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 RESUMEN Linares-La Carolina (Jaén), el enclave minero plúmbico por excelencia, se convierte durante los siglos XIX-XX en una zona realmente importante, con un paisaje minero único, con una historia en su comarca de más de 4.000 años, con un patrimonio arquitectónico e industrial sobresaliente, una de las regiones con mayor trascendencia e impor- tancia de minería no férrica mundial, un distrito minero que llegó a ser el mayor productor de plomo en el mundo en 1867, alcanzando una cotización internacional, un bien tan excepcional, como para estar siendo considerada su condición de Patrimoni o de la Humanidad por la UNESCO. Y dentro de la actividad minera durante más de una cen- turia, y con un período álgido de tres décadas, la gestión del agua se convertiría en el primer problema a resolver de una manera eficaz, donde el “desagüe” fue fundamental para la continuidad de las labores extractivas. El modo de afrontar este requisito necesario, en función de l a tecnología disponible en cada momento, hace que se produz- ca una catarsis en la producción, y por ende, en las consecuencias que provocó en la sociedad, es el tema central de este artículo, que pretende poner de relieve la importancia que tuvo una correcta gestión del agua en la mine- ría del plomo linarense. PALABRAS CLAVE: Agua, desagüe, gestión, minería, patrimonio. ABSTRACT The Spanish mining lead area par excellence is Linares-La Carolina (Jaen province). During the XIX and XX cen- turies it became a very important area, with a unique mining landscape , a history of more than four thousand years and with an outstanding architectonic and industrial heritage. It is one of the most important regions in non irony mining in the world, a mining district which became the largest lead producer in the world in 1867, obtaining inter- national valuation, an exceptional good that is being evaluated by UNESCO to be considered W orld Heritage. With regard to the mining activity, for more than one century and in a period of more than three decades, the water management was the first problem to be solved in an efficient way. The drainage was essential in the extractive tasks. The way to face this requirement, with the available technology in each moment, provoked a catharsis in the production, and its consequences in the society. This is the main aim of the present paper, which tries to under- line the importance of the water management in the lead mining in Linares. KEY WORDS: Drainage, heritage, management, mining, water. De Re Metallica, 13, 2009 pp. 61-70 © Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero ISSN: 1577-9033 LA GESTIÓN DEL AGUA EN LA MINERÍA DEL DISTRITO LINARES-LA CAROLINA (JAÉN) EN LOS SIGLOS XIX-XX Juan José Argudo García Servicio del Consorcio de Aguas de La Loma de Úbeda (Jaén). Sociedad Mixta del Agua-Jaén, S.A. Cruz Verde 14, 23320 Torreperogil (Jaén)  [email protected] INTRODUCCIÓN El distrito minero Linares-La Carolina (Jaén) es consi- derado como uno de los enclaves mineros más importan- tes de la minería no f érrica mundial (Colectivo Proye cto Arrayanes, 2006: 4) siendo su período de máximo esplendor durante los siglos XIX y XX. La actividad mine- ra, con una antigüedad de más de 4.000 años, hace de esta zona un referente único para el estudio de la mine- ría del plomo, de la cual, el distrito llegó a ser el mayor productor del mundo, superando a Inglaterra a finales del siglo XIX. Linares, y por extensión Andalucía, es una de las regiones con una más larga y continuada historia minera (Fernández Rubio y Lorca Fernández, 2002: 8; ver figura 1), debido a que la explotación de los meta- les constituye probablemente la más antigua de las industrias humanas y uno de los factores de desarrollo de las civilizaciones (Colectivo Proyecto Arrayanes, 2006: 4). La consecuencia más importante de estas labores extractivas fue la necesidad de contar con una extensa red de ferrocarril, que dio lugar a la existencia de cinco estaciones férreas, además de un tranvía, sola- mente habitual en las mayores ciudades españolas de la época (Moreno Rivilla, 2000) (figura 2). De Re Metallica 13  julio–diciembre 2009 2ª época 61

