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Renzo Costa es una empresa peruana líder en prendas y artículos de cuero. Fundada en 1973 por la señora Marina Bustamante, hoy es una de las firmas más importantes de Latinoamérica dentro de su rubro. Entre los premios y reconocimientos a Marina Bustamante, destacan la Condecoración de la Orden de Trabajo otorgado por Palacio de Gobierno en 2009; el Premio IWEC de International Women’s Entrepeneurial Challenge, recibido en la Cámara de Comercio de Manhattan en 2011; y fue nombrada Mujer del Año 2013 por la Organización Internacional de Mujeres en Negocios. Con una cadena de más de 50 puntos de venta, Renzo Costa está ubicada en los centros comerciales más importantes del Perú, como el Jockey Plaza, la cadena Real Plaza y Larcomar, como también en tiendas independientes en zonas estratégicas de Lima y en el aeropuerto internacional Jorge Chávez. Asimismo, tiene presencia en reconocidas zonas comerciales de Chile. Actualmente la marca ofrece un rango único de artículos de alta calidad, a partir del uso de cueros de las mejores curtiembres nacionales y de materiales importados. De esta manera, Renzo Costa se halla a la vanguardia del diseño de prendas de cuero en los países donde se ha posicionado. Historia familia de una

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Renzo Costa es una empresa peruana líder en prendas y artículos de cuero. Fundada en 1973 por la señora Marina Bustamante, hoy es una de las firmas más importantes de Latinoamérica dentro de su rubro.

Entre los premios y reconocimientos a Marina Bustamante, destacan la Condecoración de la Orden de Trabajo otorgado por Palacio de Gobierno en 2009; el Premio IWEC de International Women’s Entrepeneurial Challenge, recibido en la Cámara de Comercio de Manhattan en 2011; y fue nombrada Mujer del Año 2013 por la Organización Internacional de Mujeres en Negocios.

Con una cadena de más de 50 puntos de venta, Renzo Costa está ubicada en los centros comerciales más importantes del Perú, como el Jockey Plaza, la cadena Real Plaza y Larcomar, como también en tiendas independientes en zonas estratégicas de Lima y en el aeropuerto internacional Jorge Chávez. Asimismo, tiene presencia en reconocidas zonas comerciales de Chile.

Actualmente la marca ofrece un rango único de artículos de alta calidad, a partir del uso de cueros de las mejores curtiembres nacionales y de materiales importados. De esta manera, Renzo Costa se halla a la vanguardia del diseño de prendas de cuero en los países donde se ha posicionado.

Historiafamiliade una

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RENZOCOSTA

Historia de una familia

Renzo Costa. Historia de una familia

1ª ed., julio 2015Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2015-10009

Para la presente edición© Renzo Costa S.A.C.Av. Prolongación Arica 1865, Lima Teléfono: +511 336 7799

PRODUCCIÓN GENERALRenzo Costa S.A.C.

PRE-PRENSA E IMPRESIÓN Impresso GráficaAv. Mariscal La Mar 585, Miraflores. Lima 18

EDICIÓN GENERALGabriel Meseth

TEXTOSGabriel Meseth y Estefanny Jackson

FOTOGRAFÍA Y EDICIÓN GRÁFICAVito Mirr

DIRECCIÓN DE ARTEDenisse Alegría y Guillermo Álvarez

RETOQUE FOTOGRÁFICOPierina Praeli y Paul Bobadilla

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Luiggi Santa María y Yamili Flores (Staff Creativa)

Todos los derechos reservados. Se prohíbe la reproducción parcial o total de esta obra, a través de medios mecánicos o electrónicos, sin la autorización escrita de los autores.

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1973 1992 2015

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La primera estructura que nos acoge al venir al mundo es el hogar. Para cada uno de nosotros, la familia es el núcleo desde el cual formamos nuestra identidad y que nos permite forjar nuestra proyección en la vida: nuestros anhelos, metas y múltiples aspiraciones.

En la historia de Marina Bustamante, quien ha labrado y constituido con gran éxito la empresa de cueros Renzo Costa, la familia (sus hijos, sus hermanas y el gran equipo que la acompaña desde 1973) constituye el fundamento de su equilibrio y de su éxito.

Conocer la historia del surgimiento de Renzo Costa también nos permite valorar a la mujer y a la familia peruana. Marina Bustamante, en un medio tan hostil como el nuestro hace más de 40 años (donde triunfar para una mujer era una proeza), supo vencer el agarrotamiento que produce el temor y la frustración de equivocarse. Ella aprendió a intentar, errar y volver a intentar, hasta conseguirlo.

En una sociedad regida por patrones de egoísmo, Marina convierte la adversidad en situaciones oportunas. De esta manera crea condiciones óptimas que sirvan de base para fomentar la unión, la persistencia, la creatividad y,

sobre todo, la solidaridad de su clan a partir del estímulo de los logros. Esto se evidencia en su incursión generosa en los penales y en la posibilidad laboral para jóvenes discapacitados, creando para ellos un entorno que la sociedad les mezquina. Suele decirse que somos lo que otros hacen de nosotros.

De esos procesos vivenciales está impregnada la historia de Renzo Costa, como lo demuestra el libro Historia de una familia. Nos enseña que para alcanzar el éxito no hay manuales, sino la experiencia de vida. Que no solo es importante la razón, sino también la emoción, el valor de atreverse, la tolerancia y el coraje. Renzo Costa se ha labrado sobre estos cimientos: la unión en la familia, la solidaridad, la cooperación, la capacitación constante y los logros alcanzados por los integrantes de su equipo.

Un filósofo dice que la esperanza es la decidida actitud contra la desesperación, pero que implica y conlleva responsabilidad. La vida de Marina Bustamante está signada por este noble empeño, de encarar la vida con fortaleza, con un compromiso real con su país. En su vida como mujer y como empresaria se reconocen dos espejos que se miran y se complementan.

Renzo Costa,la familia como éxito

Por Isabel Álvarez Novoa(Socióloga y fundadora de ‘El Señorío de Sulco’)

P R Ó L O G O

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Índice01.

03.

05.

02.

04.

06.

MARINA BUSTAMANTE

TRABAJO DE TODOS

CAMINANDO JUNTOS

RENZO COSTA

PASIÓN POR LOS CUEROS

EL ESTADO DEL ARTE

“El olor del cuero me recuerda a mi infancia”

El equipo de Renzo Costa

Programas de integración social

“Asumir riesgos es la única manera de convertirnos en pioneros”

El diseño de Renzo Costa

Avisos y Campañas

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28

48

22

40

58

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01.MARINABUSTAMANTE

“El aroma del cuero me recuerda a mi infancia”

Fundadora de Renzo Costa

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MARINA BUSTAMANTE (FUNDADORA DE RENZO COSTA)

U na mañana de 1968 caminaba por una calle cercana a la iglesia de San Francisco, en el Centro de Lima. La casa donde vivía con mi padre

y mis hermanas se encontraba en Barrios Altos. Pasaba por ahí porque tenía que comprar un pasaje para visitar a mi mamá, quien vivía en un pueblito de Jauja. En el jirón Ancash y las vías aledañas se había conformado un emporio de curtiembres donde había tiendas, negocios italianos y galpones de techos altos que exhibían sus mejores productos. Era la zona donde todos los zapateros compraban cueros, suelas y demás materiales. Fue entonces cuando sentí un olor muy fuerte que me trasladó a mi infancia.

Mi abuelo, Juan Méjico, era curtidor artesanal en Jauja. Podría haber sido un empresario exitoso, pero era solidario y todo lo que ganaba se lo prestaba a la gente que acudía a él en busca de apoyo para pagar deudas. Al final, quien terminó endeudado fue él, así que tuvo que vender todos sus cueros e irse a trabajar a una mina para mantener a su familia. No tuve el privilegio de conocerlo, murió antes de que yo naciera. Pero recuerdo el día en que, de niña, descubrí el pozo enorme donde él curtía sus cueros. Emanaba un olor muy fuerte. Como yo era muy curiosa –me encantaba observar y preguntar por todo– me acerqué a mi abuela para que me cuente la historia de aquel pozo que, con el paso del tiempo, terminó cubierto por la maleza.

