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KOBIE (Serie Paleoantropologia y C. Naturales) Bilbao Zientzietako Aldizkaria - Revista de Ciencias Bizkaiko Foru Aldundia - Diputación Foral de Vizcaya N.º XIV, 1984 DETECCION DE LOS CONDUCTOS PREFERENCIALES DE CIRCULACION EN ACUIFEROS KARSTICOS Por Isaac Santesteban RESUMEN En este trabajo se analiza la disposición que ocupan las distintas capas y estructuras principales existentes en el sinclinal del macizo de Urbasa, relacionando directamente la morfología externa, con las características y situación de los conductos preferenciales de circulación subterránea. RESUME Dans ce travail s'analysse le disposition qu'ocuppe les diferents nappes et structures principaux existences dans le sinclinal de le massif d'Urbasa, relationnée directement le morphologie exterieur avec les caracteristiques et situation de les conduites preferenciels de circulations soubterraines. LABURPENA Lan honetan, Urbasa mendikateko sinklinalean (sabelgunean) dauden geruza eta egitura ezberdinen nolakoa, kanpoko biziegiturari artez atxikiz, lurazpiko urbiderik nagusienen zernolakoak eta· hoiek elkarrekin dituzten loturak emanez aztertzen da. MACIZO DE URBASA 1. Geografía. 2. Geología. 2.1. Litología. 2.2. Tectónica. 2.3. Morfología. 2.4. Estratigrafía. 2.5. Hidrología. 2.5.1. Drenaje estructura norte. 2.5.2. Drenaje estructura oeste. 2.5.3. Drenaje estructura este. 2.5.4. Drenaje dolinas norte. 3. Conclusiones. 4. Bibliografía.

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KOBIE (Serie Paleoantropologia y C. Naturales) Bilbao Zientzietako Aldizkaria - Revista de Ciencias Bizkaiko Foru Aldundia - Diputación Foral de Vizcaya N.º XIV, 1984

DETECCION DE LOS CONDUCTOS PREFERENCIALES DE CIRCULACION EN ACUIFEROS KARSTICOS

Por Isaac Santesteban

RESUMEN

En este trabajo se analiza la disposición que ocupan las distintas capas y estructuras principales existentes en el sinclinal del macizo de Urbasa, relacionando directamente la morfología externa, con las características y situación de los conductos preferenciales de circulación subterránea.

RESUME

Dans ce travail s'analysse le disposition qu'ocuppe les diferents nappes et structures principaux existences dans le sinclinal de le massif d'Urbasa, relationnée directement le morphologie exterieur avec les caracteristiques et situation de les conduites preferenciels de circulations soubterraines.

LABURPENA

Lan honetan, Urbasa mendikateko sinklinalean (sabelgunean) dauden geruza eta egitura ezberdinen nolakoa, kanpoko biziegiturari artez atxikiz, lurazpiko urbiderik nagusienen zernolakoak eta· hoiek elkarrekin dituzten loturak emanez aztertzen da.

MACIZO DE URBASA

1. Geografía. 2. Geología.

2.1. Litología. 2.2. Tectónica. 2.3. Morfología. 2.4. Estratigrafía. 2.5. Hidrología.

2.5.1. Drenaje estructura norte. 2.5.2. Drenaje estructura oeste. 2.5.3. Drenaje estructura este. 2.5.4. Drenaje dolinas norte.

3. Conclusiones. 4. Bibliografía.

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470 ISAAC SANTESTEBAN

1.- INTRODUCCION

La gran atracción que tiene la sierra de Urbasa en todos los navarros, motivada por ser un medio natural verdade­ramente extraordinario, fue captado por mí desde hace muchos años, pues a partir de la década de los cuarenta, en aquellas excursiones que realizaba el Oberena a la Yegüada, fueron motivo para conocer aquellos parajes incomparables, donde el hayedo y las grandes extensio­nes cubiertas de pastos, hacen que el espectador consi­dere este macizo como algo especial dentro de la orografía navarra. Fui recorriéndola toda de norte a sur, de este a oeste, en un afán desmedido por conocer su geología, su flora, su fauna, su clima, sus fenómenos hidrológicos etc, que han sido una constante en el transcurso de estos años.

Actualmente tenemos una idea en las numerosas mate­rias estudiadas, así en el campo de la paleontología, arqueología, espeleología, en especialidades como la hidrología, aparte de admirar los numerosos ejemplares botánicos, fenómenos morfológicos o admirando sus bellos rincones lo mismo al exterior en valles, bosque y cortados o disfrutando de sus ricas aguas en nacederos y fuentes, o en el bello mundo de las cavernas, que en este macizo adquieren un gran esplendor.

Queriendo recopilar algunos trabajos recogidos por nuestro grupo de espeleología y las visitas esporádicas realizadas por mi persona, someto a disciplina de exposi­ción a una serie de exploraciones en cavernas del macizo, a unos paseos realizados en busca de huellas del hombre primitivo, o en recogida de fósiles etc, sin un afán de pro­tagonismo, sino de concienciar a los navarros de que regiones como Urbasa, las tenemos que defender ante los problemas de degradación, explotación incontrolada, o del peligro que encierra un turismo de fines de semana, donde la polución tiene un índice alto al terminar los vera­nos, en donde unos centenares de miles de personas han disfrutado del aire y del sol de esta zona privilegiada que está sin apenas control.

Antes de pasar adelante conviene hacer mención a los trabajos ya publicados en el Catálogo de espeleología de Navarra en la que se hace alusión al macizo de Urbasa, citando un par de centenares de cuevas y simas, anali­zando sus formas y entorno. Posteriormente al iniciarse el plan hidrogeológico de la provincia, las incursiones sobre el macizo se aumentan, inventariando sus manantiales, y realizándose una serie de sondeos de reconocimiento para dar con detalle su estratigrafía y disposición de sus capas geológicas, para pasar a una segunda parte donde se ana­lizan sus posibilidades de explotación.

Este conjunto de trabajos desembocan en unos resulta­dos poco halagüeños, pues a pesar de considerarse como un gran acuífero, sus posibilidades de explotación con la técnica del momento no son rentables, ya que el agua al encontrarse profunda en una gran mayoría, daría lugar a que tendría que ser bombeada, dando unos costos eleva­dos. Por otro lado después de efectuar nueve sondeos de reconocimiento y dos de preexplotación, no se ha detec­tado ningún conducto preferencial, y por tanto a pesar de que el nacedero del Urederra da 4,5 metros cúbicos por segundo de módulo anual, es decir es el primer manantial de la provincia, su explotación no se vislumbra.

De ahí el que se haya reconsiderado el trabajo llevado a cabo en estos últimos años por la espeleología, con análi­sis direccionales de sus cavidades y galerías, profundida­des, circulación de agua, estudios de niveles, así como los

numerosos campos abordados por la hidrogeología, como aforos, pluviometrías, piezometrías, trazadores, etc., y los llevados más tarde de una ampliación de detalle por inter­pretación e todo lo existente en una geología de especiali­dad, donde las estructuras, tectónica y morfología, han dado con la aclaración a la situación de numerosos fenó­menos morfológicos, o desarrollo de cavidades a lo largo de unas estructuras conocidas. Por otro lado se han podido díscernir en estadística gráfica, el comportamiento regular de los piezómetros, ante unos cambios de circula­ción de un lugar a otro.

Agradecemos el interés demostrado por algunos grupos de espeleología por el empeño en el conocimiento del subsuelo del macizo de Urbasa y espero que estas líneas sirvan para que sus prospecciones y estudios avancen por los cauces adecuados para hacerlos más efectivos, tam­bién quiero agradecer la ayuda prestada por mi compa­ñero Pedro López, acompañándome en la tarea ingrata de los derroteros topográficos a través de un medio hostil.

