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    Historiografas, 7 (Enero-Junio, 2014): pp. 125-129.

    ISSN 2174-4289 125

    Franois Dosse, Paul Ricoeur -M ichel De Certeau: la histor ia entr e el decir

    y el hacer. Buenos Aires: Nueva Visin, 2009, 128 pgs.

    On le sait, le dialogue entre philosophie et histoirea longtemps t un dialogue de sourds.1

    Franois Dosse

    El libro, editado en un primer momento en francs el ao 2006, alcanza una mejorlectura al visualizar a su autor, Franois Dosse, como historiador intelectual del

    pensamiento filosfico y epistemolgico europeo del siglo XX. Cabe mencionar algunas de

    sus obras ms importantes a modo de que los ttulos puedan mostrar su recorrido: Historiadel estructuralismo (obra en dos tomos del ao 1991 y traducida al alemn, espaol,

    coreano, japons, ingls y portugus), La historia en migajas. De Annales a la Nueva

    Historia (2007), La marcha de las ideas. Historia de los intelectuales, historia intelectual(2003). Adems, en los ltimos aos, ha incurrido en la biografa intelectual dando claras

    luces de una historiografa francesa que se renueva. Sobre este ltimo punto, cabe

    mencionar precisamente las biografas de P. RicoeurPaul Ricoeur, los sentidos de una vida

    1913-2005(primera edicin en francs 1997)2

    y de M. De Certeau Michel De Certeau, elcaminante herido(primer edicin en francs 2002), adems de las obras referidas a Guattari

    y Deleuze (2007) y a Pierre Nora (2011), sta ltima an sin traduccin al espaol.3

    La tesis central de Dosse plantea una fuerte relacin analtica entre De Certeau y

    Ricoeur en lo que respecta a la prctica historiadora y en especial a la relacin entre historia

    y memoria. Relacin por tanto de corte epistemolgico, que echa por tierra una cierta

    distancia que se les ha atribuido, y que para el autor responde ms bien a las veredas desdedonde los dos autores escribieron: De Certeau, quien a pesar de ser filsofo lo haca desde

    la historia; y Ricoeur, quien lo haca desde la filosofa interrogando la disciplina

    historiogrfica y no el pasado mismo. Veredas que finalmente, segn el libro, conducen a

    un mismo puerto.

    Ahora bien, ms all de la relacin (algo simple planteada en la introduccin) de

    Ricoeur y De Certeau, post mortemde este ltimo, se plantea una relacin excepcionalentre ambos autores aun no habindose interrelacionado ms all de escuetos encuentros

    creemos hay en el libro un planteamiento mucho ms profundo y que apunta directamente a

    la produccin y prctica historiadora (planteada en el subttulo): la relacin entre el decir y

    el hacerest referida a que la primera apunta sus dardos a la construccin discursiva que

    1Franois Dosse, Le moment Ricoeur de lopration historiographique,Vingtime sicle, revue dhistoire,

    69 (janvier-mars, 2001): 137-152: Como sabemos, el dilogo entre filosofa y la historia

    ha sido durante mucho tiempo un dilogo de sordos.2Este ao 2013 ha sido traducida al espaol y publicada por el Fondo de Cultura Econmica (Buenos Aires).

    Obra que adems ha sido aumentada por su autor, a razn de las publicaciones de Ricoeur desde 1997, en

    especial su gran obraLa memoria, la historia, el olvido(de la misma editorial).3Un buen sitio de internet con todos sus ttulos:http://dossefrancois.free.fr/

    http://dossefrancois.free.fr/http://dossefrancois.free.fr/
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    Historiografas, 7 (Enero-Junio, 2014): pp. 125-129.

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    se presenta como producto de la operacin historiogrfica, y la segunda, que apunta al

    mbito prctico de la disciplina, el de la intersubjetividad de quienes escriben desde las

    distintas escuelas de la historia.

