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Ambiente

Desplazadxs por el cambio climtico en la costa caribehondurea

Por Caravana Climtica 11 diciembre, 2014 0 comentarios

Esta publicacin forma parte del proceso de documentacin realizado por la

Caravana Climtica, una gira de accin por Amrica Latina que busca

recolectar historias de pueblos que luchan en defensa de la tierra y por

justicia climtica. Despus de varios meses de viaje la Caravana lleg haceunos das a su destino en Lima, Per, donde se encuentra participando en

foros y eventos alternativos a la vigsima Conferencia de las Partes de la

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ONU.

DOCSONORO: Honduras, porque habitamos

Las comunidades garfunas han hecho frente al embate que se cierne sobre sus

territorios desde 1797, ao en el que fueron desplazadas hasta el Golfo de

Honduras y se establecieron en la isla de Roatn. Desde entonces los pueblos

afroindgenas tienen clara su historia; an permanece fresca en la memoria

colectiva la lucha de Satuye y la dispora de la isla de San Vicente, sobre el

origen y llegada de sus ancestros a la costa hondurea hace ms de doscientosaos. Los garfunas nunca fueron esclavizados, su pasado es una historia de

resistencia. Sobrevivieron a naufragios y a la usurpacin de su territorio en la isla

de San Vicente, donde a partir del mestizaje con el pueblo originario Kalinagu

surge el pueblo afroindgena garfuna. En un segundo momento se embarcaron

hacia las costas del Caribe para encontrar tierras no ocupadas por nadie hasta

entonces; a lo largo de la costa decidieron forjar un nuevo futuro en tierras que

limpiaron y sembraron para generar la subsistencia de las familias que all se

asientan hoy en da. Se dedicaron principalmente a la pesca, agricultura y

ganadera; actividades hoy fuertemente amenazadas por factores como el cambio

climtico, el avance de la agroindustria, los intereses corporativos y el

narcotrfico, que se expanden generando violencia, despojo y gran vulnerabilidad

en la regin.

El proceso de titulacin de las tierras del pueblo garfuna data de 1887, cuando se

realiz un primer reconocimiento parcial de sus derechos de posesin; sin

embargo, en los aos noventa del siglo XX, stos les fueron limitados por parte

del Estado hondureo, excluyendo la totalidad del territorio que los garfunas

aprovechan tradicionalmente para la construccin de sus viviendas y el acceso a

la alimentacin, tales como costas y vastos bosques que utilizan para la

subsistencia de sus comunidades.

Para el 2004 el Congreso Nacional aprob la Ley de Propiedad, financiada y

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promovida por el Banco Mundial para la operacin del Proyecto de Administracin

de Tierras de Honduras (PATH), el cual derivara en la anulacin del rgimen de

tenencia comunitaria de la tierra. Por tal situacin, la comunidad garfuna, por

medio de la Organizacin Fraternal Negra Hondurea (OFRANEH), interpuso una

solicitud ante el Panel de Inspeccin del Banco Mundial sobre el Proyecto PATH

para denunciar la violacin que esto supondra a los derechos de los pueblos, por

lo estipulado en los convenios y tratados internacionales que Honduras ha

suscrito, como el convenio 169 de la OIT. A pesar del reconocimiento que el panel

de inspeccin extendi sobre la violacin flagrante que se haca sobre el convenio

que ampara los derechos de los pueblos originarios, no se detuvo, ni modific la

iniciativa, alegando que el Banco Mundial no est sujeto a cumplir con lo sealado

por dichos tratados internacionales. Lo anterior agrava la crisis territorial que vivenactualmente las comunidades afroindgenas, presionando a los habitantes de

estos poblados a una dispora forzada y a la prdida de la relacin histrica con

sus territorios.

El incesante asedio que ejercen las empresas bananeras (de antao), agrcolas,

actualmente las tursticas, el crimen organizado, la amenaza del desplazamiento


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producto del cambio climtico y la implantacin de las ciudades modelo; fractura

la concepcin y la relacin entre territorio y las prcticas de las comunidades que

antao lo habitan. A partir del 2009, ao en que se llev a cabo el golpe de

Estado en Honduras, se ha vuelto an ms compleja la situacin de las

comunidades, al verse debilitado el sistema de justicia del pas, provocando la

impunidad actual que prevalece en los actos de despojo de tierras y territorios a

los pueblos originarios.

