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DESIGUALDAD SOCIOLABORAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD
AUTORES
Antonia Sánchez Alcoba, Universidad de Murcia [email protected]
Manuel Hernández Pedreño, Universidad de Murcia [email protected]
Esther Raya Díez, Universidad de la Rioja [email protected]
RESUMEN
El desfavorable contexto socioeconómico que refleja la sociedad española propicia
situaciones de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social para la población en general,
y con mayor impacto en las personas con discapacidad o diversidad funcional1. A pesar
de los importantes logros alcanzados en la inserción laboral de este colectivo, sigue
latente una múltiple desigualdad social por motivos de discapacidad.
La presente comunicación ofrece los resultados de una investigación sobre la situación
sociolaboral de las personas con discapacidad, analizada desde una perspectiva general
de las discapacidades (física, mental, intelectual y sensorial) y desde un enfoque
multidimensional de la exclusión social, teniendo en cuenta la dimensión económica,
laboral, formativa, salud, residencial, relacional y participación. La estrategia
metodológica ha sido mixta, combinando técnicas cuantitativas y cualitativas. El estudio
se ha realizado desde la Universidad de Murcia, en colaboración con el CERMI de la
Región de Murcia2.
Los resultados obtenidos ratifican la importancia de la red de apoyo sociofamiliar como
factor de protección en este colectivo; reflejan una terciarización junto a una escasa
movilidad y promoción laboral; una mayor dificultad en el acceso laboral para la
discapacidad mental e intelectual y una doble vulnerabilidad por género.
PALABRAS CLAVES
Discapacidad, integración sociolaboral, desigualdad, enfoque multidimensional.
1 En este artículo se emplean los términos de discapacidad y diversidad funcional de forma equivalente para referirse a la persona con discapacidad. 2 CERMI: Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad
2
INTRUDUCCIÓN
La Estrategia Europea 2020 ha marcado el reto de alcanzar un crecimiento sostenible e
integrador, en un marco donde el 75% de la población adquiera un empleo, el 3% del
PIB de la Unión Europea (EU) se invierta en I+D, bajar el umbral del 10% de la tasa del
abandono escolar y reducir en 20 millones de personas la bolsa de pobres existentes
(Unión Europea, 2010). Han trascurrido unos años desde la puesta en común de esta
declaración de buenas intenciones y la realidad actual refleja un panorama no más
alentador que hace una década, inmersos en una profunda crisis global que sin duda
afecta con más intensidad a los más desfavorecidos.
En este contexto aumenta la pobreza y las desigualdades generando un incremento de
situaciones de exclusión social, donde surgen nuevos grupos de excluidos, aumenta el
sinhogarismo, la mendicidad, especialmente en determinados colectivos de mayor
fragilidad como jóvenes, inmigrantes y personas con discapacidad. Las personas con
discapacidad se enfrentan a múltiples desigualdades reflejadas en un bajo nivel de renta
per cápita, en una precaria integración laboral, en una baja formación educativa, en una
débil accesibilidad social y en una frágil ciudadanía. En consonancia a las directrices de
la Estrategia Europea 2020, se hace preciso asentar lo conseguido y crecer en igualdad
de oportunidades, especialmente en este colectivo.
Todas las dimensiones sociales, es decir, situación económica, laboral, formativa,
sanitaria, características residenciales, relaciones sociofamiliares y participación
ciudadana, influyen y determinan los contextos individuales y colectivos. No obstante,
el ámbito laboral ejerce un gran peso en las sociedades actuales. El trabajo no sólo
aporta los recursos económicos para sobrevivir, también proporciona autorrealización
personal y social, independencia, capital relacional, siendo una fuente de estatus y de
identidad. El acceso al mercado de trabajo se vincula directamente con la inclusión
social de la persona, confluyendo hacia un itinerario de inclusión plena, vulnerable o de
exclusión. El trabajo constituye un eje central en las trayectorias sociales de las
personas con discapacidad, tendencia al alza desde finales del siglo XX. Cuestiones que
requieren ser estudiadas y analizadas con el fin de observar su evolución, en aras de un
mejor conocimiento y contribución a la inclusión de este colectivo.
Este trabajo forma parte de una investigación sobre la situación sociolaboral de las
personas con discapacidades desde la óptica de la sociología aplicada, pretendiendo
analizar las situaciones coyunturales de la discapacidad desde la teoría de la exclusión
3
social y a través de un enfoque multidimensional, teniendo en cuenta los siete ámbitos
de la exclusión social. La metodología empleada ha combinado fuentes cuantitativas y
cualitativas: entrevistas en profundidad a expertos y la realización de una encuesta a
personas con discapacidad en situación laboral activas; a la vez que se emplea la
Encuesta de Población Activa (EPA) como fuente secundaria.
1. MARCO TEÓRICO
La discapacidad es un hecho social trasversal y universal en el devenir de los tiempos,
tanto desde una perspectiva teórica como desde la identidad social. Las distintas épocas
han definido a la discapacidad con un estatus de inferioridad, en un cuerpo descalificado
para la sociedad (Ferrante y Ferreira, 2010:89) que adquiere identidad propia por ser
diferente (Goffman, 2010:14). La propia naturaleza de la discapacidad la establece
como un fenómeno social diverso, multidimensional y complejo que han generado
diversas dificultades conceptuales, metodológicas y sociales; cuestiones analizadas
desde diversos estudios (Huete, 2013:9; Jiménez Lara, 2007; Huete y Quezada, 2011;
Colectivo Ioé, 2012).
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su segunda
Clasificación Internacional del Funcionamiento (CIF) de 2001, ha favorecido a través
de las mejoras de sus postulados. La CIF ha significado un entendimiento de la
discapacidad en relación a las capacidades funcionales de la persona y de los factores
ambientales. De igual modo, propuso un enfoque Bio-psico-social como modelo de
inclusión en la sociedad, donde la discapacidad no solo y exclusivamente se mide en
términos de deficiencias. En la actualidad se entiende por persona con discapacidad
“aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo
plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y
efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás” (ONU, 2006:4).
El grado de severidad es un elemento relevante en materia sociolaboral pues, en España
el criterio legislativo en la contratación por discapacidad establece un mínimo
porcentual de discapacidad; así mismo, nuestro marco legislativo considera “personas
con discapacidad aquellas a quienes se les haya reconocido un grado de discapacidad
igual o superior al 33%”, recogido en el Real Decreto Legislativo sobre la Ley General
de los derechos de las personas con discapacidad y su inclusión social de 2013.
La discapacidad conlleva una múltiple vulnerabilidad constante que la vincula a
situaciones de desigualdad y presenta serias dificultades para lograr la autonomía
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personal (Díaz, 2011; Anaut, Alza y Álvarez, 2014). Por su parte, algunos estudios
sobre pobreza y exclusión social indican la existencia de personas con discapacidad en
situación de exclusión (Huete, 2013); además, los hogares con presencia de
discapacidad presentan menores ingresos y la persona con discapacidad asume el coste
adicional de la misma (Anaut y Arza, 2015).
