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Estampas de la vida cotidiana a través del arte gótico.

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  • ESTAMPAS DE LA VIDA COTIDIANA A TRAVSDE LA ICONOGRAFA GTICA

    M . Carmen Lacarra Ducay

    (Universidad de Zaragoza)

    A travs de las representaciones iconogrficas de carcter religioso los pintoresque trabajan en tierras de Aragn durante el siglo XV dejan reflejados los usos y cos-tumbres de sus habitantes. Se trata de una fuente de informacin no siempre bien utili-zada por los historiadores de la Edad Media pus es algo ms que un material para ilus-trar un texto: estas obras pictricas reflejan el ambiente de una poca, las modas en elvestir de hombres y de mujeres, el escenario en que desarrollaban sus vidas, el tipo devivienda, rural y urbana, sus aposentos, sus muebles...'

    Aragn tiene la fortuna de haber podido conservar un importante nmero de reta-blos, completos o fragmentados, que permiten trazar una evolucin progresiva del estiloGtico, desde el llamado Internacional de comienzos del siglo XV, hasta el Hispano-septentrional o Hispano-flamenco con que termina la centuria y concluye el estilo,para dar paso a una nueva modalidad estilstica el Renacimiento que triunfar duranteel siglo XVI.

    Durante los ltimos aos se ha llevado a cabo una destacada labor de investiga-cin en los archivos aragoneses por parte de historiadores espaoles y extranjeros que haenriquecido con su aportacin documental los datos que se conocan sobre pintores deretablos durante el siglo XV. Son abundantes los contratos notariales sacados a la luz quenos informan sobre las condiciones de trabajo de los artfices y la voluntad de los comi-tentes de las obras as como de las motivaciones de su realizacin. Ellos nos proporcio-nan nombres de pintores, de mecenas y de localidades donde se ubicaban los principa-

    I. Vase sobre este tema los trabajos de doa Maria Antonia Antoranz Onrubia y de doa M Cristina SigenzaPelarda dedicados a la comida y a la moda en el vestir durante la Edad Media, publicados en este mismovolumen.

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    les talleres pictricos, as como de las iglesias para las que se destinaban los retablos. Lalectura de las capitulaciones, en ocasiones redactadas con minuciosidad, da idea tambinde las devociones preferentes de los aragoneses en determinadas pocas y lugares, porla mayor o menor frecuencia con que se solicitan unos determinados temas iconogrfi-cos, mucho ms arraigados que otros en la devocin popular'. Y es en la representacinde estas composiciones, de acusado caracter narrativo, donde los pintores retratan lavida cotidiana de la sociedad aragonesa cuatrocentista, condicionada por su situacingeogrfica e histrica. Con frecuencia los pintores reflejan en sus composiciones la socie-dad que les rodea, por ser la mejor conocida, y en el caso que ahora nos ocupa, la ara-gonesa cuatrocentista, que se muestra lleno de contrastes por la obligada convivencia decristianos, musulmanes y judios, agricultores y burgueses, caballeros y soldados, mer-caderes, artesanos, religiosos, esclavos, ancianos, jvenes, mujeres, y nios, sin olvidara los desheredados de la fortuna que junto con los reyes representan los dos extremos dela escala social. Escenas cortesanas, escenas urbanas, escenas rurales, escenas represen-tadas en el interior de los templos que se decoran con retablos similares al que sirve desoporte a la composicin, escenas de martirio que tienen lugar en el interior de suntuo-sas residencias palaciegas o al aire libre extramuros de la ciudad, escenas blicas cuyossoldados ostentan las armas del rey de Aragn que participa en la contienda...

    As se puede reconstruir el sistema de vida de un pueblo bajomedieval, a travsde las representaciones pictricas de los retablos documentados, y en el caso de no cono-cerse su cronologa es la propia obra quin nos proporciona, con su lenguaje figurativo,moda en el vestir, utillaje domstico, edificaciones, paisajes-, la fecha aproximadade su realizacin'. Es decir, los datos que revela la propia pintura informan tanto sobre

    2. Sobre la devocin popular en Aragn durante la Edad Media y su reflejo en la historia del arte, vase: J.Galiay Saraana: Aportaciones al estudio de la pintura aragonesa del siglo XV, Boletn del MuseoProvincial de Bellas Artes de Zaragoza y de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Lus, n2, (1942), pp. 34-52. A. Durn Gudiol: Los Santos aragoneses, Re y . Argensola, 18 (1954), pp. 143-163. San Orencio, obispo de Auch, Re y . Argensola, 21, (1955), pp. 1-13, Santas Nunilona y Alodia,vrgenes y mrtires, Re y . Argensola, 22 (1955), pp. 123-135. Santos Odn, Feliz, Marcelo y Benito,ermitaos, Argensola, 23 (1955), pp. 237-243, y San Lorenzo, arcediano de la Santa Romana Iglesia ymrtir, Argensola, 27, (1956), pp. 209-224. W, Rincn y A. Romeo: Iconografa de los Santos Aragoneses,Zaragoza, 1982, vols. I y II.

    M. I. Falcn Prez: La festividad del Corpus Christi en los pueblos de Aragn en la Edad Media yLa procesin del Corpus en Zaragoza en el siglo XV, en V Jornadas sobre el Estado actual de losestudios sobre Aragn. Zaragoza, 1984, pp. 625-632, y 633-638. D. Buesa Conde: Manifestaciones de lareligiosidad popular en la Zaragoza del siglo XV. Las procesiones devocionales, penitenciales y en accinde gracias por la toma de Granada, Aragonia Sacra, II, (1987), pp. 45-58. J. A. Sesma Muoz, coordi-nador: Un ao en la historia de Aragn, 1492. Zaragoza, 1992. Nr I. Falcn Prez: Religiosidad popu-lar en Zaragoza en el siglo XV, Religiosidad popular en Espaa. Actas del Simposium (I), San Lorenzodel Escorial, 1997. pp. 877-899. NI C. Lacarra Ducay: La devocin a Santa Mara del Pilar de Zaragozadurante la Baja Edad Media, en: El Pilar es la columna. Historia de una devocin. Zaragoza, 1996, pp.29-46.

    3. Un primer intento de aproximacin a la obra de arte como fuente de datos histricos para conocimientode una poca determinada fue el realizado por J. Guerrero Lovillo en su anlisis de las miniaturas alfonses:vase: Las cantigas. Estudio arqueolgico de sus miniaturas. Madrid, 1949. Y en la misma linea, con pos-terioridad, G. Menndez Pidal y C. Bernis: Las Cantigas. La vida en el siglo XIII segn la representaciniconogrfica, (II). Traje, aderezo, afeites, Cuadernos de la Alhambra, 15-17, 1979-81. pp. 89-154.

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    ella misma como sobre la sociedad que la hizo posible; no es slo un valor artstico elque nos lleva a valorar una pintura es tambin su valor histrico que trasciende por encimade si misma para informar, como fuente documental, sobre la poca en que fue realizada.

    Tomando como punto de referencia distintos retablos realizados en Aragn a lolargo del siglo XV vamos a presentar algunas escenas que nos pueden informar acercade la vida cotidiana aragonesa durante la poca gtica. Para recrear la vida religiosa enla comunidad aragonesa cuatrocentista la documentacin que proporcionan sus pinturases de gran inters.

    Vamos a comenzar con un retablo de fecha temprana, como es el dedicado a la tri-ple advocacin de los santos Lorenzo, Prudencio y Catalina, realizado al temple sobretabla por el pintor zaragozano Juan de Lev, con ayuda de su taller (1401-1408), porencargo de don Fernando Prez Calvillo, obispo de Tarazona desde 1391 y cardenal desde1397, para presidir el testero de la capilla funeraria que haba comenzado a construir suhermano don Pedro, su predecesor en el episcopado de Tarazona, en la Seo turiasonense.Son en realidad tres retablos unidos enlazados por las entrecalles hasta constituir un solofrente pictrico acoplado al muro frontal de la capilla, que termina en forma apuntada acausa de la bveda de crucera gtica que le sirve de cubierta. En el retablo de SanPrudencio, que ocupa el lateral izquierdo, tres de sus tablas dedicadas a la Vida del santoobispo de Tarazona, nos informan sobre los usos y costumbres de la Iglesia en Aragndurante la Baja Edad Media'.

