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ILDEFONSO CAMACHO

DEUDA EXTERNA: PERSPECTIVA ÉTICAY CRISTIANA

En los últimos meses, un amplio movimiento a favor de la condona-ción o cancelación de la deuda externa del tercer mundo está logran-do movilizar a la opinión pública en muchos países desarrollados. Setrata de una buena noticia. Pero la petición de perdón de esta deudaes demasiado seria y de una importancia demasiado vital para millo-nes de seres humanos como para analizar el problema ligera y super-ficialmente. No podemos dejarnos llevar sólo por sentimientos e im-pulsos éticos. Hay que tener en cuenta también las realidades econó-micas subyacentes al proceso de endeudamiento y al proceso de po-sible perdón. Analizar los aspectos económicos y éticos de este proble-ma es el objeto del presente artículo.

Deuda externa: perspectiva ética y cristiana, Proyección 46 (1999)171-190.

Los poderes públicos estánempezando a hacerse eco delmovimiento a favor de la condo-nación de la deuda, lo cual signifi-ca que los gobiernos no puedenquedar impasibles cuando creceel clamor social.

En España se ha puesto enmarcha la campaña Jubileo 2000,inserta en una campaña interna-cional impulsada por diversas or-ganizaciones religiosas. El que al-gunas instituciones eclesiales y lapersona de Juan Pablo II esténdetrás, ha reforzado el impacto yla credibilidad de dichas campa-ñas.

Jubileo 2000 sigue en marcha,

porque ni se ha agotado el plazo,ni se han cumplido sus objetivos.Y es que el problema es compli-cado. Para aclararlo, trataremosde responder a las siguientespreguntas:

1. ¿Qué es endeudarse?2. ¿Cuáles han sido el origen,

el desarrollo, los actores y losefectos de la deuda del Tercermundo?

3. ¿Qué presupuestos éticos ycristianos nos permiten afrontarel problema y aplicar sus posiblessoluciones?

4. ¿Cuáles son las principalespropuestas recientes de condo-nación?

I. QUÉ ES ENDEUDARSE

Endeudarse es vivir o desa-rrollar alguna actividad utilizandoun dinero que no se tiene, peroque se recibe como préstamo deotra persona o institución. Para

algunos estar endeudado es unaforma natural de vivir; para otroses una situación peligrosa, esmalo. En realidad, endeudarse noes malo, si se hace con prudencia:

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es decir, si hay expectativas fun-dadas de que el dinero recibidohoy en préstamo se va a recupe-rar dentro del plazo estipulado,gracias a la actividad (inversión,trabajo) que permite realizar di-cho dinero.

Pero para que haya présta-mos es necesario también queexistan quienes dispongan deahorros y quieran rentabilizarlos,porque el dinero es un bien pro-ductivo en la lógica económica.

En el caso de que los deudo-res sean los gobiernos, nos en-contramos ante deudores públicos.Cabe señalar, entonces, dos dife-rencias en el proceso de endeu-damiento. En primer lugar, la de-cisión de endeudarse la tomanpersonas que no responden di-

rectamente con sus bienes antelos acreedores: responde la so-ciedad entera a través del presu-puesto del país temporalmentegobernado por estas personas. Aveces la devolución no corres-ponde a los mismos políticos quecontrajeron la deuda. Lo que nosuele hacerse es contar con losciudadanos a la hora de endeu-darse. En segundo lugar, si el deu-dor es un Estado, se da por sen-tado que no se puede llegar a laquiebra, con lo cual las deudas seacumulan indefinidamente y lascantidades a devolver cada añose pueden incrementar hastaproporciones descomunales. Es-tas dos diferencias nos ayudarána comprender el problema quenos ocupa.

II. LA DEUDA DEL TERCER MUNDO

A veces se dice que los paísesdel tercer mundo han estadosiempre endeudados, lo cual noes del todo cierto. Algunos datosnos lo confirman, y de paso danidea del peso que supone hoy ladeuda para algunos países.