El olfato es el sentido que mejor memoria tiene y fue precisamente el recuerdo de una infancia feliz, con paisajes líricos e inspiradores, lo que me obligó a acercarme a los locales que encontré en el centro de Lima. Con el poco dinero que tenía le pedí a un vendedor que me enseñe sus cueros para ver con cuáles podría diseñar los cinturones con hebillas de metal enormes, como los que usaba Jimi Hendrix. Por entonces estudiaba arte dramático en la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (ENSAD) y me encantaba la moda hippie. Como a cualquier joven de la época, sus formas y colores me parecían libres y

transgresores, en contraste con los inicios de la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado.

Siempre dispuse de dinero ganado con mi esfuerzo. De niña vendía adoquines y queques en el colegio, así que podía darme mis gustos. Por entonces acababa de terminar la secundaria y durante el verano me preparaba para ingresar a San Marcos. Mi padre quería que estudie Derecho o Medicina, pero no era lo mío. Le decía que los abogados siempre están litigando y eso me aterraba. Lo que yo quería cursar era Sociología, pero él respondía: “Sociología, imposible, te volverás comunista”.

Así que finalmente decidí estudiar Psicología. Por haber negociado mi vocación logré que mi padre me preste 600 soles para comprarme una máquina de coser. Era una de tercera mano, me la vendió un señor que tenía un puesto en el mercado de la Unidad Vecinal N° 3. Con ella empecé a hacer yo misma correas cada vez más elaboradas, con pespuntes a los costados, además de carteras y bolsas de tela. Recuerdo que había una tienda en el Callao, ‘Sayuri’, donde luego de ahorrar mucho compré una cartera para deshacerla y aprender su confección.

Me fue bien desde el comienzo porque, al igual que yo, mucha gente se identificaba con esta moda. Tenía mi taller en Barrios Altos, donde producía todos los accesorios que dejaba consignados en las boutiques de Miraflores.

“Con una máquina de tercera mano empecé a hacer correas cada vez más elaboradas, con pespuntes a los costados, además de carteras y bolsas de tela”.

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17R E N Z O C O S TA - H i s t o r i a d e u n a f a m i l i a

Cuando cumplí 19 años pude alquilar un local en una galería comercial ubicada en la cuadra 8 del Jirón de la Unión, conocida entonces como la Gran Vía. Contraté a unas amigas para que me ayudaran a coser y a mi primer cortador, el maestro Julio Pérez. Yo me dedicaba a las ventas, a hacer las boletas y las guías de remisión, desde muy temprano en la mañana hasta las seis de la tarde. A esa hora iba a clases en San Marcos, pero me quedaba dormida porque en plena campaña el ritmo de trabajo era fuertísimo.

Mi papá me preguntaba: “¿Por qué tienes que estudiar de noche?”. Si tenía un hogar y un padre que podía mantenerme, ¿para qué tenía que trabajar? Pero a mí me encantaba tener mi dinero. No para desperdiciarlo, sino para convertirlo en una herramienta de trabajo. El dinero no es un fin, sino un medio. Creo que este concepto me permitió comprarme un auto –un Datsun último modelo con el que repartía la mercadería– y una segunda tienda en el sótano de Vía Veneto. Era 1973 y se trataba de la galería más importante de la ciudad. A esta tienda la bauticé “Renzo Costa”, el nombre de mi primer hijo, quien nació ese mismo año.

Mientras que las otras tiendas se llamaban Boutique Sofía o Boutique Lorena, un local llamado “Renzo Costa” vendía carteras, vestidos y polos de mujer. El público no estaba acostumbrado, ¡muchos imaginaban que se trataba de un diseñador extranjero! Renzo fue mi inspiración y, actualmente, es un actor fundamental dentro de nuestra empresa. Yo soy puro sentimiento y estoy llena de ideales,

“A mí me encantaba tener mi dinero. No para desperdiciarlo, sino para convertirlo en una herramienta de trabajo. El dinero no es un fin, sino un medio”.

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mientras que Renzo es más cerebral. Además, yo soy empírica, pero él estudió Administración de Empresas en Santiago de Chile. Actualmente yo me encargo de la responsabilidad social, mientras que él lidera todo lo referente a la proyección de la marca. Es un visionario que siempre se adelanta a los hechos. Lo admiro muchísimo: yo lo eduqué, pero él me superó.

Regresemos a 1973, cuando la marca se estaba haciendo conocida. Ganábamos clientes por nuestra propuesta innovadora. Por ejemplo, todas las carteras de esa época eran duras y acartonadas, así que nosotros ofrecimos más versatilidad y color. Cuando solo había modelos en marrón o negro, empezamos a jugar con el rosado y el verde. No hacíamos carteras rígidas o chicas, sino bolsos grandes con mucho espacio.

En 1974 ya contaba con un taller grande en la urbanización Los Cipreses, cerca de la universidad, desde el cual abastecía a las tiendas que teníamos en Gran Vía, Vía Veneto, Espaderos y dos más que compramos en la cuadra 5 del Jirón de la Unión. Era un galpón al que le mandé a construir un techo y habitaciones de madera. Por entonces empezamos a confeccionar ropa, en especial casacas y minifaldas de cuero.

A pesar de que el Perú vivía una dictadura, los setenta fueron años de bonanza para nosotros. El negocio era distinto, no había muchas importaciones y la industria nacional se fue para arriba. Nuestros clientes habituales eran señores de cuarenta a sesenta años, quienes valoraban el cuero según su peso y grosor. Se probaban las prendas y decían: “¡Esto sí es cuero!”. Le vendíamos casacas a corporaciones

como Electrocentro, Electrolima, Entel y Pesca Perú. Por las condiciones de trabajo necesitaban prendas más duras, que nosotros llamábamos ropa industrial. Eran ideales para abrigar a personas que trabajaban cerca al mar o en las minas de la sierra. Sin duda, se trataba de una época en la que lo práctico era más importante que lo estético, y los clientes esperaban que su casaca durase para toda la vida.

Nuestras estrategias de venta eran muy ingeniosas. No solo ganábamos por la venta de ropa y accesorios, sino por el mantenimiento que ofrecíamos. Los clientes traían sus productos cada año para que los limpiemos y tiñamos, para que cosamos botones o cambiemos cierres (ahora el mercado de la moda ha cambiado por completo: el cliente no se pregunta cuánto tiempo va a durar una casaca, pues solo la usará durante una temporada). También permitíamos que los clientes que no pudieran pagar al contado los 120 dólares que por entonces costaba una casaca, amortizaran el monto en cuotas mensuales de veinte dólares.

Nadie nos enseñó a vender, fue algo que fuimos aprendiendo con el tiempo. Teníamos un estupendo vendedor. Imagine usted que al cliente la manga le tapara la mano. Le decía: “Señor, llévese esta casaca porque esta zona es peligrosa y pueden robarle su reloj; nosotros hacemos nuestras prendas así para cuidar sus pertenencias”. Tan bueno era que tenía unas clientas de Huaral que lo mimaban y traían quesos de su tierra especialmente para él.

Las ventas llegaron a ser exorbitantes, yo misma no podía creerlo. A veces trabajaba en la caja y terminaba con los dedos adoloridos porque todo el día estaba apretando los botones de una máquina registradora muy antigua. Era de segunda mano y algunos números no funcionaban bien, por eso me costaba el doble de esfuerzo. Como no había billetes grandes, guardábamos el dinero en costales. No teníamos tiempo para contarlo, solo sellábamos las bolsas con una cifra aproximada.

“Renzo es un visionario que siempre se adelanta a los hechos. Lo admiro muchísimo: yo lo eduqué, pero él me superó”.