    En la primera, correspondiente a la calle lateral izquierda, zona inferior, se repre-senta la Predicacin del joven Prudencio a los idlatras de Calahorra. El santo se encuen-tra en el interior de un templo subido en un plpito gtico ante el que se agrupan, sen-tados en bancos, hombres y mujeres de elevada condicin social, como se trasluce porsus atavos, con actitud atenta. Un idolo en un segundo trmino de la sala confirma elcaracter pagano del edificio.

    En la segunda, correspondiente al tico o coronamiento, se representa la consa-gracin episcopal de San Prudencio en la catedral de Tarazona. Preside la composicinla figura juvenil del santo obispo entronizado al que acompaan cuatro prelados. Se asistea la colocacin de la mitra de su dignidad y entrega del bculo al nuevo prelado por losdos obispos que lo flanquean. San Prudencio sujeta el bculo con la mano derecha y tieneun libro en la izquierda abierto en la pgina del Te Deum o Himno de accin de gra-cias. La ctedra episcopal es un elegante modelo de mueble cuatrocentista terminado porarriba en forma de dosel.

    4. M. C. Lacarra Ducay: Juan de Lev, pintor al servicio de los Prez Calvillo en su capilla de la Seo deTarazona (1403-1408), en: Retablo de Juan de Lev y su restauracin, Zaragoza, 1990, pp. 29-45 y 57-63.M. T. Ainaga Andrs: El legado artstico de Pedro y Fernando Prez Calvillo a la sede episcopal deTarazona (Zaragoza), en: Turiaso, X, tomo II, Tarazona, 1992, pp. 455-503.

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    Finalmente, en la tercera tabla ubicada en la zona superior de la calle lateral dere-cha del mismo retablo, se muestran las exequias que recibe San Prudencio en su lechode muerte por parte del clero turiasonense. Un obispo lee las preces de los difuntos acom-paado de dos aclitos, de varios monjes y de algunos fieles: un monaguillo, en la cabe-cera de la cama, lleva una cruz procesional. En primer trmino sendos monjes se con-centran en la lectura de sus respectivos libros.

    Otros pasajes de la vida y leyenda de San Prudencio se representan en las dos calleslaterales, de tres casas cada una, as como en las tres casas del banco, comenzando porel lado izquierdo del observador. La tabla principal reproduce la imagen de San Prudenciorevestido con sus atavos episcopales. El pintor se habra inspirado para sus composi-ciones narrativas en la descripcion que de la vida del santo prelado turiasonense sehace en el Breviario antiguo de Tarazona (Vita Sancti Prudentii) enriquecida con latradicin'.

    Similar nmero de tablas configuran la parte central del retablo dedicado a SanLorenzo, dicono y mrtir, as como la zona del lado derecho dedicada a Santa Catalinade Alejandra. Los muros laterales y bveda de la capilla se decoraron con pinturas mura-les, hoy desaparecidas, destinadas a ensalzar a los padres y hermanos del seor cardenal,que figuraban retratados bajo la proteccin de Dios y de Santa Mara y acompaadosde los santos titulares, Lorenzo, Prudencio y Catalina. La ornamentacin completa dela capilla, retablo y pinturas murales, fue contratada con Juan de Lev por don FernandoPrez Calvillo en torno a 1400, a travs de su procurador y cannigo de la Seo turiaso-nense, don Julian de Loba. Con el mismo intermediario se contrataron las tumbas des-tinadas a contener los restos de don Pedro Prez Calvillo, obispo de Tarazona entre 1354y 1391, y de su hermano don Fernando, que morira en Tarazona a su regreso de Avin,donde haba permanecido entre 1398 y 1403 como acompaante de Benedicto XIII, eldia 7 de julio del ao 1404.

    Juan de Lev (doc. 1388+1410) y los que le ayudaron en la pintura del retablo dela catedral de Tarazona representan una tendencia internacional dentro del gtico de sutiempo, con notables alusiones al mundo de la miniatura europea contempornea en laque se funden aportaciones del mundo mediterrneo con el septentrional europeo. Lapopularidad de que gozan hoy autor y retablo entre los estudiosos de la pintura gticaespaola se debe a que se reconoce en ellos a los mejores representantes de los idealesartisticos presentes en la escuela aragonesa durante la primera decada del siglo XV6.

    5. Sobre la vida de San Prudencio, obispo de Tarazona, y sus diversas versiones, ms o menos legendarias,vase de don V. de La Fuente: La iglesia de Tarazona en sus estados antiguo y moderno, Espaa Sagrada,Tomo XLIX, Tratado LXXXVIII, Madrid, 1865, pp., 86-113.

    6. J. M. Sanz Artibucilla. Un retablo gtico en Tarazona (Aragn), Archivo Espaol de Arte, n58, (1943),223-238. J M Sanz Artibucilla: Guilln y Juan de Lev, pintores de retablos. Tirada suelta de Sefarad,

    ao IV, fase. 1, Madrid, 1944.

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    Dos obras pintadas al leo sobre tabla correspondientes a la segunda mitad delsiglo XV completan esta informacin: en la primera, composicin inicial del banco enun retablo dedicado a San Vicente mrtir procedente de la Colegiata de Santa Mara deCalatayud (Zaragoza), hoy en el Museo de Arte Sacro de la misma ciudad, se representael acceso al diaconado del joven Vicente, ceremonia presidida por su maestro San Valero,entronizado, con acompaamiento de distinguidos miembros del clero cesaraugustano.La escena tiene lugar en el interior de un templo gtico, (recreacin de la Seo de Zaragoza?),delante del altar mayor, con la presencia de un hermoso retablo gtico de pintura, dedi-cado a la Virgen Maria, como fondo de la cabecera del templo'. Es una pintura de nota-ble inters, no tanto por su valor esttico como por la informacin que proporciona alreproducir el interior de una iglesia cuatrocentista aragonesa, edificio de tres naves, abo-vedado con crucera en el que destaca la importancia del retablo gtico que decora lacapilla mayor. Las cuatro tablas siguientes que completan el banco del retablo se dedi-can a plasmar nuevos pasajes de la vida de San Vicente como son: su conduccin juntocon San Valero ante el proconsul romano Daciano para ser interrogados, el martirio deSan Vicente atado a una cruz, su muerte, y su entierro por fieles devotos a las afuerasde la ciudad de Valencia. En el cuerpo del retablo se representa a San Vicente mrtir comotitular entre San Juan Bautista y Santa Maria Magdalena. En el tico o coronamiento secoloc una tabla con la representacin de un Calvario procedente de otro retablo bastanteanterior en cronologa y estilo. La tabla central y el banco pertenecen a un mismo pintor,no identificado, al que Chandler R. Post le di el apelativo de Maestro de San Vicente,que refleja una tendencia naturalista dentro de la corriente hispano-flamenca de finalesdel siglo XV representada en Zaragoza por Martn Bemat (doc. 1445-1503) y en Calatayudpor la figura de Domingo Ram en su primera etapa (1460-1480) y su equipo de colabo-radores. Las tablas laterales del cuerpo del retablo podran atriburse a otro taller, de fechaalgo posterior, que, en opinin de Faban Maas, podra tratarse del formado por DomingoRam y Bartolome de Verdeseca, en los primeros arios del siglo XVI'.

    La segunda de las tablas que aqu se seleccionan pertenece a un retablo dedicadoa la Piedad entre San Miguel Arcngel y Santa Catalina de Alejandra que realiz MiguelJimenez en los ltimos arios del siglo XV (c. 1485-1505) para la iglesia de Santa Marade Ejea de los Caballeros (Zaragoza). Forma parte del banco y se representa en ella la pro-cesin encabezada por el pontfice San Gregorio Magno (590-604) por las calles de Romapara implorar al cielo que cese la peste en la Ciudad Eterna, y la aparicin del arcngelSan Miguel en lo alto del mausoleo del Emperador Adriano (Mole Adriana o castillo deSan(Angelo) para indicar que sus preces haban sido odas 9 . La escena reproduce el7. J. Gudiol Ricart: Pintura medieval en Aragn, Zaragoza, 1971, pp 65, 86-87 y figs. figs. 217 a 220. G. M.

    Borrs Gualis y G. Lpez Sampedro: Gua de la ciudad monumental de Calatayud, Madrid, 1975, p. 70.fig. 29. Recogen el dato de que segn Carlos Dominguez de la Fuente, este retablo procede de la desa-parecida iglesia de San Torcuato y perteneci a la familia de los Granadas.