El concepto de exclusión social, entendido como un proceso multidimensional y como
resultado de la acumulación de desventajas sociales en siete áreas vitales (educación,
trabajo, salud, vivienda, relaciones sociofamiliares y participación) (Hernández, 2010),
es adecuado para el estudio de la inserción sociolaboral de las personas con
discapacidad, pues los itinerarios de inserción laboral están estrechamente relacionados
con todas las dimensiones de la exclusión social. Desde este enfoque multidimensional,
se plantea el análisis de los procesos sociolaborales; además, la integración laboral de
las personas con discapacidad está vinculada con la red de apoyo social y familiar, tanto
por su proximidad e implicación con la propia persona, como por la responsabilidad de
las instituciones relacionadas con la integración del colectivo. Así mismo, el análisis de
la inserción laboral de las personas con discapacidad en España puede explicarse a
través de las teorías del mercado de trabajo dual (Piore, 1975) o de la segmentación
laboral (Gordons, 1987). Estos planteamientos consideran que desde la crisis de los
años 70, progresivamente el mercado de trabajo se ha dividido en dos segmentos,
primario y secundario (también denominados núcleo y periferia), con características
bien diferenciadas. En el segmento secundario estarían incluidos los empleos peor
remunerados, más precarios y que requieren escasa o nula cualificación; mientras en el
segmento primario los empleos serían más estables, mejor remunerados y de mayor
cualificación.
2. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
El objetivo de este trabajo es analizar los procesos de inserción sociolaboral de este
colectivo desde un punto de vista multidimensional (economía, laboral, formativa,
sanitaria, residencial, relacional y participación); examinando, por un lado, las ventajas
y desventajas sociales que intervienen en este proceso y con qué dimensiones se
vinculan y, por otro lado, identificar los factores de riesgo y de protección en la
población ocupada con discapacidad.
La metodología empleada es mixta, pues se emplean varias técnicas cuantitativas y
cualitativas. En un primer lugar, se realizaron ocho entrevistas en profundidad a
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expertos, durante el segundo trimestre de 2014. Esta labor de campo se encauzó desde
una perspectiva general de los cuatro grandes grupos de discapacidad (física, mental,
intelectual y sensorial) y, desde una perspectiva específica centrada en una tipología
concreta. Los criterios para el diseño muestral del trabajo de campo han estado
marcados por la perspectiva de los distintos grupos que engloban la discapacidad (tanto
general como específica), por el carácter institucional (público o privado), por el ámbito
de actuación (investigación, intervención y/o docencia), y por una trayectoria
profesional de más de ocho años de experiencia (tabla I). Sus aportaciones se han
recogido literalmente a lo lardo del análisis y de las distintas variables analizadas.
Tabla I. Perfil socioprofesional de los expertos entrevistados. Perspectiva de la discapacidad Tipo de institución Ámbito de actuación
E1 General Ong Representativa e intervención E2 General Público Investigación y docencia E3 Específica y física Ong Representativa e intervención E4 Específica y auditiva Ong Representativa e intervención E5 General Público Orientación y gestión E6 Específica e intelectual Ong Representativa e intervención E7 Específica e intelectual Ong Representativa e intervención E8 General Privado Investigación
Fuente: elaboración propia.
Posteriormente, se ha realizado una encuesta de “empleo y discapacidad” dirigida a
personas con discapacidad en situación laboral activa (ocupados)3 y, mayoritariamente,
personas asociadas a las entidades integrantes al CERMI de la Región de Murcia,
institución colaborada en esta investigación. El cuestionario se cumplimentó durante los
meses de mayo del 2015 y febrero de 2016, siendo el periodo de referencia los meses de
mayo y junio de 2015. La encuesta ha ofrecido diversas vías de cumplimentación en
aras de garantizar la accesibilidad de las distintas discapacidades a la misma. De igual
modo, con algunas entidades o personas se ha podido disponer del apoyo técnico de las
entidades. El cuestionario se ha realizado virtual, presencial y telefónicamente,
adecuándose a las circunstancias de cada persona o asociación. El cómputo de
cuestionarios ha ascendido a un total de 450 casos, una vez depurados los casos
repetidos.
Del mismo modo, el análisis cuantitativo se ha fundamentado en la explotación
estadística de la propia encuesta y se ha contrastado con la EPA relativa al segundo
trimestre del 2015, para España y la Región de Murcia.
3 Personas con un certificado de discapacidad de igual o superior al 33%. En consonancia a los requisitos establecidos por el marco legislativo para la contratación por discapacidad y para el acceso a recursos y bonificaciones por discapacidad.
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3. SITUACIÓN SOCIAL Y LABORAL DE LAS PERSONAS CON
DISCAPACIDAD EN LA REGIÓN DE MURCIA
El análisis de los resultados se han estructurado desde una perspectiva multidimensional
examinando la situación del fenómeno de la discapacidad en relación a las condiciones
sociales de vida en los siete ámbitos de la exclusión social; el sexo y el grupo de
discapacidad han constituido las variables de clasificación en la distribución; y, el
proceso se ha realizado desde una perspectiva comparativa entre las diversas variables
de análisis de este estudio y aquellas que permiten un contraste con la EPA a nivel
nacional y regional.
3.1. Características sociodemográficas
La población objeto de estudio en esta investigación ha sido de 450 encuestados
ocupados con discapacidad y, mayoritariamente, vinculados a entidades de
discapacidad. La distribución de los ocupados encuestados refleja una mayor presencia
en el mercado de trabajo de las discapacidades física (35%) e intelectual (32%), seguida
de la sensorial y mental (Gráfico 1).
Gráfico 1. Población ocupada con discapacidad por grupo de discapacidad (Región de Murcia, 2015).
Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Respecto al sexo se puede observar una menor presencia de mujeres en todos los grupos
de discapacidad, a excepción de la discapacidad sensorial que refleja casi una paridad
del 50% (Gráfico 2), siendo las mujeres con discapacidad mental las que presentan un
menor valor porcentual (33,9%) sobre la población ocupada analizada.
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Gráfico 2. Población ocupada con discapacidad por grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Estos datos indican una mayor dificultad de la población femenina con discapacidad en
la incorporación al mercado de trabajo, y respecto al colectivo en su conjunto.
La mujer con discapacidad siempre está peor que el resto de mujeres y sobre los
hombres con discapacidad. Está más discriminada (E1).
La población ocupada objeto de estudio ha sido comparada con el total de ocupados de
la Región de Murcia y España durante el segundo trimestre del 2015, permitiendo
analizar los ocupados con discapacidad en relación a los valores nacionales y
regionales. A modo de síntesis en los tablas analizadas, se ha incluido el porcentaje
vertical de las variables en todos los totales e incluyéndose el números casos (N); por su
parte, los porcentajes horizontales se distribuyen según género, ofreciendo solamente el
porcentaje de hombres.
La edad y el sexo suelen ser variables codeterminantes en el comportamiento social.