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Así llegamos a los ochenta, con una nueva tienda al lado del Hotel Bolívar y luego otra en Camino Real. Fue un tiempo terrible para toda Latinoamérica: las fábricas cerraban y se sufría la peor hiperinflación. A ello hay que agregarle el terrorismo que sufría el Perú, un episodio que los chicos de hoy no conocen lo suficiente. Luego de que estalló una bomba en Camino Real, nadie quería pasear por los centros comerciales por miedo a un nuevo atentado. Las explosiones y los apagones eran pan de cada día. Parecía que nuestro negocio estaba destinado a desaparecer.

La cultura oriental sostiene que toda crisis es fuente de oportunidad, y en Renzo Costa siempre tuvimos la voluntad de reinventarnos. A principios de los noventa, mi familia y yo nos fuimos a vivir a Chile. Por entonces eran muy comunes las extorsiones, secuestros y asesinatos. Dejamos encargadas las tiendas y la fábrica a José Cabanillas, hoy gerente comercial de Renzo Costa. Ese fue el primer paso para nuestra internacionalización, porque decidimos inaugurar locales en Santiago de Chile, ciudad donde actualmente nos encontramos en zonas estratégicas.

A decir verdad, lo más grave para Renzo Costa fue el fenómeno de El Niño, ocurrido en 1997. Nuestro primer producto eran las casacas de cuero, pero, ¿quién se las iba a poner si todo el año hizo un calor infernal? No vendimos nada ese año. Estábamos a punto de declararnos en bancarrota, cuando se nos ocurrió viajar a provincias para organizar ferias. Con José Cabanillas al volante, partía la camioneta de Renzo Costa a puntos de venta como Cusco, Cajamarca o Huancayo, donde seguía haciendo frío. Organizando ferias y remates en el camino, el stock de casacas empezó a liquidarse.

Cuando mi hijo Renzo volvió a Lima, apenas se graduó de la universidad en Santiago de Chile, propuso la alternativa de producir billeteras. Fue una nueva manera de vender el cuero. Hoy las billeteras, al igual que otros accesorios como agendas y carteras, son nuestros productos con mayor demanda.

Este conjunto de experiencias nos ha permitido aprender de aciertos y errores. Nos ha enseñado a perseguir obstinadamente nuestros sueños, con optimismo y perseverancia. A no considerar las caídas como derrotas, sino como aprendizaje y fortalecimiento. Hemos aprendido a buscar la excelencia, trabajando en equipo y disfrutando de nuestra labor.

La clave del éxito está en la unión, la innovación, la capacitación constante y la confianza. Son factores que motivan a nuestro equipo. Algunos compañeros no están más con nosotros, otros siguen con nosotros desde los inicios. Fueron tan leales que, en tiempos de crisis, seguían trabajando aunque no tuviéramos cómo pagarles. También ha surgido una nueva generación a la que veo preparada para continuar el crecimiento de Renzo Costa. Los que pertenecen a mi época se jubilarán y se irán a su casita, igual que yo. Pero aún no quiero dejar la fábrica, sobre todo por el compromiso que siento con nuestros programas de responsabilidad social, que conforman una parte esencial de la empresa.

El destino de las empresas familiares en el Perú es muy particular: solo el 5% sobrevive a la segunda o tercera generación. No me agrada la idea de que nuestra empresa sea una de ellas. Quisiera que Renzo Costa trascienda mis tiempos y mi vida, como también la vida de mis hijos. Que nunca se pierda la formación que les he dado a ellos y a nuestros colaboradores, sobre todo la ética y los valores que nos han permitido proyectarnos hacia el futuro.

Siempre fui soñadora, pienso en grande, siento pasión por lo que hago. A largo plazo, veo a Renzo Costa como una empresa internacional, reconocida en el mundo por sus orígenes peruanos. Amo a mi Patria y mi trabajo es el mejor homenaje que puedo ofrecerle.

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02.RENZOCOSTA

“Asumir riesgos es la única manera de convertirnos en pioneros”

Director

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RENZO COSTA (DIRECTOR)

N ací en 1973, año en el que mi madre fundó la empresa que bautizó con mi nombre: Renzo Costa.

Me he sentido parte de la empresa desde muy chico. Acompañaba a mi mamá a la fábrica y, mientras jugaba por sus pasillos, fui aprendiendo de manera inconsciente los procesos de este negocio. Cuando cursaba estudios de Administración en Santiago de Chile, me ocupé de las tiendas que inauguramos en esta ciudad. Sin embargo, mi compromiso se afianzó cuando regresé al Perú durante la crisis más grave en la historia de nuestra empresa.

Renzo Costa había sido por mucho tiempo sinónimo de casacas de cuero, con mucha demanda en invierno. En 1997, el Fenómeno del Niño afectó nuestras ventas debido al calor infernal que hubo ese año. Ello nos llevó a estudiar varios factores del mercado. Por ejemplo, para todas las empresas, el mes de diciembre era el más rentable por ser Navidad, pero para nosotros era un mes que ni siquiera estaba entre los cuatro de mayor venta.

Propuse innovar nuestra estrategia: diversificar la producción fabricando billeteras de cuero. Era un producto útil para todas las temporadas, tenía un precio accesible, y estaba respaldado por el prestigio de nuestra marca.

Reescribimos la historia, porque ahora diciembre es el mes de mayor demanda. El éxito inmediato de nuestras billeteras fue una lección frente a esta experiencia difícil. Una cultura laboral con valores sólidos y un equipo alineado para alcanzar los mismos objetivos, han sido factores indispensables para desarrollar nuestra creatividad. Nos enseñó a buscar siempre el cambio que nos diferencie y nos ubique a la vanguardia en nuestro rubro.

Sin embargo, no fue fácil empezar de nuevo. Al principio no teníamos recursos para viajar a ferias internacionales, donde podíamos estudiar las últimas tendencias. Con

gran sacrificio decidimos invertir en nuestros primeros viajes a eventos en Europa. Así pudimos contactar a proveedores que trabajaban únicamente por pedidos grandes. Al entrevistarnos personalmente con ellos, pudimos convencerlos de que fabriquen las cantidades que estaban dentro de nuestras posibilidades. Un vínculo forjado por la confianza, uno de los valores que definen a nuestro equipo.

Este conjunto de experiencias nos ayudó a elevar nuestros estándares de calidad a un nivel internacional. La moda que produce Renzo Costa no tiene nada que envidiarle a lo que se está haciendo en Italia, y eso significa que podemos posicionarnos en cualquier lugar del mundo. Es un excelente producto, de gran calidad y a un precio competitivo. Creemos que es necesario vivir superándonos día a día; en ese sentido, nosotros mismos somos nuestra competencia.

El 99% de mi tiempo lo dedico al diseño de productos y al desarrollo de nuestras campañas. La identidad de la marca es mi responsabilidad. Viajo a la India, donde contamos con proveedores de un cuero de primer nivel. También a ferias como las de Milán y Hong Kong, donde conocemos las últimas tendencias en diseño. También realizamos mucha investigación y estudios de mercado, para poder superar las expectativas de nuestro público.

Un estudio realizado hace algunos años demostró la reacción del público sobre la gran variedad de colores y diseños en nuestros productos. Para algunas personas fue

“Acompañaba a mi mamá a la fábrica y, mientras jugaba por sus pasillos, fui aprendiendo de manera inconsciente los procesos de este negocio”.

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un cambio radical y agresivo, aunque las ventas desde entonces van muy bien. La moda actual de Renzo Costa posee mucho de la escuela italiana que hemos observado en Milán. De ahí proviene nuestro concepto del color que distingue a nuestra marca. Sin embargo, nunca dejamos de producir la moda clásica: hay un público muy grande que sigue esta tendencia.

Es importante asumir los riesgos de la moda y apostar por la diferencia. Un mercado puede pedir siempre lo mismo y con eso parece ser suficiente. Nosotros no pensamos así, pues buscamos innovar en todo lo que hacemos: años atrás propusimos hacer un catálogo en la India; muchos se preguntaron para qué invertíamos en una propuesta tan inusual para el Perú, pero ahora es común trabajar de esa forma en publicidad. Creo que asumir riesgos es la única manera de convertirnos en pioneros.