Algunos datos actuales

Para no abrumar al lector, he-

mos seleccionado los datos queaparecen en los dos cuadros si-guientes.

El cuadro 1 constata que ladeuda sigue incrementándose, apesar de la sangría permanentedesde el Sur al Norte. Notemosque los datos de la primera líneano pueden sumarse: representanel montante total de la deuda alfinal de cada año. Los de la segun-

CUADRO 1

Deuda total y pagos anuales (en billones de pesetas)

1980 1985 1990 1993 1997

Deuda total acumulada 97,5 165 225 285 330

Pagos anuales delSur al Norte 13,2 22,6 23,2 24,9 39

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da línea son los pagos realizadoscada año, y sí pueden sumarse: eslo que los países han pagado a los

acreedores en el transcurso deestos años.

CUADRO 2Deuda externa y renta per cápita (año 1995)

Deuda ext. Deuda ext. Renta Deuda ext./(millones per cápita per cápita Renta per

de dólares) (dólares) (dólares) cápita

México 165.743 1.802 3.320 54Argelia 32.610 1.165 1.600 73Mozambique 5.781 361 80 452Uganda 3.564 188 240 78Costa de Marfil 18.952 1.354 660 205Bolivia 5.266 752 800 94Nicaragua 9.287 2.322 380 611Honduras 4.567 761 600 127Ruanda 1.008 168 180 93Burundi 1.157 193 160 121

El cuadro 2 nos ayuda a valo-rar mejor el peso que supone ladeuda para algunos países signifi-cativos. De la primera columna(cifras totales de la deuda), desta-ca México, aunque hay que recor-dar que es un país poblado. De lasegunda columna (deuda por ha-bitante) destaca Nicaragua, por-que tiene relativamente poca po-blación. La tercera nos da unaidea del nivel de renta de cadapaís. La cuarta columna divide loque correspondería a cada habi-tante de renta y de deuda. Desta-ca de nuevo Nicaragua. El valor611 significa que cada nicaragüen-se tendría que estar más de 6años trabajando (y/o aportandosu capital) sin cobrar nada parapoder saldar la deuda de su país.Burundi, Honduras, Costa deMarfil y Mozambique tendríanque estar también más de un año

en estas condiciones.

El origen del problema

El problema se generó a par-tir de 1973, cuando los paísesproductores de petróleo (agru-pados en la OPEP) aprovecharonla inestabilidad internacional de-rivada de crisis monetarias y polí-ticas, y subieron, en 4 meses, elprecio del barril de petróleo de3,05 a 11,65 dólares.

Una de las consecuencias deesta decisión fue la acumulaciónde dólares (petrodólares) en ma-nos de estos países productores.Fueron entonces los bancos in-ternacionales los que se dispusie-ron a mover dichos fondos facili-tando la concesión de préstamos.La abundancia de fondos explicaque los créditos se multiplicarany que se concedieran con escasas


condiciones, sobre todo a gobier-nos del Tercer mundo.

Pero llegó el momento en quese cumplía el plazo para iniciar ladevolución de los préstamos. Ysaltó la alarma cuando México en1982 y poco después Brasil y Ar-gentina se declararon insolventes.La alarma era explicable, porquelas cantidades prestadas significa-ban un peso muy considerablepara los activos de los bancosprestamistas, lo que les ponía endificultades de solvencia. Su quie-bra podía tener efectos muy gra-ves: pérdidas para los ahorrado-res, pérdida de credibilidad parael sistema financiero, crisis de laseconomías... No era posible, pues,aceptar resignadamente la insol-vencia de los países endeudados.¿Qué hacer entonces?

