desobediencia, rabietas, llanto
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DESOBEDIENCIA, NEGATIVISMO, RABIETAS
a) El nio desobediente
-La mayora de padres no tendr dificultad para definir o expresar lo que entienden como
"desobediencia". De hecho es un problema al que con cierta frecuencia deben enfrentarse tanto ellos
como educadores. A pesar de que todos conocen el trmino, no es sencillo delimitar lo que constituye
un acto de desobediencia. Segn algunos autores, se podra definir la conducta de desobediencia como
: La negativa a iniciar o completar una orden realizada por otra persona en un plazo determinado de
tiempo (5 a 20 segundos). Esta orden puede hacerse en el sentido de "hacer" o en el sentido de "no
hacer", de detener una determinada actividad. Sin embargo, esta definicin no comprende otras
situaciones que son tambin consideradas como desobedientes por los padres. Por ejemplo si
establecen como norma el hacer la cama al levantarse o llegar a casa a una determinada hora, los
padres suelen entender que se produce una conducta desobediente si no se cumple dicha norma aun
cuando no se lo indiquen cada vez que se levante por la maana o salga de casa.
-Los episodios de desobediencia pueden forman parte de un desarrollo "normal" del nio en ciertas
edades. Por ejemplo hay autores (Achenback y Edelbrock 1.981) que encuentran que a la edad de 5 a 6
aos un porcentaje elevado de padres (50%) se quejaban de conductas de desobedecer ordenes o
destruir objetos, bajando el porcentaje a los 16 aos (20%). Para establecer el punto de corte entre la
normalidad y la patologa deben tenerse en cuenta la frecuencia de estas conductas y su gravedad.
-El cmo tratar a un nio desobediente es motivo de consulta frecuente. La desobediencia puede ir
acompaada o no de otros elementos disruptivos como las rabietas o el negativismo. Hay que valorar
cada situacin para tomar las medidas correctoras oportunas. La edad de aparicin de dichas
conductas, las circunstancias actuales que la provocan y las mantienen, la situacin y relacin familiar,
son algunos de los puntos a tener en cuenta. Ms adelante se explican algunas de sus posibles causas y
varias tcnicas para intentar combatirlas.
b) El nio de las Rabietas
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Las rabietas podramos calificarlas como de expresiones reactivas con las que algunos nios muestran
su desacuerdo u enfado con alguna situacin concreta y normalmente durante la interaccin con algn
adulto significante (padres, abuelos, etc...). Las rabietas son un fenmeno normal en un determinado
estadio evolutivo del nio (alrededor de los dos o tres aos) y deberan ir remitiendo a medida que el
nio se hace mayor para desaparecer completamente hacia los cinco o seis aos de edad. Sin embargo,
algunos nios, ya con cierta edad, saben que tener rabietas supone una forma rpida y eficaz para
alcanzar sus deseos o caprichos. Por su parte, los padres saben que satisfaciendo al nio, ste se calma
rpidamente y se evita el bochorno de la pataleta, especialmente si se produce en algn lugar pblico.
Evidentemente, a la larga, este tipo de actuacin por parte de los padres slo consigue perpetuar el
problema.
-Es importante tambin diferenciar si estas rabietas se presentan como elementos aislados de
reivindicacin de determinados privilegios, o forman parte de un cuadro comportamental ms extenso
con otros repertorios de conductas problemticas. En ste ltimo caso se debera proceder a un anlisis
ms detallado de las conductas antes de intervenir.
Pautas a seguir en caso de rabietas puntuales : El consejo general es hacer caso omiso cuando se
produce la rabieta y retirarle la atencin inmediatamente. Es importante que los padres, en ese
momento, no pierdan la calma y que acten con firmeza, negando el capricho o la demanda, pero a la
vez sin alterarse, sin gritar ni reir. En caso de que los padres se enzarzaran en una recriminacin mutua
o con el nio a gritos, ste percibir que en cierto modo sigue teniendo el control sobre la conducta de
sus padres. Si la rabieta ha sido de cierta magnitud puede utilizarse la tcnica del "coste de respuesta" o
"tiempo fuera" en la que el nio recibe una consecuencia negativa por su acto (retirada de algn
reforzador o se le aparta por un breve tiempo, por ejemplo, a su habitacin). Posteriormente, una vez
calmado, se puede hablar con el nio y explicarle que por ese camino no va a conseguir nada, al tiempo
que se establecen las situaciones en las que s podr recibir sus demandas (cuando efecte ciertas
tareas o comportamientos adecuados).
Para tener un mayor control sobre el comportamiento, es muy importante que los padres y otros
familiares cercanos (abuelos, hermanos mayores, etc...) acten de igual forma ante las demandas
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excesivas del nio. La complicidad y perseverancia de los padres en su interaccin con el nio es
esencial para su control.
c) El nio negativista
-Entendemos como tal aquel tipo de nio que muestra una oposicin activa pero no agresiva. Sera el
nio que "siempre dice no". Probablemente el negativismo sea una forma segura de llamar y mantener
la atencin de los otros sobre uno mismo. Una de las posibles causas de tal comportamiento, reside en
el hecho de que el nio ha aprendido a que negndose a colaborar o a obedecer ordenes puede evitar la
realizacin de tareas que no son de su agrado. El nio se da cuenta de que slo se trata de ser ms
perseverante en su conducta (negativismo) que los mayores. Al igual que suceda con el "nio de las
rabietas" el resultado de su conducta (el librarse de hacer aquello que no le gusta) no hace ms que
reforzar dicho comportamiento, aumentando su probabilidad de ocurrencia y por tanto la cronificacin
del problema.
