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Nombre del trabajo: “La desmotivación escolar; problema urgente, y la alternativa de una

gran solución”

Curso:

Optativa: Producción de textos académicos

Alumno:

Santiago de Jesús Herrera Santana

Matrícula: 12100530000

Profesor tutor:

Mtro. Gonzalo González Ornelas

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El tema de este informe tiene gran inherencia en el contexto de mi actual escuela de

prácticas. El presente contiene información sobre distintos autores, que hablan del tema

a tratar, así como sus percepciones, datos, estadísticas, causas y consecuencias de la

desmotivación escolar.

Los alumnos hoy en día sufren de una terrible falta de motivación en las clases y

en el plantel educativo en general. Da una tristeza enorme observar a cada alumno con

frases como “no quiero ir a la escuela” “ni aprendo nada” “prefiero quedarme en la casa”

“la escuela está bien aburrida” y otras más que se usan coloquialmente en los contextos

educativos en los cuales tenemos interacción directa con nuestra práctica profesional.

No sólo se muestra en este informe, diferentes puntos de vista, opiniones,

hipótesis, y resultados de varios investigadores, si no, que a la vez, se muestran

propuestas de innovación, y mejora para combatir este problema y traducirlo en

motivación escolar.

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Varios autores como Crespo y Gonzales (2000), Fuentes (2005) Navarro (2003),

Bañuelos (1993), Barca-Lozano, S. Almeida, Porto-Riobo (2012), nos hablan a grandes

rasgos y unos de manera más adentrada, sobre la desmotivación escolar, sus causas y

consecuencias, y también, de algunas soluciones que se dan para combatir este problema

que está acabando de manera silenciosa con las aspiraciones de los alumnos de una

mejor calidad de vida.

Desmotivación escolar, problema de urgencia.

Wiliam Crespo y Sirley Gonzales 2000 nos mencionan en su texto “La

desmotivación escolar, combatiendo la realidad”, que el núcleo familiar es una de las

principales causas que han originado y dado pie a este problema que aqueja muy

fuertemente a los alumnos de la actualidad y a las nuevas generaciones. Así mismo,

estos autores, Wiliam y Sirley, no solo nos mencionan una de las principales causas de

tan enorme problemática, si no, que también, nos muestran algunas posibles soluciones,

para combatir esta, y traducirla en una motivación, utilizando elementos y factores de la

causa del problema. Y es de vital importancia involucrar a la familia, no sólo como parte

de un objetivo, si no como parte fundamental de un proyecto de vida.

Según CEPSI (centro psicológico integral) 2003 existen algunas causas que

originan la desmotivación escolar son: Ausencia de factores atractivos para el alumno,

simplemente, el medio no brinda estímulos. Cosas inalcanzables (no estudio porque de

todas maneras fracasaré). Ausencia de capacidad de control de la situación por parte del

sujeto, (el sujeto se convence de que el medio está tan estructurado y monótono que

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cualquier cosa que haga no podrá cambiar nada. Por tanto, ya no intenta hacer ningún

cambio en el medio.

La psicóloga Verónica Fuentes 2005 nos menciona en su artículo que el factor

común según la profesional, es la existencia de “un cambio” desfavorable a los ojos del

escolar. “Estos pueden ser cambios de colegio de él o de sus mejores amigos,

repotencias, separación conyugal de los padres, problemas familiares, dificultades con

algún profesor o con alguno de sus pares, síndromes depresivos o ansiosos, entre otros”.

Recomienda a los papás escuchar lo que sus hijos les tengan y quieran decir, no darles

argumentos, ni interrumpirlos mientras explican sus motivos. “Asimismo, deben

acogerlos y mostrarles con gestos y palabras que los entienden y que les preocupa lo que

les cuentan” cita la investigadora, en uno de sus artículos.