Un primer intento de deter-minar las responsabilidades

Hagamos ahora una pausapara determinar, con los datosque ya tenemos, quiénes fueronlos responsables de una situacióntan alarmante. Fueron esencial-mente dos. Por una parte, losbancos prestamistas. Eran bancosprivados, sobre todo ingleses ynorteamericanos, que se agrupa-ron en consorcios para hacerfrente mejor a los riesgos de tanenormes operaciones. Los orga-nismos internacionales (FMI, Ban-co Mundial) se quedaron, de mo-mento, al margen del problema.Por otra parte, los responsablesfueron los gobiernos de los paí-ses del tercer mundo. También, demomento, los gobiernos de lospaíses industrializados declinaron

su implicación.Pero, ¿qué responsabilidad

tuvo cada uno de ellos? La res-ponsabilidad de los bancos priva-dos consistió en la ligereza conque concedieron los préstamos.Aquí primó el criterio de desha-cerse cuanto antes de los petro-dólares que no podían mantenerimproductivos.

Los gobiernos prestatarios ac-tuaron, no sólo con ligereza, sinotambién corruptamente. Ligerezahubo en los proyectos presenta-dos y su viabilidad, e igualmenteen contratar a tipos de interésvariable. Pero además muchos deestos gobiernos eran dictadurasy estaban controlados por éliteslocales, que desviaron los fondoshacia gastos suntuarios o median-te evasiones de capitales haciacuentas particulares en los mis-mos bancos que habían prestado.

Hubo un tercer responsable:el gobierno de los Estados Unidos.La política fiscal y monetaria quepusieron en marcha, al dictado desus propios intereses, agravó lasituación. Para reducir el excesi-vo déficit exterior, se intentóatraer capitales exteriores ofre-ciendo tipos de interés más altosque los de otros países. Esta subi-da de tipos se difundió a todoslos mercados; y como la deudahabía sido contratada a tipos va-riables, la factura a pagar por lospaíses endeudados subió. Ade-más, esta política económica nor-teamericana llevó a la revaloriza-ción del dólar en relación con lasmonedas de los países deudores,lo cual provocó un incrementode la cantidad a devolver, medidaen moneda nacional.


El problema de la deuda seplantea, así, en los siguientes tér-minos: si el aumento de la deudafue debido a la actuación del go-bierno de los EE.UU., ¿cabría exi-gir a los deudores que pagueneste monto superior a la obliga-ción que contrajeron? Pero si nopagan ellos, ¿quién satisfará losderechos de los acreedores?

Negociar antes que dar porperdido el dinero

Tras esta pausa, retomemos elhilo de los acontecimientos. Antela gravedad de la situación, erapreciso reaccionar. Los bancosacreedores buscaron la renegocia-ción de la deuda: suavizar las con-diciones en plazos y cantidadespara que los deudores pudieranpagar. En este momento entraronen juego los organismos interna-cionales. El Banco Mundial y elFMI fueron sustituyendo paulati-namente a los bancos privadoscomo prestamistas, concediendonuevos créditos para devolver losantiguos a los bancos privados.Pero al mismo tiempo se exigía alos deudores garantías impuestaspor el FMI: la elaboración de pro-gramas que los gobiernos endeu-dados debían aplicar para liberarrecursos forzando el ahorro, ypoder pagar así los créditos. Es-tos programas se conocieron conel nombre de planes de ajuste es-tructural. ¿En qué consisten estosplanes?

Inicialmente el FMI proponeuna terapia extraordinariamentedrástica: una fuerte devaluación,unida a la eliminación de los sub-sidios y controles de precios. El

efecto inmediato es el de una rá-pida subida de precios. Al mismotiempo se impide la subida de lossalarios para reducir el poder decompra y estabilizar la demanda.Con ello se ponen las bases parael ahorro forzoso.

Pero en el desarrollo de estemecanismo, los grupos socialesde menores ingresos no pudie-ron mantener el nivel de consu-mo porque los precios habían su-bido. Se consiguió ahorrar más,pero al precio de un aumento dela pobreza y de las desigualdadessociales, insoportable para gran-des mayorías de venezolanos, ar-gentinos o brasileños, especial-mente. Se llegó al saqueo de gran-des comercios de alimentación,con lo que los programas de ajus-te estructural tuvieron que sersuavizados... aunque sin renunciaral objetivo de fondo, que era po-ner orden en economías efectiva-mente muy desestructuradas.