    En la primera parte, la historia: una fabricacin, Dosse comienza alertando del

    error que ha sido considerar la hermenutica de Ricoeur como una posicin subjetivista dela historia. Defiende el filsofo el grado subjetivo del trabajo historiogrfico en la medida

    que remite a un sujeto que interpreta (por ejemplo en la seleccin de documentos o juicio

    de importancia), pero que a la vez tiene siempre un pacto de verdad4con sus lectores,

    defendiendo una mixtura entre objetividad y subjetividad. El momento de mayor anlisis en

    la defensa de esta intersubjetividad es para Dosse La historia, la memoria, el olvido, libro

    publicado por Ricoeur el 2000. Ac Dosse expone por primera vez una relacin directa

    entre filsofo y De Certeau en el uso de la nocin operacin historiogrfica, acuada porDe Certeau y tomada por Ricoeur en su epistemologa de la historia: fase documental

    (mtodo crtico), fase explicacin/comprensin (remite a la pregunta del por qu?) y lafase escrituraria, la representacin.

    5 Tres momentos imbricados entre s en una

    hermenutica histrica.

    Hay en la operacin una aceptacin, por parte de Certeau, de que el pasado se

    fabrica en la alteridad con los otrosque ya no estn pero a los que se les estudia e intentasignificar. En primer lugar, esta fabricacin es producto del lugar social del que surge.

    Concibe la obra historiadora como una fabricacin desde un lugar institucional. Mirada

    cercana a Max, como el mismo Certeau le confesaba a Revel: hacer historia es en efecto,

    una industria. Este punto es, como explica Dosse, el momento de ms distancia entre elpensador jesuita y Ricoeur. Este ltimo rechazaba esta visin en trminos de reflejo por

    considerarla errneamente sociologizada. En segundo lugar, la historia es para De Certeau

    una prctica entre el dato y lo creado. Por ltimo, la historia es precisamente escrituradesde su plano social y no solamente desde un lenguaje omnipresente (aqu una gran

    diferencia con Foucault).

    En un segundo momento del texto, titulado el relato, guardin del tiempo, Doss ese aboca a la relacin de los autores en cuestin con el problema de la temporalidad, en

    especial desde Ricoeur. Ser el relatola narracin (le rcit)el vehculo y guardin de

    las aporas del tiempo. A la pregunta planteada hace tanto tiempo por Agustn de qu es el

    tiempo, Ricoeur responde aceptando el misterio, pero viendo en la narracin ficticia ehistrica el motor de su comprensin.

    6Se propone la refiguracin del tiempo desde su

    4Siempre que se cite sin pi de pgina ser textual del libro, de lo contrario se citar a pi de pgina con la

    obra correspondiente.

    5Para ser ms especfico habra que decir que Ricoeur prefiere el concepto de representancia pues incluyemejor la concepcin ontolgica del estudio del devenir de los hombres en el tiempo. Asunto que es sin dudas

    complementario al de representacin. En La historia, la memoria, el olvido. Fondo de Cultura Econmica.

    Buenos Aires, p. 360-370.6La tesis central Temps et rcit: Quil existe entre lactivit de raconter une histoire et le caractr temporel

    de lexprience humaine une corrlation qui nest pas purement accidentelle, mais prsente une forme de

    ncessit transculturelle: que le temps devient temps humain dans la mesure o il est articul sur un mode

    narratif, et que le rcit atteint sa signification plnire quand il devient une condition de lexistence

    temporelle En Paul Ricoeur, Temps et rcit I. Lintrigue et le rcit historique . Paris, Seuil, 1983, p. 105.

    Traducido como entre la actividad de narrar una historia y el carcter temporal de la existencia humana

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    teora de la triple mimesis en Temps et rcit entre la identidad narrativa (concepto

    acuado por el filsofo) y la ambicin por la verdad. Dosse sintetiza de manera muy lcida

    el aporte ricoeuriano de enorme alcance para la discusin de la historia y la memoria: entreel tiempo csmico y la narracin personal o vivencial existe un puente, un tercer tiempo

    relatado por la historia: no hay tiempo pensado, sino contado. Ahora bien, el autor

    diferencia de manera clara los alcances de la teora narrativa de Ricoeur, y con esto sucercana con los narrativistas anglosajones (en especial Hyden Whithe), pero haciendo valer

    la posicin ricoeuriana de no aceptar la indiferenciacin entre historia y ficcin.

    Dosse realiza una inteligente ligazn entre la teora narrativa de Ricoeur y la postura

    hermenutica observada en De Certeau, en especial pues el historiador y pensador francs

    abogaba por una lectura del pasado como textosen una hermenutica del otro. Hay en las

    dos posturas, dice Dosse, un alejamiento del estructuralismo cientificista. Siguiendo estalnea, tambin resalta la cercana de ambos pesadores con la teora psicoanaltica: el

    historiador realiza una reconstruccin de fragmentos, muchos de ellos incoherentes al modoclnico. Acaso el historiador no intenta representar las lesiones de la memoria social?