1. GEOGRAFIA

El macizo de Urbasa situado en la región occidental de la provincia de Navarra, es una parte del conjunto llamado Andía, que se extiende desde su parte occidental, del cual está separado por la falla de Lizarraga, o de Dulanz, que divide el conjunto hidrogeológico, creando dos sistemas acuíferos independientes, el primero que da al nacedero del río Urederra, mientras que el segundo desagua en tres surgencias, la de Riezu, con una zona de captación muy definida, entre el polje de Zalbide y los montes de ltur­goien, el de Arteta de mayor cuenca entre el límite anterior, montes de andía, montes de Goñi, parte de Sarbil como Saldise y la cordillera de Satrustegui, y por último los manantiales de Ibero, Etxauri y Belaskoain, que aun cuando su origen en parte es termal, están conectados a la red kárstica de Sarbil-Andía.

Centrando nuestro interés en Urbasa y por tanto en la parte más occidental motivo de este estudio, limita al norte con los valles de la Burunda y de la Barranca, y parte de Ergoiena, al sur por las Ameskoas y tierras de Estella, por el oeste por la provincia de Alava en las cercanías del puerto de Opacua, terreno no comprendido en este tra­bajo, y por el este con la falla de Lizarraga, que la separa de Andía.

La extensión del macizo puede estar aproximadamente en los 185 kilómetros cuadrados, constituyendo el con­junto un sinclinal colgado a modo de altiplanicie, donde sus bordes más elevados por el norte, Legumbe, Urbasa. Balankaleku, Meciza, están en los 1.180 metros, mientras que por el sur están alrededor de los 1.000 metros, lle­gando en algunos casos a los 920 metros, en el llamado corte de las Ameskoas, mientras que en el centro del sin­clinal alcanza sólo los 832 metros. En su parte oriental o zona de Dulanz es más elevada con 1.130 metros, pues en la occidental está entre los 1.100 metros de la parte norte y los 950 metros de la zona sur, formando también la típica depresión hacia su centro, donde coincide con el eje del sinclinal que se extiende de oeste a este, en una serie de terrenos y materiales que estudiaremos y cuyo comporta­miento es muy importante en la circulación hidrológica del macizo.

El clima es continental con inviernos fríos, con precipi­taciones de lluvias y nieves, siendo los veranos frescos,

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DETECCION DE LOS CONDUCTOS PREFERENCIALES DE CIRCULACION EN ACUIFEROS KARSTICOS

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donde la media de la temperatura anual puede estar situada en los siete grados centígrados, lo que corres­ponde a una meseta de unos 1.000 metros de altitud con fuerte bosque y las medias de precipitación pueden estar aproximadamente en los 1.400 mm. por metro cuadrado y año, existiendo grandes variaciones de norte a sur. La vegetación es abundante, donde se encuentra situado uno de los mayores bosques de hayas de la provincia, también existen las praderas en grandes rasos, en el centro los espinos y argomas producto de otro tipo de suelos, como son los terrenos margosos.

2. GEOLOGIA GENERAL

El macizo de Urbasa que tiene la forma de una gran artesa, es una altiplanicie caliza que los geólogos la deno­minan como sinclinal colgado, constituida por calizas y calcarenitas del Terciario, dispuestas en una serie de capas regulares, donde en la base más profunda existen las margas y margocalizas del cretácico superior, encima de estos materiales unas dolomias del paleoceno en su parte más baja, calizas lutecienses en la parte intermedia, calcarenitas en la parte superior, para continuar en unas intercalaciones de margas y calcaren itas, siendo los espe­sores variables entre un centenar de metros en la parte SW, donde no existe el paleoceno superior, hasta cerca de 500 metros en la parte norte. Las dolomías y las calizas de la parte baja del paleoceno están karstificadas, mientras que la parte superior es más impermeable, donde estas calizas y calcaren itas de espesor variable pertenecientes al Eoceno, aumentan su espesor hacia el este, estando tam­bién karstificadas. Las margas que se extienden por el cen­tro del Raso de Urbasa forman un tramo impermeable, en donde discurren las aguas del regato de los yesos, culmi­nando la serie más al oeste un tramo de areniscas calcá­reas que afloran cerca del Palacio a la Venta de Urbasa.

El accidente tectónico más importante es la falla de Liza­rraga, que divide el sistema acuífero de Urbasa del de Andía situado al este; existen por otra parte una serie de fracturas oeste-este, cruzadas por una red de diaclasas NW-SE y NE-SW en aspa con 90 grados de separación que condicionan la circulación del macizo, y cuyo origen son observables en el anfiteatro del Urederra, donde se sitúan los dos manantiales, el primero en la margen oeste situado en este eje oeste-este, y el segundo o de los túneles en una intersección de este eje a otro, el SE-NW.

El amplio sinclinal que forma el macizo, cuyos flancos norte y sur tienen un buzamiento entre 10 a 15 grados, queda cruzado en su parte más baja, por el eje este-oeste, siendo desplazado un poco al sur por la falla de Lizarraga.

Bajo el punto de vista hidrológico hay que considerar que la unidad de Urbasa desagua por Urederra su totali­dad, existiendo un karst muy desarrollado en parte camu­flado por la vegetación y procesos erosivos que enmasca­ran el conjunto, y donde el agua subterránea circula a través de conductos preferenciales en una red de diacla­sas, que dan paso a zonas de regulación donde se embal­san, como en los rasos de Lubierri, Aisaluza y Urbasa.

Los sondeos realizados en el plan hidrogeológico han servido de gran ayuda para determinar las zonas de circu­lación preferencial y nos han precisado los niveles que en todo momento toma el acuífero ante las grandes recargas, donde en el manantial se han dado lectura a caudales superiores a los 50 metros cúbicos por segundo. Sin

embargo, los descensos son rápidos debido a la capacidad de evacuación que tiene la salida, y que la regulación se haga en estos embalses que sirven de almacén, que junto a los materiales menudos de filtrado y criba, dan paso a estrechuras en unos cambios de circulación.

2.1.- Litología

Al atravesar la sierra de Urbasa de sur a norte entre Zudaire y Olazagutía, tenemos la impresión de remontar los bordes de una gran cazuela, pues hasta una buena parte del puerto de Zudaire no conseguimos ver el final de las margas, por coincidir el buzamiento y trayectoria con la carretera, y es sobre esta capa del cretácico donde des­cansan las demás capas y condicionan la circulación de las aguas hacia el nacedero, el punto más bajo del sistema. Sobre estos materiales las dolomías y las calizas que desde el sur o Limitaciones de Amescoa aportan agua al Raso de Urbasa, con formación de algunos karst, a lo largo de la carretera de Aguarana, Andasarri, lturriketa que con­tinúan en estructuras sur-norte, y dan aporte al manantial del oeste. Estas capas de calizas que buzan sur-norte, tie­nen por techo unas calcarenitas, como lo demuestran las verticales de la sima de Aranzadulla y es en la parte caliza con material más karstificado, donde se produce una mayor circulación.

Continuando hacia el norte nos encontramos con las margas grises impermeables que ocupan parte del Raso de Urbasa, para dar alguna formación de agua superficial en el regato de los yesos, llamado así por existir este mate­rial en superficie, seguimos por el Palacio y Venta de Urbasa, donde aparecen unos bancos de areniscas que dan buenos manantiales, y que siendo estos muy degra­dables dan paso a través de arenas (grandes depósitos), a las formas kársticas de las calizas, como dolinas y simas con gran arrastre de estos productos, hacia el manantial oeste. Salimos de la zona hacia la yeguada repitiéndose la serie, las calizas con nódulos de silex, las calcarenitas, dolomías y margas de base de las canteras de Olazagutía.

Estos productos derivados de la erosión de las calcare­n itas y areniscas dan arenas salíceas y cantos sueltos muy duros muy abundantes en la red oeste ya detectados en las perforaciones de los sondeos y en la salida del manantial, arena blanca que no reacciona con el clorhídrico diluido.

Las calcarenitas como unidad dan cavidades con forma­ciones verticales, que en su descomposición o decalcifica­ción motivan dos productos, las arenas y los restos carbo­náticos como las arcillas.

Las calizas lo mismo en el conjunto norte-sur, que en el este-oeste dan a. formaciones de huecos importantes, como son todas las cavidades situadas en los flancos superiores, abundando los fenómenos litogénicos, lo mismo que la decalcificación, con gran formación de arcillas.