    8. F. Maas Ballestn: Pintura gtica aragonesa, Zaragoza, 1979, pp. 190-194.9. A San Gregorio Magno se le invoca contrra la peste por haber logrado con sus oraciones que cesara la epi-

    demia que asol la ciudad de Roma el ao 590, en el momento de su eleccin al pontificado. L. Reau:

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    momento en que el arcngel San Miguel limpia con un pao la espada manchada desangre que lleva en su mano derecha, que anuncia el fin de la epidemia, gesto contem-plado por el pontfice y su sequito que encabezan una procesin seguidos por gran nmerode fieles que, debidamente vestidos y bien separados los hombres de las mujeres, avan-zan tras ellos acompandolos en sus oraciones'. El pintor ha reproducido fielmenteuna ciudad bajomedieval con casas que repiten modelos flamencos como se advierte porsus tejados inclinados y sus fachadas con frontones escalonados. En esta pintura de MiguelJimenez se reconoce su tendencia a seguir la corriente naturalista de origen septentrio-nal europeo, fiel a las escuelas pictoricas flamenca y germnica.

    El pintor, de origen castellano pero residente en Zaragoza durante gran parte desu vida, pudo inspirarse para su composicin en las distintas ceremonias procesionalescelebradas en la ciudad a finales del siglo XV presididas por el arzobispo don Alonso deAragn (1475-1520), hijo de Fernando el Catlico y amigo de la magnificencia en elceremonial de las festividades del calendario religioso zaragozano".

    De Miguel Jimenez la documentacin conocida es abundante y comprende desde1462, ao en que figura como testigo en un contrato de aprendizaje entre dos pintoreszaragozanos, hasta 1505, fecha de su fallecimiento. Era natural de Pareja, del reino deCastilla, pero estuvo afincado en Zaragoza, donde transcurri su larga vida profesionalcomo pintor de retablos, rodeado del reconocimiento y aprecio de sus paisanos. Su fre-cuente colaboracin con otros pintores (Martn Bemat, Juan de Boniella, Salvador Roig,Jaime Lana, Martn de Larraz y su hijo Juan Jimnez, entre otros,) no impide que se iden-tifique su estilo pictrico reflejado tanto en las obras en que pone su nombre as sucedeen el banco del retablo de la Piedad de Santa Mara de Ejea: Miguel Ximenez me pinto,como en otras obras conservadas de las que se tiene documentacin. Cuando en 1484 fuenombrado pintor del rey Fernando el Catlico, cargo en el que suceda a otro destacadopintor aragons, Toms Giner, ya fallecido (+1480), haba realizado un abundante nmero

    lconographie de L'Art Chretien, Tomo II, vol. I, Paris, 1956, pag. 45 y 51. Tome III, vol. II, Paris, 1958,pp. 609,611-612.

    10. Obligacin de los vecinos de acompaar a la procesin, uno por cada casa, con candela encendidaen las manos, debidamente vestidos, y bien separados los hombres de las mujeres, que figura en ladocumentacin conservada en el Archivo Municipal de Zaragoza, Libros de Actos Comunes y dePregones, correspondiente al ao 1450, dada a conocer por 1. Falcn Prez en: Religosidad popularen Zaragoza en el siglo XV, Religiosidad popular en Espaa, Actas del Simposium, I, San Lorenzodel Escorial, 1977, pg. 886.

    11.Sobre la aficin a la msica del Arzobispo don Alonso de Aragn, vase de P. Calahorra Martinez: LaMsica en Zaragoza, siglos XVI-XVII, 1. Zaragoza, 1977. Entre las diversas procesiones penitenciales zara-gozanas que tuvieron lugar durante el gobierno del arzobispado por don Alonso de Aragn, hijo naturaldel rey Fernando II el Catlico, destacan aquellas hechas para implorar lluvias (1471), para evitar malascosechas (1477) o para que cesara la epidemia de peste que afect a la ciudad (1490), epidemia que semanifestara de nuevo cinco aos mas tarde provocada por una grave plaga de langostas. Vase al res-pecto, con abundante documentacin: D. J. Buesa Conde: Manifestaciones de la religiosidad popular enla Zaragoza del siglo XV. Las procesiones devocionales, penitenciales y en accin de gracias por la tomade Granada, en: Aragonia Sacra, II, Zaragoza, 1987. pp. 48-53.

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    de retablos para diferentes iglesias, tanto en Zaragoza ciudad como en las tres provinciasaragonesas y de Navarra'.

    No menos enriquecedora es la informacin que se posee de la vida profana enAragn durante el siglo XV al contemplar detenidamente algunas escenas pintadas sobretabla de retablos destinados a la devocin de la sociedad de su tiempo. As es posibleconocer el ambiente que rodeaba el nacimiento de un nio de clase media al analizarlas representaciones de escenas de la Natividad de Mara o del Nacimiento de San JuanBautista en los retablos de dichas advocaciones. Un ejemplo de lo que decimos nos loproporciona el primitivo retablo mayor de Santa Mara de Borja (Zaragoza), hoy en lasacrista, con la escena del Nacimiento de la Virgen, perfectamente conservada. Este gran-dioso retablo pintado al temple sobre tabla fue realizado por los pintores zaragozanosNicols y Martn Zahortiga entre 1460 y 1477 por la suma de 11. 000 sueldos jaqueses".

    Santa Ana se encuentra sentada en la cama de un acogedor dormitorio, en acti-tud de comer alirhentos de un plato que tiene sobre sus rodillas mientras es atendidapor tres mujeres de mediana edad Q ,supervivencia de las tres Parcas de la mitologa griega,siempre presentes cuando un nio abra los ojos a la luz?) que se aproximan a ella lle-vando platos alimentos y vasos en las manos. La cama est sobre un estrado y tienecortinajes suspendidos del techo a medio descorrer lo que permite que se distinga al fondoa la derecha una puerta que comunica con la cocina y el hogar con un puchero en la lum-bre y diversos utensilios que penden de la pared. En un primer trmino, delante de lacama, hay una joven matrona que lleva en sus brazos a la recin nacida envuelta en unatoquilla y hacia ella se aproxima otra criada solcita con un cuenco y un lienzo en lasmanos. Algo distante del grupo, a los pies del lecho, una ltima mujer calienta en unpequeo brasero alimentos para la recin parida; caldo en un recipiente y un ave.

    La importancia concedida a los detalles ambientales hace imprescindible el nimbodorado que circunda la cabeza de Santa Ana, manera de sacralizar la escena demasiadohumana en su tratamiento pictrico. Sin embargo, esta deliciosa pintura sirve como docu-mento histrico del desarrollo de la vida cotidiana en un ambiente pequeo burgus dela segunda mitad del siglo XV. La variedad de atavos y tocados en las damas, la bri-llantez de los colores con predominio de las tonalidades clidas, y la finura de las fiso-nomas, hacen de esta pintura una de las ms logradas de las que constituan la serie en

    12.M. C. Lacarra Ducay: Una tabla gtica recuperada: la Piedad de Miguel Jimenez (doc. 1462-1505) pro-cedente de Ejea de los Caballeros (Zaragoza), Aragonia Sacra, III, 1988, pp. 245-250. Miguel Ximenez,San Miguel y Santa Catalina, Museo del Prado, Ultimas Adquisiciones, 1982-1995, Catlogo, PinturaEspaola. Madrid, 1995, pp. 22-25.

    13.F. Olivn Baile: Bonanat y Nicols Zahortiga y la pintura del siglo XV. Estudio histrico-artstico.Zaragoza, Ayuntamiento, 1978. E. Jimenez Aznar: Noticia de un hallazgo excepcional: La capitula-cin del retablo mayor de la iglesia colegial de Borja, realizado por los hermanos Zahortiga (1460).Boletn informativo. Centro de Estudios Borjanos. 1. F. C., Borja (Zaragoza), n. 73, Tercer Trimestre,1996, pp. 2-3.

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    el retablo de Santa Mara de Borja dedicado a glosar en variadas escenas la vida de laVirgen'4.

    En esta oba de los hermanos Zahortiga se revela un estilo pictrico ms avanzadoque el de su progenitor, Bonanat Zahortiga, al que se debe, entre otras obras, el reta-blo de Nuestra Seora de la Esperanza (1412-1414) de la capilla de don FranciscoVillaespesa en la Catedral de Tudela, posible de relacionar c6n el naturalismo de laescuela zaragozana del tercer cuarto del siglo XV, enriquecido con el abundante empleode estucos dorados en relieve de nimbos y ornamentos, propio de la escuela aragonesacuatrocentista.