El pago de la deuda se estabarealizando; pero el Sur seguía em-pobreciéndose porque habíatransferencias netas de renta delSur al Norte. Si antes de la crisisde la deuda (entre 1972 y 1982)los países desarrollados transfi-rieron al Sur un promedio de21.000 millones de dólares anua-les, entre 1983 y 1990 (en plenacrisis) son los países en desarro-llo los que transfieren al Norteuna medida de 21.500 millonesde dólares anuales.

Ulteriores soluciones que sefueron proponiendo

Además de las medidas sanaspara poner orden en las econo-


mías, el FMI impuso a los paísesendeudados otras medidas másdiscutibles. Destacamos tresgrandes capítulos entre ellas:

1.Liberalización del comercioexterior y apertura de las fronteras.El objetivo era la integración to-tal de estas economías más débi-les en la economía mundial. Laidea es buena, pero sólo si sehace de forma controlada paraque las empresas nacionales va-yan adaptándose a una mayorcompetencia exterior. La brus-quedad con que se aplicó llevó auna multiplicación de las quiebrasen todos los sectores y a un au-mento de la recesión.

2. Saneamiento de las finanzaspúblicas. Se pretendía reducir elexcesivo desarrollo del sectorpúblico y los déficits públicos de-rivados. Las medidas arbitradasfueron el despido masivo de asa-lariados y la liquidación de mu-chas empresas públicas, que fue-ron cerradas o vendidas al sectorprivado (con grandes ventajaspara los inversores, casi siempreextranjeros).

3. Liberalización del sistemabancario. Incluye la apertura a losbancos internacionales y el cie-rre, saneamiento o privatizaciónde los bancos estatales. De he-cho, se pierde el control de lapolítica monetaria y se multipli-can las prácticas especulativas. Laexigencia de secreto bancario,importada de otros países, desa-rrolla las oportunidades de blan-queo de dinero procedente deltráfico de armas o del comerciode drogas, por ejemplo.

Se pensaba que estas medidas

mejorarían el funcionamiento dela economía. Sin embargo, unchoque tan brutal para las eco-nomías provocó una recesiónque redujo las posibilidades deatender a la deuda. Porque nobastaba con reducir el consumo;era preciso mantener un nivel re-lativamente alto de producción yde creación de riqueza. En reali-dad, las medidas del FMI no esta-ban abordando el problema defondo de la deuda -lo que supo-nía para estos países deudores eltener que hacer frente a talesobligaciones-, sino que se con-tentaban con buscar el caminopara generar riqueza con la quepagar.

Pero este camino no condu-cía a nada; de ahí que comenza-ran a surgir nuevas formas de en-focar el problema. Haremosmención de dos de ellas, porquerevelan la progresiva concienciade la gravedad de la situación yde la inviabilidad de empeñarseen hacer que los deudores paga-ran.

1. La primera de ellas fue elPlan Baker. Presentado en 1985,debía aplicarse entre 1986 y1988 y consistía en fomentar elcrecimiento económico de los15 países más endeudados facili-tándoles créditos. Los prestamis-tas debían ser el Banco Mundial,los bancos regionales y la comu-nidad internacional de bancos.Había también algunas medidascomplementarias. El plan apenassurtió los efectos esperados, por-que los bancos no prestaron losuficiente. El mismo endeuda-miento externo era ya un obstá-culo para el crecimiento.


2. En marzo de 1989 se pro-puso como alternativa la IniciativaBrady. Partía de la convicción deque la deuda era impagable y quesu condonación parcial era inevi-table. En los años anteriores yase habían condonado algunasdeudas a los países más pobres.Ahora se pretendía que las con-diciones se ampliaran a los derenta media, con fondos del FMIy del Banco Mundial. Los presu-puestos para condonar eran dos:a) que se tratara de países sin ca-pacidad de hacer frente al pagode atrasos; b) que los países tu-vieran un plan de ajuste en mar-cha. La condonación se basaríaen acuerdos voluntarios entredeudores y acreedores. Ademásse fomentaría la aparición de unmercado secundario de la deuda,que podría negociar y canjear tí-tulos a través de instrumentosespeciales.