Nuestra visión ha permitido liderar este rubro en el Perú e ingresar a un mercado tan competitivo como el de Chile. Para las empresas del país vecino es extremadamente difícil contar con puntos de venta en el aeropuerto de Santiago o en Costanera; pero lo ha sido aún más para una marca peruana. Haber llegado a estos lugares estratégicos es para mí un orgullo. Nuestra próxima meta es que podamos convertirnos en un producto bandera en Sudamérica. Esperamos llegar pronto a países como Colombia o Brasil, a través de franquicias.

Actualmente represento a la nueva generación de Renzo Costa, al futuro de la empresa. Pero la historia de la fundación de nuestra empresa, que protagonizó mi madre y muchos colaboradores que la acompañan hasta hoy, nos sirven de impulso e inspiración para llegar cada vez más lejos.

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03.TRABAJODE TODOSEl equipo de Renzo Costa

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I ngresé a Renzo Costa a los diecinueve años. Al inicio fui chofer de la empresa. Fue mi amiga Anita –hoy mi esposa– quien me presentó a la señora

Marina Bustamante. Al conocernos, ella me dijo: “Joven, necesitamos que usted traslade a nuestros trabajadores que viven en Villa el Salvador, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores, La Victoria y Barrios Altos”. Acepté de inmediato. “Pero tiene que empezar a las seis de la mañana, porque a las ocho en punto ellos deben ingresar a la empresa. ¿Podrá usted cumplir?”, me preguntó, atenta a mi falta de experiencia. Le aseguré que no tenía de qué preocuparse. Aunque era julio de 1987 y el toque de queda era una desventaja, pues iba desde medianoche hasta las cinco de la mañana. En esa época vivía en el Callao. Debía recoger el auto en la fábrica, que por entonces estaba en la urbanización Los Cipreses, Cercado de Lima. Para ser puntual, salía de mi casa a las 5:05 de la mañana y esperaba en una esquina a que se retiren los tanques de la Marina de Guerra del Perú. Cronometré el primer autobús, que pasaba por el paradero a las 5:17 a.m., siempre con el mismo cobrador. Si no tomaba ese micro, no podía llegar a tiempo. La señora Marina vio que yo me sacrificaba sin poner ningún reparo, así que al poco tiempo decidió darme su auto. “Para que no tengas que venir hasta aquí”, me dijo.

Como cualquier joven cometí algunos errores, pero siempre me dieron nuevas oportunidades. Es lo mismo que hago ahora con todos los trabajadores jóvenes: les enseño que cualquiera puede cometer errores, ya que de éstos se aprende. Mejorar a partir de la experiencia adquirida es uno de los fundamentos de la cultura laboral en Renzo Costa. Por ello, nuestros colaboradores son muy leales y tenemos muy poca rotación.

Creo que me gané la confianza de Marina un día cuando la estaba llevando al banco. Ella tenía un sobre con una gran suma de dinero. El tráfico no nos permitía avanzar por una calle del centro de Lima. Un ladrón se metió por la ventana y le arrancó el sobre. Sin pensarlo dos veces, bajé del auto y corrí como nunca, hasta que lo agarré del cuello y lo obligué a devolver el dinero. ¡Se me salió el chalaco! Al regresar al auto para devolver lo recuperado, me di cuenta de que estaba temblando. Ella agradeció mi reacción inmediata, pero me reprendió por haber arriesgado mi vida.

Probé mis habilidades en otros rubros hasta que contrataron a un chofer para que puedan promoverme. A partir de entonces, me dediqué a comprar los cueros y los materiales, y administraba las ferias.

Marina, su esposo y sus hijos debieron mudarse a Chile a causa de la violencia en los años 80. Bajo estas circunstancias, quedé a cargo de la fábrica y de todas las tiendas por un período de dos años. Tenía apenas 24 años. En el aspecto profesional, fue un fogueo para mí. Lo que para ellos fue una amenaza contra sus vidas, para mí fue la gran oportunidad de hacer una carrera.

Cuando regresaron a Lima, yo era otra persona. Tenía una excelente relación con todo el personal, construida

“Siempre he tenido una excelente relación con todo el personal, construida sobre la base del mutuo respeto”.

José CabanillasGERENTE COMERCIAL

EL EQUIPO DE RENZO COSTA

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sobre la base del mutuo respeto. Nunca peleé con nadie; si la gente reclamaba algo, escuchaba y accedía a todo lo que fuera justo.

Durante el fenómeno de El Niño, la empresa casi se declara en quiebra. Dos factores la salvaron: diversificar la producción, diseñando billeteras y carteras; y organizar campañas de venta al interior del país, sobre todo a zonas frías. Esta última fue mi idea. Teníamos nuestra camioneta, una combi verde sobre la que escribimos a mano “Gran Oferta Casacas de Cuero Renzo Costa”.

Como no teníamos recursos, armábamos las exhibiciones en los hoteles más sencillos de cada lugar al que llegábamos. En la camioneta, que yo mismo manejaba por largas horas, cargábamos los exhibidores y la mercadería. Los miembros del equipo que viajaba se convertían en electricistas, mecánicos, decoradores, vendedores y cajeros.

Fue mi juventud la que me permitió manejar por todo el país durante tantas horas. Cuando llegábamos a un nuevo destino, perifoneábamos por todas las calles y plazas de la ciudad. Nos levantábamos a las cinco de la mañana para repartir volantes de puerta en puerta. Nunca llamamos a estas exhibiciones “Oferta” o “Liquidación”, pues nos dimos cuenta de que esas palabras implicaban que nos queríamos deshacer de la mercadería. Así que las bautizamos como “Gran Exhibición/Venta”.

En una oportunidad casi nos lleva un huaico: vimos cómo se despeñaban las rocas y caían en el río, llevando consigo todo lo que hallaban a su paso. Otra vez, pasando por Ticlio luego de una campaña en Huancayo, cayó una piedra sobre el parabrisas. La ventana se rajó como granos de arroz, pero no se desprendió. Tenía tanto miedo de que las esquirlas me cayeran sobre los ojos, que tuve que romper el vidrio a pesar del frío intenso. Me puse una chalina y unas antiparras para manejar moto hasta llegar a Lima, pero no lograron salvarme de una fiebre

alta. Luego de tantos sacrificios en el camino, logramos que la marca sea reconocida en todo el Perú.

Todos nuestros viajes tienen una historia detrás. Lo que más recuerdo es tener que dejar a mi mujer e hija solas. Durante un viaje a Huancayo, recibí telefónicamente una gran noticia: iba a ser papá por segunda vez. Sin duda, mi esposa Anita me apoyó en todo.

Después de muchos años, luego de darme cuenta de mi vena comercial, decidí estudiar Marketing y Publicidad. Después estudié un MBA en la Universidad del Pacifico, el cual concluí el año pasado. Trabajamos bajo dos estrategias comerciales: desarrollo y penetración de mercado. Por eso creemos que mientras más tiendas inauguremos a nivel internacional, nuestro público será cada vez mayor.

De chofer a gerente comercial y accionista de Renzo Costa. Mi camino ha sido indudablemente de muchos sacrificios, pero también de enormes satisfacciones.

“Creemos que mientras más tiendas inauguremos a nivel internacional, nuestro público será cada vez mayor”.

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A poyo a mi hermana Marina desde que se fundó Renzo Costa. Cuando ella se mudó a Chile, empecé a trabajar en la fábrica a tiempo

completo. Soy obstetra de profesión, pero al ingresar a la empresa me especialicé en la supervisión de ventas. No teníamos una computadora para facilitarnos la vida, aunque por entonces solo contábamos con siete locales y pocos colaboradores. Me dedicaba también al control de calidad de la mercadería que se exportaba a Chile. Ahora cada uno se especializa en su propio rubro.