Territorios enteros estn siendo acaparados por el crimen organizado en las

comunidades Iriona y Walumugu; los terrenos de la Baha de Tela han sido

privatizados por la empresa creadora del proyecto Indura Beach y en las tierras

de la Muskitia se estn desplazando reas de cultivo por las grandes plantacionesde palma aceitera; sumado a los despojos cometidos en nombre del proyecto

Banana Coast, que promueve la implantacin de la primera ciudad modelo en el

pas, tambin llamadas Zonas de Empleo y Desarrollo Econmico (ZEDE), en

donde el capital extranjero contar con su propio sistema de seguridad y justicia,

violentando el concepto de soberana; esta primera ZEDE operar justamente

sobre los emblemticos barrios Cristales y Ro Negro. en Trujillo, lugar en el que

se encuentran asentadas ms de 20 comunidades garifunas, sitio donde tambin

ya se se impone la construccin del muelle de cruceros Post Panamax con la

inversin principal del empresario canadiense Randy Jorgensen.

Mientras se agotan las vas jurdicas para la resolucin de las problemticas sobre

el despojo territorial que viven las comunidades, se agravan las consecuencias

negativas derivadas del cambio de uso de suelos y de los resultados que losproyectos impuestos van teniendo sobre las culturas y el medio ambiente;

consecuencias que cada vez son ms alarmantes y amenazadoras, ya que

actualmente se entregan a concesin vastas hectreas de alta biodiversidad en

Honduras para la explotacin minera, turstica, agrcola, ganadera y comercial

sobre territorios resguardados por el pueblo garifuna.

Ah la deforestacin, sedimentacin de ros, contaminacin de agua y aire, ascomo los cambios en las dinmicas de relacin con el ecosistema, son las

afectaciones ms claras que estas empresas aportan a las localidades aledaas a


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quienes venden la ilusin de empleos y desarrollo para poder instalarse sin hacer

los estudios adecuados sobre el impacto ambiental o las consultas previas e

informadas a las comunidades que sern afectadas en la operacin de los

proyectos.

Estrategia comunitaria contra a la crisis ambiental

El deterioro ambiental como consecuencia del saqueo que padecen los territorios

de Honduras ha obligado a los pueblos a insertarse en nuevas dinmicas de vida

frente a los escenarios de devastacin y vulnerabilidad que actualmente se

imponen en sus comunidades. La crisis ambiental planetaria est generando

graves estragos en la poblacin del Caribe hondureo. La erosin de las costas y

el aumento en el nivel del mar han obligado a las comunidades de la costa norte

de Honduras a generar estrategias locales frente a las amenazas que ya son

evidentes en sus territorios.

28 de las 46 comunidades garfunas del Caribe hondureo se encuentran dentro

de reas naturales protegidas. Histricamente, son pueblos ligados a la


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convivencia armnica con las costas y la biodiversidad en ellas incluidas. Los

efectos del cambio climtico les golpean y vulneran profundamente. Esta

afirmacin ha sido cada vez ms palpable desde que el cicln tropical Mitch

irrumpi en 1998 en las costas del Atlntico. Ha sido uno de los fenmenos ms

devastadores ocurridos en la historia contempornea de Honduras; tanto que se

considera un pateaguas: antes y despus de aquel fenmeno meteorolgico.

El cambio climtico y sus consecuencias han sentenciado a estos pueblos a ser

una de las poblaciones mundiales ms expuestas a los pndulos cada vez ms

intensos y frecuentes de tormentas y huracanes. Lo anterior, aunado al

comportamiento actual de los mecanismos de produccin capitalista en la regin,

agrava la vulnerabilidad de todos los pueblos de la regin.

A partir de la afectacin sufrida por la tormenta tropical Gamma, ocurrida en 2005

sobre las costas de Honduras, Belice y la mexicana Pennsula de Yucatn, se

oper un plan de reubicacin para las familias ms afectadas de las comunidades

garfunas de Batalla, Tocamacho, Guadalupe, Nueva Armenia, Samboo Creek y

Triunfo de la Cruz. Actualmente sigue siendo necesario un plan de

desplazamiento para ms de 100 familias. Tan slo en las tres comunidades delmunicipio de Juan Francisco Bulnes, cuando el ro Sico irrumpi por la laguna de

Bacalar, arras con ms de 42 casas de la aldea de Batalla y provoc el desgaste

de terrenos que hasta hoy se aprecia evidente: faltan calles y porciones de tierra

entre la laguna y el mar. Prcticamente es imposible reconstruir la aldea que ah

se asentaba.