Impacto sobre los países en-deudados

1. Los sucesivos planes y lasdiferentes medidas apenas con-tribuyeron a reducir la cantidadde la deuda. Pero además losefectos cualitativos fueron muynegativos. Ante todo hay que des-tacar el coste social que la deudaimplica: el reembolso de la deudaimpide atender necesidades pri-marias de la población. Por ejem-plo, en 1996 el gobierno de Mo-zambique gastó dos veces más enel servicio de la deuda interna-cional de lo que invirtió en pro-gramas de salud y educación. Sinembargo, uno de cada cuatro ni-ños muere antes de cumplir los

cinco años debido a enfermeda-des infecciosas. En Etiopía los pa-gos de la deuda son cuatro vecesmás de lo que el gobierno invier-te en programas de salud, mien-tras más de 100.000 niños mue-ren cada año por enfermedadesque pueden ser prevenidas,como por ejemplo, la diarrea. En1996, Uganda invirtió sólo 3 dóla-res por persona en programas desalud mientras que gastó 17 dóla-res por persona en pagos de sudeuda. Sin embargo, uno de cadacinco niños ugandeses muerepor enfermedades que puedenser prevenidas antes de que al-cance los cinco años. Hay másejemplos. Todos muestran que elservicio de la deuda desvía recur-sos que deberían ser utilizadospara cubrir necesidades urgentescomo salud y educación.

2. La situación tiene ademásun coste financiero: los mercadosfinancieros internacionales nopueden confiar en estos paísespara nuevas inversiones. Y si loscapitales extranjeros no fluyenhacia ellos, su crecimiento esprácticamente inviable.

3. Un tercer impacto de ladeuda persiste en el aumento dela pobreza, como consecuenciade la aplicación implacable de losprogramas de ajuste estructural,como hemos visto.

La situación ha llegado a sertan escandalosa que la mismaUNESCO publicó un informe en1987 (Ajustement à visage humain)en que se criticaba duramente aeste tipo de políticas. Estas críti-cas han provocado la incorpora-ción de la lucha contra la pobrezaa los programas del Banco Mun-


dial. Pero todavía no se ha llegadoa cuestionar la política que está

produciendo esta pobreza.

III. ELEMENTOS PARA UNA REFLEXIÓN ÉTICA

La historia que hemos relata-do brevemente permite hacersecargo de la magnitud del proble-ma, de los cambios que se hanproducido y también de la cre-ciente toma de conciencia de lanecesidad de soluciones radica-les. A esta toma de conciencia hacontribuido sin duda la reflexiónética que se ha ido desarrollandoal respecto. Creemos que estaaproximación ética puede hacer-se desde un doble enfoque: des-de criterios de justicia contrac-tual y desde criterios de justiciasocial.

1. Como un problema de justiciacontractual. La justicia contractualanaliza las relaciones entre dossujetos concretos a partir delcontrato (tácito o explícito) querige estas relaciones y estipulalos derechos y obligaciones decada uno. La deuda puede consi-derarse como un contrato bila-teral. En él, el prestamista secompromete a entregar un dine-ro al prestatario en un plazo ypor un período determinado; y elprestatario se compromete a de-volver el dinero en el término fi-jado y a pagar los intereses esti-pulados. En caso de que alguna delas dos partes no cumpliera suscompromisos, un tribunal debe-ría intervenir a demanda de laparte perjudicada.

Si aplicamos este esquema alcaso que nos ocupa, parece claroque los deudores han incumplidosus compromisos, y los acreedo-

res pueden reclamar sus dere-chos ante el juez, o intentar ne-gociar fórmulas para que los deu-dores terminen cumpliendo susobligaciones. De hecho, será elmismo acreedor el principal be-neficiario de la negociación, por-que vale más cobrar menos quequedarse sin nada.