El conjunto de todo este aparato físico químico, desem­boca en unos procesos de gran interés, en donde estos materiales descompuestos forman parte de unos fenóme­nos de circulación, adaptándose a las estructuras en los distintos materiales de calcarenitas, calizas, margas, dolomías, areniscas, etc., siendo regulados los caudales de agua a través de los mismos y haciendo cambiar la circulación, bien sea en redes estrechas o.dando a forma­ción de embalses.

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2.2.- Tectónica

Considerado el sinclinal colgado limitado por unos bor­des, es de destacar que a lo largo de una serie de recorri­dos en diversas subidas al macizo han sido observados, mereciendo destacar:

El escarpe norte que ha sido visto desde distintos puntos como en el puerto de Lizarraga, corte vertical de calizas con un continuo desplome y erosión, que ha dado motivo a un extraplomado, debajo del cual abunda un gran can­chal calizo, los tramos inferiores se encuentran cementa­dos en un proceso carbonático dando un buen aglome­rado, empleado en firme de carreteras. En la parte superior exjsten cavidades horizontales o inclinadas desarrolladas a lo largo de sus planos de estratificación. En la parte que da hacia Olazagutía, la formación de cascadas en las cre­cidas del acuífero,.ha dado con un perfil más suave a modo de cauce, abundando los materiales de erosión que se acumulan en fuertes graveras y que las aguas empujan en su paso hacia el valle.

El corte de las Améscoas situado al sur del macizo, tiene una primera parte entre Larraona y Zudaire con fuerte ple­gamiento y siendo los materiales fácilmente disgregables, · existen desplomes de grandes cantos, y formación de un canchal por donde discurre la subida al macizo, entre ellas las de Larraona, Aranarache, San Martín, Eulate, Zudaire, no existiendo agua pues los materiales buzan al norte, con una base impermeable de margas. La zona media o anfi­teatro del manantial del Urederra con gran penetración del valle o regresión fuerte del corte, formación de graveras y hundimientos, depósito de tobas o travertinos y otros materiales carbonáticos en grandes abrigos rocosos. La tercera parte parecida a la primera es la del valle de Urra, penetración sobre materiales que han sido desgajados del macizo y posteriormente disgregados, abundando las are­nas y arcillas.

La falla de Lizarraga que limita a Urbasa por la parte este separándola de Andía, origina un corte de unos 20 metros sobre el raso de Zalbide, ha sido recorrida desde la ermita de San Adrian en el norte, que forma un precioso corte, para continuar por la cantera de marmol y cercanías de la calzada, encontrándose cerca emplazadas las simas de Tximua y Arleze, ésta en el mismo labio de la falla, y más abajo en el raso de Zalbide la sima del Roble, en gran formación de dolinas, continuando el corte a la altura de Venta Zumbelz, siendo en sus proximidades en que se divide en dos, la que sigue al sur paralela a la carretera de Estella, y la del suroeste que da motivo al valle de Lizarrate, definiendo la zona de captación al valle de lranzu.

La limitación por el oeste al prolongarse el macizo por el lado alavés, no tiene una definición clara en nuestra pro­vincia, ya que al tratarse de un mismo acuífero se mani­fiesta con manantiales en Contrasta por el sur y en Andoin por el norte.

En cuanto a formas por el interior habría que considerar a las que da motivo el eje del sinclinal que del NW al SE, llega al gran Raso de Urbasa y lo atraviesa, dando motivo a cuatro pérdidas, entre ellas la de los yesos con formación de barranco importante en la parte más baja de la sierra. También conviene destacar las fallas Este-Oeste, entre ellas dos paralelas a la carretera de Otxaportillo la primera al norte y la segunda al sur, condicionantes de la circula­ción en ese sentido, las situadas al sur de la carretera de Aguarana y la del sur del raso de Urbasa entre Lezamen y el manantial oeste, en el nacedero del Urederra. Estas

grandes fallas están cruzadas por una red de diaclasas importantes, destacando las que se aprecian en el raso de Urar, al norte y sur del raso de Eskiza, Obas y rasos del norte y por el sur, los pasos hacia Lezamen y de Urbasa, en estructuras sur-norte desde Limitaciones de Amescoa, y completando por la parte este con las estructuras rumbo oeste-este que declinan posteriormente al norte y que pueden estar en contacto con las fallas donde se alinean los rasos del lado este Bardoizar, Juangorri y Olderiz.

2.3.- Morfología

Teniendo en cuenta la gran artesa que es Urbasa, cuyos bordes superiores quedan en sus cuatro puntos cardina­les, las aguas superficiales tienen que dirigirse a su parte central, punto más bajo del sistema, a través de una red compleja, donde los planos de estratificación, diaclasas, fallas, fisuras y galerías de todo tipo en numerosas caver­nas, forman un conjunto de conducción importante, hacia niveles más bajos. Estos niveles superiores situados en los bordes, constituidos por materiales calizos, dan en su superficie externa a una gran erosión, al estar en pen­diente hacia su interior, con depósitos más bajos de mate­riales vegetales. Sus cavernas suelen abrirse entre planos de estratificación, con buzamientos fuertes sobre todo en el norte, existiendo también en este material alguna estruc­tura fallada dando desarrollos verticales, en simas donde son muy ricos los fenómenos litogénicos.

Acercándonos hacia el centro y en puntos más bajos de nivel, aparecen las calcarenitas, que se encuentran gene­ralmente en pendientes más suaves, cuarteadas, y perfec­tamente orientadas Este-Oeste; en estos materiales se abren cavidades verticales, favoreciendo su formación la instalación de sus bocas en estructuras como diaclasas, fallas, dando paso en profundidad a materiales calizos, existiendo también diversas formas de dolinas abiertas por uno de sus bordes, el superior, y que condicionan cambios de circulación importantes.

En el centro del sinclinal al atravesar el Raso de Urbasa donde los materiales que lo constituyen son areniscas y margas, las formas son suaves, el agua de escorrentía, o se encharca, para discurrir lentamente o forma barrancos con cauces suaves.

Una de las características del tipo del terreno en los distintos materiales es en las calizas, el karst, que en el caso de este macizo se encuentra en estado avanzado de evolución, dando formas de erosión glaciar antigua, con denudación posterior y arrastre de materiales hacia zonas más bajas, abundando las tierras negras con fuerte vege­tación. Generalmente abunda en los bordes del sinclinal donde el terreno se encuentra más plegado, lo que facilita la denudación hacia zonas de dolinas o terrenos más sua­ves de pendiente.

Otras formas a destacar en el macizo son los rasos, que son grandes extensiones de pastos, sin arbolado, con cier­tas ondulaciones que dan motivo a formación de dolinas, a veces de grandes dimensiones y número, si encuentran las estructuras adecuadas para adquirir tamaño, progresando en profundidad y capacidad de ahuecamiento. También abundan en el macizo las formas en corredor a modo de calles, generalmente en calizas tableadas que a veces dan con valles ciegos o los llamados fondo de saco.

Esta facilidad de formación que manifiesta la caliza, lo es en menor medida y con otra disposición en las calcare-

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DETECCION DE LOS CONDUCTOS PREFERENCIALES DE CIRCULACION EN ACUIFEROS KARSTICOS

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nitas al ser materiales que se cuartean con más facilidad, no tienen por tanto la solidez anterior, dando facilidad a la exfoliación y hundimiento de sus materiales al crearse huecos, existiendo las dolinas y simas de paredes vertica­les, que dan paso a pisos inferiores a materiales calizos. El emplazamiento de las calcaren itas en el macizo se encuen­tran en un nivel intermedio entre las calizas más elevadas y las más profundas, tienen gran extensión y están general­mente cubiertas por bosques de hayas.