Fue mi idea tener este outlet que ahora dirijo con tanta ilusión, pues me pareció conveniente que nuestra fábrica tenga un punto de venta. Al lado de mi oficina tengo un botiquín de primeros auxilios para atender al personal en caso de emergencia, así que tampoco me he desligado por completo de mi vocación. No me dediqué al diseño de modas como carrera porque eso hubiera disgustado a mi padre. Nunca se lo propuse, no me hubiera atrevido a hacerlo. Del mismo modo ocurrió cuando mi hija Adriana quiso estudiar diseño. Yo se lo negué, solo para darme cuenta al final de que tenía que acceder a lo que la hiciera feliz.

Formar parte del crecimiento de este negocio, desde un punto de vista familiar, ha sido algo muy emotivo. Sentí que cuando se inauguró la tienda en la Gran Vía, todo había sucedido de la noche a la mañana. A través de los años, la marca ha evolucionado siguiendo las tendencias del mercado y creando nuevas líneas de producto, hasta producir en la actualidad calzado, bolsos, pequeñas piezas de marroquinería y las prendas de cuero por las que inicialmente fue reconocida. Me siento muy orgullosa de todo ello, viendo que la empresa planea abrir tres

Carmen BustamanteJEFE DE OUTLET

nuevos puntos de venta en el Perú, mientras es líder de su rubro en la región.

Ver a Marina triunfar en esta aventura me hizo admirarla aún más. Crecer no ha sido nada fácil y hemos pasado por momentos que no esperábamos superar. Actualmente vivimos nuestro mejor momento, y eso nos hace valorar aún más todo nuestro esfuerzo y la forma cómo superamos obstáculos en el camino.

Colecciono los primeros cabezales de las máquinas, los botones y los broches que se usaban a inicios de los setenta, pues mi sueño es que algún día contemos con un pequeño museo para que los clientes que nos visiten conozcan de cerca la historia de Renzo Costa.

“Actualmente vivimos nuestro mejor momento, y eso nos hace valorar aún más todo nuestro esfuerzo y la forma cómo superamos obstáculos en el camino”.

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36R E N Z O C O S TA - H i s t o r i a d e u n a f a m i l i aR E N Z O C O S TA - H i s t o r i a d e u n a f a m i l i a

Soy responsable de la expansión de nuestros locales, pero en 1992 ingresé como publicista. Una de mis primeras tareas fue diseñar un nuevo logo. Presenté 200 propuestas… ¡todas fueron rechazadas! Hasta que dibujé el carnero, un animal atípico y agresivo. El ejecutivo de cuentas me arrancó de las manos el boceto antes de ir a reunión. Cuando regresó horas después, gritó: “¡Aprobado!”. En Renzo Costa el nivel de exigencia es muy alto, por eso hemos logrado crear publicidad tan atractiva.

Nosotros y nuestros compañeros en provincias estamos a cargo de la supervisión integral de todos nuestros puntos de venta. Nuestra prioridad es lograr que nuestros equipos se sientan felices y orgullosos de trabajar en Renzo Costa. Un buen clima laboral se refleja en el servicio que brindamos a nuestros clientes.

Nuestro equipo está comprometido con la visión del directorio de Renzo Cosa. Nuestro modelo de negocio se orienta al crecimiento corporativo y sostenido, como también a la internacionalización. Estrategias innovadoras y la capacitación constante de sus ejecutivos harán posible lograr estos objetivos.

Ingresé a Renzo Costa en 2005, repartiendo volantes por el Día del Padre. Meses después volvieron a llamarme, así empezó mi carrera en el área de ventas. Trabajé en los locales del Jockey Plaza, Larcomar y el Aeropuerto, como también en Trujillo y Chiclayo. Cuando me propusieron administrar el primer local de Renzo Costa en Santiago de Chile, acepté de inmediato: era una oportunidad para seguir creciendo. Es un país muy lindo, ordenado y seguro, donde nuestro nombre ya suena con fuerza.

Cada vez que converso con amigos, les cuento orgulloso que desde hace 13 años tengo la oportunidad de ver a nuestra empresa crecer: cuando ingresé solo había siete puntos de venta, y ahora hay cincuenta. En Renzo Costa me he sentido desde siempre como en casa.

El equipo de ventas de Renzo Costa representa la mística y esencia de la empresa. Ellos poseen la magia y la energía para llegar a cada uno de los clientes, transformando nuestros productos en felicidad.

Me siento feliz de formar parte de esta gran familia y de trabajar al lado de Marina Bustamante a lo largo de ocho años. Verla trabajar es motivador para mí: ella es el reflejo de nuestros valores empresariales. En Renzo Costa la confianza, el aprendizaje constante y la solidaridad juegan un papel muy importante.

Carlos García Jessica Vera

Rubén Palomino

Karin Arias, Giovanna Usquiano,y Manuel Del Castillo

Guillermo Puertas Cynthia Soberón

Lourdes Urteaga

GERENTE DE OPERACIONES JEFE DE RETAIL

JEFE DE INFRAESTRUCTURA

JEFES ZONALES

GERENTE DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS

JEFE DE OPERACIÓN CHILE

ASISTENTE DE DIRECTORIO

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Formo parte de Renzo Costa desde hace 27 años. Por entonces la empresa solo contaba con un pequeño taller, no teníamos la tecnología que hoy nos facilita la vida: todos los inventarios de las prendas los hacía manualmente. Hoy integro el Departamento de Tesorería y Finanzas, creo que el conteo de productos me ayudó a ser muy disciplinada.

Milagros PalominoTESORERA

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A mis 67 años ya estoy jubilada, pero sigo aquí porque me gusta mi trabajo. Entré a Renzo Costa en 1973, cuando todo empezó. No sé cuántos años más continúe trabajando, pero me iré sabiendo que hemos formado un equipo muy unido y que saqué adelante a mis dos hijos. Uno de ellos trabaja en nuestro local del Jockey Plaza. Me comentan que es un gran vendedor.

Mi experiencia en Renzo Costa me ha permitido formar parte del programa social ‘Manos Invencibles’, enseñando en el taller de capacitación para los internos del Penal de Ancón. Nuestra comunidad mejora con el trabajo.

Durante estos 17 años en Renzo Costa, la dedicación, el compromiso y el trabajo en equipo, son los pilares para que alcancemos todos nuestros objetivos. Actualmente soy supervisor del área de carteras y me siento muy orgulloso de ello.

Una de las mejores experiencias que he vivido en estos 27 años de trabajo, fue cuando por primera vez llegaron a la fábrica los jóvenes con habilidades diferentes. Era muy difícil para mí enseñarles a trabajar el cuero, ya que no nos entendíamos. La señora Marina contrató a un profesor para que nos enseñe lenguaje de señas; desde entonces he logrado que aprendan a confeccionar casacas y monederos para que puedan salir adelante.

Trabajo en Renzo Costa desde los 16 años, luego de terminar el colegio. Tuve que ir con mis padres a conseguir un permiso en el Ministerio de Trabajo. Han pasado 26 años y actualmente me dedico a la producción de casacas. He podido darle una buena educación a mi hija Yajaira, quien ahora estudia Administración de Negocios.

En Renzo Costa conocí a Lady Claros, mi esposa y la madre de mis dos hijos. También deseo recordar a dos cortadores que ya no están más entre nosotros, Carlos Sipán y Mario Monterrey. Ellos me enseñaron todo sobre este oficio. Gracias a ellos, siempre he sentido que nuestro equipo es una gran familia.

Recuerdo que al principio mis acabados salían mal. ¡Una vez puse el cuello al revés! Me asusté mucho, pero me respondieron: “No te preocupes, de las equivocaciones vas a aprender”. Fue una descarga de electricidad que me animó a seguir mejorando.