3- SU ORIGEN: Por qu se porta mal?
-Muchos padres dan por sentado que su hijo ha nacido as : "que le vamos a hacer..." e incluso son
capaces de establecer paralelismo con otros miembros de su familia : "ha salido como su abuelo...".
Todo ello parece denotar la sensacin de impotencia para controlar la conducta por parte de los padres,
situando el origen del problema en factores externos a ellos mismos . Lo que ignoran es que,
habitualmente, conductas como la desobediencia estn fuertemente controladas por varias variables
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de las que no son ajenas los propios padres.
-Igualmente no podemos obviar el hecho de que, en ltimos aos, la sociedad en general y la familia en
particular, han sufrido cambios significativos en cuanto a su estructura y valores tradicionales. Ello ha
supuesto tambin el consecuente impacto en la poblacin infantil y juvenil y el surgimiento de nuevos
mbitos de intervencin por parte de los profesionales de la psicologa.
-A continuacin se relacionan las variables ms importantes y que pueden constituirse en el origen y
mantenimiento del problema:
a) El control de las consecuencias
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-Una de las variables ms importantes son las consecuencias que tiene para el nio la ejecucin de una
determinada conducta. Patterson (1.982,1.986) desarroll lo que denomin "hiptesis de coercin" y
que ilustra perfectamente este punto. El autor explica que algunas conductas como el llorar, gritar,
patalear, etc.., son conductas instintivas en el recin nacido. En esta primera etapa dichas conductas
tendran un valor de supervivencia, ya que el beb puede controlar la conducta de su madre en vistas a
poder satisfacer sus necesidades ms vitales (comida, calor..). De esta forma, si llora, la madre acudir.
Cuando va creciendo, el nio va sustituyendo estas conductas rudimentarias por nuevas habilidades de
comunicacin (p.e.: expresar verbalmente la peticin). Sin embargo en determinadas circunstancias, los
padres pueden favorecer que el nio siga utilizando las estrategias rudimentarias de la primera infancia
(rabietas, gritos, lloros...) como forma para controlar el comportamiento de la madre, en lugar de
utilizar conductas ms adecuadas. Es el caso de cuando los padres en vez de prestar la debida atencin
a las conductas adecuadas a la edad del nio (mediante alabanzas o premios) slo parecen reaccionar y
atenderle cuando ste expresa su demanda en forma de rabieta o pataleta, momento en el que la
madre acude presta y normalmente cede ante sus exigencias. El hecho de atender rpidamente slo a
este tipo de comportamiento hace que estas conductas coercitivas de control, por parte del nio, se
mantengan y perpeten.
-Ciertamente, con frecuencia, se dedica ms atencin a las conductas inadecuadas de un hijo que a
sus conductas adecuadas. En la base de todo ello est el hecho de que suele esperarse que el nio debe
portarse bien siempre y que, por tanto, no debe ser halagado o premiado por ello. El nio puede realizar
a lo largo del da muchas conductas correctas pero no recibe a cambio ninguna atencin especial por
parte de los padres. Por el contrario, dado que un padre no debe consentir que su hijo sea desobediente
o se porte de forma incorrecta, es rpidamente advertido o castigado. El nio se da cuenta que con este
tipo de comportamiento suele atraer la atencin de su padre (a pesar de que es para regaarle) y quizs
sea la nica forma que conozca de conseguir que le preste algo de atencin.
b) Caractersticas padres e interaccin con hijos
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-Dentro de este capitulo se incluiran las diferentes habilidades de los padres tales como su nivel de
comunicacin, de control o forma de solucionar problemas. Hoy en da, uno de los peores enemigos a la
hora de establecer un buen vnculo afectivo (vnculo de apego) con los hijos es la poca disponibilidad de
tiempo por parte de los padres. Las jornadas de trabajo, normalmente ocupan a ambos padres todo el
da, ello puede repercutir negativamente tanto en la cantidad como en la calidad de la interaccin
padres-hijos tan necesaria a lo largo de todo el desarrollo del nio. Un escaso tiempo de dedicacin
determina en algunos nios la aparicin de conductas no adecuadas, de desobediencia o incluso
somticas (dolores, enfermedades sin causa orgnica aparente).
Cada nio es diferente y sus necesidades de atencin por parte de los padres pueden variar de unos a
otros, es por ello que no pueden establecerse pautas generales para todos. Sin embargo, la aparicin de
conductas problemticas es un sntoma inequvoco que debe ponernos en guardia y hacernos ms
sensibles hacia las posibles demandas afectivas que reclama el nio y no satisfacemos.
-Otro factor importante a tener en cuenta son los estilos educativos de los padres. Hoy sabemos que los
padres que combinan el afecto emocional alto hacia los hijos, pero tambin su control, son los que obtienen
los mejores resultados en cuanto al funcionamiento afectivo e intelectual de sus hijos con un mnimo de
problemas de conducta. Este estilo educativo denominado "democrtico" y considerado como el
ptimo, segn algunos estudios, se caracteriza por que el nio se siente amado y aceptado, pero
tambin comprende la necesidad de las reglas de conducta y las opiniones o creencias que sus padres
consideran que han de seguirse. Como padres debemos saber ser generosos pero, a la vez, es
imprescindible establecer limites claros a las conductas y demandas de nuestros hijos. Si as no se hace,
las demandas aumentarn y la percepcin del nio ser de que tiene el control sobre nosotros y que sus
solicitudes son derechos reales a los que no tiene por qu renunciar.