    Del monumental retablo del que formaba parte esta pintura se conservan quincetablas que constituyen la parte ms importante del retablo desaparecido, pues comprendela tabla titular con la Virgen con el Nio en brazos entronizada acompaada de doce san-tas laboriosas que bordan, tejen e hilan, elegidas por su popularidad en Aragn (Justa yRufina, Quiteria, Luca, Apolonia, Ursula, Agueda, Margarita, Isabel de Hungra...), yde ngeles msicos, ms gran parte de las de las calles colaterales, comenzando por laExpulsin del Templo de los padres de la Virgen, Joaqun y Ana, y terminando con laPentecosts'5.

    Un retablo mucho ms modesto pero no menos importante es el de San Juan Bautistaconservado en la iglesia parroquial de Santa Ana de Ardisa, localidad de la provincia deZaragoza perteneciente al partido judicial de Ejea de los Caballeros'. Consta de banco,cuerpo de tres calles de dos pisos cada una de las laterales y coronamiento. En el bancohay cinco casas dedicadas, de izquierda a derecha del observador a San Lorenzo dicono,Mara Dolorosa, Cristo varn de dolores sostenido por un ngel, San Juan evangelistay San Sebastin. La tabla central del cuerpo del retablo se dedica al Santo Precursor del

    14.M. C. Lacarra Ducay: Natividad de Mara. en: Mara en el Arte de la Ciudad de Borja. Gua para unaExposicin. Zaragoza, 1989, pp. 27-29.

    15.El Archivo Parroquial de Borja (Zaragoza) guarda interesantes noticias manuscritas referentes a lasvicisitudes que sufrieron las tablas una vez resuelto el cambio del retablo gtico con otro acorde con lamoda barroca del momento: Los admirables cuadros que hay en la sacrista de Santa Mara y que repre-sentan la vida o historia de la Virgen, formaron el Altar Mayor de la Colegial anterior al actual, comoconsta por el libro VII de Gestis Capituli, el cual nos refiere que en la sesin que celebr el Cabildo a 5de noviembre de 1688 se trat si se venderan o no los cuadros del retablo viejo y se acord no vender-los. Se pens en llevarlos a Misericordia y colocarlos en la habitacin del Cabildo, ms no se hizo porentonces y se decidi poner en la Sala Capitular los que cupieran y que ya se determinara respecto de losrestantes. No estuvieron sin embargo mucho tiempo los mencionados cuadros en Santa Mara puesto queel 21 de Noviembre de 1692 se tom por el Cabildo el acuerdo de llevarlos al Santuario de Misericordiaal objeto de adornar con ellos la citada habitacin y otras de aquella casa. Y all estuvieron durante muchosaos, y se asegura que la ignorancia de su cuantioso valor lleg hasta el punto de que en muchas ocasio-nes se les hacia servir de mesa para comer. Tales cuadros figuraron muy brillantemente en la ExposicinFranco-Espaola de Zaragoza de 1908 y tambin en la de Sevilla en 1929.

    16.Fco. Abbad Rios: Catlogo monumental de Espaa, Zaragoza, Madrid, 1957, pp. 552-553. Ardisa seencuentra situado en las inmediaciones del rio Gallego, cerca de la presa de los Riegos del Alto Aragnque lleva su nombre. Pertenece a la dicesis de Jaca. Su trmino limita con los de Santa Eulalia de Gllego,Biscarrus, Luna y Puendeluna.

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    Mesas, segn la iconografa tradicional, al que flanquean cuatro figuras de profetas ante-riores a l, y se culmina con el Calvario. En las calles laterales, comenzando por el ladoizquierdo, en la parte de arriba se representa el bautismo de Cristo por Juan en el rioJordn y en la parte de abajo Salom recibe de Herodes-Antipas como recompensa porsu danza la cabeza de San Juan en una bandeja. En el lado derecho arriba se representael Nacimiento del Bautista y abajo la Predicacin de Juan Bautista en el desierto.

    En esta obra las dos escenas de interior, Nacimiento y Decapitacin, sorprendenpor la recreacin de ambientes cotidianos, interpretados con sabor local.

    En la escena del Nacimiento Santa Isabel se halla incorporada en su cama aten-dida por una criada que le aproxima alimento en un cuenco que revuelve con una cuchara.Como Santa Ana, la madre del Bautista habra dado a luz a una edad avanzada, y su ico-nografa se distingue de la de la Natividad de Mara por la presencia junto a ella de suesposo, el anciano sacerdote Zacaras, al que se identifica con gesto devoto y atavossacerdotales, a la cabecera de la cama. El habra recuperado el habla, que haba perdidopor su incredulidad ante la noticia comunicada por el arcngel San Gabriel de su pr-xima paternidad. En un primer trmino una mujer sostiene en sus brazos al recien nacidoenvuelto en paales y hace ademn de meter el dedio ndice de su mano derecha en uncuenco (con leche?) que le ofrece una joven sentada a su lado. Entre ambas hay un pequeobrasero que caldea la estancia. La cama est sobrealzada sobre un estrado que sirve derepisa para otros alimentos ofrecidos a la recin parida. Las cortinas costeras que la rodeanlateralmente son del mismo tipo de brocado que el cobertor que la cubre".

    Este retablo fue atribudo por el profesor Post al crculo del pintor oscense Juande la Abada el viejo, (doc. 1469+1498), bin a su hijo, Juan de la Abada el joven (1489-1511), o a cualquier otro miembro de su taller". Es evidente su relacin con el taller delos Abada, activos en la dicesis de Huesca-Jaca en la segunda mitad del siglo XV, aun-que no exista documentacin que lo avale. Corresponde al naturalismo altoaragons deinfluencia flamenca, un poco tosco de factura pero dotado de originalidad en la compo-sicin de las escenas'.

    El tratamiento dado por los pintores aragoneses cuatrocentistas a las escenas decorte se caracteriza por la importancia concedida a la apariencia exterior que se mani-fiesta por la ostentacion y el lujo de que hacen gala los personajes protagonistas". Por

    17.S. Rodriguez Bernis: El mueble medieval. La cama y el dormitorio, en: Mueble espaol, estrado) dor-mitorio. Madrid, 1990. pp. 48-55.

    18.Ch. R. Post: A history of Spanish Painting, Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press, 1958,volume XII, Appendix, pag. 708, fig. 515.

    19.M. C. Lacarra Ducay: Pintura gtica en el Alto Aragn, en: Signos, Arte y Cultura en el Alto AragnMedieval, Gobierno de Aragn-Diputacin de Huesca, 1993. pp. 184-186.

    20. Vase al respecto en este mismo volumen el trabajo de doa Cristina Sigenza Pelarda sobre la modaen el vestir a travs de la pintura gtica aragonesa.

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    otro lado, no se descuidan los detalles de ambientacin y paisaje que contribuyen efi-cazmente a determinar el escenario en que se tiene lugar el suceso all representado.

    Como ejemplo de ello se proponen dos pinturas realizadas al oleo sobre tabla enla ciudad de Zaragoza durante la segunda mitad del siglo XV. La primera de ellas for-maba parte de un retablo parcialmente destrudo y representa una escena que tiene lugaral aire libre ante las puertas de una fortaleza amurallada; la segunda es una pintura deotro retablo conservado en gran parte y reproduce una escena de interior que tiene lugaren un palacio urbano.

    A la primera de las obras aqu reseadas le corresponde el ttulo de Encuentrode Santo Domingo de Silos con el rey Fernando I de Castilla y se custodia desde 1982en el Museo del Prado'. Ella puede ser identificada como parte del retablo de SantoDomingo de Silos que se llev a cabo entre 1474 y 1479 para decorar la capilla mayorde la iglesia de dicha advocacin existente en la ciudad de Daroca (Zaragoza) 22 . El reta-blo de Santo Domingo de Silos fue encargado al pintor Bartolom de Crdenas, llamadoel Bermejo, durante su etapa de residencia en Daroca. Se conoce documentalmenteque el dia 5 de septiembre de 1474 fue firmada una capitulacin en la ciudad de Darocaentre los pintores Bartolom Bermejo y Juan de Boniella y los representantes de laiglesia de Santo Domingo de Silos 23 . El mayor protagonismo asumido por Bermejo en eldocumento del contrato permite suponer que la participacin del pintor de Daroca,Juan de Boniella, fue secundaria y siempre supeditada a las indicaciones de Bermejo quemerece el calificativo de honorabilis, muestra de su superior categora profesional.