Así mismo, Rubén Abel Navarro - colaborador en REICE (Revista Electrónica

Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación)nos menciona en uno de

sus artículos que es frecuente que los niños entre 10 y 12 años no quieran asistir a la

escuela, por lo general es para evitar no entregar un trabajo, no hacer un examen para el

cual no estudiaron, no entregar algún proyecto, y por lo general, la falta de interés por ir

a clases se relaciona con problemas de aprendizaje y como consecuencia tienen malas

notas y no quieren asistir a clases. En muchos casos puede ayudar un tratamiento

Psicopedagógico o consultar a un Psicólogo infantil.

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Como nos menciona Quiroz, en el ámbito gubernamental se piensa en

la educación como un factor que contribuye al desarrollo nacional y al bienestar de las

personas. También se afirma que la deserción escolar resulta costosa tanto para el país

como para los propios individuos. Por lo tanto, en una encuesta hecha por él y

colaboradores, se reporta que 40 de cada 100 adolescentes abandonan la escuela

secundaria y pasan a formar parte de lo que se ha denominado como índice de fracaso

escolar.

Dreier menciona en una de sus tantas conferencias y colaboraciones sobre la

sociología y la cultura, y partiendo desde ambas perspectivas, que la escuela y sus

docentes, deben de comprender, las experiencias del alumno, con el entorno para así

poder, saber del porqué de esta conducta del niño sin tener prejuicios sin argumento

alguno.

Combatiendo la desmotivación

Ana María Bañuelos miembro del Instituto de Investigaciones sobre la

Universidad y la Educación apunta en su investigación “Motivación escolar. Estudio de

variables afectivas” que la motivación escolar involucra variables y aspectos no sólo

educativos y pedagógicos, sino también de tipo cognitivo y afectivo.

Según un alumno que no cuenta con una motivación suele tener estas

características: tener una participación mínima en el salón de clases (no se fracasa pero

tampoco se sobresale), demorar la realización de una tarea (el sujeto que estudia una

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noche antes del examen: en caso de fracaso, éste se atribuye a falta de tiempo y no de

capacidad), no hacer ni el intento de realizar la tarea (el fracaso produce menos pena

porque esto no es sinónimo de incapacidad), el sobre esfuerzo, el copiar en los exámenes

y la preferencia de tareas muy difíciles (si se fracasa, no estuvo bajo el control del

sujeto), o muy fáciles (de tal manera que aseguren el éxito). En otras palabras, se fracasa

con "honor" por la ley del mínimo esfuerzo.

Efectivamente, como se mencionó con otros autores con anterioridad en este

informe, los vínculos afectivos que tiene el estudiante son de vital importancia, en

especial, los familiares, la tarea de los docentes y las autoridades del plantel, es

identificar las habilidades y fortalezas que tienen estos vínculos del alumno, para

convertirlos en una motivación y pasar de ser un alumno derrotista, a un alumno con

dominio y que evita el fracaso.

En esta misma investigación Ana maría nos menciona que la motivación es lo

principal en un alumno, aún más que el conocimiento, ya que según ella, un alumno con

motivación y entusiasmo, no solo se propone metas, a corto, mediano y largo plazo, si

no que se propone a romperlas y seguir proponiendo más y más. Dejando así de un lado

el fracaso y el temor a fracasar.

Por su parte, en la obra de investigación “Motivación escolar y rendimiento: impacto

de metas académicas, de estrategias de aprendizaje y autoeficacia” en la cual Barca-

Lozano, Almeida, Porto-Riobo, 2012 coinciden con la primera investigación

mencionada, de Bañuelos y su punto de la insistencia por parte de los elementos del

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planteles educativo, para la proposición del fijar metas en los alumnos como motivación,

pero estos a su vez, haciendo más énfasis en el rendimiento escolar. Según estos tres

investigadores estas son las diferentes metas que se puede proponer un alumno en el cual

abunda la motivación escolar.

I. Metas de aprendizaje: El alumnado trata de incrementar su competencia,

Dominando nuevas habilidades, conocimientos, Perfeccionando la

ejecución.