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-Los modelos basados en una autoridad inflexible o los excesivamente permisivos, han demostrado ser
menos adecuados y eficientes en el establecimiento de vnculos afecticvos adecuados, as como en la
aparicin de conductas disruptivas.
c) Las caractersticas de los hijos
-Factores como el temperamento parecen ser tambin muy relevantes. A pesar de que la personalidad
del beb no presenta todava muchos de los componentes que son evidentes ms tarde (como
creencias, actitudes, etc..) s est presente en forma de expresividad emotiva y de sus reacciones ante la
estimulacin del entorno. Ante una misma actividad o juego (p.e : subirse a un columpio) un beb
puede reaccionar gritando de alegra mientras otro reacciona de forma ms tranquila o incluso llorando.
En la base se estas diferencias individuales estara el temperamento particular que conforma la
personalidad temprana del beb.
Algunos estudios (NYLS-Thomas et al.1.968) catalogaron a algunos nios de su estudio, relativa a la
primera infancia, como "difciles", presentando este grupo mayor nmero de problemas-conducta que
otros bebs clasificados en otras categoras. La gentica tiene mucho a decir ya en estas primeras
etapas. La observacin de conductas disruptivas o anormales en la primera infancia podra ser sntoma
de la presencia de algn trastorno de base gentica y, por tanto, susceptible de evaluacin por parte de
un profesional de la salud.
-En definitiva, es preciso tener en cuenta, que los problemas de conducta que presentan los nios son el
resultado de una multiplicidad de factores que es necesario evaluar y tratar para corregir.
d) Factores externos al nio
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-En ltimo lugar, destacar que ejercen una particular influencia en las conductas de nuestros hijos
factores externos al propio nio como pueden ser :
a) Los vnculos emocionales con los miembros de la familia.
Al respecto debemos preguntarnos si el nio se siente querido dentro de su ncleo familiar. Los lazos
afectivos bien establecidos a edades tempranas como el llamado Apego, son fundamentales para la
estabilidad del nio y para prevenir posibles conductas disruptivas. Es muy frecuente la aparicin de
conductas agresivas y de falta de empata hacia los otros, en el caso de adolescentes que se han visto
privados de una adecuada vinculacin afectiva con sus progenitores. Ello puede deberse tanto a
factores de fuerza mayor como la prdida, muerte o separacin fsica de los mismos, como a
negligencia o falta de atencin adecuada de los padres hacia sus hijos, malos tratos, etc, an
conviviendo en un mismo techo.
Sabemos que muchas de estas conductas son consecuencia de la llamada de atencin por parte del
nio a los padres que quizs de otra forma no le prestan. Es importante compartir con el nio tiempo
suficiente para establecer dichos vnculos.
b) El ajuste emocional y social de los padres.
Para una buena progresin emocional-conductual del nio, es muy positivo que los padres, no tanto no
tengan trastornos emocionales, sino que el nio no los perciba de forma angustiosa. Esto puede
resultar difcil en caso de situaciones de maltrato o separaciones traumticas. Sabemos que existe una
alta correlacin entre madres deprimidas y trastornos de conducta en los hijos.
c) El nivel cultural y econmico.
Los problemas de conducta no son patrimonio de ninguna clase social. Se dan en todas ellas. Es
evidente que un nivel cultural muy bajo unido a una situacin de precariedad laboral y econmica es un
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sustrato muy fuerte para generar conductas no deseadas y que pueden desembocar en la delincuencia.
Sin embargo, estamos asistiendo a la aparicin de conductas delictivas e incluso criminales en sectores
de poblacin joven de clase acomodada.
d) Los Modelos.
Hasta que no est cercana la adolescencia, los principales modelos a seguir, en todas sus facetas, suelen
ser los propios padres o hermanos mayores. De nada servir que le digamos que se comporte de una
determinada manera, si los modelos que tiene a su alrededor no son coherentes con lo que le pedimos.
Sabemos de la impotencia de muchos centros escolares, que hacen una labor educativa impecable pero
que su labor no se ve complementada por los modelos familiares. Otro modelo a valorar es el que
ofrecen los medios como la Tv., Internet, Videojuegos, etc....
Hay todava un gran debate acerca de la influencia de ciertos programas violentos sobre la conducta de
los nios. Las conclusiones apuntan en el sentido de que no puede establecerse relacin directa causa-
efecto. El factor realmente importante es el entorno donde el nio ve estos contenidos. Si ste es ya
conflictivo (familias desestructuradas, presencia de malos tratos, entorno marginal, amigos violentos,
etc...) s que puede tener una repercusin en la magnitud o frecuencia de las conductas inadecuadas. No
sucedera en el caso de que un contenido violento se produjera en un entorno estable, controlado por
los padres, y en el que los nios pueden perfectamente discriminar entre ficcin o realidad.
e) Circunstancias especiales a tener en cuenta.
1- Las nuevas familias
Actualmente, la familia se ha convertido en una de las instituciones sociales que ms ha cambiado tanto
desde el punto de vista legislativo como en el social. La famlia tradicional ha dado paso a nuevos
sistemas familiares (parejas de hecho con hijos, madres o padres solteros con hijos o nuevas familias
surgidas de divorcios previos que comparten hijos de otras parejas anteriores). Cada uno de estos sistemas
tiene sus peculiaridades y la conducta manifiesta del nio puede ser explicada, en parte, a estas nuevas
circunstancias.