2. Como un problema de justiciasocial. El enfoque de la justiciacontractual es insuficiente por-que los implicados en esta rela-ción no son sólo los acreedoresy los deudores directos. En efec-to, las consecuencias del cumpli-miento de las obligaciones no re-caen sólo ni principalmente enlos gobiernos prestatarios (losdeudores), porque para saldar ladeuda éstos deben forzar el aho-rro de toda la sociedad. Ello hasupuesto enormes sacrificiospara las clases desfavorecidas,que además no tuvieron que vercon la decisión de endeudarse, nihan recibido apenas beneficiosde los préstamos.

También la decisión de pres-tar dinero ha implicado a otraspersonas además de los bancosprestadores: a todos los ahorra-dores cuyos fondos manejabanestos bancos. Pero las situacio-nes no son equivalentes; los ban-cos tienen recursos para absor-ber las eventuales pérdidas deri-vadas del incumplimientos de lospagos; mientras que los gobier-nos tienen que tomar medidasmuy duras para la mayoría de la


población para cumplir con di-chos pagos. Las dos partes delcontrato, pues, no están inequí-vocamente identificadas. Por lotanto, la justicia contractual no sir-ve para hacerse cargo de la di-mensión ética del problema.Hace falta hablar de justicia social.

Pero entrar en la justicia so-cial no supone encerrarse en unaespecie de nebulosa en la que

cualquier obligación se diluye ose disimula. La transparencia esesencial: sobre todo los gober-nantes, cuya legitimidad políticadebe ser sometida a controles,tienen que dejar en todo mo-mento claros los compromisosfinancieros que asumen, el desti-no de los recursos recibidos y lascondiciones de su uso.

IV. PROPUESTAS EN MARCHA HOY

Tal como se desprende de lahistoria de la cuestión, el estímu-lo más potente para buscar nue-vas fórmulas es la inviabilidad delas soluciones inicialmente pro-puestas, basadas en criterios dejusticia contractual. Pero la bús-queda de estas nuevas vías exigela legitimación ética que derivade criterios de justicia social.

Presupuestos para las nue-vas propuestas

Hay tres presupuestos queparecen admitidos por todoscomo base para cualquier pro-puesta.

1. La deuda, en sus condicionesactuales, es impagable. A pesar delos esfuerzos de algunos paísespor pagar, el monto de la deudano ha parado de crecer. Los sa-crificios económicos para inver-tir esta tendencia superarían elumbral de lo tolerable.

2. La deuda, en gran parte, sepuede considerar pagada. El pagode los intereses ha supuesto unatransferencia de tal cantidad derecursos que lo recibido por losprestamistas supera con mucho

lo que prestaron. Es verdad quepagar los intereses es una obliga-ción; pero esta obligación debetener un límite. Además los inte-reses se han incrementado porcausas ajenas a los deudores; porlo que es difícil admitir que todassus consecuencias hayan de re-caer sobre ellos.

3. La condonación es posible,aunque encierra ciertos problemas.Durante un tiempo, esta posibili-dad no se podía ni mencionarporque violaba los «sagrados»derechos de los propietarios.Hoy se contempla la cosa conmenos dramatismo. Condonar estécnicamente posible, con tal deque no se condone todo y de quese encuentren fórmulas para ha-cerlo de forma ordenada y pro-vechosa.

La iniciativa para los paísespobres altamente endeuda-dos (HIPC) de 1996

En octubre de 1996 el FMI yel Banco Mundial pusieron enmarcha la primera iniciativa quecontemplaba la cancelación deuna parte de la deuda. Al mismo


tiempo, se recomendaba una es-trategia para facilitar a los paísesdesprenderse de la carga de ladeuda insostenible.