Respecto a la población ocupada a nivel nacional, regional y ocupados encuestados, se
observa que los menores de 24 años tienen menor presencia en el mercado laboral en los
tres ámbitos territoriales, siendo España quien presenta el menor porcentaje con 4,4%
sobre un total de 17,8 millones de ocupados (tabla II). Sin embargo, los mayores de 55
años ocupados con discapacidad encuestados reflejan la menor prevalencia laboral de
los tres grupos con un 9,4%, sobre un total de 450 encuestados, suponiendo una mayor
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presencia de ocupados en la Región de Murcia (12 %) y en España (15,2%) respecto a
este grupo de edad. Tabla II. Población ocupada según grupos de edad, personas con discapacidad, Región de Murcia
y España, 2015 2T. Ocupados con discapacidad Región de Murcia España
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Grupos de Edad
% Vertical % Horizontal Vertical % Horizontal % Vertical % Horizontal
16 a 24 años 6,5 62,1 5,8 64,3 4,4 52,0 25 a 54 años 84,2 62,3 82,2 59,2 80,4 54,4 55 y más años 9,4 61,9 12,0 61,4 15,2 56,6 Total (N y %) 450 62,2 534,2 (*) 59,8 17.866,5 (*) 54,6 Nota (*): en miles. Fuente: Encuesta a ocupados con discapacidad en R. Murcia 2015 y EPA 2015.
Por su parte, es significativo el comportamiento en función del sexo pues, España de
17,8 millones de ocupados un 54,6% son hombres, manteniendo casi una igualdad por
género en todos los grupos de edad; en la Región de Murcia un 59,8% son hombres y en
los ocupados con discapacidad en Murcia un 62,2% son hombres de 450 encuestados.
Se observa que la mujer tiene menor presencia en todos los ámbitos territoriales y, aún
menor, en la población con discapacidad. Estos datos inciden en la mayor dificultad al
acceso laboral por ser mujer y por tener una discapacidad.
La población estudiada respecto al grupo de discapacidad las personas con discapacidad
mental reflejan una concentración en el segundo grupo de edad con un 95,2% y sin
presencia algunas de los menores de 25 años, además las mujeres con esta discapacidad
solo tiene presencia en esta segunda franja de edad. Esto reflejando una mayor
dificultad en la entrada al mercado laboral de esta discapacidad respecto a las otras
discapacidades (Tabla III).
Tabla III Población ocupada con discapacidad por grupo de edad, tipología de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Edad
% Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. De 16 a 24 años 2,6 75,0 0,0 0,0 13,1 57,9 6,9 66,7 De 25 a 54 años 79,5 61,3 95,2 64,4 86,2 68,0 81,6 52,1 55 y más años 17,9 67,9 4,8 100,0 0,7 0,0 11,5 40,0 Total (N y %) 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Esta distribución evidencia una mayor dificultad de integración laboral en la población
ocupada joven y en los mayores con discapacidad, y una incorporación tardía al
mercado laboral en todos los grupos de discapacidad.
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Si los jóvenes lo tienen difícil, los jóvenes con discapacidad más. Tardan más en
terminar sus estudios y en encontrar un trabajo, y no siempre es por falta de
capacidad sino porque faltan recursos y hay prejuicios hacia el colectivo (E3).
3.2. Dimensión sociosanitaria
El estado de salud condiciona el desarrollo social de la persona. En la población con
discapacidad que parte de una disfuncionalidad, el grado de severidad, o porcentaje de
discapacidad reconocida, establece un valor adicional a la condición de salud y, por
tanto, en la participación sociolaboral.
La Tabla IV establece que la población analizada manifiesta una gran concentración en
el grado de discapacidad reconocida entre el 33% y el 64% con un valor porcentual de
67,8. Tendencia que se refleja en todos los grupos de discapacidad. No obstante, la
discapacidad sensorial ofrece unas diferencias pequeñas entre los distintos rangos de
severidad y, en contraposición, la discapacidad mental refleja una inactividad laboral a
partir de un 65% de discapacidad.
Tabla IV. Población ocupada con discapacidad por severidad, grupo de discapacidad según y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Severidad % Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori.
Moderada: 33-64 % 67,8 88,5 65,2 64,5 60 61,4 65,2 43,7 52,6 Alta: 65-74 % 22,2 7,7 50,0 35,5 77,3 29,0 71,4 27,6 54,2 Severa: 75 % y más 10 3,8 33,3 0 0 9,6 57,1 28,7 48,0 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Cuando tienes un alto grado de discapacidad es peor, y en muchos casos no se
traduce en menos capacidad, sino más adaptaciones. Ciertamente, gracias a las
entidades muchas personas con discapacidad puede tener un empleo, y las
asociaciones que tienen una larga trayectoria consiguen grandes logros (E5).
Un elemento significativo en la discapacidad es el origen de la misma. La población
estudiada con discapacidad tiene una discapacidad sobrevenida relacionado con la
discapacidad física y mental, un 64,5% y un 83,9% respectivamente (tabla V),
coincidente con la edad de inserción laboral (16 a 64 años). Respecto al sexo, en la
discapacidad intelectual y sensorial la presencia de mujeres con discapacidad es mayor
en la sobrevenida, frente a los hombres de su misma discapacidad (28,6% en ambos
grupos), además que estas discapacidades son principalmente de origen congénito.
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Tabla V. Población ocupada con discapacidad por etimología, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Etimología % Vert % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori.
Congénita 44,4 22,4 71,4 8,0 60,0 78,6 66,7 52,9 66,7 Infantil 13,1 12,2 63,2 8,1 60,0 16,6 75,0 12,6 75,0 Sobrevenida 42,5 65,4 59,8 83,9 67,3 4,8 28,6 34,5 28,6 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Cuando la discapacidad viene después la vida te cambia mucho. Pierdes amigos,
trabajo y la reintegración en la sociedad es muy difícil (E3).
3.3. Dimensión formativa
La formación es una condición básica para el acceso al mercado de trabajo, limitando o
favoreciendo la inserción laboral de la población y condicionando la calidad del mismo.
Respecto a los niveles educativos, España y la Región de Murcia se sitúan
principalmente en estudios medios y superiores (89,6% y 93% respectivamente) y, en
contraposición, los ocupados con discapacidad se concentran en estudios primarios o
incompletos con un 51,3%, manifestando una precaria transición educativa a etapas de
educación secundaria y superior. A nivel nacional y la población ocupada reflejan una
ligera mayor adquisición de estudios superiores por parte de mujeres (48,9% y 48,4%
respectivamente de hombres), frente a la Región de Murcia que en todas sus etapas
educativas es mayor la prevalencia de hombres (tabla VI).
Tabla VI. Ocupados según nivel educativo, personas con discapacidad, Región de Murcia y España, (2015 2T).
Ocupados con discapacidad Región de Murcia España
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Nivel Educativo
% Vertical %Hori. % Vertical % Hori % Vertical % Hori. Primaria o menos 51,3 65,4 10,4 66,1 7,0 60,8 Secundaria 34,9 63,1 54,4 63,1 51,3 58,5 Superior 13,8 48,4 35,2 52,6 41,7 48,9 Total (N y %) 450 62,2 534,1(*) 59,8 17.866,6 (*) 54,6 Nota (*): en miles. Fuente: Encuesta a ocupados con discapacidad en R. Murcia 2015 y EPA 2015.
Estos datos reflejan un menor nivel educativo en la población ocupada con discapacidad
y, consecuentemente, una integración laboral más precaria. En esta línea, un análisis
nacional de la población ocupada con discapacidad refleja este menor nivel formativo
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que influye en una mayor dificultad laboral en este colectivo (Hernández y Millán,
2015).