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2- Cambios en las relaciones padres-hijos
Paralelamente a los cambios de vinculacin en las relaciones de los adultos, los padres han ido
incorporando cierta simetra en la educacin de sus hijos y en aplicar la disciplina. Ha ido creciendo
cierta idealizacin de los estilos democrticos. Sin duda, este estilo, basado en el saber escuchar y ser
equitativo en la toma de decisiones, con frecuencia se ha mal interpretado y ha supuesto en la prctica
un fracaso.
3- Separacin o divorcio de los padres
El rompimiento de los lazos afectivos es siempre doloroso y se vive con cierta angustia por parte de la
pareja que ha compartido parte de su vida y que ahora ve roto el proyecto comn. Pese a ello, las
principales vctimas de todo proceso de ruptura son los hijos, en especial, los ms pequeos.
Es habitual la aparicin de ciertas conductas desadaptadas en los hijos cuando se produce la ruptura de
los padres.
4- Nios adoptados
Al igual que sucede con la mayora de los nios, cualquier hijo adoptado presenta una serie de
caractersticas cognitivas, intelectuales y emocionales que son consecuencia directa de una serie de
factores tantos internos como externos, algunos de ellos fuera de nuestro control. Otros perfectamente
conocidos y controlables.
Debemos conocer las caractersticas especficas de este colectivo si queremos ser eficientes para
ayudarles.
RESUMEN Y PAUTAS DE ACTUACIN:
Est claro que no hay dos nios iguales y, por tanto, las mejores tcnicas para paliar los problemas de
conducta sern aquellas que nos funcionen bien en cada caso o nio.
Las conductas inadecuadas pueden ser consecuencia de multitud de factores (internos, externos). Es
habitual que se presente algunas de ellas dentro del ciclo evolutivo "normal", pero hay que consultar
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al profesional cuando estas son de mayor frecuencia o magnitud de lo esperado por su edad o son
perseverantes en el tiempo.
Un buen predictor de la poca incidencia de conductas inadecuadas en un nio es el haber establecido
un buen vnculo afectivo con sus padres. Ello pasa por dedicar ms tiempo juntos desde edades muy
tempranas. El juego es un elemento esencial. Recomendamos la lectura de nuestra pgina:
Trabajando el vnculo afectivo con nuestros hijos.
No tan slo es cuestin de estar ms con el nio. Prstele mayor atencin cuando efecte las
conductas adecuadas y exprsele su satisfaccin verbalmente. Igualmente, trate de no drsela
cuando presente episodios de rabietas o exigencias de caprichos.
Es importante el estilo educativo de los padres. En concreto, aquel estilo que combina la existencia
de un alto grado de vinculo afectivo pero con un nivel de control sobre hbitos y conductas
adecuados. Se desaconsejan modelos totalmente autoritarios o que, contrariamente, no
desempeen ningn control sobre sus hijos.
Hay nios con temperamentos "ms difciles" que otros y que probablemente necesitarn estrategias
de intervencin a medida.
El crecer en entornos marginales o en colectivos de riesgo aumenta considerablemente el riesgo de
presentar conductas disruptivas en la adolescencia. De todas formas, los modelos parentales, sern
el factor determinante.
Pautas a seguir:
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Cada nio es un mundo y no hay estrategias universales eficaces para todos ellos. Lo que funciona bien
en un nio puede no ser eficaz en otro. An as, hay una serie de principios que utilizados con la
suficiente destreza pueden ponernos en el buen camino para establecer, modificar o eliminar conductas
en nios. A continuacin exponemos con carcter general algunos de ellos:
1-LMITES: Son fundamentales. Atrvase a poner lmites a sus demandas. Si no lo hace a edades
tempranas luego ser mucho ms difcil establecerlos. Intente explicarle su punto de vista de forma
calmada y adecundola a la edad del nio. No utilice el tono imperativo ni los gritos. Hgale saber ms
bien que est triste por su comportamiento, que est decepcionado, pero mantngase firme en su
posicin. Es necesario establecer, desde la primera infancia unos hbitos adecuados en alimentacin,
ritmos de sueo, etc... Son los propios padres los que han de marcar sus propios lmites y normas en
funcin de la edad del nio y sus valores educativos. Poner lmites no debe plantearse como un trabajo
coercitivo con el nio, sino como un juego de equilibrios, en el que el nio va a aprender el sentido de
dar y recibir, al tiempo que va interiorizando una serie de pautas y valores que le servirn ms adelante
como referentes.
2-CLARIDAD: Sea claro en las instrucciones. Si queremos establecer lmites, el nio debe saber
exactamente qu le pedimos. Si le decimos "prtate bien" esto puede suponer diferentes cosas en
diferentes situaciones. Es ms eficaz concretar la demanda en una situacin concreta. Por ejemplo en
una situacin de paseo por la calle le diremos "no cruces hasta que est el semforo verde", en la casa
en situacin de juego "no tires los juguetes".
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3-ATENCIN: Prstele atencin cuando realice las conductas deseadas en caso contrario retresela. El
halago verbal y sincero funciona muy bien como apoyo de otros refuerzos. En caso de aparicin de una
conducta disruptiva (rabietas...) retire la atencin sobre el nio (Tiempo Fuera). Un premio no esperado
y contingente a la realizacin de alguna conducta deseada aumentan la probabilidad de que vuelvan a
ocurrir. Puede establecer tambin premios y consecuencias contingentes a las diferentes conductas
(Economa de Fichas - Coste de la respuesta).