El acuerdo no contemplaba nitoda la deuda ni todos los países.Incluía a los «países pobres alta-mente endeudados» (Highly In-debted Poor Countries - HIPC): esdecir, a 41 países, casi todos afri-canos, que tuvieran una deudaconsiderada no sostenible. La nosostenibilidad se consigue si unadeuda es superior al 200-250%del valor de las exportacionesanuales; y si el servicio de la deu-da es superior al 20-25% de losingresos anuales por exportacio-nes. Se exigía una tercera condi-ción: que el país hubiera llevado acabo reformas en la línea de losajustes estructurales promovi-dos por el FMI. Del cumplimientode esta tercera condición, al cabode 3 o 6 años, dependía el por-centaje de la cancelación.

Aunque esta iniciativa suponeun avance digno de mención,cabe denunciar inmediatamentesus limitaciones: los criteriospara definir lo que es una deudano sostenible sitúan el umbral enun nivel muy elevado; se sigueexigiendo el estricto cumpli-miento de los programas de ajus-te; y el período de espera mínimode 3 años es excesivamente pro-longado.

Como era previsible, los re-sultados fueron magros. Hastaahora sólo se ha reconocido a 8de los 41 países que cumplen lascondiciones para iniciar el proce-so de condonación: Uganda, Boli-via, Burkina Faso, Costa de Marfil,Guyana, Mozambique, Mali y Gui-

nea Bissau. De ellos, sólo los dosprimeros se han beneficiado yade alguna cancelación.

Avanzando sobre la Iniciati-va HIPC

La Iniciativa HIPC sirvió almenos para provocar debate ysuscitar contrapropuestas. Entreéstas merece citarse la de CIDSEy Cáritas Internacional, conteni-da en el documento La vida antesde la deuda. La reflexión explicitaabiertamente principios cristia-nos: la dignidad humana, los dere-chos y deberes de la persona, elbien común y la solidaridad, laopción preferencial por los po-bres. La propuesta central deldocumento es la cancelación dela deuda pendiente de los paísesmás pobres para el año 2000, y seconcreta en las siguientes líneas:

1. Mejorar la Iniciativa HIPC.Reducir el plazo para beneficiar-se de la iniciativa; definir criteriosmás ventajosos para el conceptode insostenibilidad de la deuda;proporcionar un alivio mayor...

2. Vincular la cancelación de ladeuda con la inversión en desarrollohumano. Si son los pobres los másafectados por la deuda, su cance-lación debe beneficiar sobretodo a ellos. Esto se consigueobligando a los gobiernos a queel importe cancelado se destine agastos de salud y educación, porejemplo.

3. Asegurar que las decisionessobre la cancelación de la deuda sehagan de forma transparente. ElBanco Mundial ya ha iniciado lapráctica de hacer participar a losgrupos beneficiados en la apro-


bación de los proyectos: ello de-bería ampliarse, para evitar se-cretismos.

4. Cambiar la estructura de lasrelaciones financieras internaciona-les. En este tema de mayor alcan-ce, se ha propuesto, por ejemplo,evitar que el acreedor sea juez ydemandante a la vez, o introducirprocedimientos internacionalesde declaración de insolvencia ode quiebra.

La campaña internacionaldel Jubileo 2000

Esta nueva inicitativa es deorden diferente, porque preten-de sensibilizar a la opinión públi-ca y ejercer presión sobre losgobiernos para la condonaciónde la deuda con motivo de la lle-gada del nuevo milenio.

La campaña está inspirada enla tradición veterotestamentariadel año jubilar. El antecedente delaño jubilar es el año sabático, quese concedía cada 7 años paradescanso de la tierra, de los ani-males, esclavos y emigrantes, yunía un sentido de culto a Dios(la tierra es don de Dios) y unsentido social (alivio para los po-bres endeudados). El año jubilares una relectura del año sabático(Lev. 25,8-55), se celebra cada 50años y supone el perdón de lasdeudas, la liberación de los escla-vos, e incluso la posibilidad de re-cuperar la tierra de la familia, sifue vendida en condiciones ex-tremas. Su fundamento teólogicoes la liberación de Egipto, a travésde la cual Dios creó un pueblopara la libertad; una libertad quetiene que ser económicamente

posible para todos.Con precedentes en África

en 1990, la actual campaña nacióen 1996 en Gran Bretaña, y hoyviene siendo apoyada por más de50 campañas nacionales en loscinco continentes, a las que sehan incorporado diversas organi-zaciones.