Respecto a los grupos de discapacidad, la discapacidad intelectual es quien refleja el
menor nivel educativo con un 75,9% (Tabla VII). Por su parte, una perspectiva de
género refleja que las mujeres ocupadas con discapacidad física y sensorial son las que
más han adquirido estudios superiores y respecto a los hombres (un 43,3% y 42,1%);
una igualdad de género en la discapacidad intelectual e una masculinización de estudios
superior en la discapacidad mental, reflejando una mayor vulnerabilidad de la mujer en
este grupo de discapacidad.
Tabla VII. Población ocupada con discapacidad por nivel educativo, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Nivel educativo
% Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. Primaria o menos 43,6 72,1 32,3 60 75,9 67,3 37,9 48,5 Secundaria 37,2 62,1 50,0 67,7 22,8 63,6 40,3 60,0 Superior 19,2 43,3 17,7 72,7 1,3 50,0 21,8 42,1 Total (N y %) 156 62,8 62 41 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
La transición a etapas educativas medias y superiores es una tarea pendiente en el
mundo de la discapacidad, con el consecuente gravamen laboral (E8).
3.4. Dimensión relacional
La aproximación al ámbito relacional se sustenta en el estado civil, la tenencia de hijos,
junto a la convivencia. Por su parte, el estado civil de las personas con discapacidad
ocupadas de este estudio es mayoritariamente soltero/a (52,4%), seguido de casado/a
(32,2%) (Tabla VIII). Tabla VIII. Población ocupada con discapacidad por grupo de discapacidad según sexo y estado
civil (Región de Murcia, 2015). Física Mental Intelectual Sensorial
Total Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Estado civil
% Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. Casado/Pareja 37,3 60,9 66,3 17,7 54,5 7,6 63,6 58,6 52,9 Separado/Divorcia.o 8,7 11,5 38,9 11,3 71,4 0,7 100,0 14,9 46,2 Soltero/a 52,4 25,0 66,7 69,4 67,4 91,7 66,2 24,2 52,4 Viudo/a 1,6 2,6 50,0 1,6 100,0 0,0 0,0 2,3 50,0 Total 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
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En relación a los grupos de discapacidad, esta tendencia mayoritaria de soltero/as se
asocia principalmente a las discapacidades intelectual y mental (91,7% y 69,4), grupos
que presenta una convivencia con la familia de origen. Por su parte, las discapacidades
físicas y sensoriales reflejan un mayor valor en la situación de casados/as, creando sus
propios proyectos de vida independiente y familiares. Tabla IX. Población ocupada con discapacidad por tenencia de hijos, grupo de discapacidad y sexo
(Región de Murcia, 2015). Física Mental Intelectual Sensorial
Total Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Tenencia de
hijos % Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori.
No 61,1 40,4 60,3 75,8 66,0 91,0 68,2 37,9 60,6 Si 38,9 59,6 64,5 24,2 66,7 9,0 46,2 62,1 46,3 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Del mismo modo, se puede observar en la siguiente Tabla IX que la mayoría de la
población analizada no tienen hijos (un 61,1%) y más vinculado a las discapacidades
intelectuales y mentales; aspecto que guarda relación con el mayor porcentaje de
soltero/as también asociado a estas discapacidades. Respecto al sexo las mujeres con
discapacidad intelectual y sensorial tienen más hijos que los hombres ocupados de su
mismo grupo de discapacidad (46,2% y 46,3% respectivamente).
Tabla X. Población ocupada con discapacidad por convivencia actual, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Convivencia % Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori.
Independiente 10,7 14,1 54,5 12,9 75,0 5,5 62,5 11,5 60,0 Con cónyuge 12,9 18,6 58,6 11,3 71,4 4,8 42,9 17,2 53,3 Cónyuge e hijos 23,8 40,4 69,8 9,7 50,0 2,8 75,0 39,2 52,9 Monoparental 3,6 4,5 14,3 4,8 33,3 1,4 50,0 4,6 0,0 Con los padres 24,9 10,3 81,3 37,2 78,3 42,1 70,5 13,8 58,3 Padres y familia 14,4 5,1 62,5 17,7 45,5 27,5 62,5 6,9 50,0 F. Reconstituida 2,0 1,9 66,7 0,0 0,0 2,1 100,0 3,4 66,7 Piso compartido 4,9 1,3 50,0 4,8 66,7 11,7 58,8 0,0 0,0 Otros 2,8 3,8 50,0 1,6 100,0 2,1 100,0 3,4 33,3 Total 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
La convivencia actual de la población del estudio refleja una mayor convivencia con los
progenitores, un 24,9%, seguida de la convivencia con el cónyuge e hijos, un 23,7%
(tabla X). La primera situación está más vinculada a las discapacidades mentales e
intelectuales, por su parte la segunda asociada a la discapacidad física y sensorial. Esta
polaridad, se vincula igualmente con la situación de soltero/a mayoritariamente en la
13
discapacidad mental e intelectual, y la independencia familiar de la discapacidad física
y sensorial.
Las discapacidades intelectuales y mentales lo tienen más difícil y ellos los hace
más dependientes de sus familias (E5).
Gracias a las familias muchas personas con discapacidad no viven en la exclusión.
La familia siempre está ahí (E3).
3.5. Dimensión laboral
En cuanto al trabajo, la encuesta realizada muestra que las personas con discapacidad
encuestas reflejan mayoritariamente al menos una experiencia laboral de 10 años (un
62,2%), valor porcentual que desciende a medida que se reduce el número de años
trabajados, a excepción de 2 a 4 años de experiencia que refleja el menor valor (6,9%)
(Tabla XI). Este comportamiento se manifiesta del mismo modo en todos los grupos de
discapacidad, por lo que puede indicar la inestabilidad laboral de estos últimos años por
el del efecto de la crisis e impide tener una mayor experiencia laboral. Respecto al sexo,
la discapacidad intelectual y sensorial reflejan una menor presencia de hombres con
experiencia laboral menor de 2 años (43,5% y 37,5% respectivamente) y un 100% para
los hombres en la discapacidad física, reflejando una mayor dificultad de acceso a la
mujer con discapacidad.
Tabla XI. Población ocupada con discapacidad por experiencia laboral, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Experiencia
laboral % Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori.
Menos 2 años 9,1 1,9 100,0 11,3 71,4 15,9 43,5 9,2 37,5 De 2 a 4 años 6,9 2,6 75,0 9,7 50,0 11,7 76,5 4,6 75,0 De 5 a 9 años 21,8 11,5 38,9 27,4 76,5 34,5 72,0 14,9 38,5 Más de 10 años 62,2 84,0 64,9 51,6 62,5 37,9 67,3 71,3 54,8 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Respecto al tipo de empleo, es destacable que la integración laboral de esta población
es, principalmente, a través de contratación por cuenta ajena (71,6%) seguido de
medidas especiales de empleo (centro especial de empleo con un 18,9% (Tabla XII). En
contraposición, se refleja un escaso trabajo ordinario con un 1,3% y ausencia de
régimen de autónomo pues, ninguno de los encuestados ocupados estaba en situación
laboral. Según sexo, es llamativo que en la discapacidad física los hombres tienen
menor presencia en el trabajo ordinario (20%) e igualdad de género en la discapacidad
14
mental y sensorial, mencionando que la discapacidad intelectual no accede al empleo
ordinario.