La parte central, más baja formada por terrenos imper­meables está cubierta al este por margas, con cauces de aguas que forman cuatro barrancos de bordes elevados entre 20 a 25 metros y de varios kilómetros de extensión, generalmente se extienden de sur a norte y el agua que portan se filtra al final de los mismos en su parte más baja y cerca del eje del sinclinal situado en la cota 835 metros, y en contacto con las calizas más bajas. Este raso de gran extensión está cubierto de pastos y por tanto abunda el ganado caballar, ovino y de cerda, abundan también las dolinas y en sus bordes un poco más elevados limita con las calizas y calcaren itas con cambio de arbolado, pues de unos espinos y argomas, pasa al bosque de hayas. En la parte occidental un poco más elevada abundan las arenis­cas calcáreas, fácilmente degradables, con buenas fuentes y paso a filtraciones entre materiales arenosos o dolinas en calizas, las fuentes de Los mosquitos, Basanziturri, o los Arenales que están cercanas a la carretera del Palacio de Urbasa en el itinerario de Zudaire a Olazagutía, conti­nuando los mismos por el raso de Lezamen y por la zona sur en Aguarana, hasta límites con la provincia de Alava.

En el aspecto paleoclimático es de destacar la forma de estriado en el pulido y erosión del karst, en la que en una primera parte se manifiesta la existencia de un clima duro continental, producido por bajas temperaturas y grandes precipitaciones" que se instalan en el macizo, separadas por otras de clima templado, dando a la fusión de hielos y nieves que dan desarrollo a las cavernas. Los procesos litogénicos de sus cuevas son muestra y exponente de esta manifestación, intercambio con los procesos erosivos en origen. Por otro lado estos procesos fisico-químicos han motivado depósitos cuantiosos, como arcillas y arenas que han sido solidificadas en parte por procesos carboná­ticos, mientras que en otros casos han sido arrastrados hacia otras zonas, de menos pendiente o han progresado en profundidad, tal es el caso de karst situado en las pro­ximidades de la carretera de Aguarana, en el sur de Urbasa. A todo esto hay que añadir que los procesos de decalcificación sobre las calizas-calcarenitas son muy fuertes, dando como resultado a grandes depósitos arci­llosos, que unidos a la descomposición de las areniscas, con formación de arenas, así como la erosión de los mate­riales silíceos, dan trozos sueltos de pedernal, cuarzo y silex que ayudan y colaboran en la labor erosiva y de abra­sión constante en unos proceso fisico-químicos de trans­porte, depósito y erosión. ¿Cuál es el resultado?

Un inventario aproximado de estas formas nos daría:

Más de 500 dolinas clasificadas, algunas de gran tamaño.

Más de 200 simas y cuevas catalogadas. Más de 30 rasos, algunos con categora de poljes. Unas seis zonas de karst. Dos grandes depósitos de toba caliza. Abundante flora y fauna fósil.

2.4.- Estratigrafía

Considerados los materiales, su disposición y sus for­mas, así como los fenómenos más destacados en los mis­mos, pasemos a dar la atención debida a las estructuras donde se amoldan, y desarrollan estos fenómenos.

Tomando como origen el afloramiento rocoso del manantial en el corte de Urbasa, se detecta perfectamente un eje Este-Oeste, que hemos continuado a través del Raso de Urbasa en unos kilómetros, así como en el de Lezamen, por el oeste, y lo mismo por el este el llamado de Bardoizar, Juangorri y Olderiz. En dirección norte y atra­vesando Limitaciones de Amescoas y el Raso de Arra­tondo, hasta la pérdidas del regato de los yesos. Los demás afloramientos han sido detectados en las zonas de Karst o al norte de ciertos rasos como Urar, Eskiza, entre la Venta de Urbasa y la Yegüada, donde se aprecian los ejes de sus diaclasas SW-NE o NW-SE. Las fallas Este-Oeste (274 grados), están en contacto con estas redes de diacla­sas, en las que se encajan las formaciones de grandes dolinas y simas, que en un análisis direccional de sus gale­rías dan con esta proyección. Por otra parte la disposición de los materiales en capas paralelas, da motivo a una cir­culación entre soluciones de continuidad, planos de estra­tificación, favoreciendo el desarrollo de cierto tipo de for­mas horizontales planas y anchas, mientras que las diaclasas dan con formas verticales.

Una serie regular de materiales daría, margas ~I cretá­cico en la base, dolomias y calizas, seguido de calcarenitas y por encima y hacia el centro del sinclinal margas y are­niscas en intercalaciones.

El poder de ahuecamiento o de karstificación de un fenómeno está en relación directa a estar situada en una buena estructura y después al material o grado de pureza carbonática que contenga.

Analizando los procesos que dan motivo a la tipología de las cavernas de Urbasa, en materiales calizos, tenemos la forma baja y ancha, existiendo un primer momento el paso del agua que se ha amoldado a un plano de estratifi­cación, la circulación es a presión, ocupando toda su sec­ción, estando su boca generalmente en el fondo de una depresión, como ejemplo Acuandi. Los Cristinos, Noritu­rri, Lubierri, tienen posteriormente grandes formaciones litogénicas por cambio de clima al exterior, para volver a un periodo activo de circulación que termina socavando en planos más bajos. En el máximo de la evolución tene­mos la caverna de Tximúas, en principio un proceso tectó­nico descubre el paso del agua a través de una galería desarrollada en planos de estratificación, un hundimiento de bóvedas que dan a formas más estables, el proceso litogénico posterior dando desarrollo a estalactitas y esta­lagmitas, suelos y paredes, y en pisos inferiores una gran erosión y decalcificación de las calizas, formándose gran­des depósitos de arcillas como en el caso del Tximua en su parte baja, no siendo activas actualmente, pues el agua que atraviesa sus galerías es de filtrado de bóvedas, estando situadas sus bocas a cotas elevadas, correspon­diendo a materiales de borde. En el caso de Las Hiedras abierta su boca en calcaren itas da una primera forma ver­tical de unos 50 metros, para pasar a calizas en una ligera deformación y aumento de sección, como también se aprecia en la sima de Aranzadulla, dando cursos activos de agua entre ambos materiales y entre los 100 y 150 metros de profundidad. Una forma típica de circulación en este

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tipo de materiales lo es la sima del Roble, con planos altos y gaierías entre hundimientos, no habiendo formas litogé­nicas, gran chimenea de entrada, teniendo como subpro­ducto de la erosión la arena carbonática de color oscuro, y que con otros materiales retarda la circulación del agua en sus galerías, o en el enrejado estrecho de fisuras y grietas de todo tipo.

2.5.- Hidrología

Todo el aparato kárstico que constituye el macizo de Urbasa tiene unas leyes de circulación que dan motivo a que sus cavernas estén a cierta profundidad cerradas por los materiales de arrastre y depósito químico, resultando que sus cuevas y simas estén colmatadas por estos mate­riales y que o sean de mucho desarrollo, al no dar paso hacia zonas más profundas. Un papel importante en la circulación tienen las dolinas en relación con los materia­les que han desaparecido en la superficie del karst, que su situación refleja la existencia de estructuras importantes y paso del agua subterránea, como es el caso de las gigan­tescas de Obas y Lubierri y las familias más pequeñas situadas en su entorno. Los procesos físico-químicos acontecidos en sus fondos, han dado motivo a desaparecer volúmenes enormes de materiales calizos, que el agua, a través del tiempo y de las galerías subterráneas, ha dado salida hacia el nacedero, y que al mismo los haya precipi­tado químicamente en formas de tobas, en un cambio de las condiciones al exterior de las aguas o las haya llevado más lejos en suspensión, para depositarlas más tarde por sedimentación.

En el comportamiento hidrológico es de tener en cuenta las grandes extensiones que forman los rasos, general­mente cerrados, con ligeras ondulaciones que dan motivo a formaciones de dolinas, donde penetran hacia el sub­suelo cantidades enormes de agua en las grandes precipi­taciones de nieve o por licuaciones fuertes, siendo su actuación en algunos casos como verdaderos poljes, como es el de la Yeguada o el de Zalbide, el agua llena toda su hondonada por haber inundado sus galerías en toda su red y remontan hacia el exterior en niveles que sobrepasan los 150 metros de altura, y formándose embal­ses de varios kilómetros a cotas elevadas, o existiendo facilidad en el acuífero para que estos embalses se sitúen en el subsuelo, tal es el caso de los embalses subterrá­neos, como los de Lubierri. Aisaluza o Arratondo.