Los garfunas consideran que su modo de vida est por cambiar drsticamente.

Ya de por s, inmensas oleadas de migracin expulsan a los ms jvenes de las

comunidades, a travs de ros de personas que viajan con direccin al norte. El

continuo vaivn del mar hace desaparecer la playa donde se encuentran sus

casas. La tierras de cultivo estn siendo disputadas contra caciques y

terratenientes quienes, amparados por el gobierno, buscan imponer procesos

extractivos de graves consecuencias contra el equilibrio del ambiente, laseguridad y la soberana econmica, social y alimentaria de las comunidades. El

cultivo industrial, la ganadera extensiva, la prdida de la proteccin de la uva y de


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los manglares que ancestralmente servan como barrera para el mar, hacen que

los habitantes de esta regin sean de los ms vulnerables del planeta, a la espera

de un nuevo fenmeno atmosfrico o social que obligue la reubicacin de las

familias de esta zona. Adems de todo lo anterior, las comunidades padecen el

abandono sistemtico del Estado para resolver dichas necesidades de

reubicacin segura.

Hasta el momento han sido construidas 15 casas para madres solteras que

resultaron afectadas por el Gamma en el 2005 en la comunidad de Batalla. En

colaboracin con OFRANEH y con los patronatos que se han gestado en cada

una de las comunidades, ha nacido un trabajo de reconstitucin del tejido

comunitario en donde se fortalece la organizacin hacia el futuro y se realizanactividades que apoyan la supervivencia material y sobretodo cultural del histrico

pueblo garfuna.

Sin embargo, esta situacin de reubicacin emprendida para remediar los efectos

devastadores del cambio climtico, est obligando a la separacin de las familias,

hecho que trastoca uno de los puntos nodales de la conformacin cultural de este

pueblo. Los garfunas se consideran una gran familia, prevalecen apellidos muyclaros en cada comunidad, indicando la historia de fundacin nuclear de raz

matrifocal de los caseros y aldeas. Por ello una de las tareas principales de la de

las comunidades se enclava en el fortalecimiento de las costumbres y valores

culturales que como pueblo comparten, como estrategia de sobrevivencia frente a

un sistema monocultural y de devastacin ambiental que irrumpe violentamente

sobre sus modos de vida.


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Pueblo garfuna, comunidades originarias ligadas al mar

Desde que los pobladores afrondigenas llegaron a la isla de Roatn en

Honduras, buscaron fundar sus comunidades en la costa, se ubicaron en las

deltas de los ros, lagunas y el mar, son un pueblo ligado al mar. Por elloactualmente defienden, ante cortes internacionales como la CIDH, su derecho a

vivir y a administrar los bienes naturales martimos que les corresponden

histricamente como pueblo originario. En mayo de 2014 participaron en una

audiencia celebrada en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede

en Costa Rica, donde se debati el reconocimiento constitucional del pueblo

garfuna desde su identidad indgena, as como su posesin ancestral de la tierra

y los bienes comunales. Esto frente a la negacin del Estado, que los ha

desconocido. De ser positivo el fallo a las comunidades frente al Estado, como lo

esperan quienes han representado a la comunidad en la Corte, se marcar un

precedente importante que le permitira a los garfunas exigir la aplicacin de la

Consulta Previa Libre e Informaday con ello ejercer el derecho a ser partcipes de

las propuestas e iniciativas que se hagan sobre sus territorios. Sera una

posibilidad de romper la violencia sistemtica del poder empresarial trasnacionalque actualmente impone proyectos de muerte en sus comunidades, despojando y

afectando a un pueblo al que se le ha negado el derecho a defenderse.