Tabla XII. Población ocupada con discapacidad por tipo de empleo, grupo de discapacidad, sexo y (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Tipo de empleo
% Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. C.E.E. 18,9 9,0 50,0 24,2 46,7 24,9 55,6 23,0 50,0 Contratac. ajena 71,6 83,3 63,8 46,8 82,8 71,7 68,3 67,8 50,8 Trab. con apoyo 7,1 4,5 100,0 25,8 56,3 3,4 100,0 4,6 75,0 Trab. ordinario 2,4 3,2 20,0 3,2 50,0 0,0 0,0 4,6 50,0 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Las entidades luchamos por generar empleo porque los empresarios no quieren
contratar a personas con discapacidad, pero nuestro objetivo es el trabajo
ordinario (E6).
En cuanto al tipo de contrato y desde una perspectiva comparativa con España y la
Región de Murcia, se observa un mayor peso de contratos indefinidos que temporales,
con mayor valor en España (74,9%), descendiendo paulatinamente a nivel regional
(67,1%) y ocupados con discapacidad encuestados (66%) (tabla XIII). Del mismo
modo, el sexo refleja la masculinidad de la inserción laboral, destacando los ocupados
con discapacidad con un 62,2% de hombres que, así mismo, refleja una mayor
temporalidad de la mujer por género y discapacidad. Tabla XIII. Población ocupada según tipo de contrato, personas con discapacidad, Región de
Murcia y España, 2015 2T. Ocupados con discapacidad Región de Murcia España
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Tipo de contrato % Vertical %Horizontal % Vertical % Horizontal % Vertical % Horizontal
Indefinido 66,0 63,0 67,1 57,2 74,9 52,3 Temporal 34,0 60,8 32,9 59,8 25,1 52,1 Total (N y %) 450 62,2 443,2(*) 58,1 14.762,3(*) 52,2 Nota (*): en miles. Fuente: Encuesta a ocupados con discapacidad en R. Murcia 2015 y EPA 2015.
Según el grupo de discapacidad, la excepción está marcada por la discapacidad mental
que es el grupo que presenta mayor temporalidad en la población analizada con un
59,7% (tabla XIV). Hecho que puede derivarse a que la característica de esta
discapacidad que surgen en la juventud y tienen mayores prejuicios. En cuanto al sexo,
se evidencia la masculinidad del empleo en la población con discapacidad manifestando
mayor presencia de hombres con discapacidad en todos los tipos de contrato y grupo, a
15
excepción de la mujer con discapacidad sensorial que refleja una mayor temporalidad
respecto al hombre (44,4%), aspecto que puede explicarse a que en este grupo de
discapacidad hay mayor igualdad en la incorporación laboral y se evidencia la mayor
precariedad laboral de la mujer con discapacidad.
Tabla XIV. Población ocupada con discapacidad por tipo de empleo, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Tipo de Contrato
% Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. Indefinido 65,4 63,7 40,3 72,0 76,0 64,5 69,0 55,0 Temporal 34,6 61,1 59,7 62,2 24,0 71,4 31,0 44,4 Total (N y %) 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Todas las discapacidades tienen dificultades para encontrar un empleo pero las
mentales son de las que más, los empresarios tienen más rechazo y desconfianza en
esta discapacidad. Es una discapacidad complicada (E5).
Respecto al tipo de jornada (tabla XV), en España predomina claramente el contrato de
jornada completa con un 84,2%. Del total de personas a tiempo completo, el 59,7% son
hombres. De igual modo, en la Región de Murcia predomina el contrato a tiempo
completo aunque en menor medida pues, la jornada parcial tiene más peso (17%) que
en España; también la jornada parcial es más frecuente entre las mujeres, aunque en
menor medida que en España, reflejando del total de contratos a tiempo parcial un
64,6% de mujeres en Murcia (un 35,4% son hombres), y un 72,4% en España. Por
tanto, se puede observa una mayor concentración de las mujeres en el contrato parcial
en España que en Murcia. Por su parte, la distribución de la población encuestada
refleja un predominio de jornadas completas con un 70,4%, comportamiento semejante
a los otros ámbitos, sin embargo el hombre con discapacidad refleja mayor jornada
parcial respecto a la mujer (54,9%).
Tabla XV. Ocupados según tipo de jornada, personas con discapacidad, Región de Murcia y España, 2015 2T.
Ocupados con discapacidad Región de Murcia España Total Hombres Total Hombres Total Hombres
Tipo de jornada laboral % Vertical % Horizontal % Vertical % Horizontal % Vertical % Horizontal
Completa 70,4 65,3 83,0 64,8 84,2 59,7 Parcial 29,6 54,9 17,0 35,4 15,8 27,6 Total (N y %) 450 62,2 534,2 59,8 17.866,50 54,6 Fuente: Encuesta a ocupados con discapacidad en R. Murcia 2015 y EPA 2015.
16
Estos datos evidencian una mayor precariedad del colectivo con discapacidad. Del
mismo modo, esta tendencia de jornada completa laboral se manifiesta en todos los
grupos de discapacidad, si bien en la discapacidad mental e intelectual el peso del
contrato parcial es más elevado que los otros grupos de discapacidad (45,2% y 45,5%
respectivamente) (tabla XVI) y, aunque tiene mayor peso la jornada completa, la
diferencia con la jornada parcial es muy pequeña en la discapacidad mental e
intelectual, reflejando una mayor vulnerabilidad laboral en estos dos grupos de
discapacidad.
Tabla XVI. Población ocupada con discapacidad por tipo de empleo, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Tipo de jornada
% Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. Completa 85,9 66,4 54,8 73,5 54,5 65,8 80,5 65,8 Parcial 14,1 40,9 45,2 57,1 45,5 66,7 19,5 66,7 Total (N y %) 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Respecto a los sectores económicos, España presenta el mayor porcentaje en servicios
con un 75,7%, seguidos de los ocupados con discapacidad con un 73,65 y la Región de
Murcia con un 67,5%, reflejando el mayor peso de la agricultura en la Región de
Murcia con un 14,4% y un 14,2% en los ocupados con discapacidad (tabla XVII. En
cuanto al género, tanto España como la Región de Murcia tiene una feminización del
sector servicios, excepto los ocupados con discapacidad que en todos los sectores se
manifiesta una mayor presencia de hombres. Del mismo modo, el sector de la
construcción es mayoritariamente masculino en todos los ámbitos territoriales.
Tabla XVII. Ocupados según sectores económicos, personas con discapacidad, Región de Murcia y España, 2015 2T.
Ocupados con discapacidad Región de Murcia España
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Sectores
económicos % Vertical % Horizontal % Vertical % Horizontal % Vertical % Horizontal
Agricultura 14,2 85,9 14,4 81,9 4,1 75,2 Industria 11,3 64,7 12,9 79,2 14,0 74,7 Construcción 0,9 75,0 5,4 95,4 6,2 92,4 Servicios 73,6 57,1 67,5 48,5 75,7 46,7 Total (N y %) 450,0 62,2 534,2 (*) 59,8 17.866,5 ( *) 54,6 Nota (*): en miles. Fuente: Encuesta a ocupados con discapacidad en R. Murcia 2015 y EPA 2015.