4-COMPLICIDAD: Cuando se establecen unos lmites o normas, estos deben ser respetados por todos
los miembros de la familia. Padres, hermanos o abuelos deben actuar de igual modo ante las conductas
problema del nio. Si slo es el padre o la madre la que exige ciertos requisitos al nio, el avance es
mucho mas complicado sino imposible.
5-MINIMIZAR: Cuando d instrucciones minimice el NO. Con nios es ms efectivo el decirle lo que
debe hacer que lo que no debe hacer. Por ejemplo es ms conveniente decirle: "habla bajito" que "No
chilles". La primera la experimenta como una sugerencia la segunda como una imposicin.
-Debemos siempre desaprobar las conductas (morder, desobedecer, gritar....) nunca al nio (eres un
desastre, eres muy malo, eres...).
6-ELECCIN: Que elija l. A la hora de darle instrucciones podemos minimizar la probabilidad de
desobediencia si proporcionamos al nio varias opciones para que l elija. Por ejemplo en lugar de
decirle slo: "recoge los juguetes", podemos aadir: "mam va a ayudarte a recoger los juguetes, dime
cuales prefieres guardar tu? Al nio se le recuerda que la responsabilidad de guardar los juguetes es
suya, pero, a la vez, tiene cierta sensacin de control sobre la situacin y tolera mejor la demanda del
adulto. Una vez establecido el hbito de recoger probablemente lo haga sin demasiadas quejas y
ayudas.
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7-EXPLICACIN: Acompae la demanda con una explicacin breve. Si damos una explicacin a una
instruccin dada podemos ayudar a que interioricen valores de conducta. Por ejemplo podemos decirle:
"si pegas a tu hermanito se pondr triste y no querr jugar ms contigo". Se trata de que entienda que
nuestra demanda no es por capricho o por llevarle la contraria, sino por que tiene unos efectos molestos
sobre nosotros u otras personas y que esto comporta consecuencias.
8-ALTERNATIVA: Una alternativa cuando tengamos que decir NO. Cuando tengamos que pronunciar
un NO es importante minimizar su efecto con una alternativa: "NO te puedo comprar una pasta antes
de comer, pero s te dar despus el helado que te gusta".
9-FLEXIBILIDAD: Debemos crear limites y normas pero a la vez hay que saber ser flexibles en
situaciones especiales a valorar por los padres. Los nios crecen y los problemas y sus circunstancias
cambian. Debemos estar abiertos a revisar y modificar el sistema de contingencias cuando sea
necesario. Una rigidez extrema en la configuracin del sistema y sus normas es la mejor invitacin a su
incumplimiento.
10-COHERENCIA: Tiene que haber coherencia entre lo que se le exige al nio y lo que l observa en su
entorno ms inmediato. No podemos pedirle obediencia y respeto hacia la madre a un nio que vive en
un entorno de menosprecio o maltrato familiar.
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11-CONTROL: Controle sus emociones. Cuando estalla el problema. Cuando su hijo ha repetido la
conducta que no deseamos, cuando nos llaman del colegio, cuando todo parece
hundirse................tmese un tiempo antes de responder. Sabemos que es complicado y que si no se
lanza un grito algo parece romperse en nuestras entraas. Es fundamental el control de las emociones.
Nuestro objetivo es educar al nio. Si somos demasiado emocionales no estamos en condiciones de
ofrecer el mejor modelo de nosotros mismos. Proporcinese un tiempo de respiro, retire la atencin al
nio de la forma que permitan las circunstancias, hgale saber inmediatamente su disgusto y luego en
fro analice la situacin y tome las decisiones oportunas. No razone en caliente. Ni usted ni su hijo estn
entonces en las mejores condiciones.
-No caiga en la trampa de enzarzarse en un dilogo de recriminaciones con su hijo. Es la mejor forma de
acabar estableciendo un tipo de relacin conflictiva o coercitiva que no le va a llevar a ninguna parte.
Esto no quiere decir que la mala conducta no deba tener sus consecuencias para el nio, sino que stas
deben ser pensadas en fro aunque aplicadas lo antes posible para que sean efectivas.
12-CONSTANCIA: Es bsico ser constante en la aplicacin de cualquier estrategia que quiera modificar
o establecer conductas. No se desanime a la primera de cambio. Suele ocurrir que cuando se aplican
lmites o normas por primera vez se produzca una reaccin negativa. Esto es especialmente notable en
aquellos casos en los que el nio percibe que se le van a retirar ciertos privilegios. Ello puede provocar,
de inicio, un aumento de la frecuencia y magnitud de los episodios problemticos que luego, en la
mayora de casos, remiten y se corrigen.
Y SI TODO FALLA: Hemos dicho ya que cada nio es un mundo y cada conducta problemtica es fruto
de multiplicidad de factores externos e internos. Cuando el comportamiento se hace incontrolable,
pese a la dedicacin y esfuerzo de los padres o tutores, busque ayuda en algn profesional de la salud
infantil (psiclogo infantil, pediatra...). El peor aliado es dejar pasar el tiempo sin actuar.
Tecnicas:
Retirada de la Atencin
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Sinceramente creo que se trata de una de las tcnicas ms eficaces para el control de la conducta
infantil, en especial, para aquellas conductas que se manifiestan con rabietas, pataletas, lloros, pero sin
manifestaciones agresivas.