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Ciudades modelo. Un experimento que expulsa pueblos y soberanas

Honduras es un pas en el que la violencia del gobierno se ha vuelto accin

comn contra los pueblos que defienden su territorio. Actualmente, se ha echado

a andar un experimento para debilitar a los rganos institucionales que dicen y

pretenden gobernar en el pas. Como parte de un modelo exportable que se

busca esparcir en toda la regin latinoamericana, el caso particular de Honduras

ha significado el establecimiento de las llamadas ciudades modelo, que entre

sus principales caractersticas promueven el libre paso de industriastrasnacionales que se estn repartiendo el territorio y los ltimos reductos de

riqueza natural que Honduras y la regin atlntica resguardan.

Las ciudades modelo que se proyectan para el pas, constituyen una propuesta de

supuesto desarrollo y forman parte del laboratorio econmico-poltico-social de

las lites econmicas mundiales. Promueven la liberacin de territorios con

mrgenes legales y soberanas adaptables para instalar empresas financieras y

tecnolgicas. Promueven la ley de la mxima ganancia en lugares dciles y

obedientes; se trata de operar libremente en pases que anteponen los intereses

de las corporaciones por sobre las constituciones nacionales y las voluntades de

los pueblos.

En una estrategia que busca implementar las nuevas ciudades-nacin del sigloXXI. El Estado hondureo ha cedido territorios fsicos y legales a la inversin

extranjera mediante las ciudades modelo, en una actitud servil, escondida detrs


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de un discurso que promueve la necesidad de atraer inversin econmica y que

justifica el despojo y maltrato que las empresas ejercen sobre los entornos y las

personas, en aquellos lugares en donde llegan a cumplir sus anhelos neoliberales

de saqueo de recursos.

El pas centroamericano ha subastado y apoyado a las empresas trasnacionalesen su cruzada neocolonizadora para apoderarse de los recursos y territorios de

los pueblos originarios y campesinos. ste es el caso de la ciudad de Trujillo en la

que mediante estrategias de expropiacin manipuladas, fue demolida la

comunidad garfuna de Ro Negro. Ah los habitantes decidieron vender sus

propiedades a precios por debajo de su valor real debido a las presiones de la

municipalidad, que sembr amenazas de expropiacin forzosa si no accedan adejar sus territorios a cambio de la oferta econmica planteada.

Desde el golpe de Estado del 2009 se han multiplicado y agravado los procesos

de despojo territorial en beneficio de las empresas, que llegan a disponer de los

espacios funcionales de las comunidades y que apuestan a un Estado que debilita

sus sistemas poltico y jurdico para ser corrompidos por el capital inversor que

viene del exterior.

El el ao 2010, al encabezar Porfirio Lobo la administracin nacional por parte del

conservador Partido Nacional de Honduras, se promovieron una serie de reformas

constitucionales cuyo propsito fue eliminar cualquier traba que pudiera debilitar

el inters de los inversionistas extranjeros para llevar sus proyectos al pas. Se

permiti la instauracin de espacios liberados de la observancia de la legislacin

nacional, abriendo la posibilidad de crear pequeos Estados con autonoma

poltica y econmica dentro de un nuevo modelo de divisin de Estados-

empresa, regidos solamente por los intereses y leyes del libre mercado. Dichos

espacios fueron aprobados bajo la ley de Regiones Especiales para el Desarrollo

(RED), tambin llamadas Ciudades Modelo.

A pesar de los recursos interpuestos por los pueblos, de los fallos que la Fiscalade lo Constitucional emiti en 2012, declarando inconstitucional las RED, y que

tambin la Corte Suprema los haya declarado inconstitucionales, persiste la


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promocin de leyes que avalan su implementacin en Honduras. Ahora aparecen

con un nuevo nombre, pero de fondo los mismos mecanismos de operacin: las

ZEDE (Zonas de Empleo y Desarrollo Econmico) representan una nueva careta

para las ciudades modelo.

Una de las mayores implicaciones de las ZEDE, se encuentra en su posibilidad detercerizar los modelos de justicia nacionales, lo que constituye uno de los

mayores atractivos para los inversionistas extranjeros, ya que posibilita la

exoneracin y liberacin de impuestos para las empresas. Tambi permite

posicionar marcos externos de jurisprudencia, mediante la intermediacin de

cortes internacionales, para tratar los temas derivados de su proceder en las

zonas concretas donde se instalarn. Las empresas buscan allanar territoriospara operar sus proyectos de explotacin sin ninguna resistencia ni regulacin

nacional contra su libre proceder por la obtencin de la mayor ganancia. Con el

paso de estas leyes se les permitira decidir cmo y quines juzgaran los actos

derivados de su actuar comercial y de las legislaciones convenientes que los

estados deben seguir por encima de las constituciones locales, las cuales quedan

al margen de intervenir en los fallos y procesos para dar paso a marcos legales

ms grandes que se impondrn sobre s mismos.