Cuatro elementos configuranla propuesta:

1. Una única cancelación de ladeuda impagable... Por deuda im-pagable se entiende aquella queexige desviar recursos necesa-rios para salud y educación.

2... de la deuda de los paísesmás pobres. Son aquéllos quenunca llegarán a saldar su deudaen las actuales condiciones. Paraestos países el monto de la deu-da representa de media el 93%de su renta. El Programa de lasNaciones Unidas para el Desa-rrollo calcula que se podrían sal-var 21 millones de vidas infanti-les, si los recursos empleados encancelar la deuda se dedicaran asalud y educación.

3... en el año 2000. En la tradi-ción del año jubilar, esta cancela-ción sería una oportunidad sinprecedentes para iniciar con ple-no sentido el nuevo milenio.

4... siguiendo un procedimientoequitativo y transparente. Como lanegociación se ha llevado entrelos bancos acreedores y las éliteslocales, los créditos se han con-cedido muchas veces por razo-nes políticas o para fomentar lasexportaciones de empresas delos países acreedores a los deu-dores. Suelen citarse los créditosal presidente Mobutu, que hanhundido a la República Democrá-


tica del Congo en la pobreza, y lehan imposibilitado devolver ladeuda.

Un momento importante dela campaña fue la I ConferenciaInternacional del Jubileo 2000,que reunió en Roma a 38 movi-mientos (campañas) nacionales ya 12 organizaciones internacio-nales en noviembre de 1998. Seaprobó el documento Llamamien-to del Jubileo para la cancelación dela deuda y para la justicia económi-ca, en el que aparece un consen-so sobre las características de ladeuda cancelable: esencialmente,deuda que imponga sacrificios apueblos empobrecidos; deudaque ya ha sido «pagada»; deudacontraída por regímenes represi-vos o contra los derechos huma-nos; o deuda centroamericanaderivada de los destrozos del

Huracán Mitch.

La campaña española de Ju-bileo 2000

La campaña española fue lan-zada en otoño de 1998 y patroci-nada por Cáritas, CONFER, Justi-cia y Paz y Manos Unidas. La ta-rea de concienciación se dirige alos distintos niveles de la Admi-nistración pública española. Aellos se pide la condonación (to-tal o parcial, según países) de ladeuda pública española, vinculán-dola a inversiones en desarrollohumano; un papel más activo a fa-vor de los países pobres y endeu-dados en los foros e institucionesinternacionales; y mayor transpa-rencia en las decisiones y manejode datos.

Condensó: JOSEP MÀRIA

Con el choque del discurso de apertura de Juan XXIII, la asambleaconciliar tomó conciencia de la dimensión histórica del momento (eltérmino «historia», ausente en los textos del magisterio, aparece 63veces en el concilio). La historia se convirtió en el lugar de la inteligenciade la fe y la historicidad en el coeficiente de todos los lugares teológicos.La mutación del mundo y las evoluciones del hombre actualizan elmisterio cristiano en una asunción de las realidades terrenas homo-géneas a la asunción de la naturaleza humana por el Hijo de Dios.Dios ha entrado en la historia. Es la clave de bóveda de la constitucióntitulada «La Iglesia en el mundo actual» (que no «La Iglesia y el mundoactual»).

La asamblea conciliar se movería en la conciencia de que la vidade la Iglesia es anterior a la teología. En otras palabras: la teologíareflexiona sobre la praxis de la Iglesia, y es esto lo que poco a pocova constituyendo el tesoro de su tradición viva. Desgraciadamente,la teología se había convertido de un modo excesivamente exclusivo,en una cuestión de escuela, demasiado separada de la praxis eclesial.

EVANGELISTA VILANOVA, La beatificación de Juan XXIII, La Van-guardia 3.09.2000 Revista 3-4.

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