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  • RESUMEN

    Linares-La Carolina (Jan), el enclave minero plmbico por excelencia, se convierte durante los siglos XIX-XX enuna zona realmente importante, con un paisaje minero nico, con una historia en su comarca de ms de 4.000 aos,con un patrimonio arquitectnico e industrial sobresaliente, una de las regiones con mayor trascendencia e impor-tancia de minera no frrica mundial, un distrito minero que lleg a ser el mayor productor de plomo en el mundoen 1867, alcanzando una cotizacin internacional, un bien tan excepcional, como para estar siendo considerada sucondicin de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y dentro de la actividad minera durante ms de una cen-turia, y con un perodo lgido de tres dcadas, la gestin del agua se convertira en el primer problema a resolverde una manera eficaz, donde el desage fue fundamental para la continuidad de las labores extractivas. El modode afrontar este requisito necesario, en funcin de la tecnologa disponible en cada momento, hace que se produz-ca una catarsis en la produccin, y por ende, en las consecuencias que provoc en la sociedad, es el tema centralde este artculo, que pretende poner de relieve la importancia que tuvo una correcta gestin del agua en la mine-ra del plomo linarense.

    PALABRAS CLAVE: Agua, desage, gestin, minera, patrimonio.

    ABSTRACT

    The Spanish mining lead area par excellence is Linares-La Carolina (Jaen province). During the XIX and XX cen-turies it became a very important area, with a unique mining landscape, a history of more than four thousand yearsand with an outstanding architectonic and industrial heritage. It is one of the most important regions in non ironymining in the world, a mining district which became the largest lead producer in the world in 1867, obtaining inter-national valuation, an exceptional good that is being evaluated by UNESCO to be considered World Heritage. Withregard to the mining activity, for more than one century and in a period of more than three decades, the watermanagement was the first problem to be solved in an efficient way. The drainage was essential in the extractivetasks. The way to face this requirement, with the available technology in each moment, provoked a catharsis inthe production, and its consequences in the society. This is the main aim of the present paper, which tries to under-line the importance of the water management in the lead mining in Linares.

    KEY WORDS: Drainage, heritage, management, mining, water.

    De Re Metallica, 13, 2009 pp. 61-70 Sociedad Espaola para la Defensa del Patrimonio Geolgico y MineroISSN: 1577-9033

    LA GESTIN DEL AGUA EN LA MINERA DEL DISTRITO LINARES-LA CAROLINA(JAN) EN LOS SIGLOS XIX-XX

    Juan Jos Argudo Garca

    Servicio del Consorcio de Aguas de La Loma de beda (Jan). Sociedad Mixta del Agua-Jan, S.A. Cruz Verde 14, 23320 Torreperogil (Jan)

    [email protected]

    INTRODUCCIN

    El distrito minero Linares-La Carolina (Jan) es consi-derado como uno de los enclaves mineros ms importan-tes de la minera no frrica mundial (Colectivo ProyectoArrayanes, 2006: 4) siendo su perodo de mximoesplendor durante los siglos XIX y XX. La actividad mine-ra, con una antigedad de ms de 4.000 aos, hace deesta zona un referente nico para el estudio de la mine-ra del plomo, de la cual, el distrito lleg a ser el mayorproductor del mundo, superando a Inglaterra a finalesdel siglo XIX. Linares, y por extensin Andaluca, es una

    de las regiones con una ms larga y continuada historiaminera (Fernndez Rubio y Lorca Fernndez, 2002: 8;ver figura 1), debido a que la explotacin de los meta-les constituye probablemente la ms antigua de lasindustrias humanas y uno de los factores de desarrollode las civilizaciones (Colectivo Proyecto Arrayanes,2006: 4). La consecuencia ms importante de estaslabores extractivas fue la necesidad de contar con unaextensa red de ferrocarril, que dio lugar a la existenciade cinco estaciones frreas, adems de un tranva, sola-mente habitual en las mayores ciudades espaolas de lapoca (Moreno Rivilla, 2000) (figura 2).

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    Figura 1. Localizacin de las labores mineras en Andaluca en el siglo XVIII (Fernndez Rubio y Lorca Fernndez, 2002).

    Figura 2. Red de ferrocarril en el sur de Espaa s. XIX (Soler Belda, 2000).

  • Dentro de las cuestiones a lasque se tuvo que hacer frente enesta poca la minera linarense detanta relevancia internacional,fue el problema del desagedel agua de la mina, tantas vecesenemigo molesto y mal encarado(Fernndez Rubio y Lorca Fernn-dez, 2002: 85). Un problema quesegn los expertos en la hidrogeo-loga del sector minero Linares-La Carolina, se resolvi medianteel llamado socavn de desagede Linares, construido a destiem-po y con escasos resultados en sufuncin bsica de facilitar laexplotacin de las minas (Guti-rrez Guzmn, 2007: 79).