Por último hemos de tener en cuenta las formas imper­meables y entre ellas las ocupadas por las margas en el Raso de Urbasa, las aguas corren en superficies formando arroyuelos y cauces en barrancos que a veces como el de los Yesos es de bordes profundos, antes de filtrarse en tramos permeables.

Consideramos importante la enumeración de estos rasos que ocupan gran extensión de la sierra de Urbasa, citamos de norte a sur y de este a oeste:

1. OSTILUZE, limite con la provincia de Alava. 2. AIZUZA, al este del anterior. 3. BIOITZA, sobre el puerto de Olazagutia. 4. ARZAMBARATZ, al NE de la carretera de Otxaportillo. 5. LARRENKARTE, al NE de la carretera de Otxaportillo. 6. OLABERRI, al NE de la carretera de Otxaportillo. 7. ARAPEA, al sur de la Yeguada. 8. AGIÑETA, al SE. de la Yeguada. 9. LEZAMEN, al oeste de la Venta de Urbasa.

10. ARRATONDO O URBASA, en el centro y norte de la carretera de Zudaire a Olazagutia. 11. URAR, al sur de la carretera de Otxaportillo. 12. ESKIZA, la cruza la carretera de Otxaportillo. 13. MANDABEARDIA, al norte de Elordia. 14. ELORDIA, al norte de Urar. 15. URTALEKOBURU, en el puerto de Santa Marina. 16. ANZUSTA, antes de Eskiza al NW. 17. MUGARDI, cerca de Elordia. 18. MENDARTE, sobre bordas de Eskiza. 19. OBAS,al NW del hoyo o dolina. 20. AISALUZA, al sur de Lubierri. 21. OLIOZI, al sur de la calzada de Bacaicoa. 22. ZAMARRAUNDI, al este de Lubierri. 23. LARREAUNDI, al este de Lubierri. 24. TXINTXORTE, al norte del kilómetro 6, carretera de Aguarana. 25. ARANZADULLA, al norge del kilómetro 3, carretera de Aguarana. 26. !BISO, cerca de lturriketa, al oeste. 27. ITURRIKETA, cerca del limite con Alava. 28. BARDOIZAR, al NE del nacedero del Urederra. 29. LA RUBIA, al oeste de Bardoizar. 30. AL TO REDONDO, al NE de Bardoizar. 31. JUANGORRI, al este de Alto Redondo. 32. OLDERIZ, al este del anterior. 33. ARCEITURRIETA, al NW de Obas. 34. AILESTAMBIDE, al NW de Obas.

Las zonas óptimas al desarrollo del karst hay que situar­las en los flancos norte y sur; en el primero a lo largo de la carretera de Otxaportillo, entre Arzambaratz y Eskiza, al sur en las cercanías de lturriketa, el situado entre la Venta de Urbasa y la Yeguada, al norte y sur de la carretera del Palacio, el del norte de Aisaluza, que se extiende al este por Oliozi, cercanías de las grandes dolinas de Obas y Lubierri, los alrededores de los rasos de Bardoizar, Alto­rredondo, Juangorri y Olderiz. Las características genera­les de este karst, es su gran desarrollo vertical, donde abundan las dolinas, los corredores a modo de calles pro­fundas, valles cerrados, simas, cuevas, etc., estando en parte colmatados por grandes unidades de materiales que han sido erosionadas y transportadas hacia pisos inferiores o proceden de partes más elevadas del sinclinal calizo, y que pasan a su vez al medio subterráneo como anterior­mente hemos expuesto.

La disolución de los materiales carbonatados que en este momento se cifra en los 250 mg. litro de agua, daría a lo largo del año con un módulo anual del manantial de 4.500 litros por segundo, una cifra de 35.320 Tm. o equiva­lente a la carga de 3.500 camiones de 10 toneladas, lo que hace que el indice de huecos sea muy elevado, de acuerdo con esta media de bicarbonatos disueltos.

Queriendo descubrir por otra parte las redes de drenaje más importantes, dado el potencial de recogida de aguas que tienen las formas estudiadas y su situación o empla­zamiento dentro del macizo, se ha efectuado un análisis de detalle sobre las estructuras generales existentes, lo que nos ha permitido aclarar la relación existente entre la situación de los grandes fenómenos morfológicos, como las grandes dolinas, estructuradas direccionalmente en familias, siguiendo las lineas del flujo preferencial y coi­ncidiendo con la formación de grandes simas y cuevas como Tximua, Acuandi, Los cristinos, que están íntima­mente relacionados con otros fenómenos naturales más

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DETECCION DE LOS CONDUCTOS PREFERENCIALES DE CIRCULACION EN ACUIFEROS KARSTICOS

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importantes como son los rasos Aisaluza, Arratondo, Bar­doizar, etc., por ejemplo, que forman grandes reservas de agua, regulando el paso a unidades más estrechas del enrejado kárstico.

En Urbasa, dado el recubrimiento existente de bosques y pastos, las formas estructurales son muy dificil~s de con­tinuar en el terreno, y por tanto una vez determinados los puntos seguros en los afloramientos claros, detectando la trayectoria o declinación magnética, el trabajo h.a consis: tido en unir puntos a través de las zonas de recubierto. As1, detectando el eje Este-Oeste en el circo de Urederra, donde se encuentran situados ambos nacederos, hemos continuado la dirección que nos marca la brújula 274 gra­dos, en una extensión hacia el Oeste que nos ha permitido situar fenómenos morfológicos importantes.

Las exploraciones espeleológicas llevadas en el manan­tial, con penetración en contra del agua en ciertos estiaje~, en galerías angostas por su altura y muy anchas, produci­das entre planos de estratificación, nos permitieron conti­nuar hacia el norte una corriente como de un centenar de litros en unos cientos de metros, con posterioridad el grupo de Estella realizaba otra exploración que dio conti­nuidad en unos doscientos metros hacia el Este, sifonando.

Por otro lado, estos manantiales, que drenan distintas zonas de la sierra, han sido diferenciados por su distinto comportamiento físico-químico, pues mientras el manan­tial del Oeste, las arenas que precipita en las crecidas son de un color blanquecino, y no reaccionan con el clorhí­drico diluido, por su componente silíceo, y están de acuerdo o relación con los materiales existentes por ese lado, y detectados en las perforaciones de los sondeos, l~s arenas del manantial de los Túneles son carbonáticas, mas oscuras, con un componente derivado del ataque a las calcarenitas, parecidas a las analizadas del manantial de Arteta. Su significado es claro, las primeras aparentan proceder de calizas y areniscas, sin intervenir en gran medida las arenas procedentes de las calcaren itas, mientras que en los Túneles proceden de una mezcla, donde las calcarenitas y sus productos llegan con facilidad al manantial.

Con estas referencias de base iniciamos a través del macizo, el recorrido de las formas externas a través de las extructuras de origen, que nos dan el siguiente plantea­miento:

2.5.1.- Recorrido estructura N0-320 grados.-Desde el manantial de los Túneles y situados sobre el balcón de Zudaire, dando comienzo entre bordas a estructura clara en labio saliente que se continúa a través de una zona de bosque atravesando de sur a norte la pista que lleva al ras? de Bardoizar, seguimos como unos 500 metros entre dol1-nas hasta dar con la tapia de Limitaciones de Amescoa, siendo el detalle de las poligonales el siguiente:

1. 320 grados - 75 metros longitud, entre bosque de hayas.

2. 325 grados - 100 metros longitud, entre bosque de hayas.

3. 330 grados - 60 metros longitud, entre bosque de hayas.

4. 290 grados - 100 metros longitud, entre bosque de hayas.

5. 315 grados - 100 metros longitud, entre bosque de hayas. Limitaciones de Amescoa.

6. 321 grados - 500 metros longitud, dolinas en zonas de pastos de Urbasa.

7. 340 grados - 500 metros longitud, valle en V, forma estructural clara.

8. 336 grados - 50 metros longitud, corredor estrecho en descenso.