Desde 1985 he visto con alegría cómo ha evolucionado nuestra empresa, que me ha permitido aprender tantas cosas, como poder reconocer los distintos tipos de cuero. También aprendí la lengua de señas, para comunicarme con los jóvenes con habilidades diferentes que integran el programa ‘Renzo Costa piensa en mí’.

Flor Gonzáles Luis Mancilla

Margarita Oviedo

Nora Huacre

Fermín Huamán

Carmen Mechato

Lady Claros

Isabel Anchayhua

COSTURERA CORTADOR

COSTURERA

COSTURERA

SUPERVISOR DEL ÁREA DE CARTERAS

COSTURERA

COSTURERA

ASISTENTA DE ALMACÉN DE INSUMOS

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Soy parte de Renzo Costa desde hace 26 años. No sabía nada sobre cueros, aquí lo aprendí todo. Me inicié como operario de limpieza, luego me delegaron al área de producción. Por mi buen trabajo, hoy me encargo del control de materiales. Lo primero que me atrae del cuero es su olor, pero es a través de la vista, el tacto y mucha concentración que puedo conocer su calidad.

Luis ColmenaresSUPERVISOR DE MATERIAS PRIMAS

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04.PASIÓN PORLOS CUEROSEl diseño de Renzo Costa

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E l área de Diseño y Desarrollo es el corazón de la empresa. Aquí se inicia el proceso de creación, que finaliza con el producto exhibido en la tienda.

Desde muy pequeña estoy vinculada a la empresa, pues Renzo y yo fuimos criados entre máquinas y retazos de cuero. Así, sin darnos cuenta, estábamos preparándonos para formar parte de la marca.

Al principio trabajé para la sede chilena de Renzo Costa. Hacía moldes para prendas en el taller ubicado en la comuna de Ñuñoa, Santiago. Por entonces era estudiante de la carrera de Diseño de Vestuario y aquellas eran mis prácticas. En 1998 conseguí mi primer trabajo profesional, cuando realicé junto a un grupo de diseñadores una colección inspirada en el Señor de Sipán. Desde el año 2000 trabajo en Renzo Costa como jefa de producción.

El trabajo de Diseño y Desarrollo consiste en recopilar toda la información necesaria para cada temporada. Visitamos diversas ferias internacionales (sobre todo en Europa y Asia), donde elegimos desde los insumos hasta los productos terminados con los que vamos a trabajar. Estudiamos a profundidad las nuevas tendencias en cuanto a colores y formas, para luego adaptarlas a los requerimientos de nuestro público. Para lograrlo recopilamos toda la información necesaria en nuestros viajes, para luego hacer una síntesis de lo observado y recibir los comentarios del equipo. Las opiniones de cada miembro son muy valiosas en este proceso.

A partir de ello, diseñamos con dibujos a mano o a computadora. Elegimos los modelos para desarrollar los moldes y, una vez listos, seleccionamos los materiales para realizar los prototipos que se confeccionarán y modificarán

para su posterior aprobación. Estamos muy vinculados al área comercial, pues evaluamos el éxito del producto en tiendas. De ese factor depende una mayor producción o la descontinuación de la prenda o accesorio.

El área de Diseño y Desarrollo también juega un rol importante en desarrollo profesional de jóvenes diseñadores. Para ello ideamos el Concurso Nacional de Diseño de Carteras Renzo Costa, evento que ofrece oportunidades de carrera a estudiantes de diseño. El ganador de la primera edición, Mario Rosales, trabaja con nosotros tras sorprender a los jueces con una cartera inspirada en la cultura Moche y en el Barroco europeo. El premio fue un viaje inolvidable a París y Milán.

Nuestros diseños han evolucionado de forma sorprendente. Actualmente, nuestra fábrica produce prendas y accesorios que podrían exhibirse en las capitales de la moda. La globalización que nos permite acceder a las últimas tendencias de forma inmediata. Sin embargo, para crear no solo se necesita observar las últimas tendencias; también son claves la intuición y la experiencia. Es importante prever los gustos y necesidades de nuestro público, y arriesgarnos para lograr que los productos de Renzo Costa tengan el estilo que los hace únicos.

Adriana BrenneisenGERENTE DE DISEÑO Y DESARROLLO

“Estudiamos a profundidad las nuevas tendencias en cuanto a colores y formas, para luego adaptarlas a los requerimientos de nuestro público”.

EL DISEÑO DE RENZO COSTA

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“Arriesgarnos para lograr que los productos de Renzo Costa tengan el estilo que los hace únicos”.

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Diseño AcabadosMateriales AlmacénProducción Tienda

01. 04.02. 05.03. 06.Se estudian las últimas tendencias en colores y formas para diseñar los productos. Esta investigación se realiza a través de visitas a ferias en el extranjero, conversaciones con los clientes y estudios de revistas y páginas web dedicadas a la moda. Las prendas y accesorios son diseñadas con dibujos a mano, para luego elegir las propuestas que se desarrollarán.

Luego de su confección, los artículos pasan al área de acabados, donde reciben los últimos retoques de limpieza, corte de hilos y terminaciones. El producto debe ser aprobado por Control de Calidad para considerarse terminado.

Cuando están listos los moldes, se seleccionan los materiales para realizar los prototipos. Éstos se modifican en varias oportunidades hasta contar con la aprobación final. Con el diseño definido, se escogen los materiales y colores para su fabricación.

Esta área se encarga de preservar en calidad óptima todos los productos a ser distribuidos. Los encargados de Almacén trabajan con el área comercial: una mayor o menor demanda del producto –desde una mayor producción a la descontinuación de éste– depende del éxito de cada prenda o accesorio.

Se define la cantidad de accesorios a producir. El material es seleccionado según rigurosos parámetros. Un grupo de cortadores se encarga de seccionar el cuero en todas las partes que formarán el artículo. Luego, se habilitan todas estas piezas y se llevan al área de Desbaste y Armado. En el área de Confección se realizan diversos procesos, como la pintura del cuero o el sellado.

Las prendas y accesorios son distribuidos a todos los puntos de venta de Renzo Costa en Lima, provincias y Santiago de Chile.

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05.CAMINANDOJUNTOSProgramas de integración social

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¿Quién dijo que todo está perdido?Yo vengo a ofrecer mi corazón...

Y hablo de países y de esperanza,hablo por la vida, hablo por la nada,hablo de cambiar esta nuestra casa,

de cambiarla por cambiar nomás.

-Fito Páez, “Yo vengo a ofrecer mi corazón”

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R enzo Costa no solo se encuentra a la vanguardia de la moda. También innova en la cultura laboral, brindando la oportunidad de integración a la

sociedad a jóvenes con habilidades diferentes, gracias al programa ‘Renzo Costa piensa en mí’.

El término “discapacidad” no hace referencia a la inferioridad de una persona, sino a las capacidades diferentes que por diversos motivos posee respecto a los estándares comúnmente aceptados. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las posibilidades para que una persona con discapacidad se integre a la sociedad y conserve un empleo, suelen ser considerablemente reducidas en diversas empresas como consecuencia de una disminución física, sensorial o intelectual. Renzo Costa batalla contra todo tipo de prejuicio y discriminación, y uno de los caminos para lograrlo es permitiendo que personas con habilidades diferentes cumplan un rol importante en el desarrollo de la empresa.

En el Perú, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, el 13,08% de la población nacional está conformado por personas con discapacidad. Es decir, 3.5 millones de la demografía total. Las discapacidades suelen dividirse en cinco rubros: motrices, visuales, del habla, de la audición, intelectuales y psicosociales. De aquel porcentaje de la población, aproximadamente dos millones de personas ya se encuentran en edad para trabajar. Este grupo, en su gran mayoría, se encuentra sin empleo o viviendo del subempleo. Apenas 45 mil personas poseen un trabajo que les permita desarrollarse como profesionales.