    Una gestin del agua necesariay apropiada, que actualmentepuede convertirse en un valiosoactivo ambiental (Fernndez-Rubio, 2008: 23), contribuyendomediante la extraccin de lamisma a la aportacin a los abas-tecimientos urbanos, industrialeso agrcolas. Esta gestin se basa-ba en aplicar la tecnologa dispo-nible para la extraccin del aguaa la superficie y, de esta forma,asegurar la continuidad de laslabores extractivas. Esta tecnolo-ga vir de forma espectacularcon la aplicacin del vapor,mediante el empleo de la tecno-loga proveniente de la regin deCornwall, Inglaterra. En aparta-dos posteriores veremos cmoevolucion la tecnologa aplicadadesde los tornillos de Arqume-des de la poca romana, pasan-do por los malacates, hasta llegara la tecnologa de bombeo Cor-nish, conservndose en la actuali-dad 32 de los edificios que aloja-ban dichos elementos en todo elpaisaje minero, catalogadas comoelementos sobresalientes (Colec-tivo Proyecto Arrayanes, 2006:20).

    ANTECEDENTES HISTRICOS

    El siglo XIX supone una pocafundamental para la minera lina-rense, y por ende, para la socie-dad de Linares. La incipienteinmigracin motiv el crecimientodel ncleo urbano, afectando al

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    Figura 3. Socavn general de desage de Linares (Gutirrez Guzmn, 2007).

    Figura 4. Esquema de la casa de bombeo Cornish, s. XIX (Prez Snchez, 2000).

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    urbanismo y a la cultura tradicional, alcanzando su apo-geo con la concesin del ttulo de ciudad en 1875 y laconstitucin de un juzgado de 1 instancia en 1876(Lpez Cordero, 2003: 7). Asimismo, a finales del s. XVIIIentr en vigor el rgimen demogrfico moderno enEspaa y comparando la ciudad de Linares y la capital,Jan, en 1877 se aprecia el notable aumento de pobla-cin, motivado fundamentalmente por el trabajo mine-ro. Linares contaba por entonces con 31.124 habitantes,mientras que la capital sumaba tan slo 24.392, frentea una poblacin total provincial de 403.370 habitantes.Y si consideramos el dato de La Carolina, tambin seobserva el impacto brutal de la minera. Entre 1905 y1917 se pas de 9.851 a 19.560 habitantes, casi en sumayora inmigrantes alemanes, flamencos, franceses,ingleses, suizos e italianos (Colectivo Proyecto Arraya-nes, 2006: 13).

    Otro aspecto fundamental asociado al despegue eco-nmico fue en 1850, con la aprobacin de una serie denuevas leyes. En 1825 la Ley de Minas estableca quetodos los yacimientos pertenecan a la Corona; en 1859se promulg una nueva Ley de Minas que liberaliz elsector minero, permitiendo la entrada de capitalextranjero, la exportacin fuera de nuestras fronteras ylos bajos salarios, hecho que provoc la Revolucin de1868 y la publicacin de la Ley de Bases para la Legis-lacin Minera, en la que el gobernador civil posea lafacultad de otorgar concesiones, que las concesionestenan carcter perpetuo y en lugar de exigirse el labo-reo para mantener la concesin, era suficiente el pagode un canon (www.elergonomista.com, 2005). A partirde 1868, la exportacin de minerales se extendi portodo el mundo, lo que dio lugar a una capitalizacininternacional, y a una bajada de los precios. As, lasexportaciones de barras de plomo conserv el segundolugar, a continuacin de la del vino, en las exportacio-nes espaolas.

    Por lo que respecta a Espaa, entre 1869 y 1881 Lina-res-La Carolina alcanz el liderazgo mundial en la pro-duccin de plomo, por delante de Inglaterra, constitu-yendo la dcada de esplendor de la minera linarense.En 1864 se contaron hasta 275 minas explotadas en Lina-res-La Carolina, sin contar las del Estado, con 3.147obreros, con unas 22 mquinas de vapor en funciona-miento para extraccin del agua, y una produccin de196.184 Qm, pasndose en 1868 a 3.866 obreros, con 23mquinas de vapor, y una produccin anual de 352.667Qm (Lpez-Cordero, 2003: 8).