La tcnica no puede ser ms sencilla en su concepcin: Se trata de que, ante las manifestaciones de
gritos, rabietas u otros, dejemos automticamente de prestar atencin al nio. Este modo de actuar se
justifica bajo la hiptesis de que el nio efecta tales manifestaciones para reivindicar ciertas demandas
o llamar la atencin del adulto. El nio puede estar acostumbrado a conseguir lo que desea mediante
este comportamiento (refuerzo positivo). As, puede haber aprendido que si efecta cualquier peticin
acompaada de lloros o pataletas, la atencin de los padres es mucho mayor y es atendido antes en sus
peticiones. Esto llega a convertirse en un hbito, en un circulo vicioso que crea malestar en la familia.
Antes de poner en marcha esta tcnica, hay que analizar la situacin con tranquilidad y verificar que se
est produciendo realmente la conducta del nio por la supuesta demanda de atencin. Para ello
podemos valorar como reaccionamos nosotros ante la demanda, en qu momentos sucede y qu es lo
que ocurre. Le presta la atencin y el tiempo que necesita el nio? Normalmente cede ante sus
demandas? Se dirige con frecuencia a l cuando se porta "bien" para decrselo y premiarlo o slo lo
hace cuando lo castiga? Los episodios de rabietas, desobediencia, etc, son, en gran medida aprendidos
(ver causas de los problemas de conducta), y, por tanto, podemos efectuar un desaprendizaje.
Esta tcnica no es aplicable en conductas que cursen con fuerte agresividad verbal o fsica, con
episodios de lanzamientos de objetos o, en general, para aquellos comportamientos que signifiquen
peligro potencial para el nio u otros. En estos casos consulte siempre a un especialista antes de actuar.
Para utilizar la tcnica debemos tener claros los objetivos y el mtodo que debemos utilizar:
1- OBJETIVO: Ensear al nio que efectuando las peticiones de forma inadecuada (rabietas, lloros, etc.)
no va a conseguir nada.
2- MTODO: Si retiramos la atencin que prestamos al nio (refuerzo positivo) inmediatamente
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despus de la aparicin de las respuestas inadecuadas, stas tendern a desaparecer.
3-FORMA: Cmo hay que hacerlo?
Cuando aparezcan las conductas inapropiadas actuar de la siguiente manera:
1- Retirar la atencin inmediatamente.
Evite el contacto ocular o la emisin de cualquier recriminacin, palabra o gesto. Haga como si la
conducta no estuviera ocurriendo (salvo en las conductas mencionadas anteriormente que pudieran
suponer peligro para el nio u otros). Si sucede en casa puede volverse de espaldas o salir de la
habitacin o estancia donde se encuentre. En situaciones fuera de la casa, dependiendo del lugar,
deberemos adaptarnos a las circunstancias. La regla general es mantenernos a cierta distancia sin
prestar atencin, pero esto depender si estamos en un lugar abierto con peligro potencial para el nio
(circulacin de coches, paso de muchas personas, etc.) o si nos encontramos en un lugar cerrado
(tienda, supermercado, etc...). Si la rabieta tiene lugar en un sitio pblico donde no puede separarse
fsicamente de su hijo, permanezca a su lado pero siga retirndole la atencin como se ha mencionado
antes (retirada contacto ocular, sin gesticular, sin hablar).
En nios pequeos, si hay peligro de que se escape y est en vas pblicas puede ser necesario retenerlo
fsicamente. En estos casos, si opta por retenerlo, concntrese slo en ejercer la fuerza necesaria para
evitar su huida pero mantenga (aunque entiendo que es una situacin comprometida) toda la
tranquilidad posible, es importante que el nio no vea al adulto alterado emocionalmente, debemos
transmitirle una sensacin de que tenemos el control de la situacin y que con su actitud no va a
conseguir nada. Siga sin dirigirle palabra y espere a que la situacin se calme. Dirjale toda la atencin
cuando el nio se tranquilice.
Una vez calmado puede entonces intentar explicarle (si el nio tiene suficiente capacidad de
comprensin verbal), y sin recriminaciones, lo que ha sucedido en tono calmado.
La idea no es transmitirle: "Te has portado mal, te desprecio y paso de ti", sino: "Puedes conseguir
algunas cosas si lo pides de otra forma".
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2- Est totalmente contraindicado verbalizar cualquier manifestacin de reproche, sermonearlo o
advertirle de que no le vamos hacer caso por mucho que insista. De esta forma lo estamos retando a
una discusin dialctica y puede empeorar las cosas. Simplemente: No le diga nada. S puede decirle
con una frase escueta y con voz lo ms calmada posible que se siente triste y decepcionada...
3- Una vez que la conducta empiece a bajar de tono puede progresivamente prestarle atencin de
nuevo.
4- Se trata de una tcnica que produce efectos de mejora de forma progresiva. Nos llevar cierto
tiempo (dependiendo de las variables propias del nio y su entorno) el conseguir resultados claros.
RECUERDE QU:
1- Estamos utilizando tcnicas para conseguir que el nio desaprenda hbitos mal adquiridos y este
proceso llevar un tiempo. Paralelamente debemos trabajar y potenciar las conductas alternativas que
nos interesa que el nio utilice. Insistimos en que los padres intenten mantener la calma ya que el nio
va interiorizando estos estados emocionales. Si la respuesta a sus malas conductas es slo ms ruido y
reproches fuera de tono, es muy probable que esto nos venga devuelto al ir el nio interiorizando estos
patrones.
2- Debemos ser constantes en la aplicacin de la tcnica y coherentes en su aplicacin. Para ello es
necesario que ambos padres y el resto de figuras relevantes para el nio (abuelos, tos, etc) acten de
igual forma ante las mismas conductas.
3- Al inicio de aplicacin, estas tcnicas suelen producir un aumento en la frecuencia e intensidad de las
conductas que precisamente intentamos eliminar. Es un hecho normal e indicador de que vamos por el
buen camino. No se desanime tras los primeros fracasos. Necesitaremos un poco de tiempo.