    21.El retablo de Santo Domingo de Silos de la parroquia de dicha advocacin en Daroca pudo haberse des-mantelado en el siglo XVII a raiz de un grave incendio que afect a gran parte del templo. Las obras empren-didas seguidamente para restaurar el edificio provocaron el cambio de orientacin de su cabecera y la cons-truccin de un coro alto en el lugar del antiguo bside romnico. Se ignora como qued de afectado el reta-blo mayor por el fuego pero lo que es cierto es que sali ilesa su extraordinaria tabla titular con la imagendel Santo Abad entronizado que tant gust a don Paulino Savirn y Estevan cuando la descubri en uncuarto interior de la sacrista parroquial, en el invierno del ao 1869. La tabla fue incautada por orden guber-nativa y trasladada a la fuerza a Madrid para ser remitida al Museo Arqueolgico en donde permanecijunto con otras obras de arte de origen aragons desde 1894 hasta 1922, fecha en que se materializ porfin un proyectado trueque de pinturas sobre tabla por vasos griegos y otros objetos arqueolgicos entredicho Museo y el Museo del Prado, donde qued definitivamente instalada. La pintura que aqu se comenta,parte del mismo retablo darocense, que deba tardar tanto tiempo en reunirse con su compaera en el Museodel Prado, sali de Daroca en fecha que se deconoce para pasar a formar parte de la coleccin de un anti-cuario madrileo. En 1908 perteneca al comerciante de antigedades de Madrid, don Rafael Garca Palencia,quien la present en la Exposicin Retrospectiva de Arte, 1908, organizada por la Real Junta del Centenariode los Sitios de 1808-1908 de Zaragoza. En 1926 se la menciona en un trabajo del profesor don Elias Tormodedicado a Bartolom Bermejo publicado en la Revista Archivo Espaol de Arte y Arqueologa localizadaen Madrid en la coleccin de la Duquesa de Parcent, de donde pas a otra coleccin privada madrilea, lade la familia Hohenlohe, a quin se la compr el Museo del Prado en 1982.

    22. M.' C. Lacarra Ducay: Encuentro de Santo Domingo de Silos con el rey Fernando I de Castilla: identi-ficacin de una pintura gtica aragonesa en el Museo del Prado, en: Academia. Boletn de la Real Academiade Bellas Artes de San Fernando. num. 76. Primer Semestre de 1993, pp. 245-266.

    23. Dado a conocer por M. Serrano y Sanz en 1916 en la Revista de Archivos Bibliotecas y Museos, en unartculo de la serie titulada: Documentos relativos a la pintura en Aragn durante los siglos XIV y XV,pp. 482-485.

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    En el banco habra cinco casas, dos a cada lado del sagrario, y en las cuatro cola-terales se pintaran diversas escenas segunt de las ystorias que los diputados e maes-tros deliberarn. En el cuerpo del retablo habra una tabla central, de mayor tamao,con la yma gen de senyor Santo Domingo como bispe, assentado en una cadira en pon-tifical d'oro enbotido, et con las siete virtudes al derredor de la cadira. Esta pinturase venia coronada por otra con la escena del Calvario de muchos personajes, segn la tra-dicin en los retablos aragoneses cuatrocentistas. En cada lado de la calle central habrados ystorias de Senyor Santo Domingo las que bien visto ser a los diputados et dadassern a los dichos pintores. El retablo tena que ser terminado de la mano del ditomaestre BaroloM Bermejo para la Navidad del ao siguiente, es decir, en 1475, y serrealizado en la ciudad de Daroca. La insistencia de los comitentes porque fuera el maes-tro cordobs quien deba acabar el retablo y sto sin moverse de Daroca parece confir-mar la fama de pintor nmada que le otorgan los investigadores'. El compromiso adqui-rido por Bermejo ante los representantes de la iglesia de s Santo Domingo de Silos deDaroca no tuvo cumplimiento y as, dos aos mas tarde, con fecha de 29 de septiembrede 1477, otro pintor habitante en Zaragoza, Martn Bernat, asuma la obligacin de quedentro tiempo de dos anyos continuos e siguientes, contaderos de oy adelant, de con elBerholome de Cardenas, con el o sense el, de dar acabada la obra del retaulo. Dosmeses mas tarde, una nueva capitulacin firmada en Zaragoza entre Bartolome Bermejoy mosn Andrs Pallars, vicario, de la iglesia de santo Domingo de Silos de Daroca,sealaba el estado de la obra, sin conclur todava, y las nuevas condiciones impuestasal pintor por el representante de la iglesia darocense". El retablo se encontraba en Darocay deba ser trasladado a Zaragoza para que se terminara en el taller que Bermejo habainstalado en la capital aragonesa. Se desconocen las causas del nuevo lugar de residen-cia de Bermejo pero en Zaragoza vivira todava algn tiempo antes de marchar a resi-dir a Barcelona, ciudad donde posiblemente falleci, no sin haber realizado algunas obrasde importancia, parcialmente conservadas26.

    El documento indica que Bermejo deba de acabar el banco del retablo que tienecomenoado a fazer y todo de su mano propia para el mes de mayo del ao siguiente,es decir, de 1478. El cuerpo del retablo, apenas iniciado, sera hecho en lo fundamentaltabla titular y coronamiento por Bermejo, encargndose Martn Bernat de la termina-cin de las cuatro escenas de la vida de Santo Domingo ubicadas en las calles laterales.

    24. F. Zueras Torrens: Bartolom Bermejo, el pintor nmada. Crdoba, 1983.25. El 17 de Noviembre de 1477. Ed. M. Serrano y Sanz, Documentos... Revista de Archivos, Bibliotecas

    y Museos, 1914 pp. 457-458.26. En Barcelona la labor de Bartolom de Crdenas, llamado el Bermejo, est documentada en 1480, 1491

    y 1495. En 1490 termina su famosa pintura sobre tabla dedicada a La Piedad entre San Jernimo y el can-nigo Luis Despl que hoy se guarda en el Museo de la Catedral de Barcelona. El 5 de mayo de 1595 elvidriero Fontanet recibia del cabildo de la catedral de Barcelona una suma de dinero para drsela a Bermejoen pago de la traza de la vidriera de la capilla de los Bautizos y de las nueve vidrieras del cimborrioque haba de trabajar el mismo Fontanet. Subsiste la primera vidriera con la escena del Noli me tangereen la capilla bautismal situada a los pies del templo, en el lado del Evangelio.

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    Un documento fechado en Zaragoza el 14 de abril de 1479 permite suponer quepara entonces el retablo de Santo Domingo de Silos de Daroca haba sido terminado dehacer. Se refiere a una nueva capitulacin de un retablo de la advocacin de la Virgen dela Misericordia a realizar por los maestros Martn Bernat y Bartolom de Crdenas, pin-tores, havitantes en aragoo, con destino a una capilla que don Juan de Lobera, mer-cader, haca en la iglesia de Santa Maria del Pilar de Zaragoza".

    La pintura sobre tabla que ahora comentamos es, sin duda, una de aquellas cuatrohistorias, dos a cada lado de la tabla central, de la vida de Santo Domingo de Silos quedeban figurar en el cuerpo del retablo. En ella se representa una escena significativaen la biografa del Santo Abad de Silos, cuando Domingo Manso, su verdadero nombre,prior del Monasterio de San Millan de la Cogolla, huye a tierras de Castilla a finalesdel ao 1040, a causa de los roces y tensiones que padeca frente a Garca de Njera, reyde Pamplona (1035-1054). El rey Fernando I de Castilla, hermano del rey navarro, leacoge generosamente y le nombra abad del monasterio de San Sebastin de Silos, en tie-rras burgalesas, encomendndole su restauracin.

    La escena, fiel a la descripcin hecha por Gonalo de Berceo en su biografa delsanto, muestra el momento en que el monje caminante, al que acompaa un lego, llegaa las puertas del palacio de Fernando I.

    Quando fo de las sierras el barn declinandobeviendo aguas fras, su blaguiello fincando,arrib en la corte del rei don Fernando;plog al rey e dixo que le creci grand bando.

    Prior, dixo el rey, bien seades venido,de voluntad me place que vos he conoscido,con vuestra consciencia tngome por guarido,Plog con l a todos e fue bien recibido.