    Sin embargo, hay que resaltar en qu situacin traba-j el proletariado en las labores extractivas mineras.Como ya se ha comentado anteriormente, los salarioseran muy bajos, lo que provocaba que no pudiera dispo-ner de viviendas salubres e higinicas, con un factorexponencial agravante del trabajo minero subterrneo,las emanaciones de plomo (Lpez Cordero, 2003: 11).Adems, tambin haba que considerar que las largasjornadas de trabajo provocaban que, para no perdertiempo, los obreros dormitaran a la intemperie en elmismo lugar de trabajo, pues la produccin no podaparar. Tambin result muy importante la labor de losnios, que trabajaron en socavones de desage los cua-les, debido a que se realizaban en terreno estril, sehoradaban con la menor seccin posible, y eran tanpequeos que slo fueron construidos por nios o perso-nas de escasa estatura, y generalmente de rodillas(Gutirrez Guzmn, 2007: 78).

    HIDROGEOLOGA DEL SECTOR LINARES-LACAROLINA

    El distrito minero se localiza en la vertiente surestede Sierra Morena, en el lmite suroriental del macizo

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    CENSO DE MINAS DE 1889

    Trmino municipal Concesiones Demasas Escoriales Total

    Linares 320 156 27 503

    Bailn 15 7 22

    Guarromn 30 13 3 46

    Vilches 40 11 51

    Carboneros 40 14 4 58

    Total Linares 445 201 34 680

    La Carolina 98 23 121

    Baos 99 29 1 129

    Santa Elena 55 16 71

    Total La Carolina 252 68 1 321

    TOTAL DISTRITO 697 269 35 1.001

    Tabla 1. Censo de minas en el distrito minero en 1889 (Gutirrez Guzmn, 2007).

  • Hesprico (Hidalgo Estvez et al., 2002), en el batolitograntico, lugar de un importante enclave metalognicofiloniano (Benavente Herrera et al., 2002), con unaextensin aproximada de 80 km2. En cuanto a las carac-tersticas, hay que decir que, aunque el granito presen-te un comportamiento poco permeable, en este casoaparece fracturado con alta intensidad, que da lugar auna permeabilidad secundaria, dando lugar a zonas decirculacin preferente del agua subterrnea (Hidalgo-Estvez et al., 2002). A pesar de ello, el rea es consi-derada por los estudios hidrogeolgicos regionales comouna zona sin acuferos de inters. Sin embargo, ycomo se ha indicado en la Tabla 1, el nmero de explo-taciones mineras en el trmino de Linares-La Carolinaen 1889 era de 697, provocaba que el nmero de huecosen el granito, por las refracciones de antiguos pozos yde galeras mineras, unos 13 millones de m3, que act-an como colectores hidrogeolgicos (Fernndez Rubio,2008: 27) acorde con el nmero de concesiones otorga-das, la mayora de ellas inundadas debido al cese de laactividad extractiva en las minas desde mediados delsiglo XX, periodo intenso que culmina con el cierre de laltima concesin minera, en el ao 1991 (Prez Snchezy Schwartz, 2006). El problema del agua, y en concretode su extraccin, para dar continuidad a las labores, hasido tratado de distinta forma en funcin de la orogra-fa del terreno. As, mientras que en el rea de Linaresse realizaba mayoritaria-mente mediante bombasde balancn, accionadaspor mquinas de vapor, enel distrito La Carolina-ElCentenillo la extraccindel agua de las galeras,como se ver a continua-cin, se realizaba por gra-vedad, debido a los mayo-res desniveles topogrfi-cos, mediante socavo-nes caos (Benaven-te Herrera et al., 2002).

    A finales de 1950, ydebido a que las laboresse ubicaban en profundi-dades de 600 m, se inten-t reducir los costes debombeo, proyectndoseuna galera general dedrenaje a una cota de 200m por debajo del batolito,

    que atravesara los principales filones en explotacin. Laobra concluy en 1963 con una profundidad de 250 m,una longitud total de 12 km y con salida hacia el ro Gua-dalimar, afluente del Guadalquivir (Benavente Herrera etal., 2002) (figura 5).

    LA IMPORTANCIA DE LA GESTIN DEL AGUA ENLA MINERA. EL DESAGE DE DRENAJE

    El primer punto de partida de una explotacin mine-ra es la necesidad de drenaje, no slo de las aguas quese localizan bajo nivel fretico, sino tambin aquellasotras receptoras de precipitaciones atmosfricas o queinterceptan aguas superficiales (Fernndez Rubio, 2008:24). Adems, para que el desage sea eficiente, debeimplicar el menor costo posible, por lo que es necesarioy fundamental conocer de forma profusa el sistemahidrogeolgico-minero, realizando actualizaciones, ypor ende, adecuaciones de las operaciones a lo largo detodas las labores mineras.