Los sectores económicos en relación a los grupos de discapacidad, reflejan que solo la
discapacidad física accede a la construcción, siendo un 0,9% del total de sectores y el
17
2,6% en la distribución de sectores según la discapacidad física (tabla XVIII). La
industria está más vinculada a la discapacidad física e intelectual y la agricultura a la
discapacidad intelectual (29,6%). En cuanto al sexo, se refleja una mayor presencia de
hombres en todos los sectores y grupos a excepción de la discapacidad sensorial y en el
sector terciario (49,4% hombres), evidenciando la mayor igualdad que ya ha ido
manifestando este grupo de discapacidad respecto al género.
Tabla XVIII. Población ocupada con discapacidad por categoría profesional, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Sectores económicos
% Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. Agricultura 9,0 92,9 6,5 100,0 29,6 81,4 3,4 100,0 Industria 13,4 61,9 8,1 80,0 15,2 63,6 3,5 66,7 Construcción 2,6 75,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 Servicios 75,0 59,0 85,4 62,3 55,2 58,8 93,1 49,4 Total (N y %) 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
Un elemento de precariedad del empleo de las personas con discapacidad es una
ocupación principalmente en categorías profesionales de baja cualificación como refleja
la tabla XIX con un 34,8% en trabajadores cualificados y un 58,2% en ocupaciones
elementales. En contraposición, existe una escasa presencia en cargos directivos
vinculados a la discapacidad sensorial (2,3%) y física (1,3%) que, según sexo, en la
primera discapacidad está representada exclusivamente por mujeres e, inversamente,
solo por hombres en la discapacidad física. La ausencia de otras discapacidades en
cargos directivos puede deberse al bajo nivel formativo de la discapacidad mental e
intelectual y al mayor empoderamiento de la discapacidad sensorial y física.
Tabla XIX. Población ocupada con discapacidad por categoría profesional, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Categoría profesional
% Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. Dir. y gerente 1,3 2,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,3 0,0 Técnic. y profes. 5,1 8,3 69,2 4,8 66,7 0,0 0,0 8,0 57,1 Trbj.cualificado 34,9 46,8 58,9 24,2 80,0 14,5 76,2 55,2 54,2 Ocp. elementales 58,2 42,3 69,7 69,4 60,5 84,8 64,2 34,5 50,0 Ocp. militares 0,5 0 0,0 1,6 100,0 0,7 100,0 0 0,0 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
18
La discapacidad siempre es inferioridad, menos formación, menos empleo, este
colectivo siempre peor (E2).
3.6. Dimensión económica
El nivel de ingresos de las personas con discapacidad se sitúa en rentas bajas (Colectivo
Ioé, 2012). Según la Tabla XX, la población estudiada igualmente refleja una renta per
cápita mayoritariamente por debajo de 1.000 euros con un 63%, confirmándose el
binomio de discapacidad y baja capacidad económica. Frente a ello, solo un 10,8%
indican ingresos superiores a 1.500 euros. La discapacidad sensorial dispone de mayor
nivel de ingresos (21,8%) y, en contraposición, la discapacidad intelectual y mental se
sitúan principalmente por debajo de lo 1.00€ y los grupos que presentan los valores más
altos en rentas menores a 500€, con un 30,3% y un 21% respectivamente. Según el
sexo, las mujeres con discapacidad sensorial disponen de un menor nivel de ingresos
(solo un 18,8% son hombres), seguido de las mujeres con discapacidad mental con un
53,8%.
Tabla XX. Población ocupada con discapacidad por grupo de discapacidad según sexo e ingresos (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres
Nivel de ingresos
% Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. < 500 19,8 10,3 50,0 21,0 46,2 30,3 63,6 18,4 18,8 500- 999 43,3 39,7 53,2 50,0 64,5 55,9 67,9 24,2 66,7 1.000-1.500 26,0 33,3 69,2 25,8 81,3 12,4 61,1 35,6 51,6 > 1.500 10,9 16,7 80,8 3,2 100,0 1,4 100,0 21,8 63,2 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
A la baja renta se le incrementa el gasto adicional por discapacidad que, con la
coyuntura económica, los recursos y servicios específicos sobre discapacidad quedan
reducido, aumentando la carga económica para la persona con discapacidad que
mantiene la necesidad de esos específicos servicios aunque no estén cubiertos por el
estado.
El gasto por discapacidad siempre está, te lo cubran o no. Y lo necesitas si o si.
Estos gastos no los tienen las personas sin discapacidad aunque ganen lo mismo
que las personas con discapacidad. Por eso, una persona con discapacidad siempre
le queda menos dinero al final de mes (E5).
19
3.7. Dimensión residencial
El tipo de vivienda y las características del entorno pueden limitar o eliminar las
barreras de accesibilidad, la movilidad y el aislamiento social en una situación de
discapacidad. Más del 50% de la población estudiada refleja el piso como el tipo de
vivienda donde reside, seguido de la casa adosada (26,4%) y en menor medida la casa
independiente (Tabla XXI).
Tabla XXI. Población ocupada con discapacidad por grupo de discapacidad según sexo y tipo de vivienda (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Tipo de
vivienda % Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori.
Piso 52,2 49,4 62,3 58,1 61,1 49,7 65,3 57,5 52,0 Casa adosada 26,4 28,8 57,8 21,0 61,5 25,5 56,8 27,6 50,0 Casa independ. 20,9 21,8 70,6 19,3 91,7 24,8 77,8 13,8 58,3 Otros 0,5 0,0 0,0 1,6 0,0 0,0 0,0 1,1 0,0 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
En cuanto al tipo de discapacidad, apenas se aprecian diferencias respecto a la media
global de los encuestados. Sin embargo, el género sí ofrece distintas pautas,
apreciándose mayor frecuencia proporcional de hombres en casa independiente en todas
las discapacidades, especialmente en la mental (91,7%), aunque la discapacidad
sensorial a penas manifiesta diferencias por sexo tanto en vivir en un piso (52%) como
en una casa 50%).
Tabla XXII. Población ocupada con discapacidad por régimen residencial, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Régimen
residencial % Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori.
De su propiedad 42,2 62,2 64,9 30,6 68,4 11,7 64,7 65,5 52,6 Prop. de padres 36,2 16,7 69,2 50,1 67,7 62,2 66,7 18,4 56,3 De otros familiar 4,2 6,4 50,0 3,2 50,0 3,4 100,0 2,3 50,0 Alquila 10,9 9,6 53,3 14,5 55,6 10,3 60,0 11,5 50,0 Piso tutelado 1,6 0 0,0 1,6 100,0 4,1 33,3 0 0,0 Otros 4,9 5,1 50,0 0 0,0 8,3 75,0 2,3 0,0 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015.
En cuanto al régimen de tenencia de la vivienda de los entrevistados (Tabla XXII), se
observa un alto peso de la propiedad (42,2%), seguida muy cerca de la cesión de los
padres (36,2%) y en menor medida el alquiler (10,9%) u otra cesión familiar (4,2%). La
casa en propiedad es más usual en la discapacidad física, pues suponen más de la mitad
20
de los entrevistados que poseen vivienda en propiedad (51,1%), y seguidos de la
sensorial (30,0%).
