido, es decir, a las conclusiones finalmente alcanzadas por los sujetos con

    respecto a los factores que curan la enfermedad. Las c onsecuencias de esa m ani-

    pulacin experimental se analizarn ms adelante, al presentar los resultados

    de la fase de construccin.

    Puede observarse que muy pocos sujetos (aproximadamente, el 10 del to-

    tal) basan sus inferencias en juicios personales. En cambio, el 68 del total de

    sujetos realizan inferencias de covariacin plena. No obstante, las distintas infe-

    rencias no se distribuyen por igual en todos los grupos. Comparando los grupos

    entre s mediante la U de Mann-Whitney (anlisis por rangos) los adolescentes

    de 12-13 aos utilizan inferencias de nivel inferior que los de

    16-17

    aos

    (p