    Como se ha indicado en el apartado anterior, el dre-naje de las aguas subterrneas en la minera es uno delos problemas fundamentales, y en concreto en el distri-to de Linares-La Carolina. Se dispone de ejemplos dedos de los sistemas ms ampliamente aplicados paradicho fin: el drenaje mediante la realizacin de un soca-

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    Figura 5. Esquema hidrogeolgico simplificado a lo largo del socavn general de desage de Linares (Hidalgo Estvez et al., 2002).

    Figura 6. Drenaje de mina en frente de galera (Foto: Fernndez Rubio, 2008).

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    vn general de desage, que se pude realizar en terre-nos donde las caractersticas geolgicas sean factibles.Y en segundo lugar, la extraccin del agua directamen-te desde la bolsa subterrnea, utilizando los distintosmtodos disponibles, en funcin del desarrollo de latecnologa a emplear (Colectivo Proyecto Arrayanes,2006: 9). El primer tipo se da sobre todo en el rea deLa Carolina-Centenillo, y posteriormente en el distritode Linares, con la construccin del socavn general dedesage, hacia 1950.

    Tecnologa empleada

    Desde el tiempo de los romanos se aport solucionestan inteligentes, que se mantuvieron en vigor, con esca-sas variaciones, hasta la aplicacin de la fuerza motriza mediados del s. XIX (Gutirrez Guzmn, 2007: 77).Buen ejemplo de ello es el tornillo de Arqumedes,evacuando el agua de las minas mediante el mtododenominado a sangre, es decir movidas por fuerzamuscular, al igual que las norias, encontrndose 7 unida-des en 1911 algunas en buen estado, por parte de Hora-se Sandars, en el distrito de El Centenillo (Colectivo Pro-yecto Arrayanes, 2006: 9) (figura 7). De este tornillo,inventado por Arqumedes de Siracusa (287-212 a.C.), seencuentran ya reproducciones en la obra De Architectu-ra de Vitrubio (Fernndez Rubio y Lorca Fernndez,2002: 89).

    A continuacin se utilizaron los malacates, emplea-dos frecuentemente para labores de extraccin en pro-fundidades medias. Al estar constituidos por un tamborunido a un eje vertical, que se haca girar con el empleode traccin animal, eran econmicos y sencillos.

    Aunque la autntica revolucin y hecho trascenden-tal fue la aplicacin del vapor a las tareas extractivas.Ello supuso una nueva forma de organizar los trabajosmineros, y de asegurar la continuidad de las explotacio-nes. Adems, la llegada de la Revolucin Industrial pro-voc el espaldarazo definitivo para que Linares-La Caro-lina, y por extensin, Espaa, superara a Inglaterra y secolocara a la cabeza mundial de la produccin de plomometal (Gutirrez Guzmn, 2007: 217).

    La sustitucin de tornillos y malacates por la mqui-na de vapor permiti alcanzar cotas ms profundas, ypor ende, descubrir filones ms ricos. De hecho, laminera linarense fue recogida por la prensa de Cornish,distrito minero por excelencia del sudoeste de Inglate-rra, que influy de forma decisiva, exportando su tecno-loga, sus ingenieros y sus mineros al distrito de Linares-La Carolina; el Capitn J. Malachy, un minero de granexperiencia de Cornish, viaj hasta Linares para inspec-cionar las labores mineras (Prez Snchez y Schwartz.,2006: 2). Hay que resaltar que la primera mquina devapor, tipo Compound, se embarc desde los puertos deInglaterra en 1844 y fue transportada hasta el puerto deSevilla, y se instal en el filn La Cruz (Gutirrez Guz-

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    Figura 7. Tornillo de Arqumedes (Gutirrez Guzmn, 2007: 83).

  • mn, 2007, 218), aunque la primera mquina de vapor,con excelentes resultados en cuanto al drenaje de lamina, fue de cilindro vertical y balancn tipo Cornish.sta se instal en 1849 en la Mina Pozo Ancho, en laslabores dirigidas por el ingeniero Duncan Shaw, el cualcreara la compaa The Linares Lead Mining Co, com-prando las primeras concesiones mineras sobre el filnPozo Ancho (Gutirrez-Guzmn, 2007: 218).