Honduras apuesta a la instauracin de las ciudades modelo como una estrategia

de atraccin de inversin al pas para abatir la desaceleracin econmica y la

inestabilidad social revestida de violencia, promueve la creacin de las ZEDE y de

Centros Financieros Ilimitados que se perfilan claramente hacia la generacin de

parasos fiscales. Al igual que los pases de Singapur, Hong Kong, Cayman yBahamas en donde la tercerizacin de la justicia es el allanamiento del camino

para la constitucin de empresas-estados reguladores de las leyes y los

mecanismos nacionales de produccin.

La aprobacin de las leyes que permiten la instalacin de ciudades modelo en

Honduras es parte del aval que los grupos en el poder confieren a las

corporaciones nacionales y extranjeras para la privatizacin y despojo de losterritorios y bienes naturales mediante el debilitamiento del sistema judicial lo que

les permite una nueva era de saqueo de este pas latinoamericano, ignora y niega


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los derechos de los pueblos al violentar las formas de vida de la poblacin local.

En rebelda permanente

El pueblo garfuna es una digna muestra de que la organizacin como pueblos y

el fortalecimiento de las identidades y rasgos culturales representan una salidaviable para la sobrevivencia de la especie humana en el planeta, quienes pese al

agotamiento sistemtico de los procesos jurdicos para la defensa del territorio,

siguen formulando y operando estrategias de denuncia y defensa ante las leyes

que buscan someterlos a los intereses del capital internacional.

OFRANEH es una organizacin que ha acompaado de cerca los procesos de

organizacin y denuncia de los pueblos garifunas en Honduras; nacida en 1978ha dedicado su quehacer a la defensa de los derechos culturales y territoriales,

surgida como una de las primeras organizaciones indgenas de base del pas, y

es hoy en da uno de los principales actores colectivos que defiende y busca

alternativas efectivas de solucin a la principales problemticas que enfrentan

como pueblos originarios.

Las comunidades originarias y afroindgenas de la costa atlntica hondurea se

han planteado retos importantes hacia el futuro para el fortalecimiento y defensa

de sus territorios, ejemplo de ello son los pueblos Lenca, Maya-Chorti, Tolupan,

Garifuna, Miskito, Pech, Tawahka, que han hecho frente a la poltica del Estado

que impulsa un plan para la desaparicin de los pueblos indgenas y negros de

Honduras al aprobar leyes que violentan sus derechos, y que estn generando el

desplazamiento, prdida del territorio y del sistema alimentario tradicional,fundamental para las culturas y sus integrantes.

Las comunidades han decidido rechazar y expulsar de sus territorios a los

proyectos de explotacin minera, de hidrocarburos, de enajenacin y

contaminacin del agua, definitivamente rechazan las ZEDE, la construccin de

represas, proyectos REDD, que mediante la militarizacin de las regiones

promueven acciones de criminalizacin, asesinatos y represin contra las

organizaciones que expresan la voluntad del pueblo organizado.


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Es as, que las comunidades se han declarado en permanente rebelda contra la

miseria y la pobreza en todas sus formas y expresiones, afirmacin que estn

llevando hasta las ltimas consecuencias, exigiendo al gobierno y las instancias

internacionales parar la estrategias de presin meditica, financiera, militar,

alimentaria, turstica y de extraccin de recursos sobre las comunidades y sus

territorios como parte de su derecho a vivir dignamente.

Sin duda, el juicio que existe actualmente en la Corte Interamericana de Derechos

Humanos de la OEA, y que est por emitir un fallo, resume el esfuerzo

internacional que abandera el pueblo garfuna para enjuiciar a un gobierno que se

aferra a accionar en contra de un pueblo que constituye parte de la nacin

hondurea desde hace ms de 200 aos.

Clasificacin: Honduras
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