    Rei, dixo el monge, mucho te lo agradesco,que me das tan gran onra, lo que yo non meresco,mas por Dios te lo pido, quien yo obedesco,que recibas un ruego que yo a ti ofresco.

    Exido del regno do nasc e viva,porque con tu ermano abenir non poda,

    27. Por el texto de la capitulacin se conoce su tipologa, en todo similar a la del retablo de Santo Domingode Silos de Daroca, y la labor que correspondera hacer acada uno de los dos pintores. De nuevo seraBermejo quin hiciera el dibujo de todas las historias presentes en la obra mientras sera obligacin deMartn Bernat pintar todo lo dibujado por su compaero y preparar el soporte de la mejor manera posi-ble. De este retablo se conservan algunas tablas en diversas colecciones europeas y estadounidenses. Vaseal respecto; M. C. Lacarra, Encuentro de Santo Domingo de Silos con el Rey Fernando I de Castilla...(1993), pp. 250-251, fig. 3.

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    rugote que me dones una hermitaa.do sirva al que nasco de la Virgen Mara".

    El monarca, que ha venido al encuentro del monje desterrado seguido por sus cor-tesanos entre los que desataca un elegante cazador con el azor en la mano, al que haceademn de quitarle el capirote para que pueda contemplar la escena, abraza con afectoal recin llegado que se inclina humildemente ante su presencia. La fortaleza de dondeha salido el cortejo ostenta escudos nobiliarios sobre la puerta cuyo rastrillo ha sido levan-tado. El paisaje castellano del fondo, a la izquierda de la composicin, deja ver una sendaque se pierde en el horizonte que es aquella que han seguido los viajeros. La indumen-taria del rey y de sus caballeros, abundante en brocados con adornos de oro y armio,contrasta con los pobres hbitos de los dos religiosos, humilde sayal de color obscuro.Aquellos lucen elegantes sombreros, estos muestran la cabeza descubierta en serial derespeto. El Santo monje lleva a la espalda un gran sombrero que protege del sol y de lalluvia y sobre los hombros lleva una capa que abriga la fragilidad de su cuerpo. La fuerzaexpresiva de la fisonoma de los dos protagonistas y la ternura del rey al acoger al monjeperegrino se prolonga, como un eco, en los rostros de quienes los contemplan, sabedo-res de la trascendencia de lo que ante sus ojos sucede.

    La segunda de las pinturas que comentamos corresponde al retablo mayor de laiglesia de la Santa Cruz de Blesa (Teruel), hoy en el Museo de Bellas Artes de Zaragoza29.Se representa en ella la Interrogacin a Judas el judo por Santa Elena y constituaparte del cuerpo del retablo dedicado a la Historia de la Invencin y Exaltacin de laSanta Cruz, segn versin de Jacobo de la Vorgine en su Leyenda Dorada, ms unasescenas de la Pasin y Muerte de Cristo y un gran Juicio Final. Completaban el conjuntola escena de la Anunciacin a Mara, un apostolado con los versculos del Credo, queocupaban el banco, profetas mayores y menores con sus profecas en el sotabanco, yngeles mancebos portadores de los instrumentos de la Pasin o armas de Cristo distri-budos en las entrecalles y en el guardapolvos".

    El retablo mayor de la iglesia parroquial de la villa de Blesa fue contratado por loshabitantes de la localidad turolense con los pintores residentes en Zaragoza Miguel Jimnez(doc. 1462+1505) y Martn Bernat (doc. 1445-1503) en el ao 1485 y concludo dosaos ms tarde. La superior remuneracin recibida por Miguel Jimnez, segn atestiguan

    28. Versos nums. 182 a 185. La transcripcin ha sido tomada de A. Ruffinato: Vida de Santo Domingo deSilos (pag. 307) en: Gonzalo de Berceo, obra completa. Espasa Calpe, Gobierno de La Rioja, Madrid,1992.

    29. M. C. Lacarra Ducay: Arte Medieval. Siglos XIV y XV, en: Museo de Bellas Artes, Zaragoza. MuseaNostra, Ibercaja, Tielt, 1990., pp. 38-43.

    30. Es el ms espectacular conjunto de tablas gticas aragonesas que se exponen en el Museo de Bellas Artesde Zaragoza. Fue adquirido por el Museo en febrero de 1922 y desde entonces se muestra en las salasde primitivos aragoneses salvo cuatro fragmentos menores de su guardapolvos, con ngeles mancebosportadores de las armas de la Pasin de Cristo, que se custodian en el almacn.

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    los albaranes conservados, permite que se le considere el principal artfice de la obra, aquelque habra ordenado las escenas y elegido los temas a representar, de acuerdo con losmiembros de la parroquia de Blesa cuya titularidad, de la Santa Cruz, habra sido deter-minante para su iconografa. Sin rechazar la posibilidad de que junto a los dos pintorescolaborran otros miembros de su taller como Juan de Boniella y Juan de Palencia, habi-tuales colaboradores suyos. Esto puede llevarnos a la conclusin, confirmada por el an-lisis de las propias pinturas, de que este retablo es el resultado de la intervencin dediferentes artistas, dado su gran tamao y el plazo relativamente breve de su realizacin,pertenecientes a la tendencia flamenquizante del ltimo cuarto del siglo XV, entre los queMiguel Jimenez representara la orientacin estilsticamente ms avanzada31.

    En la pintura se representa uno de los momentos ms dramticos de la Invencinde la Santa Cruz (3 de mayo), cuando Santa Elena, madre del emperador Constantino,logra arrancarle a Judas, judo de Jerusaln, el nombre del lugar en que se encuentra ente-rrada la cruz de Cristo, cuyo paradero permaneca ignorado. Por orden de la emperatriz,ante su negativa a revelar el emplazamiento de la sagrada reliquia, haba sido arrojado alfondo de un pozo seco condenado a morir por desnutricin. La maana del sptimo dia,agotado por el hambre, pidi que le sacaran de all y prometi que revelara cuanto sabaen relacin con la cruz32 . La escena tiene lugar en un patio de un palacio al que dan dosventanas geminadas a las que se asoman elegantes muchachas y dos jovenes para con-templar con curiosidad lo que sucede. Santa Elena viste como una princesa de la cortede los Reyes Catlicos, lleva cetro en su mano derecha y un nimbo de santidad circundasu cabeza. Le acompaa un nutrido cortejo de damas y caballeros ricamente ataviados quecontemplan silenciosos lo que sucede: Judas ha sido sacado del pozo y se postra de rodi-llas ante la emperatriz con los brazos cruzados ante el pecho. Es un hombre anciano, derasgos consumidos por el ayuno, vestido con el tpico atuendo medieval de los de su raza.Detrs suyo estn los servidores con las cuerdas utilizadas para izar a Judas y devolverloal mundo de los vivos. Un hombre con rasgos semitas, posible compaero de Judas y ene-migo de su traicin, observa lo que sucede desde su puesto a la derecha en un ltimo lugar'.

    El contraste entre el mundo caballeresco y las clases sociales mas desheredadasnos lo ofrecen las diversas representaciones de la escena de la caridad de San Martn deTours, santo de gran devocin en la sociedad aragonesa cuatrocentista por lo que su ico-nografa ofrece abundantes modelos a cual ms bello.

    Una hermosa pintura al temple sobre tabla que hoy se conserva en el MuseoNacional de Arte de Catalua puede servimos de ejemplo TM . En ella se representa el pasaje31. Sobre Miguel Jimnez, vase la nota 12 de este mismo trabajo.32. S. de la Vorgine: La Leyenda Dorada, 1. Alianza Editorial, Madrid, 1982, Cap. LXVIII: La invencin

    de la Santa Cruz, pp. 287-294.33. V. V. A. A.,: La vida juda en Sefarad, Madrid, 1991, III Vida Social. C. Vestimenta y atavos. pag. 274.34. Museo Nacional de Arte de Catalua, n.4352. Formaba parte de los fondos de la coleccin de don Llus

    Plandiura (1882-1956) que antes de su muerte los cedi al Museo.

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    ms famoso de la vida de San Martn de Tours, aquel que refiere su caridad para con unpobre al que encontr sin ropa de abrigo un dia de invierno que, como soldado del ejr-cito de Roma, haca la guardia ante las puertas de la ciudad de Amiens".