    Los resultados espectaculares de la mquina de vaporen la mina Pozo Anchodieron lugar a que se ins-talaran en el resto defilones del distrito, aexcepcin de la mina deArrayanes, que era titu-laridad estatal (Guti-rrez-Guzmn, 2007:219). Aparte de esta tec-nologa, se emplearonalgunas mquinas devapor de accin directapara el desage, conoci-das como mquinasBull (figura 10).

    Una vez que se podacontinuar con las laboresmineras gracias al des-age de las aguas de lasgaleras, el procesometalrgico continuabacon la trituracin delmineral, labor que se lle-

    vaba a cabo en los lavaderos. Es significativo que en eldistrito minero se construyeran lavaderos con la msalta tecnologa disponible en el momento aprovechandolos desniveles del terreno. Por ello hay que destacar ellavadero de la Mina de Arrayanes que, equipado con tec-nologa de la Humboldt Company, de Kark, Alemania, seinaugur en 1891, y lleg a ser reconocido como el msavanzado de Europa (Colectivo Proyecto Arrayanes,2006: 11) (figura 11).

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    Figura 8. Tornillo de Arqumedes encontrado en El Centenillo (Gutirrez Guzmn, 2007: 83)

    Figura 9. Esquema de un malacate del siglo XIX (Colectivo Proyecto Arraya-nes, 2006: 10).

    Figura 10. Esquema de una mquina de bombeo directo Bull (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006)

    Figura 11. Lavadero de la Mina de Arrayanes (Gutirrez Guzmn, 2007: 35).

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    Como se ha comentado en la introduccin, el aumen-to considerable y exponencial de la produccin deplomo en Linares y en La Carolina a partir del inicio delos trabajos, que comprendan adems los trminos deSanta Elena, Carboneros y Baos de la Encina, hizo queel distrito se situase a la cabeza durante el primer cuar-to del siglo XX (Molina Vega, 2000: 391). Con la cada delos precios entre 1902-1903, muchas explotaciones deLinares no logran sobreponerse y la produccin se cen-tra en las minas de La Carolina, alcanzando a partir de1909, una produccin del 66% del total de la del distri-to (Molina Vega, 2000: 394).

    An as, era fundamental dar salida al mineral produ-cido, por lo que se tuvieron que construir varias lneasde ferrocarril. Para ello se dispusieron de cinco estacio-nes en Linares, con una lnea de ferrocarril mineroadicional que recorra las principales instalaciones delas ms importantes compaas (Colectivo ProyectoArrayanes, 2006: 12). Mencin aparte merece la impor-tante lnea de Linares-La Carolina, que tena paradas enGuarromn y Carboneros (figura 12) y la lnea Linares-Almera, que se construy para dar salida al mineral porel mar Mediterrneo.

    IMPACTO DE LA TECNOLOGA MINERA EN LASOCIEDAD DE LOS SIGLOS XIX Y XX

    La Tecnologa nace para satisfacer necesidadeshumanas, seala Ortega y Gasset en 1933 en su Medi-tacin de la Tcnica, quizs el primer tratado filosficoacerca de lo que significa y se entiende por lo tecnol-gico en nuestra sociedad occidental y moderna (Prez-Snchez, 2000: 261). Es a comienzos del siglo XX cuan-

    do se reflexiona por primera vez acerca del impacto quela tecnologa provoca en la sociedad, de cmo nos per-mite evolucionar, otra gran idea desarrollada por elmagnfico filsofo espaol. Es por ello que las industriasde ese tiempo deben de adaptarse a la tecnologa dispo-nible, eje vertebral de los condicionantes que se dieronpara provocar la Revolucin Industrial (Prez Snchez,2000: 262). Desarrollada entre la segunda mitad delsiglo XVIII y principios del siglo XIX, su origen radica enInglaterra, extendindose al resto de Europa, que sufri-r el mayor conjunto de transformaciones socioecon-micas, tecnolgicas y culturales de la Historia de lahumanidad desde el Neoltico (www.es.wikipedia.org,2009).