Residir en vivienda de los padres es lo más frecuente entre la discapacidad intelectual
(62,1%) y la mental (50,0%). En cuanto al sexo, los hombres ocupados con
discapacidad física y sensorial no viven en pisos tutelados, son las mujeres con
discapacidad intelectual que viven en este régimen residencial (33,3% son hombres) y
solo son hombres con discapacidad mental los que viven en este tipo de régimen.
Sin embargo, para las discapacidades mental (50%) e intelectual (62,1%) vivir en casa
de propiedad parental es lo más habitual. El alquiler es poco frecuente entre los
entrevistados, no alcanzando el 11%, si bien presenta algo más de peso entre la
discapacidad mental (14,5%).
Los proyectos de vida independiente para las personas con discapacidad todavía
están lejanos (E7).
La cesión de la vivienda por otros familiares distintos a los padres es poco frecuente
(10,9%), siendo más habitual entre la discapacidad física que en el resto. Por su lado, el
piso tutelado solo es mencionado por la discapacidad mental e intelectual, suponiendo
un 1,6% y un 4,1% respectivamente.
3.8. Dimensión participación ciudadana
La población ocupada con discapacidad objeto de estudio, manifiesta una alta
pertenencia a entidades de discapacidad en todos los grupos con un 72,2% de afiliación
(tabla XXIII).
Tabla XXIII. Población ocupada con discapacidad por afiliación a entidades de discapacidad, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Afiliación
% Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. No 27,8 48,7 63,2 14,5 66,7 13,8 60,0 23,0 60,0 Si 72,2 51,3 62,5 85,5 66,0 86,2 67,2 77,0 49,3 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015
Por grupos de discapacidad, es mayoritariamente en las discapacidades mentales e
intelectuales la vinculación a una entidad (85,5% y 86,2%). Desde una perspectiva de
género, las mujeres con discapacidad sensorial presentan mayor vinculación a una
asociación con un 50,7%, siendo el único grupo que manifiesta esta diferencia por sexo.
21
El corpus asociativo es un pilar básico para la integración laboral y social de las
personas con discapacidad. De igual modo, esta alta afiliación a entidades de
discapacidad refleja la funcionalidad sociolaboral de las mismas sobre la orientación,
apoyo y dinamización de la discapacidad.
Gracias al tejido asociativo se han conseguido muchos logros y cambios sociales
(E8).
En algunas discapacidades las asociaciones son un apoyo básico, incluso para los
propios padres, te sientes perdido en la sociedad (E4).
La población analizada refleja haber sido discriminada en un 40,3%, siendo un total de
181 encuestados que refleja esta situación (Tabla XXIV). Respecto al tipo de
discapacidad, las personas con discapacidad mental han sido los que han indicado una
mayor discriminación con un 58,1%, próxima a la discapacidad sensorial con un 49,4%.
Los hombres con discapacidad manifiestan menor discriminación que las mujeres
(69,9%). Sin embargo, por grupo de discapacidad solo las mujeres con discapacidad
sensorial indican haber vivido mayores situaciones de discriminación (51,2%).
Tabla XXIV. Población ocupada con discapacidad por grupo de discapacidad según sexo y discriminación (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Discriminación
% Vert. % Vert % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. No 59,8 69,9 65,1 41,9 61,5 62,1 66,7 50,6 54,5 Si 40,2 30,1 57,4 58,1 69,4 37,9 65,5 49,4 48,8 Total (N y %) 450 156 62,8 62 66,1 145 66,2 87 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015
No obstante, el análisis cualitativo ha reflejado cierta discriminación no percibida como
tal por la persona, resaltando el factor subjetivo, en muchas ocasiones, como una
herramienta psicosocial de enfrentamiento ante la desvaloración social.
Claro que hay mucho rechazo, prejuicios y discriminaciones hacia las personas con
discapacidad. Muchas veces, uno está tan acostumbrado a ello que pasas de los
comentarios despectivos que te dicen, uno se tiene que hacer fuerte (E3).
Todavía hay mucha discriminación, nos falta mucha consciencia social (E5)
Del mismo modo, el discurso de los expertos indican discriminación por motivo de
discapacidad, mayoritariamente, en el mundo laboral y en la sociedad. Así mismo, la
población ocupada encuestada refleja una mayor discriminación en la sociedad con un
22
26,2%, seguida en las relacionales laborales con un 21,3% y una pequeña percepción
discriminatorio en el ámbito familiar (7,3%) (tabla XXV).
Tabla XXV. Población ocupada con discapacidad por ámbitos de discriminación, grupo de discapacidad y sexo (Región de Murcia, 2015).
Física Mental Intelectual Sensorial Total
Total Hombres Total Hombres Total Hombres Total Hombres Ámbito de
discriminación. % Vert. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori. % Vert. % Hori.
Laboral 38,9 52,7 55,2 40,0 68,2 27,8 72,7 39,7 52,2 Social 47,8 40,0 68,2 45,5 76,0 53,2 69,0 50,0 48,3 Familiar 13,3 7,3 75,0 14,5 75,0 19,0 60,0 10,3 66,7 Total (N y %) 181 47 61,8 36 72,2 55 68,4 43 51,7 Fuente: Encuesta a personas con discapacidad ocupadas, Región de Murcia, 2015
Aunque estas tendencias son semejantes en los distintos grupos de discapacidad, la
discapacidad intelectual, sensorial y mental indican una mayor discriminación social y
para la discapacidad física la mayor discriminación está en el mundo laboral (52,7%).
Nuevamente, las mujeres con discapacidad sensorial es la excepción indicando mayor
discriminación en la sociedad (un 48,3% son hombres).
Todavía existen mucha discriminación, hay muchos prejuicios laborales y sociales
contra las personas con discapacidad (E8).
4. REFLEXIONES FINALES
Los resultados obtenidos en la mayoría de las dimensiones de la exclusión social,
muestran una vulnerabilidad de la población ocupada con discapacidad respecto a la
población general, situación agravada por la tendencia descendente de las políticas
sociales activas en materia de discapacidad.
En cuanto a las variables contrastadas con la población ocupada en España y en la
Región de Murcia, la población ocupada encuestada presenta una mayor dificultad en la
incorporación al mercado laboral en las personas menores de 25 años y, una mayor
dificultad de permanecer activo laboralmente a partir de los 55 años. Los ocupados con
discapacidad presentan un nivel educativo básico, reflejando una escasa transición
educativa a etapas medias y superiores respecto a la población ocupada española y
regional. El peso de los contratos indefinidos y de las jornadas completas es menor en
los ocupados con discapacidad frente a la poblacional nacional y regional ocupada. En
cuanto a los sectores económicos, los ocupados con discapacidad reflejan el mismo
comportamiento regional manifestando una mayor integración laboral en la agricultura
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respecto al nivel nacional. Estos resultados avalan una mayor fragilidad en la inserción
sociolaboral, y confirma el binomio de desigualdad y discapacidad.
El análisis multidimensional indica la vinculación existente entre el bajo nivel
educativo, la integración laboral más precaria y los bajos ingresos. La tabla XXVI
refleja una síntesis de las diferentes dimensiones de la exclusión social en relación a la
situación que presenta cada grupo de discapacidad.