    El joven soldado se muestra sobre su montura en actitud de dividir su capa con suespada para cubrir con ella al mendigo que se aproxima implorando su ayuda. La des-tacada elegancia del jinete ataviado a la usanza del segundo cuarto del siglo XV reflejabien los ideales caballerescos del otoo de la Edad Media. Luce sombrero de ala ancha,adornado con plumas y un broche de orfebrera, que le protege de los rigores del clima,y una amplia capa forrada de armio que deja ver su vestido a la moda, ropa corta ple-gada, sujeta a la cintura con un cinturn, y mangas fruncidas, todo ribeteado de piel. Llevacalzas y espuelas en los pies. Su caballo se decora igualmente en bridas, silla y demsarreos, a tono con la riqueza de su dueo.

    En oposicin con el santo caballero a lo divino la figura del pobre manifiestaen sus caractersticas fsicas la triste condicin que lo caracteriza. Se trata de un pere-grino compostelano, como lo indican su bordn y la venera que luce en su sombrero deala ancha que cubre su cabeza. Pero le ha abandonado la fortuna, carece de calzado ysu cuerpo, de extrema delgadez, se mal cubre de harapos. Su nimbo de santidad per-mite que reconozcamos en l a Jesucristo, aparecido al santo bajo tan humilde figura paraprobar su generosidad y desprendimiento.

    Esta tabla procede de Riglos (Huesca), del antiguo convento de San Martn dondeconstitua la tabla titular de su retablo 36 . Su autor, conocido convencionalmente con elapelativo de Maestro de Riglos, puede ser identificado con el pintor Pedro de Zuera,documentado en Huesca entre 1430 y 1469, ao en que hace testamento". El retablo,felizmente conservado (Museo episcopal y capitular de Huesca), de la Coronacin deMara y de Todos los Santos que procede de una capilla de dicha advocacin de la Catedralde Huesca con su nombre (Aquest retaulo pinto Pere Cuera pintor) sirve para atri-buirle otras obras conservadas que se unen a las ya conocidas a travs de la documenta-cin. Entre estas ltimas hay que mencionar la hermosa tabla de Santa Luca que vienedel convento de Santa Clara de Huesca (Museo Arqueolgico Nacional), titular de un

    35. S. de la Vorgine: La Leyenda Dorada. 2. Alianza Forma, Madrid, 1982, Cap. CLXVI: San Martn, obispo.pp. 718-719. Vase en el trabajo de Cristina Sigenza Pelarda la ilustracin n 4 correspondiente a lamisma iconografa realizada por Miguel Jimnez para un retablo dedicado a San Martn de Tours de laiglesia de San Pablo de Zaragoza, hoy en el Museo de Bellas Artes de la capital aragonesa.

    36. R. del Arco: Catlogo Monumental de Espaa, Huesca, Madrid, 1942.: Partido de Jaca, Riglos (pp. 368):Del antiguo convento de San Martn que existi en el pueblo, se conserva la capilla romnica, del sigloXII, de una nave con bveda de medio can y arcos fajones... Hay ocho tablas procedentes de un reta-blo del siglo XV, con las cuales se ha formado el actual. La del centro representa a San Martn a caballoen actitud de partir su capa con Jess, figurado como pobre andrajoso. En el remate del retablo, el Calvario.Las tablas laterales y las dos del basamento ofrecen escenas de la vida de San Martn. Hay finura de eje-cucin en estas pinturas, destacando en belleza la central.

    37. Con el apelativo de Maestro de Riglos ha sido estudiada su prrsonalidad artstica por J. Gudiol Ricart:Pintura medieval en Aragn, Zaragoza, 1971, pp. 47-48, 79-80, figs. 148-151.

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    retablo de dicha advocacin que se cita de modelo en la capitulacin del retablo de SanBlas encargado a Pedro de Zuera en 1468 por el prior de la cofrada de las menoretasde Huesca. Adems, el retablo de Santa Ana procedente de la iglesia parroquial de Tardienta(Huesca), del que se conservan seis tablas adems de la titular en el Museo episcopal ycapitular de Huesca. Retablo contratado por Pedro de Zuera en 1449 en colaboracin conel pintor oscense Bernardo de Ars". Entre las primeras creemos poderle atribuir, porrazones de similitud estilstica, el retablo de San Blas y Santa Maria Magdalena de laiglesia de Nuestra Seora de la Violada, hoy en la iglesia parroquial de Almudevar".Pedro de Zuera es uno de los pintores ms representativos de la segunda etapa del estiloGtico Internacional en la ciudad de Huesca, con un estilo narrativo de gran eleganciaformal y una brillante policroma.

    El Aragn del segundo tercio del siglo XV, cortesano y campesino, elegante yrural, se vera inmortalizado gracias a sus pintores en las maravillosas tablas que confi-guraron una de las mayores empresas pictricas de su tiempo: el retablo mayor de la igle-sia del Salvador en Ejea de los Caballeros (Zaragoza)". El origen zaragozano de laobra y la localizacin zaragozana de los pintores que la realizaron, hace atractiva la posi-bilidad de que fuera la misma capital del Ebro, junto con su entorno fluvial, la que hubierainspirado a los artistas para recrear los fondos paisajsticos, de dilatados horizontes, pobla-dos de todo tipo de gentes.

    Los pintores cuatrocentistas programaron las escenas a representar en el retablode San Salvador de Ejea de los Caballeros atendiendo a la titularidad del templo alque se destinaba la obra. Se trataba de plasmar en imgenes la Vida del Salvador, desdesu Infancia hasta su Muerte, y completarla con su posterior Resurreccin, ms dos pasa-jes tomados de los Hechos de los Apstoles (Ascensin y Pentecosts) para terminarcon su Segunda Venida para Juzgar a vivos y muertos. Se puede considerar como laHistoria de los orgenes del Cristianismo narrada en veinticuatro captulos, inspiradosen los Evangelios Cannicos y enriquecidos con los Apcrifos segn era frecuente enaquel tiempo.

    El retablo se distribua arquitectnicamente en banco, de siete casas, la centraldestinada al sagrario-expositor, siete calles de tres pisos cada una, y coronamiento. Todoello enmarcado con mazonera dorada y enriquecido en la zona alta de su calle central,donde se hallaba la hornacina con la imagen titular en madera policromada, con un dose-lete ricamente tallado, segn el gusto del Gtico florido.

    38. M. C. Lacarra Ducay, C. Morte Garca: Catlogo de/Museo Episcopal y Capitular de Huesca, Zaragoza.1984, Retablo de Santa Ana de Tardienta pp. 75-78, Retablo de la Coronacin de Mara que procede de lacatedral de Huesca, pp. 78-80.

    39. M. C. Lacarra Ducay: Pintura gtica en el Alto Aragn, en: Signos, Arte y Cultura en el Alto AragnMedieval, Gobierno de Aragn-Diputacin de Huesca, 1993, pp. 180-18142-427.

    40. M. C. Lacarra Ducay: Retablo de San Salvador, Iglesia parroquia] Ejea de los Caballeros, Zaragoza.En: Joyas de un patrimonio, Diputacin de Zaragoza, 1991, Captulo 3, pp. 13-84.

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    En el banco, de izquierda a derecha del observador, se dispusieron: la UltimaCena, la Oracin en el huerto, el Beso de Judas, la Flagelacin, Jesus ante Pilatos y Jesscamino del Calvario. En el cuerpo del retablo, comenzando por la zona ms alta (tercerpiso) de la calle lateral izquierda, segn el punto de viusta del observador, se encon-traban: Adoracin de los pastores, Circuncisin, Epifana, Presentacin en el templo,Huda a Egipto, y Jess entre los doctores de la ley. En el piso segundo y en la mismadireccin, aparecan: Bautismo de Jess, Transfiguracin, Bodas de Can, Curacin delciego de nacimiento, Multiplicacin de los panes y de los peces, y Resurreccin deLzaro. Finalmente, en el primer piso del cuerpo del retablo, tambin de izquierda aderecha del observador, estaban: Entrada de Jess en Jerusaln, Resurreccin de Cristo,Duda de santo Toms apstol, Ascensin de Jess a los cielos, Pentecosts, y JuicioFinal.

    Se poda hacer una lectura consecutiva de lo relatado en imgenes pintadas, advir-tiendo que el piso ms alto se dedicaba a la Infancia de Jess, que en el centro era su Vidapblica lo representado en las tablas y que en el piso inferior se atenda a plasmar lo suce-dido al acabar su Ministerio pblico, desde los preliminares de la Ultima Pascua (Entradade Jess en Jerusaln) hasta el Juicio Final. El banco constitua parte del relato de estepostrer periodo al estar dedicado a la Pasin.