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POR QU DEBEMOS ACTUAR:
Hay una creencia extendida de que ciertas conductas infantiles son propias de la edad y que con el
tiempo tienden a desaparecer. Ciertamente, as puede suceder en muchos casos. Sin embargo, es muy
arriesgado pasar por alto ciertos comportamientos con la esperanza de que el tiempo lo mejorar. Una
intervencin en la etapa infantil, no hecha a tiempo, puede suponer la consolidacin, perpetuacin y
agravamiento del problema en la adolescencia. Las normas, valores y referentes deben construirse
desde la temprana infancia. Es una irresponsabilidad dejarlo en manos del futuro para evitarnos los
costes del presente.
La tcnica del Tiempo Fuera
Esta tcnica supone una variacin de la anterior en tanto es una tcnica que utiliza bsicamente la
retirada de atencin, por lo que muchos de los principios all expuestos son vlidos aqu pero con
algunas matizaciones.
Delante episodios de lloros, rabietas o travesuras ms subidas de tono (por ejemplo, cuando se produce
el descontrol), puede utilizarse la tcnica de "tiempo fuera", en el que el nio se le retira fsicamente del
espacio actual para trasladarlo a su habitacin u otro lugar, por un breve espacio de tiempo. Tambin
pueden ser los padres los que se retiran del lugar donde est el nio (cuando es posible, p.e. en el
comedor de la casa).
Veamos algunas orientaciones para proceder adecuadamente:
1- El sitio al que lo retiremos temporalmente debe ser un sitio en el que no tenga al alcance juegos u
otras compaas para entretenerse. No se trata de buscarle un sitio hostil sino un sitio que sea aburrido
con escasas posibilidades de que pueda hacer algo para pasar el tiempo.
2- Debemos trasladarlo inmediatamente despus de aparecer la conducta o en el momento que ha
llegado a un punto insostenible (por ejemplo, discusin entre hermanos que llega a un punto de
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descontrol).
3- No discuta con l, no entre en recriminaciones ni calificativos despectivos como: "Eres muy malo y te
voy a castigar" o "Me tienes harta, no tienes remedio... " S puede explicarle, con un tono calmado pero
seguro y imperativo, el motivo de su retirada. Para ello dgaselo concretando su queja "Como has
pegado a tu hermanito no vas a poder jugar con l". Haga caso omiso de sus protestas o promesas.
Recuerde que debe mostrarse enfadada pero no fuera de control. La idea es lanzarle un mensaje muy
claro de que ha hecho algo mal y que estamos disgustados con l. Al respecto y de forma muy breve
puede tambin decirle (ajustando el mensaje a la edad del nio) algo as como: "me has decepcionado
tanto que, en estos momentos no quiero estar contigo. Me siento muy triste".
4- No permita que salga antes de tiempo del lugar de aislamiento. Si lo hace advirtale de
consecuencias ms negativas como que deber estar ms rato en esta situacin.
5- El tiempo de aislamiento normalmente se calcula en base a un minuto por ao del nio con un
mximo de 20 minutos. Sin embargo, esto debe ser valorado por los padres. No se aconsejan tiempos
ms largos ya que pueden producir la conducta contraria a la que queremos eliminar.
6- Si cuando lo vamos a buscar nos vuelve a regalar con conductas inadecuadas, hay que advertirle que
si quiere salir deber estar al menos 15 segundos sin efectuarlas. Mantngase firme en la decisin. Si
pasa la prueba es muy posible que los episodios remitan, si cede aumentarn con toda probabilidad.
7- En el caso de que haya provocado desperfectos en el interior del habitculo (ha desordenado o roto
alguna cosa) deber reponerlo o corregirlo con alguna accin antes de salir.
8- Debemos tener cuidado que esta retirada fsica no comporte algn tipo de beneficio indirecto al nio.
Por ejemplo si el nio consigue dejar de estudiar o evitarse comer algo que no le gusta, lo que haramos
es reforzar la conducta inadecuada.
sta tcnica suele ser muy efectiva si se utiliza adecuadamente y con decisin. La efectividad de la
tcnica, independientemente de que le estamos retirando la atencin, es que estamos despertando,
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contingentemente con la aparicin de las conductas no deseadas, uno de los "fantasmas infantiles" ms
presentes en la etapa infantil: la ansiedad de separacin. Aunque el nio tenga suficiente edad para
saber que no ser abandonado realmente, el hecho de hacerle revivir esta ansiedad puede dispararle
interiormente ciertas alarmas. Lo que ahora puede temer no es la separacin fsica sino la emotiva. De
tal forma que el nio corregir su conducta actual y futura no por las razones de los padres sino por las
suyas (temor a perder el respaldo emocional de los padres).
-Como en todas las tcnicas basadas en la retirada de atencin, recuerde que deben introducirse
momentos de atencin hacia el nio contingentemente a la aparicin de conductas deseadas. El
refuerzo verbal y fsico (halagos, abrazos, manifestacin de alegra, entrega de algn premio, etc.).
Ecoma de fichas. Coste de la respuesta
No nos ayuda nada que el nio obtenga regalos o juguetes de forma fcil pese a que presenta
comportamientos disruptivos o desobedientes. Formando parte de un tratamiento ms global, la
tcnica de denominada de "economa de fichas" suele funcionar muy bien para regular los refuerzos
que recibe el nio. Para obtener un premio (juguete, salida a parque temtico, excursin, etc...) deber
efectuar una serie de conductas deseadas (o dejar de hacer otras) que deben concretarse (portarse bien,
obedecer, estudiar, ordenar sus cosas, etc...).