Tabla XXVI. Riesgos de inclusión/exclusión sociolaboral según dimensión y tipo de discapacidad.
Dimensión Alto riesgo Bajo riesgo Ingresos Discapacidad mental e intelectual Discapacidad sensorial Trabajo Discapacidad mental e intelectual Discapacidad física y sensorial Formativa Discapacidad intelectual Discapacidad sensorial Sociosanitaria Discapacidad mental y física Discapacidad sensorial Residencial Discapacidad física y sensorial Discapacidad mental e intelectual Relacional Discapacidad mental e intelectual Discapacidad física y sensorial Participación Discapacidad mental Discapacidad sensorial
Fuente: elaboración propia.
Según el enfoque multidimensional, los ocupados con discapacidad mental e intelectual
presentan mayores dificultades y situaciones laborales más adversas, pues poseen los
niveles económicos más bajos, su nivel educativo es inferior, especialmente los
ocupados con discapacidad intelectual donde son escasos los que han obtenido una
formación superior, un empleo más precario, un acceso al mercado de trabajo,
principalmente, a través de medidas especiales de empleo y una mayor discriminación
social, lo que conlleva a una menor integración laboral respecto al resto de grupos de
discapacidad.
La integración laboral en la discapacidad mental, en función de los datos recogidos y
para un grado severo de discapacidad (mayor del 75%) es inexistente, al no haber
obtenido caso alguno en este cruce de variables y en contraste al resto de grupos de
discapacidad. Esta circunstancia revela una ausencia de proyectos laborales para este
percentil del grupo, lo que invita a reflexionar sobre la naturaleza del problema y sus
posibles soluciones, ya sean de adaptación al puesto de trabajo, de adecuación del tipo
de discapacidad y tipo de actividad laboral, a una falta de preparación y formación
profesional o a una estigmatización social añadida.
En contraste, la población ocupada con discapacidad física y sensorial refleja una mayor
integración sociolaboral presentando una mayor movilidad laboral, participando en el
mercado de trabajo desde todos los sectores económicos los ocupados con discapacidad
física y, los ocupados con discapacidad sensorial están presentes en todas las categorías
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profesionales; además, acceden al empleo ordinario a través de las entidades de
discapacidad, han adquierido mayor nivel educativo y, consecuentemente, esta
coyuntura propicia un nivel de ingresos más elevados; así mismo, estos dos grupos
crean sus propios proyectos de vida independiente y familiares llegando a una
normalización semejante a la población sin discapacidad.
El grupo de ocupados con discapacidad sensorial que, por un lado, indican un grado de
discapacidad superior al 75% y constituyen casi un tercio de los ocupados de este tipo
de discapacidad, están integrados en el mercado laboral y, por otro lado, presentan una
mayor igualdad de género respecto a los otros grupos de discapacidad, siendo solo las
mujeres con discapacidad sensorial quienes ocupan cargos directivos, lo que conlleva a
la obtención de un gran logro sociolaboral. Sin embargo, en la discapacidad física un
grado severo de discapacidad dificulta considerablemente la integración laboral, incluso
en mayor medida que la discapacidad intelectual. En paralelo a la discapacidad mental,
la discapacidad física también se caracteriza, en la mayoría de los ocupados
encuestados, por una discapacidad sobrevenida asociada a enfermedades y accidentes
laborales y de tráfico, asumiendo el coste individual y social de la pérdida o cambio de
empleo y aprender a vivir con una discapacidad.
Por su parte, el análisis de los factores de riesgo y de protección refleja una mayor
vulnerabilidad sociolaboral de la población ocupada con discapacidad encuestada (tabla
XXVIII).
Tabla XXVII. Factores de riesgo y protección en la inserción sociolaboral según grupo de discapacidad.
Tipo discapacidad Factores de riesgo Factores de protección
Física • Más barreras: movilidad y accesibilidad • Mayor percepción de discriminación laboral
• Alta red de apoyo social • Mayor flexibilidad laboral
Mental
• Empleo más precario y bajos ingresos • Mayor perfección de discriminación social • Inaccesibilidad laboral en grado severo • Menor acceso laboral por mujer y joven
• Medidas especiales de empleo • Mayor poyo familiar
Intelectual
• Menor nivel educativo y económico • Mayor perfección de discriminación social • Mayor tasa de trabajador no cualificado • Mayor jornada parcial
• Medias especiales de empleo • Mayor apoyo familiar
Sensorial • Inmovilidad horizontal laboral • Bajo acceso laboral en empresa ordinaria
• Mayor adaptación al trabajo • Mayor igualdad por género • Alto soporte asociativo
Fuente: elaboración propia.
Los factores de riesgo de exclusión quedan identificados en un empobrecimiento
económico y rentas bajas, una baja preparación educativa, una precaria inserción
laboral, una perspectiva de género de mayor desigualdad y una persistente
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estigmatización social, rasgos más acentuados en la discapacidad mental e intelectual.
No obstante y desde una perspectiva específica, los ocupados con discapacidad mental
es el grupo que recibe una mayor discriminación social, además, de presentar las
mujeres y los jóvenes de este grupo un menor acceso laboral respecto a la totalidad de
los encuestados. Por su parte, resalta entre los ocupados con discapacidad intelectual
una concentración en categorías profesionales de trabajadores no cualificados, así como
una mayor parcialidad en la jornada laboral. Teniendo en cuenta las diferencias de estos
dos grupos de discapacidad, ambos comparten como factor de protección la cobertura
familiar y el acceso al mercado laboral a través de medidas especiales de empleo.
Siguiendo esta perspectiva, las barreras físicas junto a la estigmatización en el mercado
de trabajo constituyen las mayores limitaciones de la integración laboral de la
discapacidad física, si bien muestran capacidad para integrarse en distintos ámbitos
laborales. Del mismo modo, los ocupados con discapacidad sensorial, aunque es el
grupo que dispone de los recursos ergonómicos necesarios y de una mayor accesibilidad
al empleo, presentan una baja movilidad laboral con una tendencia horizontal muy
centralizada en el sector servicios.
En líneas generales, los factores de protección en la población ocupada con
discapacidad están fundamentados por la red de apoyo familiar junto al soporte
asociativo, que a pesar de afrontar los efectos negativos de la crisis en toda su extensión,
siguen constituyendo el principal recurso para las personas con discapacidad.
En síntesis, la población analizada presenta una débil integración sociolaboral con una
perspectiva de género con mayor vulnerabilidad a la mujer con discapacidad y una
menor y más precaria participación en el mercado de trabajo; un condicionamiento de la
edad hacia la etapa de juventud traducido en menor tasa de empleo; una deficitaria
transición a las etapas educativas de secundaria y estudios superiores, condicionando
negativamente la propia trayectoria sociolaboral.
Estos hechos reflejan la relación existente entre contextos sociales desfavorables y
discapacidad. Se puede afirmar que la discapacidad es un factor de riesgo y de
exclusión, debido a las múltiples desigualdades de este colectivo por género,
discapacidad, nivel económico, nivel educativo, situación laboral, insuficiente
accesibilidad y una débil ciudadanía. La integración social está inconclusa y estancada
para este colectivo, siendo concienciación y la accesibilidad universal los retos del siglo
XXI.
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