Renzo Costa es consciente de que una organización debe asumir la responsabilidad de sus acciones y del efecto que estas tengan sobre sus colaboradores. Del mismo modo que enfatiza la producción de bienes y servicios o

el cumplimiento de la ley, asume responsabilidades éticas y filantrópicas. Una buena ciudadanía corporativa es lograda a través de la práctica de actividades o programas que promueven el bienestar social y mejoran la calidad de vida de la población. Por ello, la inserción laboral de personas con discapacidad es una de las prioridades de Renzo Costa.

“Las personas sordas utilizan la lengua de señas para poder comunicarse. Es su idioma, es su derecho comunicarse de esta forma. Renzo Costa es un ejemplo de empresa donde están incluyendo a estas personas”, dice Susana Stiglich, Coordinadora de Proyectos de Fundación para las Américas (OEA). Para ello, Renzo Costa cuenta con un equipo de profesionales que llevan a cabo el debido proceso de reclutamiento y selección de personal, según la capacidad del postulante. Se trabaja con fundaciones como el Centro Ann Sullivan y la Asociación de Sordos de Lima, que sirven como canales de reclutamiento. Se fomentan los valores de integración y no discriminación en la cultura de la empresa. El personal oyente es educado en lenguaje de señas para mejorar la comunicación interna. Todos en el equipo contribuyen al desarrollo profesional de personas con discapacidad. Asimismo, se involucra a la familia del trabajador con habilidades diferentes en el proceso laboral, por medio de charlas y actividades de esparcimiento que fomenten la inclusión.

Renzo Costa demuestra que su política de empleo no solo genera más empleo en el país, sino que también establece un clima organizacional donde los valores de convivencia se ven fortalecidos. Para una persona con habilidades diferentes, un empleo adecuado eleva su autoestima, le brinda independencia, lo hace más sociable y le permite trazar un plan de vida. Sobran los beneficios de esta política humanitaria que podría ser replicada por todas las empresas del Perú.

Renzo Costa piensa en mí

PROGRAMAS DE INTEGRACIÓN SOCIAL

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L os jóvenes con habilidades diferentes pueden desarrollar una carrera profesional dentro de Renzo Costa. Es el caso de Rosa Joya, quien ingresó

a la fábrica para ayudar en el área de Costura. Mostrando creatividad y perseverancia, pronto ascendió a asistente en el área de Diseño. Tiene un gran talento para dibujar y sus ideas se han visto reflejadas en varias colecciones. Mientras que Alexander Vargas ingresó a Renzo Costa hace tres años, cuando tenía 23. Rápidamente mostró su talento y hoy forma parte del equipo de Diseño Gráfico y Fotografía. Se encarga de fotografiar los productos para las fichas técnicas. Se distingue por ser perfeccionista.

Ejemplos de vida

El principal objetivo de incluir a personas con habilidades diferentes dentro del personal de Renzo Costa es la oportunidad de integrarse a la sociedad. El proyecto permite que aprendan a valerse por sí mismos, explorando su creatividad y aportando un ingreso a sus hogares. Un equipo de profesionales lleva a cabo la selección de personal (en colaboración con los centros Ann Sullivan y la Asociación de Sordos de Lima) y los trabajadores con mayor experiencia ofrecen sus conocimientos para la capacitación en las áreas correspondientes. Si bien esta política empresarial es poco común en el Perú, los resultados son más que satisfactorios.

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E l más reciente programa de inclusión social promovido por Renzo Costa es ‘Manos Invencibles’, que tiene por objetivo apoyar a

personas privadas de su libertad.

Según el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), de 1997 a 2013 la población penal intramuros creció de 24,297 a 66,367 personas, equivalente a un aumento de 173%. Los principales factores para esta situación son un mayor número de actos delictivos, la tendencia a elevar las penas privativas, el recorte de beneficios penitenciarios y la ampliación de conductas punibles. Ello deviene en un grave problema para el sistema penitenciario, al no haberse previsto la cobertura de necesidades básicas como infraestructura y recursos humanos.

Cabe resaltar que la mayoría de personas privadas de su libertad tienen entre 25 y 34 años, rango de edad clave para el desarrollo profesional de un trabajador. Ante este panorama que demanda un valor solidario, Renzo Costa tiene como propósito ayudar a reintroducir en la sociedad a internos que, por falta de educación o carencias económicas y afectivas, recorrieron un camino equivocado y hoy cumplen una condena por ello.

Poniendo en práctica el innovador programa ‘Manos Invencibles’, que enfatiza la educación y la cultura de trabajo, Renzo Costa y el INPE trabajan con internos del penal Ancón II para su reincorporación en el mercado laboral. Se realizan talleres para la producción de accesorios de cuero, lo cual brinda a varios internos una fuente de ingreso para contribuir con el desarrollo de sus hogares de manera legítima.

“Las personas que ayudemos aprenderán a formalizarse, a trabajar para recibir un sueldo”, señala Marina

Manos Invencibles

Bustamante, promotora del proyecto. “Con ello ya no serán una carga familiar y apoyarán a sus hijos para que no sigan el mismo camino errado. Si ellos abandonaron a sus familias moral y económicamente, ¿cómo podrán educar a sus hijos al estar privados de su libertad? ¿Queremos que los niños sigan la misma ruta?”.

Con el apoyo del sector privado, el programa ‘Manos invencibles’ busca llegar a más centros penitenciarios para brindar una oportunidad de mejora. Enseñando un oficio se logra que, al recuperar la libertad, los beneficiados extiendan a sus familias y entornos una cultura de trabajo. Con ello se forja una sociedad más segura y con valores más sólidos.

“Se realizan talleres para la producción de accesorios de cuero, lo cual brinda a varios internos una fuente de ingreso para contribuir con el desarrollo de sus hogares de manera legítima”.

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06.EL ESTADODEL ARTELa publicidad de Renzo Costa

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La voz de los

80’s(1987-1989)

L a aparición de los primeros anuncios de Renzo Costa, publicados en los medios más leídos, coincide con el crecimiento de la marca hacia

finales de la década de los ochenta. Casacas y minifaldas de cuero se promocionaban con humor e ingenio propios de la época: a pescar de los tiempos difíciles que por entonces atravesaba el Perú, se concibió una estrategia publicitaria que le hacía frente a problemas como la inflación. Fue un guiño de complicidad entre Renzo Costa y el público a nivel nacional. Contra viento y marea, la moda se impuso.

LA PUBLICIDAD DE RENZO COSTA

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Los valores de la moda

(2002-2009)

LA GENTE NO DEBE SER JUZGADA POR SU PIEL.

NUESTRAS CARTERAS, SI.

JOCKEY

PLAZA

PLAZA

SAN MIGUEL

OVALO

MIRAFLORES

OVALO

HIGUERETA

CAMINO

REAL

AEROPUERTO

JORGE CHAVEZ

L a publicidad puede ser una declaración de principios, como lo demuestra este anuncio contra la discriminación, publicado en 2002.

Las billeteras, carteras y agendas diseñados por Renzo Costa se habían convertido en los productos de mayor demanda. La marca se identifica desde entonces con una rúbrica, que le otorga al producto modernidad y audacia. Los reconocidos fotógrafos de moda Chayo Saldarriaga y Lucía Arana fueron responsables de varias campañas en las que posó la actriz Anahí de Cárdenas, como también las modelos Nicole Faverón y Sully Sáenz.

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Las calles de Hong Kong, Otoño - Invierno

2009

E sta innovadora campaña, inspirada en los viajes de negocios de Renzo Costa, fue la primera que produjo la marca fuera de Lima. El fotógrafo Vito

Mirr considera Hong Kong como una ciudad muy liberal respecto a los permisos para fotografiar espacios públicos. En menos de una semana, el equipo de producción (compuesto únicamente por Vito y Renzo) recorrió las calles para elegir las locaciones, mientras que la sesión de fotos tomó apenas dos días. Ambos recuerdan la producción como un trabajo bastante libre y agradable, sensación transmitida por los diseños de esta colección.