    Precisamente es el problema de la memoria el tercer momento del libro: Historizar

    los indicios memoriales. Las nuevas tendencias historiogrficas que hacan no dar mayor

    crdito a la historia que no tuviera sentido en el presente entreg un terreno frtil para ladiscusin historia/memoria. Segn Ricoeur, al igual que el psicoanalista, el historiador

    poda realizar la construccin de la trama (mise en intrigue) de modo de reconstruir y re-

    significar un lenguaje que sala desde el inconsciente (esa memoria individual y soterrada).

    Se abra con esto el problema del carcter lesionado de la memoria, aquella memoriasocial. Frente a los imperativos de las memorias obligadas (en especial por lo observado en

    Francia en los noventa, Pierre Nora hablar de la tirana de la memoria), Ricoeur opone a

    la idea de un supuesto deber de la memoria, al que ataca, el trabajo de la memoria.Trabajo historiogrfico, como expresa Dosse en otro estudio ms recientemente: la

    memoria (para Ricoeur) es ese lugar a medias individual, a medias colectivo, cuya

    distincin con la nocin de historia hace indispensable la existencia de una mediacin, de

    un conector que ser representado por el relato. Ricoeur lleva a cabo un nuevo avance de suespiral hermenutico, que con el objeto memorial, ahonda esta vez ms profundo en el

    interior de los fenmenos, abrindose siempre a un actuar, a un destinatario.7

    Hay tambin una relacin que Dosse hace patente en el trabajo de Ricoeur: lamemoria, la sana memoria, exige tambin el olvido. Al igual que Todorov, Ricoeur

    entiende el desdibujamiento (el olvido) y la conservacin como ideas que, en su

    interaccin, construyen la memoria. Labor cvica del filsofo francs, que se pona demanifiesto al finalizar el siglo XX en la observacin inquietante de los excesos de

    memoria y olvido. Se presenta la escritura histrica como remedio y veneno, pues por un

    lado protege del olvido, pero por otro amenaza con reemplazar el esfuerzo de la memoria.

    existe una correlacin que no es puramente accidental, sino que presenta la forma de necesidad transcultural.

    Con otras palabras: el tiempo se hace tiempo humano en la medida que se articula en un modo narrativo, y la

    narracin alcanza su plena significacin cuando se convierte en una condicin de la existencia temporal.7 Franois Dosse, Paul Ricoeur. Los sentidos de una vida (1913-2005) (Buenos Aires: Fondo de Cultura

    Econmica, 2013), 698.

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    Finalmente, la memoria podr ser memoria feliz, si logra alcanzar el perdn, como

    horizonte escatolgico de la memoria feliz. El perdn resulta as, de modo casi utpico,

    liberador.

    Desde la vereda de los artefactos culturales de lo cotidiano, muy distinto de la

    reflexin filosfica ricoeuriana pero con matices y alcances similares, De Certeau defiendeuna historia social de la memoria. Es interesante en el autor el paralelismo entre

    memoria/historia y el yo/t. Hay para De Certeau herramientas desde el psicoanlisis al

    igual que en Ricoeur para el estudio de la memoria. El trabajo historiogrfico es para elautor a la vez un acontecimiento que interpela al ausente, al otro. Al igual que el filsofo, el

    historiador francs hace el llamado por establecer la relacin entre historia y memoria

    desde el estudio de las prcticas sociales y las prcticas significativas dentro de una

    determinada conflictividad social.

    El ltimo captulo, llamado la apertura del decir a un hacer, viene a cerrar elcrculo interpretativo del discurso historiogrfico propuestos por ambos pensadores. Lo que