    Concretando estas transformaciones a nuestro mbi-to minero, hasta bien entrado el siglo XIX nuestras nece-sidades se satisfacan de una manera muy arcaica y muyanquilosada en el pasado. Y es con el desarrollo de latecnologa del vapor cmo, desde Newcomen hasta Tre-vithick en Cornwall, pasando por Watt, se evoluciona enel desage de las minas (Prez-Snchez, 2000: 263) y sealcanzan cotas insospechadas de produccin, y unosniveles de progreso, con la constitucin de compaas,si bien es cierto de capital extranjero (Moreno Rivilla,2000: 250). Con una poblacin estancada en la primeramitad del siglo XIX, a partir de 1850 se produjo un cre-cimiento demogrfico espectacular, alcanzando un 86%de crecimiento en 10 aos (Lpez Cordero, 2003: 2). Apesar del declive del precio del plomo a comienzos delsiglo XX, la actividad se prolong por otros casi 90 aos,aunque se redujo de forma irremisible por la baja remu-neracin, los altos costes y el empobrecimiento de filo-nes, clausurndose de forma progresiva cada explota-cin del distrito (Gutirrez Guzmn, 2007: 230).

    Adems, el desarrollo de las labores mineras, condu-jo a un modo de vida del minero con graves deficiencias:largas jornadas de trabajo, condiciones de trabajo muyextremas, sometidos a muchos riesgos (emanaciones deplomo que podan provocar saturnismo), salarios muybajos debido a que abundaba la mano de obra extranje-ra, viviendas que no reunan las mnimas condiciones desalubridad, agraviado con la falta de higiene personal,hecho que provocaba que muchos mineros durmieran ala intemperie en los mismos lugares de trabajo, quemejor con la llegada del ferrocarril y del tranva.

    CONCLUSIONES

    La singularidad y variedad arquitectnica a lo largode ms de 120 km de radio, que corresponde a la exten-sin del distrito minero (www.ideal.es, 2009), supone unmotivo ms que suficiente para unir los esfuerzos de lasConcejalas de Turismo y Patrimonio del Excmo. Ayunta-miento de Linares, y a la Consejera de Turismo, Comer-cio y Deporte de la Junta de Andaluca, con el objetivode que las siluetas que han dado forma al paisaje mine-ro del distrito Linares-La Carolina cobren vida en unambicioso proyecto turstico orientado a la recupera-cin, valoracin, proteccin y divulgacin de los lugares

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    Figura 12. Plano de Linares, con la situacin de las estaciones y el recorridodel tranva (Soler-Belda, 2000: 428)

  • ms significativos de la zona (Argudo Garca, 2000), yque den esplendor al ncleo central de la misma. Nosreferimos a la mina visitable en el filn de Los Lores,dentro del Parque Minero, con una exposicin en el Cen-tro de Interpretacin apoyada por una tecnologa deltima generacin, para dar a conocer los sistemas detratamiento y explotacin del mineral, con la exposicindel modo de vida de los mineros, mujeres y nios(www.ideal.es, 2009) de los siglos XIX y XX.

    Desde el cierre de la ltima explotacin minera, en1991, los esfuerzos realizados por el Colectivo ProyectoArrayanes (www.proyectoarrayanes.org) para recuperarla dignidad de nuestro pasado, deberan verse corres-pondidos con una designacin por parte del organismointernacional para ser incluidos en la lista de BienesPatrimonio de la Humanidad. Y con la creacin delMuseo y del Centro de Interpretacin de la Minera, sepondr de manifiesto la grandeza de nuestra tierra y,respetando la arquitectura originaria, rehabilitar losedificios Cornish para el Museo, con sus elementos,maquinaria y equipamiento, en el filn de Los Lores(figura 13).

    Al igual que ocurre con otros centros mineros de refe-rencia nacional y europea, el distrito Linares-La Caroli-na centrar los esfuerzos en ofrecer una museografadiferente y de ltima generacin. Asimismo, su ubica-cin, cerca de la futura Autova A-32 Crdoba-Linares-Albacete, que ya se encuentra en fase de ejecucin enalgunos tramos de la provincia de Jan, proporcionar alfuturo visitante la posibilidad de remontarse en la histo-ria linarense, pudiendo realizar otras actividades deocio en la ciudad segn la interesante oferta. La impor-tante inversin prevista, ms de 4,2 millones de euros,podra atraer, segn los estudios de mercado, a unos200.000 visitantes/ao, segn las previsiones del reade Turismo de la ciudad de Linares. Ello aumentara denuevo las expectativas en plena crisis, mejorara los

    niveles de empleo y dotara a la ciudad de un motivo porel que volver al pasado, volver a la leyenda, para mejo-rar el futuro.

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