9. 348 grados - 50 metros longitud, raso de Urbasa, sondeo R-8/R-6 a 35 metros. 10. 344 grados - 200 metros longitud, raso de Urbasa, balsa. 11. 337 grados - 200 metros longitud, raso de Urbasa, línea eléctrica. 12. 326 grados - 500 metros longitud, raso de Urbasa, atravesamos regato de los yesos. 13. 324 grados - 1.000 metros longitud, raso de Urbasa. cercanía de fuente de los mosquitos.

Del resultado de esta poligonal se demuestra la existen­cia de una forma estructural importante en el punto 8/9 por la cual pasa el agua que pueda almacenarse en el Raso de Urbasay que procede de diversos puntos todos ellos más elevados:

Sobrante de las fuentes situadas en los alrededores de los Mosquitos y Venta de Urbasa, con caudal importante todo el año.

Pérdidas del norte del raso, con aportes y circulación hacia el sur, hacia las zonas de los sondeos R-6/ R-8, donde a través de esta fractura bien visible en superficie, desaguan hacia el manantial siguiendo una serie de doli­nas bien definidas; el caudal se embalsa en la parte sur del raso y atraviesa en corredor o diaclasa, en dirección norte­sur hacia el manantial, situado como a unos 1.600 metros de distancia en línea recta y que fue explorado por Pedro Echalecu e Isaac Santesteban en el año 1959 y posterior­mente por Adolfo Eraso y Julián Larumbe.

Apoyándonos en los datos de los sondeos R-6 y R-8, situados estratégicamente a lo largo de las estructuras referidas, tenemos una lectura distinta en el primero que nos da un nivel superior del agua embalsada en el raso de Urbasa, mientras que en R-8 nos da un nivel inferior correspondiente a un cambio en la circulación y que hemos ido comprobando en una serie de medidas piezométricas.

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LA BURUNDA URDIAIN

OLAZAGUTIA Lorrenkarte

Aítzondo

Ostiluze

Ara pe

ltandurrieta Rasa de

Urbasa

Yesos

lbisa

lturriketa Tllintxorte Aguarana

LIMITACIONES . ~ . . . . . .. . . . ....

AMEscoA

AMES COA ALTA

ETXARRI ARANAZ

rTURMENDI

Urtalekaburu A1 lestamb1de

Mandabeard1 Arce1tumeta Oliazi

Elordía So1borren

Obas

Cerra de Arpe

Lubtem

Arratando

Mendarte

S1asgain

Esk1za

Abiatanda

Aisaluza

º] Otxa~artílla

LA BARRANCA

lraza

Bertakasa

Zamarrond1

Zalbíde

lrunzasa

Olderíz

Juangorrí

Alta redando

Bardaizar

La rubia

Lorreaundi

Arreluza

LIMITACIONES

ZUDAIRE AMES COAS ABARZUZA

AMESCOA BAJA TIERRI;\ ESTELLA

URBASA ___.E 1: 50.000==--

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30

53 --r-

+

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LA BURUNDA

32

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ZUPAIRE

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AMESCOA ALTA

+ -+-- + + + + + 31 33 35

....

+

1

+

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38

+

LA BARRANCA

1

1

+

1

+

-+

TIERRA ESTELLA

-+- -t-

39

1 1 1 1

URBASA E=l: 50.000

LEYENDA

bd CALIZAS V DOLOMIAS

([[] CALIZAS y CALCARENITAS

W MARGAS

EJ . ARENISCAS

[2j CALCARENITAS

~SIMA --- CONDUCTO PREFERENCIAL - EMBALSE SUBTERRANEO -+- EJE SINCLINAL

REGATA SUPERFICIAL

~

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478 ISAAC SANTESTEBAN

2.5.2.- Estructura del Oeste.-EI nacedero del oeste, en el anfiteatro de Uredorra, forma un caudal importante que es aforado en 30-6-84 y que sobre 1.000 litros que saHan en el canal, 450 representaban al mismo. Cuál es su alimenta­ción y se puede seguir la estructura condicionante del mismo? Situados sobre el manantial en el borde del macizo, pronto encontramos la falla, que se trata de una grieta muy llamativa, ya que a su través se percibe el abismo existente hasta el nacedero.

Comenzando en este punto y tomando la declinación que es de 274 grados, atravesamos hasta Limitaciones de Amescoa (pasando la tapia), para seguir por el Raso de Urbasa hacia el de Lezamen, cerca del Palacio de Urbasa, que seguimos cerca de la ermita de Engloria y dar con una doble dolina en el raso, clave del sistema que se divide en dos grandes estructuras: una, la primera, que sigue una alineación de dolinas a lo largo de la raso de Lezamen, y otra que lo atraviesa hacia el oeste.

El detalle de las poligonales es la siguiente:

1. 276 grados - 200 m., árboles suelo calizo. 2. 296 grados - 250 m., propiedades agrícolas. 3. 300 grados - 100 m., limitaciones Amescoas tapia

gran borda. 4. 314 grados - 700 m., Raso Urbasa parte sur. 5. 320 grados - 300 m., Raso Urbasa parte sur. 6. 280 grados - 50 m., Raso Urbasa parte sur. 7. 290 grados - 1.000 m., carretera del Palacio. 8. 300 grados - 300 metros ermita de Engloria y casa

de los frailes. 9. 300 grados - 300 m., raso de Lezamen, pastos y

argomas. 10. 298 grados - 200 m., grandes dolinas, dos estructuras. 11. 300 grados - 300 m., alineación de dolinas en raso de Lezamen. 12. 312 grados - 1.000 m., alineación de dolinas en raso de Lezamen. 13. 278 grados - 300 m., bifurcación hacia el oeste. 14. 255 grados - 450 m., circulación exterior entre dolinas. 15. 265 grados - 150 m., circulación exterior entre dolinas. 16. 275 grados - 300 m., lado contrario del raso.

La poligonal número 10 refleja la existencia de una doble dolina que condiciona la circulación, una al NW., siguiendo la proyección del valle de Lezamen, donde una serie de dolinas de gran tamaño dan penetración impor­tante de agua, existiendo grandes hayas en sus bocas; la del oeste tiene unas estructuras perpendiculares sur-norte que atravesamos, con aportaciones de agua del lado de Limitaciones de Amescoa a lo largo de la carretera de Aguarana. ·

2.5.3.- Estructura del Este.-Siguiendo hacia el otro lado la proyección de la falla y habiendo consultado la geología estructural, nos situamos en la parte Este del anfiteatro, justo a la entrada del camino de Baquedano a la sierra, conseguimos recorrer a través de un bosque cerrado y durante cerca de 700 metros hacia una gran zona de doli­nas, momento en que existen dos estructuras, la primera hacia el norte y el otro hacia el NE, siendo el detalle de las poligonales el siguiente:

1. 90 grados - 100 m., salida del camino del Baquedano hacia el bosque.

2. 90 grados - 100 m., bosque cerrado. 3. 90 grados - 150 m., bosque cerrado. 4. 85 grados - 100 m., bosque cerrado. 5. 90 grados - 100 m., dolinas, gran depresión, posible

embalse. 6. 80 grados - 150 m., dolinas, gran depresión, posible

embalse. 7. 85 grados - 35 m., bosque cerrado, posible estruc­

tura doble. 8. 65 grados - 150 m., dolina, ramal norte. 9. 45 grados - 25 m., bosque cerrado.

10. 40 grados - 25 m., bosque cerrado. 11. 32 grados - 100 m., bosque cerrado. 12. 30 grados - 50 m., bosque tapia Limitaciones Amescoa.

Se continua en zona de bosque cerrado pero con dificul­tad de progresión, teniendo que desistir para, tomando al Este, dar con el raso de Bardoizar, para continuar su pista forestal hacia el norte, teniendo que atravesar el raso hacia el oeste como unos 1.000 metros, hasta dar con la estruc­tura caliza que hemos abandonado en el bosque como kilómetro y medio más al sur, se trata de una elevación a modo de pared de unos diez metros en pendiente fuerte que parece camuflar el labio de la falla, límite por tanto del raso por este lado, ya que sobre él comienza un bosque cerrado de hayas. Esta alineación caliza con desmorona­miento de material, delimita como decimos el cambio de terreno, ya que del raso situado como diez metros más bajo cubierto de pastos y donde abundan las dolinas, se pasa a zona de bosque cerrado como lo que hemos visto en la primera parte de este derrotero y que conseguimos continuar como unos dos kilómetros hacia el norte, por pista forestal que nos obliga a tener que tomar numerosas referencias de la continuidad de la falla entre gran vegeta­ción; esta pista después de varios kilómetros desemboca cerca de la zona de Aisaluza, en la carretera del Otxaportillo.