    Dosse expone en este punto guarda relacin con la revaloracin del acontecimiento,largamente discutido por Ricoeur en el tomo uno de Temps et rcit, y el giro interpretativo

    que de aquello result: por una parte, la reconsideracin del acontecimiento como parte

    constitutiva del relato (incluyendo la impronta de la historia reciente, valorada por Ricoeurcomo necesaria), y tambin la mirada interna a los modos y formas de fabricacin del relato

    historiogrfico (giro historiogrfico). Ambas problemticas estn directamente relacionadas

    con la refiguracin del tiempo en la medida que, dando por cierta la tesis ricoeuriana de la

    narratividad, todo relato histrico es a la vez una refiguracin temporal. Toda esta meta-teora toma sentido bajo el alero de una filosofa de la accin humana, problema que no

    alcanza a ser explicado de manera consistente por el autor. Vemos ac un vaci no menor,

    en la medida que el paso de la filosofa de la voluntad al de la accin es un recorrido largo ycomplejo en la filosofa ricoeuriana. Solo diremos que la cuestin de la accin humana,

    como rasgo permanente deser, se conecta con la problemtica del lenguaje en la funcin

    mimtica de la narracin: la accin es as referencia de lo narrado en Ricoeur.8

    Ahora bien, esta apertura analtica llamado giro lingstico que hace del relato

    histrico un verdadero acontecimiento y por tanto digno de preguntas de investigacin

    tuvo en Francia en la figura de Michel De Certeau uno de sus principales exponentes, pero

    que al igual que Ricoeur, no llegan a plantear un constructivismo radical del pasado almodo tropolgico de White o Ankersmit. El pacto de verdad en un relato del pasado no est

    en discusin en ninguno de los dos pensadores franceses.

    Dentro de este pasado realy como siempre estructura Dosse en su libro el paso del

    anlisis filosfico-epistemolgico en Ricoeur al del historiador De Certeau , las prcticas

    culturales se transforman en uno de los ejes finales a resaltar. Para este ltimo, las prcticas,entendidas como dicotoma entre estrategias y tcnica, daban mayores luces de anlisis

    histrico como objetos de estudio, incluso dentro de la operacin historiogrfica. La tensin

    entre estas dos ideas entrega para De Certeau un modelo de anlisis hermenutico, pues se

    articula engramado entre prcticas que se asocian a lopropio(estrategia) y al lugar del otro

    8Alfredo Martnez Snchez, La filosofa de la accin de Paul Ricoeur, Isegora, 22 (2000): 207.

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    (tctica). El yo es el que habla, el que propone, el que piensa; pero todos sus artilugios

    mentales estn siempre supeditados a acciones con otroscomo ser social que es. Bajo este

    signo de la disociacin del deciry el haceres que Dosse entiende y explica la novedosaforma de entender el anlisis histrico en De Certeau. El pasado es para el autor una vasta

    heterologa: un recorrido de las huellas del otro.9 Es precisamente esta tensin entre el

    decir y el hacer la que aleja a De Certeau de otro gran pensador francs de la poca:Foucault. No por nada escribi un texto titulado El negro sol del lenguaje: Michele

    Foucault. Como explica de manera brillante Ricoeur, De Certeau busca la relacin

    lenguaje-prcticas para desvelar significaciones, mientras que Foucault se encierra en unaneutralidad de lenguajes por sobre lenguajes.

    10

    El libro, por ltimo, escapa al dilogo de sordos evocado por Dosse en post de una

    inteligibilidad fructfera entre filosofa e historia. Segn el autory creo que en esto nadiepuede estar en contra Ricoeur y De Certeau, aunque no en vida, han entablado

    indirectamente un dilogo enriquecedor y constructivo para el quehacer historiogrfico. Eltexto que terminamos de comentar es una buena prueba.

    Daniel Ovalle PastnUniversidad de Chile (Chile)

    [email protected]

    Fecha de recepcin: 30 de octubre de 2013.Fecha de aceptacin: 30 de diciembre de 2013.

    Publicado: 30 de junio de 2014.

    Para citar: Daniel Ovalle, Franois Dosse, Paul Ricoeur-Michel De Certeau: la historia

    entre el decir y el hacer. Buenos Aires: Nueva Visin, 2009, 128 pgs.,Historiografias, 7

    (enero-junio, 2014): pp. 125-129

    http://www.unizar.es/historiografias/historiografias/numeros/7/res_ovalle.pdf

    9En Paul Ricoeur,La historia, la memoria, el olvido (Buenos Aires: FCE, 2008), 263.10Ibid., p. 264.

    http://www.unizar.es/historiografias/historiografias/numeros/7/res_ovalle.pdfhttp://www.unizar.es/historiografias/historiografias/numeros/7/res_ovalle.pdfhttp://www.unizar.es/historiografias/historiografias/numeros/7/res_ovalle.pdf