    La documentacin custodiada en el Archivo de Protocolos notariales de Zaragozaproporciona gran nmero de datos relativos a los autores del retablo. La obra se encarga Blasco de Gran el 22 de diciembre del ao 1438, segn capitulacin firmada enZaragoza ante el notario pblico don Alfonso Martinez pero su realizacin, por una seriede factores, no se dara por acabada hasta 1476, ao en que el encargado de su termina-cin por fallecimiento de Gran en octubre de 1459, su sobrino Martn de Soria, nom-braba al prroco de San Salvador de Ejea, don Francisco Ezpel, su procurador para cobraren su nombre los ltimos pagos de la obra'.

    Aunque, como no poda menos de suceder, en una obra de estas caractersticas,dado lo ambicioso del programa pictrico, se puedan sealar diferentes manos en la obra,se advierte por encima de cualquier diferencia de matiz la direccin de un solo maes-tro, atento por mantener la unidad esttica y la similitud estilstica del conjunto. As,los problemas de perspectiva y de comunicacin de los personajes representados o el tra-tamiento de objetos ambientales y decorativos se resuelven de un modo similar, acordecon las directrices artsticas del momento. Y como testimonio de la profunda huellaque dej este grandioso retablo entre los aragoneses contemporneos est el hecho deque algunos aos despus de su terminacin, se encomendaba a Martn de Soria la rea-

    41. De Blasco de Gran la documentacin es abundante; ella comprende informacin sobre su actividad pic-trica desarrollada en Zaragoza como pintor de retablos para diferentes lugares de Zaragoza, Huesca yTeruel entre 1422 y 1459 ao de su fallecimiento. Sobre Martn de Soria, sobrino y discpulo suyo,sabemos de su actividad como pintor de retablos para diferentes lugares de Zaragoza y de Huesca entre1452 y 1487, ao en que hace testamento.

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    lizacin de otro similar para la localidad oscense de Pallaruelo de Monegros, lo que lleva cabo en 148542.

    De todas las tablas que configuran el retablo de San Salvador de Ejea hemos selec-cionado la de la Huda a Egipto para ilustrar el tema que aqu se trabaja. Constituye unade las ms bellas del ciclo dedicado a la Infancia de Cristo, tanto por la finura de ejecu-cin como por enriquecer de manera notable nuestros conocimientos sobre la vida cam-pesina desarrollada en Aragn a mediados del siglo XV. Tomando como punto de partidael Evangelio de Mateo (2,13-15) se incorpora a su iconografa tradicional un tema pinto-resco, no presente en los Evangelios apcrifos ni en la Leyenda Dorada, que puede tenersu origen en un poema gals de finales del siglo XIII, que nana el milagro de la mis'.

    Con el ttulo de El milagro del trigal se nos nana como acosada por los solda-dos de Herodes, la Sagrada Familia rodea un trigal donde trabajaba un campesino. LaVirgen le recomienda decir, si lo interrogan, que la ha visto pasar en el tiempo de siem-bra. Entretanto el trigo crece milagrosamente, tanto, que cuando llegan los soldados yaest maduro para la cosecha. Al oir la respuesta del campesino, los perseguidores renun-cian a la esperanza de atrapar a los fugitivos a quienes imaginan muy lejos, y vuelvensobre sus pasos.. As vemos en primer trmino al Nio Jess en brazos de Mara y a SanJos que conduce al asno que sirve de montura a la Virgen al que acompaa su pollino.San Jos conduce al asno por la brida; el tiene sobre la espalda un bastn del que pendesu pequeo equipaje y una calabaza donde lleva el vino para reparar fuerzas en tan largorecorrido. A sus espaldas serpentea el camino que han dejado en su huida; vemos al cam-pesino que recoge su cosecha ya madura, que es interrogado por un ejrcito de solda-dos a caballo entre cuyos miembros se reconoce a Herodes que dirige la persecucin delMesas. Y tambin a un agricultor que est vendimiando en un campo lleno de vides car-gadas de fruto. Al fondo hay un caudaloso rio de aguas azules que surcan unos barcos deremos y una hermosa ciudad amurallada en la que sobresale la iglesia con un alto cam-panario en estilo gtico flamgero. Un puente de cuatro ojos cruza el lecho del rio; a lse asoma una pareja de observadores que parece proceder de la ciudad.

    Otros retablos, otros pintores, esperan la mirada atenta del estudioso de la vidaespaola en la poca gtica. El importante cmulo de informacin iconogrfica e hist-rica que proporcionan los primitivos aragoneses constituyen una fuente documental de

    42. El grandioso retablo mayor de la iglesia de San Salvador de Pallaruelo de Monegros (Huesca) tena lafirma del pintor Marin? de Soria pinto y la fecha de su realizacin 11485 en sendas tablas del cuerpodel retablo. Su disposicin arquitectnica e iconogrfica era muy similar a la del retablo mayor de la igle-sia de San Salvador de Ejea de los Caballeros que Martn de Soria colabor a terminar a la muerte de sutio, el pintor Blasco de Gran. Del retablo mayor de Pallaruelo, conocido por fotografas anteriores a1936, se conservan ses escenas del banco, dedicadas a narrar pasajes de la Pasin de Cristo (Oracin enel huerto, Beso de Judas, Jess ante Pilatos, Flagelacin, Camino del Calvario y Crucifixin) y una delcuerpo (la Circuncisin) en el Museo episcopal y capitular de Huesca. M. C. Lacarra y C. Morte: Catlogode/Museo Episcopal de Huesca, Zaragoza, 1984, pp. 89-92.

    43. L. Rau: lconographie de l'Art Crtien. Tome Second, Iconographie de la Bible, II, Nouveau Testament.Paris, 1957. pp. 277-278.

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    primer orden para cuantos se interesan por ampliar sus conocimientos sobre cmo trans-curra la vida cotidiana en Aragn durante la Edad Media.

    1.- Predicacin de San Prudencio. Pintura al temple sobre tabla. Juan de Lev,1401- 1408. Catedral de Tarazona, (Zaragoza).

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    2.- Consagracin episcopal de San Prudencio. Pintura al temple sobre tabla. Juande Lev, 1401-1408. Catedral de Tarazona (Zaragoza).

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    3.- Muerte de San Prudencio. Pintura al temple sobre tabla. Juan de Lev, 1401-1408. Catedral de Tarazona (Zaragoza).

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    4.- San Vicente es nombrado dicono por San Valero, obispo de Zaragoza. Retablode San Vicente mrtir. Pintura al leo sobre tabla. (c.1460-1480). Museo de Arte Sacro,Calatayud (Zaragoza).

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    5.-Procesin del pontfice San Gregorio Magno en Roma y milagro de San Miguelarcngel. leo sobre tabla. Miguel Jimnez, (c.1485-150 5 ) . Procede de Santa Mara deEjea de los Caballeros (Zaragoza). Museo del Prado.

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    6.-Natividad de Mara. Pintura al temple sobre tabla. Nicols y Martn Zahortiga,1460-1477. Sacrista de Santa Mara de Borja (Zaragoza).

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    7.- Nacimiento de San Juan Bautista. Pintura al temple sobre tabla. Taller de Juande la Abada el joven, (c.1489-1511). Iglesia parroquial de Santa Ana, Ardisa (Zaragoza).

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    8.-Encuentro de Santo Domingo de Silos con el rey Fernando I de Castilla. Pinturaal leo sobre tabla. Bartolom Bermejo y Martn Bernat, 1474-1479. Procede de la igle-sia de Santo Domingo de Silos de Daroca (Zaragoza). Museo del Prado.

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    9.-Interrogacin de Judas el judo por Santa Elena. Pintura al leo sobre tabla.Miguel Jimnez y Martn Bernat, 1485-1487. Procede de la iglesia de la Santa Cruz deBlesa (Teruel). Museo de Bellas Artes, Zaragoza.

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    10.- San Martn de Tours reparte su capa con un pobre. Pintura al temple sobretabla. Pedro de Zuera, (c.1439-1463). Procede del antiguo convento de San Martn deRiglos (Huesca). Museo Nacional de Arte de Catalua.

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    11.- Huida a Egipto. Blasco de Gran y Martn de Soria, 1438-1476. Pintura altemple sobre tabla. Iglesia de San Salvador de Ejea de los Caballeros (Zaragoza).

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    12.- Milagro del trigal, detalle de la pintura precedente.

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