Más al sur de la zona visitada, también se sigue una pista cuya entrada nos promete la presencia de tres o cuatro grandes dolinas en dirección Este, que nos animan a con­tinuar durante varios kilómetros, detectando una zona de captación importante, que puede dar una caudal al sur de la zona de los Túneles.

Continuando al NE por pista forestal, pudimos compro­bar la existencia de una zona de fuerte karst que nos con­duce hacia los grandes rasos de Altoredondo, Juangorri y Olderiz, cuyas extructuras estudiamos en una proyección de falla Este-Oeste en la parte norte o límite del raso de Juangorri y Olderiz, que comunica con la zona del Karst, para desembocar en la zona de dolinas alineadas del raso de Bardoizar, y en una dirección 250 grados, dar con la zona de las depresiones de la poligonal, anteriormente referida, que puede crear agua embalsada, en la conjun­ción de las dos estructuras estudiadas. 2.5.4. Colinas Lubierri-Obas.-Se toma la carretera de Otxaportillo hasta el raso de Eskiza, continuar pista fores­tal por el NE., dejando las bordas de Mendarte a la izquierda, para continuar por la pista o camino antiguo de Echarri hasta cerca de la misma, mientras que la de Obas queda hacia el Oeste. Estas dos grandes depresiones pue­den considerarse que están proyectadas en un eje estruc­tural SW-NE., la de Obas con 900 metros de longitud y 60 metros de profundidad y la de Lubierri con 700 metros de

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DETECCION DE LOS CONDUCTOS PREFERENCIALES DE CIRCULACION EN ACUIFEROS KARSTICOS

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longitud y 110 metros de profundidad, estando alineadas con otras familias de formas más pequeñas, con cotas de sus fondos superiores que son trayectoria y desagüe de zonas importantes, ya que se detecta un posible cauce subterráneo al NW y NE de Obas, que es dirigido hacia la estructura de Cerro Arde y que le permite canalizarse hacia las grandes dolinas de la cueva de Lubierri, que en su perfil de paredes y bóvedas se detecta su presencia antigua y que, actualmente, en planos profundos y al fondo de Lubierri, da paso mediante red estrecha de karst muy definido y en un trayecto aproximado de 600 metros al gran raso de Aisaluza, en donde el cambio de circula­ción es total, ya que no está limitado por estrechuras y en el cual el agua se ambalsa.

En este raso de Aisaluza, de gran extensión existe una gran formación de dolinas, que de Este a Oeste sus fondos van decreciendo, de manera que la corriente subterránea que de la parte de Lubierri penetra lo hace por el NE., a través de una diaclasa que lo pone en comunicación con la zona del karst, para continuar en el raso, por su parte más baja, es decir, al .Este y limita por una falla que se extiende en unos 700 metros y donde el agua se ambalsa y da salida en otra estrechura al sur de la carretera de Otxaportillo, con la continuidad en zona de karst. Por tanto, una de las corrientes más importantes del macizo, tiene su origen en dos brazos, el primero, en el NE con desagües de las zonas llamadas de Oliozi y por el NW. las de Arceiturrieta y Ailes­tambide, que juntos y por el cerro de Arde, comunica con la zona de Lubierri y ésta mediante un karst pronunciado, da paso al raso de Aisaluza, para continuar al sur de la carretera de Otxaportillo por nueva zona de karst, muy desarrollada entre grandes corredores orientados hacia el SW., en formas calizas tabuladas de unos 10 metros de altura, conduciendo entre zonas de bosque, en unos cen­tenares de metros, a formas de grandes dolinas, entre !as que destacan una de gran contrafuerte hacia el sur de unos cuarenta metros de profundidad y que cierra el paso por este lado, orientada por tanto de Este a Oeste. A partir de este momento y continuando hacia el SW hay un cam­bio de materiales y orientación, pues van apareciendo unas calcarenitas, perfectamente orientadas hacia el Oeste y que, a través del posible eje del sinclinal, conti­núan hacia el raso de Urbasa y su parte norte.

Desde el punto de vista hidrológico, las formaciones del norte del raso de Aisaluza, caracterizadas por una red de conductos preferenciales estrechos, dan con un gran embalse en la zona ancha del raso, almacenando y regu­lando el paso a nuevas estrechuras en karst muy desarro­llado, y hacia el eje del sinclinal ser continuidad hacia el raso de Urbasa en donde, de nuevo, puede embalsarse. Este cambio direccional está condicionado por la gran depresión ya comentada situada al sur de la carretera de Otxaportillo (unos 2.000 m.), que a modo de fosa tectónica conduce el agua hacia la proyección del eje del sinclinal, o punto más bajo del acuífero, y por el cual circula el con­junto hacia el raso, a unos 3.000 metros de distancia y continuar por las grandes perdidas del norte en una for­mación de grandes dolinas, orientadas en el citado eje. Estos últimos tres kilómetros los realiza en materiales de calcarenitas, para pasar en el raso a formas en margas, con cambio de la vegetación al exterior a espinos y argo­mas, atravesando los cuatro grandes barrancos por su zona de perdidas hasta el de los yesos en el oeste del mismo, ya que el agua busca el punto más bajo del sincli-

nal y donde acuden varias corrientes importantes del macizo.

En el estudio de este derrotero hemos efectuado un aná­lisis de detalle, en el raso de Aisaluza la posible proyección del embalse teniendo en cuenta a la orientación de la falla y la dirección .de las dolinas, así como las estrechuras norte y sur, lugares de paso del agua. Por el lado oeste existe una zona que está limitada por una estructura, pero en gran parte del raso hacia el oeste no tiene una limita­ción y el agua puede embalsarse de acuerdo con un gra­diente muy suave de un substrato de un material margoso impermeable que toma cierta extensión.

El detalle de las poligonales es:

1. 100 m., N-S. 110 m., E-0. 1. 200 m., E-W. 2. 110 m., N-S. 155 m., E-0. 2. 150 m., S-N. 100 m.,

E-W. 3. 70 m., N-S. 130 m., E-0. 3. 70 m., S-N. 80 m.,

E-W. 4. 50 m., N-S. 50 m., E-0. 4. 45 m., S-N. 20 m.,

E-W. 5. 50 m., w. 30 m., N-W. 5. 20 m., S-N. 4 m.,

E-W 6. 30 m., w. 11 m., E-W.

Del resultado tenemos que la estructura norte se encuentra a 760 metros de distancia de la salida o punto de estrechamiento al sur y que por el Oeste puede alcanzar hasta los 200 metros de ancho, al encontrarse dos defini­ciones estructurales a esa distancia.

El detalle del enlace entre el raso de Aisaluza y la dolina de Lubierri se efectúa a través de fuerte zona de karst, recubierto por bosque, con dolinas importantes en su curso de unos 600 metros, hasta dar con los bordes de la dolina que es descendida hasta su fondo unos 100 metros de desnivel en estructura SE-NW., para remontarla hacia el Oeste, hasta Urkoba y atravesar la misma de Este a Oeste y dar con la proyección de su estructura en dirección 340 grados del Cerro de Arde, y continuar entre dolinas, a las grandes depresiones del Norte.