Tras efectuar esta conducta se le dar inmediatamente un reforzador (puntos, fichas...) que el nio ira
recogiendo hasta llegar a una determinada cantidad, momento en el que se le entregar el premio final.
Tambin se pueden pactar pequeos premios inmediatos para ciertas conductas deseadas al tiempo
que se acumulan puntos para el premio mayor (refuerzo demorado). Lo importante es conseguir que el
nio se d cuenta que obtiene mayores beneficios y privilegios actuando de forma correcta.
Veamos algunos puntos claves para el buen funcionamiento:
1- Dichos premios deben estar pactados de antemano, ser claros y atractivos para el nio. Busque
realmente cosas que le gusten (no sirve pretender que se gane algo que necesita, por ejemplo, unos
nuevos lpices para el colegio).
2- Asegrese de que al principio puede ganarlos ms fcilmente para motivarle. La entrega de estos
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premios debe ir acompaada de un halago sincero "estoy muy contento", "lo haces muy bien...." y,
evidentemente, nunca deben ir acompaados de verbalizaciones negativas del tipo "a ver cuanto
dura..." Cuanto ms pequeo sea el nio o ms inquieto, ms cortos deben ser los perodos en los que
se evala la conducta (no funcionar prometerle algo si aprueba el curso dentro de tres meses).
3- En el caso de nios hiperactivos tenga en cuenta que hay especial dificultad para posponer las cosas.
En todos estos casos, si se entrega una ficha como reforzador, sta podr ser intercambiada (al menos
al principio) inmediatamente por algn objeto de su deseo (pequeo juguete, golosinas, etc...). Deber
procederse de igual modo con nios que presenten discapacidad intelectual.
4-Es importante que se cree una lista o cartel donde se puedan visualizar el estado de los puntos
obtenidos y los que le faltan para llegar al premio, cuando ste se demora segn el plan establecido. En
caso de la aparicin de mala conducta puede tambin utilizarse la retirada de alguno de los puntos
(coste de la respuesta).
5- Sea constante en la aplicacin de sta tcnica y no se deje llevar por la frustracin en el primer
contratiempo. Se necesita tiempo para cambiar hbitos mal adquiridos y no hay soluciones mgicas al
respecto.
6-Recuerde que cuando d instrucciones a su hijo, debe hacerlo de forma clara y concreta, sin
contradicciones y de forma que sean comprensibles para su edad. Procure no hacerlo acompaado de
contacto fsico instigador (la utilizacin de la instigacin ha demostrado ser un gran potenciador del
incumplimiento).
-Estas tcnicas suelen ser muy efectivas para el control de las conductas tanto en el mbito familiar
como en el escolar. No se trata de que el nio aprenda a funcionar siempre a base de premios sino de
darle, al principio, motivos para iniciar un cambio en sus conductas. Lo que se espera en el futuro es que
las conductas adecuadas se mantengan no por los premios sino por lo que llamamos "reforzadores
naturales". Por ejemplo, un nio puede empezar a no efectuar determinadas conductas disruptivas por
ganarse el premio, pero este cambio de comportamiento puede hacer que funcione mejor con sus
-
amigos y esto convertirse a medio plazo en un reforzador ms potente que el premio inicial. Las
conductas pasan a ser controladas por las consecuencias positivas que se generan en su entorno
Resumen de la tcnica:
mbito de aplicacin: Su principal objetivo es motivar al nio en la ejecucin de determinados
aprendizajes y tambin fomentar la aparicin de conductas positivas,
controlando o eliminando las disruptivas.
Edad: Cambiando los reforzadores y adecundolos a la edad evolutiva
correspondiente, podemos utilizarlo en prcticamente todos los niveles
de edad. Muy til en Educacin Especial y tambin en la escuela
ordinaria para conseguir objetivos especficos.
Puntos fuertes: Tcnica simple, de fcil comprensin por los nios y altamente
motivante (si se construye y utiliza adecuadamente).
Limitaciones: Hay que saber escoger los reforzadores en funcin del nio o del grupo.
Los nios que no alcancen el premio pueden frustrarse o desistir del
mtodo. Hay que asegurar, al menos al principio, unos primeros xitos.
2- Fundamentos tericos
La Economa de Fichas es una tcnica mpliamente conocida y aplicada tanto en ambientes educativos
como institucionales, familiares o incluso clnicos. Puede ser utilizada en grupo pero tambin a nivel
individual.
Cmo puede ayudarnos la tcnica?
La Econima de Fichas en clase supone establecer un sistema reglado, con unas normas y consecuencias
positivas para motivar a los nios en la ejecucin de conductas deseadas. Se denomina "de fichas" ya
que para conseguir el premio final los nios debern recoger un determinado nmero de fichas o
puntos.
Hemos comentado que su utilizacin prioritariamente es colectiva, por tanto, podemos aplicarla a todo
el grupo de una clase o aula. Su objetivo ser conseguir las metas que nos planteemos al inicio.
Cada clase, cada grupo es un mundo y depender de sus propias circunstancias y peculiaridades el
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marcar unos u otros objetivos. En general podemos sealar dos grandes mbitos en los que la
Economa de Fichas pueden ayudarnos:
A) Elevar la motivacin del grupo hacia determinados aprendizajes.
B) Aumentar las conductas positivas y tratar de controlar y/o eliminar las disruptivas