II. Atención orientada a la tarea: El alumno/a , Trata de mejorar la competencia,

Tiene interés por aprender y comprender, El aprendizaje es un fin en sí

mismo, La comparación social es irrelevante.

III. Atención orientada al yo: El alumno/a defiende su propia capacidad, El

aprendizaje no es un fin, sino un medio de demostrar la competencia.

IV. Metas de aprendizaje: El alumnado se implica preferentemente en lograr

incrementar su competencia y habilidades.

V. Metas de rendimiento: Se distinguen dos tipos: metas orientadas a obtener la

aprobación y evitar el rechazo del profesorado o familia, y obtener buenas

resultados en los exámenes, avanzar y progresar en sus estudios.

Estos autores manejan algunas estrategias para combatir la desmotivación y

convertirla en motivación, las más importantes son:

Evitar las críticas negativas ante los intentos de colaboración de los alumnos.

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Programar trabajos en grupo o sesiones donde cada alumno pueda colaborar

según su nivel.

El reconocimiento del éxito de un alumno o de un grupo de alumnos motiva

más que el reconocimiento del fracaso y si aquel es público mejor.

El aprendizaje significativo crea motivación, no ocurre lo mismo con el

aprendizaje memorístico y repetitivo.

Cuidar de que los alumnos con un bajo nivel de motivación consigan

pequeños éxitos académicos para que aspiren en un futuro próximo hacia

metas que exigen esfuerzos superiores.

Presentar tareas asequibles a las posibilidades de los alumnos.

Promover actividades en las que los riesgos de fracaso son moderados.

Sin lugar a dudas la desmotivación escolar es un problema que nos está atacando

en general a todos los planteles de nuestro país, cada día existen más alumnos, con

menos ganas de asistir a la escuela, o con ganas de seguir estudiando desde temprana

edad.

Ya mencionamos los problemas, causas, consecuencias, y algunas soluciones que

diferentes investigadores nos plasman en sus diferentes artículos, pero nada de esto nos

sirve, si no tomamos conciencia, del gran problema que nos está alcanzando a lo largo

del tiempo.

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Es no sólo una responsabilidad, sino una obligación por parte del docente que

cada uno de los alumnos tenga una motivación y por consecuente, metas y objetivos en

la vida, y no sólo para alcanzarlas si no, para romperlas frecuentemente y tener aún más

motivación y una mejora considerable en nuestra calidad educativa.

Se concluye este informe con una cita la cual plasma una ideología importante

para mí "podemos pensar de nosotros mismos no como maestros, sino como jardineros.

Un jardinero no hace crecer flores, él trata de darles lo que cree que les ayudará a crecer

y ellas crecerán por sí mismas. La mente de un niño, al igual que una flor, es una cosa

viva. No podemos hacerla crecer metiéndole cosas, al igual que no podemos hacer que

una flor crezca pegándole hojas y pétalos. Todo lo que podemos hacer es rodear la

mente en crecimiento con lo que necesita para crecer y tener fe en que tomará lo que

necesita y crecerá".

Referencias Bibliográficas

La desmotivación escolar, combatiendo una realidad.- Ps. William Crespo

Rivera, Lic. Sirley González Aldana 2000.

Desmotivación escolar ¿Por qué no quieren ir al colegio?- Verónica Fuentes

2005.

REICE (Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y

Cambio en Educación)- Rubén Abel Navarro 2003.

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Motivación escolar. Estudio de variables afectivas- Ana María Bañuelos

núm. 60, abril-junio 1993.

“Motivación escolar y rendimiento: impacto de metas académicas, de

estrategias de aprendizaje y autoeficacia” - Alfonso Barca-Lozano, Leandro S.

Almeida, Ana María Porto-Riobo. (Anales de Psicología, vol. 28, núm. 3,

octubre, 2012, pp. 848-859).