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Viaje a la India Otoño - Invierno

2010

L as ciudades de Jaipur y Bombay fueron escenarios para uno de los catálogos más celebrados de Renzo Costa. Los diseños de la colección Otoño-

Invierno 2010 cobran vida ante la cultura milenaria y el exotismo de la India. El Palacio de los Vientos, el templo de Jal Mahal situado al centro de un lago, los tradicionales mercados indios y elefantes desfilando por las calles son algunos de los elementos retratados en la campaña, recordada por el equipo como una aventura extraordinaria por la espontaneidad de la gente y el misterio de los paisajes.

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U na colección con diseños inspirados en las tendencias de la moda europea, de formas transgresoras y colores intensos. Renzo Costa y el

fotógrafo Vito Mirr idearon la producción más grande en la historia de la marca, que contó con la participación de modelos internacionales. Fue realizada en Lima, dentro del estudio de Vito Mirr, donde se construyeron impresionantes sets que dieron vida a una discoteca ubicada en el corazón de una ciudad cosmopolita y posmoderna. Los guiños a la onda retro de los ochenta se confunden con el futuro de una capital de la moda.

La noche es nuestra Otoño - Invierno

2011

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Mediterráneo Primavera - Verano

2012

C on diseños en cuero italiano, de colores mediterráneos y motivos como el animal print, se lanzó una colección que aportó vida y frescura

a la marca. La artista Úrsula Bertello participó en el diseño de producción para idear el atelier de una joven artista, a quien da vida la modelo rusa Vera Chilikova. Los productores Gerardo Larrea, Toño Choy Kay y Joy Rosenblum se encargaron del styling de este catálogo, cuyo principal objetivo fue dar a conocer una línea de accesorios sin precedentes en Renzo Costa.

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Nuevos aires Otoño - Invierno

L a experiencia de volar, como metáfora de las fronteras que trasciende Renzo Costa. La campaña Otoño-Invierno 2012 anunciaba que

la marca incursionaría en la producción de calzado y equipajes de cuero, artículos de gran demanda desde su lanzamiento. La colección presentó diseños en los que predominan colores oscuros, en contraste con la blancura de la nave (la cual fue montada dentro de un estudio de Lima). Una temporada que presentó novedosos modelos de casacas y billeteras, confirmando que el estilo de Renzo Costa no conoce límites.

2012

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Dubái de moda Otoño - Invierno

F ue todo producto de la imaginación de Renzo Costa, quien se inspiró en sus viajes a Dubái, aunque no existían muchas referencias de

campañas producidas en los Emiratos Árabes. Fue el director de arte Guillermo Álvarez quien diseñó el storyline y Shane Vessoakar de Diva Model Agency quien produjo la sesión, buscando elementos como un Lamborghini, un helicóptero, un yate y los camellos. La producción se realizó en apenas tres días, gracias a un equipo de profesionales que optimizó el tiempo. Ante las locaciones icónicas de la Meca, se asoció la marca con juventud, diversión y lujo.

2013

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Al aire libre Primavera - Verano

U na propuesta de colores suaves y alegres, en contraste con una actitud rebelde y dinámica. La inspiración nació en uno de los viajes de

Renzo Costa, luego de ver una animación de billeteras suspendidas en el aire. El fotógrafo Vito Mirr tuvo como principal referencia una editorial de Paolo Roversi para Vogue Italia. Se buscaba distorsionar a la modelo con un lente angular, exagerando la perspectiva y dándole dramatismo al movimiento. Se necesitaron dos días para la sesión: uno para trabajar con la modelo; otro para capturar el logo suspendido y las carteras al vuelo, lanzadas por el equipo de producción durante varias horas hasta conseguir las mejores imágenes. Se trató de la producción más difícil, pero también la de mayor vitalidad.

2014

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El cielo de Lima Otoño - Invierno

E l gris del cielo durante el invierno despertó la imaginación para crear los diseños de esta temporada. La campaña tenía por objetivo

estilizar la sensación del día nublado y de las texturas que definen a las calles de Lima. La gran escenografía tardó varios días en construirse dentro del estudio del fotógrafo Vito Mirr. Sin embargo, el equipo opina que el mayor reto fue imitar la luz que atraviesa la neblina dentro de los confines de un estudio. Una selva de cemento, concebida para seducir al público con el street style de Renzo Costa.

2014

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Vida y color Primavera - Verano

L a temporada de prints fue una propuesta de tendencia atrevida e inusual en cuero, y la campaña Primavera-Verano 2014 buscaba

acentuarlo y empoderarlo frente a estilos geométricos como el ‘color block’. Para lograr transmitir este mensaje de vanguardia se decidió diagramar el catálogo como si se editara una revista. La escenografía de cubos minimalistas y la paleta de color fueron propuestas de la productora Ximena Castañeda, mientras que el calzado de la colección fue resultado de la colaboración con la diseñadora peruana Camila Pareja-Lecaros.

2015

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La sonrisa de Karen Otoño - Invierno

F ue idea del fotógrafo Vito Mirr que la presentadora de televisión y ex reina de belleza, Karen Schwarz, sea imagen de Renzo Costa. Deseaban trabajar

con ella desde la producción en Dubái, pero las agendas no coincidían. Para la temporada Otoño-Invierno 2015, la marca apostó por Karen como representante de la marca. Tomando como inspiración la colaboración de la actriz Jennifer Lawrence con Dior, se deseaba que el público peruano se identifique con la marca a través de una figura carismática y talentosa. Al estilo sobrio que caracteriza a la publicidad de la marca se sumó la sonrisa contagiosa de Karen Schwarz, consiguiendo una de las campañas más exitosas de Renzo Costa.

2015

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1973 80410 300FUE EL AÑO DE FUNDACIÓN DE RENZO COSTA

PERSONAS BENEFICIADAS POR LOS PROGRAMAS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL

COLABORADORES FORMAR PARTE DE RENZO COSTA

CANDIDATOS AL I CONCURSO NACIONAL DE DISEÑO DE CARTERAS

PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS A NIVEL MUNDIAL

NUEVOS DISEÑOS PRODUCIDOS CADA AÑO

PUNTOS DE VENTA SEGUIDORES EN REDES SOCIALES

Desde sus inicios en 1973 a la actualidad, Renzo Costa ha alcanzado grandes logros. Hoy el modelo de negocio de Renzo Costa es estudiado en universidades, replicado por empresas emergentes, reconocido por los medios, y premiado por instituciones a nivel mundial.

Se ha mejorado la calidad de vida en el Perú con el programa “Renzo Costa piensa en mí”. Para expandir las fronteras de esta gran iniciativa, Marina tiene por objetivo crear una fundación internacional que apoye a jóvenes con habilidades diferentes y a personas privadas de su libertad que deseen ingresar al mercado laboral.

Marina Bustamante y Renzo Costa son reconocidos por conformar una de las familias empresariales más exitosas del Perú, gracias a estrategias innovadoras y su equipo de profesionales.

Este evento, que ofrece oportunidades de carrera a jóvenes estudiantes de Diseño, consagró a Mario Rosales por una propuesta que fusiona la cultura Moche con el Barroco europeo. Tras deslumbrar al jurado, Mario fue premiado con un viaje a París y Milán.

En honor a su trayectoria y su contribución al progreso del Perú, Marina Bustamante ha recibido premios como la Condecoración de la Orden del Trabajo otorgada por Palacio de Gobierno en 2009, y el premio IWEC 2011 (International Women’s Entrepeneurial Challenge).

Luego de visitar diversas ferias internacionales en Europa y Asia, el equipo de Diseño estudia las nuevas tendencias para crear un promedio de 78 prendas y accesorios por cada temporada.

Renzo Costa lidera el diseño de prendas y accesorios de cuero en Perú y Chile. Tras conseguir el reconocimiento internacional, la marca planea expandirse en Sudamérica, definiendo tendencias con un producto peruano de primera calidad.

La gran aceptación de Renzo Costa se refleja en las redes sociales y en la renovada web, renzocosta.com, que muy pronto contará con una tienda virtual.

13 31254 427000

Renzo Costa en cifras

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