Esta corriente que siguiendo el eje del sinclinal llega por la parte norte del raso de Urbasa hasta la perdida del regato de los yesos, puntos más bajo del sistema, al cual acuden por una parte las aguas subterráneas que proce­den del raso de Urar en el norte, Olaberri y Elordia y que, a través de una estructura SE-NW., la comunican. Por otro lado el agua que se forma al norte de la carretera de Otxa­portillo, rasos de Larrenkarte, Mandabeardas, sigue la falla situada al sur de la carretera y continúa paralela al norte de Urar, tomando dirección hacia el raso de Eskiza, reci­biendo parte del agua del Anzusta y zona de Mendarte y continuar hacia el SE., en fuerte formación de karst, donde cambia su dirección al sur y dar con el raso .de Urbasa en la parte norte de las bordas de Arratondo y jugar un papel importante en su continuación en las diaclasas 225 / 240 grados y dar a través de unos 1.500 metros por el raso, con la corriente subterránea del regato de los Yesos, en su paso hacia el Sur. Esta corriente, que ha sido seguida en estructuras muy claras desde el raso de Urar, se descom­pone en unos 2.500 metros dirección SE., desde las proxi­midades de sondeo R-4, 500 metros al sur en la zona del karst, y unos 1.500 metros al SW. hasta el raso, para conti­nuar en el mismo, otros 1.500 metros.

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480 ISAAC SANTESTEBAN

La confluencia de las corrientes del regato de los Yesos con la del NE., se produce en la proyección hacia el Sur en dirección al manantial de Urederra, lugar situado a unos 300 metros al norte de unos fresnos, al límite de la vegeta­ción de espinos y argomas en pleno raso de Urbasa y siguiendo juntos al sur hacia la zona del sondeo R-6 donde se embalsa y pasa hacia la zona de estrechuras ya comen­tada anteriormente en la estructura norte-sur.

3.- CONCLUSIONES

Como resumen y queriendo aclarar este capítulo dedicado al drenaje del macizo, tenemos que en el raso de Urbasa aparecen:

1. Aporte de las grandes dolinas de Obas-Lubierri­Aisaluza o llamado río subterráneo del NE., llega al raso a través del sinclinal en su parte más profunda.

2. Aporte de los grandes rasos del norte, como Urar, etc., hacia zona sur de Eskiza y grandes perdidas de Arra­tondo, confluencia en el raso con corriente subterránea de los Yesos.

3. Regato de los Yesos, con aporte subterráneo de los grandes rasos del NW., atraviesa el raso de Urbasa de norte a sur.

4. Aportes superficiales hacia las dolinas del raso de Urbasa.

Estos cuatro aportes se embalsan en la zona sur del Raso y antes del sondeo R-6, y tomando la estructura exis­tente en paso estrecho hacia el sur, a través de 1.600 metros, dar con el manantial por el norte en los Túneles.

5. Por otro lado, en la parte sur del raso y paralela a la carretera de Urbasa está el conducto preferencial que ali­menta el manantial del Oeste de Urederra, que en las grandes crecidas pudiera estar en contacto al exterior al ser sus niveles parecidos.

6. Los aportes del lado este que ya hemos comentado y que también acuden a engrosar el caudal que sale por los Túneles, aun cuando independientemente.

En este trabajo morfológico cabría destacar: La profusión del fenómeno dolina y su tipología. Zonas de karst y sus formas. Corredores kársticos. Rellenos y desarrollos. Abrigos rocosos. Simas y cuevas.

En el aspecto hidrológico: Circulación rápida en estrechuras.

Circulación lenta en zonas de rasos. Orientaciones regulares de la red de diaclasas. Niveles de circulación preferencial según la piezometría. Gran dimensión de alguno de los conductos preferen-

ciales.

En el medio ambiente: Restos de grandes podas de bosque. Ausencia de vida animal. Terrenos roturados para el cultivo. Abundancia de ganado de cerda y sus consecuencias.

En el aspecto estructural: Detección de los ejes Este-Oeste, condicionantes de dis-

tintos aportes. Las redes de diaclasas SE-NW y SW-NE. Los acoplamientos morfológicos a estas estructuras. La disposición y situación del eje del sinclinal al que

acuden parte de las aguas.

Los fenómenos hidrológicos como: Grandes crecidas y comportamientos diferentes según

zonas, con retención o evacuación rápida. Definición clara de las zonas de captación. Comportamiento de los materiales como: Grandes crecidas y comportamientos diferentes según

zonas, con retención o evacuación rápida. Definición clara de las zonas de captación.

Comportamiento de los materiales como: Calizas y grado de su karstificación. Calcarenitas y erosión. Areniscas y su degradación. Margas y su descomposición.

En otros aspecto hacer hincapié en el tipo de circulación que se realiza a través de una extensa red de diaclasas y planos de estratificación en conductos preferenciales, y en la existencia de varios almacenamientos o embalses, en varios sectores del macizo, donde los materiales constitu­yentes del terreno, tienen una gran importancia, ya que se detecta una circulación a distintos niveles, en soluciones de continuidad, en intercalaciones de margas, entre cali­zas y calcarenitas, entre calcaren itas como piso superior y calizas de inferior, o entre estas calizas y dolomías en pla­nos inferiores, en donde las margas del cretácico forman el basamento impermeable del acuífero. La interpretación de los niveles en los piezómetros, el estudio de los perfiles de cuevas y simas, la dirección de sus galerías, el análisis de los materiales y aguas, nos han brindado la oportuni­dad de hacer estas determinaciones.

La extensa red de drenaje del macizo en estiaje, da con los dos nacederos en el circo del Uredrerra en dos siste­mas distintos, el aporte occidental, constituido por la ali­mentación del SW y W del macizo, y la salida de los Túneles en la parte oriental del circo con un aporte del NW o zona del Raso de Urbasa y la propiamente dicha zona oriental con aporte del NE y E en los grandes rasos.

Para final queremos incluir algunos de los perfiles de cavidades de Urbasa donde se aprecian las formas y direcciones de sus galerías y que nos han servido de base a algunas de las interpretaciones.

4.- BIBLIOGRAFIAS Y CONSULTAS

No quiero terminar sin citar los magníficos trabajos que sobre Urbasa se han publicado y eritre ellos el de don Alfredo Floristán Samanes, en Geografía del sector, así como los de especialidad hidrogeológica de las aguas sub­terráneas de Navarra del Servicio Geológico de la Diputa­ción Foral, considerando también mencionar a las consul­tas realizadas al archivo del Grupo de Espeleología Príncipe de Viana.

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Datoa topográficos de CRISTl:-;NO~S _______ _

T6rmino municipal LAR~ Toponimia E.::-;RM;::7.11i=~~D~E=-=SAN~"""'e"""'EN,.--l=T-O _____ _

Datos campo C6Jculoa Correcciones Slst angular Fetjlu 1 . 1

Numero del Archivo

Número 70¡ de orden 1~9

PAMPLONA X y z Coordenadas geogrM!casl 42º 47' 40" 930 Coordenadas U.T.M ..•• r------+-_;;;;.~:.........:..;:_4 __ ..:.::.::_ _ _J

--~~~~~~~~~..J.-~~~~-1

1°26120"

SECCION AA

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o 5

SECCION DO

N SECCION FF

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PAMPLONA

o

165

Datos topográficos de ~~A __ ]!I M.!J.AK0....-::...1f.Zl.A__ __ Término municipal ..... lli.A.8.BAGA ______ _ Toponimia _filR TO KO SL _________ _

Datos campo Ctlculos CorrecclonN llat. angular

Fechas .._I ----'-----...1.l ___ .......Ll _ _...;. _ _J

X Y Z

Coordenadas geográficas ~-1_'.....;;..38.:;_' _4:...:5:...·-· --1-4.:.:2:.'_:5:.:,1_' ..::3:.:5::..'_' _.¡..__.!.:1 ·.!.1 ~O~O __ __¡ Coordenadas U.T.M ...•.

Número del Archivo Número 317 .. 1

114 orden

B

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Datos topográficos de ::-::::b:::AS:":"-"='H-:::1 E=-:::0':-::R:::A~S~-----Término municipal SIERRA DE URBASA Toponimia B:>RDAS DE ARRATONDO

Datos campo

Fechas 1 1 C41culos Correcclonee Slat. angular

1 1

Número del Archivo

Número S32 da 7140 orden

PAMPLONA X y z Coordenadas geográflcaal 1°M

1

2!5• 42º49°2!5• 900 Coordenadas u.T.M .••• r------+--;.._...;.....:;;;..:._+---==----1

'--~~~~..._~~~~-L-~~~~~

ALZADO

o

-50m.

--85m

PLANTA

-120m

--134m

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